LAS VISICITUDES DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL MEXICANO

La educación en México tiene una historia que comienza formalmente desde que el
país se volvió independiente y se empezó a construir el Primer Estado Mexicano. La
primera Constitución Política Mexicana resultó innovadora al establecer los principios
rectores de la educación, como la libertad de enseñanza o la laicidad. Actualmente, la
educación ha acuerpado nuevos principios que orientan el servicio educativo al tipo de
escuela ideal formadora de ciudadanos mexicanos participativos, democráticos y
respetuosos de los Derechos Humanos.
Así, el marco normativo de la educación mexicana, desde el punto de vista jurídico,
parece ser suficiente para satisfacer las necesidades del país, no obstante, desde otras
ópticas como la sociológica o la pedagógica, la educación resulta ser insuficiente para
mantener el álgido espíritu de la escuela que proveerá el ciudadano mexicano ideal. De esta
manera, el análisis de la educación mexicana conlleva a cuestionarse qué les falta a las
escuelas del país, por qué México no tiene una educación equivalente a la de países
desarrollados o por qué México imparte el servicio educativo de tal manera y no de otra.
Ahora bien, para responder a las cuantiosas interrogantes, se requiere de un análisis
de la historia de la educación, revisar a determinados exponentes de la literatura educativa
que abren un panorama de la labor magisterial y, sobre todo, procurar visualizar el Sistema
Educativo Nacional, partiendo de sus principios filosóficos hasta su impartición, desde
diferentes perspectivas para comprender la razón de las instituciones o cuerpos de
representación y la influencia que pueden tener en el servicio educativo.
La educación mexicana ha atravesado por múltiples escenarios de transformación
que, en primera perspectiva, han aparentado ser muy prometedoras. Desde la creación de la
Secretaría de Educación Pública, para hacer frente a la demanda de la educación como un
derecho fundamental humano, los diferentes escenarios políticos, económicos y sociales
han permitido plasmar, en la memoria de la república mexicana, los avances y retrocesos en
materia educativa a lo largo de la historia contemporánea de la nación.
En este sentido, se recuerda que, desde la época de la República Restaurada el
sistema educativo no estaba consolidado en su totalidad, ni siquiera la nación tenia los
cimientos sólidos para ser un país independiente. De esta forma, se retoma el conjunto de
axiomas que fueron plasmados en la Constitución Mexicana promulgada por el Congreso
Constituyente de 1857, donde se afirma que la filosofía de la educación era constituida por
principios rectores, tales como los que expresa Yuren, M. (2008, p. 153):
En el proyecto educativo del primer Estado nacional, considerado en sus elementos
explícitos e implícitos, se destacan como principios rectores de la educación los
siguientes: la laicidad (…) la gratuidad y la obligatoriedad (…) la uniformidad (…)
la utilidad y cientificidad.