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Asimismo, las autoridades del Centro Educativo del menor constataron el abandono moral y
material en que se encontraba, debido a que no iba a clases por dedicarse a otras actividades,
una de ellas vender golosinas en las calles.
Como consecuencia de ello, los Jueces determinan que el menor evidencia una tendencia hacia
la criminalidad. En ese sentido, se demuestra que es correcto cuando la Sentencia afirma que
el menor se encuentra en una situación irregular de abandono moral y material
En primer lugar, la D.S.I tutela como criterio fundamental y del más alto grado de peligrosidad
(estado de situación de peligro) al abandono. En el caso, el Juez determina -a partir de los
antecedentes listados en la respuesta anterior- que el menor se encuentra en situación de
abandono moral y material.
En efecto, ello es así porque el menor se enfrenta a situaciones graves. Por un lado, se tiene
que valer por si mismo robando o vendiendo golosinas (elemento del abandono material); Por
otro lado, no tiene una figura que represente una autoridad moral en su vida (elemento de
abandono moral).
Respecto a la actuación del estado, la D.S.I plantea en la teoría un “derecho de autor”, que
consiste en determinar una infracción o crimen en base a las características de un caso en
particular y no solo por el hecho. Sin embargo, en la práctica se convirtió en un método de
control social punitivo, cuyo método efectivo era la privación de la libertad.
En este caso, el Juez determina que debido al abandono material y moral, el menor había
adoptado tendencias delictivas que lo llevaron a la inadaptación y desviación. Estas categorías
que denotan una suerte de “caso perdido” justifican el internamiento en un Centro de
Corrección, así el estado se hace cargo del menor en situación de peligro.
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