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Introducción:
Eric Thompson describe en su obra monumental acerca del código de Dresden (2), las llamadas Tablas Lunares (sección
5) donde se muestra la secuencia de 11960 días comprendiendo 69 eventos relacionados con fechas de ocurrencia de
eclipses. La serie incluye 10 dibujos, relacionados generalmente con calamidades asociadas a eclipses ocurridos después
de 148 días a partir de otro (periodo de 5 lunas). La tabla muestra que la mayoría de eclipses ocurren después de cada 177
días de sucedido el anterior (periodo de 6 lunas).
Después del evento 69, la tabla parece cortarse en forma abrupta y solo se agrega 1 día para completar el ciclo de 11960
días. Los últimos tres días representados son 10 Cimi, 11 Manik y 12 Lamat respectivamente. Así mismo, después del
mismo evento, el dibujo 10 muestra la caída de un dios que viene de cabeza y sus pies están en contacto con una banda
celeste a través de dos cartuchos (símbolos) de Sol y Luna. Thompson se refiere a este esquema como la figura de un
hombre cuya cabeza esta sustituida por el glifo del planeta Venus. Aparte menciona que tiene algo parecido a un cuchillo
que surge de entre sus piernas.
Los glifos que acompañan indican gran miseria, y traduce: ¡Ay del señor del asiento de Jaguar o del cielo nocturno
estrellado! Se representan también la oscuridad y eclipses de sol y luna. Según Thompson, los mayas aseguraban que el
planeta Venus caía o bajaba a la tierra durante un eclipse (simbolismo de cambio en la tierra). Los dos cartuchos de sol y
luna normalmente representan la ocurrencia de un eclipse de sol seguido de uno de luna o viceversa.
Por otro lado, en el libro de Thompson pero en la Sección 9, se describe una figura de un dragón celeste relacionado con
la ocurrencia de un aguacero torrencial que en un momento dado pudiera inundar la tierra. Aunque Thompson primero
habla prácticamente de un diluvio que destruye al menos al mundo maya, después suaviza sus comentarios y lo relaciona
con intensas lluvias que son necesarias para posteriormente sembrar maíz. Pero lo que llama la atención de esta figura son
los glifos de la banda celeste y que son de nuevo Venus, el Cielo, el Sol y la Oscuridad. Además se muestran dos
cartuchos, uno de sol y otro de luna, muy similares al dibujo 10 de la Tabla de Eclipses. De estos dos cartuchos salen
chorros de agua afluentes de la corriente principal.
Se muestran también dos figuras más, una diosa, llamada Roja, que muestra una falda con huesos cruzados y un dios de
color negro, llamado L, que tiene entre sus manos dos dardos que apuntan hacia abajo. La figura principal aquí es el
dragón (cabeza de cocodrilo con pata de venado) arrojando de su boca intensa lluvia hacia la tierra, mientras que la diosa
también derrama más agua sobre la tierra. Llama la atención la forma de representar el agua, la cual difiere para la diosa
con respecto a la del dragón. El dibujo insinúa que este fenómeno de lluvia torrencial se incrementa sustancialmente
conforme se acerca el fin del ciclo. El fondo del dibujo es representación de la resina que supuestamente cayó del cielo
durante la inundación del mundo. Thompson explica que tal vez el dios L es el Bacab Negro, conocido como Hozanek. En
la parte superior de esta figura se muestra, entre otros, un glifo de cielos lluviosos, junto con los de destrucción,
desgracias, Chac, oscuridad en las alturas, oscuridad en la tierra. También un glifo de maíz que representa la vida después
de la intensa inundación. En [11] se dice que la mujer es la Primera Madre actuando como demonio y arrojando agua
envenenada a la tierra.
Figs.1 y 2 Los Glifos de Cielo, Sol, Oscuridad, los dos cartuchos que representan al Sol y la Luna (que sugieren dos
eclipses seguidos, uno de sol y otro de luna), así como el glifo de Venus son comunes en ambos dibujos del código de
Dresden. La figura 2 es una copia del código realizada por (8). La Figura 2 muestra el monstruo del cielo. La figura
sugiere el solsticio de invierno (cabeza del monstruo hacia abajo, cayendo a la tierra).
Fig.2b El Monstruo del Cielo, el lugar donde se divide la Vía Láctea dando la figura de una cabeza de cocodrilo. Entre las
fauces esta Xibalba Be, la región oscura de los mayas. El monstruo del cielo dirige su cabeza hacia abajo, prácticamente
vertical sobre el horizonte oeste durante los solsticios de invierno (Internet NASA)
Por otro lado, existe un monumento llamado el Tortuguero 6, situado en Tabasco. El monumento 6 contiene una relación
directa con la terminación del treceavo baktun ocurrida en diciembre del 2012. El Dr. David Stuart de la Universidad de
Texas en Austin ha realizado una traducción del monumento explicando que: Hace tiempo pasó el día 8 Chuen, el 9 de
Mak, cuando la casa que llegara a ser fue construida. Era la casa santuario de Ahkal K´uk, Eran los días 2 y 9 marcados, 3
años, 8 años marcados y 3 veces 400 años antes de que el decimotercer pik (baktun) que acabará en 4 Ahau en tercero de
Kankin llegue. Será entonces el descenso de Bolon Yokte Ku (3). Esta deidad ha sido relacionada con la creación del
mundo maya. Este monumento sugiere la llegada de un dios al final de la era. En un dibujo más detallado se encuentra un
glifo de la luna y de Venus también. La traducción al español puede necesitar ser afinada. La figura 3 muestra un esquema
del monumento llamado Tortuguero 6. Los ancianos del lugar dicen que vendrán espíritus del cielo.
Figura 3, Estela del Tortuguero 6, mostrando la fecha 4 Ahaw, 3 Kankin, Baktum 13, es decir 21-23 de Diciembre del
2012. La parte izquierda muestra el detalle de la fecha y la derecha más glifos donde se aprecia una representación del sol,
la luna, un eclipse, la oscuridad y de nuevo el planeta Venus.
En la figura 4 la lapida de la tumba del rey Pakal muestra glifos iguales del Cielo, Venus, Sol, Luna y la Oscuridad entre
otros. Esto se relaciona con las bandas visibles del firmamento maya. La lapida muestra un símbolo de muerte y otro de
vida (% y un caracol) y entre ellos un brote de maíz, como símbolo del proceso vida-muerte-resurrección (vida).
Fig.4 La lapida de la tumba del Rey Pakal donde se encuentran varios glifos astronómicos pero sobre todo el concepto de
resurrección y muerte. El grano de Maíz (en el asiento del Rey) simboliza la continuidad de la vida. En la lapida se
muestra el árbol del mundo: la ofrenda divina, la serpiente de dos cabezas (eclíptica), la Vía Láctea e Itzam-Yeh.
Por otro lado, en las leyendas nahoas asociadas con la terminación de cuatro eras anteriores o soles aparecen dioses
bajando a la tierra (4). Todos los dibujos que representan las terminaciones del mundo (al menos de los nahoas) causadas
por agua, aire, fuego, tierra así lo muestran. Las tres primeras eras fueron destrucciones casi totales y la cuarta no fue tan
severa. Es obvio que ninguna de ellas significó el fin del mundo como tal, sino solamente eventos que diezmaron la
población. La figura 4 muestra la primera destrucción del mundo de acuerdo a la tradición nahoa.
Figura 4, Destrucción del mundo por Agua, mostrando a la diosa del agua Chalchicueye bajando a la tierra, la de la falda
azul con una mazorca de maíz que simboliza la fecundación de los campos después de un aguacero. Su estandarte lleva
los símbolos de la lluvia, rayos y relámpagos. La pareja en la cueva se salva de la inundación y los pescados significan
que todo fue cubierto por el agua. La raza gigante ha muerto. Es la edad blanca. Se comenta que uno de los náufragos fue
el primer Quetzalcóatl (asociado siempre con Venus). También se halla representado mediante una atadura de hierbas el
solsticio de invierno (Diciembre 21-22-23).
Desarrollo
Con base en lo expuesto en la sección anterior, el autor supuso que la figura mostrada, en la tabla de eclipses del código
de Dresden, después del evento 69 y asociada a 1 día necesario para completar la secuencia de eclipses bien podría
tratarse de la representación de la venida de un dios para el final del treceavo baktum. Así, a partir de la fecha
astronómica para el último eclipse de Sol del año 2012, que es el día 13 de Noviembre del 2012 será el evento 69 de la
tabla de eclipses. Recordando que en trabajo previo (1), la ocurrencia de eclipses astronómica muestra que existen eclipses
que suceden a los 29-30 días después de otro y que estos eclipses suceden en lugares polares y de muy corta duración,
considerando esa condición, la secuencia podía ser reducida para tener eventos cada 147-148-149 o cada 176-177-178
días relacionados con los eventos significativos (nótese que los eclipses reales suceden en periodos que tiene máximo dos
días de diferencia). De esta forma se obtienen resultados que muestran que la tabla de eclipses del código de Dresden
coincide bastante con la secuencia de eclipses que termina el 13 de noviembre del 2012. La tabla mostrada a continuación
ilustra el proceso y resultados obtenidos.
1 2 3 D1 4 5 6
31 32 33 34 35 36 D5 37 38 39 40 41 42 D6 43 44 45
7 8 9 10 11 12 13 D2 14 15 16 17 18 19 D3 20 21 22
46 47 48 49 D7 50 51 52 53 54 55 56 57 58 D8 59 60 61 62
23 24 25 26 D4 27 28 29 30
63 64 65 D9 66 67 68 69 D10
En la tabla anterior, se muestra que algunos dibujos tienen en su parte superior (sección de augurios) dos cartuchos de sol
y luna respectivamente, indicando que posiblemente se presentaron eclipses de sol y de luna cercanos entre sí.
Específicamente D1, D2, D3, D4 y D10.
La tabla 1 que se muestra a continuación presenta los resultados obtenidos al suponer que el último eclipse de sol real del
año 2012 (13.11.2012) ocupa el lugar 69 de la tabla del código de Dresden.
1 2 3 4 5 6 7 8
En el trabajo previo (1), se presentó la correspondencia entre Lubes (indicadores). Así, para la secuencia mostrada en el
código de Dresde la tabla de eclipses tiene asociado el Lub 12 Lamat y para llegar a la etapa que comprende el periodo
2012-1986, se necesita retrasar 45 días los días mostrados, para llegar al Lub 6 Akbal. La correspondencia de días es
exacta y valida lo expuesto en (1). El número registrado es 48 pero eso es porque se tomó el último de los tres días
mostrados en el código en los cuales podía ocurrir un eclipse.
Comentarios
a) Los mayas intercalaron un dibujo después de la ocurrencia de un evento de 148 días (cinco lunas), sin embargo
en la posición 26 se muestran 177 días. La lógica indica que no debería estar el dibujo 4 ahí, sin embargo
cuando se calculan las diferencias en días para los eventos 26 y 27 se obtiene 19 para ambos, mientras que por
ser 177 días los mostrados en el código esta diferencia debería de ser de 48 días. Lo anterior resulta algo
pasmoso porque parecería que el dibujo si está justificado para las fechas astronómicas de la última secuencia de
eclipses del ultimo baktun.
b) El dibujo 10 no sigue a un evento de 148 días, pero ya se sabe que los mayas cortaron aquí la secuencia para
cerrar la secuencia a un ciclo de 11960 días, número divisible entre 260 días del Tzolkin y tratando de cerrar con
el último de los tres días representados: 12 lamat. Aquí es donde cobra importancia la figura del dios bajando a
la tierra.
c) Los eventos de eclipses de la tabla del código de Dresden de las posiciones 69 a la 51 coinciden exactamente
con las fechas reales de eclipses entre el 13 de noviembre del 2012 y el 19 de abril del 2004. A partir de la
última fecha, en forma descendente se observa que los eventos de 148 días se dan una posición abajo o arriba de
donde está el dibujo maya. Esto con excepción del evento 42 donde coinciden exactamente el periodo de 148
días maya con el de 148 días reales del eclipse solar del 5 de febrero del 2002. Estos resultados son algo
frustrantes para quien desea una completa exactitud pero se ven compensados por el hecho de que aparecen
diferencias de 19 días arriba y debajo de los dibujos restantes, indicando que en efecto ahí deben de estar
colocados. Para completar los resultados asombrosos, los días mayas y días astronómicos de eclipses reales
coinciden totalmente entre la secuencia mostrada en el código y los eventos de eclipses reales para el periodo
2012-1980.
d) Otros investigadores y el autor mismo han tratado de identificar a que periodo de tiempo real corresponde la
secuencia de eclipses del código de Dresden sin encontrar resultados que dejaran satisfechos a la mayoría. La
última secuencia de eclipses antes del 2012 parece cumplir las expectativas más importantes. Si esta secuencia
se acepta, entonces, mediante el ciclo de Saros, es posible identificar otros periodos de tiempo donde se repite
dicha secuencia de 11960 días y correlacionar entonces la ocurrencia de eclipses reales e investigar su posible
efecto en sucesos ocurridos en el área maya. En [10] se muestra ya un trabajo muy completo acerca de la
secuencia de eclipses mostrada en el código y su correlación con el período entre los años 755 y 788 DC.
e) Aunque no es el tema principal de este trabajo, se obtuvo información de la ocurrencia de eclipses lunares
cercanos a las fechas de eclipses solares del periodo analizado 2012-1980. Los resultados muestran que en las
posiciones asociadas a los dibujos, en efecto y como era de esperarse, se producen este tipo de eventos. Como
ya se ha visto en (1), los eclipses solares que suceden 148 días después de eventos de 177 días vienen
acompañados de eclipses lunares alejados no más de 15 días. Los mayas lo sabían y les daban especial
significado, es decir más representativos de calamidades. A continuación se muestran algunos de ellos,
destacando el asociado al dibujo 4.
f) Los mayas asociaban los eclipses normalmente con calamidades de todo tipo: Fin de los nobles y guerreros,
masificación de la sociedad, lluvias intensas, economía en problemas, enfermedades infecciosas, campos áridos
(sequias), muerte, suicidios, influencia del mal, sol intenso, hambrunas, Señor Jaguar o principal en peligro
[1,2]. También creían con base en sus estadísticas que eventos sucedidos anteriormente se repetirían cuando las
energías asociadas a los días o periodos de tiempo (katunes) volvieran a coincidir. Y por otro lado, al final de
sus ciclos (ciclo mayor) normalmente juntaban esas calamidades para indicar que después de un periodo de
tribulación algo nuevo vendría después. Jamás hablaron de la destrucción de la tierra. Ellos hablaron de la
terminación de eras que daban comienzo a otras. Las expectativas son grandes ahora que al final del 2012
termina el ciclo mayor de 13 baktunes. La visión catastrofista de destrucción de la tierra en 2012 ha generado
miedo debido principalmente a libros y películas sensacionalistas cuyo único objetivo es obtener dinero. Estos
medios mezclan algunas posibilidades no aceptadas por la mayoría de los científicos con la fantasía de los
autores (Dos soles en el cielo; la conjunción tierra, sol, centro de la galaxia; el cambio súbito de la rotación de
la tierra etc.). Por otro lado, la visión maya indica que en efecto padeceremos algunas tribulaciones como las
descritas en el código de Dresden (principalmente climáticas (causadas por la contaminación ambiental y la
intensa actividad solar (ajena a los humanos y que puede afectar al debilitado campo magnético de la tierra),
sociales, económicas y de salud) causadas por nuestros propios errores (los sistemas nacen, crecen, se
reproducen pero si no crecen integralmente, se mueren; de hecho así fue el fin de la civilización maya).
Tenemos también la visión propositiva que indica que el dios L trae un cambio espiritual a este mundo (en el
libro de los libros de Chilam Balam se especifica que en un katún 4 Ahaw, similar al que comienza la nueva era
maya, habrá nacimiento de nuevas costumbres, bajará un dios (Cristo en el libro, nombre usado obviamente bajo
la influencia española) o señor del universo en medio de señales que no entenderemos, pero no escapa el katun
de advertirnos la falta de agua para beber y sembrar, además de decir que los príncipes y gobernantes le darán la
espalda al dios que una vez amaron).
Estrictamente hablando los sucesos establecidos en la tabla de eclipses maya deberían ser para México,
Guatemala, Belice y Honduras principalmente, ya que las energías involucradas se asocian más con estos países.
Entonces habría que aceptar que las profecías mayas tienen validez para una región, que a final del ciclo mayor,
experimenta todas las calamidades en forma progresiva y prácticamente simultanea (i.e. lo que vive México en
estos tiempos). Sus profecías, bien consideradas, debían de haber sido tomadas como advertencia y no repetir
los errores que ellos hicieron y que causaron la desintegración de la civilización maya.
En la actualidad, ya no se ocupa de más información para saber que el cambio climático es una realidad. Los
seres humanos hemos complicado las cosas y magnificado a niveles inmensos los errores que hicieron los
mayas. Se ha dañado la tierra modificando los ambientes naturales, se ha dañado el ciclo agua-tierra, la
atmosfera está contaminada, los polos se derriten y el aumento de población ha sido sustancial. Ante eso es
obvio que la naturaleza trate de equilibrar para contener el desquiciamiento del hombre. El hombre no ha
querido o podido cambiar sus paradigmas de progreso: por un lado existe una tremenda injusticia social y por
otro el despilfarro energético ha sido de beneficio exclusivo para los países ricos con severas repercusiones en
los pobres. Las posibilidades de que un intenso ciclo solar altere el medio ambiente son muy grandes y veamos
efectos de fuego y agua a corto plazo: por un lado un intenso calor y severas inundaciones y por el otro, severos
efectos electromagnéticos que dañen los equipos eléctricos y electrónicos, entre otras cosas. Mención especial
seria el posible efecto en el comportamiento humano debido a las radiaciones emitidas por el Sol y si esas
radiaciones pueden afectar al campo magnético de la tierra provocando actividad volcánica por momentos
intensa. Por todo lo anterior, podríamos decir que la madre tierra, con su debilitada energía, tiene toda la razón
de quitarse de encima los parásitos que la dañan.
Sabemos que se tienen registros de cambios climáticos naturales en la tierra desde hace 650 000 años (a
períodos calientes siguen períodos glaciales y viceversa) y que los efectos climáticos son normales. Sin
embargo, los niveles actuales de CO2 han superado con creces los niveles de los registros históricos y una
consecuencia directa, entre otras, será el aumento de nivel de agua de los mares debido al intenso calor en la
atmosfera (9)).
Conclusiones:
1) La tabla de eclipses mostrada en el código de Dresden concuerda en todos sus componentes, días y posición de
los 10 dibujos con la secuencia de eclipses que termina el 13 de noviembre del 2012. Esto se cumple al hacer el
ajuste de lubes.
2) Parece que la bajada de dioses al final de un ciclo o para significar un gran cambio en un lugar era ya una
herencia Nahoa, transformada por los mayas y los aztecas.
3) La figura que muestra el aguacero torrencial o fin del mundo por inundación deja la posibilidad de existencia de
vida después de la catástrofe. Esto significa que el mundo no se acaba sino que solo se limpia. El dragón celeste
que expulsa agua lo hace primero en dos partes, una pequeña, otra mediana y luego en una tercera muy intensa,
indicando que lo que venga (agua torrencial, fuerte actividad solar u otra causa) irá creciendo en magnitud hasta
alcanzar un clímax. Si aceptamos que los mayas juntaban todas las calamidades al final del gran ciclo, este
proceso comenzaría al comienzo del último katún de esta era (1982), su clímax ocurriría en 2012 y después
eventualmente descendería paulatinamente en los 20 años siguientes (siempre y cuando descienda el efecto
climático global, lo cual parece imposible con esta humanidad empeñada en satisfacer solo cosas materiales).
4) Al acercarse el final del 13avo Baktun (21-23 de diciembre del 2012) habrá eclipses de sol y luna cercanos,
mayo-junio y noviembre del 2012), así mismo habrá el 6 de junio el tránsito de Venus por el sol. Así pues los
glifos representativos de las figuras y estelas mayas estarán presentes esos días.
5) No se puede separar la cosmogonía de los mayas. Había sacerdotes, sacerdotes astrónomos y astrónomos. Los
sacerdotes estaban cercanos al rey y usaban la información para su conveniencia y tener sojuzgado al pueblo.
Los sacerdotes astrónomos hicieron entro otros logros, el código de Dresden, estos sacerdotes astrónomos, con
un pie en la tierra y el otro en el lado espiritual, trataban de entender para que fue hecho el universo. Los
astrónomos, por su parte, eran expertos en medir y llevar estadísticas para entender los movimientos de los
astros, lo hacían para saber cómo funciona el universo. Los mayas del período clásico hacían rituales
shamanicos donde los Señores y sacerdotes ofrecían gotas de su sangre, de diferentes partes de su cuerpo, para
agradar y comunicarse con los dioses, además de ofrendarla a la tierra. En primer lugar, las técnicas de
respiración apropiadas acompañadas de ejercicios corporales específicos y en segundo lugar la pérdida de
sangre, el uso de plantas de poder y el ejercicio de condiciones de trance les provocaba estados alterados de
consciencia permitiéndoles obtener información a través de canalizaciones y del acceso a portales dimensionales
[11].
6) Afortunadamente, después de la inundación, destrucción, oscuridad, venida del dios etc., siempre hay un maíz
dispuesto a germinar. La tierra continúa pues. México también, pero esperemos que renovados. Así sea.
Referencias
[1] Predicción de Eclipses Solares de Acuerdo a la Metodología Maya Establecida en el Código de Dresde, Versión 3.0
Héctor F. Ruiz-Paredes, Instituto Tecnológico de Morelia, México, 2009. http://paredesruiz.blogspot.es/
[2] Un Comentario al Códice de Dresde, J. Eric S. Thompson, Fondo de Cultura Económica, México, 1988
[3] Perspectivas mayas sobre la fecha 21 de Diciembre del 2012, Robert Sitler, Stetson University, www.stetson.edu,
2010.
[7] The Burden of Time Mayan Calendar, Ulubul Ukuch k’in, Michael Finley, Linda Schele, Precolumbian Endowmen.
USA. Freeware program.
[10] The Dresden Codex, Eclipse Table, Michael John Finley, Web Page, December 2002.
[11] The Shaman´s Secret: The Lost Resurrection Teachings of the Ancient Maya, D. Gillette, Bantam, 1997.
1 2
3
4 5
Figs. 1,2,3,4,5, Eclipses de Enero 2011, Junio 2011, Noviembre 2011, Mayo 2012, Noviembre 2012. Se muestran sus
áreas de influencia. Eclipse City, Xjubier, Google. Free Widget Solar Eclipse Software.
Nota: Este artículo se desarrolló dentro de la asignatura Ciencia, Tecnología, Sociedad más Innovación, como una muestra
de la ciencia del México Precolombino. Lo anterior dentro del plan de estudios del Programa Doctoral y Maestría en
Ingeniería Eléctrica del Instituto Tecnológico de Morelia.