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COMPRENSIÓN DEL TEXTO ESCRITO


Heberto Tapias García
Profesor Ingeniería Química
Universidad de Antioquia

En este ensayo se presenta de manera breve el proceso de


comprensión del texto escrito, y los conceptos de significado
y sentido de palabras y oraciones requeridos para la
comprensión. Igualmente se define el concepto de texto, y
los conceptos entender e interpretar relacionados con la
comprensión.
La actividad comunicativa humana se realiza por medio de
textos, unidades semánticas básicas en el proceso
comunicativo, manifiestos en forma de discurso oral o
escrito, pero también a través de gestos, gráficos, dibujos, y
otros objetos materiales simbólicos (Montealegre, 2004).
Aunque el término texto se emplea como sinónimo de
enunciado, discurso, lectura, etc., generalmente hace
referencia a lo impreso, o lo escrito (Almaguer,2008). El
texto escrito se emplea lo mismo para designar un conjunto
de frases como para designar un libro. Parra (1992) lo define
como:
cualquier secuencia de signos lingüísticos producidos
en una situación concreta por un sujeto comunicante,
que tiene una intencionalidad específica; mediante él
se intercambian los significados que constituyen el
sistema social de una comunidad dada y por esto, el
texto cumple siempre una función cultural (citado en
Almaguer, 2008).

El texto escrito está estructuralmente conformado por uno o


varios párrafos, y los párrafos por oraciones. El párrafo es un
fragmento de un texto formado por un conjunto de oraciones
relacionadas de manera lógica y coherente entre sí, y unidad
de sentido en torno a una idea principal llamada temática.
Normalmente se conforma con una oración principal y otras

Material didáctico del curso Gestión Tecnológica


secundarias que tienen la función de sustentar o explicar la
idea principal (Almaguer, 2008).
Para Luria (1980), la palabra es la célula del lenguaje que
designa un determinado objeto, una acción, una cualidad o
propiedad del objeto y una relación entre los objetos (citado
en Montealegre, 2004). Ella cumple varias funciones, pero
para el propósito de este ensayo solo nos referimos a dos de
ellas: la función designativa, llamada también “denotativa” o
“referencial”, y la función de significado.
En la función denotativa, la palabra se usa para designar
objetos, pero también sus propiedades, relaciones y
acciones, como ya se mencionó. Y muchas de ellas no tienen
uno sino varios significados, varios referentes. En la función
de significado, la palabra abstrae lo característico del objeto
y lo generaliza para introducirlo en una determinada
categoría, o un concepto. A este significado se le denomina
"categorial" o "conceptual" (Montealegre, 2004).
Existe, también, el "significado social comunicativo" o de
"sentido" de las palabras o los términos, como el significado
que adquiere la palabra en situaciones reales de uso; el
significado que se está utilizado en el texto; necesario para
eliminar ambigüedades con palabras que tienen varios
significados. El sentido de la palabra es la unidad
fundamental de la comunicación; es el significado ligado a
una situación concreta, relacionado con el momento y
situación dada, es decir, el significado de la palabra en
contexto (Montealegre, 2004; Raitner,2003).
Las oraciones son unidades de información que comunican
acontecimientos, acciones o relaciones. La oración se define
como una secuencia ordenada de palabras que posee al
menos un verbo en forma conjugada, con autonomía
sintáctica y semántica, de la que se dice que expresa una
idea con un sentido completo. Se les puede separar del texto
en que aparecen y no por eso pierden su significado
(Raitner,2003; Vergara, 2012).
Las oraciones pueden ser simples o compuestas. Las simples
están constituidas por dos componentes esenciales, el sujeto
y el predicado; mientras las compuestas están formadas por
más de una oración simple, y en consecuencia más de un
predicado. El sujeto es quien efectúa la acción o de quien se
dice algo en el predicado; y el predicado especifica la acción
que realiza el sujeto o lo que se dice de él. Aunque también
existen oraciones impersonales que no tienen sujetos
(Vergara et al,2012).

En las oraciones con sujetos hay dos categorías: sujetos


léxicos y sujetos gramaticales. Los sujetos léxicos están
presentes en las oraciones, y tienen como elemento más
importante o núcleo, un sustantivo común o propio, un
pronombre, o una palabra sustantivada: un adjetivo, un
adverbio o un verbo en infinitivo. Los sujetos gramaticales
están ausentes en las oraciones, pero pueden recuperarse
con la terminación verbal que indica el tiempo, número y
persona del verbo. Y el núcleo de los predicados es siempre
un verbo (Vergara et al, 2012).

Las oraciones impersonales no tienen sujeto expreso, ni


pueden recuperarse con las terminaciones del verbo y
utilizan un verbo en tercera persona. Son oraciones cuyo
verbo hace referencia a fenómenos meteorológicos o
atmosféricos (llover, tronar, etc.), o no se identifica a quien
ejecuta la acción; en oraciones con los verbos haber, hacer,
bastar, sobrar, ser; o también cuando aparece un verbo en
tercera persona precedido del pronombre se (Vergara et al,
2012).

Las oraciones están construidas con palabras en una


estructura sintáctica que le da coherencia; y como las
palabras, también tienen un significado y un sentido. El
significado de una oración no depende exclusivamente, ni es
idéntico a la suma de los significados de las palabras en ellas
contenidas; su significado depende tanto de las palabras que
la componen como del contexto comunicativo. Así, el
significado de una oración es dependiente del contexto de
emisión, y no solamente del (supuesto) significado de las
palabras (Raitner, 2003).
Las oraciones como expresiones de pensamiento, juicios e
ideas se entrelazan en los párrafos dando lugar a la
construcción de significados y comprensión de párrafos y el
texto completo. Esto es lo que se denomina coherencia
semántica, y que guía a la hora de determinar ¿de qué se
está hablando?; en virtud de la cual en un texto las oraciones
pierden eventuales ambigüedades, y se convierten en
objetos concretos de una comunicación, en mensajes que se
producen y reconocen como tal (Uribe, 2002).
La comprensión de un texto se emprende buscando
responder la pregunta ¿Qué dice el texto?, para llegar al
mensaje; lo que requiere la comprensión de palabras,
oraciones y párrafos (Castro, 2002; Montealegre, 2004).
La comprensión de un texto escrito no es pasiva ni se limita
a las ideas allí enunciadas; involucra complejos procesos
intelectuales que deben ser activados y dirigidos por el
lector. Ella va más allá de extraer significados de palabras y
oraciones. Requiere activar y reconocer en el texto una serie
de unidades organizadas de información que representan los
conocimientos específicos que tiene el lector, y representar
mentalmente los significados de nuevos conceptos y nuevas
ideas correlacionándolos con otros que el individuo ya
conoce. Es un proceso de reconocimiento del significado y
sentido de palabras y oraciones que conforman el texto; y
de reelaboración y organización de la información para
descifrar su mensaje (Uribe, 2002).
La comprensión como proceso es un proceso activo de
elaboración y abstracción de ideas; un proceso que requiere
ir más allá del entendimiento literal del texto. Implica en
primer lugar entender el texto, atribuyendo significados a las
palabras y las oraciones, el sentido literal a las oraciones y a
los párrafos, para captar el contenido literal del texto y
responder la pregunta ¿Qué codificó el emisor? Luego, se
requiere captar sentidos, estableciendo conexiones
coherentes entre conocimientos del lector y la nueva
información que le suministra el texto; y ubicar la
intencionalidad del texto, el propósito del emisor (Almaguer
y Peña, 2009; Montealegre, 2004).
También en las habilidades lectoras existe la habilidad
generalizada interpretar, mucho más compleja que las
habilidades entender y comprender. Postner (1978) la define
como una actividad que hace explícito lo que está implícito
en un texto dado (citado en Castro, 2002). Habilidad que
exige al lector situarse o ubicarse, imaginariamente, en el
espacio o ámbito del texto y moverse culturalmente dentro
de él; además de escoger las partes o componentes del texto
y jerarquizar lo que él considere, en dependencia de sus
intereses, motivos u objetivos definidos por él. La
interpretación está ligada a la lectura de cierto tipo de textos,
como los textos literarios, críticos, o argumentativos, entre
otros (Almaguer y Peña, 2009; Castro,2002).
La interpretación, a diferencia de la comprensión que procura
responder la pregunta ¿Qué dice el texto?, responde a otras
preguntas como ¿Qué quiere decir el texto?, o ¿Qué quiere
decir el autor? Ella no es única, depende de la perspectiva
interpretativa donde se ubique el lector – histórica,
sociológica, filosófica, etc. - y del contexto histórico,
axiológico y de los prejuicios del intérprete (Castro,2002).
Como conclusión, la habilidad comprender, en la habilidad de
lectura, implica en primer término decodificación del texto;
captura de significados y sentidos, tanto de palabras como
de oraciones y otras unidades constitutivas del texto;
integración de significados y sentidos en ideas; y conexión
coherente de conocimientos previos del lector y la nueva
información que suministra el texto (Almaguer, 2009).

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