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- Cari, quién nos iba a decir que a estas alturas de nuestra vida estaríamos
manejando móviles y grupos de whataspp.
- Mercedes, como escribí el otro día, con vuestros mensajes de
mañana, qué bien que existe este grupo, es el menos tópico de los
grupos de whatsapp y el más interesante y solo me sale decir ¡gracias
amigas!
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Ya habrás adivinado, curioso lector o lectora, que en aquellos lejanos años
las aulas del instituto tenían dos turnos para dividir al masculino del
femenino y por la noche… el nocturno (mixto). No era distancia social, como
la de ahora, ni había docencia on line.
…¿Tus padres? ¿Tus hijos? ¿Tus nietos? Las nueras y los yernos....
Separaciones y enfermedades pero como telón de fondo, sin ocupar
primeros planos…como parte de la vida…
Sonrisas y carcajadas, anécdotas y recuerdos compartidos tras años sin
vernos. Ya no eran los estudios ni los devenires profesionales, éramos
mujeres que curiosamente, tras años, se reencontraban con sus mismidades
al desnudo.
¡Cómo no! a Gemi, esa pregunta adolescente, ¿tu marinero?. Ese novio de
juventud que venía a recogerla con toda su “valentía” a la puerta de ese
instituto femenino, lleno de jovencitas.
En la mesa de este año, una conversación ¿os acordáis de Enriqueta la de
costura?
¿Ese álbum de vainicas y de la mala leche con la que daba un corte a la
muestra de puntadas para no poder “copiarse”…?
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- Cari, qué te ha parecido la película de La Boda de Rosa?
- Mercedes, pues que el tema sigue vigente en el 2020, como si
no hubiésemos evolucionado. Decir NO cuesta más que seguir
hasta "reventar ", por amor, nos contaron a las mujeres. Creo,
que somos capaces de todo o casi todo por ese amor
contado. No me refiero al amor "romántico", obvio.
- Cari, es curioso que ahora cuando nos acordamos de los cuentos,
películas y moda con los que crecimos, encontramos razones
culturales que nos “llaman la atención” en estos momentos y quizás
sea una evolución de los relatos que se escuchan en la sociedad.
- Verás, Mercedes, no quiero pecar de sexista, pero en mis
referentes familiares lo he vivido. Las grandes mujeres de mi
vida, mi abuela materna y mi madre, me lo han mostrado a lo
largo de su vida. Ellas lo contaban con palabras o con
pequeñas actuaciones diarias: el AMOR ha de ser
incondicional. Así me lo dieron y enseñaron a darlo, con su
ejemplo.
- Cari, me ha encantado el juego del tiempo que hace Iciar Bollaín en
el taller, con el vestido, con los botones, y me llevó a la caja de
caramelos de la viuda de Solano y al tubo de optalidón para
botones… Por eso escribí lo que os compartí en el grupo.
- Es verdad, Mercedes, ¡cuánta nostalgia al ver ciertas escenas!
Rosa en el taller de su madre, cosiendo con su máquina, creía
estar viendo a la mía, cuantas horas pasó "dejándose la vista",
para coser nuestra ropa y arreglar, reciclar, diríamos ahora... sin
dejarnos ver su cansancio físico y mental, que de todo había.
Pepi, a la que situaré como amiga desde sexto del instituto en el que se unió
al grupo como recién matriculada, venía del bachillerato libre, ha resultado
ser cuñada porque ambas compartimos maridos de la misma familia y que
eran parte de la pandilla juvenil. He dicho amiga y como tal me ha
acompañado en momentos de esos que se hacen, a veces, en el no tiempo
y en el no lugar, ahora sé que son actos de compromiso contigo misma. Uno
de esos fue hacer y leer la tesis, ya jubilada, con Conchita como estudio de
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caso. Ella leyó nuestras conversaciones del relato de tesis y la conoció en
esa “defensa” ante un tribunal.
Kica:
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El punto de cruz es mi debilidad y con él hago baberos, canastillas,
cuadros… Me gusta aislarme al bordar y ese ratito lo disfruto como solo
mío.
Manoli:
Joaquina:
Mariji:
- Yo soy un garbanzo negro porque mi madre hizo como todas y ¡anda que no
cosía a máquina! Pues a mí me da terror y tengo la Singer de mi abuela y
otra automática que, optimista yo, me compré, para usarla, claro. Cada
vez que pienso en ponerme se me ponen los pelos como escarpias. Pero, a
mano, arreglo muchas cosas y me satisface hacerlo.
Pachi:
Carmen:
- Mi madre no era modista, pero nos lo hacia todo, ¡qué manos tenía! Hemos
heredado su máquina de coser pero no hemos seguido y ahora me gustaría
haber aprendido de ella ¡¡Qué grandes mujeres!!
Mari Carmen:
- Mi madre también nos hacía la ropa sin ser modista. Hasta los abrigos…
recuerdo.
¡Vaya mujeres luchadoras que fueron nuestras madres!
Hacían lo imposible por vernos felices y con tan pocos medios…
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Andábamos en esas reflexiones cuando Kica abre una nueva bobina de
hilvanar ¿será de las de color para distinguir la puntada en lienzos blancos?
Kica:
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- Cari, ¿cómo ves a Rosa?
- Pues la reacción de Rosa, es de lo más natural, como resulta
natural la reacción de su familia, cada uno actúa según su
criterio, sin tener en cuenta para nada sus deseos ¡qué sabrá
ella...!
Pepi:
- Los hacían todo nuestras madres. No trabajaban fuera de casa pero
curraban y cómo nos apoyaron para que estudiáramos y pudiésemos
avanzar, salir de casa, trabajar, evolucionar… ¡Sí que fueron luchadoras!
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- ¡Cari, mira Kica! Está escribiendo.
Kica:
- Me habéis traído recuerdos de mi madre cosiendo en la calle, con las
vecinas, en su silla de costura, con su delantal de coser y su costurero,
mientras mis amigas y yo saltábamos a su alrededor ¡Qué tiempos!
Mientras leemos, siguen los mensajes, ahora, de Mari Carmen que llega con
fotos:
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8. Abrazo con hija y abrazo de madre
- Hice el álbum de labores con mis “pañitos” y los de mi madre. Los de ella
no los había mandado al grupo. Los dibujos los hice con tinta china blanca
fijándome la mayoría en bordados de mantelerías y sábanas bordadas por
mi madre. Era una manera de que esos trocitos de tela no se perdieran.
Aunque ya no esté… veremos a ver dónde acaban.
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- Aquí os mando los muestrarios de mi madre. Mucho más elaborados que los
míos. Ella los hacía en el colegio San Miguel. Cuando por las tardes no tenía
clase, se iba a bordar con las monjas… siempre me nombraba a una de
ellas, que fue la que más le enseñó, pero no recuerdo su nombre.
- Decía que se sentaba en una silla a su lado, en frente de una ventana y allí
pasaba las tardes cosiendo y bordando con su maestra. Le gustaba
recordarlo y ahora disfruto yo también recordándolo.
Puri:
-¡Qué finura!... las filigranas que hacían
Manoli:
-Están preciosos y muy bien hechos Kica, son un estupendo recuerdo.
Kica:
-Gracias a todas. Estos trabajos que hacían nuestras madres eran verdaderas obras
de arte pero como eran “simples amas de casa” estaban infravalorados. No es
justo. Yo he intentado hacer ese punto noruego y es dificilísimo y el frivolité ¡ni lo
intento!
Loli:
-Mercedes, me gusta mucho como está quedando esta historia. Yo tengo igual que
vosotras el álbum de labores, los trabajos que hacíamos en el cole, la caja de Cola
Cao para guardar hilos… pero en mi caso sí los he utilizado. Yo he seguido
cosiendo, les hacía los vestidos a mis hijas con las rebecas a juego, los disfraces,
los trajes de nazarena…
- Cari, me ha comentado Joaquina por privado que nos quiere enviar al
grupo una historia de bordados.
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- ¡Qué bien, Mercedes! Está resultando un camino tan agradable este
ir y venir… nos has mal acostumbrado y ahora cuando no envías
como va progresando el texto… ¡lo echo de menos!
Pachi:
-Pepi, muy bonito todo lo que haces.
La máquina de mi madre la tiene Alberto y…
¡Mucho uso le da para sus historias!
- Mercedes, ¡cuánto nos han acompañado los vídeos de
cuentos de Alberto, el sobrino de Pachi, durante el
confinamiento.
Mariji:
- Pepi ¡¡¡que apañá eres!!!!
Pepi:
- Bueno, bueno, los artistas son los de los tutoriales de you tube…
-
- Mercedes, qué bueno lo que ha enviado esta mañana
Joaquina al grupo.
Joaquina:
- El término asintomático no existía antes de la pandemia….
¡ excepto en Murcia! Cuando te ponían una tostada de aceite y jamón y
decías “¡Ah!, sin tomatico!”
Terminando el bordado…
Puri:
- He leído todo y ¡¡¡¡me encanta!!!! Pero ¿los padres? Para mí el mío
fue tan grande en mi vida y en todos los que le conocieron…que creo
que somos el resultado tanto de madres como de padres. No
obstante me reitero… ¡me encanta!
Kica:
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un rato hablando con nuestro padre.
Digo esto, porque yo solo veía a mi padre los domingos y festivos.
Él trabajaba en Bazán y entraba a trabajar antes que nos levantáramos,
comía en el trabajo y por la tarde tenía un segundo trabajo haciendo aparatos de
radio y luego televisores.
Cuando llegaba a casa ya estábamos durmiendo, mis hermanos y yo.
Por eso solo podíamos hablar con él, los domingos y eso era estupendo.
Bueno os dejo descansar.
Un beso enorme.
Te mando la última labor que he realizado para regalar a una amiga que iba a ser
abuela por primera vez, hace unas semanas.
Joaquina:
- Qué bonito lo que has contado, Kica. Es verdad, antes necesitábamos muy
poco para ser unas niñas felices, desde disfrutar de la compañía de
nuestros padres o tomarnos un simple cucurucho de papel de estraza lleno
de patatas inglesas fritas por mamá o un trozo de pan con chocolate. Leer
un tebeo con olor a cacao (creo que venían de regalo) o jugar a las titas,
cromos, testé, abrir los sobres de “vida y color”…
Kica:
- Es verdad, Joaquina, calle mucha, televisión nada, tebeos algún fin de
semana y algún cucurucho, de papel de periódico, de pipas… Colegio, casa
y mucha calle. Éramos felices y nos conformábamos con lo que teníamos.
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- Mercedes, la familia de Navarra, prototipo de la España
profunda, da un toque de humor muy particular.
En ese buscar el “qué dirán” me encontré con Jose Luis Sampredro (2011)
en una entrevista de Iñaki Gabilondo hablando de ese “relativismo social”
que nos invadía en ese año y su posible solución
“..La clave es la educación a largo plazo pero que la gran incógnita es
apostar por la educación de las mujeres porque están por
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expresarse, en una inmensa mayoría, por tener pensamiento y voz
propias”.
- Cari, mira la reflexión que envía Mari Carmen hoy al grupo de este
artículo de Sandra Pujol
Mari Carmen:
- …Si observamos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja
social que antes no existía: la gente que hoy tiene entre cincuenta y
setenta años. A este grupo pertenece una generación que ha echado fuera
del idioma la palabra «envejecer», porque sencillamente no tiene entre sus
planes actuales la posibilidad de hacerlo. Se trata de una verdadera
novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la
«adolescencia», que también fue una franja social nueva que surgió a
mediados del S. XX para dar identidad a una masa de niños desbordados,
en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni
cómo vestirse. Este nuevo grupo humano que hoy ronda los cincuenta,
sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria…
Pepi:
- En el fondo, nos parecemos mucho, somos hijas de la misma época.
Carmen:
- Hoy es el primer cumpleaños de mi nieta Carmen. La vida sigue.
Mariji:
- Achuchón para la pequeña Carmen y ¡babero para la abuela!
Gemi:
- Eso del baberito para la abuela me ha gustado, seguro que te hace falta,
Carmen, porque a esa edad están preciosos. Pásalo muy bien.
“Comparto mi ¡Wauuu! para que ya no sea subjetivo sino parte de ese volver
a reinventarnos como cuerpo investigador lleno de subjetividades pero con la
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certeza de que otros muchos, sin ser requeridos al campo de estudio,
cuando lo hacen, se emocionan y sienten la necesidad de escribir de manera
detallada lo que ellos descubren o sienten. Sin tanta ayuda exterior de estas
antiguas compañeras, sin el compromiso que adquirí, a partir de ese
momento en el que me dieron permiso, para contar esta mirada a una
década, quizás esta lectura no hubiera llegado a tus manos. Es el
compromiso entre personas que se aprecian y respetan, en contextos 1.0 o
en contextos conectados, lo que da la razón al existir cotidiano, sencillo.
Como investigadora, me he dedicado exclusivamente a estar con ellas para
humilmente relatar. Ahora, mi vida es más habitable porque me he hecho
amiga de mis porqués y con ellos sigo habitando”
Carmen:
- Estoy recordando ese día, el de la boda, el anterior y el posterior.
Me tocó pasar momentos muy duros mezclados con la felicidad de unirme al
hombre que yo quería.
No sé si lo recordarás, pero mi abuelo falleció la tarde/noche anterior y lo
enterraron al día siguiente de la boda.
Lo que es la vida, tengo un balance muy positivo de mi vida, pero nada más
jubilarme, cuando me había apuntado a unas cuantas aficiones pensando “ahora ya
es mi momento” de pilates, bailar, pintar… cuando menos lo esperaba, él se
marchó. Desde niños, creciendo y transitando juntos por la vida ¡Qué sorpresas en
el camino!
La vida sigue y esas aficiones junto a otras nuevas ¡también!
Hay que ver lo que está dando de si, la Boda de Rosa, cuántos recuerdos.
Yo he hablado de mi separación solo con algunas de este grupo (aunque todo el
mundo lo sabe) y ahora contigo. Tuve que empezar a aprender a vivir sola por
elecciones propias y ajenas.
Empecé a leer, a ir a una psicóloga, a terapias... a todo lo que podía ayudarme.
Empecé a descubrir cosas que no había estudiado, a escuchar palabras nuevas, a
meterme en el mundo de las emociones, los sentimientos.
Por eso, te decía el otro día: qué suerte que se hagan este tipo de películas y qué
suerte que se puedan ver en las Aulas.
Ahora, me estoy descubriendo a mí misma y estoy aprendiendo a decir No y a
quererme. Me encuentro razonablemente bien.
Seguimos reuniéndonos con frecuencia con mis hijos y nietos. Madre mía, es la
primera vez que me pongo a escribir todo esto en un WhatsApp. Gracias por
leerme. Te vamos a dar trabajo.
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- Cari, ¿has visto qué graciosa Kica? Me ha recordado a Conchita
que un día me escribió en el proceso de coser “el otro relato” “¡Ja, ja,
ja! Ya sé. Me consultas lo que ya sabes lo que vas a hacer pero
necesitas escucharte decirlo en voz alta. Como diría Felipe, pones
“en humano” a tus pensamientos. Mira que te conoce ese chico”.
Kica:
- Gracias, Mercedes, por animarnos a unirnos a este proyecto tan bonito.
Yo, al principio, soy muy torpe, no entendía lo que querías, pero has conseguido
que me una a tu clase de costura o a tu taller de historias…
Joaquina:
- Os voy a contar cómo cambié las agujas por los libros.
Siempre he sido muy inquieta y, durante esos eternos veranos, me entretenía
haciendo labores.
Cuando pequeña, vestiditos para mis muñecas con todos los retales que
encontraba; luego ganchillo, forrando anillas para confeccionar tapetes y más
tarde molde. También hice mis primeros pinitos en la máquina de mamá,
una ”Wertheim”.
Hasta que decidieron apuntarme a un taller de corte y confección. Puntos de
bastilla, hilvanes... No llegué a aprender a cortar, ya que una tarde en la que
regresaba del taller, por cierto, muy contenta, saltando y cantando, me encontré
en casa con la visita de mi maestra.
Mis padres, al haber visto que mis primas de Palma estudiaban y aprendían idiomas
-alguna de las mayores trabajaba en Iberia- quisieron saber si yo serviría para
estudiar.
Dª Ascensión respondió que, aunque era muy habladora y algo despistadilla, sí tenía
capacidad para ello. En pocos días, me preparé para el examen de Ingreso al
instituto y aprobé. Fue una gran decisión. En mi barrio fui una de las primeras
niñas que realizó estudios superiores.
Y así fue como “cambié las agujas por los libros”.
Loli:
- Mercedes me gusta cómo está quedando esa historia.
Yo tengo igual que vosotras el álbum de labores, los trabajos que hacíamos en el
cole, la caja del Cola Cao para guardar hilos...pero en mi caso si los he utilizado.
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He seguido cosiendo, les hacía a mis hijas los vestidos con las rebecas a juego, los
disfraces, los trajes de nazarena....
No estudié una carrera,
en mi casa no podía estudiar nada más que uno
y ese tenía que ser mi hermano que era menor que yo,
el pensamiento de antes, ya sabes,
que la mujer con casarse tenía bastante.
Lo más gracioso es que mi hermano luego no quiso estudiar.
Yo quería estudiar medicina,
al final mis hijos han estudiado carreras relacionadas con la medicina.
Mariji:
- Bueno, bueno ¡¡¡qué animado está el patio!!! Mañana leo el relato,
Mercedes.
Yo también tengo y conservo el famoso álbum de costura y
creo que un vestidito de bebé que tuvimos que hacer y no sé si algo más.
Aún estoy en la playa.
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Lo que no pienso mandar son los castigos que me ponían las monjas a una tierna
edad y que descubrí en casa de mis padres hace pocos años.
Esos de escribir tropecientas veces “no hablaré más en clase” y otras lindezas
y total ¡no sé por qué si yo no hablaba! .
Y que conste…están bajo llave ¡¡¡¡me juego mi reputación!!!!
Nota.- Compartiré una intimidad. Mariji no solo fue esa compañera a la que nunca había que llamar la
atención en clase sino que se ha dedicado a la docencia en instituto…
Pachi:
-Estamos en el barco navegando y frente a la isla de Tabarca… estoy muy
desconectada del móvil, con poca cobertura…
Maria Dolores:
- Precioso Tabarca. Estuve allí hace unos años y precioso atardeceres.
Pepi:
- Qué bonitos atardeceres… ¡y son de nuestra tierra!
Kica:
- Estoy muy orgullosa de estar en este grupo.
A unas os conozco más que a otras pero todas convivimos en una época
en la que crecimos como personas y aprendimos lo que nos hacía falta
para continuar esta vida maravillosa que nos han regalado nuestro padres.
Aprendimos lo que es la amistad y por eso estamos ahora en este grupo
después de tantísimos años.
- Gracias a todas y que paséis un día estupendo.
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Pepi:
-Me gusta este grupo. Mira que somos respetuosas.
Mariji:
- Por cierto, alguna hace tiempo que no os manifestáis. Espero que sea por
el sopor veraniego y que todo vaya bien para todas.
Mariji:
- Pues para celebrarlo os paso este video de los Beatles.
Gemi:
- Mariji he tenido un ratico para verlo y
revivir los momentos tan bonitos de un viaje a Liverpool.
Sobre todo, al visitar la taberna The Cavern
donde actuaron en directo los Beatles.
Es curioso, siempre hay alguien tocando sus canciones en directo.
Mariji:
- Ya imagino
Gemi:
- A ver si para el año que viene es verdad que
podemos ir todas a verlo en directo
Kica:
- Pues os paso esta lista de éxitos de los 60, 70 y 80.
Puri:
Me encanta ¡qué de recuerdos! Esas músicas forman parte de nuestras vidas…
Las hemos escuchado y ¡¡¡bailado!!!
Mª Dolores:
Y tarareado…¡¡¡cuántos recuerdos!!!
Kica:
¡Qué tiempos! Debe ser señal de que soy mayor pero esas músicas me gustan más
que las de ahora.
Imagino que saberse la letra y la música hace mucho.
Un poco del ayer para ser felices en el hoy.
Carmen:
- Como ya sabéis canto en la Coral y aunque es un cambio de estilo…
- os invito al concierto de Habaneras de Cabo de Palos a la luz de la Luna,
en el faro.
Kica:
- Mirad este artículo de nuestro paisano Pérez Reverte que me he acordado
que lo tenía guardado tras leer lo de Cabo de Palos...
Me ha emocionado.
Me ha recordado como es lógico a mis padres y a todo lo que se llevaron
con su fallecimiento (cosas que nunca había pensado)
Me he dado cuenta de que hay cosas que nunca se podrán recuperar.
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- Mercedes, al leer lo del grupo, esta mañana, me he dado cuenta de
que ahora que no tengo a mis padres, cuántas cosas recuerdo de
sus relatos y cuántas más me gustaría poder preguntarles.
María Dolores:
- Cuánta razón lleva Reverte.
Ellos se fueron pero están en nuestro corazón y en nuestra memoria.
Kica:
- A mí hay algunas cosas de Reverte que no me gustan,
es verdad que las menos,
pero reconozco que escribe muy bien y
en este artículo ha estado totalmente acertado.
María Dolores:
- Yo tengo debilidad por Reverte aunque no lleguen a gustar todos sus
artículos, suelen ser certeros.
Su estilo acerado, irónico, clásico, su dominio del castellano
en todos sus registros… destila una prosa inconfundible y , en mi opinión,
de las mejores en el panorama narrativo actual.
Pepi:
- A mí me ocurre lo mismos con este hombre.
A veces, escribe cargado de testosterona y no lo soporto
aunque reconozco que domina el lenguaje y escribe muy bien.
El de hoy, me ha gustado.
Manoli:
- Chicas, os recomiendo el libro de “La trenza” de Laetia Colombani si no lo
conocéis. Me ha gustado mucho.
Mariji:
- A mí también me gustó mucho, Manoli.
Pepi:
- Yo también lo he leído y me gustó.
Pachi:
- Yo lo he leído y… me gustó mucho.
Kica:
- Gracias Manoli. Lo comparé para este curso.
Ya de paso, os envío las recomendaciones del Colegio Oficial de
Farmacéuticos, estas sí son fiables porque nos las han enviado a nuestra
farmacia, Rosa, mi hija me envía la información de mascarillas que pediste
para enviar algunas a tu hija en Estados Unidos.
Rosa:
- Kica, tu siempre tan servicial y agradable. Muchas gracias, mañana me
pasaré por tu farmacia y se las pediré a tu hija.
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de botones que sobraban
que guardaban por si ...
- Niña, hilvana este bajo Que agitabas,
que aprendas a coser. en sus tubos,
Hilván largo, rompías ese
corto , …tac, tac, tac…
flojo, Me invitaron,
largo y corto, en mi casa,
con su bobina blanca. mi madre y mi abuela.
Alguna de color Me adiestraron
por si había que distinguir. en el aula.
...tac, tac, tac... Vainicas, punto de cruz
El Burda, sus patrones. pero me debió marcar
- Es que es talla de alemanas. el punto del diablo
Papel de seda, o el cuento,
jaboncillo, el de la Bella Durmiente.
hilván flojo, ¿Me pincharía yo con la aguja?
aguja y dedal. Te miro en la foto
Se cosían los trajes, y las veo,
los de tela y los de “cortar” las recuerdo.
- ¡Ven que te pruebe! Ahora, con mis gafas
Piezas hilvanadas, las “ de cerca”.
separadas por tijeras Antes, crecías así.
... tac, tac, tac… Ahora, eligen coser.
La máquina de fondo La alta costura
avanzando ya en manos de mujeres
con paso firme ! Al fin!
y puntada corta, Los hilvanes,
siguiendo el hilván, cortos, largos, flojos,
sin salirse del patrón. se entrelazan.
- Niña, cose fuerte los botones. Voces masculinas
Ojales primorosos que acompañan,
abriendo el ojo, hilvanando.
con pestañas. Se siguen
Botones de colores, “cosiendo trajes
de sus latas, a medida”
de sus botes bordando cuadros,
con tapita. con puntadas,
Latas de Logroño, creando sentires
caramelos de viuda de pachtwork
Optalidón en tubo. - Niña, asegura ese botón.
! Delicias en manos de niña! Cierra bien la presilla.
Mil tamaños y colores
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Mariji:
- Anda, Mercedes, estaba yo pensando en que, si nos bajan las pensiones,
montar una cooperativa entre todas y vender el resultado de nuestras
habilidades. Igual vender no vendíamos mucho pero reírnos…
Mari Carmen:
- ¡Vamos a atrevernos! ¿Os acordáis cuando montamos el recital de Lorca en
el instituto?
Pepi:
- Chicas, los cines están más seguros que los supermercados así que ¡no os
perdáis la película!
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Cuando llega la hora de esa prueba final, de ese traje a la medida, no puedo
dejar de recordar ese final de tesis con ese “yo interpretativo”. Sin él, quizás,
no hubiese sido capaz de pedir que relataran sus emociones a mis
compañeras y sin él no hubiera llegado a esta prueba final en la que este
traje, a la media…
Este fue mi Burda, en aquel 2017, y ahora es el patrón para este vestido:
Quien investiga reconoce un problema, un conflicto, y lo estudia,
confiando en poder relacionarlo mejor con cosas conocidas. Al
encontrar relaciones nuevas, el investigador descubre la forma de
hacerlas comprensibles a los demás. La investigación no es dominio
exclusivo de los científicos, es también el dominio de los artesanos y
de los artistas, de todos los que se dedican al estudio y la
interpretación.
(Stake , 2010)
“Creo que sin la ayuda de Conchita y sus reiteradas reflexiones en voz alta
con frases como “desde luego yo nunca había visto lo que hago con esa luz
que tú le pones” “tú sabrás, porque, cuando lo cuentas, lo cotidiano, cobra
un lugar que yo nunca hubiera pensado” nunca hubiera sido capaz de creer
en mis pensamientos y darles forma.
Felipe con su “cuéntamelo en plan humano”, Conchita con su “cuéntaselo a
Felipe que él te conoce bien” o mi marido al que asalto y le digo mientras
cocino o plancho un estoy tratando de pensar en voz alta, dime si lo
entiendes y me sigues en el discurso que empleo. Ellos saben que mi
interpretación es con la mirada de ese niño de dos años pero lo malo es que,
muchas veces, es con ese lenguaje, de palabras frases llenas de contenido
para mí... pero con las que solo yo me entiendo…
Este es el yo que ha provocado que vuelva a brillar la mirada como tantas
veces la ha visto brillar la investigadora en esos ojillos sonrientes. No se
pierde la capacidad de emocionarse y emocionar si se viste uno sin ese traje
ceñido, ceñido, ceñido, de ese tejido cultural que nos oprime.
Cuando agitas, volteas, cambias, recolocas… las palabras”
Loli:
- Mercedes este relato es como una novela costumbrista, vamos dejando
recuerdos de esa infancia que nos tocó vivir, en la que no había muchas
cosas pero no necesitábamos más. Y éramos felices.
Yo también comparto con Kika, Mariji , Pachi ...un padre que trabajaba en
Bazán y al que solo veía a la hora de la cena pues entraba a las 7 de la
mañana y se quedaba a hacer horas extras hasta las 8 .
Mis braguitas del colé eran rosas y también nos hicimos unas
enaguas a juego.
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Eran unas tardes de coser mientras rezábamos el rosario,
de dos en dos, y luego íbamos saliendo a leer libros que nos daban
las monjas.
Mariji, yo no era tan buena es que no me pillaban
Joaquina:
- ¡¡Ay!! Yo fuí a un colegio público. También cosía todas las tardes, mientras
rezábamos el rosario. El dechado, manteles pequeños "Tú y yo", bolsas de
pan... ¡¡Qué recuerdos!!
Loli:
- Sí, nos preparaban para la vida que teníamos reservadas las mujeres, en
casa al servicio de los demás, afortunadamente nuestra generación lo
cambió.
Mariji:
Pepi:
- Lo peor de esta relación maternofilial, fue (al menos para mí) cuando llegó
la adolescencia y primera juventud y empecé a salir y a cortar el cordón
umbilical. El pánico invadió a mi madre y, yo diría que íbamos a bronca
semanal, por no decir diaria. Pobrecilla, qué mal llevó ese “despegue”. Y
cómo recuerdo sus consejos y la odiosa frase: "Hija, no solo hay que ser
buena, sino que además, hay que parecerlo". Todo era malo, todo pecado.
Vivimos con ese sentimiento de culpa permanente que nos regaló aquella
época y la educación religiosa que recibimos. Pero, oye, que opino igual
que Mariji, sin traumas he llegado hasta aquí.
Gemi:
- Yo creo que más o menos vivimos lo mismo o parecido es lo que nos tocó,
yo para colmo era hija única así que viví con más fuerza el miedo de mi
madre a que pudiera pasarme algo y como tú dices todo era prohibiciones y
broncas, así que creo me influyó mucho para volar tan pronto del nido.
En las tardes del cole, prefería leer siempre era voluntaria, me costó un
curso bordar una sábana. ¡Qué buenos recuerdos de la madre Carmen!
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Como ves, amigo lector o amiga lectora, hubo y ¡mucho! del que dirán y
del ser buena y parecerlo pero como bien dice, Pepi, cada una tenemos
nuestras dosis de aquella realidad y de nuestras circunstancias. En mi
caso, ser la mayor de siete y en un contexto cerrado como lo eran
entonces las ciudades de provincias, tuvo ratos para todo y percepciones
que he ido cambiando con los años... con esos ratos de “ mismidad”...
como hubo costura, política, hogar...
Ahora, tenemos una historia compartida que pueden leer aquellas que lo
vivieron parecido o nuestras hijas y! quién sabe! Igual nuestras nietas...
Tenemos nuestro particular Cuéntame.
Kica:
María Luisa:
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Aquí, como observadora participante, tomo una licencia y apunto, “Pachi,
ahora con el secreto desvelado de María Luisa, te vemos tomando medidas
ja, ja, ja, ja”
Mariji:
- No me acordaba yo pero también fui un verano a una casa a recibir clases
de costura cerca de vuestra casa.
¿No coincidí con vosotras?
Carmen:
- Menuda sorpresa, Pachi.
Mariji:
- Que iba también una señora filipina creo, que tenía un hijo y le gustaba yo
para nuera y cada vez que hablaban de eso, a mí me daban los siete males
(qué pava era)
Creo que dejé de ir por eso.
Pachi:
- ¡¡¡Madre mía!!! Yo no quería que se enterara nadie
y María Luisa ha desvelado el secreto ja ja ja.
Mariji:
- ¡Vaya tela! Y nunca mejor dicho.
Pachi:
- Siii, creo que fuimos las tres.
La profesora era muy rimbombante y tenía una hija.
De lo que no me acuerdo es de la señora filipina y de su hijo.
¡Menudo plan, Mariji!.
Cuando hable con María Luisa le preguntaré a ver si se acuerda.
Mariji:
- ¡¡Con lo que me gustan los mantones de Manila buenos!!
Buenas noches, chicas.
Gemi:
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Mari Carmen:
Carmen:
Mari Carmen:
- Síii. .. Lo he visto.
Las gárgolas continúan. No sé si tendrán agua potable como antes.
32
- Mercedes, no podemos pedir nada más, solo disfrutar de tu
trabajo.
Gracias, y gracias a todas por estar ahí, ayudando unas a
otras.
Ese verbo que tan poco se conjuga últimamente.
- Cari, ha sido el mejor regalo de septiembre, el mes de mi
cumpleaños.
La prueba final del vestido llega con el patrón del Burda que he utilizado
¿recuerdas? En él, Ainhoa Ezeiza me decía “investiga, documenta y cuenta
que hay que hablar con vuestra voz que ya está bien de que los actores no
sean los protagonistas de los relatos”.
Sin sus toques “intermitentes” muchas de las propuestas interpretativas no
hubieran sido iguales.
Ahora, mi yo interpretativo se ha convertido en un agente para comenzar a
descifrar un conocimiento, para escenificar una manera singular de ejercer la
acción comunicativa (Habermas, 1987) en la que tú lector pasas a ser mi
interlocutor. Nuestra interacción, entre dos sujetos con capacidad de
lenguaje y de acción, nos ha hecho establecer una relación interpersonal.
Pasemos pues a la negociación de esas definiciones de la situación que nos
lleven a nuevos consensos y a nuevas acciones.
Juan:
- Me ha gustado mucho ver como recordáis antiguas compañeras del instituto
una etapa importantísima de vuestras vidas en unos momentos de grandes
carencias y un modelo femenino en periodo de gran cambio cultural y que
gracias al sacrificio de esas grandes abuelas y madres, en vuestro caso se
llegó a conseguir.
A mí, esta reflexión me ha recordado a mi madre que además de tener
que cuidar, no recuerdo si en ese momento éramos cinco o seis hermanos,
(los dos mayores ya no vivían en casa), se sacó el título de profesora de
corte y confección y montó en casa una academia en la que impartía las
clases a un gran número de chicas y recuerdo de niño ver el comedor de
casa lleno de gente y la mesa llena de patrones, telas, cintas métricas,
jaboncillo, alfileres, latas de colacao, etc...
Por supuesto ella la ropa la confeccionaba y “reciclaba” y luego se
heredaba entre hermanos....
¡¡¡Me ha encantado!!!
Conchita:
- ¡Es una preciosidad de relato! Me ha emocionado mucho leerlo, igual,
supongo, que a cualquier otra mujer de nuestra edad que lo haga.
Es un retrato inigualable de una época, porque es sincero, emocionado,
razonado, comprendido... Lo has recogido todo muy bien, añadiendo esos
toques de tu lenguaje no humano que lo hacen inigualable.
33
Supongo que las actrices estarán muy orgullosas del uso que has dado a sus
confesiones, intimidades, opiniones... igual que yo lo estuve en su momento con la
tesis.
Esperamos que la prueba final de tu traje sea para que te quede bien
sentado, a la medida.
34
Ilustraciones
Bibliografia
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Sampedro por Iñaki Gabilondo [Archivo de video en secuencias al haber
descatalogado la entrevista] Recuperado el 24 de septiembre del 2020 de
https://youtu.be/uh-IOU_HD8o
https://youtu.be/toEh6eiMzp8
https://youtu.be/uJm-p9mxdbA
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https://youtu.be/YuFS-_egMXs
- Encuentro [Educar] (sin datar) La vida según Galeano-Mujeres [Archivo de
video] Recuperado el 24 de septiembre de 2020 de
http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=106
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- Ezeiza, A. (11 de mayo de 2014) Seminario sobre Participación, Autogestión y
Desempoderamiento #ikaskide1314 [Mensaje en un blog] Recuperado el 24 de
septiembre de 2020 de
http://yononecesitopoder.blogspot.com.es/2014/05/seminario-sobre-
participacion.html
- Fundación Princesa de Asturias [Fundación Princesa de Asturias] Jürgen
Habermas, Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2003 , discurso durante
la ceremonia de entrega de los galardones [Archivo de video] Recuperado el 24
de septiembre de 2020 de http://www.fpa.es/multimedia-es/videos/jurgen-
habermas-premio-principe-de-asturias-de-ciencias-sociales-200326.html
- Habermas, J. (28 de junio de 2015) Artículos escritos por Jürgen Habermas en
EL PaÍs [artículos en su blog El País ] Recuperado el 24 de septiembre de 2020 de
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de 2020 en XL Semanal. Recuperado el 24 de septiembre de 2020 de
https://www.zendalibros.com/perez-reverte-los-ultimos-testigos/
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https://nacionalypopular.com/2020/01/20/los-jovenes-grandes/
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de la práctica docente con la web 2.0 en el tercer ciclo de educación
primaria. Tesis doctoral. Recuperado el 24 de septiembre de 2020 de
https://riuma.uma.es/xmlui/handle/10630/16253
- Simons, H. (2014) [Mercedes Ruiz] (2014, abril 12) Tesis doctoral, Helen Simons
2014. Entrevistas en lista de reproducción[archivo de video] Recuperado el 24 de
septiembre de 2020 de
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https://www.youtube.com/playlist?list=PLAB7m5z8JQ7uwTVOkPquW-
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- Stake, R.E. (2010) Investigación con estudio de casos (5ª edición). Madrid.
Ediciones Morata.
37