-2–

KAIROS LAS 24 HORAS

Efesios 1:10: “[…] en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los
cielos, como las que están en la tierra”. Analicemos palabra por palabra para poder entender
el sentido de este versículo.

La palabra “dispensación” es “economía o administración de una casa”, es decir, “administrar”.

La palabra “cumplimiento” es “plerómatos”, que significa “completo”; y la palabra “kairos”
quiere decir “momento y oportunidad”. Dicho de otra manera, “la dispensación del
cumplimiento de los tiempos” quiere decir que vamos a administrar completamente las
oportunidades, de allí sacaremos las cosas para que estén bajo la autoridad de Cristo.

Efesios 1:9-11: “[…] dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el

cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del
cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En
él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que
hace todas las cosas según el designio de su voluntad […]”. El versículo 11 declara:“habiendo
sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de Su
voluntad” Aquí vemos sinónimos que el apóstol Pablo utiliza para hablar de lo que llamamos
“Diseño”: “la voluntad de Dios” (v. 1), “predestinado” (v. 5), “diseño” (tipos), “depósito”,
“plan”.

Todos estos términos hablan del mismo concepto: Dios armó un plan, un Diseño. 1 Corintios
4:1 afirma: “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de
los misterios de Dios”. Pablo reconoce que él es apóstol por el Diseño, y así lo asegura en 1
Corintios 1:1 (“Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios [...]”); 2
Corintios 1:1 (“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios [...]”); Colosenses 1:1
(“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios [...]”), etcétera.

Somos mayordomos, administradores de este Diseño. Nuestra tarea es dar a conocer el

Diseño de Dios.

En Colosenses 2:2 (“[…] para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta
alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el
Padre, y de Cristo […]”) y Colosenses 1:9 (“Por lo cual también nosotros, desde el día que lo
oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su
voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual […]”) el apóstol asegura que no solo
debemos conocerlo, sino llenarnos de ese plan perfecto que Dios estableció “según Su
beneplácito”, es decir, según Él quiso.