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Vere es coautor con Michael Trueman de "Suprised by Canon Law: 150 Questions
Laypeople Ask About Canon Law" (Sorprendidos por el Derecho Canónico: 150
Preguntas de Laicos sobre el Derecho Canónico), y de "Suprised by Canon Law, Volume
2: More Questions Catholics Ask About Canon Law" (Sorprendidos por el Derecho
Canónico: Más Pregustas de Católicos sobre el Derecho Canónico), publicados ambos en
Servant Books.
En la primera parte de esta entrevista con ZENIT, Vere habla sobre el papel que juega
el derecho canónico tanto en la vida del católico medio como en temas difíciles como
dar la comunión a políticos pro abortistas y los escándalos de abuso sexual.
--Vere: El derecho canónico afecta a todos los aspectos de nuestra vida diaria como
católicos - por ejemplo, cuándo podemos recibir la Eucaristía, cómo recibimos la
absolución a través del sacramento de la confesión, quién puede ser padrino. El derecho
canónico no es sólo frías normas y reglamentaciones - es una parte viva de la tradición
sagrada de la Iglesia.
Al escribir como católicos, uno espera y ruega que su inspiración venga del Espíritu
Santo, aunque escribamos como sus instrumentos humanos imperfectos. En muchas
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ocasiones, Dios nos habla a través de la Iglesia o de otras personas. En el caso de
"Sorprendidos por el Derecho Canónico, Volumen I", la inspiración vino a través del
Concilio Vaticano II, el movimiento de apologética posconciliar, y, mucho más
importante, el pueblo de Dios al que servimos a través del ministerio del tribunal.
El derecho canónico no existe para sí mismo. Por el contrario, existe como sirviente de
la teología, para asistir en la salvación de las almas ayudando a proporcionar orden
dentro de la vida cristiana. De esta forma la salvación de las almas es la ley suprema de
la Iglesia.
Una de las grandes bendiciones del Concilio Vaticano II es que ha abierto las ciencias
sagradas a los laicos, como parte de la llamada universal a la santidad del Concilio. En
palabras simples, todos los católicos están llamados a crecer en santidad y conocimiento
de la fe. En consecuencia, el Concilio Vaticano II lanza el desafío a todos los católicos
para que lleguen a conocer más su fe.
Aunque la era postconciliar vio cómo la Iglesia hacía más accesibles a los laicos la
Sagrada Escritura y diversas disciplinas teológicos, nos habíamos quedado un poco por
detrás a la hora de hacer lo mismo con el derecho canónico. De hecho, mientras
escribíamos el primer volumen de "Sorprendidos por el Derecho Canónico", Michael y yo
estábamos preocupados de que este intento de hacer el derecho canónico accesible a
los laicos pudiera levantar suspicacias entre nuestros colegas del mundo canónico
-especialmente porque tanto Michael como yo todavía somos jóvenes en estar
profesión, y nuestra presentación pide prestado mucho al movimiento de nueva
apologética y evangelización.
Nuestra preocupación no podría haber estado más infundada. Todavía estoy sorprendido
por las oraciones, el respaldo y el apoyo que hemos recibido de nuestros compañeros
canonistas, que representan todas las áreas del ministerio canónico.
Y con sus oraciones y respaldo nos pusimos a escribir "Sorprendidos por el Derecho
Canónico, Volumen II", que responde cuestiones sobre temas que han suscitado el
interés de los laicos desde la publicación del primer volumen.
Los asuntos incluidos son: la canonización de los santos, la elección papal, la crisis de la
mala conducta sexual, las Iglesias católicas orientales, las posibles acciones para
remediar el disentimiento de los políticos católicos de la enseñanza moral de la Iglesia,
el ecumenismo, el surgimiento de nuevas órdenes religiosas y movimientos, y algunos
otros temas.
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matrimonio del mismo sexo, y siguen recibiendo la Comunión. ¿Qué tiene que
decir el derecho canónico sobre esto?
--Vere: El canon 915 es claro. No deben ser admitidos a la comunión aquellos "que
obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave".
--Otro doloroso tema para los católicos en los últimos cinco años ha sido la
mala conducta sexual. ¿Qué puede decirnos sobre cómo ha tratado la Iglesia
estos casos a la luz del derecho canónico?
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En mi opinión, el derecho canónico ha sido visto de manera errónea como algo
extremadamente complejo, lo que ha llevado con facilidad a trastocarse por una
apelación del sacerdote, y a que se pidan penas más duras, en vez de proporcionar un
remedio pastoral y caritativo. "¿Cómo podemos predicar el perdón si alejamos al padre
X del ministerio activo por un error?" fue la objeción común. Además, el consejo de la
comunidad psicológica cometió un error en cuanto a la recuperación del paciente y la
asesoría laica legal normalmente buscó acuerdos fuera de los tribunales y, en parte, de
forma confidencial.
No obstante, ya está teniendo lugar el cambio después de que salieran a la luz los casos
de Boston. En el 2001, la Santa Sede se ha reservado el derecho a considerar tales
casos de abuso sexual del clero. En el motu proprio llamado "Sacramentorum
Sanctitatis Tutela" aparecía una sección indicando que en los casos en los que un clérigo
comenta una agresión sexual contra un menor, el asunto debía ser llevado ante la
Congregación de la Doctrina de la Fe, tras una investigación preliminar llevada a cabo
por el obispo local. Antes de esto, los casos podían ser tratados a nivel local.
Al final del día, el cambio principal se ve con perspectiva - que el clero y los laicos están
ahora buscando de forma activa la manera de proteger a los niños y a los jóvenes de
quienes quieran hacerles daño. Los responsables y el personal de la Iglesia han
adoptado el instinto protector que tiene un padre por su propio hijo.