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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA


“ALBERTO ADRIANI”

Taller
La Música en Venezuela

AUTOR: LEIDY CAROLINA RUIZ GALARRAGA

CARACAS, AGOSTO DE 2020


TALLER

Música de Venezuela:

La música de Venezuela se caracteriza por mezclar elementos españoles, indígenas y


africanos, típico de ser perteneciente a un pueblo predominantemente mestizo. El
género más representativo del país es el vals venezolano y el joropo, que utiliza
instrumentos como el cuatro, el arpa, las maracas y la bandola. El joropo es una
forma rural que se originó en los Llanos y el ritmo ha llegado a consagrarse como la
música de identidad nacional, hasta el punto que se le da la denominación en el
exterior a los venezolanos como llaneros. En Venezuela existen varios estilos de
música popular, como la salsa y merengue, que son comunes a sus vecinos del
Caribe.

Igual que en todos los pueblos de otras naciones, los venezolanos poseen un
patrimonio musical, que los acompaña en diferentes etapas de su vida; desde su
nacimiento, crecimiento y desarrollo son muchas las canciones que pasan por la vida
de un venezolano, y que lo hacen generar esa identidad nacionalista, ese sentimiento
de arraigo social. La mayoría de estas canciones fueron distribuidas a lo largo del
Continente Sur Americano en los siglos pasados. En el día de hoy, gracias a muchos
estudios realizados sobre la música, se ha comprobado que canciones como La
Viudita, La Pájara Pinta, El Aserrín Aserrán, están en toda América Latina8 y se les
reconoce como acervo cultural.

Cabe destacar que estas canciones proceden de una tradición oral y de regiones muy
distintas entre sí, pero que lamentablemente a través de las décadas se ha venido
perdiendo y que su uso se hace cada día menos común entre las nuevas generaciones.
En este sentido para identificar la música tradicional venezolana podemos hacer el
siguiente esquema:

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Área Descripción
Canciones de arrullo
a. Nacimiento e infancia
Canciones de juegos
Cantos de arreo

Cantos de ordeño

Cantos para faenas agrícolas


b. El trabajo
Cantos de trapiche

Cantos para el pilado de maíz Cantos de lavanderas


Pregones
Cantos funerarios
c. El culto y la religión
Cantos de misas
El vals

El joropo
d. La diversidad musical en
Venezuela
La música clásica

La salsa y el merengue
a. Nacimiento e infancia
La música tiene una importancia vital en el desarrollo de la personalidad, según
estudios científicos el colocarle música a los niños desde que están en el vientre de su
madre los ayuda a desarrollar con mayor facilidad la inteligencia. Y si a esto le
adicionamos la importancia de la música durante la niñez, como un aspecto de
integración social y de identidad nacional, obtendremos unas de las razones por la
cual es necesario el uso de la música durante la gestación e infancia.

Esta tradición de cantarles a los niños es muy común para los venezolanos, quienes
poseen u repertorio bastante variado en canciones de arrullo, y canciones de juegos
para niños. Las canciones de arrullos son aquellas que son utilizadas para dormir a los
niños y que a la vez ayudan a los venezolanos a dar esa identidad de origen desde la

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infancia a sus hijos. En un dato muy curioso que leí en el libro "La música Folklórica
de Venezuela", el autor propone que tal vez, las primeras notas musicales del himno
nacional de Venezuela fueron tomadas de una canción de arrullo, y expone que
quizás "fuera el compositor culto, quien se inspirara y tomara para arrullar la naciente
libertad, el tema de una canción popular", por supuesto el autor hace esta suposición
basado en el repetido uso de los primeros compases de himno nacional como canción
de arrullo a lo largo de la geografía venezolana, en lo que corresponde a las costas
desde el estado Falcón, toda la costa central hasta el distrito Federal.

Veamos un ejemplo de las canciones de arrullo:

Duérmete mi niño que tengo que hacer lavar los pañales

y hacer de comer.

Duérmete mi niño que estás en la cuna

que no hay mazamorra ni leche ninguna.

Por otro lado tenemos las canciones de juegos o rondas como se le dice en Venezuela,
que son las canciones utilizadas por los niños como distracción y para jugar entre
ellos. Sin embargo, estas tradiciones se han perdido con el paso del tiempo, ya sea
porque los niños ya no se agrupan en los parques como en los tiempos de antes, sino
que prefieren el uso de la televisión, el internet, el PlayStation o cualquier otra
actividad en donde la interacción humana es poca o prácticamente nula.

b. El trabajo
La música y el trabajo han mantenido una relación muy estrecha desde tiempos
inmemoriales. Pero no hay que confundir la relación entre canto de trabajo que suele
ser una "canción rítmica cantada a capela por aquellas personas que desempeñan
tareas físicas y repetitivas", con el simple hecho de cantar una canción cundo se
trabaja. Por lo general las canciones de trabajo son utilizadas para expresar los
pesares y querencias de los trabajadores, sobre todo los relacionados con sus labores.

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Es por esto, que este tipo de canto ayuda a crear un sentimiento de integración entre
los trabajadores.
Gran parte del pueblo venezolano considera el canto como una actividad inseparable
en la realización de su faena laboral, a diferencia de muchos países donde esta
tradición ya se ha perdido. Este hecho también depende de la zona geográfica, en este
sentido se hace referencia a los llaneros y a los campesinos con sus cantos de arreo, y
cantos de ordeño que son utilizados para aquietar a los animales (vaquillas, caballos
etc.) y para aumentar la sensación del control ejercido sobre estos. Según los autores
Ramón y Rivera los cantos de arreo se pueden definir de la siguiente manera:

"desde el punto de vista musical, se caracterizan por gritos, notas largas que
adquieren a veces cierto acento quejumbroso por su movimiento de descenso tanto
dinámico como melódico, y en los casos más funcionales aspecto de canto llano en la
melodía".

Mientras que los cantos de ordeños son aquellos que son utilizados como su nombre
lo indica para ordeñar a las vacas, este tipo de canto es muy común en el Llano y en
muchos otros lugares de Venezuela en donde hay hatos o haciendas pequeñas lo que
hace posible el ordeño manual de las vacas. Aunque el ordeño mecánico y los hatos
grandes están acabando con esta tradición, todavía existen en Venezuela algunos
lugares en donde aun se llevan a acabo los cantos de ordeño.

Los cantos para faenas agrícolas, cantos de trapiche, y cantos para el pilado de maíz
generalmente son realizados por los campesinos, este tipo de canto es realizado para
hacer más llevaderos los trabajos rudimentarios, los cuales son acompañados con
cantos singulares del folklore venezolano, en ellos a veces hay exclamaciones que
parecen una incitación para poder llevar a cabo sus pesadas labores.

El canto de lavanderas, es el canto que es realizado por las mujeres que van a la
orilla del rio a lavar sus ropas, sin embargo, este tipo de canto prácticamente ya sea

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ha perdido en el pueblo venezolano, y la causa de esto no dudo en afirmar que es
debido a los avances tecnológicos, en estos tiempos ya las mujeres no van al rio a
lavar sus ropas, aunque vivan en el pueblo más alejado de Venezuela. Sin embargo,
estos cantos eran de una gran belleza, sus melodías se originaban en el transcurso de
una original armonía.

"y esa zoqueta se cree ió, ió, que todo se lo merece ió, ió,

y vive en un piazo e rancho que el viento se lo estremece ió, ió

Yo no quiero hombre casado ió, ió, porque hiede a matadura ió, ió,

yo lo quiero solterito que huele a piña madura"

Por otra parte, tenemos a los cantos de los pregones, que es hecho por los hombres o
mujeres que venden u ofrecen algún servicio o producto en las calles, en este grupo
tenemos a los vendedores ambulantes (o buhoneros), los fruteros, amoladores, etc. El
venezolano posee una personalidad jocosa, alegre de naturaleza, hecho que influye en
este tipo de canto, y que le imprime esa idiosincrasia criolla al canto, como, por
ejemplo:

¡Reparamos la lavadora, La secadora, la tostadora

y todo lo que termine en dora!

c. El culto y la religión en Venezuela


En Venezuela la religión y el culto espiritual desciende de un legado dejado por
culturas hispánicas y africanas que se mezclaron con nuestros aborígenes, por lo
tanto, el folclore musical del pueblo venezolano proviene del mestizaje de estas tres
herencias. Es por esto que los venezolanos han desarrollado una gran cantidad de
cultos que expresan a través del canto, los bailes e innumerables costumbres que
corresponden a simples actos de devoción a sus santos y creencias religiosas. Sin
embargo en la época en que vivimos el poder de la fe esta en decadencia, cada día
hay menos creyentes y por consiguiente el uso de estos cantos y bailes se hace cada

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vez menos frecuente. Entre algunos ejemplos de estas tradiciones tenemos los
siguientes:

• El velorio de Cruz que es una celebración que comienza desde las primeras horas de
la noche cantándose los tonos propios de este festejo y rezando el rosario, (muchas
veces el rosario también es cantado) que se realiza en determinadas regiones de
Venezuela (Guárico, Apure, Portuguesa, Cojedes, Lara, Yaracuy, Carabobo y algunas
partes de Aragua)

• La Fulía es un ritmo musical empleado en toda Venezuela la cual se tocan


específicamente en fiestas de velorios santos y demás fiestas religiosas que tengan
que ver con velorios. Ramón y Rivera explica que la Fulía mirandina, diferente a la
oriental, se caracteriza por ser una melodía irregular en la que un solista interpreta un
tema de 8 a 10 compases, al que responde un coro con frases de 5, 6 ó 7 compases.

• El galerón que consta de dos estribillos fijos y cuartetas octosílabas y por ello puede
decirse que son decimas improvisadas en torno al amor, la política, la religión y la
historia.

e. La diversidad musical en Venezuela:

Venezuela presenta una gran variedad musical a lo largo de toda su geografía


nacional. Y esto no se ha generado por casualidad, sino que se ha dado en respuesta a
la mezcla de las influencias europeas, africanas e indígenas; que en algunos casos se
hacen sentir de una manera muy evidente, como por ejemplo: los aguinaldos, el polo
oriental, y el punto tienen una marcada descendencia europea; mientras que los cantos
de pilar, la fulía, los toque de tambor mina dahomeyano y los Quitaplás de Curiepe
poseen una influencia africana. Por otro lado, un Calipso guayanés tiene una
influencia de habla inglesa.

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Y en algunos casos estas descendencias se han mezclado como por ejemplo en el
Zulia, las gaitas (que se usan en la época navideña, en el resto del país) es una
combinación de elementos europeos y africanos a base de un poderoso
acompañamiento de percusión.

Siguiendo en la línea de la variedad musical no podemos dejar a un lado al Joropo


Venezolano que según muchos autores "tiene sus raíces en el viejo continente, pues
esta tiene gran similitud con los bailes Lusos (Portugueses) de los bailes Flamenco
(De Brasil, que a su vez son originarios de Portugal) y de los antiguos bailes
españoles, por lo que es fácil deducir que estos bailes, los cuales fueron traídos por
los antiguos "Conquistadores", le añadimos nuestra identidad venezolana y dio como
resultado el Joropo Venezolano."

El joropo actualmente es el baile y la música que representa a Venezuela, es un


símbolo de identidad nacional. Originariamente se utilizaba el termino español
"fandango" para hablar del joropo, pero este termino fue cambiado "a mediados de
1700 cuando el campesino venezolano prefirió utilizar el término "joropo" en vez de
"fandango" para referirse a fiestas y reuniones sociales y familiares".

Venezuela posee un gran repertorio en canciones, serenatas, valses y bambucos que


son realizados con un texto enriquecido y de ritmo suave. Como ejemplo de esto
tenemos a la Región Andina donde la música tradicional es una muestra de esta
hermosa combinación de texto y poesía.

A partir del desarrollo del vals, la identificación del compositor venezolano con los
ritmos y melodías de su pueblo se hace más intensa que en otros países
latinoamericanos. "Entre los géneros musicales urbanos que forman parte de la
tradición podemos mencionar el vals"14 corriente musical donde sobresalen artistas
como Manuel Aizpurúa, Manuel Guadalajara, Rafael Isaza, Rogerio Caraballo,

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Ramón Delgado Palacios, Antonio Lauro quienes fueron los precursores de este
genero.

Por otra parte tenemos al Merengue que originariamente se creó en la República


Dominicana, pero que a comienzos del año 1920 se convirtió en merengue
venezolano, y fue una combinación de ritmos populares como la polka, la danza y el
tango español, o el tango gaditano. Que se daba especialmente en Caracas, y que se
extendió por toda la cuenca del Caribe. Para el venezolano es parte de su cultura la
salsa y el merengue, son criados con ellos, quienes aman, bailan y disfrutan estos
bailes como si los llevaran en la sangre.

Así tenemos que en Venezuela se han desarrollado una gran variedad de expresiones
musicales, y a lo largo de la historia debido a los variados matices culturales, los
venezolanos han logrado un sitial de preferencia tanto local como internacionalmente.
Sin embargo, a pesar de este hecho Venezuela todavía tiene un largo camino por
recorrer en lo que a música se refiere.

Si vemos las estadísticas podremos observar que no son muchos los representantes
venezolanos que ocupan este sitial de honor. Es por eso que es de gran importancia el
prepararnos con mayor empeño para conseguir músicos de calidad, calificados
compositores e intérpretes en la escena musical venezolana.

Origen de la música en Venezuela:

"La historia de la música en Venezuela no puede escribirse hoy, con propiedad sino
hasta el año 1919, porque entonces comenzó el movimiento que está todavía
desarrollándose, e históricamente no puede narrarse ni valorarse con justicia, porque
aún no ha concluido (…).

Para muchos autores el principio de la historia de la música en Venezuela es un hecho


que no se puede investigar con propiedad, debido a un largo periodo en donde "no

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existió ninguna manifestación musical digna de tomarse en cuenta. Nuestro país a
diferencia de México o del Perú, fue una de las colonias más pobres y descuidadas
del Continente Americano durante la dominación española".

La historia musical venezolana en sus comienzos se dividió entre lo académico


representado por el poder de la iglesia católica y lo popular representado por los
esclavos y los indígenas. Sin embargo, la música académica venezolana tuvo un
desarrollo paralelo a la música popular desde la colonia, y no fue sino hasta mediados
del siglo XIX cuando estas dos corrientes se integraron para formar una nueva
generación de músicos venezolanos. Esta primera generación fue integrada por el
Padre Sojo, Juan Manuel Olivares, José Ángel Lamas y Bartolomé Bello. La segunda
generación y quizás una de las más importantes en la historia venezolana fue
integrada por Cayetano Carreño (abuelo de la famosa pianista venezolana Teresa
Carreño) y Lino Gallardo, José Antonio Calcaño, Juan Vicente Lecuna, Juan Bautista

Plaza, Moisés Moleiro y Vicente Emilio Sojo. Este último fue uno de los músicos
más destacados de toda la historia venezolana, ya que durante el siglo XX enriqueció
esta unión de la corriente popular con la académica. "Para aquellos años," se puede
dividir la música venezolana "antes de Sojo y después de él." Debido a su valioso
aporte como educador, y como creador de valiosas obras sociales y artísticas. Fue el
fundador del Orfeón Lamas y de la Orquesta Sinfónica de Venezuela y quizás uno de
los primeros en promover el nacionalismo musical venezolano durante el siglo XX.

A finales del siglo del siglo XX tenemos a Chelique Sarabia, (margariteño) quien
alcanzo el reconocimiento internacional. Y al maestro Simón Díaz, músico cantautor
e interprete, creador de la famosísima canción "Caballo viejo", y quien por su gran
trayectoria alcanzo el reconocimiento que otorga el Grammy a músicos destacados
(premiación del 2008). Por otro lado están Aldemaro Romero, Soledad Bravo, Lilia
Vera, Rubén Cedeño, Hugo Blanco, Alí Primera, Alberto Naranjo, Hernán Gamboa,
Gualberto Ibarreto, Juan Carlos Salazar, Cecilia Todd, Esperanza Márquez, Reinaldo

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Armas, El Carrao de Palmarito, Scarlet Linares, Reina Lucero, Cristina Maica, Eneas
Perdomo, Freddy Salcedo, Luis Silva, Cholo Valderrama; así como los grupos
Serenata Guayanesa, Guaco, Maracaibo 15, quienes han representado un importante
papel en la difusión de la música venezolana de la nueva era, que incluyen obras
excelentes de autores como Otilio Galíndez.

Por supuesto en esta etapa no podemos olvidar al Maestro José Antonio Abreu quien
"Fundó y dirigió la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar (OSSB), así como también la
Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (1975) y la Fundación del Estado para el
Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles (FESNOJIV), que es una red de
orquestas infantiles, juveniles y coros que involucra cerca de 250 mil jóvenes
músicos"6 y que actualmente es un ejemplo para todo el mundo. Este Sistema de
Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela (FESNOJIV) ha dado una luz de
esperanza a los venezolanos. Debido a que ha transformado la música sinfónica en un
Programa Social del Estado venezolano, "hoy en día es posible que niños y jóvenes
de todos los estratos sociales, tengan acceso a una formación musical integral a partir
de la ejecución de un instrumento".

Por lo tanto se puede decir que en Venezuela durante esta época hubo un
florecimiento del talento venezolano que logró mantenerse hasta fines del siglo XX.

En los inicios del siglo XXI, la música venezolana se representa en la figura de


Gustavo Dudamel, músico y director de Orquesta, quien es considerado el
"Beethoven" latinoamericano "del sigo XXI" 7. Por otro lado, tenemos a Huáscar
Guarradas, Cheo Hurtado, y los grupos Ensamble Gurrufío, y Ensamble Orinoco.

Danzas tradicionales de Venezuela

Gran cantidad de danzas tradicionales se identifican en las diferentes partes de


nuestra tierra, el teatro folklórico y de calle se hizo presente en nuestras comunidades

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desde tiempos remotos. En estos bailes y danzas encontramos elementos
característicos de nuestra cultura como son la interacción de la herencia europea con
la herencia indígena, distintos rituales y creencias se sincretizan en ceremonias y
danzas con fines místicos y recreativos, las comunidades generación tras generación
hacen parte de la memoria colectiva estas tradicionales danzas. Cada una tiene sus
características, pero entre si guardan la esencia del venezolano mestizo, alegre,
creyente y comunitario.
En esta reseña se mencionan tres danzas o bailes típicos de diferentes regiones de
Venezuela, todos son conocidos y apreciados, representan nuestra sangre ligada,
nuestro brillo y nuestros orígenes, se trata del Sebucán, Las turas y el Maremare.
El Sebucán Este es un baile que se acostumbra en diferentes partes del país, se le
suele llamar las cintas ó el palo de las cintas. En oriente y Guayana tomó nombre por
asociación con el tejido ya que la bolsa que teje el indígena para uso como
exprimidor-colador de la "catebría" (yuca rallada) se parece al tejido que se hace con
cintas en el palo ceremonial. La Danza realmente proviene de Europa, se cree que su
origen es de Cataluña, pero nosotros tenemos un baile que es la aplicación final del
culto al árbol, que en el viejo continente consistía en danzar alrededor de un árbol ó
rama adornado especialmente en los rituales de la llegada de primavera, Palo de
Mayo ó Árbol de Mayo
Se llama a lo que nosotros llamamos Sebucán ó palo de cintas. El traslado de esa
danza a Venezuela ha permitido lograr una expresión nacional no solo de música y
texto que son originales sino porque se ha vuelto una tradición más nuestra
mezclándose con una representación teatral que alude a la conquista.
El Maremare Esta danza de origen indígena se ejecuta en honor a los difuntos ó a un
visitante ó la naturaleza, hay distintos maremares en cuanto a la música pero en
cuanto al bailes todos son iguales. La letra del canto del maremare son producto de la
improvisación, la danza consiste en pasos hacia adelante y hacia atrás, con algunas
complicaciones adicionales. Los instrumentos utilizados en este baile son las
maracas, la flauta de pan y el carrizo, los hombres visten guayucos y las mujeres
túnicas largas.

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Las Turas Es un baile típico mágico-religioso de origen indígena que se celebra a
fines de septiembre de cada ño en localidades de Lara y Falcón. La finalidad de este
baile y ritual es agradecer a la naturaleza por los beneficios recibidos por la
abundante cosecha obtenida. La danza consiste en formar una ronda de varias parejas
acompañados de ritmo musicales producidos con tallos de bambú, cráneos ó cuernos
de venado y por otra parte las maracas, que desde sus comienzos han tenido una
connotación mágica en las celebraciones indígenas.
El 23 y 24 de septiembre, día de la Virgen de las Mercedes, se lleva a cabo en los
pueblos de Mapararía y El Tural, al sur del estado Falcón, la fiesta y danza ritual de
Las Turas.

Su ascendencia indígena es profunda, esta fiesta es organizada por una cofradía cuyas
máximas autoridades son el Capataz y la Reina. La danza se ejecuta en diversos
espacios abiertos. Los músicos tocan y danzan en círculo, rodeando un altar que
contiene una cruz enmarcada por una estructura cubierta de palmas, de hojas de caña
y plátanos, al pie de la cual se colocan velas encendidas.

Tanto el marco como la base del altar lleva como ofrenda mazorcas de maíz,
verduras, tubérculos y diversos frutos. Con diversos toques instrumentales. En ella se
dejan escuchar dos "Turas" (hembra y macho), cachos y maracas. Algunos músicos
ejecutan en pareja las "Turas", dos flautas (hembra y macho) que dan su nombre a la
fiesta. Otros participantes danzan mientras tocan una maraca y soplan los "Cachos",
unos silbatos hechos con cráneos de venado. También danzan hombres y mujeres
agarrados por la cintura, imitando voces de diversos animales.

LA DANZA FOLKLORICA - TRADICIONAL y LA DANZA DE


PROYECCIÓN FOLKLORICA – TRADICIONAL

La Danza Folklórica y/o Tradicional: Es realmente importante destacar que la

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danza Folklórica es aquella que es concebida, gestada y desarrollada desde la propia
comunidad, en donde se conjugan y vinculan de forma armoniosa una variedad de
elementos locales, tales como la gastronomía, la artesanía, creencias, al igual que los
aspectos que le dan forma a la idiosincrasia como los rasgos, temperamentos,
carácter, etc., distintivos y propios de los individuos de la referida colectividad;
cuentan además como característica el que son heredadas, es decir transmitidas de
generación en generación, que poseen además un rasgo de tradición, es decir que se
realizan con una periodicidad o frecuencia constante, en ellas participa, por lo menos,
un buen grupo representativo de los habitantes de la localidad y el resto de una u otra
forma se identifica con la misma.

En resumen la danza folklórica es la que se desarrolla o realiza en una comunidad,


ejemplo de ello los bailes de tambor en honor a San Juan Bautista de cualquier
comunidad de Venezuela.

La Danza de Proyección Folklórica – Tradicional:

Una danza o baile se considera de Proyección folklórica – Tradicional, cuando, aun


siendo ejecutada por la propia comunidad, con los elementos que le identifican o
caractericen, pero si no es realizada en su propio entorno geográfico, es decir que es
extraída de su ambiente natural y escenificada en otro lugar, deja de ser folklórica y
se convierte en Danza o Baile de proyección folklórica o de proyección tradicional.
Tanto la danza Folklórica como la de proyección folklórica o tradicional para su
escenificación cuentan indispensablemente con un conjunto musical que le acompaña
tanto en la parte instrumentista como en las de los cantos si es que contase con ellos.

DIFERENCIA ENTRE BAILE Y DANZA

En otras latitudes y países llaman indistintamente como sinónimos al Baile y la


Danza; ahora bien, en Venezuela y para nosotros los que de una u otra manera nos

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dedicamos a cultivar el área de la danza, llámese folklórica, tradicional, de
proyección folklórica o de proyección tradicional, existen dos subáreas de relevante
importancia, ello debido a que subdividimos al arte del movimiento del cuerpo
estimulado o no por la música –la danza- en dos categorías, a saber:

La Danza Propiamente dicha y El Baile.


La primera, encierra en si a todo aquel grupo de expresiones colectivas y
socializadoras que desarrolla el ser humano mediante el uso y desarrollo de
secuencias o figuras coreográficas preconcebidas, mejoradas mediante la realización
de ensayos rutinarios que a la larga le infundirán sincronía o sincronización, se
apoyan en el uso de un vestuario, de características similares, donde prevalece la
uniformidad, muy bien elaborados, de llamativos y vistosos colores, así como del uso
de elementos accesorios que se emplean en ciertos momentos de la ejecución de la
misma; sus ejecutantes hacen uso de un sin número de figuras que se suceden de
forma secuencial, entre las que podemos citar las mundialmente conocidas como:

Fuentes, por dentro y/o por fuera.


Herraduras, ues (“U”) o semicírculos
Doble hileras, dos columnas o dos en fondo
Empalizada o frontal
Caracol, serpiente o culebra
Trenzado o serpentina
Careos –con mas de 6 variantes-
Enganches
Cesta o canasto
Rueda
Tejido
Remolino
Nudos
Entre otros

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Por su parte el baile, además de también ser socializador y colectivo, presenta como
condición indispensable, el ser independiente o individual, y aunque si bien es cierto
que requiere de ejecución cotidiana para ser asimilado por sus ejecutantes como
representativo de un determinado grupo humano o de un lugar, región, pueblo o
nación, no requiere de rutinas estrictas de ensayos, sus ejecutantes lo aprenden y
asumen a través de la observación simple y transmitido de generación a generación
como modelo sencillo de imitación, en resumidas cuentas el baile no es más que una
danza sin coreografías preestablecidas, tal es el caso en Venezuela de:

Los Valses criollos


Los Joropos, en todos sus estilos
El Tambor
El Calipso
El Merengue Criollo, cañonero o rucaneado
El Tamunangue o Sones de San Antonio de Padua
Entre otros.

La Danza, sigue formando parte de nuestras vidas al igual que lo hizo en la de


nuestros antepasados. Es algo vivo y dinámico que evoluciona con los tiempos pero
es indivisible o consustancial con la naturaleza humana.

CLASIFICACION DE LAS DANZAS Y BAILES TRADICIONALES DE


VENEZUELA.

Comenzaremos nuestra clasificación dancística o danzaria, para facilitarnos el


trabajo, partiendo de una subdivisión territorial en regiones de Venezuela, regiones
que hemos establecido por cuenta propia y que si bien no se corresponde con las
regiones oficialmente descritas por la Oficina de Cartografía Nacional de la

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República Bolivariana de Venezuela, las hemos estructurado para facilidad de la
ubicación y descripción de las danzas que debemos tratar.
Es de hacer notar además, que hemos asignado a los estados representativos de las
mencionadas regiones, algunas danzas que hemos considerado representativas para
cada uno de ellos, destacando que los mismos posee una muy diversa gama de bailes
y danzas tradicionales, las cuales no citamos en su totalidad porque realmente
resultaría muy extenso el trabajo, se espera poder realizar, con posterioridad, una
segunda y una tercera parte de este mismo trabajo, hasta, tal vez, agotar por lo menos
el gran total de las manifestaciones danzarias y/o coreográficas del país.
Las regiones consideradas son:
1.- Región Andina, compuesta o conformada por los Estado Táchira, Mérida y
Trujillo.
2.- Regios Costera, subregión de la cordillera central, conformada por los Estados
Vargas, Aragua, Miranda y Carabobo.
3. Región Capital, conformada por el Distrito Capital de la República Bolivariana de
Venezuela.
4.- Región Llanera, conformada por los estados Apure, Barinas, Cojedes, Guárico y
Portuguesa.
5.- Región Oriental, conformada por los Estados Anzoátegui, Monagas, Nueva
Esparta y Sucre,
6.- Región Centro occidental conformada por los Estados Falcón, Lara y Yaracuy.
7.- Región Guayanesa conformada por el Estado Bolívar
8.- Región Centro Sur compuesta por el Estado Amazonas
9.- Región Deltaica compuesta por el Estado Delta Amacuro y
10.- Región Lacustre o Zuliana, conformada por el Estado Zulia.

Ahora bien, partiendo de esta subdivisión geográfica, enumeraremos algunas danzas


y/o bailes representativos (as) de cada una de estas.

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Región Andina: Las Danzas mas representativas de ésta subregión son: El Pato
Bombiao, o baile con bombas, los Giros de San Benito de Palermo, Las Locaínas o
Fiestas de Locos, Los Danceros o Vasallos de La Candelaria y El Tres Andino.

Región Costera: Son representativas en esta subregión los Bailes de Tambor en


Honor a San Juan El Bautista, Los Joropos Costeros o costeños y Las Diversiones de
Carnaval.

Región Capital: La Región Capital viene representada danzariamente por el


Merengue Rucaneao, Merengue Caraqueño, llamado Música Cañonera o Trabuco, de
Retreta o Placera (De Plaza).

Región de Los Llanos: La máxima representación en danza de esta región es el


Joropo, el cual además dada su proyección general esta catalogado como Baile
Nacional, no obstante existen otras danzas que se localizan en los estado que
conforman esta región.

Región Oriental: Si en la Región Llanera, el Joropo Llanero es su máxima


representación, este mismo género, pero en su versión Oriental (Joropo Oriental) es la
representación de dicha región.

Región Centro Occidental: Esta región cuenta como representativa en el aspecto de


la danza, con los Llamados Sones en honor a San Antonio de Padua, últimamente
llamado “Tamunangue”, su hermano el golpe larense, también llamado por algunos
“golpe tocuyano” y el Baile de Las Turas.

Región Guayanesa: Su máxima expresión coreográfica es El Calipso Guayanés.


Región Centro Sur: A esta región la representan dignamente los bailes o Danzas
étnicas que practican desde inmemoriales tiempos los descendientes de nuestros
aborígenes o gente autóctona, entre estos bailes étnicos tenemos los bailes de la

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Nación Jiwi, occidentalmente llamado Goajibos, en particular el baile de la wajita o
rueda y los de la Nación Waika, llamados Yanomami por los occidentales, quienes
realizan la danza del Pijiguao

Región Deltaica: Esta subregión esta representada por los bailes y/o danzas Deltanos
de los grupos étnicos waraos, araucanos y caribes; aunque en esta región se practica
con bastante fuerza el Joropo deltano, muy parecido al guayanés y al Oriental, con los
cuales está emparentado. Así podemos mencionar la danza de la “Nijarabana” de los
Waraos, o la danza de la duadona, que es una lanza que se arroja para dar inicio al
baile del mismo nombre, se canta a amanera coral e instrumentalmente solo se usa el
“Clarinete Warao”.

Región Lacustre o Zuliana: A dicha región la representan magistral y dignamente


las llamadas danzas del Chimbánguele en Honor a San Benito de Palermo, junto a su
antesala La Gaita de Tambora, ambos, de la región Sur del Lago, y las otras tres
modalidades de gaitas: la Gaita Perijanera en la Sierra de Perijá y en la Villa del
Rosario de Perijá, la de Santa Lucía en el propio Maracaibo y la mundialmente
conocida Gaita de Furro, que aunque no posee una estricta manera coreográfica, lo
que lleva a considerarla por algunos como carente de baile, no obstante si se suele
bailarse.

Región Andina:

El Pato Bombiao: Lo que antiguamente se llamo Baile del “Paso Bombiao”, con el
correr del tiempo degenero a “Pato Bombiao”, recibe el nombre de “Bombiao”
debido a que durante la ejecución del mismo, en cierto momento la música se detiene
y los bailadores por turnos correspondientes se dedican versos o coplas alegóricas o
alusivas, de enamoramiento, desenamoramiento, o lo que es lo mismo de amor y
desamor, humorísticas, satíricas o meramente románticas, acción que en casi toda la
Venezuela folklórica le dan a llamar “Bombas”, de allí su nombre de Bombiao.

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Este baile es muy popular en los Estados Táchira y en Mérida, durante el desarrollo
del baile, entre cada bomba se observa la interpretación musical de un típico conjunto
local, compuesto entre otros por los instrumentos siguientes:

El cuatro o guitarra pequeña, la guitarra grande, el tiple andino, la mandolina o


bandolina, el violín y las maracas, la melodía que interpretan estos músicos locales es
por lo general una especie de joropo a manera de fandango o bien un pasillo andino o
bien un joropo., las parejas mixtas, en número indefinido recorren la pista de baile de
manera libre, deteniéndose según las paradas que el conjunto considere pertinentes,
para que el caballero inicie la porfía de versos o cuartetas octosílabos dedicados a la
dama, acción a la cual le sucede la dama con su respectiva respuesta de la bomba,
esta debe ser una contesta acorde a la que le dedico el caballero.

Las Danzas y Giros de San Benito de Palermo: El culto devocional al Santo Negro
subió a los Andes desde Zulia a través de Trujillo llegando a este y a Mérida y
transformándose con el tiempo, en estos pueblos se festeja el Santo Moro con las
llamadas Danzas de Giros, hombres y mujeres trajeados de blanco generalmente,
aunque hay cofradías donde se destacan damas trajeadas de amarillo y de color beis,
para distinguirse como señoritas las primeras y señoras casadas por la iglesia católica
las segundas, este es el caso de pueblos de Trujillo como en La Mesa de Esnujaque,
otro caso es el trajearse de negro y teñirse el rostro de igual color en las poblaciones
de Chachopo, La Venta y Mucutujote en la Zona paramera de Mérida, en todos los
casos realizan danzas de tejidos de mástiles o palos de cintas, o bien de troncos de
árboles y hasta de ejes humanos (tejido de una persona), realizan paseos danzando
alegremente por las calles de los poblados acompañados de sus violines, cuatros,
tambores y su respectiva maraca que porta cada danzante para marcar sus ritmos
particularmente.

Las Locaínas o Fiestas de Locos: Estas pantomimicas danzas se detectan por lo

19
general para la celebración del día de los Santos Inocentes (28 de diciembre) en casi
todo el país y por ende en la región Andina, digna representación de estas son las de
la región del Valle en Mérida en poblaciones como El Arado y Las Cuadras, estas se
detectan el día 2 de febrero y reciben el nombre de Locos de La Candelaria, por
festejarse en el día de La Candelaria, es una especie de teatro popular, basado en un
hecho de la vida real de una pareja de campesinos del lugar progenitores de un
numero extenso d hermosas hijas en edad casamentera a las cuales asediaban
fuertemente los mozos de localidades vecinas, a lo cual el padre se oponía
rotundamente. La ejecutan hombres trajeados de damas, haciendo reminiscencia a las
bellas doncellas hijas de Candelario (El Viejo) representado por un danzante durante
la parodia, quien es acompañado de Candelaria, su vieja esposa, también encarnada
por otro hombre danzante de la comunidad; la mojiganga es acompañada de un típico
conjunto local integrado por guitarra, cuatro, tambor, maracas y el infaltable violín.

Los Danceros o Vasallos de La Candelaria: En las localidades de La Mesa Bolívar


(Municipio Antonio Pinto Salinas) y La Parroquia [(Parroquia San Rafael de Alcázar
del Municipio Obispo Ramos de Lora)] del Estado Mérida, durante las fiestas de La
Virgen de La Candelaria, el 2 de febrero se puede apreciar la aparición de un gran
numero de hombres danzando en honor de esta Virgen, en la Mesa Bolívar, festejas
además el día 1 ero, con el llamado Ensayo General de las Danzas y El apagón del
sistema eléctrico, adornando al pueblo con n centenar de velas que ocasionan un
impresionante ambiente, esta danza al igual que su homologa la de la Parroquia es
ejecutada exclusivamente por hombres, aunque ya se esta aperturando en La
Parroquia la participación a algunas damas que así lo han solicitado, se basa en
acontecimientos netamente agrarios, consta de varias danzas entre estas, la quema, la
siembra, el aporco, la cosecha, el palito y el encierro del chivo, se dice que esta
basada en una aparición mística de la Virgen a una habitante de La Parroquia, cerca
de la población de Zea y esta fue inspirada en una ilustración que le revelare la
Virgen para la creación de la Danza, de esta comunidad partió a La Mesa Bolívar
donde tomó características particulares que la diferencian de la otra sobre todo en la

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vestimenta. Musicalmente son muy similares al igual que en la instrumentación
empleada: Cuatro, guitarra, tambora y Violín y una maraca que porta cada danzante
para marcar su ritmo particular.

El Baile del Tres Andino: Este baile transformado en el tiempo luego de su intento
de reactivación al haberse perdido por alrededor de unos 70 años, alrededor del año
1825, y tratado de devolver al pueblo aproximadamente en 1940, fue además
conocido como “Tresillo” (Combinación terno-binaria en el acompañamiento, a veces
también en la voz cantante. Originalmente solo existía en compases alternos. Luego
se fue fragmentando en tresillos de corcheas. La Historia cuenta, que en 1810
comienza la Guerra Independentista en Hispanoamérica, en 1821 siendo Venezuela
independiente, se produce una emigración a Puerto Rico, consigo, estos emigrantes,
llevan el danzón venezolano, también conocido como Tres, dado a que constaba de
tres partes, 8 repetidos (paseo), y 8-8 o en algunas ocasiones 16-16. Valor bailable.
Lo que da origen en Puerto Rico al baile de pareja, atribuida su introducción a los
venezolanos, más adelantados culturalmente en esa época. Sobre todo en el Estado
Táchira y zona confluente con Colombia se conocía a través de la historia oral la
existencia en el pasado de este género musical y coreográfico, de él se hallaron
partituras fáciles de interpretar, mas se desconocía su forma de bailar; una vez
iniciado el deseo de reactivarlo a los pioneros de esta gesta se les ocurrió que al
llamarse Tres debió ser, por ser bailado por un trío, surgió así esta manera hoy día
peculiar, otrora desconocida de ejecutar un baile popular, el trío lo conforman dos
damas y un caballero o dos caballeros y una dama que realizan figuras de
significativa elegancia, en Venezuela es mayormente conocido en poblaciones del
Estado Táchira.

Región Centro norte costera:


Las poblaciones que conforman esta subregión que hemos denominado costera y la
cual forma parte de la oficialmente catalogada región de la cordillera central, cuenta
como representativa con:

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Las Fiestas del Tambor en Honor a San Juan El Bautista: Esta festividad es producto
de la inventiva del colectivo y de su interpretación particular de las narraciones y
enseñanzas bíblicas.

La Iglesia Católica en su afán de evangelizar a los nuevos pobladores de la Venezuela


postcolonial, hizo uso del Teatro Popular, llamado para ese entonces, al basarse en
acontecimientos bíblicos: “Autos Sacramentales” El auto era en su origen una
representación teatral tanto de índole religiosa como profana; los autos recibían
también en la Edad Media el nombre de misterios o moralidades, sobre todo cuando
trataban de tema religioso; desde la segunda mitad del siglo XVI comenzaron a
llamarse autos sacramentales.
Con dichos autos, la iglesia católica narraba los acontecimientos de Santos y sus
hechos a los nuevos venezolanos quienes dieron una interpretación particular de esos
hechos y los fueron internalizando a su manera, le adicionaron elementos de su
cultura original.

Es de recordar que la población venezolana, como toda la caribeña está conformada


por una mezcla de culturas africanas, hispanas y étnicas como cultura aborigen del
continente, con el correr del tiempo los festejos a este Santo Varón, el Santo del
Bautismo liberador del pecado, han resultado en una explosiva gama o variedad de
modalidades o estilos de toques, cantos y bailes de tambor, basados en antiguas
danzas guerreras africanas castellanizadas y criollizadas con el tiempo y deslindadas
de sus también antiguas esencias idolátricas y ahora trasladadas a un “culto
catolizado”.

Bien visto por unos y en observación por otros, pero que llegándose a resumir forma
parte de la identidad de un gran número de adeptos de comunidades costeras y
subcosteras del país, en donde el tambor es el instrumento primordial; lo ubicamos en
las costas mirandinas, desde Cúpira en el Municipio Pedro Gual, hasta Higuerote en

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el Municipio Brión, con su variedad de Mina y Curbata, apreciándose en estas
comunidades además, la variedad de los llamados tambores cumacos y/o los burros
negros (cumacos enormes), la trilogía de tambores redondos o culo e’ puyas, entre
otros; caso similar en el Estado Vargas, en donde se detecta festejos a San Juan con
su resonar de tambores en las poblaciones de Chuspa, limite con Miranda, pasando
por La Sabana, Todasana, Naiquatá, Caraballeda, Macuto, Maiquetía, La Guaira,
Catia La Mar, Carayaca, Tarma, Oricao, Chichiriviche y Puerto Cruz, Límite con el
vecino estado Aragua donde las poblaciones de Chuao y Choroní (Municipio
Santiago Mariño); Ocumare de la Costa, Cumboto, Turiamo, Cuyagua, Cepe, Puerto
Maya y Cata del recientemente creado Municipio Costa de Oro, antiguamente
pertenecientes al Municipio Girardot, rinden especial veneración con sus Sangueos,
los paseos en lanchas por el mar con la imagen del Santo (imagen de San Juan niño),
en el llamado embarque y desembarque de San Juancito, el mismo escoltado con
banderas multicolores y acompañando a sus devotos, los incesantes cumacos que
producen su sonoro repicar, al llegar al centro poblado.

Donde se entonan los llamados lejíos, loas o sirenas, cantos devocionales, sin
acompañamiento musical, a manera de cuartetas alusivas al Santo, a su vida, o bien a
los presentes en el ritual; esto acontece en las casas construidas para la veneración del
Santo, mientras que afuera la batería e tambores, conformada por un par de cumacos,
no para acompañando a los cantadores y cantadoras que se suceden por turnos
espontáneos en la interpretación de los golpes trancados, sean de los llamados “Golpe
de plaza” y/o “Golpeao”; caso muy similar sucede en las carabobeñas poblaciones de
Puerto Cabello (Municipio Puerto Cabello), Morón (Municipio Juan José Mora) y los
caseríos y Parroquias Goaigoaza, Borburata, Patanemo, en donde la diferencia
vendría dada por puntualidades, como en el caso de utilizar además de los cumacos,
las llamadas tamboras cortas o “campanas”, mas livianas y de mejor manejo a la hora
de desplazarse por las calles de las respectivas poblaciones, al igual que forradas con
pieles mas suaves como las de cabras jóvenes o de sexo femenino (chivas), las que le
permiten a los carabobeños ostentar unos repiques sanjuaneros mas acelerados que le

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caracterizan.

Los Joropos Costeros o costeños:


El joropo tamben es llamado Fandango. Se estima, que etimológicamente la voz
joropo es un derivado del árabe xarop, que traduce jarabe, sirope o hidromiel.
El compositor Español Antonio y Ramos Soles (El Padre Soler), alumno aventajado
de Scarlatti, compuso a mediados del año 1700 un famoso fandango para clavecín
(instrumento musical de cuerdas y teclado, ya en desuso) en el cual se aprecian
desarrollos rítmicos y melódicos incorporados posteriormente, en forma idéntica, a
nuestro popular pajarillo, así como también a las secuencias armónicas y fraseos
presentes en el llamado seis numerao, ambas piezas pertenecientes a la familia del
joropo tradicional venezolano.
Los primeros fandangos llegados a Caracas, probablemente en el transcurso del siglo
XVIII y ejecutados en vihuelas (en Navarra-España Guitarra), bandurrias
(instrumento ovado, con seis ordenes de cuerdas dobles) y mandoras (instrumento
musical de cuerdas de cuello alargado de origen árabe), se tocarían en las veladas de
los "grandes cacaos", llamados así por ser los dueños de las haciendas de cacao y
café, circunvecinas a la capital.

El Fandango, como música de divertimento, competiría en buena lid con los


conciertos de cuerdas referidos por Arístides Rojas en su célebre relato sobre la
primera tasa de café que se tomó en Caracas, en 1786, por iniciativa del Padre Sojo,
fundador de la Escuela de Música de Chacao, y a quienes acompañaron en esa
empresa el Padre Mohedano y don Bartolomé Blandín, dueños también de haciendas,
como la de "La Floresta", hoy integrada a la actual área metropolitana ciudad capital
de la República Bolivariana de Venezuela y de lo cual se conserva el nombre y la
casona original.
Esos fandangos ejecutados en arpa clásica y clavecín (Instrumento musical de cuerdas
y teclado que se caracteriza por el modo de herir dichas cuerdas desde abajo por picos

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de pluma que hacen el oficio de plectros) por los mantuanos en sus fiestas de
haciendas, fueron aprendidas de oído por la peonada, constituida principalmente por
negros y mulatos, nuestros campesinos en sus ratos libres, lograron recrear las
melodías originales de los temas aprendidos.

Había nacido así el joropo central de Los Valles del Tuy y de Aragua, con una
impresionante riqueza melódica y un bordoneo, con algunas dificultades rítmicas,
heredada del mundo sonoro africano, para ser ejecutados en un arpa rústica hecha de
guasdua, juajua, guafa o bambú o en una bandola construida del fruto seco del taparo
(cresenthia cujete), de allí en adelante aquel fandango clasista y reposado se
transformaría en una forma popular venezolana, donde se fusionan en el arpa, el
tipleteo de la región aguda, los tenoretes de la región media y el bordoneo propio de
los bajos.
Este joropo llamado central bajo a la región de Barlovento, allí adquirió
puntualidades que lo caracterizan, mas que todo en lo que respecta a la
instrumentación empleada, lo cual es generalmente interpretado con la bandola
Riochiqueña, por emplearse en Río Chico y zonas circunvecinas, aunque es frecuente
también observar el arpa central ser ejecutada

Hoy día se conocen, entre otras variantes del Joropo Central o costeño: los llamados
golpes, guabinas, resbalosas o refalosas, yaguazos, pajarillos, pasajes, revueltas y
hornadas. Este estilo o modalidad de joropo, a través de las oleadas humanas se ha
trasladado a diversas regiones costeras y subcosteras del país, es un baile libre de
parejas mixtas en conjunto, es un joropo salpicado de jocosidad y romanticismo, de
gallardía y elegancia.

A diferencia de las otras festividades tradicionales barloventeñas, marcadas por un


calendario religioso, el joropo barloventeño se realiza todo el año. Las localidades
donde se origino esta festividad es la población de El Guapo (Municipio Páez) y
zonas

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cercanas como Cúpira (Municipio Pedro Gual).

La Bandola de El Guapo tiene ocho cuerdas, a diferencia de la llanera que tiene


cuatro.
Los instrumentos musicales que integran el joropo barloventeño son: la bandola de
ocho cuerdas, el cuatro, el güiro, las maracas, la marímbola (cajón con un agujero y
en medio de agujero se sujetan unas laminas de hierro que hacen las veces de bajo).
Por último un cantante solista y varias parejas de bailes conforman el baile de Joropo
de El Guapo.

Los grandes bandolista de Barlovento han sido Juan Rebolledo, Regino Colina,
Inocencio Caraballo, Pedro Pablo Arteaga y Ursulino Olivo.
El Joropo Central y su pariente cercano el costeño tiene Pasajes y Golpes, cosa
común con los demás joropos, pero además reúne una forma musical que algunos
consideran un pasaje largo que se llama La Revuelta. Esta consta de 4 partes bien
diferenciadas:
Pasaje, Yaguaso, Guabina y Marisela. En la Revuelta se cuentan sus 4 partes. Primero
el Pasaje en donde el cantante desarrolla el tema central de la canción. Luego entra el
Yaguazo o Yaguaso en donde el cantante, por lo general, comienza a echar versos
improvisados aunque sin perder su estructura. Luego arranca la Guabina que también
tiene una forma armónica fija aunque se diferencia de las anteriores. Luego comienza
la Marisela que es la única parte instrumental de la Revuelta, esta termina con lo que
se llama la "llamada del mono" que es por lo general una copla humorística del
cantante con la que se cierra el tema.

Cada una de las partes de la Revuelta implica variaciones en los pasos de los
bailadores en pareja quienes van ejecutando figuras comunes con los otros joropos:
valsiao, zapatiao y escobillao y otras figuras propias del Joropo Central, como las
vueltas a la inversa, el freno o frenado del paso, la vuelta en bandera, entre otras.

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Las Diversiones de Carnaval:

Entre las mas relevantes de esta región debemos citar en Carabobo a la impresionante
diversión de la Hamaca, festejo que celebra el cierre del carnaval e inicio de la
cuaresma, similar a su homologa diversión del Estado Vargas (Naiquatá) el llamado
Entierro de la Sardina, es una especie de mojiganga, donde todos los participantes,
hombres exclusivamente se apoderan del pueblo, desdoblan por lo general sus roles o
personalidades y se entregan a llorar un difunto imaginario, en San Millán de Puerto
Cabello en el Estado Carabobo el difunto (un has de paja) es trasladado en una
improvisada Hamaca, mientras que en Naiquatá del Estado Vargas va en una
carromato o carroza, representado como un gran pez muerto (sardina), van entonando
cantos alegóricos, sean de tambor o de ultima moda en el ambiente cotidiano, en
ambos casos se pretende dar sepultura a la lujuria que representa el carnaval, para dar
inicio a la cuaresma (En algunas iglesias cristianas, tiempo litúrgico de preparación
de la Pascua de Resurrección, desde el miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo, y
que se caracteriza por ser un período de penitencia.)
En el Entierro de la Sardina se conjugan trajes exóticos, comparsas, pelucas,
personajes ambiguos, un cura que libera de pecados a los pobladores, toda una fiesta
que culmina con el entierro de un pez azul. Esta colorida fiesta corresponde a una de
las tradiciones más arraigadas del pueblo varguense, citamos el entierro de la sardina,
el cual florece cada año desde 1915 en la parroquia Naiguatá del estado Vargas.

Otra Diversión que comparten las poblaciones de estos estados es la de La Burra,


mojiganga que representa al jumento en referencias, haciendo alusión a su relación, la
cual a veces va más allá de la simplemente laboral (amo/patrón vs. animal de
carga/transporte) a la de estrecha compenetración a veces hasta romántica a manera
de chanza o jocosidad, un joven de la respectiva localidad representa al dueño y al
animal a la vez, un artesano local se encarga de elaborar el jumento (burra) de tal
modo que al observarlos se aprecie a los dos personajes simultáneamente, el hombre

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con habilidad corporal deberá hacer ver a los espectadores la diferencia entre ambos,
generalmente un grupo de muchachos “zagaletones” acompaña la diversión o
parranda formando círculos que limitan a los espectadores para que dejen expresarse
al binomio burra-jinete, un típico conjunto local, portando alguno que otro
instrumento o elemento sonoro, les acompañará para amenizar la mojiganga.

Región Capital:

La música caraqueña, entre los años 30 al 50 del siglo XX, era la llamada música para
baile de salón o de sala. Para esta misma época surge, a raíz de los llamados tangos
merengues y estos a su vez de los merengues caribeños, el llamado merengue
caraqueño, un merengue muy contagioso y alegre, el cual no logró desarrollarse,
debido a la arrollante entrada de otros géneros bailables que llegaron de otras
latitudes, principalmente de Cuba; es un género que ha quedado en el olvido, a pesar
de ser el sonido de la Caracas de aquellos tiempos, y de ser el punto de partida para el
surgimiento del género urbano venezolano.
En aquella época de antaño, en la capital de Venezuela existían unos excéntricos
lugares llamados “mabíles”, sinónimo de clubes nocturnos de no muy buena
reputación, la mayoría de los casos, donde los caraqueños mas destacados concurrían
a bailar los llamados merengues “rucaneaos”; nombre que recibió por la peculiar
manera de bailarlo, y que consistía en un característico movimiento de la cadera por
el acentuado quiebre de la cintura.

La palabra “rucaneao” se dice viene de un sobrenombre que aun hoy día le dan al
plátano (musa paradisíaca), “rúcano”, mientras más grande el plátano es más rúcano,
el vulgo popular del venezolano traslado este nombre de rúcano (plátano) al miembro
sexual masculino y como en este merengue, el hombre mueve viva y armoniosamente
la parte de su cuerpo en donde se ubica éste, tratando de frotarse con su compañera de
baile, popularmente trasladaron el nombre de bailar rucaneao, caso similar al “Raspa
Canilla” costeño colombiano, o al más contemporáneo decir de “Pulir la hebilla”.

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Este merengue era interpretado por los llamados músicos “cañoneros”, a los cuales se
les dio esta nominación, según dos versiones, la primera, en traslado del nombre de
un implemento con el que se anunciaban por las calles las retretas y bailes en los
mabíles. Se trataba de una pequeña sección o tubo de bambú (bambusa sp.), conocido
como trabuco o cañón, que se rellenaba de carburo (carburo de calcio) al cual se le
agregaba cierta cantidad de agua para hacerlo reaccionar, se tapaba con ambas manos,
reteniendo sus gases explosivos, hasta cuanto pudiese el operador del implemento,
mientras esto ocurría, otro encendía un cerillo o fósforo y lo acercaba por una ranura
que poseía el trabuco o cañón; al detonarlo llamaban la atención de los pobladores y
anunciaban el evento social del momento.

Otra versión señala que a esta música la llamaron cañonera por los músicos, que era a
quienes llamaban cañoneros, ello debido a que en los mabíles donde se ejecutaban
últimamente, y en estos lugares se daban cita, damas dedicadas al retozo y desorden,
muchas veces no dejaban a estos músicos hacer su trabajo de tocar, entonces estos
molestos demostraban su enojo con caras amarradas o de no muy buenos amigos, a
esta forma de demostrar un rastro enojado con el tiempo le dieron a llamar cara de
cañón, debido a que comparaban una facción de enojo con un cañón armado y listo
para disparar, de allí que llamaban a los músicos cañoneros.

En Venezuela tomamos el mismo nombre de merengue del Caribe, por ese


permanente contacto que se mantenía, como aún hoy día se mantiene, con las
Antillas, pero no su forma o estilo de baile ni tampoco su ritmo.

Aproximadamente entre 1850 y 1910, en Caracas prosperan y se imponen una serie


de canciones y aires musicales, de manera especial el merengue, el cual se convierte
rápidamente en una moda, el merengue, realmente, como adopción y origen es
caraqueño. Es una pieza genuinamente caraqueña, su característica principal es que es
satírico, de doble sentido, pendenciero, no hay merengue romántico o de amor.

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Región de Los Llanos:

Como dijésemos en la clasificación de las regiones del país, en estos estados la


máxima representación es el Joropo, calificado, para diferenciarlo al, de los otros
estilos de joropos existentes en el país, como Joropo Recio o Joropo Llanero.

De las variantes del Joropo llanero se conocen las más antiguas como el galerón, el
pajarillo y el numerao, así como las invenciones más recientes aportadas por nuestros
creadores populares a partir de temas inscritos en el anonimato, así tenemos:
periquera, zumba que zumba, guacharaca, gabán, San Rafael, gavilán, quirpa, seis por
derecho, carnaval, catira, pasaje, corrío, paloma, chipola, merecure, cunavichero y
quitapesares.
Cada uno de estas variantes o aires de joropos, nacidos en comunidades de nuestros
llanos, los mismos encierran historias, anécdotas, cuetos o cachos y leyendas de tal
significación, que merecería estudio separado como contribución a la memoria
musical de nuestro pueblo, de su arte y de sus aconteceres.
Este estilo de joropo es el que posee mayor variedad en cuanto a las figuras que
ejecuta la pareja de bailadores, es característico en este que el hombre zapatee y
mientras este lo hace su acompañante, la dama, escobilla o escubilla, se conocen mas
de una docena de estilos o modos de zapateos del hombre y mas de una media docena
de estilos de escobilleos o escobillaos de la dama, en cuanto a las figuras se han
registrado mas de 100 figuras, todas nacidas en el propio llano, figuras que la
inventiva del pueblo va recreando de acciones propias de la naturaleza y su entorno,
como el vaivén de la palma, la sentada de la danta, el remolino, el galapaguero, la
vuelta de bandera, el lazo de la soga, el paso horconeao o jorconeao, entre otros, es de
hacer notar que en losa actuales momentos ha surgido un nuevo estilo de joropo al
cual han denominado, “Joropo Académico”, es un estilo que parte del recio
propiamente dicho, pero con el cual se debe tener cuidado porque se nota que los
ejecutantes están tomando figuras de otros aires, sobre todo de la llamada Salsa

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Casino y pude correr el riesgo de tergiversarse y dejar de ser joropo y transformarse
en otro asunto, en todo caso eso es digno de un estudio separado.

Región Oriental:

El Joropo Oriental. De los llanos occidentales, por la ruta de los ríos Apure y Orinoco
partió el joropo un día cualquiera, para llegar a las tierras de Guayana y del Oriente
venezolano.

La riqueza del joropo nacional se hace presente en el oriente venezolano a través de


las variantes “zumba que zumba” (en modo mayor), sabana blanca, catira, golpe de
arpa, llabajero (por ser música venida de allá abajo del llano), mediadiana y golpe y
estribillo.

En Esta región el bandolín y la bandola oriental (de ocho cuerdas) sustituyeron al


arpa como instrumento melódico. En la Costa de Sucre se ha incorporado La cuereta
o acordeón, para el fraseo melódico y la tambora como percusión, ambos integrados
para la ejecución del golpe con estribillo. Este último compuesto de dos partes, la
primera con tema libre y reposado por caracterizar a una forma valseada de tres
tiempos, y la segunda, en la trama rítmica del 6 x 8 (seis octavos) que permite la
improvisación virtuosa de los instrumentos melódicos y del canto sobre un esquema
armónico fijo repetitivo.

Las Diversiones Orientales:

Este subgénero de los bailes y danzas orientales de Venezuela, está representado por
las muy conocidas diversiones de: El Chiriguare, El Róbalo, La Burriquita, La Sirena,
Los Chimichimitos, entre otras, expresiones que han sido interpretadas por
generaciones de escolares en todo el país, pero que no son masque una ínfima parte
del total de ellas, amen de no ser, hoy día lo mas representativo del oriente

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venezolano en lo que a su género respecta, mas bien las mismas han entrado en
desuso, dado las transformaciones que algunos han hecho de las mismas, lo que en
realidad las ha alejado de su realidad sociocultural, no obstante y para bien de este
singular y preciosista subgénero.

Los Estado Sucre, Nueva Esparta y Monagas son fiel ejemplo de la creatividad
comunitaria, así encontramos en comunidades de estos estados diversiones como La
Mariposa, El Zancudo Patas Blancas, La Iguana, La Tortuga, El Pez e´Loro, El
Tiburón, La Raya, La Culebra, entre otras y la inigualables Culebra Rabo amarillo de
San Antonio de Ipure y El Mono de Caicara de Maturín, ambas del Estado Monagas.

El Maremare Indígena: La etnia o grupo Kariña (o Cariña) contaba, según el censo


de población indígena de Venezuela del año 1992, con un estimado de 11.141
personas. Este grupo habla la lengua Kariña del tronco lingüístico o filiación caribe y
se ubica mayoritariamente en la mesa de Guanipa en el estado Anzoátegui, aunque
hay núcleos al norte y al sur del Orinoco, en Monagas, Bolívar y Sucre en Venezuela.
.
Su estructura social está basada en la familia extendida, formada por un hombre
casado, su esposa, sus hijos solteros y sus hijas casadas, incluyendo los maridos de
éstas y sus respectivos hijos.

En el pasado, vivían en chozas comunales; en la actualidad viven como la mayoría de


los campesinos del país, en casas de las llamadas de soluciones de políticas
habitacionales gubernamentales, en su mayoría.

Cada aldea o comunidad es autónoma y destaca la figura del “dopooto” o


"gobernador", el cual goza de un liderazgo basado en su prestigio personal, en sus
cualidades persuasivas y en lo numeroso de su familia o parentesco; sus decisiones no
son impuestas sino que son consulta y producto del consenso grupal.

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El grupo caribe, antepasado directo de los Kariña, fue un pueblo de aguerridos
navegantes que expandió su territorio al Mar Caribe y a sus islas. Tras la llegada de
los europeos hicieron gran resistencia a la conquista. Actualmente muchos se han
residenciado en las grandes ciudades como El Tigre y Ciudad Bolívar pero se
esfuerzan por conservar su lengua y tradiciones.

Su principal actividad económica es la producción de yuca, maíz, ají dulce y sorgo,


además de la ganadería, la caza y en menor escala, la pesca. Muchos de ellos también
trabajan, como mano de obra asalariada, para las industrias petroleras instaladas en la
región.

En cuanto a su cultura y religión se ha de considerar el mare-mare, que es un baile


festivo, posee dos condiciones, el propiamente festivo de divertimento, sin motivo
especial para su ejecución y El Akaatompo o - maremare para los difuntos, también
llamado del día de los muertos- es la festividad más importante de los Kariña, se
celebra el 1 y 2 de noviembre. Los Kariña tienen un dios, un espíritu llamado
Capuano, "El Señor de Todo". Creen también en la religión católica, pero de manera
dispersa.

El Maremare es una danza que se realiza para conmemorar la visita de una persona
importante o de un familiar a la comunidad, culminación del funeral por el
fallecimiento de algún personaje o familiar, hasta la muerte es festejada con
maremare, pues el Kariña estima que el difunto pasa en realidad a mejor vida, por ello
es motivo de festejo.

El baile no es muy variado y se fundamenta en pasos hacia delante y hacia atrás que
se ejecutan al compás de la música.

En su origen el maremare se ejecutaba únicamente con la flauta (mare), pero

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actualmente se ha instrumentado también con maracas, cuatro y guitarra. Los músicos
se colocan al centro de los danzantes y estos se toman por los hombros y la cintura,
de manera fraternal, haciendo giros colectivos hacia la derecha y hacia la izquierda,
avances, retrocesos, saltitos, cruces de piernas, entre otros, con gran veteranía. La
fiesta se concluye al acabarse las bebidas, el kashiiri y el "vooku" o “carato de yuca”.

La vestimenta utilizada tiene rasgos indígenas y criollos: el hombre se viste con


guayuco de tela y camisa corriente, las mujeres usan un camisón largo a manera de
bata, llamada “sayal” o Bata Kariña, estas son unicolores pero de color variado para
cada bailadora, rematada en faralaos tanto en la parte superior como en la inferior y
adornada con cintas de colores, el hombre emplea un especie de paño terciado por las
caderas llamado “pentú o landilla”, todos en color azul índigo o marino adornado en
los bordes con cintas multicolores que semejan los colores del arco iris, tanto el
hombre como la mujer llevan una especie de banda alrededor de la cabeza y a la
altura de la media frente llamado penti, elaborado con fibra de moriche trenzado o
tejido a la manera del tejido de la cestería típica del lugar.

Región Centro occidental:

Los Negros, Sones de Negros o Sones de San Antonio de Padua: Estos son un
conjunto de siete piezas, que los descendientes de los deportados africanos traídos
como mano de obra esclava a Venezuela desarrollaron tras las mezcla de su cultura
con la hispana criolla y la aborigen, tiene como epicentro a la Ciudad de El Tocuyo
del Estado Lara, de donde a través de crónicas se ha conocido, de esta colonial ciudad
de El Tocuyo se disperso por casi toda la región centro occidental, particularmente a
todos los municipios del Estado Lara y algunos de sus estados vecinos como
Portuguesa, Falcón y Yaracuy, los sones de la suite festiva que se cantan, bailan y
tocan son:

La Batalla o pelea de garrotes

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La Bella,
La Juruminga o furuminga,
El Yiyivamos, chichivamos o Yeyevamos,
La Perrendenga,
El Poco a poco o la guabina
El Galerón y
El Seis Figuriao o Seis Corrío

Cuando los sones son por promesa se inicia y se concluye co la Salve Cantada.
Para la ejecución coreográfica participan parejas mixtas sucesivas por turnos, con la
excepción del Seis Figuriao o Seis Corrío que interviene tres parejas mixtas (6
personas) simultáneas, en cuanto a la interpretación musical de estos sones, el
conjunto típico que se integra incluye el cuatro y sus variantes como el quinto, el
sexto y el seis, llamados así por la afinación y número de órdenes en su encordadura,
el tamunango –tambor familia de los cumacos-, de donde desde hace como unos
cuarenta años se traslado el nombre a los sones de negros o de San Antonio, santo de
la iglesia católica al cual los devotos o creyentes rinden veneración y ejecutam estos
bailes, con mayor incidencia entre el 12 y el 13 de junio de cada año, víspera y día
propio según el santoral católico para este Santo varón.
El Golpe: Representa la forma o manera más genuina de interpretar joropo en el
Estado Lara y algunas zonas de los estados de su confluencia (Yaracuy, Falcón y
Portuguesa). No posee fecha fija para su ejecución y disfrute, porque se puede
ejecutar en cualquier momento del año sea para animar una fiesta familiar, como para
acompañar una celebración popular de la tradición local. Su característica
fundamental es el canto en grupos llamados dúos, en donde cada primo o tenor va con
su acompañante tercera, estilo único en el país.

En El Golpe se acostumbra el uso de un pequeño estribillo, el cual da normalmente


origen al nombre de la pieza, que después de un interludio musical se alterna con las
coplas o versos, la mayoría de las veces improvisados o sacados del cancionero

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popular. Para la interpretación de El Golpe, el grupo intérprete, dispone como en la
del Tamunangue, de toda una familia de instrumentos de cuerdas: El cuatro, el cinco
y el seis, además se adicionan las maracas y el tamunango o tambor largo es
ree4mplazado o sustituido por la tambora golpera de dos parches o cueros (pieles o
membranas), que producen una sonoridad particular, de amplio registro y volumen
orquestal. Por supuesto, también se pueden encontrar en la región joropos
instrumentales interpretados con violín como solista. Aún cuando en todo el país el
joropo se define ante todo como un baile, en Lara no hay acuerdo de si El golpe debe
o no ser bailable, lo que si es cierto es que todo el que lo escucha lo disfruta y lo baila
alegremente.

Igualmente cierto es que la expresión nostálgica ¡Ah Mundo El Tocuyo! que le brota
de la garganta al tocuyano cuando se encuentra lejos de su terruño y escucha entonar
un Golpe es muy particular y emotiva.

Las Turas: Es una celebración colectiva que realizan los descendientes de los
Indígenas "Ayamanes" y "Gayones", (Cabe citar, que hasta 1.920 todavía existían
algunas comunidades de estas en la parte norte del Estado Lara y sur del Estado
Falcón. En 1.927 el Etnólogo John, pudo coleccionar parte de un vocabulario
"Gayón" entre los habitantes del pueblo de San Miguel Arcángel de Los Ayamanes
del estado Lara), en Mapararí, El Vegón, La Veguita, Los Cogollos, Pozo Largo,
Pozo Redondo, Ojo de Agua, El Valle, Quebrada Honda, San José, San Isidro, San
Pedro, Santa Teresa, Cerro Colorado, El Cacuro, El Tigrito, El Hueque, El Rural, El
Torito, El Cerrón, La Chara, El Chipopo, Divisé, Pararrilla, La Garza y Las Colinas al
sur del Estado Falcón, y en Aguada Grande, Bobare, El Jusal, Siquisique, El Sisal, El
Copey, El Topeye, La Venta y San Miguel Arcángel de Los Ayamanes, al norte del
Estado Lara.
El nombre de "TURA" proviene de la denominación de la caña con la cual se elabora
o fabrica la flauta, denominada también "TURA" usada para acompañar el baile,
algunas personas, historiadores inclusive, aseguran que la palabra TURA tiene el

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significado en lengua "Ayamana" de "maíz tierno" o "jojoto", pero esta hipótesis aún
no ha sido corroborada.

Se trata esencialmente de un antiguo rito de cosecha y fertilidad, celebrado en ciertas


ocasiones del año, con los sacrificios de los primeros frutos en honor a los "santos
espíritus" de la tierra y de la naturaleza con ocasión de los festejos, tiene lugar un
baile monótono que se prolonga por algunos días, tal es el caso de "La Tura Grande"
y de una noche y parte del día, en el caso de "La Tura Chiquita", o "Tura Pequeña".
En esta última, los campesinos del lugar suelen consumir grandes cantidades de
chicha o "Carato", bebida fermentada a base de maíz (Zea maíz), y la danza concluye
cuando se agota la comida y la bebida y cuando los campesinos o participantes están
completamente rendidos, los presentes suelen comer carne de venado durante la
celebración, los que habrían de cazar los hombres antes del festejo.

La celebración del festejo de Las Turas, oscila entre los meses de mayo a septiembre
y está íntimamente ligado al calendario agrícola. En Mapararí, se celebra siempre en
conexión con las fiestas de La Virgen de Las Mercedes, Patrona religiosa Católica del
lugar, el 24 de septiembre. Mientras que en los pueblos “tureros” de Lara y Yaracuy
(Cararapa/Municipio Bolívar), cualquier día es bueno para una tura, siempre que sea
época de cosechas sobre todo de maíz. La "TURA GRANDE", rara vez ha sido
presenciada por personas ajenas al lugar o a la región, suele celebrarse es sitios
apartados, en cuevas o en cumbres, su celebración llega a durar hasta siete días y siete
noches, y la misma no presenta ningún aspecto cristiano, a diferencia de la TURA
PEQUEÑA, donde se evidencia la presencia de la cruz. En cuanto al baile conserva
su esencia aborigen, los bailadores entre mezclados o separados por sexos, se
entrelazan semiabrazados pasándole un brazo, o bien por el cuello, o bien por la
cintura del compañero (a) de al lado, el paso del baile es como ya hemos dicho
monótono, un pie adelante marca o acentúa la melodía mientras avanzan y retroceden
en un circulo concéntrico abierto que quia uno de los bailadores. A menudo al
concluir la TURA GRANDE", realizan una Llora en conmemoración a los

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antepasados muertos, cabe destacar que ésta llora, no tiene nada que ver con la llora
que se celebra en las localidades de Zuata y La Victoria en el Estado Aragua.

Región Guayanesa:

El Callao, población enclaustrada en el propio corazón de una región que con el sudor
y el tesón de sus pobladores ha producido encantos y cadencias, cuyos orígenes se
remontan inexplicables en el tiempo y la distancia, una de sus mas valiosas
producciones es El Calipso. El Calipso, es una expresión producto de la mezcla o
amalgama de expresiones culturales musicales de varios lugares del mundo, de
manera muy especial de Trinidad y Grenada, con influencia, criolla venezolana, de
allí que aun persistan letras de Calipsos con vocablos en Inglés, Francés y hasta con
fonemas africanos, lo que se denominó a mediados del siglo pasado hablar y cantar en
Patois (“patuá”). Este género musical tan venezolano como el joropo llanero y otras
expresiones auténticas, es propio en épocas de Carnaval y para las fiestas patronales
de la Virgen del Carmen, entre otras, en ellos, los organizadores de las comparsas,
con suficiente antelación escogerán los miembros de las comparsas a presentar, así
como las letras o Calipsos a interpretar, nunca obviando el motivo o estampa a lucir,
la cual siempre será un tema de actualidad o del acontecer, tanto nacional como
internacional que inunde la geografía local. El Calipso, inicialmente fue utilizado
como medio de protesta ante las adversidades laborales a las cuales estaba sometido
el minero en épocas pasadas, hoy día es la máxima expresión festiva de la región de
Guayana.

El “golpe guayanés” también conocido como “joropo Yuquíao” tiene varias


características principales, siendo entre todos los joropos, considerado criollamente
hablando, el baile mas fuerte. En Ciudad Bolívar residen los cultores de este joropo
que aun están con vida: Los Hurtado y los Pantoja son las familias que se encargan de
preservar esta manifestación auténtica de Bolívar, y quienes interpretan, bailan y

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enseñan este baile tradicional y folklórico. Otros cultores viven en Caicara del
Orinoco y en El Palmar, pero los máximos representantes cada vez disminuyen.

A diferencia del resto de los joropos del país, en el guayanés, la mujer no se luce en el
baile, sino que zapatea y responde con fuerza al hombre y su zapateo, aunque el
vestuario es similar al que conocemos, liquilique para el hombre y camisón
estampado y mas recientemente la falda floreada con blusa blanca para la mujer.
Es un estilo de joropo que cuenta con características y condiciones que lo
circunscriben a esta región, es un joropo que tal vez se gestó desde tierras orientales,
con las cuales comparte el empleo de la bandola, pero una Bandola Guayanesa,
parecida a la oriental, con las mismas 8 cuerdas metálicas que le imprimen su aire
característico, pero en donde adquirió o se transformó en un joropo diferente al
oriental, guarda, mas bien parecido en su ejecución bailable parecido con el llamado
estilo llanero jorconiao o jolconiao (degeneración fonética de horconeado),
musicalmente tiene cierto parecido al joropo central o también llamado “tuyero” (de
los Valles del Tuy), es una característica en cuanto a la musicalización, que se dice
que el cuatrista en su ejecución puja el cuatro.

Región Centro Sur:

La Wajita “Dajita” o “Rueda”: El grupo étnico Goajibo, quienes se autodenominan


Jiwis habitan en la zona de San Juan de Manapiare, en Puerto Ayacucho, Laja de
Márano y Caño Merey (Estado Amazonas), su población total se estima en unos
15.000 habitantes, de los cuales 5000 en Venezuela y 10.000 en Colombia.
Este grupo étnico habla un idioma independiente, cuya filiación con otras lenguas o
familias étnicas aún no ha sido identificada o establecida, La gran dispersión tribal
puede haber contribuido con la formación de varios dialectos dentro del idioma
Guajibo, entre los cuales la intercomunicación no siempre es fácil.

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El Cuiva es uno de los dialectos, hablado tanto en Venezuela como en Colombia.
La Wajita, Dajita o Rueda, como danza étnica conserva sus rasgos de formación de
una rueda concéntrica, que inician los hombres del grupo, estos son los únicos que
cantan, uno hace de solista y el resto contesta a amanera responsorial, cuando la rueda
que han iniciado los hombres cobra energía y emoción, en cierto momento las damas
que estas por fuera, como avisados por una señal se cuelan entre dos hombres y hacen
que estos las incluyan en la misma rueda, allí el baile va adquiriendo mas emoción y
energía, giran de un sentido a otro, acaba la danza cuando el solista deja de
improvisar o de relatar un acontecimiento que observa en su mente luego de consumir
el “ñopo” o alucinógeno natural que previamente preparan para la ceremonia, este
baile no tiene fecha ni motivo de celebración, cualquier día o circunstancia es buena.

La Danza del Warime de la Nación Wothuha: Es la fiesta de los dioses creadores.


La danza del Warime la llevan a cabo 5 chamanes especialistas enmascarados que
representan a los animales originarios tótem de los Piaroa. Entre los instrumentos
musicales de los Piaroa utilizados en el Warime hay variedad de flautas, maracas
tejidas, y un instrumento muy especial que se denomina Wora que entre los indígenas
de Venezuela, sólo es usado por ellos. El Wora es un instrumento formado por dos
tubos como si fuesen flautas introducidas en una olla de arcilla cocisa, y son sopladas
por dos músicos. El sonido que produce es grave y cree que representa las voces de
los espíritus tutelares. También posen el Chuwó, flauta nasal. La Daa, (anaconda)
flauta longitudinal. Dzajó, (Tucán) flauta sin agujeros, Urema, flauta pequeña. Yaewi
chuwó, trompeta grande. Maranna, flauta de caña. Ñamaiwueka, flauta de tibia de
venado. Rediñú, maraca de totuma, sonajeros tejidos con semillas dentro, poseen
también el Imi-chuwo, palo zumbador, etc, En realidad los Piaroa poseen la mayor
cantidad de instrumentos musicales entre los indígenas de Venezuela y la ceremonia
del Warime es en realidad, una verdadera representación de estética aborigen.

Región Deltaica, Deltana o Deltamacurana:

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En el Delta Amacuro existen 17 etnias, de ellas la mas representativa es la Warao,
(Gente del agua, gente de Curiara), el folklore del estado Delta Amacuro se
caracteriza por las manifestaciones de las danzas indígenas y fiestas pagano-
religiosas. Los warao tienen la reputación de ser un pueblo alegre y festivo. Sus
danzas únicas, sus cantos y su cultura musical forman un gran repertorio, como el
canto y baile del Mare Mare, el del Nijarabaka (caimán), o el baile del Jabisanuka
(conocido como el del abrazo). Sus principales instrumentos son los de viento con
lengüeta, el Dau-kojo (hecho con el árbol de yagrumo), el Najsemoi (de palma de
moriche), el kariso (especie de flauta de pan) y el Mujúsemoi (fabricado a partir del
hueso de la tibia de un venado). Otros instrumentos son Moriki (las maracas), el
tambor de piel de araguato (mono aullador) y el violín de origen europeo. El Baile se
hace luego de que el Shamán o Wisidato, recibe en sueños el mandato del espíritu
tutelar “Kanobo”, paraesta celebración convidad a otros grupos waraos familiares que
habita en otras lugares; es la parte festiva de la celebración, que en conjunto con la
parte ritual o baile del Jatabu forman el Najanamu, en el jabisanuca, el Shamán porta
una gran maraca adornada con plumas, los shamanes invitados portan maracas
medianas también adornadas, para destacarse en sus jerarquías, el resto de hombres
porta maracas pequeñas con las que se acompañan mientas danzan, todos se abrazan
sigmáticamente codo a codo como tambien se dice, pero pasando los brazos por las
espaldas o los hombros del compañero o compañera de al lado, esta fiestas se hacen
durante días, siempre y cuando haya bebida y alimentos.

Baile Nijarabaka (Baile del Caimán) es esta otra danza o baile étnico de los warao es
el del caimán o nijarabana. La adoración de animales o Totemismo se hace presente
en esta oportunidad, donde los indígenas tratan de aprehender los valores y virtudes
de las especies animales en cuestión. Una de los Cultores de esta manifestación en el
Estado Delta Amacuro han sido la Señora Felisa Bastardo y el Señor Guillermo
Moradela, la primera fue públicamente reconocida su labor el año 2007 al ser

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homenajeada junto a otros cultores del país el 29 de noviembre en la Sala Ríos Reyna
del Teatro Teresa Careño de Caracas, el segundo cultor nacido el 24 de marzo de
1923, quien aprendió en su nativa comunidad warao de Winikina, en Araguabisi, toda
su cosmogonía la cual enseña asiduamente a las nuevas generaciones warao, el
mismo fue objeto de reconocimiento como cultor en la categoría de Danza
Tradicional y en la categoría Oficios de Tradición

Región Lacustre o Zuliana:

El Chimbánguele en Honor a San Benito de Palermo: Esta fiesta se ubica


principalmente en la región Sur del Lago de Maracaibo, en donde se originó luego de
la traída de los deportados africanos de sus tierras a esta región, se ubica en las
comunidades de Bobures, Gibraltar, Santa María, El Batey, San José de Heras y las
Dolores del Municipio Sucre, de donde subió a muchos Barrios de Maracaibo,
Cabimas, y La Cañada de Urdaneta, es un conjunto de sones o partes que integran un
Toto llamado Chimbánguele, los sones que lo integran son El Golpe de Ajé con el
cual se saca y se guarda la imagen del Santo de la Iglesia del pueblo respectivo y de
casas de promesantes donde es llevado en hombros de sus devotos, otros golpes o
sones son el golpe del Camino, Chocho o Chchobelesé, el de Misericordia, el de
Songorongome o songorongomeyaya y el de Cantíca. En el baile las parejas,
generalmente mixtas y en conjunto, se forman espontáneamente y acentuando un
movimiento brusco y cadencioso de caderas con desplazamiento de los pies
semiarrastrados y con acentuación de uno de los dos frecuentemente, van avanzando
por las calles del pueblo donde se detecte, estos bailes conservan mucha presencia de
las antiguas danzas africanas.

Las Gaitas: El Estado Zulia y sus singulares subregiones cuentan con cuatro estilos
de gaitas, de hecho el Zulia se ha hecho famoso mundialmente por este género, el
cual se subdivide en cuatro a saber: La Gaita de Tambora de la región Sur del Lago,
antesala de las festividades del chimbánguele, llamada también gaita negra, debido a

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que esta circunscrita al área geográfica donde habitan los afrodescendientes en ese
estado, es bailable individual o de parejas en conjunto sean o no mixtas. Otras dos
modalidades de Gaitas son la Gaita Perijanera y la de Santa Lucía, la primera ubicada
en la llamada Sierra del mismo nombre, específicamente en los Municipios Perijá y
La Villa del Rosario de Perijá, es una especie de suite criolla compuesta de varios
sones concatenados, la gaita enrollada, el sambé, la guacharaca, el araguato, la
paloma, la cumbiamba y el chimbánguele perijanero, es un baile de parejas mixtas en
conjunto que festejas a San Benito de Palermo, y a Gaita a Santa Lucía, ubicada en el
Saladillo y Puertos de Altagracia y Santa Rosa de Agua, como su nombre lo refiere es
dedicada a Santa Lucía, no posee coreografías definidas, la mayoría de las veces no
es bailable mas si festiva, es una ritmo contagioso con el cual se le hace el velorio a la
santa como pago de promesas, la última gaita del Zulia y de la región en si es la Gaita
Marabina, Maracaibera, maracuhca, zuliana o Gaita de furro como también se le suele
llamar, es la mas común de las cuatro, la misma invade las emisora radiales y canales
televisivos para fin de año, no posee coreografías fijas, mas es un baile de parejas
mixtas en conjunto.

El Yonna in Wayüü (La Danza de los Wayues): Común y erróneamente llamada


La Chichamaya, la Yonna o el Yonna, es considerada la manifestación folclórica
zuliana más auténtica, pues representa y simboliza el gran patrimonio cultural
producido y preservado por la etnia Wayüü, además de mostrar el sincretismo
presente en la cultura venezolana cuando se realiza coincidiendo con la celebración
católica de San Bartolomé, el 24 de agosto.
El Yonna es un rito mental de comportamiento, de connotaciones simbólicas
múltiples que mantiene dentro de la cultura Wayüü, occidental y criollamente
conocida y llamada como guajira, cuenta con tres atributos esenciales: búsqueda del
equilibrio social, solidaridad colectiva y relación entre el cosmos y el hombre.
Básicamente los Wayüü se reencuentran a través de este baile que consolida y
perpetúa sus tradiciones.
El kasha o tambor caja, único instrumento utilizado en esta celebración, imita los

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diferentes sonidos del mundo “Wayüü”; con su toque se inicia la celebración.
En la parte superior se sostiene con aros de madera de cardón. Las baquetas llamadas
Shieera kasha están labradas en madera de curarire en forma de pene o de cabeza de
serpiente.

El kasha va apurando el ritmo para atraer a los Wayüü, quienes buscando olvidar los
momentos difíciles y fortalecer los vínculos de solidaridad van a la celebración.
Previamente, se limpia una extensión de terreno, que será la pista o el “Pioui”, círculo
que describe los aros del espacio terráqueo y los círculos lunares. En ese espacio
tendrá lugar la Yonna, el Yonna o Yonnakat durante una o varias noches. Es un baile
en honor a la luna kashí.

La danza se ejecuta por parejas, primero sale el hombre, da media vuelta a la


izquierda o a la derecha e invita a la mujer lanzando una exclamación entre las cuales
la mas común es esta: “¡wasei, ¡pujisa!, ¡mirrua!”; a lo cual la dama, con un giro
completo, acepta y así se inicia el baile.

Se le considera una danza libre; sin embargo, sí está constituida por ciertas secuencias
que son marcadas por el tamborero: Skua kaarai o karaikuya (los pasos del
alcaraván), Shi chirai´ra Majayülü (movimiento de los senos de la señorita), Sukua
Patajuwa (pasos de cataneja) y Jayamulerüyaa (baile de las moscas, única parte donde
varias mujeres bailan alrededor de un solo hombre).

En el desarrollo del baile la mujer persigue y acosa al hombre al son del tambor. Ella
va abriendo la manta con ambas manos y él se desplaza hacia atrás con largos pasos
evitando caerse. Finalmente cuando ya no puede más, cae e inmediatamente ambos
son reemplazados por otra pareja. Si el hombre abandona el baile por cansancio, sin
ser tumbado, es felicitado por los otros varones y a la mujer se le reconoce su
elegancia.
Para la Yonna, las mujeres utilizan trajes especiales y coloridos llamados “Ashein”

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(mantas) y un pañuelo de colores. Este atuendo va acompañado de collares, pulseras
de oro y aretes que se colocan en los tobillos para que suenen al bailar. El traje del
hombre se llama She´i y es una manta cosida por un lado con una abertura en el
centro.
En la cabeza lleva un Karatse (aro tejido de paja) con borlas de lana de muchos
colores y un penacho de plumas de pavo real o de gallo fino.

Ambos van maquillados, de manera especial, con símbolos propios de la cultura


wayüü, según el motivo de la celebración.

El baile del Yonna se ejecuta para celebrar una serie de acontecimientos: en cosecha
(recolección del grano), por la abundancia de la cosecha, agradecimiento a Maleiwa,
el creador, y también para que las siguientes cosechas sean iguales o mejores; para
presentar a las jóvenes “majayut” (mujer) en sociedad, luego del encierro; y por
alguna revelación a través de los sueños, se le agradece al Seyúu, espíritu protector.

También protege y aleja los infortunios, enfermedades y muertes. El Yonna o La


Yonna se considera una vía para mantener la armonía entre los wayüü. A la hora de
llevar a cabo la Yonna, se sacrifican chivos, ovejos y ganado vacuno para que los
asistentes y el seyúu queden satisfechos. Los Wayüü constituyen una de las etnias
más numerosa. Ellos han luchado contra la transculturización, a través de sus bailes y
su música para preservar la personalidad y la tradición del grupo.

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