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Práctico I- A: Introducción a la clínica psicoanalítica.

Diferencias entre
Psicoanálisis y Psicoterapia.
Bibliografía: Introducción a la clínica psicoanalítica Diferencias entre
Psicoanálisis. Galende, E. (1990). Psicoanálisis y Salud mental. Para una crítica
de la razón psiquiátrica. [Capítulo 6: Los tratamientos analíticos en las
instituciones. pp. 263-272]. Buenos Aires: Paidós.
GALLENDE: “EL PSICOANALISIS Y LA SALUD MENTAL” Propone
problematizar. Recuperar en toda su amplitud el conjunto de factores que
determinan los modos en que se plantean los problemas de la Salud Mental, la
manera de comprenderlo y las respuestas políticas que se efectúan. Se trata de
potenciar el análisis para mejorar las respuestas prácticas. Los problemas de
Salud Mental son cualitativos, es decir, tienen que ver con la calidad de la vida.
Son las relaciones humanas concretas que genera la sociedad industrializada las
responsables del crecimiento de poblaciones con mayor riesgo de fracasar o
enfermar. La idea que sustentó la Psiquiatría, de considerar a los trastornos
psicológicos como a las demás enfermedades que trata el médico fue mostrando
su insuficiencia, su incapacidad de dar respuesta a los nuevos problemas. Es
necesaria una revaloración de lo subjetivo para esta vuelta a la preocupación y
al interés por los sujetos reales y actuales, el psicoanálisis ha cobrado
importancia. Pero no hay que olvidar que la respuesta psiquiátrica al malestar
cultural no puede suplirse con una respuesta psicoanalítica igualmente reductora e
ilusoria.

RESPUESTA PSIQUIATRICA RESPUESTA PSICOANALITICA

Tiende a la exclusión, segregación y No avala la exclusión y custodia de los


encierro del loco y su custodia en los enfermos, siempre sostuvo una práctica de
manicomios. respeto por la palabra del enfermo y una
ética de la verdad y el deseo

Establece una relación de asistencia No establece una relación de asistencia


Centra la cuestión de la producción de lo
Busca lo patológico en el signo biológico
patológico en el seno mismo de la estructura
para lo cual necesita excluir al sujeto
de producción subjetiva

Responde a la demanda. Presenta una No responde a la demanda sino que lo


relación asimétrica de poder. El poder interroga
está en posición del psiquiatra (sujeto de
la enunciación que tiene la palabra), el
sujeto es hablado por el saber

psiquiátrico (sujeto del enunciado)

Coloca al individuo en el lugar de objeto Su intervención es singularizante, tiende a


natural por su condición de enfermo. El resituar en el sujeto su relación con lo
sujeto ya no es más objeto de esta colectivo
medicina, es solo terreno, hábitat en el
que la enfermedad evoluciona

Presenta modelos clasificatorios y Se caracteriza por su capacidad de


objetivantes. Nombra por sus problematizar la realidad sobre lo que
diagnósticos y hace entrar al enfermo en piensa, mostrar su complejidad, tensiones,
sus categorías. Generaliza fuerzas y los caminos de resolución de sus
conflictos
Intervenciones del Psicoanálisis: Hay 3 posibles: 1) Prácticas de tratamiento
analítico en las Instituciones 2) Prácticas centradas en el análisis de la Institución 3)
Intervención en prevención y promoción Abordar cuestiones relativas al tratamiento
analítico en una institución es preguntarse por la transferencia. Lo que agrega la
Institución a estos tratamientos es justamente la presencia de la Institución en la
Transferencia.- Esta transferencia es previa a la transferencia analítica propiamente
dicha y suele permanecer como un obstáculo, telón de fono de todo tratamiento en la
Institución.- Está configurada por la relación regresiva que el paciente mantiene con la
Institución médico-asistencial, y suele expresarse tanto como formas de sometimiento,
como de exigencias despóticas de cuidados y atenciones.- Está infiltrada por la
compulsión repetitiva, buscando repetir el vínculo simbiótico materno sostenido en el
Yo Ideal.

El psicoanalista no está exento de su propia identificación con la Institución. Es


frecuente que los analistas depositen en la Institución sus propias demandas regresivas
de protección, seguridad y cuidados. Si la Institución sirve al analista para protegerse
de la transferencia del paciente y al mismo tiempo, sirve al paciente como resistencia
para el análisis, entonces logra impedir el análisis. Aquí es preciso que se interrogue
sobre la demanda de Institución. La propuesta de GALLENDE: Desde la admisión
misma del paciente se debe generar un espacio analítico en el que la demanda pueda
ser escuchada con el mínimo de interferencia institucional. El modelo de intervención
analítico no tiene por que ser distinto al que se realiza en la práctica privada. El
Psicoanálisis se diferencia de las Psicoterapias en:

PSICOTERAPIAS PSICOANALISIS

Son más fenomenológicas en la Se propone una desección? de las estructuras


captación del síntoma productoras de conflicto
Parten de y tienden a la unidad del sujeto Su sujeto es estructuralmente escindido

Se proponen la resolución del síntoma, Devela la relación entre síntoma y verdad


en lo cual basan su eficacia histórica del sujeto. La disolución del síntoma
sobreviene por añadidura, por develamiento
de esa unidad

Responden a la demanda del paciente Interroga la demanda sin satisfacerla

Autorizan en el terapeuta la utilización de Se rige por el principio de abstinencia


su propia persona para lograr la cura

Utilizan un saber y una experiencia que Se evita toda intención pedagógica


hacen de su acción una pedagogía
subyacente

Gallende: “El Psicoanálisis y la Salud Mental” Introducción


- Uno de cada 1000 ciudadanos esta internado en un establecimiento psiquiátrico, sometido a la
pérdida diaria de la dignidad humana- Los límites entre salud y enfermedad son borrosos,
permeables- Los problemas en Salud mental no son sólo cuantitativos sino cualitativos, tienen q ver
con la calidad de vida.- Crecimiento en los problemas psíquicos en la población sembró
interrogantes acerca de las condiciones de vida de la sociedad. Esto permite fundar una
intervención más amplia sobre las condiciones de vida, de carácter más preventivo q asistencial y
atender las fragilidades subjetivas por las q hacen su aparición las enfermedades. Las
problemáticas humanas, sociales, van poblando el campo de la Salud Mental.- Esto genera un
doble compromiso: 1) reconocer la existencia real de la enf mental y la forma en q la sociedad
actual ha potenciado las fragilidades subjetivas, poniendo en situación crítica a las llamadas
poblaciones de riesgo; 2) la necesidad de aportar a la mayor racionalidad para el tratamiento de
estos problemas. Es necesario aportar conocimientos y esfuerzos en beneficio de las poblaciones
afectadas.- Se ha vuelto a poner énfasis en lo subjetivo. El psicoanálisis es visto como el método
más riguroso de exploración de la subjetividad y como uno de los instrumentos críticos más
profundos de la sociedad y la cultura.
Los interrogantes planteados:- En los últimos 30 años asistimos a una transformación del campo
hegemonizado hasta entonces por la medicina mental q ha dado lugar a la nueva denominación de
Salud Mental. Este proceso permitió:
** volver a interrogar sobre q son las enf mentales*** reconsiderar los profesionales habilitados para
tratar estas enf **las maneras psiquiátricas de tratar estas enf han dejado lugar a otras posibilidades
de abordaje más racionales y humanas estas 3 cuestiones están hoy abiertas a distintas
soluciones.
- CAIDA DE LA PSIQUIATRÍA COMO DISCIPLINA TOTALIZADORA y una reformulación de las
relaciones con la medicina, sus valores, su organización y sus modelos de atención.- La Salud
Mental se caracteriza por: la coexistencia de diversas concepciones del trastorno mental,
multiplicidad de tratamientos sumamente heterogéneos y la configuración mixta de modelos de
asistencia. Cada concepción refleja una manera de pensar al hombre y su relación social. Acá es
donde la Salud Mental ha conseguido permeabilizar, sensibilizar el dispositivo autoritario y
autosuficiente de la psiquiatría a lo q sucede en la vida social.- La rta medico-psiquiatrica al
malestar cultural y social no puede suplirse con una rta psicoanalítica, igualmente reductora e
ilusoria- Salud Mental: el énfasis esta puesto en la salud antes q en la enfermedad. Definen al
objeto de su intervención como un “sujeto político” y esto ha de implicar una transformación muy
profunda de los problemas de salud-enfermedad. (salud mental como disciplina del campo socio
politico)- El psicoanálisis no recubre con su intervención la totalidad de problemas de salud mental y
no debe ser visto como una rta totalizante q supla a la de la psiquiatría.
La políticas de salud mental y el psicoanálisis no se proponen los mismo objetivos. Mientras q todo
el dispositivo de salud mental esta dispuesto para responder y estabilizar las demandas de la
sociedad y el estado respecto del sufrimiento psicológico, el psicoanálisis tiende a reabrir
interrogantes sobre estas demandas, a enriquecer un pensamiento sobre ellas, a devolver al sujeto
su propia palabra, su propio saber sobre el deseo y el dolor. Psicoanálisis como una empresa
liberadora del hombre. Cap I: El psicoanálisis y la Salud Mental PSICOANÁLISIS:- Producto de
la cultura- Pensamiento crítico, no estático- El sujeto y la sociedad con las q trabaja son
irreductibles a toda adaptación y equilibrio- El poder en lo social como la sexualidad en lo psíquico,
es lo reprimido q esta en todas partes. La salud mental encuentra sus conocimientos en la doble
vertiente de la sociología y la psicología, de esta manera recubre todos los aspectos de la vida
humana. La identificación del sujeto con las estructuras sociales, políticas e ideológicas es
productora de subjetivación, y ésta produce el encadenamiento del sujeto al orden social. El
proceso de ideologización es masificante, necesita de conjuntos sociales. Por el contrario, el
movimiento de una intervención psicoanalítica es singularizante, tiende a redituar en el sujeto su
relación con lo colectivo. La frontera entre la naturaleza y la cultura es la palabra. Levi Strauss dice
q esta frontera esta dada por la prohibición del incesto, regla cultural (hecha de palabras). Se
puede pensar q todas las leyes culturales son generadas por transformaciones sucesivas de esta
ley. La subjetividad es necesariamente sofocada por el sujetamiento del sujeto al sistema
social, al trabajo asalariado, al sistema de la educación. Freud habla de un enfrentamiento
entre 2 grandes fuerzas: eros y tánatos, que impregnan el fenómeno civilizatorio. El Eros tiende
a la unión con el otro, a la vida en tanto conjunto social, siempre amenazado por las fuerzas de la
pulsión de muerte y la destrucción. Estas atacan la ligadura que sostiene la unión del conjunto,
atacan igualmente el principio de realidad q impone aplacamiento al goce y a la realidad misma q es
la de la sociedad y su cultura. Freud afirma q los hombres, en sus anhelos manifiestos, desean
hallar la felicidad; y habla too de 3 fuentes principales de sufrimiento: la naturaleza, q impone sus
condiciones a los hombres; la muerte, ligada a la caducidad biológica del cuerpo; y la insuficiencia
de nuestros métodos para regular las relaciones humanas en la flia, el estado y la sociedad. Con
respecto a la primera Freud propone pasar al ataq sobre la naturaleza empleando las técnicas y la
ciencia. Para defendernos de la segunda fuente de sufrimiento están las drogas, los tóxicos, el
alcohol. Y en relación a la tercera señala algunas técnicas entre las q se encuentra la “locura”,
apartarse del mundo y construir uno nuevo, en el q quedan eliminados los rasgos intolerables y
sustituidos por otros adecuados al deseo. Otra tentativa de encontrar la felicidad y alejar el
sufrimiento es el amor, experiencia de completad q se realimenta en la sexualidad como prototipo
de satisfacción y completud. En el camino de la felicidad le gente encuentra sus desvíos, la fuga en
el callejón de las neurosis, donde se procuran las satisfacciones sustitutivas y se exalta en definitiva
el sufrimiento; la intoxicación con drogas; o la psicosis.
La cultura exige sustraer una parte de la sexualidad en la vida de los individuos, se sigue
considerando a este efecto represor de la sexualidad como causa de la neurosis. Si las
neurosis expresan las frustraciones de la vida sexual, procurando mediante los síntomas hallar
satisfacciones sustitutivas, aunque estas acarreen sufrimiento y dificultades con el mundo exterior,
cabe pensar cuánto de los cambios observables en las patologías actuales q demandan asistencia
están ligadas a todos estos cambios en las funciones culturales y familiares. Las neurosis son
pensadas como forma regresiva de apego a la infancia, de imposibilidad de elaboración de las
separaciones fundantes de la identidad, pero las nuevas problemáticas subjetivas son las de una
infancia destrozada, colmada de desamparo y mortificaciones, q generan comportamientos
agresivos con los otros, relaciones paranoicas con el mundo y los semejantes. La renuncia a la
sexualidad directa y la puesta de la libido con fin inhibido al servicio del grupo, implica como
recompensa el incremento del lazo social por vía de los sentimientos de amistad, o por el ligamen
libidinal identificatorio q constituye la masa. El prójimo no representa solo un posible colaborador y
objeto sexual, sino too un motivo de tentación para satisfacer en él su agresividad, para explotar su
capacidad de trabajo sin retribuirla, para aprovecharlo sexualmente sin su consentimiento, para
apoderarse de sus bienes, para humillarlo, hacerlo sufrir, martirizarlo y matarlo. Freud asegura que
el sentimiento de culpabilidad es el problema más importante de la evolución cultural; el precio
pagado por la evolución cultural reside en la pérdida de felicidad por aumento del sentimiento de
culpa. El superyo, además de ser la autoridad internalizada, es lo que lleva al yo a buscar ser
castigado en el mundo exterior. El sentimiento de culpabilidad, provocado por el superyo se
amortigua en el lazo social, en el reencuentro de otro trato y ternura. Toda sociedad vale lo q valen
en ella las relaciones del hombre con el hombre. Para conocer y juzgar una sociedad es preciso
indagar lo esencial q la constituye: el lazo humano.
Uno de los modos más flagrantes de destrucción de lazos sociales es la masificación. Esta es un
proceso de deshumanización; el individuo no puede sostener una representación de sí mismo en
tanto masa, requiere del otro. Se pierden las individualidades. Todo terror es desimbolizante,
produce despersonalización, confusión y violencia indiscriminada, el pensamiento se empobrece,
permanece pegado a la realidad exterior. Las preocupaciones del psicoanálisis por el sujeto
humano no se limitaron a la exploración subjetiva de la cura, sino q trascendieron hacia los distintos
espacios de subjetivación humana.
La verdad y el poder: una política del psicoanálisis En 1922 Freud define al psicoanálisis en una
triple caracterización, como:Un procedimiento para la investigación de los procesos mentales inc, q
de otro modo permanecen inaccesibles Como un método, fundado sobre éstas investigaciones,
para el tratamiento de los trastornos neuróticos Y como una serie de concepciones psicológicas
adquiridas por este medio, q se ensamblan unas con otras para formar progresivamente una nueva
disciplina científica. No puede reducirse el psicoanálisis a uno sólo de estos aspectos La búsqueda
interrogativa de lo inc es para Freud, una búsqueda de la verdad. Una verdad q no se muestra por
sí misma, sino q se construye en los indicios del relato, en los productos de la cultura, en los modos
en q los hombres organizan su relación entre sí y con la naturaleza. El inc freudiano, cognoscible
por la producción de ciertos efectos( chistes, lapsus, etc), no permite establecer sobre él un saber
cierto y verdadero. Este inc habla una “multiplicidad de dialectos” y ha de producir sus efectos en
todas las dimensiones del sujeto. La dificultad para el ATA es q no tiene un fundamento q garantice
el saber ni una experiencia q lo verifique. Las faltas del saber, q son faltas too en el ser, posibilitan
el advenimiento de la verdad, esto muestra una escisión entre el saber y la verdad. Para Lacan no
se trataría de la realidad en el análisis sino de la verdad, q extrae su garantía de la palabra, no de la
realidad. El inc es así el nombre de la verdad. Pág.57 Freud habla de una verdad histórica, no de
una material, esta última se nos muestra como límite en q el análisis se detiene. El psicoanálisis
comenzó como una terapia pero hoy se lo recomienda por su contenido de verdad, por los
descubrimientos q nos procura sobre aquello q más interesa al hombre sobre su propio ser y por las
relaciones q señala entre sus más diversas actividades
La neutralidad del psicoanálisis El psicoanálisis es irreductible al saber médico y a las técnicas
psicológicas. En tanto método crítico, develador de las configuraciones de conflicto q son los
síntomas, el psicoanálisis toma partido por el deseo y muestra sus avatares en el sujeto y en la
sociedad. El psicoanálisis nunca avaló la exclusión-custodia de los enf mentales, siempre sostuvo
una práctica de respeto por la palabra del enf y una ética de la verdad y el deseo. Este libro
pretende avanzar en dirección a la construcción colectiva de una política del psicoanálisis hacia la
Salud Mental. Esto plantearía un doble requerimiento: una toma de partido en la teoría y la práctica
del psicoan y la definición de una intervención crítica sobre el aparato ideológico de la salud, en la
medicina mental, en la org social, en la norma educativa.
El psicoanálisis y la demanda social Todas las formas de institucionalización se hacen en el
nombre del bien del individuo: la escuela, la justicia, la medicina, la psiquiatría. El dolor mismo q
causan en el individuo, índice del malestar q contienen, es señal del bien que hacen. Sólo el
psicoanalista no se plantea hacer el bien. Se propone q la palabra emerja en el sujeto y está
dispuesto a aceptar sus consecuencias. No se propone corregir porq para él la posibilidad de
transformación real se juega en el hacer hablar, para q desplieguen su sentido los materiales que
trata. Interroga el saber de quién habla..pag.67. Lar formas de org social regulan el campo de
relaciones humanas; estas regulaciones pueden potenciar los efectos neurotizantes de la cultura o
generar amortiguaciones adecuadas para sus conflictos. A los ATA nos interesan aquellas
instituciones que, productoras de normas, constituyen espacios privilegiados de subjetivación,
contribuyendo a conformar la identidad del sujeto. El Estado, la escuela, la salud, la iglesia, son las
instituciones normativas q reglan los comportamientos individuales. Freud advierte sobre las tareas
q denomina imposibles: gobernar, educar, curar; recubren casi la totalidad de los espacios sociales
donde se gestan las relaciones humanas, para hacer sociables a los individuos. Cuando un
individuo es maleducado, ingobernable o neurótico, fractura el vínculo social esperado. Ninguna
sociedad puede privarse de establecer las leyes y las instituciones q organicen el vínculo social de
sus miembros para hacer gobernable al conjunto. Freud nos dice q hay tareas imposibles de
consumar:**Corregir los desvíos patológicos de la razón**Pretender reducir el deseo de
saber, curiosidad sexual infantil de por medio, a las normas pedagógicas**Estimar q se
puede garantizar el comportamiento social de los hombres por las leyes establecidas para
gobernarlos.
Uno de los rasgos esenciales del psicoanálisis es q allí donde la demanda exige una rta, el ATA
instala una interrogación. El ATA propone hacer hablar al fantasma y el deseo, propone al sujeto su
asunción de la dimensión conflictiva, escindida, le muestra su incompletad esencial, etc. Lejos de
silenciar la demanda y neutralizar los conflictos q expresa, el ATA se propone hacerla hablar. El
psicoan tiene como condición analizar las tendencias particulares, rescatar las singularidades y
evitar la fijación de modelos de intervención. Se interviene siempre sobre la base del análisis
concreto de una situación institucional, de una demanda escolar, de un pedido de asistencia,
etc.pág.71
Las críticas a la función social del psicoanálisis Los reproches de “izquierda” han girado
básicamente alrededor de 3 aspectos: 1-la relación analítica transportada al ámbito público, provoca
efectos sociales específicos. Su modelo de relación dual alimentaría las formas burguesas del
individualismo 2-el psicoanálisis en sus teorías y en sus prácticas tendría una estructura de clase,
por lo tanto es ideología y sus aplicaciones en el campo de lo social no podrían sino expandir esa
ideología 3-como parte de las ideologías de clase el psicoan ocuparía un lugar en las tareas de
control social Muchas de estas críticas, mostrada su inconsistencia se han ido abandonando. El
territorio de la Salud Mental es un campo de realidad, más allá del psicoanálisis y la psiquiatría, se
trata de la existencia objetiva de sujetos q fracasan en la vida social y requieren ayuda. Se pueden
señalas 2 polos esquemáticos: uno q tiende a medicalizar, psiquiatrizar, a través de hacer de las
teorías psicoanalíticas un fundamento de prácticas técnicas de objetivación y tratamiento; y otro q
aísla al psicoanálisis como discurso abstracto-especulativo, tratándolo como una metafísica del
deseo y no como herramienta teórica de intervención crítica sobre la subjetividad.El psicoanálisis
opera en lo social como fuerza de cambio, en la medida q la introducción del inc y el deseo
relativiza toda ilusión, explicita la nostalgia, ubica los lugares de dominio de la repetición, genera
posibilidades de elaboración de lo perdido.
Los alumnos deben considerar los siguientes ejes centrales al momento de la lectura de la
bibliografía: Si bien, Galende en este texto, se propone hablar del tratamiento analítico en las
instituciones de salud mental y es lo que puntuaremos en el práctico 11-B, al comienzo del capítulo,
hace una distinción entre psicoanálisis y psicoterapias. Las intervenciones: Analíticas:
responden a interrogar, señalar, interpretar y tienen relación exclusiva con la palabra del paciente.
En las psicoterapias: son en relación a consejos al paciente o respuestas a demandas. En general
son previstas y programadas El síntoma: El psicoanálisis: se centra en lo que produjo el conflicto,
en el sentido del síntoma, en su relación con la historia del sujeto y el síntoma se disuelve “por
añadidura”, por develar esa verdad. Las psicoterapias: se proponen la resolución del síntoma y en
eso basan su eficacia. Concepción del sujeto: El psicoanálisis toma al sujeto como dividido. Las
psicoterapias tienden a la unidad del sujeto, de adaptación y equilibrio. Demanda: El psicoanálisis
interroga la demanda, no responde a la misma, no la satisface. Una de sus reglas es la abstinencia.
Las psicoterapias responden a la demanda del paciente y utilizan a la persona del terapeuta para la
cura. Posición del analista: En el psicoanálisis se interroga el saber del paciente, evitando una
acción pedagógica. En las psicoterapias el psicólogo hace uso de su saber y experiencia como una
acción pedagógica con el paciente.
Práctico 2-A: Método analítico Regla fundamental y Atención flotante: sus fundamentos
Abstinencia y neutralidad. Bibliografía: Método analítico Regla fundamental y Atención flotante:
sus fundamentos Abstinencia y neutralidad. -Freud, S. (1912). Consejos al médico sobre el
tratamiento psicoanalítico. [Volumen XII. pp.107-120]. -Freud, S. (1913). Sobre la iniciación del
tratamiento. [Volumen XII. pp. 121-144]. Buenos Aires: Amorrortu editores.
CONSEJOS AL MEDICO SOBRE EL TRATAMIENTO ANALITICO (1912) Esta técnica ha
resultado la única adecuada. a) La tarea inmediata a que se ve enfrentado el analista que trata a
más de un enfermo por día le parecerá, la más difícil. Consiste en guardar en la memoria todos los
nombres, fechas, detalles, ocurrencias y producciones patológicas que se presentan durante la
cura. Esta técnica es muy simple. Desautoriza toda toma de apuntes y consiste en no querer fijarse
en nada en particular y en prestar todo cuanto uno escucha la misma atención pareja flotante. Tan
pronto como tensa su atención hasta cierto nivel, empieza a escoger el material ofrecido; uno fija un
fragmento en particular, elimina otros y, en esa selección obedece sus expectativas. Se exige al
analizado que diga todo lo que se le ocurra, sin crítica ni selección previa. La regla para el médico
es: “Uno debe alejar cualquier injerencia cc sobre su capacidad de fijarse, y abandonar su
memorias icc. Uno debe escuchar y no hacer caso si se fija en algo.” b) Mientras uno toma
apuntes o traza signos, forzosamente practica una selección en el material, y así se liga un
fragmento de su propia actividad, que hallaría una mejor interpretación de lo escuchado. c) Tomar
notas durante la sesión se podría justificar en el caso que se trate de una publicación divulgación
científica. d) Para el analista la conducta correcta consistirá en pasar de una actitud psíquica a la
otra al compas de sus necesidades: en no especular mientras analiza, y en someter el materia
adquirido al trabajo sintético del pensar solo después de concluido el análisis. e) Aquella frialdad
de sentimientos que se le exige al analista se justifica porque crea para ambas partes las
condiciones más ventajosas: para el médico el cuidado de su propia vida afectiva; para el paciente,
el máximo grado de socorro que es posible prestarle. f) Debe volver hacia el icc emisor del
enfermo su propio icc como órgano receptor. Lo icc del médico se habilita para restablecer, desde
los retoños a él comunicados de lo icc, esto icc mismo que ha determinado las ocurrencias del
enfermo. El licito exigirle, que se halle sometido a una purificación psicoanalítica, y tomado noticia
de sus propios complejos que pudieran perturbarlo para aprehender lo que el analizado le ofrece.
No se puede dudar razonablemente del efecto descalificador de tales fallas propias; es que
cualquier represión no solucionada en el medico corresponde, a un punto ciego en su percepción
analítica. Uno puede hacerse analista mediante el análisis de sus propios sueños. El que pretenda
llevar a cabo análisis en otro deba someterse antes a una análisis con un experto. Si alguien se
propone seriamente la tarea, deberá escoger ese camino, que promete más de una ventaja; el
sacrificio de franquearse con una persona ajena sin estar comprometido a ellos por la enfermedad
es recompensado. g) El médico le dé deje ver sus propios defectos y conflictos anímicos, le
posibilite ponerse en un pie de igualdad mediante unas comunicaciones sobre su vida hechas en
confianza. La experiencia no confirma la efectividad de esta técnica. El médico no debe ser
transparente para el analizado, sino, mostrar solo lo que le es mostrado. h) Otra tentación surge
de la actividad pedagógica que el médico le cabe en el tratamiento analítico, sin que sea su
propósito. En esto el médico debería contenerse y tomar como rasero menos sus propios deseos
que la aptitud del analizado. La ambición pedagógica es tan inadecuada como la terapéutica.
Empeñar el tratamiento analítico en la sublimación de las pulsiones es algo muy loable, pero en
modo alguno se lo puede recomendar para todos los casos. i) Es incorrecto dictar a los
analizados deberes: recopilar recuerdos, reflexionar sobre épocas de su vida, etc. Se resolverá los
enigmas de las neurosis, si la paciente obedece la regla del psa que desconecte la critica a lo icc y
los retoños.
SOBRE LA INICIACION DEL TRATAMIENTO (1913) La iniciación del tratamiento con un periodo
de prueba así fijado algunas semanas tiene además una motivación diagnostica. Hartas veces,
cuando uno se enfrenta a una neurosis cono síntomas histéricos u obsesivos, pero no en exceso y
de duración breve, debe dar cabida a la duda sobre si el caso no corresponde a un estadio previo
de la dementia precox (esquizofrenia), y pasado un tiempo mostrara el cuadro. La confianza o
desconfianza que el paciente tenga sobre el psa no tiene importancia para la resistencia internas
que anclan la neurosis. Puntos importantes para el comienzo de una cura analítica son las
estipulaciones sobre tiempo y dinero. Con relación al tiempo, se acuerda una determinada hora de
sesión. A cada paciente se le asigna una hora de la jornada de trabajo; que es la de cada paciente
y permanece destinada a él aunque no la utilice. Cuando se adopta una práctica más tolerante, las
asistencias ocasionales se multiplican, hasta que deja de asistir. No se puede definir un tiempo
exacto para la duración del tratamiento. La abreviación de la cura es un deseo injustificado. Se les
contrapone: unas alteraciones anímicas que se consuman con lentitud; esto se debe a la
atemporalidad de los procesos icc. En cuanto al dinero el analista considera que la estima del
dinero coparticipar factores sexuales. Se deben tratar las cuestiones de dinero con la misma
naturalidad que se pretende educar los asuntos de la vida sexual. Las resistencias del neurótico se
acrecientan por el tratamiento gratuito; en la mujer, la tentación por el vinculo trasferencial, y en el
hombre el agradecimiento proveniente del complejo paterno, que significan un obstáculo. El
enfermo se acuesta en el diván mientras uno se sienta detrás, para que él no lo vea. Esto se realiza
para no permanecer bajo la mirada de otras ocho horas, para que los gestos del analista no influyan
en las comunicaciones del paciente, y para aislar la trasferencia. No interesa con que material
empiece el paciente, mientras siga la regla del psa, y debe incluir los vínculos del paciente con las
personas, y sus pensamientos sobre estas. Cada fragmento de la historia debe ser narrado de
nuevo, así con las repeticiones aparecerán los complemento que permiten obtener los nexos
importantes, desconocidos por el enfermo. No se debe preparar el relato, ya que de esta manera la
resistencia cumple su cometido, logrando que el material valioso se escape. Otros métodos para el
escape de relatar lo impórtate, es que el paciente converse sobre las cosas que debería conversar
en análisis con algún amigo. Desde la trasferencia se encuentra el acceso al material patógeno. Los
pacientes cuyo análisis es seguido por el rehusamiento de las ocurrencias son, mujeres que están
preparadas para una agresión sexual, y hombres con una homosexualidad reprimida hiperintensa.
Las primeras resistencias y los primeros síntomas merecen un interés particular y pueden denunciar
un complejo que gobierne su neurosis. Mientras las comunicaciones y ocurrencias del paciente
afluyan sin detención, no hay que tocar el tema de la trasferencia. Es preciso aguardar para este,
hasta que la trasferencia haya devenido en resistencia. Se debe hacer comunicaciones al
analizado, no antes de que se haya establecido en el paciente una trasferencia operativa. La
primera meta sigue siendo allegarlo al médico. Si se les demuestra interés, el paciente solo pone al
médico en el imago infantil de quien recibió amor. Fue preciso entonces quitar el saber como tal el
significado que se pretendía para él, y poner el acento sobre las resistencias que en su tiempo
habían sido la causa del no saber y ahora estaban aprontadas para protegerlo. El saber cc era sin
duda impotente contra esas resistencias, y ello aunque no fuera expulsado de nuevo. Los enfermos
saben sobre la vivencia reprimida de su pensar, pero a este último le falta la conexión con aquel
lugar donde se halla de algún modo el recuerdo reprimido. Solo puede sobrevenir una alteración si
el proceso consiste en pensar avanzar hasta ese lugar y vence ahí las resistencias de la represión.
El motor más directo de la terapia es el padecer del paciente y el deseo, de sanar. Es mucho lo que
se debita de la fuerza pulsionales, sobre todo la ganancia secundaria de la enfermedad. Pero esta
fuerza tiene que conservarse hasta el final. Por si sola no puede eliminar la enfermedad, le faltan
dos cosas: no conoce los caminos que debe recorrer, y no suministra la energía necesaria contra
las resistencias. En cuanto a la energía necesaria para vencer las resistencias, las suple
movilizando las a energías utilizadas para la trasferencia; y mediante las comunicaciones muestra el
enfermo el camino que debe guiar esas energías. La trasferencia basta por sí sola para eliminar los
síntomas, pero solo de manera provisional, mientras ella exista. El psa merece este nombre cuando
la trasferencia haya empleado su intensidad en vencer las resistencias.
Los alumnos deben considerar los siguientes ejes centrales al momento de la lectura de la
bibliografía: Freud propone un método con reglas y también con consejos a los analistas.
Las reglas son 4:1-Asociación libre: para el analizante: regla analítica fundamental: que refiera en
todo en cuanto se le ocurra sin crítica ni selección previa. 2-Atención flotante: no fijarse en nada
en particular y prestar a todo lo que uno escucha la misma “atención parejamente flotante”.
Abandonarse por completo a sus memorias inconcientes. Tanto asociación libre como atención
flotante son ideales en tanto surgen resistencias. Pero el analista debe analizarse para tomar noticia
de sus propios complejos y poder tolerarlos. De todos modos siempre van a haber puntos ciegos 3-
Neutralidad: postula que cabe exigirle al psicoanalista frialdad de sentimiento, para que haya
cuidado de su propia vida afectiva y poder brindarle un buen tratamiento al paciente. Indica que no
hay que poner en juego la propia individualidad y dejarles ver a los pacientes los propios defectos y
conflictos anímicos. 4-Abstinencia: Dejar subsistir en el enfermo necesidad y añoranza como unas
fuerzas pulsionantes del trabajo y guardarse de apaciguarlas mediante subrogados. La cura
analítica debe realizarse en la privación. Esto lo veremos más adelante cuando puntualicemos
Transferencia.
Los consejos: -Desautoriza todo recurso auxiliar como el tomar apuntes ya que de esa forma
uno realiza una selección del texto del paciente. -Propone la iniciación del tratamiento con un período
de prueba fijado en algunas semanas para tomar conocimiento del caso y decidir si es apto para el
psicoanálisis. Además con una motivación diagnóstica. -Estipulaciones sobre tiempo: dice que a cada
paciente les asigna cierta hora de su jornada y permanece destinada a él aunque no la utilice. El paciente
pregunta cuánto durará el tratamiento, de respuesta casi imposible. Requiere lapsos más prolongados,
debido a la atemporalidad de los procesos inconscientes. Pero les consiente que interrumpan la cura cuando
quieran, aunque no arrojará ningún resultado positivo. -Estipulaciones sobre el dinero: Freud dice que el
médico tiene que fijar sus pretensiones y necesidades reales y que el hombre trata al dinero de igual modo
que las cosas sexuales: con igual duplicidad, mojigatería e hipocresía.

-El uso del diván. Eso es debido a que no tolera permanecer bajo la mirada fija de los
pacientes muchas horas al día y además no quiere que sus gestos influyan al paciente.
Tiene el propósito de prevenir la contaminación de la transferencia.
- Comunicaciones: mientras las ocurrencias y comunicaciones estén no hay que tocar el
tema de la transferencia, hasta que haya devenido resistencia. Si uno le comunica al
analizado aquello reprimido, mayor será dice Freud la resistencia cuanto mayor uno acertó.
Hay que esperar a que el paciente esté próximo a ello.
Práctico 2-A: Método analítico. Bibliografía: Clase Gilberto Simoes
El presente artículo se centra en diversos interrogantes que se hace Gilberto Simoes,
médico psicoanalista, sobre cómo es la clínica en la actualidad y los distintos cambios que
fue teniendo la clínica psicoanalítica desde la época freudiana. El autor abre la pregunta
¿una nueva clínica psicoanalítica? Indicando que la clínica cambia permanentemente.
¿Qué significa decir que cambia? Significa que cambian los psicoanalistas en tanto la
posición frente a las nuevas problemáticas, la realidad socioeconómica del momento, y
cómo esta realidad se incluye en los dispositivos terapéuticos. ¿Qué es lo que se podría
pensar que no cambia? El método analítico con sus reglas. Las reglas son la atención
flotante, la neutralidad y la abstinencia, para el analista y la asociación libre para el
paciente. Freud basó estas reglas en la determinación inconciente, teniendo en cuenta que
pidiéndole a alguien que diga lo que se le viene a la cabeza, iba a tener algún sentido,
aunque al principio parezca carecer de él. A eso Freud lo llamó determinismo, es decir lo
que aparece en la conciencia viene determinado por lo inconsciente.  Pero además de
estas reglas, Freud enumero una serie de consejos, que tuvieron que ver con su
experiencia singular en la clínica con los pacientes que tenía. Algunos de estos consejos
fueron no tomar apuntes mientras escuchaba al paciente para no fijarse en nada en
particular. El uso del diván porque no toleraba tener la mirada de los pacientes tantas horas
del día y para que sus gestos no influencien al paciente. El tiempo de las sesiones de 50
minutos y la frecuencia, en esa época de varias sesiones semanales. El dinero, cobrando a
todos sus pacientes y desaconsejando la atención gratuita. Ahora bien, estos son consejos
basados en la clínica de esa época y con las problemáticas que tenían sus pacientes en
ese momento así como sus condiciones socioeconómicas. Hoy en día, el autor refiere que
cambiaron tanto los analistas como los pacientes y sus problemáticas, así como cambiaron
las relaciones entre ellos y la actitud que tienen ambos frente al análisis. Los tiempos son
otros.
Y si bien, lo que importa es el discurso analítico, muchas veces la regulación del encuadre
desde lo institucional, la frecuencia de las sesiones cuando son afectadas por la realidad
social, hacen que se entorpezca la condición analítica en tanto la subjetividad de ambos, es
involucrada en el encuentro.
Es la situación económica, social, que se mete en los consultorios, interrumpiendo los
tratamientos o la frecuencia de las sesiones. Además del retraso de los pagos. No es lo
mismo, la atención en un consultorio de modo particular, que la cantidad de sesiones
asignadas por la obra social, es decir el límite en el tiempo, ni tampoco el manejo del
dinero, sea el paciente que consulta por una prepaga/obra social, como en una institución
hospitalaria. Hay que pensar en las distintas realidades y la subjetividad del caso por caso,
más allá de las purezas de las teorías. Hay que pensar la clínica con cada paciente y cada
vez.
CLASE 4 – PRÁCTICO A Función de las primeras entrevistas. Condiciones de
posibilidad de un Tratamiento. Diagnóstico. Analizabilidad. Bibliografía: Aulagnier P.
(1992) El aprendiz de historiador y el maestro-brujo. (Parte 3. Las entrevistas preliminares y
los movimientos de apertura: A y B pp.168-185) Buenos Aires, Amorrortu editores.
Las entrevistas preliminares El texto destaca la importancia de realizar entrevistas
diagnósticas previas a la instalación de la Transferencia. Subraya algunas de las
implicancias del tiempo en el análisis. Uno de los constreñimientos del análisis es el tiempo
que exige. El otro papel que juega el tiempo, es el de las urgencias clínicas; si bien no es
una terapéutica de la urgencia, nos encontramos con urgencias psíquicas a las que
tenemos que atender. El tiempo de la Interpretación: es un tiempo que el analista se
tomará, caso por caso, pero que alude también al tiempo que hay que esperar para que
cada paciente pueda escuchar una interpretación. El tiempo del que disponemos para una
indicación de análisis y para los movimientos de apertura: Piera Aulagnier sugiere, no
tomarse mucho tiempo, ya que un sujeto puede estar dispuesto a hacer de nuestra persona
el soporte de sus proyecciones con mucha carga afectiva y si, decidimos no atenderlo,
podría vivirlo como un rechazo y eso confirmarle la existencia de un perseguidor. Se podría
producir una descompensación o un desencadenamiento.
Diagnóstico diferencial y las entrevistas preliminares. Los criterios teóricos nos ayudan,
pero siempre se debe tener en cuenta que nos encontramos con un sujeto viviente y
escuchamos la singularidad. Darse tiempo para ver que hay detrás de ese cuadro
sintomático para diagnosticar. Escucharse para saber si uno quiere proponerse como
analista para ese sujeto.
El calificativo de analizable
Para Piera Aulagnier un sujeto es analizable si está dispuesto a vérselas con su propio
conflicto psíquico y sus síntomas. Es preciso que las deducciones que se puedan extraer de
las entrevistas preliminares, hagan esperar que se pueda poner luz al conflicto
inconsciente. Que el sujeto, una vez terminado su itinerario analítico, pueda poner lo que
adquirió en la experiencia vivida, al servicio de objetivos elegidos, siempre en función de su
singularidad, de su problemática y de su historia. Modificación orientada a reforzar la acción
de Eros a expensas de Tánatos.
Los movimientos de apertura.
Consideraciones de los movimientos de apertura por fuera del registro de la psicosis. Los
movimientos de apertura son función de lo que el analista prevé y anticipa sobre la relación
transferencial futura. Todo analista deberá tener en cuenta la intensidad y la cualidad de los
afectos movilizados en los dos partenaires en el curso de los encuentros.
Forma parte de los momentos de inicio plantear el encuadre de trabajo teniendo
en cuenta si se va a proponer cara a cara o diván, la frecuencia de las sesiones,
los honorarios, así como establecer la forma de diálogo, no se puede dialogar del
mismo modo con todos los pacientes.
Decidir qué elementos de los que oímos elegimos, para elegir también los
movimientos de apertura, de qué cuadro partir, (la autora toma la idea del juego de
ajedrez). Elegir la apertura más idónea, para reducir en la transferencia que se va
a establecer, los efectos de los movimientos de resistencia.
A. La apertura de la partida en la psicosis
No solo que el abanico de aperturas es limitado por las exigencias metodológicas,
sino que siempre nos vemos precisados a elegir una apertura compatible con la
singularidad del otro jugador, y de sus propios movimientos de apertura.
La particularidad en los casos de sujetos psicóticos es que mucho antes de
encontrarse con nosotros ha dejado de creer que en el juego de su vida pueda
encontrar jugadores diferentes a los ya conocidos. Para el psicótico, dice Piera
Aulagnier, si el pasado es responsable de su presente, lo es en la medida en que
su presente ya ha sido decidido por su pasado; todo ha sido ya anunciado,
previsto, predicho, escrito.
El analista en los tiempos de apertura, ocupando la posición del oído del que
habla, podrá transformar un pensamiento sin destinatario, en un discurso que uno
puede oír y que él mismo sujeto puede oír. Es otro, indeterminado aún, quien
escucha un discurso destinado al progenitor, al perseguidor, dios o el diablo, pero
la presencia de una escucha nueva, pasa a garantizar al sujeto que esto que dice
forma de nuevo parte de lo oíble, de lo investible por el otro. El psicótico necesita
de esta seguridad; esta seguridad es la que funda la posibilidad de una relación de
investimento en el registro de la psicosis.
Bibliografía: Rubinstein A. (1999) “Algunas cuestiones relativas al diagnóstico en
Psicoanálisis”. En Revista Universitaria de Psicoanálisis. p.p. 1-9. Buenos Aires.
Facultad de Psicología. UBA.
El texto hace un recorrido histórico acerca del lugar que ocupó la cuestión del
diagnóstico para la psiquiatría y el psicoanálisis.
El término diagnóstico
De la Real Academia Española, dos acepciones, de la palabra diagnóstico y
diagnosis:
1. Etimológicamente, deriva del griego y significa distinguir, conocer. Esta
acepción se puede identificar al término con el proceso de conocimiento,
discernimiento, discriminación, y no necesariamente en un rotulamiento.

2. El uso corriente proviene de la medicina y da cuenta de una etapa del


proceso de administración de la cura, el médico realiza un trabajo de
clasificación, a partir de la lectura de ciertos signos expresados en los
síntomas remitiendo finalmente a ciertas categorías nosográficas.

La psiquiatría
Por un lado la autora, hace mención al valor que tuvo el intento de poner orden a
los fenómenos de principio de siglo por parte de la psiquiatría clásica; la precisión
y la riqueza del detalle en las descripciones fenoménicas y en las clasificaciones;
al mismo tiempo, refiere que la psiquiatría produce un modo de pensar creando
categorías universales para entender la singularidad. Sin embargo, afirma la
autora, el cuestionamiento que puede hacerse al diagnóstico en su dimensión
objetivante, no debe hacernos concluir que hay que eliminarlo, sino que hace
necesario redefinir en base a qué criterios se hace, y en qué lugar de la teoría y de
la práctica se ubica.
El diagnóstico como saber
Hablar de diagnóstico es construir un saber, es hacer teoría. No es una cuestión
meramente especulativa, ya que esta teoría tiene consecuencias a nivel de
nuestra práctica, y al mismo tiempo surge de ella. Cada teoría recorta el campo
particular de los fenómenos clínicos de un modo diferente; citamos un ejemplo: lo
que en una teoría se define como estructura borderline, para otra puede ser una
estructura narcisista, y para otra una neurosis grave.
El diagnóstico en psicoanálisis
El diagnóstico de un sujeto es un diagnóstico producido en transferencia, y da
cuenta de la posición del sujeto en la estructura.
Se trata de construir un saber que permite ordenar y penetrar en la complejidad
de lo real. Están las diferentes estructuras y diferenciarlas es sumamente
importante, pero eso no nos dice nada acerca de ese sujeto, ni de sus
significantes particulares, ni de sus marcas, ni de sus fantasmas.
De S. Freud el texto dice que creó una nueva clasificación nosográfica, pero
además, se interrogó por las condiciones de producción de cada patología, y los
mecanismos universales; y se propuso discernir entre las diferentes formas de
funcionamiento, y estar atento a la singularidad; a la vez que descubrió que en la
variabilidad de lo fenoménico hay un orden y una legalidad.
Con J. Lacan cobró importancia el diagnóstico de estructura; se lo consideró
decisivo para la dirección de la cura, y particularmente para diferenciar neurosis de
pre-psicosis, y evitar así el desencadenamiento.
Destaca el valor de la fecundidad de la obra de S. Freud y de J. Lacan en la
construcción de un saber a partir de un pensamiento que permite reconocer
diferencias y recurrencias producidas en las condiciones de la experiencia
analítica. El diagnóstico psicoanalítico se realiza en transferencia.
Diagnóstico y práctica analítica
Rubinstein A. subraya en este último punto del texto las relaciones entre
diagnóstico y práctica analítica: particularmente el modo en que dicho saber opera
en el analista cuando éste toma su lugar en el dispositivo. La producción teórica y
la práctica analítica constituyen dos momentos diferenciados del quehacer
analítico, aunque sin duda interdependientes. No permite estar atentos a la
singularidad del paciente, anteponer el “saber referencial” al “saber textual”. La
afirmación de Lacan en “Variantes de la Cura Tipo”: “Lo que el analista debe
saber: ignorar lo que sabe”. Lacan, 1955. Tomar el diagnóstico como certeza
anticipadamente, obtura la escucha; pero desconocerlo puede llevar al analista a
perder su orientación en la cura. El análisis se lleva a cabo en una tensión entre
experiencia y teoría.
Dificultades diagnósticas
Freud en “La iniciación del tratamiento”, plantea la necesidad de un tratamiento de
ensayo para tomar conocimiento del caso y decidir si ese sujeto es apto para el
análisis. No se trata de hacer una clasificación de superficie, sino de penetrar en la
trama de relaciones, en la posición del sujeto en la estructura, y esto no siempre
puede establecerse de entrada. Podría decirse que el diagnóstico es una conjetura
que se construye a partir de lo que se escucha y que debe ser verificada en lo que
se escucha. Esto requiere que el analista esté dispuesto a reconocer sus errores,
si aparece algo nuevo, o si escucha algo que no había escuchado.
Práctico 5- A: Transferencia. Instalación de la transferencia. Transferencia
como motor y como obstáculo.
Bibliografía: Transferencia Instalación de la transferencia. Transferencia como
motor y como obstáculo. -Freud, S. (1912). Sobre la dinámica de la transferencia.
[Volumen XII. pp. 93-106]. Buenos Aires: Amorrortu editores
Freud, S. (1914-1915). Puntualizaciones sobre el amor de transferencia. [Volumen
XII. pp. 159-174]. Buenos Aires. Amorrortu editores.
-Freud, S. (1915-1916). Conferencias de introducción al psicoanálisis.
[Conferencia 27: La
transferencia. Parte III. pp. 392-407. Volumen XVI]. Buenos Aires: Amorrortu
editores.
-Freud, S. (1915-1916). Conferencias de Introducción al psicoanálisis.
[Conferencia 28: La
terapia analítica. Parte III. pp.408-422]. Buenos Aires: Amorrortu editores.

La Transferencia es un concepto clave en la clínica psicoanalítica y vamos a


empezar a recorrerlo progresivamente.
Laplanche en el diccionario de Psicoanálisis la define como:
“… el proceso en virtud del cual los deseos inconscientes se actualizan sobre
ciertos objetos, dentro de un determinado tipo de relación establecida con ellos y,
de un modo especial, dentro de la relación analítica. Se trata de una repetición de
prototipos infantiles, vivida con un marcado sentimiento de actualidad.”
Y para ir entendiendo esta definición vamos a realizar un recorrido por algunos de
los textos Freudianos más pertinentes para arribar a este concepto.
En “Sobre la Dinámica de la Transferencia” en 1912, Freud define a la
Transferencia como un Clisé, que se repite y es reimpreso a lo largo de la vida.
Ubica que ese Clisé se conforma por el efecto conjugado de lo innato y los influjos
recibidos en la infancia, y lo considera un fenómeno universal, presente en todos
los seres humanos, ya que considera que este Clisé posee una especificidad
determinada para el ejercicio de la vida amorosa, o sea, para las condiciones de
amor que establecerá y las pulsiones que satisfará, así como para las metas que
habrá de fijarse. Hasta aquí podemos decir que es un fenómeno que sucede en
todas las personas, por eso decimos que es universal, es algo muy frecuente
hacer “transferencias”, tan frecuente como los vínculos que existen entre las
diferentes singularidades. Pero Freud va a ubicar que hay un proceso particular
que se va a dar en la relación analítica, que funcionará como una importante
herramienta de trabajo. Él explica que sólo un sector de esas mociones
determinantes de la vida amorosa ha recorrido el pleno desarrollo psíquico; ese
sector está vuelto hacia la realidad objetiva y está disponible para la conciencia,
constituyendo una pieza de la misma. Pero otra parte de esas mociones
libidinosas ha sido demorada en el desarrollo, son apartadas de lo conciente y de
la realidad objetiva, solo está disponible en las fantasías o permanecen en el
inconciente. Entonces, si la necesidad de amor de alguien no está satisfecha de
manera exhaustiva por la realidad, la persona se verá precisada a volcarse hacia
cada nueva persona que aparezca, probablemente con las dos porciones de su
libido, la susceptible de conciencia, y la inconciente.
Aquí es donde nos encontramos con la figura del médico, es muy posible que
este “pobre neurótico” que llega a consulta vuelque su investidura libidinal
insatisfecha sobre la persona del analista.
Esa investidura, se atendrá a modelos, se anudará a uno de los clisés
preexistentes, o también podemos decir que insertará al médico en una de sus
series psíquicas que el paciente ha formado hasta ese momento. La transferencia
puede estar ligada a la “imago paterna” término de Jung, o siguiendo una imago
materna o de un hermano o hermana, etc.
De esta manera queda más clara la explicación de la definición de transferencia
que pudimos rescatar del diccionario de psicoanálisis, cuando hablamos de la
repetición de prototipos infantiles, hablamos de estos clisés, imagos maternas,
paternas, fraternas, que se vuelcan sobre la persona del analista con un marcado
sentimiento de actualidad, es decir que se vuelve a vivir una situación del pasado
de manera actual y presente, en el aquí y ahora de la sesión analítica.
Freud va a distinguir, una transferencia positiva y una transferencia negativa, y
esta distinción es muy importante como para que podamos comprender la
dinámica de la transferencia, tanto como motor o apertura del análisis, o como
obstáculo o cierre del mismo.
 Transferencia positiva, que la va a subdividir en otras dos transferencias:
1. de sentimientos amistosos o tiernos, que son susceptibles de
conciencia
2. de sentimientos eróticos que tiene su anclaje en lo inconciente.

 Transferencia negativa: Transferencia hostil.


Vamos a ubicar como resistenciales a la transferencia negativa, hostil y a la
transferencia positiva de mociones eróticas reprimidas.
Ahora vamos a detenernos en la transferencia positiva, tierna o transferencia
operativa, en tanto promueve el trabajo analítico. Freud va a ubicar a la misma
como el motor del análisis, el portador del éxito del tratamiento.
En la conferencia 27 va a plantear al respecto que: “la transferencia surge en el
paciente desde el comienzo y durante un tiempo constituye el más poderoso
resorte impulsor del trabajo. Nada se registra de ella y tampoco hace falta tomarla
en cuenta, mientras opera a favor del análisis”
Freud ubica que ahí estará ubicado una empatía o buen rapport con la figura del
medico que será muy estimada por quién le consulta, ya que este depositará toda
su confianza en el analista para poder sortear la complicaciones de su neurosis
Un tiempo tan fructífero y tan bueno no puede durar siempre durante el análisis,
nos vamos a encontrar con ciertas dificultades y obstáculos, entonces nos vamos
a encontrar con que el paciente en un momento determinado, se queda en
silencio, o dice que nada se le ocurre, se detienen sus asociaciones. Puede
molestarse o sentirse incómodo con las intervenciones del analista, y expresarle
su malestar al respecto.
Entonces Freud va a preguntarse: ¿Por qué en el análisis la transferencia nos
sale al paso como la más fuerte resistencia?
Para que tengamos una neurosis es necesario que suceda un proceso de
introversión de la libido, y esto implica que disminuya un sector de la libido
conciente, vuelta hacia la realidad y en esa misma medida se incremente el
extrañamiento de la realidad objetiva, por lo tanto, aumenta una porción de libido
inconciente, que puede hacerse presente por medio de la fantasía.
La libido entonces comienza a realizar un camino inverso, vía la regresión y
reanima las imagos infantiles. La cura analítica, irá tras ella, la perseguirá y
buscará encontrarla, y será justamente en ese momento en que estallará un
combate, en el que dos fuerzas opuestas se van a encontrar, el deseo del analista
de liberar la libido escondida versus las fuerzas que causaron la regresión de la
libido, que se elevarán como resistencia al trabajo analítico.
Un punto importante es que esa libido disponible para la personalidad siempre
estuvo atraída por los complejos inconcientes y para poder liberarlos, es preciso
vencer esa atracción de lo inconciente, es decir cancelar la represión (esfuerzo de
desalojo) de las pulsiones inconcientes, pero esto da por resultado más
resistencia, incrementando la enfermedad muchas veces.
Entonces puede darse que en medio de este combate, en el que el analista
persigue la raíz inconciente de un complejo patógeno, se produzca la
transferencia: “algo del material del complejo(o sea, de su contenido) es apropiado
para ser transferido sobre la persona del médico”, por lo tanto la resistencia se
sirve de la transferencia y la capitaliza a su favor, por eso Freud la plantea como
una de las armas mas poderosas que tiene la resistencia.
Por último nos queda por ver la otra resistencia de transferencia, la positiva de
mociones eróticas reprimidas, a la que Freud, le dedica todo un articulo en el año
1914: “Puntualizaciones sobre el amor de transferencia”.
Freud comienza el texto poniendo el acento en que las dificultades mas serias,
son aquellas vinculadas con el manejo de la transferencia.
Y en este escrito decide seleccionar una de las maneras en que esta
transferencia se vuelve un obstáculo, para poder pensarla y ver como trabajarla.
Plantea una situación puntual: una mujer que se enamora del médico que la
analiza.
Ante este hecho, se esperan ciertos desenlaces posibles:
1- (el mas raro)la unión legitima y permanente de ambos
2- (el mas común) la separación de médico y paciente
3- Se podría pensar uno más conciliable con la prosecución de la cura, el
anudamiento de relaciones de amor ilegítimas, y no destinadas a ser
eternas; pero lo vuelven imposible tanto la moral civil como la dignidad
médica.
Freud propone pensar en esa segunda posibilidad en que el médico y la paciente
se alejan, y la cura es resignada, pero el estado de la paciente hace necesario
una segunda consulta con otro profesional, y de igual modo, se repite la misma
situación, se vuelve a enamorar, se interrumpe y recomienza, y vuelve a ocurrir.
Entonces propone aquí como central, un esclarecimiento valioso en función de la
contratransferencia que puede despertarse en el analista: “tiene que discernir que
el enamoramiento de la paciente le ha sido impuesto por la situación analítica y no
se puede atribuir, digamos, a las excelencia de su persona; que por tanto, no hay
razón para que se enorgullezca de semejante conquista, como se lo llamaría fuera
del análisis”
Por lo tanto propone poder ubicar en que momento del análisis aparece este amor
tan intenso por el analista, y es ahí donde Freud afirma que semejante mudanza
sobreviene con toda regularidad en un punto temporal en que es necesario
motivarla a recordar o admitir un fragmento muy doloroso y fuertemente reprimido
de su historia. Entonces podemos decir que el enamoramiento existía desde
mucho antes, pero es ahora cuando la resistencia empieza a servirse de él para
inhibir la continuación de la cura.
Entonces aparece una pregunta: ¿De que modo debe comportarse el analista
para no fracasar en esta situación, si es cosa para él decidida que la cura
tiene que abrirse paso a pesar de esta transferencia amorosa y a través de
ella? Y Freud va a pensar una respuesta que va a tener que ver más con la
técnica analítica que con la moral y la ética.
Si uno se para desde lo moral debería pensar que el analista no puede bajo
ningún punto de vista aceptar la ternura que le es ofrecida, ni responder a ella, y
que además cuando sea oportuno deberá solicitarle que consiga renunciar y
abandonar a su apetencia.
Pero lo que va a plantear Freud es que exhortar a la paciente a sofocar lo
pulsional, a la renuncia y a la sublimación, no sería un obrar analítico, si no un
obrar sin sentido, ya que entonces uno habría convocado a la reprimido a la
conciencia para después volverlo a reprimir.
Entonces el va a proponer lo siguiente:
“La técnica analítica impone al paciente el mandamiento de denegar a la paciente
menesterosa de amor la satisfacción apetecida. La cura tiene que ser realizada
en la abstinencia; solo que con ello no me refiero a la privación corporal, ni a la
privación de todo cuanto se apetece, pues quizás ningún enfermo lo toleraría. Lo
que yo quiero postular es este principio: hay que dejar subsistir en el enfermo
necesidad y añoranza como unas fuerzas pulsionantes del trabajo y la
alteración, y guardarse de apaciguarlas frente a subrogados.”
Es de destacar este párrafo ya que acá el autor, define unos de los conceptos más
importantes en la clínica, que es el de Abstinencia, que luego completa en
“Nuevos caminos de la terapia analítica” en la que agrega que esa abstinencia no
se trata de una necesidad cualquiera, sino de aquella vinculada a la contracción
de la enfermedad.
Entonces de esta manera completamos la conceptualización de Abstinencia que
comenzamos a ver en la clase dos, que tiene que ver con esta idea de no
satisfacer la demanda de amor de los pacientes, y poder generar una privación de
esa necesidad vinculada a la contracción de su neurosis. No se trata de callar todo
el tiempo, no darle un vaso de agua o no responder a nada de lo que pregunte,
como muchas veces se recae en ciertas ridiculizaciones del psicoanálisis. Se trata
más bien de poder ir ubicando aquellas cuestiones que hacen a lo propio de su
problemática y singularidad, y de ahí, si poder corrernos, y no satisfacer la
demanda.
Abstinencia en definitiva tiene que ver con no salirnos de nuestro lugar de
analistas.
Continuando con el tema, en el caso figurativo de que el amor de la paciente
fuera correspondido, sería un gran triunfo para esta y una total derrota para la
cura. La paciente de esta forma logra conseguir aquello que a lo cual todos los
enfermos aspiran en el análisis: actuar, repetir en la vida algo que solo debería
recordar, reproducir como material psíquico y conservar en un ámbito psíquico.
Por lo tanto entonces consentir la apetencia amorosa de la paciente es tan funesto
para el tratamiento como sofocarla.”Uno debe guardarse de desviar la
transferencia amorosa, de ahuyentarla…y con igual firmeza uno se
abstendrá de corresponderle. Uno retiene la transferencia de amor, pero la
trata como algo no real, como una situación por la que se atraviesa en la
cura, que debe ser reorientada hacia sus orígenes inconcientes y ayudará a
llevar a la conciencia lo más escondido de la vida amorosa de la enferma,
para así gobernarlo”.
Freud es bien claro en sus recomendaciones técnicas al respecto de cómo
manejar esta otra resistencia de transferencia, sin embargo me parece importante
no centrarnos en el enamoramiento del analista como la única posibilidad de
pensar esta resistencia, también podemos encontrar otras manifestaciones del
amor de trasferencia como resistencia en la clínica, aquí podemos mencionar
algunos ejemplos posibles:
 Ausencias reiteradas al análisis como una manera de expresar un
desplante al analista.
 Permanentes cambios de horarios de algunos pacientes, que parecerían
que buscaran que sus analistas siempre tuvieran un lugar para ellos
 Dificultades en el pago, en la que Freud ya advirtió que las cuestiones
relacionadas con el dinero intervenían otros factores vinculados con
cuestiones sexuales.

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