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LA VALIDEZ Y LA CONFIABILIDAD

I. VALIDEZ

La validez estadística se refiere a que una encuesta o un instrumento estadístico mida lo que
tiene que medir.

La validez se diferencia de la representatividad. En una encuesta, la medición de una variable


puede ser representativa cumpliendo las reglas de la distribución muestral pero, al tiempo, no
cumplir con los requisitos de validez.

No basta con que la muestra sea representativa. La forma de preguntar o de recoger la


información influye en la validez de la medición. En el diseño del cuestionario está implicada la
validez. Se trata de que las preguntas hagan referencia a las variables que se desea indagar y
no a otras.

Por ejemplo, para conocer si las empresas implementan una estrategia de coordinación de
actividades con clientes a través de TIC’s, tal vez no sea lo más adecuado para la validez hacer
esta pregunta directamente. Posiblemente será preferible preguntar si utilizan determinadas
herramientas informáticas.

Entonces podemos decir que la validez es el grado en el que un instrumento en verdad mide la
variable que se busca medir.

Los instrumentos tienen como propósito operacionalizar constructos, o sea, medir


determinados atributos. La validez tiene que ver con poder determinar si el instrumento está
midiendo realmente el atributo que dice medir. Determinar la validez de un instrumento es
mucho más difícil que establecer su confiabilidad. Como dicen Polit y Hungler (1995/1997), “no
es común encontrar pruebas sólidas que sustenten la validez de la mayor parte de las
mediciones de carácter psicológico”. Esto se debe a que mientras la confiabilidad sería
esencialmente una cuestión empírica; la validez incluye más elementos teóricos, ya que la
validación persigue la explicación, con todas las complicaciones que esto implica. Dentro de los
distintos tipos de validez, encontramos como las más importantes, las siguientes: validez de
constructo, validez de criterio y validez de contenido. Es importante tener en cuenta que
distintas formas de validez, pueden ser adecuadas para propósitos diferentes y que cada una
permite inferencias distintas, que no pueden cambiarse entre sí.

 Valides de contenido: se refiere al grado en que un instrumento refleja un dominio


específico del contenido de lo que se quiere medir, se trata de determinar hasta dónde
los ítemes o reactivos de un instrumento son representativos del universo de
contenido de la característica o rasgo que se quiere medir, responde a la pregunta
cuán representativo es el comportamiento elegido como muestra del universo que
intenta representar.
 Validez de criterio: Se establece al validad un instrumento de medición al compararlo
con algún criterio externo que pretende medir lo mismo, se asocia con la visión de
futuro, determinar hasta dónde se puede anticipar el desempeño futuro de una
persona en una actividad determinada. La validez predictiva se estudia comparando
los puntajes de
un instrumento con una o más variables externas denominadas variables de criterio.
Se establece una correlación, la cual se interpreta como índice de validez.
 Validez de constructo: Debe explicar el modelo teórico empírico que subyace a la
variable de interés. Intenta responder la pregunta ¿hasta dónde el instrumento mide
realmente un rasgo determinado y con cuánta eficiencia lo hace? Al respecto Gronlund
(1976, citado por Ruiz Bolívar, op. cit.) señala que esta validez interesa cuando se
quiere usar el desempeño de los sujetos con el instrumento para inferir la posesión de
ciertos rasgos. Para estudiar este tipo de validez es necesario que exista una
conceptualización clara del rasgo estudiado basado en una teoría determinada. La
teoría sugiere las tareas pruebas que son apropiadas para observar el atributo o rasgo
y las evidencias a considerarse en la evaluación. Cronbach (1960, citado por Ruiz
Bolívar, op. cit.) sugiere los siguientes pasos:

1) Identificar las construcciones que pudieran explicar la ejecución en el instrumento

2) Formulación de hipótesis comprobables a partir de la teoría

3) Recopilación de los datos para probar las hipótesis

II. CONFIABILIDAD

En lo que respecta, a la confiabilidad de un instrumento de medición de datos, se puede


manifestar, que según Hernández (1991), esta se da, cuando un instrumento se aplica
repetidas veces, al mismo sujeto u objeto de investigación, por lo cual, se deben obtener
resultados iguales o parecidos dentro de un rango razonable, es decir, que no se perciban
distorsiones, que puedan imputarse a defectos que sean del instrumento mismo.

Igualmente, se puede traer a colación lo expresado por Ander- Egg (1987), quien señala que la
confiabilidad del cuestionario está representada por la capacidad de obtener idénticos
resultados cuando se aplican las mismas preguntas en relación a los mismos fenómenos.

Entonces podemos decir que la confiabilidad viene ser el grado en que un instrumento
produce resultados consistentes y coherentes, es decir en que su aplicación repetida al mismo
sujeto u objeto produce resultados iguales.

1. Medida de estabilidad: Un mismo instrumento de medición se aplica dos mas veces a


un mismo grupo de personas, después de cierto periodo. Confiabilidad por test –
retest, “r” de Pearson.
2. Método de formas alternativas o paralelas: aquí no se administra el mismo
instrumento de medición, sino dos o mas versiones equivalentes de este. Coeficiente
de correlación producto - momento de Pearson.
3. Método de mitades partidas: Se necesita solo una aplicación, el total de los ítems se
divide en dos partes y se comparan los resultados. (Pearson y Spearman - Brown).
4. Medidas de consistencia interna: Requiere solo una administración. Confiabilidad del
test según el método de división de las mitades por Rulon y Guttman, formula 20 de
Kuder- Richardson, el coeficiente de Alfa de Cronbach.
Entre los métodos para estimar la confiabilidad, se tienen:

 Método Test-Retest: una forma de estimar la confiabilidad de un test o cuestionario es


administrarlo dos veces al mismo grupo y correlacionar las puntuaciones obtenidas.
Este método tiene la desventaja de que los puntajes pueden verse afectados por el
recuerdo, la práctica, etc. Este procedimiento no es adecuado para aplicarlo a pruebas
de conocimientos sino para la medición de aptitudes físicas y atléticas, tests de
personalidad y motores.

 Método común de división por mitades o Hemitest: este método computa el


coeficiente de correlación entre los puntajes de las dos mitades del test o cuestionario
aplicado. Esto supone que los dos test mitades son paralelos, tienen igual longitud y
varianza entre sí. Se estima a través del coeficiente de confiabilidad de
SpearmanBrown.

 El método de división por mitades de Rulon: utiliza la división del test en mitades,
pero su método no supone necesariamente varianzas iguales en los sub-tests.
coeficiente de consistencia interna.

 El método de división por mitades de Guttman: también se denomina coeficiente de


consistencia interna.

 Alfa de Cronbach: Para evaluar la confiabilidad o la homogeneidad de las preguntas o


ítemes es común emplear el coeficiente alfa de Cronbach cuando se trata de
alternativas de respuestas policotómicas, como las escalas tipo Likert; la cual puede
tomar valores entre 0 y 1, donde: 0 significa confiabilidad nula y 1 representa
confiabilidad total.

 Método de Kuder-Richardson 20: permite obtener la confiabilidad a partir de los datos


obtenidos en una sola aplicación del test. Coeficiente de consistencia interna. Puede
ser usada en cuestionarios de ítemes dicotómicos y cuando existen alternativas
dicotómicas con respuestas correctas e incorrectas.

 Método de Kuder-Richarson 21: permite obtener la confiabilidad a partir de los datos


obtenidos en una sola aplicación del test. La suposición básica es considerar que todos
los ítemes presentan igual varianza. Coeficiente de consistencia interna.

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