EL TALLER

En la antigüedad, los talleres no eran vistos como lo son hoy en día, no eran
grandes espacios con una gran capacidad de personas y objetos, por el contrario, eran de
espacio reducido, pero aun así, eran el hogar del artesano. Comúnmente en el taller, vivía
la familia del artesano maestro; como se menciona al principio, el lugar se pensaba como
un “hogar” pero por la alta exigencia que demandaba, el ambiente de lo que sería una
familia armoniosa, no era logrado. El taller estaba dirigido por el maestro, que es el dueño
del taller y el que enseña a demás artesanos, los cuales se dividían en dos categorías; en
los aprendices y loa oficiales. Los aprendices debían aprender durante 7 años para luego
ser oficiales, y si los oficiales deseaban ser maestros, tenían que estudiar durante 5 a 10
años más. Los artesanos de la época medieval son los que dieron los primeros pasos a lo
que hoy se le llama Diseño Industrial.
En la época medieval, las personas se dieron cuenta que debían organizar sus
comunidades para que estuviera en orden y el comercio fluyera correctamente, para ello,
se crearon los gremios. Los gremios se conformaban por 7 diferentes grupos, los cuales
eran: alimentos, joyería, metales, textiles, pañeros, pieles y construcción. Los artesanos se
encontraban dentro del gremio de construcción, aunque no se les llamara literalmente
artesanos, simplemente eran carpinteros, tejedores y “obreros”. Los artesanos eran
reconocidos y respetados en la comunidad por su cristianismo y por evitar la
autodestrucción humana, ya que mantenían a muchas personas ocupadas y se les
transmitía un conocimiento diferente. A medida que paso el tiempo, los orfebres tomaron
más importancia en la sociedad porque su trabajo era aún más delicado y preciso, se
medía la honestidad de ellos por la metalografía, en cómo identificaban los diferentes
metales, mientras más se demoraran haciendo una pieza y analizándola, más confiaban en
su trabajo; pero luego llegó una amenaza para muchos gremios que fue la
internacionalización, dónde países vecinos vendían objetos propios por un menor valor, lo
que obligó a los orfebres y artesanos a buscar nuevas oportunidades, lo que hoy se
considera INNOVAR, tenían que buscar otras maneras de ganarse el mercado, lo que los
hizo avanzar en diferentes técnicas, logrando objetos más llamativos.
Antes del renacimiento, se comienza a dar lo que se conoce como la pintura, nacen los
artistas, los cuales se diferencian de los artesanos ya que ellos son más expresivos, solo
piensan en ellos, le temían a la subjetividad, que la sociedad no viera sus obras como ellos
querían que las vieran, esto les causaba un tipo de melancolía que, a su vez, era su fuente
de inspiración.
Es aquí donde entra la disputa entre que es arte y que es artesanía, la artesanía se trabaja
en conjunto y siempre pensando en la sociedad (Diseño Industrial), esta cumple una
función en la sociedad, tiene un fin, mientras que el arte no cumple ninguna, requiere ser
admirado más no comprendido. Esta discusión se crea cuando Cellini le lleva un “salero” a
Francisco I de Francia, el salero era tan ostentoso y recargado, que lo consideraban más
como una obra de arte que como una artesanía misma, es ahí donde se perdió el balance
entre arte y artesanía, porque en sí, el salero cumplía su función, de contener sal, pero a
su vez, el arte pasó a otro plano quitándole la funcionalidad al objeto; o sino piensen en
sus casas los “saleros” que tienen por decoración, y nunca los usan y ¿por qué? Porque los
ven como una pieza de arte decorativo que le roba toda su funcionalidad y practicidad al
salero que fue el propósito original. Pero ¿Qué es la originalidad? Según Platón, la
originalidad es crear algo nuevo cuando no había nada antes, pero por lo mismo de lo
anterior, l momento de buscar la originalidad, se desviaban del enfoque principal, ya sea
en el arte o en la artesanía, creando una dependencia social al estar a la expectativa de si
el objeto o la obra va a ser aceptada por la sociedad o no, y cuando eso no pasa, llega la
humillación.
Desde la era de piedra, el ser humano lleva desarrollando nuevas tecnologías y avances sin
darse cuenta, sin ser conscientes de que todo lo que viene de la imaginación y se
materializa es la creatividad, y esta es la gran cualidad que nos hace diferentes al resto del
reino animal, siempre hemos tenido la capacidad de crear cosas con nuestras manos y
mente, sino que es hasta la Revolución Industrial que nos damos cuenta que en realidad si
servimos para algo y que nada de lo que existe, existe por pura casualidad, todo tiene un
fin, todo nace de una idea, de un pensamiento creativo, es hasta ese día que le damos el
verdadero valor a lo que hacemos, a lo que creamos.