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El aumento de la deuda de

los hogares: Qué significa


para el crecimiento y la
estabilidad
Por Nico Valckx

(Versión en English)

La deuda aceita las ruedas de la economía. Permite que las personas hagan
inversiones importantes hoy, como comprar una casa o asistir a la universidad,
ofreciendo como garantía parte de sus ingresos futuros.

Eso está muy bien en teoría. Pero como demostró la crisis financiera, el
crecimiento rápido de la deuda de los hogares, en especial de las hipotecas,
puede ser peligroso.

Un nuevo estudio del FMI examina detenidamente las posibles consecuencias


del aumento de la deuda de los hogares en los diferentes tipos de economías,
así como las medidas que los responsables de las políticas económicas
pueden adoptar para paliar estas consecuencias y mantener la deuda dentro
de límites razonables. En resumen, el mensaje es: los beneficios a corto plazo
del aumento de la deuda tienen como contrapartida costos a mediano plazo,
pero los responsables de las políticas pueden hacer mucho para atenuar este
fenómeno, según el capítulo 2 de la edición de octubre de 2017 del Informe
sobre la estabilidad financiera mundial.

Dado el gran sufrimiento causado por la crisis, cabría esperar que las personas
se hubieran vuelto temerosas de endeudarse más. Asombrosamente, eso no
ha sucedido. Desde 2008, la deuda de los hogares como proporción del
producto interno bruto aumentó considerablemente en una muestra de 80
países. En las economías avanzadas, el coeficiente de endeudamiento
promedio subió del 52% en 2008 al 63% el año pasado. Entre las economías
de mercados emergentes, el aumento fue del 15% al 21%.
Un cambio de suerte
Nuestro estudio concluye que, en el corto plazo, un aumento del coeficiente de
endeudamiento de los hogares probablemente incentive el crecimiento
económico y el empleo. Pero en un plazo de tres a cinco años, estos efectos se
revierten; el crecimiento es más lento de lo que habría sido en caso contrario y
las posibilidades de una crisis financiera aumentan. Estos efectos son más
intensos en las economías avanzadas, que habitualmente tienen niveles más
altos de endeudamiento, y más tenues en los mercados emergentes, donde
predominan niveles más bajos.

¿Cuál es la razón de este fenómeno? Al comienzo, los hogares se endeudan


más para comprar cosas como casas y automóviles nuevos. A corto plazo, esto
le da impulso a la economía, ya que los fabricantes de automóviles y los
constructores de casas contratan más trabajadores. Pero más adelante, los
hogares con altos niveles de deuda quizás deban reducir sus gastos para
amortizar sus préstamos. Esto desacelera el crecimiento. Además, ocurre algo
que quedó demostrado en la crisis de 2008: un shock económico inesperado,
como el descenso de los precios de los inmuebles, puede desencadenar una
espiral de incumplimientos crediticios que sacuda los cimientos del sistema
financiero.

Más específicamente, nuestro estudio concluyó que un aumento de 5 puntos


porcentuales en el coeficiente de endeudamiento de los hogares en relación
con el PIB en un período de tres años pronostica un descenso de 1,25 puntos
porcentuales en el crecimiento ajustado en función de la inflación tres años
después. Un nivel mayor de endeudamiento está asociado con un nivel
significativamente más alto de desempleo hasta cuatro años después.
Asimismo, un incremento de 1 punto porcentual en el endeudamiento aumenta
en casi 1 punto porcentual las probabilidades de una crisis financiera futura.
Esto constituye un incremento considerable, cuando se toma en cuenta que la
probabilidad de una crisis es del 3,5%, incluso sin ningún aumento del
endeudamiento.

La buena noticia es que los responsables de las políticas tienen formas de


reducir los riesgos. Los países con una menor deuda externa y un tipo de
cambio flotante, y con un mayor desarrollo financiero, están en una mejor
posición para hacer frente a las consecuencias.

Mitigar los riesgos

Mejorar las normas del sector financiero y disminuir la desigualdad de los


ingresos también es útil, pero no suficiente. Los países también pueden mitigar
los riesgos adoptando medidas que moderen el crecimiento del endeudamiento
de los hogares, como modificar el pago inicial necesario para comprar una casa
o la porción de los ingresos del hogar que se pueden destinar al repago de
deudas. Por lo tanto, las políticas, instituciones y normas adecuadas marcan
una diferencia, aun en países con altos coeficientes de endeudamiento de los
hogares en relación con el PIB. Además, los países con políticas deficientes
son más vulnerables, incluso si presentan un bajo nivel inicial de
endeudamiento de los hogares.

Tomado de https://blog-dialogoafondo.imf.org/?p=8401
Dialogo a Fondo. El blog del FMI sobre temas de economía de America Latina

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