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BOLETÍN 73

INTRODUCCIÓN

El 17 de diciembre de 1999, a través de la resolución 54/134, la Asamblea General ha declarado


el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer,
y ha invitado a los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no
gubernamentales a que organicen en ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión
pública respecto al problema de la violencia contra la mujer. Desde 1981, las militantes en favor
del derecho de la mujer observan el 25 de noviembre como el día contra la violencia. La fecha
fue elegida como conmemoración del brutal asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal,
activistas políticas de la República Dominicana, por orden del gobernante dominicano Rafael
Trujillo (1930-1961).

Las Naciones Unidas trabajan activamente para promover la igualdad de género. El compromiso
fue oficializado a través de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de los Objetivos
de Milenio y otros tratados y convenciones internacionales. En el mundo corporativo, crece
también el compromiso y reconocimiento de la importancia del tema, como se puede identificar
el la norma ISO 26.000 y los Indicadores CERES-ETHOS de Responsabilidad Social
Empresarial. Hay un longo camino por recorrer todavía, pero hay una clara tendencia de
crecimiento del número de mujeres en cargos directivos, en importantes roles en el gobierno y
logrando una mayor igualdad en las empresas del Ecuador. El liderazgo de las mujeres es una
realidad y tiende a intensificarse en los próximos años.

En este boletín mensual de CERES, elegimos tratar exactamente de la igualdad de género.


Abajo, puede encontrar dos editoriales, con Elita Chacón, presidenta de la Asociación
Coordinadora del Voluntariado del Guayas y Augusta Bustamante, gerente de Responsabilidad
Social de Diners Club. Además de una entrevista con Maria Sara Jijón, miembro de la Red
“Mujeres por el Ecuador”

Equipe CERES

EDITORIALES
Acción Voluntaria: Objetivo Tres

Las Naciones Unidas a través de 192 países han solicitado la contribución y compromiso de
millones de voluntarios en el mundo en la consecución de los 8 Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM), los mismos que representan las necesidades básicas y derechos humanos que
todas las personas deberían tener y disfrutar, estos se fijaron en el año 2000 con una fecha límite
al 2015, para lograrlo se debe complementar el trabajo y las acciones con los gobiernos locales y
centrales alrededor del mundo, mayor esfuerzo de la comunidad y mayor participación del sector
privado en temas de desarrollo.

Considerando el numero tres, la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer en el


voluntariado nacional, las organizaciones que trabajan en redes aprovechan el inmenso potencial
que significan las mujeres para el desarrollo y el cambio social a través de un fuerte compromiso
voluntario sobre temas de género, logrando grandes éxitos en su promoción en varios campos del
desarrollo, concluyendo que la participación de la mujer se constituye como una fuerza para la
transformación social y económica, desempeñando un rol preponderante en la familia y la
participación en la comunidad.

Los efectos de esta igualdad se presentan en varias formas: Trabajo informal para mujeres,
Familia de migrantes, Violencia intrafamiliar, Discriminación y racismo laboral, Organizaciones
de voluntariado en el conocimiento de enfoques innovadores sobre igualdad de género, Redes
nacionales e internacionales de organizaciones de voluntariado activas en la promoción de temas
de género, desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria.

La autonomía de la mujer en la igualdad entre los géneros, cada día se visibiliza con mayor
fuerza en diversos ámbitos. Un claro ejemplo es la preparación constante de la voluntaria, lista
para atender las necesidades y demandas de la comunidad a la que sirve con todo su potencial y
fortaleza individual y colectiva.

El próximo 5 de diciembre del año 2010 celebramos el Día Internacional del Voluntario (DIV)
para el Desarrollo Económico y Social, decretado en 1985 por la Asamblea General de las
Naciones Unidas. 125 países se unieron a la celebración para el año 2003. En el año 1997
designaron el año 2001 como “Año Internacional de los Voluntarios” aprobada por 123 países.
Actualmente el reconocimiento al trabajo del voluntario se registra en casi todos los países del
mundo.

El voluntario es la persona que por su propia decisión, dona parte de su tiempo, sus capacidades
y habilidades en beneficio de otras personas sin recibir remuneración. La situación social actual
alrededor del mundo de hambre, violencia, enfermedades contagiosas, corrupción, se contrarresta
con el trabajo solidario del voluntario que contribuye a mejorar y transformar en forma
sostenible el entorno de las personas y de las comunidades donde despliega su acción en distintos
campos como salud, educación, desarrollo de la comunidad, rehabilitación, administración,
discapacidad, microempresas, medio ambiente, culturales, deportivas, derechos humanos,
Responsabilidad Social Empresarial.

Su objetivo es realizar una diversidad de programas y proyectos a favor de los más necesitados
buscando apoyo a través de empresas, organizaciones públicas y privadas, gobierno local y
nacional. Las diferentes acciones de los voluntarios no se promocionan en los diferentes
medios de comunicación, sin embargo están cambiando al mundo, a través de un trabajo
incansable y silencioso, porque, “DETRÁS DE CADA VOLUNTARIO HAY UN EJEMPLO
DE ACCION Y DE VIDA”.

Elita Chacón Coronel


Presidenta de ACORVOL
(Miembro de CERES)

Mujer, Liderazgo y Responsabilidad Social

A finales de la década de los años 60 algunas empresas, generalmente inspiradas por un


empresario filantrópico, decidieron apoyar programas caritativos con las comunidades cercanas o
incluso con las familias de los trabajados , labor que en muchos casos fue entregada a la esposa
del gerente quien las lideraba apoyada seguramente con un grupo de destacadas damas.

Recordemos nada más el mismo origen de Instituto Nacional del Niño y la Familia en Ecuador
que fue creado por Velasco Ibarra y encargado a su señora esposa creando y fortaleciendo una
división entre lo que son los negocios o lo público, ámbito considerado eminentemente
masculino y lo social, ámbito considerado del dominio de lo femenino. Esta división ocasionó
que muchos empresarios se enfocaran puramente en la obtención de rentabilidad por sobre todos
y que sintieran una cierta descarga moral por no descuidar lo social al encargar esto a sus
cónyuges. Este modus operandi p trajo consigo consecuencias muy negativas en el sentido de
que no se integraba el enfoque social en el modelo de gestión de las empresas y mucho menos
las consideraciones sobre su impacto medio ambiental.

Por otra parte, debido a la exclusión histórica que tuvo la mujer en relación al acceso a la
educación, al momento de integrarse a las empresas hasta hace pocas décadas solía incorporarse
en las posiciones de menor nivel jerárquico y remunerativo. Aunque hoy esto es menos marcado,
en Ecuador las mujeres seguimos recibiendo para una posición y preparación edad y
responsabilidades un 16,4 % menos de un salario de un hombre que ocupara la misma posición
laboral de acuerdo a un estudio del Bid del 2009.

La masiva incorporación de la mujer al mundo laboral de las empresas no ha venido acompañada


de una correspondiente nueva división y distribución del trabajo del hogar y del cuidado de los
niños y el mantenimiento del hogar así por ejemplo según un estudio de de Milosavjevivic y
Aguirre en el 2004 mientras un hombre destinaba 10 horas semanales al apoyo en labores del
hogar, la mujer destinaba un promedio de 28. Por este motivo muchas mujeres se quejan de los
efectos negativos que la tenido la llamada ¨liberación femenina pues han sentido que esta ha
traído más cargas laborales que se han sumado a las cargas del hogar que no están siendo
compartidas por las parejas en los hogares. A ello se suman todas las presiones que las mujeres
tenemos por cumplir con ideales estíticos de mantenerse en forma y bellas el 100% de nuestro
tiempo. Resultado de ello es una mujer cada vez más estresada, deprimida sobre-exigida y que en
muchos casos no quiere proyectarse a posiciones más altas en su desempeño laboral pues las
posiciones ejecutivas rara vez consideran las condiciones familiares de las mujeres.
Sin embargo es cuando las empresas entran en la lógica de la responsabilidad Social a finales de
los 90, al cambiar su enfoque de no solo centrarse en hacia e l lucro que generan sino hacia una
nueva ecuación de las nuevas 3 P : Productividad + Personas `+ Planeta que se comienza a
considerar los impactos humanos y ambientales en que debemos preocuparnos de manera
especial de las condiciones de la vida laboral de la mujer y de los efectos indirectos que estas
tienen en la sociedad y en la sostenibilidad global de la sociedad a largo plazo.
En este sentido hay grandes desafíos que la Responsabilidad Social debe afrontar en relación a la
mujer y a sus condiciones entre las cuales las más relevantes se pueden mencionar a las
siguientes:

• El desafío de lograr una misma remuneración entre hombres y mujeres para una misma
posición y rendimiento.

• El desafío de lograr condiciones favorables de balance entre el tiempo destinado a la vida


laboral y a la vida personal pues extender las jornadas, cosa muy frecuente en los cargos
ejecutivos, tiene nefastas consecuencias en la vida familiar y personal de las mujeres con
consecuencias graves en la formación de la futuras generaciones que en muchos casos
está entregada a la ¨superniñeras¨ de la televisión, lo video juegos, celulares o internet.

• El desafío de pasar a instaurar un sistema de trabajo por objetivos y generar flexibilidad


en el manejo del tiempo de las mujeres sin afectar la productividad y rendimientos
laborales, de manera tal que pueda enfrentar las situaciones familiares sin que esto cause
problemas laborales o de su salud por el stress que esto actualmente le ocasiona. No
podemos olvidar que para muchas mujeres la lejanía del hogar es una fuente de un alto
sentimiento de culpa que las perjudica en sus rendimientos.

• Crear incentivos positivos y facilidades para que las mujeres que presentan las
capacidades no se limiten a asumir posiciones de liderazgo al interior de las
organizaciones debido a las dificultades que estas funciones de dirección implican para
las mujeres de manera tal que cada vez la ocupación de estas posiciones por parte de las
mujeres sea mayor y más frecuentes pues de esta forma las condiciones económicas de
las mujeres pueden ser mejores.

• En Ecuador cada día tenemos un porcentaje mayor de hogares uniparentales( para el


2007 se estimaba que representaban el 25 % de los hogares urbanos) que en su mayoría
son dirigidos por mujeres quienes enfrentan solas la educación de sus hijos . De allí el
gran impacto que esto tiene en la calidad de la vida laboral de las mujeres en sus
familias que en el promedio ecuatoriano debe multiplicarse por 4 por considerar a sus
dependientes, lo que nos debe hacer reflexionar a los líderes de las organizaciones sobre
los efectos positivos o negativos que los sistemas de trabajo , condiciones de vida tienen
en el entorno.

• Las empresas pueden involucrarse con la calidad de la salud de las mujeres y de manera
especial en lo que se relaciona con el cuidado de la lactancia materna y apoyo a los
cuidados pre escolar pues es en este periodo de la vida de los menores en donde se
determinan de manera determinante las capacidades y condiciones de vida futuras.

Lo paradójico de todo esto es que muchas mujeres que estamos en las organizaciones y que
sabemos que los cambios en los temas anteriores pueden realmente modificar sustancialmente a
la sociedad y la calidad de nuestras vidas, somos las mismas quienes hemos “claudicado “o
postergado nuestras necesidades ya sea por aquella visión de que una” buena mujer sirve a los
demás para ser buenita “o ya sea porque no queremos que nos vean como ¨feministas , igualadas
s¨ o bien porque estamos muy estresadas y cansadas para ocuparnos de cambiar el mundo. Y es
más funcional “seguir la corriente”. Sin embargo las mujeres lideres ecuatorianas debemos dejar
nuestros temores y asumir la responsabilidad de cambiar desde dentro de las organizaciones
estas situaciones que nos benefician ni a hombres, ni a mujeres, ni a nuestras relaciones, ni a los
niños y en definitiva a toda la sociedad.

Augusta Bustamante
Gerente de Responsabilidad Social – Diners Club
(Miembro de CERES)

ENTREVISTA: GENERO Y RESPONSABILIDAD SOCIAL


María Sara Jijón C., LLM
Women Advancing Microfinance, Capítulo Ecuador
Miembro de la Red “Mujeres por el Ecuador”
Miembro de la Plataforma de Responsabilidad Social

MSJ: En primer lugar, agradezco esta entrevista sobre dos temas que me apasionan, la
Responsabilidad Social, y el Género. Coincidencialmente mi acercamiento al estudio de ambos
temas se produjo en el año 2003, cuando vivía y trabajaba en Roma, Italia, en una organización
internacional cuya misión es impulsar la gobernanza y el estado de derecho en los países en
desarrollo y economías emergentes (IDLO). El interés en los temas de género me había nacido
mucho antes, desde cuando estudiaba derecho en la PUCE, pero mi involucramiento en los temas
ya a profundidad se produjo en Roma, y mi vinculación a grupos de mujeres profesionales en el
Ecuador se dio a partir del año 2007.

1. ¿Cómo se vinculan igualdad de género y desarrollo sostenible?

Muy importante esta pregunta. Comencemos por decir que no existe desarrollo sin igualdad.
En los años en que la apertura de los mercados, y el neoliberalismo económico, primó en el
discurso “mainstream” se hablaba de que lo prioritario para los países y sociedades era crecer, y
que luego se lograría la igualdad. Gran falacia. Hemos visto como muchos países, y
particularmente en América Latina, han tenido tasas de crecimiento importantes y constantes, y –
sin embargo – la desigualdad solamente se ha acrecentado. Ciertamente que en América Latina
se han reducido los niveles de pobreza y pobreza extrema, pero eso no es suficiente. Nuestra
Región no es la más pobre, pero si es la más desigual. Vemos, entonces, el aparecimiento de
nuevos modelos de desarrollo, como el liderado por Lula en Brasil, en donde ellos dicen, sí, es
importante “crecer para poder igualar”, pero es fundamental “igualar para poder crecer.”
Entonces, no es lo uno o lo otro, debemos trabajar paralelamente en el crecimiento económico y
productivo, y en el desarrollo humano y la eliminación de las desigualdades, que tanto daño le
hacen a nuestra Región. Viendo las cifras a nivel mundial, es claro que la pobreza tiene rostro de
niños y niñas, y rostro de mujeres. La igualdad de género, trabajándola desde las tres
autonomías que propone la CEPAL (a. Autonomía económica; b. Autonomía física; y, c.
Autonomía en la toma de decisiones) es prioritaria si queremos lograr un desarrollo sostenible en
nuestras sociedades. De hecho, los objetivos de desarrollo del milenio incluyen dos temas claves
directamente relacionados con el tema que nos ocupa: i). La promoción de la igualdad entre los
géneros y la autonomía de las mujeres; y, ii). Mejorar la salud materna. Vale mencionar que
todos los otros objetivos tienen también relación con el género, como por ejemplo: iii) la
erradicación de la pobreza extrema y el hambre (somos las mujeres las que más podemos trabajar
por la soberanía alimentaria, ya que en el campo somos las mujeres las que nos quedamos cerca
de la tierra y los animales); iv) Lograr la educación básica universal (hay más niñas que niños
que no terminan la escuela); v) Reducción de la mortalidad infantil (somos las madres, y abuelas,
las que estamos mayoritariamente a cargo de niñas y niños, si se educa a una madre o abuela, y
se la prepara adecuadamente en temas de nutrición, es toda la familia la que se beneficia). En
suma, y como bien dice la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú: "Una mujer con
imaginación es una mujer que no sólo sabe proyectar la vida de una familia, la de una sociedad,
sino también el futuro de un milenio"
2. ¿Cómo usted ve el avance de la igualdad de género en el Ecuador?

En general, yo veo avances importantes en el Ecuador, pero no debemos desmayar en la


lucha, por cuanto el camino a recorrer es aún largo y tortuoso. Aún vivimos en una sociedad
eminentemente patriarcal (machista, en lo coloquial), que premia ciertas actitudes, y que ve aún
con malos ojos el que las mujeres lleguen a sitiales importantes, de dirección. Asimismo, no
hemos aún logrado crear las condiciones que permitan que hombres y mujeres podamos lograr
un adecuado equilibrio entre la vida familiar y la vida profesional, siendo las mujeres quienes
debemos soportar el mayor peso, pues hemos entrado de manera muy fuerte y sostenida en el
mercado laboral, pero seguimos a cargo también del cuidado de nuestros hogares, lo que
evidentemente hace que las mujeres tengamos doble y triple jornada de trabajo. Asimismo, un
tema en el que debemos trabajar aún es en eliminar la brecha salarial latente aún entre hombres y
mujeres (que no es la única, pero es la pertinente para esta pregunta).

Evidentemente en el Ecuador se han producido cambios importantes, que son el resultado del
trabajo sostenido de grupos de mujeres, que han realizado activismo político y trabajo de
incidencia, desde muchos lugares, y en varios espacios. En estos últimos años, y a propósito de
la Constitución del año 2008 ahora vigente, claramente se han dado pasos agigantados en el
reconocimiento de derechos para las mujeres, y también se ha insertado la visión – al menos
desde el punto de vista normativo – de la importancia del enfoque de género en las políticas
públicas, y en los presupuestos públicos. Sin embargo, si vemos ya el Plan Nacional de Buen
Vivir, parecería que quisieron dejar el tema de género como uno transversal, lo cual de alguna
manera lo invisibiliza. Pienso que más grupos y alianzas de mujeres, provenientes de todos los
sectores y regiones, son fundamentales para continuar avanzando en el proceso hacia una
verdadera igualdad de género en el país. Considero – además – que el trabajo lo debemos
realizar mujeres y hombres juntos, pues la igualdad de género beneficia a la sociedad entera.

3. ¿Cuál es el rol de las mujeres en el proceso de cambio para una sociedad más
igualitaria en las relaciones de género?

Yo diría que las mujeres tenemos varios roles que debemos desempeñar como impulsoras de
procesos de cambio hacia una sociedad más igualitaria en las relaciones de género. Para
comenzar, debemos nosotras mismas educarnos sobre el tema, pues ser mujer no significa
entender qué es el género, ni tampoco tener un enfoque de género en nuestras actividades. Una
vez preparadas, y sensibilizadas, debemos – de alguna manera – educar a quienes tenemos en
nuestro entorno, a nuestras familias, a nuestras hijas e hijos, a nuestras amigas y amigos, a
nuestra pareja. Como mencioné en la pregunta anterior, son importantes los grupos de mujeres,
para que podamos ser solidarias entre nosotras, apoyarnos y empoderarnos mutuamente.
Asimismo, en cualquier otro espacio de incidencia, en nuestros trabajos, las escuelas de nuestras
hijas e hijos, en nuestras iglesias, en la comunidad, en el barrio, debemos demostrar que nosotras
estamos a favor de una sociedad con mayor equidad de género. Y, claramente, si podemos tener
incidencia política, y participar activamente en espacios ciudadanos, pues evidentemente el
impacto puede ser aún mayor.
4. Hay un aumento de mujeres que se encargan de puestos importantes en el gobierno
y en el mundo corporativo, ¿a qué se debe estas nuevas oportunidades de liderazgo
para mujeres?

Yo diría que hay varias razones. La primera es que hay más mujeres preparadas para ejercer
esos roles de liderazgo, tanto en lo público como en lo privado. Cada vez salen más y mejores
mujeres profesionales de las universidades del Ecuador, y las nuevas generaciones de mujeres
profesionales, aquellas menores de 35 años, vienen con un ímpetu y una energía impresionantes.
Claramente, ellas viven un mundo diferente al que transitamos aquellas que ya estamos sobre los
35 o lo 40 años, pero su camino no está exento de retos. Tal vez los retos sean mayores, o
simplemente diferentes. De todas maneras, pienso que en las dinámicas sociales y familiares ya
se están dando cambios interesantes que permiten que más mujeres puedan ejercer posiciones de
liderazgo sin que por ello tengan que sacrificar una vida plena, tanto en lo familiar, como en lo
social.

Claramente, al menos en el sector público, las oportunidades para que muchas mujeres
ejerzan posiciones muy importantes de liderazgo en el Ecuador también se debe al actual
régimen, que ha llamado a muchas mujeres a colaborar a nivel del gabinete ministerial. Esto es
normal, por cuanto tenemos un movimiento ciudadano en el poder, que reconoce muchos temas
que antes simplemente no estaban en el tapete, como es la importancia de la economía del
cuidado, por darles un ejemplo.

En cuanto al mundo corporativo, existen muchas mujeres en posiciones de liderazgo en


empresas, principalmente en las multinacionales, aunque también en una que otra empresa
nacional. Sin embargo, debo mencionar que falta mucho para que podamos decir que tenemos
igualdad de género en los niveles de gobierno de las empresas. Ese es un tema pendiente, no
solamente en el Ecuador, si no en muchos países de la Región.

5. En el Ecuador sigue una fuerte tendencia de predominancia masculina. La igualdad


de género, es parte integrante de la Responsabilidad Social Empresarial, ¿qué se
puede hacer para incorporar esta importante temática en empresas, y que éstas lo
promuevan en sus cadenas productivas?

Bueno, para comenzar hay que aceptar que la igualdad de género a nivel organizacional es un
gran desafío. Si no identificamos o reconocemos el problema, es imposible que podamos tomar
las medidas necesarias para resolverlo. Pienso que las empresas que han avanzado ya con
procesos serios y sostenidos de RSE tienen claro que el tema de la igualdad de género es uno
sobre el cual en el Ecuador tenemos mucho por hacer, es decir con este tema tenemos una deuda
pendiente. Sin embargo, creo que en la mayoría de empresas ecuatorianas el asunto ni tan
siquiera se discute. Algunas de las acciones que se pueden tomar para comenzar a tratar el tema
de la igualdad de género en las organizaciones: (1) Comenzar por incluir a más mujeres en los
niveles de gobierno y alta dirección; (2) Trabajar de manera sostenida en que la igualdad de
género forme parte de la cultura organizacional, inclusive evidenciándolo en la misión y visión;
(3) Ser transparentes en la información sobre género, comenzando por las memorias de
sostenibilidad; (4) Sensibilizar a la organización, a través de charlas o talleres. En países tan
avanzados como Noruega, por ejemplo, se tuvo que emitir una Ley que exige que en los
Directorios de las empresas el 40% de los miembros deban ser mujeres.

6. ¿Qué iniciativas y empresas pueden ser destacadas por sus buenas prácticas en
términos de la igualdad de género en el Ecuador?

Creo que para poder responder a estar pregunta deberíamos realizar un mapeo adecuado,
específicamente mirando el tema de la igualdad de género. He leído varias memorias de
sostenibilidad de las empresas ecuatorianas que han incorporado a la RSE en su cultura
corporativa, y no he encontrado en ninguna mención alguna a la equidad de género
específicamente.

Aventurándome un poco, y luego de conversar con persona que están trabajando en los
mapeos de RSE en varias empresas que trabajan en el Ecuador, podríamos decir que son las
empresas multinacionales las que traen ya desde sus países de origen buenas prácticas en
relación a la igualdad de género, incluyendo el tema salarial.

7. ¿Cómo se puede lograr que empresas valoren e inviertan más en programas de


valoración y desarrollo profesional de las mujeres?

Pues es un trabajo que lo tenemos que hacer todas y todos. No es algo que solamente le
compete a las mujeres, también a los hombres. Yo creo que tenemos que educar a nuestros
gobernantes, y también a quienes gobiernan las empresas. Muy probablemente es un trabajo que
lo puede desarrollar el CERES, el IRSE, y la Plataforma de Responsabilidad Social,
conjuntamente, pues es algo que nos atañe y nos importa a la sociedad en su conjunto.

Si logramos tener a más mujeres en espacios de decisión, muy probablemente ellas puedan
incidir en que se impulse a las mujeres dentro de la vida corporativa. Sin embargo, y esto es algo
que no hay que olvidar, mujeres y hombres por igual requerimos poder combinar de manera
adecuada nuestra vida profesional, con la vida personal, y en ese sentido haremos que los días
laborales sean más llevaderos para unos y otros, y el clima de trabajo sea más divertido y
productivo al mismo tiempo.

NOTICERES
Experiencia de DALE en el marco de la Responsabilidad Social en VIH-SIDA (Caso DOLE
Ecuador)

Fundación DALE formo parte del Proyecto Unidos para combatir el VIH-SIDA en el Ecuador
"UNIVIDA", que fue coordinado por CARE Ecuador y contó con el auspicio de la Unión
Europea. El convenio con CARE fue firmado en el 2007 y concluyó en el 2009.

Para la implementación del Programa se desarrollo una estrategia integral. En la primera etapa
se llevo a cabo el proceso de capacitación y sensibilización al personal médico, enfermeras,
consejeras, coordinadores de zona, trabajadoras sociales y personal administrativo de Fundación
DALE con temas específicos de acuerdo a sus roles y funciones.

En el año 2008 se desarrollo e implemento la Política Corporativa no discriminatoria de VIH en


DOLE Ecuador, manifestando nuestro compromiso en respetar, apoyar y hacer cumplir las leyes
establecidas para la prevención del VIH-SIDA como lo establece la constitución política del
estado y los derechos humanos.

A través de actividades de la estrategia de Información Educación y Comunicación (IEC) se ha


fortalecido el conocimiento de nuestros beneficiarios y se les ha brindado acceso a consejerías
(pre y post) y pruebas de tamizaje voluntarias en nuestros cinco centros de consejería. También
hemos fortalecido nuestro seguimiento y acompañamiento los PVVS (Personas viviendo con
VIH-Sida).

Para el fortalecimiento y actualización de los conocimientos del equipo que trabaja en nuestros
cinco centros de consejerías, contamos con el apoyo del Programa Nacional de prevención y
control del VIH-Sida y las ITS del Ministerio de Salud Pública y de otros aliados.

Desde septiembre del 2010, junto con otras organizaciones estamos integrando el “Equipo
Nacional de Apoyo a la Gestión del Sector Laboral en Respuesta al VIH”, que está siendo
liderado por el Ministerio de Salud Pública a través del PNS y del Ministerio de Relaciones
Laborales.

Nuestra meta: seguir trabajando en educar a nuestros trabajadores y familias para prevenir esta
enfermedad y continuar luchando por la no discriminación y la inclusión en la sociedad de las
personas viviendo con VIH-Sida en nuestras áreas de influencia.

Cumbre Internacional de Medio-Ambiente (CIMA)

La Cumbre Internacional de Medio Ambiente-CIMA, a celebrarse en Guayaquil del 14 al 17 de


marzo de 2011, es el primer y único evento internacional en Ecuador para lograr múltiples
oportunidades de negocio en la industria del medio ambiente. Esta nueva propuesta de encuentro
dirigida a líderes, empresas, instituciones y personas de diferentes partes del mundo, ha sido
creada para exponer y debatir ideas favorables para el desarrollo sustentable de la región y del
mundo. CIMA busca generar conciencia sobre la urgencia de desarrollar negocios sostenibles,
enfocados en el mercado de América Latina, viendo en la preservación del medio ambiente una
oportunidad de rentabilidad a largo plazo.

Para más información, visite la página web: www.cimaecuador.com

MUNDO RESPONSABLE
“La única forma de lograr mayor empleo femenino es la flexibilidad laboral”

La Ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt, expuso esta semana en la
versión 2010 del encuentro empresarial ENADE, que este año lleva como título “Viva Chile
Mierda” En la oportunidad, la secretaria de Estado presentó el tema “Más Mujer, Más
Crecimiento” y se centró en la potenciación del trabajo femenino y las fórmulas para conciliar el
mundo familiar con el mundo laboral. En ese sentido, enfatizó que la única forma de conciliar
una mayor participación femenina en el mercado del trabajo, con un aumento de la natalidad, es
la flexibilidad laboral.

A su juicio, en Chile existe un falso dilema, que establece que resulta incompatible un aumento
de la participación laboral femenina con un desarrollo integral de la mujer, que incluya su rol de
madre, en especial en los primeros años.

La Ministra Schmidt planteó que los países que han equilibrado con éxito estas dos necesidades
-mayor participación laboral femenina, que en Chile es de apenas 44% frente al 65% de los
países OCDE, con la maternidad- son los que han tenido empresas que han adaptado sus sistemas
para flexibilizar el trabajo femenino. Estos son los casos de Australia, Irlanda, Nueva Zelandia o
Suecia.

La titular del SERNAM enfatizó que una mayor participación femenina es vital para el desarrollo
del país. "El aumento de la participación laboral femenina tiene un alto impacto: si alcanzáramos
los niveles del promedio de Latinoamérica (53%), la pobreza extrema se reduciría en Chile un
20% y el ingreso per cápita se incrementaría en un 10%", puntualizó citando estadísticas del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Carolina Schmidt, Ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Chile)

AGENDA
Curso Práctico Indicadores de Responsabilidad Social CERES-ETHOS para empresas. A
realizarse 9 de diciembre en CONQUITO. Para inscribirse llamar a 2524 911/2525 833 o enviar
un correo electrónico coordinacion@redceres.org o comunicación@redceres.org

Curso Práctico Indicadores de Responsabilidad Social CERES-ETHOS para ENTIDADES


DEL SECTOR PÚBLICO. A realizarse 12 de enero del 2011 en CONQUITO. Para inscribirse
llamar a 2524 911/2525 833 o enviar un correo electrónico coordinacion@redceres.org o
comunicacion@redceres.org

Curso Práctico Indicadores de Responsabilidad Social CERES-ETHOS para ONG. A


realizarse 19 de enero del 2011 en CONQUITO. Para inscribirse llamar a 2524 911/2525 833 o
enviar un correo electrónico coordinacion@redceres.org o comunicacion@redceres.org

Curso ISO 26000. A realizarse el 13 de enero del 2011. Para inscribirse llamar a 2524 911/2525
833 o enviar un correo electrónico coordinacion@redceres.org o comunicación@redceres.org

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