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Índice
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1Orígenes
2Clasificación y cualidades
3Usucapión secundum tabulas y contratabulas
4Véase también
5Enlaces externos
Orígenes[editar]
El término usucapio proviene del latín usus+capere, es decir, hacerse dueño de una cosa
sin otro título más que el uso continuado de la misma durante cierto tiempo. Para
devenir dueño por usucapión de una cosa se requiere poseerla siempre en concepto de
dueño, de forma continuada, de forma pacífica sin que haya sido reclamada por alguien, y
durante el tiempo que fije la ley. La ley distingue la usucapión con buena fe, en cuyo caso
los tiempos de prescripción se suelen reducir a la mitad, y la usucapión con mala fe que,
algunos ordenamientos, como el Derecho Canónico, la prohíben y condenan porque es
antiética y pecaminosa pues supone apropiarse de algo que es de otro dueño incurriendo,
la mayor de las veces, en un delito de apropiación indebida. La usucapión en otros
ordenamientos como el francés, el español o el canónico se la conoce con el término
de prescripción adquisitiva, diferenciándola así de la prescripción extintiva.
Existen dos teorías que explican la existencia de la usucapión. Por un lado la teoría
subjetiva señala que el fundamento está en la renuncia, el abandono o la voluntad de
renunciar al derecho real que tiene el titular no ejercitando ninguna acción de defensa
frente a la posesión de otro. Sin embargo esta teoría hay que rechazarla pues bastaría con
demostrar que esa voluntad de renuncia no existe para invalidar la usucapión. Por otro
lado, la teoría objetiva, que es la más aceptada, señala que el fundamento es dar certeza y
seguridad a las relaciones jurídicas consolidando las titularidades aparentes, es decir, el
statu quo de la posesión.
Clasificación y cualidades[editar]
Debe distinguirse entre la 'posesión de buena fe' y la posesión de mala fe apta para
producir la propiedad mediante la usucapión.
El primero de los supuestos no presenta mayor problema, pues éste se da cuando se tiene
un título traslativo de dominio o justo título como pueden ser la compraventa, la permuta, la
donación, entre otros, mediante el cual se hace creer al poseedor del bien que es dueño.
En el entendido que título traslativo de dominio o justo título tiene que ser subjetivamente
válido, pues si el título fuese perfecto no habría necesidad de acudir a la prescripción
adquisitiva, ya que produciría todos sus alcances legales.
El segundo de los supuestos es el que más conflicto presenta en la práctica, ya que no se
cuenta con justo título, es decir, únicamente existe una causa de hecho, como sucede en
el caso del delito de despojo. En este caso el despojante que pretenda usucapir el bien
raíz que detenta deberá acreditar su animus domini, o sea, justificar la exteriorización del
domino sobre el inmueble, mediante la ejecución de actos que revelen su comportamiento
como dueño, mandando sobre él y disfrutando del mismo con exclusión de los demás,
tanto en sentido material como en sentido económico. Justificando además el lugar, la
forma y la fecha en que cometió su delito de despojo, de tal manera que no quede duda de
la causa que generó su posesión. La posesión así adquirida, se tendrá en cuenta para la
prescripción a partir de la fecha en que haya quedado extinguida la pena o prescrita la
acción penal, pues así lo ordena el artículo 1155 del Código Civil Para el Distrito Federal.
Así pues, la posesión apta para prescribir debe reunir las cualidades de ser pacífica,
continua y pública, las cuales en su ausencia la posesión se considera viciada e inútil para
prescribir; pero en la posibilidad de que se purguen esos vicios y la posesión se convierta
en apta y eficaz para la prescripción.
Así se recoge por ejemplo en el artículo 1.900 del Nuevo Código Civil y Comercial de la
Nación (Argentina), donde se dice literalmente que "la posesión para prescribir debe ser
ostensible y continua".
A la cualidad de la posesión pacífica se opone la violencia y, si ésta cesa, comienza
nuevamente a correr el término prescriptivo.
A la cualidad de la posesión continua se opone la interrupción, esto es, cuando ha sido
interrumpida ya sea porque el poseedor fue privado de la posesión de la cosa por más de
un año; o porque le hayan entablado demanda u otro cualquier género de interpelación
judicial con relación a la cosa poseída, siempre y cuando el actor no desistiese de ella, o
no fuese desestimada su demanda o no se declare caduco el juicio; o porque la persona a
cuyo favor corre la prescripción reconozca expresamente, de palabra o por escrito, o
tácitamente por hechos indudables, el derecho de la persona contra quien prescribe.
A la cualidad de la posesión pública se opone la clandestinidad, es decir, si la posesión se
disfruta de manera tal que no pueda ser conocida por el público en general.
Véase también[editar]
Modo de adquirir la propiedad
Movimiento okupa
Prescripción
Posesión
Enlaces externos[editar]