Sunteți pe pagina 1din 3

ACTIVIDAD PARA LA CLASE

 Lean atentamente las siguientes descripciones de los tres filósofos y de allí rescate lo que
consideren esencial para explicar la formación de la psicología. Este texto es sacado del libro
guía.
 Realicen el trabajo en grupos de a tres personas
 Tiempo de trabajo de 1 hora y 15 minutos.
 El trabajo no es evaluativo, es para proponer la participación en clase.

Sócrates (469-399 a.C.)


Sócrates ha sido retratado a través de la historia como un gran observador y escéptico. Para él, si la vida no
se examinaba, no valía la pena vivirla. Por ello buscaba el conocimiento por doquier —en las calles, el
mercado, el gimnasio y el campo— y cuestionaba constantemente a las personas preguntándoles: ¿qué es la
verdad?, ¿qué es la justicia?, o ¿qué es el valor?, y examinaba con rigor las respuestas, haciendo notar los
fallos lógicos y el razonamiento pobre o inadecuado. Cuestionaba toda suposición, dudaba de lo obvio y
ridiculizaba lo trivial y lo pretensioso. Esperaba que su aproximación lógica y rigurosa produjera respuestas
verdaderas a ese tipo de preguntas y a otras similares. Su aproximación fue la del racionalismo. Algo
fundamental en la filosofía de la educación de Sócrates fue su postura de que la verdad no puede ser definida
por una autoridad absoluta, sino que descansa escondida en cada mente. El papel de un maestro es
descubrir esa verdad aletargada, función que podría compararse con la de una comadrona, que no toma parte
en la implantación del semen que fertiliza el óvulo, pero que sí es responsable de asistir el nacimiento del
bebé. De la misma forma, de acuerdo con Sócrates, el papel del maestro no es implantar verdades en las
mentes de sus pupilos sino asistir en su emergencia. Para facilitar el aprendizaje por descubrimiento,
Sócrates concibió un método de enseñanza semejante a los diálogos en las calles. El maestro hace una serie
de preguntas tendientes a conducir al pupilo a la verdad ilustrando los fallos lógicos en su razonamiento. En el
método socrá- tico enseñar es una relación de compañeros entre pupilo y maestro en lugar de una relación de
superior-subordinado. Sócrates rechazó recibir pago por su instrucción y vivió una vida de simplicidad y
moderación. Para demostrar el poder de su método, Sócrates condujo a un niño esclavo sin educación y sin
ningún conocimiento de geometría a descubrir por sí mismo el teorema de Pitágoras (Lamb, 1967, pp. 303-
311). Argumentaba, por otra parte, que él no le había enseñado el teorema al esclavo, pero había facilitado
que emergiera de un estado letárgico en su mente. Uno de los contemporáneos de Sócrates, Antifón, trató a
quienes sufrían de pesar y melancolía usando el diálogo socrático de preguntas y respuestas. Antifón se
considera el primer psicoterapeuta (Walker, 1991, p. 5). Como resultado del poder y la fuerza de sus
argumentos, Sócrates estaba dispuesto con frecuencia a desacreditar cualquier respuesta que se diera a sus
preguntas relativas a las definiciones de verdad, justicia y valor, así que no es sorprendente que ganara
muchos enemigos. Ya que todos creemos saber lo que son la verdad, la justicia y el valor, es embarazoso y
molesto que nos muestren que tal vez no es así. Finalmente, sus conciudadanos se cansaron de su conducta,
y a la edad de 70 años Sócrates fue acusado de socavar la religión del Estado y de corromper a la juventud.
Fue enjuiciado enfrente de 501 jurados y, por un margen de 60 votos, se le declaró culpable y sentenció a
muerte. Sócrates aceptó el veredicto como legítimo aunque injusto, pasó sus últimos minutos confortando a
sus amigos, luego bebió la poción de Cicuta.
Platón (427-347 a.C.)
Platón fue pupilo de Sócrates y también su sucesor. De hecho, mucho de lo que ahora sabemos sobre
Sócrates proviene de las notas que Platón tomó sobre sus diálogos. Platón fundó una academia en Atenas,
una sociedad de eruditos y estudiantes que duró 916 años. Su objetivo, al igual que el de Sócrates, era no dar
a sus estudiantes una colección de hechos, sino entrenarlos para ver más allá de la superficie de las cosas,
para buscar la realidad eterna subyacente a todo. Sin embargo, esta tarea era muy difícil. Al igual que Zenón
y Sócrates, Platón reconocía la poca fiabilidad de la información sensorial. Afirmaba que el conocimiento no
deriva de las sensaciones, las cuales algunas veces son erróneas, sino de los procesos de razonamiento
sobre las sensaciones. Hizo énfasis en la diferencia entre las sensaciones derivadas de nuestros sentidos y lo
que él llamó "formas"; es decir, las estructuras eternas que ordenan el mundo y que nos son reveladas
mediante el pensamiento racional. Consideró además que las formas eran suprasensoriales, trascendentales,
que poseían una existencia independiente de las sensaciones que las constituyen. Las sensaciones se
corrompen, decaen y mueren. Es decir, son inestables. Las "formas" de Platón son más reales y
permanentes. Para ilustrar esta diferencia, Platón afirmó que era como estar en una cueva, encadenado de tal
forma que todo lo que se observara de los objetos en el exterior fueran sombras proyectadas por las
parpadeantes flamas de un fuego. Las sombras representan a las sensaciones; mientras que las cosas en el
exterior de la cueva son las "formas". Nuestro mundo de sensaciones era para Platón un mundo de sombras
parpadeantes, danzantes, de las cuales nunca se puede estar seguro. Para Platón, el único camino para
incrementar la exactitud de nuestro conocimiento del mundo es por medio de mediciones y del razonamiento
deductivo. Estaba muy al tanto de las contribuciones de Pitágoras y, al igual que él, intentó describir el mundo
usando principios matemáticos. Sobre la entrada de su salón de conferencias en la academia escribió las
palabras: "No se permite entrar por mis puertas a nadie que desconozca la geometría." Cuando uno de sus
estudiantes preguntó, "¿Qué hace Dios?" Platón respondió, "Dios siempre geometriza". Platón llamó a la
geometría "el conocimiento de aquello que siempre es". El conocimiento de las "formas" creado por Dios. Los
geometristas humanos pueden medir la Tierra, pero ¿qué pasa respecto a la mente humana? ¿También se
podría medir? Pitágoras demostró que algunos aspectos de la experiencia psicológica humana podían ser
medidos. Platón sugirió otros. Él reconoció que las personas difieren en sus capacidades, habilidades,
talentos y aptitudes, y los categorizó como individuos de oro, plata, latón o hierro. La sociedad debe reconocer
esas diferencias individuales y las consecuencias que Platón consideró inevitables: Algunos deben regir,
mientras otros deben servir. En La República, Platón describió una sociedad utópica con un sistema
oligárquico de gobierno, en el que un pequeño número de personas estaban dotadas con una razón superior,
los guardias, comandados por un rey-filósofo. Aquellos más valerosos serían los guerreros; y quienes
contaran con un sentido superior de la belleza y la armonía serían los artistas y los poetas, y aquellos con
poco talento o habilidad tendrían que servir o ser esclavos. Platón creía que tales diferencias provenían de los
dioses, pero una vez reconocidas, la sociedad debe seleccionar y preservar las cualidades necesarias por
medio de matrimonios arreglados y de la reproducción controlada. Su posición fue declaradamente nativista,
ya que consideraba hereditarias las características y la inteligencia humanas. Pero, ¿cómo se podrían medir
esas cualidades? Platón 26 Capítulo 1 creía que se localizaban en diferentes partes del cuerpo: la razón en la
cabeza, el valor en el pecho y el apetito en el abdomen. Él fue un frenólogo corporal sin la exageración de
frenólogos posteriores (capítulo 3). Por proponer la medición de las diferencias individuales mediante la
medición de diferentes partes del cuerpo y luego asignar a las personas diversas tareas de acuerdo con sus
puntos fuertes psicológicos, Platón anticipó el moderno campo de los psicómetras.
Aristóteles (385-322 a.C.)
Aristóteles, el último de los tres principales filósofos griegos, es descrito como un cientí- fico natural en mayor
grado que cualquiera de sus dos predecesores. Vivió su juventud en Atenas y fue un estudiante devoto de
Platón durante unos 20 años. En su mediana edad fue forzado por sus políticas a dejar Atenas y pasó años
viajando. Trabajó durante un tiempo como tutor de un niño que después llegaría a ser Alejandro Magno.
Regresó a Atenas a la edad de 40 años y fundó una escuela de filosofía y ciencia en el Liceo. Fue durante los
años que ahí pasó que escribió la mayor parte de sus trabajos importantes respecto a temas biológicos y
psicológicos. Aristóteles nos interesa porque fue uno de los primeros filósofos griegos que adoptó una
aproximación inductiva observacional en su trabajo. Como se mencionó anteriormente, Zenón demostró la
falta de confiabilidad de nuestras percepciones. Tales (de Mileto), contemporáneo de Zenón, hizo hincapié en
su pupilo Pitágoras sobre la importancia de los métodos deductivos para revelar la verdad. Sócrates también
confió en pruebas lógicas para revelar la verdad en las mentes de sus estudiantes. Finalmente, Platón
argumentó que nuestras sensaciones no son más que representaciones imperfectas de la realidad y, por lo
tanto, no se debe confiar en ellas. En contraste con Platón, Aristóteles observó el éxito de las matemáticas no
como si éstas fueran proveedoras del conocimiento de las "formas" eternas, sino como si se debiera a sus
deducciones lógicas de las suposiciones autoevidentes y a sus claras definiciones. En su escrito Analíticas
posteriores, Aristóteles aboga por la reducción de todo el discurso científico a silogismos —explicaciones de
los primeros principios deducidos en forma lógica—. Su famosa ley de la palanca no estaba basada en
experimentos con pesos, sino que se derivaba de postulados como "pesos iguales se balancean a distancias
iguales". Pero Aristóteles también reconoció la importancia de la observación cuidadosa. Después de todo, el
mundo puede no transcurrir de forma tan lógica como Sócrates y Platón supusieron. Si no es así, sus
conclusiones, basadas en métodos deductivos, pueden no haber sido enteramente verdaderas. Aristóteles
llegó a varias conclusiones muy precisas utilizando una aproximación inductiva y observacional, pero como
veremos, sus métodos de investigación también lo condujeron a concluir cuestiones interesantes pero falsas.
De las observaciones de sus propios procesos cognitivos, así como de los de otros, Aristóteles desarrolló los
principios básicos de la memoria humana, que muchas veces se han vuelto a plantear en la historia de la
psicología y que siguen siendo fundamentales para muchas explicaciones contemporáneas respecto a la
memoria. En su tratado De Memoria et Reminiscencia (Concerniente a la memoria y la reminiscencia),
Aristóteles perfila en su teoría que la memoria resulta de tres procesos asociativos. Objetos, eventos y
personas están vinculados por medio de su similitud relativa con algún otro, o su relativa diferencia. Las cosas
se asocian si ocurren juntas en tiempo y espacio. Estos tres principios básicos de la asociación —similitud,
contraste y contigüidad— se completaban con otras dos influencias en la firmeza de una asociación particular:
1. Frecuencia. Aristóteles sostuvo que cuanto más frecuentemente se repite una experiencia particular, tanto
mejor se recordará. En muchas teorías del aprendizaje del siglo XX, la relación entre el número de veces que
se refuerza un hábito y su firmeza y retención es un punto central. 2. Facilidad. Aristóteles también reconoció
que algunas asociaciones se forman más fá- cilmente que otras. Algunos eventos se recuerdan con mayor
facilidad que otros. Los estudios modernos de aprendizaje y memoria han demostrado de manera muy clara
que ciertas asociaciones se forman y se recuerdan con más facilidad que otras. Los recuerdos son
particularmente importantes porque reflejan nuestras experiencias del mundo. Las experiencias, en cambio,
son responsables de los contenidos de la mente; sin la experiencia nuestras mentes estarían en blanco. La
mente en el momento del nacimiento tiene el potencial para pensar, pero para que este potencial se realice
debe ser actuado sobre el mundo. La mente, para Aristóteles, se habilitaba mediante la experiencia,
exactamente como una tabla se llena con letras. Aristóteles adoptó la posición de un empirista: Todas las
ideas que tenemos, incluyendo aquéllas algunas veces consideradas como innatas o que están presentes
desde antes de nacer, son el resultado de la experiencia. Su posición anticipó a la de John Locke y otros
filósofos empiristas (capítulo 2) y a partir de ellos se influyó la psicología conductual materialista de John
Watson (capítulo 12). La metáfora de Aristóteles sobre la mente en el momento de nacer como una tabla en
blanco, es la primera de muchas metáforas diferentes sobre la mente en la historia de la psicología. Otras
comparan la mente con una máquina de procesamiento de información o una computadora neural. Leary
(1990) describe éstas y otras metáforas de la mente y argumenta que han sido especialmente importantes
para la psicología en cuanto a sus contribuciones a la teoría de la construcción, a sus nuevas ideas y
conceptos, a la investigación, e incluso en cuanto a sus aplicaciones prácticas.

S-ar putea să vă placă și