Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Gn 1,2
El escritor sagrado conserva en el relato algunas imágenes antiguas sobre
el origen del mundo, según las cuales antes de las cosas tal como ahora las vemos
existían el caos, el abismo, las aguas. Estas imágenes de carácter negativo
constituyen el telón de fondo sobre el que se dibuja la concepción bíblica de
creación de la nada.
Gn 1,3-5
La creación se efectúa por medio de la Palabra divina. El hagiógrafo
prescinde de toda referencia a transformaciones ni combates; no usa ningún
verbo como generar, formar o plasmar.
La Palabra posee una eficacia total: se hace lo que dice. Para Dios, decir es
crear. La creación por la palabra establece así con claridad la personalidad y
libertad del Creador, que se diferencia radicalmente del mundo que crea. El
pensamiento bíblico es ajeno a cualquier forma de panteísmo (Dios y mundo
forman una unidad) o de emanatismo (el mundo se origina como emanación de
parte del ser divino).
Gn 1,6-10
El firmamento es creado para contener las aguas superiores. Dios
permitirá en su momento que se abran las «compuertas» de esta bóveda celeste
para provocar el diluvio (cfr. Gn 7,11). Las aguas inferiores se separan de la tierra
y se da lugar así al nacimiento de los continentes. Terminan las tres separaciones:
luz y tinieblas; aguas superiores e inferiores; tierra y océano.