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INTRODUCCIÓN

La intención de este trabajo será establecer una relación entre la


maternidad, psicosis puerperal e infanticidio; relación que servirá para
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intentar responder a la siguiente hipótesis: ¿Qué sucede con la
estructura psíquica femenina cuando la mujer deviene madre? ¿Qué
pasa cuando una mujer rechaza este destino?
Así, también, se tratará de poner en contexto la actualidad de
la figura de infanticidio en la Argentina actual, es decir, como es vista de
esta figura en la sociedad, poniendo como ejemplos las características
singulares de cada caso (pobreza, marginalidad, etc).
En rápida referencia a los casos usados, nos referiremos al
caso de Romina Tejerina, quién desde el año 2003, cumple una condena
de 14 años de prisión por matar a su hijo, el cuál sostenía era fruto de
una violación; en este caso también se desestimó que hubiera sufrido un
brote sicótico. El otro caso al cual haremos referencia, se tuvo noticia el
pasado 23 de junio de 2009, y trata sobre María Isabel Molina, una mujer
de 20 años que asfixió a su hijo con una bolsa de nylon, siendo por ello
detenida por homicidio agravado por el vínculo.
Para tratar estas problemáticas sumaremos la conceptología
propia de la psiquiatría sobre psicosis puerperal y su tratamiento
terapéutico. Un acercamiento a la idea de maternidad e infanticidio
desde la psicología y una puesta en contexto de la jurisprudencia
argentina, con sus cambios y posibles reformas.

El infanticidio es la muerte de niño recién nacido (FRANCISCO


CARRARA).Muerte dada al recién nacido por la madre o ascendientes
maternos para ocultar la deshonra de aquella.
La palabra infanticidio procede de la palabra latina INFASCAEDERE,
matar al niño. Obviamente que dicha significación etimológica sólo nos
sirve como una remota idea de su real significación. Por otra parte,
CARRARA, entiende que el término infanticidio procede del italiano
INFANTARE, que es sinónimo de parir, equivalente a muerte del hombre
recién nacido.

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Sin embargo van a existir tantas definiciones de delito de
infanticidio como ordenamientos penales tipifiquen dicho delito; ello
debido a que no son homogéneas las consideraciones a la que se atiene
la legislación comparada y la doctrina para delimitar la connotación del
infanticidio.
Algo común que si se puede apreciar en esa tan peculiar
característica del infanticidio, es que desde el momento en que dicho
delito se diferenció del homicidio y del parricidio, se le denominó
infanticidio.
Elementos comunes esenciales que todo intento de definición del
delito de infanticidio debería de considerar son: que se trata de un delito
especial, que el sujeto pasivo será un nuevo ser que está naciendo o que
es recién nacido, y que la conducta se realizará durante un período
especial.
El infanticidio no es otra cosa que el homicidio castigado con pena
menos severa en razón del móvil en realidad este delito es cada día más
injustificado., por cuanto el concepto de honra a variado notablemente,
hasta el punto de que en la actualidad la madre soltera tendrá
problemas de diversa índole pero ninguno que afecte a su honorabilidad
u honra.
Así pues el infanticidio podría estimarse como homicidio atenuado
penalmente por emoción violenta que puede derivarse del hecho de
encontrarse la madre obsesionada por la tenencia de un hijo en
determinadas circunstancias.
En realidad entre el infanticidio y el aborto no hay otra diferencia
sino que en el aborto lo que se destruye es la criatura engendrada antes
de que empiece el alumbramiento, mientras que en el infanticidio, se
ejecuta después que el parto ha empezado o terminado.
La descripción típica de esta figura penal no es igual en todas las
legislaciones, así en los códigos extranjeros predomina la “Fórmula
Helvética”, esto es el infanticidio “Honoris causa” que quiere decir que
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únicamente comete infanticidio la madre que mata a su hijo durante el
parto o bajo la influencia del estado puerperal, pero para ocultar su
deshonra. El maestro Levenne en su libro “El delito de Homicidio” nos
dice que “Que si falta la honoris causa el hecho resultaría agravado por
el parentesco”. Lo que se viene comentando constituye un infanticidio
Honoris Causa Puro y también afirma “que la madre que mata a su hijo
para ocultar su deshonra....” Etc. comete el delito de infanticidio, por esa
razón el móvil de este delito es de orden Psicológico constituido por
factores subjetivos que actúan en la mente de la madre que consciente
y deliberadamente la impulsan a realizar un hecho repugnante a su
instinto maternal. Estos factores son el producto de la circunstancias
reunidas en ese pre - juicio y en contra del deseo y de la necesidad para
su existencia personal: de mantener el concepto de la buen fama de
mujer honrada que hasta entonces cree merecer ante el medio
ambiente, de su familia y de sus actividades. Este tipo de infanticidio
requiere de algunos requisitos: Que la mujer goce de buen concepto
desde el punto de vista sexual, que ese concepto sea externo o público,
que goce de honestidad y otros. Lo que se menciona últimamente nada
tiene que ver con el estado civil de la mujer, la misma que puede ser
soltera, casada, viuda, etc.

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DESARROLLO

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El término posee una historia diferencial en todas las
civilizaciones, es decir, muchas sociedades pasadas consideraban
permisible el infanticidio. La cual se puede inscribir, a grandes rasgos en
la tradición legalista romana (en el año 374 d.c. se prohibió el
infanticidio configurándolo como delito) y la tradición judeo-cristiana que
según sus dogmas y libros sagrados no acepta el infanticidio.
La maternidad vista desde una perspectiva cultural tiene
derecho al goce pero a su vez es una negación del goce. La pulsión de
vida y la pulsión de muerte se entrelazan entre la creación de la vida y
la disolución de la vida entre la muerte y el dolor. El goce materno de la
gestación se avergüenza de sí mismo a raíz de la prohibición del
erotismo femenino.
Según FREUD, en su texto “Introducción al narcicismo” (1914),
el embarazo femenino pasa por diferentes momentos: a) una retracción
de la libido que antes se dirigía al marido y un reflujo de la misma hacia
el yo: b) un delirio paranoide de grandeza, la mujer se ve a sí misma
como el creador; c) una caída de este delirio después del parto,
provocado por una estatis de la libido, consecutiva al fracaso de dicho
delirio; d) otro delirio asociado al deseo de muerte. Puede declararse
entonces la depresión; el hijo real es rechazado. Según autores actuales
critican el análisis de Freud sobre que el embarazo será vivenciado solo
como expresión de delirio de grandeza. Dirán más adelante que
“emerge en la mujer un sentimiento de no reconocimiento de su propio
cuerpo y una sensación de dejar de ser sí misma. La mujer que se hace
madre ya no es una sino dos, se desdobla.”
Otros autores dirán que la primera relación objetal madre-hijo
o hija como una experiencia que se construye mediante las sensaciones
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visuales, táctiles, gustativas y olfativas; es decir a través del contacto
corporal directo. Es el mundo del deseo en que, los límites materiales las
diferencias y las separaciones absolutas no existen. Son deseos que
luchan entre la continuidad con el otro y la discontinuidad, entre el
retener y el expulsar, entre el amor y el odio.
Un segundo de la relación objetal estaría dado por un proceso
de separación-individuación; se revive la lucha que cada mujer ha tenido
con su madre en los primeros años de su vida: la ambivalencia entre el
deseo de separación-individuación y el anhelo por la simbiosis absoluta
con la madre omnipotente; vale decir “El hijo es por antonomasia es
objeto que ya no está adentro, ni está afuera, un objeto para amar o
destruir. (…) El hijo que traen al mundo de les presenta como una parte
de su cuerpo y a la vez como un cuerpo ajeno. (El hijo)…. Ha sido
arrojado al mundo, puesto en el mundo y desde allí amenaza a tal punto
el equilibrio de la parturienta que en los mejores casos desencadena
ligeras depresiones y en los peores, psicosis puerperales asociadas al
deseo de muerte. “ (1976, Lemoine).
Sin embrago, se puede superar cuando la antigua pérdida con su
madre no se postula como dominante en la construcción psíquica de la
mujer; es decir se acepta la pérdida y se logra representar verse como
madre. Pero, también, puede que esa separación no sea superada, por
lo tanto no se llega a darle una existencia como sujeto al hijo por parte
de su madre, se llega a desear la muerte del recién nacido, ese extraño.
Este deseo de muerte es negado ferozmente en la expresión cultural de
todas las sociedades actuales.

¿El delito de infanticidio, previsto y sancionado por nuestro Código


Penal, encuentra suficiente y debida motivación en la doctrina para
continuar formando parte de nuestro texto normativo? La respuesta es
negativa a la pregunta que enuncia el problema de nuestra
investigación; y lo entendemos así, porque de la comparación del

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desarrollo de las concepciones sociales, culturales actuales y los
requerimientos de la época que inspiraron o dieron origen a la
tipificación del infanticidio como delito, podemos concluir que estas
últimas ya no son socialmente relevantes, ni sostenibles a la luz de la
doctrina penal moderna como para justificar el privilegio de las
conductas infanticidas.
Nuestro punto de vista, creemos es perfectamente válido para
cuestionar los argumentos que en los diferentes sistemas doctrinales se
han planteado para justificar la vigencia y privilegio del que goza el
delito de infanticidio; criterios de doctrina que obviamente se van a
evidenciar en las previsiones recogidas en la legislación comparada, casi
sin excepción.

Esos sistemas a los que nos referimos son principalmente:


- El sistema latino tradicional (o de la motivación).
- El sistema helvético.
- El sistema mixto (que recoge criterios de los dos anteriores).
- La postura colombiana e italiana actuales.
Las legislaciones adscritas a lo que ha venido en denominarse el
sistema latino tradicional o de la motivación hacen girar la atenuación
de la pena del delito de infanticidio en torno a la deshonra, la
ilegitimidad del parto; que en términos generales tienen que ver con el
deshonor que acarrearía sobre la madre la sobrevivencia del hijo nacido
en aquellas circunstancias, esté pues sería el elemento que determinaría
la atenuación de la penalidad del delito en estudio, ya sea que la
conducta sea realizada por la madre como sujeto activo del mismo, e
incluso en algunas legislaciones se preve la comisión de dicha conducta
por parientes cercanos de la madre.
Otro importante sector de la doctrina y de la legislación, incluida la
nuestra, ha preferido remitir el tratamiento del delito de infanticidio a
partir de las consideraciones del sistema helvético. En este sistema se
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van a encontrar distintas posturas en torno a la interpretación de la
circunstancia que el tipo señala como de "influencia del estado
puerperal", y ello va, en nuestra consideración, determinar la coherente
consideración del tipo de infanticidio.
Entendemos pues que el enfoque que la legislación tanto nacional
como comparada; así como la doctrina en general dispensan al delito de
infanticidio es variado, no suficiente para ser argumento en la época
actual; por lo que las razones y argumentos que tanto la legislación
como la doctrina han creado para justificar el tratamiento de lo que se
conoce como el delito de infanticidio debe de ser revisado, a la vez de
intentarse postular criterios y conclusiones que coherentemente
aborden la problemática que se nos presenta.

El infanticidio presenta las siguientes circunstancias


a). Intención criminal del sujeto activo: La madre impulsada por los
trastornos del puerperio o por el deseo de ocultar su deshonra, destruye
la vida de su hijo.
b). El infanticidio debe ser cometido en el parto, es decir, la
muerte puede ser causada en el seno materno, cuando el ser no posee
vida propia.
c). La influencia del estado puerperal ósea el recogimiento del
útero hasta tomar su tamaño inicial, natural y anterior a la gestación.

Es un delito de lesión o material, porque necesita para consumarse


de la producción de un resultado determinado, la muerte del recién
nacido, y es un delito especial impropio porque el sujeto activo es
calificado. El bien jurídico que se protege es la vida plena de la persona.
Tenemos como característica principal en el delito de infanticidio,
tiene que cometerse en el momento en que nace el niño o
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inmediatamente después del nacimiento, siendo la madre la autora
principal quien actúa por diversos móviles principalmente por el de
honor. El estado de recién nacido comienza cuando se inicia el parto y
termina cuando el niño se ha adaptado a las condiciones extrauterina,
es decir con circulación y respiración propia.
Por ser un homicidio, debe cumplir con todas las características en
el homicidio simple. Es la figura base de los delitos de homicidio, porque
sus elementos fundamentales integran también a las otras formas de
homicidio. Es residual, ya que, en el se calzan todas aquellas muertes,
que siendo ilícitas, no conforman un tipo de homicidio especial.
Homicidio simple es "la muerte que una persona causa a otra sin que
concurran las circunstancias propias del parricidio, infanticidio u
homicidio calificado".
A continuación se analizaran sus particularidades:
- Tipo objetivo. Tiene elemento substancial una conducta (acción u
omisión), que debe concretarse en un resultado (muerte del recién
nacido) y la existencia de una relación de imputación objetiva entre la
conducta y el resultado.
a. La conducta: Comportamiento prohibido, en este caso, matar a
un recién nacido.
b. Condiciones que debe cumplir el sujeto activo: Debe ser el
padre, la madre o los demás ascendientes del recién nacido. El
parentesco puede acreditarse con cualquier medio probatorio, yaque en
muchos casos no se cumple con la inscripción en el Registro Civil.
c. El sujeto pasivo: Siempre debe ser un recién nacido que no
tenga mas de 48 horas de vida.
d. El resultado: Por ser un delito material el tipo se integra por el
resultado, la muerte del recién nacido.
e. La imputación objetiva de la muerte a la acción realizada por el
autor: No consiste en el establecimiento de una relación de causalidad

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de orden fenoménico, sino de una relación normativa de imputación
objetiva del resultado a la conducta del autor.
- Tipo subjetivo: Debe cumplir con condiciones análogas a las
señaladas para el delito de parricidio; el dolo puede ser directo o
eventual, pero no es posible que opere la culpa. El dolo se satisface con
el conocimiento de que se trata de un recién nacido descendiente y
querer matarlo.
Al establecer que el infanticidio debe cometerse contra un recién
nacido de menos de 48 horas de vida independiente, no importa que la
muerte del menor se de después de este plazo, siempre que el agente
actué dentro del plazo.
Si personas no calificadas participan en la comisión de infanticidio
responderán por infanticidio, si conocían y tenían la voluntad de
intervenir en infanticidio. En caso contrario, si ignora la relación
parental, responderá por homicidio.

LEGISLACION COMPARADA:

En primer lugar, cabe destacar que la tendencia de los mayoría de


códigos penales latinoamericanos ha girado en torno de lo que
denominamos sistema latino tradicional con su característica causa
honoris, teniendo como fuente la legislación española desde el Código
de 1822 que en materia de infanticidio con las mismas características
persistió hasta el Código penal de 1944.
La postura helvética, teniendo como fuente histórica el
Anteproyecto del Código penal suizo de 1916 en su artículo 108,
mantenida en el Proyecto de 1918, artículo 103 y plasmado ya en el
Código penal suizo de 1937 en su artículo 116; fue asumida, además,
junto con nuestro Código penal, en el Código penal brasileño; con ciertas
particularidades en la Ley sobre infanticidio de 1938 de Gran Bretaña,
también lo acoge, el Código penal de Dinamarca; entre otros.
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Aceptan el infanticidio, el Código Penal de Brasil, que dispone en
su artículo 123, una pena atenuada de dos a seis años de detención
para la madre que matare durante el parto, o luego de él, a su hijo, bajo
el estado puerperal.
La legislación argentina, hasta antes de la última derogación del
tipo de infanticidio del Código penal, se asimilaba a una posición mixta
que aceptaba concurrentemente elementos de ambas las posturas tanto
latinas como helvéticas.
El artículo 81 inciso 2 del Código Penal argentino, disponía una
pena atenuada de uno a seis años de prisión para la madre, que matare
a su hijo durante el nacimiento o bajo la influencia del estado puerperal
con el fin de evitar su deshonra. Comprendía también a los padres,
hermanos, marido e hijos que cometieran este homicidio para ocultar la
deshonra de su hija, hermana, esposa o madre. No es muy claro cuanto
dura la influencia sobre el estado psicológico de la madre, el estado
puerperal, variando de una persona a otra. Algunos autores estiman que
dura aproximadamente cuarenta días, o cuando se produce la total
involución del útero. El 30 de noviembre de 1994, este artículo fue
derogado por la ley 24.410. Ahora es considerado como un homicidio
calificado por el vínculo, penado con reclusión perpetua, pudiendo
aplicarse los atenuantes de cualquier homicidio, si correspondiera, por
ejemplo, la emoción violenta.
Se exigía indefectiblemente el móvil del honor, por lo tanto
descartaba cualquier otro, como la extrema miseria.
El Código penal de Portugal, en su tipo de infanticidio acepta una
posición que realmente no podría llamarse mixta sino alternativa pues
recoge elementos tanto de la postura helvética como latina tradicional,
pero no exigiendo que ellas concurran para la realización del tipo.
Los códigos penales tanto chileno como mexicano van a tratar el
privilegio del infanticidio sin hacer mención a criterio específico,
limitándose a fijar un período determinado.
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Particularidades muy singulares van a destacarse en el
tratamiento que del delito infanticidio se hace en los códigos penales
italiano y colombiano.
Por otra parte, también es necesario tener presente la abrogación
del infanticidio del Código penal francés, destacándose ahora la singular
sanción agravada que se prevé para las conductas homicidas que
recaigan sobre menores.
Como observamos, el tratamiento del infanticidio es diverso; en
algunas el móvil de la acción ilícita de matar es el honor; en otras la
causa es el estado del puerperio de la madre; en otros casos, el
infanticidio puede cometerse dentro de cierto plazo; además existen
posturas como la adoptada por el Código penal italiano y por supuesto el
Código colombiano de 1980.
Es así que las posturas legislativas en torno al infanticidio
permiten se diferencien teorías o sistemas que defienden su
tratamiento, preferentemente, benigno o privilegiado del infanticidio.
Históricamente se han venido reconociendo dos posturas primordiales:
el sistema latino tradicional o de la motivación y el sistema helvético
(llamado también, por algunos de la alteración fisiopsicológica; además
a estas alturas destacan la postura italiana y la colombiana,
principalmente.
El artículo 578 del Código Penal italiano también contempla el
infanticidio, aplicándose una pena de cuatro a seis años de reclusión,
cuando el homicidio se produzca por parte de la madre, durante o luego
del parto, cuando exista abandono moral o material de la agresora.

Para continuar con el análisis de la figura infanticidio debemos


definir (para poder diferenciarla y encuadrarla) su género: homicidio.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos lo define como “la
privación arbitraria de la vida humana”. Carrara decía: “la muerte de un

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hombre injustamente cometida por otro”. Entre las características
sustanciales decimos que es instantáneo, doloso y admite tentativa.
Es necesario que concurra entre la conducta homicida y la muerte
del sujeto pasivo una relación de causalidad material. Pero al decir de la
teoría de la imputación objetiva será necesario siempre separar el hecho
propio del caso fortuito. Con esto debemos siempre tener en claro en
primer lugar la relación de causalidad entre el hecho productor de la
muerte y el resultado.
Esta temática ya era abordada en el proyecto “Peco” del año
1941, cuando refería que la ley penal no castiga el “accidente” fortuito y
bien lo separaba tanto del homicidio simple como del culposo. En
definitiva, como una primer aproximación al tema podemos decir que el
homicidio es la muerte de un hombre provocada por otro hombre. Esta
muerte debe ser “injusta” y dirigida a una persona física con vida
independiente.
Nuñez arguye en torno al concepto : “consiste en causar la muerte
-poner término a la vida- de otro hombre”. “Según Gómez la objetividad
jurídica de este delito es la vida humana. Su materialidad consiste en
matar a un semejante”. Maggiore lo determina como la destrucción de la
vida humana.
Caracterizamos al homicidio simple como una figura residual, ya
que se va aplicar siempre que no concurra una circunstancia atenuante
o agravante, y siempre que en este código no se estableciera otra pena.
Desde el punto de vista subjetivo, el homicidio simple puede imputarse
a título de dolo directo, indirecto o eventual. Existe homicidio
premeditado cuando el designio de matar se ha formado fríamente de
antemano y ha sido fríamente ejecutado. La premeditación es la plena y
perfecta intención de delinquir. Dicho de otra manera: “la fría
deliberación del ánimo”.
El tipo objetivo está dado por dos formas de acción: la de
comisión, llevada a cavo por el autor de forma inmediata o mediata y la
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de comisión por omisión, que ocupaba una posición de garantía. Ambas
formas producen un resultado: la muerte otro. Este resultado no se
compadece con la noción de los delitos de omisión simple que son de
pura inactividad y no requieren ningún resultado. Resulta indiferente el
tiempo transcurrido entre el hecho y la producción de la muerte
mientras subsista la relación de causalidad entre ambos y la ley no
disponga lo contrario. Sin embargo, de hecho, el tiempo influye en la
calificación de la acción juzgamiento porque sólo éste puede tenerse en
cuenta en la sentencia y no el que pueda llegar a ocurrir después de
dictado ese pronunciamiento ni es dable demorarlo en su espera.
Por tratarse de un delito de resultado debe existir relación de
causalidad entre la causa puesta por el agente y el resultado muerte.
Hasta mediado del siglo XX, aproximadamente, el concepto de
muerte se referir a la detención de la respiración y la circulación
vinculada a la del sistema nerviosa, seguida de la destrucción de toda
célula y tejido del organismo. Ese concepto de muerte real o biológica.
Hoy el concepto dominante es la muerte cerebral o de inactividad
absoluta e irreversible del cerebro al que sigue el proceso progresivo de
destrucción de todo organismo.
El fallecimiento de una persona se considera, según la ley de
trasplante 24.193 artículo 23: “La obligación de verificación de un modo
acumulativo de varios signos para detectar la muerte de una persona, a
saber: a) ausencia irreversible de repuesta cerebral, con pérdida
absoluta de conciencia; b) ausencia de respiración espontánea; c)
ausencia de reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no
reactivas; y d) inactividad encefálica corroborada por medios técnicos o
instrumentales adecuados a las diversas situaciones clínicas, siendo
innecesario este último signo en caso de paro cardiorespiratorio total e
irreversible. La constatación de tales signos, debe repetirse a las seis
horas de verificados por primera vez”.

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Se acredita la muerte cerebral o del encéfalo por el
electroencefalograma isoeléctrico o plano o liso y las otras pautas dadas
por la ciencia. Por tratarse de un proceso irreversible es tan válido
considerar que la muerte se ha producido en el momento inicial de ese
proceso como en el de su conclusión.
La ley protege el derecho a la vida aunque el recién nacido no
tenga viabilidad y aunque la persona se encuentre ya en los umbrales
de la muerte. Dar muerte a otra persona importa siempre la realización
del tipo objetivo de homicidio –fuera de los casos en los que la misma
ley la justifica- aunque su vitalidad se halle seriamente disminuida o
aunque esa acción responda a la petición de la víctima quien podrá
oponerse a ser sometida a todo tratamiento médico, aunque resulte
beneficioso para su salud, porque “el médico tiene el deber de salvar la
vida del enfermo, de intentar recuperarle la salud, de ayudarle a vivir”
pero “cuando se trata de un enfermo con discernimiento toda terapia
que el médico crea conducente y aconseje, tiene que ser compartida por
el paciente y aceptada por éste” (Bidart Campos).
El homicidio simple requiere siempre dolo, sea directo, indirecto o
eventual (se representa esas consecuencias como probables y actúa con
indiferencia a que se produzcan o no). El dolo con el que el homicida
actúo pone de manifiesto su propia conducta: si lo hizo disparando un
arma de fuego, habrá dolo directo si disparó a corta distancia al corazón
u otra parte vital, no así, so lo hizo a los pies de la víctima, habrá dolo
indirecto si para matar a una persona arrojó una bomba
representándose la posibilidad cierta de que mueran, al mismo tiempo,
las personas que s hallaban próximas a aquélla y habrá dolo eventual si
efectúan un disparo en dirección a la calle representándose la
posibilidad de que alcance a alguna persona que en ese momento pase
por el lugar, lo que ocurrió. Según autores de la doctrina hay dolo
directo tanto, cuando queriendo matar a una persona, mata a otra por
errar el golpe como por haber confundido a ésta con aquella. Quien
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queriendo disparar contra una persona para matarla, lo hace contra un
cadáver, comete un delito imposible de homicidio por inidoneidad del
objeto al que corresponde una pena disminuida y aún puede eximirse de
ella según el grado de peligrosidad revelada por el autor.
La pena del art. 79 CP se aplica “siempre que este Código no
estableciere otra pena”, lo que ocurre cuando el hecho configure un
homicidio agravado o atenuado o lo desplace un tipo especial como
alguno de los contemplados en los art. 124, 142 bis, 165.
El homicidio es un tipo material, de resultado. Es instantáneo, pues
se consuma con éste, que consiste en la muerte de otro ser humano.
Admite tentativa. Nuestro Código Penal sólo la acepta cuando el sujeto
activo, con el propósito de cometer un delito determinado comienza su
ejecución pero no lo consuma por circunstancias ajenas a su voluntad.
Requiere que obre con dolo directo aun cuando el homicidio se pueda
consumar con dolo eventual. So no existe dolo directo la conducta
quedara encuadrada en la conducta de lesiones en caso se que se
produzca una afectación en cuerpo o la salud o en abuso de armas.
Sujeto activo es la persona que comete por acción o por omisión la
muerte de otra.
La comisión por omisión exige la existencia precia de un deber de
garantía por parte del autor impuesto por la ley, por un contrato o por su
conducta precedente, que le obliga jurídicamente a impedir el resultado.
Sujeto pasivo, es el objeto material sobre el que recae la acción
homicida. Puede tratarse de un recién nacido aun carente de viabilidad o
durante el proceso natural del parto o mediante cesárea. Puede ser un
moribundo o una persona condenada a muerte que se halla en espera
de su ejecución.
Cuando se analizan situaciones como las planteadas en el trabajo
puede llegarse a la confusión en cuanto al instituto del Código Penal a
aplicar. Tenemos una acción homicida que recae sobre un recién nacido,
una madre (en estado puerperal) y una figura como el infanticidio
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derogada en nuestro sistema. Podríamos hablar por lo tanto en líneas
generales (y siguiendo jurisprudencia) de un homicidio calificado por el
vínculo; así encontramos en el artículo 80 inciso primero la siguiente
situación:
El homicidio se agrava correspondiéndola la pena de reclusión
perpetua o prisión perpetua, pudiendo aplicarse lo dispuesto por el art.
52 , por la siguiente circunstancia: el vínculo.
El que matare a su ascendiente, descendiente o cónyuge,
sabiendo que lo son.
Determina el agravante la existencia de un vínculo de sangre o el
vínculo matrimonial. El de sangre alcanza a los ascendientes y
descendientes en línea recta e ilimitada. El primero comprende al padre,
abuelo, bisabuelo, etc. Y el segundo al hijo, nieto, bisneto, etc. Pueden
ser matrimoniales o extramatrimoniales, pero no por adopción, pese a
que opiniones en contrario fundadas en que la ley de adopción creó un
nuevo estado de familia, por la razón de que esta norma no lo ha
contemplado, no obstante concurrir el mismo fundamento que se halla
en el vínculo de sangre, que es la mayor gravedad del hecho de matar a
una persona a la que está unida por un estrecho lazo parental. Se da a
este agravante el nombre de “parricidio”.
A diferencia de algunas legislaciones, la nuestra no agrava la
muerte de un hermano aunque ese parentesco debe ser tenido en
cuanta por el juzgador al tiempo de individualizar la pena (art.41).
Subjetivamente, el agravante exige un elemento cognitivo distinto
del dolo, esto es el conocimiento de que la persona a quien mató es su
cónyuge. También el parricidio exige el conocimiento del vínculo de
ascendencia y descendencia. El error de tipo excluye el dolo.
El artículo 82 prescribe que cuando concurra una agravante por el
vínculo y hubiera cometido el hecho en estado emocional excusable por
las circunstancias, la pena será de reclusión o prisión de diez a
veinticinco años.
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Etimológicamente la palabra infanticidio, proviene de los vocablos
latinos “infans” y “cedere” que significan, matar a un niño.
Este crimen aberrante fue cometido con frecuencia por las
antiguas civilizaciones del mundo, ya sea como ofrenda a sus dioses
(como por ejemplo en Fenicia o Cartago) o simplemente
abandonándolos por no querer sumarlos a su prole.
En los primitivos tiempos de Roma era el pater quien decidía el
ingreso de un nuevo filius a la familia, pudiendo ejercer el “ius
exponendi” o derecho de abandono. La Ley de las XII Tablas imponía la
obligación de dar muerte a los hijos deformes o monstruosos. Los seres
humanos no eran personas dotadas de dignidad y derechos naturales,
sino seres que debían servir al fin superior del estado. En Esparta,
nacido un niño se reunía una junta de gobierno, que decidía la vida o la
muerte de un niño, según tuviera o no las potencialidades de convertirse
en soldado. En Atenas, el propio Aristóteles aceptaba el infanticidio si
era para evitar un estado superpoblado o por razón de enfermedad. En
el año 374 se prohibió configurándolo como delito, en Roma, la matanza
de niños, aunque la norma no tuvo demasiada vigencia.
La Biblia judeo-cristiana no acepta el infanticidio.
En el moderno derecho, matar a un niño es un crimen, un
homicidio, aunque algunas legislaciones (como España, México o
Argentina) aceptaron hasta no hace demasiado tiempo atrás, la figura
del infanticidio para mitigar las penas del homicidio simple, cuando este
delito era cometido para salvar el honor de la mujer (España o
Argentina) o bajo el estado puerperal de la madre (Suiza).
El artículo 81 inciso 2 del Código Penal argentino, disponía una
pena atenuada de uno a seis años de prisión para la madre, que matare
a su hijo durante el nacimiento o bajo la influencia del estado puerperal
con el fin de evitar su deshonra. Comprendía también a los padres,
hermanos, marido e hijos que cometieran este homicidio para ocultar la
deshonra de su hija, hermana, esposa o madre. No es muy claro cuánto
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dura la influencia sobre el estado psicológico de la madre, el estado
puerperal, variando de una persona a otra. Algunos autores estiman que
dura aproximadamente cuarenta días, o cuando se produce la total
involución del útero. El 30 de noviembre de 1994, este artículo fue
derogado por la ley 24.410. Ahora es considerado como un homicidio
calificado por el vínculo, penado con reclusión perpetua, pudiendo
aplicarse los atenuantes de cualquier homicidio, si correspondiera, por
ejemplo, la emoción violenta.
Se exigía indefectiblemente el móvil del honor, por lo tanto
descartaba cualquier otro, como la extrema miseria.
En Argentina este tema volvió a ponerse en discusión cuando una
adolescente de la provincia de Jujuy, llamada Romina Tejerina, mató a
su hija recién nacida, aparentemente, según su declaración, concebida
producto de una violación. Muchas voces se alzaron en su defensa, y
hay proyectos de ley que propician la reincorporación del infanticidio,
como homicidio atenuado, al Código Penal.
Aceptan el infanticidio, el Código Penal de Brasil, que dispone en
su artículo 123, una pena atenuada de dos a seis años de detención
para la madre que matare durante el parto, o luego de él, a su hijo, bajo
el estado puerperal.
El artículo 578 del Código Penal italiano también contempla el
infanticidio, aplicándose una pena de cuatro a seis años de reclusión,
cuando el homicidio se produzca por parte de la madre, durante o luego
del parto, cuando exista abandono moral o material de la agresora.
Como consecuencia de le derogación hecho por la ley 24.210,
cuando la muerte de la criatura naciente o recién nacida es obra de la
progenitora y en estado de emoción violenta excusable, bajo la vigencia
de la ley actual se la castigará en razón de concurrir ambas
circunstancias, con la pena de reclusión o prisión de diez a veinticinco
años (art.82). si corresponde admitir la existencia de circunstancias
extraordinarias de atenuación, sumada a la del vínculo, su conducta se
20
reprimirá con una escala penal cuyo mínimo es inferior en dos años a la
de aquella otra, lo cual es de una irrazonabilidad e inquietud manifiesta,
que vicia la constitucionalidad de la primera de esas escalas.
“tratándose de materia penal, que está al margen de los intereses
individuales y corresponde a la esfera del interés público, los tribunales
pueden en los casos sometidos a su conocimiento, examinar por propia
iniciativa la constitucionalidad de las normas en cuestión y negar la
aplicación a las que considera inconstitucionales” (Núñez).
T.S.J.,Sala Penal, Sent. N° 56, 8/7/2002, “Zabala, Hilda” declaró en
ese fallo que es aplicable la regla de la clara equivocación según la cual
solo puede anularse una ley cuando aquellos que tienen el derecho de
hacer leyes no sólo han cometido una equivocación, sino que han
cometido una muy clara, “en cuyo caso, la función judicial consiste
solamente en establecer las fronteras exteriores de las acciones
legislativa razonable.” “No se trata de controvertir por los jueces el
mérito, la conveniencia o discrecionalidad de los legisladores en la
fijación de la escalas penales, sino de reparar el error a través del
remedio con que el Poder Judicial cuenta para restablecer los principios
constitucionalmente en juego, entre los que se encuentran el principio
de igualdad y el de proporcionalidad de la pena con la culpabilidad.
Cuando ello ocurre debe apartarse del mínimo hasta lograr una pena
adecuada a las culpabilidad del hecho”.

MODIFICACION DEL ARTICULO 81 DEL CODIGO PENAL PARA


INCORPORAR LA FIGURA DEL INFANTICIDIO1

1
En cambio, supone una pena reducida de tres a seis años cuando ocurre cuando la madre está
en estado puerperal (puerperio: alteraciones psicofísicas tales como desequilibrio hormonal y
21
Artículo 1º - Incorpórase como inciso 2º del artículo 81 del Código
Penal el siguiente texto: "Se impondrá prisión de seis meses a tres años
a la madre que matare a su hijo durante el nacimiento o mientras se
encontrara bajo la influencia del estado puerperal".
Analicemos de esta forma las dos variantes que presenta la
comisión de este delito:
a). Durante el parto y;
b). Bajo la influencia del estado puerperal.
Al infanticidio, dígase de paso, se puede llegar por omisión
o comisión conforme a la conducta de la agente y en la forma que
señala la Dogmática de la Parte General del Código Penal sustantivo.

EL ESTADO PUERPERAL2.- Son las perturbaciones o


impulsos que se producen en la mujer que está dando a luz o que ha
dado a luz y que deben estimarse como integrativas de un estado
especial obnubilativo o crepuscular. Son alteraciones o perturbaciones
de fuerte contenido emotivo; pero, que en ningún momento llegan al
límite del trastorno mental transitorio completo y no privan a la madre
homicida del conocimiento de la criminalidad de su acto o de la
dirección de sus acciones, o sea que la agente activo sigue siendo
imputable. Su duración es variable y se prolonga hasta la restitución del
organismo a su estado normal, es decir anterior al embarazo. En cuanto
a este último aspecto, las opiniones de los expertos se encuentran
totalmente divididas, no siendo necesario profundizar ya que no es el
punto de nuestra inquietud. Sin embargo es tal vez oportuno mencionar

trastornos nerviosos propios del embarazo y del alumbramiento), representando, por lo tanto, un
menor nivel de culpabilidad.
Salvo Haití y República Dominicana, que asocian el infanticidio con la pena de muerte, el resto
de América latina cuenta con esta figura en su Código Penal. En la Argentina la figura del
infanticidio que establecía una pena de hasta seis años fue derogada en 1994.
2
Período que va desde el parto a la regularización del ciclo menstrual de la madre,
calculándose en promedio que esto se produce a los 45 días del nacimiento del bebé.
22
que nuestra ley no señala plazos y en cada caso específico con los
elementos de prueba que la ciencia pone al alcance del hombre se
podrá determinar su duración y su influencia.
ESTADO PUERPERAL – SU IMPORTANCIA EN EL INFANTICIDIO
-Luego del embarazo y alumbramiento, la mujer experimenta lo
que se llama “etapa puerperal” que se caracteriza porque en este
periodo, el organismo recobra su aptitud para concebir y paulatinamente
van desapareciendo todas las modificaciones que ha experimentado el
cuerpo de la mujer durante la gestación del bebe.
-Desde un punto de vista jurídico, se emplea la expresión “estado
puerperal” en un sentido de alteración patológica de las facultades
mentales de la mujer, lo cual no es correcto, puesto que de ser asi, la
mujer caería bajo la condición de inimputabilidad frente a la posible
hipótesis de concretar el delito denominado infanticidio. Es importante
recalcar que la “etapa puerperal” se divide en puerperio mediato (que
empieza luego del alumbramiento y dura 24 hs) puerperio propiamente
dicho (la primer semana luego del parto) y puerperio dejado (que se
extiende desde la primer semana hasta que se produzca la nueva
menstruación de la mujer, lo cual sucede entre los 40 y 50 dias
siguientes al parto).
-Se entiende por Infanticidio a la muerte causada al neonato
(recien nacido) dentro de las siguientes 72 horas a su nacimiento, por
alguno de sus ascendientes consanguineos (padres o abuelos). Es
importante aclarar que no se debe confundir con el aborto, en la medida
en que, al hablarse de Infanticidio, se entiende que el individuo de la
especie humana ha abandonado el claustro materno (el hijo ha salido
del cuerpo de la madre); mientras que en el aborto, el hijo aún se
encuentra dentro de las entrañas de la madre y su vida depende de ella.
-Si bien hemos aclarado en párrafos anteriores, que la etapa
puerperal es un estado patológico que experimentan las mujeres que
acaban de dar a luz, debemos aclarar que tal situación de disminución
23
psicológica puede ser agravada por: haber resultado el embarazo de
situaciones / experiencias traumáticas para la mujer, como haber sido
fruto de una violación o bien estar en un entorno que genera gran
influencia en la psiquis de la mujer luego de haber dado a luz;
situaciones que pueden tener como desenlace final que al nacer el niño
la madre lo mate.

DURANTE EL PARTO.- Dice el profesor Roy Freyre en su


texto ya citado que parto, es la terminación normal del embarazo.
Médicamente es un periodo más amplio que el nacimiento, ya que éste
es una etapa de aquél. El nacimiento comienza cuando una parte del
infante asoma al exterior y termina cuando el niño ha sido expulsado
totalmente del claustro materno.
El maestro afirma que la expresión “Durante el parto”, que
emplea Nuestro Código Penal debe ser interpretado como sinónimo de
Durante el Nacimiento, superándose de esta manera un error de técnica
al incluir en el cuerpo legal citado un término que corresponde la ciencia
de la Medicina.
Ernesto García Maañón, en su libro “Aborto e Infanticidio”
señala que la expresión “Durante el nacimiento” implica nada más ni
nada menos que establecer el límite entre feto y Persona; y Ricardo
Núñez sostiene que el nacimiento comienza con el proceso de expulsión
de la criatura del seno materno.
La definición de términos que venimos haciendo no tiene
sino que conducirnos a un entendimiento cabal del artículo que se
quiere comentar o interpretar, por esa razón es necesario que
estudiemos el citado artículo en una forma integral y completa tratando
de entender lo que quiere decir nuestro Código Penal en su artículo
ciento diez al configurar el delito de infanticidio y es necesario para
lograr una aproximación más íntegra a nuestro objetivo saber con
exactitud a donde nos conduce cuando emplea términos que nos llevan
24
a dos modalidades de comisión o las dos hipótesis que dice el maestro
Roy Freyre en su obra citada: “Durante el parto o bajo la influencia del
estado puerperal”.
Para aproximarnos al requisito “durante el parto” creemos
necesario plantearnos algunas interrogantes que nos servirán de
introducción; Así: ¿ Puede matar una madre a su hijo que está naciendo
sin encontrarse bajo la influencia del estado Puerperal?. Si esto ocurre,
entonces ¿ Por qué le mata?. Si una madre mata a su hijo que está
naciendo sin encontrarse bajo la influencia del Estado Puerperal ¿ sería
infanticidio el delito cometido y la autora estaría privilegiada con una
pena atenuada?. La contestación a estas preguntas constituye el tema
principal de este trabajo.
Problema importante que debe aclararse en torno a esta
circunstancia es el responder a la pregunta de ¿cuándo empieza y
cuando termina el parto?
Por nuestra parte entendemos que el parto es un momento
específico del proceso del nacimiento, ahora bien el parto natural se
inicia con las primeras contracciones del útero y termina con la total
separación del nuevo ser del vientre de su madre. Dentro del parto
natural, si las contracciones son provocadas, con aquel primer acto de
provocación se iniciaría el parto. El parto artificial (cesárea), se inicia
cuando se empiezan a ejecutar las técnicas propias del procedimiento
quirúrgico, hasta que el nacisturus es extraído y separado
completamente del vientre de su madre. Entendemos con GRAVEN (),
que "de manera tan simple como racional que los términos 'durante el
parto' (in ipso partu) no se refieren a la expulsión misma del infante del
cuerpo materno, al proceso 'externo', sino a todo el proceso del parto,
desde el comienzo de las contracciones y de los 'dolores', o sea desde el
inicio real del proceso 'activo' con su fase 'interna' que conduce
normalmente al nacimiento".

25
Nuestra adhesión a considerar que es partir de las primeras
contracciones del útero, el límite mínimo de protección de la vida en el
infanticidio, gira en relación, principalmente, de criterios de política
criminal que pretenden no dejar vacíos en la protección del bien jurídico
vida frente a conductas imprudentes durante aquella fase 'crítica' del
parto, que serían impunes toda vez que el aborto culposo no se persigue
penalmente; es importante esta consideración como dice Hurtado (),
porque es decisivo el criterio de política criminal que se adopte ya que
no se está solamente frente a un asunto de mera medicina legal, ni de
precisar una supuesta verdadera voluntad de la ley.
El infanticidio es una figura penal atenuada en nuestro catálogo
Penal Sustantivo, en casi todas las legislaciones del mundo y a través de
la historia conforme se aprecia de la lectura del Código de Justiniano y
significa conforme a sus raíces etimológicas la muerte violenta de un
niño nacido o próximo a nacer. La descripción típica de esta figura penal
no es igual en todas las legislaciones, así en los códigos extranjeros
predomina la “Fórmula Helvética”, esto es el infanticidio “Honoris causa”
que quiere decir que únicamente comete infanticidio la madre que mata
a su hijo durante el parto o bajo la influencia del estado puerperal, pero
para ocultar su deshonra. El maestro Levenne en su libro “El delito de
Homicidio” comentando el Código Penal Argentino afirma
categóricamente “Que si falta la honoris causa el hecho resultaría
agravado por el parentesco”. Lo que se viene comentando constituye un
infanticidio Honoris Causa Puro y el ejemplo típico de lo mencionado lo
constituye el artículo ochentiuno inc. dos del Código Penal argentino el
mismo que afirma “que la madre que mata a su hijo para ocultar su
deshonra....” Etc. comete el delito de infanticidio, por esa razón el móvil
de este delito en dicha legislación es de orden Psicológico constituido
por factores subjetivos que actúan en la mente de la madre que
consciente y deliberadamente la impulsan a realizar un hecho
repugnante a su instinto maternal. Estos factores son el producto de la
26
circunstancias reunidas en ese pre - juicio y en contra del deseo y de la
necesidad para su existencia personal: de mantener el concepto de la
buen fama de mujer honrada que hasta entonces cree merecer ante el
medio ambiente, de su familia y de sus actividades. Este tipo de
infanticidio requiere de algunos requisitos: Que la mujer goce de buen
concepto desde el punto de vista sexual, que ese concepto sea externo
o público, que goce de honestidad y otros. Lo que se menciona
últimamente nada tiene que ver con el estado civil de la mujer, la misma
que puede ser soltera, casada, viuda, etc.
La Ley, dice Levene comprende entonces la lucha de conciencia de
la mujer que se vuelve infanticida ex - impetu pudoris por temor a la
intolerancia social.
Es importante aproximarse algo más al punto que causa inquietud.
Se dijo que el Código Penal, señala dos modalidades de comisión del
delito de infanticidio: Durante el parto y bajo la influencia del Estado
Puerperal. El profesor ¨Peña Cabrera abarca en un solo concepto las dos
hipótesis que contiene el citado dispositivo y sostiene que la madre
mata a su hijo durante el parto por la influencia que ejerce en su
organismo los trastornos originados por este o por el estado puerperal,
como si fuera una sola hipótesis, sin tener en cuenta que son dos las
que nos señalan las formas de comisión de la ilicitud estudiada. Ahora
bien si la mujer que mata a su hijo después que este ha nacido sin
encontrarse bajo la influencia del estado puerperal ¿ Cuál sería el motivo
por el que la ley que la privilegia esta figura? O por qué la madre mata a
su hijo que está naciendo o durante el parto sin encontrarse bajo la
influencia del estado puerperal?. La respuesta deviene en lógica y única:
por temor o por ocultar su deshonra esto es por motivos de honor y no
por los trastornos originados por el parto como indican los maestros que
se han mencionado ya que estos trastornos son propios del estado
puerperal. Así el maestro Bonnet afirma que obstetricamente
considerado el puerperio representa el periodo de tiempo que
27
transcurre entre el momento del parto y el reinicio del ciclo menstrual. A
su vez García Maañon citando a Eusebio Gómez, y a Nerio Rojas dice
que embarazo, Parto y Post - Parto se denomina puerperio.
El profesor Quintana Ripollés, señala que la razón del privilegio
penal de la figura del infanticidio se encuentra unas veces en el móvil
del ocultamiento de la deshonra y otras en la perturbación del ánimo
subsiguiente al parto. Estima también que el sistema latino caracteriza
al infanticidio por el móvil del ocultamiento de la deshonra, mientras que
el sistema germánico considera como el móvil del infanticidio el estado
puerperal. Se debe entender que el sistema latino puede tener como
sujetos activos del infanticidio no solamente a la madre, sino a los
familiares cercanos de la parturienta, mientras que el sistema
germánico restringe de modo exclusivo a la madre por ser naturalmente
esta única susceptible de sufrir los trastornos del estado puerperal.
Nuestro Código Penal en sus dos modalidades limita el sujeto activo de
la ilicitud estudiada a la madre únicamente.
El móvil de ocultar la deshonra, es más bien de orden psicológico y
comprende por supuesto factores subjetivos que son los que actúan en
la mente de la madre y en estado consciente y deliberado la impulsan a
realizar el hecho repugnante a su instinto maternal.
Por eso como le afirmaba discrepo de las opiniones de los
maestros peña Cabrera y Roy Freyre, creyendo que la redacción que usa
nuestro Código Penal en el artículo ciento diez, es más feliz, mucho más
amplia, más moderna y más adaptada a las circunstancias sociales de
nuestra realidad y abarca no solamente el estado fisiológico de la madre
que actúa bajo la influencia del estado puerperal, sino también el estado
psicológico al comprender al móvil del honor como el que también
conduce a la madre a dar muerte a su hijo durante el parto.
Gozales Raura, afirma que faltaría el móvil de evitar la deshonra si
la madre es una prostituta, si ha tenido otros hijos en análogas
circunstancias o si tenía conocimiento de que la deshonra era ya
28
conocida; para que el empleo de esta modalidad sea una forma de
infanticidio es necesario como afirma Mancini que se trate de una mujer
sexualmente honesta o tenida por tal y que su estado de gravidez o
alumbramiento no fueran conocidos o que ella creyera que no lo son.
Existen algunas ejecutorias extranjeras que explican que para que el
móvil del honor se de o se cumpla debe reunir algunos requisitos como
son: la edad de la autora, estado de soltería o clandestinidad de sus
relaciones sexuales, el ocultamiento del embarazo y otros, estas
ejecutorias también definen el concepto de honra en el infanticidio y
afirman que no es el ocultamiento de una honra sexual, sino de una
honra especial que se refiere al crédito de que puede gozar una mujer
dentro del medio social en que vive o se desenvuelve.
El presente proyecto tiene como objetivo reincorporar la figura del
infanticidio en nuestra legislación penal.
El infanticidio fue derogado en 1994 mediante la ley 24.410, lo
cual ha implicado que todos los supuestos en que la madre da muerte a
su hijo (filicidio) constituyan un homicidio agravado por el vínculo, al
cual le corresponde una pena privativa de la libertad perpetua (art. 80
del Código Penal), a menos que se considere que están presentes las
circunstancias extraordinaria de atenuación determinando que la escala
penal aplicable es de 8 a 25 años de privación de la libertad.
Consideramos que esta respuesta punitiva es desmesurada
violentado el principio de proporcionalidad que debe existir entre la
pena aplicable y el reproche al autor por el delito cometido. Podemos
citar a Luigi Ferrajoli cuando asevera que "El hecho de que entre pena y
delito no exista ninguna relación natural no excluye que la primera deba
ser adecuada al segundo en alguna medida".
Debe valorarse que Raúl Eugenio Zaffaroni, integrante de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación y destacado jurista en el ámbito del
Derecho penal, ha cuestionado la derogación de la figura del infanticidio.
Al respecto, ha afirmado que "Hay algunas reformas penales que me
29
han causado pánico y sobre las cuales quisiera advertir, sobre todo
porque hay una triste realidad latinoamericana. Me refiero
fundamentalmente a la figura de 'homicidio privilegiado de infanticidio'.
En algunos de nuestros códigos se usaba alguna expresión, que
naturalmente es necesario suprimir, en razón de lo absurdo que resulta
en nuestros días. En el Código argentino se hablaba del infanticidio
como la muerte del niño durante el nacimiento bajo los efectos del
estado puerperal o para ocultar la deshonra. Eso de ocultar la deshonra
es algo pasado de moda, algo verdaderamente bochornoso que había
que eliminar. Pero de ahí a eliminar el infanticidio hay una distancia
grande. ¿Qué se hizo? Se eliminó el tipo 'privilegiado de infanticidio', con
lo cual la conducta que antes tenía una pena máxima de cinco a seis
años, pasa a tener prisión o reclusión perpetua, por ser un parricidio,
homicidio del pariente, un homicidio calificado". Agrega que "el
infanticidio tiene una realidad terrible por lo menos en mi país. Es un
delito muy raro en la Ciudad de Buenos Aires, es muy raro en los centros
urbanos, es un delito que por regla general se comete en provincia.
¿Quién es normalmente sujeto activo? Son mujeres de muy escasa
instrucción con unos antecedentes culturales de bastante aislamiento,
algunos casos de debilidad mental superficial, otros casos de
condicionamiento cultural de aislamiento, muy escasa capacidad de
comunicación, muy escasa capacidad de expresarse, de comunicarse y
que tienen partos en soledad, en baños, y los productos van a dar a
pozos ciegos. Es decir, son casos más necesitados de una urgente
asistencia social, psicológica y a veces hasta psiquiátrica que de
punición. Llevar estos casos trágicos a una pena de reclusión o de
prisión perpetua me parece algo verdaderamente terrible". De modo
que advierte con claridad la desproporcionada intervención del sistema
punitivo en estos casos.
Su opinión es compartida por otras especialistas, como Haydée
Birgin, presidenta del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, que
30
ha considerado que "El infanticidio es más común de lo que se cree,
especialmente en el norte argentino, de parte de chicas violadas,
abusadas sexualmente. Fue una barbaridad sacarlo del Código Penal.
Fue una reforma apresurada".
Debe señalarse que el infanticidio es una figura que se encuentra
prevista en varios de los códigos penales latinoamericanos (por ejemplo:
Bolivia, Uruguay, Venezuela, Perú, Brasil y Chile). La solución es similar
en cuanto a la respuesta, ya que se prevé una escala penal atenuada en
relación con el homicidio.
La redacción propuesta recoge el texto derogado por la ley 24.410
manteniendo la referencia al estado puerperal que fue largamente
analizado por la jurisprudencia y la doctrina nacional. A la vez, hemos
decidido eliminar del tipo penal la finalidad de la madre de evitar su
deshonra, considerado un elemento subjetivo distinto al dolo.
Entendemos que esta referencia es completamente anacrónica en la
sociedad actual y puede limitar la aplicación de esta figura atenuada
sobre la base de prejuicios morales del juzgador.
En virtud de estos fundamentos, proponemos la aprobación de
este proyecto de ley.

31
El caso de Romina Tejerina3 fue un punto de inflexión en la
historia de la figura jurídica del infanticidio. Derogada por Carlos Saúl
Menem durante su presidencia, en 1994, desde que en 2003 la joven
jujeña fuera condenada a 14 años de prisión por matar a su hija recién
nacida en el baño de su casa, el mismo lugar donde la había parido,
muchos abogados, jueces y legisladores comenzaron a plantear la

3
FALLO COMPLETO:
Ref. Expte. Nº 29/05: "Romina Anahí Tejerina, homicidio calificado, San Pedro".- - - - - - - - - - - - -
---------
En la Ciudad de San Salvador de Jujuy, Departamento Dr. Manuel Belgrano, Capital de la
Provincia de Jujuy, República Argentina, a los veintidós días del mes de junio de dos mil cinco,
siendo horas nueve, se reúnen en la Sala Segunda de la Excma. Cámara Penal, los señores
Vocales titulares doctores ANTONIO LLERMANOS, HECTOR CARRILLO y ALFREDO JOSE FRIAS,
bajo la Presidencia del primero de los nombrados, en cumplimiento de lo resuelto en el punto III
de la parte dispositiva leída en la audiencia de vista y en concordancia con lo dispuesto por el
Art. 413 del C .P. Penal.-
El Dr. ANTONIO LLERMANOS, dijo:
Se procesa en esta causa a ROMINA ANAHI TEJERINA, sin sobrenombre ni apodo, D.N.I. Nº
29.931.948, Argentina, soltera, estudiante, con estudios secundarios incompletos, no procesada
anteriormente, nacida el 24 de junio del año 1983 en San Pedro de Jujuy, Provincia de Jujuy, hija
de Florentino Tejerina y de Elvira Baños, domiciliada en calle Polonia Nº 95 "A" del Barrio Santa
Rosa de Lima de la Ciudad de San Pedro de Jujuy; por la supuesta comisión del delito de
homicidio calificado, previsto y penado en el art. 80 inc. 1º del Código Penal. Por igual encuadre
legal, el señor Agente Fiscal formula requerimiento de elevación a juicio, atento lo dispuesto por
el art. 342 del C. P. P. (fs. 527/528).-
De la existencia del hecho y autoría:
El hecho traído a examen habría ocurrido de la siguiente manera: El día 23 de febrero de
2003, la procesada Romina Anahí Tejerina en el domicilio de su hermana, sito en calle Polonia Nº
95 “A” del Barrio Santa Rosa de Lima de la Ciudad de San Pedro de Jujuy, aproximadamente a
horas 08:00, dio a luz una criatura de sexo femenino en el baño del mencionado domicilio, la
cual cayó en el inodoro. Luego de limpiarse colocó a la recién nacida en una caja de cartón, y
con una hoja de metal (de cuchillo Tramontina) de aproximadamente once centímetros de largo,
le infringió, a través de la caja, diferentes heridas punzo cortantes referidas en informe médico
de fs. 12 y 64. Luego es traslada hasta el Hospital Páterson del lugar y posteriormente derivada
al Hospital Pablo Soria de esta Ciudad, en donde fallece el día 25 de febrero de 2003 a causa de
las heridas producidas.-
En audiencia de vista de causa la procesada Romina Anahí Tejerina, expresa que no desea
prestar declaración.-
32
necesidad de recuperar esa figura. La Cámara de Diputados dio un
importante paso en ese sentido hace unas semanas, cuando la
Comisión de Legislación Penal le dio dictamen a un proyecto de la
kirchnerista Diana Conti.
El dictamen aprobado lleva la firma de legisladores de distintos
bloques: Fernanda Gil Lozano (CC), Ricardo Gil Lavedra y Elsa Alvarez
(UCR), Liliana Parada (Proyecto Sur), Carlos Kunkel, Oscar Albrieu y
De la prueba receptada durante el curso del debate y correlacionada la misma con la
producida en autos, se infiere sin lugar a dudas que los hechos investigados existieron, y desde
ya, adelantando una opinión, afirmo que la encartada Romina Anahí Tejerina debe responder
penalmente por el delito de homicidio calificado por el vínculo, mediando circunstancias
extraordinarias de atenuación, en los términos del art. 80 inc. 1º y último párrafo de la misma
norma, contenida en el Código Penal de la Nación.-
Los elementos de convicción en apoyo de lo sustentado son altamente contundentes y
significativos. Ello es así, ya que a fs. 1/2 vta. tenemos el acta iniciando actuaciones sumarias, en
donde la prevención policial toma conocimiento del ingreso de las protagonistas al hospital, y
dirigiéndose al domicilio donde se habrían producido los hechos, secuestran diferentes restos de
papel y paños manchados con sangre, ropa interior de la procesada, y una hoja de cuchillo; en
donde además se da cuenta que no se encuentran restos de sangre en el baño, ya que al
parecer recién habían hecho limpieza. Dejando constancia de ello también con el croquis que
rola a fs.3 y 317, y las correspondientes tomas fotográficas efectuadas en el lugar.-
Así también, tenemos lo relatado por la Dra. Teresa Hormigo, quien dijo que Romina le
manifestó que fue un embarazo no querido y ocultado; que hubo conciencia de realizar el hecho,
no estaba alterada, no hubo pérdida de conciencia. Descarta el episodio psicótico agudo porque
no había delirios. Esto mismo es sostenido por el Dr. César Burgos quien refiere que la procesada
sabía lo que hacía, no había alteración mental, ni delirios, ni alucinaciones y que de acuerdo al
examen realizado determina que no existió psicosis aguda. Por su parte la Dra. Mabel Sánchez
nos refiere que no se determinaron alteraciones morbosas en Romina, no hubo un episodio
psicótico, no hubo alucinación ni delirios.-
Así las cosas, tenemos que la procesada Romina Anahí Tejerina tenía conocimiento de su
embarazo, y esto es corroborado y sustentado por las diferentes testimoniales de sus amigas,
quienes durante el debate dijeron que Romina les contó de ello, como ser Cintia Lucía Rodríguez
y Fernanda Rosa Pacheco y por las mismas versiones de ésta última, quien además dijo que la
procesada no quería tener el bebé.-
Cabe recordar en este análisis, que la prueba testimonial requiere de una valoración
rigurosa. Que en materia testimonial rige la sana crítica racional. Este sistema se caracteriza, por
la inexistencia de disposiciones legales que predeterminan el valor conviccional de los
elementos probatorios. La valoración de éstas, quedan exclusivamente en manos del juzgador
quien podrá extraer libremente sus conclusiones a condición de que, para llegar a ella, respete
33
Alejandro Rossi (FpV), y Horacio Alcuaz (GEN). Cristian Oliva, del Frente
Cívico por Santiago, firmó en disidencia parcial.
La iniciativa plantea una atenuación de la pena para la mujer que
mate a su hijo durante el nacimiento o mientras dure el estado
puerperal. El castigo previsto va de seis meses a tres años de cárcel,
con lo cual el delito sería excarcelable.

las reglas que gobiernan el razonamiento humano: lógica, psicología y experiencia común
(Caferata Nores "La Prueba en el Proceso Penal" Pág. 125).-
Por otra parte, es conveniente tener presente siempre, que el juicio no se refiere a los
datos tomados en si mismos, o simplemente sumados; sino al ligamen, al nexus que los une, que
los aprieta en un conjunto, según la fórmula scire est scire per nexus (saber, es saber por
relaciones).(Giovani-Brichetti "La Evidencia en el Derecho Procesal Penal" Pág.42).-
El hecho traído a examen queda hartamente comprobado mediante la autopsia realizada
por el Dr. Fabián Abel Vera, cuyo informe rola a fs.129/131, donde se da cuenta de las heridas
que presentara la víctima y la causa de muerte. Lo que queda más que ilustrado con las
diferentes tomas fotográficas del cuerpo de la recién nacida y que rolan a fs.132/137.-
A mayor abundamiento, podemos decir, que la víctima del hecho, nació con vida, y ello se
demuestra no sólo por los propios dichos de la procesada en su indagatoria, al decir que la
escuchó llorar, sino también por los informes médicos dando cuenta a fs. 12 que se realizan
maniobras de reaminación, y al agravarse la situación del neonato, se lo traslada hacia el
Hospital Pablo Soria de esta Ciudad, donde luego de su atención, finalmente fallece.-
Ahora bien, el vínculo entre la víctima y la procesada, por el cual se agrava la figura penal,
queda por demás comprobado, no sólo por el certificado de nacimiento cuyo nombre fue Socorro
Milagros Tejerina, y por el de defunción que rolan agregados en autos, sino también por los
distintos informes médicos de fs. 11 y 39, donde se da cuenta que la procesada tuvo un parto
domiciliario y presenta distintas lesiones producto del mismo. Asimismo, la Dra. Mónica Pilli en
su informe de fs. 12 y vta. refiere que la bebé permanece con cordón umbilical y unido a la
placenta. Todo esto nos lleva a la determinación que fue Romina Anahí Tejerina quien dio a luz a
la recién nacida víctima. A más de ello también se cuenta con la historia clínica de ambas y que
rolan a fs.95/114.-
Queda así determinado el vínculo de parentesco entre la víctima y la procesada, toda vez
que aquélla resulta ser hija de ésta, con lo cual la figura de homicidio, se agrava por el vínculo
existente. Así también, queda determinado, que el bien jurídicamente protegido por esta figura
penal -la vida- se encuentra vulnerado, circunstancia corroborada por el certificado de defunción
correspondiente.-
Lo manifestado por la procesada Romina Anahí Tejerina a Fs.91/93, en un vano intento
exculpatorio, pretendiendo deslindar su responsabilidad en el hecho que se le imputa, se ven
desvirtuados por los demás elementos de convicción que obran en autos, sus dichos no alcanzan
34
Desde su derogación, casos como el de Tejerina se consideran
como homicidio agravado por el vínculo, lo que implica una pena de
prisión perpetua. De la única manera en que la Justicia puede dar una
escala de penas de entre 8 y 25 años de cárcel es si se comprueba que
hubo atenuantes. En la causa Tejerina se consideró un atenuante su
precaria situación familiar. No se tuvo en cuenta que el embarazo,

para destruir el cuadro probatorio producido -por el contrario se muestra confesa- el argumento
de que no recordaba nada y que sólo fueron dos puñaladas, las inferidas a la bebé, queda por
demás desacreditado, como ya dijéramos, por los diferentes informes y pericias médicas.-
La materialidad y autoría del ilícito por parte de la inculpada, se infiere de los testimonios
rendidos en la vista de causa y en relación estrictamente a las circunstancias de tiempo, modo,
lugar y persona, que nos acreditan la real existencia del hecho y responsabilidad por parte de la
encartada.-
Queda así confirmada la existencia del hecho y la autoría por parte de la procesada, toda
vez que se dan los elementos de convicción necesarios, para concluir que el obrar fue doloso y
que la misma es merecedora de reproche penal.-
Las consideraciones precedentemente expuestas, resultan útiles, a los fines del análisis
que seguidamente paso a desarrollar, en orden a diversas cuestiones que nos permiten la
correcta dilucidación del hecho traído a resolución del Tribunal.-
De algunos aspectos que hacen a la responsabilidad penal.-
Voy a efectuar el análisis de la prueba colectada durante el curso del debate,
correlacionando la misma con la existente en autos y válidamente incorporada, y que ya fue en
alguna medida merituada al desarrollar y reconstruir el hecho histórico objeto del proceso. Para
ello vamos a seguir el método de la sana crítica, entendiendo por tal el conjunto de normas de
criterios basadas en pautas de la lógica, la experiencia y la psicología, y aún del sentido común
que aunadas llevan al convencimiento, y que constituyen reglas del recto entendimiento humano
en un todo de acuerdo con las normas procesales que informan la materia; “Pues en recoger la
prueba y comprobar la verdad consiste el duro oficio de juzgar” (Amilcar Mercader, citado por
Santiago Sentís Melendo. Revista Argentina de Derecho Procesal Iberoamericana, Madrid 1971,
pág. 503).-
A riesgo de incursionar en repeticiones que pueden resultar sobreabundantes, estimo
oportuno puntualizar algunos aspectos de puro derecho que nos determinan y refuerzan la real
existencia de los hechos motivo de análisis, y que fueran desarrollados con anterioridad, a saber,
verbigracia: En el caso, a todo evento hemos sostenido que estamos en presencia de la muerte
de un recién nacido, tales extremos se encuentran acreditados debidamente. Sin embargo, cabe
recordar la prueba del nacimiento y muerte de las personas según nuestra ley civil, y ello resulta
útil desde que la defensa en más de una oportunidad, y en un vano intento exculpatorio,
pretendió mostrar o hacer aparecer la conducta antijurídica y culpable de la prevenida, como
35
según los dichos de la joven, habría sido fruto de una violación por parte
de un vecino.
La reincorporación del infanticidio en el Código Penal es
reclamada desde hace años por movimientos feministas y de derechos
humanos, y por juristas entre los que se destaca el juez de la Corte
Suprema Eugenio Zaffaroni, como antes mencionamos. También varios
legisladores presentaron proyectos tendiendo a ese fin. El que más
atentatoria de una persona concebida en el seno materno –diciendo de feto -, sin dejar de
advertir que este tiempo ya había sido superado, dando paso al nacimiento con vida, art. 70 del
Código Civil: “Desde la concepción en el seno materno comienza la existencia de las personas; y
antes de su nacimiento pueden adquirir algunos derechos, como si ya hubiesen nacido. Esos
derechos quedan irrevocablemente adquiridos si los concebidos en el seno materno nacieren con
vida, aunque fuera por instantes después de estar separados de su madre”. A propósito, de
particular relevancia resulta la nota a esta norma que nos ilustra acabadamente: “Savigni reúne
toda la doctrina del derecho romano sobre la materia en los términos siguientes: 1) Es preciso
que el hijo sea separado de la madre; 2) Separado completamente; 3) Que viva después de la
separación; ...”.-
Como ya se expresara con anterioridad, estos extremos se encuentran hartamente
probados, atento el mérito de la prueba ya desarrollada.-
Asimismo, y por otra parte, cabe expresar lo reglado por los arts. 79 y 80 del Código Civil,
cuando nos dice: “El día del nacimiento, con las circunstancias del lugar, sexo, nombre, apellido,
paternidad y maternidad, se probará en la forma siguiente: De los nacidos en la República, por
certificados auténticos extraídos de los asientos de los registros públicos... o por el modo que el
gobierno nacional en la capital, y los gobiernos de provincia determinen en sus respectivos
reglamentos”, así también el art. 104 del mismo ordenamiento nos expresa: “La muerte de las
personas, ocurrida dentro de la República, en alta mar o en país extranjero, se prueba como el
nacimiento en iguales casos”.-
Teniendo en cuenta la normativa precedentemente señalada, advertimos que en el caso
traído a juzgamiento, se encuentran agregados en autos los instrumentos que remitiera
oportunamente el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, consistente en
certificado de nacimiento y acta de defunción, de quien resultara víctima en el suceso objeto del
presente proceso.-
Tengo por probado el evento criminoso en que perdiera la vida, la menor recién nacida de
nombre Socorro Milagros Tejerina, a manos de su propia madre, doña Romina Tejerina quien le
asestó más de dieciocho puñaladas, luego de introducirla en una caja de cartón. Como
consecuencia de tamaña agresión, la recién nacida fue trasladada y asistida en el Hospital
Páterson de la Ciudad de San Pedro, y luego derivada a esta Ciudad Capital quedando internada
en el Hospital Pablo Soria, donde pese a los cuidados y esfuerzos realizados por los galenos
intervinientes, dejó de existir a las cero horas del día 25 de febrero del año 2003, vale decir, a
36
cerca estuvo de llegar al recinto fue el que ahora Conti volvió a
desplegar: en diciembre del año pasado estaba en condiciones de ser
votado dado que había obtenido dictamen en las comisiones de
Legislación Penal y Familia, pero al finalizar el año perdió estado
parlamentario.
Ni bien iniciado el nuevo período de sesiones, la diputada
kirchnerista volvió a presentarlo y a mediados de junio Legislación Penal
poco menos de cuarenta y ocho horas de su exigua existencia.-
El Ministerio Público Fiscal en su alegato, desmenuzó y valoró todos los elementos fácticos,
vale decir, en orden a las circunstancias de lugar, tiempo y modo en que se sucedieron los
hechos, de igual forma lo hizo con la prueba de pericias médicas, informes y documental,
considerando y sosteniendo la acusación de primera instancia, encuadrando la conducta de la
encartada en las previsiones del art. 80 inc. 1º del Código Penal, homicidio agravado por el
vínculo, estimando por otra parte, que no existen circunstancias extraordinarias de atenuación,
solicitando finalmente para la misma la pena de prisión perpetua.-
A su turno, la defensa consideró y puso énfasis en que su defendida al momento del suceso
padecía de un stres post traumático producto de un ataque sexual (violación), que la llevó a un
estado de psicosis aguda al momento del nacimiento de la criatura. Tal estado importaba la
pérdida de conciencia y la falta de comprensión de la criminalidad del acto ejecutado, vale decir,
como consecuencia de ello su voluntad estaba viciada, no pudiendo dirigir sus acciones. En lo
fundamental, advertimos –como se expresara- tres elementos en que se basa la postura
exculpatoria, en un vano intento, tendiente a demostrar la falta de responsabilidad en el evento
criminal que protagonizara, elementos que a la postre no tendrán la suerte de prosperar, desde
que desgraciadamente para la defensa se frustran, a poco que se repare y advierta la endeble
consistencia en que se basan y motivan, desde que no acompañan prueba alguna en apoyo de
los mismos, siendo poco menos que una mera enunciación o expresión de deseos que sólo
tienen cabida en la imaginación de quien los menciona.-
Sabido es que, quien alega determinadas circunstancias o estado, debe acompañar la
prueba de que intenta valerse, no siendo suficiente su mera mención o enunciación, sino los
motivos en que se fundan y que lo tornan verosímiles, o mas o menos creíbles, no bastando por
cierto la mera alegación.-
En apoyo de lo sustentado, bien resulta oportuno citar a Giovanni Brichetti en su obra –ya
mencionada- “La evidencia en el Derecho Procesal Penal”, pág. 29, cuando nos dice: “que el
objeto de toda investigación no debe ser una tesis que se quiera demostrar, sino la verdad que
se quiere descubrir. Es observación antigua que el hombre esta más dispuesto a deformar los
hechos para adaptarlos a las teorías, que a modificar las teorías para adaptarlas a los hechos.
Escribía con claridad Galileo que hay personas que no deducen la conclusión de las premisas, ni
la establecen por las razones, sino que acomodan o por mejor decir, desacomodan y resuelven
las premisas y las razones a sus ya establecidas y afirmadas conclusiones”.-
37
lo aprobó de nuevo. Para que esté en condiciones de ser puesto a
debate en el pleno de Diputados deberá tener el visto bueno de la
Comisión de Familia. Según fuentes del despacho de Claudia Rucci, su
titular, se tratará en la segunda reunión de aquí en adelante que tenga
Familia.
La diputada Fernanda Gil Lozano sostuvo que la importancia de la
inclusión de la figura del infanticidio tiene que ver con “dar derechos

En efecto, se habla de feto, del aborto que se dice tuvo lugar, ya con anterioridad hemos
analizado y probado rotundamente la infundada pretensión. Otra de las banderas que levanta la
defensa se encarna en una supuesta violación, nada más ilustrativo y convincente para sostener
que tal hecho ilícito nunca tuvo lugar, que la documental agregada por cuerda floja; Expte. Nº
5872/03, caratulado: “Vargas, Eduardo Emilio, p.s.a. de abuso sexual con penetración, San
Pedro”, en donde el sometido a proceso como supuesto autor de este hecho ilícito fue
finalmente sobreseído en la causa.-
Siguiendo con el análisis vamos a ingresar ahora en el supuesto estado psicótico agudo en que
incursiona la defensa. Para apreciar tal postura debemos mencionar como de particular
relevancia los informes médicos que obran en la causa, por un lado la perito de parte doña María
Teresa López de Fernández, licenciada en Psicología nos refiere: “relata un atentado sexual, que
determinó su embarazo y desencadenamiento del neonaticidio... en el momento del parto
enfrentada con la realidad se desorganizó de manera aguda (episodio psicótico) y cometió el
asesinato de la hija...”.-
No resulta aventurado sostener, con algún grado de razonabilidad, o al menos preguntarse cuál
es el origen del stres post traumático que lleva a la ahora procesada a un cuadro de psicosis
aguda con exclusión de la conciencia. Y ello resulta así, desde que como ya se dijera y
demostrara acabadamente, el hecho provocador de tal estado mental, tendría su base o su
origen en una supuesta violación, que fuera denunciada con posterioridad al evento criminal que
se debate, y que ya se mencionara, con el resultado conocido. Asimismo, y de igual modo se
presenta como incompatible el relato que realiza la encartada en su declaración indagatoria de
fs.91/93 en donde refiere las secuencias ejecutivas previas y concomitantes a la consumación
del ilícito. Incompatible precisamente con un cuadro de perdida de conciencia y falta de
comprensión de la criminalidad del acto, que se dice haber padecido. Llama la atención
poderosamente esto, que a todas luces se muestra como incongruente, por un lado la falta de
conciencia y comprensión de lo que hizo y por otro los pormenores que da en cuanto al suceso
protagonizado; brindando un relato coherente y minucioso.-
Una primera disgresión que nos lleva al convencimiento de que tal episodio psicótico agudo
nunca tuvo lugar, está dado en función de la apreciación vertida por las psiquiatras Sánchez y
Hormigo que depusieron durante el debate, explicando acabadamente el por qué de sus dichos y
conclusiones, a las que arribaran en el informe elaborado y que rola a fs. 306 y vta..-
38
que se fueron quitando en un Código Penal y un sistema judicial
discriminativo para con las mujeres”.
Agregó que “muchos diputados no terminan de entender el
sentido de esto: dicen que al no estar penado el delito, muchas mujeres
agarrarán a sus hijos y los matarán. Y eso no es así. Primero porque no
es un caso que se vea todos los días, y segundo porque supone tener un

A mayor abundamiento también el señor médico forense Dr. Burgos concluye en igual sentido.
Por su parte el Dr. Padilla integrante del cuerpo médico del Servicio Penitenciario eleva un
informe que rola a fs. 209 de autos, sobre el cual depuso durante el debate, ilustrando al
Tribunal acerca de las conclusiones a las que llegara; sosteniendo que la procesada en ningún
caso padeció de un cuadro psicótico agudo que le impidiera comprender la criminalidad del
acto.-
En orden a la actividad relevante de los galenos intervinientes, no puedo dejar de expresar,
que la solvencia académica que emergen de sus antecedentes, de sus informes periciales
obrantes en autos, y al exponer durante el debate, nos hace pensar razonablemente, que las
conclusiones a las que arribaran son inobjetables, no existiendo elemento alguno, ni argumento
científico de mayor peso, que nos permita apartarnos de las mismas.-
Cabe finalmente concluir, en que la inimputabilidad debe probarla quien la alega, y no
resulta admisible en el caso, desde que ha quedado hartamente demostrado, que la actuación
de la inculpada revela que tuvo conciencia del hecho incriminado, particularmente cuando relata
en forma coherente recordando detalles de lo sucedido. Al respecto cabe citar la siguiente
jurisprudencia que nos ilustra:
“El Código Penal vigente se limita a declarar no punible a quien ha procedido por
insuficiencia, alteración morbosa o estado de inconciencia, etc., y para que el castigo no
concurra es preciso que el sujeto no haya podido comprender la criminalidad del acto, o dirigir
sus acciones. Su comprobación no es un punto teórico, de modo que es la práctica en cada caso
y en presencia del hecho lo que permitirá dar la solución adecuada (CA Dolores, DJBA, 6-843)”.-
“La eximente del art.34, inc.1, del C.P., es improcedente si el procesado relata con
minuciosidad el hecho en que intervino, lo que demuestra que no pudo hallarse en el estado
previsto por esa norma (SCBA, JA 1956-II 267)”.-
“No puede dudarse de la normalidad psíquica del autor de un grave delito si lo certifica un
informe médico y su vida anterior, sin antecedentes, y su relato del hecho sin fallas que
denuncien anormalidades confirman la certificación médica (ST Entre Ríos, RLL, VII-518, s,7)”.-
La conducta de la acusada antes, durante, y después del hecho –recordemos que luego del
suceso se cambió de ropa y se recostó en la cama, y luego la buscó su hermana Mirta y la llevó
al hospital- aleja todo supuesto que le impidiera comprender la criminalidad del acto ilícito
perpetrado. Tuvo capacidad para delinquir, y consecuentemente debe responder del delito por el
cual viene acusada.-
39
estado mental alterado que debe ser probado por peritos. No es que la
mujer va a la comisaría, dice que mató a su hijo y sale como si nada”.
Por esta y otras discusiones el dictamen no salió de Legislación
Penal por unanimidad. Hubo firmas en disidencia y dictámenes en
minoría. Es que el tema no excluye conflictos morales y religiosos que a
algunos legisladores se le pueden presentar a la hora de estampar su
firma en un proyecto como ese. Ivana Bianchi, por ejemplo, firmó en
La acción antijurídica y culpable de la prevenida emerge nítidamente de la forma y modo
de ejecución del ilícito, debiendo responder por el hecho que protagonizara a título de dolo
directo. La encartada, en forma coincidente al ejecutar el hecho, sabía lo que hacía y lo que
quería. En el caso, el sujeto activo actuó con capacidad para comprender la criminalidad del acto
y dirigir sus acciones, infiriendo las lesiones que dan cuenta los informes médicos que obran en
autos, con un medio apto, idóneo, para ocasionar la muerte, produciéndose el deceso como
desenlace normal de las heridas producidas en zonas vitales del organismo de la pequeña
víctima.-
Del encuadre legal, - adecuada tipificación - circunstancias extraordinarias de atenuación.-
Tengo por probado el evento criminoso, que padeciera quien en vida se llamara Socorro
Milagros Tejerina, a manos de su propia madre Romina Anahí Tejerina, debiendo encuadrarse su
conducta en orden a las previsiones regladas por el art. 80 inc.1º en función del último párrafo
de la misma norma, vale decir mediando circunstancias extraordinarias de atenuación.-
Las circunstancias extraordinarias de atenuación pueden ser concomitantes con el hecho o
preexistentes. Pero en cualquier caso desde el punto de vista subjetivo, la acción de matar debe
ser una respuesta, una reacción, que haya tenido en cuenta esas circunstancias; en otras
palabras, no basta la existencia objetiva de las circunstancias sin esa relación psíquica, para que
pueda aplicarse la atenuante. Carlos Creus. Derecho Penal – Parte Especial - Tomo I, Ed. Astrea,
pág.17. El mismo autor nos dice: “Que la disminución de la pena es facultativa para el juez... no
es que se le otorgue al magistrado poderes más amplios para estimar si en el caso se dan o no
las circunstancias extraordinarias de atenuación, ya que ello es una cuestión de interpretación
del derecho y de subsunción de los hechos en él, sino de una verdadera facultad que tiene para
optar por una u otra pena”.-
Por su parte Andrés José D´Alessio en su Código Penal Comentado y Anotado, Parte
Especial, nos dice, “Que este supuesto fue introducido al Código Penal, comprendiendo la
situación intermedia entre el homicidio agravado del art. 80, inc.1º, y el cometido en estado de
emoción violenta del art. 82, que preveía una pena de 2 a 8 años de prisión (Ley 17.567). Se
trata de un caso en que no media emoción violenta, pero cuyas particulares circunstancias
harían justa la atenuación de la pena. Al ser modificada la escala del art. 82 (ahora es de 10 a 25
años), la situación prevista como intermedia se volvió ilógicamente, más benigna, resultando en
mejores condiciones quien mata cuando la emoción violenta no existe, siempre que medien las
circunstancias extraordinarias a que hace referencia el texto legal”.-
40
disidencia total el proyecto de la mayoría, y Cristian Oliva lo hizo en
disidencia parcial. Los coalicionistas Patricia Bullrich y Juan Carlos Vega
-presidente de la comisión- firmaron dictámenes en minoría.
El de Vega sostiene que se tiene que fijar un plazo de entre 8 y 15
días como el período en el cual la pena por matar a un recién nacido sea
atenuada. El de Bullrich propone que la mujer acredite que el puerperio
le impidió comprender la criminalidad del hecho. Y la diputada insiste en

Siguiendo con el análisis ilustrativo, y por último, cabe mencionar el inc.2º del art. 81,
derogado por Ley 24.410, que contemplaba el delito de infanticidio, amenazando con una pena
menor, cuando la madre para ocultar su deshonra, mataba a su hijo durante el nacimiento o
mientras se encontraba bajo el estado puerperal. La derogación de dicha figura penal respondió,
según surge de la exposición de motivos que acompañó al proyecto, al hecho de que “los
cambios sociales operados no provocan la censura ni el repudio que otrora acarreaba la
maternidad irregular” (Núñez, Ricardo C., Manuel de Derecho Penal, Parte Especial, 2ª Ed.
Actualizada, pág. 27).-
Como consecuencia de la derogación de este delito, el autor que fuese ascendiente de la
criatura a la que mató, cometerá un homicidio calificado por el vínculo (art. 80 inc.1) con una
pena disminuida si concurrieren circunstancias extraordinarias de atenuación (art. 80 último
párrafo). Vale decir, que ya no importa si el ilícito fue cometido para salvar la honra, ocultando
su deshonra, desde que esta figura de homicidio atenuado, como se puntualizara fue derogada.-
No obstante lo señalado, para tal supuesto deben verificarse dos aspectos fundamentales
como condición del infanticidio; que se cometa para ocultar la deshonra, y que lo sea durante el
nacimiento o en el estado puerperal, elementos estos, que en el supuesto hipotético de que la
normativa señalada estuviera en vigencia, obviamente serían objeto de análisis y valoración, en
orden quizás a los fundamentos que dieron lugar, a la exposición de motivos, de la ley que
finalmente derogó la figura del infanticidio.-

Así las cosas, y con el apoyo de la calificada doctrina precedentemente señalada, vamos a
desentrañar los elementos que en su conjunto importan circunstancias extraordinarias de
atenuación, y que permiten aplicar una pena disminuida.-
Que de acuerdo a la prueba producida, existen circunstancias previas y concomitantes al
momento del desenlace letal, que llevan a la encartada a cometer el homicidio de su beba recién
nacida.-
Debemos tener presente, que la inculpada vivió una infancia plagada de violencia tanto
física como moral. Que hacía un año que no vivía en el domicilio de sus progenitores, justamente
por todas las situaciones que allí se producían. En ese contexto queda embarazada, provocando
en ella tal estado, un rechazo al mismo y su ocultamiento parcial. Es así que en numerosas
oportunidades intenta abortar.-
41
que el infanticidio sea penado con condenas no excarcelables: establece
entre 3 y 12 años de prisión.
Gil Lozano opina que Bullrich no tiene en cuenta en su proyecto
que “el sistema de penas se basa en el ejemplo. Por eso, si estamos con
personas que no son imputables, con personas psicóticas, poner una
pena carece de sentido”.

Se encontraba sola, esperando un niño sin padre (al menos conocido), no tenía apoyo
familiar, puesto que la única en su familia que tenía conocimiento del embarazo era su hermana
Erica.-
No puedo dejar de destacar que al momento del alumbramiento Tejerina se encontraba en
la soledad del baño de la casa de su hermana Mirta, producto de la ingesta de laxantes, cuando
nace la beba viva, privada de los medios asistenciales y farmacológicos indispensables, busca el
apoyo en su hermana, pidiéndole ayuda, pero no obtiene respuestas.-
Todo hace pensar razonablemente, que la prevenida carecía de vivienda y recursos propios.
Vivió su embarazo con angustia y temor. Probablemente su estado emocional, antes y durante el
ilícito perpetrado, era de un elevado nivel de tensión.-
Ha quedado probado que la prevenida vivió una infancia de violencia física como moral.
Violencia con epicentro en su núcleo familiar, padres y hermanos. Por otra parte, ya hacía un
año, al momento del hecho, que no vivía con sus progenitores, justamente por todos estos
padecimientos.-
Los desórdenes psíquicos lógicos motivados durante el curso del embarazo y el
alumbramiento, fueron expuestos, virtualmente en forma coincidente por las Dras. Mabel
Sánchez, Teresa Hormigo y la Licenciada María Cabrera de Moya. De igual modo también se
refirió la Licenciada María Teresa López de Fernández.-
Las testimoniales de los profesionales intervinientes reflejan claramente lo mencionado,
por ejemplo, la Dra. Mabel Sánchez nos dijo: “que hay una historia de violencia familiar, que tuvo
relevancia en la posición que tomó por el embarazo. La procesada no tenía un referente de
confianza, no llegó a comprender la significación de lo que es tener un hijo, todo iba dirigido a los
fines de interrumpir el embarazo, la situación de la joven no era sencilla. También nos refirió que
durante el acto, el llanto indica que lo esperado (nacer muerto) no estaba ocurriendo. Responde
a una actividad imperativa –no podía dejar de hacerlo-. Tenía que matar lo que tenía vida,
condicionada por el contexto mortífero en el que se desenvolvió. El estado de gestación no debía
ser conocido, salir a luz, ya que todos los mensajes y respuestas que obtuvo tenían el sentido de
la supresión de la vida, en este caso antes del suceso se sitúan las maniobras abortivas. El bebé
es experimentado como un cuerpo extraño, siendo incapaz la joven de establecer una relación
materno filial. No lo puede reconocer como un hijo. El acto delictivo fue el resultado
psicogenético de una reacción secundaria a un desarrollo conflictivo”.-
42
De acuerdo con los manuales de medicina, el estado puerperal
puede provocar psicosis pasajera. Ese estado dura aproximadamente 40
días, el tiempo en que tarda la mujer en volver a menstruar luego del
parto. Debido a los desequilibrios hormonales y al sentimiento de
pérdida de “la panza” que puede sufrir la madre, su estado mental
puede alterarse y por ende no comprender la criminalidad de sus actos.
De esa manera justifican la figura del infanticidio países como Uruguay,
De las diferentes manifestaciones realizadas por los peritos intervinientes, como así de la
Licenciada Moya, se desprende que los padres de la procesada no tuvieron la capacidad que era
necesaria para contener a su hija. Tan es así, que Romina, abandonó el seno familiar, para
guarecerse en el domicilio de su hermana Mirta, tampoco en este ámbito tuvo la contención que
necesitaba. Aparece la procesada como una joven sin rumbo, sin horizontes, sin objetivos, sin la
educación mínima indispensable.-
Asimismo, es importante destacar, que la falta de apoyo en cuanto a ayuda durante y
después del alumbramiento, es un elemento que actuó como disparador de la conducta de la
procesada..-
Por las simples consideraciones precedentemente señaladas, entiendo que han quedado
acabadamente expuestas, fundamentadas y determinadas las circunstancias extraordinarias de
atenuación, que propicia la ley, concediéndole facultades discrecionales al Tribunal interviniente
para aplicar una pena disminuida entre 8 y 25 años de prisión.-
De la pena:
Habiendo fundado la existencia de “circunstancias extraordinarias de atenuación”,
corresponde graduar la pena que se debe imponer a la condenada.-
Como consecuencia inmediata de las circunstancias extraordinarias de atenuación, la pena
será entre 8 y 25 años (art. 80 último párrafo).-
Por ello, tengo en cuenta en primer lugar, la forma y modo en que se ejecutó el hecho, las
secuencias ejecutivas previas y concomitantes al momento del ilícito perpetrado. De la autopsia
practicada a la víctima, surge que fue objeto de múltiples heridas causadas por arma blanca,
actuando este modo de ejecución, como un agravante en la estimación de la pena, desde que
demuestra un total desprecio en favor de la vida.-
Por otra parte, y como atenuantes, debo decir que la encartada carece de antecedentes
policiales y judiciales. No posee condena anterior, vale decir, que en el campo de la delincuencia
resulta primaria.-
Asimismo, debo mencionar aspectos como su condición socio económica y cultural escasa,
y la menor edad que contaba –19 años- al momento del ilícito. Cabe también expresar, que el
daño no se extendió ni generó perjuicio a terceros.-
Por ello, y teniendo en cuenta las pautas que establecen los arts. 40 y 41 del Código Penal,
estimo como justo y equitativo se condene a la procesada ROMINA ANAHI TEJERINA, a cumplir la
pena de catorce años de prisión, por resultar ser autora material y responsable del delito de
43
Brasil, Chile, Perú, Venezuela y Bolivia, donde la madre que mata a su
hijo luego del parto no va presa si lo hizo xon su psiquis alterada.
“En Argentina cuando se incluyó la figura en 1922 se lo hizo
pensando en la salvaguarda del honor de las mujeres. Partían de la base
de que el deshonor de ser madres solteras podría llevarlas a la locura y
por eso matar a su bebé”, explica Gil Lozano y aclara: “Ahora queremos
reponer ese artículo que funcionó entre 1922 y 1994 con una

homicidio calificado por el vínculo, mediando circunstancias extraordinarias de atenuación,


previsto y penado por el art. 80 inc. 1º en función del último párrafo de la misma norma, del
Código Penal; accesorias legales y costas, conforme arts. 40, 41, 12 y 29 inc. 3º del citado código
de fondo.-
Así voto.-
El Dr. HECTOR CARRILLO, dijo:
De acuerdo a lo establecido por el Art. 12 de la Ley orgánica del Poder Judicial Nº 4055/84,
adhiero en un todo a las conclusiones expuestas por el señor Vocal de primer voto, por resultar
tales apreciaciones coincidentes con las conclusiones a que arribara el Tribunal en oportunidad
de las deliberaciones a que hace referencia el Art. 409 del C. P. P Así voto.-
El Dr. ALFREDO JOSE FRIAS, dijo:
Que teniendo en cuenta lo establecido por el Art. 12 de la Ley orgánica del Poder Judicial Nº
4055/84, adhiero en un todo a lo expresado en el primer voto.-
Tal es mi voto.-
Por lo expuesto en los votos que anteceden, LA EXCMA. CAMARA PENAL, SALA SEGUNDA,
FALLA:
I.- Condenando a la procesada ROMINA ANAHI TEJERINA, de las demás calidades personales
dadas en autos, a cumplir la pena de CATORCE AÑOS DE PRISION, por resultar ser autora
material y responsable del delito de homicidio calificado por el vínculo, mediando circunstancias
extraordinarias de atenuación, previsto y penado por el art. 80 inc. 1º en función del último
párrafo de la misma norma, del Código Penal; accesorias legales y costas, conforme arts. 40, 41,
12 y 29 inc. 3º del citado código de fondo.-
II.- Regular los honorarios profesionales por la labor desarrollada en autos, en la suma de
pesos cuatro mil ($ 4000) para la Dra. Mariana Vargas, y pesos dos mil ($ 2000) para el Dr.
Fernando Horacio Molina, de conformidad a lo previsto en los arts. 4 incs. b y c, 5 y 13 de la Ley
de Aranceles para Abogados y Procuradores Nº 1687/46 y art. 168 y cc. del C.P.P. de la Pcia., a
cargo de su defendida Romina Anahí Tejerina.

44
argumentación acorde a la época. La respaldamos con una base
científica, que es la que el puerperio puede llevar a la locura
momentánea”.
Según la diputada, si la figura del infanticidio hubiese estado
presente, Romina Tejerina no habría terminado presa, lo mismo que los
otros 16 casos similares que, dice, hay en el país. Hoy por hoy, sin esa
figura, si una mujer mata a su hijo producto de la psicosis del puerperio
queda librada a la voluntad de los jueces: pueden condenarla a prisión
perpetua o darle entre 8 y 25 años si consideran que existieron
atenuantes. Es decir que, sí o sí, hasta que no se modifique el Código,
las mujeres que producto de un rapto de locura maten a su hijo recién
nacido, mujeres inimputables, irán a la cárcel.
Romina Tejerina tenía 18 años y no quería tener un hijo. Escondió
su embarazo y confesó luego que sentía vergüenza porque había estado
con un hombre mayor, por la fuerza. Pero tuvo el bebé (una nena) y lo
mató. Fue en febrero de 2003.
Cumplió con la estadística: en la Argentina el infanticidio se suele
dar en zonas rurales mientras que en las urbanas predomina el aborto.
Si esto hubiese pasado antes de 1995, a Romina la hubieran
juzgado por un crimen atenuado, el infanticidio, que tenía un máximo de
3 años. Pero ese año el Congreso lo derogó. Ahora la madre que mata a
su hijo recién nacido recibe una pena durísima: perpetua. ¿Por qué?
Porque el Estado quiere sostener el vínculo familiar, lo cual ya plantea el
primer problema: cómo se va a proteger algo que no existe, pues la
mamá que mata no quiere ser mamá.
Sólo hay una forma de no recibir perpetua y es cuando existen
atenuantes extraordinarias. Por eso a Romina le dieron 14 años. Uno de
los jueces que la sentenció en Jujuy dijo que se tuvieron en cuenta

45
consideraciones del viejo y derogado infanticidio, dando a entender que
esa figura atenuada debía estar vigente
Ese delito trataba con indulgencia a la madre que para ocultar su
deshonra mataba a su bebé durante el nacimiento o influenciada por el
estado puerperal.
Lo del estado puerperal era para fijar un limite en el tiempo. El
puerperio es el período que va desde el parto hasta la regularización del
ciclo menstrual de la madre, calculándose en promedio que esto se
produce a los 45 días del nacimiento del bebé.
En este período hay muchas cosas que cambian en la mujer, como
sus estados emocionales.
Las madre, decía el viejo delito de infanticidio, mataba para
ocultar la deshonra. Hay que considerar que cuando se redactó el delito,
hace más de 170 años, se aceptaba que la mujer debía tener una
relación casta y pura con los hombres y los hijos. El honor que se trataba
de salvar era el honor social, porque era un hecho que las relaciones
extramatrimoniales sufrían desprecio social. O sea que la fuerza de la
excusa estaba determinada en razón directa al grado de intolerancia
social.
Pues bien, todo esto no existe más. Ahora matar al recién nacido
es un crimen gravísimo.
El infanticidio es una forma para nada excepcional pero
escalofriante que pone en juego el llamado "instinto maternal".
Antropólogos, médicos y psiquiatras entienden que es un tema de
comprobación que este fenómeno vaya contra la naturaleza. Y afirman
que un elemento a tomar en cuenta son las profundas, y poco
entendidas, raíces culturales que rompen justamente el deseo de ser
mamá.
En el noroeste de Brasil, un trabajo de Nancy Scheper—Hughes,
profesora de la Universidad de California y autora de "La muerte sin

46
llanto", determinó formas indirectas de infanticidio como la negación
sutil y secreta de alimentar a los recién nacidos.
El antropólogo Marvin Harris decía que los europeos, a despecho
del cristianismo, en el siglo XIX se deshacían de gran número de hijos
indeseados por métodos indirectos. Uno peculiar consistía en asfixiarlos:
las madres se llevaban a los bebés de pecho a la cama y los ahogaban
echándose encima "accidentalmente".
O los dejaban delante de hospicios públicos para que no se
amontonaran los pequeños cadáveres en la calle. Hubo 336.297 niños
abandonados de 1824 a 1833. El 90% murió durante el primer año de
vida.
Estas inhumanidades serían imposibles si el vínculo entre padres e
hijos fuese el resultado natural del embarazo y el parto. Cualquiera sea
la base hormonal del amor materno, faltaría una fuerza que proteja a los
bebés.
Es posible que en ciertas regiones de la Argentina el honor ya no
sea un valor sentido por la mujer. Pero puede ser que en otras regiones
la presión social haga que la mujer no soporte la vergüenza de un
embarazo descalificado socialmente.
El tema admite más elementos de análisis. La honra de la mujer
puede tener un papel determinante o no, pero el infanticidio también lo
cometen mujeres que viven en condiciones precarias, violentas e
inestables. Con similares componentes, es un tema de estudio profundo
el de las madres que en lugar de matarlos los abandonan, o las parejas
que los matan de hambre o a golpes, como parece ser el caso de la beba
Ludmila en Córdoba, que murió por la golpiza que le habrían dado sus
padres.
Estudiar, distinguir las causas debió ser un paso ineludible antes
de derogar nada.
Los legisladores que borraron el delito atenuado dijeron que el
honor no se compromete hoy en el parto. Pero no todas los grupos
47
sociales evolucionan en el mismo sentido ni al mismo tiempo ni tienen
las mismas características; en el país hay diversidad cultural y social.
En fin, no parece justo dejar solas a mujeres como Tejerina, de
crítico desarrollo social, cultural y sometidas a grandes presiones, frente
a la enormidad de la prisión perpetua.

CONCLUSIÓN

48
Estamos recorriendo el octavo año del siglo XXI y es siniestro
observar lo que está ocurriendo con niños, niñas y adolescentes, ¿qué
nos pasa como sociedad que todavía no entendemos la importancia de
ocuparse de ellos? Asistimos permanentemente a declamaciones,
discursos, palabrería sobre la protección de los derechos de niños, niñas
y adolescentes. Asistimos también a la pre-ocupación de muchos otros,
pero ¿quién o quienes están realmente haciendo valer esos derechos
que tanto se proclaman? ¿Qué políticas públicas se están poniendo en
marcha para la protección de esos derechos?
Un autor contemporáneo describe seis estilos diferentes de
relación paterno filial, que definen seis estilos de concepción social de la
infancia:
El infanticidio: Se desarrollo desde la Antigüedad hasta el siglo IV
D. C. Aquí el lugar del niño era meramente objetal, estaba enteramente
sometido a la voluntad del padre, éste decidía sobre su vida o su
muerte.
El abandono: Característico entre los siglos IV al XIII. Los padres
comenzaron a aceptar a los niños como poseedores de alma y fue en el
año 374 que es considerado asesinato dar muerte a los niños. Por lo que
en este periodo lo característico es el abandono de los niños en lugar de
su asesinato.
La ambivalencia: Tuvo su apogeo entre los siglos XIV y XVII. Los
niños comienzan a participar de la vida afectiva de los padres. Los
padres se preocupan por controlar lo que pasa en el cuerpo de sus hijos,
es en este periodo que aparecen manuales de instrucción infantil, en

49
donde se recomendaban castigos corporales y se restringían sus
movimientos.
La intrusión: Dicho modo define la relación paterno filial en el siglo
XVIII. El niño ya tiene alma aunque es del tipo salvaje y maligna. Los
castigos son sustituidos por el encierro en cuartos durante horas o
incluso días.
La socialización: Va desde el siglo XIX hasta el XX. La crianza se
centra en la dominación de la voluntad del infante, guiar su educación
por el buen camino. El padre comienza a interesarse en la crianza del
niño.
La ayuda: Se refiere a la segunda mitad del siglo XX. Se basa en la
idea de que el niño sabe mejor que el padre lo que él mismo necesita
para sí. No recibe golpes. Momento idealizado.
Sabemos que este es un recorte histórico, que nos permite
acercarnos parcialmente a las características generales de la manera en
que eran tratados los niños, niñas y adolescentes, pero sabemos que
coexisten actualmente, acaso no reconocemos en las noticias de todos
los días situaciones que se asemejan demasiado a estas modalidades, la
verdad es que mucho no ha cambiado la situación de la infancia, desde
el discurso parecería que sí, pero desde la realidad, desde el contacto
directo con los chicos y chicas lo vemos reflejado en las historias
actuales, y cada vez con mayor gravedad y con un aumento de casos
que realmente asusta.
La gravedad de este momento es la indiferencia disfrazada de
preocupación que venimos observando de parte de quienes deberían
ocuparse, que inexorablemente nos está llevando a un verdadero
infanticidio.
Infanticidio que aparece en adolescentes que son asesinados por
gatillos fáciles, adolescentes que se suicidan. Niños y niñas que mueren
a manos de violadores, sectas, drogas, redes de trata y los propios
padres. Niños y niñas a quienes se le muere la infancia; tristeza y
50
desolación, vivir en la calle; me pregunto, ¿acaso no estamos frente a un
infanticidio del que la sociedad es responsable?, ¿cuántos niños, niñas y
adolescentes deben morir real o simbólicamente, para que el Estado
tome la decisión política de ocuparse realmente de la infancia.
Por otra parte debiera considerarse dos aspectos insoslayables en
esta temática, si realmente nos interesa la vida de las personas: la
prevención y la rehabilitación teniendo en cuenta el contexto donde se
dan estos casos, y las marcas que deja en las personas que son
víctimas-victimarias en este delito, debiera trabajarse fuertemente en
una asistencia integral a la mujer en estado de gravidez, con posibilidad
de extender los beneficios durante el período puerperal.4
El problema se sitúa en las desigualdades; desigualdades que están
dadas por el difícil acceso de diversos sectores a recursos que provee el
Estado. Si bien el sistema de salud posee un programa de acercamiento
a sectores desfavorecidos de métodos anticonceptivos, no se da en la
misma escala el aspecto educativo en dichos temas. El desconocimiento
de ciertas realidades sociales por parte del estado, hacen que no sólo se
restringa el acceso a dichos métodos, sino que limitan las posibles
elecciones las cuales estarían posibilitados de hacer en caso de tener
una información correcta, vale decir, una educación consecuente con el
reparto de pastillas anticonceptivas.

4
En relación a la pena que se plantea el proyecto de incorporación (re-incorporación)
del infanticidio al sistema penal sería conveniente que la pena máxima (tres -3- años)
se aumente, teniendo como comparativos la figura del aborto (penas máxima seis -6-
años en el Código Penal). Recordemos que el sistema penal protege con mayor fuerza
y esfuerzo “lo que se ve” ´por lo que, sin desentender la situación y la carga emocional
por la que atraviesan las mujeres en dicho estado –desarrollado a lo largo del trabajo-
para armonizar las penas del Código Penal sería conveniente una pena superior pero
inferior a los ocho -8- años del homicidio simple, dado que de otra forma no podría
hablarse de atenuación de la figura genérica: homicidio simple (amén de la diferencia
de bienes jurídicos protegidos delitos como el abigeato, sustracción de cabeza de
ganado, la agravante alcanza una pena máxima de diez años lo cual podría resultar
desproporcionado en relación al infanticidio donde, remarcamos, a pesar del estado
emotivo que lleva al sujeto activo a comer dicho delito, protege la vida del nacido).
51
Que estas mujeres no puedan elegir, tener potestad en las
elecciones que conciernen a su propio cuerpo, habla de las profundas
desigualdades que vemos en nuestro país; además de que la evolución
jurídica quiere cristalizar una realidad existente solo en las grandes
ciudades, pero inexistente en el resto de la Argentina profunda. Es una
negación aberrante que no sólo niega lo antes desarrollado sino que,
también, niega saberes médicos y no aportan un crecimiento social y
cultural al país.

52
APÉNDICE

53
La Cámara de Diputados5 dio media sanción al proyecto de ley que
busca restablecer la figura legal de infanticidio en el Código Penal, para
las madres que maten a sus hijos bajo los efectos del puerperio.
La iniciativa, que recibió media sanción con 170 votos afirmativos,
29 negativos y nueve abstenciones, tiene como antecedente el caso de
la joven jujeña Romina Tejerina, quien fue condenada en junio de 2005 a

5
El proyecto de ley para restablecer la figura del infanticidio en el Código Penal fue aprobado
esta madrugada por una abrumadora mayoría en Diputados que, al igual que con el matrimonio
igualitario, votaron en forma transversal. Si bien hubo acuerdo en la cuestión de fondo, la
principal diferencia se centró en la condena que deberían recibir las mujeres que maten a sus
hijos bajo el estado de puerperio.
La iniciativa, que obtuvo 170 votos afirmativos, 29 negativos y nueve abstenciones, tiene como
antecedente el caso de Romina Tejerina, que en 2005 fue condenada a 14 años de cárcel por
haber matado a su bebé, engendrado como consecuencia de una violación. La legislación aun
vigente estableció que la joven jujeña había incurrido en un homicidio agravado por el vínculo,
crimen que puede ser castigado con prisión perpetua.
¿Qué cambiaría si se sanciona la ley? Se restablecería en el Código Penal la figura de Infanticidio
–derogado en 1994 mediante la ley 24.410-, que prevé "prisión de seis meses a tres años a la
madre que matare a su hijo durante o luego del nacimiento o mientras se encontrare bajo la
influencia del estado puerperal", un trastorno psíquico y fisiológico.
“No es que a las mujeres no les va a pasar nada, van a estar condenadas, pero la pena va a ser
menor”, señaló en diálogo con Clarín.com Victoria Donda, del Movimiento Libres del Sur, que
apoyó el proyecto de mayoría elaborado por la diputada Diana Conti, del Frente para la Victoria,
y que contó con la media sanción de la cámara Baja.
En la vereda de enfrente estaba la iniciativa de Patricia Bullrich, de la Coalición Cívica (CC) y de
Natalia Gambaro, del Peronismo Federal, que acuerdan en la necesidad de restablecer la figura
del Infanticidio, pero que piden penas más severas, de hasta nueve años de prisión. Bullrich
cuestionó el proyecto aprobado y disparó una frase polémica al afirmar que plantea un
“auténtico permiso para matar”.
“Es una locura. Es desconocer la realidad”, cruzó Donda. “Es lo mismo que cuando discuten
acerca del aborto. Este tipo de homicidios tiene una muy baja incidencia en el mapa criminal
argentino”, continuó y subrayó “la persona va a tener una condena, pero se va a tomar en
cuenta su estado”.
En la misma línea, también en diálogo con Clarín.com, se expresó Juan Carlos Vega (CC), quien
negó que este proyecto “esté descriminalizando la muerte del niño durante el parto o el estado
puerperal, si no que se trata de fijar una pena proporcional al hecho”. E insistió en que el
Infanticidio seguirá considerándose un delito. “Esto no significa ningún permiso para matar. Sólo
estamos bajando la escala punitiva, con el sólido fundamento de que el estado puerperal no es
54
14 años de prisión por el asesinato de su hijo recién nacido, según ella,
producto de una violación.
Desde su derogación, casos como el de Tejerina se consideran
como homicidio agravado por el vínculo, lo que implica una pena de
prisión perpetua, y de la única forma en que la Justicia puede dar una
escala de penas de entre 8 y 25 años de cárcel es si se comprueba que
hubo atenuantes.
Los diputados sostienen que el puerperio, que se puede extender
hasta 40 días, puede generar estados de psicosis, parecidos a la
emoción violenta. ¿Qué opinas sobre el proyecto de volver a la anterior
figura que contemplaba el Código Penal antes de la llamada reforma
Blumberg? 6:

-Cuando es el estado el que debería proteger la vida de los niños


por nacer y de los recién nacidos, la mayoría de los legisladores

una fantasía”. El legislador es autor de un proyecto intermedio que sólo se diferencia del
aprobado en que fija un máximo de ocho días para el puerperio, durante el cual las mujeres
pueden experimentar un estado de emoción violenta tras el parto.
“Estamos de acuerdo con el fondo, que es que en estos casos no se puede aplicar la figura de
homicidio agravado”, afirmó Gambaro. “Si bien entendemos que hay una disminución de la
capacidad de la comprensión, también entendemos que el valor vida del bebé tenía que ser
tomado en cuenta y nos parecía que la pena era un poco baja”. En razón de eso “pusimos una
pena máxima de nueve años, para acercarnos más a los números del homicidio”.
La legisladora del Peronismo Federal considera que hay argumentos para que en Senadores “se
dé una buena discusión” y se corrija la derogación de la figura de Infanticidio, pero que se
establezca “una pena acorde al bien tutelado, que es la vida de un niño”. Vega, por su parte,
espera que en el debate en la cámara Alta se discuta el establecimiento de un plazo máximo del
estado de puerperio, para “no darles tanto margen de interpretación a los jueces”.
¿Qué pasaría con los casos ya juzgados de aprobarse la ley? Donda y Vega coincidieron en que
podría aplicarse el In dubio pro reo, principio de la ley más benigna establecido por el Derecho
Penal, que habilitaría a que condenadas como Romina Tejerina pudieran acogerse a esa norma.
En síntesis, todo es cuestión de tiempo.
6
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55
pretenden solucionar problemas de las mujeres, matando a los bebés.
En lugar de buscar la prevención y la contención de las mujeres en los
embarazos no deseados (por fornicación, adulterio, violación),lo arreglan
por medio del asesinato.
-Esto que nuestros representantes han votado es darle a las
mujeres LICENCIA PARA ASESINAR
-Sea que es menos grave que una madre mate a su recién nacido
que a otra persona. A qué mundo vamos cuando lo más inocentes son
los menos protegidos? Cuáles son las estadísticas internacionales sobre
cuantos madres matan a sus hijos en este período? En las nacionales no
confío.Igual la naturaleza es sabia, bastante más que nuestros
diputados, y en la gran mayoría de los casos, se daría el caso inverso. O
sea la madre daría su vida por salvar a su hijo. Qué suerte que el
gobierno siempre propone estos temas tan urgentes y prioritarios para
la nació.
- = Aborto extendido.
- Toda filosofía progre: los niños por nacer no son personas, los
recién nacidos los son a medias, los delincuentes son víctimas de la
sociedad, la clase media y el campo tienen la culpa de todo, a los
extranjeros hay que darles hospitales gratis, educación gratis, viviendas
gratis, subsidios etc.Y claro, para ellos: el que proteste es un fascista,
nazi, retrógrado, gorila, desgraciado, antisolidario. Y así estamos: hay 75
delitos por hora en BS AS, no hay plata para que nuestros mayores
tengan una jubilación que llegue al 82% del haber mínimo(sigue siendo
miserable, por cierto), nos matan como a perros, argentina es el primer
consumidor de droga de la región, no hay política exterior coherente.
Todo una maravilla.
- ¿La obra social, además de pagar el parto, ¿tiene que pagar el
entierro y el abogado?
- Leyes para matar. Estos legisladores no sirven para legislar para
la vida, y la vida de calidad y la calidad de vida. No existe la prevención,
56
ni el seguimiento desde el embarazo hasta la salida de la depresión del
puerperio. Nunca una ley que proteja al indefenso niño, separándolo de
la madre en ese estado, hasta que lo quiera o lo dé en adopción. Nunca
una ley que asista a la madre , del embarazo hasta que salga de la
depresión del puerperio. Y no es lo mismo la problemática del producto
de la violación( que es el caso menos común), que la tan común
depresión posparto, aún en relaciones consentidas y embarazos
deseados. Se legisla desde un caso particular y desgraciado, para lo
general. Siempre tendiendo a permitir matar. Esos son nuestros
impresentables legisladores. Si pasa Senadores, espero que la
presidenta la vete. Y los mande a estudiar el tema, y a legislar para dar
soluciones integrales, que consistan en vivir y permitir la vida, en lugar
de facilitar la muerte.
-Creo que OTRA vez legislan a la ligera ,sin profunda reflexión ni
considerar proyectos alternativos.El pueperio es el estado natural de la
mujer post parto,NO "una situación inmanejable".El juez debe estudiar
los casos particulares en que cabe la posibilidad de brote sicótico,lo cual
eximiria de responsabilidad en el crimen por no ser responsable de sus
actos.Pero esto ocurre en un porcentaje ínfimo de mujeres y es una
aberración dictaminar por norma que el puerperio en si es una situacion
anormal.LLama la atención el fervor en legislar en este tema y el del
aborto para liberar a la mujer de la responsabilidad de ser madre...
-Creo que es un proyecto de ley que vuelve a la vieja figura que
tenía el Código Penal de hace más de 50 años, que consideraba
inimputable a la madre que matara a su hijo dentro de los 40 días de su
nacimiento, dentro del período puerperal, asimilando esa conducta a lo
dispuesto por el art. 34 de ese Código. No pienso que pueda
considerarse cultura de la muerte o de la vida, ya que una madre que
comete tal acto, no creo que comprenda la criminalidad del mismo, y es
muy probable que luego se arrepienta llevando esa culpa durante todo
el resto de su vida. Por otro lado este hecho es bastante poco común,
57
salvo los casos de madres solteras que quieran esconder su maternidad,
y en tal caso debería ser punible, por cuanto ya no se puede hablar de
influencia del estado puerperal. Debería someterse a la madre a pericias
técnicas para determinar si fue un acto criminal o no.
-Una madre que comente tal acto no comprendería la criminalidad
del hecho???? Perdón, de qué estamos hablando???? Ni los animales
hacen eso (al menos no los mamiferos)? Estan todos locos??? Si hace 50
años era asi, era una bestialidad y no justifica que ahora debamos volver
atrás.

BIBLIOGRAFÍA

58
. LASCANO, C. Libro de Estudio. Ed.Advocatus
. BALCARCE, F. Derecho Penal II, Ed.Advocatus
. SCHORGE. Williams Ginecología Autores
. http://www.senado.gov.ar
. http://www.csjn.gov.ar
. http://www.clarin.com
. http://www.google.com.ar
.
http://www.diariojudicial.com.ar/contenidos/2005/06/23/noticia_0010.ht
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. http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1302977

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