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Semana 2

Derecho Fiscal

Unidad 2
Actividad
financiera del
Estado

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la autorización de cada autor.
Unidad II. Actividad financiera del Estado
En todo estado de derecho, la actividad administrativa que desarrolla el Estado
para satisfacer el interés público es de vital importancia, dentro de tal actividad, se
encuentra la del manejo en general de los recursos públicos.

Para el logro de tal fin, se requiere en primer término de la obtención de ingresos,


que es precisamente la primera etapa de esta actividad financiera desarrollada por
el Estado.

2.1 La administración pública

La satisfacción de los intereses colectivos por medio de la función administrativa se


realiza fundamentalmente por el Estado.

Para ese objeto este se organiza en una forma especial adecuada sin perjuicio de
que otras organizaciones realicen excepcionalmente la misma función administrativa.
Esto constituye la administración pública.

La administración pública, debe entenderse desde el punto de vis-


ta formal como “el organismo público que ha recibido del poder políti-
co la competencia y los medios necesarios para la satisfacción de los
intereses generales” y que desde el punto de vista material es “la acti-
vidad de este organismo considerado en sus problemas de gestión
y de existencia propia tanto en sus relaciones con otros organismos
semejantes como con los particulares para asegurar la ejecución de su mi-
sión”. (Fraga, 2017, p. 111).

Desde el punto de vista formal la administración pública es parte, quizá la más


importante, de uno de los Poderes en los que se halla depositada la soberanía del
Estado, es decir, del Poder Ejecutivo, el cual se ejerce a través del presidente de
la república y de las secretarías de estado, dentro de las cuales se encuentra la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que encabeza y dirige la actividad
financiera del Estado.

2.2 La función pública

La administración pública requiere de un aspecto humano, con el fin de que


efectivamente pueda cumplir con su cometido, y en este sentido se requiere también

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que estas personas estén investidas de un carácter de autoridad a fin de que realicen
las actividades propias de la administración pública; es aquí donde surge el concepto:
“la función pública está constituida tanto por el régimen jurídico especial que regula
a los trabajadores al servicio del Estado como por el conjunto de funciones de una
administración pública determinada”. (Béjar, 2012, p. 78).

De esta forma, se puede decir, que la función pública debe estar regulada por un
orden jurídico tanto en la organización y funcionamiento de los órganos que confor-
man la administración pública, como a los empleados que ejercen tal función.

Así tenemos por ejemplo, en primer término a la Ley Orgánica de la Administración


Pública Federal, que establece las atribuciones de cada Secretaría de Estado, como
en lo particular, las distintas leyes que rigen a cada uno de estos órganos y la manera
en cómo deben ser nombrados sus funcionarios como sus respectivas atribuciones
y obligaciones.

2.3 El acto administrativo

Es una especie del acto jurídico, entendido este como la manifestación de la


voluntad humana con el propósito de producir consecuencias jurídicas; en este caso
tal voluntad proviene de la persona investida de autoridad, ejerce la función pública
conforme a la ley.

El acto administrativo es una manifestación unilateral y externa de volun-


tad, que expresa una decisión de una autoridad administrativa competente,
en ejercicio de la potestad pública. Esta decisión crea, reconoce, modifica,
transmite, declara o extingue derechos u obligaciones, es generalmente
ejecutivo y se propone satisfacer el interés general. (Acosta, 2004, p. 749).

En materia fiscal, por ejemplo, el Servicio de Administración Tributaria, como


órgano perteneciente a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, realiza actos
administrativos mediante resoluciones y diligencias, estas últimas en cumplimien-
to a dichas resoluciones; tal es el caso de la imposición de una multa hacia un
determinado contribuyente por no haber presentado su declaración anual; la
resolución que emite la autoridad fiscal cuando impone la multa, es un acto
administrativo, y la notificación de la misma que constituye la práctica de una
diligencia, también lo es.

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Es importante también mencionar que los elementos y requisitos de los actos
administrativos tienen su fundamento en el artículo 3º de la Ley Federal de
Procedimiento Administrativo, y 38 del Código Fiscal de la Federación.

2.4 El gasto público

Constituye la tercera etapa de la actividad financiera del Estado, es decir, la


aplicación de los ingresos públicos obtenidos en un ejercicio fiscal. “El gasto público,
estará constituido por cualquier erogación realizada por el Estado u otro ente público
y destinado a la consecución de los objetivos y metas propuestos” (Jiménez, 2009,
p. 31).

Los gastos del Estado, tienen ciertas características que los distinguen de la actividad
financiera privada, las cuales son:

a) Son erogaciones que se realizan en dinero. Es decir, el gasto público con-


siste siempre en el empleo de bienes susceptibles de apreciación pecunia-
ria.
b) Son efectuadas exclusivamente por el Estado. Se incluyen todas las sumas
que por cualquier concepto egresan del tesoro público, por ejemplo, gastos
de la administración pública (entidades paraestatales, órganos desconcen-
trados, etc.).
c) Se encuentran establecidos en la ley. Es decir, dentro del marco legal que
rige la actividad financiera del Estado, se encuentra que toda erogación que
realiza, debe encontrarse previsto en las leyes, en este caso, en el ámbito
federal, por el Presupuesto de Egresos de la Federación.
d) Satisfacción de necesidades públicas. En efecto, la erogación del Estado,
debe ser congruente con sus propios fines.

2.5 Los ingresos

En este caso se trata de ingresos públicos, por los cuales debe entenderse como
cualquier percepción con valor económico percibida por un órgano público, en la
forma y términos previstos por la ley o leyes reguladoras de este tipo de ingresos,
los cuales, para numerosos efectos, tienen diversas clasificaciones.

Los ingresos del Estado se clasifican en dos grupos: ordinarios y extraordi-


narios.

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Ordinarios son aquellos que se perciben regularmente, repitiéndose en cada
ejercicio fiscal (por ejemplo, los impuestos), y en un presupuesto bien esta-
blecido deben cubrir enteramente los gastos ordinarios.

Extraordinarios son aquellos que se perciben solo cuando circunstancias


anormales colocan al Estado frente a necesidades imprevistas que lo obligan
a erogaciones extraordinarias, como sucede en casos de guerra, epidemia,
catástrofe, déficit, etc. (Flores, 2001, p. 23).

Existe otra clasificación que los divide en ingresos financieros (no tributarios) e
ingresos tributarios.

Son ingresos financieros aquellos que se derivan de una actividad no impositiva


por parte del Estado, tales como: expropiaciones, decomisos, nacionalizaciones,
privatizaciones, productos y aprovechamientos.

Las expropiaciones, son un acto de transferencia coactiva de la propiedad


privada desde su titular al Estado, por una causa de utilidad pública; en este caso,
por ejemplo los bienes inmuebles que forman parte de particulares, mediante una
indemnización que a ellos se les debe otorgar, se puede efectuar la expropiación
para transformarlo en un bien que puede ser de utilidad para toda la población, como
es el caso de la construcción de un hospital público, así de esta manera el Estado
obtiene un ingreso en especie, pero que es indispensable para cubrir sus fines.

Los decomisos, por su parte, consisten en incautar o privar de las posesiones o


bienes sin compensación alguna, pasando ellas al erario público, como puede ser
el caso de instrumentos y mercancía que sirvieron para la comisión de algún ilícito,
como por ejemplo la piratería.

En el caso de las nacionalizaciones, consisten en la transformación de una


empresa o unidad económica privada en una empresa pública, como en su momento
fueron las instituciones bancarias privadas, y que mediante decreto del entonces
Presidente de la República José López Portillo, las nacionalizó, pasando a formar tales
instituciones parte del Estado.

En las privatizaciones, ocurre un efecto inverso, es decir, cuando una empresa del
Estado pasa a formar parte de un particular, y para ello en la venta de tal empresa el
Estado obtiene un ingreso muy importante, se puede citar el caso de TELMEX, que

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en el año de 1990 formaba parte del gobierno y pasó a manos del empresario Carlos
Slim. Este tipo de procesos económicos (privatizaciones), se dan con el fin de reducir
el déficit público y estabilizar la economía.

Por otro lado, dentro de este tipo de ingresos se encuentran los productos y
aprovechamientos, previstos en el artículo 3º del Código Fiscal de la Federación.

Los productos son todos aquellos ingresos que derivan de servicios del
Estado que no corresponden a funciones de derecho público; se derivan del uso,
aprovechamiento o enajenación de bienes del servicio público, como por
ejemplo las concesiones, por medio de las cuales el Estado faculta al particular llamado
concesionario, para que administre y explote en su provecho, en forma regular y
continua, pero por tiempo determinado, bienes del dominio público o servicios
públicos, en vista de satisfacer un interés colectivo.

Finalmente, en este caso, los aprovechamientos, si constituyen ingresos que derivan


de funciones de derecho público, como es el caso de las multas que son impuestas
por autoridades administrativas distintas de la fiscal. Es el caso por ejemplo, de la
multa que impone la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), a
un particular que comercialice un ave en peligro de extinción; el monto obtenido por
concepto de multa constituye un ingreso público. También son aprovechamientos
las cuotas compensatorias, es decir, aquellas que se imponen por el Estado a fin de
evitar prácticas desleales en el comercio exterior, y que por medio de ellas, se trata
de limitar la entrada de productos o mercancías provenientes del extranjero más
baratas en relación con los productos nacionales.

Asimismo, son ingresos tributarios, las contribuciones previstas por el artículo 2º del
Código Fiscal de la Federación: impuestos, derechos, aportaciones de seguridad
social y contribuciones de mejoras.

De esta forma, todo tipo de ingresos, deben constar necesariamente en una ley,
la cual tiene una vigencia anual, que es precisamente la Ley de Ingresos de la
Federación.

2.6 Crédito fiscal

Se le denomina así a una deuda por parte del particular hacia la autoridad fiscal,
derivada de un incumplimiento en la esfera administrativa del Estado.

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El Código Fiscal de la Federación en su artículo 4º, primer párrafo establece:

Son créditos fiscales los que tenga derecho a percibir el Estado o sus
organismos descentralizados que provengan de contribuciones, de sus accesorios o de
aprovechamientos, incluyendo los que deriven de responsabilidades que el Estado
tenga derecho a exigir de sus funcionarios o empleados o de los particulares, así
como aquellos a los que las leyes les den ese carácter y el Estado tenga derecho a
percibir por cuenta ajena.

Como puede apreciarse, este artículo no especifica de manera concreta a qué se


refiere al mencionar “los que tenga derecho a percibir…”, “los” se refiere a ingresos
públicos, ya que se encuentran previstos en el artículo 1º de la Ley de Ingresos
de la Federación como accesorios, tomando en consideración que el artículo 2º
del CFF en su último párrafo prevé que los recargos, las sanciones, los gastos de
ejecución y la indemnización a que se refiere el séptimo párrafo del artículo 21 de este
ordenamiento, son accesorios de las contribuciones y participan de la naturaleza de
estas.

Así, las sanciones constituyen el crédito fiscal, sean impuestas por la autoridad fiscal
o cualquier autoridad administrativa.

Referencias:

Acosta, M. (2004). Teoría General del Derecho Administrativo. México: Porrúa.


Béjar, L. J. (2012). Curso de Derecho Administrativo. México: Novum, Universidad
Panamericana.
Flores, E. (2001). Finanzas Públicas Mexicanas. México: Porrúa.
Fraga, G. (2017). Derecho Administrativo. México: Porrúa.
Jiménez, A. (2009). Lecciones de Derecho Tributario. México: Cengage Learning.

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