Ruby Dixon - Serie Fireblood Dragon - 06 - Fire in His Veins

SERIE FIREBLOOD DRAGONS 06
RUBY DIXON
FIRE IN HIS VEINS
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RUBY DIXON
FIRE IN HIS VEINS
Índice
Argumento ........................................................................................................................ 4
Capítulo 1 ......................................................................................................................... 5
Capítulo 2 ....................................................................................................................... 14
Capítulo 3 ....................................................................................................................... 18
Capítulo 4 ....................................................................................................................... 25
Capítulo 5 ....................................................................................................................... 35
Capítulo 6 ....................................................................................................................... 41
Capítulo 7 ....................................................................................................................... 46
Capítulo 8 ....................................................................................................................... 51
Capítulo 9 ....................................................................................................................... 60
Capítulo 10 ..................................................................................................................... 66
Capítulo 11 ..................................................................................................................... 72
Capítulo 12 ..................................................................................................................... 75
Capítulo 13 ..................................................................................................................... 87
Capítulo 14 ..................................................................................................................... 92
Capítulo 15 ................................................................................................................... 100
Capítulo 16 ................................................................................................................... 105
Capítulo 17 ................................................................................................................... 115
Capítulo 18 ................................................................................................................... 122
Capítulo 19 ................................................................................................................... 129
Capítulo 20 ................................................................................................................... 134
Capítulo 21 ................................................................................................................... 137
Capítulo 22 ................................................................................................................... 143
Capítulo 23 ................................................................................................................... 149
Capítulo 24 ................................................................................................................... 154
Capítulo 25 ................................................................................................................... 163
Capítulo 26 ................................................................................................................... 170
Capítulo 27 ................................................................................................................... 178
Capítulo 28 ................................................................................................................... 181
Capítulo 29 ................................................................................................................... 188
Capítulo 30 ................................................................................................................... 195
Capítulo 31 ................................................................................................................... 199
Capítulo 32 ................................................................................................................... 208
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Epílogo.......................................................................................................................... 214
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Argumento
He querido a Andrea desde el momento en que la vi.
Pero ella es humana. Soy Drakoni. La única manera de mantenerme cuerdo y no perderme
en la locura que ha barrido a mi gente es si mantengo mis muros mentales fuertes. Tengo
que renunciar a todo lo que me convierta en un dragón. Eso significa nada de telepatía,
nada de soplar fuego, y nada de forma de batalla.
Ciertamente no puedo tomar una compañera. Andrea no puede ser mía.
Sin embargo, cuando su hermano escapa del Fuerte, necesita ayuda para rastrearlo. Eso
significa que estaré a solas con ella, respirando su dulce aroma, y puede ser demasiado
para mi control.
¿Qué pasa si me rindo ante mi dragón? ¿La tomaré como mi compañera... o le arrancaré la
garganta?
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 1
ANDI
Voy a matar a mi hermano Benny.
No, matarle sólo no sería suficiente. Necesitará ser torturado primero, y luego cuando me
ruegue misericordia, entonces le mataré. Sí, eso suena genial.
Vuelvo a abrir mi pequeño baúl de pertenencias, por si me equivoco. No. Mis calcetines
buenos, ambos pares, han desaparecido por completo. Sabe que los he estado escondiendo
para ponérmelos cuando los calcetines malos (que actualmente están en mis pies) estén tan
destrozados que ya no se puedan arreglar. Y como es el día de la colada, tengo que llevar
calcetines diferentes bajo las botas para poder lavarlos.
Excepto que todos mis calcetines han desaparecido, y conozco al bastardo rata que se los
llevó.
Reprimiendo mi furia, golpeo mi baúl y lo vuelvo a meter bajo la litera. Daniela ya no está
en la habitación conmigo y con Gwen, y Gwen se ha ido a Fort Dallas, lo que significa que
estoy sola en la vieja aula que solía compartir con ellas. Una vez pensé que sería genial
tener un dormitorio para mí sola, pero ahora se siente solitario. Aunque al menos puedo
hacer todo el ruido que quiera aquí. Le doy a mi viejo catre de estructura metálica una
patada de enfado, disfrutando del estruendo que produce, y luego salgo de mi habitación y
me dirijo por el pasillo hacia el cuarto de los niños, donde se supone está Benny.
Es temprano, sin embargo, y los pasillos de Fort Shreveport están casi todos vacíos. Paso
al lado de un par de madres, con sus niños pequeños en brazos, y les brindo un pequeño
saludo mientras me dirijo a mi destino. El olor de la comida flota en el aire y puedo oír
conversaciones al final del pasillo, en la vieja cafetería, lo que significa que es la hora del
desayuno. Benny y los otros chicos deberían levantarse pronto.
Encuentro el aula en la que duermen todos los niños y abro la puerta en silencio. El pequeño
Lucas sigue en su cama, chupándose el pulgar a pesar de que tiene nueve años, pero los
otros niños se han ido. La litera de Benny está vacía, pero hay un montón de ropa sucia
desechada y trastos viejos alrededor, como cualquier dormitorio de niños. Sé que las madres
de los otros niños siempre están sobre ellos limpiando tras ellos, así que trato de fastidiar
a Benny también. Me pone los ojos en blanco, porque no soy Mamá. Apenas soy ocho años
mayor que él, así que no escucha una mierda.
Con el ceño fruncido, me acerco a su desordenado rincón de la habitación y empiezo a
hurgar en su mierda. Hay unas cuantas toallas sucias en el suelo, parece que se ha perdido
el día de la colada por última vez, y unas cuantas camisas viejas. "Idiota", murmuro en voz
baja, porque si Benny supiera lo mucho que tenemos que hacer para conseguir esa ropa,
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no sería tan derrochador con ellas. Hurgo en la ropa que rodea la cama, pero no veo mis
calcetines, ni los demás.
Por una corazonada, me arrodillo y reviso debajo de su catre.
Claro, hay otro montón de ropa sucia. Extiendo la mano y agarro un calcetín... y luego lo
dejo caer, con un sonido de horror en mi garganta.
Está crujiente.
Oh, Dios. Acabo de tocar el trapo de semen de mi hermanito. Voy a vomitar.
Frotando mi mano contra mis vaqueros, me pongo de pie. Ese pequeño bastardo. No sólo
está robando calcetines, sino que se masturba con ellos... Las otras mujeres del recinto
bromeaban con que yo tendría que preocuparme cuando mi niño empezara a robar
calcetines, pero no tenía ni idea de lo que significaban. Ahora la tengo. Ugh. Es hora de
tener una charla con Benny. Esta mierda es inaceptable... el robo, el desprecio descarado
por la ropa y el desorden. Sé que Benny tiene en la cabeza ser rebelde ahora mismo porque
tiene catorce años y es el mayor del complejo, pero está yendo demasiado lejos. No sólo
esto, sino un millón de otras cosas más.
Los calcetines de semen son sólo la guinda del pastel.
Me trago mi asco, me limpio la mano una vez más, y luego me alejo de la litera de Benny.
Lucas me está mirando, sentado, con el pulgar todavía en la boca.
"Hola, peque", le digo. "¿Has visto a Benny esta mañana?"
Niega con la cabeza.
"Dile que está en problemas si le ves, ¿de acuerdo? Que su hermana mayor le está
buscando". Con una brillante sonrisa a Lucas, salgo de la habitación y cierro la puerta
detrás de mí.
Si Benny cree que levantarse temprano significa que puede evitarme, se equivoca. Ha estado
deliberadamente poniendo espacio entre nosotros en los últimos meses. Ahora que ya no
es un niño pequeño, no quiere a su hermana mayor rondándole. En su lugar, ha estado
pasando el rato con... Liam.
No quiero pensar en Liam ahora mismo. En vez de eso, me dirijo rápidamente a la cafetería
para tomar mi desayuno y buscar a Benny allí.
Me dirijo a la cafetería justo detrás de la esposa de Luz, Michele. Le sonrío distraídamente
y recorro la cafetería, buscando a mi hermano. Las ventanas tienen sus cubiertas
protectoras de metal levantadas para dejar entrar la luz del sol y la brisa de la madrugada,
y una vela de sebo se sienta encima de cada una de las mesas para permitir un poco más
de luz, el tenue olor herbal de ellas casi dominando el olor del humo, los huevos y los
pasteles de maíz. Me pongo en la fila como todos los demás, esperando mi porción. Es
gracioso, pero hay algo reconfortante en vivir en la vieja escuela. Yo era sólo una adolescente
cuando se abrió la Grieta, así que volver a la escuela es como volver a casa. No me importan
las bandejas de almuerzo y las campanas porque añaden un poco de estructura en un
mundo que carece de ella. Es bastante agradable, de verdad. Todo el mundo participa, y si
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la cocina de la cafetería se hace con fogón en lugar de horno, nadie se queja. Todos
recordamos cómo era no tener nada que comer.
Noto que Amber murmura una suave disculpa con cada porción de huevos que reparte, y
cuando sostengo mi bandeja, me da una pequeña cucharada de huevos y me dirige unas
muecas. "Las gallinas no están poniendo mucho ahora mismo", dice en voz baja. "Amy dice
que nos va a encontrar más comida, sin embargo, y que todo está bajo control. Hasta
entonces, estamos estirando las cosas". Y pone un pastel de maíz en mi plato.
Se lo acerco, indicando que debería retirar los huevos revueltos. "Dale el mío al abuelo Steve
o a Benny cuando aparezca, o a Melissa. A otra persona". Guardo el pastel de maíz y pongo
mi bandeja en el montón de las sucias, saliéndome de la fila mientras Amber pone los
huevos asignados a la siguiente persona de la fila. "No has visto a mi hermano, ¿verdad?"
"No. ¿Le has preguntado a Amy?" Me mira y luego se lanza a su perorata con la siguiente
persona de la fila. "Las gallinas no están poniendo mucho en este momento. Pero Amy está
en ello. Pronto tendremos más comida".
Charlene asiente con la cabeza, con alivio en su cara, y toma su bandeja sin una palabra
de queja.
Me meto el pastel de maíz en la boca y me dirijo a la salida de la cafetería, odiando que me
moleste el hecho de que todos estén adulando a Amy. Es la nueva líder de Fort Shreveport,
y es muy amable y está decidida a arreglar todos nuestros problemas, y se ha apareado con
uno de los dragones para que nos proteja. No tengo ninguna duda de que Rast, su pareja,
encontrará más comida para nosotros, puede volar y cazar ganado, o descubrir nuevos
lugares para que podamos cultivar, o incluso buscar más lejos.
Pero mi mejor amiga Gwen ha sido la líder durante los últimos dos años, y todavía le soy
leal. Odio que todos actúen tan aliviados de que Amy y Rast estén aquí, porque parece que
dicen que Gwen estaba haciendo algo malo. Odio eso. Sé lo duro que Gwen trabajó para
mantener este lugar a flote. Sé cuántas veces Gwen se quedó sin para que otros no se
murieran de hambre. Sé cuántas noches Gwen se preocupó y lloró por el estrés de ser la
líder.
La gente es simplemente imbécil. No es que Amy no sea un amor, pero odio reconocer que
su liderazgo me haga sentir de alguna manera como si estuviera traicionando a Gwen. Y
Gwen ni siquiera está aquí. Nos dejó para pasar tiempo en el Fuerte Dallas con Vaan y para
actuar como enlace entre ese Fuerte y éste.
También me siento un poco traicionada por eso. Me han dejado atrás. Todo lo que me queda
es Benny, el mierdecilla que me ha estado robando los calcetines y sin decirme nada.
Hago una pausa en la pizarra mientras Shonda borra el mensaje de ayer: "¡Mañana es el
día de la lavandería! Lleva tu ropa a la habitación 103 y asegúrate de que tu bolsa está
etiquetada" y empieza a escribir uno nuevo en letras rojas. "DÍA DE ATAQUE DE DRAGÓN.
QUEDAOS DENTRO".
"Mierda. ¿Es hoy?" Me muerdo el labio, haciendo una pausa para hablar con ella.
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Ella se pone la vieja agenda en sus manos, las fechas en las esquinas tachadas y
actualizadas manualmente ya que las impresoras son cosa del pasado. "Sí. La lavandería
va a esperar hasta que terminen"
"¿Qué pasa con Amy y Rast?" No puedo evitar preguntar. "¿Por qué no pueden ahuyentar
las malditas cosas?"
Shonda niega con la cabeza y subraya la palabra 'dentro'. "Ya he hablado con Amy. Sacamos
las plantas del gimnasio antes del desayuno y ella y Rast salieron a cazar. Ella cree que la
comida es más importante que defenderse del ataque mientras todos estén dentro y
encerrados". Se encoge de hombros. "No se equivoca. Mientras no haya nada en el patio, no
nos molestarán".
Me muerdo la uña distraídamente. "Supongo que sí. ¿Has visto a Benny?"
Pone los ojos en blanco. "No. Tampoco puedo decir que me importe"
Es justo. Benny es una especie de mierda. "Gracias, Shon" Salgo de la cafetería y me detengo
a pensar. ¿El gimnasio? ¿Benny se escondería con los maceteros de plantas, acurrucado
entre nuestras matas de tomate y pepinos? No. Alguien le haría desherbar las macetas y
saldría de allí en un instante. A los catorce años, lo único en lo que Benny sobresale ahora
mismo es en evitar el trabajo.
Eso y en masturbarse en los calcetines, al parecer.
Me estremezco y me limpio la mano en mis vaqueros otra vez, yendo a la biblioteca. Me
agacho pero él no está allí, sólo Carla, preparándose para las lecciones del día para los
pequeños. Tampoco está en la habitación 103 cuando dejo la bolsa de la ropa sucia. Me
dirijo a la oficina delantera, donde Amy y Rast están ahora, y compruebo la pizarra de la
lista de tareas. Benny está en la lista de "ratoneras", así que reviso los armarios de los
conserjes. Nada de Benny. Tampoco está en el gallinero de Gwen alimentando a las
palomas.
No está en ninguna parte.
Aprieto los dientes, porque sé lo que esto significa. El último recurso. Supongo que hablaré
con Liam.
Mi vientre se estremece al pensarlo.
Liam y yo somos... complicados. Llegó a Fort Shreveport hace unos meses y se quedó solo.
Pensé que era otro bicho raro que el Apocalipsis había eructado y le dio mucha libertad de
acción. Después de todo, tenía dientes afilados, piel dorada, y usaba gafas de sol y mangas
largas todo el tiempo. Sin embargo, hay muchas cosas extrañas en el Después. Vi las
películas de Mad Max en el Antes, y cuando estuve en Fort Tulsa, recuerdo ver a la gente
volviéndose loca con tatuajes y piercings y todo tipo de adornos corporales como si
necesitaran convertir nuestro mundo en el próximo Thunderdome 1. Como si, por tratarse
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de un Apocalipsis, necesitáramos lucir apropiadamente apocalípticos o algo así. Así que

cuando Liam parecía un poco inusual, bueno, yo los había visto más raros. Y se mantenía
reservado, así que fue fácil ignorarle.
Luego descubrimos que el novio de Amy, con piel dorada y colmillos, era un dragón. Y como
Liam se parecía mucho a él, quedó al descubierto que era un hombre-dragón. Era obvio que
lo habíamos pasado por alto. Liam tenía la piel dorada como Rast, pero la suya era una
sombra que podía verse como el bronceado de un amante del sol, así que nadie pensó
mucho en ello. Rast tenía un largo y loco pelo dorado que era tan grueso y enjuto como la
melena de un león y con púas en la frente... y Liam siempre llevaba una gorra de béisbol
ajustada y gafas de sol. Liam se comportaba de forma diferente a Rast, pero estaba claro
que era un dragón.
Todo quedó especialmente claro después de que desapareciera cuando Amy y Rast
aparecieron. Eso es un signo de culpa si alguna vez hubo una. Aun así, conocer a Rast nos
enseñó que no todos los dragones son los sanguinarios y salvajes asesinos que deambulan
por los cielos y hacen que los restos de la Humanidad se apiñen en Fuertes. Hay unos pocos
que son decentes, al parecer. No mucho después de la llegada de Amy y Rast, se fueron a
visitar a su hermana, Gwen salió del Fuerte para encontrarse con otro dragón, y
naturalmente Liam regresó.
El momento fue malditamente sospechoso. Inmediatamente me enfrenté a él, exigiendo
saber si era un dragón.
Sólo sonrió con esa perezosa y totalmente sexy sonrisa como si acabara de descubrir todos
sus secretos. No se disculpó. No admitió haber hecho nada malo o haber estado engañando.
Sólo sonrió.
Y eso fue todo. Después de eso, Liam se quedó. No causó problemas, no hizo el imbécil, y
aun así tendió a permanecer solo, bueno, con una pequeña excepción. Se quedó mucho
tiempo conmigo. Dondequiera que iba, Liam estaba allí.
Tengo que admitir que me gusta. Es un tipo guapo, aunque sea un dragón. Es agradable
ser el centro de atención de alguien así, y admito plenamente que estoy sola. Liam y Benny
también se llevan bien, de hecho, Liam es la única persona con la que Benny se lleva bien,
así que terminaba hablando con Liam sobre mi hermano de forma regular... y durante un
tiempo, se me ocurrían todo tipo de razones para pasar el rato con Liam.
Pero es un Fuerte pequeño, y la gente empezó a hablar.
Decían que yo estaba encima de Liam ahora que era un dragón, y que estaba
'persiguiéndole'. Decían que estaba celosa de Gwen con su dragón, y de Amy con el suyo, y
que intentaba conseguir uno propio. Decían que buscaba el equivalente de un 'dulce papá',
alguien que manejara todos mis problemas y los hiciera desaparecer.
Así que dejé de hablar con Liam, y estoy bastante segura de que él no entiende por qué.
Pero es que no puedo soportar los rumores.
Es realmente horrible que no sean sólo rumores, están muy cerca de la verdad.
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Tal vez tengo un fetiche protector. No veo cómo no puedes tenerlo después de haber vivido
en el Después por un tiempo. ¿Alguien que te mantenga cerca y haga que todos tus
problemas desaparezcan? Eso me suena bastante increíble. Y no se puede negar que
encuentro a los dragones fascinantes. Nadie sabe que le confesé a Gwen que cuando su
dragón, Vaan, estaba sitiando la ciudad, pensé que estaba aquí por mí y salí a buscarlo.
Gwen nunca dijo nada, por lo que me siento eternamente agradecida. Si el resto del Fuerte
lo supiera, nunca dejarían de criticarme por ello. Tal vez tengan razón y yo sea una
perseguidora.
No me gusta la idea. No me gusta la sonrisa que los demás tienen en sus caras cuando me
ven hablando con Liam. Así que... no hablo mucho con él. En absoluto.
Pero Benny sí. Y si alguien sabe dónde está mi máquina de hermano pequeño, ese es Liam.
Así que me dirijo a la parte de atrás de la escuela, al cuarto de huéspedes donde Liam se
está quedando solo. Miro alrededor para asegurarme de que el pasillo está vacío antes de ir
a la puerta y llamar.
"Está abierto", es la informal respuesta.
Le daré crédito a Liam. Habla muy bien el inglés. Incluso escuchando esas dos pequeñas
palabras tan fácilmente habladas hace difícil reconciliar 'dragón' con Liam. Rast nunca dice
ni pío. ¿El dragón de Gwen, Vaan? Lo he escuchado decir su nombre, pero eso es todo. Pero
Liam habla inglés tan bien como el resto de nosotros. Por alguna razón, escuchar su voz
me irrita y abro la puerta y meto la cabeza.
"Te vas a perder el desayuno", le digo, y suena fatal en el momento en que salen las palabras.
Se da la vuelta en la cama y se rasca el estómago, y mi boca se seca. He visto a Rast y a
Vaan desnudos - los dragones aparentemente no son muy buenos para el asunto de los
pantalones - pero Liam siempre se mantiene cubierto. Es la primera vez que veo tanto de
su piel dorada, y me deja sin aliento. Su pecho en forma de cilindro está tenso sin una
pulgada de grasa, sus hombros son un enorme triángulo de perfección dorada y un músculo
ondulado. Una gran mano rasca perezosamente su impecable abdomen, a pocos
centímetros de su ingle, y me dirige una mirada soñolienta desde sus mantas. Sus gafas de
sol no están, las ha estado llevando menos ahora que sabemos la verdad, y puedo ver el
lento y dorado remolino de sus ojos, como si estuvieran hechos de metal líquido. El pelo
que siempre mantiene bien oculto bajo una gorra de béisbol es corto (para ser un dragón)
y está erizado en gruesas puntas doradas que parecen deliciosamente desaliñadas. ¿Apenas
advertibles asomándose por su grueso cabello? Cuernos.
Ahora mismo, se ve tan ferozmente, increíblemente dragón que no sé cómo es posible que
alguna vez pensáramos que era humano.
¿Y la mirada que me está dirigiendo? Sus ojos están emitiendo vibraciones de "ven y
fóllame".
"¿Viniste aquí para hablarme del desayuno? Qué considerada" La boca de Liam se mueve
con una media sonrisa, como si la vista de mí le divirtiera. "¿Todos reciben esta atención o
sólo yo soy especial?"
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"No coquetees conmigo", le respondo con una sonrisa, mis mejillas arden. "Sólo te lo digo
porque estamos bajos de huevos y si esperas demasiado, no va a quedar nada. Aunque no
sé por qué me molesto en decírtelo. Eres un dragón. Puedes salir y conseguir tu propia
maldita comida".
Sus cejas se levantan ante mis desagradables palabras, pero su sonrisa se amplía. "¿Estás
aquí para buscar pelea, Andrea?"
"Andi".
"Me gusta tu nombre completo. La gente es perezosa y acorta los nombres demasiado a
menudo" Niega ligeramente con la cabeza. " Vosotros sois los que elegís hablar. Lo menos
que podéis hacer es hablar con todo el nombre"
"¿Así que ahora me culpas porque a los humanos nos gusta la jerga? ¿O las abreviaturas?"
Arrastra un grueso dedo con la uña recortada sobre las sábanas. Trato de imaginarlo con
garras como Rast, pero las suyas están esquilmadas en un esfuerzo por parecer más
humano. "¿Lo hago?"
Le lanzo una mirada exasperada. "Sólo estoy tratando de encontrar a Benny".
"Pensé que estabas aquí porque querías que me alimentara".
"Sigue pensándolo. Estaba tratando de ser educada"
Parece divertido. "¿Se trata de eso? ¿Por qué pareces tan enfadada entonces?"
"Porque estoy hablando contigo", le espeto de nuevo, y sólo empeora cuando su sonrisa es
más abierta. Odio que tenga una sonrisa preciosa. Odio que sea el hombre más
pecaminosamente hermoso que he visto. Odio que nunca me haya sentido tan atraída por
nadie como por Liam.
Tal vez soy una maldita perseguidora. Dios.
"Sigo pensando que estás buscando pelea".
También es totalmente posible, aunque nunca se lo admitiría. Reprimo otra réplica, porque
creo que le están gustando. "No estoy aquí para discutir. Estoy aquí para preguntar si has
visto a Benny"
"¿No crees que haya salido? ¿Con el ataque de un dragón hoy?"
Frunzo el ceño porque ya sabe lo del ataque del dragón. "¿Viste la pizarra? ¿O tienes el
horario memorizado?"
"Ninguno de los dos. Me imaginé que ya era hora. Las hembras luchan cuando están en
celo de apareamiento, así que ya es el momento" Se sienta en la cama, las sábanas casi se
le caen por completo. Por algún milagro permanecen sobre sus caderas y no sé si estoy
enfadada por eso o aliviada. "Las que vuelan están en celo. Puedo sentirlo". Liam se rasca
el hombro y luego se frota una gran mano en el brazo. "Su cercanía se arrastra bajo mi piel"
Mi boca se abre en silencio, y luego la cierro de nuevo. ¿Qué puedo decir para que se sienta
mejor? Es un extraño en este mundo, un extraterrestre por lo que parece mayormente
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humano. No sé cómo se siente. "Lo siento" no parece encajar, no con la expresión desolada
de su cara. "No te seguiré molestando", digo en su lugar, y empiezo a cerrar la puerta.
"Espera".
Hago una pausa, mi corazón revolotea como siempre lo hace cuando estoy cerca de Liam.
"¿Qué?"
Se pone de pie, con todos los movimientos de los tendones, y la manta cae al suelo. "Te
ayudaré a buscar".
Un chillido horroroso se me escapa de la garganta y me doy la vuelta en el momento en que
toda esa piel dorada queda expuesta. No es que nunca antes haya visto a un hombre
desnudo. Sí lo he visto. O un hombre-dragón. Rast está desnudo todo el tiempo por alguna
razón. Pero este es Liam.
Eso lo hace diferente.
Cierro los ojos y presiono mi cara contra el marco de la puerta. Sigo de pie en la misma
puerta, y por un momento creo que nunca debí haberme dado la vuelta. Todavía puedo ver
su cuerpo largo y duro levantándose de las mantas, la gruesa longitud de su polla contra
su muslo al ponerse en pie, y toda esa piel dorada ondulada y ligeramente escamosa. Inspiro
profundamente. "¡Ponte algo de ropa!"
"¿Qué crees que estoy haciendo?" Hay una gran diversión en su voz. "Los humanos no son
fanáticos de los cuerpos desnudos, por alguna razón. ¿Por qué? Esta es la primera
oportunidad que tengo de preguntar"
Aprieto mis labios. Durante los últimos siete años, Liam ha estado haciéndose pasar por
humano. Supongo que somos los primeros en descubrirlo, así que tiene sentido que sea a
los primeros a los que se lo pregunte. Pero aún así... ¿por qué yo? "Porque no es educado".
"Un pueblo muy extraño. Como si cubrir tu cuerpo hiciera algo más que disminuir tus
reflejos".
No digo nada, escuchando el crujido de la ropa. Me pregunto si se ha expuesto a alguien
más en Fort Shreveport. Pero de alguna manera sé que sólo soy yo. A pesar del hecho de
que su secreto se ha revelado, se guarda para sí mismo en su mayor parte. Habla con
Benny, y habla conmigo, y ocasionalmente con Amy y Rast.
O trata de hablar conmigo, pero yo lo evito a menos que sea absolutamente necesario,
porque la gente habla. Y si hay algo que odio, es la gente que habla en un Fuerte. Sólo
pensar en el molino de rumores me hace sudar frío. No importa cuánto me guste Liam, los
rumores no merecen la pena.
Es un recordatorio aleccionador. Cerré la puerta detrás de mí y salí de su habitación. Me
dirijo al final del pasillo, decidida a volver a mi búsqueda de Benny y olvidarme de Liam y
su glorioso cuerpo.
La puerta se abre mientras me apresuro a salir. "Andrea, espera", Liam llama detrás de mí.
"Estoy vestido".
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Mi cuerpo entero se aprieta y rápidamente miro alrededor del pasillo. No hay nadie más
alrededor. Gracias a Dios. Me vuelvo hacia él, con los puños cerrados a los lados. "¿Quieres
bajar la voz? ¡Alguien podría oírte!"
Ahora lleva un par de pantalones de chándal, pero eso es todo. Sus cejas se fruncen. "¿Por
qué es eso malo? Dije que estaba vestido"
"La gente va a pensar que tú y yo" -gesticulo furiosamente hacia el espacio entre nosotros-
"estamos haciendo algo".
"¿Y.… eso es malo?" La sonrisa perezosa y coqueta hace que mis ovarios se vuelvan locos.
Pero recuerdo el Fuerte Tulsa y mi reputación allí. "Sí", digo rotundamente. "No sabes lo
malo que puede ser". Y me doy la vuelta y me voy de nuevo.
Esta vez, no me sigue y me alegro. Decepcionada pero contenta. Es más fácil de esta
manera. He trabajado duro para ser aceptada por el grupo, para convertirme en alguien
nuevo, fuerte y respetado en el Fuerte Shreveport. No importa cuánto me atraiga Liam,
necesito el Fuerte Shreveport.
Este lugar es el único hogar que me queda.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 2
ANDI
Paso por todos los puntos que ya he comprobado, por si acaso Benny hubiera aparecido
mientras estaba en la habitación de Liam. Sigue sin haber ningún hermano pequeño. Mi
irritación está empezando a dar paso al miedo. ¿Dónde demonios está?
Aunque es improbable que esté allí, me dirijo al gimnasio. Le sonrío a Jenny, que se va
cuando entro, y trato de no estudiar su cara demasiado de cerca. ¿Me está mirando de
forma extraña? ¿Hay una sonrisa en su saludo? Pero no. Todo parece normal, así que nadie
debe haber visto a Liam persiguiéndome, medio desnudo. Murmuro un saludo al pasar y
luego empujo la barra de metal para abrir las puertas del gimnasio. Entrar en el gimnasio
es como entrar en un invernadero. Es húmedo y mojado, el aire está húmedo. El lugar está
oscuro, las ventanas cerradas contra el fuego de dragón que llegará esta mañana. Hay un
par de dragones en particular a los que les gusta golpear en el Fuerte Shreveport, y todos
parecen ser atacantes matutinos, lo cual es bueno. Una vez que terminen con nosotros,
podemos hacer rotar las plantas hacia el sol para que puedan absorber los rayos. Respiro
el aroma acre y verdoso de las plantas de tomate y miro las filas y filas de jaulas y plantas
en macetas. Los pepinos, el calabacín y el tomate son los más fáciles de cultivar en Fuerte
Shreveport, y el calabacín. Las parras se colocan fácilmente en las altas jaulas de metal y
cualquier fruta se sujeta con cuidado. Me encanta el principio del verano y las sandías, pero
ahora mismo es el final del verano y estoy tan harta del pepino y el tomate que podría
vomitar. Pero, la comida es comida y no puedo ser exigente.
"¿Benny?" Llamo.
No hay respuesta.
"Benjamín Allen Foster", espeto y escucho el eco de mi voz en el gimnasio vacío. "Estoy
harta de estos juegos. Sé que te llevaste mis calcetines. Ven y confiesa".
Sigue sin haber respuesta. Vago por las hileras de plantas, con cuidado de no perturbar la
fruta que cuelga de las parras.
"Ven a hablar conmigo. No estoy enojada" Es una gran mentira. Estoy furiosa, pero no
saldrá si sabe que lo estoy. Benny no es estúpido. De hecho, es demasiado listo, la pequeña
rata. Es bueno para escabullirse y esconderse cuando cree que está en problemas.
Últimamente, ha habido muchas más escabullidas, y eso es preocupante. Me he esforzado
mucho por ser un padre para Benny y cuanto más lo intento, más horrible parece que se
pone cada año que pasa.
Si no le amara, le odiaría, pero nunca le digo eso a nadie. Benny y yo somos un equipo.
Somos los hermanos Foster, y cuando mamá murió un año después de la Grieta, yo tomé
el manto de padre. Si es un chico malo, es culpa mía.
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"Benny, por favor", digo, más tranquila. "Estoy preocupada por ti. Si te estás escondiendo,
sal, ¿vale?"
Silencio. No está aquí. No sé dónde está, entonces. En un nuevo escondite en el Fuerte del
que no sé nada, en algún lugar donde pueda fumar viejos cigarrillos rancios que está
escondiendo o inhalar una vieja lata de pintura en aerosol. Algo así.
Él no dejaría el Fuerte. Es un chico salvaje, pero no es estúpido. No me dejaría... ¿verdad?
"¿Andrea?"
Me doy la vuelta, sobresaltada ante el sonido de mi nombre. "¡Me has dado un gran susto,
Liam!" Puse una mano sobre mi corazón martilleante, jadeando.
Hace una mueca, ajustando su gorra de béisbol encima de su cabeza en el gesto más
humano de la historia. Está vestido ahora, con una camiseta blanca lisa y los pantalones
de chándal de antes, y su bufanda normal está alrededor de su cuello, como si en un
momento dado pudiera ocultar su cara. Está al otro lado de la habitación, pero incluso
desde aquí puedo ver la protuberancia de sus gruesos músculos a través de la delgada y
tensa tela de su camisa. Sus brazos tienen los picos a lo largo del dorso como los de Rast,
y son lo único que, mirándolo, parecen extraños o fuera de lugar. Sólo recientemente ha
empezado a usar camisas de manga corta, como si estuviera probando las aguas para ver
cuán extraño puede verse sin ser expulsado del Fuerte. En la oscuridad, sin embargo,
parece humano. Muy humano. No se pueden ver sus extraños ojos, sus dientes afilados, y
las sombras ocultan el hecho de que sus rasgos son demasiado fuertes para ser normales.
Liam da un paso adelante, tocando mi brazo mientras tiemblo entre los tomates en maceta.
"¿Estás bien?"
"Estoy bien. Sólo... no te me acerques a hurtadillas, ¿de acuerdo?" Me aparto de su control,
odiando que me vea ser tan débil "¿Qué estás haciendo aquí?"
"Quería hablar contigo", dice, y su voz es baja y atractiva. "Saliste corriendo de mi
habitación".
"Porque estabas desnudo. No quiero estar cerca de ti cuando estés desnudo. No es...
humano".
Gruñe como si esto tuviera sentido. "Lo siento".
"Está bien. Sólo tienes que pensar en cómo se ven esas cosas", le digo a la defensiva,
cruzando mis brazos y frotando mi piel. Estoy cubierta de piel de gallina a pesar del calor
húmedo del gimnasio. "¿Encontraste a Benny?"
"Quería preguntarte sobre eso también. ¿Cuánto tiempo ha estado fuera?"
Me encogí de hombros. "No vino a desayunar esta mañana, pero eso se está convirtiendo
en algo habitual en él últimamente. Pequeñas rebeliones y todo eso"
Liam se frota la mandíbula distraídamente, sus dedos rozan sus labios brevemente. "¿Y
sabes que está en el Fuerte?"
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"Por supuesto que está en el Fuerte. ¿Con el ataque de un dragón acercándose? Es

obstinado, no estúpido. No hará que lo maten sólo para demostrarme algo".
Inclina su cabeza, estudiándome en la casi oscuridad, y me doy cuenta intensamente de lo
cerca que estamos. No he estado a solas con Liam muchas veces, pero últimamente ha
estado más cerca de mí. Otra prueba de las aguas, tal vez, viendo lo que puede conseguir
antes de que sea demasiado. "¿Estás bien, Andrea?"
Aturdida, busco la punta de mi trenza y juego con ella. "Como dije, me asustaste..."
"No es eso". Liam se mueve de pie, como si estuviera al límite. ¿Nervioso? ¿O sólo tratando
de entenderme? "Todavía estoy aprendiendo mucho sobre los humanos, ya sabes. Siete
años y todavía no te he descifrado". En la oscuridad, podría estar sonriendo. "Pero pensé
que sabía lo básico. Creí que tú y yo éramos... ¿amigos? Pero últimamente me evitas. Quiero
saber qué hice mal".
Me humedezco los labios resecos. No quiero lanzarme a mi historia. No en este momento.
Probablemente nunca. "No has hecho nada malo, ¿de acuerdo? Estás siendo perfectamente
normal. Sólo estoy... estresada últimamente con la partida de Gwen y el relevo de Amy".
"Un montón de cambios", está muy de acuerdo. "Pero la forma en que has cambiado para
mí es mucho más reciente que eso"
Pillada. "Realmente no me gustaría hablar de ello. Sólo atribúyelo a una mierda más
humana y déjalo estar, ¿de acuerdo?"
"Lo dejo estar". Liam asiente con la cabeza. "No voy a presionar. Por ahora"
Lo que necesitamos es un cambio de tema. Observo los tomates en los que está parado muy
cerca y pongo la punta de un dedo en su brazo, alejándolo suavemente un paso. "Si matas
esa planta, Jenny va a pedir tu cabeza para la cena"
Hace una pausa. "Eso es... una broma, ¿verdad?" Su tono suena mucho más tranquilizador
que sus palabras. "La cabeza es la peor parte para comer. Las ancas tienen la mejor carne"
Resoplo con diversión. "Amigo, ¿Cómo diablos has pasado desapercibido durante tanto
tiempo?"
"Siendo silencioso y discreto". La risa de Liam llena la oscuridad a mi alrededor y se me
pone la piel de gallina. "Pero ahora que conoces mis secretos, puedo hablar"
Divertido, silencioso y discreto son dos cosas que podría haber pensado de Liam hace un
mes, pero ahora que lo conozco un poco más... Es como si no encajaran en lo más mínimo.
"No eres silencioso y discreto a mi alrededor".
"No quiero serlo", murmura.
Mi cuerpo aguijonea con el calor, y me doy cuenta intensamente de lo solos que estamos
aquí. Lo cerca que estamos. Cualquiera que nos viera se haría una idea equivocada.
Una alarma de batería suena sobre el recinto, haciéndome tomar conciencia. No puedo ser
atrapada aquí con Liam, no importa cuán distraído esté. "Es obvio que Benny no está aquí",
digo, y paso junto a él. "Gracias por tu ayuda, pero será mejor que vuelva con los demás.
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Se aproxima un ataque de dragones". Apunto al aire, y luego salgo por la puerta antes de
que pueda responder.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 3
LIAM
Han pasado siete años desde que asumí la forma de batalla, desde que me consideré un
verdadero Drakoni. En todo este tiempo, he hecho lo mejor para mezclarme con la población
humana de este mundo, para parecerme a ellos. Nunca he querido ser uno antes de hoy.
Ahora mismo, mientras veo a Andrea irse, daría cualquier cosa por ser humano.
Si fuera humano, su aroma embriagador no me volvería loco de lujuria. No sería tan difícil
tener una conversación con ella, preguntándome si me faltan pistas sutiles. Si fuera
humano, su cercanía no me volvería loco.
Pero soy Drakoni, no importa que haga lo mejor para parecer humano. Es bueno que se
haya ido, porque cada momento que está cerca, pone a prueba mi fuerza de voluntad. Lo
más inteligente sería mantenerse alejado, pero parece que no puedo. No es porque sea un
pequeño Fuerte. Es porque no puedo esconderme, no cuando pienso en cualquier excusa
para estar en su presencia, beber su perfume o mirar el brillo de su pálido cabello. Está
pálida por todas partes, más pálida que cualquier hembra Drakoni, y también más delgada
que ellas. Nunca pensé que la imagen me encendiera tanto, pero sólo verla me hace tener
hambre de las cosas que no puedo tener.
Ella hace que mi dragón se mueva.
Y eso es peligroso. De los miles de personas que pasaron por la Grieta cuando el velo entre
nuestros mundos se abrió, soy el único que no se ha vuelto completamente loco. Sé que mi
apego a la realidad tiene que ser porque no he estado en forma de batalla. Hay alguna
conexión entre eso y los vínculos mentales que nuestra gente utiliza, y me he aislado de
ambos para estar seguro. Sin embargo, sólo estoy medio vivo así, y la cercanía de Andrea
me hace cada vez más consciente de ello.
La sirena vuelve a sonar y tras ella está el bajo rugido del dragón que se aproxima. Estoy
acostumbrado a cómo los humanos manejan los ataques, pero aún me desgarra saber que
uno de los míos está ahí fuera, completamente perdido en su propia mente. Quiero ayudar,
pero no puedo. Si me pongo en forma de batalla, estaré tan perdido como ellos. En forma
de dos piernas, soy tan vulnerable e indefenso como cualquier humano. Así que sólo puedo
sentarme y no hacer nada mientras la hembra dragón grita su furia por encima de la cabeza
y escupe llamas al edificio.
Me siento entre las plantas que estos humanos cuidan tan intrincadamente y cierro los
ojos. En la parte superior, el olor del humo y las escamas de drakoni y el carbón me golpean,
y provocaron una ola de nostalgia. Los olores me recuerdan a casa, al sombrío paisaje
arenoso y a los acantilados rojos. De un lagarto recién capturado, con la sangre caliente en
mi lengua. De hembras que se levantan para aparearse, con un desafío en sus ojos.
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En lugar de esas hembras, sin embargo, pienso en Andrea. Andrea, que incita mis sentidos
Drakoni más de lo que se da cuenta. Para ser una humana, es feroz. Es alta y audaz
comparada con algunas de las otras, y ferozmente protectora de su hermano menor.
Siempre está ocupada aquí en el Fuerte, ayudando al líder o vigilando las puertas. Camina
con un arrogante pavoneo de sus caderas cuando tiene su escopeta sobre su hombro.
Es ese pequeño pavoneo lo que más me gusta, creo... o tal vez su olor, que invade mis
sueños.
Su cercanía hace que sea difícil permanecer en el Fuerte. Mis sentidos me dicen que debo
irme, salir durante el ataque de dragón y abandonar este lugar. Dirigirme a otro Fuerte,
otro asentamiento, uno donde ella no esté para distraerme.
Pero eso significaría dejarla desprotegida, y el macho Drakoni que soy no puede tener eso.
Me froto los brazos, mi piel se agita con la cercanía de la hembra Drakoni que grita en los
cielos. Quiere un macho que la cubra, que la desafíe, y la feroz necesidad sangrante
afectando incluso hasta mis sentidos muertos. Aunque me he aislado de los enlaces
mentales Drakoni que nuestra gente emplea para comunicarse, a veces todavía puedo
sentirlos en el aire, y nunca es más evidente que un ataque.
Mi cuerpo responde, con mi polla dura y dolorida por el deseo. Sin embargo, no estoy
pensando en la hembra en los cielos, atacando el asentamiento humano simplemente
porque ofende sus locos sentidos. Pienso en Andrea, su pelo dorado, el destello de sus ojos,
y la forma en que se mueve. Pienso en su olor y casi me abruma con lo mucho que la
necesito. Es hora de retirarse a mis aposentos, creo. Allí estaré solo. Allí podré curar el dolor
de mi polla sin preocuparme de si alguien aparece. Casi desesperado, avanzo a zancadas,
saliendo del gimnasio y bajando por los pasillos del Fuerte. Las voces zumban en la
cafetería, y no hay nadie alrededor. Bien. Me las arreglo para volver a los cuartos sin ser
detenido, y allí, me rasgo la ropa restrictiva y confinada en mi cuerpo. Mis garras rotas no
pueden rasgar la tela como deberían, y con un gruñido de frustración, me las arreglo para
empujar los pantalones hasta los muslos y tomar mi polla en la mano. Está dura y
palpitante por el deseo, y la agarro fuertemente mientras presiono mi otra mano contra la
puerta para que nadie pueda intentar entrar.
Me imagino a Andrea al otro lado, con la mano en el mango como si me estuviera tomando
el pelo, atreviéndose a entrar. Tiene esa mirada ardiente en su cara, su barbilla levantada
como si me desafiara a decir algo.
Gruño cuando me acaricio con brusquedad, me agarro fuerte mientras arrastro mi mano
por mi eje. Sólo Andrea me pone así de duro. Andrea y su precioso olor, sus pequeñas
sonrisas, y ese movimiento arrogante de sus caderas... Con tres rápidos golpes, mi
liberación hierve y luego me corro, la semilla caliente que brota mientras mi cuerpo se
estremece con la liberación. Mis fluidos salpican en la puerta, humeando mientras lo hace.
La vista de este sonido y el chisporroteo contra la pintura descascarada es un recordatorio
aleccionador de que lo que quiero no puede ser nunca.
Un macho Drakoni sólo puede dar su semilla a su pareja, la que se ha llevado sus fuegos.
Andrea podría ser mi pareja, pero nunca lo sabré porque esa parte de mi mente está cerrada,
apagada para no volverme loco y volverme tan salvaje como el dragón atacando por encima
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de la cabeza incluso ahora. No puedo darle mis fuegos, porque para hacerlo, debo reabrir
esa parte de mi mente que está completamente muerta.
No puedo tenerla. Nunca podré tenerla, o me perderé en el proceso.
Pero eso no significa que no tenga hambre de tocarla. Con un gruñido de ira en mi garganta,
tomo una manta cercana y limpio mi semilla de la parte de atrás de la puerta. Ni siquiera
esa liberación hizo nada para calmar el doloroso apetito que tengo por ella. Debería irme,
me recuerdo de nuevo. Irme y no mirar nunca atrás.
Pero no lo haré.
∗∗∗∗∗∗∗
Paso el día ausentándome. Después de que el dragón termina su ardiente explosión de ira,
se aleja y la opresiva pesadez de sus pensamientos se eleva. Evito a Andrea y a los otros
humanos cuando salen, arrastrando sus plantas de vuelta al sol y luego haciendo sus
tareas. Me duele no ayudar, sentarme y no hacer nada, pero aprendí hace muchos años
que cuanto menos cerca esté de otros humanos, menos probabilidades tengo de ponerlos
nerviosos. Así que me siento en las sombras cerca de una de las puertas y juego con un
cuchillo, raspándolo contra el lado rugoso de una roca para afilarlo. Una herramienta tan
humana, sólo útil para un pueblo que no tiene garras o formas de batalla. Mientras finjo
parecer ocupado, observo a los demás. Amy, la nueva líder del Fuerte, y su compañero
Drakoni Rast regresan. Amy habla con la gente durante unos minutos, comprobando las
familias y charlando mientras Rast se cierne protector, y luego se dirigen dentro con los
suministros recién encontrados. Rast me mira, pero yo le ignoro. Sé que tiene que estar
desconcertado conmigo, y verle de pie cerca, con los ojos girando, su melena larga y
enredada y tan salvaje como es, me recuerda lo lejos que he tenido que ir para
transformarme. Me visto como los humanos, sostengo objetos humanos, e incluso hablo
como los humanos. Incluso si me acercara a Rast, no podríamos hablar sin su compañera
como intermediaria. No puedo conectar mis pensamientos con los suyos en el habla mental,
y como la mayoría de los Drakoni, no conoce la lengua humana excepto por unas pocas
palabras.
Eso sólo se suma a la sensación de aislamiento que ha sido mi constante compañera
durante los últimos siete años.
Andrea está en la puerta, con su escopeta al hombro como siempre, y habla en voz baja con
Cass. No puedo oírla desde el otro lado del recinto, aunque su olor me hace cosquillas en
la nariz y me llena de deseo. Sigo pensando en la forma en que me acaricié la polla antes,
imaginando que mi mano era la suya y se mueve incómodamente en mi asiento. La observo
incluso cuando los demás se mueven, regando las plantas, quitando las malas hierbas, o
simplemente sentados al sol de la tarde con sus crías. Todos están felices y contentos,
porque los dragones se han ido por unos días más y se sienten seguros una vez más.
Andrea no está feliz, sin embargo. Incluso desde aquí, su olor tiene un toque agrio, de miedo
y preocupación. Eso hace que mis sentidos se agudicen, y me mantengo completamente en
sintonía con ella, observándola desde lejos. Ha estado en la puerta durante la mayor parte
del día, pero pronto cambiará de turno con Luz. Conozco su horario de muchos días y
noches de observarla de cerca. Pronto será libre, y luego irá a buscar a su hermano.
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Mi nariz me dice que no está en el Fuerte. Ya no. Creo que Andrea también lo sabe, aunque
no lo admitirá para sí misma. Es así de terca. Pero hay pocos lugares donde un adolescente
puede esconderse en el recinto, y su olor no está en ninguno de ellos. Ya he mirado.
En el momento en que el sol comienza a ponerse, Luz se dirige a su turno. Habla un
momento con Andrea, y luego las dos mujeres se cambian. Andrea se aleja a zancadas de
la puerta, y no hay ningún balanceo arrogante y casual en sus caderas hoy. Sus
movimientos son rápidos, bruscos y rígidos. Sé que está preocupada por su hermano. En
lugar de dirigirse a la cafetería para tomar su cena, se dirige a los aposentos de Benny. Me
levanto de mi sitio y la sigo. El olor de los niños humanos es denso en este pasillo, pero el
olor de Benny es antiguo. Alcanzo a Andrea justo cuando se vuelve a dirigir al gimnasio,
como si de alguna manera se dirigiera allí a pesar de haberlo comprobado antes, y emparejo
mis zancadas más largas con las más cortas. "No está en el Fuerte, Andrea. Lo sabes"
"Benny no se iría", me dice con fuerza, negándose a mirarme. Sus manos huelen a metal y
madera, su escopeta en una funda sobre un hombro. "No sin hablar conmigo primero"
Ella está equivocada, pero yo no digo eso. "Su olor es viejo en este pasillo".
Ella me mira y luego se da vuelta para ir por otro pasillo. La terca y decidida Andrea. El
hecho de estar cerca de ella hace que mi dragón se mueva. Me quedo a su lado, incluso
cuando se dirige a otro pasillo y luego revisa dentro de la habitación donde Gwen guarda
sus pájaros. Después de unos minutos más, me mira irritada. "¿Por qué sigues aquí?"
"Te ayudaré a buscar."
Como siempre lo hace, mira a su alrededor para ver si hay otros cerca antes de echarme
otra mirada. "¿Por qué necesitaría tu ayuda?" La nota acusadora ha desaparecido de su
voz, pero su olor sigue estando lleno de preocupación.
"Porque los dragones pueden oler cosas que los humanos no pueden". Puedo olerte por todo
el Fuerte, y me provoca poner mi boca sobre ti. Lamer todos esos puntos que huelen de forma
tan intoxicante, enterrarme en tu perfumado calor.
"Oh". Se muerde el labio, pero cuando otro humano se dirige al pasillo con una pila de ropa
blanca, se pone rígida y da un paso atrás enfadada. "No necesito tu ayuda"
"Sí la necesitas", le digo, manteniendo la diversión en mi voz.
No dice nada, sus brazos cruzados sobre su pecho, su cuerpo prácticamente erizado de ira
y disgusto. Aunque no lo entiendo por su olor. Sólo actúa de forma distante y remota cuando
hay otros humanos cerca, así que asumo que es algo que aún no entiendo. Hay una razón
por la que no le gusta que la vean conmigo. ¿Es porque ahora saben que soy Drakoni? Pero
los otros le dan una cálida bienvenida a Rast, incluso si se sienten intimidados por él. La
presencia de Amy a su lado y su total devoción por ella dejan claro que está aquí para
ayudar.
Tal vez sea eso. No tengo una compañera que me suavice las cosas. Por un momento, mi
piel me pica ferozmente, como si mis escamas quisieran irrumpir en mi piel y hacer notar
su presencia. Podría cambiar a la forma de batalla, reclamar esa parte de mi mente que
está completamente apagada, y reclamar a Andrea como mía...
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Pero si no es mía, me pierdo para siempre. Seré otro monstruo en los cielos, vacío de todo
excepto de la ira, el instinto y la llama.
No puedo arriesgarme. Por mucho que quiera a Andrea, no sé si no la partiré por la mitad
en cuanto cambie de forma.
Andrea sonríe con fuerza a la mujer que nos observa, en silencio, hasta que la otra
desaparece por el pasillo. En el momento en que la segunda mujer se ha ido, Andrea se
mueve a mi lado y me toca el brazo, su expresión cambia de una intensa aversión a una de
preocupación. "¿Puedes olerlo?"
Arqueo una ceja ante esta repentina transformación, pero no comento nada. "Por supuesto.
Si conozco al humano, puedo seguir su rastro de olor por todo el Fuerte. Podría seguir el
suyo desde muchos, muchos largos de distancia"
"Millas", corrige distraídamente. "No largos. ¿Puedes decirme dónde ha estado Benny?"
"Puedo seguir su rastro", le ofrezco, y pongo mi mano en su codo para guiarla. Ella vacila,
pero luego se acerca a mí, y una oleada depredadora de placer se precipita a través de mí
en su cercanía.
Nos movemos por el Fuerte, bajando por los pasillos y cruzando el patio, revisando los
cobertizos y todos los rincones posibles que puedan esconder a un chico de catorce años.
No me avergüenzo de admitir que escojo ciertos caminos porque no huelo otros cerca.
Quiero tener a Andrea cerca de mí, y si eso significa tomar caminos sinuosos en lugar de
los más rectos, lo haré.
Aún así, al final de nuestra búsqueda, todavía no hay ningún Benny. Su rastro de olor lleva
al borde de la alta valla de eslabones de cadena que rodea el Fuerte y desaparece debajo de
ella.
La boca rosada y llena de Andrea se estrecha por el disgusto de la realización. "¿Por qué
dejaría el Fuerte? No tiene sentido. ¿En un día de ataque de dragón? ¿Crees que alguien se
lo llevó?"
"No huelo a nadie más. Su olor es tan antiguo que es obvio que se fue mucho antes que los
dragones. Mucho antes del desayuno, me imagino" Los humanos llevan el olor de su comida
durante horas a veces. A Benny le gustan los dulces con su comida matinal y a veces huele
a los jarabes azucarados que atesora.
"Ese imbécil". Sacude la cabeza y luego suelta un resoplido. "No me dijo nada de esto".
Me lleva un momento darme cuenta de que está herida. No me mira, pero su cuerpo está
rígido y su boca fruncida. Su ira es para enmascarar su dolor, porque no quiere
mostrármelo. La protección en mí se eleva, y se necesita todo lo que no tengo para alcanzarla
y tocarla para consolarla.
"Es un niño. Cuando tenía su edad, hice muchas cosas estúpidas", admito.
Ella se queda callada, sus manos en las caderas, y se queda mirando el agujero de la valla
tanto tiempo que empiezo a preguntarme. Luego, se pasa una mano por los ojos y me doy
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cuenta de que está haciendo agua con su cara. Llorar, lo llaman. Ella está disgustada.
"¿Andrea?" Pregunto, llegando a ella.
"Yo sólo..." Aspira por la nariz con fuerza y luego se da una palmada en la cara otra vez. "No
estoy llorando".
"Parece que lo estás", digo, suspicaz.
Andrea se gira y me mira fijamente. "No lo estoy". Y entonces estalla en lágrimas, enterrando
la cara en sus manos.
Me congelo en el lugar, sin saber cómo actuar ante su vulnerabilidad. Una hembra Drakoni
nunca mostraría debilidad ante ningún otro macho que no sea su pareja, y sé que Andrea
lucha por no mostrar debilidad ante mí. Está claro que no le gusta esto, pero sus emociones
están saliendo de ella. Su tristeza me desgarra y sé que no debería tocarla, pero no puedo
evitarlo. La alcanzo y la tomo en mis brazos, acariciando su cabello. "Shhh", digo,
recordando cómo otros humanos se reconfortan unos a otros. Se dicen que no deben llorar,
creo. "No llores".
Duda por un momento y luego entierra su cara contra mi pecho, sus lágrimas mojan la
parte delantera de mi camisa. Así, ella está en mis brazos, su olor me envuelve, y mis
pensamientos arden de lujuria. Reprimo un gemido, ignorando el fuego que me atraviesa al
tocarla. Ella se siente triste y desgraciada, y no puede ser mía. No debería pensar en lo dura
que está mi polla cuando está cerca de ella, en el olor de su pelo o en la forma en que los
mechones sueltos rozan mi piel.
Debería dejar este lugar, pienso con agonía. Estar cerca de Andrea es demasiado. Su toque
me hace tener hambre de cosas que no puedo tener, y me va a romper.
"Es todo lo que tengo", Andrea solloza contra mi pecho, sus puños enroscados en mi ropa.
"Sólo tiene catorce años. ¿Por qué se iría de aquí y sin decirme nada?"
Acaricio su pelo y lucho contra el impulso de enterrar mi cara en él y respirar su aroma.
Necesita consuelo, no lujuria. "Tenía miedo de lo que dirías", supongo. "A tu hermano no le
gusta que le digan lo que tiene que hacer". Es como ella en ese sentido.
"Esa pequeña mierda", ella llora. "Va a hacer que le maten".
"Benny es inteligente", le aseguro. "No hará ninguna tontería. Sabe cómo cuidarse a sí
mismo"
Se calla por un momento, y me pregunto si dije algo equivocado. A veces es difícil de decir
con los humanos, pero pensé que la conocía mejor. Sus hombros tiemblan con sus lágrimas
y se aferra a mí mientras una nueva ronda de lágrimas la golpea. "¿Por qué todos me dejan?"
Eso me desconcierta. Su tristeza desgarra mi espíritu, y sé que por muy tortuosa que sea
mi necesidad de ella, no me iré de su lado. Jamás.
Andrea me necesita.
"Estoy aquí", le digo, acariciando su trenza y sosteniéndola cerca, mi brazo sobre sus
hombros. Presiono mi boca contra su suave ceja humana, decidido a sostenerla todo el
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tiempo que necesite. Otro aroma toca el aire y miro sobre su cabeza para ver a una de las
hembras caminando, una cesta en su cadera. Ella nos mira y luego se apresura a seguir
adelante. Algo me dice que a Andrea no le gustará eso, no le gusta que otros la vean
haciendo agua con sus ojos. "Lo que necesites", murmuro, sosteniéndola cerca. "Estoy
aquí".
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 4
ANDI
Pensar que quería asesinar a Benny por robar mis calcetines esta mañana. Ahora mismo,
daría cualquier cosa por ver su cara aparecer al otro lado de la valla. Podría tener un camión
lleno de calcetines crujientes en sus brazos y no me importaría. Sólo quiero a mi hermano
de vuelta. Quiero ver su cuerpo flaco, su pelo rubio arenoso un poco demasiado largo, y el
diente roto que brilla cuando sonríe.
Aunque puede que no lo vuelva a ver nunca más, porque se ha escapado de casa.
Sollozo en la camisa de Liam por un momento más, cediendo a un ataque de auto
compasión, y luego me paso la mano por debajo de la nariz que gotea y me alejo antes de
que se me caigan los mocos encima. No soy una bonita llorona, y él es el hombre más sexy
que he visto nunca. Por supuesto que me pondría asquerosa y repugnante delante de él.
"Lo siento", murmuro, tratando de componerme.
Para mi sorpresa, sus ojos están prácticamente negros, el dorado en ellos girando en una
profunda y oscura sombra. "No me gusta verte alterada, Andrea" Por un momento, no
parece un Liam desgarbado e informal. Parece infinitamente más... peligroso.
Por un momento, se ve como Rast-completamente, totalmente dragón. Inhumano.
Me hace sentir... rara. Me pregunto cuánto del Liam que veo es el verdadero Liam y cuánto
es el falso.
Aturdida, me alejo, agradecida de que esté cerca de la oscuridad y nadie esté en este extremo
del recinto. Lo último que necesito es que alguien me vea llorando sobre el pecho musculoso
de Liam y entonces el molino de rumores definitivamente empezaría a volar. "Bien, piensa,
Andi", me murmuro a mí misma mientras me seco la cara con las manos temblorosas. "¿A
dónde iría Benny? ¿Dónde quiere estar un chico de catorce años más que aquí?"
"Con otros hombres", dice Liam de repente.
"¿Qué?" Paso la mano por mi trenza, distraído. "¿Qué otros hombres?"
Se encoge de hombros, y con ese pequeño movimiento, parece casi completamente humano
de nuevo, tanto que me pregunto si me imaginé su momentánea locura. "Cuando era un
niño de su edad, me escapé del nido de mis padres para unirme a un campamento de
guerreros. Quería aprender a luchar para poder proveer mejor a mi familia, o eso decía. La
verdad era que mi padre había muerto y yo tenía hambre de estar cerca de otros hombres,
no de mi madre y mis hermanas. ¿Podría ser lo mismo para él?"
Pienso, tirando de mi trenza mientras empiezo a caminar. Trato de pensar como Benny,
trato de pensar en todos los trozos de conversación que tuve con mi hermano en el último
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tiempo. Hemos discutido, pero últimamente, todo lo que Benny y yo hacemos es discutir, y
siento un poco de remordimiento en mi garganta al pensarlo. Benny quería mudarse a su
propia habitación porque dijo que el pequeño Lucas era un bebé y necesitaba un juguete
que brillara en la oscuridad para abrazarlo por la noche. Dijo que los otros niños se
orinaban en la cama y que él era demasiado mayor para estar con ellos. Le dije que no,
porque como único adolescente en nuestro pequeño Fuerte, no hay un buen lugar para él
todavía. Tendríamos que preparar una habitación completamente nueva para él, y dado que
todas las mujeres tienen que compartir, no habría estado bien. Habíamos discutido sobre
eso.
Luego estuvo la vez que un par de hombres nómadas pasaron y Benny les hizo un millón
de preguntas. ¿Los siguió? Pienso en los hombres, grasientos y sin dientes, que miraban de
soslayo a las mujeres y se les pidió que se alejaran rápidamente. Eso fue hace meses.
¿Seguramente no? No parecía gustarle más que a nosotros.
Con una punzada, pienso en el otro día. "¿Crees que hay muchos más niños de mi edad en
otros Fuertes?" me preguntó Benny.
"No vamos a volver al Fuerte Tulsa", le dije. Todavía tengo pesadillas con ese lugar. Estaba
en medio de la limpieza de mi escopeta y haciendo inventario de balas, y no le prestaba
mucha atención.
"No es el Fuerte Tulsa, tonta", dijo. "Otros Fuertes". Este lugar es un maldito basurero y
está lleno de viejas. No tengo ningún amigo aquí".
"Tienes a Lucas", le dije.
"Que se joda Lucas".
"¡Deja de maldecir! ¡No eres lo suficientemente mayor para eso!"
Ignoró eso y tomó mi escopeta. "¿Me enseñarás a disparar? Dijiste que lo harías cuando
fuera mayor"
Pero nos quedamos sin balas, y algunas desaparecieron. El robo ya es bastante malo, pero
también me distrajo el hecho de que Gwen se había ido recientemente y envió informes
ominosos de malas noticias en el horizonte, y que tuviéramos cuidado. Así que cuando
alcanzó mi escopeta, le quité la mano de encima.
"Vete a la mierda, Andi", dijo y se fue furioso.
Había estado tranquilo más tarde ese día, y yo le había despeinado el pelo y me había
disculpado y no pensé más en ello.
Tal vez debería haberlo hecho.
"Creo que soy una mala hermana", le susurro a Liam, y nuevas lágrimas amenazan, pero
las reprimo en un parpadeo. "Creo que ha sido infeliz aquí durante un tiempo".
Liam niega con la cabeza y su expresión es feroz. "Sólo estás ocupada. No te culpes."
Aunque soy la familia de Benny. Soy su madre, su hermana y su tutora, todo envuelto en
uno. Debería haber estado escuchando. Debí haber sido más cuidadosa con sus
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sentimientos, dándome cuenta de que ha estado actuando porque se siente

desesperadamente solo e infeliz. ¿Todos esos pequeños incendios que ha provocado? ¿Todas
las cosas que ha robado en el Fuerte y que han hecho enojar a la gente? ¿Las raciones extra
de comida? ¿Las balas que faltan? ¿Mis calcetines robados? No era él siendo un adolescente
de mierda, era él gritando por atención.
Me doy cuenta de que lleva tiempo planeando irse y es como un cuchillo en mis entrañas.
"Se fue a buscar otro Fuerte", digo, y me siento destrozada por dentro. Pensé que éramos
una familia. Que siempre estaríamos juntos. "Se fue a buscar un lugar para vivir sin mí"
"Es un chico a una edad difícil", dice Liam, sus ojos girando de nuevo ese tono intenso y
oscuro. "Sólo está buscando un..." Hace una pausa, buscando en sus pensamientos. "No
conozco la palabra humana. ¿Una... cara? ¿Un nombre? Eso no está bien"
"¿Identidad?" Sugiero.
Liam asiente con la cabeza, una triste sonrisa estirando su preciosa boca. "Ahora ves por
qué no hablo mucho. Tu lenguaje tiene demasiadas palabras"
"Hablas bien", digo distraídamente y me froto los brazos, pensando. "Y Benny
probablemente se ha ido a buscar otro Fuerte. ¿Quizás el Fuerte Dallas? ¿De dónde vino
Amy? Se ha hablado mucho de ello últimamente... nada bueno. Maldita sea, Benny". No
sabe todas las cosas terribles que han estado saliendo de allí, o algunos de los elementos
más desagradables que salen de las fortalezas cercanas y se dirigen hacia aquí. Lo he
protegido de lo peor, lo he protegido de cosas que pensé que podrían asustarlo... y ahora
desearía no haberlo hecho.
Si supiera lo mal que están las cosas fuera de este Fuerte, nunca se iría.
La desesperación me golpea. Esto es mi culpa. No he hecho lo suficiente para prepararlo,
para que se dé cuenta de lo bien que lo tenemos aquí. Benny es muy joven. Aunque se cree
un adulto, es sólo un niño, y no he podido protegerle. Tampoco puedo dejarlo ir.
Tengo que ir tras él. Al menos, tengo que asegurarme de que está a salvo, aunque no vuelva
a este Fuerte conmigo. Lo terrible es que entiendo por qué Benny odia estar aquí. Entiendo
por qué se escapó. Está solo y siente que no pertenece, incluso rodeado de gente.
Yo he estado allí.
Pero sigo siendo su hermana mayor, y voy a seguir protegiéndole aunque no quiera mi
ayuda. "¿Estás seguro de que no está en el Fuerte?" Le pregunto a Liam otra vez, aunque
ya he buscado en todos los escondites normales. Cuando él asiente con la cabeza, hago
retroceder mi miedo y asiento con la cabeza con determinación. "Está bien. Hablaré con
Amy y Rast. Pueden ayudarme a ir a buscarle".
"Iré contigo", dice Liam, y pone una mano en la parte baja de mi espalda cuando me doy la
vuelta.
"No es necesario", comienzo.
"Voy a ir de todas formas"
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FIRE IN HIS VEINS
No lo discuto más. Una parte de mí se alegra de no tener que enfrentarme a ellos

completamente solo. No es que Amy dé miedo. En cuanto a Rast, no reconocerá a nadie si
Amy no está cerca. Es como si no existiéramos para él a menos que ella esté interactuando
con nosotros. Pero hablar a solas con Amy es... raro. Rast nunca se aparta de su lado, así
que no estás realmente a solas con ella. Y siempre hay esta sensación pesada, casi opresiva
en el aire cuando estoy cerca de ellos. Sé que están hablando en sus cabezas. Me hace
sentir como si estuvieran hablando de mí a mis espaldas. Estoy paranoica, quizás.
Me dirijo a través del Fuerte, y cuando empiezo a girar hacia los aposentos de Amy y Rast,
Liam niega con la cabeza y me dirige suavemente hacia las cocinas. Reprimo un gemido de
consternación porque es el único lugar donde nadie está nunca solo, y eso significa que
vamos a encontrarnos con otros... y Liam tiene una mano en mi espalda, cerca de mi
cintura. Me aparto, tratando de escabullirme de su agarre, pero él sólo se acerca.
Maldición. "Por favor, no me toques", le repito, antes de pasar por las puertas de la cafetería.
Me encojo de hombros para no tocarle y evitar mirarle. No quiero ver el dolor en su cara.
Pero Liam sólo se ríe como si le divirtiera. "Muy bien".
Empujo hacia adentro, y por supuesto, varias personas miran hacia arriba. Lo sabía. Este
Fuerte funciona con tomates y malditos chismes. Miranda, una de las jardineras y sus
hermanas con la cocinera Retha, sonríe mientras Liam me sigue dentro. Está sentada junto
a una de las lámparas de aceite, trabajando en el tejido, dos niños jugando a sus pies. Hay
otras personas dispersas en la cafetería, y en la esquina, veo el trasero dorado de Rast
desnudo mientras está de pie junto a una pequeña mujer rubia con un vestido largo, y me
dirijo en esa dirección.
Amy y Rast son una extraña pareja a mis ojos, pero siento unos locos celos por ambos,
porque son muy felices juntos. No creía que la felicidad fuera posible en el Después. Podrías
estar contento y seguro, pero ¿feliz? Al diablo con la felicidad. Salió por la puerta en el
momento en que la civilización lo hizo. Pero al acercarnos, Amy se ríe, y el sonido es un
delicioso trino de alegría. Rast se gira para mirarla, y la satisfacción total en su cara me
hace doler por dentro. La quiere muchísimo.
"Iré contigo", dice Liam, y pone una mano en la parte baja de mi espalda cuando me doy la
vuelta.
"No es necesario", comienzo.
"Voy a ir de todas formas"
No lo discuto más. Una parte de mí se alegra de no tener que enfrentarme a ellos
completamente solo. No es que Amy dé miedo. En cuanto a Rast, no reconocerá a nadie si
Amy no está cerca. Es como si no existiéramos para él a menos que ella esté interactuando
con nosotros. Pero hablar a solas con Amy es... raro. Rast nunca se aparta de su lado, así
que no estás realmente a solas con ella. Y siempre hay esta sensación pesada, casi opresiva
en el aire cuando estoy cerca de ellos. Sé que están hablando en sus cabezas. Me hace
sentir como si estuvieran hablando de mí a mis espaldas. Estoy paranoica, quizás.
Me dirijo a través del Fuerte, y cuando empiezo a girar hacia los aposentos de Amy y Rast,
Liam niega con la cabeza y me dirige suavemente hacia las cocinas. Reprimo un gemido de
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consternación porque es el único lugar donde nadie está nunca solo, y eso significa que
vamos a encontrarnos con otros... y Liam tiene una mano en mi espalda, cerca de mi
cintura. Me aparto, tratando de escabullirme de su agarre, pero él sólo se acerca.
Maldición. "Por favor, no me toques", le repito, antes de pasar por las puertas de la cafetería.
Me encojo de hombros para no tocarle y evitar mirarle. No quiero ver el dolor en su cara.
Pero Liam sólo se ríe como si le divirtiera. "Muy bien".
Empujo hacia adentro, y por supuesto, varias personas miran hacia arriba. Lo sabía. Este
Fuerte funciona con tomates y malditos chismes. Miranda, una de las jardineras y sus
hermanas con la cocinera Retha, sonríe mientras Liam me sigue dentro. Está sentada junto
a una de las lámparas de aceite, trabajando en el tejido, dos niños jugando a sus pies. Hay
otras personas dispersas en la cafetería, y en la esquina, veo el trasero dorado de Rast
desnudo mientras está de pie junto a una pequeña mujer rubia con un vestido largo, y me
dirijo en esa dirección.
Amy y Rast son una extraña pareja a mis ojos, pero siento unos locos celos por ambos,
porque son muy felices juntos. No creía que la felicidad fuera posible en el Después. Podrías
estar contento y seguro, pero ¿feliz? Al diablo con la felicidad. Salió por la puerta en el
momento en que la civilización lo hizo. Pero al acercarnos, Amy se ríe, y el sonido es un
delicioso trino de alegría. Rast se gira para mirarla, y la satisfacción total en su cara me
hace doler por dentro. La quiere muchísimo.
Quiero que alguien me ame así. Que me mire como si yo fuera todo su mundo, como si yo
trajera el sol cada día. Dios, ¿no sería increíble? Es como Rast mira a la delicada pequeña
Amy, y es como Vaan mira a mi mejor amiga, Gwen. Los dragones, cuando se enamoran de
una mujer humana, caen duro y rápido, y es obvio para cualquiera que los conozca que su
mundo se reduce a una persona y sólo a una persona.
Por supuesto, esos son sólo los dragones que se aparean. Los salvajes y locos siguen
atacando a los últimos pedazos de Humanidad que quedan, tratando de destruirnos.
Es una época extraña para estar vivo.
Amy no parece ser la líder de nada, mucho menos de un Fuerte entero. Mi amiga Gwen es
alta, delgada y tiene una mirada fuerte en su adorable cara, como si hubiera nacido para
llevar tus cargas y ayudarte. Amy es pequeña y delicada y camina con una fuerte cojera.
Lleva vestidos coloridos y fluidos, le encantan las joyas y hace cosas bonitas con su largo y
sedoso pelo rubio. Es femenina y dulce y parece más joven que yo, aunque supongo que
tenemos la misma edad. Es gracioso para mí porque ella ha abrazado su total feminidad y
aquí estoy yo siempre tratando de ahuyentar la mía. Llevo vaqueros y camisetas de hombre,
mantengo mi pelo retorcido en una trenza, y ando por ahí con una escopeta en lugar de un
bolso. Desde que dejamos el Fuerte Tulsa, he estado trabajando duro para que me vean
como capaz y dura. Con fiereza. No hace falta que me diga nada.
Esto también podría ser el motivo por el que me siento sola.
Oh, bueno. Tomas el camino que se te ha dado y todo eso.
"¿Amy?" Grito cuando nos acercamos.
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Rast es el primero en girar, acercándose a su compañera. Tiene la misma piel dorada que
Liam, pero la herencia del dragón es mucho más evidente en él que en Liam, que hace todo
lo posible por esconderla. Las espinas de sus brazos se flexionan al girar, como si se erizaran
para proteger a su pareja. Sus garras no están esquiladas y son terriblemente largas,
haciendo que sus grandes manos parezcan letales. Su piel es de un tono dorado más oscuro
que el más pálido de Liam, y el patrón de escamas salpicadas es mucho más evidente en
sus músculos. Su grueso cabello dorado cae en cascada por su espalda en un enredo, y sus
ojos se oscurecen cuando nos mira.
Pero cuando Amy se gira, irradia felicidad y toca el brazo de Rast. "Hola Andi".
Le devuelvo la sonrisa, aunque quiero odiarla por haberse hecho cargo del trabajo de Gwen.
Amo a Gwen. Soy ferozmente leal a ella. Pero... es imposible que no me guste Amy. Es claro
que ha ido a las Tierras de la Carroña, -como llamamos a las partes estériles y deshabitadas
de las antiguas ciudades-, puesto que lleva flores frescas en su cabello y parece una
princesa. Sus ojos brillan de entusiasmo, y sostiene un portapapeles en su pecho, un viejo
bolígrafo en la mano.
"¿Tienes un momento?" Pregunto, mirando incómodamente a Rast. Cass también está
cerca, con una mirada tensa en su rostro. Su mirada se dirige a Liam, que se mueve a mi
lado y pone su mano en la parte baja de mi espalda otra vez, y quiero gritar de frustración
cuando lo hace. No digo nada, sin embargo, tratando de mantener una expresión lo más
neutral posible.
"Por supuesto". Ella mira a Cass. "Me reuniré contigo por la mañana, ¿de acuerdo?"
Cass asiente, me da una mirada especulativa, y luego se aleja. Estoy segura de que oiré
todo tipo de mierda sobre esto la próxima vez que estemos juntas en la puerta, pero no me
importa. Ahora mismo Benny es mi principal preocupación.
Espero hasta que Cass se va, viéndola salir por el rabillo del ojo. "Gracias", comienzo, y
luego hago una pausa porque las mejillas de Amy están sonrojadas y tiene una mirada
extraña en su cara. Tardo un instante, y luego veo por qué. Rast se ha acercado aún más a
ella y está jugando con un trozo de su pelo, envolviéndolo alrededor de un dedo y luego
frotando los mechones. Es obvio por la mirada en la cara de Amy y la forma sutil en que se
inclina hacia él que ella también es muy consciente de ese pequeño toque, y me golpea otra
oleada de envidia.
"¿Qué pasa?" Amy pregunta, y su voz es firme mientras abraza el portapapeles a su pecho.
"Benny ha desaparecido". Sólo decirlo en voz alta me llena de pena, porque admitirlo lo hace
real. "Creo que se fue en medio de la noche para ir a buscar otro Fuerte. Tal vez incluso el
Fuerte Dallas"
"Oh no", jadea Amy, y extiende la mano para tocar mi brazo. "¿Estás bien?"
Su expresión compasiva sólo empeora las cosas. Las lágrimas que he estado luchando por
contener todo el día amenazan una vez más, así que tenso mi mandíbula y asiento. Cuando
puedo hablar, le digo todo lo que sé, en todos los lugares que hemos revisado, y cómo Liam
encontró su rastro de olor.
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Parece infeliz. "Ese agujero en la valla va a ser un problema. Quiero repararlo, pero no
podemos mientras esté fuera por si intenta volver a entrar a hurtadillas".
Asiento míseramente. "Necesito que tú y Rast vayáis tras él".
"Por supuesto".
Rast gruñe bajo desde el fondo de su garganta, y Amy le lanza una mirada, frunciendo el
ceño.
"¿Qué? ¿Qué pasa?" Pregunto, curiosa.
Ella nos mira a mí y a su dragón. "No está contento con mi decisión. Pero sé lo que es
preocuparse por un hermano". Me sonríe con simpatía.
"¿Por qué es eso un problema?" Prácticamente puedo sentirme erizar. ¿Por qué Rast no
quiere ir a rescatar a mi hermano? ¿Qué tiene contra Benny?
"Oh". Amy vacila, y luego continúa. "Sabes que nos estamos quedando sin suministros". Su
voz baja más. "Encontramos una vieja tienda de piensos que no ha sido saqueada. Hay
bolsas y sacos de maíz seco y semillas y toneladas de cosas que podemos aprovechar, pero
también está en el camino de un grupo de nómadas que se dirigen por la carretera en esa
dirección. Vamos a volver esta noche para coger lo que podamos, pero necesitamos todo el
tiempo posible para limpiar el lugar. Pero Benny es lo primero", continúa, apresurándose.
"No creas que no lo es. Lo resolveremos"
Joder. "¿Una tienda de alimentos? ¿Maíz seco?"
"Lo suficiente para que nos dure todo el invierno, creo", dice Amy, y se muerde el labio.
"Tendríamos también para la primavera"
No puedo pedirles que pongan en peligro a todos en el Fuerte porque Benny sea un imbécil
y salga corriendo. Dejo salir un suspiro de frustración. Sé lo importante y raro que es un
hallazgo como ese. Tener a Amy y a Rast capaces de encontrar cosas así es lo que mantiene
a todos alimentados y seguros. " Vosotros rapiñáis la tienda de piensos", le digo, porque sé
que la seguridad de cuarenta y pico vidas está antes que la de uno.
"¿Puedes esperar un día?", pregunta ella, entrelazando sus manos. "El mundo ahí fuera
puede ser bastante intimidante. ¿Quizás vuelva por su cuenta?"
"Tal vez. Pero puedo esperar". Me matará, pero puedo esperar.
∗∗∗∗∗∗∗
Esa noche, soy incapaz de dormir. No puedo dejar de preocuparme por Benny. Es una
noche silenciosa, con el aire nítido y fresco, y está congestionado dentro de mi silenciosa y
solitaria habitación. Me puse un par de zapatillas maltrechas y pantalones de dormir bajo
mi camisón, y luego me dirigí al techo del gimnasio. A veces me gusta venir aquí por la
noche, cuando las estrellas están fuera, y soñar de día.
Tonto, lo sé, pero el cielo abierto y la brisa fresca me ayudan a pensar cuando mi cerebro
se siente embotellado. Así que subo la escalera, encuentro mi lugar favorito en el tejado, me
acuesto y miro las estrellas. Son increíbles ahora que la electricidad es más o menos una
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cosa del pasado. Los remolinos de galaxias salen al encuentro de mis ojos, el cielo nocturno
está cubierto de rosas y púrpuras y la interminable dispersión de estrellas. En un rincón
de la oscuridad, el cielo palpita como una herida abierta, atravesada por un verde enfermizo.
La Grieta. Incluso aquí, parece que los dragones y su especie van a destruir mi paz mental.
"¿Puedo unirme a ti?"
Salto, asustada. Mi piel se eriza y me siento, frotando mis brazos desnudos. No sabía que
nadie más sabía que había subido aquí. Supongo que tiene sentido que Liam pudiera
encontrarme, que pudiera seguir mi rastro, pero sigue siendo sorprendente verle asomar la
cabeza por el borde del edificio y luego subir, mirando a su alrededor. No lleva nada más
que un par de pantalones de chándal, como si hiciera lo menos posible para cubrir su
cuerpo. Pienso en Rast y su constante desnudez y enrojecimiento, imaginando a Liam igual
de desnudo. "Estás aquí, ¿no?" Digo agriamente. Hay algo en Liam que me hace responder
con insolencia.
Él sólo sonríe y corre a mi lado. Sus pies están desnudos, como su pecho, y su falta de ropa
me hace sentir un poco vulnerable. No esperaba ver a nadie, así que no llevo sujetador bajo
mi camisón con tirantes y mis pezones están duros contra la tela. Cruzo los brazos y subo
las piernas, apoyando los brazos en las rodillas mientras él se sienta a mi lado. No dice
nada, sólo mira las estrellas y el cielo nocturno. Le miro y sus pequeños cuernos en las
sienes sobresalen de su dorada cabellera, claramente sin su característica gorra de béisbol.
Cuando se queda en silencio, decido hablar. "¿Por qué estás aquí arriba?"
"Parecías infeliz por esperar toda la noche para ver si Benny regresa, así que cuando te oí
levantarte, pensé en acompañarte". Liam me mira, sus extraños ojos de dragón se
encuentran con los míos. "Él volverá. Y si no lo hace, le encontraremos. No te preocupes"
"¿Nosotros?"
"Tú". Me sonríe, no se irrita en absoluto por mi aguijón. En cambio, me mira el brazo, el
gran tatuaje negro que me hice antes de dejar el Fuerte Tulsa. Me lo hice porque quería
parecer más fuerte, pero ahora me irrita. Es sólo una de las muchas decisiones estúpidas
que tomé cuando era más joven y de las que ahora me arrepiento.
Me froto el brazo y lo oculto a su mirada. "Aprecio el voto de confianza, pero no me relajaré
hasta que Benny esté a salvo detrás de estos muros otra vez"
"Lo encontrarás", dice Liam otra vez, con toda confianza. Se acuesta a mirar las estrellas,
apoyando la parte de atrás de su cabeza en sus dedos entrelazados.
Se ve tan relajado que de repente siento que estoy demasiado nerviosa y rígida. Yo también
me recuesto, fingiendo que miro las estrellas, pero en realidad estoy completamente
concentrada en él a mi lado. "Es difícil", digo después de un momento. "Es la única persona
que me queda".
"Me tienes a mí", dice Liam simplemente.
"Soy una imbécil para ti".
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Se ríe, el sonido es completamente encantador. "¿Es eso de lo que se trata? ¿No te gusto,
entonces? Pensé que estábamos reconociendo la atracción del uno por el otro y luchando
contra ello"
Puedo sentir mi cara ardiendo en la oscuridad. "¿Es eso lo que estamos haciendo?" Me las
arreglo para no atragantarme. " ¿Flirteo molesto?"
Se da la vuelta y me mira, levantando la cabeza apoyada en una gran mano, y por un
momento, se siente como si estuviéramos en la cama juntos. Mi cuerpo reacciona en
consecuencia - me ruborizo con calor y mis pezones se ponen aún más duros. "¿Sabes que
cuando una hembra Drakoni está interesada, desafía al macho?"
"¿Así que básicamente te estoy excitando?"
"Lo eres", está de acuerdo con esa voz baja y sexy que me pone nerviosa y cachonda a la
vez. "He estado esperando que me digas algo. Para reconocer que hay una conexión entre
nosotros. Pero si quieres, podemos fingir que seguimos como hasta ahora".
La respiración se me traba en la garganta mientras le observo. ¿Cómo es que este atractivo
hombre impío confiesa su interés en mí? Soy una Andi insípida y sosa que es demasiado
aburrida para que los dragones la adviertan... pero aquí está Liam, devorándome con sus
ojos y animando mi descaro porque le excita. "Que..." Me humedezco los labios, nerviosa.
"¿Qué hago si no me interesa excitarte?" Hace tanto tiempo que no coqueteo que sé que soy
mala en ello. Mis palabras son cautelosas, pero me vuelvo hacia él, mi brazo bajo los pechos
para realzarlos y mostrarle a través del lenguaje corporal que a pesar de lo que digo, estoy
interesada. "¿Quizás prefiera dejarte sufrir?"
Me arquea una ceja. "Probablemente sea lo mejor".
¿Lo es? No es lo que esperaba oír. De repente, indecisa, me pongo bocarriba y miro al cielo.
No debería estar aquí arriba coqueteando con Liam de todos modos. Debería estar en las
calles, buscando a mi hermano. Lágrimas calientes amenazan con inundar mis ojos y me
concentro intensamente en las estrellas de arriba, deseando no llorar.
Para mi sorpresa, dedos grandes y cálidos me rozan la mejilla. Me sorprendo ante el
contacto y me vuelvo para mirar a Liam. Hay una mirada intensa en su cara que me hace
retorcerme por dentro, y me pregunto si me va a besar.
Pero todo lo que dice es, "Estoy contigo, Andrea. Juntos, encontraremos a Benny. No dejaré
que vayas tras él sola".
"Agradezco la oferta", le digo, me duele la garganta. "Pero no tienes que prometer nada".
"No lo hago", está de acuerdo. "Pero por ti, lo haré. Cuando digo esto, no lo digo a la ligera.
Siempre estaré ahí para ti. No importa si me odias, o si no puedes soportar la vista de otro
dragón y no quieres tener nada que ver conmigo. Pero debes saber que siempre te vigilaré
y te protegeré".
Va a besarme, pienso con asombro, y mis lágrimas se secan. Me lo quedo mirando, sin
aliento.
Esperando.
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Y.… esperando.
Pero Liam sólo me acaricia la mejilla, y luego se pone de pie, volviendo a través del techo
hacia la escalera como si tuviera que estar en algún lugar.
Sólo le observo irse, totalmente confundida. ¿Eso fue... coquetear? ¿O algo más?
∗∗∗∗∗∗∗
LIAM
No debería haber tocado a Andrea.
No puedo tenerla.
Pero la he tocado. Y la deseo tanto que mi polla es un largo de granito en mis odiosos
pantalones humanos. Así que vuelvo a mi habitación, decidido a aliviar mi necesidad para
no volver al tejado y hacer algo más que tocar su mejilla.
No puedo tenerla.
No puedo.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 5
ANDI
Al atardecer de la noche siguiente, Benny todavía no ha regresado, y cuando vuelvo con
Amy para señalarle esto, Liam está a mi lado otra vez. Amy está sucia y agotada por un día
de acarrear provisiones, y me admite que no obtuvieron tanto como podrían haber obtenido.
Hay más para recoger, lo que significa otro día de retraso.
Está bien. Pero eso no significa que me vaya a quedar. "No voy a esperar más", le digo, con
mi voz tan suave como puedo ponerla. No es culpa suya que mi hermano pequeño sea una
mierda. "Benny es mi hermano. Sé que estáis ocupados, así que voy a ir tras él y espero
poder encontrarlo antes de que se meta en problemas".
"Oh, Andi", dice Amy, negando con la cabeza. "No sé si es una buena idea".
"Me sentiría terriblemente culpable si todos se murieran de hambre porque salimos a
buscar a Benny en lugar de conseguir suministros", le digo. "Está bien. El tiempo es
importante y conozco este área. Puedo ir tras él. Tengo armas y sé cómo cuidarme. Si estás
de acuerdo, me llevaré un poco de comida y saldré por la puerta esta noche..."
"Y yo iré contigo", añade Liam suavemente.
Me sorprende escuchar la voz de Liam. Casi había olvidado que estaba en la habitación con
nosotros, estaba muy callado mientras discutía con Amy. Claro que eso es parte de su
táctica de supervivencia, ¿no? ¿Ser tan discreto que los demás olviden que está ahí? Su
cara es neutral, pero da un paso adelante y pone una mano firme en la parte baja de mi
espalda de nuevo, como si todo estuviera resuelto.
"¿Entonces iréis juntos?" pregunta Amy, claramente aliviada.
Esa palabra 'juntos' me hace entrar en pánico. Pienso en anoche en el tejado y en lo confusa
que me dejó. Probablemente sea mejor que Liam se quede aquí para que pueda ordenar mis
pensamientos sobre él. "No. Voy a ir sola". Me doy la vuelta y miro a Liam, que me muestra
esa sonrisa perezosa como para reírse de mi ferocidad.
Amy habla de nuevo. "Preferiría que te fueras con alguien, Andi".
"Y me necesitas", dice Liam.
Esta vez le frunzo el ceño. "¿Por qué crees que te necesito? Estoy persiguiendo a un chico
de catorce años."
"Porque es bueno para engañarte", dice Liam sin rodeos. "¿Crees que no sabrá que vas a ir
tras él? Tratará de esconderse de ti, y tendrá éxito porque es pequeño y astuto y estás
desesperada por tenerlo de vuelta"
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Odio esa palabra, desesperada. También la odio porque se siente demasiado cerca de cómo
me siento. "Entonces veré si alguna de las otras chicas quiere ir conmigo..."
Liam niega con la cabeza y la mano en la parte baja de mi espalda se siente más firme, más
posesiva. "Puedo olerle, Andrea. Puedo seguirle mejor que nadie en este Fuerte, excepto
Rast"
"Tiene un punto..." comienza Amy.
"Y puedo protegerte". Los ojos de Liam están girando más oscuros, el dorado en ellos casi
se oxida con todas las sombras que se filtran. "De los dragones, y de otros machos que
podrían encontrarte sola"
"Hombres", corrijo distraídamente, y niego con la cabeza. "Dijiste que no puedes cambiar
de forma y que tu lenguaje mental está cortado. ¿Cómo puedes protegerme de los
dragones?"
"Porque todavía pienso como ellos", dice. "¿Has terminado con las excusas, o quieres
encontrar a tu hermano?" Su mirada es penetrante.
Odio que vea a través de mí tan fácilmente. Quiero encontrar a Benny, pero sé que si dejo
este Fuerte sola con Liam, los chismes se volverán locos. Pero... no tengo otra opción. "Me
voy en quince minutos", le digo sin rodeos. "Será mejor que estés jodidamente preparado".
Y Liam sonríe, todo lento goce, y me siento a la vez complacida y desesperada.
Esto va a ser un problema, lo sé... ¿pero qué puedo hacer?
∗∗∗∗∗∗∗
LIAM
Veo como Andrea sale de la habitación, su trasero redondeado rebotando con la fuerza de
sus botas al salir. Su frustración es adorablemente divertida, como si pudiera mostrar su
ira con suficiente ruido como para que yo cambie de opinión.
La pobre humana no me conoce muy bien entonces, porque cuando se trata de ella... No
voy a cambiar de opinión. Y no voy a dejarla vagar sola ante el peligro, no cuando puedo
protegerla y mantenerla a salvo. Es cierto que no puedo hacer mucho contra una Drakoni
en plena forma de batalla, no cuando estoy en mi forma de dos piernas... pero no es la
Drakoni lo que me preocupa si ella se pone en marcha por su cuenta. Hay demasiados
humanos sin escrúpulos fuera de la seguridad de los Fuertes, y Andrea es joven y
encantadora y a veces demasiado confiada.
Así que no, no la dejaré ir sola. Incluso si se negara a dejarme acompañarla, encontraría
una forma de seguirla, de mantenerla a salvo. Me quedaría en las sombras y la seguiría sólo
para que tenga a alguien vigilando su espalda. Este puede ser su mundo, pero tengo mucha
más experiencia moviéndome de asentamiento humano en asentamiento humano. Sé lo
que se siente ahí fuera. A pesar de todo lo capaz y fuerte que es Andrea, sólo ha estado en
dos Fuertes.
No sabe lo desesperados que pueden llegar a estar algunos de los nómadas de ahí fuera.
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Pero, no entiendo por qué no quiere mi ayuda. La aceptó ayer y parecía agradecida. ¿Pero
ahora la idea de viajar conmigo le molesta? No puedo entenderla.
Miro a Amy y a Rast. "¿Está pasando algo más que yo no sepa?"
"¿Con Andi?" Los ojos de Amy se abren mucho. "No que yo sepa. ¿Por qué?"
Niego con mi cabeza, mis manos en las caderas. "No es nada". Tal vez la desaparición de su
hermano está haciendo que su estado de ánimo se transforme, de la ira a la frustración, a
las lágrimas y luego de nuevo a la ira. Quién sabe. "Ella parece extraña últimamente".
"Ha habido muchos cambios aquí", admite Amy, sus dedos recorren el brazo de Rast, y
luego entrelaza su mano en la curva de su codo, apoyándose en él. "No a todo el mundo le
gusta el cambio. Ella ha tenido muchos cambios en los últimos meses. Con la partida de
Gwen... quizás sienta que Benny es todo lo que le queda".
Ella me tiene, quiero decir, pero no lo hago. No puedo reclamarla. No como yo. "Debe ser
así". Les doy una sonrisa casual, sin mostrar los dientes, como lo haría con cualquier otro
humano para que se sientan cómodos. "Supongo que será mejor que haga las maletas, ya
que ella quiere irse de inmediato"
"Si necesitas algo, habla y te lo daremos. ¿Armas? ¿Comida?"
Niego con la cabeza. "Tengo armas y no tomaré comida del Fuerte. Andrea tiene provisiones
para ella y puedo encontrar suficiente para comer sólo con el olor"
Ella inclina la cabeza y se queda quieta, luego mira a Rast y asiente con la cabeza. "Por
supuesto. Mantenla a salvo para nosotros, Liam. Y si las cosas se ponen demasiado
peligrosas o demasiado horribles, siempre puedes dar alcance a Rast..." Amy deja que las
palabras se queden en el camino, porque ambos sabemos que esa situación sería de vida o
muerte. No puedo llegar a Rast, no mentalmente. Corté esa parte de mi vida como
autopreservación en el momento en que me di cuenta de lo que le pasaba a mi gente en este
lado de la Grieta. Para activar esa parte de mi espíritu de nuevo, tendría que cambiar a la
forma de batalla, para reclamar mi lado Drakoni. Y si lo hago, me volveré loco.
Pero si las cosas se ponen muy mal y Andrea está en peligro... Asiento y murmuro un adiós
con sonido humano, y luego me dirijo a mis aposentos. No son realmente mis aposentos,
por supuesto. Es la habitación en la que se alojan todos los "invitados" del Fuerte.
Recientemente no ha habido más invitados que yo, excepto Amy y Rast, y ya han sido
aceptados aquí en el grupo. Sigo siendo un extraño. Nadie me echará de menos si no vuelvo
con Andrea.
Me pregunto si ella me extrañará. Me gusta pensar que sí. Pienso en cómo cuando antes
estaba disgustada y sus ojos hicieron que el agua llamada "lágrimas" se volviera hacia mí y
se aferrara a mí. Me llena de placer, y me aferro a ese pensamiento mientras voy a mi
habitación y empaco mis pertenencias. No tengo mucho. No necesito mucho, de verdad.
Una muda de ropa, otro par de botas, un puñado de armas, y una capa de plástico para
viajar. Todo lo demás puedo conseguirlo de la tierra. Incluso en mi forma de dos piernas,
soy lo suficientemente rápido como para atrapar caza menor... bueno, siempre y cuando
me quite todas estas ridículas prendas humanas. Tal vez a Andrea no le importe si lo hago
lejos del Fuerte.
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Me gusta la idea.
Me pongo la bolsa al hombro, hago la cama y cierro la puerta de la habitación detrás de mí.
Entro en el pasillo y cierro los ojos, escudriñando los olores del Fuerte. Son pesados y
densos con los diferentes olores de los humanos y sus atavíos, junto con los olores de los
fuegos de cocina, las plantas cercanas y varios alimentos. Una de las cosas más
abrumadoras de los humanos es su olor, y cómo parecen no darse cuenta del hecho de que
tantos olores diferentes chocan entre sí. Su sentido del olfato no es tan agudo como el de
un Drakoni y como resultado, tienden a añadir más olores a todas sus cosas. Añaden
aromas de flores a su ropa cuando la limpian, o se rocían con nuevos aromas para cubrir
el almizcle de sus cuerpos. Se ponen cosas en el pelo y en la piel, incluso añaden aromas a
las velas. Todo se vuelve abrumador rápidamente, y sólo puedo imaginar cómo se debe
sentir Rast. Un Drakoni usa dos sentidos más que cualquier otra cosa -el olfato y el espíritu-
y a menudo se combinan, dejando que las emociones tiñan los olores naturales de la gente.
El hedor de la Humanidad y sus pensamientos presionando... No es de extrañar que mi
gente se vuelva loca.
Pero mientras filtro los olores, encuentro el de Andrea en medio de todo el caos. Su aroma
es ligero y almizclado, con un toque de sudor y su dulzura natural. Con sólo respirarla se
me hace la boca agua y mi polla se endurece, y abro los ojos, siguiéndola. Mientras lo hago,
no puedo evitar sonreír. Mientras sigo las burlonas notas de su rastro, se hace obvio que
Andrea no me está esperando dentro del Fuerte, ya se dirige a las puertas.
Impaciente, audaz y decidida. Qué mujer.
Sonriendo para mí mismo, la sigo. Paso a través de las dobles puertas metálicas y salgo al
patio de asfalto. Andrea está allí, esperando junto a la reja de alambre cerca de la puerta,
un paquete igualmente pequeño en su hombro, su escopeta metida bajo un brazo, y un
ceño fruncido en su cara. Parece completamente rebelde y por eso sonrío aún más.
"Gracias por esperarme", bromeo.
Andrea sólo estrecha sus ojos hacia mí. "¿Estás listo?"
Asiento con la cabeza. Por supuesto que estoy listo. Por todo lo que los humanos aman
tener muchas posesiones, no necesito mucho en absoluto. Aprendí que los humanos
esperan que te cambies de ropa de vez en cuando y si no lo haces, sospechan. Sus vidas
serían mucho más fáciles sin ropa, pero también son personas más frágiles que los Drakoni,
así que probablemente la ropa es necesaria.
Para mí, sin embargo, es sólo una maldita molestia.
Pero mantengo una sonrisa en mi cara sólo para enfurecer a Andrea, y le hago un gesto
para que ella lidere el camino.
Con un fuerte asentimiento, ella se adelanta, dirigiéndose a las puertas. No hay tiempo para
ver la pequeña sacudida arrogante de su trasero, porque necesito ir al mismo paso que ella.
La sigo de cerca y asiento con la cabeza a las dos hembras que custodian la puerta mientras
nos vamos. Nos observan con curiosidad, y noto que Andrea no las mira mientras pasamos.
Sus hombros están rígidos, su cuerpo habla de emociones reprimidas. Curioso, la dejé
tomar la delantera. Esto no se siente como enojo hacia mí o preocupación por su hermano.
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Es algo más y no puedo decir qué es. Me molesta, y aprieto un puño a mi lado porque el
impulso de enviar un sensor mental a Andrea es abrumador.
No puedo. No puedo.
Mi piel me pica por la necesidad de cambiar, de transformarse en forma de batalla, de tomar
garra y escama como propias una vez más.
Pero, sin embargo, será una sentencia de muerte. Me estremezco y me compongo, sacando
esos pensamientos de mi mente. ¿Por qué estoy luchando tanto con esto ahora? He sido
capaz de mantenerme bajo control durante años, pero en el espacio de unas pocas semanas,
encuentro que el control se está desvaneciendo. Pero, sé por qué. El por qué camina a
zancadas delante de mí, su gruesa trenza rubia rebotando en sus hombros, sus caderas
balanceándose.
Estar a su alrededor me desgarra la fuerza de voluntad.
Y aunque debería irme, corro unos pasos más cerca, simplemente.
El Fuerte en sí es un gran edificio rodeado de grandes extensiones de pavimento.
Estacionamientos, los llama Andrea. El recinto está fuertemente vallado, y al otro lado de
la valla por donde ahora caminamos, hay más calles y más asfalto, pero aquí las plantas
están tomando el control una vez más. Las malezas se meten entre las grietas, y los pastos
serpentean a través de los bordillos rotos y obligan a subir el camino en secciones, haciendo
que la marcha sea desigual. Hojas muertas y escombros de estaciones pasadas crujen bajo
nuestros pies, y a nuestro alrededor hay pequeños edificios vacíos, medio derrumbados.
Casas, cuando los humanos solían vivir en casas individuales y no en una gran comunidad.
Nos dirigimos a la calle, caminando entre los escombros metálicos de viejos coches y restos
destruidos de la antigua vida humana, y Andrea está en silencio. Me pregunto si planea
estar en silencio todo el camino, sólo para castigarme por insistir en ir con ella.
Pero giramos por otra calle y entonces el Fuerte queda fuera de la vista. En el momento en
que se ha ido, Andrea se vuelve hacia mí. Sus ojos están llenos de dolor y tristeza, y su boca
rosada tiembla en las sombras de la noche que viene. "¿Puedes encontrar su olor, por
favor?"
"Por supuesto", murmuro, mis manos hormiguean con la necesidad de acariciarla, de
tocarla, de asegurarle que estoy aquí, que le encontraremos. Pero no hago ninguna de estas
cosas. Me confunde y hasta que no pueda entenderla... bueno, no importa. Nunca podré
reclamarla, por mucho que lo desee.
Irritado por mis propios pensamientos, me arrodillo y estudio el suelo delante de mí. Finjo
estar buscando señales del paso de Benny por aquí, pero la verdad es que no necesito mirar
nada. Puedo olerlo por todas partes. Huele como un joven humano sudoroso, a los pasteles
de maíz que forman parte de la dieta de la gente del Fuerte... y a algo más. Algo que hace
que me tiemble la nariz y me lloren los ojos. Un disimulador de olores, entonces. Si estuviera
en forma de batalla y medio loco con el mundo que me rodea, no podría distinguirlo. Tal
como está, reconozco lo que está haciendo y le aplaudo por su inteligencia.
No quiere que lo encuentren, y sabe que Andrea vendrá por él.
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Eso me preocupa un poco. Me gusta Benny como persona, es brillante e inquisitivo, aunque
sea un poco salvaje. Es joven y quiere ver el mundo, y está cansado de estar confinado a
un espacio. Sé cómo es eso, porque sé cómo era yo a su edad. Pero si tengo que elegir entre
su felicidad y la de Andrea... Estoy eligiendo la de ella. No hay duda.
Aunque no quiero que sepa lo lejos que ha llegado su hermano para ocultar su rastro. "Se
fue por aquí", digo, enderezándose.
"¿Lo hizo?" Hay un frágil bamboleo en su voz que me hace dudar.
"Lo hizo. Vamos" Cuando le pongo una mano en la espalda, no se aparta como lo hizo en el
Fuerte. Interesante.
Caminamos, subiendo por las calles abandonadas y pasando por las filas de casas vacías y
abandonadas.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 6
LIAM
Observo las viviendas mientras caminamos, tratando de imaginar el mundo antes de esto,
con gente alineada en filas, apestando sus casas con tantos olores como puedan apilar, con
capas y capas de su confinada ropa. Imagino a un hombre tan vestido en capas que sus
brazos se hinchan a los lados como si fuera completamente redondo, y resoplo con
diversión.
"¿Qué pasa?" pregunta Andrea a mi lado.
"Sólo pensando en cómo vivían los humanos", digo. "No puedo imaginármelo".
"Fue maravilloso", dice ella, con un tono melancólico. "Yo me sentía segura y cálida y tenía
muchos amigos. Mi padre era vendedor de seguros y mi madre era profesora. Vivíamos en
una casita con un gran patio y un perro, y cada Navidad había toneladas de regalos bajo el
árbol. Había luces dentro de la casa y podías encender un interruptor y ver un programa
de televisión o hablar con gente en Internet de todo el mundo"
Gruño. "¿Por qué querrías hablar con gente de todo el mundo?"
"No lo sé. Es sólo que podías hacerlo" Su expresión se vuelve soñadora. "¿Pero sabes qué
era lo mejor?"
"¿El qué?"
"Las neveras. Abría la nevera y había toneladas de comida allí, mantenida fría y lista para
comer. Nunca tenías que cazar nada. Podías abrir la nevera y ahí estaba. ¿Y la carne?
Duraba una semana sin que se volviera maloliente o se estropeara".
"Estás mintiendo", le digo con diversión. ¿Una caja mágica que mantenía la comida fría y
sin estropear? No existe tal cosa.
"Y el pan", dice ella. "Realmente extraño el pan. Los pasteles de maíz ni se le parecen, pero
lo primero que cayó fueron las líneas de suministro. Las tiendas de comestibles no tenían
nada en cuestión de días y la gente empezó a morir de hambre. Pero... ¿antes?" Ella suspira.
"Antes era mágico".
Sigo pensando que está contando cuentos. "¿Nunca tuviste que cazar? ¿Ni una vez?"
"No. Iba a un edificio como el Fuerte y me daban lecciones todo el día. Cómo leer y escribir
y hacer matemáticas. Cuando creciera, tendría que conseguir un trabajo, pero lo único que
se les pedía a los niños eran lecciones de escuela"
Pienso en los jóvenes del Fuerte, que ayudan a sus madres con las tareas y que riegan las
plantas y arrancan las malas hierbas, que se agachan en el gallinero y sacan huevos de las
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gallinas y cambian la paja. Incluso los más jóvenes tienen sus propias tareas. "Me parece
extraño".
"Supongo que tu mundo no era muy parecido a eso"
"¿El mío? No. No era para nada así" Caminamos mientras hablamos, dejando atrás el borde
de las casas y moviéndonos a una larga extensión de carretera rota llena de coches. Una
autopista, creo que la llaman. El camino de Benny, y lo que sea que se haya restregado,
continúa de esta manera, así que yo guío a Andrea en la oscuridad. "Mi casa era...muy
diferente. Mi gente, los libres, vivían en los desiertos y cazaban su comida. No leíamos ni
escribíamos como lo hacen los humanos. Vivíamos en los nidos, que son cuevas en lo alto
de los acantilados, y creamos nuestros hogares a partir de ellos. Teníamos algunas cosas
como tu gente, como los tazones y cosas así, pero sin ropa, sin pollos, sin edificios extraños
con agua dentro de ellos" Esas son cosas Salorianas y durante mucho tiempo, me preocupó
que los humanos fueran tan malvados como ellos.
"Así que vosotros estabais, qué, ¿viviendo fuera del sistema? ¿O simplemente más
primitivos?"
"No me gusta la palabra 'primitivo'", le digo. "Suena como si fuéramos tontos y estúpidos.
No lo éramos. Era una forma de vida mucho más simple, siempre y cuando pudieras
mantenerte fuera de las garras de los Salorianos".
"Esos son los malos, ¿verdad? ¿Te robaron de tu casa?"
"Algo así", digo, manteniendo mi respuesta vaga. No me gusta pensar en los Salorianos,
porque eso me recuerda a que fui capturado, retenido y torturado antes de que se abriera
la Grieta. Me recuerda que soy el único cuerdo de mi gente porque aprendí a aislar mi
conexión mental y a separarme del toque psíquico que mi gente utilizaba tan fácilmente
como la respiración.
En lugar de eso, cambio de tema. "¿Qué he hecho para ofenderte, Andrea?"
La luz de la luna brilla en su pálido pelo mientras se gira para mirarme. Tiene un color
diferente al Drakoni. Su pelo no es el rico dorado de mi pueblo, sino un amarillo tan claro
que es casi blanco. Su cara, en contraste, es una cálida sombra dorada por estar al sol, con
manchas en sus mejillas. Pecas, he oído que las llaman. No, no se parece mucho a una
mujer Drakoni con su color rojo fuego y su cabello vívido como el fuego, pero me gusta la
forma en que Andrea se ve.
"¿Ofenderme?", dice, con las cejas fruncidas. "¿Qué quieres decir, Liam?"
Es la primera vez que dice mi nombre humano en mucho tiempo, e ignoro la oleada de
placer que me da. Probablemente lo dice para distraer. "Evitas hablarme o estar cerca de
mí en el Fuerte. Por un tiempo, podía ir a hablarte y ser recibido calurosamente, pero
últimamente has estado distante, y no sé qué es lo que hice para ofenderte".
"No me has ofendido"
"Pero no querías que viniera aquí contigo esta noche. Ni siquiera para ayudarte a encontrar
a Benny"
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Ella mira hacia otro lado, mirando hacia adelante a las filas de cascos de metal que bordean
la autopista. "Es... complicado"
"Si no me lo dices, no puedo arreglarlo. Ciertamente no podré disculparme por ello"
Estoy fascinado por la emoción que revolotea por su cara. Se ve frustrada y triste a la vez,
y me hace preguntarme qué le carcome las tripas que no quiere compartir. "No se trata de
ti, sino de mí" Andrea se da la vuelta para mirarme otra vez. "¿Me crees?"
"¿No es una broma de tu gente que las mujeres le dicen a los hombres cuando quieren
deshacerse de ellos?"
Andrea se ríe, y siento como todo mi cuerpo se calienta en respuesta a ese sonido. Mi polla
también responde, pero la ignoro. "Sí, supongo que es algo que las mujeres le dicen a los
hombres para que se larguen".
"¿Es eso lo que quieres que haga? ¿Que me largue?" Nos acercamos a un coche con las
puertas oxidadas abiertas, y ella se acerca a mí, tan cerca que su olor provoca mis sentidos,
haciendo que mi polla se tense contra mi maldita ropa una vez más.
"No lo sé", admite Andrea. "Sería más fácil si me dejaras en paz, pero..."
"¿Pero?"
"Pero... me pondría triste. ¿Así que vino por aquí? ¿Estás seguro de eso?" Pone sus manos
en las caderas, se pone delante de mí y explora el paisaje que tenemos delante.
Eso es un cambio de conversación si alguna vez hubo uno. Divertido por su audacia, lo dejo
pasar sin llamarla. "Estoy seguro de ello. Vamos. El camino se despeja más adelante"
A pesar de que Andrea es humana, también es una de las más fuertes y decididas que he
conocido hasta ahora. Caminamos toda la noche, a paso ligero, y ella camina con dificultad
por las colinas y los puentes, siguiendo el ritmo de mis largos pasos. Intento reducir la
velocidad para que el paseo sea más cómodo para ella, pero ella sólo acelera como si me
desafiara silenciosamente, así que se convierte en una especie de juego. Nunca muestra su
cansancio, y nunca jadea por el esfuerzo, incluso cuando subimos una ladera empinada.
"Cazo mucho ahora que estamos en Fort Shreveport", me dice a modo de explicación. "No
puedo darme el lujo de ser lenta, no con cuarenta y pico estómagos queriendo llenarse"
Así que el sentido del deber la motiva. Añado esto a la creciente lista de cosas fascinantes
que averiguo sobre Andrea. Está impulsada por la familia más que nada, y es ferozmente
leal. En realidad, es feroz en general, pero hay indicios de una Andrea más suave, una
soñadora que tiene más en común con la dulce y gentil compañera de Rast que con la
descarada guerrera a mi lado. Me causa curiosidad saber cuál es la verdadera Andrea, y si
ambas existen, cómo pueden coexistir los dos lados.
No puedo esperar a descubrir más. Esta búsqueda de Benny me da la oportunidad de estar
a solas con ella, y me siento agradecido. Hemos hablado toda la noche, de familias y
cacerías, de mundos y la Grieta e incluso de nuestras comidas favoritas. Aquí fuera, sin
nadie más alrededor, Andrea se ríe y es atrevida, bromeando cuando hago una broma. Me
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encanta este lado de ella, y me hace doler cuando su risa desaparece y su expresión sobria
y triste regresa, porque sé que está pensando en Benny.
En cuanto a su hermano, hemos seguido su rastro toda la noche pero su olor permanece
horas y horas y se hace más débil a cada minuto. Su rastro se mueve por todos lados, como
si Benny descubriera la libertad por primera vez y quisiera explorar el mundo. Su olor se
entrelaza entre los coches, se mueve sobre un puente y luego debajo de él, y luego de nuevo
sobre él. Lo seguimos y hago lo mejor que puedo para contarle a Andrea los lugares donde
el olor de Benny es más espeso, donde se detuvo para descansar, donde se detuvo para
hacer pis, como si esto hiciera que la realidad de encontrarle estuviera mucho más cerca.
Cuando amanece, sin embargo, todavía no hay ningún Benny. Su rastro continúa,
serpenteando por la autopista, pasando por las interminables filas de coches rotos que
parecen estirarse hasta la eternidad. Andrea continúa hacia adelante, su expresión
sombría, sus párpados pesados y caídos sobre sus ojos enrojecidos. Parece exhausta, pero
cuando sugiero que descansemos, me ignora.
Seguimos caminando durante un tiempo, pero cuando ella se balancea y tropieza con un
tapacubos roto en el camino, deslizo un brazo alrededor de su cintura y la tiro contra mí
antes de que pueda caer al suelo. "Andrea", la reprendo severamente.
"¿Está cerca?" pregunta ella, con una expresión de cansancio. Intenta enderezarse y alejarse
de mí.
La acerco, egoístamente. "No. Benny no está más cerca. Todavía estamos muy lejos de él.
Pero necesitas descansar".
Su labio inferior tiembla por un momento, y luego reafirma su mandíbula con la expresión
obstinada que conozco tan bien. "Puedo seguir adelante".
"Necesitas descansar", repito, y cuando intenta luchar fuera de mi alcance, cierro los brazos
a su alrededor. El olor de su pelo vuelve loca mi nariz. "Andrea, no estoy diciendo esto para
ser un idiota. Lo digo porque no sirves para nadie muerta"
"¿Muerta?" Ella se burla, tratando de apartarse de mi control. "¿De caminar?"
"No por caminar", corrijo, aflojando mi agarre antes de que se haga daño. La dejo ir y ella
retrocede medio paso, apoyándose en el casco de un viejo coche gris que se inclina mucho
hacia un lado. "Por el hecho de que estarás demasiado cansada para disparar tu arma si
nos atacan. Cuanto más agotada estés, más lentos serán tus reflejos. Todo cazador sabe
eso".
Presiona el talón de la palma de la mano contra su ceja, cerrando los ojos. "¿Estás seguro
de que no está cerca?" vuelve a preguntar, y su voz es débil y lastimera.
"Estoy segura".
"¿Pero seguimos su rastro? ¿Todavía tienes su olor?"
"No lo he perdido". No menciono cómo se va nublando con el tiempo, ya que lo que sea con
lo que se ha cubierto se vuelve más denso. "Le encontraremos".
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Andrea olfatea y se pone la mano sobre los ojos, ocultando el agua que sale de ellos. "Es
que... es lo único que me queda, ¿sabes? Papá murió en los primeros días después de la
Grieta, y mamá murió en el primer año. Perdimos a todos excepto a nosotros mismos. Y
ahora Gwen se ha ido y Benny se ha ido y... estoy tan cansada de que me dejen atrás" Sus
hombros se desploman.
"Le encontraremos", le aseguro. Me muevo a su lado, apoyándome en el coche con ella, y
pongo mi brazo alrededor de sus hombros, arropándola. Espero que rechace mi toque, pero
se derrite contra mí, apoyándose en mi fuerza, y siento una feroz oleada de protección hacia
esta hembra que se esfuerza tanto por ser fuerte en un mundo tan cruel.
"Le encontraremos", le digo otra vez, y lo digo en serio. "Pero por ahora, necesitas
descansar".
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 7
ANDI
Sé que tiene razón. Sé que detenerse es lo más inteligente, porque mi visión se está
volviendo borrosa por el cansancio y me tropiezo con todo. Mis pies me están matando, y
estoy convencida de que tendré un millón de ampollas de mis viejas botas, pero Benny está
ahí fuera y aún no lo he encontrado. Me duele tanto el corazón que quiero gritar, pero
cuando Liam me mira, todo lo que hago es asentir.
"¿Dónde... dónde vamos a parar?" Incluso ahora, estoy tan cansada que es difícil formar
frases.
Mira a nuestro alrededor, a los coches muertos alineados a los lados de la autopista,
abandonados cuando se quedaron sin gasolina. Entrecierra los ojos a uno, luego cruza la
carretera hacia él, y veo que se dirige a un todoterreno, uno gris que parece menos
destrozado que algunos de los otros. La parte trasera está abierta y mientras me acerco
lentamente a él, se mete dentro y saca los escombros que han caído. Hay hojas y ramitas
muertas y trozos de plástico viejo que han ido a la deriva a lo largo de los años, pero él los
saca con sus grandes manos y cuando la cama está casi totalmente limpia, deja caer su
mochila como una almohada, la acaricia y me mira.
Ahora mismo, parece el cielo.
Me arrastro dentro, y estoy tan agotada que ni siquiera me importa que huela a mugre y
ligeramente a moho. Tiro mi mochila para utilizarla como almohada y cierro los ojos. El sol
está saliendo, pero ahora que he dejado de moverme, hace un poco de frío y el sudor que
se seca en mi piel me causa frío. Me froto un poco los brazos y luego Liam se acuesta a mi
lado.
El hombre es como un horno. Estoy un poco sorprendida por el calor que está dando, pero
luego recuerdo que los dragones respiran fuego. Por supuesto que sus cuerpos van a estar
más calientes que los nuestros.
"Ven y acuéstate contra mí para calentarte", murmura, tocando mi hombro.
Es como si pudiera leer mi mente. Ni siquiera lo dudo, porque Liam es grande, delicioso y
cálido y no hay nadie más alrededor que me vea deslizarme y apoyar mi cabeza en su pecho.
Mi mano se mueve hacia su camisa y cierro los ojos mientras me rodea con un brazo. Dios,
esto es agradable. Hace mucho tiempo que nadie me abraza con ternura, y no me di cuenta
de lo mucho que lo deseaba hasta que me ha tocado.
Ahora que me ha tocado, puede que tenga que arrancarme de él con una palanca.
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Me acurruco más cerca, respirando el aroma ligeramente picante de su piel, y él me acaricia

la espalda ociosamente. Estoy tan cansada que no puedo ni siquiera apreciar esto, y sé que
me voy a dormir en unos momentos, incluso con el sol en mi cara. "Gracias, Liam".
"¿Por qué me das las gracias?" Su voz profunda y ronca suena divertida.
"Porque estás aquí conmigo a pesar de que me comporté como una perra contigo"
Se ríe, el sonido se mueve a través de su pecho y reverbera en mi oído. "Me gusta una mujer
con espíritu en ella"
"Claro, lo llamaremos espíritu", digo, bostezando de nuevo. "¿Me prometes que todo estará
bien?"
La mano que acaricia mi espalda se detiene. "No puedo prometerte eso, Andrea. Pero puedo
prometer que encontraremos a Benny mientras sigamos su rastro. No volveremos al Fuerte
hasta que estés satisfecha."
Por alguna razón, esa respuesta es extrañamente reconfortante. No es un consuelo total,
pero es sincera y la acepto. Sonrío, acerco mi cabeza a él para borrar la luz del sol y me
quedo dormida.
∗∗∗∗∗∗∗
El sonido de un cuervo graznando cerca me despierta de mi sueño. Al oír un gemido
somnoliento, parpadeo y trato de averiguar dónde estoy. La luz del sol entra por las
ventanas rotas del todoterreno, y una ligera brisa me despeina el pelo. Es por la tarde, creo,
y debemos haber estado durmiendo durante horas porque ahora hace un calor infernal. El
gran cuerpo contra el que estoy acurrucada se siente como si estuviera abrazando un horno,
y mi delgada camiseta se está pegando a mi piel sudorosa.
Aún así, estoy extrañamente cómoda. Liam es muy agradable para dormir, o tengo hambre
de afecto. Tal vez las dos cosas. Sus brazos siguen rodeándome, y mi cabeza descansa en
un pectoral duro, mi mano en su estómago. Una de mis piernas se movió sobre su cadera
mientras dormía y estoy prácticamente acurrucada alrededor del hombre. Espero que haya
podido dormir bien. Pestañeo de nuevo, dando un bostezo, y empiezo a sacar mi mano con
cuidado de su abdomen.
Mientras lo hago, noto que hay una carpa sobresaliente en la parte delantera de sus
pantalones. Una tienda de campaña muy grande, muy evidente.
Oh.
Miro hacia arriba, y mientras lo hago, mi mirada se encuentra con la de Liam. Él me está
mirando, sus ojos entrecerrados, y son tan dorados que parecen un amanecer. Es
completamente hermoso, y tan cerca de él puedo ver los colores que se arremolinan en sus
ojos como si fueran mil manchas de oro de cada tono. También estoy tan cerca que no
puedo dejar de notar lo hermosa que es su boca, sus labios son perfectos para besar.
Me humedezco los labios cuando se me ocurre. "¿Tu gente se besa?" Le susurro, sin poder
evitar preguntar.
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"No". El sonido es suave y muy sexy. Su mirada prácticamente me devora y su mano se

desliza hasta mi pelo, como si me sujetara más cerca. "Pero estoy dispuesto a aprender".
Seré la primera en besar a este hombre sexy y guapo. Oh, vaya. El pensamiento me llena
de curioso placer y me le doy alcance y toco con la punta de mis dedos su mandíbula incluso
cuando me acerca. Ligeramente rozo mis labios contra los suyos, probando su reacción, y
él cierra los ojos y gime como si se estuviera muriendo.
Me encanta.
Mordisqueo su labio inferior, lo mordisqueo con mordisquitos y luego lo calmo con mi
lengua. Estoy de humor juguetón y mis besos lo reflejan, son todos juguetones. Con cada
pequeño toque coqueto de nuestros labios, sólo quiero más, y cuando gime de nuevo,
aprovecho sus labios separados para profundizar el beso. Mi lengua se mueve contra la
suya y cuando se pone rígido debajo de mí, con su mano apretando mi pelo, siento un
vertiginoso impulso de placer.
"¿Debo parar...?" empiezo a preguntar.
Su boca reclama la mía, y luego su lengua toca la mía, y entonces nos besamos, profundo
y duro y tan llenos de hambrienta necesidad que estoy gimiendo en su boca. Enrosco mis
dedos en la parte delantera de su camisa mientras me mete la lengua en la boca, la caricia
tan audazmente posesiva que me quita el aliento. He perdido el control del beso y ni siquiera
me molesta. Es demasiado bueno en esto, y mi cuerpo late con calor y necesidad mientras
nos besamos frenéticamente, las bocas juntas.
Me froto contra él mientras nos besamos, meciéndome contra el muslo sobre el que estoy a
horcajadas. Ni siquiera me doy cuenta de que lo hago hasta que él presiona con su muslo,
añadiendo presión contra mi coño y envía una espiral de calor a través de mí. Jadeo contra
su boca, y luego Liam está girando nuestros cuerpos retorcidos en la parte trasera de la
camioneta y de repente estoy debajo de él y sus caderas descansan entre mis muslos. Esa
gran y dura erección presiona contra la vagina de mi sexo y gimoteo en su boca mientras
me reclama con una nueva embestida de su lengua. Un momento después, cuando me
vuelve a dar la lengua, su polla me empuja contra el núcleo, como si intentara follarme a
través de mis vaqueros.
Es la cosa más sexy de la historia, y arrastro una pierna alrededor de su cadera,
animándolo. Mi boca devora la suya, nuestras lenguas bailando juntas, y estoy tan
increíblemente excitada que no puedo pensar con claridad. ¿Liam y yo no hemos estado
coqueteando de vez en cuando durante semanas? Él ha dejado claro que está interesado y
yo lo he alejado, pero estoy cansada de la distancia entre nosotros. Quiero esto. Lo quiero
a él. Le tiro de la cintura de su ropa, luego deslizo mi mano por debajo, apretando una de
sus tensas y redondeadas nalgas en mi mano y empujándolo contra mí.
Liam jadea, su boca se separa de la mía y se aleja. Se sienta, parpadea y se pasa la mano
por la cara.
Supongo que hemos terminado.
Confundida, me deslizo por debajo de él y me siento derecha, jadeando. "¿Qué pasa? ¿Qué
he hecho?"
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Sacude la cabeza como para despejarla, y luego se vuelve hacia la débil brisa que viene de
la ventana rota. "Huelo algo", murmura con fuerza.
Entusiasmada, me olvido de nuestra fiesta de besos y me deslizo hacia delante para salir
de la parte de atrás de la camioneta. "¿Es Benny? ¿Va a volver?"
Liam me toca el hombro y me detiene antes de que pueda seguir adelante. "Benny no", dice,
y todavía suena sin aliento, como si estuviera a punto de perder el control. "Depredador",
se las arregla a decir.
Oh. Me detengo, y luego vuelvo rápidamente al interior unos pocos centímetros.
"¿Dragones?"
"No", dice, sacudiendo la cabeza. "Algo más". Se frota una mano en su pelo puntiagudo.
"Animal". Huele a... sangre fresca. Es difícil de describir"
Me deslizo hacia delante, mirando por la ventana que está más cerca, y trato de averiguar
lo que está oliendo. No veo nada, sólo los pastos crecidos al lado de la autopista, altos y
amarillos con el calor del final del verano. Miro la línea de coches que se extiende a lo largo
del borde de la carretera, y mientras lo hago, veo a Liam mirándome, con mucha hambre
en sus ojos dorados. Él está mirando mi pecho, y yo miro hacia abajo.
Mi camiseta empapada de sudor se aferra a mis pechos, delineándolos como si estuviera
desnuda, y mis pezones sobresalen contra la tela. Mi delgado y viejo sujetador no hace nada
para ocultar los pechos, y mi cuerpo palpita al darse cuenta de que está fascinado por ellos.
Me dan ganas de acicalarme, de arquear mi espalda y tocarlos y ver si viene a por mí de
nuevo. Mis pezones están tan apretados que prácticamente palpitan y...
Por el rabillo del ojo veo algo que se mueve en el césped.
Me giro, distraído, y mis ojos se abren mucho cuando me doy cuenta de lo que es. Algo
enorme y leonado se mueve, deslizándose hacia adelante. Un gato gigante. Al principio creo
que es un león de montaña, pero detrás de él, otro gato corre y mordisquea el flanco del
otro, y esa melena grande y peluda del segundo es un claro indicio.
Estos no son pumas. Son leones reales.
Qué mierda.
Mi mandíbula cae y Liam toca mi muslo, indicando que debo estar callada y quieta. No
planeo moverme. Sólo me quedo mirando, fascinada, mientras pasan por los restos del
coche y luego saltan sobre el capó de otro coche al otro lado de la carretera y miran la tierra
que nos rodea. Están a menos de 30 metros, y siento que si respiro mal, vendrán aquí y
comprobarán las cosas.
"Estamos a favor del viento", dice Liam. "No saben que estamos aquí". Su voz es baja y
suave, su pulgar rozando la tela vaquera de mi muslo.
"Claro", digo, porque siento que debería decir algo. "No puedo creer que hayamos visto
leones".
"¿No son depredadores habituales?"
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"No por aquí, no. Debemos estar cerca de un zoológico. ¿Teníais de esos? ¿Lugares donde
se guardaban animales exóticos en jaulas para que la gente pudiera ir a verlos?"
Su expresión se enfría un poco. "Suena bárbaro".
Sí, supongo que sí en retrospectiva. "También es para proteger las especies que están en
peligro de extinción, pero sí, parece un poco raro ahora. Creo que cuando llegó el Después,
algunos de los cuidadores del zoológico soltaron a los animales para que no murieran de
hambre en sus jaulas, ¿sabes? Les dan la oportunidad de sobrevivir por su cuenta". Sigue
mirándome fijamente. "Sí, sí, lo sé. No crees que hayan olido a Benny, ¿verdad? ¿Que lo
están persiguiendo?"
Liam mira a los leones, que ahora se están asentando para tomar el sol en el coche. "No.
Creo que su olor es demasiado antiguo. Es más bien como si olieran nuestro olor y se
quedaran en la zona para ver si aparecemos"
Bueno, mierda. "¿Qué hacemos?"
Me sonríe, y por un momento parece tan peligroso como los leones. "Nos quedamos aquí y
esperarles pacientemente"
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 8
ANDI
Sorbo lo último de agua caliente de mi cantimplora, y la agito alrededor de mi boca para
que dure. Me siento como una patata asada después de estar sentada en la parte trasera
del todoterreno todo el día... no es que haya comido una patata asada desde el golpe de la
Grieta. Tío, echo de menos las patatas. Y la crema de yogurt. Realmente extraño la crema
de yogurt.
Se me hace agua la boca de pensarlo y me siento a mirar la autopista. El sol está bajo en el
cielo, listo para ponerse en una o dos horas. Todo está tranquilo. Los leones se fueron hace
poco, pero estamos esperando para asegurarnos de que no vuelvan y Liam dé el visto bueno
al olor. A mi lado en el coche, dormita. O al menos parece que está durmiendo. Tiene una
mano detrás de la cabeza, los ojos cerrados, y parece la imagen de la comodidad. Yo, no he
sido capaz de dormir. Miré a los leones un rato, y luego le miré a él.
Se me ocurrió después de estar aquí unas horas que podría haber disparado a los leones.
Tengo balas, y soy una buena tiradora. Si nada más, el ruido probablemente los asustaría.
Pero... parece equivocado tratar de matarlos sólo porque se acercaron a nosotros. Son tan
majestuosos, gordos y felices, que se tumban sobre el capó del coche al sol. Parece un
crimen destruirlos cuando están claramente prosperando en el Después.
Al menos algo lo está haciendo. Así que no me molesto en sacar mi arma. Sólo cierro las
piernas, abrazándolas en mi pecho, y les veo jugar hasta que se van, paseando por la hierba
otra vez. Estoy perdida en mis pensamientos, tratando de no mirar demasiado a Liam
porque si lo hago, pensaré en el beso caliente y sexy de esta mañana o en la forma en que
me deslizó debajo de él sin esfuerzo, rozando mi coño. Ha pasado mucho tiempo desde que
tuve sexo, y más tiempo aún desde que lo disfruté.
Creo que podría disfrutarlo con Liam.
Me pregunto si eso me convierte en una perseguidora de colas. ¿Es porque es un dragón?
¿O es porque es Liam y la forma en que me toca me hace sentir como la mujer más preciada
del mundo? ¿O es que estoy desesperada y cachonda? Ha pasado un tiempo desde que me
masturbé. Aprieto mis muslos, pensando en eso. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Más de una
semana, creo. ¿Tal vez dos? Han pasado tantas cosas últimamente que he caído en la cama
cada noche y me he dormido. No me extraña que esté encima de Liam. El tipo
probablemente piensa que estoy tan hambrienta de sexo que haré cualquier cosa...
"Parece que estás pensando mucho", murmura.
"¿Yo? Pff. Sólo estoy soñando despierta" Odio que mis mejillas se ruboricen. "Pensando en
Gwen y preguntándome si está bien". Mi 'hermana mayor' se fue hace un par de semanas
porque su dragón, Vaan, estaba siendo contactado por los Salorianos. Fueron al Fuerte
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Dallas... y decidieron quedarse para vigilar al Saloriano y ser sus intermediarios ya que está
interesado en hacer las paces. Me preocupo mucho por ella, así que es una respuesta
bastante fácil decir que estoy pensando en Gwen.
No quiero decirle a Liam que sigo pensando en ese beso, o en la forma hambrienta en que
me miró los pezones antes.
Se sienta lentamente, golpeando su cabeza contra el techo del coche mientras lo hace, y por
un momento veo sus cuernos asomar por su grueso pelo. "Vaan no dejará que le pase nada"
"Haces que suene como si fuera muy sencillo"
Se encoge de hombros. "Los machos Drakoni son muy posesivos con sus parejas. Derribaría
todo el Fuerte si alguien la mirara mal."
Vale, eso es bastante tranquilizador. Quiero preguntarle si alguna vez ha querido una
compañera, pero mi lengua se siente pegada al paladar. Esa pregunta no saldrá. Solo
asiento distraídamente.
Liam levanta la cabeza, con las fosas nasales abiertas, y luego se dirige a una de las
ventanas rotas y saca la cabeza. Sé que está probando los olores del aire, pero cuando se
asoma por la ventana, puedo ver sin impedimentos su fantástica burbuja de trasero y mi
boca se seca de nuevo. Pantalones de chándal como ese deberían ser ilegales. Sé que los
lleva puestos porque es más grande que la mayoría de los hombres y encontrar cualquier
ropa en el Después (mucho menos ropa que le quede) puede ser todo un desafío. Pero,
¿tenían que perfilar su trasero tan perfectamente? ¿No se supone que la gente tiene que
parecerse a los vagos llevando pantalones de chándal? Porque se ve delicioso.
"Creo que podemos irnos ahora. Ya no los huelo", dice Liam, apartándome de su trasero.
"Si nos quedamos contra el viento creo que estaremos bien".
"Suena bien. Estoy lista para irnos cuando tú lo estés". Pongo mi cantimplora de agua ahora
vacía en mi mochila, y luego pongo ésta sobre mi hombro. Mantengo mi arma fuera, por si
acaso, y cuando Liam agarra sus cosas y cae a mi lado, nos vamos de nuevo.
Y ninguno de los dos saca a relucir el beso de antes. No sé si estoy aliviada o molesta.
∗∗∗∗∗∗∗
CAMINAMOS durante las horas siguientes. Como sospechaba, pasamos por una señal de
la autopista que dice "Zoológico, próxima salida", y espero que Benny haya sido lo
suficientemente listo para evitarlo. Liam me asegura que su olor continúa por la autopista,
y por eso me siento aliviada. Llegamos a la intersección de la Interestatal 20, que se dirige
hacia el oeste a través de la frontera y justo hacia Fort Dallas, y su olor gira en esa dirección.
Ese pequeño hijo de puta. Va a otro maldito Fuerte. Mi preocupación disminuye por un
momento y quiero ahogar al pequeño bastardo. ¿No sabe que ese lugar es peligroso? Aprieto
los dientes mientras nos dirigimos al oeste por la autopista, y mi ira se siente tan caliente
y nueva como cuando descubrí que mis calcetines desaparecieron ayer por la mañana. Me
encantaría tenerle de vuelta, por supuesto, pero definitivamente le daría una reprimenda
de su hermana mayor por ser tan idiota.
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Las ruinas de la ciudad vieja son densas en este área, y también lo son los animales
callejeros. Mientras caminamos, veo perros sarnosos trotando por calles distantes, y
ocasionalmente gatos que se lanzan entre los edificios. También veo ratas. Montones y
montones de ratas. Los excrementos están por todos los escombros, y ocasionalmente se
escabullen debajo de los coches cuando pasamos por delante. Ugh. Me froto los brazos, me
alegro de que no tengamos el problema de las ratas en Fort Shreveport. Las recuerdo de
Fort Tulsa, sin embargo, y cómo algunas de las más agresivas, atraídas por el hedor y la
suciedad de la gente, se subían a tu cama y te mordían mientras dormías. Horrible. Pero el
Fuerte Tulsa era desagradable, con basura apilada en lo alto de las casas y latas vacías y
cadáveres de animales muertos en las carreteras. Me alegro de que Shreveport esté mucho
más limpio.
"Hay muchos animales pequeños aquí", comenta Liam mientras caminamos.
"Probablemente queda mucha más basura por aquí". Y mucha más gente muerta con el
paso del tiempo, pero no lo menciono. "Hay muchos rincones y grietas para esconderse de
los dragones con todos los edificios amontonados en lugar de áreas más abiertas" Me puse
la mano en los ojos, escaneando las ruinas a nuestro alrededor. Edificio tras edificio, la
mayoría de ellos se han derrumbado. Algunos son centros comerciales, algunos lotes de
coches viejos, y algunos edificios imposibles de distinguir, sus anuncios se decoloraron y
fueron destruidos por innumerables ataques de fuego.
"El sol se está poniendo", dice Liam, mirándome. "Sé que no querrás oír esto, pero creo que
deberíamos encontrar un refugio para la noche"
"¿Refugio? Pero si acabamos de empezar a caminar". Le miro con sorpresa. "¡Puedo seguir
adelante!" Mis pies me están matando, y tengo hambre y sed, pero puedo seguir adelante.
Liam sonríe en mi dirección. "No dije que fueras débil. Sé que eres fuerte, Andrea. Pero mi
preocupación son los animales. Si hay más como esos gatos grandes..."
“Leones”
“Leones”, continúa, “entonces estaremos en peligro. Tú no puedes ver bien entre las
sombras, y aunque puedo oler cosas, el hedor en las zonas habitadas por humanos puede
ser abrumador. No quiero que estés en peligro".
Le miro y tiene esa mirada nerviosa, como si estuviera listo para saltar de su piel. Sus fosas
nasales se inflaman cuando miro, y tiene razón, los olores le están afectando. Detenerse
por la noche es probablemente sabio, incluso si me hace sentir como una idiota por lo
mucho que me gusta esa idea. Quiero sentarme, beber una tonelada de agua y levantar mis
doloridos pies.
"Pero Benny..."
"No lo hemos perdido todavía", me promete Liam. Él extiende una mano. "Ven, Andrea.
Vamos a dormir en un lugar seguro y a descansar, y mañana iremos rápido"
Me parece justo. "Buscaré un buen lugar para parar, entonces"
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Me brinda una sonrisa complacida, y cuando pongo mi mano en la suya, mi piel se

estremece. Oh, tío, estoy muy enamorada. Sé que esto va a ser un gran problema, pero no
puedo evitarlo. Le devuelvo la sonrisa.
Y seguimos caminando. Nuestras manos permanecen unidas por un tiempo, y luego
finalmente nos separamos, pero sigo pensando en ello durante mucho tiempo después.
Encontrar un lugar para detenerse no es tan fácil como suena originalmente. Mientras
caminamos, los edificios parecen estar todos juntos y peor que el último. Sé por experiencia
que es mejor evitar los hoteles, moteles y tiendas de comida. Cualquier cosa en esta ciudad
habría sido recogida hace mucho tiempo, y esos tienden a tener los peores olores asociados
con ellos, desde comida podrida hasta cadáveres en descomposición. Además, los
carroñeros y los nómadas a veces ponen trampas en los lugares más obvios para atrapar a
otros viajeros. El truco es encontrar un edificio decente que no parezca demasiado decente
o cómodo.
Después de pasar por unos cuantos lugares más, encontramos un centro comercial que
parece casi intacto. El techo es rojo y el letrero rojo descolorido es completamente ilegible,
pero las pocas ventanas del lugar parecen estar enteras. Están cubiertas de carteles
descoloridos, lo que es un bonus porque significa que nadie podrá vernos cuando estemos
dentro. "Esto parece prometedor. ¿Deberíamos comprobarlo?"
"Tú eres la experta", dice él tranquilamente.
No sé si ese es el caso. Liam ha demostrado que puede sobrevivir con las probabilidades
completamente en su contra, en un mundo desconocido. No sé si yo sería capaz de hacer
lo mismo. Y ha estado en muchos Fuertes antes que el nuestro, así que apuesto a que sabe
tanto de viajes como yo, tal vez más.
Pero me gusta que me deje guiar.
Así que desenfundo mi escopeta, compruebo el seguro y la meto bajo el brazo mientras me
dirijo hacia el edificio a través del pequeño aparcamiento.
Parece completamente desierto por fuera. Es una buena señal. Eso significa que lo que sea
que estén vendiendo aquí, no era un producto de moda en el Después. Supongo que algo
con coches, o artículos deportivos. A nadie le importó una mierda el béisbol cuando llegaron
los dragones. La puerta en sí es de vidrio pesado, y aunque parece fracturada, también
parece entera. Le doy un tirón, y no responde.
Cerrado.
"Dame un segundo", le digo a Liam, mirando a la acera en la que estoy situada. Está
cubierta de más excrementos de ratas, así que los echo a un lado para despejar un lugar y
luego me pongo de rodillas. Saco mis ganzúas y me pongo a trabajar en la puerta misma.
"Por suerte para nosotros, cualquier sistema de seguridad que hubieran tenido está muerto
hace tiempo. Si esto no funciona, podemos intentar derribar la puerta, pero prefiero dejarla
entera en caso de que necesitemos la protección"
"Muy sabio. ¿Y al meter esas pequeñas cosas de metal en el mango se desbloquea?"
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"Si tenemos suerte". Sonrío y sacudo uno de los picos metálicos doblados, luego pongo mi
llave falsa y giro la cerradura. Está oxidada y responde lentamente, pero funciona. "Éxito",
anuncio y la puerta se abre en una nube de polvo.
Ambos tosemos, agitando una mano frente a nuestras caras antes de entrar.
"¿Hola?" Llamo a la oscuridad. "¿Hay alguien aquí?"
"No huelo a nadie", dice Liam detrás de mí, pero hay una nota extraña en su voz. "No es
nadie... reciente".
"¿Cadáveres?" Pregunto, volviéndome para mirar su silueta, perfilada en la luz que se
desvanece mientras está de pie en la puerta.
"No".
"¿Qué, entonces?"
"Nada". Tose de nuevo y se frota la nariz. "No es nada".
"Liam", le digo de forma cautelosa, con mis manos listas en mi escopeta. "Si hay algo
peligroso..."
"Semilla", admite después de un momento. "Huelo un montón de viejas... semillas". Y se
golpea la nariz de nuevo, haciendo un ruido desagradable en la garganta.
¿Semilla? ¿Esto es una tienda de piensos? ¿Jardinería? Miro a mi alrededor, pero no se
parece a ninguna tienda de piensos que recuerde. Hay una fila de puertas en la parte de
atrás del edificio, y una pared cubierta completamente con cajas que son demasiado
polvorientas para distinguirlas. Hay unas pocas filas de estanterías, pero no puedo ver lo
que hay en ellas desde donde estoy. A un lado hay una caja de cristal y la caja registradora,
ambas cubiertas por otra capa de polvo.
Con todo este polvo, está claro para mí que no hay nadie alrededor. Frunciendo el ceño ante
las reacciones de Liam, me acerco a la caja y paso la mano por el cristal, mirando los objetos
que hay dentro. Al principio creo que son joyas, como lo demuestran las grandes cadenas
de cuentas. Luego veo un objeto de vidrio de forma extraña a su lado, con pequeños
abultamientos, y a un lado de eso... un consolador gigante.
Me deslizo hacia atrás, sorprendida.
"¿Qué?" Liam está inmediatamente a mi lado, su brazo a mi cintura. "¿Qué pasa, Andrea?"
Por alguna razón, huelo humo. Me aparto de él, e incluso en las sombras, puedo ver un rizo
de humo escapando de una de sus fosas nasales. "¿Estás bien?"
"¿Qué pasa? ¿Qué está mal? ¿De qué tienes miedo?" Él se acerca a mí de nuevo, y sus ojos
están oscuros como el alquitrán. "¿Liam?"
"Andrea", advierte, y su voz está llena de frustración. "Dime lo que te asusta para que pueda
arreglarlo"
Me quedo totalmente sorprendida por su apariencia. ¿Alguna vez pensé que Liam era
inofensivo? ¿Invisible? ¿Bueno para esconderse? Porque claramente me he equivocado todo
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este tiempo. El hombre que está a mi lado es una amenaza, el humo sale de sus fosas
nasales. Sus ojos son negros, sus grandes manos curvadas en sus costados en puños. Sus
hombros están encorvados hacia adelante, como si le tomara toda su energía para no perder
su mierda.
Se ve... aterrador. Se ha ido Liam, el de la baja energía y fácil de llevar. En su lugar hay un
guerrero Drakoni.
Y por primera vez, me doy cuenta de lo alienígena que es.
"Liam", digo, manteniendo mi voz suave mientras levanto una mano. "Todo está bien. Sólo
estaba asustada"
"Por. Qué." Las palabras salen de entre sus afilados dientes.
Hago una mueca, porque voy a tener que explicarlo y luego sentirme avergonzada, pero es
mejor que verle convertirse en Hulk. "Con un consolador. Creo que esto es un sex shop".
Parte de la furia que le atraviesa se diluye, y el humo deja de salir por su nariz. Sus fosas
nasales se mueven. "¿Un qué?"
"Es, ah, una gran polla falsa que puedes follar, si estás muy inclinada a ello" Le hago un
gesto para que se acerque y luego le señalo a través del vidrio. "Y llámame loca, pero creo
que esa otra basura es algo que te metes en el trasero".
Mi cara se siente como si nunca fuera a dejar de arder por la incomodidad de esta
conversación.
Liam mira los objetos a través del cristal, y luego baja las manos, con las palmas estiradas.
Me alivia ver eso, así como la disminución de la tensión en sus hombros. "Eso explicaría los
olores", dice, con una voz extrañamente tranquila.
¿Olores? Oh, claro, mencionó la semilla. Estúpida de mí, pensé que se refería a los cultivos.
Se refería a semen. Ugh. Me limpio la mano en mis vaqueros, un poco horrorizada al
pensarlo. "¿Hueles a semillas?"
"Mucho. De muchos machos diferentes".
"Oh, eso es muy asqueroso. ¿Aquí?" Retiro mis manos del mostrador y las vuelvo a limpiar
en mi ropa.
Levanta la cabeza, y sus ojos vuelven a dorarse, lentamente. Liam agita una mano hacia la
parte de atrás de la tienda. "Más en esa dirección. Tú... me has asustado, Andrea" Se pasa
una mano por la cara. "Pensé... no importa. No es importante"
"Lo siento", le digo. "Me sorprendió ver esa gran cosa en el vaso. No me di cuenta de cómo
reaccionarías. Trataré de no asustarme la próxima vez".
"¿La próxima vez?" pregunta, y su voz está llena de diversión.
"Bueno, espero que no nos encontremos con muchos consoladores en el futuro, pero ya
sabes lo que quiero decir" Me acerco a la parte de atrás de la tienda y uso el dobladillo de
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mi camisa para girar uno de los pomos de la puerta. Miro dentro, y hay un viejo sofá frente
a una pantalla de proyector, y un lavabo contra la pared trasera.
Qué asco. Cierro la puerta de nuevo. No me importa lo malo que sea el Apocalipsis, no voy
a tocar ese sofá.
Liam sigue de pie junto al mostrador, con una expresión de curiosidad en su cara mientras
reviso cada una de las otras puertas y sí, cada una es otra sala de cine privada y no me voy
a acercar a ellas. Liam olía a semillas, después de todo, así que supongo que la limpieza no
estaba en la lista de tareas de este lugar. Asqueroso, asqueroso, asqueroso. Reviso el resto
del lugar y todavía tiene agua corriente (lo cual es bueno), pero el baño es un pozo. Por
suerte hay un pequeño cuarto de descanso para empleados que parece más limpio que el
resto del lugar, y cuando hurgo debajo del mostrador, encuentro unas cuantas botellas de
agua viejas. Se supone que no debes beberlas después de la fecha de caducidad, pero a la
mierda. Rompo el precinto de una y me la trago. Si sobreviví a un Apocalipsis y el agua
embotellada me mata, me imagino que estoy acabada de todos modos.
La sala de descanso parece la opción más limpia, así que tomo una escoba del armario y
barro. Hay dos sillas de plástico endebles que se tambalean cuando trato de sentarme en
ellas, pero necesitaremos un lugar para dormir. Miro el suelo, y luego voy a buscar de nuevo.
Encuentro un rollo de bolsas de basura negras y cinta adhesiva en un armario de
suministros. Buen trabajo. Abro las bolsas y hago una especie de lona apresurada, y luego
la pongo en el suelo. Cuando termino, tengo toda una esquina cubierta y se ve bastante
limpia. Con gusto, me siento en el suelo y cruzo las piernas, llevando la bolsa a mi regazo.
Liam entra, se apoya en el marco de la puerta y me pone una mirada extraña. "¿Quieres
salir de este lugar, Andrea?"
"¿Salir? ¿Por qué?" Me encogí de hombros. "Es asqueroso, pero es un techo y tenemos agua
corriente. Como dijiste, podemos quedarnos aquí y luego seguir nuestro camino por la
mañana"
"Parecías... incómoda, eso es todo" Entra en la habitación y se dirige hacia mí, sentándose
a mi lado y apoyándose en la pared. "¿Eres nueva en las formas de apareamiento? ¿Por eso
te has vuelto tímida?"
Le parpadeo y el tono curiosamente suave de su voz. ¿Piensa que soy una flor frágil porque
un tapón de cristal y un gran consolador púrpura me han asustado? "Me volví tímida porque
era inesperado y raro, no porque sea nueva en este tipo de cosas. No soy virgen, si es lo que
preguntas"
"¿No?"
Hay algo extraño en la forma en que dice esa única palabra. Le miro mientras saco de mi
bolsa un pastel de maíz envuelto en papel de sarán y empiezo a desenvolverlo. "Sí, no. Ese
barco zarpó hace mucho tiempo".
Se queda callado durante un largo momento, incluso después de que parta el pastel por la
mitad y le ofrezca una parte. Pero no se lo come. Yo mordisqueo el mío, esperando su
eventual respuesta, y él finalmente dice, "¿Hay otro hombre compitiendo por tus afectos,
entonces?"
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"¿Otro?" Me ahogo con el pastel seco.

Los ojos de Liam se entrecierran. "Eso no es lo que quería decir".
"¿Qué quisiste decir, entonces?"
"Nada". Su boca se estrecha y sus ojos parecen más oscuros que antes. "Sólo responde a la
pregunta. ¿Hay otro hombre?"
Hago un sonido ligeramente burlón. "No. ¿Con quién me acostaría? No hay hombres en Fort
Shreveport aparte de ti y algunos niños. Y el abuelo Steve, pero definitivamente no es mi
tipo, ese viejo pervertido" Niego con la cabeza. "No seas raro".
"No estoy siendo raro. Hay muchas mujeres con jóvenes en vuestro Fuerte. Es lógico que
incluso si no hay machos allí ahora, hubo algunos anteriormente."
Oh. Vale, así que esa lógica no suena totalmente loca. Pero sé que algunos de esos son
bebés de violaciones, y otros son huérfanos, y otros son sólo productos de la venta de tu
cuerpo en un Apocalipsis donde todos los condones expiraron hace años y años. La mierda
pasa. "Nadie dejó atrás a un marido cuando llegaron al Fuerte o nunca se hubieran unido
a nosotros. Somos más bien un refugio para gente que está harta de la mierda del Fuerte.
Y los Fuertes tienen un montón de mierda" Hago un gesto con la comida que no está
comiendo. "Come tu pastel. No tengo muchas ganas".
Me lo devuelve. "Cómetelo tú, entonces"
"¿Qué vas a comer?"
Liam se encoge de hombros. "Puedo cazar. Lo hice antes de llegar a tu Fuerte"
Pienso en Rast y su gran cuerpo dorado navegando por los cielos mientras cazaba. "Umm,
¿pensé que dijiste que no podías cambiar de forma?"
"Eso no significa que no haya cosas para comer. Un macho puede cazar incluso con dos
piernas" La sonrisa que me manda es un poco torcida, como si supiera un secreto que yo
no sé.
Nunca he visto a Liam utilizar un arma, aunque sé que las lleva. Algo me dice que es otra
cosa de "mezcla" que hace para encajar. Trato de imaginar a Liam cazando, agachándose y
saltando en su forma de 'dos piernas' como él lo llama. Y por alguna razón, pienso en las
enormes alimañas que se arrastran por toda la ciudad. Le miro con horror. "Por favor, dime
que no comiste ratas".
Resopla con diversión.
"Ya no podemos ser amigos si eres un comedor de ratas".
"No comí ratas". Su boca se curva en la más mínima sonrisa y se inclina hacia mí. "¿Es eso
lo que somos, entonces? ¿Amigos?"
La tensión prácticamente flota en el aire a nuestro alrededor. Me siento extraña, como si
estuviera en el precipicio de un peligroso acantilado y debiera dar un paso atrás, cuando lo
único que realmente quiero hacer es lanzarme. "Pensé que éramos amigos", susurro.
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"¿Besas a todos tus amigos?" Sus ojos siguen girando muy oscuros.
"No he besado a nadie más que a ti", le admito en voz baja. "No en años y años"
La oscuridad se desvanece de sus ojos casi instantáneamente y una pizca de sonrisa toca
su cara, una verdadera sonrisa. "Come tu comida", dice. "No tengo hambre. Un Drakoni
puede pasar días sin comer y nosotros preferimos la carne" Se inclina de cerca, y la mirada
juguetona vuelve a su cara. "Si nunca tengo que comer otro tazón de esa avena que sirven
en el Fuerte, seré un hombre feliz"
Me río, haciendo una pequeña negación con la cabeza con diversión. La avena tampoco es
mi favorita, pero mientras la tenemos, alimenta a la gente. Desafortunadamente, se nos
acabó la semana pasada y nos vemos obligados a untar los pocos huevos que tenemos... y
los pasteles de maíz, por supuesto. Hay toneladas de maíz. Doy otro mordisco y suspiro
cuando se levanta y se va.
Estar aquí solo con Liam es... confuso. Parece que hemos estado haciendo este baile de tira
y afloja durante meses. Llegó al Fuerte y pasó desapercibido durante mucho tiempo. Luego,
nos acercamos cuando Gwen se fue... y luego fui yo quien hizo el tira y afloja. Ahora estamos
juntos a solas y justo cuando creo que me va a besar, se levanta y se aleja. Sus ojos eran
oscuros, lo que me han dicho significa que está sintiendo una emoción intensa (y no una
buena emoción) y por eso no sé qué pensar.
¿Está celoso? ¿Cree que por eso lo alejé del Fuerte? ¿Porque había alguien más?
No he querido que nadie me toque en años. Pero con Liam... me como la torta de maíz
lentamente, aunque no hace mucho por mi hambre, y luego me paso los dedos por los
labios, recordando cómo se sentía su boca. Quiero que me bese de nuevo, pero tal vez no
debería.
Tal vez un Drakoni es demasiado diferente de un humano. Irónico, porque Amy y Gwen
están emparejadas con machos Drakoni, pero Liam no es como sus hombres. Él es
diferente. A veces parece como cualquier otro hombre del Después, y a veces parece que
está a punto de perder el control y enloquecer.
Es un misterio... y uno que odio que me atrae totalmente. Me gustan las cosas simples y
fáciles. Me gustaba estar sola y soltera después del infierno de Fort Tulsa, pero... me gusta
estar con Liam. Me gusta mucho estar con él. Me hace desear más.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 9
ANDI
Mientras termino de comer, oigo a Liam moviéndose por la tienda. No me levanto, porque
sólo puedo imaginar lo que está pensando mientras deambula por los estantes de viejos
videos pornográficos, consoladores y Dios sabe qué más. ¿Ropa interior comestible? Me
pregunto si esa sigue siendo buena. Si es así, puede que tenga que enganchar algo para
masticar. En teoría, es sólo... caramelo, ¿verdad?
Benny se reiría mucho si supiera que su hermana está comiendo ropa interior comestible.
Una oleada de soledad se mueve sobre mí y de repente extraño tanto a mi hermano pequeño
que me duele. Benny es todo lo que tengo. Pienso en su rostro agudo, tan recientemente
alejado de la gordura de la infancia. Su risa astuta y la forma en que sonríe y muestra ese
diente roto cuando se divierte de verdad. Es un buen chico. Sólo está... aburrido y es
desdichado. Por eso se comporta así. Tal vez me equivoque al perseguirle y traerle de vuelta.
Tal vez debería escoltarlo a un lugar que le haga feliz, un lugar donde pueda estar con otros
hombres y niños de su edad y no sentirse como un extraño en un Fuerte lleno de mujeres.
Pero... Fort Dallas no es ese lugar. En todo caso, todavía necesito encontrarle y asegurarme
de que llegue a un lugar seguro.
"¿Andrea?"
Levanto la vista cuando Liam vuelve a la sala de descanso y se deja caer a mi lado. Tiene
algunos tubos en sus manos y me muestra uno. "¿Esto es comida?" Se quita la tapa y
aprieta el tubo, y el gel rosa rezuma por el costado y en sus manos.
Leí la escritura de uno de los tubos en su regazo. Lubricante. Oh Jesús. "Um, no, no
realmente"
"¿No? Huele a fruta" Olfatea el gel que se desliza por el dorso de su mano y arruga su nariz.
"Fruta podrida, quizás, pero huele a comida. ¿Este cebo es de algún tipo, entonces? ¿Para
atrapar animales?"
¡Qué incómodo! "Bueno, eso es, uh, para el sexo, en realidad"
Me mira sorprendido. "¿Sexo?"
"Sí, es para hacer que una mujer se moje lo suficiente como para acoger una polla sin dolor"
Las palabras salen un poco estranguladas de mi garganta. "Se supone que es para mejorar
las cosas para ella".
Los labios de Liam se curvan y mira el gel y luego a mí. "¿Tus machos tomarían una hembra
sin que estuviera mojada y lista?"
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Me humedezco los labios, tratando de averiguar la mejor manera de responder. "Los

dragones ¿no, ah, se aparean aun si la hembra no está muy interesada?". Su mirada
asqueada me lo dice todo. "Muy bien, así que sí, los hombres humanos son un poco
diferentes, supongo. Los buenos se aseguran de que a la chica le guste, pero no todos lo
hacen. Y a veces algunas mujeres no pueden humedecerse lo suficiente, supongo, o tal vez
su polla es demasiado grande y ella demasiado pequeña..." Y querido señor, mi cara se
siente como un infierno ahora mismo porque me estoy imaginando su polla y lo bien hecha
que está. Definitivamente necesitaría lubricar a una hembra a menos que estuviera
empapada de excitación.
Pero también me está mirando fijamente, y sus ojos están creciendo cada vez más dorados
por el momento, hasta que ponen prácticamente de un profundo y rico ámbar que me hace
ponerme nerviosa al verlos. "Ningún macho", dice lentamente, con la mirada fija en mí,
"debería tocar a una hembra si no puede oler su coño empapado de calor".
Sus palabras me dejan sin aliento. ¿Oler su coño empapado de calor? Oh, Dios mío. "¿Tú...
tú puedes oler eso?"
"Sí, puedo".
Aprieto mis muslos más fuerte, como si eso fuera a arreglar el dolor que hay entre ellos.
Quiero preguntarle si puede oler algo ahora mismo, pero no me atrevo. Sé que estoy
excitada. Sé que si me meto la mano en las bragas, mi coño estaría resbaladizo y dolorido,
mis pliegues calientes e hinchados de necesidad.
Me pregunto si puede olerme ahora mismo.
Antes de que pueda preguntarle, su boca se riza en una sonrisa que le paralizará el corazón.
"Oh sí, puedo".
Oh, Dios mío. Hago un sonido estrangulado en mi garganta mientras su mirada se enfoca
en mi boca. Mis labios se separan y jadeo, sólo un poco, con la ardiente necesidad
atravesándome.
"Quiero besarte de nuevo", murmura Liam. Arroja su gorra de béisbol a un lado.
"Vale", exhalo, porque aunque esto sea un problema, yo también lo deseo.
Él se inclina acercándose, y yo inclino mi cara hacia arriba. En lugar de poner su boca en
mis labios, sin embargo, roza su nariz contra la mía y murmura, "Si fueras mi compañera,
tu coño sería un río antes de que hundiera mi polla en ti. Me aseguraría de ello".
Gimo.
"Presionaría mis labios contra tu piel y te saborearía en todas partes" Su aliento se calienta
sobre mi cara mientras gimoteo, pero continúa. "Exploraría esos bonitos pechos tuyos hasta
que te duelan los pezones. Tampoco utilizaría mis manos. Son demasiado grandes y ásperas
para hacer otra cosa que no sea sujetarte... a menos que te guste eso". Su mirada caliente
se encuentra con la mía. "Si lo quisieras, te pondría las manos sobre la cabeza para que no
pudieras alejarte, y luego te lamería por todas partes. Mi lengua se deslizaría por todo ese
bonito coño tuyo hasta que me rogaras que te conquistara, Andrea. Te saborearía y si no
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estuvieras lo suficientemente mojada, te lamería una y otra vez, hasta que me empaparas
la boca y la cara con tu placer. Sólo entonces te brindaría mi polla, Andrea. Sólo entonces"
Oh, Dios. Mis pezones están tan duros que me duelen. La piel de gallina me cubre, y no
puedo moverme. Estoy hipnotizada por la imagen erótica que está pintando.
Sus ojos brillan en los míos y luego inhala... y gime. "Tu olor", murmura, deslizando una
mano detrás de mi cuello. "Me ha estado volviendo loco durante semanas"
¿Se refiere a mi olor normal? No he sido un charco andante de excitación durante semanas.
"¿Mi olor?"
"Todo él", murmura, y luego su boca está en mi piel, mordisqueando suavemente mi
mandíbula y deslizándose hacia mi oreja. Deliciosas ondas de choque se agitan a través de
mi cuerpo y reprimo otro gemido. "Cuando te despiertas y te tocas. Cuando sudas. Cuando
pasas junto a mí... Me encanta todo eso, Andrea. Y me hace tener hambre de más".
¿Incluso le gusta que sude? Abro la boca para protestar, porque eso no es algo humano,
pero luego su boca está sobre la mía y me da un beso hambriento lleno de necesidad y estoy
completamente perdida. Nuestras lenguas se enredan y me pierdo en su contacto. No hay
nada fuera de su boca, sus labios, su lengua, su calor. Nos besamos durante tanto tiempo
que pierdo la noción del mundo que me rodea. Sólo sé que mi mano se agarra a la parte
delantera de su camisa, la suya en la parte baja de mi espalda, y nuestras bocas se bloquean
en un interminable y delicioso beso, y aún así, de alguna manera no es suficiente. Necesito
más de él. Quiero sus manos en todas partes, y quiero poner mis manos sobre él. Quiero
arañar con mis uñas a través de su piel y sentirlo temblar. Quiero morderle. Quiero que me
tire al suelo y que me folle a la luz del día.
Quiero todo tipo de locuras, y todas ellas giran en torno a él.
Liam rompe el beso, jadeando, y sus manos están en mi pelo, liberándolo de mi trenza.
"Hueles increíble, Andrea. Quiero más"
"Yo también quiero más", le digo, jadeando.
"Déjame probarte". Sus ojos están llenos de necesidad. "Déjame poner mi boca en tu coño
y probar esa dulzura"
Me aferro a él, sus palabras me marean. Mi mente se llena de imágenes de Liam y su boca
en mi coño, de Liam con su lengua hurgando entre mis pliegues, de Liam con sus manos
en mis muslos desnudos mientras entierra su cara... y entonces recuerdo el suelo sucio,
asqueroso y donde estamos. Me estremezco. "Por mucho que quiera eso, no me voy a acostar
en este lugar, Liam"
Su lengua golpea mi labio, y siento su textura áspera contra mi piel. Es extraño que no me
dé cuenta de eso cuando nos besamos. Me hace temblar al sentirlo, como si se burlara de
mí por cómo se va a sentir en otras partes de mi cuerpo. "Si no te acuestas en el suelo,
entonces levántate"
Aspiro. ¿Debería? ¿Es una mala idea? Está claro que Liam me desea... me ha deseado
durante semanas. Yo también le deseo, y ahora que estamos a salvo lejos del Fuerte,
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¿importa si nos damos el gusto? No hay nadie cerca para ver, y no soy virgen. "¿Ponerme...
de pie?"
Asiente con la cabeza, con los ojos totalmente hambrientos.
Nadie me ha mirado nunca así, como si se fuera a morir si no llega a tocarme. No puedo
resistirme. Me desenredo de su agarre y me pongo de pie, mis piernas tiemblan con la
anticipación de su toque.
Las grandes manos de Liam se dirigen inmediatamente a mi cintura, y desabrocha el botón
y la cremallera de mis vaqueros. Le agradezco que tenga cuidado con ellos, son viejos y
gastados, pero no tengo muchos pares. Cuando están sueltos alrededor de mi cintura, me
los baja por las caderas y me retuerzo un poco, porque las bragas que llevo puestas no son
bonitas ni coquetas. Son de algodón descolorido, blanco blanqueado por un millón de
lavados, como mi sujetador. Pero él gime al verlo y sacude ligeramente la cabeza. " Vosotros
los humanos y vuestras capas de ropa".
"Es por higiene", le digo a la defensiva, sintiéndome incómoda, especialmente cuando tengo
que poner una mano en su hombro para estabilizarme mientras él me baja los vaqueros
por las piernas y yo levanto cada pie para poder quitármelos.
"Es porque tu gente está obsesionada con lo descontentos que están con sus cuerpos",
murmura, lanzando mis vaqueros a una esquina de la bolsa negra de basura que he hecho.
"No apreciáis cómo oléis, cómo lucís... o cómo sabéis" Hace un gesto hacia los contenedores
de lubricante desechados cercanos, con su mano haciendo un gesto despectivo. "¿Sabes lo
que veo cuando te miro?"
"No, pero estoy segura de que me lo dirás", digo nerviosamente.
"Veo a Andrea", murmura, mirando fijamente mis bragas. Una gran mano acaricia mi
cadera, y me mira con una mirada ferviente. "Veo una mujer fuerte que es leal a los que
ama y quiere hacer lo mejor por su gente. Veo a alguien que es valiente pero que aún así se
las arregla para ser juguetona. Y veo belleza. Está en tus largas piernas y tus bonitos pechos
y tu magnífico, magnífico aroma. Está en tu sonrisa cuando me miras". Se inclina hacia
adelante y entierra su cara contra mi ombligo, gimiendo. "Y tú me haces desear cosas".
Me estremezco, bajando la mano para tocar ligeramente su pelo. Es la primera vez que lo
he tocado, y la sensación es... diferente. No es tan suave como lo imaginaba. Es liso, pero
los cabellos son gruesos y casi enredados, como si estuvieran hechos de hilos de cobre que
han sido moldeados a martillo. Se elevan por toda la cabeza, y paso mis dedos por su pelo
y luego acaricio ligeramente uno de sus cuernos. "¿Qué tipo de cosas?" Pregunto, mi voz es
un mero susurro.
Pero él niega con la cabeza y no responde. Presiona su boca contra el material de mi
camiseta y luego se mete debajo de ella, cogiendo la cinturilla de mis bragas y tirando de
ellas hacia abajo. Oh... Me sorprende ese movimiento repentino, y mis manos vuelven a sus
hombros mientras me estabilizo.
Él gime de nuevo, el sonido lleno de necesidad ávida, y luego me da un beso en la parte
baja de mi vientre, justo encima de los rizos de mi montículo púbico. "No me extraña que
huelas tan bien", murmura. "Mira toda esta belleza"
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Aguanto la respiración, esperando ver lo que va a hacer. Hace mucho tiempo que no tengo
sexo divertido y juguetón, y me siento completamente fuera de mi liga en este momento.
Diablos, casi me siento como una virgen.
"Tu olor". Gime de nuevo, su mano se eleva para doblar mi camisa y levantarla, revelando
mi cintura y todo lo que hay debajo de ella a su mirada. "No sé qué es mejor, si verte así o
tu olor." Antes de que pueda hacer un comentario nervioso, me mira, sus ojos se licúan con
el calor. "Apuesto a que es el sabor"
Con eso, se inclina y presiona su boca contra mi coño.
Me estremezco de sorpresa, aferrándome a él mientras arrastra su lengua sobre mi ranura.
Su lengua tiene una ligera textura, como la de un gato, y es la cosa más sorprendente que
he sentido nunca. Un grito muere en mi garganta, pero él únicamente murmura algo bajo
un jadeo y luego suavemente separa mis muslos con un empujón de sus manos. Lo hago,
me abro sin pensar. Me rodea con un brazo en la parte superior de mi muslo, anclándose,
y luego me acaricia más profundamente, enterrando su boca en los pliegues de mi coño.
Es absolutamente obsceno... y condenadamente bueno. Grito, con las manos apretadas,
mientras me da una agresiva y profunda lamida que roza mi clítoris.
"Oh no", gimo, incluso mientras le acerco más.
"Entonces dime que me detenga", murmura, frotando su boca de un lado a otro antes de
volver a arrastrar su lengua sobre mí. "Dime que no te gusta que pruebe tu coño. Dime que
no te gusta que tenga hambre de ti y me detendré".
"No te atrevas a parar, joder" Pongo una mano sobre su cabeza, en ese pelo salvaje, y cojo
un puñado cuando se ríe.
"Me encanta el sabor de este coño", murmura, y una mano se desliza hacia arriba para
arrastrar un dedo romo a través de mis pliegues. "Mira lo jodidamente mojada que estás,
Andrea. Es como si supieras que esto es mío. Eres mía". Me mira, y sus ojos se arremolinan
tanto en la negrura como en el dorado. "Mía".
Lo dice con tanta fuerza que me hace humedecer toda de nuevo. Una nueva capa de barniz
cubre mis pliegues y me estremezco contra él. "¿Es eso lo que soy? ¿Tuya?"
"No deberías serlo." La voz de Liam es un gruñido bajo y enojado. "Pero no puedo evitarlo.
Este sabor... voy a necesitarlo todos los días. ¿Ahora que sé lo dulce que eres? ¿Lo mojada
que estás? Todos los días, Andrea. En mi cama, tus muslos sobre mis hombros, yo lamiendo
cada gota de dulzura de tu coño hasta que grites para mí"
Oh, Dios. Va a conseguir que me corra sólo de las cosas sucias que está diciendo. Estoy
jadeando, aferrándome a su pelo y a los cuernos que están en el lugar justo para agarrarme
a ellos. Él empuja hacia atrás, y entonces mi espalda superior está contra la pared. Él tira
de mis caderas hacia delante sólo ligeramente, y es como si yo estuviera prácticamente
empujando contra su boca mientras él habla sobre mis pliegues. Liam que hablaba sucio
ha desaparecido, y ahora está completamente hambrienta, su boca se mueve sobre mí con
tanta intensidad hambrienta que no importa que no esté golpeando mi clítoris. Me devora
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con cada hambriento estoque de su lengua, buscando cualquier indicio de humedad y

reclamándolo para sí mismo.
Y Dios, es sexy.
Su furiosa lengua golpea mi clítoris, y todo mi cuerpo se estremece en respuesta. "¡Oh!"
Liam se detiene, mirándome. Me roba el aliento, mirando su boca sonrojada y dorada
mientras su lengua pasa por sus labios, probándome. "¿Demasiado sensible?"
"No", jadeo, presionando una mano en mi frente porque siento que estoy a punto de
desmoronarme. "Bien. Demasiado bien".
"No existe tal cosa", murmura, y vuelve a pasar su lengua por mi clítoris.
Grito, arqueándome contra esa maldita lengua texturizada, y cuando lo hace de nuevo, le
sigo. Él lame y succiona mi clítoris, y yo descaradamente palmeo su rostro, mientras jadeo
su nombre. Él trabaja su lengua sobre mí, y cuando pienso que no puedo aguantar más,
introduce en mí un dedo y luego yo me corro, una liberación explosiva a través de mí. Otro
chorro de líquido empapa mi coño y lo lame, incluso mientras muevo las caderas contra su
cara.
Dejo escapar un pequeño maullido de protesta cuando me suelta, deslizándome flácida por
la pared para colapsar en sus brazos.
"Andrea", murmura. "Mi Andrea". Me besa ligeramente la cara una docena de veces, y yo
misma me saboreo en sus labios.
"Oh" inspiro, y cuando me arrastra a su regazo y me acaricia el pelo, me acurruco contra
él. "Sólo... dame un minuto para recuperar el aliento"
Se ríe. "Tómate todo el tiempo que necesites, mi dulce humana".
"Luego es tu turno", le digo, acariciando mi mano en la parte delantera de su camisa. Tiene
grandes arrugas donde me entusiasmé demasiado con mi sujeción. Ups. Estoy tan distraída
por el hecho de que prácticamente he arruinado su camisa que casi echo de menos su
respuesta.
"No", dice en voz baja.
Me lleva un momento asimilarlo, y luego le miro. "¿No?" Estoy tan aturdida que la voz no
me llega. "¿Por qué no?"
Me da un beso en la frente, siempre tierno. "Déjame disfrutar de ti por ahora"
Me muerdo el ceño, ya que él sigue besándome y acariciándome. ¿No quiere que lo toque?
Pero no actúa como si hubiera un problema, así que me pongo en su contra y trato de no
dejar que su negativa me moleste.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 10
LIAM
No hay dolor como el calor de apareamiento insatisfecho en mi ingle.
Andrea se acurruca contra mí, su aroma embriagador llena el aire a nuestro alrededor.
Entiendo por qué Rast es tan protector con Amy, su compañera humana. Entiendo el
enfoque total de Vaan sobre Gwen. Lo entiendo, ahora. Mientras Andrea se estremece en
mis brazos, con su respiración pesada, le froto la espalda. Hace unos momentos, ella se
corrió tan dulcemente contra mi boca que casi me roba el control de mi cuerpo. Ella es muy
frágil, pero enérgica. Podría aplastarla con mi agarre, pero ella confía en mí implícitamente.
Me encanta poder complacerla, pero con el doloroso esfuerzo de mi polla en mi confinada e
irritante ropa humana, me recuerda que no puedo hacer más.
No puedo arrancarme los pantalones y enterrar mi polla entre sus muslos.
No puedo reclamar su bonita garganta con mi mordida o darle la marca de apareamiento.
No puedo darle mis fuegos.
Si lo hago, perderé la cordura. Me convertiré en otra bestia salvaje en los cielos... a menos
que sea mi pareja.
Pero para hacerla mi compañera, tendría que acceder a las partes de mi mente que he
tapiado. Y no hay garantía de que pueda darle mis fuegos a tiempo antes de que pierda el
control de mi cordura.
Es un riesgo.
Durante siete largos años, he vivido en las sombras de los asentamientos humanos,
tratando de mezclarme para sobrevivir, con la esperanza de volver algún día a mi tierra y a
mi gente. De que si puedo sobrevivir lo suficiente, puedo averiguar cómo volver a casa. Que
este vacío en mi mente, esta pérdida de comunicación con cualquier Drakoni no es más que
temporal.
Mientras abrazo a Andrea, me doy cuenta de que la vida que he estado viviendo es una
broma cruel. No soy Drakoni, ni soy humano. Soy un marginado en ambos mundos, y
después de siete largos años de esconderme, me doy cuenta de que quizás nunca volvamos
a casa.
Puede que nunca sea capaz de comunicarme con mi gente nunca más. Puede que nunca
sienta el cálido consuelo de los pensamientos de otros tocando los míos. Puede que nunca
sienta el simple placer de saber que hay otros de mi especie cerca, teniendo el constante
sentido de "pertenencia" que nuestras conexiones unidas conllevan.
Yo tampoco tendré nunca una pareja.
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Esta cosa entre Andrea y yo... no puede ser. No puedo reclamarla. No puedo ser lo
suficientemente humano para ser su macho, y soy demasiado Drakoni para hacer que esto
funcione. Si me toca, temo que perderé el control. Que todos los cuidadosos escudos
mentales que he puesto se desmoronen, y la atacaré con la necesidad de reclamarla.
Peor aún, que me olvidaré de mí mismo y gastaré mi semilla dentro de ella y la lastimaré.
La temperatura de mi cuerpo es mucho más alta que la de ella, y su piel se siente fría contra
la mía. Sé que mi semilla herviría dentro de ella y la quemaría desde dentro.
"Liam", jadea, y quiero decirle que ese no es mi verdadero nombre. Que soy Atalim, un
guerrero Drakoni. No soy Liam, que pretende ser humano y no puede serlo del todo.
Pero... eso es lo que soy ahora. Así que no digo nada.
Pero si pudiera elegir... si pudiera reclamar una hembra como mi pareja y no perder mi
cordura...
Andrea sería mía.
∗∗∗∗∗∗∗
EL SUEÑO ME ELUDE ESA NOCHE. Necesito dormir menos que la mayoría de los
humanos, de todos modos, pero incluso cuando me acuesto en el extraño espacio de
plástico para dormir y tiro de su forma más pequeña contra mí, no puedo relajarme. Mis
sentidos Drakoni están lentamente cobrando vida, y eso me preocupa. Sé que los
sentimientos que inundan mi mente son los de un macho Drakoni con una pareja potencial,
porque el impulso de proteger a Andrea mientras duerme es abrumador.
Sería tan fácil ceder. Darle la vuelta y reclamar su bonito y pálido cuello. Hundir mis
colmillos, abrir mi mente, y darle mis fuegos... y esperar que no le arranque la garganta. No
sé si como me siento con Andrea -posesivo, protector, obsesivo- es porque es mi verdadera
pareja, o si son sólo reacciones humanas porque cada día me distancio más de mi Drakoni.
Eso me preocupa y sólo se suma a las razones por las que no puedo dormir.
La mañana llega pronto, y dejo a Andrea por un tiempo, porque sé que le gusta la privacidad
para aliviarse y lavarse. Sus mejillas están rojas de vergüenza cuando me mira, pero sonríe
y hace que mi espíritu cante sólo con mirarla. En siete largos años, nunca he sentido tanta
alegría. Tal vez incluso más tiempo.
Odio que esta cosa entre nosotros no pueda ser más que esto, sin embargo. Quizás sea
suficiente para ella si apareo su coño con mi lengua en lugar de mi polla, y si le doy placer.
Si ella está contenta con eso, entonces yo también lo estaré, decido.
Mientras Andrea hace sus rituales matutinos, yo salgo y merodeo por el edificio,
absorbiendo los olores. El de Benny sigue en el suelo, pero se desvanece con cada día que
pasa, y eso me preocupa. Le prometí a Andrea que le devolvería a su hermano, pero si
perdemos su rastro, podría ser una promesa vacía.
No puedo fallarle. Debo recordar nuestro propósito, para no distraerme cuando ella esté a
mi lado, su coño oliendo a su necesidad y sus ojos brillando hacia mí.
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Sólo de pensarlo me duele la polla, y me agacho, cierro los ojos y me concentro en las
fortalezas mentales que han mantenido mi mente cerrada durante tantos años.
Cada Drakoni nace con un vínculo mental con su gente. Es la forma en que nos
comunicamos con los padres, cómo reconocemos a los demás en nuestro territorio, y cómo
hablamos. No usamos la boca y balbuceamos como lo hacen los humanos. Dejamos que
nuestros espíritus se toquen y abran nuestras mentes en un nivel diferente.
Fue cuando fui capturado por los Salorianos que aprendí un camino diferente. Como era
uno de los más fuertes de mi pueblo y uno de los más grandes en forma de batalla, querían
que me rompiera y me reclutaron en uno de sus ejércitos. Cuando fui capturado, sin
embargo, no estaba en forma de batalla, y por terquedad, me negué a cambiar. Varias
sesiones de tortura más tarde y con la pérdida de muchas garras, fui arrojado a las
mazmorras debajo de la fortaleza Saloriana. Allí, conocí a un viejo Drakoni que había estado
en las mazmorras durante muchas, muchas temporadas. Estaba completamente indemne
e ignorado por sus captores. Fascinado, quise aprender sus secretos. Para evitar que los
Salorianos se apoderen de tu mente, me dijo, tienes que cerrarla completamente. Un puente
que es destruido no puede ser utilizado en su contra. El viejo Jannis me enseñó a visualizar
los muros a colocar en mi mente, a separarme de esa parte de mí que quería compartir mi
conexión espiritual. Levantar estos muros significaba cortarme de gran parte de lo que era.
No podía cambiar a la forma de batalla, porque en esa forma primitiva, mi mente estaría
abierta como una palma extendida. Como un músculo débil por el desuso, aprendí a ser
mejor en esas cosas, para consternación de mis captores Salorianos. Intentaron romper mi
cuerpo, para forzarme a cambiar a la forma de batalla, pero me resistí. Cuando no pudieron
doblegarme, me ataron y me enviaron a las minas profundas, donde me arrojaron con los
otros esclavos inútiles, aquellos demasiado débiles para volar y que no servían para nada
al Imperio Saloriano.
Pero incluso cuando los prisioneros fueron transportados detrás de la línea de guerreros de
batalla, los cielos se abrieron y desgarraron el mundo... y cuando desperté, me encontré
aquí. Otros Drakoni navegaban por el cielo, gritando su locura, y las hembras estaban todas
enrojecidas por el calor del apareamiento. Vi como destruían el mundo a mi alrededor y
supe que se habían vuelto locas...
Y como no podía hacer nada para ayudar, encontré refugio y me escondí, de sus
pensamientos opresivos tan salvajes y pesados que prácticamente podía sentirlos en el aire
a nuestro alrededor.
Sacudo mi cabeza para aclarar los recuerdos. Aquellos fueron días oscuros, y no me importa
revivirlos. Mi mente es más fuerte ahora, aunque me sienta aislado. He tenido años para
construir mis muros, y si eso significa que estoy solo, entonces debo estarlo.
Que así sea.
Un enorme pollo pasa caminando, y luego se posa sobre un carro oxidado cercano. Le echo
un vistazo. Podría atraparlo y comérmelo crudo, pero no es algo humano, y no estoy seguro
de lo que Andrea pensará. Podría asarlo... pero no puedo usar mi fuego. Aprieto mis manos,
odiando lo indefenso que estoy así. No me ha molestado tanto en siete años. ¿Por qué me
pone nervioso ahora?
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Por supuesto, sé por qué. La razón sale del edificio poco tiempo después, su pelo recogido
en una trenza reciente y sus mejillas rosadas mientras me sonríe. Huele a recién lavada,
con los aromas florales de los jabones que a los humanos les gusta cubrir su buen olor
natural a sudor. Su ropa también está cambiada, y en su bolso puedo oler los últimos
rastros de su esencia de excitación en su ropa... y algo más. Algo del interior de la tienda
con los objetos de apareamiento. Curioso, me pregunto qué habrá traído.
¿Es porque planea aparearse conmigo?
Una ardiente necesidad atraviesa mi cuerpo y explota las paredes mentales. Cierro los ojos,
rechinando una palma contra mi frente mientras intento concentrarme.
Andrea es peligrosa en su dulzura. Incluso su aroma me recuerda a la noche anterior, y el
sabor de ella en mis labios. Tal vez ni siquiera yo lo consiga, si debilita demasiado mis
defensas. Tal vez no pueda tocarla en absoluto. Ese pensamiento es el que hace que me
duela el espíritu.
"Hola", dice, y hay una nota ansiosa y tímida en su voz que despierta mi lado Drakoni.
Inmediatamente me acerco a ella, absorbiendo su aroma, estudiando su forma de moverse,
el mechón de pelo que se mete detrás de la oreja. "¿Tienes el olor?"
Asiento e intento parecer normal, tranquilo. "¿Lista para irnos? ¿Necesitas algo de dentro?"
Ella acaricia sus bolsas. "Rellené mis cantimploras y agarré unas cuantas bolsas de basura
y, uh, algunas otras cosas" Sus mejillas se vuelven más rosadas. "Pero estoy bien. ¿Y tú?"
"Listo", digo, y ella parece sorprendida cuando mi tono es un poco brusco. "Huelo la lluvia
a lo lejos", le explico. "No me gusta la idea de perder el rastro de Benny, así que deberíamos
irnos"
Su suave expresión cambia inmediatamente a una de preocupación, y quiero morderme la
lengua por admitir que el rastro se debilita. "¿Podrías perder su olor?"
"Lo encontraremos", le prometo. "No dejaré que lo pierdas".
Piensa por un momento y luego me sonríe, como si mi promesa la hubiera tranquilizado.
"Vamos a seguir adelante, entonces" Andrea engancha su escopeta y la apoya sobre su
hombro, y cuando hago un gesto, se dirige hacia el camino.
Hago una pausa lo suficiente para poder ver su arrogancia adorable, me duele el corazón.
Necesito retroceder. Tocar a Andrea es demasiado peligroso. Me hace querer cosas... cosas
que no puedo tener.
∗∗∗∗∗∗∗
"Dios mío, nunca he visto tantas malditas ratas", exclama Andrea mientras caminamos.
"Están por todas partes". Patea a una que se escabulle cerca de su bota y se acerca a mí.
Se necesita todo lo que tengo para no darle alcance, poner mi mano en su cintura y
acercarla. Hago lo que puedo para mantener las distancias, así que el hambre que se
prepara en los rincones de mi mente permanece distante. Sé que un toque y voy a perder
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todo el control, así que pretendo concentrarme en los rastros de olor invisibles que se
esparcen por todo el hormigón.
Hemos estado caminando por la ciudad todo el día, pasando por viejos edificios llamados
"casinos" y cruzando por debajo de pasos subterráneos rotos. La basura y los escombros
de los restos de la colmena humana están por todas partes, pero el hedor de ellos se ha
desvanecido hace tiempo, excepto por el hilo de olor de Benny.
Andrea no se equivoca, sin embargo. Las ratas están de hecho en todas partes. Salen de
debajo de la basura y cruzan el camino delante de nosotros, se asoman a los desagües, y
su hedor es abrumador. No son criaturas limpias, estas ratas, y entiendo por qué se
horroriza ante la idea de que me coma una.
Miro a mi compañera y veo que vuelve a caminar de forma extraña. Ella favorece sus pies
de vez en cuando, tratando de ocultármelo, pero la he pillado tropezando y molestando sus
pasos cuando piensa que no estoy mirando.
Así que me detengo en un árbol que ha surgido junto a un viejo cartel rojo con palabras
humanas. "Nos tomaremos un descanso rápido aquí".
"Puedo seguir adelante", dice a la defensiva. Sacude la cabeza y se lanza hacia delante,
como para demostrar que me equivoco.
"Andrea", grito, en advertencia. "Me detengo aquí". Cuando ella se gira para mirarme mal,
añado: "Sólo por unos minutos".
Su mandíbula se aprieta y luego se dirige hacia atrás, moviéndose a mi lado. Se sienta en
el borde de la acera a mi lado, sin mirar en mi dirección. Me encanta su terquedad, pero no
cuando está sufriendo.
"¿Te molestan los pies?" le pregunto.
Ella sacude la cabeza, todavía me ignora.
"¿Te quito las botas y te reviso los pies yo mismo?" Mantengo mi tono burlón, pero ella me
lanza tal mirada que sé que he tocado un nervio. Me río. "Esa es mi respuesta, entonces.
Andrea, si te destrozas los pies, tendré que cargarte. Si es necesario, haremos descansos.
Nosotros..."
"Cada hora que se escapa es otra hora en la que Benny se nos adelanta". Su voz tranquila
me hace parar. "No me importa si tengo dos ampollas o veinte, pero necesito encontrar a
mi hermano. Puedo seguir caminando."
Me pongo de pie, porque aunque sea testaruda, la entiendo. "Entonces seguiremos
caminando" Le extiendo la mano.
Ella la acepta, y me sorprende la oleada de lujuria que me inunda con el toque de sus dedos
fríos. Ella me sonríe, y se necesita todo lo que tengo para no agarrarla por el pelo y tirar de
ella hacia mí. Me quedo quieto hasta que pasa una vez más, y luego sigo detrás de ella unos
pasos.
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Mis reacciones hacia ella parecen fortalecerse con cada día que pasa. Esto no es... bueno
para mis paredes mentales. ¿En qué momento Andrea las destruirá por completo?
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 11
LIAM
Esa tarde, surgen nuevos problemas.
Las nubes de tormenta se ciernen sobre nosotros, cambiando los olores en el aire y haciendo
el mundo a nuestro alrededor húmedo y fangoso. Andrea lanza unas cuantas miradas
ansiosas a las nubes oscuras. "Realmente no quiero que me llueva".
No me importa la lluvia. Sólo me preocupa que vaya a destruir todos los rastros del ya débil
rastro olfativo de Benny. Pero no digo esto en voz alta porque no quiero preocupar a Andrea.
He prometido traer a su hermano de vuelta y lo haré.
Cuando el viento cambia, trae consigo nuevos olores, y uno es un dragón lejano. Eso podría
ser un problema si se acerca más, y se lo digo a Andrea.
"Iremos por el tiempo que podamos, entonces" Parece preocupada, pero también es práctica.
Podría ignorar sus pies doloridos, pero no un dragón en el cielo.
Así que continuamos, y luego la lluvia comienza a caer sobre nosotros. Dejo de buscar el
rastro de Benny y empiezo a buscar un refugio cercano mientras el rayo retumba por
encima. "Refugio", le digo. "Escoge uno". Hago un gesto hacia los edificios caídos que nos
rodean, pero ninguno parece ser un buen lugar para quedarse.
Inmediatamente hace un gesto a uno con un gran signo dorado. "Los arcos, por supuesto.
Me encantaba comer allí cuando era niña"
Nos dirigimos hacia el edificio, y me doy cuenta de que hay una gran área con ventanas,
con diapositivas de plástico de colores y un pozo lleno de bolas que también está lleno de
hojas y escombros. Andrea ignora eso, sin embargo, dirigiéndose al interior donde hay
mesas montadas en el suelo y un mostrador frente a ellas. No parece tan hospitalario, la
mayoría de las ventanas de cristal que cubren el edificio se han roto, pero está lo
suficientemente seco.
Andrea se mueve a una de las mesas y se sienta en la silla, suspirando. "Dios, esto me trae
recuerdos. Recuerdo lo mucho que Benny solía burlarse y reírse cuando lo llevaba al
tobogán. Y siempre conseguía una comida para niños con nuggets. Yo también le compraba
uno, sólo para que él tuviera dos juguetes". Rastrea un dedo a través del polvo de la mesa
cuando me muevo a su lado. "Realmente extraño esos días. Todo era tan simple y la comida
era tan buena"
Mi mano se mueve. Quiero tocar su hombro, acariciar la trenza de pelo que le serpentea
por la espalda, pero no me atrevo. Tocarla significa ceder a mi necesidad, y tengo que luchar
contra ella. "¿Deberíamos buscar comida, entonces?"
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FIRE IN HIS VEINS
"Oh, si había comida aquí, se habrá ido hace mucho tiempo." Apoya su barbilla en su mano.
"Pero como refugio, esto servirá"
Gruño una respuesta, y mientras ella tira su bolsa sobre la mesa, me muevo para
comprobar nuestro entorno. El área detrás del mostrador huele a grasa vieja. Hay un par
de puertas pasadas todas las mesas, y por experiencia, sé que son los baños que los
humanos utilizaban para hacer sus necesidades. No hay pomo, así que abro una puerta
giratoria y me sorprendo de los olores que me llegan.
Para empezar, está sorprendentemente limpio. Reconozco el olor astringente de los
productos de limpieza que usan en el Fuerte. Es viejo y descolorido, pero aún perdura en
todas las superficies. Quienquiera que haya dejado este lugar atrás quería que quedara
ordenado. También huelo a Benny aquí, lo que significa que se detuvo en este edificio, y se
detuvo en esta habitación específicamente. Su olor está en todos los puestos, y yo me pongo
en marcha, luego salgo de la habitación y bajo por el pasillo a otra puerta. Esta no tiene
signos en ella, y tiene una manija en la puerta, lo que la hace diferente a las otras. Entonces
no es un cuarto de desperdicios. Pruebo el pomo redondo, y se abre fácilmente; se ha roto.
Abro la puerta y huele a humo de cigarrillo rancio. Hay papeles por todo el escritorio, y una
caja que me han dicho es un ordenador... y una pequeña ventana con un cristal ondulado
y estriado. Está abierta sólo por una rendija, y el olor de Benny lleva hasta aquí. Me inclino
sobre el escritorio, abro la ventana y miro afuera. Lleva a unos cuantos contenedores y al
estacionamiento, donde todavía están estacionados algunos autos viejos.
Lo interesante es que... hay un nuevo olor aquí. Un macho, y tiene un animal con él. ¿Un
cazador? Me asomo y el olor de Benny continúa afuera. Entró en esta habitación y se fue
por la ventana, entonces.
Salgo de nuevo, siguiendo el rastro. Andrea me mira con curiosidad mientras salgo por las
puertas dobles de lo que debe ser la fachada del edificio, y miro alrededor. El olor de Benny
es más fuerte aquí. Huele a sudor y a chico humano y a los pasteles de maíz que Andrea
mordisquea frecuentemente. Miro a mi alrededor, y luego me dirijo hacia un artilugio de
metal que tiene el familiar y extraño olor que he estado recogiendo junto al olor de Benny
durante los últimos días. Conozco muchas palabras humanas, pero ésta se me escapa.
Parece un armazón de metal de algún tipo, con dos ruedas y un juego de asas.
"¿Qué es?" Andrea pregunta.
Le hago un gesto a la cosa. "Esto huele a él".
"¡Una bicicleta! ¿De dónde la ha sacado?" Se inclina hacia adelante, revisándola. "La cadena
está bien y los neumáticos tienen aire. No me extraña que no hayamos podido atraparlo".
"He olido esto", digo, golpeando una de las ruedas negras. "Desde que dejamos el Fuerte".
Jura en voz baja. "Si tuviera una bicicleta todo este tiempo, podría estar millas y millas
delante de nosotros." Andrea se pone en cuclillas y se pone la mano en la frente.
Prácticamente puedo oler la desesperación en ella y me molesta. Le he fallado. "Se pone
peor".
Levanta la cabeza y me mira, con los ojos brillantes y húmedos. "¿Qué ocurre?"
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La cojo de la mano, aunque sé que no debería tocarla, y la llevo dentro. Vuelvo sobre los
pasos de Benny, llevándola por su camino. "Vino aquí", digo, llevándola al cuarto de
desechos limpios. "Y luego volvió al pasillo y a esta segunda habitación de aquí". La llevo a
la que huele a cigarrillos rancios, un hedor que odio más que los perfumes que le gustan a
los humanos. "Abrió la ventana y ahí es cuando aparece un segundo olor".
"¿Un segundo olor?"
"Un varón desconocido. Tenía una criatura con él. Es posible que estuviera cazando y que
Benny hablara con él. De cualquier manera, se fueron juntos"
Sus ojos se abren y aprieta las manos. "Había conocido a alguien, ¿no? Ha estado planeando
esto durante mucho tiempo"
No tengo respuesta. Sólo me encojo de hombros. "Podemos seguir su rastro, ver a dónde
nos lleva..."
Los truenos resuenan en lo alto, y luego los cielos se abren, dejando salir un diluvio de
lluvia fuerte. La cara de Andrea cae mientras la habitación se oscurece a nuestro alrededor.
Sé lo que está pensando. Está dividida entre ir tras Benny o quedarse aquí, en el refugio.
Sus ojos se ven húmedos una vez más.
Puse mis manos sobre sus hombros, apretando. "Si quieres salir y seguir adelante, podemos
hacerlo".
Los truenos se estrellan y los cielos se iluminan con relámpagos, como si se burlaran de
mis palabras. Andrea me mira fijamente, y luego mueve la cabeza lentamente. "Sé que no
es prudente. Si ambos nos resfriamos no somos buenos para nadie, y me duelen los pies.
Nos quedaremos aquí esta noche". Sus ojos me suplican. "¿Crees que está bien?"
"No huelo sangre", le admito, y cuando ella da una inclinación de cabeza temblorosa, la
acerco a mí. Tocarla es peligroso, pero... ¿cómo no hacerlo? Ella me necesita, y estoy
empezando a preocuparme de que yo también la necesite a ella.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 12
ANDI
La tormenta estalla con una deprimente cantidad de violencia, poniendo en evidencia el
hecho de que fue inteligente por nuestra parte escondernos dentro. Sé que empaparse
mientras se viaja es malo. Sé que me resfriaré o, peor aún, arruinaría mi equipaje. Sé que
es más inteligente quedarse dentro y esperar, porque Benny probablemente esté millas y
millas delante de nosotros y se esconda en algún lugar cálido.
Oh, pero me duele el corazón. No se entiende que quiera estar ahí fuera bajo el aguacero,
unos pasos más cerca de encontrar a Benny.
Creo que Liam lo entiende, sin embargo. Su expresión es suave mientras saca una manta
de su mochila y me invita a sentarme en ella en un rincón limpio del extraño y brillante
baño del viejo restaurante de comida rápida. Es el mejor lugar para esconderse; las
ventanas están abiertas, por lo que una brisa húmeda pasa constantemente, revolviéndome
el cabello y haciendo que todo se sienta húmedo. Así que cerramos la puerta del baño y nos
sentamos en la oscuridad.
Me quedo callada, y llevo mis piernas hasta el pecho mientras pienso en Benny.
Mi hermano conoció a alguien aquí. Conoció a un extraño, un hombre, y se fue con él. Sólo
puedo pensar en dos posibles escenarios: que Benny haya planeado su fuga durante mucho
tiempo y que haya hecho planes con uno de los nómadas al azar que ocasionalmente pasa
por el Fuerte. Trato de pensar si había alguien en quien Benny estuviera particularmente
interesado, pero no puedo pensar en nadie.
Es eso, o alguien encontró a mi hermano aquí y le secuestró.
Esa idea me asusta.
Una mano cálida se extiende en la oscuridad y me roza la mejilla. "¿Andrea?"
La voz de Liam es como la sedosa y rica mantequilla... y al igual que la mantequilla, me
hace la boca agua. "Siento no ser muy buena compañía esta noche. Sólo estoy preocupada
por Benny"
"Siempre eres buena compañía", me regaña, y su mano se mueve hasta mi rodilla, y luego
toca mi bota. "Entiendo que te preocupes por él. Tienes permitido el preocuparte" Y me
desata el cordón de los zapatos.
"¿Qué estás haciendo?"
"Dijiste que te dolían los pies antes. Voy a masajeártelos"
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"¿Por qué?" Me siento como una tonta por preguntar, pero es el primer hombre que ha
querido hacer algo así, que es sólo para mí, que no obtiene nada. Por supuesto, pienso en
la noche pasada y en cómo me besó con lengua hasta que tuve un orgasmo y no saqué nada
de eso, también, y mis mejillas se me calientan. Tal vez ese sea su fetiche. Se excita
excitándome, o algo así. Pero... es extraño. No estoy segura de que me guste tontear con
alguien de una manera tan unilateral. Me hace sentir como si no estuviera cumpliendo mi
mitad del trato, o peor, que no está realmente interesado.
Liam me quita la bota, y luego muevo el pie en mi calcetín gastado y muy remendado. Me
alegro de que esté oscuro para que no pueda ver lo desgastado que está. Por supuesto,
pensar en este calcetín me hace pensar en los calcetines que Benny robó y me dan ganas
de llorar otra vez.
"Estás pensando mucho", dice. "¿Quieres hablar de ello?"
"¿Qué hay que decir?" Mi voz está ronca. "Benny está en un terrible peligro o ha estado
planeando dejarme porque ya no soy importante en su vida. Eso lo resume todo".
Me quita la otra bota, y luego mis dos pies están en su regazo. Su cuerpo está locamente
caliente y cuando sus manos aprietan un pie y luego el otro, se siente como si estuvieran
siendo calentadas por guantes de cocina calientes. Dios, se siente bien. "No sabemos qué
pasó con Benny", me dice. "Estás asumiendo. Concéntrate en las verdades que sabes y no
te preocupes por nada más".
Sus dedos frotan el empeine de un pie, y mi pierna se sacude en respuesta. Gimo. "Oh".
La risa baja y sexy de Liam me hace querer arrancarme las bragas. "¿Te sientes bien?"
"Sí, pero no entiendo por qué lo haces", le admito.
"Me gusta tocarte". Sus manos acarician el arco de mi pie y luego me frotan el otro empeine.
Se asegura de prestar atención a cada pie por igual, y todos los lugares doloridos parecen
doler un poco menos mientras lo hace.
"Pero no quieres que te toque", me atrevo a decir, casi con miedo de oír su respuesta.
Espero que proteste, que diga algo que me haga sentir mejor, pero sólo suspira. Ese solitario
sonido se eleva en el aire por un momento, y luego finalmente habla.
"Te debo la verdad".
"Eso estaría bien", digo nerviosamente. Siento el impulso de sacar mis pies de su asidero,
pero aún no me ha soltado. ¿Esta verdad va a ser mala? Algo en mí sospecha que lo será.
Que realmente no le gusto. Que lo que hicimos anoche fue una especie de simulación y que
no significó nada para él... y que eso podría quebrarme. "¿Qué está pasando?"
Los dedos de Liam se mueven en mi pie. "Me obsesionas, Andrea".
Eso... no era lo que esperaba oír. "Haces que eso suene mal".
"Lo es para mí".
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Espero que continúe, porque quiero... necesito... saber de qué está hablando. Tengo miedo
de que si hablo, desvíe la conversación. Así que espero en la oscuridad, esperando que
empiece a hablar antes de que mi sudor nervioso se vuelva abrumador.
"No soy como los otros Drakoni", comienza Liam. "Ya lo sabes. Apagué la parte de mi mente
que conecta mi espíritu con el resto de mi gente que están aquí. Es la única manera en que
he logrado mantenerme cuerdo mientras ellos luchan contra la locura. Pero debido a eso,
he tenido que ser muy cuidadoso conmigo mismo. No puedo dejar que nada amenace mi
control, porque si lo hace, podría perderlo todo."
Una sensación extraña me empieza en la boca del estómago. Tengo una idea de hacia dónde
se dirige esta conversación, y no me gusta. ¿Es la versión dragón de 'no eres tú, soy yo' y
me va a decepcionar amablemente? Debería haberlo esperado. No hay tipos buenos en el
Después, sólo hay decepciones. "Ya veo".
"Te deseo tan profundamente que amenaza mi control", admite, y su voz es baja y ferviente.
"Tu cercanía me distrae. Tu olor está en mi nariz cuando me despierto, y me rodea cuando
me duermo. Mis manos se mueven por la necesidad de tocarte. Mi polla duele con la
necesidad de enterrarme en tu interior y reclamarte como mía. Me duelen los colmillos para
darte mi fuego. Todo lo que soy quiere poseerte".
No puedo respirar. "Oh", me las arreglo a decir. Mi pulso late en mis venas, y soy muy
consciente de su cercanía.
"Hasta ahora, me las he arreglado para mantener mi control y alimentar mi hambre por ti
tocándote" Sus dedos patinan sobre el arco de mi pie y luego hasta mi tobillo, burlándose
de la suave piel de allí. "Sé que no debería permitirme tanto, pero no puedo evitarlo. Tocarte
es un placer tan grande que no puedo detenerme. Soy adicto".
Me muevo en mi asiento, el calor se acumula en mi cuerpo con estas ardientes palabras. Si
está tratando de alejarme, lo está haciendo todo fatal. Esto hace que lo quiera aún más.
"Por eso no te he pedido que me toques", murmura. "Porque mi control ya es frágil. Me
encuentro haciendo cosas que otro Drakoni haría por su compañera. Te vigilo mientras
duermes. Quiero alimentarte. Estoy fascinado con tu cuello".
¿Mi cuello? Lo toco en la oscuridad, ruborizándome. "¿Por qué mi cuello?"
"Porque quiero hundir mis colmillos en tu bonita garganta y darte mis fuegos", dice Liam,
y sus palabras son dichas en un tono tan bajo y ferviente que hacen que un pequeño
escalofrío de necesidad se extienda a través de mí. "Te acercaría y te estrecharía contra mí
y reclamaría tu garganta, marcándote como mía para siempre. Ningún otro macho te
miraría nunca más, porque me olería en ti y sabría que estás reclamada"
Oh Dios, esto no debería estar haciendo que me humedezca, pero definitivamente me está
haciendo humedecer. ¿No he estado celosa de Amy y Gwen y de lo que tienen con sus
dragones? He querido lo que tienen, soñado con ser el centro del mundo de alguien... y
ahora Liam está confesando esos sentimientos por mí... Lo quiero. Me he sentido atraída
por él durante lo que se siente desde siempre, y esto se siente como lo mejor de ambos
mundos. "Entonces, ¿por qué no lo haces?" Deslizo mis dedos por mis clavículas, tratando
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de imaginar dónde me mordería. ¿Justo debajo de mi oreja? ¿O más abajo, cerca de mi

hombro?
Él gruñe bajo, y puedo sentir todo su cuerpo endurecerse. Las manos que acarician mis
pies se aprietan y luego se detienen. "No puedo. Si lo hiciera, tendría que abrir mi mente a
esa parte de mí que he tapiado. En lugar de reclamarte, es muy probable que pierda todo
el control y te haga daño en su lugar".
Tiemblo y saco mis pies de su regazo. "¿Hacerme daño?"
"No querría hacerlo", grita, y suena como si estuviera a punto de perder el control. "Nada
me aterroriza más que la idea de hacerte daño, Andrea. Pero no podría evitarlo, como
tampoco los dragones del cielo quieren atacar todo lo que está a la vista. No pueden evitarlo.
Están completamente locos... y me temo que yo también lo estaría. Que la atracción de una
compañera no sería suficiente para conquistar la locura"
"Oh", digo en voz baja otra vez. El silencio se interpone entre nosotros. "No quiero que
pierdas la cabeza sólo porque nos besemos", me atrevo a decir. "Pero no voy a mentir, me
decepcionaré mucho si no podemos tocarnos más. Me gusta estar contigo" Si él está siendo
honesto, supongo que yo también puedo. "Pero entiendo..."
Gruñe. Un momento después, sus grandes brazos están alrededor de mi cintura y me está
estrechando contra él. Liam entierra su cara contra mi cuello y por un momento, mi pulso
se acelera y creo que me va a morder como dijo que lo haría... pero sólo respira
profundamente.
Por un momento, me siento llena de amargura. Por supuesto, encuentro un chico que me
vuelve loca, uno que me toca con amor y respeto y me da todo lo que quiero... sólo que no
podemos estar juntos. Tal vez no tenga la suerte de tener la felicidad que otros
experimentan.
Y al momento siguiente, pienso... a la mierda con eso.
"Liam", murmuro, levantando su cabeza y acariciando su cara con mis manos. En la
oscuridad, sus ojos prácticamente brillan y puedo verlos arremolinarse más profundamente
dorados, una sombra más oscura de lo que deberían ser para estar a salvo. Pero no me
importa. Este es Liam y sé que no me hará daño. "No tienes que tomarme como tu pareja,
¿verdad?"
Se pone rígido, se retira. "¿Qué quieres decir?"
"Quiero decir, todavía podemos tocarnos. Darnos placer el uno al otro. No tenemos que dar
ese paso final. Sin morder. Todo lo demás está sobre la mesa".
"Andrea", jadea, con la voz ronca. Desearía poder ver su cara en la oscuridad, pero puedo
imaginar la mirada descarnada en sus duros y hermosos rasgos. "No..."
"Shh", susurro, y pongo un dedo en sus labios. "Escúchame". Le paso el dedo por la barbilla,
tocando su mandíbula, acariciándolo. "Podemos besarnos. Podemos tocarnos. Podemos
hacer lo que se sienta bien, y si es demasiado para ti, podemos parar. Tocaremos de oído y
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haremos todo lo que puedas soportar. Si no podemos tenerlo todo, entonces no podemos
tenerlo todo. Trabajaremos con lo que podamos"
Está jadeando, como si esta conversación le excitara. Tal vez lo esté, porque yo también me
estoy excitando. "Mi semilla está demasiado caliente para que la lleves dentro de tu
cuerpo..."
"Entonces no entres en mi cuerpo. Eso no es gran cosa"
Liam se pone tieso. "¿No... no lo consideras un insulto?"
¿Es un insulto para su gente? "No". Me inclino y le doy un beso en la boca, sintiéndome un
poco atrevida. "Y tenemos condones para dar un poco de barrera. O... podría ver cómo te
tocas. Eso sería sexy". Le doy un pequeño meneo en el regazo, porque la idea de que se
acaricie a sí mismo hasta el final... Oh sí, yo lo vería todo el día.
Pero hace una pausa. "¿Condones?"
"Sí. Traje algunos de la tienda de sexo. Es una funda que se pone sobre la polla y atrapa
todo el semen. He oído que también apagan la sensación, así que tal vez eso sería algo
bueno"
"No lo sé". Sus manos se aprietan y él me tira más fuerte hacia él. "¿Sabes lo que preguntas,
Andrea? Podríamos estar jugando con fuego"
"Confío en ti, Liam" Y lo hago. Realmente no creo que me haga daño. Me halaga que piense
que estoy probando su control, pero si ha pasado siete años sin romperse, un poco de paja
no lo hará.
Con suerte.
Me toca la cara. "No me llames así".
Eso me saca de mi neblina llena de deseos. "¿Qué?"
"No es mi verdadero nombre. Es sólo un nombre humano". Me acerca, sus dedos
ligeramente deslizándose sobre mi rostro y luego por la parte delantera de mi camisa. Es
como si ahora que le he dado permiso, se atreviera a tocarme, y oh, me encanta. Me roza
uno de mis duros y dolorosos pezones, y me arquea contra él. "Cuando llegué aquí, el
hombre que me encontró pensó que me había dado un golpe, o que me habían golpeado en
la cabeza y había olvidado mi lenguaje. Los Drakoni no usan palabras habladas,
¿recuerdas?"
Recuerdo vagamente que me lo dijo, pero mi mente está dispersa, distraída mientras
juguetea con mi pezón. "Mmhmm", me las arreglo para gimotear. "Continúa".
"Me tomó mucho tiempo para encajar mi boca alrededor de vuestras palabras. La única
parte de mi nombre que pude decir fue la segunda mitad, y así fue como se quedó." Me
pellizca el pezón, y luego se inclina hacia delante para probar mis labios. Mientras lo hace,
su boca susurra sobre la mía. "Si debes llamarme algo cuando te toque, llámame por mi
verdadero nombre. Atalim".
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"Atalim, entonces" Trato de pronunciarlo como él, con la última mitad de un suspiro de
aliento. Suena salvaje y feroz, como él.
Se estremece contra mí, y sus dedos se clavan en mis brazos. "Dilo otra vez para mí, Andrea"
¿Es por eso que nunca me llama Andi? ¿Porque odia que le hayan quitado su propio
nombre? Deslizo una mano a la parte de atrás de su cuello y me aferro, besándolo
ligeramente. "Atalim".
Su gemido resuena en la oscuridad, y me separa los muslos, hasta que estoy a horcajadas
a lo largo de su polla mientras me siento en su regazo. Me presiona contra él, apretando.
"Dime que deje de tocarte", me pide.
"No voy a decir eso, Atalim", me burlo, inclinándome hacia adelante para mordisquearle la
oreja. "Te deseo demasiado. Podemos hacer todo tipo de cosas que son sólo por diversión,
ya sabes. Nadie tiene emparejarse, Atalim" Sigo lanzando su nombre ahí, porque provoca
un pequeño y sexy escalofrío cada vez que lo digo.
"Quiero aparearte", gruñe contra mi garganta. "Quiero eso más que nada".
Mi coño se aprieta al oír eso, y cuando él arrastra su pulgar sobre mi pezón de nuevo, quiero
llorar con lo injusto que es esto. Quiero que me aparee, también. Pero tomaré lo que pueda
darme. "Disfrutemos aquí y ahora, Atalim" Deslizo mi mano debajo de su camisa, sintiendo
la pared caliente y abrasadora del músculo que es su pecho. "¿Está bien si te toco?"
Gruñe de nuevo, pero eso no es un no. Si lo fuera, me apartaría la mano. En cambio, sus
dedos se enroscan en mi camisa y me sujeta más cerca, incluso mientras continúa
jugueteando con mi pecho con su otra mano.
"Entonces tendrás que decirme que pare", murmuro, tirando de su camisa hasta que capta
la indirecta y levanta los brazos sobre su cabeza para que pueda deslizarlo todo. Entonces
no hay nada más que piel desnuda delante de mí, y suspiro. "Quiero encender una vela
para poder mirarte. Es tan injusto esconder toda esta hermosa piel en la oscuridad."
"Enciende una. Quiero complacerte". Su voz es áspera de emoción, su cuerpo se mueve bajo
el mío, y su gran polla sigue rozando el interior de mi muslo, distrayéndome.
¿Realmente quiere que encienda uno? Es un uso frívolo de algo tan precioso, y aún así no
me regaña con ello. Me doy cuenta de que quiere esto tanto como yo. ¿Le gusta la idea de
que me lo coma con los ojos? Con un pequeño escalofrío de placer, le doy otro beso rápido,
me desenredo de su regazo, y luego busco a tientas mi bolso en la oscuridad, buscando mi
encendedor y el candelabro de emergencia que traje conmigo.
Consigo encenderlo a pesar de mis temblorosas manos y lo dejo en el suelo de baldosas.
Cuando me vuelvo hacia él, la vista de su gran cuerpo dorado me quita el aliento, al igual
que el hambre de sus ojos oscurecidos.
Oh... Reverentemente, puse una mano sobre su pecho. "Mírate, Atalim. ¿Cómo te las
arreglaste para ocultarme toda esta belleza durante tanto tiempo?"
Liam-Atalim gruñe, alcanzándome. Toca mi trenza, que casi se ha deshecho con nuestras
caricias, y deja que mi pelo se deslice entre sus dedos. "Me he dicho una y otra vez que no
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puedo tenerte. ¿Sabes lo difícil que es eso? ¿Cuánto tiempo hace que quiero tocarte,
Andrea?"
"Bueno, puedes tenerme", digo a la ligera, sintiéndome sin aliento. "Sólo que no todo de mí.
No haremos nada que ponga en peligro tu control, ¿de acuerdo?" Deslizo mis dedos sobre
su boca, fascinado por la forma en que las sombras parpadeantes juegan sobre su piel.
"Toma la delantera si es necesario".
Me mordisquea la punta de los dedos. "Me gusta que dirijas tú".
Oh Dios, prácticamente puedo oír mis bragas empapadas mientras sus dientes rozan mi
piel. A regañadientes, saco mi mano de su boca y dejo que mis palmas bajen por su pecho.
Lo toco por todas partes, explorando su cuerpo. Para un tipo que se ha estado escondiendo
en un Fuerte de mierda tras otro durante los últimos siete años, comiendo nuestra pobre
comida, está construido como un bulldozer absoluto. Sus pectorales son cosas de belleza,
y sus trampas - los músculos de la nuca y los hombros - son gruesos y prominentes. Dios,
sólo quiero lamer a este hombre por todas partes. Aprieto un gran brazo, fascinada por él.
"¿Cómo te has mantenido tan musculoso en el Después con lo que comemos en los fuertes?"
Se ríe, el sonido jadeante y lleno de sorpresa. "No siempre como lo que tú haces... A veces
me escabullo y me voy de caza"
"Bueno, sea lo que sea, sigue haciéndolo". Muevo mis manos por su estómago ondulado.
No hay ni una onza de grasa en el hombre, ni una pizca para regalar. Es simplemente...
perfecto, hasta el enorme tronco que empuja contra la parte delantera de su chándal. "Oh,
hola" Arrastro mi mano sobre la parte delantera de sus pantalones, delineando su longitud.
El aliento sale de sus pulmones y se aleja de mí, cayendo hacia atrás.
Yo mismo retrocedo un poco, llevando mi mano al pecho. "¿Estás bien? ¿Liam? ¿Atalim?"
Jadea, mirando al techo. Una mano la cierra en un puño en el costado, y luego se abre
lentamente. "No me esperaba eso".
"¿No debería tocarte ahí?"
Liam se sienta lentamente, sus ardientes ojos son ranuras de deseo dorado. "Debería decirte
que te detengas, pero no puedo".
Me muerdo el labio y luego le sonrío. "Diré en alto cualquier movimiento antes de hacerlo,
¿qué te parece? ¿Está bien poner mi mano en tu polla otra vez?" Cuando da una cabezada,
lo tomo con cuidado, rodeando su contorno con mis dedos -o tratando de hacerlo. El hombre
es más grueso que cualquier otro que haya tocado, e incluso a través de la suave tela de
sus pantalones, puedo sentir que la tela se engancha en la parte superior de su polla, como
si tuviera una textura de algún tipo allí. "Chico, apuesto a que esos idiotas que llevan la
tienda de sexo se sienten estúpidos ahora", le digo, fascinada mientras deslizo mi otra mano
para acariciar sus pelotas. "No necesitan consoladores ni nada loco cuando hay hombres
como tú alrededor"
"¿No estoy hecho como un hombre humano?"
"Como ellos desearían", murmuro.
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Se ríe, pero se convierte en otro gemido estrangulado cuando vuelvo a apretar. "Tus manos,
Andrea. Ten cuidado con mi semilla"
Le doy una mirada sensual. "¿Está todo en la cabeza de tu polla?"
Liam vuelve a dar entre dientes otro gruñido. "Sí".
"Entonces límpialo para que pueda poner mi boca ahí"
Jadea entrecortadamente un suspiro y luego se baja los pantalones, revelando su polla. Es
tan gruesa y hermosa como la recordaba, con la cabeza de oro. Gotas preseminales en la
superficie, y un rizo de vapor elevándose. Se me hace agua la boca al verlo, porque quiero
probarlo desesperadamente, pero si dice que es peligroso, le creo. Se pasa la mano por la
polla, quitando la humedad, sólo para gruñir de frustración cuando más reemplazan lo que
se ha quitado. "Sigues mirándome como si tuvieras hambre y ahora no puedo parar" Liam
limpia con la mano la cabeza del pene otra vez, y luego gime. "Esto no va a funcionar".
"¿Quieres un condón entonces?" Me acerco a mi bolso y lo reviso, buscando los pequeños
paquetes de papel de aluminio que robé del sex shop. Después de hurgar por unos
momentos, lo encuentro y saco un pequeño paquete de la tira, luego se lo sostengo.
Liam me da una mirada curiosa. "¿Me dirás cómo funciona esto otra vez?"
Abro el paquete con los dientes, luego saco el anillo de látex y se lo ofrezco. "Lo enrollas a
tu medida y..."
Ambos miramos su dura y erguida polla. Es enorme, la cabeza gruesa y carnosa, y el resto
de él es tan grueso que ni siquiera puedo agarrarlo completamente. El condón en mi mano,
extra grande y uniforme, no parece adecuado para el trabajo.
"Uh, tal vez no"
"¿Los humanos se las arreglan para meter sus pollas en esto?" Me quita el condón y frunce
el ceño, luego intenta desenrollarlo. Inmediatamente, se rompe y luego se mira los dedos,
ahora cubiertos con lubricante espermicida.
"Sí, supongo que fue una idea estúpida. No estáis construidos como los hombres humanos"
Agarro una camiseta sucia de mi mochila y le quito el lubricante de las manos. "La maldita
cosa ha caducado de todas formas".
"¿Caducado?"
Niego con la cabeza. "No te preocupes por eso. Tengo una nueva idea" Y me inclino hacia
adelante para darle un beso.
Su boca está hambrienta de la mía, y nuestras lenguas se mueven hasta que ambos
jadeamos.
"¿Cuál es tu nueva idea?" Sus ojos están de nuevo de ese sexy y profundo oro, y noto que
su mano está en su polla, tirando de ella contra su vientre como si tratara de asegurarse
de que no me golpee con ella. ¿Es realmente tan caliente al tacto?
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Extiendo la mano y cepillo mis dedos sobre la cabeza de su polla antes de que pueda
detenerme, y jadeo al ver lo caliente que se siente su semen. Inmediatamente me limpio los
dedos en mis jeans, pero estos palpitan en respuesta incluso después de que termino. No
es de extrañar que no pueda entrar en mí, eso le quitaría cualquier placer a nuestro
apareamiento. "Joder, tienes razón, eso está caliente".
"Por eso debo darte mis fuegos", me dice, con la frustración al borde de la voz. "No quiero
hacerte daño".
Asiento con la cabeza. Un contratiempo temporal. Ya se nos ocurrirá algo más. Por ahora,
sólo quiero seguir sintiéndome sexy con él. Me inclino hacia adelante y le toco la cara otra
vez, y luego le muerdo el labio inferior. "Está bien. Podemos hacer muchas cosas sin
penetración".
"¿Podemos?"
"Oh sí". No le digo que aprendí todo tipo de formas de masturbar a un tipo sin que se me
meta dentro, por necesidad desde mis tiempos en Fort Tulsa. Aprendí que mientras él se
volviera loco y yo fuera creativa y suficientemente sexy... No importaba que su polla no
llegara a la base. En ese entonces, era una necesidad. Ahora, sólo quiero darle placer a
Liam y mostrarle cuánto me gusta, aunque no podamos llegar hasta el final. No esperaba
que Liam sonara tan sorprendido, sin embargo. "Los humanos pueden ser muy creativos,
ya sabes".
"Lo estoy descubriendo", murmura, su mirada devorándome.
Deslizo mi mano por su pecho, con cuidado de evitar su polla. "¿Alguna vez te tocas, Liam?"
Gime, cierra los ojos y su cuerpo se inclina hacia el mío inconscientemente. "¿Mientras
pienso en ti? Sí"
Oooh. Aprieto mis muslos, porque esa imagen visual es muy sexy. "¿Qué me haces cuando
te acaricias? ¿En tu mente?"
Me fascina cuando sus labios se separan, y veo un toque de colmillo rozando su labio. Su
mano se cierra sobre su polla y recorre su longitud arriba y abajo con su puño, como si
fuera incapaz de impedírselo a sí mismo. Me humedezco los labios, esperando su respuesta,
y cuando no llega enseguida, me quito la camisa. Mis pezones se perfilan a través de la fina
tela de mi sujetador, y es lo siguiente.
Él gime de nuevo, acariciando su polla, su mirada pegada a mis tetas.
Me siento de rodillas, cerca de él, pero no lo suficiente como para tocarlo. Con un pequeño
movimiento de mis caderas, pongo mis manos en mis pechos y me burlo de mis pezones,
arrancándolos y jugando con las puntas. "¿Tenías tu boca aquí?"
Liam jadea nuevamente y se acaricia la polla, más fuerte. Está encantado con mis palabras,
su mirada se mueve entre mi boca y los pezones con los que estoy jugando.
"¿O era más bajo?" Murmuro, y deslizo una mano a la cintura de mis pantalones.
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"Tu coño", dice roncamente. "Quítate los pantalones y enséñamelo. Quiero ver lo mojada
que estás. Quiero olerte".
"Oh no", murmuro, con otro pequeño mordisco sexy de mi labio que atrapa su mirada. "Tal
vez sólo te deje oír lo mojada que estoy". Muevo las cejas y me siento de rodillas,
desabrochando el botón de mis vaqueros. Meto una mano dentro de mis bragas y luego
deslizo los dedos por los pliegues. En el silencio del baño, el movimiento es obscenamente
ruidoso. Estoy empapada de deseo, y me encanta la forma en que sus ojos brillan cuando
lo oye.
"¿Te vas a meter el dedo mientras me acaricio la polla?" pregunta, sus ojos de un vibrante
tono dorado.
"Algo así". Me doy la vuelta y le presento mi culo cubierto de vaqueros.
Él me alcanza, sus dedos van inmediatamente a la hendidura entre mis muslos y se deslizan
entre ellos.
No estoy preparada para lo bien que se siente incluso ese toque. Embotada por la tela
vaquera que nos separa, sabía que no sería tan bueno como si sus dedos estuviesen
enterrados en mi coño, pero la mayor sensualidad de este momento me está volviendo loca
de necesidad. Con un gemido, me inclino hacia adelante y presiono mi mejilla contra la
manta extendida en el suelo. Mi culo está en el aire, y separo mis muslos aún más, mientras
sumerjo mis dedos en el calor.
Liam da un gruñido bajo y salvaje ante la visión. "Mía".
Es la única advertencia que recibo antes de sentir que me agarra de las caderas y me tira
hacia atrás. Su gran polla se arrastra contra la tela de mis vaqueros, y luego se clava en mi
núcleo como si pudiera de alguna manera desgarrar la tela y hundirse profundamente.
Gimoteo mientras empuja contra mí y mis dedos patinan hasta mi clítoris, frotándolo
frenéticamente.
"Atalim", jadeo. "Dios, sí. Empuja contra mí".
"Di mi nombre", gruñe, totalmente exigente. "Otra vez". Y luego se lanza contra mí una vez
más.
"¡Atalim!" Grito, y luego lo digo una y otra vez mientras él se agarra a mí, empujando mis
jeans con cada golpe de su verga. Es la cosa más erótica que he sentido nunca y me vuelve
loca de lujuria incluso cuando me llena de anhelo. Lo quiero dentro de mí, llenando este
dolor hueco mientras mi coño se aprieta y no se aprieta en nada.
Él da un gruñido salvaje, metiendo la cabeza de su polla en mi núcleo y empujando fuerte.
El calor húmedo quema contra mi ropa, haciendo que me estremezca cuando me doy cuenta
de que se está corriendo encima de mi trasero. La tela vaquera me quema la piel, lo
suficiente como para hacerme jadear, pero mis dedos trabajan tan intensamente contra mi
clítoris que ni siquiera me importa. Me corro con un pequeño llanto un momento después,
frotando y frotando para sacar todo el placer posible de ese orgasmo. Cuando ya no puedo
tocarme, hago un pequeño sonido quejumbroso y luego suspiro, cerrando los ojos.
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Las manos de Liam todavía están apretadas alrededor de mis caderas. Su cuerpo aún
tiembla contra el mío, y me doy cuenta tarde de que su dura longitud aún está apretada
entre mis muslos, como si perteneciera allí.
Levanto mi cabeza y lo miro. "¿Liam? ¿Atalim?"
Me sorprende verlo. Normalmente sus ojos están llenos de ese vibrante y delicioso oro, pero
cuando miro atrás, no puedo verlos en las sombras. Me lleva un momento darme cuenta de
que son casi totalmente negros, y las manos que se clavan en mis caderas me aprietan con
fuerza.
"¿Liam?" Le repito, porque tal vez escuchar su nombre humano lo saque de esto.
Sus labios se separan, y me sorprende ver que sus colmillos parecen más largos que nunca.
Se arrastran contra su labio inferior, y luego se retraen rápidamente. Una fracción de
segundo más tarde, el oro sangra en sus ojos y parpadea...
Y luego se aleja de mí, deambulando. Su mano va a su frente y gime profundamente.
"¿Estás bien?" Le pregunto, sentándome. Mis vaqueros están calientes y se me pegan con
su liberación, y el olor del sexo es espeso en el aire.
Se ríe y niega con la cabeza. "Bien".
∗∗∗∗∗∗∗
LIAM
Los humanos tienen un dicho: jugar con fuego.
Pensé que era una declaración tonta, pero cuanto más tiempo estoy cerca de Andrea, más
sabio parece. ¿Jugar con fuego? Lo estoy haciendo absolutamente. Estoy deslizándome en
una línea delgada cuando la mantengo cerca de mí mientras duerme. La línea se hace cada
vez más fina cuando presiono mi boca contra su cuello, imaginando mis colmillos allí
mientras le doy mis fuegos.
No duermo. La necesidad real de proteger a la hembra a mi lado crece diariamente. ¿Es mi
pareja o simplemente me la imagino así? ¿Cómo sé que no le hincaré los dientes en la
garganta, la reclamaré como mía y recuperaré ambas mitades de mí mismo fácilmente?
No lo sé. Tal vez todo esto es sólo la miseria por la que me he esforzado... pero no puedo
dar ese salto. Todavía no.
Quiero a Andrea. La quiero mucho. Pero podría no ser yo mismo si dejo caer mis muros
mentales. En lugar de reclamarla como mi pareja, podría destruirla.
Así que la tengo cerca y no hago nada, y siento que mi control se escapa con cada día que
pasa y ella está cerca. Lo más inteligente sería llevarla de vuelta a Fort Shreveport y dejarla
atrás. No volver nunca más. Encontrar un nuevo lugar para vivir, un nuevo nombre que
asumir, y continuar acechando en las sombras, donde nadie notará a otro extraño
silencioso.
Pero no puedo. Incluso la idea de dejar el lado de Andrea me destroza.
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Me quedaré con ella hasta que me destruya o me pida que me vaya. No hay otra opción.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 13
LIAM
Andrea se agacha a mi lado mientras nos escondemos detrás del retorcido casco de metal
de uno de los coches que bordean las viejas calles. Puedo sentirla temblando a mi lado,
pero no sé si es por miedo o por rabia. "¿Es él?", pregunta ella, con su voz en un susurro
bajo. Tiene su arma en sus brazos, y la toca como si esperara una oportunidad para usarla.
"Lo es", le digo, y pongo una mano en su hombro por si acaso tiene la intención de saltar y
enfrentarse al hombre.
Ha tomado toda una tarde de rastreo para encontrar el olor del macho que estaba fuera del
restaurante. Nos fuimos temprano esta mañana cuando las lluvias se fueron, y el olor de
Benny se mezcló con el de este hombre a medida que avanzábamos. No había olor a miedo,
le digo a Andrea, e incluso la lluvia no puede ocultar el hecho de que el olor de Benny se
mezcló con el de este hombre, por igual. Caminaban uno al lado del otro cuando viajaban,
así que Benny fue de buena gana. Su olor no desaparece del suelo como si lo llevaran. Esto
es bueno, le dije a Andrea, y estaba feliz de ver su brillante sonrisa de alivio.
Pero cuando encontramos al macho en un campo, lanzando una pelota con una criatura
negra y marrón de cuatro patas, el comportamiento de Andrea cambió. Benny no estaba
con el desconocido, y ella sacó su arma y la agarró de cerca. Mientras se agacha a mi lado,
me preocupa que vaya a salir corriendo y atacar al macho.
No me importa si él muere, pero sí me importa si ella se lastima.
Además, no puedo entender lo que está haciendo.
Observo al hombre desde lejos, entrecerrando los ojos como si eso me ayudara a entender
sus acciones. Se ríe de la criatura negra y marrón, silbando y chasqueando los dedos. La
cosa se vuelve hacia él, con un objeto de color naranja brillante en la boca. Baila delante
de él en una especie de táctica de distracción agresiva, y luego deja caer el objeto naranja
al suelo. El hombre dice algo, coge el objeto naranja y lo lanza por el aire. Por un momento,
creo que está distrayendo a la criatura para hacer una escapada y me tenso, listo para
saltar y detenerlo. Excepto... que no se mueve. Sólo espera, con las manos en la cadera,
mientras la criatura se lanza a través de la hierba alta en el campo cercano y luego le
devuelve el objeto una vez más.
Hacen esto varias veces, y yo miro a Andrea. "¿No se da cuenta de que la criatura seguirá
regresando si la tira?"
Ella levanta la mirada, asombrada, y su boca se retuerce. "Nene. Ese es su perro. Está
jugando a buscar"
"¿Nene?" Repito, frunciendo mis cejas. "¿Te refieres a mí?"
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Sus mejillas se sonrojan y me dirige una mirada atrevida a pesar del color de su cara. "Es
un término de cariño. Si te llamo por tu nombre real, tendrás una erección masiva y
tenemos que estar concentrados. A menos que prefieras que te llame Liam".
¿Un término de cariño? Gruño, considerando esto. Odio el nombre Liam, pero no se
equivoca. Si me llama por mi nombre completo, probablemente sentiré la necesidad de
tirarla al suelo y arrojarme sobre el vaquero de su trasero como hicimos anoche. Incluso el
recuerdo de eso hace que mi polla se ponga tiesa, porque estuvo muy bien.
Demasiado bueno. No se lo dije, pero estuve muy cerca de perder el control. No puedo dejar
que eso suceda de nuevo, lo que hicimos fue increíble, pero no puede suceder regularmente.
No hasta que descubra cómo reconstruir mis escudos desmoronados y fortalecer mi mente.
"Nene está bien", decido. "¿Y qué es un perro?"
"Es un animal de compañía. La gente solía tenerlos como compañía antes de la Grieta. Una
vez que se produjo, la mayoría de las mascotas desaparecieron. La gente no tenía comida
para alimentarse, y mucho menos un animal. Es agradable ver uno de nuevo". Su expresión
se suaviza. "Tuve un perro cuando era niña. Tampoco sobrevivió a la Grieta"
Un perro. Considero a la criatura como que se adelanta de nuevo, devolviendo la cosa
naranja una vez más. Me pregunto por qué el hombre y la criatura siguen haciendo el
extraño juego de ir y venir. ¿No puede entenderlo?
"¿Está Benny por aquí?" Andrea susurra, volviéndose hacia mí.
Niego con la cabeza. "Su olor continúa por el camino. El del hombre también, pero
claramente está aquí" Le hago un gesto en el campo cercano, y luego le observo como lo
haría con cualquier otro hombre -buscando debilidades y armas. Tiene un cinturón de
cuero que le cuelga de la cadera y tiene algo metálico en la funda. Apuesto a que es un
arma. No estoy familiarizado con todas las formas y tamaños de armas humanas, pero sé
que les gustan las que escupen fuego. Lleva vaqueros como mi Andrea, y una camisa blanca
sin mangas. Sus brazos están desnudos, mostrando dibujos negros que recorren sus brazos
de arriba a abajo. Lleva una gorra de béisbol como yo, pero el pelo que sobresale de la
espalda es de un negro azabache oscuro que le cae en el cuello.
Tampoco huele a Benny. Eso me preocupa, que el olor de su hermano no está cerca de este
hombre.
"¿Qué debemos hacer?" pregunta ella, mirándome.
Contemplo al hombre en el campo por un momento y luego miro hacia abajo. "El olor
continúa en esa dirección", le indico. "Y hay un montón de olores en esa dirección, algunos
de ellos viejos, otros más nuevos. Puede que tengan un asentamiento allí, y puede que sea
donde está Benny"
"Invasores", Andrea está de acuerdo, su boca se estrecha con disgusto. Ella mira al hombre
mientras lanza el juguete naranja de nuevo, y vacila. "¿Deberíamos atacar, entonces? ¿O
intentamos hacernos amigos de éste?"
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Tengo dos opiniones sobre esto. El viejo Liam, el que ha estado escondido durante los
últimos siete largos años, sugeriría hablar con el macho y obtener información sobre su
campamento. Fingir que una lesión o enfermedad me ha llevado al campamento es otra
posibilidad.
¿Pero el Atalim con una sensual y hermosa hembra a su lado? ¿Una hembra que no está
cubierta de olor de apareamiento? Quiere arrancarle la garganta al macho y entrar en el
campamento por la fuerza.
Así que no digo nada, incapaz de decidir. El instinto lucha con el sentido, y yo estoy
congelado, incapaz de pensar con claridad. No me gusta ver a este macho tan cerca de
donde está Andrea. No me gusta que no lleve mi marca, y que el olor de mi semilla haya
sido borrado de sus jeans. Debería estar cubierta por mi olor, llevándome encima como los
humanos llevan los olores florales que tanto les gustan.
"Bien. Yo tomaré la delantera aquí", murmura, me da una palmadita en la rodilla y luego
se pone de pie. "¿Hola?"
Me congelo como hace el hombre. La oscuridad caliente se precipita a través de mis
pensamientos, y el instinto me golpea. Me agarro del armazón del coche delante de mí para
no agarrar a Andrea y llevarla al suelo, hundiendo mis colmillos en su garganta para
reclamarla antes de que este otro macho pueda. Lo aprieto con fuerza mientras el macho
gira, su mano va hacia el arma en su cintura, y el perro a su lado se precipita hacia adelante,
moviendo la cola.
"¿Quién está ahí?" llama el hombre, y quiero agarrar a Andrea cuando da un paso hacia
delante.
Pero no puedo hacerle eso. Ella no es mía.
Poco a poco, aflojo mis músculos, tratando de luchar contra la rabia que golpea mis
pensamientos mientras Andrea cruza el camino hacia el hombre. Tiene una mano en el aire,
su arma bajada.
"Hola, desconocido", grita con fuerza. "Mi amigo y yo estamos buscando a alguien. ¿Puedes
ayudarnos?"
El hombre me mira, luego a Andrea, y prácticamente puedo ver sus ojos parpadear de deseo
mientras la mira. Es una hermosa hembra, de piernas largas y trenza dorada, y él nota el
movimiento de sus caderas mientras ella avanza.
El armazón del coche se dobla en mis manos mientras lo agarro, gruñendo.
Andrea se detiene, mirándome con preocupación. "¿Estás bien, Liam?"
Yo hago una inclinación de cabeza. El hombre espera, a varios metros de ella. Su mano se
mantiene cerca de su arma por un momento más, y luego se aleja mientras su perro corre
hacia mi hembra, rodeándola excitadamente, con la cola moviéndose hacia atrás y adelante.
Ella me sonríe y luego se arrodilla para acariciar al perro. "¡Hola, cachorro! ¡Mírate! Qué
chico tan bonito". Su voz es antinaturalmente dulce, brotando con entusiasmo mientras le
habla al animal.
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"Se llama Scooter", dice el hombre.

Andrea se ríe, disfruta de su voz, y puedo sentir que mis ojos se ponen negros de celos. No,
Atalim, me recuerdo a mí mismo. Calma. Ella no es tu pareja, y él es sólo otro humano.
Están en todas partes.
Pero... quiero arrancarle la garganta a este por mirarla.
"Qué nombre tan feroz", murmura mientras frota las orejas del perro, una amplia sonrisa
en su cara.
El hombre se ríe, cruzándose de brazos sobre el pecho. "Sí, bueno, creo que debería ser
obvio que no es un perro guardián. Me llamo Gabe. ¿De dónde eres?"
Ella le sonríe mientras yo avanzo rígidamente, deslizando mis gafas de sol sobre mis ojos
mientras lo hago, para que este macho no vea lo extraño que son. "Soy Andi, y este es Liam.
Somos de Fort Shreveport, y estamos cazando a mi hermano Benny. Tiene unos catorce
años. ¿Lo has visto?"
El hombre -Gabe- parece sorprendido. "¿Ese es tu hermano? Me dijo que era huérfano"
Andrea se pone de pie, dándole al perro una última caricia. "Estoy a punto de ser la
huérfana porque voy a asesinar su pequeño culo mentiroso cuando lo encuentre"
Gabe echa la cabeza hacia atrás y se ríe, claramente satisfecho con la respuesta de Andrea.
Le da una mirada apreciativa que hace que el fuego en mi vientre surja, y los celos calientes
corren a través de mí. Avanzo a su lado, poniendo un brazo protector alrededor de sus
hombros. Se necesita todo lo que tengo para no mostrarle los dientes a este hombre, porque
sé por experiencia que no puedo mostrar mis colmillos hasta que se acostumbren a verme.
Pero el macho sólo sonríe en mi dirección, asintiendo con la cabeza. Me ve reclamando mi
hembra.
Andrea me mira, pero su enfoque vuelve al otro hombre. Puedo sentir la tensión en su
cuerpo. "¿Dónde está él? ¿Está bien?"
El hombre sólo nos da una media sonrisa. "Si estás buscando a Benny, lo has perdido por
unos dos días"
"¿Dos días?" Andrea exclama, y puedo sentir cómo cae contra mí. Me mira con angustia.
"¿Cómo es que estamos tan atrasados?"
"Supongo que lo has estado persiguiendo por un tiempo" Gabe se arrodilla y su perro va a
su lado, con la cola moviéndose con emoción. Pone una mano sobre la bestia y continúa
observándonos. Me doy cuenta de que su mirada se dirige hacia mí varias veces, con
cautela. Es mucho más acogedor para mi Andrea, lo que hace que mi protección aumente.
No puede tenerla. Mis dedos se tensan en la tela de su camisa mientras la sujeto cerca.
Me pone una mano en el pecho y me da palmaditas, como para reconocer mi reacción.
"Tengo que reconocérselo a Benny, es muy decidido. ¿Puede decirnos a dónde fue?"
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"Tal vez", dice el hombre. "¿Pero cómo sé que eres quien dices ser? A mucha gente
desagradable le encantaría ponerle las manos encima a un niño".
"Por eso es por lo que voy tras él", dice enojada, con los puños apretados.
Estoy secretamente complacido por su irritación con este hombre. Me muevo para
consolarla cuando el viento cambia y un nuevo olor se eleva en el aire: un dragón. Una
hembra. Y cerca.
Justo cuando me pongo tieso, Gabe me mira, sus ojos se estrechan. Él explora los cielos y
luego saca un par de tubos negros, levantándolos a sus ojos y mirando a través de ellos.
"¿La has visto?"
"¿Ver a quién?"
"Hay un dragón que está enamorado de esta zona", dice Gabe, que sigue empujando esos
tubos hacia sus ojos y mirando al cielo. "Ya es hora de que se pase a saludar. Yo estaba
aquí... bueno, no importa por qué estoy aquí. Debería volver al campamento si ella está a
punto de aparecer. Eres bienvenida a unirte a nosotros y sentarte a comer".
Andrea me mira, con la incertidumbre en su rostro. "¿Qué piensas?"
Me acerco, mi boca rozando su pelo. Mis labios acarician su oreja y por un momento, me
pierdo en su olor. La necesidad posesiva casi me traga y la aprieto fuerte. Me obligo a prestar
atención. La necesidad de reclamarla, de cubrirla con mi olor, es casi abrumadora, pero me
obligo a concentrarme. "Hay un dragón hembra. No se equivoca. Pero seguiré tu ejemplo".
Gabe nos grita: "Te doy mi palabra de que no te harán daño en nuestro campamento. Sólo
somos yo y algunos de los chicos".
Eso me suena siniestro, pero Andrea se lanza con su trenza y le da al macho una mirada
desafiante. "Liam y yo podemos cuidarnos solos"
El orgullo surge de su ferocidad. Me encanta que le diga a este macho que no le tiene miedo.
Se aferra a mí y me doy cuenta de que se siente protegida en mis brazos, y mi lado Drakoni,
por el que tanto me esfuerzo por mantener bajo control, también surge.
Si vamos a quedarnos con estos humanos por un tiempo, necesito estar bajo control. Me
permito acariciar a Andrea por última vez, presionando mis labios contra su ceja. "Seguiré
tu ejemplo".
Y luego la libero. Tengo que hacerlo, o de lo contrario voy a destruir todo lo que está a la
vista.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 14
ANDI
Caminamos por las calles de la ciudad vieja, Liam a mi lado, Gabe y su perro unos pasos
delante de nosotros. A pesar de su posesivo espectáculo delante de Gabe antes, en el
momento en que salimos, pone algo de distancia entre nosotros. No puedo evitar mirarle
por el rabillo del ojo y notar que está un poco más nervioso que de costumbre, y pienso en
lo que dijo acerca de perder el control. Algo me dice que detrás de sus gafas de sol, sus ojos
son probablemente más oscuros de lo que deberían ser.
Así que le doy espacio.
Intento no hablar demasiado con Gabe, aunque tengo un millón de preguntas. Le observo
mientras camina. Es de pelo oscuro y guapo, con una barba corta que le cubre la mandíbula
inferior y tatuajes en los brazos. Es de buena constitución, y es alto, pero no se compara
con Liam. Supongo que estoy arruinada para los tipos humanos después de estar cerca de
él. Pero es limpio, y amistoso, y tiene un perro. Puedo ver por qué Benny se fue con este
tipo, por todo lo que es un extraño. Al menos, es un extraño para mí. ¿Mi hermano ha
tenido una amistad secreta con este hombre de la que yo no he sido consciente? Quiero
preguntar, pero con Liam estando nervioso, sospecho que es mejor si finjo que no estoy
interesada en Gabe.
Sólo estoy interesada en el misterio de él, de verdad. ¿Como hombre? No tanto.
"No está demasiado lejos", dice Gabe mientras giramos por otra calle. Señala hacia adelante,
y veo un viejo aparcamiento de varios niveles más adelante, una vista familiar para los
habitantes del Fuerte. En el ‘Después’, los estacionamientos permiten estar a salvo de los
cielos, pero al mismo tiempo dan espacio y una relativa libertad, por lo que son refugios
naturales de los dragones que nunca aterrizan, flamean sobre ellos cuando están de ese
humor.
Y como si el dragón distante pudiera sentir mi estado de ánimo, emite un chillido
espeluznante que lleva el viento. Mi piel se eriza y automáticamente me acerco un poco más
a Liam para protegerme. Su mano va a mi cintura y se aprieta ahí, y prácticamente puedo
sentir la tensión y el calor corporal que sale de él.
Gabe se vuelve para mirarnos, sonriendo. Hace un gesto al cielo. "Creo que le gusto".
"¿Cómo sabes que es una mujer?" Pregunto, fingiendo ignorancia. Nunca pensé en el género
de los dragones que atacaban regularmente hasta que Rast y Amy aparecieron. Entonces,
descubrí que los rojos más pequeños, los atacantes más frecuentes y violentos, son
hembras y los dorados grandes son machos. Sin embargo, estoy bastante convencida de
que no es de conocimiento general, así que tengo curiosidad por saber cómo sabe que el
lejano dragón rojo es hembra.
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Se encoge de hombros. "Sólo una corazonada. Vamos... Su método habitual de saludar es

gritar unas cuantas veces y luego lanzarse a matar. Será mejor que nos apresuremos si no
queremos ser aperitivos de dragón". Y comienza a correr hacia adelante, Scooter saltando
en sus talones, con la lengua afuera.
Mientras corre, noto que tiene una pequeña cojera, una pierna que parece favorecer más
que la otra. Interesante. Miro a Liam y luego corro hacia adelante, evaluando mentalmente
la situación. No parece una emboscada, pero una emboscada nunca parece una
emboscada. No he venido hasta aquí para que me fría un dragón pasando.
Llegamos a la seguridad del aparcamiento y seguimos a Gabe más adentro mientras baja
por una de las rampas que llevan al subsuelo. En el momento en que lo hacemos, todo el
aparcamiento parece temblar y el dragón que pasa por encima ruge salvajemente, como si
su presa se hubiera escapado enfadada.
Gabe se ríe como si esto le divirtiera. "Otro día, señora", dice en voz alta hacia el cielo.
Me deslizo un poco más cerca de Liam mientras caminamos y toco su mano con la mía.
"¿Estás bien?" Susurro.
"Es demasiado", murmura, y hay tensión en su voz. "Sólo necesito concentrarme". Su
mirada es distante, y se rasca el brazo distraídamente.
Oh... Sé lo que eso significa. Dejo un poco de espacio entre nosotros y suelto su mano. "Si
es demasiado para ti, házmelo saber y podremos irnos"
"No con un dragón encima", dice Liam, su tono es duro. "Estamos atrapados aquí hasta que
ella se vaya. No te preocupes por mí. Estaré bien" Antes de que pueda responder, se extiende
y me agarra la mano. "Sólo una petición".
"¿Qué?"
"No lo toques". Asiente con la cabeza hacia Gabe, delante de nosotros bajando por la rampa.
Tengo en la punta de la lengua la pregunta de por qué yo iba a tocarle así como así. ¿Cree
que en el momento en que aparezca otro hombre humano, me lanzaré sobre él? Me siento
un poco ofendida. "No planeo tal cosa".
"Bien, porque creo que si lo hicieras, tendría que matarle"
Me río de su extraño chiste, pero cuando Liam no sonríe, me doy cuenta de que no es un
chiste. Oh. Mi risa desaparece rápidamente y le doy a Liam un poco más de espacio. Estoy
loca por el chico, pero ahora mismo, me estoy dando cuenta de que no le conozco tan bien
como debería. Siempre habrá una parte de él que será completamente ajena y extraña, no
importa lo mucho que intente pasar por humana.
Y me froto los brazos, repentinamente fríos a pesar del calor húmedo.
Hay un fuego más adelante en un viejo barril de metal, la única luz bajo tierra, e ilumina el
área alrededor de él en naranja. Puedo ver vagamente a tres hombres sentados cerca de él,
e instintivamente, engancho mi escopeta un poco más cerca de mí.
"Soy yo", grita Gabe.
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"Justo a tiempo, jefe", responde uno de ellos, poniéndose de pie lentamente. A juzgar por la
aspereza de su voz, es un hombre mayor. "Tu novia está haciendo sus viejos trucos".
Gabe sólo se ríe, y su perro se adelanta, todo meneando la cola. "No hay nada en las
trampas", les dice mientras se acerca al fuego. "Pero hice un par de nuevos amigos". Se
vuelve hacia Liam y hacia mí. "¿Cómo dijiste que os llamabais?"
"Soy Andi", digo, acercándome un poco más al fuego. Al acercarme a la luz, veo que los tres
hombres sentados allí son todos viejos y frágiles. Hay uno en una silla de ruedas que nos
mira con los ojos entrecerrados, y a su lado, un hombre con la cara marrón arrugada y la
barba blanca como la nieve sentado en una silla de jardín, apoyando su peso firmemente
en un bastón. Frente a ellos está el orador, que tiene una barba larga y desaliñada y lleva
una camiseta blanca de tirantes y pantalones cortos y se parece un poco a Papá Noel en
vacaciones... y a dieta.
No necesito mi arma cerca de estos hombres, me doy cuenta, y me pongo el seguro,
sintiéndome avergonzada. Miro detrás de mí y Liam tiene los brazos cruzados, todavía
permaneciendo en las sombras con sus gafas de sol. Se ve un poco hostil, y puedo ver que
le están echando miradas suspicaces.
"Este es mi novio Liam", les digo, gesticulando hacia él. "Tendréis que perdonarle si no es
muy hablador. El Después nos ha jodido a todos, ¿sabéis?"
El que tiene el bastón asiente y se sienta en su silla de jardín otra vez. En el momento en
que lo hace, me sorprende ver a un gato escuálido saltar inmediatamente a su regazo y
golpear su cabeza contra su mano. Otro emerge de las sombras y comienza a limpiar sus
patas, y veo un brillo de ojos de gato a lo lejos. ¿Más mascotas?
"Sabemos cómo es eso", dice Santa, acariciando su barba. "Soy Major. El de los gatos es
Charlie, y ese es Lester" Le hace un gesto al hombre de la silla de ruedas, y luego a Gabe.
"Y a él ya le conocisteis, por supuesto"
"A él y a Scooter, a ambos".
Charlie sólo mueve la cabeza, acariciando al gato en su regazo. "El peor maldito perro
guardián de la historia". Pero se ríe.
Me acerco un poco más al fuego, pretendiendo calentarme las manos aunque bajo tierra se
ahogue sin brisa. Gabe despliega una silla de jardín y la deja junto a la de Charlie, y luego
encuentra dos más y me las tiende. "Servíos".
Las cojo y le ofrezco una a Liam.
Niega con la cabeza, el gesto de su boca duro, y tengo la impresión de que su mirada no
está enfocada completamente en mí. Por encima, el dragón ruge de nuevo y yo me
estremezco por dentro. Esto tiene que ser duro para él. Coloco mi silla y me siento frente a
los demás. En el momento en que lo hago, Liam está de repente a mi espalda, su mano
acariciando mi trenza, su otra en mi hombro. Es como si me estuviera clavando una estaca
como reclamo frente a los demás, y noto que ellos también ven el movimiento.
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Toco brevemente la mano de Liam y luego sonrío a los hombres. "Entonces, umm, ¿ustedes
son... nómadas?"
La palabra no encaja, no exactamente. Todos los nómadas que he conocido han sido duros
y rudos y venderían a su propia madre por una barra de chocolate. La mayoría son
criminales y violadores, y se agrupan con otros criminales y violadores porque todos han
sido expulsados de cada Fuerte al que llegan. Por eso es tan peligroso encontrarse con
extraños en el Después. Los únicos que viajan son los que nadie quiere cerca.
Por eso estoy tan aterrada por Benny.
"¿Nómadas?" Charlie rasca la oreja de su gato distraídamente. "Eso hace que suene como
si nos moviéramos mucho"
El que está en la silla de ruedas -Lester- resopla.
"Digamos que dejamos el último Fuerte cuando tuvimos una diferencia de opiniones", dice
Major.
Charlie se ríe. "Es una bonita forma de decir que no querían alimentar más a los ancianos".
La boca de Gabe se dibuja en una media sonrisa, pero no se divierte tanto como los demás.
Scooter pone su cabeza en la rodilla de Gabe y él le acaricia el hocico al perro, su expresión
es difícil de leer.
"Los Fuertes pueden ser lugares bastante mierderos", estoy de acuerdo. No me sorprende
que hayan echado a los ancianos. En un lugar que no tiene mucha comida, la gente empieza
a buscar excusas para no compartir. Puedo verlos queriendo deshacerse de los que no
pueden contribuir. Eso no lo hace correcto, pero sé que sucede. "Ustedes parecen
arreglárselas bien por sí mismos. ¿Cuántos gatos tienen?"
"Seis", dice Charlie con orgullo. "Algunos de ellos están escondidos"
"¿Seis?" Me quedo boquiabierta. "¿Seis y un perro?"
Major asiente con orgullo y se acerca para palmear a Gabe en el hombro. "Este chico es un
maldito buen cazador. Es capaz de mantenernos a todos alimentados y felices".
"Tengo un corazón blando, ¿qué puedo decir?" Gabe dibuja, pero le dirige Major una mirada
afectuosa.
Algo me dice que realmente lo hace. "Estoy buscando a mi hermano", comienzo de nuevo.
"Antes de entrar en eso", dice Gabe, y se sienta hacia delante en su silla. "Creo que
deberíamos sacar las armas grandes".
"Hora de la compañía", canta Lester, aplaudiendo. "Me gusta esto".
Les miro, confundida, y puedo sentir la mano de Liam apretando mi trenza. ¿Me estoy
perdiendo algo?
Gabe se levanta y automáticamente alcanzo la empuñadura de mi escopeta de nuevo. Hurga
en una de las muchas cajas de mercancía que tienen apiladas a su alrededor, y luego saca
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una pequeña bolsa oscura. "Tachaaan". ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que tomaste café,
Andi?"
Jadeo. "¡Cierra la puerta principal!"
Todos los hombres se ríen a carcajadas, excepto Liam. En todo caso, puedo sentir que se
está poniendo más tenso que antes.
"Está un poco caliente para el café, pero lo guardamos para los invitados", dice Gabe,
admirando la bolsa. "No tenemos mucho, así que intentamos que dure".
"Me encantaría una taza", le digo, se me hace la boca agua al pensarlo. Uno de los gatos,-
una bonita tortoiseshell 2 con un solo ojo-, se acerca a mi pierna y se frota contra mí,
ronroneando. La alcanzo y la levanto, y ella se acurruca en mi regazo mientras Gabe saca
un viejo tarro de colador.
Esto es muy acogedor. Si no fuera por lo tieso e incómodo que está Liam, me lo pasaría de
maravilla. Tal y como está, soy muy consciente de él, y me duele. Sé que esto tiene que ser
duro. Acaricio al gato por unos momentos y luego lo dejo en el suelo. "¿Puedes hablarme de
Benny?" Pregunto de nuevo.
Lester me señala con un dedo tembloroso. "Se sentó allí hace no más de dos días y se tomó
una taza de café él mismo"
"Chico aguerrido", dice Charlie con un guiño. "Me gustaba".
Major me estudia. "Te pareces a él. Excepto el diente, por supuesto. Aunque la misma cara"
Mi corazón se agita con emoción al mencionar el diente de Benny, como si ese pequeño
detalle lo acercara mucho más. "¿Cómo estaba? ¿Estaba bien?"
"Estaba muy cansado. Llevaba horas montando en la bici, dijo, pero le dolía el culo" Lester
se ríe con diversión.
Bueno, eso explica por qué la abandonó.
"Nos dijo que venía de Fort Orleans", añade Charlie. "Dijo que lo echaron después de la
muerte de su hermana".
Jadeo. "¡Esa pequeña mierda mentirosa!"
Todos se ríen. "Es un adolescente", dice Gabe, agitando las orejas de Scooter. "No estoy
seguro de lo que esperas".
"¡Tenía una casa en un Fuerte perfectamente agradable! Somos de Fort Shreveport y no es
como la mayoría de los otros. Todo el mundo es bienvenido allí. Nos hemos establecido para
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ser un refugio de los Fuertes de mierda como el que venimos, porque todo el mundo merece
tener un lugar seguro para vivir y algo caliente para comer"
Se quedan en silencio, y no estoy segura de que me crean. Probablemente suena un poco
como un cuento de hadas. Me froto la mano sobre los ojos, frustrada y cansada. "No sabía
que Benny era tan condenadamente infeliz. No hasta que se levantó y se fue. Sabía que se
sentía solo, pero... no era tan malo".
Charlie acaricia a su gato un poco más y sacude la cabeza. "Benny quería quedarse con
nosotros. Dijo que le gustaba pasar el rato con nosotros"
Eso me sorprende un poco. Está el viejo abuelo Steve en el Fuerte y Benny nunca mostró
ningún interés en él.
"Más bien le gustaba el perro. Y los gatos. Y Gabe", dice Major.
"A todo el mundo le gusta Gabe", concuerda Lester.
Les miro a mi alrededor, tratando de contener mi frustración. "¿No dejaste que se quedara?
¿Lo echaste?"
Gabe estrecha sus ojos hacia mí. "¿Te parecemos monstruos?"
"He visto muchos monstruos en el Después", le digo sin rodeos. "No siempre parecen
monstruos".
Un sonido bajo y siniestro comienza detrás de mí, y cuando la mano en mi trenza se aprieta,
me doy cuenta de que es Liam y está gruñendo. Oh, mierda. El sonido es tan bajo que no
creo que los demás lo hayan oído todavía, pero uno de los gatos se escabulle y las orejas de
Scooter se levantan. Pongo mi mano sobre la de Liam y entrelazo mis dedos con los suyos,
dándole un apretón para recordarle que estoy aquí. Espero que algo de mi calma le llegue...
y luego me recuerdo a mí misma que necesito estar calmada. Tranquilizarme.
Esta gente no se da cuenta de que Liam es un dragón y mucho más peligroso de lo que
creen.
Pero Gabe empieza a hablar de nuevo. Cruza los brazos sobre su pecho, encorvado en su
silla. "Le dijimos que este no era un lugar para un niño. Ya es bastante difícil para nosotros
cuatro, pero si se mete en problemas, no sé si podremos ayudarlo a salir de ellos. ¿Y con
ese dragón que me tiene vigilado como si fuera su próximo bocadillo?" Niega con la cabeza.
"No tenía sentido que se quedara. Así que lo llevamos a Fort Justice en la carretera."
"¿Fort Justice? Nunca he oído hablar de él". Me trago mi decepción. Parte de mí esperaba
que Benny saliera de detrás de algunas de las cajas esparcidas en este garaje, que ha estado
escondido, esperando para engañar a su hermana mayor. En vez de eso, tenemos que seguir
adelante, y esta cacería está empezando a sentirse interminable.
"Fuerte Justice", señala Gabe, y no me pierdo las miradas amargas de los viejos. "El lugar
que nos echó. Se toman muy bien a los niños allí, por supuesto. Muchas familias. Y Benny
es joven y fuerte. Les agradará"
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Quiero protestar. ¿Por qué diablos lo llevarían al mismo Fuerte de mierda que los echó a
patadas? Pero sé mi respuesta antes de hablar. Un Fuerte no echará a un niño fuerte y
saludable que puede convertirse en un proveedor y un protector. Es a los ancianos y débiles
a los que no quieren. Es diferente para Benny. Horrible, pero cierto. "¿Así que creéis que
está ahí?"
"A menos que haya hecho las maletas y se haya ido en los últimos dos días. Está a sólo un
par de horas a pie de aquí. Lo llevé allí", dice Gabe, con una lenta inclinación de cabeza.
"Parecía el mejor lugar. Muchas familias se separaron cuando el Fuerte Eureka mordió el
polvo hace unos años, y son muy estrictos con las reglas, pero hay muchos niños de su
edad. Pensé que estaría bien allí. Podemos salir por la mañana si quieres. Necesito hacer
algo de comercio con ellos de todos modos."
Otro retraso. Aprieto la mano de Liam porque ha estado muy callado, y trato de parecer
alegre. "Es muy amable de tu parte, pero si nos puedes dar indicaciones, nos iremos"
"¿Con un dragón atacando por encima de la cabeza?" Gabe sacude la cabeza. "Lo siento,
pero conozco a esta chica". Señala el cielo. "Estaréis inmovilizados hasta la mañana. Y
además, no serías capaz de encontrar el Fuerte Justice. El lugar está escondido y es casi
imposible de encontrar sin ayuda"
"Aprecio la ayuda", lo admito a regañadientes. "¿Hay un precio?" Todo el mundo siempre
tiene un precio, y quiero saber en qué me estoy metiendo.
Las cejas de Gabe suben. "Buena oferta, pero no estoy interesado en tu vagina".
Aguanto la respiración, pero ya es demasiado tarde. Liam se adelanta, un gruñido en sus
labios. Apenas consigo ponerme de pie y bloquearlo antes de que pueda enfrentarse a Gabe,
que también está de pie.
"¡Liam!" Puse mis manos en su pecho. "¡Oye! Cálmate. Mírame" Le doy un golpecito en el
pecho. "Mírame, Liam. Sabes que no te estaba ofreciendo eso. Nadie va a tocarme, nene"
Hago hincapié en el apodo, tratando de recordarle lo que hemos compartido.
Nunca lo he visto tan salvaje. Todo su cuerpo tiembla, como si tratara de contener la rabia
reprimida. Por una vez, desearía que sus gafas de sol y su gorra de béisbol no le ocultaran
los ojos por completo, necesito saber lo oscuros que están. Pero puedo adivinarlo.
"Nene", susurro otra vez. "Vamos. Concéntrate en mí. Respira hondo".
Gira su mirada hacia mí y se golpea un brazo con furia. "Andrea". La palabra está sin aliento
y medio gruñida.
"Todo está bien. Lo prometo. Nadie me va a tocar"
"Si me dejaras terminar", comienza Gabe, y quiero darle una bofetada por ser un idiota.
"Iba a decir que no hay precio. Tenemos todo lo que necesitamos y no me gusta utilizar a la
gente. Si tienes balas de más, te quitaré unas cuantas, pero aparte de eso, no queremos
nada".
Liam ni siquiera mira en su dirección. Sus puños se flexionan, apretados a sus lados.
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"¿Ves?" Susurro. "Está bien". Le brindo una sonrisa temblorosa, mi corazón se duele por
mi pobre dragón. Nunca ha estado tan herido en el pasado y no puedo evitar sentirme
responsable. Yo soy la que insiste en besar y tocar, después de todo. Su falta de control
tiene que ser mi culpa.
La cabeza de Liam se inclina ligeramente, y me doy cuenta de que me está mirando. Me veo
en el reflejo de sus gafas de sol y suspiro de alivio.
"Sólo esta noche", le murmuro, envolviendo mis brazos alrededor de su cintura. "Esta noche
y mañana nos pondremos en camino, ¿de acuerdo?"
"Si... alguien trata de tocarte..." Su voz es toda grave, todo peligro.
"No lo harán", le prometo rápidamente. Le suelto y me doy la vuelta, mirando a los demás.
Hay cautela en sus rostros, la abierta amabilidad de antes se ha ido. La desconfianza y
resignación en sus caras, como si estuvieran mirando su destino, me rompe el corazón.
"¿Tienes algún lugar donde podamos dormir esta noche en privado?"
"El garaje grande", dice Gabe, señalando el espacio abierto a su alrededor. "Sois bienvenidos
donde queráis".
"Bien". Empiezo a decir más, pero el brazo de Liam serpentea alrededor de mi cintura y
entierra su cara contra mi cuello, inhalando profundamente, y estoy demasiado distraída
para continuar. Le toco la mejilla, preocupada de que necesite estos toques... e igual de
preocupada de que cuanto más le acaricie, más al límite le empuje.
Pero, ¿qué otras opciones tengo?
"Te aceptaré ese café", digo, acariciando el brazo de Liam. Mis dedos rozan una de las puntas
y noto que la mirada de Gabe se queda ahí un momento, su boca se estrecha.
El dragón ruge una vez más, y todo el estacionamiento parece temblar con la ferocidad de
su ira. A lo lejos, huelo humo nuevo y reciente.
Es una distracción bienvenida. "¿Estás seguro de que el dragón va a atacar toda la noche?
Esa no es la norma"
La sonrisa de Gabe es fuerte. "Te lo dije. Es porque le gusto"
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 15
LIAM
Es sólo cuestión de tiempo perder el control.
Estar tan cerca de Andrea, sentir sus caricias, respirar su olor, pero no poder reclamarla...
Es una tortura, y sólo puedo aguantar un tiempo. ¿Me he enorgullecido de mi fuerza para
mantener mis muros mentales en alto durante siete años? Soy un tonto, porque nunca he
sido verdaderamente probado hasta ahora.
La Drakoni hembra ruge en lo alto, descargando su ira con fuego y furia ardiente en el
edificio, y por primera vez en mucho tiempo, entiendo su rabia. Estaba cerca de eso cuando
el macho sugirió que Andrea lo atendiera. Incluso pensar en ello, horas después, me llena
de una rabia impía.
Después de mi arranque inicial, me las arreglé para calmarme por un tiempo. Andrea se
sentó y bebió el café maloliente con los ancianos, mientras que el del perro, mi rival, me
observaba desde lejos. Lo miré fijamente mientras los demás hablaban, haciéndole saber
mi disgusto. ¿Cree que no soy consciente de sus trucos? ¿Invita a mi hembra a su casa y
la atrae con regalos, haciendo desfilar sus animales delante de ella y apelando a su suave
corazón? Le muestra que puede cuidar de los ancianos y de los animales pequeños,
demostrando ser un buen proveedor.
Todo es una estratagema para alejarla de mí. Lo sé.
Si estuviera en forma de batalla, lo desafiaría en un abrir y cerrar de ojos. La idea de luchar
contra él, con dientes y garras, hasta que su cuello se abriera bajo mis colmillos y su sangre
se derramara en el suelo... una oleada de placer caliente me atraviesa al pensarlo.
Excepto que mis garras están esquilmadas.
Y ya no puedo tomar forma de batalla. No sin destruirme a mí mismo.
Así que debo sentarme y sufrir en silencio, apretando los puños. Toco a Andrea a menudo,
recordándome que está a mi lado, y mostrando al macho con quién elige estar.
Es brutal y salvaje por mi parte, y siento todos los vestigios de humanidad que he trabajado
durante tanto tiempo triturarse frente la cara de mi rival. Andrea sería una buena pareja
para él. Lo sé. Es alta y fuerte y no tiene miedo y tiene el coño que huele más dulce. Es
inteligente y cariñosa, y no tengo dudas de que si no estuviera a su lado, este macho estaría
encima de ella, cortejándola con palabras y besos humanos.
Pero yo soy Drakoni, y he apostado por ella. No importa que no pueda tomarla como mía,
no de verdad. Destruiré a cualquiera que intente quitármela, y eso es una promesa.
"¿Liam? ¿Nene?"
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Miro hacia arriba desde el punto de vista del fuego. Andrea está de pie, con una suave
sonrisa en su rostro. "Vayamos a la cama, ¿sí?"
Miro a los otros, todavía cerca del fuego en sus sillas. Los ancianos me miran con recelo,
pero no hay miedo en el rostro de Gabe. Sus ojos están entrecerrados y su mano tranquila
mientras acaricia las orejas de su perro. No muestra ningún miedo y eso me hace querer
destruirle, para mostrarle exactamente lo que debe temer.
"¿Nene?" pregunta Andrea otra vez. "¿Cama?"
La miro una vez más. Puedo ver la preocupación en su cara. Sospecha que estoy luchando...
pero no sabe cuánto.
Un pensamiento repentino se me ocurre. Sí, podemos ir a la cama. Podemos ir a la cama...
y puedo tomar a Andrea en mis brazos y enterrar mi cara en su coño. Puedo lamerla hasta
que grite de placer, llenando los oídos de los demás con su alegría. Quiero que huelan su
coño, empapado de necesidad. Quiero que se den cuenta de que es Atalim el que la posee,
Atalim el que la monta, aunque sea con lengua.
Y yo gruño con placer, acercándola a mí. "Sí. Cama", me las arreglo, las palabras se espesan
en mi lengua.
Ella parece sorprendida por mi reacción, pero su brazo va a mi cintura y sonríe a los demás,
murmurando suaves buenas noches de despedida y recordándoles que la despierten al
amanecer para que podamos recuperar a su hermano del Fuerte.
No me importa el amanecer. Sólo pienso en las próximas horas en la oscuridad y en cuántas
formas puedo reclamarla. El aliento se me va de los pulmones, y puedo sentir el fuego
creciendo en mi pecho.
No.
No. No debo hacerlo. No puedo perder el control. Andrea me necesita. Me prometí a mí
mismo que esto no pasaría.
Cierro los ojos mientras Andrea me toma de la mano, alejándome del fuego. Agarramos
nuestras mochilas, no necesito ojos para agarrarlas, y dejo que nos encuentre un lugar
privado mientras lucho por el control con mis pensamientos. Me imagino paredes frías,
bloqueando las llamas que arden en mi mente. Me imagino la paz, y el agua corriente.
Imagino la cara triste de Andrea mientras pierdo el control y me convierto en otro monstruo
salvaje.
Me hormiguea la piel.
Nos dirigimos a la parte de atrás del garaje y hay un par de coches encajados en ángulo,
como si uno intentara salir y se estrellara contra otro. Hacen paredes decentes, así que
Andrea desenrolla nuestras mantas y hace una cama, mientras yo me quedo de pie y la
observo, apretando y soltando los puños, intentando recuperar un poco de control.
En el momento en que se vuelve para mirarme, sin embargo, todo ese control se marchita
una vez más.
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Me pongo de rodillas, cogiendo la parte delantera de su camisa. La beso, de forma brusca.

Hace un pequeño ruido de sorpresa, sus manos revoloteando sobre mis hombros antes de
devolverme el beso, y eso es suficiente para mí. Me acerco a la cintura de sus vaqueros,
desgarrando los cierres. Quiero meter mis dedos en su coño y cubrir mi mano con sus
jugos. Quiero que me escuchen complaciéndola. Quiero...
"¡Oye, oye!" susurra, alejándose de mí. Su mirada está sorprendida, su boca ligeramente
abierta y mojada por mis besos. "¡Estás gruñendo!"
Hago una pausa, y en ese momento, me quita las gafas de sol de la cara, mirándome a los
ojos.
"Nene", dice con un pequeño movimiento de cabeza. "Tus ojos..."
"No me importa", digo con dureza, deslizándome más abajo y enterrando mi cara contra su
coño. No me importa si está cubierta de ropa, la lameré hasta...
"¡Liam!" Me pone una palma en la frente y empuja hacia atrás, quitándome la gorra de la
cabeza. "¡Alto!"
Le gruño, levantando la cabeza para mirarla a los ojos. Me siento territorial, y el hecho de
que otro rival esté tan cerca y ella no haya sido reclamada me vuelve loco. "Tú eres mía.
Nadie más te tocará. Si no puedo reclamarte, te cubriré con mi olor, en su lugar. Llevarás
la semilla de Atalim por toda tu suave piel y..."
Ella me empuja de nuevo, con fuerza. "¿Qué mierda?" Su voz es un silbido bajo, y se me
ocurre que no quiere que los demás nos oigan discutir. "¿Por qué crees que alguien más me
va a tocar?" Cuando me quedo en silencio, sus fosas nasales se inflaman y sus ojos se
ponen furiosos. "¿Crees que me estoy ofreciendo?" Su pequeño puño se clava en mi brazo,
cómico por su fuerza. "Hijo de puta. No abro las piernas para nadie que diga salta. Ya no..."
Y entonces estalla en lágrimas.
La vista de ella haciendo agua de sus ojos me despierta. Me pongo en pie, caminando,
mientras su suave llanto desgarra mi espíritu. "Andrea, por favor... lo siento".
Ella sorbe por la nariz, palmeando su rostro, como si estuviera enojada porque está
llorando. "¿Crees que no puedo decir cuando tengo que ofrecer un pequeño coño para
conseguir lo que necesito? Tengo mucha experiencia en eso, muchas gracias. ¿Pero esta
gente? Sólo están siendo amables".
¿Qué quiere decir que tiene experiencia con eso? Me arrodillo, me agacho delante de ella y
pongo una mano en el suelo. Cuando ella no la quita, extiendo la mano y le toco la rodilla.
"Dime lo que quieres decir, Andrea. Quiero saberlo"
"¿Quieres saber?" Vuelve a aspirar por la nariz, parpadeando rápidamente. "Yo era la puta
del Fuerte en el Fuerte Tulsa"
No sé lo que es eso, pero adivinando por su tono, puedo adivinar que es malo. Sus hombros
se encorvan con vergüenza, y yo extiendo mi mano y rozo mis nudillos sobre su mejilla,
queriendo quitarle el dolor de sus recuerdos.
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"Verás, cuando la Grieta golpeó, mi padre murió de inmediato. Mamá vivió unos meses más,
lo suficiente para ponernos a salvo a Benny y a mí en el Fuerte Tulsa. Pero luego ella
también murió, y se nos acabó la posibilidad de mantenernos a nosotros mismos. Así que
hice lo que pude, trabajos ocasionales aquí y allá, sobre todo limpiar o cocinar o lavar la
ropa. Y conocí a un chico llamado Grant. Tenía entre 16 y 14 años, y pensé que era la cosa
más sexy de la historia. Nos besábamos y nos divertíamos besándonos y siendo estúpidos.
Perdí mi virginidad con él unos meses después, y me encantaba estar con él. Pero entonces,
por supuesto, rompimos. Y empecé a enrollarme con otra persona, porque era divertido y
qué más se podía hacer en un Fuerte, ¿verdad? Y luego empecé a engancharme con alguien
más después de eso. Y él era un soldado, y nos pillaron haciendo tonterías. También se
jactaba ante sus amigos, inventando todo tipo de cosas pervertidas que yo aparentemente
estaba dispuesta a hacer. Y conseguí una reputación. Si querías una chica que se metiera
en la cama, hablabas con Andi Foster" Su voz se vuelve amarga. "Lo malo de las
reputaciones es que aunque no sean ciertas, pueden terminar así. Yo creía que estaba
enamorada, y el tipo con el que me estaba acostando creía que se estaba mojando la polla.
Y luego, por supuesto, trajo a un amigo, y como yo era la zorra de Andi Foster, se
sorprendieron cuando dije que no. Me amenazaron, hicieron que pareciera que me
arrepentiría si no hacía lo que ellos querían. Así que lo hice. Aprendí por las malas que
cuando no tienes a nadie que te cuide, no puedes decir que no. A nada".
Se queda en silencio. El dragón ruge de nuevo, pero no es nada comparado con la rabia que
me atraviesa el pecho. De repente, no quiero mezclarme con los Fuertes. No quiero
mezclarme con los humanos.
Quiero quemar todo hasta el puto suelo.
Andrea se limpia con una palmada los ojos de nuevo, aspirando por la nariz. "De todos
modos, por eso me fui del Fuerte Tulsa. Y por eso tuve cuidado de quién te vio conmigo en
Fort Shreveport, porque no quería volver a tener una reputación, ¿sabes?"
Extiendo la mano y levanto su barbilla, obligándola a mirarme. Todo en mi mente se está
volviendo loco, mis pensamientos ardiendo en llamas, pero de alguna manera encuentro en
mí la calma. Reunida. "Eres la única cosa buena y perfecta en este mundo, Andrea Foster.
Te quiero. Y no quiero que nunca sientas que te estoy forzando como ellos lo hicieron"
Inclina ligeramente la cabeza, frotando su mejilla contra mis dedos. "No fue realmente
forzado. Yo le seguí la corriente, pero..."
"Pero no tenías otras opciones", digo suavemente, aunque tengo el instinto asesino en mi
corazón, asesino por todos los hombres que pensarían en tomar a alguien tan valioso. "Eso
es forzar, no importa cuántas sonrisas lleves en la cara"
Sus ojos rebosan de lágrimas otra vez, pero me da un beso en la mano. "Gracias, Atalim"
No soy digno de su dulzura. Pero la acerco y acaricio su cabello y me acurruco a su lado,
respirando su aroma, porque no puedo asesinar a todos los horribles hombres humanos
que caminan por este mundo.
Ella ha dejado atrás su pasado. Si voy a tener un futuro, debo hacer lo mismo. Debo ser
Liam.
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Debo serlo.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 16
ANDI
Miro fijamente al edificio demolido que está delante de mí. "Vale, tú ganas. No habría
encontrado este lugar por mi cuenta"
A un lado, Gabe sonríe, poniéndose la mano en el muslo para llamar a Scooter. El perro se
mueve con emoción, como si conociera este lugar. Tal vez lo conozca. Gabe dijo que una vez
vino de aquí.
Me alegro de que esté con nosotros, porque nunca habría encontrado este lugar. Es genial.
La "entrada" a Fort Justice no es más que una oficina de la compañía de mudanzas medio
colapsada y casi demolida. Parece que el fuego se comió la entrada en un momento, y la
lluvia y el clima se encargaron del resto. Es grande, del tamaño de un pequeño
supermercado, y esas ratas siempre presentes se escabullen detrás de los montones de
basura en la calle, como si estuvieran esperando a que nos vayamos. Detrás de la tienda,
sin embargo, escondida en un callejón sin salida y asfixiada por vehículos y árboles
muertos, está la verdadera entrada a Fort Justice, un centro de almacenamiento que una
vez estuvo unido a la oficina principal de la compañía de mudanzas. En aquellos tiempos,
supongo que la gente alquilaba un camión de mudanzas y tenía la opción de almacenar sus
cosas en el mismo lugar, pero gracias a la geografía y ahora a los restos, no se pueden ver
las largas filas de unidades de almacenamiento desde la calle. Tienes que caminar hasta el
lugar para darte cuenta de que están ahí.
Como los Fuertes, es ingenioso. Un montón de unidades de almacenamiento puede que no
sea el más cómodo de los lugares, pero estás a salvo de los dragones gracias al techo y las
paredes de metal, y estás a salvo de los nómadas gracias al aislamiento.
Miro a Liam para ver si aprecia el ingenio que hay detrás de la entrada de este Fuerte en
particular, pero está mirando a la distancia. Sus ojos están ocultos con las gafas de sol, y
su gorra está baja sobre su cabeza. Hoy lleva mangas largas a pesar de que hace mucho
calor, y me digo a mí misma que es porque intenta ocultar a Gabe lo dragón que es.
A veces pienso que las capas son para añadir otra capa de protección entre nosotros,
también. Ha sido ambiguo todo el día mientras viajábamos, sin hablar, sin prestar atención
mientras Gabe y yo charlábamos. De vez en cuando se detenía y se ponía en cuclillas, o se
detenía a mirar los cielos vacíos, y eso me preocupa.
Cada día actúa menos como Liam y más como... bueno, Vaan y Rast.
Me preocupa que nuestro coqueteo le esté destruyendo.
Otra rata se escabulle sobre mi bota, arrastrando mi mente al presente. La echo a un lado,
temblando. "Si este es el Fuerte, tienen un serio problema de ratas".
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"¿Cual no?" pregunta Gabe.

"Yo. De donde vengo. Nosotros no. Sólo estás invitando a la enfermedad con esta mierda"
Niego con la cabeza. "¿Qué tan grande es este Fuerte?" Pregunto mientras nos acercamos
al frente de la tienda quemada. Nadie ha salido a saludarnos, pero supongo que no es
sorprendente. Estoy un poco sorprendida de que no haya guardias en la parte delantera,
pero eso podría destruir toda la vibración de ‘Fuerte escondido’ que tienen.
Aún así...
"¿Alrededor de treinta personas?" Gabe se encoge de hombros. "Unos cuantos más podrían
haberse ido desde que yo estuve aquí. Como dije, son bastante estrictos con las reglas. Lo
entiendo, con dos fuertes implosionando por debajo de ellos, pero no puedo sentir lástima
por ellos"
"¿Dos fuertes?" Pregunto, curiosa. "¿En serio?" Hago una pausa mientras nos dirigimos al
frente de la tienda, preguntándome si estamos a punto de conocer un Fuerte lleno de la
gente más desagradable de todos los tiempos. Por otra parte, no puedo culparles. Estoy
empezando a molestarme con Gabe por enviar a mi hermano pequeño aquí si son unos
canallas.
Asiente con la cabeza, vigilando la fachada de la tienda. "Fuerte Eureka y luego New Fort".
¿New Fort? "Nunca he oído hablar de él".
"Fue la primera sucursal de Eureka. Se convirtió en un señorío muy rápido y exigió diezmos
a todos los del Fuerte si querían su protección, así que mucha gente se fue" Hace un gesto
hacia la tienda. "En su lugar hicieron el Fuerte Justice".
Ugh. ¿Hay algún Fuerte por ahí que no esté lleno de imbéciles? Oh, claro, Fort Shreveport...
pero también está lleno de un 95% de mujeres y niños. Cifras. "Supongo que tú, Lester,
Major, y Charlie no quisisteis volver a New Fort después de que Fort Justice os echara"
Gabe me mira con asco. "Si todo es lo mismo, ya me he hartado de fuertes".
Sé cómo se siente. Cuando dejé el Fuerte Tulsa, juré no volver a estar en otro... hasta que
Gwen nos asentó e hizo el Fuerte Shreveport. "Lo he oído". Y me río.
Liam empieza a gruñir, ese ominoso estruendo que se construye en su pecho.
Joder. Inmediatamente me muevo a su lado y tomo su mano en la mía. Cada vez que Gabe
me habla, me preocupa que Liam pierda la cabeza. Está actuando celoso y más que un poco
loco, y sé que no es su culpa. Está luchando. Pero no sé qué hacer. Así que le aprieto la
mano y espero pacientemente a su lado hasta que su gruñido desaparezca y me mire.
"Andrea", murmura. "Lo siento".
"Está bien. ¿Vas a estar bien para entrar? Va a haber mucha gente ahí dentro" Sé que Amy
ha mencionado que Rast lucha cuando hay mucha gente alrededor por los olores y cómo
afectan a los dragones. Tal vez Liam necesite esperar afuera... pero sé que esa idea nunca
funcionará. No querrá dejarme a solas con Gabe ni un segundo.
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Él asiente con la cabeza, con un movimiento crispado. "Los olores no son tan malos aquí,
lo cual es extraño" Liam pasa una mano sobre su mandíbula, frotando su boca. "A menos
que me esté volviendo inmune al hedor".
"¿Es posible? ¿Quieres esperar aquí fuera?"
Me mira, su expresión es ilegible gracias a las gafas de sol y el sombrero. "No. No me iré de
tu lado"
"¿Estás seguro? Sé que es difícil..."
Antes de que pueda decir algo más, Liam me rodea con un brazo alrededor de la cintura y
me empuja contra su pecho. Al momento siguiente, su boca está sobre la mía, dura y
exigente, y me besa con una intensidad tan feroz que me deja sin aliento y aturdida. Me
suelta con la misma rapidez y mira por encima de mi hombro, y tengo la impresión de que
lo hizo más por Gabe que por mi.
Lo cual es irritante, pero se le paso, ya que hoy lo está pasando muy mal. Prefiero que Liam
sea el novio posesivo que el loco Liam que mira a los cielos vacíos. Así que le cojo de la
mano y camino con él.
Con suerte Benny no se sentirá muy raro por el hecho de que me esté acostando con su
amigo. Sé que adora a Liam como un héroe.
Gabe nos dirige una mirada paciente, su perro sentado a sus pies. Scooter parece
inconsciente, con la lengua colgando, pero siento la impaciencia de Gabe. "¿Entramos o
necesitáis más tiempo?"
"Estamos bien", digo yo, dando un paso hacia delante. "Y si yo fuera tú, le diría a tus amigos
de Fort Justice que aunque estén escondidos, es buena idea tener guardias o vigilantes,
¿sabes? Podríamos ser asaltantes. Parece una tontería no tener ojos en el frente de tu
Fuerte"
Su ceño frunce y mira al frente del viejo edificio quemado. "Es un poco extraño, porque
normalmente lo hacen"
Mis sentidos se erizan. Todos nos quedamos callados y nadie pone un pie dentro de la
tienda. Incluso Gabe parece estar esperando algo.
"No escucho a nadie", digo en voz baja. "¿No deberíamos escuchar a la gente?" Incluso en
Fort Shreveport, hay niños chillando y jugando, y portazos y un millón de otros sonidos de
unas pocas docenas de personas viviendo en cuartos cercanos.
Aquí, está tan silencioso como una tumba, el único sonido es el viento que me enreda el
pelo.
"No me gusta esto", dice Gabe, y su mano se desliza hacia su pistola.
Suelto la mano de Liam y saco mi escopeta de mi funda, comprobando el cañón para
asegurarme de que está cargada.
"Espera aquí", me dice Gabe.
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"Vete a la mierda", respondo, preparando mi arma. "No soy una niña pequeña esperando
que un hombre la salve. Si mi hermano está ahí dentro y hay un problema, voy a entrar".
"Vale, pues". Se desliza por la parte de atrás de la tienda y no espera a que lo siga.
Me muevo tras él, y Liam está a mi lado sin siquiera preguntar. Espera aquí. Joder, de
verdad.
Nos movemos a la parte de atrás del edificio y hay una gran valla de tres metros de altura
con alambre de púas en la parte superior. Hay una puerta que está cerrada, pero no con
llave. Dentro, una gallina solitaria vaga por uno de los callejones de los bloques de
almacenamiento. Puedo ver fila tras fila de unidades, la mayoría decoradas y pintadas con
spray, algunas claramente usadas como viviendas. Una en el extremo más alejado parece
estar preparada como un granero y puedo ver la parte trasera de una vaca.
Pero... no hay gente.
"¿Hola?" Gabe llama, poniendo una mano en la puerta. La abre sin problemas y luego entra.
"¿Mika? ¿Jennifer? ¿Simone? ¿Bill?"
No hay respuesta. El frío miedo me invade. ¿Dónde está mi hermano?
Mejor aún, ¿dónde están todos?
Miro a Liam, mi frustración y mi miedo a punto de burbujear.
Está tranquilo, sin embargo. Liam se arrodilla en el suelo, con la mano en la tierra, y luego
levanta los dedos hacia la nariz, respirando los olores. "Hay mucha gente que vive aquí",
murmura. "Pero todos se han ido"
"¿Todos ellos?"
"Sus olores tienen al menos un día de antigüedad" Sus fosas nasales se inflaman y mira
hacia arriba. "Pasaron por esta puerta. Muchos de ellos, a la vez"
"¿Hueles a Benny?" Tengo que preguntar, aunque temo la respuesta.
"Está con ellos", me dice. Inclina la cabeza muy ligeramente, y luego vuelve a oler los dedos.
"Hay un sabor extraño en sus olores".
"¿Qué quieres decir con extraño?"
Liam sacude la cabeza. "No puedo ubicarlo. Sólo... extraño. Nunca antes había olido algo
así"
Eso podría ser cualquier cosa. Liam no es humano, y todos podrían haber encontrado una
mofeta por lo que sabemos. Me digo a mí misma que no es nada. Que Benny está bien y
que no hay necesidad de preocuparse. Respiro hondo y preparándome mentalmente, y luego
me dirijo al Fuerte, con mi arma en las manos.
El hecho de que Liam caiga en el paso detrás de mí es deprimente. Me dice que antes de
que baje por la primera "calle" del complejo de almacenamiento que no hay nadie aquí. Liam
es tan protector que si hubiera un indicio de peligro, nunca me dejaría tomar la delantera.
Realmente se han ido todos.
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Pestañeo lágrimas de frustración mientras acecho por el callejón. Las unidades de

almacenamiento están alineadas como filas de mini-garajes, y alguna vez, la gente solía
estacionar sus camiones o autos en estos callejones para poder descargar sus cosas en el
espacio de almacenamiento alquilado. Ahora el callejón está cubierto de dibujos de tiza de
colores en la acera y las puertas han sido pintadas con spray con escenas coloridas en lugar
del viejo naranja liso que eran antes. Los pollos se dispersan mientras caminamos y yo me
muevo hacia un "cobertizo" con una cuerda de tracción en la parte inferior y lo levanto. La
unidad de almacenamiento se abre y revela un acogedor nido que alguien ha hecho para sí
mismo. Hay una cama con un colchón viejo, un estante lleno de libros y un estante lleno
de comida enlatada. Incluso hay un jarrón con dientes de león recién recogidos que aún no
han empezado a marchitarse. La cama está hecha.
Pero no hay nadie aquí.
Me doy la vuelta para mirar a Liam con frustración. "No lo entiendo. ¿Dejaron sus pollos y
su comida?"
"Y la vaca", exclama Gabe, corriendo para reunirse con nosotros. "Hice un rápido círculo
alrededor del Fuerte, pero no hay nadie aquí".
No le digo que ya lo hemos averiguado. "¿Invasores?" Le pregunto. "¿Nómadas? ¿Por qué un
montón de familias abandonarían su asentamiento?"
"Ni idea", dice Gabe, y su cara está marcada, su boca es una línea plana. "Tenían muchos
hijos, familias. No se levantaron y se fueron".
"No pueden ser asaltantes", dice Liam, y hay un poco de tensión en su voz, como si hablar
tanto le costara. "Habrían desnudado el lugar y matado a los pollos".
Gabe gruñe.
Tiene razón, me doy cuenta. Los asaltantes no dejarían nada, especialmente comida
enlatada. "No son cautivos, entonces. ¿Hacia dónde fueron?"
Con un pesado suspiro, Gabe se pasa una mano por el pelo mientras Scooter se apoya en
su pierna. "Al diablo si lo sé. ¿Tal vez se quedaron sin agua y tuvieron que irse?"
"Entonces, ¿por qué no llevarse las gallinas y la comida?"
Niega con la cabeza, diciéndome sin palabras que no tiene respuestas. Yo tampoco las tengo.
Hago un gesto al perro a sus pies, que mueve la cola y no ayuda en lo más mínimo. "¿Es
bueno rastreando a la gente?"
Gabe me mira de forma extraña. "No sé si te has dado cuenta, pero Scooter no es bueno en
muchas cosas. Su cerebro está bastante revuelto. Cuando lo encontré, tenía una enorme
marca de bota en la cabeza. No creo que haya tenido razón desde entonces". Le toca las
orejas al perro, como para tranquilizarlo.
Scooter sólo mira a Gabe, con la cola moviéndose y la lengua moviéndose, como si
estuvieran dando un divertido paseo en lugar de buscar respuestas.
Dios. Así que es inútil, como el resto del viaje.
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Salgo de la unidad que una vez fue la casa de alguien y corro por el callejón, buscando
señales de que Benny ha estado aquí. Hago todo el camino hasta el final de las unidades, y
aunque sé que no veré a nadie, abro todas las puertas que puedo, esperando una nota, o
señales de lucha.
Joder, algo.
Cualquier cosa.
Pero no hay nada. Si Gabe nunca hubiera dicho que había un asentamiento aquí, si no
hubiera vacas y pollos y comida enlatada y camas abandonadas...
Me arrodillo, me agacho. Ni siquiera puedo llorar. Sólo estoy... en blanco por dentro. Vacía.
No sé qué pensar.
Una mano me toca el pelo y luego Liam se agacha a mi lado. "Andrea", murmura, su mano
se desliza hasta mi hombro. "Estaban aquí. Se fueron. No dejes que esto te perturbe. Sólo
seguiremos sus rastros de olor".
Me froto la frente y luego me pongo de pie, guardando mi arma. "Estoy tan cansada. ¿Cómo
puede un chico llegar tan lejos tan rápido?"
Aunque sé la respuesta a eso. Estaba en una bicicleta delante de nosotros. Mientras tanto,
esperé en el Fuerte con la esperanza de que volviera. Y luego me tomé mi tiempo para ir
tras él, porque tontamente pensé que iría a pie y he estado ansiosa por pasar tiempo con
Liam. Lo he estado besando y pasándola con él cuando debería haber caminado toda la
noche para ir tras Benny.
Y mira a dónde me ha llevado, me estoy enamorando de un tipo que no puede corresponder
porque perderá la cabeza, mi hermano no está en ningún sitio y Liam sigue a punto de
perder la cabeza de todas formas.
Esto es sólo un espectáculo de mierda.
Liam pone sus manos en mis hombros, sintiendo mi desesperación. "Lo encontraremos,
Andrea. Te hice una promesa"
Me humedezco los labios, asintiendo con la cabeza, y luego impulsivamente me lanzo a sus
brazos. Entierro mi cara contra su pecho, dejando que me consuele. Me encanta que sus
grandes brazos me envuelvan y me acaricie el pelo, murmurando ruidos suaves para
calmarme. En sus brazos, me siento mejor.
Y luego recuerdo lo mucho que ha luchado últimamente y me siento como la mayor imbécil
del mundo. ¿Qué tan egoísta soy? Me deslizo fuera de su abrazo y me obligo a alejarme,
como si estuviera en una misión. "Encontremos el rastro de olor de nuevo", digo. "Sólo para
asegurarnos".
"Por supuesto". Liam no dice nada sobre mi rápida retirada. Tal vez se da cuenta de que es
lo mejor.
Cruzo los brazos y sigo a Liam mientras se dirige hacia el frente del complejo. Se mueve
hacia la cerca delantera, pasa por la puerta, y luego continúa por unos metros. "Por ahí",
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dice, señalando una nueva dirección, pasando los edificios rotos y bajando por el camino
en la dirección opuesta de la que vinimos.
"Norte", murmuro. "Bien, entonces".
"¿Qué es ese camino?" Gabe pregunta, acercándose por detrás de mí y casi haciéndome
salir de mi piel.
Liam se queda en silencio. Me mira, esperando.
"En esa dirección es hacia donde se fueron", respondo, con mi expresión contenida.
"Quienquiera que haya dejado este Fuerte atrás, se fue en grupo y se dirigió en esa
dirección"
"¿Puedes ver sus huellas?" Gabe se arrodilla en el suelo y lo estudia. "No veo nada"
"Sólo confía en mí"
Gabe se pone de pie y noto que su arma está enfundada de nuevo. Se frota la mandíbula,
donde le crece la barba. "El norte es donde está el New Fort. Algo debe haber pasado aquí
y ellos volvieron. De eso se tiene que tratar".
"¿El New Fort? Genial. Ahí es donde nos dirigimos, entonces. Iremos a presentarnos a quien
esté al mando allí". Este estúpido viaje en el que nos ha metido mi hermano tendrá otra
parada, y con suerte habremos terminado.
Gabe niega con la cabeza. "Debería ir con vosotros. No son grandes fanáticos de los extraños
y tan pronto te meten una bala como te dan la mano".
No me gusta que Gabe tenga que acompañarnos. Es un hombre muy agradable y no creo
que quiera hacer daño... pero Liam ya está al límite y cuanto más está Gabe, más salvaje
parece volverse Liam. No le digo que no le necesitamos para localizar a Benny. Ahora que
Liam ha vuelto a olerlo, podemos encontrarlo fácilmente. "No, gracias..."
"No te dejarán pasar por la puerta", advierte Gabe.
"No quiero pasar por la puerta", le digo, exasperada. "Sólo quiero a mi hermano".
"Aún así. Voy con vosotros" Cruza sus brazos sobre su pecho y me ofrece la misma mirada
que le he dado a Benny cientos de veces antes, ese de hermana mayor protectora que lo
sabe mejor.
Sé que tiene razón, pero lo odio porque está volviendo loco a Liam. Frustrada, me tiro de la
trenza y vuelvo a entrar en el recinto, escudriñando el lugar y buscando algo que me sirva
de excusa para que Gabe no venga con nosotros. Algún tipo de objeto que les diga que
venimos de Fort Justice, un símbolo o un sello, una vieja foto familiar que alguien
reconozca... algo. Tiene que haber una forma de proteger a Liam y enviar a Gabe de vuelta
a su camino.
¿Cómo es que tratar de encontrar a mi hermano se volvió tan increíblemente complicado?
Me froto la frente con frustración mientras camino, con las sienes palpitando. Sólo quiero
a Benny en casa para poder gritarle un poco por asustarme así... y luego abrazarlo durante
horas y horas. Mientras camino, me dirijo hacia la parte de atrás del recinto. Hay una
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segunda puerta aquí atrás, y hay vegetación. Me siento atraída hacia ella, y veo el saludable
huerto que esta gente está cultivando. No está cubierto o protegido, lo que me parece tonto,
pero las plantas son gruesas y sanas y sus tomates están agrupados con frutas maduras
de color rojo brillante.
No entiendo por qué han abandonado tanta comida. No tiene sentido, y necesito darle
sentido a esto. Necesito entender por qué dejaron este lugar y empacaron para irse a otro
Fuerte. Paso por las filas de tomates y veo pepinos, judías, zanahorias e incluso algunos
melones. Oh, vaya. Hace años y años que no tomo melones, y me muevo hacia ellos como
si fuera atraída por un imán. Quiero coger uno y llevarlo a Fort Shreveport conmigo para
que podamos tener las semillas. Uno pequeño, para que no destruya la comida que otros
están esperando... no que haya alguien aquí. Me abro camino entre las parras
arrastrándome por el suelo, mirando a mi alrededor.
Y ahí es cuando las veo.
Tumbas.
Tumbas recientes.
No sólo una, sino varias. Las cuento cuando me pongo en pie, arrastrada por una mezcla
de horror y miedo. Siete tumbas, todas con tierra recién removida y pequeñas cruces de
metal en la cabeza de cada una con un nombre garabateado apresuradamente en el frente.
Por favor, que no sea el nombre de Benny. Por favor, que no sea el nombre de Benny.
Uno por uno, me obligo a leer los marcadores de cada tumba. Jennifer Proust, de treinta y
siete años. Rebecca Smith, de cuarenta años. Avery Graham, de tres años. Doug Graham,
de 31 años. Melissa Graham, de veintiocho años. Will Hamilton, de cincuenta años. Brad
Proust, de quince años.
Me paro en ese último, mi corazón se salta un latido mientras lo leo una y otra vez.
Brad, no Benny.
No es mi hermano. No es mi hermano. No lo es. Pero está claro que es la más nueva de las
tumbas, y un pequeño sollozo ahogado se me escapa.
"Andrea". Liam está a mi lado, con sus manos sobre mí. "Puedo oler tu miedo. ¿Qué es?"
"No es Benny", me las arreglo entre sorbida y sorbida de lágrimas. "Pero por un momento,
pensé que era..."
"Shhh", murmura, y me acerca a él otra vez. Y otra vez, como la débil idiota que soy, me
escondo en sus brazos para consolarme en lugar de alejarme. Se siente tan bien, tan seguro,
ir a él por consuelo. Presiono mi cara contra su camisa, respirando su cálido aroma,
sintiendo sus brazos a mi alrededor. Esto es real, me recuerdo. No importa lo que pase,
Liam está contigo y todo estará bien.
"¿Qué carajo es esto?" La voz áspera de Gabe nos interrumpe, arrastrándome de vuelta de
mi ensueño en los brazos de Liam.
Me alejo de mala gana, señalando las tumbas a Gabe. "Encontré esto. Parecen nuevas".
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Se agacha delante de ellos con Scooter a su lado, leyendo los nombres con una mirada de
incredulidad en su cara. "Joder. ¿Jennifer? ¿Will? ¿Avery?" Se frota una mano en su cara
bronceada y cuando se pone de pie, parece diez años mayor. "Estuve aquí hace dos
semanas. Los vi. Saludé a Jennifer. Trajo un juguete para Avery. Todos parecían estar bien".
Sacude la cabeza. "No entiendo esto".
"Yo tampoco, pero si mi hermano está en New Fort, ahí es a donde vamos"
"Yo también voy", dice Gabe inmediatamente.
Toco el brazo de Liam, sintiéndolo tenso. "No necesitamos la ayuda, de verdad. Puedes
volver. Me imagino que Lester y los demás te estarán esperando".
Pero Gabe niega con la cabeza. "Tenía amigos en este Fuerte, sin importar lo que pasara.
Conocía a esta gente. Necesito respuestas".
Quiero discutir con él, pero por extraño que parezca, le entiendo. Siete personas no mueren
en el espacio de una semana. Un asentamiento no se levanta y abandona su hogar y deja
atrás todos sus suministros. Algo extraño está pasando y cada día me preocupo más por
Benny. La verdad es que no puedo evitar que Gabe venga con nosotros, por mucho que le
moleste a Liam. "Si tú..."
La mano de Liam se aprieta en mi brazo, y su cuerpo se tensa.
Mis palabras se apagan y olvido lo que estoy diciendo. "¿Liam?" Susurro, preocupada
cuando se queda completamente y totalmente quieto.
"El dragón viene. La hembra" Liam se vuelve hacia mí, su cara dura e ilegible. "Necesitamos
refugiarnos".
"¿Estás seguro?" Pregunto, y luego me siento estúpida. Por supuesto que está seguro. Puede
olerla desde una docena de millas de distancia. "Nos quedaremos aquí hasta que se vaya,
entonces."
"¿Qué?" Gabe pregunta, moviéndose delante de nosotros. Hay una mirada de incredulidad
en su rostro, y un abierto escepticismo mientras mira entre Liam y yo. "¿Qué quieres decir
con que viene un dragón? ¿Cómo lo sabes?"
"Sólo confía en mí, él lo sabe".
La mirada de Gabe se posa en Liam, en sus gafas de sol y su sombrero, su piel dorada y
sus rasgos ligeramente extraterrestres. Sus ojos se estrechan. "¿Qué eres?"
Liam sólo sonríe, mostrando sus colmillos. Se quita las gafas de sol, revelando unos ojos
oscuros y arremolinados con rayas de oro.
Gabe tropieza hacia atrás, alcanzando su arma.
Un gruñido irrumpe en la garganta de Liam, como si se tratara de un desafío silencioso que
está dispuesto a reconocer.
"¡No! ¡Deteneos! ¡Dejadlo ya los dos!" Empujo delante de Liam, abriendo bien los brazos
antes de que Gabe tenga la loca idea de dispararle. No sé si eso mata a los dragones cuando
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están en su forma humana, pero no me arriesgaré. "Está conmigo, ¿vale?" Le digo a Gabe.
"Es un buen tipo. Eso es todo lo que importa".
"Eso no es todo lo que importa", escupe Gabe, con la mano sobre su pistola. Su mirada se
interpone entre nosotros, y puedo decir que es precavida. Algo me dice que podría
dispararnos a los dos y que eso no le mantendría despierto por la noche. Lo haría, sólo para
mantener a Lester y a los demás a salvo.
"Liam es... diferente. ¿Vale? Pero está de nuestro lado y no tienes de qué preocuparte". Me
echo atrás y Liam me pone una mano protectora alrededor del brazo, como si me reclamara.
"¿Qué es él para poder hablar con ellos?" Gabe pregunta de nuevo. "¿Cómo sabe él lo que
están haciendo?" Su mirada se mueve hacia Liam. “Eres uno de ellos, ¿verdad?”
Liam sólo se ríe y me acerca a él. "¿Importa?"
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 17
LIAM
El calor corre por mi sangre.
Miro fijamente al macho con una sonrisa salvaje en mi cara, un desafío en mis ojos. Lo reto
a que intente quitarme a Andrea, a que intente interponerse entre nosotros, a que la
amenace. Sólo dame una excusa para arrancarle la garganta y lo haré.
Está claro que el macho quiere a mi hembra. Observa a Andrea de cerca y lanza sus miradas
de admiración cuando piensa que no estoy prestando atención. Bueno, que intente
quitármela. Pronto se dará cuenta de que es mi pareja...
Pero no.
La realidad es como una bofetada en la cara.
Andrea no puede ser mi pareja. No puedo reclamarla. Jamás.
Sería mucho más sabio para mí retroceder y dejar que él la persiga. Ella merece ser feliz
con un macho fuerte a su lado... pero no puedo hacerlo. No puedo retroceder. No puedo
dejar que se vaya con otro hombre porque todo lo que soy, todo en mi espíritu ruge en
agonía al pensar en mi hembra siendo tocada por otro hombre.
Esto entre nosotros no es bueno. Sólo nos causará dolor a los dos... pero no puedo alejarme
de ella, como tampoco puedo entregársela al humano Gabe.
Así que hago lo posible por ignorarlo mientras camino dentro del campamento abandonado
con Andrea. Está lleno de viejos aromas, muchos de ellos teñidos con un extraño sabor que
no reconozco. Aunque eso no me importa ahora mismo. Sólo me importa ponerla a salvo
antes de que aparezca la hembra roja que empuja tan opresivamente a mis muros mentales
y ataca este asentamiento.
"Refugio", le digo a Andrea. "Escoge un lugar, siempre y cuando sea seguro".
Ella asiente y se precipita dentro de los muros del Fuerte, y me alegro de que sea tan
sensata. No hay protestas o tonterías en ella, no pierde el tiempo. Es una superviviente y
sabe lo que hay que hacer para sobrevivir. Sus pasos son rápidos y para mi sorpresa,
inmediatamente se dirige a la vaca. "Tenemos que asegurarnos de que sus animales estén
a salvo", me dice. No es un corazón blando el que declara esto, sino uno práctico. Una vaca
puede alimentar muchas bocas y proporciona leche y mantequilla y todas las cosas que un
asentamiento necesita. Es increíblemente valioso.
Estoy orgulloso de lo sensata que es. "Me ocuparé de ello", le digo. "Tú reúne a los pollos".
"¡Lo tengo!"
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Nos separamos y yo me muevo al corral de la vaca, llevándola adentro y cerrando la puerta

de la extraña morada para que el dragón no pueda llegar a ella. El animal huele a sangre
caliente y buena carne, y vacilo por un momento, mi lado Drakoni luchando por el dominio.
Me hormiguea la piel y miro hacia abajo a la cosa, imaginando lo bien que sabría el chorro
de sangre caliente en mi boca...
No.
Debo ser humano. Debo ser Liam. Debo serlo.
Me aseguro de que la maldita cosa esté cerrada y luego me retiro rápidamente, justo a
tiempo para ver a Andrea desaparecer en una de las viviendas abiertas, una gallina
cacareando metida bajo su brazo. Corro hacia ella, justo cuando el pesado olor del dragón
hembra parece llegar desde los cielos. La hembra grita una advertencia en lo alto, y me
lanzo al refugio y cierro la puerta una fracción de segundos antes de que la primera ráfaga
de fuego caiga sobre nosotros.
"¿Estás bien?" pregunta Andrea, jadeando. Está oscuro por dentro sin que entre la luz del
sol, y mis ojos tardan un momento en adaptarse. Huelo pollos, y sus ruidos de pwuck
pwuck rebotan en las paredes. Huelo a mi compañera...
Y huelo a Gabe y su animal. Maldita sea. ¿No pudo encontrar otro refugio?
"Estoy bien", digo rápidamente, mi voz cortante.
"Voy a buscar mi vela", dice Andrea, y puedo oírla hurgando en su bolsa. Huelo el momento
en que la saca, y luego un segundo después, enciende una llama a través de su encendedor
y una pequeña luz naranja ilumina la oscuridad. El hedor de los pollos y de Gabe- llena
mis fosas nasales y hace que se me revuelva el estómago.
Miro al macho humano, irritado de que esté aquí. "¿Por qué te acecha ese rojo?"
Parece sorprendido. "¿Qué quieres decir con que me está acosando?"
"Es la misma mujer que atacó tu campamento. Obviamente tiene tu olor en su hocico. ¿Qué
hiciste para llamar su atención?"
"No hice nada". Su mirada se estrecha, sospechosa. "¿Por qué crees que lo hice?"
Ignoro su hosquedad. "Está loca, pero de alguna manera a través de todo esto, se acuerda
de ti. ¿Qué hiciste?" A una parte de mí le gusta pincharle, pero otra parte de mí también
quiere saber. De alguna manera se las arregló para hacerse inolvidable con la dragona y
necesito saber qué hizo, así que quizás Andrea no me olvide cuando me convierta...
"Vosotros dos, parad", murmura Andrea, pero deja la vela y se mueve a mi lado, deslizando
sus brazos alrededor de mi cintura.
La acerco y la beso con fuerza, esta vez no en beneficio de Gabe sino en el mío propio.
Necesito llenar mis sentidos con ella. Quiero su aroma en toda mi piel y en mi nariz, quiero
su sabor en mi boca, expulsando todas las demás cosas que lentamente me pinchan en la
piel y haciendo inevitable el día en que me vuelva salvaje y loco.
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Porque no voy a hacerlo así para siempre. En algún momento me voy a quebrar, mi
necesidad de que Andrea ahuyente todo el sentido común. Voy a necesitar reclamarla,
hacerla mía.
Y para hacerlo, voy a tener que arriesgarlo todo.
Me devuelve el beso, sin aliento, y luego lanza una tímida mirada a Gabe.
No me importa él. Agarro a Andrea por la mano y la arrastro tras de mí. "Te encontraremos
cuando sea hora de irnos por la mañana", le digo a Gabe. "Por ahora, necesitamos
privacidad". Levanto mi cabeza, tratando de cortar los olores, para encontrar el aire libre en
lugar de esta congestión asfixiante. En la parte de atrás de la habitación, el aire se despeja
un poco. Hay una puerta cortada en la pared metálica para unir dos de los almacenes y
hacer una gran vivienda. Arrastro a Andrea detrás de mí hacia la nueva área. Puedo oler
mejor el aire allí, más fresco, y la llevo en esa dirección.
"Liam", susurra Andrea, y puedo oír la vergüenza en su tono, incluso cuando me sigue. "Va
a pensar que necesitamos estar solos porque... ya sabes".
"¿Porque qué?" Cerré la puerta detrás de nosotros y luego está oscuro una vez más, la vela
se quedó con Gabe. Puedo oler la ropa de cama, sin embargo, y tiro de ella en esa dirección
y la arrastro conmigo. "¿Porque va a pensar que nos estamos apareando? Lo estamos,
porque necesito el sabor de tu coño"
Ella jadea. "¿Qué? Pero tú... tú dijiste..."
Oh, ya sé lo que dije. Vivo con ello cada momento que estoy despierto. Sueño con hundirme
en su interior y sentir su coño apretando mi polla. Sueño con mis dientes en su garganta,
llenándola con mi fuego, y luego su delicioso aroma cambiando al mío. Sueño con una vida
con ella. Con no tener que dejarla ir nunca.
Y esta noche, decido, quiero arriesgarme. Como dicen los humanos, a la mierda la espera.
A la mierda todo, excepto Andrea. Estoy tomando el control de la situación.
La empujo hacia adelante, y ella se aferra a mí mientras la parte de atrás de sus rodillas
golpea el colchón. Ella cae de espaldas con un sonido de sorpresa, y entonces estoy sobre
ella, mis manos furiosas por la necesidad mientras le tiro de los pantalones. No pierdo el
tiempo, desabrochando los broches de presión y empujándolos por sus caderas.
Andrea jadea, y puedo decir que está sorprendida por el hambre que tengo al tocarla... y
también está excitada. Se da cuenta de cuánto la necesito y hace que su coño se llene con
su aroma perfumado. Gruño, profundo, y le empujo los vaqueros por las piernas hasta que
se le enganchan en los tobillos, pegados a sus botas. Eso no importa, ella está bastante
desnuda en lo que a mí respecta. Con una mano, agarro el fino material de sus bragas y se
las arranco.
"¡Eh!", protesta. "Necesito esas..."
"No lo haces", raspo. "Quiero el olor de tu coño en todas partes. En todo mi cuerpo. Quiero
llevarlo para que otros sepan que te he reclamado".
Ella aspira aire. "Jesús, Liam...Atalim"
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Gruño cuando dice mi nombre. No hay mayor placer para mí que escuchar mi nombre, mi
verdadero nombre, en sus hermosos labios. Separo sus muslos, respirando su aroma
caliente, y luego arrastro mi lengua sobre su coño. Tomo su sabor, y el sabor de ella explota
en mi lengua, caliente, dulce, y tan llena de necesidad que mi polla se mete en los
pantalones, completamente hinchada y dolorida.
"Ah, mi Andrea", me las arreglo, aunque me está costando todo lo que tengo para no
volverme loco por mi propio deseo. Hay una violencia en mis venas, no contra ella, nunca
eso, pero la necesidad que se enfurece dentro de mí necesita una salida. Tiene que ir a
alguna parte. Así que la acerco y subo por su abdomen, quito su camisa del camino y le
beso el estómago, y luego me dirijo a su boca. La reclamo, disfrutando del sonido de
sorpresa que hace, y luego me encanta la forma en que gime cuando mi mano se mueve
entre sus muslos, acariciando hábilmente sus pliegues. Hay un lado bueno en pretender
ser humano, mis garras están desafiladas hasta ser meros muñones, y eso significa que
puedo tocarla libremente, explorar los suaves pétalos de su piel aquí y no tener que
preocuparme de que la esté lastimando.
"Liam", jadea ella contra mi boca, sus caderas se arquean contra mis buscadores dedos.
"Pero... tal vez no deberíamos... nos va a escuchar..."
Mordisqueo su labio inferior entre mis dientes, y luego calmo la mordedura con un
movimiento de mi lengua. "¿No quieres que lo oiga? Porque yo sí"
Ella da un suave y pequeño gemido, y mis dedos bailan sobre su coño, buscando el pequeño
nudo que está entre sus pliegues. Lo encuentro y ella gime, cada vez más fuerte, y entonces
su boca se cierra, como si no confiara en sí misma para no perder todo el sentido de control
y empezar a gritar.
No se da cuenta de que eso es exactamente lo que quiero. Quiero que mi hembra, mi pareja,
deje que el otro macho de mi territorio sepa que la estoy reclamando. Quiero que me escuche
golpeándola, dándole placer, reclamando su cuerpo como mío. Su cercanía, la idea de que
se atreva a reclamarla me vuelve loco, y me desquitaré con el dulce coño de Andrea.
"¿Quieres eso?" Ella jadea mientras arrastro mi pulgar sobre su clítoris, burlándome de
ella. "Oh Dios, Atalim... ¿por qué?"
"Porque necesita escucharlo", digo, reclamando su boca como mía otra vez con otro
profundo e intenso beso. Cuando levanto mis labios de los suyos, añado, "Necesita oírme
llevándote, así sabrá que no hay posibilidad de que te tenga".
"No lo quiero", Andrea se calza, aferrándose a mí. Sus manos revolotean sobre mis hombros,
mi pecho, como si no pudiera decidir dónde tocarme primero. "No quiero a nadie más que
a ti, Atalim. No quiero que te pierdas..."
La beso de nuevo para silenciarla. Sé que está preocupada, pero la bestia que está dentro
de mí ya no será silenciada. La necesito y voy a arriesgarme, porque puedo controlarme por
un tiempo más. Pero no podré hacerlo si él sigue mirándola. Lo mataré con mis garras
esquiladas si es necesario, con sólo atreverme a soñar que él pudiera tocar a mi Andrea.
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Ella gime contra mí, dulce sonido, y luego asiente con la cabeza. Su nariz roza la mía
mientras lo hace, y luego da un grito agudo, sus dedos escarbando en mi camisa cuando
emparejo un segundo dedo con el primero y la bombeo de nuevo.
"Mi polla es más grande que eso", le advierto. "Mucho más grande. Pero podrás tomarme,
¿verdad? Estás tan mojada y jugosa que me deslizaré dentro de ti".
"No puedes", gime.
Eso sólo hace que se me suban los humos. "¿No puedo? ¿No puedo reclamar a mi pareja?"
Me meto en ella de nuevo con mis dedos, empujándola como si fuera mi polla, y ella gime,
el sonido fuerte y necesitado.
"No te haré daño, dulce Andrea", murmuro, y cuando mi mano se desliza lejos de su coño,
hace un gemido de protesta, como si ya echara de menos el sentirme allí. "Pero te voy a
reclamar"
Y con eso, me siento y le doy la vuelta, y luego tiro de sus caderas hasta que se elevan,
perfecto para montar. Ella gime y en la oscuridad, sus dedos se clavan en las mantas, pero
abre las rodillas un poco más, preparándose para mí.
Me quito las botas, me bajo los pantalones y me quito la camisa. Cuando estoy desnudo, el
aire se siente bien contra mi piel. Se siente bien. Como si me estuviera convirtiendo en lo
que necesito ser de nuevo. ¿Y justo delante de mí? ¿Su dulce trasero en el aire como si
acabara de perder un desafío y necesitara que la cubra? Mi hermosa Andrea. Me muevo
hacia adelante, atraído por ella, y froto mi cara contra uno de sus flancos desnudos,
cortando y mordiendo la carne redondeada.
Ella gime de nuevo, y hay otra oleada de su aroma excitante, inundando su coño. "Atalim",
susurra, y me encanta el sonido de mi nombre en sus labios.
"Vas a decir eso cuando esté dentro de ti", le digo, incapaz de resistir la atracción de su
astuto coño. Sumerjo mi lengua en sus pliegues, bromeando en la entrada de su núcleo, y
ella grita. "Me encanta cuando dices mi nombre", le digo, prácticamente gruñendo las
palabras humanas que se sienten más extrañas a cada minuto. "Pero me va a gustar más
cuando esté en lo profundo de tu interior"
"Si estás seguro", se calla, y sus palabras mueren cuando me meto en el pozo caliente de
su núcleo con mi lengua, metiéndola en él como quiero hacerlo con mi polla. "Oh Dios. Oh,
fóllame, es genial"
Me encantan los sonidos que hace. Alimentan a la hambrienta y enojada bestia dentro de
mí, y le lamo el coño hasta que se retuerce contra mí, sus caderas se estremecen en mi
sujeción, con su sabor en mi lengua y mis labios. No puedo beberlo todo, me recuerdo a mí
mismo. Tiene que estar mojada y resbaladiza para mi polla, porque es pequeña y apretada
y yo soy grande y palpitante. Así que me obligo a relajarme, a jugar con su coño con los
dedos en vez de con la lengua, rozando su clítoris y luego delineando la entrada a su núcleo
con la punta de un dedo hasta que se remoja una vez más. Se me hace la boca agua al
sentir lo mojada que está, pero necesita cubrir mi polla con su dulzura, no sólo mi boca.
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"Dime que me quieres dentro de ti, Andrea", le exijo. El Drakoni que hay en mí quiere que
reconozca mi dominio sobre ella, que ha perdido algún tipo de desafío y tiene que doblegarse
ante el vencedor que la conquistará. "Dime que te he ganado".
"Soy tuya", jadea. "Si crees que puedes tomarme sin perder el control, soy toda tuya"
El control ya no importa.
Nada más importa que reclamarla, marcarla como mía.
Sólo mía.
Me paso una mano por la polla y encuentro la cabeza resbaladiza con líquido preseminal.
No puedo hacer esto... la quemará. La limpio y me obligo a esperar hasta que me calme un
poco, mi mano en su redondeado trasero. Me las arreglo para tener un poco más de control,
y cuando me limpio la cabeza de mi polla y sale limpia, sé que puedo tomarla... por ahora.
Coloco mis caderas contra las suyas, mi polla se desliza a lo largo de los pliegues de su
coño y se moja con su esencia. Ella gime, arqueando la espalda contra mí.
"Oh, Dios, Liam -Atalim- se siente muy bien" Deja escapar otro pequeño grito cuando me
balanceo contra ella, y me conmueve.
No puedo esperar más. Encajo la cabeza de mi polla en la entrada de su núcleo, y está tan
mojada y lista que me meto dentro de ella. Sin esperar, sin jugar, sólo un movimiento rápido
y estoy dentro de ella hasta la empuñadura.
Ella jadea, su espalda se arquea y grita de placer.
El calor inunda mi cerebro. Calor, y necesidad primaria. Los muros que he construido
durante tanto tiempo, mantenidos tan meticulosamente, nunca dejan de relajarse ni un
momento... Mi mente se estremece, y puedo sentir cómo se debilitan. La necesidad caliente
y salvaje me abruma, y por un momento, no soy más que una bestia sin mente, entrando
en celo con rápidos y duros envites. Tomar. Tomar. Tomar. Tómala como tu compañera.
Tómala, y luego... destruye.
Mata al macho. Mátalo por mirarla. La violencia me atraviesa, dura y espesa y sorprende
en su crueldad.
En ese momento, Atalim está perdido. Por un breve lapso de tiempo, no existo como un
Drakoni o una persona. No soy nada más que la ira. No hay un yo, sólo la locura y la
violencia caliente que este mundo engendra en las mentes de mi gente.
Se ha ido en el siguiente momento, y tropiezo hacia atrás, mi polla se desliza sin el perfecto
agarre de su coño.
Se sienta derecha, se da la vuelta para mirarme mientras me pongo una mano en la cabeza.
"¿Li...Atalim? ¿Estás... estás bien?"
Sacudo la cabeza para aclararla, porque la persistente ferocidad de mis pensamientos es
terrible y abrumadora. Se necesita todo lo que tengo para no ceder a su llamada.
"¿Es... es humo lo que huelo?" me pregunta cuando no le contesto.
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Eso explica el cosquilleo en mis fosas nasales. Estoy perdiendo el control... y casi la lastimo.
Si hubiera dejado entrar mi semilla dentro de ella, se habría quemado por dentro.
O peor. Podría haber dejado que mi lado Drakoni tomara el control y le hubiera arrancado
la garganta. Pienso en la violenta rabia que sentí hacia Gabe, y no estoy seguro de que no
la hubiera vuelto contra ella. Me arrodillo en cuclillas, odiando esto.
"No puedo volver a tocarte", le digo. "Esto fue un error".
Porque si la vuelvo a tocar, no podré parar. Y no sé cuáles serán las consecuencias.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 18
ANDI
Tal como juró, Liam no me toca por el resto de la noche. No duerme a mi lado. Sólo se viste
y sale de la habitación, y yo me quedo sola en la cama sintiéndome abandonada y utilizada
y un poco estúpida.
Y cachonda. Muy, muy cachonda.
Aunque no acabo conmigo misma. No después de ese horrible final de lo que fue un sexo
realmente increíble. Incluso esta mañana, mientras dejamos el asentamiento y nos
dirigimos al este hacia New Fort, sigo pensando en cómo se sintió cuando se hundió en mí,
la longitud caliente de él y lo grande que era.
Dios, ningún hombre se ha sentido nunca tan bien dentro de mí. Era tan grande y grueso
que presionaba en lugares que yo creía que sólo existían en los sucios cuentos de hadas.
Por supuesto, también podrían ser cuentos de hadas sucios, porque no volveré a
experimentar eso. Esta mañana, se mantiene a varios pasos de nosotros y se ha ido la mano
y los toques ocasionales. No se acercará a mí.
Gabe también lo nota. Camina a mi lado, Scooter saltando alrededor de nosotros, siendo
un torpe mientras Liam se mantiene a unos pasos por delante.
"¿Problemas en el paraíso?" pregunta Gabe, con un tono suave.
Le echo una mirada, tratando de no fruncir el ceño. "No sé a qué te refieres".
"Está claro que tú y tu novio dragón tuvisteis una pelea anoche. Ni siquiera mira en tu
dirección. ¿Fue el rojo? ¿Es una antigua novia o algo así?" Me sonríe.
Me hormiguean los dedos y quiero cerrar el puño y darle un puñetazo en la cara. "No es
asunto tuyo, y no, no es así en absoluto. Estamos bien" Odio que Gabe me irrite tanto.
Alguna vez, yo habría estado encima de él como la gelatina en la mantequilla de cacahuete.
Es guapo como el infierno, con una barba muy ajustada y pelo oscuro. Bronceado. Le
gustan los animales. Alto. Delgado. Bonitos dientes. Amigable y competente.
Pero eso fue AL -Antes de Liam.
Me ha arruinado para todos los demás. No importa lo bueno que sea Gabe, o lo normal que
sea, porque estoy pensando en Liam. Estoy pensando en su sonrisa, y esa profunda y
estruendosa risa... y su gruñido posesivo cuando alguien se acerca demasiado a mí. Me
encanta que sea protector y que se cierna. Me encanta que tenga un lado animal.
Oh Dios, también me encanta la polla. Y sus dedos. Y su lengua. Es un paquete increíble.
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Pero creo... creo que casi pierde el control anoche. No creo que estuviera tan al mando como
creía, y eso le asustó. No soy idiota. Sé que es por eso que está poniendo tanta distancia
entre nosotros. Por eso se retiró a mitad de camino y dejó la habitación.
No soy tonto. Pero me duele por dentro porque sé que lo que quiero de él no puede ser. Va
a perder todo lo que es si cede a su necesidad, y está claro que prefiere ser humano que ser
Drakoni. Ni siquiera puedo culparlo por eso. ¿Cómo podría hacerlo? He visto lo locos que
están los Drakoni. Incluso Rast y Vaan no están del todo allí a veces. ¿Cómo puedo pedirle
que renuncie a su mente a cambio de una relación conmigo?
No puedo.
Desafortunadamente, vamos a tener que ser sólo amigos. No puedo pedirle que haga más,
y el pensamiento es como un cuchillo en el corazón. Es un dolor agudo en mi pecho que he
llevado conmigo todo el día, y siento como si un peso de plomo hubiera caído sobre mis
hombros. Sólo estoy... cansada.
Muy, muy cansada. Siento que este mundo finalmente me ha derrotado. Tú ganas,
Apocalipsis. Me rindo.
"No me gusta juzgar", comienza Gabe, interrumpiendo mis pensamientos.
Oh chico, aquí viene. "¿Pero?" le insto, sabiendo que hay un "pero" seguro.
"Pero no entiendo cómo puedes estar con él." Sacude la cabeza. "Los dragones son asesinos.
Monstruos. Destruyeron nuestro mundo. Se comen a la gente y la destrozan. Han matado
a miles de millones, Andi. ¿Y tú te estás enrollando con uno?"
¿Como si no hubiera tenido esta discusión en mi propia cabeza antes? Pero es
sorprendentemente fácil de descartar. "La gente mata gente todo el tiempo, pero no
asumimos que cada persona es un asesino. Liam es un buen tipo. No ha hecho daño a
nadie. No está loco como los demás".
"¿Están locos, entonces? ¿O sólo son fieros y salvajes y les gusta el gusto de la gente?"
"Están locos", respondo. "Hay algo en este mundo que hace que sus mentes se vuelvan
locas. Tiene que ver con su comunicación psíquica. Liam apagó esa parte en su cerebro. Es
la única manera de que no pierda la cabeza como los otros. Por eso está a salvo".
Gabe sólo niega con la cabeza, mirando a Liam mientras camina. Espero a que me haga
enojar más, para hacer alguna broma sobre cómo necesito una buena polla humana en
lugar de una polla de dragón. Cómo estaría mejor con él que con Liam. Pero no lo hace. "No
sabía que podían ser humanos", admite. "¿Pueden todos ellos hacer eso?"
"Hasta donde yo sé. No es el primero que conozco que puede cambiar de una forma a otra".
Es el tercero. Pero como sea. Prefiero poner a Gabe en su lugar que discutir la semántica.
"No lo sabía", dice otra vez, y sus palabras son más reflexivas que enfadadas, como si
intentara armar una especie de rompecabezas mental.
"Sí, bueno, supongo que no sabes mucho", digo sin rodeos, tratando de buscar pelea. Estoy
teniendo un día de mierda y me encantaría desquitarme con alguien más.
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Pero Gabe sólo me mira y sonríe. "Supongo que no. Aprendes algo nuevo cada día"
Es difícil odiar al tipo cuando está siendo tan razonable. Le doy una media sonrisa, aunque
no me importa.
"Entonces... cuando los dragones tienen forma humana, ¿significa que no están locos?"
"Yo... no lo sé con seguridad. Los que he conocido que tenían forma humana eran todavía
un poco salvajes, pero en su mayoría, eran bastante humanos. Liam es el más humano que
he conocido" Y el más guapo. Y el más divertido. Y el más inteligente. Y muy considerado.
Pero soy subjetiva.
"Tal vez esté conectado", está de acuerdo Gabe. "Así que en lugar de luchar contra los
dragones, ¿cómo no tratamos de averiguar cómo hacer que cambien de forma? Problema
resuelto"
No tengo respuesta para eso. Nunca me di cuenta... y por supuesto parece tan simple. ¿Por
qué no hacemos algo así? "Están locos, sin embargo. Intenta que una persona loca,
testaruda y violenta haga lo que tú quieres".
"Supongo que sólo tenemos que hacer el cambio lo suficientemente atractivo", me dice con
una sonrisa.
Pongo los ojos en blanco. Cuenta con un hombre piense que tiene todas las respuestas.
"Buena suerte".
Hacemos una pausa en nuestro viaje para almorzar un poco. Mis pasteles de maíz están
rancios y tienen un poco de moho, pero saco uno y se lo ofrezco a Liam de todos modos. No
ha comido en días y me preocupa. No sé con qué frecuencia tiene que comer, pero
seguramente esto no es normal.
Niega con la cabeza y se aleja de donde estoy sentada con Gabe. "No tengo hambre.
Cómetelo tú".
Lo veo ir, mordiéndome el labio mientras avanza, tocando el suelo de vez en cuando como
para tranquilizarse con los olores. Ha estado distante todo el día, y parte de mí sabe que es
inteligente, especialmente después de anoche.
Pero me disgusta muchísimo. Oh Dios, lo odio tanto. Nada deseo más que Liam se ría y me
sonría. Quiero que me bese y me toque como si no pudiera mantenerse alejado. No sé si
puedo manejar esto como nuestro "futuro", él estando distante y yo soportándolo.
Por un momento, odio que nos hayamos hecho esto a nosotros mismos. No puedo resistirme
a él más de lo que lo haría si alguien tirara un plato de galletas en mi dirección. Le amo, y
estoy muy preocupada y temerosa de lo que nos depara el futuro. Seguramente tendremos
un respiro en algún momento, ¿verdad? ¿Seguro que podemos tener lo que tienen Amy y
Rast? ¿O Gwen y Vaan?
" Toma", dice Gabe, empujando mi brazo y ofreciéndome un trozo de carne. "Es cecina. Lo
he ahumado yo mismo". Huele increíble, se me hace la boca agua, pero sacudo la cabeza.
"Te lo comes. Yo soy bueno". No es que no quiera la comida, pero pienso en Liam y sus
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respuestas casi ferales a cada vez que sonrío o me río de Gabe. ¿Cómo va a actuar si Gabe
me da de comer? Es una mala idea por todas partes. Termino de desenvolver mi pastel de
maíz, cepillo el moho y le doy un mordisco.
Ñam, ñam.
Comparte su carne con Scooter, el perro mueve la cola y le lame los dedos a Gabe. Puedo
entenderlo.
Una vez que terminamos de comer, rellenamos nuestras pieles de agua con el agua de un
viejo canal. Es jodidamente terrible, pero es agua, así que me obligo a tomar pequeños
sorbos de ella mientras caminamos. Continuamos hacia New Fort, y me pregunto
mentalmente cómo será. ¿Limpio y tranquilo como el Fuerte Shreveport? ¿Pequeño y
escondido como el Fuerte Justice?
Sé que nos estamos acercando cuando los pasos de Liam se levantan y empieza a correr
hacia adelante. Lo observo por un momento, mi corazón palpita, y luego noto que se está
poniendo la camisa sobre la boca y la sostiene ahí, como si fuera a filtrar el aire. Corro hacia
él, tocando su brazo. "¿Estás bien?"
Sacude un poco la cabeza como para despejarla y luego se aleja de mí. "El hedor. Es sólo...
un poco excesivo".
¿Apestoso? "¿Qué es lo que huele?"
Liam hace un sonido de asfixia. "Ya lo verás". Y se aparta y vuelve a avanzar.
Odio esto. Realmente lo odio. Le sigo unos pasos, dándole espacio, pero quiero estar a su
lado. Esto es una pesadilla.
Caminamos unas cuantas cuadras más, y entonces se hace evidente lo que le causa las
arcadas. Sé que su sentido del olfato es muy sensible, así que sólo puedo imaginar lo
horrible que es para él.
Es obvio que New Fort es el centro comercial que está más adelante. Eso tiene sentido,
muchas provisiones, lo suficientemente grandes para que una tonelada de personas vivan
dentro, y no mucho verde afuera que pueda quemarse y causar problemas. Han hecho una
barricada de coches y una vieja valla que se extiende delante del aparcamiento,
separándolos de cualquiera que pudiera haber pasado por allí. De nuevo, sensato.
Lo que no es sensato es la basura.
Está en todas partes. La basura siempre es un problema en un Fuerte. Incluso en el
Después, hay basura y ningún camión amigo viene a deshacerse de ella. Era un problema
en Tulsa, y el lugar estaba sucio porque nadie se preocupaba de cuidarlo. Estamos mejor
con esas cosas en Fort Shreveport. Lo que no se puede reutilizar se descompone, y lo que
no se puede quemar lo llevamos en carro un par de veces al mes a un lugar seguro a unas
horas de distancia. No puedes tenerlo cerca de tu casa, porque atrae plagas, depredadores
y ratas.
Nadie en New Fort recibió el memorándum sobre eso, sin embargo. Hay basura por todas
partes, y está claro que la embolsan y la tiran por encima de su barrera. El grueso hedor
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de las cosas podridas me golpea como una pared en el momento en que el Fuerte se pone
a la vista, y me atraganto, mi mano se va a la nariz. "Jesucristo".
"Respira por la boca", me dice Liam con voz ahogada. "Ayuda... a algunos".
"Desearía no tener que respirar en absoluto", le digo, pero hago lo que él dice. Amortigua el
olor, un poco, pero ahora siento que puedo saborearlo. Me horrorizan las montañas de
basura que bordean la pared. Hay botellas y latas rotas, cadáveres de animales muertos y
montones y montones de envoltorios y pañales viejos y sólo... un desastre. Es ridículo. Y
como es de esperar en un desastre así, están las ratas. Están por todas partes, los montones
prácticamente se mueven con la cantidad de ellas. Son audaces, también, correteando a
plena luz del día. Scooter persigue a una, moviendo la cola, sólo para ser llamado de vuelta
por Gabe.
"No quieres eso en tu boca, amigo", le dice al perro.
Scooter ladra felizmente y se acerca a Gabe. Definitivamente no es el perro más brillante,
bendito sea su corazón. Supongo que tiene sentido que uno de los supervivientes sea
demasiado tonto para darse cuenta de la mierda que es el Apocalipsis. Los otros perros que
aún están vivos probablemente le temen demasiado a los humanos como para seguir
rondándonos.
"¿Dónde está la entrada?" Me ahogo, mis ojos lagrimean por el hedor.
Gabe señala. "Por aquí". Parece que no le sorprende el olor, aunque su nariz se mueve con
regularidad.
Lo seguimos, y miro a Liam, preguntándome cómo se sentirá sobre que Gabe esté a la
cabeza. No lleva puestas las gafas de sol ni el sombrero ahora que Gabe sabe lo que es, pero
su expresión es distante, desenfocada, como si se concentrara en algo que no está aquí.
Me pregunto si escuchará al dragón hembra de nuevo. "¿Estás bien?" Pregunto, bajando mi
voz para que Gabe no nos oiga.
Me mira, sus ojos son más dorados que negros, lo cual es reconfortante. "Sólo estoy...
tratando de entender algo".
"¿Qué es?"
"El olor de Benny está aquí, junto con los otros marcadores de olor del último Fuerte, pero..."
Sacude la cabeza. "Hay algo malo con ellos"
"¿Pasa algo malo con la gente?"
"Malo con los olores", aclara, frotando un dedo bajo su nariz. "Podría estar equivocado. Hay
tanto olor que es difícil de decir, pero lo he estado oliendo por un tiempo"
¿Qué podría estar mal con sus olores? "¿Podrían estar disfrazándose para ahuyentar a otros
dragones?" Benny conoce ese truco por mí.
"Es posible." Pero Liam no parece convencido.
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"¿Hola?" Gabe llama, poniéndose la mano en la cara. Su mano está en su cinturón de armas,
y nos acercamos a una puerta improvisada con dos sillas de plástico estacionadas frente a
ella. Ambas sillas están vacías y no hay nadie alrededor.
Mi corazón se hunde. "¿Este lugar también está desierto?"
"Sólo hay una forma de averiguarlo", dice Gabe, y prueba la puerta. Se abre, se desbloquea.
Nos mira, frunciendo el ceño.
Tiemblo, porque esto es espeluznante. ¿Otro Fuerte abandonado? ¿Y por qué? Pienso en lo
que Liam dijo sobre que los olores estaban mal y le miro.
Está desenfocado otra vez, mirando fijamente al gran edificio del centro comercial, pero no
dice nada.
"¿Liam?" Le digo, y cuando finalmente me mira, le pregunto, "¿Hueles los rastros de olor
que se van otra vez? ¿Como en el último lugar?"
Niega con la cabeza. "No. El que entró no volvió a salir. El olor de Benny termina aquí, a
menos que se haya ido por otra ruta".
"No pienses que hay otra salida del Fuerte", añade Gabe. "Al menos que yo recuerde".
"Bien, entonces están aquí. Teóricamente." Saco mi pistola de su funda de transporte y
compruebo mi munición. "También puedo entrar y comprobar esto".
Intento parecer que tengo el control, como si no fuera gran cosa, pero mis manos tiemblan
y no puedo dejar de temblar. Algo le ha pasado a Benny, lo sé. El universo está tratando de
evitar que lo encuentre, y ahora voy a averiguar qué cosa terrible ha sucedido para hacer
desaparecer a tanta gente.
"Andrea". La mano de Liam cubre la mía, descansando sobre mi escopeta. "Todo va a estar
bien".
"No lo sabes", digo, ahogándome con las palabras. Hay algo en esta puerta totalmente
silenciosa, la pila de basura alrededor de los muros del Fuerte, todo esto tiene un sentido
persistente de la fatalidad. Siento que me pesa, y me preocupa no volver a ver a Benny con
vida.
Es como si todo esto me golpeara ahora. Antes, sólo estaba recuperando a un hermano
pequeño fugitivo. Puede que esté muerto y será mi culpa porque esperé en lugar de ir
directamente tras él.
"No lo sé, tienes razón", dice Liam, y su voz es tan tranquila, tan maravillosa que me duele
por dentro. Me quita la escopeta de las manos, le pone el seguro y se la entrega a Gabe.
"Sin embargo, tienes que estar tranquila. Y tienes que darte cuenta de que pase lo que pase,
no me voy a ir de tu lado"
Mi labio inferior tiembla y lo muerdo, decidida a no romperme. Asiento, una y otra vez,
como si cuantas más veces lo haga, más me convenceré. "Si está muerto, no creo que pueda
soportarlo", le susurro a Liam. "No puedo".
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"Eres una superviviente, Andrea". Sus brazos me rodean y me abraza, me arropa contra su
pecho. Sé que es difícil para él tocarme, pero es tan bueno que no puedo evitar inclinarme,
escuchando el ritmo constante de su corazón. "Si realmente es lo peor, entonces lo
superaremos juntos. Lo digo en serio cuando digo que nunca me apartaré de tu lado.
Incluso si esto entre nosotros nunca pueda ser, no significa que te abandone"
Eso me hace doler aún más. Pero asiento de nuevo y luego me alejo de él. "Estamos
perdiendo el tiempo", digo, y flexiono mis manos y las sacudo como si eso aliviara el temblor
en ellas. Me calmo, y luego le quito el arma a Gabe. "Vamos a buscar a mi hermano".
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 19
LIAM
El Fuerte está en silencio mientras caminamos dentro, y puedo oler la capa de miedo que
cubre a Andrea. Está aterrorizada, no por ella misma sino por su hermano. Sé sin preguntar
que está pensando en esas tumbas de Fort Justice e imaginando a Benny en una. Quiero
tranquilizarla con algo más que palabras emocionales. Quiero decirle que está a salvo, que
puedo olerlo y que está dentro del enorme edificio que llaman "centro comercial" al que nos
acercamos incluso ahora.
Pero no puedo tranquilizarla porque no puedo decirlo.
El olor de Benny, y el de los otros, ha sido fácil de seguir. No están tratando de enmascarar
sus rastros como Andrea sugirió. No están disimulando el rastro de olor a través de los
arroyos o alrededor de los edificios o dando vueltas en un esfuerzo por engañar. Es una
línea recta que se dirige directamente a este Fuerte. El extraño aroma que se ha unido a
ellos también perdura. No sé cómo describirle a Andrea, que hay una débil contaminación
en su olor. No es como el aroma del miedo, sino algo más, algo que toma el olor adolescente
normal de Benny y lo hace ligeramente agrio, ligeramente apagado. Los otros olores de la
gente que está con él también han cambiado sutilmente.
Quiero ver si son diferentes aquí dentro del Fuerte, pero el hedor de los humanos y su
basura afuera es abrumador. Apenas puedo oler a Andrea y ella está de pie justo a mi lado.
Si tuviéramos una conexión psíquica, nuestras mentes se unirían...
No puedo pensar así. No puede suceder nunca. Tengo que aceptar el hecho de que nunca
podré tenerla. Cuidarla, sí. Asegurarme de que esté a salvo, sí.
¿Tocarla y tomarla como compañera? Nunca. Si lo intentara y fallara, la dejaría sin
vigilancia... y no puedo permitirlo. En absoluto. Camino al lado de Andrea, perdido en mi
lucha interna al entrar en el Fuerte. Es para mi propia auto-preservación, porque si no me
concentro en lo mucho que este lugar apesta a humano, o lo mal que se están
desmoronando mis escudos mentales... entonces no perderé el control de mí mismo.
"Está muy tranquilo", dice Andrea, sus palabras temblorosas y distantes. Me concentro en
el perfume de su aroma, el rico y delicioso almizcle de ella, y mis pensamientos se fortalecen.
Sorprendente, pero ¿no se ve a Vaan y Rast más despejados cuando están con sus
compañeras? Pero Andrea no es mía. No puedo anclarme a ella, no puedo compartir mi
espíritu. Aún así, me acerco más, sintiéndome protector. Está nerviosa, el miedo la cubre,
y el macho humano Gabe también huele mal al miedo.
"¿Deberíamos separarnos?" pregunta Andrea.
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"Permaneced juntos", dice Gabe, y estoy de acuerdo en silencio con él. No me gusta este
lugar. Hay algo que no está bien.
Pasamos junto a un vehículo blanco y rojo, uno que es cuadrado y de aspecto desconocido.
Está cerca del edificio mismo, y la vista de él lleva a Andrea al límite. "Bueno, eso no es una
buena señal".
"¿Qué es?" Pregunto, curioso.
"Ambulancia. Y la dejaron aquí en lugar de moverla con el resto de los vehículos. Estoy
seguro de que no significa nada, sólo..." Ella frunce los labios y luego niega con la cabeza.
"Sólo soy supersticiosa. Estoy segura de que no es nada".
Gabe gruñe.
El edificio principal tiene puertas de cristal que no están vigiladas, otra cosa que inquieta
a Andrea y Gabe. Las abren y entonces entramos en un edificio mohoso y apestoso para los
humanos. Está oscuro por dentro, con ventanas de cristal por encima que están cubiertas
por una gruesa capa de polvo. Hay dos pisos enormes en este edificio, y lo que parecen ser
muchas habitaciones más pequeñas dentro de ellos. Plantas falsas y una fuente de agua
están en el centro del largo pasillo, como si este fuera un lugar agradable para caminar y
pasear, como un jardín. Qué raro. No tengo ni idea de para qué sirve un lugar así, pero
tanto Gabe como Andrea parecen reconocerlo.
"¿Hola?" Gabe llama, y su voz hace eco, rebotando en los pasillos. "¿Hay alguien aquí?"
"¿Benny?" Andrea grita, una nota de desesperación en su voz. "Benny, ¿estás aquí? Soy yo"
No hay respuesta, y nos dirigimos más adentro mientras Gabe llama una y otra vez.
Andrea se gira para mirarme, temiendo que sus ojos sean grandes y oscuros. "¿Puedes oler
a alguien?"
Me toco la nariz y sacudo la cabeza. "Los olores son abrumadores. No puedo distinguir
nada". No le digo que el extraño contagio que tocó el olor de Benny es aún más espeso ahora
que estamos dentro. La sensación de malestar continúa, pero no puedo identificarlo como
un peligro. Hasta que sepa lo que es, me quedo cerca de Andrea y permanezco en guardia.
Entonces, escucho algo.
Agarro a Andrea y la pongo detrás de mí. "Espera".
Gabe se detiene, mirándome. Miro hacia delante, lo que suena como... pasos. Desmayados
y lentos. "Alguien está ahí delante".
"¿Deberíamos ir...?"
"No", digo, cortando a Andrea. "Esperamos aquí. Se mostrarán"
Así que esperamos. Los momentos parecen durar para siempre, pero finalmente, una mujer
aparece, saliendo de una de las habitaciones. Su cara está dibujada y pálida, y apesta a
sudor y a miasmas.
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"Tienes que irte", dice, limpiándose las manos en una tela blanca que tiene atada a su
cintura. Su cabello está recogido en una sucia cola de caballo gris y marrón y su ropa huele
como si hubiera dormido en ella durante semanas. "Todos están enfermos".
Andrea se tensa en mi espalda, asomándose por detrás de mí, con su mano en mi brazo.
Sólo ese pequeño toque me distrae, hasta el punto de que pierdo la concentración. "...¿qué
quieres decir con enfermo?"
Parpadeo, tratando de prestar atención.
La mujer da un paso adelante más, y luego se detiene, dejando la longitud de una forma de
batalla Drakoni entre nosotros. No se acerca más. "Quiero decir que están enfermos. Todos
ellos. La gente ha estado muriendo todo el día y si te acercas más, también lo harás."
"¿Qué es?" Gabe pregunta.
La mujer se encoge de hombros, e incluso ese pequeño gesto parece ser un gran esfuerzo.
"¿Gripe? ¿Neumonía? ¿Importa siquiera? No hay médicos, ni medicamentos, ni nada.
Vamos a morir"
"¿Qué pasa con la gente de Fort Justice?" Andrea pregunta, dando otro paso adelante. La
alcanzo para agarrarla en caso de que se acerque demasiado a la mujer, pero se detiene a
unos pasos de mí, bajando su arma. "¿Es eso lo que pasó allí? No encontramos a nadie,
sólo tumbas"
La desconocida asiente lentamente. "Vinieron aquí, buscando ayuda. Y nos la trajeron.
Ahora van a acabar con los dos fuertes". Ella mueve la cabeza, como si estuviera triste.
"¿Y mi hermano? Se llama Benny, y es un niño pequeño. Habría venido con la gente del
Fuerte Justice", dice Andrea, las palabras salen apresuradamente de ella. "Tiene un diente
astillado delante y tiene unos catorce años..."
La expresión de la mujer se vuelve triste.
"No", Andrea llora débilmente. "No, no, por favor." Ella tropieza hacia adelante y yo la atrapo.
"¿Dónde está él?"
La mujer suspira. "En el cuarto de enfermos con todos los demás. Es más fácil cuidarlos si
estamos todos juntos."
Andrea se gira para mirarme. Sus ojos brillan con determinación y lágrimas. "Voy hacia él",
me dice, apartando mis manos.
"No". No entiendo esta "enfermedad" que tienen los humanos. No es algo que pase con los
Drakoni. He visto humanos que dicen que no se sienten bien, que vomitan y sudan y luego
se mejoran en un día o dos. Pensé que era mala comida, pero esta hembra está asustando
a Andrea y hace que suene como si fuera algo totalmente distinto... y eso significa que no
quiero que se acerque a ella. "Si ella dice que debes mantenerte alejada, debes hacerlo. No
arriesgaré tu vida, Andrea."
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"Tonterías", dice mi hembra, igual de rápido. "No lo entiendes, Liam. No importa. Si es algo
contagioso, ya podríamos tenerlo. Dormí en una de sus camas anoche. Toqué sus cosas.
Eso es todo lo que podría necesitar para coger cualquier gripe que tengan"
El horror se apodera de mí. "¿Qué pasa si la coges?"
"Me muero, o me pongo mejor". Ella me da una sonrisa débil.
No la dejaré morir. Sólo pensar en ello me hace sentir salvaje por dentro, mis paredes
mentales se rompen. Agarro sus brazos y resisto el impulso de arrastrarla contra mí y
protegerla de cualquier horror oculto que sea. "No entiendo qué es esto, Andrea. No me
gusta"
"Es una enfermedad", me dice pacientemente, alcanzando a tocar mi cara. "Y no hay nada
que hacer. Si estoy infectada, lo sabremos muy pronto." Se da la vuelta para mirar a la
mujer, que está de pie y espera, apestando al miasma que debe ser la enfermedad. "Tal vez
tenga suerte y me perdone, como a ella"
La mujer mueve la cabeza, el movimiento es lento. "¿Quién dice que no estoy enferma? Sólo
hago lo que puedo hasta que ya no puedo mantenerme en pie". Nos mira, esperando, y noto
que sus ojos están ligeramente vidriosos, su piel enrojecida por las gotas de sudor. Las
manos que sujeta delante de ella tiemblan.
Paso delante de Andrea, como si pudiera protegerla de esta mujer y de su enfermedad. "No",
gruño.
"Tengo que ver a Benny", dice Andrea suavemente. "Liam, si está ahí dentro y está enfermo,
tengo que cuidarlo. Necesito estar a su lado. No voy a dejar que sufra por esto rodeado de
extraños". Su voz se ahoga un poco.
"Si entras, te condenas a ti misma", advierte la mujer, y quiero agarrarla y retorcerle el
cuello flaco. "Hemos tenido siete muertos esta mañana y cinco anoche, y hay más por venir.
Todos aquí están enfermos. Todos".
"Es mi hermano", dice Andrea simplemente. Toma su escopeta, le pone el seguro, la mete
en la funda y la vuelve a poner sobre su hombro. Su expresión es tranquila y nos mira a
Gabe y a mí. "Gabe, no deberías entrar. Tienes que pensar en Lester y en los demás".
Él niega con la cabeza. "No puedo ir a ninguna parte hasta que averigüe si estoy enfermo o
no. Yo también dormí allí anoche".
Cruzo dos pasos y me inclino para olerlo. Huele a sudor de Gabe y a hombre humano. "No
lo huelo en ti". Me vuelvo al lado de Andrea e intento tomar su mano. "O en ti".
"¿Lo hueles en mí?" pregunta la mujer.
La habitación se queda en silencio. Tengo la sensación de que estoy pronunciando una
sentencia de muerte cuando admito: "Puedo olerlo en ti desde aquí".
Pero ella sólo asiente con la cabeza, como si estuviera cansada, y se da la vuelta para volver
a la habitación de donde vino.
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"Eso debe ser lo que estabas oliendo que era diferente", dice Andrea. "Ahora tiene sentido.
Por eso dejaron todo atrás. Pensaron que alguien de aquí podría ayudar y que volverían.
Pero... suena como si fuera peor de lo que pensaban".
"Por eso no puedes irte", gruño.
Ella rechaza mi toque, sin embargo, negando con la cabeza. "Me voy con mi hermano.
Podríamos estar todos enfermos. No voy a dejar que sufra solo".
Y como no puedo culparla, la sigo.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 20
ANDI
Esto es una pesadilla.
Lentamente entro en la vieja tienda de ropa, diciéndome a mí misma que todo esto no está
pasando. Que Benny está gastando la broma más desagradable del mundo y que saltará
desde detrás de un mostrador en algún lugar y se reirá como un tonto. Sin embargo, a
medida que avanzo, la realidad de esto golpea lentamente. Hay filas y filas de gente en
paletas en el suelo, poco más que mantas y almohadas extendidas en el suelo. Algunos de
ellos tienen contenedores junto a sus camas, y hay tos ocasional, pero es tranquilo.
Muy silencioso. Y eso es lo más aterrador de todo.
Miro fijamente las filas de gente. Tiene que haber al menos 50 personas acostadas aquí en
las camas de los enfermos. Más, probablemente. La mujer dijo que ya habían perdido doce,
y sólo puedo imaginar cuántos más van a morir. Parece que todo el Fuerte está enfermo. La
habitación se siente calurosa y sofocante sin ventanas, y prácticamente puedo sentir la
enfermedad en mi piel. Me froto los brazos cuando doy un paso adelante, buscando a
Benny. Un bulto cubierto con una manta se ve igual que cualquier otro, así que me inclino
sobre la persona más cercana y compruebo la cara.
Es una mujer, sus ojos vidriosos mientras me mira fijamente. Su cara está sonrojada y su
cabello sudoroso, pero está temblando. La sangre mancha su boca floja.
"Hola", susurro, tratando de sonreír. Me siento tan culpable con sólo mirarla que
instantáneamente quiero ayudar. "¿Puedo ofrecerte algo?"
Ella continúa temblando, ignorándome, y entonces me acerco a ella con la manta y sigo
adelante.
Hay una madre y su hijo acurrucados en el siguiente juego de mantas, así que sigo adelante.
No quiero ver sus caras. No quiero saber. Un hombre está en la siguiente plataforma,
también demasiado grande para ser Benny, y sus brazos se agitan salvajemente mientras
se da la vuelta, perdido en su fiebre. Miro a la mujer que ha estado atendiendo a todo el
mundo, pero no se acerca al hombre para ayudarlo. Sólo moja tranquilamente más toallas
en un cubo y se dirige a la persona más cercana, presionando una a una frente sudorosa.
Supongo que lo hace lo mejor que puede.
Paso por delante de otra persona, y esta es del tamaño adecuado para Benny, pero cuando
tiro de las mantas hacia atrás, es una chica joven... y sus ojos están abiertos y no mira
nada. Por un momento, creo que es como la otra mujer, pero luego me doy cuenta del molde
ceroso de su piel y no respira. Oh, Dios. Pongo las mantas sobre su cara y mentalmente
digo una pequeña oración. "Lo siento", susurro.
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Hay tanta gente que lloro antes de llegar al final de la primera fila. Hay otra persona muerta,
un hombre calvo, y hay unos pocos más que está claro que van a morir pronto. Lo peor es
que los niños, se golpean en las garras de la fiebre y no hay nada que darles. Quiero ayudar
a todo el mundo... y quiero huir de puro horror.
Cada día ya es bastante duro en el Después. ¿También tenemos que lidiar con una
enfermedad como esta? Es muy injusto. Todas las farmacias ya han sido limpiadas, y no
hay doctores para dar la vacuna de la gripe. Somos tan vulnerables a los virus más comunes
ahora, y soy muy consciente de ello.
Rutinariamente doy vuelta a otra persona enferma, y me toma un momento darme cuenta
que estoy mirando a mi hermano. Oh, Dios mío.
Me arrodillo a su lado, tocando su rostro dormido. En la semana que ha estado fuera, parece
que ha perdido diez kilos. Ya es un chico delgado y desgarbado, así que se ve positivamente
esquelético y me rompe el corazón ver sus pómulos tan pronunciados. Sus ojos están
hundidos y su pelo arenoso está oscuro por el sudor. Todo su cuerpo está temblando, y
quiero estallar en lágrimas al verle.
Benny abre los ojos, y por un momento aterrador, me preocupa que no me reconozca. Pero
me dirige una sonrisa torcida y cansada. "¿Andi?"
"Hey", digo en voz baja, sonriéndole. Por alguna razón, las lágrimas no aparecen. Estoy
calmada. Soy fuerte, porque él necesita que lo sea.
"Estoy enfermo".
"Lo sé, colega. Está bien. Yo te cuidaré"
"¿Cómo me encontraste?" Parpadea lentamente, con sueño, como si fuera un gran esfuerzo
para hacerlo.
"Soy tu hermana, idiota", le tomo el pelo suavemente. Acaricio el pelo sudoroso de su cara.
"¿Crees que no vendría a por ti una vez que me enterara de que has volado del gallinero?
Liam me ayudó a encontrarte".
Su cara se arruga con una sonrisa cansada. "¿Liam está aquí?"
Yo lucho contra el dolor de los celos de que mi hermano se excite tanto por Liam en vez de
por mí. Ahora no es el momento. "Sí, él está aquí"
Una mano grande y cálida me agarra del hombro y al momento siguiente, Liam está
agachado a mi lado junto a las mantas de Benny. "Estoy aquí", dice.
"Hola, Liam. ¿Cómo va todo?"
Liam se ríe, pero su agarre es firme y tranquilizador en mi hombro, como si me dijera que
me tiene. "Le diste un buen susto a tu hermana".
"Lo siento, Andi", dice, y sus ojos se llenan de lágrimas. "Sólo quería... amigos, ¿sabes?"
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"Oh, no te disculpes, Benny." Acaricio su frente. "Te mataré más tarde, cuando te sientas
mejor. Por ahora, sólo descansa, ¿de acuerdo? Siento no haberme dado cuenta de que eras
tan infeliz. Trataré de ser una mejor hermana".
"No es culpa tuya", murmura, y luego da un largo y violento escalofrío. "Tengo sed".
"Te traeré un poco de agua." Saco mi cantimplora y luego hago una pausa. Si él está enfermo
y yo no, el poner sus labios en mi recipiente de beber no ayudará. Con el corazón dolorido,
me levanto y me acerco a la mujer que nos saludó. "¿Tienes alguna taza?"
Ella hace un gesto cansado hacia una mesa que está en un rincón. Veo suministros allí,
como si la gente se diera cuenta de que pronto se pondrían violentamente enfermos y
necesitarían cosas cerca. Cojo un vaso de plástico de la pila y me doy cuenta de que los
cubos llenos de agua están casi vacíos. Hay unos pocos cartones viejos y descoloridos de
bocadillos que alguien debe haber guardado para ocasiones especiales, pero ya se han
agotado. No puedo ni siquiera emocionarme con eso. Me engancho un Twinkie envuelto en
celofán para mi hermano -a él le encantaban cuando era un niño pequeño- y lleno la taza
con agua y luego vuelvo a su lado.
Liam está allí, sosteniendo su mano y hablándole suavemente. Mi corazón se aprieta al ver
esto y me siento de nuevo, ayudando a Benny a ponerse de pie para que pueda beber. Sólo
toma unos pequeños sorbos, poco más que suficientes para mojarse los labios, y luego lo
aparta.
"Estoy cansado", murmura, recostado.
"¿Tienes hambre? Tienen Twinkies", le digo, poniendo una nota de engatusamiento en mi
voz.
Sacude la cabeza y cierra los ojos, y se duerme casi inmediatamente. Mi corazón se aprieta
de nuevo, esta vez con miedo. Miro a Liam, cuyo rostro es sombrío. "¿Qué te estaba
diciendo?" No puedo evitar preguntar.
La boca de Liam es una línea apretada. "Quería que te cuidara cuando se fuera".
"No se va a ir a ninguna parte." No me importa si se refiere a irse a otro Fuerte cuando se
mejore, o si se refiere a... irse. De cualquier manera, no voy a dejar que mi hermano se vaya.
Tomo su mano en la mía y lo miro mientras duerme, llena de determinación.
No se está muriendo. Él no.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 21
LIAM
Esto de la "enfermedad" me resulta confuso. Mi Andrea está completamente concentrada
en su hermano, sin apartarse de su lado. Le moja la frente y le habla en voz baja cuando
se despierta, pero no se va ni siquiera para tomar un descanso. No quiere que se despierte
y piense que le ha abandonado.
Lo entiendo, pero me deja sin saber qué hacer conmigo mismo. En mi mundo, yo era un
guerrero. Incluso cuando me escabullía por las afueras de los asentamientos humanos,
hacía lo que podía para ayudar con la caza o el cuidado de los jardines. Vigilo a Andrea
durante un tiempo, y luego me dirijo al humano Gabe para ver qué hace.
Ha sido muy curioso observarlo. Dejó su perro Scooter en la entrada del edificio. En el
momento en que nos encontramos con la enferma, tomó un palo, -un bolígrafo- y escribió
una nota, y la pegó al collar de Scooter.
"Le estoy enviando a casa", nos dice a mí y a Andi. "Para que Major y los demás no se
preocupen... y para que no vengan a buscarnos"
Despide al perro, con una mirada sombría en su rostro. Luego, vuelve a la habitación e
inmediatamente se dirige a los enfermos. Se mueve de cama en cama, tocando las frentes
y limpiando las caras. Sostiene a alguien mientras vomita y lo limpia cuando termina. Su
expresión es calmada y sombría, y cuando la mujer sale para recuperar el aliento, continúa
en la cama siguiente, como si fuera incansable.
Hace esto durante horas.
Yo le observo, y luego avanzo mientras le moja la frente a otro. Tal vez Gabe tenga las
respuestas que busco. "¿Puedo preguntar algo?"
"Puedes si consigues más agua", me dice. "Nos estamos quedando sin agua"
Puedo hacerlo. Me alegro de que me den algo que hacer. No me gusta sentarme y sentirme
inútil. Necesito ayudar de alguna manera, aunque sólo sea para apoyar a Andrea en su
búsqueda de mejorar a su hermano de esta misteriosa "enfermedad" que le ha puesto tan
débil. Así que tomo algunos de los cubos y sigo los rastros de olor a través del gran edificio.
Hay caminos que la gente camina regularmente, y sigo uno hasta una gran piscina con un
pez de piedra decorativo en el centro. El agua aquí huele a jabón y a baño, así que continúo
hasta que encuentro uno de los caños que los humanos usan en Fort Shreveport. Lo giro
con un chirrido, y por supuesto, el agua fresca sale a chorros, y luego se derrama. Lleno
los cubos, vuelvo a la vivienda donde están apilados todos los humanos, y luego lleno
cualquier otro cubo que puedo.
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Miro a Andrea cuando esto termina, pero está acostada al lado de Benny, hablando en voz
baja, con su brazo alrededor de los hombros de su hermano y abrazándolo contra ella.
Estudio su cara, tensa, esperando a ver si empieza a sudar como los demás humanos, o a
temblar, pero parece estar bien. Me acerco deliberadamente y respiro su olor, probándolo,
pero no hay ningún miasma que se aferre. Bien.
El macho humano está sentado cerca de una persona nueva, y el hedor de las heces me
golpea como una pared. Me ahogo, cubriéndome la boca, mientras él tira de las mantas
sobre la cara del humano. Muerto, entonces, y sus intestinos vaciados al morir. Aunque
odio la idea de tocar tal hedor, me acerco a Gabe. "¿Puedo ayudarte a mover los cuerpos?"
Él asiente, frotando una mano sobre su cara. "Los incineramos más tarde, creo, pero por
ahora es más fácil sacarlos de la enfermería. Agradezco la ayuda".
Quiero decirle que no lo hago por él, ni por ninguno de los otros que están aquí. Quiero a
los muertos y a los enfermos lo más lejos posible de mi Andrea -y de Benny- porque no
entiendo esta cosa que ha derribado a tantos. Así que le ayudo a envolver el cuerpo de la
mujer en las sábanas, y luego cada uno toma un extremo y la lleva a través del edificio, a
otra habitación donde hay muchos más dispuestos. Veinte, ahora, un puñado de ellos de
después de que llegáramos.
Suavemente dejamos el cuerpo y miro a Gabe. "Ahora que estamos solos, explícame esta
'enfermedad'"
Me mira con escepticismo. "¿Tu gente no se enferma?"
"¿Los Drakoni? No"
"¿Tos? ¿Resfriados? ¿Algo que te haga sentir enfermo o que aumente tu temperatura
corporal? ¿Algo?"
Extiendo mis manos. "No entiendo nada de esto"
"Entonces probablemente no lo atraparás, pero creo que Andi y yo estamos en peligro." Se
frota una mano en la cara y luego sacude la cabeza. "Así que... la enfermedad es algo que
puedes contraer de otro humano. Puede ser por un toque de manos o incluso por respirar
aire. Si es la gripe como creemos que es, te infectas por estar cerca de otros. Una vez que
está en tu sistema, esperas a que tu cuerpo la combata o..."
Miro a los muertos, apestosos y cubiertos de sábanas a nuestro alrededor. "O terminas
aquí".
"Correcto".
"¿Qué puedo hacer?" Quiero proteger a Andrea y a su hermano, pero no sé cómo. Si no
puedo verlo, ¿cómo puedo combatirlo?
"Puedes hacer lo que yo hago. Dale agua a la gente. Mantenlos hidratados. Haz que estén
cómodos. Y espera. Antes teníamos todo tipo de medicinas para este tipo de cosas, pero
ahora ni siquiera tengo un puñado de aspirinas". Sacude la cabeza, con la frustración en
la cara.
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Gruño en reconocimiento, pero no me gusta su respuesta. Debe haber algo más que
podamos hacer. "¿Podemos ir a buscar aspirinas? ¿O medicinas?"
"Si hay una farmacia a pocos kilómetros de aquí, ya estará limpia." Gabe me da una mirada
de evaluación. "Un dragón puede volar mucho más lejos de lo que un humano puede
caminar en un día"
"No puedo cambiar de forma", le digo con dureza. "Ni siquiera me pidas tal cosa" Porque si
pudiera, lo habría hecho una docena de veces. Benny no estaría aquí. Andrea no estaría
aquí.
Nada de esto habría sucedido.
∗∗∗∗∗∗∗
LA TARDE PASA LENTAMENTE. Voy a buscar más agua mientras Gabe se mueve entre los
enfermos, y Andrea atiende a su hermano. Benny no está bien. Está delgado y duerme más
de lo que está despierto, y puedo decir que Andrea está preocupada.
La mujer que nos saludó en la entrada del Fuerte se acostó hace unas horas y no se ha
vuelto a levantar. Gabe se mueve a su lado, suspira pesadamente, y luego le pone un paño
húmedo en la frente como hace con todos los demás enfermos.
"Liam", murmura Andrea, su voz baja y suave.
Me vuelvo hacia ella, atraído.
Ella permanece al lado de Benny, una toalla en un tazón de agua junto a su mano. Benny
está dormido, o mejor dicho, inconsciente. Se golpea en la cama, con la cara cubierta de
sudor. Su olor es más agrio que nunca, y la encantadora cara de Andrea está llena de
preocupación.
"¿Qué puedo hacer para ayudar?" Murmuro, agachado a su lado. La devoro con los ojos,
sin querer nada más que tocarle la cara y abrazarla, pero está rígida y a la defensiva, como
si le fuera a decir algo que no quiere oír.
Me estudia durante un largo momento, luego extiende la mano y la toma en la suya,
sorprendiéndome. "Necesito que me prometas algo".
"Cualquier cosa, Andrea. Sabes que haría cualquier cosa por ti"
Normalmente se sonrojaría con mis fervientes palabras, pero hoy no lo hace. Sólo se ve
triste y cansada. "Si morimos, necesito que lleves las noticias a Fort Shreveport. Díselo a
Amy y... díselo a Gwen". Ella traga con fuerza, sus ojos vidriosos con agua sin derramar.
Un gruñido bajo se forma en mi pecho, y tengo que luchar contra el impulso de no
arrastrarla contra mi pecho y sostenerla contra mí de forma protectora. No puedo hacer
nada contra los peligros invisibles que atacan a Benny y a los demás. Más que nada,
desearía tener mi forma de batalla para poder agarrarla en mis garras y salir volando de
todo esto. "Andrea, no".
"¿No lo harás? ¿Debería pedírselo a Gabe?"
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"No vas a morir", le digo con fiereza, y esta vez no puedo detenerme. Agarro su hombro,
luego su gorda y amarilla trenza, enrollándola alrededor de mi mano como si de alguna
manera la mantuviera aquí. "Nadie va a morir. Ni tú. Ni Benny. No dejaré que suceda".
Siento que lo salvaje surge dentro de mí, y por un momento, un estallido de violencia se
enciende en mi cerebro. Quiero destruir todo este edificio y arrasarlo hasta los cimientos...
"Liam", dice suavemente, su mano cubriendo la mía. "Atalim. Quédate conmigo"
Respiro profundamente tres veces, con las fosas nasales abiertas, y luego entierro mi cara
en su pelo, bebiendo en su aroma. "No vas a morir, Andrea"
"Sólo digo... por si acaso". Me toca la mandíbula ligeramente. "Tal vez no me golpee. Y Benny
lo está llevando bien, creo. Mejor que algunos de los otros"
"Sí", digo, porque ¿qué más puedo decir? No está muerto, pero no creo que le vaya mejor
que a los otros. Creo que se está hundiendo un poco más con cada hora.
Andrea me sonríe, su expresión es dulce. "Has sido tan bueno conmigo, Liam", murmura.
"Sólo quería darte las gracias por estar ahí para mí. Siempre. Cada vez que he necesitado
un amigo, has estado ahí"
"Eres más que una amiga, Andrea. Ya lo sabes" De todos modos, levanto la mano y le toco
la mejilla, porque tengo que hacerlo. Debo hacerlo.
Se inclina hacia mi caricia, cerrando los ojos. "A veces me gustaría que volviéramos a subir
al tejado juntos. Todo parecía tan simple esa noche. Y ahora..."
"Ahora sigue siendo igual de bueno", le prometo. "Los días cambian, pero los sentimientos
no. Tú sigues siendo mi todo, Andrea. Siempre lo has sido"
Sus ojos se abren y me mira. "Atalim..."
Benny grita, su cuerpo se pone rígido. Ella se sobresalta, inmediatamente alcanzando a su
hermano. Él se gira hacia su lado y vomita, el escupitajo en sus labios oscuros y espumosos.
Eso no es una buena señal. He cargado suficientes muertos con Gabe para saber que los
que murieron vomitaron sangre antes de irse.
"Está bien, Benny", susurra Andrea una y otra vez. "Estoy aquí mismo. No pasa nada". Ella
le sostiene mientras tiene arcadas, y cuando finalmente se derrumba en la cama otra vez,
le retira el pelo de la frente. "Estás caliente. Te voy a bañar y vamos a bajar esa fiebre, ¿de
acuerdo?"
Benny no responde. Sus ojos se cierran y vuelve a caer inconsciente, volviéndose a dormir.
Mi Andrea no se da cuenta de eso, o no le importa. Reconozco la mirada decidida de su cara
mientras escurre el paño y luego lo mueve suavemente sobre su cara y cuello. Ella va a dar
todo lo que tiene a Benny y espero que sea suficiente. Toco su trenza por última vez. "¿Puedo
traerle algo?"
"¿Más agua?" Ella me mira, disculpándose.
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"Por supuesto". Rozo mis nudillos sobre su mejilla y luego me muevo a los cubos para poder
rellenar su tazón. Sé que está cansada. Las horas se hacen tarde, pero sé que no dormirá,
al igual que no comerá. Está demasiado concentrada en su hermano.
Me hace sentir impotente. Quiero hacer algo, pero sé que no hay nada que hacer excepto
esperar y ayudar a Gabe. Es otro que no se ha tomado un descanso desde que llegamos.
Miro alrededor de la habitación y veo que está llevando un vaso de agua a la boca de una
mujer enferma.
Aunque no sea drakoni, aunque haya mirado a mi hembra, le tengo un respeto a
regañadientes. Podría haberse marchado, robando la comida y los suministros de esta
gente. Está fuera para que cualquiera lo coja y son demasiado débiles para protegerse a sí
mismos. En cambio, se arriesga a sí mismo para ayudar a los moribundos.
Benny grita de dolor agudo, llamando mi atención. Me acerco rápidamente al lado de
Andrea, donde está mirando conmocionada a su hermano.
"¿Qué pasa?" Pregunto.
Ella levanta la mirada hacia mí, su rostro pálido. Por un momento, creo que me va a decir
que ha muerto, pero Benny sigue jadeando, perdido en la fiebre. "Su brazo... sólo lo toqué
y gritó. Algo está mal en él". Se muerde el labio y luego me mira. "¿Puedes sostenerlo?"
Asiento con la cabeza y me muevo a su otro lado. Me duele en el corazón agarrar a su
hermano enfermo por sus delgados brazos y sostenerlo mientras lo examina. Él grita de
dolor cuando ella se acerca a su axila, y cuando suavemente le levantamos el brazo, Andrea
jadea.
"Oh Dios", gime, su mano revoloteando sobre la cosa fea revelada.
Hay un gran bulto negro bajo el brazo de Benny. Está oscuro y la piel alrededor de él está
tensa y enrojecida, y cuando ella lo toca suavemente, él grita de dolor otra vez, golpeándose.
"No entiendo", dice ella, sacudiendo la cabeza. Suavemente lo vuelvo a meter en la cama y
él inmediatamente arropa su cuerpo, enrollándose alrededor de su brazo y ocultando el
lugar de la vista. "Esto... esto no es la gripe".
"¿Qué es?"
Su cara está cenicienta cuando sus ojos se encuentran con los míos. "Peste. Creo... creo
que es la peste negra. Oh mierda, las ratas" Ella presiona sus manos en su frente. "¡Las
malditas ratas!"
"No entiendo", digo lentamente. "Dime cuál es la diferencia entre la peste y la gripe"
Andrea cierra los ojos y cuando los abre de nuevo, las lágrimas caen por su cara. "La
diferencia es que la gente generalmente sobrevive a la gripe. La Peste Negra arrasó con
media Europa. Pensé que había desaparecido, pero... nunca tuvimos que preocuparnos por
las ratas en el pasado" Sus dedos se acercan a su boca. "No puedo creerlo".
"¿Qué hacemos?" Yo pregunto.
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"Si es una plaga, no hay esperanza". Sacude la cabeza, con una expresión sombría. "No hay
nada que hacer excepto esperar a morir".
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Capítulo 22
LIAM
Benny duerme, y duerme mucho. Ya no se agita con la fiebre, sólo está quieto y tranquilo,
como si esperara el final.
Andrea llora hasta dormirse en mis brazos. Le cuenta a Gabe sus sospechas, y comprueban
a algunos de los otros y encuentran los duros bultos negros en cada persona. Algunos en
las axilas, otros en el cuello o detrás de la oreja. Un desafortunado moribundo los tiene en
los genitales. Es una plaga, me dice mientras solloza contra mi cuello. Una vieja y mortal
provocada por las ratas y su suciedad.
La sostengo mientras duerme, su aliento se estremece como si aún quisiera llorar en sus
sueños. Hay silencio, todo el edificio oscuro y sombrío. Había unas cuantas velas
encendidas en las mesas, pero hemos dejado que se quemen todas menos una. El olor de
los muertos y la enfermedad empeora, y yo repetidamente entierro mi cara en el pelo de
Andrea para tratar de ahuyentarla. El salvajismo roe el fondo de mis pensamientos, y odio
que venga por mí, incluso ahora, cuando no quiero nada más que estar aquí para Andrea,
para apoyarla mientras espera que su hermano muera.
Porque suena como si fuera a morir. Otras ocho personas han muerto. Hay algunas más
que no verán la mañana, y la habitación se está despejando lentamente. La mujer que
atendía a todos es una de las que no verá la mañana; ha estado vomitando sangre durante
la última hora, y Gabe descansa a su lado, ofreciéndole bebidas y ayudándola a pasar lo
peor.
Yo mantengo a mi hembra cerca, tratando de imaginar esta enfermedad. Los Drakoni no
tienen nada parecido. No nos debilitamos o enfermamos por factores externos. Pensar que
podría perderla por algo así me asusta más de lo que puedo imaginar. Todavía estoy
aceptando el hecho de que Andrea nunca podrá ser mía. Nunca pensé que estaría en peligro
de perderla tan rápidamente por algo como esto.
Presiono mis labios en la parte superior de su cabeza y la mantengo cerca.
Andrea se estremece contra mí.
Mi cuerpo se pone rígido. No.
Sólo tiene frío.
Acaricio su mejilla, frotando mis dedos a lo largo de su piel. Se siente caliente, más caliente
que antes. Está sonrojada. Su piel está húmeda por el calor y me inclino hacia adelante y
hago una profunda aspiración de su aroma. Ya está. El olor está ahí. Esa horrible, pegajosa
y oscura miasma ha invadido su aroma.
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Está enferma.
"No", gruño, sosteniéndola cerca. Le tomo la cabeza y la acerco a mí. "Andrea, no. Lucharás
contra esto. No te enfermarás"
"Mmm, ¿qué?" Se despierta de su sueño, pero sus movimientos son lánguidos, como si sus
miembros fueran demasiado pesados.
"Mírame", le exijo, agarrando su mandíbula entre mis dedos e inclinando su cabeza hacia
atrás. "Andrea, mírame".
Su cabeza se tambalea hacia atrás y parpadea soñolienta, ojos desenfocados hacia mí. Y
luego vuelve a temblar. "Tengo mucho frío, Liam".
La rabia caliente y feroz me atraviesa. No. No, no puedo perder a Andrea. La tengo cerca,
pero su olor hace que mi cuerpo reaccione. El doloroso hambre que tengo de poseerla se
suma a la rabia impotente que siento hasta que sé que me estoy desmoronando por las
costuras. La imagino, envuelta en sábanas y en la habitación con los muertos y las ráfagas
de furia al rojo vivo que me atraviesan, haciendo que me pique la piel y que todo mi cuerpo
se encienda.
Voy a perder completamente la cabeza.
Cierro mis ojos y tomo varias respiraciones profundas y largas. Andrea murmura algo
ininteligible y luego se vuelve a dormir. La sostengo por un momento más, y luego porque
hace que los fuegos posesivos de mi mente se vuelvan locos, la acuesto suavemente junto
a Benny y la envuelvo con las mantas.
Ella se estremece y tiembla, y la rabia que carcome mis paredes mentales crece.
No.
Esto no es justo.
Me levanto y me voy de su lado, aunque me destruye abandonarla. Pero no puedo quedarme
allí. Si sigo respirando su olor a enfermedad, me hará perder el control.
Si mi mente se ha ido, no puedo ayudarla. Tiene que haber algo que pueda hacer. Tiene
que haberlo. Me niego a sentarme y dejar que esto suceda.
No dejaré que mi hembra muera.
Camino por la habitación, perdido en mis pensamientos furiosos. La mente del dragón
hembra está distante, pero me pesa, como si esperara una oportunidad para tocar la mía.
La presión de ella tampoco ayuda. Concéntrate, me recuerdo a mí mismo. Piensa en tus
paredes mentales. Hazlas fuertes.
Estoy tan perdido en mis pensamientos que cuando Gabe me toca el brazo, le doy vueltas,
gruñendo. Sé sin ver que mis ojos están negros de furia, y puedo oler el humo que se
encrespa en mis fosas nasales. "¿Qué?" Espeto, apretando las manos.
"Dos muertos más", dice con tristeza. "¿Me ayudas a moverlos?"
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No me importan los extraños muertos. La única persona que me importa está en la cama
con Benny, temblando junto a su hermano. "Andrea está enferma", le digo.
"Sí. Creo que yo también me estoy enfermando". Pone sus manos en sus caderas. "Seguiré
adelante tanto tiempo como pueda, pero puede que no sea tanto tiempo"
Noto por primera vez que su piel se enrojece en las mejillas y sus ojos están vidriosos. Por
un momento, estoy completamente furioso con él. "No puedes estar enfermo también.
¡Necesito tu ayuda!"
"¿Crees que quiero esto?" Me da una sonrisa cansada. "Créeme, nada me gustaría más que
volver a casa, pero no tengo esa opción"
"Dime lo que debo hacer".
"¿Enterrarnos?"
Gruño de nuevo. "No me voy a rendir"
"No, supongo que tienes demasiado fuego en tu vientre para eso" Gabe me mira,
especulativo. "¿No estás enfermo?"
Me encojo de hombros, furioso. "¿Por qué iba a enfermarme? No soy humano"
Extiende la mano y me pone la mano en la frente, y luego me mira a los ojos. "¿Te sientes
bien?"
Le quito la mano de encima. "Me siento como siempre, pero cada vez estoy más enfadado".
"¿Tu gente tiene magia? ¿Así es como cambiáis de forma? ¿Cómo sopláis fuego? ¿O es algo
que es genético?"
"¿Por qué?" Pregunto, impaciente. Quiero volver al lado de Andrea, para abrazarla todo el
tiempo que pueda. Si este humano no me ayuda, tengo que pensar en otra cosa. "¿Por qué
importa si tengo magia o no?"
"Porque no estás enfermo. Y porque yo lo estoy". Me da una leve sonrisa. "Y porque Andrea
está enferma. Y estoy tratando de averiguar cómo arreglarlo".
Tiene mi interés de nuevo. "Continúa".
Gabe se frota la mandíbula peluda. "Así que... una de las maneras en que la gente previene
las enfermedades es infectando a alguien con una pequeña cantidad de lo mismo, para que
su sangre sepa cómo reaccionar ante ello. Me pregunto qué pasaría si añadiéramos un poco
de tu sangre a la de un humano".
"Quemaría a Andrea", le digo, imaginando mis fuegos desgarrándola por dentro. Pienso en
lo cerca que estuvimos de aparearnos y en cómo la habría quemado. "Incluso con fiebre,
sus cuerpos no están lo suficientemente calientes para manejar mi sangre sin dolor.
Tenemos fuego en nuestras venas, los Drakoni."
"Magia, entonces", Gabe continúa frotando su mandíbula. "¿Alguna vez has tenido a alguien
que te haya sacado sangre?"
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"No". Lo miro con escepticismo. "¿Crees que si les damos mi sangre los curará?"
"Probablemente no, pero prefiero intentar algo que quedarme sentado y esperar a que llegue
el final".
Me gusta esta idea. Me llena de esperanza. ¿No es mi sangre parte de mi espíritu? Tal vez
cualquier magia viviente que tenga pueda ayudar a Andrea y Benny a sobrevivir. "Los
quemará", le advierto de nuevo. "Y a ti, si quieres intentarlo".
"El dolor es mejor que la muerte", dice sin rodeos.
Estoy de acuerdo. Si debo herir a Andrea para salvarla... entonces debo hacerlo.
"Muéstrame lo que debemos hacer".
∗∗∗∗∗∗∗
GABE SE OFRECE A SER EL PRIMERO. Quiero salvar a Andrea primero, por supuesto,
pero si es una idea letal, es bueno probarla en el macho en vez de en mi amor. Gabe
encuentra tubos y agujas, y luego me dice con gran detalle lo que va a hacer. Va a localizar
una vena de mi brazo, conectarla a mi sangre, y luego transferirla a una vena de su brazo.
Parece una tontería, pero los humanos aparentemente comparten sangre a menudo... Dice
que solía hacer esto antes, cuando era algo llamado "paramédico". Así que empuja mi piel
y eventualmente hunde la aguja, y luego la pone en su propio brazo. El pequeño tubo se
llena de sangre y veo como se mueve hacia su brazo.
En el momento en que golpea, lo puedo decir. Su cara se retuerce de dolor y se agarra al
brazo. Yo también le agarro. "Te dije que te dolería", le advierto.
"Joder. Ya lo creo" Su cara se vuelve algo salvaje y me aprieta la mano, pero no me la quita.
Su aliento entre los dientes apretados y el olor a carne quemada empieza a perfumar el aire.
Miro entre nosotros y su brazo se ampolla alrededor de la aguja, la piel roja.
Espera el mayor tiempo posible y luego se arranca la aguja del brazo. Es menos de un
minuto, como mucho. "No puedo hacer más. Lo siento. Es como si me quemaran vivo". Se
levanta, se agarra el brazo y camina como si eso fuera a aliviar el dolor.
Lo observo mientras camina. "¿Te sientes mejor?"
Gabe me mira, con la cara pálida y sudorosa mientras se agarra el brazo. "¿Estás
bromeando? Me siento como una mierda y mi brazo sigue matándome".
Resoplo. "Te lo dije".
"Ya lo sé. Lo sé" Se sienta y cierra los ojos, tratando de componerse. "No sabremos por un
tiempo si esto funciona o no. ¿Quieres esperar para probarlo con Andi y Benny?"
Miro a mi mujer, porque en mi cabeza, ella es mía. Está tranquila y todavía en la cama
junto a su hermano, que está atormentado por los escalofríos. No me gusta lo silenciosa
que ha estado. Algunos de los otros que se callaron enseguida nunca se despertaron. La
habitación que nos rodea está cada vez más vacía, y eso me preocupa. "No creo que
tengamos tiempo para esperar"
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"Creo que tienes razón." Se levanta y hace muecas, flexiona el brazo, y luego envuelve un
paño alrededor de la herida para protegerla. "Puede que quieras atarla"
La idea me resulta repugnante, pero vi cuánto luchó Gabe, a pesar de que fue su idea. El
dolor era demasiado para que lo soportara, incluso sabiendo que se acercaba. No la ataré,
pero si tengo que hacerlo, la sujetaré con mi brazo bueno.
Pero cuando me siento junto a su cama, sus ojos se abren y me da una sonrisa de
cansancio. "¿Cómo está Benny?"
"Durmiendo", digo, y luego me lanzo directamente a él. "Gabe tiene una idea que vamos a
intentar".
Se sienta y ve dónde Gabe ha vendado su brazo. Me mira y cuando Gabe saca el tubo y las
agujas, parece sorprendida. "¿Transfusión de sangre? ¿Tuya, Liam?"
"No estoy enfermo", señalo. "En absoluto. Mi gente no sufre de esas cosas"
"¿Así que una transfusión de sangre para tratar de pasarnos tu inmunidad?" Se da cuenta
rápidamente, mi inteligente y hermosa Andrea. "Buena idea".
"Te dolerá", le advierto, odiando que le duela. Extiendo la mano y aliso el pelo sudoroso de
su cara. "Gabe dijo que era intenso, el dolor"
"Me lo imagino. Es porque tu sangre es muy caliente, ¿verdad?" Sus ojos están cansados,
desenfocados, como si esta pequeña conversación fuera demasiado para ella. "¿Me
abrazarás cuando lo hagas?"
"Por supuesto".
Ella toma mi mano en la suya. "Hazlo con Benny primero"
Vacilo, porque es a ella a quien más quiero salvar, pero sé que esto es importante para ella.
"Si quieres".
Andrea asiente con la cabeza. "Por favor".
Así que en vez de eso nos movemos al lado de la cama de Benny. Él duerme, sin darse
cuenta, incluso cuando Gabe le inserta la aguja en el brazo y luego me engancha el tubo.
Un momento después, sin embargo, los gritos comienzan. Andrea se pone pálida mientras
se inclina sobre su hermano, presionándolo con su peso. Gabe hace lo mismo, su rodilla
sujeta el brazo de Benny y su mano en el hombro para no arrancar la aguja. Se agarra a la
aguja y solloza, y odio el hedor de la piel quemada, la forma en que su piel se ampolla
alrededor de la aguja. Gabe deja que continúe por lo que parece una eternidad y luego saca
la aguja, frotando una crema sobre su brazo. "Antiséptico", dice Gabe, y cubre la herida con
un vendaje como si eso fuera a detener el dolor de alguna manera.
Lo dejan ir, y Benny se acurruca alrededor de su brazo, con su respiración jadeante. Andrea
le toca la cabeza y le murmura, pero él no responde a ello más que a cualquier otra cosa.
Sólo el dolor tiene una reacción.
Cuando está satisfecha de que Benny esté tranquilo una vez más, se vuelve hacia mí y me
da una sonrisa triste. "¿De verdad crees que esto funcionará?"
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"No lo sé", lo admito. "No sé nada de nada de esto. Pero si puedo darte mi salud, lo haré."
"¿Se la darás a los otros que están enfermos aquí? Ellos también merecen una oportunidad."
Sus ojos me suplican.
¿Cómo puedo negarme? "Haré todo lo que me pidas, Andrea"
Ella extiende su brazo y me da una sonrisa cansada. "Te amo, Atalim. Si esto no funciona,
está bien. Sé que lo estás intentando"
Mi corazón se aprieta al oírla decir mi nombre. "Funcionará", le digo, decidido. "No te
perderé"
Pero me muevo a su espalda y la descanso contra mí, sus hombros presionando contra la
parte delantera de mi pecho. Ella se inclina hacia atrás contra mí, débil y cansada, y la
mano que sujeta la mía se siente más frágil que nunca. Inspiro su aroma, presionando mi
boca contra su pelo sudado. Odio que el miasma de la enfermedad esté por todo su aroma.
Odio sentirme tan impotente.
Sus dedos se aprietan sobre los míos mientras Gabe inserta la aguja y luego prepara mi
brazo. Él sujeta el tubo y luego ambos esperamos, y yo contengo la respiración mientras mi
sangre llega a ella.
Ella gime, su mano apretada contra la mía. Sé que se esfuerza por no luchar, pero el dolor
se vuelve demasiado y ella grita. Gabe sostiene su otro brazo hacia atrás y yo cierro el mío
alrededor de ella, susurrándole palabras de consuelo mientras me golpea.
Pasa una eternidad antes de que Gabe saque la aguja y ella se derrumbe, sollozando, contra
mi pecho.
La sostengo, acariciando su suave piel y tocando su pelo. Acaricio su cuello... y ella se echa
hacia atrás con un pequeño llanto.
"Shh", le digo, moviendo su pelo a un lado para que pueda verlo. Por supuesto, hay un bulto
negro y duro detrás de su oreja.
Mi pobre Andrea. Presiono mi boca contra su frente. "Descansa, amor. Estoy contigo"
Nunca he estado más aterrorizado en mi vida.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 23
LIAM
Nos movemos a través de los enfermos en la habitación. Gabe me advierte que le haga saber
si me siento mareado porque entonces tenemos que parar.
"No puedes morir con nosotros también", dice con una leve sonrisa.
Diez minutos después, se cae.
Reconozco el rubor y los escalofríos que le dan a su cuerpo, y le ayudo a llegar a una cama
que ha sido desocupada recientemente. La habitación está tranquila, los únicos sonidos
son los de los dientes de Andrea chasqueando mientras tiembla con un frío que ninguna
cantidad de mantas parece arreglar.
Hago que Gabe se sienta cómodo, agradecido por la idea del macho de ayudar a Andrea y a
los demás. En poco tiempo, he pasado de odiar al hombre a tenerle respeto, y me entristece
verle aplastado por la misma enfermedad que se ha llevado a todos los demás. Tal vez pueda
seguir sin él.
La siguiente persona a la que me muevo está muerta, sin embargo, y pongo las mantas
sobre la cara del hombre y luego saco su cuerpo de la habitación del enfermo. Ahora hay
más muertos que vivos, y nadie se ha recuperado. Mi corazón se siente vacío y odio esto.
Lo odio todo. Quiero tomar a Andrea y Benny en mis brazos y subir a los cielos y no mirar
nunca atrás... pero eso no es lo que ella quiere.
Y es demasiado tarde, de todos modos.
Vuelvo a la cama de Andrea, donde descansa junto a su hermano. Benny ha estado
durmiendo la mayor parte del día, y me preocupa por un momento que esté muerto. Le toco
la frente y no se mueve, su frente está más caliente de lo que cualquier humano debería
estar. Su brazo está ampollado y en carne viva, el enrojecimiento se extiende por debajo del
punto vendado donde obtuvo la sangre. Aún así... no está muerto. En este momento, lo
considero una buena señal.
Me siento al lado de Andrea y tomo su mano en la mía. Está flácida, sus dedos sudan. Trato
de pensar en más ideas, en formas de arreglar esto, en más cosas que pueda hacer. Ella
necesita comer. Carne buena y fresca, creo. Esta gente no tiene nada más que cosas
rancias, azucaradas o comida enlatada que perdió su sabor y vitalidad nutritiva hace años.
Ella necesita comida de verdad. Agua fresca.
Tal vez incluso más sangre. Tengo su mano en la mía, trazando las venas azuladas bajo su
pálida piel. ¿Mi sangre se mezcla con la de ella o la está matando, quemándola desde
dentro? ¿Es por eso que está tan callada?
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Miro a Benny otra vez, pero él duerme. Es imposible saber si se está curando, o si alguno
de ellos lo está.
Soy el último que queda.
La mujer que nos saludó gime y se tira en su cama. Aunque no me importan los otros
humanos, no puedo dejarla sufrir. Es una de las humanas que intentó advertirnos, después
de todo, y cuidó de los demás tanto como pudo. También necesita mi sangre. A
regañadientes, me alejo de mi Andrea dormida y me acerco a la mujer, pero no puedo
meterle la aguja en el brazo como hizo Gabe. Se golpea demasiado y no se queda quieta.
Este es un trabajo para dos personas.
Frustrado, vuelvo al lado de Andrea y le toco la mejilla. Para mi sorpresa, sus ojos se abren
y me mira. "Liam", susurra. "¿Benny?"
"Durmiendo", murmuro, con dolor por abrazarla fuerte, por besarla, por probarla. "¿Cómo
está tu brazo?"
"El ardor ha disminuido, pero aún se siente caliente. Se siente caliente en todas partes." Se
lame los labios. "¿Agua?"
Le doy un poco y luego cuidadosamente le llevo una taza a sus labios. Más gotea por su
barbilla que por su boca. Toma unos cuantos sorbos y luego descansa de nuevo, cerrando
los ojos. Por un momento, creo que está dormida, pero luego los abre de nuevo y me mira.
"¿Gabe?"
"Está enfermo".
"¿Benny?"
Mi corazón se hunde. ¿No recuerda haber preguntado por él hace un momento? Pero sus
ojos están brillantes por la fiebre. "Durmiendo a tu lado".
"¿Está mejor?"
"No está peor", digo suavemente.
"Pero no mejor". Ella mueve la cabeza lentamente. "Tal vez necesitemos más sangre". Se
extiende, enrosca sus dedos con los míos y luego se lleva mi mano a su boca, besando mis
dedos. "Dale otra ronda por la mañana, tal vez. Tal vez necesite más de una vez"
"Haré lo que pueda", le prometo, pero sus ojos ya están cerrados y su agarre es flojo en el
mío. Un momento después, tose, y luego comienza a vomitar. La hago rodar sobre su
costado, odiando que exponga el enorme bulto negro en su cuello. Es un recordatorio de
que todavía está enferma. Todos siguen enfermos y yo soy el único que queda.
Me ocupo de Andrea, le limpio la cara cuando termina y le doy más agua. Se desmaya
después de beber un poco, y yo le sostengo la mano, esperando una señal de que está
mejorando. Algún tipo de indicio de que hemos hecho lo correcto.
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Pero ella sólo tiembla y tiembla, perdida en la enfermedad. A su lado, Benny está muy
quieto. Miro a Gabe, a unas pocas camas de distancia, y se agita salvajemente bajo sus
mantas.
Si todos necesitan más sangre... no puedo hacerlo solo. No sé cómo. Si pudiera, le daría mi
sangre a Andrea hasta que no me quede más. Ella puede tener hasta la última gota. Me
llevo la mano a los labios y me cepillo la boca sobre sus nudillos.
Pero no puedo hacer esto por mí mismo.
Tenemos que darles más sangre, y necesito ayuda. Necesito volver a Fort Shreveport, con
Amy y Rast.
Con un último beso a la suave mano de mi Andrea, pongo su mano en su pecho y me
aseguro de que sus mantas estén ajustadas a su alrededor. Aliso el pelo sudoroso de su
frente y absorbo su visión.
"Te amo", murmuro, usando las palabras humanas. Los Drakoni no tienen necesidad de
tales dichos, porque tales cosas se sienten en la conexión mental. Pero la mente de Andrea
está cerrada para mí, como todas las mentes están cerradas para mí, y por eso debo usar
los dichos humanos. "Odio todo lo que hay en este mundo menos a ti", le digo. "Tú haces
que todo sea bueno, y cuando estoy contigo, no estoy triste o solo. Te quiero, y espero que
lo sepas. Nunca lo olvides".
Sus labios se separan en un pequeño suspiro, y espero que lo oiga.
Me obligo a ponerme de pie, y me acerco a la mesa de suministros, escarbando entre las
cosas hasta encontrar uno de los palos que llaman "bolígrafo" y un libro. Arranco una
página en blanco del frente y llevo el bolígrafo y la página a la cama de Gabe y me siento a
su lado.
Le sacudo el hombro. "Gabe. Despierta. Necesito tu ayuda" Es el menos enfermo de todos,
y espero que tenga la fuerza para ayudarme.
El hombre se despierta, con los ojos brillantes. "Agua", raspa.
"Te daré agua, pero debes hacer palabras humanas en papel para mí", le digo, entregándole
la página que arranqué. "Debo ir a Fort Shreveport por ayuda, y necesito que escribas las
palabras humanas aquí para decirles lo que está mal"
Me mira, con los ojos rojos y hundidos. "Demasiado lejos para caminar", murmura.
"Estaremos muertos para cuando vuelvas".
"No voy a caminarlo. Voy a volar." No sé cómo va a funcionar eso, pero tengo que intentarlo.
"Por eso necesito la nota. Si mi mente se va... la nota llegará allí" Con suerte. Aunque no
pueda mantener mi mente intacta, espero que la urgente necesidad de conseguir ayuda de
Fort Shreveport, que siento en cada fibra de mi ser, permanezca y me lleve hacia ellos.
O mi mente se quedará como está y toda esta preocupación será en vano. Pero... por si
acaso.
"Pensé que morirías si intentabas eso..."
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"Tengo que intentarlo". Miro a Andrea, donde está durmiendo. Está desganada, su escalofrío
ha dado paso a un sueño profundo que me asusta casi tanto. "Es mejor estar descerebrado
que verla morir cuando podría haberla salvado"
Gabe gruñe, y luego toma el bolígrafo con manos temblorosas. Incluso ese pequeño gesto
parece un gran esfuerzo para él, la enfermedad agotando sus fuerzas. "¿Qué quieres que
escriba?"
∗∗∗∗∗∗∗
Poco después, tengo la nota en un pequeño contenedor de metal a prueba de fuego y la
sostengo en mi mano. Me siento al lado de Andrea por un poco más de tiempo, absorbiendo
su visión mientras yace inconsciente.
Durante siete largos años, no he arriesgado nada. Me he escondido de mi propia gente,
desesperado por salvar mi propio pellejo.
¿Pero por Andrea? Voy a arriesgarlo todo.
Hay una pequeña posibilidad de que esto funcione. Tal vez mi control sobre mi mente es lo
suficientemente fuerte -como Rast- para mantener una gran parte de mi cordura. Espero
que sea suficiente para arrastrarme de vuelta a Fort Shreveport y que esté al alcance de los
demás, para poder transmitir la noticia de la enfermedad y conseguir ayuda para Andrea y
los demás. Si hay una posibilidad de que más sangre Drakoni pueda ayudarles, entonces
tengo que intentarlo. No puedo hacerlo solo, y Gabe se está desvaneciendo rápidamente.
Para estar seguro, intenté donar mi sangre a Andrea de nuevo, pero sólo conseguí apuñalar
su brazo unas pocas veces y causarle dolor. Necesito a alguien que sepa cómo funcionan
los cuerpos humanos, para que puedan poner mi sangre en ella.
"Si esto funciona", susurro, llevando su mano a mis labios, "Nada nos va a separar". Si
puedo convertirme en Drakoni con seguridad, voy a reclamarte como mi pareja. Sólo tienes
que vivir por mí, Andrea. Por favor. Vive"
La miro fijamente, con su mano en mi boca, dispuesto en silencio a que abra los ojos. Para
sonreírme. Para darme una de esas sonrisas inteligentes.
Pero ella duerme, su respiración es superficial, y no puedo esperar más.
El miedo se agita en mis entrañas, y me obligo a concentrarme en la tarea que tengo entre
manos. Fort Shreveport, me recuerdo a mí mismo. No pienso en nada más que en el Fuerte
Shreveport. Repito las palabras en silencio mientras salgo del edificio infestado de
enfermedades y salgo al aire libre. Me despojo de mi ropa humana y me quedo a la
intemperie, listo para tomar forma de batalla por primera vez en siete años.
Por favor, que funcione.
Andrea me necesita.
Andrea. Fort Shreveport. Agarro el contenedor de metal con la mano. Recuerda por quién
haces esto.
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Y con eso... dejo que los bloqueos mentales que he mantenido con tanto cuidado durante
tanto tiempo... se vayan. Me estiro con mi mente, buscando las partes de ella que he
mantenido a raya durante tanto tiempo.
Mi cuerpo cambia. Las escamas cubren los miembros largos y mis alas se forman. Siento
un calor y una alegría creciente mientras me transformo en mi fuerte y feroz forma de
batalla. Esto es lo que soy. Esto es lo que estoy destinado a ser, por lo que he estado
luchando durante tanto tiempo.
Por un momento, no hay nada más que pura alegría.
Y luego... violencia.
Ira. Furia. Se eleva a través de mí, inundando mis sentidos. La necesidad de matar, de
hacer daño, se precipita a través de mi mente. El hedor aquí es extraño, lleno de humanos.
La necesidad de escapar es instintiva y se derrama a través de mí. Con un rugido, me alejo
con mis fuertes patas traseras y me lanzo a los cielos, mi garganta estallando en fuego.
Soy libre.
Libre para destruir y sacar mi furia en este terrible y apestoso mundo.
Algo funciona en el fondo de mi mente. Algo pequeño, un recordatorio de algún tipo. Cabello
dorado. Un aroma. Agarro una cosa metálica, imposiblemente pequeña, en mis garras rotas.
Pero entonces la rabia se apodera de mí y todo se borra de mi mente. Con un feroz gruñido,
arrojo la cosa inútil al suelo y vuelo más alto, buscando las nubes.
Es hora de cazar. De destruir.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 24
ANDI
Me duele todo.
Abro un ojo, tratando de averiguar dónde estoy. Me siento completamente aplastada,
agotada de maneras que no sabía que podía sentir. Incluso abrir un ojo es un esfuerzo.
Dios, ¿por qué estoy tan cansada? También huelo. Huelo a sudor y vómito y...
Ahora lo recuerdo.
La plaga.
La maldita peste negra.
Abro los dos ojos e intento sentarme.
"Oye, oye, cuidado", dice la voz de un hombre. "Tómalo con calma, Andi".
Andi. No Andrea. Miro y entrecierro los ojos, pero el hombre que me habla no es Liam. Por
supuesto que no lo es. La voz es completamente diferente, pero mi cerebro está desesperado
por ver al hombre que amo. Es Gabe, que viene a sentarse a mi lado y me ofrece un vaso
de agua.
"¿Dónde está Liam?" Pregunto, sentándome para tomar un sorbo. Se me derrama por toda
la cara mientras busco a tientas el vaso, y me siento tan débil e inútil como un bebé.
"Cuidado", advierte Gabe otra vez. "Estás agotada. Date tiempo".
Tomo pequeños sorbos de la taza mientras él la sostiene, dejando que el agua cubra mi
garganta seca y la lengua de papel de lija. Estoy tan cansada que quiero volver a dormirme
enseguida, pero tengo un millón de preguntas. Estudio la cara de Gabe mientras bebo,
tratando de leer las respuestas. Hay algo en él que parece diferente. Su cara está dibujada
con líneas sombrías. Su pelo es sucio y salvaje, y sus ojos están hundidos y huecos como
si no hubiera comido en días. Me sorprende. "¿También... te enfermaste?"
Asiente con la cabeza. "Todos se enfermaron. Nadie se salvó"
"¿Qué...?"
Antes de que pueda continuar, alguien se mueve detrás de mí. "¿Andi?"
Las lágrimas llenan mis ojos e intento dar la vuelta. "¿Benny?"
Mi hermano cae de rodillas en las mantas a mi lado y me arroja los brazos al cuello. "Por
fin te has despertado", dice, con alivio en su voz. "Estoy muy contento"
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"¡Benny!" Intento abrazar a mi hermano, pero sólo puedo reunir la energía para un breve
abrazo, y luego dejo que mis brazos se deslicen fuera de él. "¿Cómo te sientes?"
Se sienta en sus talones, sonriéndome. "Como una mierda".
Me emborracho de su cara, sonriendo como una tonta ridícula. Dice que se siente como
una mierda, pero está vivo y se ve mejor que la última vez que le vi. Su cara sigue estando
delgada, pero no está sudando ni está pálido. Su pelo ha sido lavado y se le ha caído sobre
la cara y está lleno de energía una vez más, cruzando sus piernas y sentado a mi lado.
"Te ves bien", me las arreglo. Hay algo diferente en su cara, también, y lo estudio por un
momento, pero estoy demasiado cansada para darme cuenta. La necesidad de acostarme y
volver a dormir es abrumadora. Sin embargo, lucho por ello, porque estoy ansiosa por saber
más sobre Benny. "¿Cómo te sientes? ¿Cómo está tu axila?"
Levanta un brazo y ese solo movimiento me agota. Hay una gran venda sobre el lugar donde
solía estar su bulto negro. "Gabe lo perforó. Fue tan jodidamente asqueroso, Andi. Deberías
haberlo visto".
Arrugo la nariz. "Paso".
"La tuya también fue asquerosa".
"¿La mía?" Toco bajo mi brazo, pero está tan suave como siempre.
"Detrás de la oreja". Hace una mueca. "En serio, fue como si hubiera explotado cuando
Gabe puso..."
"Vale, vale", digo, levantando una mano. Trago con fuerza. No quiero saber nada más al
respecto. "Ahórrate los detalles. ¿Pero te sientes mejor? ¿Más fuerte? ¿No tienes fiebre?"
"La mía se ha ido hace unos dos días", dice. "Hemos estado Gabe y yo intentando ayudar a
los supervivientes". En realidad parece... feliz. Establecido. "Tío, estaba cansado cuando me
desperté. No creerías lo pesados que se sentían mis brazos y piernas. Como si estuvieran
hechos de hormigón".
"Oh, lo creo. Yo me siento así ahora mismo" Consigo una sonrisa. "Estoy tan aliviada de
que estés bien, Benny"
"Yo también. No me grites por irme, ¿de acuerdo?" Mi hermano extiende la mano y coge la
mía, apretándola.
"Lo dejaré para otro momento. Lo prometo" Escucho a alguien más toser, y pienso en lo que
dijo sobre los supervivientes. "¿Cuánta gente vive aparte de nosotros?"
"Seis". Su cara es sombría. "Hay tantos muertos, Andi. No creerías cuántos cuerpos"
¿Sólo seis? Esta habitación estaba llena hace unos días. No puedo creer que hayan muerto
tantos. Es absolutamente horroroso. Un Fuerte entero, no, dos, ha sido completamente
diezmado debido a la plaga. "Fueron las ratas", murmuro. "Las ratas llevan la peste negra".
"Bueno, todos los que no murieron se están recuperando. No tenemos que preocuparnos
por más plagas, no lo creo. ¿Sabías que estuviste desvanecida durante tres días?"
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Oh, caramba. "¿Lo estuve?"

"Sí. Era imposible despertarte. ¿Quieres algo de comer?" Sostiene un dulce envuelto y
aplastado. "Creo que esto era una magdalena".
Sacudo la cabeza. "Sólo quiero volver a dormir. ¿Dónde está Liam?" Tengo antojo de él y me
hormiguea la mano por tocarlo. Es curioso que me emocione ver a Benny bien, pero me
llena de anhelo ver a Liam, que ni siquiera estaba enfermo. Fue como si lo hubiera
extrañado mientras estaba inconsciente, y ahora no puedo esperar a llenar mis sentidos
con él de nuevo.
"¿Liam? No lo hemos visto desde que se fue" Benny se encoge de hombros y desenvuelve el
pastelito, dándole un gran mordisco.
Me cuesta sentarme. "Espera, ¿se ha ido?"
Gabe se acerca a la cama, poniendo su mano en mi hombro otra vez. "Quédate acostada,
Andi. Has sido golpeada muy duro. Necesitas descansar".
"Liam", repito. "¿Dónde está él?"
"No estábamos seguros de si las transfusiones de sangre se estaban llevando a cabo, así
que voló a Fort Shreveport para conseguir ayuda" Gabe me toca la frente, como si se
asegurara de que no tengo fiebre, y luego me ofrece más agua. "Bebe esto. Estás
deshidratada".
Lo hago automáticamente porque tengo una sed increíble. Mientras lo hago, trato de darle
sentido a lo que ha dicho. Transfusiones de sangre. Recuerdo vagamente haber hablado
con Liam mientras estaba enferma, y luego él me sujetó. Y el dolor. Montones y montones
de dolor ardiente. Miro mi brazo, y está envuelto en vendas. Una vez que Gabe me quita el
agua de los labios, me quito la venda del brazo y veo la piel muy enrojecida y las ampollas.
Muchas de ellas. "¿Nos dio su sangre?"
"Sí. Obvio" Benny se lame los dedos. "Por eso nuestros ojos son dorados ahora, como los
suyos"
Parpadeo sorprendido por eso, estudiando a mi hermano. Tiene razón. Sus ojos
normalmente oscuros son ahora de oro brillante. Miro a Gabe, y los suyos también son
dorados. "¿Mis ojos son de oro?"
"Todos los que tienen su sangre tienen ahora ojos dorados", dice Gabe, acercándose y
envolviéndome el brazo. "Y lo que sea que haya en su sangre, funcionó, porque la mayoría
de los que recibimos una transfusión vivimos"
Increíble. "¿Y fue capaz de cambiar a la forma de dragón sin que le afectara a su mente?"
"¿Afectar a su mente? No lo sé". Gabe pone una mano en mi hombro. "Descansa, ¿de
acuerdo? Liam es un chico grande. Puede cuidarse solo"
Asiento y cierro los ojos, tratando de relajarme. Liam nos dio su sangre para tratar de
salvarnos, aunque la transfusión fue obviamente dolorosa para nosotros. ¿Fue dolorosa
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para él? ¿Está bien? ¿Está hablando con Rast en Fort Shreveport incluso ahora? No puedo
esperar a verle de nuevo. Quiero ver su hermosa sonrisa, escuchar su baja y deliciosa risa.
Quiero decirle lo orgullosa que estoy de que nos haya salvado.
Lo mucho que le amo. Espero que vuelva pronto.
∗∗∗∗∗∗∗
LA SEMANA MÁS LARGA de mi vida pasa mientras me recupero y espero el regreso de Liam.
Paso los primeros días sin hacer nada más que dormir, recuperándome de mi enfermedad.
Benny es una enfermera sorprendentemente buena, que se cierne sobre mí y me pone
comida en la mano cada vez que me despierto. Ni siquiera puedo enojarme con él por irse,
porque ¿cómo podría saber que estaba entrando en una situación de plaga? Ese tipo de
cosas no son normales para nosotros. Así que ni siquiera le grito. Estoy demasiado cansada
y estoy feliz de que esté vivo.
Aparte de Benny, yo misma y Gabe, hay seis personas que sobrevivieron. Dos son un marido
y una mujer de Fort Justice, pero todos los demás son de New Fort. Hay una adolescente y
su hermano menor, una viuda llamada Mikaela, y un hombre llamado Jeremy que perdió
a todos los demás en su familia. Es horrible pensar en todo lo que han perdido, y la mayoría
de ellos están en estado de shock. He notado que Benny pasa mucho tiempo cuidando a la
adolescente Katrina. Bien por él. Todo el mundo necesita a alguien.
Tengo a Liam, después de todo.
Todavía no ha vuelto. Le echo de menos de una manera dolorosa, pero me conformo con
esperar, sabiendo que fue a Fort Shreveport a buscar ayuda. Estoy un poco sorprendida de
que nadie volara para ayudarnos, pero me imagino que tal vez van por tierra. Tal vez Rast
y Amy son necesarios en el Fuerte para protección de algún tipo y cualquiera que sea
enviado va a pie. Aún así, es un poco sorprendente que los días pasen y nadie venga a
vernos.
Unos cuatro días después de despertarme, Lester, Major, Charlie y Scooter aparecen en el
centro comercial con la nota que Gabe envió. Gabe les regaña por venir a un lugar infectado
con la plaga, pero se calla cuando se entera de que se les acabó la comida y que era quedarse
y morir de hambre o arriesgarse a encontrarse con nosotros.
Sin embargo, todavía no hay ningún Liam.
Benny, Jeremy y Gabe se van a Fort Justice un día o dos después y vuelven al atardecer
con las gallinas, unos cuantos carros llenos de comida, y la vaca llevada en una cuerda.
Tiene sentido, porque sólo quedan dos personas de Fort Justice y no están muy interesados
en volver. Incluso los sobrevivientes del New Fort hablan de encontrar un nuevo lugar para
vivir, uno sin tanta muerte.
Yo sugiero el Fuerte Shreveport.
Tiene sentido. Estamos abiertos a todos, acogedores, y mientras trabajes duro, siempre
tendrás comida en tu vientre y un techo seguro sobre tu cabeza. La única parte que se les
hace difícil es la situación de "amigable con los dragones". Parece que no pueden entender
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que los dragones no siempre son los enemigos, pero cuando se dan cuenta de que es la
sangre de Liam la que los ha salvado, se quejan mucho menos.
Bueno, mucho menos en mi oído, al menos.
Así que el resto del tiempo en New Fort se pasa preparando la salida. Todos descansan y
reúnen sus fuerzas, y todo lo que sirve es empacado en unos pocos carritos de compras que
pueden ser empujados fácilmente en la larga caminata hasta allí. Se arregla la rueda
tambaleante de la silla de ruedas de Lester y se conmemora a los muertos con una pintura
en aerosol (cortesía del arte de señalización de Katrina) en el exterior del centro comercial
y se celebra un funeral vikingo, con una pira funeraria y muchas, muchas lágrimas.
Y todavía no hay rastro de Liam. Ni de nadie de Fort Shreveport.
Después de una semana, estoy muy preocupada. Pienso en mi Liam, riéndose con su
sonrisa, y la forma en que luchó tanto para mantener su mente bajo control. No me gusta
que no se sepa nada de él. Un millar de escenarios preocupantes flotan en mi mente. ¿Qué
pasaría si se enfermara y lo trajera de vuelta a Fort Shreveport? ¿Y si un dragón le atacó y
le mató? ¿Y si Rast le desafió y le echó? ¿Y si la Grieta lo succionó de nuevo?
¿Y si perdió la cabeza por completo en el momento en que cambió?
No hay respuestas, sin embargo, así que trato de mantenerme ocupada. Si estoy ocupada,
no me preocuparé tanto. Si me concentro en todo lo que hay que hacer para trasladar a los
supervivientes a Fort Shreveport, no miraré fijamente al cielo ni me preocuparé por el
tiempo que ha pasado desde que hablé con el hombre que amo.
Dijo que nunca me dejaría. Dijo que siempre volvería por mí. Tengo que confiar en eso.
∗∗∗∗∗∗∗
Se necesita una semana más para que nuestro grupo de lento movimiento vaya a Fort
Shreveport. Cada día que pasa parece una eternidad y media, pero estoy demasiado débil
después de mi enfermedad para acelerar las cosas. Nuestro grupo se mueve lentamente y
está cargado con muchas cosas. La pobre Mikaela se nombró a sí misma para estar a cargo
de los pollos y constantemente salen volando de su carro y se alejan, y ella tiene que
detenerse y recuperarlos. Finalmente encuentra un gran pedazo de plástico y lo pega con
cinta adhesiva en la parte superior del carro para mantenerlos dentro, pero luego graznan
y agitan tanto sus alas que les provocan a todos dolor de cabeza. Los carros están cargados
de mercancías, y a veces se necesita mucho esfuerzo para subir uno por el camino,
especialmente cuando las cosas se inclinan cuesta arriba. Sin embargo, nadie quiere dejar
nada atrás, así que frenamos cuando es necesario y nos ayudamos mutuamente.
Tengo que admitir que Gabe es un gran líder. Es paciente con todos, incluso con los más
lentos y distraídos. Se asegura de que todos nos mantengamos al día, reparte raciones de
comida y busca lugares seguros para dormir por la noche. Parece saber cuándo va a ocurrir
un ataque de dragón antes que nadie, y siempre nos las arreglamos para encontrar refugio
antes de que empiece.
Benny también ha sido genial. Pensé que mi hermano pequeño volvería a sus viejas
costumbres, causando problemas y siendo el adolescente habitual, pero se ha calmado
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mucho. Tal vez el hecho de que se fuera por su cuenta le hizo darse cuenta de lo bien que
lo tenemos en Fort Shreveport. O tal vez es la influencia de Gabe... o de Katrina. En
cualquier caso, ha sido de gran ayuda y pasa la mayor parte del tiempo empujando la silla
de ruedas de Lester porque Lester está demasiado cansado para empujarla él mismo.
Cada día de viaje es sorprendentemente agotador. Estoy acostumbrada a tener toneladas
de energía, así que me decepciona mi cuerpo cuando soy la primera en colapsar en cada
descanso. Me está costando todo mi esfuerzo mantener el ritmo de los demás.
"Está bien", me dice Benny en algún momento. "Tú y Katrina fuisteis dos de las más
enfermas. Ella también lo está pasando mal".
Aunque no me hace sentir mejor. Necesito volver a Fort Shreveport. Necesito averiguar qué
es lo que retiene a Liam. Cada día que pasa, me siento un poco más preocupada y ansiosa.
Mis sueños están llenos de cosas malas, e imagino el peor de los casos cada vez que cierro
los ojos. Estoy medio convencida de que llegaremos a Fort Shreveport sólo para encontrarlo
lleno de cadáveres.
Después de todo, tal vez él también se contagió de la plaga, pero le costó un poco más de
tiempo que apareciera en él. ¿Quién sabe? No soy médico.
Me siento aliviada y emocionada cuando veo calles familiares y lugares de recolección de
basura. Estamos a pocas horas del Fuerte, incluso a nuestro ritmo actual, y estoy ansioso
por llegar allí. Está oscureciendo y me duelen los pies, y quiero tirar el carrito de la compra
lejos de mí y no volver a mirarlo porque siento que lo he empujado por la mitad de las
carreteras de Luisiana.
Pero miro a nuestro grupo y sé que no llegaremos allí esta noche. Lester parece medio
dormido en su silla de ruedas. Benny le está empujando tan alegremente como antes, pero
está disminuyendo la velocidad. Katrina parece exhausta, apoyándose fuertemente en su
carro. Todo el mundo parece exhausto. Yo también me siento tambaleante y débil, pero no
quiero parar. Puedo seguir adelante, si es necesario, porque sé lo que me espera, Liam.
"Dragón", dice Gabe, corriendo de vuelta a través del grupo mientras caminamos por la
autopista, empujando nuestros carritos de la compra. "¡Todo el mundo a cubierto!"
"¿Dónde?" pregunta alguien. "¡No veo nada!"
"Sólo confía en mí", dice Gabe, sacando a Lester de su silla de ruedas y tirando de él hacia
el vehículo más cercano.
Miro hacia el cielo, con el corazón acelerado. ¿Es Liam? De alguna manera, sin embargo,
siento que no lo es. No sé cómo lo sé, simplemente lo sé. Así que aparco mi carro junto a
una vieja camioneta y abro la puerta, escondiéndome dentro con Benny y Katrina. "Es la
hora equivocada del día para un dragón", grita Katrina, aferrándose a Benny. "Se equivoca,
¿verdad?"
"No, es bueno para sentir los dragones", le asegura Benny, dándole palmaditas en el brazo.
"Si él dice que hay uno, hay uno".
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Yo también me pregunto sobre eso. Pero mientras observo, Gabe se sube a un auto cercano,
Scooter le sigue, y luego todos estamos tranquilos, esperando el inevitable ataque. No hubo
tiempo de esconder los alimentos, y los pollos están graznando locamente en su carro a
unos pasos de distancia. La vaca tira de su cuerda guía, que alguien ató al espejo de la
puerta del coche.
Entonces, una gran sombra cae sobre ella.
Aguanto la respiración. Por favor, que sea Liam, por favor que sea Liam.
Mi corazón se acelera con emoción mientras el gran cuerpo dorado mueve sus alas y se
asienta en sus ancas a corta distancia. El gran dragón se vuelve hacia nosotros, y sé
instintivamente que no es Liam. Hay algo en él que... no se parece a él. El dragón mira a su
alrededor, sus fosas nasales se abren, y luego suavemente suelta algo en sus garras.
Una mujer rubia con un vestido azul revoloteando.
Amy.
Son Amy y Rast.
Observo por un momento como Amy cojea hacia adelante, y luego salgo del camión para
saludarla. "¡Amy! ¡Somos nosotros!"
Sus ojos se abren de par en par con genuino placer. "¡Andi! ¡Oh, maravilloso! Rast dijo que
había viajeros, ¡pero no me di cuenta de que eras tú!" Sus pasos se levantan y mira a su
alrededor con curiosidad. "¿Quién está contigo? Rast dice que hay varios. ¿Encontraste a
Benny?"
Mi hermano pequeño sale del camión detrás de mí, dándole a Amy una mirada vergonzosa.
"Hola".
Ella le sonríe, sigue avanzando lentamente hasta que me alcanza, e impulsivamente me da
un abrazo. Me sorprende el movimiento pero la abrazo. Rast permanece en forma de dragón,
esperando cerca, y sospecho que es para que pueda vigilarla en caso de que alguien intente
algo. La vista de él me hace doler, y abro la boca para preguntar por Liam.
Amy se queda atrás, estudiándome. "Estás tan delgado. Benny también. ¿Estáis bien?"
"¿No lo sabéis?" Mis tripas se aprietan.
"¿Saber qué?" Ella mira a su alrededor, confundida. Nadie más sale de los coches en los
que se esconden. Incluso Gabe está esperando, Scooter en su regazo mientras el perro jadea
y babea por toda la ventana del coche. Ella lo mira y luego hace una pausa. Conozco esa
mirada vaga... es una cuando Rast le habla mentalmente. Después de un momento, se
centra en mí otra vez. "¿Quiénes son todas estas personas, Andi?"
El miedo se me está encrespando en el estómago, sin embargo. "Amy, esto es lo que queda
de Fort Justice y New Fort. Estos son los únicos supervivientes".
"¿Únicos... supervivientes?" Me estudia un poco más y luego parpadea. "¿Tus... tus ojos
siempre han sido dorados? Rast dice que tu olor es diferente, también" Ella mira a Benny,
y luego a mí.
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"¿No has visto a Liam?" Pregunto, sabiendo la respuesta antes de que ella hable.
Parece sorprendida por mi pregunta. "Pensé que se había ido contigo. ¿Te dejó?"
"Cuando todos nos enfermamos, fue a Fort Shreveport a buscar ayuda. Eso fue hace más
de una semana, casi dos". Me siento entumecida.
Los ojos de Amy se abren de par en par y entonces me da una mirada de pena. "No lo hemos
visto. Él... ¿cambió de forma?"
Asiento con la cabeza. "Tenía que hacerlo. La enfermedad se estaba llevando a todo el
mundo"
"¿Qué enfermedad?"
La miro fijamente. "La peste".
Su cara palidece. Rast hace un sonido triste, avanzando como si quisiera tomar a Amy en
sus brazos y robárnosla.
"Dime qué está pasando". Amy me toma la mano y me lleva al lado del coche y se inclina
contra él, aliviando su peso de su pierna mala.
Así que le cuento todo lo que puedo. Le digo que Liam y yo seguimos el rastro de Benny
hasta el grupo de parias de Gabe, y luego fuimos a Fort Justice. Le cuento cómo
encontramos a los muertos allí, y luego fuimos a New Fort, sólo para darnos cuenta de que
todos estaban muriendo. Mientras hablo, Rast se acerca cada vez más, el enorme dragón
se acerca y hace sombra a nuestro grupo hasta que prácticamente está encima de Amy, su
aliento le eriza el brillante pelo. Probablemente quiere arrebatársela, pero Amy sigue
escuchando mientras hablo, su expresión es grave.
"Su sangre nos salvó", le digo. "Pero no estaba seguro de si era suficiente, y entonces Gabe
se enfermó y supongo que se fue. Se suponía que tenía que traerles una nota..." Me arrastro,
luchando contra las lágrimas. Puedo llenar los espacios en blanco después de eso.
Amy sacude la cabeza lentamente. "Lo siento mucho, Andi. No lo hemos visto desde que te
fuiste con él".
"Entonces se ha vuelto loco. Cambió de forma y perdió la cabeza. Sé que no me dejaría atrás
de esa manera. No cuando le necesitaba"
Las palabras se me caen de golpe. Me siento muerta por dentro. Liam se ha ido. Se ha ido
completamente. Lo he perdido. El dolor y el horror me ahogan, y me envuelvo con mis
brazos, porque siento que estoy a punto de desmoronarme.
Liam... se ha ido.
"Tal vez... tal vez no es tan malo como eso?" Amy pregunta, una expresión de esperanza en
su cara. "Ha vivido en muchos fuertes antes de venir a nosotros. ¿Quizás decidió seguir
adelante?"
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"No lo haría", digo firmemente. Tengo una fe absoluta en Liam. Él no es así. Me ama y sé
que nunca se iría sin más. Nunca. "Sabía que yo estaba enferma. Estaba aterrorizado por
mí. Por Benny, también. Él me ama, Amy. No me dejaría atrás".
Extiende la mano y me la toca suavemente. "Por supuesto que no. Bueno, todos son
bienvenidos en Fort Shreveport." Ella sonríe alegremente a los demás, todavía se esconden
en los otros coches. "Tenemos comida y refugio para todos. Para estar seguros, los
mantendremos separados de los demás por una semana o más para asegurarnos de que
nadie se contagie, y luego serán más que bienvenidos a vivir con nosotros. Tenemos un
maravilloso Fuerte y es muy familiar." Les da a Gabe y a Lester una cálida sonrisa.
Gabe sólo asiente, mirándome.
Yo también asiento. Todos estarán a salvo allí. "Una vez que todos se hayan instalado, iré
tras Liam. Tengo que encontrarlo". Me muerdo el labio y miro a Rast, con sus ojos dorados
girando. "No habéis visto ningún nuevo dragón en la zona, ¿verdad?"
"Sólo un rojo que ha estado rondando por aquí recientemente", comienza Amy.
Eso llama la atención de Gabe. Abre la puerta del coche y sale. "¿Uno rojo?" Cuando Amy
asiente, él resopla. "Ese es mi rojo. Me sigue a donde quiera que vaya".
El delicado surco de las cejas de Amy. "Ya... veo".
"Tal vez no debería ir al Fuerte con todos", dice Gabe, frotando su mandíbula.
"Tonterías", dice Amy enérgicamente. "El Fuerte nos protegerá de cualquiera que pase por
él. Y puede ayudarnos a buscar a Liam". Me toca la mano otra vez. "Si está ahí fuera, le
encontraremos".
"Puedo ir", comienzo.
Ella me corta, un poco de acero entrando en su suave voz. "Puedes, una vez que hayas
descansado. Estás débil y recuperándote de la enfermedad. Necesitas unas buenas noches
de descanso y algunas comidas en ti - en todos vosotros - antes de que te deje hacer nada"
Odio que tenga razón. Incluso ahora, aquí de pie, estoy exhausta. Pero no puedo abandonar
a Liam. "Amy..."
Ella niega con la cabeza de nuevo. "No lo entiendes, Andi. Unos días más no le importarán.
Si está perdido por la locura, no hay sentido del tiempo para él en absoluto. No sabrá nada.
Es mejor que seas fuerte porque si vas a tratar de llamarlo a casa, vas a necesitar todo lo
que tengas"
Ella tiene razón. No lo hace fácil, pero tiene razón.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 25
ANDI
Sueño con Liam todas las noches.
Estoy encerrado en una pequeña habitación al final del complejo de Fort Shreveport con los
otros "supervivientes" mientras nos mantenemos separados para asegurarnos de que ya no
somos contagiosos. Amy se queda con nosotros, porque ha estado expuesta, pero después
de unos días, está claro que nadie está enfermo, y Amy sigue tan sana como siempre.
También lo hacen Major, Lester y Charlie, que nunca se enfermaron en primer lugar. Paso
el tiempo en la cama, fingiendo una siesta y abrazando mi almohada. En realidad, estoy
pensando en mi hombre-dragón.
En realidad, tiempo de llorar.
Extraño tanto a Liam que me duele por dentro. Pienso en él y lloro hasta dormirme,
abrazando mi almohada. A veces me despierto después de soñar con él, y siento que está
ahí conmigo, abrazándome. Sin embargo, cuando abro los ojos, estoy sola y me siento
desgraciada.
Y excitada.
Me masturbo casi tanto como lloro, lo cual es nuevo para mí. No me he sentido
particularmente sensual desde que dejé el Fuerte Tulsa, y estaba feliz de no serlo. No he
tenido el más mínimo interés en nada sexy hasta que Liam llegó a mi vida, y entonces toda
esa necesidad reprimida parece rugir a través de mí como una bola de fuego. Tocarme no
ayuda, sin embargo. Solo me recuerda lo mucho que le echo de menos, y me hace llorar
aún más.
No es sólo el sexo. Quiero decir, no puede ser... nunca tuvimos sexo oficial completo. Solo
echo de menos a Liam. Lo aceptaré de vuelta de cualquier manera que pueda. Si solo puede
ser humano y no podemos tocarnos, también lo aceptaré. Puedo seguir siendo feliz y
completa con él en mi vida... siempre y cuando él esté en ella.
Mientras no esté perdido.
Me siento tan jodidamente culpable, también. Pasan los días y duermo y como y recupero
mis fuerzas, y mientras lo hago, no puedo evitar pensar en lo duro que trabajó Liam para
no convertirse en un monstruo sin sentido. Cuánto trabajó para ser humano y poder
mezclarse con nosotros, comenzar una nueva vida.
Y lo dejó todo por intentar salvarme. Al final, yo no necesitaba que me salvaran y él fue el
que lo perdió todo.
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Así que sí, paso mucho tiempo llorando. También paso mucho tiempo sola. Es bastante
fácil considerando que todos quieren que descanse y me mantenga alejada de los demás en
el Fuerte mientras no estamos seguros de si la enfermedad sigue siendo contagiosa. Dejada
a mis propios pensamientos, puedo preocuparme sin cesar por Liam, revolver los momentos
que compartimos en mi cabeza una y otra vez, y morir lentamente cada vez que suena la
alarma de dragón.
Porque las alarmas de los dragones se activan prácticamente a diario, y nunca es Liam.
Siempre es esa maldita cosa roja, la que siente algo por Gabe.
Ese rojo ha sido un dolor de cabeza desde que volvimos. Viene cada maldito día, volando
bajo y saltando sobre el asentamiento y haciendo que todos entren en pánico. A diferencia
de los ataques normales de rojo, sin embargo, ella nunca usa su llama. Sólo brama y ruge
y desgarra los edificios como si quisiera algo dentro de ellos.
Puedo adivinar que es a Gabe, pero Rast dice que ha intentado hablar con ella y no hay
nada ahí. Cree que es imposible que la hembra se fije en un humano, porque están diez
veces más perdidos por la furia de la locura que los machos.
Yo, todavía creo que ella va detrás de Gabe.
De cualquier manera, es completamente frustrante porque como ella viene constantemente
al Fuerte y ataca, Rast tiene que pasar su tiempo vigilándonos y ahuyentándola en vez de
cazar a Liam. Sale cuando puede, pero en su mayor parte, se queda cerca del Fuerte.
Eso me vuelve loca. Sé que Liam está ahí fuera. Es fuerte de mente, y listo. Sé que si Rast
puede hablar con él, puede tratar de comunicarse con él. Para hacer que vuelva a cambiar
y se convierta en humano de nuevo.
Sé que si supiera que estoy viva, volvería a por mí.
Pero Rast está ocupado, y el rojo está al acecho, y Amy no me dejará salir del Fuerte hasta
que Rast "encuentre" a Liam. Así que duermo en mi habitación en cuarentena, como las
comidas que me traen y me preocupo por Liam.
Nunca pensé que extrañaría tanto a otro ser humano. Esto es diferente a cuando mi madre
y mi padre murieron. Es diferente a cuando Benny huyó. Eso se sintió como un abandono
doloroso, de pérdida de familia.
Esto se siente como si hubiera perdido mi alma. Mi otra mitad.
Mi razón para sonreír.
Nunca me he sentido tan conectada a alguien como lo estoy a Liam. Él es la única persona
que me ha "visto" de verdad. Adoro a Gwen y pienso en ella como mi hermana mayor, y la
respeto y me gusta Amy. Me gusta mucha gente en el Fuerte, pero no me di cuenta de lo
sola que me sentía hasta que Liam se fue... y me di cuenta de que mi soledad había
desaparecido cuando él estaba ahí. Ahora, es como si hubiera perdido un miembro o uno
de mis sentidos.
Sólo quiero que vuelva.
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La mayoría de las noches, cuando el Fuerte se calma, me escabullo hasta el tejado,

pensando en aquella noche de hace unas semanas, cuando me dijo que estábamos
coqueteando. Que nos sentíamos atraídos el uno por el otro y que nos peleamos. Una noche
en la que empecé a darme cuenta de que tal vez, sólo tal vez, esta cosa entre Liam y yo
podría ser algo real. Me quedé mirando las estrellas y pensé en Liam.
Por favor, vuelve a mí, le digo en silencio. Por favor, vuelve a casa, Atalim. Te extraño mucho.
Nunca hay una respuesta, sólo el brillo interminable de las estrellas que salpican el cielo
nocturno y el pulso verdoso de la Grieta, visible incluso en la oscuridad.
Si Liam está ahí fuera, no sabe que existo.
∗∗∗∗∗∗∗
"¿ANDI?"
Levanto la vista de la fregona con la que estoy limpiando los suelos de baldosas de la vieja
escuela. Ha estado lloviendo durante los últimos días, y aunque es bueno para los cultivos,
significa que el suelo se enloda por las docenas de pies que se mueven de un lado a otro
sobre él. Esta es la tercera vez que trapeo hoy, pero no me importa. El trabajo me mantiene
ocupada.
Ocupada significa que no me preocupo por Liam. O más bien, me preocupo menos. Todavía
me preocupo a todas horas del día y hasta la noche.
Mi corazón se acelera cuando empujo la fregona a su cubo y levanto una mano para advertir
a Amy cuando se dirige hacia mí. "El suelo está todo mojado. Déjame ir hacia ti".
Ella asiente con la cabeza, esperando al final del pasillo. Hay una mirada en su rostro que
es a la vez de pena y compasión, y puedo sentir que me pongo rígida en respuesta. No quiero
saberlo. No quiero saberlo.
Oh Dios, pero necesito saberlo. Esto solo puede ser sobre una cosa, mi maravilloso, guapo,
inteligente y desaparecido Liam. "Dime lo que has averiguado".
"Rast lo encontró", dice, su expresión tranquila incluso cuando sus ojos están tan, tan
tristes. "Está al sur de aquí a unas horas. Cuando los Drakoni se vuelven locos, se vuelven
territoriales. Esta zona se considera territorio de Rast, así que la mayoría lo evita. Parece
como si estuviera acechando en su propia tierra para merodear."
"¿Rast habló con él?" Pregunto rápidamente, sacando el cartel plegable de PISO HÚMEDO
y tirándolo en medio de la baldosa. "¿Puedo ver a Rast?"
"Por supuesto. Vamos... Está fuera" Me coge el brazo suavemente y me da palmaditas en la
mano, como si me consolara, y yo me erizo por dentro. No quiero que me consuele. Quiero
respuestas.
Quiero a Liam.
Dios, quiero a Liam.
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Hay un gran nudo en mi garganta mientras salimos al patio. Está húmedo con el calor
persistente, el suelo mojado y lleno de charcos. Las plantas en maceta están alineadas en
sus camas rodantes, bebiendo a la luz del sol de la tarde, y veo a un par de personas
moviéndose entre las filas, buscando vegetales recién madurados para agregarlos a la cena
de esta noche. En el medio del área de recreo de asfalto, Rast se apoya en las viejas barras
de mono, con los brazos cruzados mientras mira a la gente que se mueve. Está total y
completamente desnudo, su gruesa nube de pelo enmarañado fluye sobre sus hombros y
por su espalda. Solía pensar que era bastante glorioso, para ser un espécimen masculino.
Pero entonces descubrí lo hermoso que era Liam. Ahora Rast no le llega a la suela de los
zapatos.
Su mirada se dirige a mí cuando Amy se acerca, y luego se apoya en su pareja con esa
mirada posesiva de placer que hace que me duela el corazón, porque Liam solía mirarme
así.
"¿Qué has averiguado?" Pregunto, mordiéndome el labio. No me doy cuenta de que estoy
apretando la mano de Amy en la mía hasta que Rast frunce el ceño, mirando nuestras
manos.
Amy hace una pausa y luego habla. "Dice que encontró a Liam. O al menos, es un dragón
que está bastante seguro de que es Liam. Ella dice que su mente es tan salvaje que es
imposible decirlo con seguridad".
Miro fijamente a Rast por un momento y luego parpadeo, mirando a Amy. ¿Por qué
respondió ella por él? Me lleva un momento recordar que ninguno de los otros Drakoni
habla con palabras excepto Liam, que trabajó muy duro para aprender nuestro idioma. No
necesitaba estar cara a cara con Rast, porque Amy podría haber dicho todo lo que
necesitaba ser dicho. Me siento como una idiota. Aún así, miro a Rast, con los ojos llenos
de súplicas. "¿No sabes si era él? ¿No lo sabes?"
Otra pausa, sus ojos se arremolinan. Él mira a Amy.
"Dice que nunca antes tocó la mente de Liam, así que no está del todo seguro de si es él o
no. Pero captó su olor en la zona, y hay un dragón macho perdido por la locura en esa zona,
así que... podría ser él"
Su olor. No es mucho para continuar, pero podría ser suficiente. "Así que o es Liam, o ese
dragón se comió a Liam y estás oliendo sus restos. ¿Es eso?"
"No pienses eso, Andi", murmura Amy suavemente. "Liam es fuerte y capaz. Puede cuidarse
a sí mismo. Lo encontraremos. Si no es este dragón, es alguien más"
El corazón me duele y me duele. Necesito que sea él. "¿Intentaste hablar con él?" Le
pregunto a Rast, buscando en los planos duros de su cara. "¿Mencionaste mi nombre? ¿Le
dijiste 'Andrea'? No Andi sino Andrea?" No puedo evitar el entusiasmo de mi voz. "Porque
no piensa en mí como Andi"
La mirada de Rast es firme mientras me mira.
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"Trató de hablarle", dice Amy en voz baja. "Pero no había nada allí. La locura era demasiado
grande. Dice que no le llegó nada en absoluto. Ni un saludo, ni un desafío, ni su nombre,
ni nada. Se sienta en la cima de su nido de la torre y ruge, completamente descerebrado"
Quiero gritar con lo mucho que me duele oír eso. Pero sabía que sería malo, ¿no? Porque
sé que mi Liam volvería a por mí. Él no me dejaría cuando estoy enferma y se va a la mierda.
Algo malo pasó.
Lo sabía. Lo sabía, pero aún así me duele oírlo. "¿Me llevarás con él?"
"Por supuesto", dice Amy. "¿Puedes estar lista en una hora? Podemos llevarte por el aire y
volver antes de que oscurezca, por si el rojo vuelve esta tarde".
¿Van a dejarme allí? Me sorprende... y luego me doy cuenta. Por supuesto que van a volver.
Como dijo Amy, los dragones-drakoni son territoriales. Liam va a atacar si Rast se queda
por allí, y se les necesita aquí en el fuerte. "Estaré lista. Sólo déjame hablar con Benny y
hacer una maleta"
"Por supuesto. Prepararé algo de comida para ti en las cocinas. Nos vemos aquí en una
hora" Me sonríe, su expresión llena de consuelo. Rast pasa justo a mi lado, atrayendo a su
compañera en sus brazos y tirando de ella contra él. Él respira su aroma, su cara enterrada
en su pelo, y ella se ríe de algo que él dice, sus brazos cerrados alrededor de su cintura. Se
ven tan felices y enamorados que me hace extrañar a Liam aún más.
"Voy a por ti, Atalim", murmuro a nadie mientras corro para encontrar a mi hermano. "Ya
no falta mucho"
Benny es sorprendentemente fácil de encontrar. Escucho su risa mientras me acerco a las
plantas alineadas cerca del gimnasio. Veo su pelo desgreñado antes de ver el resto de él, y
cuando escucho una risa femenina mezclada con su risa, me doy cuenta de que está con
Katrina. Rodeo las altas plantas de tomate, preguntándome si les voy a atrapar besándose,
pero están parados juntos y hablando, con la cabeza agachada. Katrina juega con los dedos
de sus guantes de jardinería, una sonrisa en su cara, y Benny, bueno, Benny parece estar
enamorado.
Me aclaro la garganta.
Benny me mira, su cara se vuelve rojo brillante. "¿No llamas a la puerta?" responde,
pareciendo el adolescente desgarbado y avergonzado que es.
"Lo haría si hubiera una puerta", digo, manteniendo mi tono ligero. "¿Puedo hablar contigo
un segundo? Es urgente".
Una expresión seria aparece en la delgada cara de mi hermano y en lugar de darme más
mierda, asiente con la cabeza a Katrina, y luego corre a mi lado. Me duele el corazón al ver
sus ojos dorados, tan solemnes. Sé que mis ojos son dorados ahora también, pero ver los
cambios en él me recuerda lo cerca que estuvo de la muerte.
"Lamento interrumpir", le digo, caminando a unos pasos de distancia para que Katrina no
lo escuche. "No intento ser una hermana prepotente, lo prometo. Sólo quería hacerte saber
que Rast piensa que podría haber encontrado a Liam y voy a ir tras él"
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"¿Lo encontró?" El alivio se mueve sobre la cara de Benny. Sé que se siente culpable de que
hayamos "perdido" a Liam por su huida. Adora a Liam como amigo y figura paterna, y sabe
que Liam es importante para mí. "¿Va a volver a casa?"
"No exactamente". Le cuento el resumen de la conversación que tuve con Amy y Rast. "Está
completamente perdido", le explico, continuando. "Así que me van a dejar y ver si puedo
hacer que vuelva a sus cabales".
"¿Vas a aparearte con él como Amy se apareo con Rast?" Arruga la nariz. "¿Viniste a decirme
que vas a tener sexo?"
"No sé lo que va a suponer, y quería decírtelo porque eres mi familia y te quiero, y puede
que me vaya por unos días" O para siempre, si Liam está tan loco que me ataca y me mata
por estar en su territorio. Aunque no voy a pensar en eso. Rast y Vaan no mataron a sus
compañeras humanas. Una mujer humana es lo único que puede sacar a un dragón de su
locura. "Tener sexo es el mejor escenario posible".
Benny hace que vomita. "Gracias por compartir eso, hermana".
"Sólo... por favor no te vayas otra vez sin hablar conmigo primero, ¿de acuerdo? Prometo
que cualquiera que sea tu preocupación, te escucharé como se supone que debo hacerlo y
si quieres irte, te ayudaré, pero no te vayas, ¿de acuerdo?"
La mirada que me da es tan despreciativa como la de un adolescente. "¿Por qué me iría
ahora? Katrina está aquí" Se ruboriza, sus ojos dorados brillan en su cara roja. "Sólo quería
gente de mi edad. No era que odiara estar aquí. O que te odiara a ti. Sólo era... ya sabes"
"Lo sé", digo en voz baja. Porque lo sé. La soledad apesta, y puede consumirte incluso
cuando estás rodeado de otras personas. Me siento un poco celosa de Katrina por tener
tanta atención. Desde que regresamos, me he estado revolcando en mi preocupación por
Liam, pero mi hermano también ha estado completamente preocupado por ella. Ahora estoy
en segundo lugar. Estoy feliz por él, sin embargo, feliz de que al menos esté sano y sea feliz.
Impulsivamente, extiendo la mano y abrazo a mi flaco hermano contra mí. Es prácticamente
tan alto como yo ahora. ¿Cuándo ocurrió eso? ¿Cuándo fue la última vez que le abracé?
Benny hace un sonido horrorizado y se desliza fuera de mi alcance. "Cielos, Andi. Sólo te
irás por unos pocos días".
"Lo sé", digo, y no puedo resistirme a burlarme de él. "Debo estar hormonal y a punto de
empezar mi período".
"¡Joder, no me hables de eso!" Hace otro sonido de náuseas y me mira horrorizado. "¡Qué
asco, Andi!"
Me río. "Te quiero, Benny".
Por un momento, creo que va a hacer otro chiste, pero cruza los brazos sobre su pecho y
me mira. "Trae a Liam de vuelta, ¿vale? Es un buen tipo".
"Ese es el plan".
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O vuelvo con Liam, o voy a terminar muerta bajo sus garras. Pero de una forma u otra, le
encontraré.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 26
ANDI
El vuelo hacia el sur parece tardar una eternidad. Me apiño dentro de las garras de Rast,
agarrando mi bolsa de suministros al pecho mientras escaneo cada nube, esperando que
Liam se esconda detrás de la siguiente.
Pero las horas pasan, y todavía no hay ningún Liam. Finalmente, Rast baja en círculos,
aterrizando en el suelo. Suavemente me deja en el suelo y yo estiro mis extremidades
acalambradas, empujando mi aireada trenza sobre mi hombro.
"¿Estás bien?" Amy grita desde arriba.
Me giro para mirarla. Está sobre la espalda de Rast, entre sus omóplatos, una silla de
montar preparada para permitirle sentarse. Lleva gafas y su propio pelo está escondido bajo
un sombrero, con sus trenzas sobresaliendo por debajo. Se ve un poco ridícula con gafas
de natación y con una bufanda en la boca, pero a juzgar por la cantidad de bichos que
accidentalmente me tragué mientras cabalgábamos, creo que es inteligente y la próxima vez
la llevaré con ellos en lugar de desdeñar las ofrendas.
Pero no habrá una próxima vez. Voy a encontrar a Liam, me recuerdo a mí misma. No hay
manera de que vuelva sin él. "Estoy bien", le digo, dando un pulgar hacia arriba.
Ella señala a la distancia, y yo sigo su gesto con mis ojos, viendo un edificio alto situado
sobre el resto. "Rast dice que el olor del dragón está por todo ese edificio, probablemente
porque es el punto más alto de la zona. Te llevaríamos más cerca, pero no queremos que el
olor de Rast lo ponga más salvaje"
Parece que está al menos a una milla de distancia, en línea recta. "Está bien. Puedo
caminar"
"¿Estás segura de que quieres hacer esto, Andi?" Amy pregunta. "Podemos dar la vuelta y
regresar".
Niego con la cabeza. "Me quedo. Le amo, Amy. No puedo dejar que termine así".
"Podría hacerte daño" Su voz es suave. "Puede que ni siquiera se dé cuenta de que eres tú".
"Lo sé". Sé que está más loco que cualquier dragón que se haya cruzado y que coqueteo con
el peligro yendo tras él, pero también sé que si vuelvo al fuerte y actúo como si no existiera,
moriré por dentro. Incluso ahora, me siento como un títere arrastrado por los movimientos
-la vieja Andi se fue cuando Liam lo hizo. No estaré completa hasta que vuelva a mi vida.
Así que digo, con sombría determinación: "Si él está allí, voy a encontrar una manera de
llevarlo de regreso".
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Amy asiente. "Pensé que dirías eso, pero quería estar segura. Volveremos a este lugar en
cinco días si no has vuelto al Fuerte para entonces"
"Gracias", digo, y les despido con la mano para que sepan que estoy lista para irme. No he
escuchado nada más que advertencias desde que les dije que quería ir tras Liam. Sé que es
arriesgado. Sé que está loco.
No me importa. Es mi otra mitad. Le quiero. Si nuestros papeles fueran al revés, no dudaría
en venir a por mí, así que haré lo que pueda para traerlo a casa.
Amy sonríe, y luego Rast salta de nuevo al aire, el batir de sus alas mientras despega tan
fuerte que el polvo vuela en mi cara y mi pelo lucha por liberarse de mi desordenada trenza.
Les veo irse, esperando a que desaparezcan antes de volver a las ruinas y echar un vistazo
a mi nuevo entorno.
Son las típicas ruinas del centro de cualquier ciudad antigua del Después. Hay edificios
derrumbados, vallas publicitarias destruidas, y muchas ruinas carbonizadas y calles llenas
de coches. El edificio que Amy señaló se eleva sobre el resto, fácilmente cinco pisos, tal vez
más. Un letrero de una vieja compañía bancaria está cerca del techo, la letra roja quemada
y destruida. La mayoría de las ventanas han desaparecido, pero el edificio en sí sigue en
pie. Lo examino, preguntándome si es seguro ir a la cima o si debería instalarme en la base.
Supongo que no hay razón para que no pueda comprobarlo todo. No es como si estuviera
en una crisis de tiempo.
Bueno, más o menos. Tengo tres días. Si Liam no viene en todo ese tiempo, tendré que
hacer que Amy y Rast me recojan e intenten en un nuevo lugar. Aunque no me voy a rendir
con él. Si me lleva meses encontrarme con él, me lleva meses. Sólo necesito establecer mis
expectativas y no esperar demasiado. Escudriño los cielos tranquilos y nublados, pero no
hay señales de un dragón en ninguna parte. Reprimo un suspiro, me pongo la mochila en
el hombro y me dirijo a zancadas hacia el edificio de la orilla.
Todo aquí está muy tranquilo. Me doy cuenta de esto cuando cruzo carreteras rotas y me
muevo alrededor de coches y edificios destripados. Muchas ruinas tienen algún nivel de
ruido, normalmente animales en las calles. De vez en cuando se puede oír un disparo, una
señal de otro carroñero en la zona o de los nómadas. ¿Pero aquí? Todo está tranquilo.
Tampoco hay señales de que un dragón haya estado aquí. No hay bestias volando por
encima, no hay animales muertos o a medio comer, no hay ruinas aún humeantes, nada.
Eso no significa nada, por supuesto. Podría ser una coincidencia que no vea señales de él,
pero tengo que admitir que sólo ver un edificio recientemente quemado me haría sentir
mucho mejor. Sería una confirmación instantánea de que sí, un feroz y hambriento dragón
destructor de mundos está en esta zona. Pero todo está tranquilo. Trato de pensar en
cuando Vaan estaba al acecho en las afueras de Fort Shreveport, esperando que Gwen
emergiera. ¿Había señales de que estaba allí? ¿Aparte de los incesantes ataques?
Supongo que siempre puedo esperar el inevitable ataque del dragón.
Tan pronto como la idea cruza mi mente, la rechazo. Al diablo con eso. Ya he esperado
semanas para ir tras él. No voy a esperar un día más si no tengo que hacerlo.
Ya he estado sin él durante demasiado tiempo.
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Así que pienso mientras camino, tratando de decidir cuál es la mejor manera de sacar a un
dragón de su escondite. La respuesta me golpea cuando paso junto a una mofeta muerta
en la acera.
Huele. Liam está sintonizado con los olores. Necesito encontrar una manera de conseguirle
mi olor. Por supuesto. Es tan increíblemente simple que quiero reírme con pura alegría en
el momento en que me doy cuenta. Puede oler huellas de días atrás, y gente de más de una
milla de distancia. Sólo necesito llevarle mi olor y él me encontrará. Es la respuesta perfecta.
Y cuando llego al edificio del banco y veo un asta de bandera, tengo una idea completamente
nueva. Hay un remanente de una bandera andrajosa en la parte superior, y trabajo con los
cables hasta que descubro cómo bajarla. Una vez que el asta está vacía, considero cuál de
mis prendas sería la mejor para llevarle mi olor.
La respuesta es obvia, incluso si es un poco extravagante: mis bragas. Arrojo mi bolsa al
suelo, mirando alrededor de la vieja plaza. Hay unos cuantos bancos de piedra y algunos
arbustos crecidos delante del edificio, y el patio empedrado bajo mis pies que está cubierto
de hojas y escombros. Aunque no hay nadie alrededor. Se siente raro desnudarse al aire
libre, pero no voy a dejar que la modestia se interponga en mi plan. Me quito las botas de
senderismo con cordones, y luego el cinturón. Tengo los vaqueros a medio camino de la
cadera cuando se me ocurre un nuevo pensamiento.
Si le gusta mi olor, debería darle mucho de él.
Al morderme el labio, me quito los vaqueros. Pero en vez de quitarme las bragas, deslizo mi
mano en ellas y empiezo a tocarme.
No es sexy. De hecho, se siente muy incómodo. Vuelvo a mirar alrededor de la plaza vacía,
se me encoge el estómago, y mi coño permanece completamente seco. Necesito mojarme
para poder cubrir las bragas con mi olor, pero esto no lo hace. Mierda.
Totalmente frustrado, inspiro profundamente e intento relajarme. Cierro los ojos,
imaginando a Liam. Pienso en la primera noche en el tejado, la primera noche que nuestro
coqueteo pasó al siguiente nivel y él me hizo consciente de que me veía como algo más que
una buena amiga. Que yo había estado sin saber nada de él durante mucho tiempo.
Recuerdo cuántas veces me ha hecho sonrojar, y la sensación de su boca abriéndose debajo
de la mía cuando nos besamos la primera vez... y lo rápido que tomó el control de la
situación.
Pienso en él asiéndome de las caderas y empujándome por detrás. Oh Dios, eso fue tan
jodidamente sexy. O cuando fuimos a la tienda para adultos y me hizo pararme para poder
lamerme el coño. Un pequeño gemido se desliza fuera de mí y mis dedos se mueven más
rápido sobre mis pliegues. Toco mi clítoris e imagino que es su lengua la que está ahí, sus
brazos agarrando mis muslos y separándolos para poder saborearme lo más profundamente
posible. Mis pezones están duros contra mi camiseta, y juego con uno incluso mientras sigo
jugando con mi coño. Estoy mojado ahora, y rodeo mi clítoris con fuerza, imaginando que
Liam se ha visto sobrepasado por la necesidad de mí y me devora entre mis muslos. La
imagen es tan excitante, tan deliciosa que empiezo a llegar, y con un pequeño llanto
mientras llego al clímax, sigo jugando con mi clítoris hasta que he exprimido cada onza de
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mi orgasmo fuera de mi cuerpo. Jadeando y exhausta, miro alrededor de la plaza, pero

ningún dragón ha aparecido para verme bajar. Bueno, maldición.
Las bragas en el asta de la bandera, entonces.
Me quito la ropa interior y la froto sobre mis pliegues resbaladizos, poniéndolos bien y
empapados con mi liberación. Cuando están completamente fragantes con lo que soy,
anudo las bragas alrededor del cierre de la bandera y luego uso los cordones para levantar
mis pequeñas bragas rosas hacia el cielo.
"Vamos, bragas, haz lo tuyo", murmuro.
Nada sucede de inmediato, por supuesto. Me digo a mí misma que podría estar contra el
viento, y tengo que esperar a que recoja el olor. Podría haberse mudado a un nuevo territorio
completamente. Podría haberse marchado y otro dragón olerá mis bragas y pensará que soy
suya. Ese pensamiento me llena de un repentino temor.
¿Y si este dragón no es Liam?
Presiono la punta de mis dedos en mis sienes. No. No. No. Este tiene que ser Liam. No puede
haber otra explicación para esto. Si mi olor no puede llamarlo hacia mí, tal vez mis
pensamientos lo hagan. Es psíquico, después de todo. Sus escudos están bajados y su
mente está abierta.
Por favor, Liam, ruego en silencio. Por favor, Atalim. Escúchame. Huéleme. Te estoy
esperando. Seré tu compañera. Y si no quieres eso, sólo seré tu amiga... sólo vuelve a mí.
Una y otra vez, repito las palabras como un mantra. Abrazo mis rodillas, completamente
desnuda de la cintura para abajo mientras me siento en la plaza y le espero. No quiero
correr el riesgo de cubrir mi olor, así que también me quito la camiseta y me siento ahí con
nada más que mi sujetador y mi trenza.
Y lleno mi mente tan llena de esperanza y de Liam que me duele.
Le amo tanto.
Le extraño tan desesperadamente.
Se forma una pesadez en el aire. No una pesadez física, sino una conciencia. Los pelos de
la nuca se me erizan y tengo la sensación de que no estoy sola. Me pongo de pie y miro al
cielo, esperando ver un destello de ala dorada. "¿Liam?" Grito, mi voz resonando en la plaza
vacía. "¿Estás ahí fuera? ¿Atalim?" Cuando no hay más respuesta que el viento, lo grito aún
más fuerte, de puntillas, como si eso aumentara mi volumen. "¡ATALIM! ¡ESTOY AQUÍ! ¡SOY
ANDREA! ¡VEN Y ENCUÉNTRAME!"
Nada.
Frustrada, suspiro y vuelvo a bajar. Tal vez sólo estoy imaginando cosas. Tal vez no sentí
nada en absoluto y es sólo mi cerebro plantando pensamientos.
Una sombra cae sobre la plaza.
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Veo como la sombra se desliza por la autopista y sobre el edificio, el afán de hacer que mi
corazón martillee en mi pecho. "¿Liam?" Llamo de nuevo. "¿Atalim?"
Hay silencio por un largo momento, y luego le veo, un dragón dorado, volviendo y volando
bajo. Mientras observo, desciende, maniobrando entre los edificios con elegantes
movimientos de sus alas.
Si este es mi Atalim en forma de dragón, es enorme. Miro con asombro mientras el dragón
avanza con una gracia sinuosa. A pesar de su enorme tamaño, se mueve como una pantera,
depredador y silencioso. Su cuello es largo y sinuoso y las puntas sobresalen desde su
frente hasta la parte posterior de su cuello, hasta su columna vertebral. Su cabeza es más
plana y más ancha que la de Rast, con ojos más profundos. Sus alas se pliegan contra su
gran cuerpo, y luego la larga y serpenteante cola golpea contra un coche cercano.
Las narices del dragón se abren, y luego la enorme cabeza baja y me mira directamente a
la cara.
Los ojos que se encuentran con los míos son completamente negros.
Oh, mierda. Un pinchazo de preocupación se mueve sobre mi piel, pero luego recuerdo que
él puede oler eso también. "Atalim, ¿eres tú, nene?"
No hay respuesta. Su cabeza está baja en el suelo, mirándome, y las patas traseras están
levantadas, con la cola moviéndose. Me recuerda a cuando nuestro viejo gato solía
abalanzarse sobre su ratón de juguete, y ahora, me siento como el ratón. Me froto los brazos
cubiertos de piel de gallina, pero no me retiro, porque no quiero actuar como una presa.
Se cierne sobre mí, completamente magnífico y aterrador.
"Di algo", le digo. "Haz algo. Muéstrame que eres tú. Por favor."
Los ojos oscuros y giratorios se fijan en mí, y una pierna delantera me alcanza casualmente.
Me aparto, sin querer quedar atrapada y jadeo cuando me doy cuenta de que todas sus
garras están desafiladas. "¡Eres tú!" Exclamo, excitada. "Oh, Dios mío. Liam, te he echado
tanto de menos". Lágrimas calientes saltan a mis ojos y me río, lleno de emoción y miseria.
"Por favor, por favor cambia de forma y háblame"
Una garra desafilada me alcanza de nuevo, como si no pudiera decidir qué hacer conmigo.
Sé que es él, así que esta vez, no me muevo. Espero a ver qué va a hacer.
La garra toca mi barbilla, raspando mi piel, y luego se mueve por mi frente. Todavía está
afilada aunque se haya cuadrado, y cuando la arrastra por el centro de mi sujetador, el fino
y gastado material se rompe y revolotea hasta el suelo. Ahora, estoy realmente desnuda.
Pero no se detiene ahí. Sigue arrastrando esa garra hacia abajo, como si estuviera probando
mi reacción.
Estoy decidida a no reaccionar. "¿Recuerdas la primera noche en el tejado?" Digo, tratando
de mantener mi voz alegre y pareja. "¿Recuerdas que dijiste que siempre estarías ahí para
mí? Bueno, no te estoy llamando mentiroso. Sé que pasó una mierda. Sé que estás luchando
por controlar esto, pero quiero que cumplas tu promesa. Te quiero conmigo, Liam. Quiero
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que estemos juntos. Te quiero mucho. Así que si pudieras tratar de transformarte y volver
a mí..."
Las palabras mueren en mi garganta cuando esa garra roma se mete entre mis muslos.
Jadeo y me tambaleo hacia atrás, palmeándole. "No hagas eso". Amo a Liam con todo mi
corazón, pero no me interesa besar su forma de dragón, especialmente cuando está así. "Si
quieres tocarme, tienes que cambiar a tu lado humano"
Un gruñido bajo totalmente aterrador se acumula en su garganta. Los ojos negros se
estrechan hacia mí, pero cuando me alcanza de nuevo, lo alejo.
"Te dije que no. Atalim, transfórmate de nuevo. Por favor"
Retrocede, y por un momento, creo que es una serpiente a punto de atacar. Sus dientes
están desnudos, sus ojos dos piscinas de medianoche. Tengo el corazón un poco roto al
verle, y también un poco esperanzado. No me ha matado todavía, después de todo. Es una
buena señal, espero.
Así que sigo intentándolo. "Atalim, si quieres tocarme, necesito que cambies los formularios
y me lo pidas. Eso es todo lo que pido. Si lo haces, puedes tocarme como quieras. Ni siquiera
me importa si me quemas" Hago un gesto a la vieja herida de quemadura en mi brazo de
mi 'cura'. "Bueno, estoy mintiendo. Me importa si me quemas. Pero si quieres que te toque
de vuelta, estoy dispuesto a arriesgarme, sólo porque te amo tanto y te extraño como extraño
el pastel de chocolate. Más, incluso".
El dragón baja la cabeza de nuevo, y se acerca a mí. Su cola golpea de un lado a otro,
golpeando un coche cercano y lanzándolo a un lado. Hago todo lo posible por ignorar esa
visión, porque no quiero mostrar miedo. Sólo quiero que Liam vea el amor que le tengo.
"¿Te gusta el sonido de mi voz?" Pregunto, añadiendo una nota sexy y gutural. "¿Es por eso
que te estás acercando? ¿Lo recuerdas?" Extiendo una mano, preguntándome si me dejará
tocarlo así.
Para mi sorpresa y alivio, se inclina y presiona su escamosa nariz contra mi mano. Cada
fosa nasal es tan grande que podría meterle un puño, y su aliento huele a carbón y humo.
Ignoro la vista de sus grandes dientes, y el hecho de que podría comerme de un bocado, y
acariciar suavemente su nariz. En la forma humana, la piel de Liam se siente como la piel
humana, tan suave y acariciable como la piel "normal", sólo con un toque de patrones de
escamas que se ondulan a través del oro. De cerca, sus escamas se magnifican, y cada una
se siente como una piedra en bruto. No es de extrañar que Amy lleve una silla de montar.
Acaricio su nariz, dejando que mis dedos jueguen sobre sus escamas. Quiero sentir ese
amor intenso, esa necesidad posesiva que siempre he sentido de él en el pasado, pero todo
lo que siento ahora es esa inquietud en mis entrañas de que podría estar demasiado lejos.
"Dijiste que nunca me dejarías", le recuerdo, mi voz bajando a un bajo susurro mientras
toco suavemente sus escamas. "No puedo pensar que quieras mentirme. Pensé que
significaba más para ti que eso"
El dragón se mueve. Avanza tan rápido que yo grito y me tambaleo hacia atrás, cayendo
sobre mi trasero. Sus garras se flexionan en el aire, y me pregunto si estaba tratando de
arrebatarme o sólo de asustarme.
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De cualquier manera, se cierne sobre mí, sus ojos oscuros y aterradores mientras mira
hacia abajo donde estoy tirada en los adoquines de la plaza. Mi trasero palpita por mi caída,
pero lo ignoro. Ni siquiera puedo respirar, porque estoy convencida de que con el
movimiento equivocado, Liam se va a romper y me va a comer.
El dragón baja la cabeza, y de repente me mete el hocico entre los muslos.
Jadeo, golpeando de nuevo sobre los adoquines de nuevo. Estoy en el suelo mientras su
nariz se frota contra mi coño, y suelta un aliento que parece una ráfaga de calor. Hago un
pequeño ruido de protesta, pero él no se mueve.
De hecho, no está haciendo nada. Es como si estuviera congelado en el acto. Un momento
después, inhala profundamente, y me doy cuenta de que está recibiendo mi olor.
Quiero bombear con emoción. ¡Sí! ¡Por fin! "Inhala", animo. Se siente raro estar encantada
de que un dragón salvaje esté oliendo mi coño, pero si algo va a traer a Liam de vuelta a mí,
es eso. "¿Me hueles? ¿Hueles cómo me he tocado mientras pensaba en ti? ¿Qué tan mojada
me puse para ti?"
El dragón gruñe de nuevo, pero esta vez no hay ninguna amenaza en él. Algo de la pesada
cólera y la rabia en el aire se siente como si se estuviera disipando, y quiero gritar de alegría.
En cambio, me concentro en traerlo de vuelta a mí aún más. Con una mano, empujo
suavemente su hocico lejos de mis pliegues. Me deja empujarlo, aunque es cien veces más
grande que yo. Sus escamas están un poco húmedas de empujar contra mis partes
privadas, y eso me da una idea. Mantengo mi mano en su nariz ya que no se aleja, y abro
más los muslos. Deslizo mi otra mano hacia mi coño, y por segunda vez ese día, comienzo
a masturbarme.
Esta vez, no es difícil imaginar que se excite por Liam. Su presencia, no importa cuán
perdido esté, me da esperanza. Así que deslizo mis dedos por mis pliegues, buscando restos
de humedad de antes, y luego lo deslizo sobre mi clítoris, poniéndolo húmedo y resbaladizo.
"¿Quieres que me corra para ti?"
La nariz del dragón empuja suavemente contra mi mano, como si tratara de bajar a mi coño
de nuevo.
"No", le digo, ligeramente sin aliento mientras trabajo mi clítoris. "Puedes mirar pero no
puedes tocar. No de esta manera. Tienes que ser humano".
Su lengua se mueve contra sus escamas, y roza mi mano. Me está probando en su hocico.
Me quejo, imaginando que le está llegando a él que soy yo. Que estoy aquí, actuando para
él. Atrayéndolo.
Alentándolo a volver a mí.
Ya estoy sensible desde la última ronda de autocomplacencia, así que no hace falta mucho
para que vuelva. El clímax me da escalofríos, pero me pongo a jugar, gimiendo salvajemente
y jadeando cuando mis jugos gotean por mis pliegues. No es el mejor orgasmo que he tenido
nunca, pero me pongo en plan teatral y hago que parezca que me estoy muriendo, sólo para
llamar su atención.
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Tengo su atención, de acuerdo. El dragón empuja contra mi mano otra vez, pero le golpeo
la nariz ligeramente. "No", le digo. "Atalim, tienes que ser humano".
El gruñido comienza de nuevo.
"¿Quieres esto?" Pregunto, y tomo mi mano, que ha sido golpeada por la pasión, y la deslizo
sobre sus escamas. "Entonces pídemelo."
La lengua del dragón sale otra vez. Su cabeza baja, y por un momento, podría jurar que hay
oro en sus ojos.
Entonces, de repente, el dragón se ha ido. Hay un hombre que avanza a zancadas,
dirigiéndose directamente a mí.
Liam. Oh Dios, es mi Liam.
Solté un sollozo de alegría al verlo. Está completamente sucio, su pelo erguido en cortas y
salvajes madejas, y tiene rasguños y suciedad cubriendo su piel dorada. Está
completamente desnudo, y la forma en que acecha hacia mí no es nada humana. Sigue
siendo el dragón, acorralando a su presa.
No me importa. Es Liam otra vez. Hay oro girando en el negro de medianoche de sus ojos,
y cuando acecha hacia mí, abro bien los brazos, animándolo.
Se detiene cerca de mí, sus manos se doblan en forma de puños y se abren de nuevo. Se
mueve con dificultad, como si no supiera cómo acercarse, caminando hacia un lado y luego
hacia atrás. Su mirada se fija en mí y en el lugar donde todavía estoy tendida en el suelo,
completamente desnuda.
¿Por qué no se acerca?
"Atalim", llamo suavemente. "Ven a mí".
Pero no lo hace. Se agacha, con una mano tocando el suelo como si esperara la oportunidad
de volver a levantarse y atacar. Es como si estuviera esperando algo.
¿Qué, sin embargo? ¿Qué más necesita?
Deslizo mi mano hacia mi coño de nuevo, y sus ojos brillan con más oro, pero hace que
empiece a caminar una vez más. Un gruñido bajo se acumula en su garganta. No es eso,
entonces. ¿Algo más?
Oh...
Un desafío. Me dijo una vez que los machos dragones - machos Drakoni - son desafiados
por su hembra. Tiene que ser una pelea. Las mujeres Drakoni son feroces y combativas, y
le hacen saber al macho que quieren su atención atacándolo.
De acuerdo entonces.
Respirando profundamente, me pongo de pie y me acerco a Liam con pasos lentos y
medidos. Deja de caminar, sus manos se flexionan, y espera, mirándome fijamente.
Lo alcanzo y le doy una bofetada en la cara tan fuerte como puedo.
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Capítulo 27
ANDI
Sus ojos se ponen negros por un momento, y en ese breve segundo, creo que me he
equivocado. Lo he presionado demasiado, y ahora me va a matar. Pero entonces el oro
inunda su mirada y se extiende, agarrando mi trenza y acercándome. Hay una mirada
salvaje de excitación en su cara, como un depredador que acaba de atrapar a su presa. Pero
no me hace daño, y está en su forma humana. Esto es un progreso.
Así que me acerco para abofetearlo de nuevo.
Me agarra la mano, con los dientes descubiertos, y cuando intento liberarme, se lleva mi
muñeca atrapada a su cara y la huele. Un ruido sordo comienza en su pecho, un ronroneo
siniestro, y puedo sentir que me estoy excitando. Sé que este es Liam, no importa lo salvaje
que esté. Conozco la sensación de su cuerpo presionando el mío, piel con piel. Este es el
hombre que quiero, el hombre que necesito. El hombre que amo.
Me inclino hacia adelante, tratando de atraerlo a un beso, pero sus ojos sólo brillan y su
agarre se desliza hasta mi cintura. Él me tira del pelo, indicando que debo hundirme, y yo
me bajo al suelo. ¿Quiere una mamada como la que hicimos antes? Mi corazón late
frenéticamente y excitado.
¿Pero me estoy rindiendo demasiado rápido? Con ese pensamiento en mente, levanto mi
mano y la bloqueo en la parte posterior de su cuello, y cuando me tira hacia abajo, yo
también le tiro. Una sonrisa salvaje ilumina su cara y mi corazón se estremece de emoción
mientras ambos bajamos al suelo. Mantengo mi mano apretada sobre él, nuestras caras
separadas por centímetros, como si ninguno de los dos estuviera dispuesto a darle al otro
ningún terreno.
Me recuesto, mirándolo, y la mirada salvaje de Liam se mueve sobre mí, rápida y
velozmente, como si estuviera absorbiendo la visión de mí desnuda y bajo él por primera
vez. Una gran mano se mueve hacia mi mandíbula, luego baja, rozando mis pechos y luego
baja aún más. Observa su mano mientras se mueve por mi cuerpo, y cuando su pulgar roza
mi ombligo, dejo de respirar.
Liam me mira entonces, sus ojos se arremolinan con una mezcla de negro y oro.
"¿Quieres que te vuelva a desafiar?" Susurro. Lo último que quiero hacer es desafiar ahora
mismo. Quiero que me toque, que diga mi nombre. Quiero que me reclame como suya. Pero
mis luchas hacen que preste atención, así que levanto la mano a medias, como si fuera a
golpearle de nuevo.
Él la aparta como si no fuera nada, retumbando en su pecho, y baja su mano, presionando
sobre mi montículo.
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Jadeo ante el íntimo toque.

Liam presiona la parte interior de un muslo, y yo separo mis piernas para él, respirando
con fuerza. Di mi nombre, le suplico mentalmente. Es todo lo que pido. Di mi nombre y dime
que sabes quién soy.
Mi hombre-dragón gruñe en su garganta, y luego su boca está en mi coño. Hace un sonido
de placer, su brazo se cierra alrededor de mi muslo como si me mantuviera inmóvil, y luego
su lengua ligeramente áspera, imposible de ignorar, se mueve sobre mí, lamiendo mi
excitación, y pasando por encima de mi clítoris.
Gimoteo, mi mano presionando mi frente, como si empujando contra mi frente pudiera de
alguna manera detener mi cerebro de explotar de placer. "Atalim", gimo, arqueándome
contra sus calientes y entusiastas golpes de lengua. "Oh, joder".
Es voraz, no se molesta en tomarse su tiempo con mi placer. En cambio, está sobre mí,
insistente y ansioso, pasando por encima de mi clítoris y profundizando con su lengua como
si pudiera memorizar cada centímetro de mí sólo con las papilas gustativas. Hace tanto
tiempo que no nos tocamos y estoy tan sensible por tocarme que no me cuesta mucho girar
hacia un orgasmo. Puedo sentir cómo se construye, mis dedos se curvan contra los
adoquines mientras él devora vorazmente mi coño, su lengua por todas partes. ¿Y cuando
me chupa el clítoris? Me rompo en un millón de pedazos, gritando de placer mientras el
clímax me atraviesa y mi coño se inunda con la liberación.
Liam suelta otro gruñido bajo de placer mientras me ondulo contra su boca, su lengua se
mueve más lentamente y más suavemente contra mi carne. No sé cuándo una de mis manos
se acercó a su pelo, pero cuando miro hacia abajo, mis dedos se anudan en sus hebras
doradas, rozando los cuernos que coronan su frente.
Respiro profundamente, y mientras lo hago, él mira hacia arriba.
"Andrea", dice espeso, con la boca mojada por mi liberación. Se lame los labios y luego dice
mi nombre de nuevo en otro ronroneo sensual. "Annnndrea".
"Soy yo, nene". Lágrimas de alegría brotan de mis ojos y me siento, emocionada.
Prácticamente me enfrento a él con mi excitación, me lanzo contra él hasta que está en el
suelo debajo de mí y salpico su preciosa cara con besos. "Te acuerdas. Te acordaste de mi
sabor. Oh Liam, te he echado tanto de menos"
Su mano se enrosca en mi pelo, y me obliga a echar la cabeza hacia atrás, ligeramente,
revelando mi garganta. No lo suficiente para herirme, sólo lo suficiente para recordarme
que él tiene el control. "Mía", retumba, y sus ojos siguen llenos de emoción negra mientras
se inclina hacia adelante y me raspa los dientes en la garganta.
"Tuya", estoy de acuerdo, sin aliento. "Toda tuya. Tómame"
"Andrea", dice de nuevo, esta vez más insistente que antes. "Mía". Y se sienta, maniobrando
con los dos hasta que nos levantamos. Yo me siento, esperando, mientras él se pone de
rodillas y luego me pone las manos en las caderas, anclándome en el sitio mientras se
mueve detrás de mí.
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Muy bien, vamos a hacerlo por detrás, al parecer. No me importa. Él sabe quién soy. No me
hará daño.
Estoy más que lista mientras él posiciona mis caderas, y yo bajo mi cabeza, arqueando la
parte baja de mi espalda y abro mis muslos para presentarme ante él. Él gime, su mano
rozando mis costados, y esa es la única advertencia que recibo antes de que me clave su
polla en mi entrada y luego me penetre.
Jadeo, todavía estoy sorprendida de cómo se siente dentro de mí. Es grande y grueso, y la
sensación de su invasión me produce durante un segundo punzadas, y luego no queda más
que un intenso placer. Un débil gemido se me escapa mientras se mete en mí otra vez, sus
dedos clavándose en mis caderas. "Atalim", jadeo. "Mi Atalim".
Gruñe de nuevo, empujando con fuerza, y luego una mano se ancla en mi hombro. Se
inclina sobre mí, acariciando mi cuello, su gran cuerpo cubriendo el mío. Inclino la cabeza,
dándole acceso a mi garganta, y él cierra un brazo alrededor de mi cintura y me tira hacia
atrás mientras se sienta. Su polla está sentada en lo profundo de mí, incluso cuando estoy
clavado contra su torso, los dos de rodillas. Una mano recorre mi vientre y luego me toma
el pecho, provocando el pezón, y envía una sacudida de placer hasta mi corazón.
"Andrea", murmura de nuevo, y luego sus dientes rozan mi garganta, con fuerza.
Jadeo de nuevo, porque ese no fue un mordisco suave. Aún así, mi cuerpo responde, mis
pezones se endurecen y mi coño se aprieta a lo largo de él.
Me echo la mano hacia atrás, tocándolo en todas partes, acariciando un lado de su cara.
"¿Me vas a hacer tuya?"
Una mordida dura y ardiente es mi respuesta. Mi cuerpo entero se estremece en otro
orgasmo brutal mientras sus dientes se hunden en mi garganta. Duele tanto como se siente
bien, y es una lucha permanecer completamente quieta contra él, porque sus dedos están
tocando mi pecho y su polla está tan dentro de mí que siento cada onda hasta mi núcleo.
Su lengua golpea mi cuello y luego la mordida se siente... caliente. Extrañamente caliente.
Gimoteo mientras el calor se extiende por mi cuello y luego por mis venas. Es como si el
fuego me atravesara.
Liam susurra mi nombre de nuevo, levantando su boca de mi garganta. Sus dientes rozan
ligeramente mi mandíbula y luego me lame la piel, su aliento quema y sopla contra mi
mejilla. Me sujeta con fuerza contra él y no me deja ir, ni siquiera cuando el mundo empieza
a desvanecerse y a volverse negro a mi alrededor.
Algo me dice que no me dejará ir nunca más. Es la única razón por la que no me asusto
cuando me hundo en el olvido.
Liam está conmigo.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 28
LIAM
Gruño contra la garganta de mi compañera mientras su olor cambia, mezclándose
lentamente con el mío. Su sabor está en mis labios, en mi lengua, la sensación de su
pequeño cuerpo temblando contra el mío, su coño agarrándome fuerte. Se hunde contra
mí, sus ojos se cierran, y yo la sostengo cerca, esperando.
Andrea.
Ahora la recuerdo.
Los recuerdos empiezan a fluir, recuerdos nublados por la locura.
Yo... no siempre he estado loco. La conozco. Conozco su olor, y sé de dónde viene. Otros
rostros se reflejan en mi memoria. Un niño con un diente astillado. Un hombre con un
perro. Una mujer de piel oscura que es amiga de mi Andrea. Más y más rostros revolotean
en mi memoria, pero el de Andrea es el que sigue apareciendo. Andrea riendo mientras
vigila la puerta del fuerte. Andrea con su escopeta en el hombro mientras camina. Las
caderas de Andrea con ese pequeño paseo. La expresión de tristeza de Andrea mientras
mira las estrellas. Andrea mientras jadea, agarrándose a mí mientras hago que llegue al
clímax, mi cara entre sus muslos mientras se para sobre mí.
Mis pensamientos están llenos de Andrea, y me traen alegría.
Ese sentimiento de alegría me quita la locura. Se cierne en los bordes de mis pensamientos,
listo para inundar hacia adelante si se le da la oportunidad, pero el olor de la mujer en mis
brazos los mantiene a raya. La retengo cerca mientras estamos juntos en el suelo cubierto
de piedra, acunándola contra mí. Toco sus mechones de pelo dorado, tan suaves y sedosos
comparados con los míos. Toco su delicada piel pálida y las curvas de su vientre. Toco los
rizos que esconden su coño de mi vista pero capturan su fragancia tan maravillosamente.
Sólo tocarla me tranquiliza.
Mi mente sigue siendo turbia, pero cuanto más tiempo me siento y la abrazo, más vuelven
mis pensamientos.
La enfermedad. Recuerdo esto. Levanto una mano en el aire, un vago recuerdo de un tubo
de metal con una nota en él. Lo sostuve una vez... ¿cuánto tiempo hace de eso? ¿Unas
pocas horas? ¿Un día? ¿Dos? No importa cuánto tiempo haya pasado, ya se ha ido. Mis
garras esquiladas han crecido un poco, los extremos son irregulares, y las estudio. Tendré
que mantenerlas cortas para no dañar a mi Andrea sin querer. Entierro mi cara contra su
cuello y respiro su aroma.
Despierta pronto, le digo con impaciencia. Te echo de menos.
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No hay respuesta. Todavía no. Puedo sentir su mente abriéndose suavemente a la mía,
como una flor del desierto desplegándose pétalo a pétalo. Ella viene a mí, pero aún no está
ahí. Así que la acaricio, y espero, y trato de recordar cosas humanas para contrarrestar el
hedor del lugar humano que me rodea y la locura que envía pequeños rizos a través de mi
mente.
Cuando se despierte, hablaremos. Nos besaremos, y nos aparearemos, y la llenaré con mi
semilla, y su mente tocará la mía... y entonces estaré entero de nuevo. Me duele la polla,
desesperada por bombear en su cuerpo, para llenarla con mis semillas, pero no puedo
cogerla mientras se adapta a mis fuegos.
Habrá tiempo suficiente para eso más tarde.
Canto sonidos suaves a mi compañera y la arropo contra mí, cerrando los ojos. A pesar de
que mi cuerpo duele ferozmente con la necesidad de reclamarla, y la locura amenaza en los
bordes de mi mente... me siento contento por primera vez en lo que parece una eternidad.
Ella me ha dado esto.
Mi Andrea.
El mundo humano está tranquilo a nuestro alrededor mientras ella duerme, mis fuegos se
filtran en su olor. Me encanta la forma en que cambia, absorbiendo mi esencia en su
espíritu, hasta que su olor se vuelve locamente embriagador. Ya era irresistible. Ahora que
huele a que la he reclamado, es mucho más atractivo. Aspiro profundamente, disfrutando
de su olor y de la forma en que su cuerpo se curva contra el mío. Se mueve mientras duerme,
y siento en su mente cuando empieza a despertarse.
Sus pensamientos se dirigen inmediatamente a mí, llenos de preocupación y esperanza.
Estoy aquí, le digo, y suavemente le acaricio la garganta.
Puedo sentir la maravilla en sus pensamientos. Oh... Oh... tus pensamientos están en los
míos. ¿Estamos unidos?
No puedo evitar provocarla con un pequeño empujón de mis caderas. ¿No te habías dado
cuenta?
El placer se mueve en espiral a través de ella, evidente en sus pensamientos. Ella responde,
distraída. Tú... ya sabes lo que quiero decir. Estamos conectados en nuestras cabezas.
Lo estamos. Froto mi nariz contra su mejilla, amando tanto el toque de su mente como su
cuerpo presionado hacia mí. Mis pensamientos están llenos de ella, y no hay lugar para la
locura. ¿Te molesta?
¿Molestarme? Es increíble. La maravilla inunda su mente. He estado tan celosa de la
cercanía que Amy y Rast tienen. De lo conectados que están. Ahora me doy cuenta de lo
increíble que es. Es como si ya no hubiera límites entre nosotros. Ella levanta una mano a la
mía, entrelazando nuestros dedos. Estamos juntos en todos los sentidos. Me encanta. Te
amo, Atalim.
Mi corazón, le digo. Yo también te quiero. Finalmente eres mía.
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Estaba tan preocupada por ti. Sus pensamientos están teñidos de miedo. De que no fueras
capaz de volver a ti mismo.
No soy del todo como era, admito. Puedo sentir la locura lista para entrar, y ahora que mis
pensamientos están abiertos una vez más, seré vulnerable a ella. Pero tú me trajiste de vuelta.
Con nuestros espíritus unidos, siempre estarás ahí para traerme de vuelta. Le doy un beso
en el cuello.
Oh, estoy tan contenta.
Su olor es embriagador, y la presencia de sus pensamientos entrelazados con los míos
aumenta mi deseo. Mi necesidad de ella es abrumadora, porque puedo sentir la reacción de
su cuerpo hacia mí. Puedo sentir su conciencia de lo grande que es mi polla mientras estoy
instalado dentro de ella, la presión de mi longitud en su coño. La forma en que la lleno
hasta el punto de distraerme. Tú eres quien está distrayendo, me burlo, apretando nuestras
manos juntas y acariciando profundamente dentro de ella de nuevo.
Dios, me dice, incluso cuando da un pequeño y ruidoso jadeo. Nunca supe que se sentiría
así. Estás en todas partes... todo es tan profundo.
Estamos conectados a todos los niveles. Le mordisqueo la oreja incluso cuando vuelvo a
acariciarla, y su coño tiembla alrededor de mi polla en respuesta. Puedo sentir su
excitación, y dejo que ella sienta la mía, compartiendo mis pensamientos y las sensaciones
que se agitan en mi mente. Conectados. Embisto de nuevo. Para siempre.
Y nunca me dejarás de nuevo. Ella se presiona contra mí cuando me balanceo en ella,
añadiendo más fricción a nuestros cuerpos.
Nunca.
Te amo, Atalim. Muchísimo.
Escuchar mi nombre en sus pensamientos y la emoción que conlleva me vuelve
completamente salvaje. Me meto en ella una y otra vez, arrastrando nuestras manos juntas
entre sus muslos. Jadea cuando juego con su clítoris utilizando nuestros dedos
entrelazados, y al momento siguiente, grita cuando el clímax la sobrepasaba. En el
momento en que llega al clímax, me permito liberarme también. Entierro mi cara contra su
cuello y gruño mi liberación cuando me acerco a ella. Bombeo en su apretado conducto y
vacío mi semilla por lo que se siente como una eternidad.
Lentamente, nuestras respiraciones jadeantes vuelven a la normalidad, y sigo acariciando
su cuello. No me canso de su olor, su tacto, el revoloteo de sus pensamientos contra los
míos. Mi compañera. Cómo te he echado de menos.
Me alegro de que me recuerdes. Me aprieta la mano y puedo sentir su sonrisa.
Te conocería en este mundo y en el siguiente, le prometo. En el momento en que bebí en tu
aroma, supe que eras mía. Incluso en la locura, lo supe. Rozo mis labios sobre su piel. Incluso
así... es diferente del que recuerdo. Sigues siendo tú, pero... ¿ha cambiado?
Es tu sangre. Nos ha cambiado en pequeñas cosas. Gabe puede oír a los dragones. Benny
también. No está tan claro a cómo estamos hablando ahora mismo, no creo, pero Gabe dice
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que puede distinguir fragmentos de conversaciones aquí y allá. Puedo captar las emociones
cuando vuelan por encima, a veces. Es como una nube de trueno que se asienta sobre el
Fuerte justo antes de que ataquen.
Sorprendente. Pero cuando le doy mis fuegos, ¿no es una unión de nuestros espíritus? Tal
vez también mi sangre le ha aportado un poco de fuerza vital Drakoni. Ahora que ha
mencionado su enfermedad, comparo a la mujer de mis brazos con la de mis recuerdos.
Está más delgada, sus pómulos son más prominentes, sus costillas se cuentan fácilmente.
¿No has estado comiendo?
Andrea da un pequeño resoplido. Casi me muero, Atalim. Estas cosas tardan en volver. Mira,
todavía puedes ver mi cicatriz. Se aparta el pelo de la oreja, revelando una fea línea roja
dentada que brilla en su piel. El bulto negro se llamaba bubón. Investigué en los libros de
medicina que tenemos en el Fuerte. Teníamos la peste negra y casi nos mata. Así que voy a
estar un poco débil por un poco más de tiempo.
Su mente se llena de recuerdos, imágenes recientes de los otros. De Gabe, su rostro sano,
delgado y hueco, ojos huecos. De Benny, cuyo pelo desordenado se volvió seco y se cayó en
mechones durante una semana. De otra joven, Katrina, que estaba tan enferma que su piel
se veía translúcida, sus venas azules prominentes. De Andrea mirando sus propias
muñecas y viendo nada más que huesos y tendones bajo la piel.
Pasé mi mano por su brazo, estudiándola. La Andrea que sostengo no coincide con la de
sus recuerdos. Se ve mejor, más saludable, y la cicatriz detrás de su oreja se ha curado.
¿Cuánto tiempo dijiste que me había ido?
Semanas. La simple respuesta está llena de devastación. Muchas semanas.
Debes haber pensado que te abandoné. La comprensión me enferma y me llena de odio
hacia mí mismo. No soy un buen compañero por abandonarla en el momento en que se
enfermó. Podría haberla perdido. La locura vuelve de nuevo, mi boca se llena de saliva
incluso cuando siento que mis ojos se vuelven negros. Las nubes rojas nublan mi visión y
mis alrededores se desdibujan.
Matar.
Herir.
Destruir.
Destrozar este mundo.
"No, Atalim. Cálmate, nene. Estoy aquí"
El susurro de Andrea es un salpicón de agua fría en mi mente. La locura se desvanece tan
rápido como llegó. Me doy cuenta de que sigo en el suelo, con mi pareja en los brazos. En
algún momento me senté, sin embargo, y nuestros cuerpos unidos se separaron. Mi
garganta retumba y me doy cuenta de que estoy gruñendo.
Ella me mira a la cara, con sus manos agarrando mi mandíbula mientras sus ojos, -
brillantes como el oro-, buscan los míos. ¿Estás conmigo, Atalim?
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Estoy aquí.
Concéntrate en mí. Respira despacio. Estoy aquí contigo. No voy a ir a ninguna parte. Sus
pulgares acarician mi piel.
Hago lo que me pide, y cuando vuelvo a ser yo mismo, dejo escapar un largo suspiro y la
acerco a mí. Ahora que mi mente está abierta, debo tener más cuidado de no dejar que mis
emociones me dominen.
"Me tienes a mí. No dejaré que te pierdas", dice, y me da una dulce sonrisa.
Casi te pierdo.
"No, me salvaste", corrige suavemente. "Y cambiaste de forma para intentar salvarme. Y voy
a pasar el resto de mi vida salvándote cada día. Somos un equipo".
"Mi bella Andrea", murmuro, y luego decido que me gusta más el habla mental. Se siente
como un regreso a casa, reconfortante y familiar. Nunca más tendré que usar el habla
humana.
"Sí, pero me gusta la forma en que dices mi nombre", me dice, poniéndome una mano en el
pecho y empujándome hacia atrás hasta los adoquines. "Es sexy".
Retumbo con diversión. Sus pensamientos van en una dirección interesante, apareándose
en su mente mientras me lleva al suelo. Capto de ella una imagen en un flash que captura
mi atención. ¿Ella... quiere montarme a horcajadas?
Oh, sí. Su pensamiento es excitante y va acompañado de una imagen mental de ella guiando
mi polla hacia su coño mientras se desliza sobre mí y luego mece sus caderas sobre las
mías, conduciéndome al interior de su cuerpo. ¿Está bien si estoy encima? ¿O eso no se
hace?
No me importa si se hace o no. Observo ávidamente como ella desliza un muslo sobre mi
cadera y luego se mueve sobre mí, sus pliegues resbaladizos se mueven contra mi polla.
Ahora que lo he visto en tu mente, me apetece mucho.
Dijiste que los humanos eran creativos, ¿recuerdas? Podemos hacer esto de todas las
maneras posibles. Y ella llena mi mente con imágenes de nosotros juntos. De mí, montado
encima de ella, nuestras caras juntas en vez de que yo la tome por detrás. De ella
levantándose sobre mí. De nosotros dos de lado, nuestras bocas entre los muslos del otro...
Gruño con lujuria, agarrando sus caderas y arrastrando el calor húmedo de su coño sobre
mi polla. Me duele cuanto la necesito, pero quiero que me introduzca en su coño como lo
hizo en la imagen mental que envió. Hazlo, le digo. Rápido.
Mi provocadora Andrea sólo emite una risa gutural y arquea sus caderas, frotando su coño
contra mi longitud. ¿O qué?
O derramaré mi semilla en tu piel y nos avergonzaré a los dos.
"Oh, mi amor", murmura, sus dedos toma mi longitud mientras levanta sus caderas. "No
hay vergüenza en nada que hagamos juntos. Pronto dejaré que me pintes la cara con esa
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semilla tuya, y podrás ver lo sexy que es". Se lame los labios, parece salvaje de necesidad,
y hace que la necesidad me atraviese.
Me coge, jugando con la cabeza en su resbaladiza entrada. Con otro movimiento juguetón,
gira sus caderas, su coño envuelve la cabeza de mi polla antes de que se flexione y se aleje
de nuevo. Gruño cuando me roba su calor, y cuando lo hace de nuevo, esta vez planto mis
manos en sus caderas y la empujo a lo largo de mi longitud, introduciéndome en ella.
El jadeo de Andrea y el torrente de excitación en su mente son deliciosos. "Tramposo", se
las arregla con una voz ahogada.
¿Te estás quejando? Me arqueo contra ella, balanceando mis caderas para chocar con ella.
"Estás conduciendo desde el asiento trasero", protesta, jadeando. Su espalda se arquea.
"Sillón de quarterback. Se supone que debo tener el control".
Lo tienes, le prometo, y luego la levanto ligeramente, sólo para embestirla a mi longitud de
nuevo. Me has montado y me has reclamado como tuya. Sólo estoy... ayudando.
"Oh Dios", ella gime, y sus manos se mueven hacia mi pecho, extendiéndose ampliamente
como si necesitara agarrarse a mí. "Sigue ayudando, eso se siente tan bien".
Observo, fascinado, mientras subo y bajo sus caderas sobre mi polla. Me gusta esta
posición, porque puedo mirar hacia abajo y ver su coño succionándome profundamente
cada vez que la arrastro hacia abajo sobre mí. Más que eso, todo lo que tengo que hacer es
mirar hacia arriba para ver sus pechos rebotar cada vez que la arrastro hacia abajo en un
empuje inverso. Su boca se mueve en un grito silencioso, su cabeza echada hacia atrás, y
sus uñas se clavan en mi carne.
Decido que me gusta la forma en que los humanos se aparean, y cuando su coño se aprieta
a mi alrededor con su liberación, gruño y aprieto sus caderas contra las mías mientras
derramo mi semilla en su interior, llenándola de nuevo con mis fuegos. Esta vez, cuando
su liberación termina de apoderarse de ella, Andrea se derrumba sobre mí, sus pechos
rozando mi pecho mientras yace encima de mí. Disfruto de la sensación de su piel sudorosa
contra la mía, su coño todavía me encierra en su cuerpo, sus muslos presionando contra
mis caderas. Su pelo cae contra mi hombro y suspira, presionando su mejilla contra mi
pecho. Su olor es de sudor y almizclado con el apareamiento, y lleva mi olor más con cada
momento que pasa.
Me hace gruñir de placer. Me gusta esto.
Andrea se ríe entre dientes, y su aliento se abanica sobre mi pecho. "Por supuesto que sí,
eres un hombre".
¿No te gustó?
"No dije eso". Prácticamente puedo sentir que se ruboriza. "Simplemente no siento la
necesidad de declararlo en voz alta". Sus pensamientos se vuelven perturbadores. Si no me
gustara, te lo diría. Y me envía una imagen mental de su pequeño puño chocando contra
mi mandíbula.
Una risa retumba en mi garganta. Sabes que eso me excitaría.
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"Genial", murmura, pero suena feliz.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 29
ANDI
Nos tumbamos en el patio frente al edificio del banco toda la tarde gloriosa y follamos como
conejos. Para cuando el sol comienza a ponerse, mi piel está tan pegajosa que se me pegan
las hojas en el culo y estoy bastante segura de que he recogido una pulgada de tierra y
polvo de tanto rodar sobre los adoquines de ladrillo. Liam, mi sexy, sexy Atalim, parece tan
delicioso como siempre, por supuesto. Su pelo está salvaje y loco, saliendo en todas las
direcciones, pero de alguna manera hace que se vea más apuesto.
Yo, probablemente parezca que luché contra una zarigüeya 3 y perdí.
Eres hermosa, me dice, acariciando el interior de mi muslo como si estuviera listo para
caerme encima otra vez por cuarta, -quinta, sexta- vez en las últimas horas. Podría beber
en tu aroma y verte así por siempre.
Pero sus palabras me producen sed, y me doy cuenta de lo seca que está mi garganta.
"Necesito hidratarme si vamos a seguir adelante", señalo, y miro mi mochila. Está a unos
veinte pies de distancia, cerca de la base del asta de la bandera, y bien podría estar a veinte
millas. No puedo reunir la energía para cruzar la corta distancia para conseguirlo.
¿Tienes sed? Puedo sentir que sus pensamientos cambian, su protección dejando de lado
su lujuria. Deberías haber dicho algo antes. No quiero que te enfermes. Y se pone de pie de
un salto, su dura erección apuñala el aire en lugar de mi coño mientras se levanta y se va.
Hmph.
"Vale, supongo que deberíamos tomarnos un descanso", le digo, mirando mi cuerpo
desnudo mientras me siento. Está rosado y sonrojado por todas partes y me pregunto si
debería haber parado para aplicarme protector solar antes del Maratón-de-Jodienda-con-
un-Dragón. Oh, bueno. Miro al cielo, y aunque el sol se está poniendo, parece que una
gruesa pared de nubes se está moviendo. Como para hacer hincapié en ese punto, retumba
un trueno. "Creo que es una señal. Eso y las hojas que voy a sacar de mi hendidura del
trasero".
Se agacha a mi lado, me toca la mandíbula y me pasa una mano por el brazo. Puedo sentir
su ansia en mi cabeza, su incesante necesidad de tocarme, de recordarse a sí mismo que
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estoy ahí. No me importa en absoluto, de verdad. Es agradable sentirse tan completamente

deseada. Es un poco intenso sentir sus pensamientos en mi cabeza, pero confío en él.
Deberíamos llevarte a un lugar seguro.
"Seguro suena bien".
Te llevaré a mi torre. Mi nido.
"¿Tu nido?" Por alguna razón, me sorprende oír eso. Cuando escucho 'nido' pienso en 'hogar'
y nunca pensé en este lugar como su verdadero... hogar. Sólo como un lugar en el que se
escondía. En mi mente, su hogar está conmigo, y mi hogar sigue siendo Fort Shreveport.
Mi nido, concuerda, sus ojos girando en dorado con placer mientras me ayuda a ponerme
de pie. Me quita el polvo de las hojas y las ramitas de mi piel con suaves dedos, mirándome
con protección. El instinto Drakoni me dice que debo tener un nido para proteger a mi pareja.
Ni siquiera la locura puede expulsar todo el instinto, y proteger lo que es mío... Eso siempre
es lo primero. Me quita un mechón de pelo sudoroso de la frente y me sonríe. Creo que, de
alguna manera, sabía que te estaba esperando. No me sorprendió cuando te olí en el viento.
Fue más bien un alivio. Como si finalmente me hubieras encontrado. Así que tal vez he
estado esperando que vinieras todo este tiempo.
"Sea lo que sea, estoy aquí ahora". Me dirijo a él, sintiéndome tan feliz y ligera que me siento
como un arco iris humano. "Muéstrame tu nido, entonces"
Sonríe, con sus dientes afilados y brillantes, y al momento siguiente, la cara "humana" de
Atalim desaparece y en su lugar está la monstruosa y enorme forma dorada. Las alas del
dragón se despliegan, y las enormes piernas se estiran, su cola se mueve en la calle mientras
desenrosca su enorme cuerpo.
Me congelo, el instinto me advierte que corra y me esconda. Los dragones son un peligro,
mi cerebro de lagartija me lo recuerda. Los dragones matan. Y por un momento, siento que
su cerebro se apuñala con violencia, su repentina y creciente falta de control atraviesa mis
pensamientos. Puedo sentir, sólo por un breve segundo, todo lo que empuja contra su
mente. Es como una estación de televisión donde no hay nada más que puntos estáticos, y
cada uno de esos pensamientos es una imagen violenta y sanguinaria.
Pero se va tan rápido como llega, y entonces Liam baja su enorme cabeza, sus ojos a la
altura de los míos.
¿Tienes miedo?
"No, sólo que no estoy acostumbrada", le admito. Extiendo una mano para tocar su hocico.
"Me llevará un poco de tiempo acostumbrarme a la idea de que seas así de grande"
Tómate todo el tiempo que necesites. Hace un pequeño movimiento de lado a lado con la
cabeza, como si me indicara que debo rascarle la nariz. O frotar más de tu olor en mí, se
mofa. Eso me ha gustado.
Golpeo con un dedo contra una escama de forma regañona. "Intentaba llamar tu atención".
Oh, la tienes toda entera. Él retumba, y se siente como diversión.
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Le paso la mano por la punta del hocico, un poco asombrada por lo grande que es. Las
escamas son prácticamente del tamaño de la palma de la mano, y sus ojos son del tamaño
de un tapacubos. Pero son tan dorados como sus escamas, lo que me hace increíblemente
feliz. "Mira qué hermoso eres", murmuro, estudiando las largas y elegantes alas que tiene
contra su cuerpo y su cola serpenteante. "Te ves increíble como un dragón, Atalim. No es
que no seas sexy como humano, también"
El dragón resopla, y su cabeza me da un empujoncito. Nunca humano. Retira lo dicho. Es
sólo una forma de dos piernas.
Le doy a su nariz otro golpe de broma. "¿Pero no te importa que yo sea humana?"
No, en absoluto. Me encanta todo de ti. La nariz grande me roza arriba y abajo el estómago,
hasta los muslos. Especialmente tu olor.
Alejo su nariz, ruborizándome. Siento que la excitación comienza a inundar sus
pensamientos, y sé que si nos distraemos, estaré en los adoquines toda la noche. Y aunque
la idea es bastante deliciosa, será difícil para mis manos y rodillas. "Concéntrate, Atalim.
Nido, ¿recuerdas? Espero que tengas un lugar cómodo para una cama, porque tengo la
sensación de que vamos a estar allí por un tiempo"
Horas y horas y días y días, está de acuerdo, y me alcanza.
Mi corazón se me sube a la garganta mientras las garras me envuelven, pero un momento
después, él frota su hocico contra mi pelo y mi mente se llena de pensamientos amorosos y
afectuosos, y recuerdo que no hay absolutamente nada que temer cuando se trata de este
dragón. Es mi dragón.
Completamente tuyo, está de acuerdo.
El trueno retumba en lo alto, haciéndome saltar.
Una risa retumba en mi mente, y luego las garras rotas de Liam se cierran suavemente a
mi alrededor. Me levanta y me tira contra su pecho, me arropa, y luego me da mi mochila,
la cosa pesada empequeñecida en su enorme pata delantera dorada. Espera, me dice, y
entonces su gran cuerpo se eleva y estamos en el aire.
Me estremezco en su asimiento, sintiéndome ingrávida y ligeramente mareada mientras se
lanza al aire y soy arrastrada hacia atrás y adelante mientras él agita sus alas, subiendo.
Sabía que los dragones eran poderosos, pero es como si pudiera sentir cada músculo de su
movimiento y eso hace que sea un paseo muy movido. Mi estómago no lo aprueba, y
presiono una mano sobre mi boca para tratar de detener el inevitable vómito que se eleva.
Nunca fui buena en las montañas rusas, tampoco.
No está lejos, promete. ¿Necesitas que te baje?
No, estoy genial, le digo, aunque se me haga agua la boca y se llene de saliva. Totalmente
genial.
Hace un sonido en su garganta y luego inclina sus garras hasta que estoy acostado de lado,
boca abajo, y en el siguiente momento, vomito en los adoquines de abajo.
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Genial debe significar algo diferente de lo que yo pensaba.

Mareo, le digo. Sólo necesito acostumbrarme al duro viaje.
Será mejor si te conseguimos una silla de montar como la que tiene Amy, me promete
mientras sus alas aletean más fuerte y nos elevamos más. No te moverás tanto. Como si
fuera para ayudar, me rodea con sus otras garras, redoblando su sujeción, y me sacude
menos mientras me arropa aún más contra él.
No creo que eso sea prudente, le digo, sintiéndome débil y con náuseas mientras presiono
mi frente contra su escamoso pecho. Puedo sentir sus músculos moverse, flexionándose
mientras vuela.
Puedes vomitar sobre mí, mis fuegos. Eso no cambiará lo que siento. Envía una ola de
simpatía y afecto a través de sus pensamientos. ¿No es ese uno de vuestros votos humanos?
¿En la salud y en la enfermedad?
Creo que ya hemos tenido suficientes enfermedades como para que nos duren toda la vida.
Terminemos con esa parte. Trato de acercarme a él, aunque se siente como si me acurrucara
en un horno. Está emitiendo todo tipo de calor loco en su forma de dragón, pero estar más
cerca de él ayuda, curiosamente, como el hecho de que se está deslizando en el aire en lugar
de subir hacia arriba para ganar altura.
Liam tiene razón, sin embargo, el vuelo es corto. No estamos en el aire durante mucho
tiempo antes de que aterrice con un golpe y con una disculpa silenciosa en sus
pensamientos, y luego me deja suavemente en el suelo. Mis ojos están cerrados, así que
siento en sus pensamientos que hemos llegado antes de que mis pies toquen el suelo, y
cuando los abro, veo su "nido".
Es el paraíso de los coleccionistas.
El edificio debe haber sido una oficina en algún momento, -la mayoría de los edificios más
altos lo son-, pero está claro que esta era la habitación privada del gran hombre, porque es
una habitación abierta y enorme con un enorme escritorio de madera deformada a cuyo
alrededor están las ventanas sin cristales. Hay un gigantesco agujero en un lado del edificio,
que es como entramos, pero en la pared hay un cuadro dañado por el agua que es más
grande que mi antigua habitación y un grupo de sillas de oficina.
Pero eso no es todo. Simplemente hay... cosas. Muchísimas cosas.
No tengo ni idea de cómo ha conseguido tanta mierda aquí arriba tan rápido, pero es obvio
que ha estado trabajando duro. Doy un paso adelante, aturdida por mis náuseas mientras
miro los sofás agrupados contra la pared. En el lado opuesto de los sofás hay unas cuantas
sillas, y estoy bastante segura de que veo una cama a lo lejos. También hay bicicletas,
macetas vacías, platos, una bañera con patas de garra, carritos de compras, y cajas y cajas
de cosas al azar. Una pared está llena de latas de comida oxidadas y grandes y estoy
bastante segura de que hay un gimnasio infantil tirado sobre algo en la parte de atrás.
"¿Qué son todas estas cosas, Atalim?"
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Son para ti, me dice. Creo que... si olía algo que era para los humanos, o si me venía a la
memoria, lo cogía. Entra en la habitación y luego empuja una pila de almohadas grandes
con borlas y se caen al suelo. Siéntate. Ponte cómoda.
"Esto es muy extraño".
¿Lo es? Estaba haciendo un nido para mi pareja. Incluso en mi locura, intentaba pensar en
cosas que te atrajeran. ¿Tan mal lo hice?
Mi mirada cae en un carrito de compras lleno de juguetes, y una pequeña risa se me escapa.
"Sólo un poco a boleo, creo"
Entonces culparé a la locura. Me da un empujoncito con su gran nariz. Siéntate. Relájate.
No te sientes bien.
"Estoy bien", le prometo, pero hago lo que dice. Paso por encima de las extrañas pilas de
almohadas y me siento en un gran sofá a rayas. Está un poco descolorido y mohoso, pero
es cómodo. Me pongo las piernas debajo de mí, saco la cantimplora y tomo unos sorbos.
"¿Cuánto tiempo te llevó recoger toda esta mierda?"
El dragón agita su largo cuello, mirando a la oficina. No tengo ni idea. Podría haber robado
algo de otro nido de dragón. Hay un leve olor a otro aquí.
Me congelo, la cantimplora a medio camino de mis labios. "¿Hay otro dragón cerca?"
Hace tiempo que se fue. Su olor es antiguo. Tal vez él es el que coleccionó muchas de estas
cosas.
Oh... "¿Reconoces quién es?"
No. Sólo que el olor es el de un dragón macho. Sus pensamientos se vuelven posesivos y sus
ojos se iluminan un poco más oscuros. No te voy a compartir.
"No me interesa que me compartan", le admito. "Así que cálmate".
Se me acerca, se acurruca directamente frente a mi sofá y saca las almohadas del camino
como un enorme gato. Seré territorial de ti por un tiempo, te lo advierto. Finalmente eres mía
y no voy a dejar que te escapes.
"Estoy total y completamente de acuerdo con eso". Miro uno de los carritos de la compra,
veo un juguete sexual en una caja, y me ahogo un poco con el agua. "Ah, entonces, ¿cuál
es el plan?" Pregunto entre los ataques de tos.
¿Por ahora? Tu estómago mejora, y luego te alimento y reclamo tu cuerpo una y otra vez hasta
que te pongas mi olor como una bata. Sus ojos brillan, tan dorados como sus escamas.
Me retuerzo un poco al oírlo, el placer se dispara a través de mi cuerpo. "Me parece que es
una buena noche. ¿Y mañana?"
¿Mañana? Mmm. Lo considera por un momento y luego enfoca esa intensa mirada
draconiana en mí otra vez. Mañana, creo que... te alimentaré y luego reclamaré tu cuerpo
una y otra vez hasta que lleves mi olor como una bata. Otra vez.
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"Bueno, dicen que la consistencia es la clave". Mantengo mi voz ligera incluso cuando
aprieto mis muslos con fuerza. "Así que el plan de juego es mucho sexo y comida". Sus ojos
parecen brillar aún más, y mi mente parpadea con un montón de imágenes mentales sexy
que se deslizan en sus pensamientos. "Pero me refería... ¿qué pasa con el futuro? ¿Quieres
volver a Fort Shreveport alguna vez? ¿O es tu casa ahora? Mencionaste el territorio...
¿significa eso que nunca querrás dejarlo?"
Benny está allí.
"Lo está", estoy de acuerdo, bebiendo más agua. Mi estómago se está revolviendo
nerviosamente de nuevo por alguna razón. "Pero he aprendido que Benny no me necesita
tanto como creo que lo hace"
Pero él es tu familia, continúa Liam. Fort Shreveport es tu hogar. Quiero que puedas ir a tu
casa, pero... mis instintos podrían luchar contra eso. Un Drakoni con una compañera se
disputa el territorio para sí mismo y sus crías. Podría ser difícil para mí estar en el territorio
de Rast contigo y no ver su presencia como un desafío. Me siento estable ahora mismo, y en
mi sano juicio, pero eso podría cambiar. Se inclina, acariciando mi mano como si pudiera
meter su enorme cabeza en mi regazo de alguna manera. Odiaría arrancarle la garganta si
te mirara.
"Guau, guau", murmuro, poniendo la tapa de mi cantimplora y tirándola a un lado. Pongo
mis manos en su escamoso hocico, tratando de enfocar su atención. "Rast me miraría en
algún momento. No puede evitar mirar en mi dirección porque eso te molestaría".
¿Por qué no? Evito mirar a su compañera tanto como sea posible.
Huh. Puedo decir que no está mintiendo. Incluso en sus pensamientos, la cara de Amy está
nublada como si no quisiera pensar en ella, y su presencia es menos individual y más
"compañera de Rast" en su cabeza que "Amy".
"No creo que Rast esté mirando a nadie más que a Amy sexualmente", le digo, acariciando
su nariz. "Pero entiendo lo que estás diciendo. Me gustaría volver, pero lo resolveremos. Si
no podemos quedarnos, entonces no podemos quedarnos. Es tan simple como eso"
Liam sigue apoyado en mí. En el siguiente momento, el dragón desaparece y yo me aferro
al aire vacío en lugar de su bozal. Liam camina a través del piso atestado de su "nido",
pateando a un lado las almohadas, y luego se desliza a mi lado en el sofá, con sus brazos
rodeándome. "¿Dejarías todo atrás por mí?" murmura, el pensamiento resonando en su
discurso mental. Puedo sentir su sorpresa y placer con mi respuesta.
Hombre tonto. "¿Por qué crees que estoy aquí?" Le digo suavemente, mis pensamientos
están tan llenos de amor por él que siento ganas de estallar. "Eres todo para mí, Atalim.
Todo en el mundo. No estoy completa sin ti a mi lado" Tomo su mandíbula en la mano,
admirando su hermoso rostro. "¿Cómo puedes pensar que volvería a Fort Shreveport sin ti?
No hay nada para mí allí si tú estás aquí"
"Tu hermano..."
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"Puede sobrevivir con una visita ocasional", le digo, dejando que mis dedos dibujen su
hermosa boca. "Probablemente preferiría eso a que su hermana se cerniera sobre él. Y yo,
tengo que darme cuenta de que él es su propia persona y yo puedo ser la mía" Le sonrío.
"Preferiría que fueras mía", me dice, sus ojos se calientan.
Oh, yo también prefiero ser suya. Deslizo mis brazos alrededor de su cuello, pero cuando
se inclina para besarme, evito mi cara. "Probablemente no quieras besarme ahora mismo",
le digo con un pequeño movimiento de mi cabeza. "No hasta que me enjuague la boca unas
cuantas veces más"
"¿Como si eso me importara?" Pero en vez de eso, me roza ligeramente los labios en la
mejilla. "Te amo, Andrea. Mis dulces fuegos. Todavía no puedo creer que hayas venido a por
mí"
"Siempre iré a por ti", le prometo. "No importa a dónde vayas, te seguiré. No te dejaré.
Estuviste ahí para mí en mis momentos más oscuros, y planeo hacer lo mismo por ti"
Los ojos de Liam se oscurecen. "Te dejé cuando me necesitaste. Te abandoné cuando
estabas enferma"
"No", corrijo suavemente. "Arriesgaste todo para intentar salvarme. Renunciaste a todo lo
que tenías por intentarlo, nadie podría pedir más"
"Lo eres todo para mí, mi compañera", murmura Liam, deslizando un dedo por mi mejilla.
Y lo siento en mi cabeza, y en mi corazón, y le hago saber que yo siento exactamente lo
mismo.
Que él es perfecto.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 30
ANDI
Me despierto, horas más tarde, apretujada contra él en el sofá. Su gran cuerpo ocupa la
mayor parte de la habitación, pero no me importa porque sus brazos me envuelven y me
abrazan. Es como si pensara que voy a desaparecer mientras duerme, así que tiene que
abrazarme muy fuerte. Incluso cuando me deslizo fuera de su sujeción, sus brazos se
aprietan a mi alrededor.
Quédate, me dice con sueño.
Voy a volver, le prometo, el discurso mental sigue sintiéndose un poco extraño pero
extrañamente íntimo. Tengo que encontrar el baño.
Iré contigo. Sus ojos se abren y su posesividad aumenta.
Dios, no. Deja que una chica haga pis sola, por favor. Cuando sus pensamientos se
encienden al pensar que me voy de su lado, le pincho la nariz y trato de traerlo de vuelta.
¿Hueles a alguien más cerca?
No, admite a regañadientes.
Entonces estaré bien. Prometo que no tardaré mucho. Me inclino, le beso, y luego me voy a
buscar el baño de anoche. Hay uno aquí, y mientras el inodoro no se descarga sin que yo
tire de la cadena del tanque, el lavabo funciona. Hago mis cosas y luego me preparo en el
espejo por unos momentos, tratando de alisar mi terrible cabello. Me refresco rápidamente,
me enjuago la boca para quitarme el aliento de la mañana, y finalmente vuelvo a peinar mi
todavía horrible pelo.
Eres hermosa, me envía Liam, sus pensamientos adormecidos. Me gusta tu pelo
desordenado. Me hace pensar que soy yo quien te despeina.
Puedo sentir sus pensamientos tomar un giro decididamente sexy, y hace que mi cuerpo
tiemble en lo profundo. Eso es porque me agarras mucho el pelo, le respondo bromeando.
Me siento tan ligera y feliz que es como si me hubiera tragado el sol. Espero que pueda
sentir mi alegría. Mi Atalim, mi amor, mi hombre guapo y sexy, ha vuelto y espera que
vuelva a su lado para que podamos hacer el amor de nuevo. ¿Alguna vez una chica tuvo
tanta suerte?
Cuando regreso, mi hermoso hombre-dragón está tendido en el sofá, con un brazo sobre su
cabeza. Su torso no es más que un músculo ondulante, y me mira con unos ojos dorados,
somnolientos y giratorios que me quitan el aliento. En realidad, todo él me deja sin aliento,
especialmente la mitad de su cuerpo que descansa sobre un gran muslo. Incluso así, es
más grande que cualquier hombre con el que haya estado en el pasado, y me atrae como
una llama a la polilla.
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Me gusta cuando me miras así.

"¿Estás bromeando?" Murmuro, avanzando. Me hormiguean los dedos por tocarle por todas
partes. "Ahora puedo tocarte sin preocuparme si vas a perder el control, así que prepárate
para que te mire así un montón"
Oh, todavía perderé el control.
"Sí, pero ese es el punto". Me siento a su lado en un pequeño sofá, lo suficientemente grande
para que mi cadera descanse. "Quiero ver que pierdas el control. Quiero ser la que te haga
perder el control, también." Veo como su gran y hermosa polla se endurece y se pone aún
más erguida bajo mi mirada, y suspiro con placer. Me olvido de volver a la cama y decido
que ya he dormido bastante. Es hora de explorar el hermoso cuerpo de mi Liam.
Recorro ligeramente con los dedos un lado duro como una roca, admirando los planos
músculos de su vientre. No está hueco por el hambre, o flácido por una vida de ocio. En
cambio, está lleno de músculos, y es tan atractivo que quiero lamerle por todas partes.
Me recuerda que aunque le encanta pasar tiempo entre mis muslos, nunca me ha dejado
corresponder, no como yo quería, porque tenía miedo de quemarme. Pero... eso fue antes
de que yo tomara sus fuegos.
Una sonrisa malvada curva mis labios.
Tus pensamientos. Puedo oírlos todos. Sus labios están separados, se ven las puntas de sus
colmillos, y jadea ligeramente.
"Supongo que no te sorprende en esta relación, entonces," murmuro, incluso cuando me
hundo de rodillas en el suelo para estar a la altura adecuada para hacer esto.
Me sorprendes constantemente, admite, extendiendo la mano para acariciar mi trenza. Con
lo ansiosa que estás por mi toque. Soy el hombre más afortunado del mundo para que me
veas y me mires con alegría y hambre en lugar de como si fuera un monstruo.
"Nunca", le digo. "Eres lo mejor que me ha pasado en la vida". Cuando se sienta derecho,
pongo mis manos en sus grandes y dorados muslos y me inclino hacia adelante. Su polla
apuñala al aire, con la boca abierta, cerca de mi cara, pero quiero jugar un poco más. Dejo
que mi aliento roce la punta, notando que ya está bordeado con liquido preseminal. "Me
alegro de que seas mío. Creo que le arrancaría los ojos a cualquier mujer que te mirara. No
puedes andar por ahí desnudo como Rast. Soy demasiado celosa".
Gruñe en su garganta, complacido por mis codiciosos pensamientos. ¿Porque no quieres
que me miren?
Así es, digo, dejando que mis pensamientos hablen en lugar de las palabras. Rozo
ligeramente mis labios sobre la cabeza de su polla y saboreo un dulce picante, casi como la
canela. Increíble. Lamo su sabor de mis labios, amando que pueda hacer esto ahora. Eres
mío y soy una perra posesiva. Tendría que pelear contra cualquiera que pensara que podría
alejarte de mí.
Liam gruñe de nuevo. ¿Estás diciendo cosas tan agresivas porque sabes que me excita? ¿Que
a los hombres Drakoni les gustan las mujeres feroces?
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Tal vez. Pero es la verdad. Enrosco mis dedos a lo largo de su longitud, probando su
circunferencia. Vaya, pues si que es grueso. Debería saberlo, ya que ha estado muy dentro
de mí, pero me sorprende constantemente cada vez que nos tocamos. Ese algo tan perfecto
podría ser mío para tocarlo y acariciarlo, mío para lamerlo y acariciarlo y llevarlo a lo
profundo de mi boca y...
Andrea
La áspera necesidad de sus pensamientos hace que mi pulso se acelere. No pierdo más
tiempo, bajo mi boca y le llevo profundo. Deslizo mi lengua a lo largo de su longitud,
llevándolo tan lejos como puedo, queriendo volverlo loco con esta nueva forma de placer.
Piensa en mi boca como si fuera mi coño, le digo. Caliente y húmedo y apretándote fuerte.
Su aliento se estremece y su mano va a mi trenza. La enrolla alrededor de su mano dos
veces y luego la agarra con fuerza, sosteniéndome contra él. ¿A tí... te gusta así?
¿Hacerte esto? Oh, sí. Mucho. Me encanta el calor de él llenando mi boca, el sabor de él, el
tacto contra mi lengua cuando me retiro y luego lo tomo profundamente de nuevo. Me
encanta que sea tan grande que me duela la mandíbula y que mis labios se sientan
apretados cuando me esfuerzo por acogerlo, y que no pueda meter la mitad de él en mi boca
porque es muy grande, así que aprieto el mango y uso mi mano para intentar acariciar el
resto de él. Quiero chuparle, pero es demasiado grande. Todo lo que puedo hacer es tomarlo
profundamente y trabajar mi boca sobre su longitud.
No es que le importe a Liam. Puedo sentir el placer explotando a través de su mente, y sus
caderas se mueven con un pequeño empujón, presionando profundamente hasta que golpea
la parte posterior de mi garganta. Sus pensamientos tocan los míos, como si se asegurara
de que sigo disfrutando, y luego participa más, empujando mi cabeza hacia abajo y
forzándome cada vez más profundamente con cada movimiento, porque sabe que nos excita
a ambos. Lo trabajo con los labios, la lengua y los puños, completamente perdida en el
momento, su olor me envuelve, su sabor en el fondo de mi garganta, y el poder abrumador
de él en mi boca. Estoy tan atrapada que no me doy cuenta de que estoy gimiendo a su
alrededor hasta que hace eco en sus pensamientos, cuánto le gustan los sonidos que hago,
y cómo el olor de mi excitación se suspende pesado en el aire.
La mano de Liam se aprieta en mi cabeza, y puedo sentir un escalofrío a través de él.
Apártate, Andrea. Necesito derramar mi semilla dentro de ti.
Me agarro más fuerte, llevándolo más profundo, hasta que prácticamente me ahogo con él.
Estás dentro de mí ahora mismo.
Con un gruñido feroz, me inunda la boca con su liberación, su polla se mete en mi boca
incluso cuando llega al clímax. Se desborda más allá de mis labios y baja por mi barbilla,
abrumándome. Su sabor es increíble, pero más que eso, me encanta sentir su liberación a
través de nuestra conexión. Puedo decir lo sexy que me encuentra, cuánto amor me tiene,
y de repente las mamadas pueden ser mi cosa favorita en el mundo.
Deberías haberme dejado entrar en tu coño, me regaña, se desploma contra el sofá, su mano
me acaricia el pelo mientras levanto la cabeza y me paso la mano por los labios. Las hembras
Drakoni no dejan que su pareja pase por ningún sitio que no sea su interior.
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Entonces es bueno que te hayas apareado con una humana, le digo, arrastrándome en su
regazo, porque somos unos fenómenos en el dormitorio.
Se detiene, su mano rodeando mi cintura. ¿Deberíamos haber estado en el dormitorio?
En sentido figurado. Sólo es un dicho.
Sus ojos brillan. Bien. Su mano se mete bajo mi ropa, sus dedos presionando contra el calor
húmedo y caliente de mi coño. Porque ahora es mi turno.
¿Y quién soy yo para discutir?
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 31
LIAM
Después de otro día de repetidos apareamientos, Andrea está tan marcada con mi olor que
es difícil decir dónde termina su olor y comienza el mío... que es justo como me gusta. Y
como está tan cubierta por mi olor, su sangre cantando con mis fuegos, decidimos
arriesgarnos a volver a Fort Shreveport.
"Al menos", dice mientras se viste para el vuelo, "Podemos coger el resto de mis cosas y
volver aquí".
Me encanta que esté tan dispuesta a estar conmigo, no importa lo que le cueste, pero quiero
intentar volver al Fuerte. Sé que a ella le encanta el Fuerte y su gente. Sé que su hermano
está allí, y sus amigos, y sería difícil para alguien tan protector como mi Andrea dejarles
solos. Intentaremos volver, y espero que no sea tan malo como me preocupa que sea. Espero
tener el suficiente control para que la presencia de Rast no me moleste. Es un buen tipo, y
devoto de su compañera.
Aún así... me preocupa no ser capaz de mantenerme firme por Andrea.
"Todo irá bien", me tranquiliza, y debe haber captado la preocupación de mis pensamientos.
Se mueve a mi lado y me rodea la cintura con los brazos, presionando su mejilla contra mi
pecho. "Sólo que lo intentes es suficiente para mí".
Espero que tenga razón. La sujeto cerca, respirando su encantador aroma y disfrutando de
la sensación de su cuerpo. Es una distracción, sin embargo, y nuestro apareamiento es tan
nuevo que tenerla así me hace querer reclamarla de nuevo. Ella se ríe y se aleja, sus
pensamientos prometiendo que podemos hacer lo que queramos esta noche, pero por ahora
deberíamos volar mientras no esté lloviendo.
Ella prepara su mochila llena de sus cosas, y me arroja ropa extra que encontró en algún
lugar de este lío, y luego está lista para irse. Le doy un último y profundo beso antes de
pasar a la forma de batalla y la tomo suavemente en mis garras. Ya que estamos más arriba,
mi lanzamiento no es tan duro para ella, pero todavía siento las nauseas en su estómago
mientras despegamos. Necesito hacerlo mejor, aunque sea para que mi compañera pueda
volar conmigo cómodamente... porque nunca más la perderé de vista.
Estar en forma de batalla y volar es difícil para mi mente. El constante cambio de olores
que lleva el viento, la sensación de poder en mis alas y la quema de humo en mis pulmones
permite que lo salvaje se introduzca. Trato de mantener mi atención en Andrea, y cuando
ella siente mi lucha, comienza un flujo constante de conversación, contándome sobre cada
edificio por el que pasamos y cuál era su propósito en el Antes. Este edificio era sólo una
televisión, me dice. Este para artículos baratos, este para artesanías. Por supuesto, luego
ella tiene que explicarme "barato" y "artesanías" y es suficiente para mantenernos a ambos
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enfocados hasta que Fort Shreveport aparece en el horizonte. Hay un olor a humo viejo en
el aire y una hembra acechando cerca, pero mientras me acerco, la hembra sale disparada.
No está interesada en desafiar, aparece una voz, tocando mi mente. Sólo tiene curiosidad.
Ella mira más de lo que ataca ahora.
Rast. Lo conozco sin verlo, y un momento después, cuando el dorado se lanza al aire y sale
a saludarnos, puedo sentir a Andrea tensa contra mí. Hola, saludo con cautela, usando una
frase humana. Cuánto tiempo sin vernos.
¿Cómo te va, Liam?
Atalim. Y me cuesta, pero es más fácil con mi compañera a mi lado. Inundo sus pensamientos
con un orgullo posesivo en mi reclamo de Andrea, haciéndole saber que no sólo es mía, sino
que destrozaré a cualquiera que intente interponerse entre nosotros.
Puedo sentir su reconocimiento, y él envía un aluvión similar de imágenes mentales y olores
de Amy, su compañera. Me está enviando la misma advertencia, y por alguna razón, me
hace sentir mejor. No intentará interferir con mi pareja, por más que yo esté en su territorio.
Lo comprendo.
¿Te quedarás?
No estoy seguro, le admito, mientras estamos en un ángulo bajo, volando.
Salúdale de mi parte, me solicita Andrea, dándome palmaditas en el pecho. Sus
pensamientos interrumpen la conexión de Rast, inundando mi mente con su dulce
presencia. Ese es Rast, ¿verdad? Dile a él y a Amy que vamos a visitarles. Y diles que le voy
a dar una paliza a Benny si sale disparado de nuevo.
Me encanta la oleada de sus pensamientos en los míos, y le envió una avalancha de afecto.
Rast revolotea en el viento, pasa volando y luego se instala en el techo de un edificio cercano.
Sacude sus alas y mantiene su cabeza en alto, y reconozco su postura. No se relaja, es un
vigilante Drakoni que domina su territorio.
Eres bienvenido aquí, me dice él. Pero este es mi nido.
De acuerdo. Sostengo a Andrea más cerca de mi pecho. Toleraré el señorío de Rast sobre
nosotros temporalmente, pero no sé si seré capaz de soportarlo a largo plazo. Ya mis
pensamientos me irritan, exigiendo una confrontación, una batalla por el territorio. La
necesidad de atacar destella en el borde de mi mente, enviando remolinos rojos de ira para
contaminar mis pensamientos.
Estoy aquí, me dice Andrea. No hay necesidad de atacar. No nos interesa apoderarnos de su
territorio. Su mano es pequeña y fría contra mis escamas, una distracción bienvenida. Les
visitaremos y luego nos iremos a casa, ¿de acuerdo? No tenemos que quedarnos. Sus
pensamientos son tranquilizadores, así como el amor que empuja en mis pensamientos con
toda la gracia de un mazo.
La adoro por eso. ¿Entonces harías un nuevo hogar conmigo?
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Pfft. Como si pudieras dejar mi trasero atrás. Voy a dar una nueva definición al término "novia
pegajosa", así que prepárate para eso.
Sus pensamientos hacen que esto suene como si fuera algo malo. Me gusta la idea de que
te aferres a mí. ¿Qué llevas puesto en todo este aferramiento?
La risa de Andrea resuena en el aire. ¿La menos posible?
Me divierto mucho, incluso cuando me instalo en el techo del gimnasio de Fort Shreveport
para un aterrizaje. Cuéntame más. Me gusta esta idea de aferrarse.
Lo dejaré para más tarde, cuando estemos solos. Ella me mira, sus ojos dorados brillando
con afecto. Por ahora, vamos a saludar a todos, ¿de acuerdo?
Muy bien. La dejé caer muy suavemente, mirando como planta sus pies en el techo y se
estira, resolviendo los calambres en sus piernas por su largo viaje. Rueda los hombros y
luego hace un pequeño rebote que me recuerda ese balanceo arrogante de sus caderas que
tanto me gusta.
Con un movimiento de su gorda trenza, me mira por encima del hombro. ¿Puedes cambiar
de forma? Voy a buscar tu ropa, a menos que quieras mostrarle al mundo cuan rudo eres en
forma de dragón.
Me encanta el orgullo de su voz, y hace que mi lado posesivo vuelva a surgir. La necesidad
de agarrarla y arrastrarla fuera del territorio de Rast se enciende en mis pensamientos.
Llevarla lejos, arrancarle la ropa y reclamarla de nuevo.
Igual de rápido, los pensamientos de Andrea tocan los míos y ella enfría la ferocidad que se
libra en mi cabeza. Podemos hacer eso más tarde. Lo prometo. Incluso me pondré algo que
puedas rasgar con tus garras, si es tu problema.
Retumbo de risa, y al momento siguiente, estoy en mi forma de dos piernas, agachado en
el techo y completamente desnudo. Mi compañera se acerca a mí, ese delicioso pavoneo en
sus caderas, y me muestra una camisa. "Lo estás haciendo jodidamente fantástico, nene.
Estoy muy orgullosa de ti"
Parece que sabe lo que necesito oír, y me enderezo, le doy un beso hambriento, y luego le
quito la camisa de las manos. Todavía odio la ropa humana, pero me recuerda cómo ser
Liam en lugar de Atalim, así que me la pongo. "Gracias, Andrea", le digo mientras me pongo
el chándal que me da a continuación.
"¿Por qué?" Puedo sentir su genuina curiosidad en sus pensamientos.
"Por mantenerme centrado cuando mis pensamientos se desvían de su curso" La beso de
nuevo, sólo porque me encanta besarla y me encanta la forma en que su mente responde
cuando lo hago, cómo se queda en blanco y luego se llena lentamente de placer, como si se
olvidara del mundo cuando mi boca está en la suya.
"Somos un equipo", me dice entre besos, y puedo sentir su feroz protección hacia mí. "Soy
tuya y tú eres mío y estamos juntos en esto".
No me extraña que quiera tanto a esta mujer.
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∗∗∗∗∗∗∗
ANDI
Para mi alivio, Liam parece calmarse una vez que está en su forma humana. Tal vez sea un
hábito que cuando se pone ropa humana, es hora de apuntalar las paredes mentales, pero
sea lo que sea, me siento aliviada cuando siento su mente tranquila. Bajamos la escalera
para bajar del tejado, y en cuanto entramos en el gimnasio, mi hermano Benny se precipita
y me da un abrazo.
"Bienvenida de nuevo, hermana", dice a borbotones, inusualmente cariñoso para un
adolescente.
Sorprendida, abrazo a Benny de cerca. ¿Estaba preocupado por mí? ¿Qué tan dulce es eso?
Tal vez necesita a su hermana mayor después de todo.
En el momento en que pienso eso, se aleja, se aclara la garganta, y luego asiente con la
cabeza a Liam. "Qué honda. Me alegra ver que has vuelto, hermano"
"Tú también, hermano", dice Liam, y se las arregla para sonar relativamente normal, lo cual
es muy gracioso. Sorprendentemente, ofrece un puño, y Benny lo golpea. ¿Qué? Te dije que
era bueno para encajar.
Sí, pero no me di cuenta de que eras tan bueno.
Hay muchas cosas en las que soy muy bueno. Su tono es sensual y divertido al mismo
tiempo.
Puedo sentir mi cara volverse carmesí. "¿Cómo están las cosas?" Mi voz es demasiado ligera
y temblorosa para ser informal. "¿Cómo está Katrina?"
Me pone los ojos en blanco. "Bien. ¿Me vas a romper las pelotas por tener una novia?"
Oh Dios mío, ¿es su novia?
Su olor está por todo él, me dice Liam.
La parte paterna de mí está enloqueciendo. Benny es demasiado joven para ese tipo de
cosas. Pero conozco a mi hermano, y sé que es tan terco como yo, y ese sermón no haría
nada. Además, he decidido ir con Liam, ¿no? No puedo esperar mantener un ojo de águila
sobre Benny cuando estoy huyendo por mi cuenta. Es hora de dejarle crecer un poco y darle
espacio. El mundo es diferente ahora, y tal vez las mismas reglas no se aplican como antes.
"Nada de romper pelotas", le prometo. "Jura que usarás condones, caducados o no".
Gime. "Jesús, Andi. Apenas nos tomamos de la mano" Cruza sus brazos hacia mí, su rostro
rojo brillante.
"Tomarse de las manos es un buen paso". Quiero estirar la mano y despeinar su cabello
como si tuviera seis años, pero no puedo hacerlo más, supongo. "Creo que es genial.
Avísame si quieres que busquemos algo cuando volvamos a la ciudad. Apuesto a que le
gustaría un regalo. Una sorpresa".
Benny me mira de reojo. "Eso sería genial. Haré una lista"
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¿Una lista? Aquí estaba pensando en un espejo de maquillaje ¿y voy a conseguir una lista
de compras? Espero que estés listo para ir a hurgar, Atalim.
Siempre listo. Me envuelve un brazo alrededor de la cintura y me da un beso en la mejilla.
"Nos quedaremos a pasar la noche", le dice Liam a Benny. "Y vendremos regularmente unas
cuantas veces a la semana, así que no hay prisa en la lista. Tómate tu tiempo".
"Genial, ¿entonces no os vais a quedar?" Benny parece impresionado. "¿Tenéis un hogar
establecido en otro lugar, entonces? Amy dice que su hermana tiene un lugar en la cima de
un rascacielos con todo tipo de muebles"
"Liam tiene un lugar a dos horas de aquí", le digo. "Todavía nos estamos estableciendo. Tal
vez puedas venir a visitarnos por unos días alguna vez"
"Malvada. Sería bueno tener mi propia habitación por un tiempo". Me asiente con la cabeza.
"Me alegra que vosotros dos finalmente os hayáis reunido. Parecéis felices"
Qué cosa tan sorprendentemente madura y dulce para decir por parte de mi hermano. Me
dirijo a él. "Lo somos. Ahora cuéntame lo que nos hemos perdido desde que me fui".
Liam y yo caminamos con Benny hacia el edificio principal, y él me cuenta todo lo que ha
pasado. Sólo he estado fuera unos días, pero Benny habla de todo lo que ha pasado en las
últimas semanas y me doy cuenta de que también está rellenando a Liam.
La mayoría de los pájaros de Gwen ya no están, así que la vieja sala del coro ha sido limpiada
y arreglada, y ahora todos los pollos comparten el gallinero interior mucho más grande con
las palomas, y la vaca tiene un establo allí. Los niños del fuerte cuidan de los animales, y
la vaca no está produciendo nada ahora mismo, pero tienen la esperanza de encontrar un
toro y conseguir un ternero y luego ordeñarlo.
Scooter es genial y le encanta estar en el Fuerte, me dice Benny. A nadie parece importarle
que el perro sea un poco lento, porque es súper amistoso y genial incluso con los bebés.
Major, Lester y Charlie trajeron dos gatos con ellos, pero los otros fueron difíciles de atrapar
y están hablando de volver y conseguir al resto y traerlos a Fort Shreveport.
El dragón rojo de Gabe ha estado ardiendo menos, pero sigue acechando, lo que significa
que Rast está constantemente en alerta.
Eso me preocupa un poco. ¿Van a echar a Gabe del Fuerte por los problemas que está
trayendo? La gente ha sido expulsada por menos, y estoy segura de que Gabe podría
soportar estar solo, pero aún así parece injusto.
Liam toca mi mano, sus dedos se entrelazan con los míos. Rast dice que no. Dice que estarán
al tanto, pero que no echarán a nadie.
Oh, bien. ¿Así que el rojo no está tan perdido como los otros?
Oh, sí lo está. Liam me aprieta la mano. Puedo sentir sus pensamientos y son absoluta y
completamente caóticos. No hay para razonar con ella o hablar con ella. También podría
hablar con el aire. Pero supongo que Amy y Rast tienen algún tipo de plan.
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FIRE IN HIS VEINS
"Creo que Amy está en la cocina", dice Benny un momento antes de abrir la puerta de la
cafetería.
He estado tan distraída con mi conversación mental con Liam que no me di cuenta de dónde
estábamos. Es la hora del almuerzo, así que la cafetería está llena de gente, madres jóvenes
y niños, Luz y su esposa, Melissa y su hermana, los supervivientes de Fort Justice, y en la
esquina veo a Major, Lester y Charlie, que levantan la mano en señal de saludo.
Todo el mundo está mirando, y por un momento, me arrugo por dentro. Me congelo, porque
mi mente no puede evitar volver al Fuerte Tulsa, y la sonrisa cuando estaba con un hombre.
Los problemas que esos rumores causaron. Los hombres que se enfrentaban a mí por la
noche o se colaban en mi habitación, queriendo "probar" lo que estaba repartiendo, y lo
insegura que me sentía.
Eso no va a suceder, dice Liam en mi mente, y sus pensamientos son posesivos y feroces.
Me rodea con un brazo casual alrededor de los hombros y me acerca incluso cuando Benny
entra, y me apoya contra él, mordisqueándome la oreja y dejando claro a todo el mundo
que soy suya y sólo suya. Esas personas no están aquí. Esta gente sabe que soy un guerrero
Drakoni. Saben que eres mía, y destriparé a cualquiera que intente tocarte. Sólo porque no
estuvieras a salvo en el pasado no significa que te deje volver a sentirte insegura.
Me relajo. Tiene razón. Miro las caras en la cafetería, y mientras hay sonrisas conocidas
mientras Liam me besuqueaba mi oreja, la mayoría de la gente sonríe en nuestra dirección.
Parecen felices por nosotros.
Eso es... nuevo.
Es porque les gustas, me dice Liam, mordisqueando el lóbulo de mi oreja. Quieren que seas
feliz. Incluso si es con un monstruo como yo.
Por alguna razón, las lágrimas me llegan a los ojos. Sorbo por la nariz. Soy feliz. Y tú no
eres un monstruo.
Puedo serlo, mi dulce humana. Se inclina hacia atrás y me guiña un ojo.
Y ahora me pongo roja brillante de nuevo.
"Maldición, Andi, ¿te vas a sentar ahí y besar a Liam delante de todos o quieres hablar con
Amy?" La voz asqueada de Benny se interpone.
¿Dije que quería vivir cerca de mi hermano? Claramente estoy delirando. Puedo sentir el
estruendo de Liam de la diversión cuando avanzamos de nuevo. "Lo siento", digo
mansamente. "Muéstrame el camino".
Parece que un chile con carne está en el menú del Fuerte hoy, y huele delicioso.
Encontramos a Amy sirviendo porciones, hablando con Retha en la cocina, y sus ojos se
abren con placer al vernos. "¡Oh, has vuelto! ¡Genial!" Le entrega el cucharón a Retha y se
limpia las manos con el delantal blanco que cubre su bonito vestido amarillo. "¿Tienes un
minuto para hablar?"
"Por supuesto", respondo automáticamente, y Liam me da otro apretón de manos de
acuerdo.
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FIRE IN HIS VEINS
"Voy a comer. Te alcanzo luego, Andi", dice Benny, pero no me mira. Está mirando más allá
de mi hombro. Cuando miro, veo a Katrina saludando desde un lugar en la cafetería,
indicando que debería unirse a ella. Mi hermano me sonríe, me da una palmadita en el
hombro y luego se va.
Definitivamente ahora estoy en segundo lugar. Tal vez debería sentirme un poco más herida,
pero me siento aliviada de que esté preocupado para que pueda pasar mi tiempo con Liam.
¿Está eso mal?
Se te permite ser feliz y hacer lo que quieras, me dice Atalim. Es tu vida también.
Suena tan práctico y obvio cuando lo dices así, que gimo.
Amy está callada mientras vamos por los pasillos. Nuestro ritmo es lento para poder seguir
su cojera, pero no me importa. Sospecho que ella está perdida en la conversación con Rast
como yo lo estoy con Liam. También es raro, porque mientras caminamos, siento una
curiosa sensación de alivio que no puedo entender. ¿Es ver a Amy de nuevo? Por alguna
razón, el alivio continúa creciendo mientras nos dirigimos a los aposentos que Amy
comparte con Rast.
Es Rast, me dice Liam, y está sorprendido. Está contento de que estemos aquí porque ahora
Amy se preocupará menos. ¿Puedes captar sus pensamientos?
¿No? No, en realidad no. Es sólo una sensación general que no pude ubicar. No puedo oírlo.
Pero ahora que Liam lo menciona, eso hace que me acuerde. Todos los que tomamos tu
sangre, podemos sentir cuando un dragón ataca. El aire se siente pesado. Es como si todos
fuéramos un poco más sensibles a las emociones ahora.
Interesante. Vuestros olores son todos diferentes, también. Benny huele ligeramente
cambiado. Tú también, pero de la mejor manera. Y sus ojos brillan con un calor que me hace
sonrojar... y también me excita.
Guárdalo para más tarde, o si no vamos a asustar a Amy, me burlo de él cuando entramos
en la habitación de ella.
Liam sólo me envía su diversión. Ahí está esa palabra "asustar" otra vez. Empiezo a
emocionarme cada vez que la oigo, preguntándome qué es lo que tienes guardado.
Me estoy sonrojando cuando Amy se sienta pesadamente en una silla rellena y acolchada.
Mi cerebro está completamente distraído, pero hago lo posible por prestar atención mientras
ella nos da dirige sonrisa incómoda. "Gracias por volver aquí conmigo. Estoy segura de que
podríamos haber hablado en la cafetería, pero hay demasiadas orejas, ¿sabes? Además,
realmente quería sentarme". Hace una mueca, frotando su pierna mala.
Siento un rayo de desagrado de la nada y me acerco a Liam.
Rast de nuevo, me dice. Se enfurece de nuevo, me dice. No le gusta que ella trabaje tanto.
¿También lo sientes?
Sí, es raro. Me froto la frente dolorida. No me gusta estar recogiendo las emociones de Rast.
Eso es... nuevo y más que un poco inquietante. ¿Quizás se ha intensificado porque te saqué
sangre y ahora estamos emparejados?
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Y tu mente está conectada a la mía. Interesante. Excepto que Liam no parece interesado.
Suena un poco disgustado.
No disgustado, corrige, recogiendo mis pensamientos. Preocupado por ti. ¿Es demasiado
para ti estar aquí?
La única manera de averiguarlo es estando aquí.
"¿Todo bien?" Amy pregunta, observándonos de cerca.
¿Deberíamos decírselo? Le pregunto a Liam. Cuando él está de acuerdo, me siento aliviada.
No me gustan los secretos, y me alegro de que estemos en la misma página. Acerco una
silla frente a Amy y me siento. "Problema menor", le digo, y confieso las emociones que estoy
recogiendo.
Llega a la misma conclusión que Liam. "¿Algo con la sangre, entonces? ¿Amplifica tu
conexión psíquica con Liam? Y a través de él, ¿puedes recoger los rastros de los otros?"
Yo extiendo mis manos. "Tu suposición es tan buena como la mía".
Amy tamborilea con sus dedos en los labios, su expresión distraída, y puedo sentir que está
teniendo una conversación con Rast. "¿Será un problema para ti quedarte aquí unos días?",
pregunta. "Porque tengo que pedirte un favor".
Nos mira expectante y Liam se vuelve hacia mí. ¿Es mi decisión, entonces? "No estoy
segura", lo admito. "Puede que sea difícil para Liam estar aquí con Rast, y no quiero que
sufra".
Haré lo que pueda si te necesitan aquí, me dice en silencio, pasando un dedo por mi mejilla.
Sólo porque puedas intentarlo no significa que yo quiera que lo hagas. Te quiero demasiado
como para verte luchar, y aún estás aprendiendo mucho sobre tu control. Lo estás pasando
mal ahora mismo, ¿verdad?
Tal vez. Detrás de su diversión, puedo sentir un poco de tensión. Es la presencia de Rast,
admite él. Antes no me molestaba, porque no podía sentirlo. Mis instintos se apagaron. Pero
ahora que están despiertos...
Todo es un desastre, estoy de acuerdo.
Amy levanta un dedo para llamar mi atención, y me doy cuenta tímidamente de que hemos
estado en silencio, perdidos en una conversación mental. "Lo siento".
"No lo hagas. Sé cómo se siente" Su sonrisa está llena de simpatía y comprensión. "Pero
antes de que te metas demasiado en la discusión, quería señalar que te pido que te quedes
porque el fuerte necesita protección y Rast y yo queremos irnos por unos días"
"¿No estarás aquí?" Repito, confundida. "¿Qué quieres decir?"
"Mi hermana está embarazada", dice Amy. "Hemos intentado mantenernos en contacto a
través de los pájaros de Gwen, pero el último que envió fue hace unas semanas. Mencionó
que no se sentía bien y que su vientre se había hinchado bastante. Es preocupante para mí
porque sólo ha estado embarazada durante unos cuatro o cinco meses. Definitivamente no
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va a salir de cuentas pronto. Le envié un mensaje, pero no he oído nada y estoy preocupada"
Amy se muerde el labio. "Así que queremos ir a visitarla y quedarnos unos días, sólo para
asegurarnos de que todo está bien, pero con el dragón hembra acampando justo en frente
del Fuerte, siento que necesitamos a alguien aquí para vigilar las cosas y proteger a todos
en caso de que intente algo".
"Y ya que aparecimos..."
"Exactamente". Me da una mirada esperanzada. "¿Te importaría? Prometemos volver lo
antes posible. Sólo necesito saber que Claudia está bien. Es la primera persona que está
embarazada de un bebé medio dragón y me preocupa"
Y se toca el estómago.
Oh...
Creo que su hermana no es la única embarazada con un bebé medio dragón. "Me parece
bien si Liam puede manejarlo". Me vuelvo hacia mi dragón, mi compañero, y siento un feroz
orgullo al pensarlo. Es todo mío.
Me sonríe, con su hermosa piel dorada y sus dientes brillantes. "Si a Andrea no le importa
el estrés de mantenerme en tierra, estoy bien para quedarme"
"¿Estrés?" Espeto "¿Cómo es que es un estrés para mí?"
Porque vas a tener que mantenerme ocupado.
Oh. Me ruborizo de nuevo. Eso no me suena nada mal. Suena como... un placer.
Para ambos, mi hombre-dragón está de acuerdo.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 32
ANDI
La tarde se convierte en ocupadas distracciones, mientras Amy se apresura a prepararse
para su viaje. Hace una maleta mientras me cuenta todas las cosas que pasan en el Fuerte,
algunas de las cuales conozco, y otras no. La hija de Melissa acaba de empezar a menstruar
y está un poco hormonal. Dani y Mara se mudaron juntos (lo que yo sabía) y llevan anillos,
lo que yo no sabía, pero me alegro por los dos. Sabía que estaban muy unidas, pero supongo
que no me di cuenta de lo unidas que estaban. Gwen estará encantada, y me gustaría que
estuviera aquí para compartir con ella. Tal vez cuando terminemos aquí, podamos visitar a
Claudia y Kael nosotros mismos, y de alguna manera hablar con Gwen y Vaan en Fort
Dallas para una reunión... pero sólo si es seguro para Liam.
No me arriesgaré con él.
Parte de la comida se ha estropeado, así que Amy ha estado explorando las áreas locales y
tiene un mapa marcado de lugares con suministros. Si el rojo despega, podemos salir a
recoger algunos. Si no, bueno, todavía hay mucho maíz y frijoles poco excitantes y algún
que otro ciervo que se acerca demasiado al Fuerte. Amy se preocupa como una madre
primeriza que nunca ha salido de casa, y es divertido. "Al bebé de Jemma le están saliendo
los dientes", me recuerda. "Así que va a ser muy quisquilloso. Sus compañeros de cuarto le
han estado dando la lata, así que quizá tengas que intervenir"
"O darle una nueva habitación", bromeo. "Ella puede tener la mía".
Amy parpadea, y luego me agarra del brazo. "Eres un genio. ¿Tienes el espacio?"
"Dani se mudó hace semanas para estar con Mara, ¿recuerdas?" Le señalo. "Y Gwen se ha
ido. Y voy a estar con Liam, para poder quedarme con él. Problema resuelto"
Sonríe brillantemente, y luego saca su mochila llena de cosas de su cama. Dijo que sólo se
iba por una semana, pero a la moda femenina, ha preparado suficiente ropa como para
abastecer un fuerte por su cuenta, además de alimentos, una cantimplora, artículos de
aseo y zapatos extra. En el momento en que se la pone en el hombro, Rast entra en la
habitación, con una mirada irritada. Está completamente desnudo, su gran melena salvaje
de pelo cayendo en cascada por su espalda. Le arrebata la bolsa, y un gruñido le sale de la
garganta.
"Oh, tú", dice Amy, exasperada. "No es tan pesada".
No digo nada. Parece bastante pesada, y Amy es delgada y delicada. Miro a Liam para ver
cómo está manejando la aparición de Rast.
Estoy bien, me promete, y sus pensamientos son fuertes y tranquilos. Pero me agarra por
la nuca, en un gesto íntimo y posesivo, y decido que me gusta. Si el hecho de ser manoseada
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y poseída y de ser constantemente reclamada como su propiedad mantiene a mi Atalim

tranquilo, estoy a favor.
Secretamente, me gusta, de todas formas.
No tienes secretos conmigo, ronronea en mi cabeza. Voy a recordar que te gusta que te
manoseen la próxima vez que esté entre tus muslos.
Tú... empiezo y luego paro. Puedo sentir el estallido de molestia de Rast mientras discute
silenciosamente con Amy, pero más allá de eso, hay algo más. Algo... nuevo.
Los ojos de Liam se ponen negros, y Rast se queda quieto.
Yo también me quedo quieta. Es como si hubiera una onda que pasa por todas nuestras
mentes.
"¿Qué es?" Amy pregunta, curiosa. "¿Qué está pasando?"
Me estremezco, de repente tengo frío. Y voraz. Se me hace agua la boca y estoy tan alterada
que tengo ganas de llorar. Es muy extraño. Me froto los brazos, desconcertada. "Me estoy
congelando. Y tengo hambre".
"Es... una niña", dice Liam lentamente. "Una nueva". Me mira con asombro. "Es quien está
hablando".
"¿Una niña?" pregunta Amy, y luego se hunde. Su compañero la atrapa antes de que caiga
en la cama. "¿El hijo de Claudia?"
Una recién nacida, me dice Liam, sus pensamientos están llenos de asombro. Su mente es
muy fuerte... nunca he sentido nada parecido. Se lleva una mano a la frente mientras otra
ráfaga de ira y hambre se cierne sobre mí. "Es una pequeña transmisora".
"¿Pero ella está bien?" pregunta Amy, y antes de que nadie pueda responder, mira a Rast y
él asiente con la cabeza.
Ella está bien, me tranquiliza Liam antes de que pueda preguntar. Sólo hambrienta y con
frío y enfadada con el mundo, como todos los nuevos jóvenes.
"No puedo creer que la escuches desde aquí", le digo, sorprendida. Tampoco puedo creer
que yo la esté captando.
"Tal vez sea la mezcla de sangres", dice Liam lentamente, con la mirada fija en mí. "Tus
habilidades se han magnificado con mi sangre en ti, y se han incrementado ahora que nos
hemos apareado y te has llevado mis fuegos. Tal vez esto es lo que los humanos y los
Drakoni crean cuando se juntan"
Un bebé con una mente fuerte y suficiente poder psíquico para tocar a gente de cientos de
kilómetros de distancia.
Y un nombre, me dice Liam. Está casi gritándolo en nuestras cabezas. Se estremece, y
mientras lo hace, tengo un débil ‘vistazo’ mental de lo que está escuchando. Es el
equivalente psíquico del llanto de un bebé enojado, y a través de todo esto, hay un nombre.
Prácticamente está apaleando a mi pobre Liam con él.
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Sallavatri.
Un nombre bueno, fuerte y largo, me dice Liam, y luego me hace sonreír. Su padre va a estar
muy ocupado con ella.
∗∗∗∗∗∗∗
AMY Y RAST FINALMENTE SE VAN, después de que Amy volvió a preparar su mochila, esta
vez metiendo tantas cosas de bebé como pudiera caber en ella. Los "gritos" mentales de
Sallavatri continúan por un tiempo, pero el hambre se desvanece y supongo que se calmó
lo suficiente como para comer. Gracias a Dios que los bebés duermen mucho, porque no sé
cómo manejaría la constante ráfaga de hambre y mal humor de los recién nacidos. Sólo
puedo imaginar lo que Liam está sintiendo.
No es tan malo, en realidad. Me gusta. Me recuerda a mi hogar. Los jóvenes de allí tocan las
mentes con su comunidad, pero no tan vocales como Sallavatri. Sus pensamientos son
divertidos. Es muy fuerte.
Fuerte a pesar de lo "temprana" que es, aunque nadie está completamente seguro de que
sea temprana. Parece que la gestación de los Drakoni es mucho más corta que la gestación
humana, aunque Liam no puede decir cuán corta. No soy una hembra. No sé estas cosas.
¿Un mes? ¿Dos meses? Aunque los fuegos se aceleran rápidamente en nuestras hembras.
Lo que significa que si tenemos un bebé, tengo unos meses para acostumbrarme a la idea,
y luego boom, soy la madre de alguien que llega con el equivalente psíquico de un megáfono
y su propio nombre para arrancar.
A mí... en realidad no me molesta la idea.
A mí tampoco, me dice Liam. Está jugando con mis dedos mientras estamos en el tejado,
mirando las estrellas. Jemma se ha apoderado de mi vieja habitación y he metido mis cosas
en el maletero, que está en la habitación de Benny, esperando a ser llevadas a nuestro
nuevo hogar. Nos quedaremos en Fort Shreveport hasta que Rast y Amy regresen, pero
luego nos iremos de nuevo para hacer nuestro nido en 'nuestro' territorio. Es otra idea que
no odio. De hecho, cuanto más lo pienso, más me gusta. ¿Tiempo a solas con Atalim?
¿Viviendo sin muros y vallas por primera vez en años y años? ¿Privacidad para hacer el
amor tan ruidosamente como queramos?
Estoy a favor de todas esas cosas.
Pero hasta entonces, nos quedamos en el Fuerte, y como está muy cargado por dentro,
hemos sacado unas cuantas mantas y almohadas al tejado. Me recuerda a aquella noche
hace tantas semanas, cuando Liam se sentó conmigo y me aseguró que todo iría bien con
Benny. Que nunca se iría de mi lado.
Se siente como si hubiera pasado un millón de años desde entonces... y también se siente
como si no hubiera pasado nada.
Mira, me dice Liam, apuntando al cielo. ¿Puedes verlos?
Miro hacia donde está apuntando y por un largo momento, no hay nada. Entonces, siento
una nueva presencia, como si viera un destello de un ala a la luz de la luna.
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Un dragón.
Luego, otra presencia roza mi mente. Un segundo dragón.
Jadeo, cogiéndole su otra mano y apretándosela. “¿Dos dragones?”
No te preocupes. ¿Puedes sentirlos? No son peligrosos para nosotros.
Les siento, pero no hay la opresiva nube de ira y coraje que normalmente viene con la
aproximación de un dragón. No hay nada, salvo calma… y curiosidad. ¿Quiénes son? ¿Los
conocemos? ¿Están cuerdos?
He preguntado sus nombre, pero me han ignorado. Eso, o ellos no los saben. Van camino de
ver a la niña. Sallavatri. Su toque mental debe haberlos llamado.
Oh. Los instintos Drakoni deben estar haciendo efecto cuando se trata de un nuevo bebé.
¿Están Claudia y Amy en peligro, entonces?
No lo creo. Los pensamientos de Liam están igual de tranquilos. Sólo quieren ver quién toca
sus mentes. No creo que le hagan daño.
Sostengo la mano de Liam con fuerza y trato de captar la emoción en sus pensamientos,
para ver si quiere seguir e ir a visitar al bebé él mismo, o si la cercanía de los otros dragones
volando por encima va a incitar a la locura.
Estoy bien, lo prometo. Me acerca, me arropa contra él. No tengo ningún deseo de ver al bebé,
ni de atacar a nadie, a menos que decidan venir a verte más de cerca. Entonces, podría tener
que mostrar mis colmillos.
Me parece justo. ¿Crees que veremos más dragones visitando al bebé, entonces?
Sin duda alguna. Se ríe, el sonido reverberando en mi cabeza y su gran pecho. No envidio a
los padres. Espero que esperen mucha compañía, porque la van a tener.
Eso podría significar que Amy y Rast se han ido por más tiempo, le digo, un poco preocupada.
¿Estás de acuerdo con eso?
Lo estoy, me dice, y sus pensamientos están tranquilos. Estar en mi forma de dos piernas
ayuda... como lo hace tenerte a mi lado. Intentaré mantenerme en esta forma tanto como sea
posible.
Eso me preocupa un poco. El rojo de Gabe todavía acecha en las fronteras del Fuerte, lo
suficientemente lejos como para no ser conflictivo, pero demasiado cerca como para sentirse
cómodo. "¿Y qué hay de la amiguita de Gabe? ¿También va a ver al bebé de Claudia y Kael?"
No lo creo. No he intentado contactar con ella esta noche, pero no tengo la impresión de que
Teva se vaya a ir.
¿Teva? Escuchar un nombre me da una puñalada de celos. ¿Así que ella tiene un nombre?
¿Cuándo ocurrió esto?
De repente Liam se da la vuelta y estoy debajo de él en las mantas, sus brillantes ojos
dorados me sonríen. "Puedo sentir tus celos, ya sabes".
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"Bueno, deberías. No los estoy ocultando". Le presiono el pecho a medias. "Si está tan loca,
¿cómo es que tiene un nombre? ¿Estáis vosotros dos charlando a escondidas?"
Liam resopla. Se inclina y frota su nariz contra mi mandíbula, y luego me da un beso en el
cuello, justo donde me mordió hace unos días y me dio su fuego. "¿Quieres oír lo que dice?"
Sus dientes rozan ligeramente mi piel, enviando escalofríos a través de mí incluso cuando
me abre su mente.
Una nueva mente se enrosca en los pensamientos de Liam. Es definitivamente femenina...
y desolada y tan trastornado como ninguna cosa que haya sentido.
Hay un bebé. Quiero un bebé. ¿Dónde está mi pareja? ¿Por qué no me reta? Quiero un bebé.
¿Dónde está mi compañero? Hay una pausa, y luego comienza de nuevo, un poco más
salvaje que antes. Hay un bebé. Quiero un bebé. ¿Dónde está mi pareja? ¿Por qué se esconde?
Sacudo la cabeza ligeramente, y él cierra el enlace, silenciando a la hembra. Su lengua se
mueve sobre mi piel, enviando escalofríos de placer por mi columna. "Muy bien, punto
probado. No hay necesidad de estar celosa. ¿Así que no cree que seas su pareja?"
Definitivamente no. Ella huele mis fuegos en ti. Sabe que estoy comprometido.
Entonces... ¿Gabe?
Está fascinada con él, pero no creo que se le haya ocurrido que pudiera ser su pareja. Creo
que son sólo las divagaciones de una mente desequilibrada.
Pero sabe que hay un bebé, así que no está ida del todo.
Me sube la camisa y arrastra su lengua áspera sobre mi pezón, distrayéndome. Gimo,
sosteniendo su cara contra mi pecho mientras cierro los ojos, perdiéndome en su tacto.
No lo va a tener conmigo. Los pensamientos de Liam son sedosos y llenos de necesidad
mientras besa una punta dolorida y luego manosea la otra. Tengo a alguien más a quien
preferiría darle un bebé.
Jadeo, tanto por sus palabras como por el suave mordisqueo de sus dientes contra mi
pecho. ¿Quieres tener un bebé?
Levanta la cabeza, sus ojos son de oro puro al encontrarse con los míos. ¿Tú no?
Bueno... sí. Pero, ¿y si se transmite al mundo como el bebé de Claudia? ¿Sallavatri?
Liam baja su cabeza de nuevo y besa un camino hasta mi ombligo. Sé que se dirige a mi
coño, porque el hombre podría pasar todo el día allí y nunca tener suficiente. Sallavatri está
cuerda, por lo que puedo decir. Ella está sana. Y si nuestro bebé trajera mucha compañía,
sería la niña más segura en dos mundos, porque nadie la lastimaría. No hay nada más que
alegría en las mentes de los dragones que correrían a visitarnos. Estarían emocionados por
su presencia.
Entonces hagamos un bebé, le digo, completamente sin aliento.
Mi dulce Atalim le da un beso a mi montículo, y luego me da una larga y deliciosa lamida
que hace que mis piernas se separen y mi cuerpo cante.
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No es así como se hace, me mofo de él, jadeando.

Tan impaciente, me dice. No te preocupes, mi dulce compañera. Te daré todo lo que tengo.
Y mientras miro las estrellas en lo alto, él lo hace.
∗∗∗∗∗∗∗
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Epílogo
CLAUDIA
"¿Puedo sostenerla?" Pregunto, sacando los brazos. "Estás acaparando a la bebé".
Nada de acaparar. Le gusta estar con su papá.
Kael se mueve hacia mí, con la mirada fija en la pequeña criatura en sus grandes brazos.
Reprimo mi exasperación porque la imagen de él entrando en trance por su hija es
demasiado dulce para expresarlo con palabras. El bebé se aferra a su garra esquilada,
mirándolo con adoración.
"¿Tiene hambre?" Mis pechos me duelen y gotean, lo cual es una nueva sensación. Por otra
parte, todo esto lo es. Todavía me estaba acostumbrando a estar embarazada y entonces en
el espacio de lo que fue un mes, mi vientre se salió como un termómetro de pavo, y lo
siguiente que supe fue que estaba de parto.
Ahora, Sallavatri está aquí, gorda y descarada y con una cabeza llena de pelo dorado
brillante, un nombre que aparentemente eligió, y unos pulmones mentales que traen a cada
dragón en kilómetros hasta nuestra torre para verla.
Kael se sienta en la cama junto a mí y la entrega. Ella extraña tu calidez.
Trato de no sentir celos cuando la entrega. "Es tan injusto que tú puedas oírla y yo no
pueda".
Ella está transmitiendo sus pensamientos como cualquier joven Drakoni, me dice, acariciando
mi mejilla mientras pongo a mi hija al pecho. Sallavatri se agarra, amamanta y me mira
mientras se alimenta. Hace tiempo que no veo un bebé humano, pero parece estar más
llena de cara y mucho más alerta que la mayoría de los recién nacidos. O tal vez esa es la
madre orgullosa que hay en mí. De cualquier manera, sonrío y pienso en pensamientos
alentadores en su dirección mientras me cuida y me observa.
Estoy aquí, me dice Kael. Sus ojos son de oro puro mientras me mira alimentar a nuestra
hija. Incluso si no puedes oírla, puedo compartir mi conexión con ella. No te quedarás fuera.
Le sonrío. "No estoy tratando de hacer pucheros. Ella es absolutamente asombrosa y quiero
ser tan de su mundo como tú"
Eres todo para los dos, mis fuegos, me dice, y cuando me mira posesivamente, me siento
cálida y contenta.
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Pensé que tenía un poco más de tiempo para acostumbrarme a la idea de ser una madre,
pero no puedo estar triste porque haya llegado a ello tan pronto.
Ella es la perfección.
∗∗∗∗∗∗∗
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SERIE FIREBLOOD DRAGONS 06

Ciertamente no puedo tomar una compañera. Andrea no puede ser mía.

de un Apocalipsis, necesitáramos lucir apropiadamente apocalípticos o algo así. Así que

"Por supuesto que está en el Fuerte. ¿Con el ataque de un dragón acercándose? Es

sentimientos, dándome cuenta de que ha estado actuando porque se siente

No lo discuto más. Una parte de mí se alegra de no tener que enfrentarme a ellos

Me acurruco más cerca, respirando el aroma ligeramente picante de su piel, y él me acaricia

"No". El sonido es suave y muy sexy. Su mirada prácticamente me devora y su mano se

Me brinda una sonrisa complacida, y cuando pongo mi mano en la suya, mi piel se

"¿Otro?" Me ahogo con el pastel seco.

Me humedezco los labios, tratando de averiguar la mejor manera de responder. "Los

con cada hambriento estoque de su lengua, buscando cualquier indicio de humedad y

de imaginar dónde me mordería. ¿Justo debajo de mi oreja? ¿O más abajo, cerca de mi

"Se llama Scooter", dice el hombre.

Se encoge de hombros. "Sólo una corazonada. Vamos... Su método habitual de saludar es

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Me pongo de rodillas, cogiendo la parte delantera de su camisa. La beso, de forma brusca.

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"¿Cual no?" pregunta Gabe.

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Pestañeo lágrimas de frustración mientras acecho por el callejón. Las unidades de

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Nos separamos y yo me muevo al corral de la vaca, llevándola adentro y cerrando la puerta

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