La mayoría de las impresoras de red hoy en día suelen ofrecer un servicio de impresión a través de una dirección de correo electrónico asociado a la impresora. De esta manera, imprimir desde cualquier lugar es tan sencillo como enviar un correo electrónico a dicha dirección con los archivos adjuntos que queremos imprimir.
Pero tan importante es poder enviar los documentos como confirmar que se
han recibido e imprimido bien. Depende de la marca de la impresora y cómo ha realizado el servicio, pero la mayoría disponen de opciones, que nos devuelven la información confirmando o no si los documentos se han imprimido de forma correcta.
A esta dirección podemos darle un uso interno, sólo para miembros de
nuestra empresa, como también externo, para nuestros clientes. De esta manera cumpliría la función de entrada documental que en muchas ocasiones realiza el fax en la mayoría de las organizaciones, pero de forma más cómoda para ellos.
Compartir el enlace a un archivo
Google Drive permite autorizar a tus contactos para ver y editar carpetas y archivos. Puedes hacerlo enviando directamente una invitación a sus respectivos correos electrónicos, pero no es lo más cómodo. El mejor método es enviar un enlace al archivo de Google Drive que quieres compartir. Dicho link puede ser una invitación para ver o también para editar, o directamente descargar. Si no sabes cómo generar un enlace a un fichero de Drive, te explicamos cómo puedes hacerlo. Es realmente sencillo, un truco básico para manejar como un experto la nube gratuita de Google. 1. Abre Drive 2. Haz clic con el botón derecho sobre el archivo a compartir 3. Selecciona Obtener enlace (en móviles Copiar enlace) 4. Pega el enlace en un mensaje y envíalo a quien tú quieras
Clave de los dos minutos
Esta regla es una de las claves más importantes de la metodología GTD. La regla de los dos minutos consiste en que, si la tarea a realizar lleva menos de dos minutos, entonces hay que realizarla en el momento. De esta forma, responder un mail corto, hacer una llamada, guardar un papel o un archivo digital, son actividades que deberían realizarse en el acto. ¿Cuál es el objetivo detrás de esta simple regla? No cargar con tiempos administrativos tareas que no lo merecen. Para postergar y programar una tarea se necesita pensar un poco, pero hay tareas que son tan cortas que, si lo hiciéramos, estaríamos desperdiciando nuestro tiempo. Por eso hay que resolverlas en el momento.
Trabajar con notas compartidas
Una solución para conseguir reuniones productivas consiste en que la toma
de notas sea una tarea compartida, logrando así la participación por parte de todos. Como otros elementos cotidianos en el mundo laboral, algo pensado para ayudar como es una reunión puede convertirse en un problema, bien por exceso o bien porque se pierde el tiempo y no se logra ni mejorar la comunicación ni llevar a cabo el trabajo diario. Algunas soluciones consisten en realizar reuniones cortas, a poder ser de pie, que cada asistente sepa qué debe aportar a dicha reunión, y que quede constancia por escrito de lo que se diga. Pero, además, podemos ayudarnos con alguna que otra herramienta. Almacenamiento en la nube
Como es de esperar, Microsoft también cuenta con su propia plataforma
para guardar archivos en la nube: OneDrive. Su principal ventaja es que se encuentra perfectamente integrado en Windows, el sistema operativo de escritorio más utilizado en el mundo.
Además, si trabajas con la suite Microsoft Office (Word, Excel, Power
Point…) o usas correo de Hotmail, OneDrive te permitirá trabajar de forma más productiva e inteligente.
El espacio gratuito que ofrece es de solo 5 GB, pero puedes ampliarlo a
100 GB por 2 euros al mes, a 1 TB o a 6 TB. En estos dos últimos casos, el precio incluye Office 365, la última versión de Microsoft Office: 69 euros al año por 1 TB o 99 euros anuales por 6 TB (que se pueden compartir entre 6 usuarios).