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PAISAJE Y DISENO

mación, con variantes de una región a otra, ejemplo, un parque nacional, las cimas de
J. M. Sostres Maluquer, Arquitecto
aunque siempre dentro la propia y limitada una cordillera alpina, un desierto de gran
La destrucción sistemática del paisaje, línea tradicional. extensión. Lo frecuente es que el paisaje
como consecuencia de los fenómenos de No existla, por tanto, la idea de conser- natural haya sido alterado por la acción del
desarrollo, se está acentuando de tal forma, var, porque los fenómenos de crecimiento, hombre. Los establecimientos agrarios,
que ha llegado a ser motivo general de por su génesis orgánica, eran afines a las vías de comunicación, obras hidráulicas,
alarma o, cuando menos, de preocupación. leyes naturales. El concepto de conserva- estructuras diversas, la vivienda humana y
Este problema afecta directamente a los ción de la naturaleza es relativamente re- los organismos urbanos son alteraciones
profesionales, aparte de un sector de opi- ciente y ha evolucionado con el tiempo. Su producidas en la naturaleza original, en una
nión muy interesado por el mismo, porque problemática gira alrededor del intento de evolución que va de la prehistoria hasta
lógicamente somos nosotros, los arquitec- hacer posible una compatibidad entre con- hoy, creando lo que conocemos como ((pai-
tos, quienes hemos de sentirnos particu- servación y transformación a través de una saje humano)). Existe, por tanto, un doble
larmente vinculados, a l a vez que moral- nueva metodología y a través de una nueva aspecto del paisaje, el puramente físico y
mente responsabiiizados, por la irreparable actitud frente al paisaje. Para el arquitecto, el humano. Este último refleja un esfuerzo
desaparición de unos valores que caracte- lo que básicamente importa es aquilatar en constante del hombre para conocer y do-
rizan tan intensamente la fisonomía de nues- qué proporción los cambios operados en minar los fenómenos naturales, utilizándo-
tro país y son, además, el escenario entra- los valores visuales podrán afectar negati- los como medios para asegurar la conti-
ñable de la comunidad entera. En esta cre- vamente el ambiente humano. nuidad de la vida, y ha de ser, por tanto,
ciente consciencia del problema debe ra- Como aclaración del concepto de con- el objetivo principal de nuestro estudio.
dicar, no obstante la esperanza de futuras servación de la naturaleza, o del paisaje
soluciones y las mayores posibilidades de concreto, no hay que olvidar otros objetivos CONSIDERACIONES SOBRE EL
un oportuno encauzamiento de la presente que, con el mismo fin, afectan a aspectos
c A ~ A c ~ EDEL
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situación. científicos, tales como la creación de par-
ques nacionales y reservas de especies ve- Dentro de la variedad y aparente hetero-
getales y animales y otras formas de acti- geneidad de aspectos que la naturaleza :y

vidad frente a la naturaleza que parten de presenta, este orden interno, aunque com-
Antes de penetrar en el problema cree- la biología aplicada, como son las repobla- plejo, es siempre comprensible. La inter- ,.,,,Y, 7:;
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mos útiles algunas puntualizaciones. Ar- ciones forestales, la conservación de ba- pretación de las alteraciones resulta más . :.-,; -
rrancos y cuencas ecológicas, y también, dificil, pues cabe que éstas tengan un sen- -
quitectónicamente hablando, el paisaje es , '

el contorno físico del ambiente humano, dentro de una base naturalista a la vez que tido como realidades prácticas, y sean, en
considerado en sus aspectos visuales. El económica, las cuestiones que conciernen cambio, incongruentes con el carácter ge- ....-. Y
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paisajismo, por tanto, dentro de las artes directamente a la conservación del habitat nérico o natural. Para emitir juicios críticos ,-..,
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visuales es la más actual, con la particuia- humano y a los equilibrios naturales que sobre el particular, se hacen imprescindibles :L.,-.- ,:...f. 4
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ridad de que se desarrolla en el tiempo.
Un paisaje es, por ejemplo, todo y cada
determinan la producción de materias ali-
menticias, actualmente deficitarias en gran-
unos principios generales sobre los cuales
apoyarnos. Es necesario, por otra parte,
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uno de los aspectos de un valle y lo es.tam- des zonas del mundo. objetivizar nuestra visión y, en lo posible,
bien la plaza de una ciudad. La principal librarnos de apreciaciones influidas prin- % :.,
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innovación consiste en que nuestro punto EL PAISAJE COMO REALIDAD F ~ ~ I C A
cipalmente por nuestra sensibilidad. No se ' :.;. , ,,-
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de vista no es estático, inamobible, ni trata de una valoración de orden estético, 7- . .":y


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tampoco contemplativo en el sentido ro- Para conciliar estas dos tendencias, la como la que correspondería a una obra de ~-,.;::
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mántico del término. Por el contrario, con- de conservar a ultranza los aspectos del arte. Estos principios han de proporcionar- 1 8 :
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sideramos el tiempo como una dimensión pasado y la progresista, irreversible, de nos, además, puntos de referencia y nor- :T.. ':,-:
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en la cual nos movemos y una dimensión transformar los aspectos visuales del es- mas de aplicación;-han de ser operativos,
en la cual este mismo paisaje se transforma pacio externo, conviene, ante todo tener al menos potencialmente, en la medida en ...
por las causas 'que sean. presente que el paisaje es una realidad que la definición de un criterio puede pro-
Una de estas causas, la más importante, física, que existe, por tanto, independiente- porcionarnos un punto de partida suficiente
es la potencia que los medios técnicos ac- mente de nuestra sensibilidad, de nuestros y válido para nuestras actuaciones.
tuales poseen para cambiar el aspecto de gustos y preferencias. Como resultante de Es necesario profundizar, ante todo, en
los ambientes tradicionales, y tal es esta unas determinadas condiciones geográfi- el carácter original del paisaje sobre el cual :..., - .
capacidad de transformación, que escapa cas precisas, que representan un conjunto proyectemos. Inicialmente, existió en nues- ..: =.,<..
en gran parte a las formas de control obje- de elementos ciertos y definidos, cada pai- tro escenario paisajista un habitat natural, . -=,;! ':.. ,j
tivo de nuestros medios actuales de pro- saje tendrá un aspecto distinto. El relieve con su propio carácter, del cual, posible- !
yectar. creado por los agentes geológicos y la ac- mente, queden restos suficientes para una ~j=-~...
En el pasado, antes de producirse la es- ción erosiva de las aguas superficiales, el reconstitución ideal. Esta premisa la con- :,;!;:-. 1
cisión entre planeamiento y espontaneidad, color y textura de las rocas y del suelo, la sideramos importante para comprender la ;. 'l. :]
los sistemas tradicionales regulaban con la vegetación con las variantes cromáticas en historia de este paisaje. En la naturaleza,
debida fluencia estos fenómenos de creci- cada estación, la presencia de una fauna la correspondencia entre forma y contenido,
miento y garantizaban de antemano la co- determinada, el matiz predominante de la lo que en esencia constituye el carácter,
herencia y armonía en los resultados. Una atmósfera según el clima, son, en conjunto, no es de orden estético, sino flsico. No hay
racionalización metodológica era innecesa- factores que confluyen igualmente en cada duda interpretativa posible. La existencia
ria, pues las soluciones adoptadas tenían paisaje, prestándole un carácter unitario y del carácter está por encima del hecho que
su apoyo en la continuidad de las experien- singular. un paisaje nos guste o no nos guste; y el
cias, que, por otra parte, se limitaban al Esta aserción es literalmente cierta y se carácter, como resultante de una conver-
ámbito geográfico local, lo mismo que ocu- presenta en su máxima pureza en el caso gencia espontánea de factores de orden
rría con los medios concretos de transfor- de paisajes naturales, como lo son por geomorfológico y ecológico, permanece
constante, en un sello distintivo que per- tima instancia, ha de decidir la trayectotia mayor extensión con proporción menor de
dura y cuya alteración positiva o negativa definitiva de una autopista, la silueta ade- superficie edificada, más favorables, por
está en manos del hombre independiente- cuada de un puente, la volumetría de un tanto, a las posibilidades de una adecuada
mente de otras cuestiones concernientes plan parcial o la forma de cualquier otra absorción paisajista. En la realidad, el con-
a su utilización. estructura que pueda determinar una alte- cepto de zona residencial lleva implícito el
ración ambiental notable. Cabe esperar que de una marcada diferenciación estilística
entre función y forma quede un margen su- de cada uno de los edificios, reminiscen-
DIFICULTADES METODOL~GICAS
ficiente de posibilidades de variación para cias de un pasado próximo. Si el resultado
Los obstáculos metodológicos con que la oportuna solución del problema paisa- arquitectónico, como integración de deci-
hemos de enfrentarnos son numerosos. jista. siones individuales (lo cual depende en
A un arquitecto le resulta fácil explicar el gran parte de la coincidencia de arquitecto
significado de su proyecto, incluso a los no EL EJEMPLO DE L A S ESTRUCTURAS y cliente) llega a ser satisfactorio, queda
profesionales, porque sus medios funda- por resolver la articulación del organismo
AGRARIAS arquitectónico con las zonas contiguas,
mentales de expresión son gráficos, y por-
que opera sobre formas estáticas, geomé- La transformación actual de las estruc- agrarias o industriales, con las vías de
tricas, inorgánicas, tridimensionales. Re- turas agrarias, debida a la mecanización, circulación contiguas, con el ambiente pe-
sulta más difícil el manejo y la interpreta- nos proporciona una referencia de sumo rimetral, sea cual fuese, y con el peligro de
ción de los fenómenos evolutivos, la visión interbs para comprender, a escala geográ- que la cuestión se plantee en abstracto de
en movimiento, la compleja cooperación de fica y en las actuales circunstancias, las no intervenir oportunamente el paisajista.
factores y sus resultados en el tiempo. Esto relaciones causales entre las nuevas téc- No cabe considerar una ordenación par-
hace que el paisajismo, como es lógico en nicas y la evolución del paisaje. cial como una entidad autónoma, y no se
una materia en formación, recurra, en su Interesa este fenómeno porque habrá de debe imaginar que unas normas dimensio-
búsqueda metodológica a recursos analí- ser uno de los más importantes para el nales sean suficientes. Convendrá tener en
ticos y experimentales, como queda refle- futuro del paisaje, ya que gran parte de su cuenta las líneas de aproximación, las si-
jado en el contenido predominantemente aspecto se debe a los cultivos. En los pai- luetas más importantes en relación con los
crítico de gran parte de la literatura sobre sajes intimistas, donde predomina el tra- elementos del paisaje, lo cual exigirá con-
el tema. bajo manual, los efectos de esta transfor- dicionar la edificación a una planivolume-
Además en la esfera de la arquitectura mación habrán de ser contundentes, como tría muy definida, a unas previsiones cro-
y del urbanismo, cabe siempre recurrir a ocurre en la zona mediterránea con las máticas, y a unas determinadas plantacio-
determinadas experiencias y precedentes plantaciones tradicionales, el olivo, la vid, nes, fijando concretamente las especies, en
históricos. Es evidente que en el pasado el almendro. En regiones con predominio particular si se trata de árboles de gran
existió una cierta conciencia del problema del cultivo de cerales se advierten otras di- desarrollo.
que nos ocupa, pero la limitación de las rectrices en la transformación. La necesa-
transformaciones y de su cuadro geográ- ria remodelación topográfica de las tierras, L A TUTELA JUR~DICADEL PAISAJE
fico, aparte de la intención mental, que las a fin de facilitar el movimiento de la maqui-
informaba, las sitúa en una etapa inapre- naria junto con el proceso de la concen- Las directrices futuras del paisajismo se
ciable dentro de un esquema evolutivo po- tración parcelaria y una predominante uni- van perfilando imprecisas entre tanteos em-
sible. Puede, en cambio, afirmarse que la formidad en los cultivos, conducen a un píricos y principios teóricos, mientras se
escala problemática mantuvo una propor- paisaje marcadamente más monótono y está afirmando la necesidad de una rees-
ción con la importancia de las transforma- continuo. El hecho trascendente es que la tructuración del nuevo paisaje tecnificado,
ciones. técnica ha ocasionado en el campo una pues frente al proceso de transformación
En otro orden de dificultades se tropieza ruptura con los sistemas tradicionales, im- no hay otra opción posible. La situación
con la falta de una suficiente conciencia poniéndose la necesidad de reconsiderar actual podría asimilarse a la del urbanismo
del problema, racionalmente formulada, por esta evolución a fin de crear, en las condi- hacia los años veinte, en el momento de
la carencia de los organismos indispensa- ciones presentes, una situación demográ- gestación de la nueva'ciudad, entre dogma-
bles, por la incomprensión, por parte de la fica, ambiental, paisajista, similar a la anti- tismos radicales, prácticas administrativas
mayoría, de lo que intentamos hacer. Otras gua, lo cual sólo será posible a través de de emergencia, brillantes experiencias ais-
dificultades son las propias de toda especia- una nueva metodología. ladas e intervención progresiva de otras
lidad. Todos sabemos que una de las ma- especializaciones, en particular la de so-
yores dificultades que actualmente existen ciólogos y economistas, cuya función en
OTROS EJEMPLOS
para los arquitectos de todo el mundo es la ordenación de los complejos urbanos
la relación entre su profesión y aquellas Cabría, en un extenso repertorio casuís- pasa entonces a primer plano. El cuadro
otras indispensables para realizar, e incluso tico, singularizar otras cuestiones. En el de esta situación puede, comparativamente,
redactar, sus proyectos. En el caso del pai- crecimiento promovido por la afluencia tu- dejarnos imaginar las probabilidades de un
sajismo, la complejidad de estas relaciones rística de estos últimos años, encontramos paralelismo evolutivo. Los objetivos últimos
se acentúa considerablemente, ya que en ejemplos muy significativos de desarticula- de la arquitectura paisajista, como los del
la transformación del paisaje intervienen la ción, ya sea urbanística o, más propiamente, urbanismo, sólo podrán alcanzarse a largo
mayoría de las formas de la ingeniería, paisajística, pudiendo servir estos ejemplos plazo, mientras las preocupaciones y es-
aparte de aquellas cuestiones jurídicas, como referencia para situaciones similares. fuerzos giran por el momento alrededor de
económicas, sociológicas, lógicamente im- Es frecuente que, entre un núcleo anti- una oroblemática de transición.
plicadas. Queda otra cuestión: la dualidad guo, interesante y vivo, que conserva todo La formulación de una ordenación legal
de funciones ya que el arquitecto-paisajista aquello que hace particularmente grata y de los problemas que nos ocupan y la con-
es, a la vez, especialista y coordinador. confortable la atmósfera de las pequeñas secuente tutela jurídica del paisaje tropie-
Para llegar a una armonía y articulación poblaciones y la zona esporádica de exten- zan con las propias dificultades internas
de todas las alteraciones con el ambiente sión, se produzcan desarticulaciones, ma- del paisajismo. Es al arquitecto a quien in-
total, es necesario considerar cualquier tipo terializadas en cambios bruscos de escala, cumbe hallar soluciones adecuadas y pro-
de construcción: edificios, estructuras, vías rupturas ambientales, escasa calidad arqui- mover la correspondiente base ideológica,
de comunicación, como simples objetos, tectónica de muchos edificios y, además, ya que las componentes más señaladas del
colocados en un vasto espacio. Es frecuente fricciones de tráfico. Esta alteración nega- paisajismo conciernen a la creación del
que muchas obras de arquitectura y de in- tiva afecta directamente a un paisaje urbano ambiente humano y a la concepción formal
geniería, excelentes en sí mismas, se con- tradicional, e indirectamente a todo el pai- del mundo en relación con este ambiente
viertan en relación con la preexistencia saje. O t r a problemática distinta, a su vez y son, por tanto, cuestiones estrictamente
ambiental en puras abstracciones, sin nin- muy generalizada, es la del plan parcial de- arquitectónicas. Solamente sobre una base
gún género de articulación con todo lo que bido a la abundante proliferación de inicia- de realizaciones suficiente cabe la opor-
les rodea. La tarea coordinadora del arqui- tivas urbanísticas particulares, basadas tuna cristalización de una tutela jurídica
tecto-paisajista es insustituible, pues las in- éstas, principalmente, en criterios limitados efectiva que haga indispensable la función
tervenciones aisladas pueden ser excelen- de parcelación. Cierto que la micro-ciudad- del arquitecto-paisajista, como elemento
tes y, a la vez, negativas de no mediar una jardín parece ya largamente superada y que, coordinador en los complejos fenómenos
supervisión conjunta. El es quien, en úl- en la actualidad, se prefieren terrenos de de transformación.

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