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La personalización de la política: una

propuesta de definición para su estudio


sistemático
Personalization of politics: a definition
proposal for a systematic study

Marta Rebolledo1
Recibido: 25-05-2017 – Aceptado: 17-07-2017
DOI: https://doi.org/10.26441/RC16.2-2017-A7

RESUMEN: A pesar de la relevancia de la personalización en la investigación en Comunicación


Política, así como otros ámbitos de estudio, existe un estado de confusión en la literatura sobre este
concepto. El principal motivo reside en que no existe un consenso en torno a una definición o un
concepto ampliamente compartidos. A ello se añade los diferentes enfoques desde los que puede
abordarse la personalización política. Dichos enfoques se corresponden con los actores principales
que intervienen en los procesos políticos, esto es, el sistema de medios, el sistema político y los
ciudadanos. En consecuencia, los resultados y conclusiones son variados y, en ocasiones, dispares.
Por tanto, esta falta de claridad conceptual supone una limitación para avanzar en el estudio de la
personalización política, de ahí que esta investigación tenga como objetivo proponer una definición
que sirva de referencia para posteriores estudios sobre este fenómeno.

Palabras clave: comunicación política; personalización; estrategia electoral; marketing político;


campañas electorales.

ABSTRACT: Despite the relevance of personalization in research in Political Communication, as well


as other fields of study, there is a state of confusion in the literature on the concept. The main reason is
that there is no consensus around a widely shared definition. In addition, the personalization of politics
can be approached from different perspectives, corresponding to the main actors involved in the
political processes, that is, the media system, the political system and the citizens. Consequently, the
results and conclusions are varied and, even occasionally, disparate. Therefore, this lack of conceptual
clarity represents a limitation for progressing in the study of personalization. Hence the aim of this
research is to propose a definition serving as a reference for further studies on this phenomenon.

Key words: political communication; personalization; electoral strategy; political marketing; election
campaigns.

1
Marta Rebolledo es Licenciada en Periodismo y Doctora en Comunicación por la Universidad de Navarra.
Imparte asignaturas Political Communication, Global Communication, Contemporary Political Systems en la fa-
cultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. mrebolledo@unav.es, http://orcid.org/0000-0003-0986-
7332.

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Marta Rebolledo

1. Introducción plejo y multicausal, suelen señalarse


La personalización es una tendencia como principales desencadenantes de
en auge de la política contemporánea a la personalización el rol de los medios
la que se le dedica cada vez mayor can- de comunicación –con especial énfasis
tidad de literatura. La personalización en la televisión– (Keeter, 1987; Brants y
de la política hace referencia al prota- Voltmer, 2011) y el debilitamiento de
gonismo que han adquirido los líderes las identificaciones del electorado con
políticos en relación con sus partidos. los partidos políticos (Wattenberg 1991;
El líder político se sitúa en este contexto Wattenberg, 1998; Mughan, 2000). Si
en el centro del proceso político. Si an- bien, la personalización también puede
teriormente aspectos como la ideología, entenderse como parte del proceso de
la pertenencia a una clase social y la re- individualización de la vida social
ligión han sido factores determinantes (Bauman, 2001), o como resultado de
para la decisión del voto, en la actuali- la modernización socio-económica y
dad el político a nivel individual parece tecnológica, de las sociedades democrá-
ser un elemento vertebrador de las de- ticas occidentales (Mancini y Swanson,
cisiones políticas que toman los electo- 1996).
res (Wattenberg, 1998; Rico, 2009; Los partidos sufren una erosión de
Garzia, 2014). Esto es, sirve como clave identidades partidistas por parte de los
para interpretar de manera más com- ciudadanos, y la brecha entre represen-
prensible los hechos complejos que tantes y representados se amplía, según
acontecen en la esfera política. diversas dinámicas. Los cambios socia-
Debido a esta importancia del políti- les conllevan que los nexos con las for-
co en términos individuales, su imagen maciones políticas sean de otro interés,
se convierte en una preocupación cons- más allá del tradicional eje derecha-iz-
tante y una prioridad desde el punto de quierda. La complejidad social, fruto
vista de los asesores y estrategas en las de nuevos subgrupos e identidades, im-
campañas electorales. Sin embargo, la plica que las formaciones busquen am-
personalización no constituye un fenó- pliar su electorado, a la par que mante-
meno nuevo. La preocupación por la ner su posición relevante en el espacio
imagen del político, que constituye la público; un espacio más concurrido y
vía connatural de la expresión de la copado por nuevos actores. Los facto-
personalización, ha existido desde res a corto plazo priman más en este
siempre en política; cambia el contexto, contexto, donde la variable candidato
así como los medios para gestionarla. parece tener más peso, ante la pérdida
A la hora de definir el término de de confianza en los partidos.
personalización, no son pocos los auto- A pesar de la generalización de la
res que aluden a los posibles factores personalización en los últimos años,
que han favorecido esta tendencia este fenómeno es fruto de un proceso
(Garzia, 2011; McAllister, 2007). paralelo a ciertos cambios sociales, me-
Aunque se trata de un fenómeno com- diáticos y políticos, que resulta cada vez

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más visible. De hecho, la historia mues- gen principalmente la falta de una defi-
tra que la personalización constituye un nición compartida del significado de la
elemento inherente a la vida política. personalización. Aunque cada vez hay
Tal es así que resulta habitual interpre- más estudios que intentan vislumbrar
tar la historia en términos personales cuál es la situación de la personaliza-
(Halldén, 1998). Sin embargo, la apari- ción de la política hoy día (Balmas,
ción de los medios de comunicación, Rahat, Sheafer y Shenav, 2012;
especialmente los audiovisuales, provo- Orejuela, 2013) incluso en contextos
ca un salto cualitativo en el predominio que van más allá de las fronteras de
de la imagen, y con ello, de la persona cada país (Balmas y Sheafer, 2013;
frente a ideas, conceptos u organizacio- Stanyer, 2013) sigue sin establecerse un
nes colectivas. concepto ampliamente compartido por
No obstante, se aprecia una falta de la comunidad académica.
claridad conceptual cuando se acude a Para avanzar en el estudio de la per-
investigaciones que estudian este fenó- sonalización, resulta imprescindible va-
meno. La pluralidad de posturas es fru- lorar y articular la literatura que versa
to del uso de diferentes nomenclaturas sobre este tema con el fin de ordenar
para explicar las realidades a las que ideas, antes de analizar en profundidad
alude, los distintos enfoques y campos esta supuesta tendencia de la que dife-
desde los que se investiga, así como di- rentes autores han ido recopilando
versos recursos metodológicos emplea- pruebas a favor o en contra de su exis-
dos. La casi inexistencia de estudios tencia. Por tanto, este trabajo tiene
trasnacionales en los que se concuerden como principal objetivo describir y sis-
puntos comunes para su estudio tam- tematizar el estado de la cuestión y, asi-
bién incide en la diversidad de visiones mismo, aportar una definición al cam-
que hay acerca de este fenómeno. po científico que pueda servir como
Como consecuencia, las conclusiones referencia para el estudio de la perso-
sobre la personalización son variadas y nalización de la política.
no existe una posición firme al respec-
to; incluso se llega a cuestionar la mera 2. Consideraciones previas sobre los
existencia de la personalización en la rasgos personales
política actual. El debate académico, in- ¿Por qué los líderes políticos tienen
teresante y riguroso, sigue abierto. tanta relevancia en los procesos políti-
Algunos estudios niegan la existencia cos y en la esfera mediática?, ¿hasta qué
de tal tendencia (Kaase, 1994; punto son determinantes en unas elec-
Karvonen, 2010; Kriesi, 2012) otros la ciones?, ¿qué rasgos valoran más los
afirman (McAllister, 2007; Rahat y electores en un candidato? Cada vez
Sheafer, 2007) y un tercer grupo reco- son más las preguntas que aparecen en
noce la tendencia, pero creen que está torno al líder político, la imagen y la im-
sobrevalorada (King, 2002). portancia que tiene en los votantes, so-
Este caldo de cultivo tiene como ori- bre todo en estudios sobre comporta-

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miento electoral y psicología política. Resulta conveniente señalar dos


Schwartzenberg escribía en 1977: “En ideas acerca de las cualidades de la per-
otros tiempos, la política eran las ideas. sonalidad y que constituyen el trasfon-
Hoy son las personas. O más bien los do que hay detrás del funcionamiento
personajes” (p. 7). En esta línea, Manin de la personalización.
(1997) afirmaba veinte años más tarde En primer lugar, resulta conveniente
que “los votantes tienden cada vez más delimitar qué se entiende exactamente
a votar por una persona y no tanto por por las características o rasgos persona-
un partido o plataforma” (p. 219). Visto les y que funcionan como sustento de la
el interés que despierta el político a ni- imagen. En este trabajo, se utiliza indis-
vel individual, la cuestión que cabe tintamente características, cualidades y
traer a colación es qué hay alrededor de atributos personales o de la personali-
la “persona” política. dad, así como carácter. Dentro de las
Las características que se quieran características se incluyen todos los ras-
destacar del político se enmarcan den- gos procedentes del candidato, esto es,
tro de una estrategia definida y orienta- no se hace distinción entre unos rasgos
da para alcanzar un objetivo determi- políticos y otros no políticos, como dife-
nado. Éste, a su vez, se materializa rencian otros autores, y quedan englo-
mediante decisiones y acciones políti- bados todos ellos bajo el término “per-
cas, pero también a través de la imagen sonal”. Por tanto, quedan incluidos
del propio candidato. El siguiente paso desde rasgos de la personalidad, apa-
es entonces decidir la imagen que el lí- riencia externa hasta características so-
der desea mostrar a los ciudadanos, te- ciodemográficas. A estos se añaden
niendo en cuenta que el terreno de jue- también aspectos de la vida privada2.
go en el que se desenvuelve el candidato La postura adoptada en este trabajo
político, esto es, los medios de comuni- sobre los rasgos personales se basa
cación, condiciona esa imagen y ade- principalmente en dos elementos. Por
más le sirven para lograr legitimidad. un lado, la definición de las caracterís-
Los rasgos elegidos como parte de esa ticas personales aportada por Rico:
imagen van a caracterizar el tipo de li- “aquellos aspectos del candidato que
derazgo que se esté ejerciendo. En no tienen un contenido específicamen-
nuestra sociedad actual, se ha llegado te político y que emanan o son atribui-
incluso a denominar al líder político bles a su persona” (2009, p. 124).
como un personaje que forma parte de Según el politólogo español son aspec-
un show. tos no relacionados directamente con

2
Aunque se incluya la vida privada como un elemento configurador de la personalidad, es decir, una parte más de
los rasgos personales, se hará hincapié en ellos, en comparación con otros, bajo la denominación de “aspectos
de la vida privada”, para aludir exclusivamente a dichos rasgos dentro de la personalidad. La decisión de resaltar
unos rasgos personales sobre otros es debido a la atención que recibe el componente de la esfera privada en
investigaciones en torno a la figura del líder político.

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propuestas de acción (policies) ni con características personales. Los primeros


resultados de su actuación (performan- estudios sobre comportamiento electo-
ce), pero que, en cambio, influyen en la ral no prestaron demasiada atención a
percepción de la imagen porque ad- los líderes; se fijaron más bien en varia-
quieren sentido político. bles de tipo estructural como las identi-
Según Rico (2009), no tiene sentido dades sociales o predisposiciones psico-
dividir los rasgos entre políticos y no lógicas. El líder, sin embargo, se
políticos porque finalmente se les atri- identificaba como un aspecto superfi-
buye un significado político, esto es, cial e irracional en la decisión del voto
sirven para interpretar la realidad po- (Converse, 1964; Page, 1978). Esta vi-
lítica. Los electores, pero también los sión está relacionada con la teoría clási-
medios, conciben a los líderes en tér- ca de la democracia reflejada en los mo-
minos personales porque es la forma delos racionales del voto: el peso del
que tienen para comprender lo que razonamiento político de los ciudada-
acontece: “las referencias a la persona- nos recae en los issues, en las cuestiones
lidad de los líderes constituyen, por su políticas. En esta línea, Downs (1957)
difusión, simplicidad, fiabilidad y bajo publica An economic theory of democracy,
coste, una manera cómoda de gestio- en donde demuestra que los ciudada-
nar e intercambiar la información polí- nos actúan de forma racional ante las
tica” (p. 131). urnas al evaluar qué beneficios les pue-
Precisamente las características per- den reportar los distintos partidos polí-
sonales y el contenido político o issues se ticos que concurren a las elecciones. No
entrelazan debido al carácter transver- será hasta los años 80 cuando aparez-
sal de la personalidad: cualidades ob- can estudios sobre las consideraciones
servables en un contexto concreto pue- personales en el voto. Es entonces
den trasladarse a otro bien distinto. cuando las evaluaciones del candidato
Dicho de otro modo, la percepción de dejan de ser consideradas contenido
las cualidades personales se trasladaría irracional para convertirse en conteni-
del ámbito privado al público. De ahí do relevante para el desempeño de un
que conductas de los personajes públi- cargo político (Shabad y Andersen,
cos en su vida privada puedan tener 1979; Kinder, Peters, Abelson y Fiske,
consecuencias en la valoración que se 1980; Conover, 1981; Lau 1986).
haga de ellos en el ámbito público- La importancia de las características
profesional. Por esta razón, en el marco personales reside en que de ellas se in-
conceptual que se propone también se fieren consideraciones y conllevan con-
incluye una categoría sobre aspectos de secuencias políticas. Ayudan a la lectura
la vida privada como un componente política de los hechos. Esta idea está li-
más de la personalización. gada al carácter sustantivo de las imá-
Un segundo punto que cabe señalar genes. En palabras de Rico (2009), “la
es la discordancia existente entre aca- imagen personal incorpora una dimen-
démicos sobre la opinión acerca de las sión sustantiva, en la que se integran

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cualidades relevantes para el ejercicio 3. Estado de la cuestión de la persona-


de las tareas de representación y de go- lización en la literatura
bierno”, y matiza que “incluso las carac- La personalización, a pesar de ser un
terísticas más abiertamente triviales término citado de forma frecuente, sue-
pueden llegar a adquirir este papel, por le emplearse de manera general sin es-
la manera (difícilmente eludible) en pecificar exactamente a qué se refiere.
que estamos acostumbrados a relacio- A pesar de los diversos intentos por
narlas con otros atributos” (p. 126). El desentrañar su significado, aún no se
candidato no se considera un factor ca- ha alcanzado una definición comparti-
rente de sustancia política, sino que in- da. Precisamente la falta de consenso es
fluye en cómo se interpretan las cues- el origen de la variedad conclusiones
tiones de índole político. que se recogen en la literatura. Lo que
El hecho de que la imagen se consi- sí se ha originado de modo notorio es
dere un elemento sustantivo, es decir, un debate, a veces en términos un tanto
con contenido y no como un elemento maniqueos, en torno a los efectos que la
superficial, hace que esta variable se personalización puede tener sobre la
haya empezado a valorar de otro modo democracia; esto es, si aporta algún va-
en las investigaciones académicas. Pero lor a esta última o si se trata más bien de
esto no quiere decir que los issues no im- una amenaza para su mantenimiento
porten, al igual que las formaciones po- (Adam y Maier, 2010).
líticas a las que los candidatos pertene- La personalizacióna tiene que ver
cen y lideran. Wattenberg (2004) aclara con conceptos tales como la personali-
que “las personalidades sin duda im- dad del político y su imagen. En térmi-
portan, pero son los temas lo que se ha nos generales hace referencia a un pro-
convertido en el núcleo de la política ceso que funciona del siguiente modo:
centrada en los candidatos durante las el político se convierte en el elemento
campañas presidenciales” (p. 144). central de un mensaje a través de su
Según este autor, aunque los electo- imagen, articulada mediante una serie
res estadounidenses tengan en cuenta de rasgos específicos de su personali-
el elemento de la personalidad, en rea- dad e incluso aspectos ligados al ámbito
lidad, son los temas que abordan los privado. En otras palabras, la persona-
candidatos la base para su evaluación. lización radica en convertir al político
La ideología, si bien conlleva posiciones en el centro del mensaje mediante su
políticas cada vez menos marcadas que imagen, haciendo de él el elemento cla-
en el pasado, permanece relevante en ve para interpretar la realidad política
el modo en que se percibe a los políticos que acontece.
(Miller y Shanks, 1996; Giddens, 1998). Concretamente, el término procede
Ahora bien, la personalización políti- del verbo “personalizar” que significa
ca depende todavía hoy más si cabe del “dar carácter personal a algo”. Al aña-
manejo de la imagen y de su visibilidad dirle el sufijo “-ción”, que denota “ac-
mediática. ción”, se obtiene un concepto que hace

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referencia a un proceso que está tenien- otras. A su vez, a Napoleón III, erigido
do lugar. Como indica Mancini (2011), como presidente de la Segunda
dicho sufijo se usa para casi todas las República gracias a la introducción de la
nuevas tendencias, como la globaliza- elección del presidente por sufragio uni-
ción y espectacularización, entre otras, versal, se le recuerda por sus continuos
y “hace hincapié en que estamos frente viajes y desplazamientos mediante los
a un proceso de cambio” (p. 48). cuales potencia el contacto físico con el
En cuanto a su contexto temporal, país. Rosenvallon (2008) comenta al res-
no existe una fecha exacta de su naci- pecto que “de esa manera comienza una
miento ni un hito concreto que marque nueva página en la historia de la repre-
su aparición. De hecho, hay autores sentación política. El mecanismo adquie-
que señalan que “la personalización es re un cuerpo y rostro, y se inserta, a par-
tan vieja como la política en sí misma” tir de entonces, en una economía de la
(Radunski, 1980, p. 15; Briggs y Burke, presencia” (p. 262).
2002) y, por tanto, no la califican como Sin embargo, la práctica de la perso-
novedad. Hay obras antiguas que se nalización de manera recurrente e in-
han convertido en referentes en el cam- tencionada se liga a la aparición de la
po de la política, concretamente sobre televisión (Duverger, 1968; Keeter,
estrategia política, que respaldan la 1987; Dader, 1990; Hallin, 1992;
premura en el uso de la personaliza- Jamieson, 1996; Sartori, 1997;
ción, a pesar de que no se usara dicho Blumler y Kavanagh, 1999; Berrocal,
término en concreto (Cicerón, 64 a. C.; 2003). Se considera que este medio in-
Maquiavelo, 1513). tensificó su presencia en las estrategias
En la Antigüedad, los primeros indi- políticas y mediáticas. De ahí que
cios se encuentran reflejados en las prác- Dader (1990) señale que “lo que sí
ticas de algunos gobernantes. En aquella puede haberse iniciado y desarrollado
época, por ejemplo, las artes plásticas y progresivamente a lo largo del siglo
la arquitectura servían de vía para mos- XX es una intensificación radical de la
trar la imagen de emperadores y hom- personalización de la política” (p.
bres públicos, así como sus hazañas. La 352), que denomina como hiperperso-
acuñación de monedas era una práctica nalización y que relaciona con los me-
habitual para reflejar la imagen del go- dios audiovisuales.
bernante del momento en cuestión y Precisamente, a partir de los años se-
darse a conocer. Aparte de otros muchos senta, momento en el que se valora de
casos, y en un período bastante poste- nuevo la influencia de los medios tras la
rior, cabe resaltar el de Napoleón etapa de los efectos mínimos, aparecen
Bonaparte, que aunque hizo uso enton- publicaciones en las que empiezan a te-
ces de una incipiente prensa, utilizó un nerse en cuenta las características per-
sinfín de maneras destinadas a ensalzar sonales del candidato como un factor
su imagen de emperador, como ceremo- primordial en la decisión de voto, junto
nias, pintura, carteles y discursos, entre al partido y los temas (Campbell,

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Converse, Miller y Stokes, 1960). Sin los partidos, desplazando la atención


embargo, las investigaciones empíricas hacia los dirigentes y candidatos, y
relacionadas con el término concreto que marca la transición de una ‘demo-
de personalización no aparecen publi- cracia de los partidos’ a una ‘democra-
cadas hasta los años noventa cia del público’” (p. 1). Esta autora se-
(Wattenberg, 1991; Kaase 1994; ñala a los medios de comunicación
Pekonen, 1995). como el elemento configurador de la
En definitiva, la personalización se personalización.
corresponde con un fenómeno que se El componente de la visibilidad
adscribe al siglo XX; se conforma en los también queda incluido en la defini-
años sesenta y se acentúa a partir de los ción propuesta por Rospir (1999):
noventa. “La personalización de la política y la
imagen ha engendrado un nuevo tipo
3.1. Definiciones y componentes de concepto y liderazgo político que
Cuando se habla de la personaliza- se caracteriza por su visibilidad. El lí-
ción de la política, se relaciona el térmi- der político y electoral existe para ser
no con varios aspectos, denominados observado, para simbolizar acciones y
aquí componentes. A continuación se propuestas de su partido o de su go-
sistematiza las concepciones de los prin- bierno” (p. 79). En este caso, se hace
cipales autores que han escrito acerca hincapié en el papel que juegan los
de este fenómeno. medios de comunicación en la confi-
Rahat y Sheafer (2007), en su estudio guración del liderazgo de un político.
sobre la personalización en Israel, en- El líder necesita de un reconocimien-
tienden este término como “un proceso to, y éste sólo se consigue en la actua-
en el que el peso del actor individual en lidad a través de la visibilidad que
el ámbito político aumenta a lo largo otorgan los medios.
del tiempo, mientras que la centralidad Otro grupo de autores introducen
del grupo político, como puede ser el un elemento más en su concepción.
partido político, disminuye” (p. 65). Balmas, Rahat, Sheafer y Shenhav
Esta definición refleja la nueva posición (2012), situándose desde el componen-
que están adquiriendo los partidos, te de la visibilidad, se preguntan por los
frente a la visibilidad de los políticos a sujetos concretos a los que alude esta
nivel individual y va en la línea de lo tendencia, llegando a distinguir dos ti-
propuesto por otros autores. Así, pos de personalización política: la per-
Karvonen (2010) asocia la personaliza- sonalización centralizada y la personali-
ción con la preeminencia de los actores zación descentralizada. La primera se
políticos individuales a expensas de los refiere a la centralización del poder po-
partidos e identidades colectivas. lítico en las manos de unos pocos líde-
Zuccarini (2011), a su vez, considera res; implicaría que el poder emana des-
la personalización como “un proceso de el grupo (partido político) hacia un
que ha eclipsado las organizaciones de único líder (candidato del partido,

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primer ministro, presidente). La se- 213). La posición que adoptan es que


gunda consiste en la difusión del poder la personalización se entendería en
entre los diversos miembros de un gru- términos de referencia a la personali-
po, esto es, al poder que emana desde dad, aludiendo concretamente a carac-
el grupo hacia políticos individuales terísticas no políticas de los candidatos
que no son los líderes del partido o del por encima de sus posturas respecto a
ejecutivo (candidatos, miembros del issues.
parlamento, ministros). En otras pala- En relación con esta cuestión, apare-
bras, la dispersión del poder entre los ce un aspecto controvertido puesto
miembros de un grupo. que se oponen dos tipos de caracterís-
Según esto, la personalización polí- ticas: las pertenecientes al ámbito per-
tica toma dos posibles direcciones: sonal y las relativas al ámbito profesio-
por un lado, una dinámica centraliza- nal, es decir, aquellos rasgos ligados
da reforzando el liderazgo; por otro con la persona del político y los que
lado, en sentido contrario, empode- corresponden con el propio desempe-
rando a los miembros que conforman ño de la función política. Este punto
el grupo. Este hecho implica un cam- conlleva una dificultad añadida: la fal-
bio significativo especialmente para ta de consenso sobre cuáles serían los
las democracias parlamentarias que rasgos profesionales y cuáles, los per-
tienen como pilar central los partidos sonales. En este trabajo, se asume que
y cuyo desarrollo institucional se tal separación no es apropiada ni cohe-
construye en torno a ellos. La perso- rente; tal contraposición resulta forza-
nalización implicaría, por tanto, un da en tanto que como se ha expuesto
declive del rol de los partidos e inclu- en el epígrafe anterior, los aspectos
so de instituciones como el gobierno o personales engloban todo lo que tiene
el parlamento. que ver con la personalidad del candi-
El eje principal en estas definiciones dato y además estos están entrelazados
radica en las referencias hacia los polí- con las cuestiones políticas. Esta posi-
ticos o candidatos que se hacen en lu- ción queda reflejada en la propuesta
gar de a los partidos, las instituciones o de definición aportada más adelante.
issues; es decir, referencias que se ha- En consecuencia, no nos parece conve-
cen a nivel individual –como nombrar niente oponer de manera taxativa ras-
a un dirigente–, sobre referencias a ni- gos personales y rasgos profesionales o
vel colectivo –citar una institución– . políticos, como aparece reflejado en
Esta es una de las aplicaciones que tie- parte de la literatura académica; los
ne el término, según Adam y Maier rasgos son todos personales en cuanto
(2010). Estos autores identifican ade- que forman parte de la personalidad
más otro sentido: “la personalización del candidato. Sería preferible tratar
supone un cambio del foco de la políti- las cualidades en términos de más o
ca desde los temas hacia la gente y des- menos personales, como si de una es-
de los partidos hacia los políticos” (p. cala se tratara.

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En esta línea, Langer (2010) establece nales de los líderes políticos – y, por
esa división relativa a las cualidades de otro, “privacidad”4 – que tiene que ver
un gobernante3. Bajo la etiqueta “enfo- con todos aquellos aspectos que aludan
que de liderazgo” (leadership focus), la au- al ámbito privado de los dirigentes.
tora identifica aquéllas vinculadas con el Siguiendo en la línea de la personali-
quehacer profesional, mientras las pro- zación enfocada a la dimensión de la
pias de la esfera privada del dirigente las personalidad y en contraposición con
engloba bajo la categoría de “politiza- las anteriores propuestas, Mayerhöffer
ción de la persona privada” (politicization y Esmark (2011) entienden el fenóme-
of private persona). no como “una orientación de las cam-
El primer grupo enfatiza los rasgos pañas políticas, noticias de los medios y
de la personalidad directamente rela- votantes hacia una política de persona-
cionados con la capacidad para gober- lidades; se trataría por tanto de una co-
nar, tales como, la integridad, la fuerza, municación alternativa que se contra-
el carisma, la competencia, la inteligen- pone con la centrada en instituciones
cia y las habilidades comunicativas. En políticas, temas o ideologías”. Estos au-
cuanto al segundo, la atención recae en tores matizan que dentro de la persona-
las cualidades originadas en el ámbito lidad, queda incluida cualquier refe-
privado y que contribuyen a retratar a rencia a competencias, rasgos y
los líderes no como representantes de características de los políticos, ya sean
una ideología o partido, ni como esta- del ámbito público – como la capacidad
distas, sino como seres humanos. Dicho de liderazgo –, como del privado – el
de otro modo, Langer entiende la di- humor, la sexualidad, los antecedentes
mensión de la politización de las perso- familiares –. En su caso, tienen en cuen-
nas como aquellas alusiones a la vida ta los dos ámbitos y quedan articulados
personal de los líderes. En su estudio mediante un espectro de la personali-
toma como referencia un índice com- dad en el que sitúan en un extremo las
puesto por cinco variables: familia, apa- capacidades consideradas públicas y, en
riencia personal, estilo de vida, forma- otro, las privadas. Este espectro permi-
ción y religión. te tener en cuenta una gama de caracte-
Los componentes propuestos por rísticas personales distintas y lograr así
Langer se equiparan a lo que Bjerling una visión matizada de la personaliza-
(2011) denomina, por un lado, “orien- ción al localizar rasgos situados entre
tación hacia la persona”, – que se refie- los dos extremos.
re a las alusiones a los atributos perso- Van Zoonen y Holtz-Bacha (2000),

3
Aunque se traiga a colación la investigación de Ana Inés Langer, hay otros autores que distinguen también entre
cualidades profesionales y cualidades personales (Sigel, 1969; Rahn, Aldrich., Borgida y Sullivan, 1990;
Brettschneider, 2002; Reinemann y Wilke, 2007).
4
El término anglosajón exacto que utiliza el autor es intimization . Se ha optado por la palabra “privacidad” para
referirnos a dicho término, al no disponer en castellano de una traducción ad hoc .

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La personalización de la política: una propuesta de definición para su estudio sistemático (147-176)

sin embargo, tienen en cuenta sólo un aquellos aspectos que Holtz-Bacha de-
tipo de rasgos dentro de la personaliza- nomina bajo la etiqueta de privatiza-
ción: los rasgos personales del político, ción, todo contenido relativo a la vida
entendidos como no políticos. Según privada. De ahí que Rico incluya dentro
estas académicas, la personalización de los rasgos personales los atributos de
viene a ser “una compleja interacción la personalidad, la apariencia externa,
entre las características personales de las características sociodemográficas y
los políticos y su mediación mediante los aspectos relacionados con la biogra-
varias prácticas institucionales como las fía personal y la vida privada. El autor
estrategias de campañas y la cobertura subraya en su tesis que carecer de con-
mediática, mediante las cuales los vo- tenido político específico se refiere a
tantes construirán sus percepciones de que las características no tienen que ver
los políticos” (Van Zoonen y Holtz- directamente con propuestas de acción
Bacha, 2000, p. 47). De hecho, Holtz- en el ámbito político, ni con los resulta-
Bacha en trabajos posteriores deja pa- dos de su actuación en ese mismo terre-
tente la separación entre cualidades no, pero ello no significa para que sean
políticas, como por ejemplo la compe- irrelevantes, como se ha comentado
tencia, la integridad, carisma y atribu- previamente. Este punto es clave para
tos psicológicos, entre otros; y las cuali- entender la personalización.
dades personales, como la humildad o Kriesi (2012) y Van Aelst, Sheafer y
la amabilidad (Holtz-Bacha, Langer y Stanyer (2012) también recogen las dos
Merkle, 2014). La académica alemana aplicaciones del término recogidos por
identifica aparte una categoría que Adam y Maier: la visibilidad y las refe-
engloba dimensiones de la vida privada rencias a los rasgos personales. Los últi-
del político, como la familia, la aparien- mos entienden que “el foco de la cober-
cia física, la religión, estilo de vida, en- tura de noticias se ha desplazado desde
tre otros, y que denomina como privati- los partidos y organizaciones a los candi-
zación (Holtz-Bacha, 2004). datos y dirigentes, y además, los políticos
Rico (2009), al igual que las autoras están cada vez más retratados como per-
anteriores, toma las características per- sonas privadas” (Van Aelst, Sheafer y
sonales como elemento clave de la per- Stanyer, 2012, p. 204). Utilizan dos eti-
sonalización y las considera como quetas para referirse a estas dos vertien-
“aquellos aspectos del candidato que no tes: “individualización”, como el cambio
tienen un contenido específicamente en la visibilidad mediática desde los par-
político y que emanan o son atribuibles tidos o gobierno a políticos individuales;
a su persona” (p. 124). Ahora bien, cabe “privatización”, cuando los políticos, a
matizar que el académico español utili- pesar de ostentar una función pública,
za la expresión características persona- se representan en su ámbito privado.
les para aludir a todos aquellos rasgos En esta línea, Karvonen (2010) tam-
del candidato sin excepción alguna, es bién tiene en cuenta estos dos aspectos
decir, que toma en cuenta también planteados en torno a la personalización.

Revista de Comunicación 16 (2), 2017 157


Marta Rebolledo

Según este autor, “los actores políticos imprescindible aclarar los prismas desde
individuales se han convertido en ele- los que puede investigarse y decidir cuál
mentos más prominentes a expensas de –o incluso cuáles– van a adoptarse.
los partidos y las identidades colectivas” La personalización política puede
(p. 4). Además, recalca que este fenóme- analizarse desde el sistema de los me-
no indica un proceso en auge a lo largo dios, el sistema político y el electorado.
del tiempo que se refleja en numerosos Por el sistema de medios se entiende la
aspectos. Por ejemplo, el hecho de que cobertura mediática de los sucesos políti-
las instituciones pongan más énfasis hoy cos realizada por los periodistas median-
día en políticos individuales que en co- te las prácticas y actividades habituales
lectividades; al igual que las campañas de su profesión. El sistema político abar-
electorales se centren más en los candi- ca las estrategias llevadas a cabo por
datos y líderes en lugar de los partidos, aquellos actores políticos, como pueden
o los medios, en los políticos individua- ser partidos, dirigentes y líderes, ya sea
les y cualidades; que la gente perciba la en periodo electoral o no electoral, den-
política como una competición entre tro o fuera de instituciones como el eje-
políticos más que como un conjunto de cutivo en caso de que hayan alcanzado el
intereses colectivos; o que los electores poder. El comportamiento político del
decidan su voto en función de la evalua- electorado está relacionado con el modo
ción que hagan de los candidatos, entre en que los votantes perciben a los políti-
otros. cos y deciden su voto. En esta tipología
En definitiva, los estudiosos de la acuñada por Rahat y Sheafer (2007) se
personalización valoran aspectos dife- asentará la propuesta conceptual que se
rentes. En esta investigación, basándose defiende en este trabajo.
en las consideraciones previas, se consi- Por tanto, puede tomarse la perspec-
dera que la personalización consta de tiva de cualquiera de estos tres actores
tres componentes: la visibilidad del lí- – los medios, los políticos y el electora-
der o candidato con respecto al grupo do – para investigar la tendencia de la
político; las características personales – personalización, ya que ayudan a arti-
en referencia a cualquier rasgo de la cular su estudio en tres grandes enfo-
personalidad; sin distinguir entre ca- ques. Sin embargo, estos no pueden
racterísticas políticas y no políticas–; y considerarse como elementos compar-
aspectos de la vida privada del político. timentados; sino que hay una influencia
transaccional entre los diversos actores
3.2. Enfoques para el estudio que intervienen, cada uno a su manera.
Una vez analizados los componentes – Cada enfoque puede estructurarse a su
visibilidad, características personales y vez en diferentes niveles, que se deta-
vida privada–, se diferenciarán los distin- llan más adelante. Esta articulación se
tos enfoques desde los que puede anali- considera una referencia pertinente y
zarse nuestro objeto de estudio. Antes de útil a la hora de abordar cualquier tipo
iniciar un trabajo sobre este fenómeno es de investigación sobre el fenómeno.

158 Revista de Comunicación 16 (2), 2017


La personalización de la política: una propuesta de definición para su estudio sistemático (147-176)

Al igual que ocurre con los Brettschneider (2008) distingue estos


componentes, no son pocos los acadé- tres mismos tipos, pero introduce una
micos que han intentado ordenar estos novedad: toma el contexto electoral
enfoques. A continuación, se recogen como escenario de fondo. De este modo,
algunas de las propuestas que tienen diferencia la personalización de estrate-
como finalidad articular el estudio del gias de campaña, la personalización de
fenómeno. Estas se relacionan con los informaciones sobre las campañas por
tres enfoques generales ya citados y parte de los medios y la personalización
propuestos desde este trabajo como de las preferencias electorales.
parte del marco conceptual, si bien en Karvonen (2010) también introduce
ocasiones los autores utilizan diversas una variación y distingue cuatro enfo-
etiquetas para referirse a una misma ti- ques diferenciados: la personalización en
pología o dividan la personalización términos institucionales, el rol de los can-
mediante categorías diferentes. didatos individuales, la percepción de los
Rahat y Sheafer (2007) proponen la líderes del partido por parte del electora-
siguiente tipología: la personalización do, y la presentación en los medios. El
institucional, la personalización de los primer tipo de personalización hace re-
medios de comunicación y la personali- ferencia a acciones llevadas a cabo por las
zación del comportamiento. Entienden principales instituciones políticas y que
por personalización institucional “la reforzarían la personalización de los líde-
adopción de reglas, mecanismos e insti- res a nivel individual en general. En esta
tuciones que ponen más énfasis en el po- categoría, el autor tiene en cuenta la po-
lítico individual y menos en los grupos sición de los primeros ministros con res-
políticos o partidos” (p. 66). Un ejemplo pecto a las instituciones y sistemas electo-
de ello sería que un sistema electoral de rales. El segundo tipo implica un
listas cerradas se transformara en un sis- supuesto cambio del candidato a lo largo
tema de listas abiertas, donde cada del tiempo hacia un rol preeminente
miembro del partido ganara protagonis- dentro del partido y la consiguiente in-
mo en la elección. La personalización de fluencia en el voto durante el proceso
los medios la definen como “el cambio electoral. La tercera categoría está rela-
en la presentación de la política en los cionada con la importancia que el electo-
medios, poniendo el foco de atención en rado otorga a los líderes, es decir, se estu-
políticos individuales y centrándose me- diaría la relación que se establece entre
nos en partidos, organizaciones e institu- los líderes y sus votantes. El último tipo
ciones” (p. 67). Mientras, la personaliza- alude a la presentación de la política y de
ción del comportamiento tiene que ver los políticos por parte de los medios, me-
con la influencia de la actuación de polí- diante las campañas electorales cuyo eje
ticos individuales en la decisión de voto son los anuncios, pagados en prensa, ra-
del electorado, siendo la percepción de dio y televisión.
los políticos el elemento que primaría a Cabe señalar que tanto la personaliza-
la hora de votar. ción institucional como la del candidato

Revista de Comunicación 16 (2), 2017 159


Marta Rebolledo

explicadas por Karvonen se ajustan a la de los medios, respectivamente.


personalización que se ha señalado Por su parte, Legnante (1999) hace
como procedente del sistema político; la otro intento por organizar el análisis
de la percepción de los líderes por parte mediante cinco tipos: la personalización
del electorado, a la personalización en- de las funciones institucionales; la per-
tendida desde el comportamiento elec- sonalización de los partidos políticos,
toral; y la de la presentación de la políti- concretamente de las posiciones en pri-
ca por parte de los medios, a la mera línea de la organización; la perso-
personalización desde el sistema de los nalización de la comunicación política,
medios. Sin embargo, la presentación que tiende a centrarse en un número
por parte de los políticos a través de las determinado de candidatos políticos; la
campañas se situaría más bien dentro personalización del marketing político,
del enfoque del sistema político, ya que que determina las estrategias electora-
la personalización procedería desde los les y que principalmente se centran en
propios actores políticos. la figura de un número reducido de po-
Zuccarini (2011) también establece el líticos; y la personalización de la elec-
estudio de la personalización en cuatro ción de los votantes, basada en la eva-
categorías. Una de ellas es la personali- luación de los candidatos más que en la
zación desde el liderazgo del partido, a actuación del partido.
través de la cual la estructura del parti- Esta tipología encajaría de nuevo con
do se organizaría en torno al líder. Otra los tres grandes enfoques que se han
es la personalización de las funciones identificado en este trabajo. La perso-
institucionales, que alude a la concen- nalización institucional, la de los parti-
tración de poder en manos del ejecuti- dos políticos y la del marketing político
vo, con el consiguiente traslado a nue- pueden englobarse en la personaliza-
vas formas de presidencialismo. La ción desde el sistema político; la de la
personalización de los votos se refiere a comunicación política, entendida como
la identificación con la persona del polí- aquella relacionada con los medios de
tico en lugar de con el partido o el pro- comunicación, se asimila a la promovi-
grama electoral. La denominada perso- da por éstos, y la de la elección de los
nalización desde la comunicación votantes, a la propiciada desde el com-
política se centra principalmente en la portamiento electoral.
presentación del candidato mediante Hay una serie de autores que se re-
cualquier tipo de comunicación. fieren a la personalización mediante
De nuevo, la personalización dentro otras denominaciones. Es el caso de
del partido, así como la institucional, Mughan (2002) que alude a la persona-
podrían considerarse bajo el enfoque lización mediante el término presiden-
del sistema político. Mientras que la ter- cialización y distingue dos dimensiones.
cera y cuarta, quedarían englobadas en Una de ellas es la presentación que se
la personalización desde el enfoque del relaciona, según el autor, con la manera
comportamiento electoral y el sistema en que los partidos deciden presentarse

160 Revista de Comunicación 16 (2), 2017


La personalización de la política: una propuesta de definición para su estudio sistemático (147-176)

ante su público, y ocurre en la medida línea del enfoque que se ha denomina-


en que el líder representa cada vez más do como la personalización desde el sis-
la cara pública del partido. La otra di- tema político, ya que son los actores po-
mensión es la del impacto y concierne líticos los que promueven la tendencia.
los efectos de los líderes de los partidos Mientras que la de impacto encajaría en
en el comportamiento electoral de la el enfoque que analiza la personaliza-
gente. Por tanto, la presidencialización ción desde el comportamiento político
con respecto a la presentación iría en la del electorado.

Tabla 1. Tipología según los tres enfoques generales establecidos para el estudio de la
personalización

Enfoques
Sistema de los Comportamiento
Sistema político
medios político del electorado
Tipologías
Personalización de las fuentes
institucionales Personalización
de la Personalización de la
Legnante,
Personalización de los partidos comunicación decisión del voto
1999
política
Personalización del marketing
político
Presidencialización de la Presidencialización del
Mughan, 2000
presentación impacto
Personalización
de las Personalización de las
Brettschneider, Personalización de las estrategias
informaciones preferencias de los
2002 de campaña
de campaña electores
en medios
Poguntke y Presidencialización del
Presidencialización de partidos
Webb, 2005 electorado
Rahat y Personalización Personalización del
Personalización institucional
Sheafer, 2007 de los medios comportamiento
Personalización institucional Personalización de la
Karvonen, Personalización
percepción de los
2010 de los medios
Personalización de candidatos electores
Personalización de fuentes
Personalización
institucionales
Zuccarini, de la Personalización de los
2011 comunicación votos
Personalización del liderazgo de
política
partidos

Fuente: elaboración propia.

Revista de Comunicación 16 (2), 2017 161


Marta Rebolledo

Poguntke y Webb (2005) a su vez han constata que prácticamente todas


establecido una tipología en torno al fe- apuntan a los tres enfoques propues-
nómeno de la presidencialización me- tos en este estudio para el análisis de
diante la identificación de tres ámbitos, la personalización. Si bien, se percibe
siendo sólo dos los que encajarían en la cierto clima de confusión al aludir
tipología del estudio de la personaliza- con diferentes nomenclaturas al mis-
ción. Los tres ámbitos se concretan en: mo tipo de estudio. También se ob-
el ámbito del ejecutivo, en donde se da serva que los autores se refieren en
una concentración de poder en manos algunos casos al mismo actor promo-
de una única persona, el presidente; el tor de la personalización, pero alu-
partido, que hace referencia al cambio diendo a situaciones distintas.
de poder dentro de la organización del A continuación, se recopilan las in-
partido en beneficio del líder; y el elec- vestigaciones más relevantes sobre el
torado, que alude a una cada vez mayor tema, organizadas en función del en-
atención del público hacia las figuras de foque adoptado por cada autor. La
candidatos. Los dos últimos ámbitos personalización desde el sistema de
pueden considerarse como pertene- los medios se ha investigado princi-
cientes a la personalización, ya que, en palmente en el ámbito de la comuni-
parte, dependen del rol de los medios cación. Muchas investigaciones se
de comunicación. Concretamente, el centran en la cobertura mediática so-
ámbito que atañe a los partidos y sus lí- bre el contexto político, destacando
deres, se situaría en la personalización la cobertura en prensa como princi-
analizada desde el sistema político, pal muestra de análisis (Rahat y
mientras que el tercer nivel cuyo eje es Sheafer, 2007; Langer 2011;
el electorado, podría ajustarse a la per- Reinemann y Wilke, 2007; Holtz-
sonalización vista desde el comporta- Bacha, Langer y Merkle 2014;
miento electoral. Porath, León-Porath, Ramdohr y
Parece oportuno aclarar que la cate- Suzuki, 2015; Rebolledo, Rodríguez-
goría denominada por varios autores Virgili y Jandura, 2016). También
como personalización de las funciones hay algunos estudios relativos a la co-
institucionales, puede confundirse con bertura en el medio televisivo (Bucy
el proceso de presidencialización. Esta y Grabe, 2007; Schulz y Zeh, 2005;
confusión se explica en cuanto que un Scammel y Semetko, 2008).
incremento del poder en torno a un En cuanto a la personalización des-
cargo institucional, que se corresponde de el comportamiento electoral, este
con el rasgo principal de la presidencia- enfoque ha sido aplicado en numero-
lización, podría derivar en una mayor sos estudios electorales desde el campo
visibilidad, siendo ésta una dimensión de la ciencia política acerca de la susti-
de la personalización. tución de factores tradicionales en el
Tras recoger esta variedad de tipo- comportamiento electoral por otros
logías por orden cronológico, se más ligados al corto plazo. La cuestión

162 Revista de Comunicación 16 (2), 2017


La personalización de la política: una propuesta de definición para su estudio sistemático (147-176)

sobre cómo los electores basan la deci- La mayor parte de los estudios sobre
sión del voto ha sido tratada largamen- este tema se centran en el contexto
te desde la sociología e incluso desde la americano, pero también hay una nu-
psicología. Esta pregunta se la plantea- trida literatura en Reino Unido,
ron Lazarsfeld, Berelson y Gaudet en Alemania e incluso en España, donde
el contexto de las elecciones presiden- Rico ha investigado la influencia de los
ciales de Estados Unidos de 1940 en líderes políticos en el comportamiento
The people’s choice, donde demostraron electoral.
la importancia de la identificación par- El estudio de la personalización des-
tidista. En la misma línea se ubican de el sistema político es el enfoque que
obras como Voting, que analiza las elec- menos atención ha recibido comparado
ciones americanas de 1948, o The con los otros dos: cobertura mediática y
American Voter, las campañas de 1948, comportamiento del electorado. Desde
1952 y 1956. En esta última publica- esta perspectiva, la personalización se
ción, se empezó a apreciar un cambio entiende como una estrategia de los ac-
de dinámica en el modo en el que los tores políticos cuyo objetivo es hacer lle-
ciudadanos decidían su voto; dinámica gar un mensaje teniendo como eje cen-
que fue confirmada en estudios poste- tral al propio candidato. El principal
riores (Flaningan, 1968; Nie, Verba y problema en este punto tiene que ver
Petrocick, 1976). La aparición de la te- con cuestiones relativas a la metodolo-
levisión y la generalización de su uso gía y los recursos destinados para el
en las campañas electorales constituye análisis. Los spots políticos de campaña,
un factor clave para entender ese cam- así como las entrevistas a los equipos de
bio, ya que permitió poner rostro a las campaña, son los elementos más recu-
entidades políticas. Las investigaciones rrentes en los trabajos aquí compilados
que tratan la personalización desde (Brosius y Holtz-Bacha, 1999; Hodess,
este enfoque se centran principalmen- Tedesco y Kaid, 2000; Johnston y Kaid,
te en dos aspectos: por un lado, en el 2002; Rebolledo, 2016). Además, el
efecto de los candidatos en la decisión marco temporal en la mayoría de ellos
del voto y, por otro lado, en las caracte- se centra en el contexto electoral
rísticas o rasgos de la personalidad de (Grbeša, 2004; Campus, 2010).
los políticos que tienen en cuenta los Precisamente, en relación con las cam-
votantes a la hora de decidir su voto5. pañas electorales, empiezan a aparecer

5
Existen otros tipos de estudios, más propios de la psicología política, cuyo objeto de estudio es el propio votante
como individuo: se presta atención a los rasgos de la persona para realizar de ese modo perfiles de votantes.
Este es el caso de Gian Vittorio Caprara que se centra en la personalidad del votante: le interesa ahondar en los
rasgos personales de las personas. Como señala este autor “el electorado de las democracias modernas está
basando sus decisiones en razones personales, es decir, en creencias personales, prioridades morales, aspira-
ciones y expectativas, tomando la imagen de los candidatos como elemento principal para aprehender la com-
plejidad de los asuntos políticos”. Caprara, G. V. (2007). The personalization of modern politics. European
Review, 15, p. 151.

Revista de Comunicación 16 (2), 2017 163


Marta Rebolledo

estudios relacionados con el uso que la siguiente definición:


hacen los partidos y candidatos de las La personalización de la política es un
nuevas tecnologías y los efectos que és- proceso dinámico que se desarrolla en el con-
tas tienen sobre los votantes, debido a texto de la democracia mediática y que se re-
la integración de Internet en las cam- fleja mediante tres aspectos: una mayor visi-
pañas (Römmele, 2003;Van Os, bilidad del líder político respecto a su partido;
Hagemann, Voerman, y Jankowski, el uso de los rasgos más personales de su per-
2007). sonalidad, y la presencia de aspectos de su
vida privada respecto a las cuestiones políti-
4. Propuesta de definición cas. Cada aspecto se materializa a través de
Definir un término no es tarea fácil; una estrategia que puede ser promovida des-
sin embargo, resulta necesario para de cada uno de los actores principales que
avanzar en la investigación. En este intervienen en el proceso político, esto es, los
trabajo no se pretende establecer “la” políticos, los medios de comunicación y el
definición, esto es, una definición in- electorado.
mutable y cerrada a posibles cambios. El hecho de que se defina como un
El objetivo consiste en proponer una proceso dinámico, permite que se den
definición clara, completa y operativa variaciones entre países y periodos, de
y que pueda aplicarse a contextos tal manera que el fenómeno pueda ana-
diferentes. lizarse de forma gradual en diferentes
Según Giovanni Sartori (2011), para contextos. Cada componente tiene su
definir adecuadamente un concepto es reflejo en una estrategia y se correspon-
necesario respetar algunas reglas en el de con un nivel de personalización dis-
proceso de su formulación, con el fin de tinto, siendo cada uno de ellos un re-
evitar los siguientes errores: i) utilizar quisito necesario para alcanzar el nivel
conceptualizaciones vagas e indefini- posterior.
das; ii) seguir el principio según el cual Los componentes se materializan
toda determinación es una negación; del siguiente modo: i) situando en
iii) no anticipar la fase de cuantificación primera línea al candidato o líder en
antes de la etapa dedicada a la forma- el mensaje por encima del grupo o
ción del concepto. partido; ii) apelando a las personas y
Definir un proceso o una tendencia poniendo en relieve las características
implica una adecuada delimitación de más personales de su personalidad –
todas las propiedades y atributos que hay en esta categoría tienen cabida todos
que tener en cuenta. En este caso, definir los rasgos procedentes del candidato,
correctamente el concepto de personali- es decir todo lo que tenga que ver con
zación significa formular una definición su carácter, apariencia externa, rasgos
en la que no haya duda de qué es y qué sociodemográficos–; iii) haciendo uso
no es la personalización de la política. de aspectos relacionados con la vida
Después de aclarar estos aspectos privada del político – estilo de vida,
teóricos y metodológicos, proponemos relaciones, biografía–.

164 Revista de Comunicación 16 (2), 2017


La personalización de la política: una propuesta de definición para su estudio sistemático (147-176)

Figura 1. Niveles y componentes de la personalización

Vida privada
III Nivel
Rasgos personales
II Nivel
Visibilidad
I Nivel

Fuente: elaboración propia.

Las estrategias proceden de los dife- estrategias diferentes mediante las que
rentes actores que participan en el pro- se refleja, puede expresar la presencia
ceso político, esto es, el sistema político, de más de un componente. El eje de la
el sistema mediático y el electorado. personalización es la figura del político:
Según el origen de la estrategia, ésta va- se convierte en elemento clave para la
ría. Si bien puede darse el caso que el interpretación del proceso político por
mismo componente sea utilizado por parte de los medios de comunicación,
los tres actores, la estrategia es el ele- los propios miembros o instituciones
mento cambiante; en otras palabras, la que conforman el sistema político o el
personalización se materializa en una electorado, tanto en un periodo electo-
estrategia diferente en función del ral o fuera de éste.
agente que la utilice. Los dos primeros El problema en ocasiones reside en el
actores hacen uso de la personalización uso de palabras análogas para referirse
mediante estrategias de comunicación a la personalización. Es el caso de los
(comunicación política); la personaliza- términos personificación o populariza-
ción es fruto de la combinación de ac- ción, utilizados indistintamente para
ciones de ambos actores, siendo el ter- hablar del fenómeno que aquí nos
cer grupo, el electorado, el destinatario ocupa.
principal. Este grupo hace uso de ella o
mejor dicho se ve influida por ella en el 5. La popularización: un estadio poste-
modo en que interpretan y procesan la rior de la personalización
información política. A medida que se han publicado in-
En este caso, estaríamos también vestigaciones sobre la personalización
ante estrategias pero de tipo cognitivo de la política, se han introducido otros
(psicología política). conceptos que hacen referencia a dis-
Esta definición pone de relieve que la tintos procesos y que de algún modo
personalización tiene que considerarse guardan relación con la personaliza-
un concepto multidimensional, puesto ción de la política. Este es el caso de la
que el proceso de identificación de tres popularización (pop-politics). Ambos

Revista de Comunicación 16 (2), 2017 165


Marta Rebolledo

términos, aunque con raíces semánti- La popularización es un término de


cas distintas comparten el sufijo más reciente aplicación respecto de la
‘-ación’. Éste indica algo que está en personalización. Si bien puede haber
proceso. Por tanto, al estar delante de expresiones que reflejen dicho proce-
fenómenos en desarrollo, resulta más so en etapas anteriores, su generaliza-
costoso para los investigadores hacerse ción ha ido en aumento fruto de los
cargo de los cambios ocurridos y adju- recientes cambios en la esfera mediáti-
dicarles una etiqueta. ca. Los primeros que citan expresa-
La popularización (popularization en mente dicho término son Blumler y
el ámbito anglosajón) se trata de un tér- Kavanagh (1999) en su conocido artí-
mino diferente al de la personalización, culo The Third Age of Political
puesto que se refiere a otro proceso; sin Communication: Influences and Features.
embargo guarda una relación mediante Estos dos académicos americanos iden-
un punto que sirve de vínculo. De he- tifican la popularización de la política
cho, la popularización, también acuña- como uno de los rasgos que caracteriza
da con el nombre de política-pop o pop- la tercera edad de la comunicación
politics (Mazzoleni y Sfardini, 2009), se política.
entiende como un desarrollo a posteriori Los políticos realizan una adaptación
de la personalización, es decir, una evo- continua a la lógica mediática con el fin
lución natural del uso de la personaliza- de asegurarse un hueco en una cada
ción. Este paso de la personalización a vez más competitiva esfera mediática;
la popularización está ligado a la evolu- esfera donde intentan convivir más ca-
ción y cambios en el entorno mediático. nales de comunicación en un contexto
De hecho, la razón de ser de la popula- guiado por la inmediatez, la ubicuidad
rización reside en la adaptación a los y un ciclo informativo veinticuatro ho-
cambios y nuevo entorno mediático por ras del día. Los dos actores, el político y
parte de los actores políticos. Si la tele- el mediático, buscan alcanzar a un pú-
visión constituye el medio por excelen- blico cada vez más fragmentado, con
cia de la personalización, las redes so- más y más opciones a la hora de decidir
ciales junto con los nuevos formatos cuándo y dónde quieren recibir conte-
televisivos configuran el contexto idó- nido periodístico.
neo en el que la popularización se Los primeros académicos que inten-
desenvuelve. taron dar sentido a este concepto y que
Al igual que la personalización, se de algún modo iniciaron el debate so-
trata de una estrategia política que bus- bre ello son Mazzoleni y Sfardini en el
ca llegar a toda persona que de partida año 2009. En palabras de estos
no siente interés por las noticias y suce- autores:
sos de carácter político. También tiene La política pop significa que, mayor-
su vertiente mediática al ser una acción mente debido al papel desempeñado
procedente de los propios medios de por la televisión, los hechos y perso-
comunicación. nas, las historias y palabras que tradi-

166 Revista de Comunicación 16 (2), 2017


La personalización de la política: una propuesta de definición para su estudio sistemático (147-176)

cionalmente pertenecen a la política de los ciudadanos, o las costumbres y


-que generalmente es visto como un prácticas dominantes referentes a la
terreno complejo de auto-referencia, cultura popular (p. 5).
como un mundo que está muy lejos Según Ceccobelli, se trata de un tér-
de las vidas cotidianas de las personas mino que engloba a varios subconjun-
ordinarias- se han convertido cada tos, principalmente tres, que pueden
vez más en temas de interés general, solaparse o no y que se corresponden
en oportunidades para el entreteni- con estrategias diferentes. Y es una de
miento, en la misma forma en que los esas estrategias la que funciona como
personajes y la gente que ya forman nexo de unión con la personalización:
parte del mundo del espectáculo (p. la referente a la vida privada del políti-
14). co, denominada como la política de in-
Sin duda alguna, se trata de un con- timidad (politics intimate), término acu-
cepto sobre el que cada vez se investiga ñado a su vez por el inglés Stanyer
y escribe más. Es el caso de Ceccobelli (2013).
(2014), que se ha esforzado precisa- A menudo aparece también en la lite-
mente en poner cierto orden respecto ratura el término celebrity politics, que
al término y todos los aspectos relacio- como se ha explicado, constituye un ele-
nados con él, de manera muy acertada. mento de la política pop (Street, 2004;
Este autor establece que la populariza- Wheeler, 2013). Esta expresión cobra
ción de la comunicación política es: sentido al ser tal la exposición mediática
Una acción comunicativa a través de de los políticos individuales, así como
la cual los actores políticos tratan de aspectos de su vida privada, como si de
comunicarse con los ciudadanos me- estrellas del espectáculo se tratara. Este
nos interesados en las noticias, en los hecho ha llevado a que los políticos ha-
actores y en las dinámicas relaciona- yan adquirido el estatus de celebrida-
das con el ámbito de la política. Se des, equiparándolos con estrellas de
distinguen dos modalidades diferen- cine o del rock (Campus, 2010). Esta
tes – la popularización como un estilo estrategia se ha convertido en un tipo
o como un tipo de comunicación –y de estilo de política y un rasgo clave en
puede realizarse principalmente me- la manera de hacer política como seña-
diante tres tipos de estrategias: i) la lan Stanyer y Wring. Según estos auto-
apelación a la gente y vicisitudes rela- res ingleses (2004), “líderes políticos se
cionadas con la vida privada del actor han convertido en muchas maneras en
político; ii) el uso y la interacción con grandes celebridades por derecho pro-
los entornos de los medios, la retórica pio, con sus rostros tan conocidos para
y los actores que pertenecen al mun- el público como muchos de los que par-
do de la televisión, la música, el de- ticipan en la industria del entreteni-
porte y celebridades del cine; iii) la miento” (p. 4). Sin embargo, para Van
reproducción y la interpretación de Zoonen (2006), el fenómeno celebrity po-
los estilos de vida y la vida cotidiana litics es la suma de las tendencias de la

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Marta Rebolledo

personalización y la popularización: en- de la historia.


tiende el término como una forma dis- La peopolisation alude a dos aspectos
tinta de hacer política promovida por que conformarían la popularización.
ambas tendencias. Por un lado, la ya citada celebrity politics
Un término que se asemeja a la po- que se refiere al acercamiento de los
lítica de celebridades es el de peopolisa- políticos a celebridades, así como una
tion6. Parte de la investigación de adopción de sus propias acciones de
Dakhlia se ha centrado en profundizar comunicación y en sentido inverso.
sobre esta noción. Ésta se entiende Quedan incluidas desde relaciones de
como una extrapolación de la celebrity amistad o personales entre políticos y
politics al contexto específico francés. celebridades; el apoyo de alguna per-
Según este investigador galo, el térmi- sona conocida en la campaña electoral
no se forja a lo largo de los años 2000 o la aparición de un político en un pro-
y surge como fruto de tres hechos pre- grama de entretenimiento hablando
cisos, que a su vez van a dar sentido al sobre temas no relacionados a priori
término: el uso por parte de los políti- con cuestiones políticas. Por otro lado,
cos de los medios denominados como también se incluye la revelación de la
prensa people, especialmente de cara a vida privada de los representantes po-
las elecciones presidenciales del 2002; líticos, bien sea por iniciativa propia y
la conformación de un grupo de me- por tanto consentida, o todo lo contra-
dios que sigue las características y for- rio, sin consentimiento y dando lugar
ma de hacer de la prensa denominada en ocasiones a la aparición de un
como people en el año 2003; y el acer- escándalo.
camiento entre políticos y personajes La propuesta de Dakhlia supone otro
famosos del mundo del deporte y del esfuerzo más por ordenar y entender los
espectáculo, así como una revelación diversos cambios que tienen lugar en la
de aspectos de su vida privada, a veces esfera política y mediática. Como puede
con o sin consentimiento, especial- verse, está muy relacionada con la pro-
mente a partir del 2005. Según puesta del italiano Ceccobelli a través del
Dakhlia (2008), este término engloba término de popularización: populariza-
fenómenos nuevos, que hasta ahora ción y peopolisation tienen en común el
no habían tenido lugar; sin embargo, aspecto de la celebrity politics, así como el
eso no quita para que se encuentren uso de aspectos relacionados con la vida
ejemplos de formas diferentes de re- privada por parte de los actores políticos
presentación de personajes a lo largo y mediáticos.

6
Término en francés, adaptación del término anglosajón people. Al principio era sinónimo de “pueblo”, “gente”; pos-
teriormente, debido a una reducción en su significado, pasó a denominar bien una categoría distinguida de un
grupo de personas, bien un tipo de medios cuyo contenido se centraba en la vida privada de personajes famosos.

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La personalización de la política: una propuesta de definición para su estudio sistemático (147-176)

Figura 2. Relación entre la personalización y la popularización

Personalización Privacidad Popularización

Fuente: elaboración propia.

El paso de un proceso a otro está vin- se refleja del siguiente modo: los roles
culado estrechamente con el desarrollo que antes adoptaban los políticos, los
y cambios tecnológicos que se experi- periodistas y la gente se están intercam-
mentan en el ámbito de la comunica- biando; a la vez la barrera entre viejos y
ción. La transición de uno a otro proce- nuevos medios resulta difusa, así como
so se entienden al considerarlos como la distinción entre productores y consu-
parte de mismo fenómeno que evolu- midores de contenido. Cualquier per-
ciona y se amolda al contexto del mo- sona puede publicar una foto inmedia-
mento; esto es, a medida que transcu- tamente con el móvil y que ésta sea
rre el tiempo y tienen lugar cambios recogida por los llamados medios
sociales, el fenómeno va adquiriendo convencionales.
otra forma. En definitiva, habrá que analizar en
Si los medios llamados de masas, so- los próximos años qué deparan los pro-
bre todo, la televisión, han promovido cesos políticos en este nuevo entorno
(y siguen promoviendo) la personaliza- mediático y en constante cambio.
ción en la comunicación política, ahora
son las redes sociales e Internet los que 6. Consideraciones finales
favorecen el proceso de la populariza- La personalización como estrategia
ción. Queda por ver cómo este último de comunicación radica en simplificar
fenómeno da paso, o mejor dicho se la comprensión e interpretación de los
acomoda, a otro nuevo contexto mediá- hechos políticos a través del político. En
tico y social como el llamado sistema otras palabras, el dirigente se convierte
mediático híbrido (Chadwick, 2013). en el máximo elemento interpretativo
Este nuevo sistema está influyendo en del escenario de la política. Se trata, por
el modo en el que se presentan los polí- tanto, de una estrategia política que in-
ticos, se realiza la cobertura de los me- tenta llegar a los electores desinteresa-
dios, y la percepción de los individuos. dos por las noticias y sucesos de carác-
Chadwick explica los cambios de las ter político. En definitiva, el candidato
relaciones entre el poder político y los se convierte en el mensaje a través de su
medios de comunicación. Este aspecto imagen.

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A medida que la personalización se queas; sino que es necesario entender y


establece como objeto de estudio, se tomar en cuenta por qué se ha intensifi-
plantea un debate acerca de los efectos cado desde las últimas décadas. La per-
y repercusiones que puede entrañar en sonalización constituye un síntoma de
la vida política: ¿resulta perjudicial o la transformación de la política7.
beneficioso para la democracia? En lí- El uso de la personalización puede
neas generales, se identifican dos pos- ser favorable para que los ciudadanos
turas claras en torno a este debate: por se impliquen en política y crear un inte-
un lado, aquellos que valoran el fenó- rés que, a su vez, revierta en una socie-
meno como un elemento saludable dad civil más activa. Sobre todo, sirve
para el estado de la vida democrática, como instrumento para que aquellos
en cuanto que supone un movimiento individuos desenganchados de las cues-
inclusivo mediante el cual personas aje- tiones políticas, al generarles curiosi-
nas o desinteresadas en política se in- dad y el deseo de interesarse por ella.
corporan a ella (Meyer, 1999; Mazzoleni, Esta concepción del fenómeno se sitúa
2000; Adam y Maier, 2010; Orejuela, en el marco de la comunicación enten-
2013); por otro, los que identifican la dida desde el paradigma de la integra-
personalización como una amenaza en ción (Torregrosa, Serrano-Puche y
cuanto que desvirtúa los pilares sobre Martín Algarra, 2012). La personaliza-
los que se asienta el gobierno represen- ción no debería entenderse solamente
tativo y simplifica e incluso banaliza la como una manera transmitir los mensa-
política; este hecho implicaría una des- jes de modo eficiente por parte de los
politización al dar más valor a la forma actores políticos; sino que los ciudada-
que al propio contenido político. En nos se convierten en elemento clave.
esta postura se identifican la mayor Si bien, aunque a primera vista la
parte de los estudiosos del tema personalización resultaría beneficioso al
(Schwartzenberg, 1977; Pasquino, funcionar como estimulante, requiere
1990; Huici Módenes, 1996; Innerarity, de un uso controlado para que sea efec-
2002; García Beaudoux, D’Adamo y tivo. Si se toma la personalización como
Slavinsky, 2005). un modo de solucionar los problemas
Desde esta investigación se aboga por existentes en política, que son los res-
valorar el fenómeno de la personaliza- ponsables del desencanto y desinterés
ción desde una visión holística. No re- de los ciudadanos, se opta por un cami-
sulta acertado reducir el debate única- no erróneo. No se puede responsabili-
mente en términos de ‘bueno’ y ‘malo’, zar a la comunicación de los males de la
ni tampoco adoptar posturas mani- política.

7
Hay que matizar que esta transformación no tiene nada que ver con una supuesta nueva forma de hacer política
y de la que se habla desde hace un par de años. Que se utilicen ahora más que nunca las nuevas tecnologías o
que los candidatos aparezcan constantemente en una variedad de programas no significa que los problemas de
fondo se hayan solucionado.

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La personalización de la política: una propuesta de definición para su estudio sistemático (147-176)

Se produce una situación paradójica más cercano y directo. A pesar de esta


en torno a la comunicación y la política. supuesta cercanía entre ciudadanos y po-
Ha habido un proceso de desacralización líticos, la situación de fondo es otra bien
del poder a lo largo de la historia tenien- distinta: existe un profundo distancia-
do su culmen hoy día con las aportacio- miento. La separación es tal que los ciu-
nes de la personalización. A su vez, la dadanos se alejan de la política, mientras
clase política dispone de más medios a su que los partidos han perdido su legitimi-
disposición para comunicarse con la ciu- dad, más preocupados por sus intereses
dadanía y ofrecer una relación y contacto y rédito electoral.

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