INTÉRPRETES
Julián, cajista de imprenta y enamorado de Susana// Eduardo
Izquierdo (Tenor)
Don Hilarión, boticario y viejo conquistador de Casta y Susana //
Carlos Blanco (Tenor)
Don Sebastián, amigo de don Hilarión // Antonio Sánchez (Barítono)
Susana, novia de Julián // Raquel Pardo (Soprano)
Casta, hermana de Susana // Saray Riaño (Soprano)
Señá Rita, mujer del tabernero, madrina y protectora de Julián // Ilea
Linares (Mezzosoprano) Tía Antonia, tía de Casta y Susana, alcahueta
// Sandra Lavín (Soprano)
La cantaora, cantante flamenca del café // Estrella Cuello (Soprano)
La portera, vecina de Casta y Susana // Alba Cabo (Soprano)
El sereno // Martín Antolínez (Barítono)
Chulapos y chulapas// Coro de EE.EE. y EE.PP. del Conservatorio de
Torrelavega
Dirección Musical // Javier Galende – Maestro repertorista
Coreografía y Bailarina solista// Nuria González - Danzasantander
(Ballet)
Escenografía // Escuela de Arte Nº1 de Cantabria
Maquillaje y peluquería// Consultoras de belleza independientes de
Mary Kay
Responsable técnico del Teatro Concha Espina – Salvador Ranero
Técnicos de luces y sonido – Ricardo Murillo y Juan José Ezcurdia
Técnico de vídeo y producción – Gonzalo Martínez.
SINOPSIS DE LA OBRA
El título original de la obra fue “La verbena de la Paloma” o “El
Boticario, las Chulapas y los Celos mal reprimidos”. Es un sainete lírico
en un acto, con libreto de Ricardo de la Vega y música de Tomás
Bretón. La zarzuela fue estrenada con gran éxito el 17 de febrero de
1894 en el Teatro Apolo de Madrid; que en la década de 1890 era el
punto de reunión del Madrid desenfadado, trasnochador y galante. Era
un Madrid todavía castizo y romántico en el que el uso de chistera y
levita daba un certificado de señorío, mientras la gorra y la blusa
delataban al artesano. Madrid de las mujeres con moño y falda larga,
con mantón y pañuelo a la cabeza, con tertulias y vecindad al aire libre,
con verbenas de organillo, adornos de papel y bombillas de colores. En
este ambiente nació La Verbena de la Paloma, el título cumbre del
género chico que hoy, a los ciento veintidós años de su estreno,
conserva intacta toda su fuerza descriptiva e inclaudicable su belleza
musical.
La acción transcurre en uno de los barrios más típicos de Madrid,
cerca de la calle de Toledo, en la noche del 14 de agosto durante la
celebración de dicha verbena. El argumento se centra en el pequeño
drama de amor entre el honrado cajista, Julián, y la chulapa Susana.
Esta y su hermana Casta, que viven con la tía Antonia, una vieja un
poco celestina, y coquetean con el boticario Don Hilarión, un viejo
verde que se hace ilusiones, sin darse cuenta de que las dos jóvenes
solo quieren jugar con él para divertirse. Este juego causa los celos de
Julián, siempre atendido por la maternal y consejera “Seña” Rita. Tras
algunas peripecias en la verbena, el viejo queda burlado y triunfa el
amor de Julián y Susana. El Madrid castizo de la época queda retratado
en escenas maestras, en la que aparecen tipos inolvidables: la
tabernera, el sereno, la cantadora y bailaora flamenca, chulapas y
chulapos que ponen el contrapunto a la acción principal.