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Sección: 1383
Presidencialismo puro
El presidencialismo puro, tiene la característica de que el poder lo ejerce el presidente,
siendo el gabinete un mero auxiliar. La constitución mexicana estructura un sistema
presidencial con todas las características que conforman, podemos calificarlo de puro
porque no contiene ningun matiz o elemento parlamentario. El presidencialismo puro se
caracteriza por ser un tipo de gobierno democrático representativo de separación rígida de
poderes, con un Ejecutivo monista que ejerce el Presidente de la República, electo
directamente por la ciudadanía, quien es Jefe de Estado y Jefe de Gobierno, es el órgano
central del régimen político, con carác ter preponderante, siendo los ministros que integran
el gabinete nombrados por el Presidente de la República sin refrendo parlamentario y
removidos libremente por él, siendo tales ministros o secretarios de Estado ejecutores de las
políticas definidas por el Presidente de la República, no siendo responsables políticamente
ante el Par lamento, existiendo una irrevocabilidad recíproca entre el Presidente de la
República y el Congreso Nacional o Parlamento.
Presidencialismo mixto
Los sistemas gubernamentales mixtos son aquellos que combinan elementos propios de la
Democracia, la Monocracia y la Oligarquía, con proporciones diferentes de estos
elementos, yuxtaponiéndose estas formas ya mencionadas. La doctrina acepta las siguientes
formas de gobierno mixto, algunas de carácter histórico, otras más bien recientes o actuales.
Debemos avanzar hacia un régimen donde el Presidente cuente con el apoyo del Congreso
como órgano colaborador y co-responsable. Ello exige fortalecer al Congreso y a los
partidos políticos en él representados. El Ejecutivo requiere mayoría ciudadana pero
también mayoría política. Proponemos que la segunda vuelta se realice en el Congreso y
que el Presidente sea electo por la mayoría absoluta del parlamento y que pueda, por única
vez, repostular al cabo del primer mandato. El sistema actual lleva a que el ejecutivo electo
tenga minoría en el Congreso, al favorecer la dispersión de listas parlamentarias en torno a
las candidaturas presidenciales que compiten esperando llegar al balotaje.