Trastornos emocionales

Es una suma de condiciones que aunque para los demás sea invisible, sus síntomas interfieren de
forma significativa en los pensamientos, en los sentimientos, en el rendimiento académico, en la
comunicación y también en las relaciones personales de cada niño o adolescente.

Los trastornos Emocionales pueden tener una revelación conjunta tanto en el ámbito familiar y
como en el escolar, o tener una predominación en alguno de los dos ámbitos.

Estos trastornos se pueden identificar en un proceso de rasgos que se caracterizan en el modo que
se procesa la información emocional, piensa, siente y como se relaciona, por lo anterior
mencionado estos trastornos pueden influir de forma directa sobre el estado anímico del niño y en
su conducta.

Los trastornos emocionales se caracterizan por alguna de estas inclinaciones:

 Incapacidad para aprender, que no puede explicarse por factores intelectuales, sensoriales
o de salud.
 Gran dificultad para formar o mantener relaciones interpersonales.
 Comportamiento o sentimientos inapropiados ante situaciones normales.
 Estado general de descontento y depresión.
 Tendencia a somatizar, a desarrollar temores y miedos.

Conclusión

Los Trastornos Emocionales en la infancia y en la adolescencia merecen una mirada y escucha

atentas, no sólo focalizada en el niño y en los padres, ya que también la institución educativa debe
ser incluida en la reflexión respecto de los mismos.

Los factores de riesgo aumentan la probabilidad de que el niño sufra problemas o trastornos
emocionales, mientras que los factores de protección disminuyen esa probabilidad y mejoran la
evolución.

Las causas de los trastornos emocionales no han sido previamente determinadas, sin embargo
algunas pueden incluir elementos como la herencia, desórdenes mentales, dieta, presiones y el
funcionamiento familiar, aunque ningún estudio ha podido explicar que alguno de estos
elementos sea la causa directa de los trastornos emocionales.