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Título Preliminar.

Artículo I.- Derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.- Toda persona tiene


derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa de sus
derechos o intereses, con sujeción a un debido proceso.

El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es inherente a toda persona por el


sólo hecho de serlo. Constituye la manifestación concreta de porque la función
jurisdiccional es además de un poder, un deber del Estado, ya que éste no
puede excusarse de conceder tutela a todo el que se lo solicite.

Artículo II.- Principios de Dirección e Impulso del proceso.- La dirección del


proceso está a cargo del Juez, quien la ejerce de acuerdo a lo dispuesto en
este Código.
El Juez debe impulsar el proceso por sí mismo, siendo responsable de
cualquier demora ocasionada por su negligencia. Están exceptuados del
impulso de oficio los casos expresamente señalados en este Código.

El principio de Dirección, también denominado Principio de Autoridad.


Su aparición se explica, como el medio de limitar los excesos del principio
dispositivo (por el cual el Juez tiene un rol pasivo en el proceso, sólo
protocoliza o legitima la actividad de las partes).

El Principio de Dirección, es la expresión del sistema procesal publicistico.


Chiovenda: En el proceso moderno el Juez no puede conservar una actitud
pasiva, por el contrario el Estado se halla interesado en el proceso civil en
busca de justicia para todos y que los pleitos se realicen lo más rápidamente
posible.
El Principio de Impulso Procesal por parte del Juez, es una manifestación
concreta del Principio de Dirección.
Es la aptitud del Juez para conducir autónomamente el proceso, vale decir, sin
necesidad de intervención de las partes, para la consecución de sus fines.

Artículo III.- Fines del proceso e integración de la norma procesal.- El Juez


deberá atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto
de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica,
haciendo efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad abstracta es
lograr la paz social en justicia.
En caso de vacío o defecto en las disposiciones de este Código, se deberá
recurrir a los principios generales del derecho procesal y a la doctrina y
jurisprudencia correspondientes, en atención a las circunstancias del caso.
Al asumir el Código Procesal Civil una orientación publicista, queda en
evidencia que el fin del proceso no se agota en la solución del conflicto, es más
trascendente, conduce o propende a una comunidad con paz social.
Además regula, que el Juez no va ser un espectador de las motivaciones
periódicas o repentinas de las partes. Desde la aparición del Código Civil
francés o Napoleónico, que obliga al Juez a resolver, nace el "deber de fallar".
Lo trascendente es que resulta indispensable regular los criterios lógico-
jurídicos que debe tener el Juez para solucionar el conflicto de intereses e
incluso es pausible establecer una prelación entre éstos.
El Código ha optado por conceder al Juez la posibilidad de cubrir los vacíos o
defectos en la norma procesal, es decir las lagunas, en base a ciertos recursos
metodológicos y a un orden establecido, consistentes, inicialmente, en los
Principios generales del Derecho Procesal; la Doctrina y la Jurisprudencia.

Artículo IV.- Principios de Iniciativa de parte y de conducta procesal.- El


proceso se promueve sólo a iniciativa de parte, la que invocará interés y
legitimidad para obrar. No requieren invocarlos el Ministerio Público, el
procurador oficioso ni quien defiende intereses difusos.
Las partes, sus representantes, sus Abogados y, en general, todos los
partícipes en el proceso, adecuan su conducta a los deberes de veracidad,
probidad, lealtad y buena fe.
El Juez tiene el deber de impedir y sancionar cualquier conducta ilícita o
dilatoria.
Ningún sistema, aún el publicístico, pueden ser acogidos en su integridad. Así
siempre será indispensable que una persona ejerza su derecho de acción
como punto de partida de la actividad jurisdiccional del Estado.
Hay algunas expresiones que a manera de principios recorren los estudios
procesales:
nemo iudex sine actore, no hay Juez sin actor.
Wo kein klager ist, da ist auch kein richter, donde no hay demandante, no hay
Juez.
La iniciativa de parte, suele denominarse "Principio de la demanda privada",
para significar la necesidad que sea una persona distinta al Juez quien solicite
tutela jurídica.
Dentro de una concepción científica, pero a la vez clásica del proceso, el
articulado, exige que quien ejercita su derecho de acción afirme (no que
acredite o que pruebe) que tiene interés y legitimidad para obrar. Es decir que
no tiene otra solución que recurrir al órgano jurisdiccional, y que el proceso se
desarrolla entre las mismas personas que forman parte del conflicto material o
real.
La norma tiene sus excepciones, y se refiere al Ministerio Público, al
Procurador Oficioso, y del patrocinio de los intereses difusos.
Bajo el rubro CONDUCTA PROCESAL, se ha englobado un conjunto de
principios destinados a regular la corrección de los intervinientes en el proceso.
Los deberes se explican por sí, refiriéndose a la probidad, lealtad y buena fe.
(no así al caso del deber de veracidad ya que es un tema muy discutido en el
proceso civil).
Artículo V.- Principios de Inmediación, Concentración, Economía y Celeridad
Procesales.- Las audiencias y la actuación de medios probatorios se realizan
ante el Juez, siendo indelegables bajo sanción de nulidad. Se exceptúan las
actuaciones procesales por comisión.
El proceso se realiza procurando que su desarrollo ocurra en el menor número
de actos procesales.
El Juez dirige el proceso tendiendo a una reducción de los actos procesales,
sin afectar el carácter imperativo de las actuaciones que lo requieran.
La actividad procesal se realiza diligentemente y dentro de los plazos
establecidos, debiendo el Juez, a través de los auxiliares bajo su dirección,
tomar las medidas necesarias para lograr una pronta y eficaz solución del
conflicto de intereses o incertidumbre jurídica.
El Principio de Inmediación, tiene por objeto que el Juez quien va en definitiva a
resolver el conflicto de intereses o la incertidumbre jurídica, tenga el mayor
contacto posible con todos los elementos subjetivos (intervinientes) y objetivos
(documentos, etc.) que conforman el proceso.
La cercanía puede proporcionar mayores o mejores elementos de convicción
para expedir un fallo que se adecue a lo que realmente ocurrió.
Al optar por la inmediación, el código, ha privilegiado también la oralidad, el
medio por el cual se produce el contacto directo entre el Juez y los
protagonistas directos o indirectos del proceso.
El Principio de Concentración, es una consecuencia lógica del principio
anterior. Es imprescindible regular y limitar la realización de actos procesales,
promoviendo la ejecución de estos en momentos estelares del proceso.
El Principio de Economía Procesal, es mucho más trascendente. De hecho son
muchas instituciones del proceso que tienen como objetivo hacerlo efectivo.
Por ejemplo: el abandono o la preclusión.
El concepto economía, tomado de su acepción de ahorro, está referido a 3
áreas: 1) tiempo; 2) gasto; y 3) esfuerzo.
El Principio de Celeridad, es la expresión concreta de la economía por razón de
tiempo. Por otro lado, se expresa a través de diversas instituciones del
proceso; por ejemplo: la perentoriedad o improrrogabilidad de los plazos o el
impulso del proceso por parte del Juez.

Artículo VI.- Principio de Socialización del proceso.- El Juez debe evitar que la
desigualdad entre las personas por razones de sexo, raza, religión, idioma o
condición social, política o económica, afecte el desarrollo o resultado del
proceso.
La nueva orientación publicista del Código, se hace evidente con ésta norma.
Así el Juez director del proceso no sólo conducirá peste por el sendero que
haga más asequible la oportunidad de expedir una decisión justa, sino que,
además, está facultado a impedir que la desigualdad en que las partes
concurren al proceso, sea un factor determinante para que los actos procesales
o la decisión final tenga una orientación que repugne al valor de justicia.
Este artículo convierte la vieja tesis de la igualdad ante la ley en la igualdad de
las partes en el proceso.

Artículo VII.- Juez y Derecho.- El Juez debe aplicar el derecho que corresponda
al proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya sido
erróneamente. Sin embargo, no puede ir más allá del petitorio ni fundar su
decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las partes.
Se suele citar la anécdota del Juez que aburrido por las disquisiciones, del
Abogado, técnico jurídico, le exige a éste que explique los hechos, dado que (el
Juez) conoce el derecho. ("venite ad factum, tabo dibi ius").
Este aforismo, se le conoce con el nombre de: "IURA NOVIT CURIA". Su
esencia: permite al Juez que aplique la norma jurídica que corresponda a la
situación concreta, cuando las partes la hayan invocado erróneamente o no lo
hayan invocado.
La última parte del párrafo final contiene uno de los más importes e
interesantes del derecho procesal, el Principio de Congruencia, Se entiende por
congruencia o consonancia el principio normativo que delimita el contenido de
las resoluciones judiciales que deben proferirse, de acuerdo con el sentido y
alcance de las peticiones formuladas por las partes, para el efecto de que
exista identidad jurídica entre lo resuelto y las pretensiones propuestas.
Este no es un principio exclusivo para las sentencias, sino a toda resolución
judicial que deba responder a una instancia de parte, y así lo encontramos en
las apelación de autos, que sólo da competencia al Superior para decidir sobre
el punto objeto del recurso y en lo desfavorable al recurrente, por el principio de
la Reformatio in pejus (Reforma en peor).
Es en la sentencia en donde este principio reviste su mayor importancia, por
tratarse del acto procesal del Juez que satisface la obligación de proveer, que
como representante del Estado le impone el ejercicio de la acción y del derecho
de contradicción, y que resuelve sobre las pretensiones incoadas en la
demanda. Esa identidad jurídica debe existir, entre la sentencia, por una parte,
y las pretensiones contenidas en la demanda.
En relación con las pretensiones, la incrongruencia, tiene 3 aspectos:
Cuando se otorga más de lo pedido (plus petita o ultra petita).
Cuando se otorga algo distinto a lo pedido (extra petita).
Cuando se deja de resolver sobre algo pedido (citra petita).
Plus petita o ultra petita: Significa que la sentencia no debe otorgar
cuantitativamente más de lo pretendido en la demanda. Se refiere, a la armonía
cuantitativa. En cambio, no se afecta al Principio de Congruencia, cuando la
sentencia concede menos de lo pretendido por el demandante, porque
entonces está resolviendo sobre la totalidad de la pretensión, aunque
limitándola a lo que el Juez considera probado; si esta decisión es equivocada,
se habrá violado la ley como resultado de errores en la apreciación de la
prueba o en la aplicación de las normas sustantivas o materiales, pero no
habrá incrongruencia, como tampoco la hay cuando el Juez niega la totalidad
de la pretensión.
Extra petita: Cuando el sentenciador sustituye una de las pretensiones del
demandante por otra o cuando además de otorgar las primeras concede algo
adicional, y cuando se otorga lo pedido, pero por causa petendi diferente a la
invocada. Pero no la hay si el Juez decreta una medida que es consecuencia
legal de lo pedido, como la entrega del bien materia del contrato de venta que
se anula o se resuelve.
Se incurriría, en citra petita, si se deja de resolver sobre el punto pedido; pero
puede ocurrir que éste sea negado, en cuyo caso no existirá citra petita, y que
se otorgue en su lugar algo distinto, por lo que habrá extra petita.
Citra petita: Cuando se deja de resolver sobre el litigio o no se resuelve algún
punto de la pretensión.

Artículo VIII.- Principio de Gratuidad en el acceso a la justicia.- El acceso al


servicio de justicia es gratuito, sin perjuicio del pago por costas, costos y multas
en los casos que establece este Código.
Se desconoce la existencia de un país en donde la justicia civil sea gratuita. La
justicia, no como valor, sino como intento de realización humana es un servicio.
Si la justicia civil es un servicio público, entonces debe tener un costo para
quien se sirva de él.
El principio, promueve la autofinanciación del servicio de justicia, limitando esta
actividad respecto del inicio del proceso, aunque más específicamente sobre el
apersonamiento de las partes a éste.

Artículo IX.- Principios de Vinculación y de Formalidad.- Las normas procesales


contenidas en este Código son de carácter imperativo, salvo regulación
permisiva en contrario.
Las formalidades previstas en este Código son imperativas. Sin embargo, el
Juez adecuará su exigencia al logro de los fines del proceso. Cuando no se
señale una formalidad específica para la realización de un acto procesal, éste
se reputará válido cualquiera sea la empleada.
En cualquier ordenamiento procesal podemos encontrar, cierto número de
normas que no tienen carácter de orden público, en el sentido de ser normas
obligatorias o vinculantes; al contrario contienen una propuesta de conducta
que puede o no ser realizada por la parte, sin que su incumplimiento afecte el
sistema jurídico o las reglas de conducta social consensualmente aceptadas,
en la hipótesis que estas últimas comprendan también el concepto de orden
público.
El hecho que las normas procesales sean de Derecho Público, no implica, que
sean de orden público; aquel concepto tiene que ver con su ubicación, este con
su obligatoriedad.
Por eso el 1° párrafo, hace referencia a que las normas procesales tienen
carácter imperativo como principio, salvo que las mismas normas regulen que
alguna de ellas no tienen tal calidad.
El 2° párrafo contiene el Principio de Elasticidad, si bien las formalidades
previstas en el Código Procesal Civil, son de obligatorio cumplimiento, el Juez
está en aptitud de adecuar la exigencia de cumplir con estos requisitos
formales a dos objetivos más trascendentes: la solución del conflicto de
intereses o incertidumbre jurídica; y la paz social en justicia, es decir los fines
del proceso.

Artículo X.- Principio de Doble Instancia.- El proceso tiene dos instancias, salvo
disposición legal distinta.
Es uno de los principios y derechos de la función jurisdiccional, a nivel
constitucional, la instancia plural, la que ha sido entendida que todo proceso
debe tener más de una instancia.
Sólo en los países en que se ha consolidado procesos de instancia única, son
aquellos que han logrado una evolución del Derecho y del proceso, así como
un elevado desarrollo en la solución sus problemas básicos.
En su parte final deja abierta la posibilidad que alguna vez se regule la doble
instancia a una sola, si la Constitución también lo permitiese.

[TÍTULO PRELIMINAR DEL CÓDIGO PROCESAL CIVIL]

1.       DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL

Es el derecho inherente a toda persona, el cual le faculta a exigir al estado que


le conceda amparo o protección legal para satisfacer alguna pretensión. Es
decir, el derecho de toda persona a que se le haga justicia, ante cuando
pretenda algo de otra, esta pretensión sea atendida por el órgano jurisdiccional,
a través de un proceso con garantías mínimas.
2.       DIRECCIÓN E IMPULSO PROCESAL

Llamado también Principio de Autoridad y convierte al juez en director del


proceso. Consiste en otorgar al juez la aptitud necesaria para conducir
autónomamente el proceso sin necesidad de intervención de las partes para la
consecución de sus fines: en nuestro país esto devenido en autoritarismo
judicial ya que no existen límites ni parámetros para la actividad del juzgador.
Por lo que, el diagrama procesal que debería ser un triángulo perfectamente
equilátero se deforma en escaleno y no se logra el gran objetivo para iniciar
todo proceso: que las partes en jurídicamente iguales.

En el Código Procesal peruano, apenas, si se observan algunas excepciones a


este excesivo poder otorgado a la autoridad procesal: en los Procesos de
Divorcio y Responsabilidad Civil de los jueces el impulso procesal es
exclusivamente de las partes.

3.    FINES DEL PROCESO E INTEGRACIÓN DE LA NORMA PROCESAL

El Código Procesal Civil, al adoptar una orientación publicística, considera que


el proceso tiene como fin inmediato la solución de conflictos inter subjetivos,
cuya solución inevitablemente debe conducir a la concreción de un fin más
relevante que es obtener la “paz social en justicia”. Este es el objetivo más
elevado que persigue el Estado a través del órgano jurisdiccional.

El principio de integración consiste en la posibilidad que tiene el juez de cubrir


los vacíos y defectos de la Ley procesal, recurriendo a los principios generales
del derecho procesal, a la doctrina y a la jurisprudencia.

4.  PRINCIPIO DE INICIATIVA DE PARTE Y DE CONDUCTA PROCESAL

Según CARNELUTTI: "la iniciativa de parte es indispensable no sólo para pedir


al Juez la providencia, sino también para poner ante su vista los hechos de la
causa". Esta es una manifiesta expresión del Sistema Dispositivo, que consiste
en facultar a las partes a promover el inicio del proceso en uso del derecho de
acción que les asiste.

La conducta procesal se debe caracterizar por seguir los cánones de


Moralidad, Probidad, Lealtad o Buena fe están destinados a asegurar la
eticidad del debate judicial, delegando la responsabilidad en el juez de
garantizar la moralidad del desarrollo de la contienda y como contraparte la
obligación de las partes a remitir su desenvolvimiento a este principio.

5.    PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN
Comprende un aspecto subjetivo que se refiere a que el juez deberá tener
mayor contacto con los sujetos del proceso (partes y terceros), y un aspecto
objetivo que consiste en el contacto directo del magistrado con los objetos del
proceso (documentos, lugares, etc.). Se busca un contacto directo e inmediato
del juzgador con estos elementos, ya que al participar de esta manera en la
realización de todos los actos procesales, el juzgador adquiere mayores y
mejores elementos de convicción.

En la aplicación de este principio se ha privilegiado la oralidad sin descartar la


escrituriedad, pues está viene a ser el mejor medio de perpetuar y acreditar la
ocurrencia de un hecho o la manifestación de voluntad en un proceso.

6.    PRINCIPIO DE CONCENTRACIÓN

Este principio busca que el proceso se realice en el menor tiempo posible y en


forma continua, limitando y eliminando actos procesales que no sean
indispensables, evitando que las cuestiones accidentales e incidentales
(medidas cautelares o medios impuganatorios) entorpezcan el desarrollo del
proceso al dilatar o sin necesidad. Por ello, se regula y limita la realización de
los actos procesales a determinadas etapas del proceso.

7.     PRINCIPIO DE ECONOMÍA PROCESAL

Consiste en procurar la obtención de mayores resultados con el ejemplo de la


actividad procesal que sea necesario. Está referido al ahorro de tiempo, gastos
y esfuerzos.

El ahorro de tiempo está referido a que el proceso debe resolverse en un


tiempo prudencial y oportuno que permita hacer efectiva la pretensión
solicitada, de tal manera que el proceso no se debe desarrollar tan lento que
parezca inmóvil, ni tan rápido que implique la renuncia a las formalidades
indispensables. El considerar el menor tiempo posible para la organización de
los actos procesales materializa el Principio de Celeridad.

La economía de esfuerzos alude a la posibilidad de concretar los fines del


proceso, evitando la realización de los actos regulados, pero que resultan
innecesarios para alcanzar el objetivo del proceso. Ej. la improcedencia de
medios probatorios referidos a los hechos admitidos por las partes en la
demanda buena contestación de la misma.

8.      PRINCIPIO DE SOCIALZACIÓN DEL PROCESO

En virtud de este principio, el juez está facultado para impedir la desigualdad


entre las partes que concurren al proceso, evitando de esta manera que se
afecte el normal desarrollo o resultado del mismo, por razón de diferencia de
raza, sexo, religión, idioma, o condición social, política o económica. Este
principio y convierte la tesis de la igualdad ante la ley en igualdad de las partes
en el proceso.

9.    PRINCIPIO DEL JUEZ Y DERECHO (IURA NOVIT CURIA)

La esencia de este aforismo contiene el principio por el cual el juez tiene el


deber de conocer el derecho y de aplicar la norma jurídica que corresponda a
la situación concreta, aun cuando las partes la haya invocado erróneamente o
no lo hayan invocado.

El fundamento del aforismo es que el juez tiene mejor conocimiento del


derecho de las partes, es una presunción iure et de iure. También implica
tácitamente la libertad del juez para encuadrar los hechos alegados y probados
por las partes dentro de la normatividad que le sea aplicable.

El límite de este principio se encuentra en el hecho de que el Juez no puede


resolver ultra petita, más allá del petitorio, ni extra petita, es decir, no puede
fundar su decisión en hechos distintos o en aquellos que no hayan sido
alegados por las partes en el proceso.

10.     PRINCIPIO DE GRATUIDAD EN EL ACCESO A LA JUSTICIA

Consiste en procurar que el planteo de un proceso no resulte tan costoso para


las partes, que les resulte inconveniente hacer valer el derecho pretendido, con
lo que el Estado incurriría en una grave omisión al admitir esta forma de
injusticia por razón económica.

Sin embargo, la aplicación de este principio no puede ser absoluta según ha


creído conveniente el legislador, al considerar que la administración de justicia
implica en cierta forma un servicio sui generis: gratuito, pero que busca su
autofinanciamiento.

Así, el servicio de justicia es tan importante y básico como cualquier otro


servicio público. Por ello, quien soportará el costo del proceso en mayor
medida será quien se ha declarado perdedor. Por otro lado, el funcionamiento
del aparato judicial se financia con las sanciones pecuniarias impuestas a
quienes utilizan maliciosamente los recursos jurisdiccionales del Estado o
mantiene una conducta reñida con los valores éticos recogidos por el Código
Procesal Civil.

11.        PRINCIPIO DE VINCULACIÓN Y ELASTICIDAD

El principio de vinculación se refiere al carácter imperativo y obligatorio de las


normas procesales, que están comprendidos dentro del derecho público.
El principio de elasticidad permite que el juez pueda adecuar las exigencias de
cumplir con los requisitos formales a los fines del proceso.

12.        PRINCIPIO DE LA INSTACIA PLURAL O DOBLE INSTANCIA

Es una garantía de la Administración de Justicia que permite la revisión de lo


resuelto en la instancia inferior por el superior jerárquico, puesto que existe la
posibilidad de error del Juez.

En consecuencia, aplicar este principio resulta necesario a fin de que el


derecho a impugnar las decisiones de los jueces sea efectivo; en razón de ello,
la legislación universal ha establecido la organización jerárquica de la
Administración de Justicia de manera que todo proceso sea conocido por
jueces de distinta jerarquía ante el requerimiento oportuno de las partes.

13.        OTROS PRINCIPIOS

Éstos principios tienen su desarrollo en el interior del Código Procesal Civil,


estos son:

                    Principio de Contradicción

Conocido también como principio de bilateralidad, consiste en que los actos


procesales deben realizarse con conocimiento de las partes. Un acto procesal
debe realizarse con la información previa y oportuna al contrario, a fin de que
éste pueda hacer valer su derecho de defensa y rebatir la pretensión en otra
parte.

                    Principio de Adquisición

consiste en que los actos, documentos, medios probatorios e información


brindados a través de las declaraciones que han proporcionado las partes se
incorporan al proceso. En consecuencia, los instrumentos presentados con la
demanda u otros escritos dejan de pertenecer a las partes y en adelante
pertenecen al proceso como instrumento público del órgano jurisdiccional.

                  Principio de Eventualidad

También llamado Principio de Preclusión. Supone la existencia de la división


del proceso en etapas fundamentales dentro de las cuales se reparte la
actividad procesal; así, los actos procesales de las partes deben corresponder
determinado periodo, fuera del cual no pueden ser realizados, ya que pierden
su valor. Ej. el Código Procesal Civil impone el deber de las partes en presentar
todo su caudal probatorio, sea de pretensión o de defensa durante la etapa de
postulación al proceso.
                    Principio de Congruencia

Se entiende por principio de congruencia o consonancia al principio normativo


que delimita el contenido de las resoluciones judiciales; es decir, que deben
emitirse de acuerdo sentido y alcance de las peticiones formuladas por las
partes para el efecto de que exista identidad jurídica entre lo resuelto y las
pretensiones, excepciones o defensas oportunamente deducidas.

                    Principio de Publicidad

Implica el deber del Juez de procurar que el proceso se desarrolla con


conocimiento público porque, es decir, se admite la posibilidad de que el
desarrollo general del proceso y determinados actos procesales
(principalmente audiencias) se ha reconocimiento de cualquier interesado.

Este principio constituye una garantía de la Administración de Justicia que ha


sido recogido por el Código Procesal Civil, a fin de demostrar que no existe
algo escondido en el proceso, que se preste a suspicacias de las partes o duda
en cuanto a la imparcialidad del órgano jurisdiccional. La privacidad
constituye la excepción en los procesos civiles dependiendo de la
naturaleza de la pretensión.

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