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Sentencia C-496/98
DESCENTRALIZACION, DESCONCENTRACION Y DELEGACION ADMINISTRATIVAS-
Diferencias
Magistrado Ponente:
Dr. EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ
Santa Fe de Bogotá, D.C., septiembre quince (15) de mil novecientos noventa y ocho (1998).
Aprobada por acta No. 37
La Sala Plena de la Corte Constitucional, integrada por su Presidente Vladimiro Naranjo Mesa,
y por los Magistrados Antonio Barrera Carbonell, Alfredo Beltrán Sierra, Eduardo Cifuentes
Muñoz, Carlos Gaviria Díaz, José Gregorio Hernández Galindo, Hernando Herrera Vergara,
Alejandro Martínez Caballero y Fabio Morón Díaz.
La Corte debe determinar si las funciones presidenciales previstas en los numerales 24 y 25 del
artículo 189 de la Carta únicamente pueden ser ejercidas por autoridades distintas del
Presidente de la República luego de que éste las ha delegado en los términos del artículo 211
de la Constitución, o si, por el contrario, es admisible su ejercicio gracias a la aplicación de
otros principios de funcionamiento de la administración pública.
RAZONAMIENTO:
La vicepresidencia se legitima como dependencia que sirve a las funciones que determine la
Presidencia. Los consejos superior de la administración y los demás organismos consultivos o
coordinadores, para toda la administración o parte de ella, con carácter permanente o
temporal y con representación de varias entidades estatales y, si fuere el caso, del sector
privado, que la ley determine, para lo cual en cada caso se indicara el ministerio o
departamento administrativo al cual estarán adscritos.
El actor arguye que la competencia radica en el presidente de la república y que este no puede
atribuirles esta función a otras entidades porque se estaría reformando la constitución ante
normas de inferior jerarquía.
Condiciones para delegar: i) el ejercicio, por parte del delegatario, de las atribuciones propias
del funcionario delegante; ii) que la autoridad delegante pueda reasumir en cualquier
momento la competencia o funciones delegadas; y, iii) la existencia de autorización legal
previa al acto de delegación que deriva de la cláusula general establecida en el artículo 2 de la
Ley 489 de 1998, salvo que exista prohibición expresa para delegar. Se concluye así que la Ley
489 de 1998 consagra como cláusula general la autorización legal para que las autoridades
administrativas deleguen funciones o asuntos específicos, en todos los casos que no estén
expresamente prohibidos y cuando no figuren en el artículo 11 de esa misma Ley. (Colombia.
Consejo De Estado Sala De Lo Contencioso Administrativo Sección Quinta Consejera Ponente:
Lucy Jeannette Bermúdez. Bogotá D.C., Doce (12) De Agosto De Dos Mil Trece (2013).
Radicación Número: 11001-03-28-000-2012-00043-00)
La ley 35 de 1993 fue expedida por el congreso de la república, y al ser órgano de la rama
ejecutiva por excelencia decidió desconcentrar (transferencia de funciones de la
administración a otros organismos) la función de inspección, vigilancia y control de las
actividades financiera, aseguradora y bursátil consagrada en el artículo 189 en los numerales
24 y 25 constitucional, conforme a las competencias otorgadas en los artículos 150 superior en
sus numeral 7 donde le permite crear instituciones especializadas y en el numeral 9 la creación
de normas generales para que el gobierno las desarrolle. Tal tesis es apoyada por el Ministerio
de Hacienda y Crédito Publico citando la C 397 de 1995, el ministerio de desarrollo económico,
la superintendencia de sociedades, superintendencia bancaria, superintendencia de servicios
públicos, superintendencia de valores.
Las sociedades de Factory son reguladas por el derecho privado, y las de factoring son aquellas
que no captan ahorros del publico solo se encargan de funciones de recuperar cartera a
pequeñas y medianas empresas.
Por lo tanto, La corte entró a estudiar lo dispuesto por el artículo 209 de la constitución política
de Colombia donde se definen como principios que rigen la función administrativa,
distinguiendo entre los principios finalísticos (servir a los intereses generales); los funcionales
(igualdad, moralidad, eficacia, celeridad, imparcialidad y publicidad) y los organizacionales
(descentralización delegación y desconcentración).
El actor señala que el numeral 24 del artículo 189 constitucional no puede ser objeto de la
figura de la desconcentración ya que se encuentra inicialmente en cabeza del jefe de gobierno
por lo tanto y en pro del mantenimiento del orden público económico se vulnera de manera
flagrante el principio de igualdad, por lo que solicita se determine la competencia de la
superintendencia bancaria y la superintendencia de economía solidaria. Se aduce que el
congreso creo la superintendencia Bancaria a través de un organismo descentralizado por
servicios del orden nacional para que así estuviese vigente la personería jurídica de la misma.
· La Superintendencia de la Economía Solidaria insiste que el actor no diferencia los conceptos
de distribución y transferencias de funciones, y no reconoce las diferencias del ejercicio de la
competencia de las superintendencias citadas.
Problemas jurídicos
¿Las normas acusadas vulneran el principio de igualdad al regular de manera distinta las
facultades de la Superintendencia Bancaria y de la Superintendencia de la Economía
Solidaria? No se puede predicar el derecho de igualdad en una persona jurídica de derecho
público.
¿Violan las normas acusadas los artículos 210 y 211 de la Constitución, en la medida en que
mientras la Carta distingue entre superintendencia y entidades descentralizadas por servicios
del orden nacional, las normas demandadas crean una superintendencia que, como la
Bancaria, posee características de entidad descentralizada por servicios del orden nacional? No
se transgrede la normativa constitucional por que el congreso se le asignó la creación de entes
u organismos que permitieran la especialización de funciones como es el caso de las
superintendencias en el artículo 150 superior numeral 7. Además, no existe una norma donde
sostenga que esta entidad debe hacer parte del sector central de la administración nacional, y
la doctrina constitucional lo ubica en el sector descentralizado.
Sentencia C -244/01
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
ARTICULO 7o. Los distritos y municipios podrán desconcentrar, delegar o descentralizar las
funciones derivadas de sus competencias en las localidades, comunas o corregimientos, previa
asignación de los recursos respectivos, excepto para el sector educativo.
II. LA DEMANDA
Es imperativo que se realice una organización interna del aparato estatal, que garantice la
cobertura de todo el territorio nacional y el adecuado cumplimiento de las funciones públicas.
Dentro de esta organización, el sistema jurídico ha previsto las figuras de la descentralización
territorial, funcional y por servicios, así como las de delegación y desconcentración de
funciones a las que se refiere el artículo 209 Superior, las cuales constituyen mecanismos
esenciales para el logro de "los objetivos de política perseguidos por el Estado, tanto en
términos de eficiencia económica como de equidad". Tales mecanismos pueden utilizarse "por
parte de cualquiera de los órganos cuyas actuaciones se concreten en el ejercicio de funciones
administrativas, pues la norma en comento no efectuó discriminación alguna a este respecto",
lo cual quiere decir, que "la delegación, descentralización y desconcentración para el ejercicio
de las funciones administrativas, pueden ser aplicados por cualquiera de los organismos o
entidades que cumplen tales funciones de interés general". En este orden de ideas, cuando la
norma demandada impide a los Municipios y los Distritos desconcentrar, delegar o
descentralizar a las localidades y comunas ciertas competencias en materia educativa, se
vulnera la Constitución.