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UN VISTAZO PARA PROPAGAR UNA CULTURA, BAJO IDEALES DEL OLIMPISMO

En tiempos inmemorables, la cultura griega fomento el interés por educar al hombre en un todo;
por lo tanto el desarrollo del intelecto, la perfección y el logro físico, era lo más importante para
alcanzar la excelencia (arete) del individuo. A partir de allí, la inclinación por el ejercicio físico,
la  representación religiosa de acatamiento a los dioses, acontecimientos fúnebres y hazañas
heroicas, permitieron ser las principales razones para que los griegos instituyeran los juegos
panhelénicos, conjunto formado por cuatro; Juegos Olímpicos, de carácter deportivo, celebrados
en Olimpia, en honor a Zeus. Juegos Píticos, de carácter poético, celebrados en Delfos, en honor
a Apolo y las Musas. Juegos Nemeos, competencia de jinetes, celebrados en Argos, en honor a
Hera. Juegos Ístmicos, competencia celebrada en Corinto, en honor a Poseidón y las Oceánidas.
Estaban organizados de tal manera que un atleta pudiese participar de todos ellos, ya que se
practican en diferentes temporadas durante cuatro años. Entre ellos los más destacados, los juegos
olímpicos.

Quizás la característica más importante de la Olimpiadas era que durante los juegos paraban las
guerras y todos marchaban a competir. La reseña de los Juegos Olímpicos era la paz, competían
por lo los motivos que políticamente fueran  precisos y paraba la guerra para que sus atletas
compitieran. Una vez en los juegos todos competían con caballerosidad y honestidad, el juego era
limpio y según las reglas, ganaba el mejor. Este era el ideal griego de la competición. Los atletas
griegos de los juegos no buscaban mejorar marcas personales o mejores registros mediante el
desarrollo de  una habilidad concreta. La marca del atleta era, en realidad algo efímero. El título
de “El primero entre los mejores” era suficiente para pagar su esfuerzo.

Los juegos olímpicos, llamados así por celebrarse en la ciudad de Olimpia, fueron fiestas atléticas
conmemoradas cada olimpiada (unidad de tiempo de cuatro años) que exhibieron como principal
objetivo la consolidación entre las polis o estados de Grecia que continuamente se mantenían en
guerra. Sin embargo, un tiempo después con el aumento de poder de los romanos sobre los
griegos, se prohibieron todo tipo de celebraciones. Solo a partir de 1821 con la guerra de
independencia de Grecia, donde los griegos lucharon contra el imperio otomano, se revive el
espíritu de reiniciación de los juegos olímpicos. Sumado a ello, tras 1894 aparece el barón Pierre
de Coubertin, quien comienza a soñar con unir en una extraordinaria competición a los
deportistas de todo el mundo, bajo el signo de la unión y la hermandad, sin ánimo de lucro y sólo
por el deseo de conseguir la gloria, competir por competir, es así como instituyó los juegos
olímpicos y se inspiró para fundar el Comité Olímpico Internacional (COI) por el cual se forja la
Academia Olímpica Internacional (AOI) y ésta, a las Academias Olímpicas Nacionales (AON)
que, a su vez, crearon las Cátedras de Estudios Olímpicos (CEO). Todo bajo la manifestación e
ideal de Coubertin: “Creo que la apertura, con carácter permanente, de un centro de estudios
dedicado al Olimpismo, sería más productivo que cualquier otra iniciativa, para lograr mantener
mi trabajo, ayudarlo a progresar y protegerlo de influencias peligrosas”.

El olimpismo es una doctrina bella que concibe el deporte tanto como un medio de superación
educativa como cuanto un estímulo a los ideales universales de fraternidad y paz. Por tanto el
movimiento olímpico se propuso, desde un principio, formar el carácter de los jóvenes mediante
la práctica del deporte, suscitando en ellos el estudio de los deportes, la actividad física, el sentido
de disciplina, el dominio de sí mismos, el espíritu de equipo y la disposición de competir, como
un medio privilegiado para cultivar valores: La convivencia pacífica, la vigencia del orden justo,
el respeto por la dignidad humana, el respeto y cuidado del medio ambiente, el análisis y
divulgación de los valores y principios del deporte desde todos los puntos de vista, teniendo
como parámetros pensar, imaginar, crear, interpretar, conceptualizar y proponer, en sesiones
donde prima el debate .

Así mismo por todo lo que pretende, permite y transmite el olimpismo, se llega a que es de suma
importancia que la juventud de hoy día se siga educando en los ideales Olímpicos, bajo la
dirección de reconocidas autoridades y expertos en la materia. La historia de la humanidad está
plagada de hechos violentos pero, al mismo tiempo hombres y mujeres han manifestado horror
ante ellos. Distintos movimientos sociales se han puesto en marcha exigiendo la paz y mediante
investigaciones se han analizado las causas de la violencia y la guerra, elaborando proyectos
viables de paz y realmente no se ha logrado mucho. Es por ello fundamental que se implemente
cátedras de estudios olímpicos en los programas educativos de colegios y universidades, pues
solo basta con echar un vistazo para darse cuenta que en un mundo tan saturado por
discrepancias y discriminaciones, de un momento a otro se deja de un lado toda divergencia y
discordia para vibrar y enfocarse en un mismo punto de partida y de llegada que unifica, crea
lazos de amistad y de confianza, es entorno al deporte, el gran festival, el que va más allá de
fronteras.

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