El termino asociación civil se refiere a la reunión voluntaria de varias personas con el
propósito de realizar un fin en común que no esté prohibido por la ley. Para crear una asociación civil se requiere un mínimo de dos personas, sin tener un límite del máximo de asociados. Su constitución deriva del acuerdo de sus integrantes, por lo que constituye un acto jurídico para cuya existencia y validez es necesario reunir los elementos y requisitos que para todo acto jurídico dispone la ley. La ley no limita el tiempo de duración de una asociación civil, por lo tanto, es decisión de los miembros la fijación del tiempo correspondiente. La duración no obligatoriamente debe referirse a un tiempo, si no a una serie de actos, que al ser cumplidos la asociación llegara a su fin. Una asociación civil está determinada por una cantidad de integrantes donde todos poseen responsabilidades específicas que, facilitan la ejecución de actividades que determinan el éxito del proyecto. Para establecerla, es necesario pasar por diversas inspecciones, con el fin, de otorgarle una personalidad jurídica que permita respaldar y contraer acciones. Las asociaciones civiles tienen patrimonios que están conformados por las aportaciones de cada asociado y por el conjunto de bienes y derechos que adquiere la asociación por cualquier medio licito y por sus obligaciones. Este tipo de asociaciones no obtienen utilidades, solo incrementos patrimoniales, los cuales deben ser invertidos para los fines sociales. No persiguen fines con ganancias comerciales o económicas, por eso es muy común que también sean llamadas entidades civiles sin fines de lucro. Sociedad Civil. Las sociedades son grupos independientes que buscan fines económicos particulares. Está integrada por personas con derechos y obligaciones, por lo tanto, cada integrante tiene personalidad jurídica propia. Una sociedad civil puede estar integrada por dos o más personas. La ley no especifica si los socios deben ser necesariamente personas físicas o personas morales. La sociedad civil es un contrato a través del cual los socios se obligan mutuamente a combinar sus recursos o sus esfuerzos para la realización de un fin común, de carácter preponderantemente económico. A diferencia de la asociación civil, en la que no existe un capital, en la sociedad civil si existe un capital y los socios contraen la obligación de hacer aportaciones que puedan consistir en una cantidad de dinero, en otros bienes o servicios. Las aportaciones deben estar especificadas en las reformas que con posterioridad se acuerden. La obligación de efectuar las aportaciones correspondientes se limita a lo pactado en el contrato de sociedad. El código civil dispone que las asociaciones deben proponerse fines que no tengan carácter preponderante económico, mientras que las sociedades deben realizar fines económicos, pero que no contribuyan a una especulación comercial.