Resumen: Conferencia Máscara y distancia.

Las restricciones por la COVID-19 y la

esencia del espacio público.

Mateo Dávila Herrera.

Según lo expuesto por el antropólogo Manuel Delgado en su charla sobre la esencia del
espacio público y el panorama de éste en la actual pandemia, nada de lo que está pasando
implica una situación que se pueda considerar realmente nueva para los seres humanos.
Según Delgado, medidas como los toques de queda han sido utilizados desde hace mucho
tiempo y no es la primera vez que se obliga a las personas a confinarse. En esa medida,
propone que las dinámicas que ha establecido la actual pandemia, las cuales, según se
cree, han desarrollado nuevas conductas en las personas, no son más que la intensificación
de conductas que ya se venían desarrollando y estaban en marcha desde hace mucho
tiempo. Delgado afirma que el desarrollo de las tecnologías que en el aislamiento permiten
la conectividad y la interacción entre personas, aún siendo unas medidas apresuradas que
se cree que han surgido con la problemática, se han venido desarrollando desde hace
mucho tiempo.

Partiendo de todo lo propuesto anteriormente por Delgado, plantea entonces que la esencia
del espacio público se ha resignificado desde antes de que surgieran las nuevas
condiciones propuestas por la pandemia. En consecuencia, declara que el espacio público
no existe y que este es tan solo un concepto político que, en un periodo reciente, se ha
convertido en un modo de comprender los espacios de la ciudad desde una perspectiva
arquitectónica.

La distancia de seguridad, según Delgado, resulta fascinante en la medida en que los

espacios públicos se basan en el distanciamiento. Partiendo de estudios kinésicos y
proxémicos que tratan las distancias interpersonales y el hecho de que cada cultura tiene
sus propias formas de establecer sus distancias. Es así que, a través de Edward T. Hall,
fundamenta sus argumentos mediante sus teorías de categorización del espacio en las que
nombra tres puntos fundamentales que son: El espacio íntimo, el espacio cercano y el
espacio lejano. A partir de todo lo anterior, remarca entonces que en el contexto de la
pandemia, la proximidad de las personas con las que comparten el espacio son por
definición un peligro, y en los contextos públicos, solo hay una medida entre las relaciones
sociales y que solo se ve afectada por las propias personas al decidir sobrepasar o dejar
que sobrepasen esos límites.

Delgado propone que la vida que se desarrolla en los espacios públicos, conformada por
individuos, consiste en mantener las distancias, en conocer cuál es el sitio de cada uno y
comprender cuál es la distancia que cada uno debe tener con los demás. En ese sentido,
Delgado afirma que una norma de distanciamiento social termina solo siendo una forma de
convertir algo que antes se daba por sentado en una norma administrativa.