Sunteți pe pagina 1din 11

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/281650890

Materia y espacio. Metafísica en la obra de Aires Mateus y de Chillida

Article  in  EGA Revista de Expression Grafica Arquitectonica · May 2009


DOI: 10.4995/ega.2009.10255

CITATIONS READS

2 392

1 author:

Carlos L. Marcos
University of North Carolina at Charlotte
75 PUBLICATIONS   54 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Digital architecture View project

ANÁLISIS CRÍTICO DE LA ARQUITECTURA DE ALBERTO CAMPO BAEZA View project

All content following this page was uploaded by Carlos L. Marcos on 11 September 2015.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


1 / Alberto CAMPO BAEZA ha parangonado esta arquitectura con los 3 / “B.C.-Así que todo empieza con esas maquetas del emplaza-
versos de Fray Luis de León “El aire se serena y viste de hermosura miento, cierta idea del volumen y de las necesidades, y luego tú
y luz no usadas, Salinas cuando suena la música callada por tu haces los croquis. F. G. –Sí, croquis y maquetas, y croquis y
divina mano gobernada”, en “Un puñado de aire” , 2G, nº 28, 2003. maquetas…B.C.-Pero esas maquetas las hacen otras personas
2 / Manuel AIRES MATEUS, Hablar de proyectos es hablar de dibu- ¿no? F.G.-Sí, a partir de los croquis. Y también aportan cosas pro-
jos, Conferencia impartida en mayo de 2006 en San Lúcar de pias. A estas alturas ya saben cómo jugar conmigo…B.C.-
Barrameda con motivo del XI Congreso EGA. Publicado en el volu- Hablamos del momento en que entra en acción el ordenador.
men III (debates) de dicho Congreso. ¿Usas el ordenador para asegurarte de que estás dentro del pre-
supuesto? F.G.-Mientras trabajamos con cada maqueta, vamos
digitalizando sus superficies.”; entrevista de Beatriz Colomina a
Frank Gehry; El Croquis, Frank Gehry 1996-2003, Nº 117.

192 MATERIA Y ESPACIO. METAFÍSICA EN LA OBRA DE AIRES contrasta con la utilización sistemáti-
ca de infografías entre estudiantes y al-
MATEUS Y DE CHILLIDA gunos compañeros de profesión. Ma-
Carlos L. Marcos nuel Aires Mateus 2 se refería a las
infografías en los siguientes términos:
Otro tipo de dibujo son estas vistas he-
chas por ordenador (ver fig. 2). Muy ra-
ra vez hacemos dibujos así con el orde-
nador y estos los hicimos por encargo para
la promoción del edificio por parte del
ayuntamiento. Han llegado a hacer in-
cluso una secuencia filmada. Estos son di-
bujos que te atraen, dibujos que, como las
maquetas pequeñas, tienden a enamorar-
te… Por eso, normalmente, guardo siem-
pre grandes sospechas en relación con es-
tos dibujos de ordenador.
Lógicamente, los proyectos de eje-
cución de los hermanos Aires Mateus
Algunos pensamos que la agilidad del rigor y la precisión necesarios co- están desarrollados con la ayuda del
que se deriva del uso del lápiz, toda- mo para poder desarrollar la arqui- ordenador, algo que hoy en día está
vía hoy, resulta oportuna en las fases tectura mentalmente. Por eso debemos fuera de toda discusión en el ámbito
iniciales del proyecto. En ese primer recurrir a un lenguaje interpuesto co- del ejercicio profesional –la contención
estadio germinal y difuso, el estadio mo el dibujo. Similar versatilidad po- gráfica de las pocas infografías que en-
propio de la kunstwollen, la misma demos encontrarla en el uso de ma- contramos sus proyectos es acorde con
acción de dibujar nos indica el cami- quetas de trabajo, para determinadas la sencillez de la arquitectura que re-
no a recorrer. geometrías, en un ámbito puramente presentan–. Nos referimos aquí a la vi-
Para la elaboración de este artículo espacial. Ofrecen, en contraste con el gencia del dibujo o la maqueta en la
hemos podido disponer de monos, cro- dibujo, un control más global de la ge- fase de ideación. Incluso la obra de ar-
quis e imágenes de maquetas que el ometría del proyecto como totalidad quitectos que en la actualidad es con-
propio Manuel Aires Mateus tuvo la y no como vista parcial del mismo. En siderada vanguardia arquitectónica es
amabilidad de enviar y de la que quie- el caso de génesis del espacio como sus- ideada a partir de dibujos y maquetas
ro dejar constancia por escrito. La lec- tracción resultan especialmente útiles en estas fases iniciales del proyecto
tura que se hace aquí de su arquitec- (ver figs. 1, 3, 5 y 11). Es significativo (pensemos en Gehry 3, cuyos archivos
tura es, obviamente, responsabilidad que arquitectos jóvenes reconocidos digitales se generan escaneando las ma-
únicamente del que suscribe. Caben, en el ámbito de la arquitectura portu- quetas que han sido elaboradas, a su
pues, un par de consideraciones pre- guesa actual como los hermanos Aires vez, desde los esquemáticos monos ger-
vias acerca del tratamiento de dicho Mateus se sigan sirviendo de dibujos minales trazados por él).
material y la justificación de su em- y maquetas para proyectar No obstante, el clasicismo de la ar-
pleo. Cuando proyectamos, nuestras La silenciosa elocuencia 1 de su ar- quitectura de los hermanos Aires Ma-
imágenes mentales, que son nuestra re- quitectura está ideada a la manera clá- teus al que nos referimos no afecta so-
acción interior ante estímulos exterio- sica en al menos dos aspectos. En pri- lamente a su manera de proyectar; en su
res (el contexto –un lugar y un tiem- mer lugar, está proyectada valiéndose arquitectura está la monumentalidad de
po– y el propio texto arquitectónico de las herramientas tradicionales de la arquitectura de piedra. La desnudez
–unas necesidades de uso–), carecen ideación: el dibujo y la maqueta; lo que de todo ornamento hace que sean el con-
expresión
gráfica
4 / Leopoldo URÍA, coloquio con Manuel Aires Mateus tras la con- 1. Aires Mateus. Proyecto para el Concurso de Ideas 5 / BELO RODEIA, Joäo, Sobre un recorrido; 2G, nº 28, 2003, p. 12.
ferencia de éste. Actas XI Congreso EGA, Sevilla, 2006. en Benevento (maqueta).
2. Aires Mateus. Proyecto para la Ciudad de la Cultu-
ra. Lisboa.

arquitectónica
3. Aires Mateus. Proyecto de hotel en campo de golf.
Bom Sucesso.

traste de masas y vacíos, de luces y som- espacio en algunos de sus proyectos (p. ra high-tech. Se elige el material en fun- 193
bras, de gravidez y de proporciones, los ej., en el hotel en Dublín o en el hotel ción de sus cualidades para imponer-
ingredientes de su arquitectura. del Bom Sucesso ligado al campo de le una geometría pero la manipulación
El cambio de paradigma que las he- golf (ver fig. 3) resulta revelador. que sobre él se ejerce también depen-
rramientas informáticas han introdu- Su lectura de pesos y equilibrios en- de de ellas.
cido en la concepción y en el desarro- tre la masa y el vacío, entre el hueco Joäo Belo Rodeia 5 escribía sobre los
llo del proyecto resulta incuestionable; para habitar y la materia que lo defi- dibujos como exploración proyectual
muchas geometrías complejas de la ar- ne, que lo hace posible y que permite del proceso de excavado o vaciado de
quitectura reciente de Eisenman o a la luz –en sus ausencias– terminar de la materia que caracteriza la arquitec-
Gehry serían imposibles de desarrollar esculpir dichos vacíos hacen que, pa- tura de los hermanos Mateus:
o construir sin ayuda de dichas herra- ra dicha arquitectura, dicho material
Parecen concentrar y excavar siempre,
mientas. Por el contrario la arquitec- sea idóneo para trabajar. No imagi- agrietando, sustrayendo y/o encastrando,
tura de los hermanos Aires Mateus, no namos la elección del mismo material forzando la figuración hacia una especie
requiere de semejantes sofisticaciones; para las maquetas de una arquitectu- de concepto dibujado.
la sencillez geométrica que la caracte-
riza no necesita de modelizaciones tri-
dimensionales en el espacio virtual. La
concepción del espacio engendrado por
sustracción encuentra en las maquetas
y en su materialidad una herramienta
adecuada a su estrategia proyectual.
Así describía Leopoldo Uría 4 a vue-
lapluma la relación entre los dibujos,
las maquetas y su proceso de proyec-
to en el coloquio que se desarrolló tras
la citada conferencia:
…tienes una relación entre proyecto y di-
bujo que yo diría que es clásica, tranquila
y limitada (y limitada no lo digo en un sen-
tido negativo, sino en cuanto que parcial).
Es clásica porque el desarrollo gráfico de
tus proyectos yo diría que es tradicional:
se van generando, se van produciendo y se
acaban. Es tranquila porque recoge una
relación equilibrada entre tus estrategias
1 2
proyectuales y tu estrategia gráfica… En
cambio, cuando el proyecto está hecho y
lo tienes que narrar, recurres poco al di-
bujo; la maqueta nos cuenta más tus pro-
yectos que tus dibujos.

El hecho de que los hermanos Aires


Mateus decidan utilizar el poliestire-
no expandido como material que con-
forma su particular manera de enten-
der la relación entre la materia y el
3
6 / BELO RODEIA, Joäo, Sobre un recorrido; 2G, nº 28, 2003, p. 12 4. Aires Mateus. Dibujos de ideación proyecto vivien- 7 / Manuel AIRES MATEUS, Op. cit., p. 146
da unifamiliar. Serra d’aire.

194 La calidad el resultado final suele común a cierta tradición portuguesa de Manuel Aires Mateus 7 habla del di-
depender, en buena medida, del cami- representación. Se diría que estamos ante bujo en el inicio del proyecto:
un trabajo dentro o a partir de las entra-
no recorrido para llegar a él; en el ca- Pero el dibujo más importante creo que
ñas de la tierra, unas veces más viscoso,
so del proyecto, el proceso que se ha otras más pétreo, entre el barro y la roca es el que haces para concretar ideas de
seguido para resolver dicha arquitec- [ver serie viv. Serra d’Aire de la fig. 4]. proyectos. A mi me interesa mucho un di-
tura. Por ello nos interesa analizar aquí bujo que es en parte dibujo, en parte tex-
Los dibujos expresan una materia- to, en parte matemática… una especie de
la estrategia proyectual de los herma-
lidad que la línea fina del instrumen- representación de todo lo que puedes pen-
nos Aires Mateus. En este sentido, Be- sar al mismo tiempo. Estas son tres pá-
to no puede generar per se por lo que
lo Rodeia 6 ha escrito sobre los dibu- ginas de un cuaderno de dibujo [ver fig.
recurre a grafismos –agrupaciones de
jos de ideación: 4] para hacer una casa individual. Estaba
líneas y rayados– para representar lo muy preocupado con la idea de hacer un
En general, estamos hablando de bocetos material como lo denso y rayado, fren- espacio principal que fluye por todos los
bidimensionales, densos y miniaturizados,
normalmente en blanco y negro, casi in-
te al espacio como lo vacío y blanco. espacios. Este espacio principal es lo que
Rodeia habla de la tradición opuesta llamamos un espacio blanco, porque es
fantiles, que presentan series secuenciales
refiriéndose a los dibujos de Siza, en un espacio entre otros más pequeños, que
de cada problema…A pesar de que siguen
son habitaciones y cosas que hacen el lí-
buscando y fijando los trazos en los que los que la predilección por la línea es
mite de la casa. Y así, tienes el espacio
la forma cobra sentido, ahora amalgaman determinante; apenas hay en ellos un principal y los límites, que son otros es-
emplazamientos, programas y cierta la-
mínimo rasgo de construcción de man- pacios, porque en realidad lo que quería-
tencia matérica que proviene de su res-
pectiva densidad, muy lejos de la delica- chas para representar ya sea la luz y la mos era dibujar con muros muy gruesos.
deza de las líneas y los contornos que es sombra, ya sea la materia y el espacio.
expresión
gráfica
8 / Manuel AIRES MATEUS, op. cit. 9 / BELO RODEIA, Joäo, Sobre un recorrido; 2G, nº 28, 2003, p. 12 5. Proyecto viv. unifamiliar. Serra d’aire.
10 / Eduardo Chillida, Cuaderno de notas.

arquitectónica
En esas precisas líneas, Manuel Ai- 195
res Mateus nos desvela cómo traba-
ja, lo que le preocupa y cómo entien-
de la relación entre los distintos niveles
de jerarquía en su proyecto: el espacio
épico como protagonista, la materia
que lo determina y los espacios servi-
dores que habitan la materia, sendos
límites del espacio principal. Su pro-
ceso sustractivo queda evidenciado en
esos monos ¡cómo no pensar en Chi-
llida al contemplarlos! En ellos planea
ese antagonismo entre lo material y lo
espacial. A pesar de su expresividad,
éstos no dejan de tener la limitación
plana que es consustancial a todo di-
bujo. Por ello, el propio autor, insiste
en el uso de las maquetas a partir de
cierto estadio de desarrollo del pro-
yecto para comprobar la relación en-
tre lo masivo y lo vacío en un ámbito
tridimensional y añade 8:
En la reciente exposición de nuestra obra yecciones planas, después de todo–. su inicio son de pequeño tamaño, pero
en el Centro Cultural de Belem presen- que aumentan su dimensión y dramatis-
tamos los dibujos finales de este proyec-
Más aún, la infografía mantiene todas
las cualidades ilusorias que caracteri- mo a lo largo de cada proceso, y siem-
to y, al mismo tiempo, una maqueta [ver pre con una gran presencia matérica.
fig. 5]. La maqueta es un medio de pro- zan a la imagen. La maqueta es, en
ceso, no es ni el inicio ni la forma como cambio, una sencilla representación La poética entre el espacio y la ma-
puedes confirmar el proyecto. Es lo que a escala del objeto –con la consiguiente teria parece ser uno de los temas cen-
tienes en la mitad del proceso, donde es
simplificación de la miniatura, pero trales en la escultura de Chillida y en
una representación más fácil. Nosotros
las hacemos gigantes porque queremos completamente material y tridimen- la arquitectura de los hermanos Aires
meternos dentro de las maquetas. sional–. Por ese motivo, su utilización, Mateus. Enfrentar el espacio y la ma-
permite a los hermanos Aires Mateus teria requiere abordar el concepto de
Conviene subrayar cómo la maqueta
profundizar más en ésa tensión entre límite entendido como frontera mate-
permite experimentar físicamente el
lo material y lo espacial característi- rial que configura una geometría es-
peso de lo material frente a lo espacial,
ca de su obra. Belo Rodeia 9 escribía a pacial. El propio Chillida 10 escribe a
es decir, la escala de la materia frente
propósito de esta manera de trabajar propósito del concepto de límite “El
al espacio. Un modelo virtual no deja
con maquetas y de su “contaminación límite es el verdadero protagonista del
de habitar un espacio virtual cuya rea-
matérica” sobre la propuesta: espacio, como el presente, otro límite,
lidad no es material; como todo lo vir-
tual, no deja de ser una emulación de A partir de los bocetos, se suceden aho- es el verdadero protagonista del tiem-
otra realidad. Podemos girar el mode- ra series secuenciales de maquetas, reali- po”. En la obra de los hermanos Aires
zadas con un estricto abanico de mate-
lo virtual en la pantalla del ordenador riales corrientes (cartón, acrílicos,
Mateus, destaca una proverbial pug-
pero únicamente proporcionará una porexpan o madera) y otros menos co- na entre el espacio y la materia; una
colección de vistas del mismo –pro- rrientes (metal, yeso, hormigón), que en lucha entre el espacio, que pretende
6. Dibujo de Manuel Aires Mateus. 11 / Manuel Aires Mateus, Hablar de proyectos es hablar de
7. Chillida. Modulación heterodoxa I, 1973. dibujos. Conferencia impartida en Sanlúcar de Barrameda el 12
de mayo de 2006 en el marco del XI Congreso EGA de Sevilla.
12 / Juan BORCHERS, Institución arqutiectónica. Editorial Andrés
Bello. Santiago de Chile, 1968, p. 174.
13 / Eduardo CHILLIDA, Cuaderno de notas.
14 / ALBERTI, Leon Battista; De re aedificatoria.
15 / Octavio PAZ, Chillida, entre el hierro y la luz.; Ed. Maeght,
Paris, 1979.
16 / Octavio PAZ, op. cit.

196 hacerse un hueco en la materia, y ésta


última que lo envuelve, lo aprisiona
y le confiere su geometría. La dialéc-
tica entre lo vacío y lo masivo establece
una tensión que ordena todo el pro-
yecto. La arquitectura de los herma-
nos Aires Mateus parece cincelada a
partir de la materia, del elemento ma-
sivo y de procesos de vaciado tan no-
tablemente abordados por Chillida. Es
inevitable recordar piezas de Chillida
al contemplar sus proyectos. Esta coin-
cidencia no es casual, Manuel Aires
Mateus reconoce su afinidad y admi-
finida por los límites de los objetos ma-
ración por la obra del escultor 11:
teriales, y no el espacio entendido co-
Durante el tiempo que estuvo en Madrid y mo simple receptáculo vacío.
en el Guggenheim la exposición de Chilli- Presencia y ausencia, dos conceptos
da, estuve en ambos sitios varias veces pa-
ra dibujar obras de Chillida [ver fig. 6]. Ten-
contrapuestos, como la materia y el es-
go una fascinación enorme por la idea de pacio, como la gravedad y la levedad
que el espacio es una especie de negativo de o como la luz y la sombra: eternos in-
la presencia de la materia, es una idea que variantes de la arquitectura que Bor-
me interesa y tal vez Chillida ha sido el es- chers definía como “Física hecha car-
cultor que la ha representado (no hablo ne” 12. A veces encontramos tanta
ya de valor) de la forma más clara; unos es-
expresividad en la inesperada y con-
pacios que resultan al revés de lo que pen-
samos y que tenemos tradicionalmente ga- trastada ausencia como en la forma
rantizados por la arquitectura, donde todo evidenciada de manera explícita. Pen-
es adición. Me interesa mucho la idea que semos, por ejemplo, en el enorme va-
podemos trasladar desde la escultura de que lor expresivo que adquieren los silen-
hay espacios hechos y arquitecturas que cios en los primeros compases de la
pueden ser hechas por sustracción.
obertura Coriolano de Beethoven, aca-
Lo significativo del interés que de- so son más sonoros y dramáticos, si
muestra Manuel Aires Mateus por la cabe, que el ataque con tuti orquestal
obra de Chillida es su transposición de que les precede. El propio Chillida 13
ese peculiar modo de concebir el espa- apunta el contraste existente entre las
cio como “negativo de la presencia de ideas de presencia y ausencia:
la materia” al ámbito de la arquitectu- No he visto el viento, he visto cómo se
ra. Eso implica, entre otras cosas, el evi- movían las nubes.
denciar el límite y la tensión que pro- No he visto el tiempo, he visto cómo se
caían las hojas.
duce una dialéctica de oposición entre
espacio y materia; una noción topoló- Tenemos noción del tiempo por el
gica y aristotélica del espacio. Es decir, fluir de lo que deviene, de lo que se
el espacio entendido como lugar –topos– mueve, no por lo que persiste en su ser.
que es el resultado de una geometría de- Lo que esperamos en un determina-
expresión
gráfica
8. Proyecto vivienda unifamiliar en el litoral del Alen-
tejo. Concepción.

arquitectónica
do lugar o situación se ve enfatizado 197
cuando inesperadamente desaparece o
ya no está. Es el frustrado contraste
con respecto a nuestra expectativa lo
que hace de la ausencia un poderoso
recurso expresivo.
La dialéctica de los opuestos ante-
riormente citados constituye, junto con
los conceptos de escala y de orden, par-
te de ese aleph atemporal de invarian-
tes de la arquitectura. El problema de
la escala es, en buena medida, una de
las dos fronteras que separan la ar-
quitectura de la escultura; la otra es la
necessitas de Alberti 14. Sin embargo,
en lo que se refiere a la dialéctica del
espacio y la materia (ver figs. 7 y 12),
muchos de los ingredientes son comu-
nes en arquitectura y escultura. Oc-
tavio Paz 15 recoge esas claves en la es-
cultura de Chillida:
Los protagonistas son los mismos; me-
jor dicho, el protagonista: el espacio en
sus metamorfosis. Las nuevas formas son
sólidas, pesadas, como si fuesen los pila-
res o sostenes del mundo. Sólo que esas
construcciones férreas no sostienen nada,
son esqueletos vacíos, deshabitados. En-
tre sus paredes metálicas y por sus corre-
dores ásperos o lisos no pasa nadie sino
el viento. El hierro edifica vastas terrazas
y altos parapetos, cava secretas cámaras
y profundas galerías para un pueblo in-
tan próxima al lenguaje arquitectóni- o la dureza, la fragilidad o la plastici-
corpóreo. Rudos homenajes de las formas
del espacio en su manifestación más sen- co. Para todo escultor dad, la rigidez o la flexibilidad, la iso-
sible y, al mismo tiempo, más abstracta y el problema de la forma está ínti- tropía o la anisotropía de dicho mate-
filosófica: la vacuidad. Tensión contra- mamente relacionado con el del mate- rial. La huella de su conformación, el
dictoria: las formas quieren colonizar al rial; Chillida no es una excepción. Las rastro de la génesis de su transforma-
espacio pero el triunfo del espacio es la cualidades intrínsecas del propio ma- ción por la acción del escultor quedan
anulación de las formas.
terial determinan en gran medida có- así fosilizados en la materia, en su ca-
Las referencias a la arquitectura en mo puede y debe ser trabajado. Cua- pacidad de ser madera, hierro, grani-
el rico lenguaje descriptivo de Paz es- lidades que no son otra cosa que sus to o alabastro y haber tenido que
tán cargadas de intención. Porque, propiedades físicas. Otra vez la Físi- adoptar una determinada geometría
efectivamente, esa pugna entre el es- ca con sus leyes que prescriben la ver- impuesta o descubierta por la mano
pacio y la materia tan característica de dadera naturaleza de uno u otro ma- del hombre. Octavio Paz 16 escribe a
la obra de Chillida es lo que la hace terial; leyes que establecen la ductilidad propósito de la obra de Chillida:
9 y 9 bis. Proyecto vivienda unifamiliar en el litoral del 17 / Octavio PAZ, op. cit.
Alentejo. 18 / Juan Miguel OTXOTORENA, Arquitecturas excavadas. A propó-
sito de los proyectos de los hermanos Aires Mateus.
Arquitecturas de autor 25.

198 Obra singular entre todas pues en ella se tamente atenta a la centralidad de la idea
conjugan dos direcciones opuestas del ar- de espacio en el propio proyecto.
te contemporáneo: la atracción por la ma-
teria y la reflexión sobre la materia. La es- La oposición entre la materia y el es-
cultura de Chillida nos impresiona, a pacio arrancado a ella es lo que rela-
primera vista, por su acentuada materia- ciona la arquitectura de los dos portu-
lidad: más que formas en hierro o grani-
gueses y la obra de ambos escultores
to, sus esculturas son el hierro mismo, el
granito en persona. vascos. Esta cualidad es, sin duda, la
que imprime a la arquitectura de aque-
En los procesos sustractivos típica- llos su sello característico. Su obra tras-
mente operados en piedra en la obra ciende por su afinidad hacia lo mate-
de Chillida encontramos ecos de ar- rial en contraste con la tendencia
quitecturas excavadas como las de Pe- opuesta que ha marcado la arquitec-
tra o las de algunas tumbas egipcias. tura moderna desde sus inicios. Su con-
La arquitectonicidad de la obra de Chi- cepción de una espacialidad generada
llida contrasta con algunas arquitec- por sustracción de la materia pertene-
turas del pasado, que por su marcado ce al linaje conceptual de la arquitec-
carácter escultórico podrían relacio- tura de la antigüedad, de la arquitec-
narse apriorísticamente como obras tura excavada como en los hipogeos o
emparentadas; nada más lejos de la en Petra. La materia que delimita al es-
realidad. Así escribe Paz 17: pacio no lo hace con la misma intensi-
La arquitectura de la India y de los Ma- dad en el caso de que la proporción en-
yas fue realmente escultura arquitectóni- tre el espacio confinado y la delgadez
ca: el templo concebido como una esta- de sus límites materiales sea mayor o
tua divina cubierta de ornamentos y menor. Así, cuando experimentamos la
atributos; la escultura de Chillida, en cam- espacialidad que encierra un edificio
bio, es profunda y radicalmente arquitec-
tan notable como el Pantheon, no po-
tura: construcción de un espacio, no so-
bre sino en y dentro del gran espacio. demos evitar comparar la sección de
sus muros, frente al espacio que deli-
Estas relaciones entre la escultura mitan. Los casetones de su bóveda y
de Chillida, e incluso con la de Otei- los nichos de los muros evidencian la
za, y la arquitectura de los hermanos cantidad de materia y la profundidad
Aires Mateus las ha apuntado Juan de la envolvente de ese espacio unita-
Miguel Otxotorena 18 de esta manera: rio. Nuestra percepción del mismo no
sería la misma si se tratara de una del-
Los trabajos de autores tan significativos
[Chillida y Oteiza] nos han habituado a re- gada piel sin apenas espesor.
lacionar su poética del vacío con una ins- Esa monumentalidad a la que ante-
piración arquitectónica de la tarea escul- riormente hacíamos referencia está pre-
tórica que radica en la centralidad del papel sente, de alguna manera, en la obra de
del espacio en ella. La explotación de esa los hermanos Mateus. El peso del ele-
poética pasa en sus realizaciones por la asig-
mento material frente al vacío en una
nación al espacio del mayor protagonismo
estético y conceptual... La arquitectura de composición determina buena parte de
los hermanos Aires Mateus parece decan- la sensación que tenemos de su gravi-
tarse claramente por la opción más direc- dez. La grandiosidad de las ruinas ro-
expresión
gráfica
19 / Eduardo CHILLIDA, Cuaderno de notas. 10. Aires Mateus. Secciones y maqueta. Ciudad de la
Cultura en Lisboa.

arquitectónica
199

manas se debe, tanto o más que a su ta- vido), materia habitada (escala pe-
maño, a las colosales dimensiones de los queña como jerarquía subordinada,
cerramientos estructurales –lo material– servidora del espacio y entendida co-
en comparación con los espacios que de- mo límite). El tratamiento que hacen
limitan: la escala propia de la forma. del espacio gira entorno a los concep-
Ahora bien, el espacio arquitectó- tos de materia sustraída y jerarquía es-
nico con el que trabaja Chillida es el pacial. Sin embargo, al vaciar la ma-
resultado de una reflexión acerca de la teria no establecen la dicotomía de la
dualidad espacial y material de la rea- arquitectura de la antigüedad materia
lidad en un plano abstracto. El propio vs. espacio a través de un límite sóli-
escultor escribe a propósito de este te- do. Podríamos decir que establecen un
ma 19 “Los espacios en los que traba- orden intermedio, una transición gra-
jo son virtuales o inaccesibles”. Debe- dual entre la materia y el espacio, una
mos acercarnos a la obra de Chillida piel que aparentemente contiene tan-
como a un universo de formas y geo- to estructura como cerramiento pero
metrías ligadas a su materialidad y, por que es a la vez un nivel intermedio de
tanto, a su realidad como esculturas densidad de la materia, el límite que se
en las que, sin embargo, hay una ex- convierte en materia habitada al tiem-
tensa y sincera reflexión tanto acerca po que servidora del espacio protago-
del espacio como de la propia materia. nista; en suma, la densidad de lo ex-
En la estrategia proyectual de los her- tenso en el sentido de Spinoza. Esta
manos Aires Mateus se establecen tres densidad contrasta con la desmateria-
niveles de jerarquía conceptual: mate- lización y la transparencia progresivas
ria (gestación del espacio como sus- de la arquitectura contemporánea. Es-
tracción de la materia), espacio (gran tamos pensando en Serra d’Aire, en el
escala como jerarquía superior y ser- Litoral Alentejano, o en la Ciudad de
11. Proyecto para la Ciudad de la Cultura en Lisboa. 20 / Manuel AIRES MATEUS, op. cit.
Concepción. 21 / Lao-Tse, Tao Te-Ching.

200 recoletos característicos del casco his-


tórico se recrean así a distintos niveles
en una suerte de urdimbre tridimen-
sional, un laberinto de pequeñas ca-
llejas con recorridos sinuosos como
metáfora de la ciudad histórica. Las
operaciones de vaciado tienen aquí una
escala urbana.
Toda la geometría del edificio des-
cansa sobre la idea de sustracción de
la materia, pero considerando el edi-
ficio como una ciudad tridimensional,
una trama de calles y plazas que no se
encuentran a un único nivel –sobre una
topografía bidimensional– sino en dis-
tintas capas que a su vez se corres-
ponden con las distintas plantas del
edificio. El propio Manuel Aires Ma-
teus 20 reconoce haber pasado parte del
proyecto en la Alfama, la parte más
antigua del Lisboa, intentando “dibu-
jarla, medirla, calibrarla, para ver qué
podíamos extraer de estas calles y pla-
zas… intentando encontrar estas me-
didas de patios, calles, de sorpresas, de
plazas, que no las encontramos ya en
la Cultura de Lisboa a otra escala (figs. El proceso de gestación de un espa- la ciudad moderna”. Destaca la unifi-
4 y 5, 8, 9 y 9 bis, 10 y 11). cio sustractivo no es un recurso ma- cación de una piel exterior que con-
La cuidada expresión gráfica con- nierista posible sólo en la escala do- forma un volumen unitario en con-
tenida en sus planos incide en este he- méstica. La Ciudad de la Cultura será traste con la fragmentación espacial en
cho mostrando el equilibrio de masa el edificio más grande de la capital lu- el interior de génesis sustractiva. Nos
y vacío, la jerarquía principal entre el sa, con gran complejidad y superposi- parece adecuado terminar contrapo-
espacio y la materia, en grandes man- ción de usos que debe resolverse en un niendo la idea de espacio interior “in-
chas blancas para uno y otra. El pri- solar no muy grande, asentado sobre accesible” de Chillida frente al espa-
mer golpe de vista nos habla de esta una ladera con un desnivel considera- cio habitable, la morada de los Aires
división principal entre el espacio pro- ble. Eso explica el desarrollo vertical Mateus citando a Lao Tse 21:
tagonista y la materia antagonista, no- del mismo y el empaquetamiento es- Modelando el barro se hacen recipientes,
driza de aquél. Una lectura más pró- pacial de todo el proyecto. El proyec- y es su espacio vacío lo que les hace útiles.
xima descubre un segundo nivel de to está concebido como una gran pie- Puertas y ventanas se abren en las pare-
espacios menores habitando la mate- za enteriza que se ha ido horadando des de una casa,
ria, dibujados con líneas blancas sobre para alumbrar espacios urbanos con y es ese espacio vacío lo que permite
que una casa pueda ser habitada.
las manchas negras que a primera vis- una escala similar a la del casco anti- Lo que existe sirve para ser poseído,
ta eran sólo materia y límite grueso guo de la ciudad. La poética de la ciu- lo que no existe sirve para cumplir una
(ver figs. 9 y 9 bis). dad, de las pequeñas plazas y espacios función.
12. Chillida. Homenaje a la arquitectura I, 1973.

View publication stats

S-ar putea să vă placă și