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KARMA Y
TRANSFORMACION
KIER
OBRAS DEL MISMO AUTOR
Astrología, Psicología y los Cuatro Elementos
Cosmos: La Conexión Perdida
En colaboración con Liz Greene
Astrología Moderna. Nuevos Enfoques
ASTROLOGIA,
KARMA
Y TRANSFORMACION
ASTROLOGIA,
KARMA
y
16 ILUSTRACIONES
STEPHEN ARROYO
TRANSFORMACION
QUINTA EDICION
7
ya fue publicada en forma de artículos en la revista HOROS
COPE de Dell, en AQUARIAN ASTROLOGY, de Popular Li
brary y en ASTROLOGY NOW de Llewellyn. Apreciamos,
en consecuencia, el permiso de los editores para darlo a publi
cidad en esta presentación enteramente revisada y ampliada.
8
A Kathy, mi esposa, socia y consejera,
como agradecimiento por su estímulo,
su ayuda práctica y espiritual,
y su modo de ser.
INTRODUCCION
11
ción práctica constante y clarificación hasta un punto tal en
que se pudiera experimentar inmediatamente la realidad esen
cial que los autores trataran de explicar verbalmente en tan
tos libros.
Sin embargo, en mis primeros estudios, aunque enfoqué a
la astrología con muy poco de ese escepticismo que muchas
personas de la cultura occidental tienen que vencer en tal em
pefio, rápida y profundamente me contrariaron la calidad de
pensamiento, discriminación, objetividad y conocimiento es
piritual de la que se daba ejemplo en los escritos de la mayo
ría de los astrólogos antiguos y modernos. Esta desilusión se
extendió no sólo a las obras que enfocaban principalmente
acontecimientos, predicción y análisis superficial del carácter,
sino también a aquellos textos de "astrología esotérica" que,
aunque ocasionalmente precisos para algunas personas, habi
tualmente son más bien ridículos en sus generalizaciones
y prédicas, desviando de esta manera toda discusión del
significado esencial de los diversos factores astrológicos.
De allí que yo me sienta afortunado de que pronto me
encaminara hacia las obras de Dane Rudhyar y hacia los estu
dios en profundidad en los campos del yoga, las curaciones,
la� religiones orientales y los discursos y escritos de muchos
maestros espirituales, además de las incomparables investiga
ciones científicas de Jung que continué estudiando durante
muchos afios. Todas estas ocupaciones, junto con mis per
cepciones cada vez más claras dentro de los campos de la
energía, más un prolongado estudio de centenares de sueños
muy instructivos, y una síntesis intuitiva de estas múltiples
dimensiones de la vida en tomo de un ideal espiritual central,
me condujeron a su tiempo hacia un método de comprensión
y aplicación de la astrología con el que ahora me siento
muy cómodo.
Con esto no pretendo inferir que desarrollé un "sistema ce
rrado" de "interpretación" astrológica. Por el contrario, tales
enfoques fijos pronto se toman rígidos e inadecuados, y es
precisamente esa clase de sistema al que ahora encontré tan
intolerablemente limitativo. Sencillamente, quiero decir que
en la actualidad confío en que la dirección que estoy siguien
do en mi comprensión y en mi labor consultiva es la correcta
para mi crecimiento y, de hecho, mucho más constructiva-
12
mente útil para mis clientes y estudiantes que el surtido de
teorías y suposiciones no comprobadas que abarcan tan gran
parte de la astrología tradicional orientada hacia los aconteci
mientos y "esotérica". Las falsedades y generalizaciones in
fundadas que se encuentran en tantos libros sobre astrología
son profundamente destructivas si se las aplica a situaciones
individuales sin el pulido o el ajuste puntilloso al nivel de
consciencia de la persona. Y son por demás ridículas cuando
se descubre que hasta una comprobación a la ligera de tales
afirmaciones, con plena integridad y ausencia de autoengaño,
puede demostrar experimentalmente su total inadecuación
a la experiencia real de la vida en la mayoría de los casos.
Tal vez interese al lector saber que, cuando inicié mis estu
dios astrológicos, estaban efectivizándose los siguientes trán
sitos: Saturno en conjunción con el ascendente natal, Neptu
no aspectando a Venus, y tanto Plutón como Urano en Vir
go aspectando estrechamente a Urano natal, todos mediante
los denominados aspectos "difíciles" o "tensionados". Men
ciono esto para indicar el hecho de que, para mí, la astrolo
gía abarca no sólo una carrera "full time" y un modo de pen
sar y perseguir la verdad, sino también que ha sido y es toda
vía una herramienta para pulir mi naturaleza e inspirarme ha
cia mayores alturas de la experiencia inmediata. Este libro es
el resultado de las ideas que reuní mientras investigaba los
principios unificadores de la vida y los significados más pro
fundos de la astrología. Incluye una gran variedad de tópi
cos que, o bien fueron para mí difíciles de entender por los
libros de texto tradicionales durante el curso de mis estudios,
o no se consiguen fácilmente en los libros. No he intentado
escribir un texto al estilo de un "recetario de cocina", lleno
de centenares de "interpretaciones" fijas, y aquí supongo
al menos que el lector ya conoce los significados y rasgos tra
dicionales básicos de los signos, planetas, casas y aspectos.
En esta obra, quiero, en primer lugar, esclarecer ciertas di
mensiones de la astrología. Hay muchos niveles de interpre
tación astrológica. Lo que en la literatura astrológica se des
cuidó son los significados más profundos, las dimensiones
más profundas, y el nivel experiencial interpretativo orienta
do hacia el crecimiento. Este libro será inadecuado para quie
nes se contentan con fórmulas predictivas, conceptos arcai-
13
cos y análisis simplista del carácter. Lo encontrarán útil e in
formativo quienes todavía formulan preguntas como estas:
¿Por qué funciona la astrología? ¿Por qué cierta persona na
ció con ciertos aspectos en el mapa natal? ¿Cuál es la finali
dad de este período aparentemente difícil? ¿Por qué cierta
persona no pudo ocuparse eficazmente de cierto problema?
Este libro se basa primordialmente en la experiencia personal
y clínica, y traté de hacerlo tan práctico como me fue posi
ble. Sin embargo, debido a la sutileza y al inmenso alcance de
algunos tópicos discutidos, es también muy especulativo en
algunas partes; pues no pretendo poseer todas las respuestas a
las preguntas últimas y, en verdad, no afirmo haber alcanzado
el elevado conocimiento espiritual exigido para el claro cono
cimiento de las dimensiones superiores de la vida. Este libro,
decididamente, no es un conjunto de reglas por las que se
puedan interpretar los mapas de modo mecánico, sino más
bien una guía a utilizar al unísono con nuestra intuición y
nuestra experiencia personal. Las reglas específicas pueden
guiarnos en las primeras etapas de nuestros estudios astrológi
cos, pero a su tiempo se las deberá dejar de lado a medida que
la Unidad y el Amor que trasciende todas nuestras reglas y
leyes esmeradamente ideadas se convierte cada vez más en
una realidad viva que ilumina cada momento individual y ca
da encuentro con el misterio de otro ser humano.
Un gran peligro en cualquier género de estudio "oculto" es
que el estudiante puede perderse en las interminables mani
festaciones periféricas del Uno, en vez de verlo todo como
simplemente un reflejo o un aspecto de la realidad central y
unificadora. La cita de Lao Tse, del comienzo de esta intro
ducción, expresa bellamente el valor y la verdad esenciales
de la simplicidad, conocimiento que deberá patentizarse de
inmediato a todo el que practique la astrología si ha de co
menzar siempre a sintetizar la multitud de factores de todo
mapa astrológico en una totalidad coherente y significativa.
La Unidad que aparece en los niveles elevados de la conscien
cia se convierte en la multiplicidad cuando se refleja en los
niveles inferiores del ser. Cuando más nos apartamos de la rea
lidad central, más diversa y contradictoria parece la vida. Sin
embargo, percibimos con claridad creciente que el mapa na
tal es un símbolo vivo, entero y unificado; que la persona in-
14
dividua! no es meramente un compuesto de muchos factores
diversos, sino que es una unidad viva de posibilidades divinas.
Y los procesos de crecimiento de los que se ocupa la astrolo
gía (por ejemplo, tránsitos y progresiones) no son ciclos ais
lados que ocurren ocasionalmente cruzándose; más bien son
todos aspectos de una consciencia unificada y en desarrollo
que opera simultáneamente en muchos niveles y dimensiones
diferentes. De allí que creo que un estudiante o un astrólogo
profesional, si se preocupa primordialmente de utilizar tal co
nocimiento como un arte incisivo, útil e individualizado, no
es menester que se preocupe por todas las diferentes "técni
cas" de predicción o interpretación que inundan ahora casi
todas las publicaciones astrológicas. Como les digo a mis es
tudiantes cuando me preguntan: "¿Dónde empiezo cuando
confecciono el mapa de alguien?", si usted entiende cabal
mente un factor del mapa, ése le conducirá hacia el centro
del que emana todo. En otras palabras, limítese a empezar
a hablar de algo que usted ciertamente entiende, y luego de
je que eso corra solo. Como lo observó Albert Einstein, si
usted penetra en el meollo de algo, a su tiempo encontrará
la realidad y la verdad profundísimas.
La simplicidad hacia la que estuve apuntando no es tan
sólo un ideal inalcanzable; no es algo que suene bonito pero
que, en la práctica, sea inaplicable e inadecuado. Es una cuali
dad que nace del conocimiento que el individuo tiene sobre la
Unidad y del conocimiento de las posibilidades infinitas de
nuestra vida interior. La mente puede ser la "asesina de lo
real", como lo expresara el sabio oriental, y en ese caso es la
enemiga de la claridad y la luz. En verdad, nuestra mente pue
de enfrascarse tanto en los intrincados pormenores de un ma
pa particular que perdemos de vista la totalidad y los valores
personales del cliente. En ese caso, la mente es la enemiga de
la verdad y sólo sirve para glosar el problema corriente con
una masa de pormenores confusos. Tal vez el cliente se sienta
mejor un tiempo, puesto que la mente se distrajo al pensar en
toda clase de cosas nuevas. Pero, ¿cuánto durará este alivio
antes de que esa persona sienta de nuevo la necesidad de
afrontar la situación corriente y concentrarse en ella de mane
ra concentrada y en profundidad?
Sin embargo, la mente podrá también servir de instrumen-
15
to del yo superior, en cuyo caso ayuda a iluminar la im;onda
ble realidad de la vida y del destino individual. La calidad de
cualquier diálogo astrológico depende más que nada de la pu
reza de la mente, de la profundidad de la concentración, y de
los específicos ideales de vida del consejero. Y quienes tratan
de desechar la importancia de los valores filosóficos o espiri
tuales del astrólogo, afirmando que tal orientación es "místi
ca", incientífica o inadecuada para un conocimiento de "sa
nos principios astrológicos fundamentales", me parece que
entienden muy poco el impacto de su trabajo y la responsabi
lidad que asumen al aconsejar a los demás. El caos aparente
que existe en la actualidad en algunos círculos astrológicos, y
la confusión que en ocasiones se torna abrumadora en las
mentes de los nuevos estudiantes de astrología, sólo podrán
ser clarificados mediante nuestro reconocimiento de la supre
macía de las actitudes filosóficas y espirituales que subyacen
en nuestra labor. Como escribió el doctor Kenneth Negus en
un excelente artículo:
16
mer término traté de revelar la simplicidad global de la astro
logía hablando muy a menudo de lo que yo llamo los "te
mas" de un mapa. Este enfoque de la astrología lo han ex
puesto muchos astrólogos: la doctora Zipporah Dobyns habla
repetidamente de las doce letras del alfabeto astrológico a las
que pueden reducirse todos los factores de los mapas; Ri
chard ldeman habla de los diversos "diálogos" entre estos fac
tores esenciales, combinando así planetas, signos y casas en
una totalidad coherente. A menudo he usado el término "in
tercambio" para describir algunas interacciones posibles entre
los doce principios astrológicos esenciales 1• Creo que todo
estudiante de astrología podría beneficiarse con este enfo
que: un modo de ver los factores del mapa que, si se los lleva
a su conclusión lógica, trasciende por completo el nivel de in
terpretación que clasifica todo como bueno/malo o favorable/
desfavorable.
La totalidad de la que he estado hablando es bellamente
ejemplificada en este libro mediante los mandalas de cada
uno de los doce signos del zodíaco, dibujados por Pacía
Ryneal. Un mandala es un símbolo perfecto de unidad y for
ma concentrada, y, por supuesto, muchos astrólogos hablan
de enfocar el mapa natal como el mandala individual de la
17
persona. Existen antiguos mandalas zodiacales de las cultu
ras árabe, hebrea, india, babilónica, griega, romana, tibetana,
sumeria y europea cristiana; y creo que estos mandalas mo
dernos incorporan tanto el simbolismo antiguo como la inten
sidad moderna de un modo que revela gráficamente las di
mensiones más profundas de los símbolos astrológicos. Ha
llegado el tiempo de modernizar la astrología, tanto en la teo
ría como en la interpretación práctica, y el arte de Pacía
Ryneal es un reflejo de esta tendencia hacia la moderniza
ción apropiada.
Finalmente, debe expresarse que un libro como éste (que
se ocupa de cuestiones como el karma, la reencarnación y la
autotransformación) se basa necesariamente en suposiciones
que contradicen por completo muchas suposiciones tácitas
que subyacen tanto en el "sentido común" como en la ma
yoría de los tipos de interpretación astrológica. Esto se debe
a que, una vez que vemos a la reencarnación y al karma como
hechos de la vida, y una vez que nos consagramos a una auto
transformación basada en un ideal espiritual, se dan vuelta del
revés todos los rótulos, significados e interpretaciones tradi
cionales de la astrología orientada hacia los acontecimientos.
Una vez que tomamos este enfoque más vasto, basado en la
aceptación de una realidad superior a lo que nuestros sentidos
físicos perciben, se patentiza que las soluciones más impor
tantes no provienen del mundo externo sino desde el interior.
En vez de enfocamos en cuánta tranquilidad o comodidad ex
perimentamos en cierta situación o en cierto periodo, capta
mos las lecciones y las posibilidades de crecimiento inheren
tes a todas las experiencias "difíciles" y salvamos de una
zancada las experiencias "fáciles" sin perder el equilibrio, sin
que nos infatuemos de ello. En tal enfoque, la conveniencia y
la comodidad de la vida en el plano material no son factores
de mayor importancia; más bien son el estado interior del ser
y el proceso de autodesarrollo los que tienen prioridad.
Por ejemplo, si nacimos con Venus en aspecto de cuadratu
ra a la Luna, Neptuno, Urano o Saturno, no es particularmen
te importante que tengamos algún grado de problemas en
amoríos o relaciones. Lo importante es saber qué significa esa
experiencia en el alcance más vasto de nuestro crecimiento
consciente, qué podría enseñamos, y cuál es su finalidad. Por
18
tanto, en este libro he tratado de señalar al lector la dirección
del conocimiento del mapa natal, los tránsitos, las progresio
nes y los factores de comparación de mapas, en un nivel de
profundidad que es de esperar que produzca un despertar in
terior a las necesidades, posibilidades y propósitos personales.
No es esta una tarea fácil, pues la vida es un proceso en mu
chos niveles. Aunque, por ejemplo, podemos saber con algu
na confianza que un tránsito particular se manifestará en la
superficie de cierto modo que la mayoría lo reconocerá y res
ponderá a él; a menudo hay simultáneamente un significado
más profundo en ese período, un desarrollo vital o un cambio
en el conocimiento que tal vez tenga ramificaciones de muy lar
go término. Es deber del astrólogo, y un desafío dificilísimo,
aclarar ese significado al cliente y ayudar a reenfocar la aten
ción del cliente sobre el proceso esencial que está ocurrien
do, en vez de hacerlo meramente sobre los cambios superfi
ciales. Como lo señalara Jung muchas veces en sus escritos,
aquello con lo cual usted no está conscientemente en con
tacto le ocurre a usted como "destino" Parece sucederle
a usted, y entonces usted no asume responsabilidad alguna
por eso ni reconoce su parte al hacerlo manifestar. Cuanto
más conscientemente estamos en contacto con nuestra vida
interior, la astrología más nos ofrece -no se trata de sorpre
sas sensacionales ni de un modo de manejar el destino- pero
es más bien un medio de aclarar las etapas del autodesarro
llo a las que deberíamos dar la bienvenida y usarlas como
oportunidades para la transformación personal.
19
Aries
Capítulo 1
KARMA
21
El concepto de karma se basa en el fenómeno de polari
dad por el cual el universo mantiene un estado de equilibrio.
Esto no equivale a decir un estado de inercia, sino más bien
un equilibrio dinámico, en cambio constante. Inherente a
este concepto es la premisa de que un "alma" individual (o
un "ente", según algunas escuelas de pensamiento) tiene den
tro de sí el poder causal que a su tiempo da fruto, da los
"efectos". La facultad que inicia este proceso es la "vo-
luntad", y a toda la estructura del fenómeno causal se la Ha
llama "deseo". Al "deseo" puede vérselo como la aplicación
de la voluntad de modo tal que dirija la energía de esa perso
na hacia la manifestación de un impulso o una idea.
Toda la idea de karma es, por supuesto, inseparable de la
teoría (o la ley) de la reencarnación. Aunque algunos autores
consideraron que k�rma y reencarnación son metáforas o
símbolos de un proceso cósmico mucho más sutil que lo que
patentiza el concepto popular de estos términos, la mayoría
que aceptó las enseñan�as de la reencarnación y del karma co
mo una realidad viva se contenta con el significado tradicio
nal e incluso evidente de esas palabras. Para la mayoría, el
proceso de reencarnación se refiere sencillamente a la mani
festación periódica de seres, almas o espíritus inmortales a
través del mundo físico a fin de aprender ciertas lecciones y
desarrollar modos específicos de ser como preparación para
un estado superior del ser (o de la consciencia). Según la teo
ría de la reencarnación planteada en las lecturas psíquicas del
gran clarividente Edgar Cayce (a quien a menudo se lo llama
actualmente "El Profeta Durmiente", según el título del éxi
to de librería de Jess Stern), "en el principio" fueron creados
todos los "entes" y periódicamente encarnan a fin de apren
der las lecciones espirituales fundamentales: amor, paciencia,
modetación, equilibrio, fe, devoción, etc. Según Cayce, a me
nudo es una ayuda para el desarrollo espiritual el tener un co
nocimiento de las leyes universales básicas, como la reencar
nación, el karma, la gracia, "lo semejante engendra lo seme
jante", y "la mente es la constructora". La "ley de la gracia"
es la más importante de las lecturas psíquicas de Cayce.
A semejanza de la mecánica newtoniana comparada con
la física nuclear moderna, la ley de karma parece funcionar
en un nivel más bien burdo en comparación con la ley de la
22
gracia, que, según Cayce, reemplaza a la ley de karma cuando
nos comparamos con la ''Consciencia del Cristo" en nuestro
interior. Esta "Consciencia Crística" es la experiencia huma
na de la unidad que no tiene reacción porque no tiene lugar
en el nivel en el que funciona la ley de polaridad (o de los
opuestos). De allí que, si aceptamos el concepto de Cayce so
bre la ley de la gracia, descubrimos que la ley de karma no es
la fuerza última que subyace en nuestras vidas. Empero, po
drá ser útil para que entendamos el karma, qué es, y cómo
funciona. El mismo Cayce declaró que "cada vida es la suma
total de todos los yo anteriores encarnados" y que "todo lo
que anteriormente se construyó, bueno y malo, está conteni
do en esa oportunidad" (o sea, la encarnación presente). A
través de sus miles de lecturas psíquicas grabadas, Cayce sub
rayó repetidamente que, cuando una persona experimentaba
un género específico de problema o una fase tensa de la vida,
sencillamente "se estaba encontrando consigo misma" -en
otras palabras, que ese individuo tenía ahora que enfrentar la
experiencia misma que él había creado en el pasado-.
La ley del karma en su nivel más burdo se expresa en el
axioma bíblico de "ojo por ojo y diente por diente" 1 . No po
demos sobreestimar el poder del deseo como la fuerza más
profunda iniciadora de karma. Sólo el ego separado puede
desear, pues el yo (o el alma) esencial ya es uno con todo y,
por tanto, nada desea. En esencia, la ley de karma nos dice:
"Consigues lo que quieres... a su tiempo". Pero, por supuesto,
tal vez no entendamos las ramificaciones de nuestros deseos
hasta que los experimentamos. Por ejemplo, un hombre pue
de desear riqueza material. De modo que, en un futuro, nace
en una familia de riqueza y lujo asombrosos. Ahora tiene lo
que quería, pero, ¿está satisfecho? No. Surgen de inmediato
otros deseos, pues la naturaleza de la mente inquieta ha de
producir deseos. De hecho, el hombre puede llegar a com
prender que la riqueza que acabó de encontrar es no sólo in-
1
Quienes se preocupan por investigar cuán vastamente aparecen en la
Biblia referencias al karma y a la reencarnación, pueden ver: Job 14: 14;
Eclesiastés 1:11; Jeremías 1:15; Mateo 17:9-13; y 16:13-14; Marcos
6:15; Lucas 9:8; Juan 3:7 y 1:21; Colosenses 3:3; Judas 1:4; Apoca
lipsis 3:12.
23
satisfactoria, sino ¡incluso una carga horrible! Al menos,
cuando era pobre, nada tenía que perder; de modo que era
libre. Ahora, rico, se preocupa continuamente por la pérdida
de lo que, de hecho, ya no quiere pero a lo que aún está ape
gado. Entonces se suscita esta pregunta: ¿Cómo podemos li
berarnos (o ser liberados) de nuestros apegos forjados por el
deseo a fin de que podamos ser libres nuevamente? (A estos
apegos, el gran poeta inglés William Blake los llamó "esposas
forjadas por la mente"). Esta libertad es la anhelada meta de
todos los senderos de liberación y de todas las técnicas de au
to-realización.
La máxima riqueza intuitiva acerca de la naturaleza y fun
cionamiento de la ley kármica se halla en los escritos y ense
ñanzas de varios maestros espirituales, que en su mayoría son
de Oriente y cuyas doctrinas están, por tanto, arraigadas en
las tradiciones budista o hindú. Paramahansa Yogananda, uno
de los primeros maestros espirituales del Oriente que difundió
vastamente sus doctrinas en el mundo occidental, escribió un
libro bello e inspirador titulado Autobiografía de un Yogi, en
el que encontramos la siguiente cita:
24
profunda sea la auto-realización de un hombre, más influye
éste sobre el universo entero mediante sus vibraciones espi
rituales sutiles, y menos es afectado por la corriente feno
ménica (el karma).
25
nera que sería extremadamente útil si pudiéramos lograr en
tender las pautas kármicas con las que tendremos que habér
noslas en esta vida, si por ninguna otra razón que ésta nos
permitiera enfrentar nuestro destino con gracia, aceptación
y fortaleza.
Una antigua tradición de la India se interna profundamente
en su análisis de la ley kármica, dividiendo los tipos de karma
en tres grupos. Al Pralabd karma se lo considera el hado, o el
destino, el karma que deberá encontrarse en la vida presente.
Este modelo básico de destino es considerado fundamental
mente inalterable, simplemente un modelo y una secuencia
de experiencias que el individuo ha de tratar en esta encama
ción. Sin embargo, se dice que un enfoque espiritual de la vi
da, el auxilio de un maestro espiritual, o sencillamente la gra
cia del Sefior puede intervenir ocasionalmente para reducir el
impacto del karma particularmente pesado, convirtiendo de
esa manera un "mandoble" en un "pinchazo". El Kriyaman
karma es el karma que estamos fabricando ahora en esta mis
ma vida, cuyos efectos tendremos que enfrentarlos en una
época posterior. La primera razón de las disciplinas a veces
severas de varios senderos espirituales es que tal control de la
conducta puede ayudar, a quien viaja por el sendero, a abste
nerse de fabricar más karma que inhiba su progreso espiritual
en el futuro. En vez de practicar tales disciplinas, el primer
modo de evitar la creación de karma en el presente es abste
nerse de deseos y apegos intensos, mientras simultáneamente
se cultiva el espíritu apropiado y la actitud desapegada en el
cumplimiento de nuestros deberes diarios. Naturalmente, el
mantenimiento del espíritu apropiado y del desapego es muy
difícil, y en la mayoría de las enseñanzas espirituales se con
sidera que es absolutamente imposible sin la ayuda de la me
ditación. Por último, Sinchit karma es el término que se da a
la reserva de karma que acumulamos durante muchas vidas
pero que no está específicamente activo en esta encamación.
Según estas enseñanzas, en miles de encarnaciones, acumúla
mos tan vastas marafias kármicas que sería imposible encon
trar todos los resultados de pensamientos y acciones pasados
en una sola vida. Sencillamente, estaríamos agobiados física,
psíquica y emocionalmente. De allí que se mantenga en reser
va la porción de nuestro karma no asignado al hado de nues-
26
tra vida actual, o pralabd karma. Según estas enseñanzas, tam
bién tendremos que enfrentar todo ese karma alguna vez en el
futuro, a menos que un Maestro Espiritual Perfecto nos alivie
de esa carga.
Un maestro espiritual con muchos adeptos en los Estados
Unidos, Meher Baba, aclara de modo parecido el funciona
miento del karma:
Como cuerpo burdo, naces una y otra vez basta que com
prendes tu Yo Real. Como mente, naces sólo una vez; y
mueres sólo una vez; en este sentido, no reencarnas. El
cuerpo burdo sigue cambiando, pero la mente (el cuerpo
mental) sigue siendo la misma siempre. Todas las impre
siones (sanskaras) se almacenan en la mente. Las im
presiones han de gastarse o contrarrestarse mediante nue
vo karma en encarnaciones sucesivas. Naces varón, mujer;
rico, pobre; brillante, opaco... para tener la rica experien
cia que ayuda a trascender todas las formas de la dualidad.
27
vidas de modo positivo. Por el contrario, aunque el mapa na
tal muestra al karma y por ende las restricciones que nos atan
y nos impiden sentirnos libres, el mapa es también una herra
mienta que nos permite ver con claridad en qué ámbitos de la
vida necesitamos trabajar para que transmutemos nuestro mo
do corriente de expresarnos. Como lo dice reiteradas veces
Edgar Cayce en sus lecturas: "La mente es la constructora".
Llegamos a ser aquello en lo que la mente mora. En conse
cuencia, si podemos alterar sutilmente nuestras actitudes y
modos de pensar, no sólo t.eniendo sino también viviendo un
ideal, entonces podremos empezar a liberarnos de la esclavi
tud y a respirar libremente con el ritmo de la vida.
En verdad, como lo recalcara uno de los más grandes astró
logos del siglo XX, Dane Rudhyar, en sus extensos escritos,
los acontecimientos no les suceden a las personas de modo ca
si tan importante como las personas les suceden a los aconte
cimientos. Estas siete palabras sintetizan las posibilidades de
nuestro desarrollo espiritual-psicológico cuando nos encontra
mos con nuestro karma, ya sea agradable o doloroso. En otras
palabras, nuestra actitud hacia la experiencia es el factor cru
cial. Nuestra actitud sola determinará si, al encontrarnos con
experiencias difíciles, sufriremos (y maldeciremos a nuestro
"hado") o creceremos aprendiendo las lecciones que la vida
nos está enseriando.
Por tanto, el mapa muestra nuestras pautas mentales, nues
tros condicionamientos pasados, las impresiones y pautas
mentales a los que Meher Baba hace referencia como sanska
ras. El mapa muestra lo que ahora somos debido a lo que he
mos pensado y hecho en el pasado. Estas pautas vetustas y
profundamente arraigadas no se cambian con facilidad. ¡ Sea
lícito decir esto sin calificarlo! No es asunto sencillo cambiar
poderosas pautas consuetudinarias a través de la mera aplica
ción de un poco del anticuado "poder de voluntad". Estas
pautas tampoco cambian en esencia glosándolas con la chifla
da jerga de algunas psicoterapias o filosofías de la "Nueva
Era" que infatúan a la gente animándola a que afirme: "Me
hago cargo de mi vida; yo hago que todo suceda; ahora sé que
me estoy haciendo sufrir; etc." La evolución espiritual huma
na es mucho más sutil que eso. El viejo enfoque de tratar
nuestros problemas diciéndonos "donde hay voluntad, hay
28
un camino" se derrumba cuando la exigencia es demasiado
intensa. Y el intento de racionalizar nuestros conflictos
y crisis espirituales de la existencia sólo cerrará el paso de la
corriente de energías vitales por poco tiempo, seguido por
una liberación torrencial de energía que pone al descubierto
totalmente la superficialidad del escapismo pseudo-espiritual.
Las pautas kármicas son reales y potentes. Los hábitos no van
a desaparecer de la noche a la mañana luego de una breve in
centivación verbal para pensar positivamente. A estas fuerzas
vitales se las debe aceptar y reconocer, y prestar la atención
debida.
Conocimiento personal y realización personal son prelu
dio necesario de la realización de Dios; pero, en las primeras
etapas, quien estudia las verdades espirituales o las formas su
periores de la astrología se desanima con frecuencia cuando
las nuevas intuiciones respecto de su personalidad le revelan
tantos consuetudinarios rasgos, emociones y pautas de orden
negativo. Es a esta altura del desarrollo del individuo que gran
cuidado deberá ejercitar tanto esa persona o cualquiera -as
trólogo u otro- que intente aconsejar o guiar al estudiante.
Debe explicarse que tal como, al abrir una puerta, una peque
ña hendidura y el dejar que un rayo de luz entre en una pie
za oscura revelan toda clase de polvillo en el aire y tal vez
otra suciedad que antes no se manifestaba en esa habitación,
de igual modo cuando se dan los primeros pasos hacia el co
nocimiento personal, ya sea utilizando el rayo de luz conoci
do como astrología u otro método iluminador, el estudiante
muy a menudo desarrolla rápidamente una actitud negativa
hacia su personalidad, su destino, su mapa natal, etc. Debe
explicarse además que, a medida que aumenta la intensidad
de la luz, el estudiante tomará conciencia más inmediata aún
de sus defectos, debilidades y cualidades negativas, pero a tal
conocimiento se le ha de dar la bienvenida como índice de
un mayor conocimiento personal y un claro avance evolutivo.
Al estudiante se lo debe animar para que use tal intuición co
mo un acicate para que asuma una clara acción constructiva
en la transformación positiva de la vida individual, más que
como una razón o una excusa por el temor o la ansiedad.
Además, podrá señalársele al estudiante que, a medida que
aumenta el nivel de conocimiento personal, a menudo el kar-
29
ma de esa persona empieza a manifestarse en un nivel más su
til, puesto que ahora se ha franqueado para aprender lo que
se debe aprender sobre la personalidad, y por ende, ya no hay
necesidad de sacudidas o acontecimientos dramáticos para
despertar al individuo del sueño de la letargia espiritual. Co
mo lo señala Jung:
30
acerca del plan de Dios en las actividades terrenas, durante
los períodos en los que el hombre tuvo la oportunidad de
entrar en manifestaciones materiales.
Saturno
31
lan dónde nos encontramos con nuestras pruebas más especí
ficas y concentradas, lo mismo que dónde experimentamos
con frecuencia dolor y frustración. Y, puesto que el concepto
popular de karma es que todo karma es negativo y perturba
dor, muchos ven las pruebas de Saturno como idénticas a la
acción del "karma". Por supuesto, esta es una burda simplifi
cación excesiva, lo mismo que una mala interpretación de lo
que el karma es realmente. Tal vez sea más exacto decir que
Saturno en el mapa natal (especialmente según su posición
de casa y conjunción, cuadratura y aspectos de oposición)
muestra dónde nuestro karma "difícil" entra en su foco más
específico. Estos desafiantes aspectos de Saturno muestran
cristalizadas pautas consuetudinarias de pensamiento y acción
que inhiben la corriente de nuestra energía creativa. Tal as
pecto podrá revelar el mal uso pasado de un talento o una
facultad que ahora deberemos disciplinar y volver a dirigir ha
cia cauces constructivos. Es en este ámbito que es necesario
un ajuste radical en nuestro enfoque y actitud. Tal aspecto
(y esto podría aplicarse en menor medida al quincuncio, a la
semicuadratura y a los aspectos de semisextil) genera gran
energía desde su tensión interior; y podremos usar esta ener
gía para desarrollar conocimiento y creatividad mayores. Sa
turno es el planeta de la forma y la estructura, y a menudo
descubrimos que el planeta en estrecho aspecto con Saturno
necesita recibir una hueva fornía de expresión. (Véase Capí
tulo V en cuanto a más datos sobre Saturno.)
Sin embargo, Saturno, en el mapa natal, es no sólo índice
de obstáculos de los que hemos de ocuparnos. Casi todo énfa
sis excesivo, casi toda falta vital o configuración particular
mente tensionada -no importa qué planetas estén implíci
tos- puede señalar una necesidad importante de crecimiento
y desarrollo. Lo primero que hay que comprender es que la
vida tiene una finalidad, para que, por una razón positiva,
tengamos que encontrarnos con estas diversas dificultades.
Como lo dice el médium Arthur Ford:
32
mente, y el alma que, en el cuerpo de carne, afronta jovial
mente y vence los impedimentos físicos,crece con más ra
pidez que otro que, según normas físicas, tiene todo por
lo cual vivir. La recompensa no es en la forma física sino
en el desarrollo espiritual, y cuanto más sean los obstácu
los a vencer en una vida física, menos necesitará el alma de
allí en más retornar a la forma física para pulir las tosque
dades de su carácter. (de A World Beyond, de Ruth Mont
gomery, pág. 46.)
Aspectos y elementos
33
los demás. Por tanto, una necesidad de armonizar estas pola
ridades es indicada también en estos aspectos, pero la oposi
ción recalca específicamente la necesidad de desarrollar un
mayor conocimiento no sólo de uno mismo sino también de
los deseos, expectativas y puntos de vista de los demás. La ar
monización antes mencionada sólo podrá ocurrir a través del
desarrollo de un conocimiento superior de las fuerzas y anhe
los implícitos. El eminente psicólogo C.G. Jung, en sus estu
dios de alquimia, cita a menudo el antiguo adagio alquímico:
tertium non datur, que significa que el tercer factor (que pue
da resolver sólo el problema de los opuestos y los conflictos
personales) no se da. Jung sigue explicando que un conflicto
nunca se resuelve sólo en un nivel superior, basado en una
perspectiva y un nivel de consciencia superiores. Por ende,
los aspectos de cuadratura y oposición muestran las áreas de
máxima tensión dentro de nosotros pero también --un hecho
al que hay que darle fervorosa bienvenida- los ámbitos de
máximo crecimiento potencial.
Otro factor que se relaciona con los aspectos tensionados a
los que hemos de prestar gran atención es el elemento, o los
elementos, en los que hallamos los planetas más altamente
tensionados. Puesto que puede considerarse que los aspectos
tensionados indican ámbitos en los que deberemos aprender
a pulir nuestra naturaleza, a efectuar ajustes, y a construir
nuevos enfoques, se desprende que todo planeta (especial
mente todo planeta "personal") implícito en tales aspectos
debería ser considerado no sólo según su propia naturaleza y
principio fundamental sino también según el elemento del
signo en el que está situado. Puesto que, como lo mostré muy
pormenorizadamente en Astrología, Psicología y los Cuatro
Elementos, los cuatro elementos revelan los niveles reales de
energía y dimensiones de la vida que el individuo podrá expe
rimentar inmediatamente, entonces el elemento de todo sig
no que contenga uno o más de estos planetas muy cargados,
poderosamente tensionados, es inevitablemente una dimen
sión de la vida en la que hay necesidad de ajuste y pulido. El
elemento en el que hallamos a tales planetas muestra qué cla
ses de apegos y deseos son más fuertes para nosotros, cuál es
la mayor finalidad de esta vida, y qué ámbitos de la vida si
guen causándonos problemas y necesitan, pues, ser transfor-
34
mados. Si una persona tiene una íntima conjunción o stellium
en un signo particular, y todas las partes de esa configuración
están en un aspecto agobiado respecto de otro planeta o pla
netas, entonces el elemento de ese signo es invariablemente
indicativo de la dimensión de la vida que esa persona ha de
trabajar de algún modo, para expresar esa energía más armo
niosa y positivamente, o sencillamente para pulir la intensi
dad y lo burdo del apego en ese ámbito.
Algunos ejemplos tal vez ayuden a aclarar esta última cues
tión. Si el planeta o los planetas tensionados están en un sig
no de agua, hay necesidad de que pulamos nuestras emocio
nes y nuestra modalidad de expresión emocional. Una perso
na con semejante posición planetaria puede estar expresando
en esta vida sus emociones de manera demasiado burda o de
masiado compulsiva. Tal vez se necesite algún género de disci
plina emocional ( ¡esto no equivale a decir represión!) para
proporcionar la presión interior necesaria a fin de efectuar
una transmutación que pula esta energía. Las reacciones ins
tintivas de esta persona pueden ser demasiado reprimidas o
demasiado incontrolablemente dominantes; de allí que deba
aprender a encauzar constructivamente su poder emocional y
protegerse de las influencias negativas externas sin cerrarse a
toda el agua de la vida. Esa persona podrá también estar de
masiado apegada a la satisfacción emocional, poniendo esto
antes que todo lo demás.
Si el planeta o la configuración tensionados están en un sig
no de fuego, tal vez sea necesario que controlemos nuestra
impulsividad y nuestra conducta egocéntrica, y que desarro
llemos amor, sensibilidad y paciencia. Un uso pulido y disci
plinado de la abundante energía ígnea es mucho más eficaz
y creador que los meros gestos frustrados de desafío y auto
engrandecimiento. Tal vez esa persona aprenda cómo vivir en
el presente y desarrollar la humildad que surge de someterse
a una voluntad superior o a un poder divino. Otras lecciones
que tal vez una tensión indique en los signos de fuego son:
cómo ser receptivo, cómo admitir nuestras debilidades y ne
cesidades más profundas, y cómo pedir ayuda cuando esta
mos sufriendo. Las personas de fuego son a menudo demasia
do orgullosas para admitir que ellas también tienen necesida
des; y esta tendencia, junto con el apego excesivo a la acción
35
burda como el único modo de tratar la vida, inhibe a menudo
que desarrollen un conocimiento inmediato de su vida
interior.
Si el planeta o la configuración tensionados están en un signo
de aire, el individuo tal vez necesite disciplinar los procesos
de pensamiento, no sólo cómo piensa, sino también la mane
ra en que los pensamientos se expresan a los demás. Por aho
ra, las fantasías, el escapismo intelectual, las proyecciones in
necesarias en el futuro, los planes irrealistas y el hábito de la
racionalización tal vez hayan servido a su propósito; y así esa
persona quizá enfrente la necesidad de reestructurar todo este
ámbito de la vida y de aprender que el intelecto es un sirvien
te bueno si se lo disciplina convenientemente, pero un amo
muy pobre. Puede haber demasiado apego al conocimiento
intelectual, a las ideas inteligentes, a las pruebas "científicas"
y a los conceptos ordenados. Este individuo debe tomar en
serio el hecho de que una persona instruida que no actúa en
base a su conocimiento y no lo vuelve real a través de la expe
riencia inmediata no es mejor que una mula con su lomo car
gado de libros. El denominado conocimiento podrá convertir
se en una mera carga, y el intelecto de esa persona podrá lle
gar a ser un monstruo devorador cuya codicia de cada vez
más "conocimiento" no conoce límites.
Si el planeta o los planetas tensionados están en un signo
de tierra, también puede haber demasiado apego a los senti
dos físicos, a los valores mundanos, a la comodidad física, a la
reputación, los bienes y la "sabiduría" mundana. Indudable
mente, esa persona tendrá que ocuparse de la cuestión de qué
le proveerá real y permanentemente la profunda seguridad
que anhela. El conocimiento de las necesidades inmediatas de
sobrevivencia (dinero, comida, techo, etc.) puede ocupar una
precedencia tal sobre actividades más profundas e inspirado
ras que la persona trate de compensar la falta de alegría y en
tusiasmo en la vida con el hecho de trabajar más arduamente
aún en la interminable tarea de construir seguridad, una segu
ridad que -no es necesario decirlo- podrá destruirse en cual
quier momento. Una persona con este énfasis de tierra puede
enamorarse tanto de vivir y pensar de un modo "práctico"
que jamás permita que tenga cabida alguna, en el estilo de vi
da personal, un pensamiento o una actividad más trascenden-
36
tes o inspiradores.
Como dice un maestro espiritual: "el karma es apego". En
consecuencia, el mapa natal, y especialmente los muy acen
tuados componentes del mapa, muestran nuestras armoniza
ciones -y por ende, nuestros apegos, y por tanto, nuestro
karma. El hecho de ver el mapa y nuestra vida de este mo
do pone todo bajo una nueva luz. Empiezan a disolverse las
distinciones arbitrarias, sentenciosas y falsas entre rasgos "po
sitivos" y "negativos" de un mapa natal. Ya no hay mapas,
aspectos o seres humanos "buenos" o "malos". Todos somos
parte del vasto drama cósmico, y -en este plano material
estamos todos enredados en nuestras marañas kármicas. Una
vez que se percibe esto, la cuestión es: ¿qué hacemos para
desapegarnos de estas involucraciones kármicas y de estas }i
mitadoras pautas del ser? El consenso que pude discernir de
las enseñanzas de muchos maestros espirituales es que,
por más que queramos, deseemos o esperemos desapegamos
o "iluminarnos", no es muchísimo lo que logramos. Sólo po
dremos desapegamos de nuestras viejas pautas consuetudina
rias apegándonos a algo mejor. Por ejemplo, si uh mendigo só
lo tiene tres moneditas y de pronto se le caen, se lanzará de
prisa tras ellas para proteger lo poco que tiene. Sin embargo,
si, en el momento en que ese mendigo dejó caer sus mone
ditas, vio que el viento llevaba por la calle un billete de cinco
dólares, ignoraría de inmediato sus moneditas y saldría en
persecución del billete. Por tantp, podemos apreciar que no
basta meramente que nuestra vieja personalidad, nuestros vie
jos modos de ser y nuestros prolongados conflictos nos har
ten. Puesto que las pautas habituales del pasado ejercen sobre
nosotros una tracción fuerte y constante, y puesto que nos
sentimos inseguros si nos apartamos demasiado lejos de esas
pautas habituales, deberemos encontrar algo potentísimo a
lo cual apegarnos si ha de apartarnos de las tendencias kármi
cas. Lo único que es suficientemente potente e ilimitado para
efectivizar este desapego es una fuerza espiritual de algún ti
po. Dejo librado al lector que encuentre el método de armo
nizarse con este poder superior que es apropiado para su esta
do de desarrollo. Pero, cualquiera sea el sendero elegido, el
axioma bíblico nos proporciona una fe sustentadora: "Bus
cad y hallaréis; golpead y se os abrirá".
37
Los signos "kármicos"
38
de que, puesto que saben cuán inconfiables pueden ser sus
emociones y cuán crueles sus motivaciones, suponen natural
mente que los demás tienen motivaciones similares. Escorpio
es el signo de la' muerte y del renacimiento, y cualquiera que
tenga un énfasis mayor sobre Escorpio en el mapa natal se
desgarra entre aferrarse a viejos deseos compulsivos puramen
te por hábito y el deseo más profundo de renacer pertene
ciente al yo más recóndito.
39
bles, puesto que nunca sabemos qué activará un viejo recuer
do, irritará una vieja herida, o excitará un molesto complejo.
Por tanto, todas estas casas se correlacionan con la necesidad de
alcanzar paz emocional y libertad respecto del pasado, y el
que tenga más marcadas estas casas en el mapa natal tiene
necesidad de llevar a la superficie las obsesiones y los temo
res generados por experiencias pasadas y dejar que estos sen
timientos se iluminen en la consciencia plena.
Richard Ideman, astrólogo precursor de la reformulación
de conceptos astrológicos en relación con la terminología psi
cológica, declara que las casas de agua pueden ser índice de
varios tipos de temor: temor de volver al desvalido estado de
la infancia (IV), temor a los tabúes sociales (VIII), y temor al
caos (XII). ¿De dónde provienen estos temores? Evidente
mente, del pasado, ya sea del condicionamiento e instrucción
pasados de un tipo específico o de géneros específicos de ex
periencias o shocks ,traumáticos. Los planetas que caen en las
casas de agua representan, por tanto, deseos de expresión ma
tizados por pautas kármicas, prejuicios emocionales, o moti
vaciones y temores inconscientes. A menudo muestran los
fantasmas del pasado que todavía obsesionan a una persona,
y el hecho de que, por lo menos hasta cierto punto, sean in
conscientes, explica porqué estas sumas de energía con tanta
frecuencia minan la orientación consciente hacia la vida. Es
tas fuerzas, estos deseos y energías, por así decirlo, aguardan
renacer a t{avés de nuestro esfuerzo consciente; y no nos de
jarán en paz hasta que los enfrentemos con honradez y libere
mos esa energía mediante acción valerosa.
Los planetas en casas de agua muestran lo que está ocu
rriendo en los niveles sutiles o subconscientes; muestran fuen
tes de experiencias profundas en la vida presente que -aun
que brotando del pasado distante- están todavía vivas y
constituyen una concentración mayor de la energía vital.
Mientras permanezcamos inconscientes de estos aspectos de
nuestra naturaleza, no disponemos de la energía y las funcio
nes psíquicas representadas por los planetas de casas de agua
para dirigirlas conscientemente y utilizarlas creativamente.
Sin embargo, cuando tomamos consciencia de estas partes de
nosotros, pueden tomar vida con gran fuerza. El hecho de
que los planetas de casas de agua revelen a menudo en nues-
40
tras vidas factores que trascienden, abruman o minan nuestra
orientación consciente ha de aceptarse de buen grado, pues
con frecuencia la consciencia del ego se aferra a pautas limita
das de expresión y, por tanto, necesita una confrontación pe
riódica con las fuentes más profundas de vida dentro de no
sotros. Tal experiencia puede ser renovadora; pues la "auto
anulación", el caos, la pérdida personal, o la cabal disolución
de la personalidad egoica consciente experimentados por una
persona con mayor énfasis sobre las casas de agua podrá fran
quear a esa persona hacia la intuición espiritual y la ilumina
ción. Un fuerte énfasis sobre las casas de agua puede mostrar
que estos factores en la vida del individuo luchan para que se
los reconozca, o sea para que se los acepte bajo la luz de la
consciencia. (Nótese que el vocablo "reconocimiento" signifi
ca conocer de nuevo, con referencia a un conocimiento pasa
do del factor indicado, que actualmente está "olvidado" o
inconsciente.) Los efectos emocionales negativos de planetas
tensionadamente aspectados en estas casas podrán a menudo
mejorarse mediante el reconocimiento y la atención cons
ciente de las fuerzas de vida así simbolizadas, tal como los·an
tiguos adoraban a cada uno de los planetas como una deidad
(o sea, como un poder o una ley), sabedores de que lo que
con seguridad sobrevendría sería la némesis de los dioses si
una persona ignoraba arrogantemente las exigencias de las
fuerzas más poderosas.
Para esbozar los significados específicos de las casas de
agua, podríamos dar el siguiente resumen: La cuarta casa re
vela el condicionamiento que nos vincula con la familia, el
el hogar, el sentido de privacidad y la tranquilidad doméstica
de esta vida, y otros factores de seguridad conexos. Se asocia
con la asimilación de nuestra experiencia en la juventud y con
la comprensión de las ataduras kármicas específicas con los
padres o con otros individuos que tuvieron fuerte impacto en
nuestra crianza. La cuarta casa representa, además, un anhe
lo de un medio ambiente pacífico en el que ese individuo se
sienta protegido y fomentado; y quienes tienen recalcada es
ta casa tienden no sólo a sentir la necesidad de tal medio am
biente, sino que también tienden hacia una conducta de pro
tección y fomento hacia los demás. (Nótese, sin embargo, que
ciertos planetas de la cuarta casa -especialmente Urano y
41
Marte- ¡disminuyen las ocasiones para que esa persona ex
prese tranquilidad en este ámbito de vida!) La paz que estas
personas anhelan se busca, a menudo, en un estilo de vida
muy privado y/o a través de su desapego de la turbulencia
emocional de las relaciones paternas mediante distancia físi
ca o mediante una concordancia más sutil con sus sentimien
tos acerca de sus padres en un nivel interior.
De modo parecido, la octava casa revela fuerte necesidad
de privacidad, y la persona habitualmente es más bien difí
cil de familiarizarse en un nivel íntimo. Sin embargo, en con
traste con el tipo de persona de la cuarta casa, este individuo
no se contenta meramente con tener privacidad porque tam
bién quiere poder. Esta clase de persona está fuertemente mo
tivada para ejercer alguna clase de influencia poderosa en el
mundo, mientras, simultáneamente, mantiene considerable
secreto; y esta motivación es habitualmente de índole com
pulsiva, induciendo a esa persona a que se esfuerce en procu
ra de varias metas por las que está aficionada kármicamente.
La octava casa muestra el condicionamiento pasado de cu
yas vidas anteriores, a veces, tenemos conciencia, pero que
todavía funciona instintivamente y extrae gran energía emo
cional de fuentes más profundas que conscientes. Los plane
tas de la octava casa muestran tendencias emocionales-com
pulsivas que tratamos de controlar y habitualmente mante
nemos en secreto, pero que, no obstante, ejercen formidable
poder sobre nuestras vidas. Es difícil eliminar estos deseos só
lo a través del poder de la voluntad, como tratan de hacerlo
muchas personas con énfasis de Plutón, Escorpio o la octava
casa; pero estos deseos pueden transformarse o regenerarse y
pulirse a través de un compromiso de reforma personal unido
a una intensa exp�riencia inmediata. La represión o el control
personal solos jamás son suficientes para tratar estos factores
de vida que los planetas de la octava casa muestran. Debemos
brindamos para participar con los demás y debemos aprender
a asumir riesgos cada tanto, a fin de permitir que la energía
corra libremente y los sentimientos e impulsos más profundos
lleguen a la superficie. En consecuencia, la octava casa puede
relacionarse con la asimilación de experiencias de muchas vi
das con la sexualidad, los valores ligados a las relaciones hu
manas íntimas, y las responsabilidades implícitas en el uso de
42
toda clase de energía que cause impacto en los demás. La oc
tava casa representa un anhelo de profunda paz emocional
que ayudará a esa persona a aliviar algo la presión que las
emociones y los instintos compulsivos ejercieron durante tan
largo tiempo. Naturalmente, esta paz y este contento están
conectados con el anhelo del alma en procura de seguridad y
tranquilidad últimas ( ¡en procura de salvación!), que sólo
podrá lograrse liberándose de deseos y capricho compulsivo.
Pero, relativamente pocas personas con énfasis en la octava
casa comprenden la naturaleza verdadera de sus anhelos más
profundos. En lugar de ello, buscan modos de establecer la
paz emocional tratando de satisfacer las emociones (con di
nero, sexo, poder mundano, "conocimiento oculto", etc.),
en vez de trabajar para superar las potentes garras que sus
emociones tienen sobre ellas y de experimentar así la paz
emocional como un derivado natural de un compromiso de
reforma personal encauzado hacia la evolución espiritual.
La duodécima casa, por contraste, revela influencias que
están total y evidentemente más allá de nuestro control. A
menudo, para esa persona es claro que no podrá satisfacer
sus anhelos interiores mediante actividades corrientes, aunque
esta claridad insuma afios de sufrimiento para que se desarro
lle. El anhelo de paz emocional que se halla en la octava casa
está aún presente, pero aquí se entremezcla con un conoci
miento de la necesidad de paz última para el alma. Los pla
netas de la duodécima casa natal simbolizan fuerzas que, a
menudo, nos abruman y que sólo podrán tratarse eficazmen
te redirigiendo esa energía hacia un ideal que nos inspire inte
riormente hacia un conocimiento personal y una devoción
mayores respecto de la Unidad de todas las cosas, y exterior
mente hacia una mayor generosidad de espíritu y servicio.
Esta casa se ocupa del proceso de asimilar un vasto cúmulo
de experiencia en todas las dimensiones de la vida, particular
mente en nuestro manejo de las responsabilidades para con
todos los demás seres vivos. A través de alguna clase de devo
ción, práctica espiritual o servicio desinteresado, empezamos
a obtener la libertad respecto de los resultados de las accio
nes pasadas y sus impresiones mentales conexas. El contacto
con un vasto panorama de la experiencia de la vida pasada
también podrá permitir a esa persona que exprese imagina-
43
ción ilimitada en las artes creativas, al igual que, sencillamen
te, comprensión y empatía con los dolores y las alegrías de
todas las criaturas vivas. Tanto la casa octava como la duodé
cima se relacionan con estudios y prácticas ocultos y meta
físicos, sufrimiento en un nivel profundo como preludio de
algún género de renacimiento, y consciencia inmediata sobre
las realidades de las dimensiones psíquicas y espirituales de la
vida. La diferencia primordial entre las casas octava y duodé
cima es que, mientras los planetas de la octava casa tienen
que confrontarse inmediatamente y trabajarse del principio
al fin, los planetas de la duodécima casa pueden a menudo
trascenderse. En el primer caso, llevamos a la superficie las
viejas tendencias a fin de transformarlas a través de una par
ticipación inmediata e intensa, mientras que, en el último
caso, nos elevamos enteramente sobre los problemas.
Por los comentarios antedichos podemos deducir que los
planetas de las casas de agua tienen potente impacto en los
niveles sutiles del ser. Por tanto, su influencia no es siempre
evidente y fácil de interpretar. En mi experiencia, la cuarta,
la octava y la duodécima son las casas más difíciles de inter
pretar en un mapa natal, pues nunca sabemos en qué ni
vel se manifiestan estas energías. Por ejemplo, Saturno en
cualquiera de las. casas de agua podrá indicar rigidez en los ni
veles profundos, resistencia subconsc,iente a la expresión emo
cional. En algunos casos, hay marcada medrosidad, naturaleza
retraída, o fuertes sentimientos de culpa, obligación o genera
lizado abatimiento emocional que llenan la consciencia del
individuo. Pero, a veces, estas mismas personas tienen conoci
miento muy profundo de las fuerzas ocultas o inconscientes;
por ejemplo, Sigmund Freud, la astróloga Vivian Robson y la
teósofa Annie Bessant tienen todos a Saturno en la duodéci
ma casa.
Otros pocos ejemplos breves de planetas en casas de agua
deben servir para dar una impresión más completa de aquello
a lo que me refiero. Con la Luna en estas casas, el sentido de
seguridad interior o apoyo emocional de esa persona puede
ser vago o inconsciente. De allí que, a menudo, se necesite
mucho un sentido de orden para apuntalar el sentido de segu
ridad de esa persona; y he aquí, tal vez, porqué tantos astró
logos tienen a la Luna en estas casas. Parecen encontrar el
44
apoyo y el sentido de orden que necesitan en tales estudios.
Con Mercurio en las casas de agua, la nota clave de la modali
dad operativa de la mente es más bien la intuición que una ló
gica estricta. La percepción y la comunicación están a menu
do enredadas pero, en otras ocasiones, son extremadamente
sutiles e incisivas. Naturalmente, la mente tiende a pensar con
profundidad y -aunque pueden presentarse modos obsesi
vos de pensar- también hay, a menudo, talento para los estu
dios o escritos herméticos, psíquicos o espirituales. Con Mar
te en estas casas, la persona es, a menudo, manejada por fuer
zas que están más allá de su control, y sus más fuertes objeti
vos tal vez no tengan un carácter o una meta fácilmente defi
nibles. La persona puede ser llevada hasta el punto de la ob
sesión, como Vincent Van Gogh, que tenía a Marte en la duo
décima casa, o tal vez encauce sus pasiones para que luche
enérgicamente por los que están en problemas o contra sus
propias tendencias negativas. Este último enfoque puede lle
varle a ser demasiado duro consigo mismo, pero no se niega
que Marte en las casas de agua puede ser un estímulo eficaz
para el desarrollo personal.
Venus en las casas de agua muestra generalmente que la
persona no puede hallar satisfacción emocional en ninguna
actividad o relación superficial corriente, hecho que mucho
lamentan algunos autores 'de temas astrológicos. Sin embar
go, este mismo hecho puede inducir a esa persona a explorar
su vida interior más fructíferamente o a empezar a dirigir sus
energías hacia metas espirituales como medio para lograr sa
tisfacción emocional. Esta persona necesita únicamente tiem
po para explorar el mundo interior. Con Júpiter en estas ca
sas, las necesidades religiosas sólo pueden satisfacerse arrnoni
zándose con fuerzas de vida más profundas. A menudo, hay
una generosidad espiritual interior que sostiene a la persona a
través de épocas difíciles y proporciona inspiración cuando
en la superficie de la vida todo parece desierto. El hecho de
tener alguno de los plaentas trans-satuminos en. las casas de
agua indica, con frecuencia, una marcada sensibilidad psíqui
ca y/o fuerzas inconscientes claramente activas.
En suma, los planetas en casas de agua revelan lo que no
puede hallarse -o experimentarse fácilmente de modo satis
factorio- en la superficie de la vida, y que sólo podrá cum-
45
plirse en las profundidades del conocimiento interior. Todo
planeta que caiga en cualquier casa de agua puede interpre
tarse, pues, como un aspecto de la naturaleza de la persona,
como una dimensión de la experiencia de vida, que sólo po
drá cumplir mediante una búsqueda dentro de ella misma.
El individuo deberá convertirse en buscador, en explorador
de los reinos interiores del ser, antes de obtener un conoci
miento suficiente de la vida interior que le permita satisfa
cer el anhelo que siente. De allí que los planetas que caigan
en estas casas sean índices de aspectos del ser muy proble
máticos cuando la persona es espiritualmente inmadura, cuan
do todavía no dio claros pasos a fin de conocer y enfrentar su
naturaleza y sus motivaciones interiores. Una vez que perci
bió la finalidad más sutil que existe detrás de estos nahelos y
la razón última de esta frustración y este anhelo temporarios,
el individuo está realmente en vías de experimentar la trans
formación necesaria de la inconsciencia.
La Luna
46
orientación presente, y el Ascendente señala el desarrollo
futuro. Sin duda, hay un razonamiento sensato detrás de es
tos paralelismos, y -en un nivel abstracto- son probablemen
te muy exactos en la mayoría de los casos. Sin embargo, en el
presente todo llega junto; lo que hemos sido continúa influ
yendo en nuestras orientaciones, actitudes y acciones en el
ahora. El hecho de cómo nos sentimos respecto a nosotros
mismos y qué pautas de expresión sobrevienen más natural
mente y las sentimos más cómodas (la Luna), tienen gran im
pacto sobre nuestro modo presente de vivir.
Tal como la Luna refleja, en nuestro sistema solar, a la luz
solar hacia la tierra, y concentra así la fuerza de vida hacia
objetivos prácticos (simbolizados por la Tierra), de igual mo
do la Luna en astrología representa un reflejo general de lo
que hemos sido en el ;:,asado. Es una imagen de experiencia
pasada y pautas de conducta asimiladas con las que ahora nos
sentimos cómodos porque son familiares y porque -de he
cho- hemos ejemplificado esas cualidades en nuestro mismo
ser. En otras palabras, la Luna simboliza -especialmente se
gún la posición de su signo- pautas kármicas específicas,
mentales y emocionales, que nos inhibP-n o nos ayudan en
nuestros intentos de expresarnos y ajustamos al mundo ex
terno. Si los aspectos con la Luna son armónicos, revelan
pasados condicionamientos y pautas de reacción espontánea
que podrán ayudar a la persona a que se ajuste a la vida y a
la sociedad, y a que exprese su yo. Si los aspectos de la Luna
están tensionados, simbolizando así ineptitud para ajustarse
con facilidad a la vida y/o una imagen personal negativa, estas
predisposiciones emocionales deberán superarse. Es importan
te notar que la Luna simboliza tal reacción espontánea y tales
pautas de conducta que estas orientaciones son primordial
mente evidentes en la niñez, cuando nuestra conducta es más
bien pura y desinhibida. De allí que el signo lunar y los as
pectos sean muy inmediatamente eficaces en la primera parte
de nuestra vida. A medida que envejecemos, es posible que
superemos algunas antiguas pautas emocionales, incluso a
punto tal que los bloqueos emocionales que muestre el mapa
a través de aspectos lunares ya no tenga significados im¡10r
tantes. No estoy diciendo que el signo de la Luna cese dtl ser
importante, pues simbolizará siempre un tono dominante en
47
el modo fundamental de ser de la persona. Pero lo que recal
co es que los problemas y conflictos asociados con los aspec
tos de la Luna y con la expresión de las cualidades de ese mo
do simbolizadas pueden ser superados casi totalmente, o por
lo menos ajustarse de manera saludable.
Puesto que la Luna es un símbolo tan complejo y puesto
que sus significados son tantos y diversos, el modo más apro
piado de explicarlos más es presentar un esbozo esquemático:
a) La Luna simboliza la imagen de uno mismo que una perso
na ve reflejada en sus tratos con el público. De allí que una
Luna tensionadamente aspectada pueda mostrar ineptitud
para proyectarse armónicamente a fin de que otras personas
respondan de manera positiva. Una Luna aspectada armónica
mente muestra, a menudo, que podemos expresarnos armóni
camente al tratar al público y que tenemos buen sentido res
pecto de lo que al público le gusta. (En otras palabras, cuan
do respondemos intuitivamente a los demás con exactitud,
ellos, a su vez, responden de modo positivo.) Por tanto, los
aspectos armónicos con la Luna muestran áreas en las que po
demos proyectarnos con facilidad a fin de obtener una buena
retroalimentación.
48
tivamente. Por ejemplo, la Luna en fuego reacciona con ira; la
Luna en aire, con racionalización, disputas o discusión; la Lu
na en agua, con retiro o eclosiones emocionales; la Luna en
tierra, con aguante.
49
plificar de más la asociación de la Luna con las vidas pasa
das a punto tal de formular declaraciones como ésta: "Bue
no, usted tiene la Luna en Leo, de modo que, en una vida
pasada, debió haber sido un actor". Tales interpretaciones
pueden ser ocasionalmente válidas, pero habitualmente no
tienen una finalidad constructiva y pueden dar al cliente la
impresión de que el astrólogo está tratando sencillamente de
impresionar con expresiones sensacionalistas, deducción ésta
que tal vez sea muy precisa. Lo importante en que hay que
detenerse es la necesidad que la Luna simboliza en esta vida,
y el enfoque más constructivo para interpretar mapas desde
el punto de vista kármico es aclarar las motivaciones y las pre
siones más profundas que la persona sienta pero que no tiene
modo de identificar o poner en una perspectiva más vasta.
Al concluir este capítulo, podemos decir que cada uno de
nosotros tiene la oportunidad de armonizar dentro de sí
mismo las diversas manifestaciones del universo; y tene
mos la oportunidad de aceptar a todos los demás seres huma
nos, incluso aquellos con los que pulsamos una nota discor
dante en el nivel de la personalidad. ¿Podemos vivir sin exigir
que todas las experiencias y todos los seres humanos armoni
cen con nuestra sintonía? ¿Podemos hacer evolucionar una
consciencia madura y desapegada que nos permita observar
nos mientras representamos el papel que nos correspondió
en el drama cósmico? ¿Podemos reírnos de nuestra compleji
dad, de nuestros conflictos y nuestras incoherencias? Lo que
es importantísimo: ¿podemos tener fe de que el universo es
armónico y que sólo es nuestra visión estrecha la que ve dis
cordancia? Las respuestas a estas preguntas determinarán, en
gran medida, cómo enfrentamos nuestro karma en esta vida
y qué clase de karma estamos creando ahora.
50
Tauro
Tauro
Capítulo 11
TRANSFORMACION
53
traídos que pueden hallarse durante cualquier época. Por su
puesto, no debemos desorientarnos sólo con los números,
confundiendo así la cantidad con la calidad del interés.
Sin tener en cuenta lo que el futuro introduzca en el cam
po astrológico, creo que dos cosas son seguras. Primero, mu
chos estudiantes serios de la astrología anhelan -y responden
a quienes desarrollan- un lenguaje astrológico nuevo y mo
dernizado. Segundo, muchas personas que sienten curiosidad
por la astrología se apartan rápidamente de ella luego de leer
unos pocos libros tradicionales o asistir a unas pocas clases
sobre el tema; y muchas de ellas es probable que persistieran
en su interés si la astrología se presentara de un modo moder
no y constructivo que la hiciera más accesible a las personas
concretas y prácticas. Puesto que, en la actualidad, a la astro
logía se la presenta, tan a menudo, de un modo arcaico, de
masiado basado en la creencia y no lo suficiente en el conoci
miento o la comprensión reales, un estudiante debe ser atraí
do con gran fuerza hacia la astrología y debe sentir una abru
madora fascinación con ella, que le permita sostener un inte
rés y un compromiso prolongados. Hoy ya no es necesario
mantener una astrología "esotérica" o "misteriosa", aunque
todavía podemos ocuparnos de los aspectos "esotéricos" de
la astrología de un modo directo y experimental, como estoy
tratando de hacerlo en este libro. El tema en sí tiene la capa
cidad de instilarnos un gran sentido de temor reverencial ha
cia los misterios del universo. No tenemós que acrecentar este
misterio. ¡Con cuánta frecuencia creo que el esfuerzo de
mantener la astrología misteriosa es sólo un juego del ego, co
mo si la persona dijera: "Mira qué avisado e intuitivo soy,
puesto que puedo figurarme todos estos misterios cósmicos"!
En otros casos, está claro que el astrólogo o el posible astrólo
go hace que las cosas parezcan misteriosas o confusas sencilla
mente debido a su falta de comprensión. Cuanto más enten
demos verdaderamente mediante experiencia inmediata (más
bien que mediante mera deducción teórica), más sencilla y
práctica podrá llegar a ser nuestra expresión de esa compren
sión. Como dijo Einstein, si realmente entendemos algo, de
bemos ser capaces de explicárselo a un niñito. Y, como lo ex
presé en la Introducción, lo que corrientemente se necesita
no sólo en el campo de la astrología sino también en toda
54
nuestra visión del mundo son principios simplificadores y sin
tetizadores. En otras palabras, ¿por qué deberíamos seguir ju
gando con egocéntricos juegos conjeturales en astrología
cuando podemos ocuparnos directa e inmediatamente de los
principios arquetípicos y estructurales de la vida misma?
¿Con qué ideas simplificadoras y sintetizadoras acerca de
la astrología podremos empezar? Primero de todo, debería
mos convenir en que toda la astrología -cuando se la aplica a
las vidas de los individuos- se ocupa de la transformación. En
otras palabras, es un modo de percibir claramente y conquis
tar una perspectiva sobre los cambios, ciclos, y períodos de
crecimiento y decadencia constantes que caracterizan a toda
la naturaleza. Tambieñ deberíamos convenir en que la astro
logía nos ofrece un lenguaje experimental, o sea, un lenguaje
que es utilísimo si se lo usa para describir la experiencia inte
rior de la vida del individuo y sus cambios incesantes. 1 La as
trología no simboliza necesariamente la situación o los acon
tecimientos externos de la vida de una persona, aunque en
muchos casos lo haga. Pero mucho más a menudo, simboliza
rá la experiencia interior y cómo esa experiencia encaja en la
pauta total de vida. Por ejemplo, supongamos que alguien "se
enamoró" cuando Saturno transitaba en un aspecto en cua
dratura al Sol natal. Poquísimos astrólogos podrían deducir
correctamente de esa configuración sola que la persona co
menzó de hecho una nueva relación "amorosa". Pero cual
quier astrólogo familiarizado con el significado más profundo
de los tránsitos de Saturno sería capaz de describir, hasta cier
to punto, el significado de esa experiencia, cómo se sentiría la
persona durante ella, y la duración aproximada de la fase más
intensa de esa relación. Este ejemplo muestra la necesidad de
retroalimentación en el trabajo astrológico con clientes y por
qué una consulta en forma de diálogo consultivo es específi
camente mucho más exacta y útil que una "lectura" unilateral.
En el párrafo anterior se expresa que toda la astrología
55
-cuando se la aplica a las vidas de los individuos- se ocupa
de la transformación. Tal vez sería útil ser más preciso en
una forma esquemática. La astrología, basada en la configu
ración planetaria que se considera, se ocupa de estas clases
de transformación personal:
56
energías y los poderes diversos que los planetas representan.
Deberá haber una alineación conscientemente forjada con no•
sotros mismos entre todos los aspectos de nuestro ser a fin de
estar totalmente abiertos a las interminables transformacio
nes que la vida nos exigirá. Y esta alineación -esta apertura
tiene un significado directo en nuestra salud física, mental y
espiritual. Como escribió el psiquiatra jungiano Robert
M. Stein:
57
blema no podría existir en la actualidad si el individuo hubie
ra logrado la perspectiva y la integración apropiadas median
te aprendizaje y asimilación pasados de la experiencia pasada.
Cualquiera que sea el conflicto o la necesidad de tomar deci
siones que se agite en la actualidad subirá a la superficie nue
vamente en el futuro, aunque tal vez de forma levemente di
ferente, si ahora no se los trata eficazmente.
En muchas antiguas culturas, a los planetas se los conside
raba deidades celestiales reales o, por lo menos, encarnacio
nes de fuerzas o medios espirituales. En ciertas ramas del hin
duismo, a los planetas se los consideraba como los "Señores"
que el Señor Supremo designaba para que gobernaran las di
versas regiones de la creación y distribuyeran nuestro karma.
En un sentido muy real, si a una "deidad" la podemos consi
derar como una encarnación de una fuerza divina o una ley
universal, es fácil dar el paso siguiente de contemplar a los
planetas desde el mismo punto ventajoso que lo veían los an
tiguos, o sea, como símbolos o reflejos de varias leyes, prin
cipios y fuerzas universales que realmente -juzgándolos por
su poder en nuestras vidas- podrían llamarse divinos. Un es
tudio ulterior de varios escritos antiguos de Oriente podrán
proporcionarnos también un cuadro más acabado y pormeno
rizado no sólo de la estructura del universo sino también del
significado real y de la modalidad operativa de los factores as
trológicos. Por ejemplo, las enseñanzas de la Vedanta -una
tradición popular de la India- dicen que los simples princi
pios de un plano gobiernan las complejidades de la existencia
en los planos que están debajo de él. Lo que, en un plano
superior, es uno, se convierte en muchos en los planos infe
riores. De allí que, al estudiar la astrología, ya sea que lo ad
virtamos o no, en realidad estamos estudiando los principios
superiores que "gobiernan" toda la vida de los planos de
abajo. Es de esperar que, entendiendo los principios supe
riores que funcionan en nuestras vidas, podamos acomodar
nos más fácil y armónicamente a la finalidad cósmica que
está detrás de nuestra experiencia inmediata.
58
nos de la existencia entre el mundo físico y el plano causal
(o mental) puro. Primero se menciona a "los mundos del
Sol", luego a "los mundos de la Luna", y luego de ello,
numerosas sub-zonas. Además, a menudo se dice que el
Sol y la Luna, vistos con los ojos físicos, son meros refle
jos de las fuentes de energía del Sol y la Luna en los pla
nos más sutiles. Los Vedas y los Shastras, dos escrituras
indias tan antiguas que nadie sabe realmente cuál es su
antigüedad ni dónde se originaron esas ensefl.anzas, dicen
que la.s almas individuales bajaron de las regiones astrales
a este mundo material junto con los rayos del Sol y de
la Luna. Es tal vez por esta razón que el Sol y la Luna son
tan importahtes en astrología y que todo lo del mapa debe
relacionarse con los signos y aspectos del Sol y la Luna de
la persona. En realidad, si el alma es una unidad esencial del
poder divino, entonces, en si misma, es total y completa.
Pero cuando el alma encarna en los reinos de la dualidad,
como en el mundo material en el que siempre tenemos po
laridades de bueno-malo, día-noche, masculino-femenino,
parece que el alma se polariza según las posiciones del Sol y
de la Luna. En otras palabras, se refleja en dos aspectos del
ser, manifestándose como los principios consciente e incons
ciente activo y pasivo, masculino y femenino: Sol y Luna. Se
pierde la totalidad, se ha iniciado la división. En la mayoría
de los casos, las mujeres están más en contacto con sus cuali
dades lunares y los hombres con sus cualidades solares, aun
que aquí debe recordarse que estamos tratando principios
arquetípicos que no se manifiestan de forma pura en los seres
humanos. De allí que haya muchos hombres (por ejemplo los
de Cáncer, Tauro y Piscis recalcados) que están íntimamente
en contacto con· las cualidades lunares y son capaces de ex
presarlas; y hay muchas mujeres (especialmente las de Aries,
Acuario y Escorpio recalcados) que están muy cómodas con
expresar la característica de fuerza e independencia propias
del Sol.
Aunque el criterio científico ,mundial describe al Sol como
inmensamente mayor que la Luna, me ha parecido siempre
un símbolo especialmente notable que los diámetros y dis
tancias relativos del Sol y la Luna son tales que, cuando se
los ve desde la tierra, ambos discos subtienden casi exacta-
59
mente el mismo ángulo visual (0.5º) y parecen ser del mismo
tamaño. Esto, simbólicamente, no sólo ilustra que las fuerzas
lunares y solares de nuestras vidas son de importancia absolu
tamente igual, sino que demuestra también con claridad cuán
grande es realmente incluso un grado completo cuando obser
vamos al cielo desde la tierra. 2 Además, el hecho de que el
Sol y la Luna sean visualmente de semejante tamaño igual de
bería dar a los astrólogos más razón aún para considerar que
el signo de la Luna es de igual importancia que el signo del
Sol en todo mapa y para basar sus interpretaciones en una
síntesis de las posiciones del Sol y de la Luna en relación
recíproca.
¿Cuáles son exactamente estos principios solares y lunares?
Nuevamente, podemos encontrar la más clara explicación
de su significado psicológico en los escritos de C. G. Jung.
Jung correlaciona la fuerza lunar con el principio arquetípi
co femenino y la energía solar con el principio masculino, tal
como astrólogos y alquimistas lo han hecho durante milenios.
Además, define al principio femenino como eros, no en el
sentido moderno de atracción puramente física, sino en
el sentido más amplio de relación con otros seres humanos.
Luego, define al principio masculino como lagos.
2 Esta clase de conocimientos bien podría servir para instar a los astró
logos a que usen "orbes" más pequeños para los aspectos interplaneta
rios una vez que ven que hasta un grado es dos veces el diámetro del
Sol o de la Luna y que los orbes de 10 grados se usan a menudo pues
los aspectos lunares o solares son ¡veinte veces el diámetro del Sol o
la Luna!
60
flexiona. De allí que el hombre propenda mayormente a la
desesperación total, mientras que la mujer puede encontrar
siempre consuelo y esperanza; de modo parecido, es más
probable que se suicide el hombre que la mujer. Por más
víctima de las circunstancias sociales que una,mujer sea,
por ejemplo como prostituta, el hombre no es menos victi
ma de impulsos del inconsciente, que toman la forma de alcer
holismo y otros vicios. (De "Tipos Psicológicos''; Obras Es
cogidas, Tomo VI, párr. 805).
La consciencia de la mujer tiene un carácter más bien lunar
que solar. Su luz es la luz "apacible" de la luna, que a las
cosas más bien las funde que las separa. No revela los obje
tos en su alienación y separatividad totales e inmisericor
des, como la luz rigurosa y deslumbrante del día, sino que
combina en una engañosa luz trémula lo cercano y lo dis
tante, transformando mágicamente las cosas pequeñas en
cosas grandes, las altas en bajas, mitigando el color en una
niebla azulada, y combinando el paisaje terrestre nocturno
en una unidad insospechada.
Se necesita realmente una consciencia de apariencia muy
lunar para mantener unida a una gran familia- sin tener en
cuenta todas las diferencias, y hablar y actuar de modo tal
que la relación armónica de las partes con la totalidad no
sólo no sea perturbada sino que realmente se acreciente. Y
donde la zanja es demasiado profunda, un rayo de luz lu
nar la alisa. (De ''Mysterium Coniunctionis "; Obras Escogi
das, Tomo XIV; párrafos 223 y 227.)
61
La relación humana introduce en el mundo de la psiquis,
en el reino intermedio entre el sentido y el espt'ritu, que
contiene algo de ambos y, sin embargo, nada pierde de su
carácter singular. El hombre debe aventurarse dentro de
este territorio si desea encontrarse, a mitad de camino,
con una mujer. Las circunstancias la obligaron a adquirir
una cantidad de rasgos masculinos, para que no quede
atrapada en una feminidad anticuada y puramente instin
tiva, perdida y sola en el mundo de los hombres. De igual
modo, también el hombre será obligado a desarrollar su
lado femenino, a abrir sus ojos a la psiquis y a Eros. Esta
es una tarea que no podrá eludir, a menos que prefiera irse
arrastrando detrás de la mujer de un modo desesperada
mente infantil, adorándola desde lejos pero siempre con el
peligro de que ella se lo ponga subrepticiamente en el bol
sillo. ("La Mujer en Europa", párr. 258.)
62
mente y que trataremos de resolver dando consejo que esté
tan condicionado por nuestras tendencias culturales y sexua
les que sea esencialmente carente de valor para el individuo
que lucha y busca nuestra ayuda. (Hay también una tenden
cia sexual considerable en muchas tradiciones astrológicas,
aunque no tanta como algunos extremistas gustan creer:
pues quienes dicen que la astrología es "sexista" meramente
porque habla de los principios arquetípicos masculino y fe
menino no conocen simplemente su propia integridad po
tencial.) Por ejemplo, tal vez sea enteramente inapropiado
emplear las rígidas correlaciones astrológicas del siglo XIX
para el matrimonio en el trabajo astrológico con una per
sona joven y moderna. Pero sería igualmente inapropiado
emplear términos y supuestos que son importantes para mu
chas personas más jóvenes de hoy en una consulta con una
persona mayor cuya pauta de vida es más tradicional.
Las posiciones del Sol y la Luna en el mapa natal reflejan
también nuestra experiencia de los padres y nuestra relación
con ellos. En esta vida, los padres constituyen, por así decir
lo, las fuentes concretas y aparentes de nuestra vida, nuestro
destino y nuestro carácter. Muchos de los libros más viejos so
bre astrología dan la impresión de que invariablemente podre
mos deducir del mapa exactamente a qué se parece la relación
con los padres y cómo anduvieron uno con otro, si se divor
ciaron, o uno murió prematuramente, etc. Yo hallé tan
fácil deducir estos conocimientos específicos como algunos
escritos inducirían a suponerlo. A menudo es posible aventu
rar una conjetura, sobre la base de los datos del mapa, que re
sulta ser exacta, pero -incluso en esos casos- realmente nada
demuestra y no brinda conocimientos útiles. Es meramente
un juego conjetural. ¿Por qué debemos usar la energía psíqui
ca y un tiempo valioso tratando de conjeturar algo que, a me
nudo, podremos averiguar tan sólo formulando a los clientes
una sencilla pregunta? Me parece que las posiciones del Sol y
de la Luna, y especialmente sus aspectos, simbolizan habitual
mente nuestra experiencia interior de los padres, lo que los
padres como pareja representaron para la persona, si a esa
persona le pareció que tenían una relación mutua positiva, y
cómo la persona se sentía al relacionarse con cada uno de
ellos como individuos. Debemos ser claros acerca del hecho
63
de que el mapa natal muestra primordialmente nuestra expe
riencia, no necesariamente los hechos "objetivos" de la situa
ción. Por ejemplo, he visto muchos casos en los que, aunque los
padres a menudo peleaban y a su tiempo se divorciaron, el mapa
del hijo tiene un trígono de Sol-Luna y carece totalmente de las
indicaciones tradicionales de una vida familiar destruida. Apa
rentemente, en tales casos, la persona no es afectada seria
mente por la discordia de sus padres. He visto otros casos de
personas cuyos mapas contienen una cuadratura de Sol-Luna
y otras numerosas indicaciones de un "complejo" de sus pa
dres, y sin embargo cuyos padres estuvieron casados muy fe
liz y armoniosamente durante cuarenta afios. En estos casos,
podría suponerse que el individuo percibió que los padres re
presentaban modos conflictivos de ser y modos de autoexpre
sión (mostrados por la cuadratura de Sol-Luna muy específi
camente) que luego generaron en el individuo ciertos proble
mas en relación con los padres reales, lo mismo que un con
flicto interior entre los roles activo y pasivo, dominante y re
ceptivo. En la vasta mayoría de mapas natales, el Sol y/o la
Luna tendrán aspectos armoniosos y fluidos, y también aspeer
tos tensionados y desafiantes con otros planetas. Un atento
análisis de estos factores del mapa, combinados con una dis
cusión íntima de los sentimientos más profundos de la perso
na, revelarán habitualmente que, aunque la persona tuvo (o
todavía tiene) una relación armoniosa con su padre o su ma
dre en algunos niveles, hay otros niveles en los que experi
mentó gran frustración o conflicto. Por ejemplo, si nuestra
Luna está en trígono con Mercurio pero en cuadratura con
Venus, la persona es probable que tenga buena relación inte
lectual con la madre, mas no un fácil intercambio de amoro
sos sentimientos y proximidad física.
Lo más útil que podemos hacer al analizar psicológicamen
te los primeros afios del individuo desde una perspectiva as
trológica es comprender que nuestra armonía particular,
nuestro karma y nuestras pautas de autoexpresión produci
rán inevitablemente ciertas reacciones de los demás, y parti
cularmente de aquellos con los que vivimos estrechamente
día a día. En última instancia, a los padres no podemos cul
parlos de todos nuestros problemas, y no hay una finalidad
constructiva en tal proyección de nuestras responsabilidades
64
sobre los demás. No estoy infiriendo que no haya relaciones
padres-hijos que no necesiten un atento examen y, a veces,
tratamiento psicoterapéutico. ¡Por el contrario! Me parece
que a menudo nacemos como los padres o los hijos de un en
te con el que tenemos un karma particularmente intenso. Pe
ro si esa relación misma, en vez de ser sólo la actitud de un
individuo hacia ella es más bien realmente un problema, en
tonces es invariablemente necesario mirar no sólo un mapa
natal sino también una comparación pormenorizada del mapa
entre las personas involucradas. Algunas personas son de na
turalezas y armonías tan enteramente diferentes que son pu
ra y simplemente incompatibles, y -en estos casos- por más
que se trabaje en la relación no se hará que esas personas sean
más semejantes. Tal vez puedan aprender cómo aceptarse mu
tuamente y de modo más pleno, y a brindarse mutuamente
espacio suficiente para que se expresen, pero, sin embargo,
tal vez no quieran frecuentarse mucho.
El hijo vive en el campo energético de los padres. En otras
palabras el hijo vive y respira en la atmósfera que los padres
crean a través de su relación mutua. , De allí que, cuando una
persona envejece y vive cada vez con mayor independencia
respecto de sus padres, tal vez descubra, a través de esta pers
pectiva acrecentada, que su naturaleza verdadera no es com
patible con la atmósfera de sus padres que todavía lleva alre
dedor de sí en forma de pautas psicológicas consuetudinarias.
Si este es el caso, entonces esa persona necesita encontrar y
desarrollar su propia atmósfera, un modo de vivir y relacio
narse que sea conducente para su naturaleza total. Muy a me
nudo, el signo de la cúspide de la cuarta casa simboliza el ti
po de atmósfera que un individuo necesita a fin de sentirse
cómodo consigo mismo. La comparación de un mapa, más
que sólo un análisis del mapa individual, podrá revelar habi
tualmente si una persona estará cómoda y sana en la atmósfe
ra de sus padres o si las pautas condicionantes asociadas con
esa atmósfera ayudarán o inhibirán la autoexpresión de la
persona. Un individuo luchará a brazo partido con todo este
asunto a fin de alcanzar la clase de desapegada perspectiva
que le permita ocuparse objetiva y eficazmente de sus propios
hijos y reconocer las necesidades de éstos en cuanto a un es
pacio independiente. Si no se alcanza esta objetividad, enton-
65
ces el individuo repetirá de modo inconsciente los errores de
sus padres. Como escribe Jung:
66
posterior de la vida, entonces nos encontramos vagamente
resentidos, sin un objetivo claro de nuestro resentimiento. En
vez de comprender que nos molesta nuestra ignorancia, nues
tra necedad y nuestra cobardía, a menudo volvemos nuestro
resentimiento hacia algún grupo, hacia algún segmento vaga
mente definido de nuestra sociedad que ostenta abiertamente
su desprecio hacia nuestros valores opresivos o que de algún
modo representa las estructuras sociales opresivas que consi
deramos que nos esclavizaron.
En una sociedad en la que tenemos que hallar nuestros me
dios de iniciación y transformación, la astrología tiene que re
presentar un rol particularmente valioso. Pero debemos recor
dar que la astrología no es una cosa separada de la vida. No es
una religión en sí misma, no es una ciencia que abarque todos
los demás enfoques del conocimiento humano. Es sencilla
mente una herramienta, una de las muchas herramientas posi
bles, que pueden usarse de cualquier cantidad de modos. En
nuestras vidas individuales, la astrología puede servir a los fi
nes de guiarnos a través de varias iniciaciones, transformacio
nes y transiciones cruciales. Puede proporcionarnos la estruc
tura y el significado cósmicos que instila en toda experiencia
mayor un significado profundo, algo que las religiones, en su
mayoría, tratan de hacer, pero no lo logran. Y, en la práctica
del consejo astrológico como profesión, un conocimiento de
los roles sociales, de las influencias y vínculos de los padres, y
de las necesidades individuales para atravesar las fases arque
típicas de transformación humana, es una necesidad absoluta
para un consejo eficaz. Cuando la sociedad o la religión de
una persona no logra proporcionar un medio para entender
tales procesos y necesidades importantes, deberá encontrarse
otro modo. Y la astrología es un método cognoscitivo que
millones de personas buscan como guía.
La consciencia superior
67
Algunos astrólogos han escrito y dicho en disertaciones públi
cas que podemos evaluar el nivel de consciencia por el mapa
natal, que podemos decir -según ciertos aspectos y posicio
nes planetarias- si un individuo es un "alma evolucjonada" o
un "alma vieja", partiendo simplemente de los datos astroló
gicos. Creo que este es un burdo error, que no sólo podrá de
sorientar a una persona en sus esfuerzos por entenderse a sí
misma, sino que también podrá inducirla a una actitud pre
juiciosa y farisaica hacia los demás seres humanos, especial
mente entre estudiantes principiantes de astrología que to
davía no desarrollaron la cultura que sólo la experiencia prác
tica puede proporcionar. Todos nosotros somos, sencillamen
te, almas que luchan en el sendero que conduce a un amor y
una luz mayores. Podemos estar en diferentes estaciones a lo
largo del camino, pero todos estamos en el mismo camino, ya
sea que nos demos cuenta de ello o no. El mapa natal es un
mapa simbólico de la parte particular del camino por el que
viajamos en esta vida. Como Dane Rudhyar se esforzó en ex
plicarlo en sus voluminosos escritos, el mapa natal revela las
pautas estructurales de la vida. 3 El contenido y la conscien
cia dentro de esa estructura no aparecen en el mapa. Aunque
un astrólogo de orientación espiritual y ps'íquicamente sensi
ble puede intuir a menudo el nivel de consciencia de otra per
sona (y de hecho necesitaría poder hacerlo en aplicaciones
depuradas de la astrología para el conocimiento personal),
tal percepción proviene más bien del astrólogo en sí que del
mapa solo. Idealmente, podemos sintetizar intuitivamente las
pautas del mapa con una impresión directa de la persona viva
a fin de llegar a entenderla en profundidad. Pero aunque sea
mos bastante sensibles para poder armonizarnos en el nivel
de consciencia de una persona, debemos ser extremadamen
te cuidadosos al basar todo juicio en esta intuición personal.
La expresión de Rudhyar, citada al comienzo mismo de este
capítulo, explica porqué es tan necesaria esta precaución;
pues cada uno de nosotros tiene limitaciones, y nuestro nivel
cognoscitivo y nuestros valores personales pueden realmente
68
limitar nuestra objetividad y la eficacia de nuestro consejo.
Dar pot sentado que el mapa muestra el nivel de conscien
cia o el nivel de desarrollo espiritual es también un enfoque
muy limitativo de la persona individual. ¿No somos capaces
de crecer en el conocimiento durante esta vida? ¡Es de espe
rar que sí! Tengo la buena fortuna de tener hermanas gemelas
diez años más jóvenes que yo, y pude verlas crecer, individua
lizarse y desarrollar sus propios estilos de vida. Nacieron en
sucesión muy rápida, y sus mapas natales son casi idénticos.
Incluso los Ascendentes están dentro de 1 1 /2 grados uno del
otro. Según los astrólogos que he oído que afirman juzgar el
nivel de consciencia por el mapa natal, estas dos almas se ve
rían como poseedoras de un nivel idéntico de desarrollo espi
ritual. Empero, aunque sus mapas describen con exactitud a
cada una de ellas de modo general y con sus características
psicológicas, estas mujeres son tan diferentes como el día y la
noche en el nivel espiritual. Una tiene inclinaciones particu
larmente espirituales, es vegetariana, se interesa por la astrolo
gía, y es más bien reflexiva; la otra es mucho más extroverti
da y -al menos en esta época- no se interesa tanto por estos
temas como su hermana.
Puesto que el empleo constructivo de la astrología exige
que no sólo sepamos lo que la astrología puede hacer sino
también cuáles son sus limitaciones, creí necesario recalcar
aquí que el nivel de consciencia del individuo no puede juz
garse sólo sobre la base de los datos astrológicos. Además,
aunque las pautas arquetípicas kármicas están simbolizadas
claramente en un mapa natal, el modo preciso en que esas
pautas se manifestarán y los exactos encuentros kármicos que
la persona, de modo parecido experimentará, no podrán sa
berse por el mapa solo. El mapa puede' usarse como una len
te con la que se enfoca nuestra atención y a través de la cual
se concentran nuestras facultades psíquicas; y, por supuesto,
algunas personas tienen ciertamente la aptitud para armoni
zarse muy pormenorizadamente en experiencias kármicas es
pecíficas mediante el empleo de tales sentidos psíquicos. Pero
ese es otro método totalmente distinto del simple empleo del
mapa natal solo.
Por ello, ¿cómo podremos entender este término de "cons
ciencia superior"? La mejor analogía en que puedo pensar es
69
la de la corriente eléctrica y la bombita de luz. Cuando la
energía consciente (la corriente eléctrica) fluye más intensa
mente, el conocimiento (la cantidad de luz) crece. Un alma
muy inconsciente puede semejar una bombita de 15 watts;
una persona promedio, una bombita de 60 watts; un estu
diante de una de las formas superiores de meditación puede
alcanzar tal vez el nivel de 200 watts. Un Maestro Espiritual
Perfecto (llamado en la India un Sant Sat Guru, o santo ver
dadero) puede ser un canal de una energía y una luz infinitas
tales que incluso la analogía de una bombita de un trillón de
watts es insuficiente para simbolizar tal nivel de consciencia.
Cuando nuestra energía consciente corre con más concentra
ción y pureza, nuestra luz de la consciencia puede aumentar
de un nivel de 75 watts a otro de 200 watts en una sola vida.
Lo principal que hay que comprender, a pesar de lo torpe
que es esta analogía insuficiente, es que nuestro mapa natal
muestra la estructura del potencial de vida que es vivificada,
y es de esperar que iluminada por nuestro nivel de conscien
cia. Si a la luz de la consciencia se la cultiva, alimenta y per
mite que se desarrolle, entonces, lo que aparece en el mapa en
forma de esbozo arquetípico puede expresarse de modo cada
vez más depurado y positivo en la vida cotidiana. Si podemos
permitir que esto ocurra, eso es crecimiento verdadero -psi
cológico y espiritual-, y eso es transformación verdadera.
70
Géminis
Géminis
Capítulo 111
CLAVES DE TRANSFORMACION
Primera Parte
URANO Y NEPTUNO
...a/egráos, señor.
Nuestros jolgorios ahora concluye
ron. Estos actores nuestros, como
os predije, fueron todos esp(ritus, y
se funden en el aire, en el aire sutil:
y, como la infundada tela de esta vi
sión, las torres cubiertas de nubes,
los magníficos palacios, los solem
nes templos, el gran mundo mismo,
sí, todo lo que éste hereda, se disol
verá, y, como este insustancial es
pectáculo desapareció, sin dejar
rastros detrás. Somos como la sus
tancia con que están hechos los sue
ños; y nuestra vida pequeña está ro
deada de sueño...
Shakespeare, La Tempestad
73
generacionales o "karma colectivo". Si bien estos planetas se
relacionan innegablemente con estos factores, el consejero
astrólogo de orientación psicológica necesita conocer el signi
ficado de los trans-saturninos en la vida individual, desde un
punto de vista práctico, experimental. Estas fuerzas, después
de todo, sólo podrán funcionar a través de un grupo particu
lar si actúan a través de los individuos que abarcan ese grupo.
Puesto que creo que Urano y Neptuno se entienden general
mente mejor y se explican más claramente que Plutón en los
libros astrológicos de que se dispone, consagré todo el próxi
mo capítulo a discurrir sobre Plutón con alguna profundidad,
mientras que este capítulo trata a todos los planetas trans
saturninos como un grupo de energías transformativas rela
cionadas, con particular énfasis sobre Urano y Neptuno. Me
diante la "influencia" de estas fuerzas trascendentes, un ser
humano experimenta grandes cambios en sus pautas de pensa
miento, en su nivel de consciencia, en su estilo de vida y en
su capacidad de autoexpresión.
Creo que los planetas trans-saturninos influyen muy inme-
. diatamente en la vida psíquica más profunda del individuo.
Sin embargo, el poder de estas fuerzas es a menudo tan gran
de que estallan desde sus confines psíquicos, por así decirlo,
e irrumpen en el mundo; por tanto, se manifiestan como
cambios en el mundo físico también. Una escuela de pensa
miento de la astrología moderna (que se ocupa del desarrollo
humano en términos de crecimiento del alma) sostiene que
los trans-satuminos sólo influirán potentemente sobre un al
ma que, hasta cierto punto, ha despertado a la verdad espiri
tual. Las energías de estos planetas se dice que afectan a nues
tros cuerpos sutiles, pero sólo cuando el alma ha alcanzado el
estadio de la evolución en el que éstos están dispuestos a des
pertarse. Se teoriza en el sentido de que, a medida que avance
la Era de Acuario, cada vez serán más las almas influidas por
los trans-saturninos; y estos planetas tendrán el efecto de po
ner al alma en marcha en una "espiral superior" de desarrollo.
Ciertamente, estoy de acuerdo en que los trans-satuminos se
refieren a una "vibración superior" (o, por lo menos, a fuer
zas más pulidas y penetrantes) que la de los siete planetas de
la astrología antigua. También concuerdo con la idea de que
el nivel de consciencia del individuo afecta cómo las "in-
74
fluencias" de los trans-saturninos se experimentarán. Pero
creo que es una generalización demasiado vasta declarar que
sólo las "almas altamente evolucionadas" son sensibles a las
energías de estos planetas. Más correctamente, podríamos de
cir que una persona más consciente es capaz de ser un canal
para la expresión de las manifestaciones más puras, más puli
das y más constructivas de estas fuerzas, como ocurre con to
dos los planetas. Pero, de ningún modo podemos afirmar que
los revolucionarios destructivos son insensibles a Urano, los
miembros de la mafia a Plutón, y los drogadictos a Neptuno.
Estas personas expresan con seguridad un aspecto del poder
de los trans-satuminos en sus vidas, aunque evidentemente
no el modo óptimo de expresión.
Urano, Neptuno y Plutón simbolizan las fuerzas que cons
tantemente acucian el cambio (y, es de esperar, que el creci
miento) en nuestra consciencia. El eminente astrólogo Dane
Rudhyar se ha referido a los trans-satuminos como "embaja
dores de la galaxia". En un artículo publicado en la revista
"Astroview", expresa:
75
completo al sistema solar. Están dentro de su esfera de in
fluencia para realizar un trabajo, para ligar nuestro peque
ño sistema (del que el Sol es el centro y la órbita de Satur
no la circunferencia) con el sistema más vasto, la galaxia.
76
afias de la mía, son grandes las posibilidades de que mi Plu
tón natal caiga en la misma casa de su mapa en el que está
ubicado su Plutón natal. Así podemos ver que los tipos de
cambios mayores impulsados por estrechas relaciones entre
personas de edades muy diferentes es probable que sean de
un orden enteramente nuevo, afectando a ambas personas de
modos totalmente nuevos y presionándolas para que transfor
men o alteren radicalmente su enfoque de ámbitos específi
cos de la vida. Para aclarar más esta cuestión, supongamos
que Urano, Neptuno o Plutón natal de una persona 20 afias
mayor o menor que yo cae en mi novena casa; entonces, exis
tiría la fuerte posibilidad de que la influencia de ese individuo
sobre mis ideales, creencias, orientaciones religiosas y planes
de mejoramiento personal (novena casa) fuera revolucionaria
(Urano), sublimizadora o espiritualizadora (Neptuno), o pro
fundamente transformadora (Plutón). En consecuencia, en
una situación como ésta, las energías de Urano, Neptuno y
Plutón afectan a ambas personas de modos nuevos y desafian
tes. Por tanto, encontrarse con personas de diferentes gene
raciones puede ser más difícil que relacionarnos con las de
nuestra edad, puesto que tales relaciones necesariamente nos
arrancan de nuestras viejas pautas de pensamiento y conduc
ta en alguna esfera de la vida. Tales relaciones necesitan que
crezcamos a fin de que seamos más vastos (podríamos decir
"cósmicos"). De allí que las relaciones con personas de dife
rentes generaciones a menudo sean una amenaza para noso
tros y con frecuencia nos exijan mucho esfuerzo. Tal vez
tengamos que enfrentar alguna clase de dolor en el ámbito
indicado o alguna forma de ansiedad cuando nos desafían pa
ra que transformemos nuestras actitudes; pero, como escribió
Jung, "La consciencia no llega sin dolor". Algunos de noso
tros, por supuesto, reciben de buen grado los desafíos y las
oportunidades para aprender de quienes tienen en la vida una
perspectiva diferente y un modo marcadamente distinto de
experiencia vital. Si podemos permanecer abiertos a la vida y
a un nuevo aprendizaje, basados en nuestro conocimiento del
valor de la experiencia de los demás, estos exigentes encuen
tros con los de diferentes generaciones serán bienvenidos e in
cluso disfrutados.
Los factores personales básicos de la vida de cualquier indi-
77
viduo son siempre los mismos. Estas fuerzas esenciales, o es
tas dimensiones de la vida, han existido en todos los seres hu
manos en todos los siglos. Motivan diferentes orientaciones
en la vida consciente de un individuo, aunque el grado en el
que se las admite en el conocimiento consciente depende en
gran medida no sólo de la interrelación entre estos factores
dentro del individuo (simbolizados por los "aspectos") sino
también de las influencias ambientales y las normas cultura
les en un tiempo y un lugar particulares. Astrológicamente,
estas fuerzas (que son -lo repito- los factores personales
esenciales de la vida consciente de cualquier individuo) son
simbolizadas por el Sol, la Luna, Mercurio, Venus y Marte. 1
Júpiter y Saturno constituyen un escalón intermedio entre
los planetas personales y las fuerzas impersonales transperso
nales de los trans-saturninos, puesto que tan a menudo tienen
relación con nuestra participación en la sociedad y con las
normas, creencias y ambiciones de matices sociales. Los sig
nos, las casas y los aspectos en los que hallamos estos siete
planetas indican los modos particulares en que estos planetas
funcionan en un individuo. Los factores simbolizados por es
tos siete planetas son, hasta cierto punto, modificables me
diante la experiencia consciente y el uso concentrado de la
voluntad.
Urano, Neptuno y Plutón, por el otro lado, están totalmen
te más allá del control consciente, tal como los planetas rea
les están marcadamente más allá de la Tierra. Por tanto, una
persona no puede controlar para nada las energías de estos
planetas. Pero puede controlar su actitud hacia la influencia
de aquéllos en su vida. Puede modificar su orientación cons
ciente hacia las manifestaciones de estas fuerzas mayores. En
términos de sú función, Urano, Neptuno y Plutón, como se
expresara, siempre impulsan el cambio en el ámbito afectado
de la vida. Este cambio, por lo común llegará armónicamente
y sin demasiada ruptura si estos planetas están en aspecto "fá
cil" con los otros siete planetas. Sin embargo, si los trans
saturninos están en aspectos tensionados con los otros plane-
78
tas, el cambio será más difícil de "manejar". O sea que expe
rimentaremos dificultad para dominar la situación; y pode
mos ser abrumados por estas fuerzas, pues los trans-saturni
nos simbolizan energías que son mucho más potentes que
cualquiera de los otros planetas. El poder de la voluntad y la
determinación solos nunca son suficientes para imponerse a
estas energías.
Por ejemplo, si uno de los trans-saturninos está en aspecto
de cuadratura con otro planeta, estas fuerzas están reñidas en
tre sí. Necesariamente, algo tendrá que suceder. A veces, po
demos resistir muy largo tiempo la creciente presión para el
cambio; pero, a su tiempo, llegamos a advertir que tal resis
tencia es, en efecto, resistencia a lo que nos haría más totales
y, de esta manera, más humanos. En consecuencia, esta resis
tencia es, en última instancia, una autoderrota. Un ejemplo
de semejante aspecto "tensionado" en el mapa natal aparece
en el horóscopo de Meher Baba, un maestro indio reverencia
do por sus devotos como una encarnación de Dios. De hecho,
el mismo Meher Baba, cuando le preguntaban si él era dios,
replicaba: "¿Quién más podría ser yo?" En el mapa de Meher
Baba, encontramos al Sol en la primera casa en aspecto de
cuadratura con una conjunción de Plutón y Neptuno en la
cuarta casa. (La conjunción de Plutón-Neptuno está también
en aspecto de quincuncio con la Luna en la novena casa.) Por
tanto, el sentido de la identidad consciente (Sol, especialmen
te fuerte en la primera casa) en Meher Baba estaba en pugna
con las poderosas fuerzas representadas por Plutón y Neptu
no (en la cuarta casa, las raíces fundamentales de nuestro
ser). Con semejante gran energía generada en este aspecto
tenso, algo tuvo que dar. Lo que "dio" fue el sentido de ser
un ente individual y separado. En consecuencia, el factor Sol
se convirtió en un canal a través del cual podrían manifestarse
las fuerzas mayores. La Luna se convirtió (simbólicamente)
en un factor para la diseminación y la focalización de estas
fuerzas. Si comprendemos que Neptuno simboliza, en parte,
la consciencia "mística", y que Plutón representa un renaci
miento espiritual potencial, tenemos la clave simbólica del
género de energías cósmicas que se manifestaron a través de
este gran maestro. Las posiciones de casa del Sol y de la Lu
na (los canales a través de los cuales estas fuerzas funciona-
79
ron) revelan en qué ámbitos de la vida se manifestaron tales
influencias. El Sol en la primera casa (la casa de la identidad)
es un símbolo apto para quien se identifica tan completamen
te con el poder creador de la vida. La Luna en la novena casa
(la casa de la religión y la búsqueda de la verdad) proporciona
un símbolo de un maestro espiritual.
Este ejemplo demuestra cómo los trans-saturninos de un
mapa natal se han de interpretar. La focalización de los cam
bios de nuestra vida, debida a la presión de fuerzas mayores
"que desean" manifestarse, podrá sefialarse examinando los
aspectos próximos con Urano, Neptuno y Plutón. Por tanto,
los trans-saturninos actúan a través de nosotros activando,
por así decirlo, los factores psicológicos representados por Sa
turno, Júpiter, Mercurio, Venus, Marte, Sol y Luna. Es como
si la energía fluyera desde Urano, Neptuno y Plutón a través
de los canales simbolizados por los otros siete planetas. Los
aspectos implícitos proporcionan una clave de esta corrien
te de energía. (Véase el Capítulo VI, en cuanto a más infor
mación sobre estos aspectos.)
Puesto que Urano, Neptuno y Plutón se desplazan a través
de la eclíptica tan lentamente con referencia a la Tierra, tie
nen ciertamente efectos específicos sobre las generaciones
particulares de seres humanos. Estas influencias se alteran se
gún la cultura prevaleciente en cierto sector. Por tanto, los
aspectos con los trans-saturninos del mapa natal revelan cómo
un individuo armoniza con las fuerzas de cambio que se ma
nifiestan no sólo dentro de él sino también durante una era
particular. Con respecto al medio ambiente social, por tanto,
y en relación con las diversas corrientes del cambio social en
una época específica, podemos preguntar: ¿Esa persona será
archiconservadora, revolucionaria total o algo más moderada?
Está armonizada con las fuerzas de cambio en sus tiempos y
abierta a los mensajes procedentes de "los embajadores de
las galaxias"? ¿O es contraria o indiferente a estos dolores de
parto de una nueva consciencia?
Además de las posiciones y los aspectos de la casa natal,
los tránsitos de Urano, Neptuno y Plutón son muy significa
tivos. Esto lo trataremos con algunos pormenores en el Capí
tulo IX, pero podría mencionarse aquí que los tránsitos de
estos planetas sobre puntos sensibles del mapa natal son los
80
más penetrantes y de mayor alcance de todos; y sus efectos
últimos son los más vastos y duraderos. En las partes siguien
tes de este capítulo describiré brevemente el significado de
cada µno de los planetas trans-saturninos, y mencionaré tam
bién cómo el individuo experimenta los tránsitos de estos
planetas.
Urano
81
estalla en la consciencia en forma de cualquier idea, senti
miento y conocimiento que fuera subliminal, o sea, precisa
mente debajo del umbral de la consciencia. Por tanto, sus
tránsitos son enemigos de represión de cualquier índole. Si
un individuo estuvo viviendo de manera reprimida, un modo
de vida en el que estuvieron bloqueados, descuidados o igno
rados los elementos vitales de su naturaleza, es casi seguro
que un tránsito de Urano por conjunción, cuadratura u oposi
ción a uno de los planetas personales traerá a la superficie,
con gran inmediatez, una intensa confrontación con estas par
tes de la naturaleza de la persona. Urano acelera siempre el
ritmo de la naturaleza; y por ende, el individuo que experi
menta uno de estos tránsitos está a menudo tenso, excitable,
inquieto e impulsado por un abrumador deseo de cambio y li
bertad. Urano, en su mejor forma, es el gran liberador, el des
pertador, el iluminador que levanta con tal intensidad la vida
interna y externa de la persona que, de allí en adelante, las
cosas nunca son las mismas. Este planeta puede parecerse a
la mitológica figura de Prometeo, quien robó el fuego de los
dioses y de esta manera permitió que los seres humanos ex
tendieran el alcance de su conocimiento. Durante los tránsi
tos de Urano, la mayoría tiene deseos de activar sus necesi
dades de excitación, libertad y experimentación. A menudo
realizará radicales mudanzas para cambiar lo que percibe que
es una situación vital asfixiante. Sin. embargo, un pequeño
porcentaje de personas experimentará casi totalmente los
tránsitos de Urano en un nivel interior, durante el cual revo
lucionará sutilmente su actitud, su entendimiento y su modo
de autoexpresarse en los ámbitos indicados. Su vida externa
reflejará frecuentemente este enfoque nuevo y despierto de
la vida, pero en estos casos, de ningún modo esto se patenti
zará siempre con facilidad. Durante los tránsitos de Urano, a
menudo el individuo tiene un impulso de escapar de las situa
ciones de la vida que se ve que son inhibitorias o frustrantes
de su autoexpresión individualista. Pero, a veces es un enfo
que más constructivo, dando por sentado que la situación vi
tal es fundamentalmente sana y vitalmente flexible, para que
esa persona experimente cambios radicales dentro de los con
fines de la vieja situación, ya se trate de matrimonio, trabajo
o lo que fuere. La ampliación de la auto-comprensión que po-
82
drá resultar de tal desafío es a menudo mucho mayor que la
que se ganaría tirando lo viejo y saltando excitadamente den
tro de lo nuevo y lo diferente. Por supuesto, esto no es negar
que a veces es necesaria una revolución total o una repolariza
ción en algún ámbito de la vida.
En muchos casos, la influencia de Urano podrá definirse
culturalmente, pues Urano comienza donde termina Saturno.
Saturno señala la frontera de la consciencia del ego personal,
simbolizando las normas y reglas culturales y colectivas (una
clase de "super-ego" cultural en términos freudianos). Satur
no es, pues, rígido y contraído. Urano, por el otro lado, esta
lla a través de esta vieja estructura con impulsos revoluciona
rios; y la rigidez de la frontera saturnina habitualmente hace
que se raje y rompa en pedazos. Las manifestaciones psicoló
gicas de fuerzas uranianas como las que experimenta el indivi
duo no sólo son comprensibles sino también hasta vigorizan
tes de la mente que está abierta hacia lo nuevo. En la antigua
astrología, al planeta Mercurio se lo conocía como el mensa
jero de los dioses, término que suena muy parecido a la des
cripción que hace Rudhyar de los planetas trans-saturninos
como "embajadores de la galaxia". Mercurio se asociaba en
tonces con la facultad creativa en los seres humanos. Por su
puesto, los antiguos astrólogos, hasta donde sabemos, no co
nocían la existencia de Urano. Empero, muchos alquimistas
estaban al tanto de una función creativa más profunda (o
más elevada) que el nivel de la mente racional, que es el signi
ficado primordial de Mercurio en la astrología moderna. Es
tos alquimistas asociaban esta actividad creativa con el signifi
cado oculto de Mercurio como el unificador de los opuestos.
Desde nuestra perspectiva moderna, bien podríamos pregun
tamos si se referían a la función de Urano pero no tenían tal
símbolo planetario para expresar lo que experimentaban. Es
ta hipótesis parece la más probable bajo la luz del hecho de
que numerosos astrólogos modernos están ahora afirmando
que, en contraste con la antigua versión griega de la exalta
ción y dignidad de Mercurio en Virgo, la exaltación de Mer
curio debe considerarse que está en Acuario, el signo de
Urano.
Dane Rudhyar, en su profundo e inspirador libro titulado
Triptycb, se refiere a Urano como "el creativo poder del espí-
83
ritu universal". Rudhyar dice que Urano se refiere a la etapa
de la "transfiguración" personal y que "el individuo transfi
gurado se convirtió en un centro focal para la liberación del
poder de la Mente Universal". Asimismo, declara que Urano
puede concebirse como "La Voz de Dios", "el creativo poder
del Sonido místico que, según la vieja tradición de la India,
llena todos los espacios... " El "poder de la mente universal"
es evidente en las percepciones extraordinariamente rápidas
que acompañan una armonía uraniana. Esta proviene de la
aptitud para ganar conocimiento e intuición de otras dimen
siones a través de una sensibilidad psíquica elevada. Urano re
presenta el conocimiento intuitivo y la extensión del proceso
racional más allá de las barreras del espacio y del tiempo. La
experimentación hacia la cual las energías de Urano impulsan
al individuo proviene de esta sensación interior de que para
el conocimiento humano no hay fronteras; proviene de la fe
interior de que un individuo tiene la capacidad para entender
la vida de modo más vasto y que tiene el derecho divino a
perseguir este conocimiento, no importa qué sabiduría con
vencional pueda dictar. (Naturalmente, muchos uranianos se
enfrascan tanto en la emoción del descubrimiento y la experi
mentación que, por lo común, en sus actitudes y opiniones se
van a los extremos, en cuyo caso se entregan al fanatismo, al
cabal desprecio de la tradición, y a la cerrada obstinación.)
Esta "intuición" de la que los uranianos son capaces no es,
sin embargo, incompatible con la lógica. Grant Lewi señaló,
hace más de treinta años, que Urano funciona de modo muy
lógico, pero que la lógica opera tan rápidamente que parece
ser intuición. También escribió que Urano representa la ex
tensión de la percepción dentro de los reinos de la mentalidad
superconsciente, que podemos interpretar como la aptitud
para armonizamos con el nivel arquetípico de conocimiento
de la mente universal. Una vez que pasamos las fronteras de
Saturno y nos aventuramos en los reinos de Urano y Neptu
no, empiezan a desaparecer todas las dualidades, todas las
oposiciones que se perciben debido a la "lógica" limitada, y
todas las formas separadas. Es entonces cuando empieza a ha
ber un fusionador de dicotomías, que en la percepción ura
niana se manifiesta viendo las cosas como ambos y en vez de
o... o. En otras palabras, a los opuestos de la mente lógica ma-
84
terialista se los ve juntos en un destello de percepción inme
diata, como partes de una perspectiva íntegra y vasta de la
vida.
La posición de casa de Urano nos muestra dónde podemos
potencialmente experimentar y usar este poder despertador,
dónde se sienten más inmediatamente los cambios, las intui
ciones y una sensación de necesitar una vasta libertad per
sonal. Esta casa muestra dónde tenemos deseos de apartar
nos de normas convencionales de expresión, y dónde a me
nudo rechazaremos la tradición y los inútiles estorbos a fin de
hacerlo. Si tenemos a Urano en una casa angular, habrá de
seos especialmente fuertes de representar nuestra inconven
cionalidad de modo evidente y dinámico. Si Urano está en ca
sas sucedentes o cadentes, por otro lado, la persona tal vez
tenga tan sólo deseos enderezados hacia impulsos revolucio
narios o inconvencionales, pero quizá ponga a trabajar esos
sentimientos en su vida cotidiana de un modo más sutil,
mientras que puede ser que, en la superficie, parezca muy
conservadora.
Neptuno
85
Naturahnente, podemos tratar de escapar a través de activi
dades autodestructivas o personalmente constructivas. Una
persona neptuniana puede ser evasiva o escapista, o puede
ser muy perceptiva de sutilezas y extremadamente compasiva
( ¡o una mezcla de ambas!).
La experiencia de la "influencia" de Neptuno por parte de
un individuo, simbolizada por las configuraciones natales, la
posición de casas, y los tránsitos, se caracteriza a menudo por
una sensación de confusión, de inseguridad, "de estar en el
aire", y "en el espacio". Al menos es por esto que a menudo
se percibe cuando el individuo está suficientemente "apoya
do" como para poder mantener su equilibrio psíquico. Esta
confusión resulta en parte de la actitud común que exige que
toda nueva experiencia "encaje" prolijamente en nuestras ca
tegorías mentales preconcebidas. Sin embargo, no podremos
lograr siempre poner fronteras a Neptuno. Lo que no tiene
fronteras ni formas por su naturaleza misma, ¿cómo podrá
ser introducido en nuestros limitados conceptos y estructu
ras vitales? En otras palabras, la confusión o el sentimiento
de "estar vagando en el espacio" que tan a menudo se experi
menta en relación con Neptuno se desarrolla principalmente
cuando resistimos la desintegración y la disolución inevitables
de alguna pauta de nuestra vida o de algún aspecto de nuestra
personalidad. Este lado negativo de la manifestación de Nep
tuno es también mucho más patente, como ya se mencionó,
cuando no estamos afirmados en el mundo material. Podría
mos decir que, a no ser que nos pongamos de acuerdo con las
presiones, realidades y obligaciones de Saturno, no estamos
suficientemente apoyados como para manejar lo intenso y lo
destructivo de algún planeta trans-saturnino. En otras pala
bras, tenemos que recibir las intuiciones y la libertad de Ura
no y la inspiración y el idealismo de Neptuno y hacerlos rea
les bajando ese conocimiento a la tierra, poniendo a prueba
esas lejanas inclinaciones, e incorporándolas a nuestra vida
cotidiana.2 El fracaso en trabajar en esta integración interior
mente con gran honradez y diligencia provocará a menudo
86
una tremenda sensación de descontento o, en algunos casos,
trastornos psicológicos que, a su tiempo, llevarán a una desin
tegración en gran escala de la personalidad.
Un ejemplo excelente de la necesidad de que tengamos los
pies plantados seguramente en la realidad práctica como un
equilibrio complementario durante cualquier trabajo espiri
tual o psíquico se encuentra en la autobiografía de C.G. Jung,
Recuerdos, Sueños, Reflexiones. En ese libro, Jung escribe
cómo, cuando estaba experimentando la fase más intensa de
su "confrontación con el inconsciente" -época durante la
cual él se estaba encontrando y comunicando con numerosas
figuras y seres arquetípicos- lo único que le llevó a través de
esta transformación total en su consciencia fue el hecho de
que siempre podía mirar hacia atrás y ver que tenía en el
mundo un lugar seguro, junto con específicos deberes profe
sionales y familiares. Sin esa ancla sólida que le fijaba a la tie
rra, creía que fácilmente podría haber sido zarandeado y devas
tado psíquicamente como un barquito está totalmente desvali
do en una tormenta en el océano. Podemos ver cuán posible y
destructiva podrá ser tal devastación presenciando los resulta
dos de los experimentos de muchas personas con drogas psi
codélicas, que artificialmente obligaban a abrir los canales
psíquicos a las intensas vibraciones que los trans-satuminos
representan. Muchas de estas personas experimentaron reali
dades espirituales y psíquicas que cambiaron profundamente
sus vidas; pero, en su mayoría por ser tan jóvenes y, por tan
to, sin una base sólida en el mundo de las realidades prácticas
y los deberes, tuvieron gran dificultad para integrar estas in
tuiciones profundas a sus personalidades todavía no forma
das. La lucha para integrar tales vislumbres de realidades su
periores en la estructura de la personalidad en desarrollo ne
cesitaban una marcada transformación de la consciencia y del
estilo de vida, que en muchos casos resultó ser, en última ins
tancia, fructífera y creativa. Pero llegar a la otra orilla, luego
de ser zarandeado por las aguas del inconsciente colectivo, no
fue una tarea fácil; y casi todos los que experimentaron ex
tensamente con estas drogas pueden hablar de otros que sa
ben que nunca llegaron al otro lado y que, tras muchos años
de esfuerzo, todavía tratan de hallar algo estable que aferrar
para apoyarse.
87
En cualquier mapa natal, el factor simbolizado por un pla
neta en estrecho aspecto con N�ptuno está muy sensibilizado
y depurado. Esta sensibilidad se manifiesta a menudo como
una susceptibilidad a la ilusión, al autoengaño, a la confusión,
o incluso a la desintegración en esa dimensión de la vida; pues
Neptuno inclina a la persona hacia un conocimiento irrealista
o a una fantasía acerca del ámbito particular de la vida. Pero
estos mismos problemas pueden llevar al individuo a una bús
queda fructífera de una solución. Durante esta búsqueda de
respuestas, cuando la persona llega a saber que, de hecho, es
tá aprendiendo acerca de una realidad superior mediante la
experiencia de la desilusión, un aspecto de Neptuno puede in
dicar entonces una idealización práctica y positiva, y, real
mente, una espiritualización del factor indicado. La signifi
cación de Neptuno en nuestra búsqueda espiritual la explica
mos más en el Capítulo VI; pero, puesto que es raro que se la
entienda adecuadamente y se la explique con claridad en los
textos astrológicos, deben mencionarse aquí un par de cosas.
Hemos dicho que Neptuno disuelve las viejas y muy ordena
das pautas de la consciencia. Así, tomamos consciencia de las
limitaciones de nuestras percepciones habituales y del hecho
de que existe algo mayor y más vasto que lo que habíamos
presumido. Esta intervención en nuestras vidas de un "algo"
más unificado (por insustancial que sea) algunas personas la
reciben como un profundo misterio espiritual o como un ac
to de "gracia". Personalmente, descubrí que Neptuno está en
conjunción, cuadratura u oposición (los llamados aspectos
"malos") con los planetas personales o con el Ascendente en
el mapa de todo individuo que vi que persigue activamente al
gún género de sendero espiritual- como el trabajo principal de
su vida. Evidentemente, estos aspectos "tensionados" no son
tan "malos" para los buscadores espirituales. Podríamos su
poner que la energía generada por tales aspectos es necesaria
para impulsar a un individuo a fin de que actúe sobre la base
de sus inclinaciones espirituales y se empeñe con mayor es
fuerzo en ese ámbito de la vida. C.E.O. Carter descubrió, de
modo parecido, que estos aspectos con Neptuno son más in
dicativos de creatividad artística y progreso espiritual que los
aspectos llamados "fáciles" con Neptuno. En su libro Los As
pectos Astrológicos, donde hay un encuadre de los aspectos
88
que creo que contiene más gemas intuitivas que cualquier
otro libro sobre el tema, Carter escribe lo siguiente respecto
de los aspectos "inarmónicos" entre Venus y Neptuno:
89
devoción. En otras palabras, hemos de volvernos hacia den
tro, hemos de vivir el ideal a fin de hacerlo real. Es inútil bus
car siempre irrealistamente la situación perfecta, ya sea ésta
el trabajo perfecto, el matrimonio ideal, o el hogar que es una
pínturita con un hermoso escenario alrededor. Neptuno nos
inclina a colgarnos de cuadros o imágenes de perfección, ha
cia los que queremos luego correr para escapar del dolor de la
vida diaria. Naturalmente, una persona muy sensible puede
necesitar vivir en un medio ambiente o tener un tipo de traba
jo que, por lo menos, no vacíe su energía mediante tensión
constante. Pero insistir en que todo sea perfecto antes de que
lo vivamos en plenitud, antes de que nos comprometamos a
ello por completo, es una actitud que asegura que jamás sen
tiremos paz interior alguna.
En algunos escritos astrológicos se ha expresado que Nep
tuno representa nuestro sentido de obligación hacia la socie
dad y hacia los demás, manifestando, en casos extremos, sen
timientos de culpa. Sin duda, este es el modo con que mu
chas personas experimentan la energía de Neptuno, y hasta
podríamos decir que Neptuno, en este caso, muestra un canal
a través del cual hemos de saldar ciertas deudas kármicas a
otros. Sin embargo, esta correlación con Neptuno es sólo se
miexacta, puesto que no se explica la motivación interior de
trás de estos sentimientos y esta conducta. ¿No nos sentimos
obligados por razón alguna? ¿En todos los casos se trata sim
plemente de una deuda kármica que subliminalmente cree
mos que debemos a otros? ¿O hay un.a explicación más gené
rica? Me parece que tal sentimiento de obligación para con la
sociedad, la humanidad o realmente todo ser humano o ani
mal sufriente deriva del hecho de que experimentamos nues
tra unidad con todas las demás criaturas vivas. Si creemos in
tensamente que somos los mismos que cualquier otro ser hu
mano (o incluso, que en esencia también somos uno con los
animales), ¿cómo podremos dejar de dar ayuda a todos los
que la necesitan? En realidad, no es generosidad dar a otro
que, en esencia, es lo mismo que yo. Es más bien una obliga
ción inmediata; y, si no cumplo con este sentido de obliga
ción, en verdad puedo sentirme muy culpable, aunque sin du
da es una fina cualidad espiritual, debe relacionarse con he
chos prácticos; o nos franqueamos para que nos manejen,
90
usen e incluso agoten las exigencias de los demás. Pues es ra
ra la persona que, de hecho, no necesite alguna clase de ayu
da, algún género de auxilio. Y el hecho de que creamos que
somos uno solo con la totalidad mayor de toda la vida no sig
nifica que tengamos la energía o los recursos dentro de noso
tros para sostener a todas las otras criaturas vivientes. Debe
mos comprender que Dios tiene también un papel que repre
sentar. El representará Su papel, sin importar lo que hagamos,
por lo que no es menester que asumamos Sus responsabilida
des. Con cuánta frecuencia encontramos personas neptunia
nas que derraman todo el contenido de su fuerza vital en el
fútil intento de satisfacer su insaciable sentido de obligación
hacia los demás. Este es un malentendido y una mala aplica
ción de los ideales espirituales, acompañados con frecuencia
por varias formas de autoengaño acerca de nuestro elevado ni
vel de desarrollo espiritual. Neptuno es tal vez el planeta más
sutil de todos en su modalidad operativa, y los aspectos ten
sionados de Neptuno respecto de los planetas personales indi
can, a menudo, que la persona tiene una forma sutil de "ego
tismo espiritual". 3
De todo lo antedicho podemos conjeturar que la naturale
za de la influencia neptuniana para cada uno de nosotros de
pende de nuestra actitud hacia ella, del valor que le atribui
mos, y de cómo encuadran en nuestra estructura vital las ex
periencias de lo sutil. Si aceptamos de buen grado la irrupción
de energías neptunianas en una mente y un alma abiertas, po
dremos experimentar una percepción espiritual, una imagina-
91
ción y una inspiración elevadas. Las imágenes arquetípicas se
pueden ver, y las realidades intemporales se pueden sentir.
Como escribe Dane Rudhyar, Neptuno es "en todos los nive
les, el poder curativo y sustentador de la integridad del to
do". Rudhyar declara además:
92
mar que está libre de autoengaños, fantasías irrealistas o de
seos de eludir a la dura realidad? Por esa razón, la posición
de casa de Neptuno en el mapa natal indica, a la mayoría de
nosotros, un ámbito de vida y un campo de experiencia que
tendemos a idealizar o a escapar de ellos, motivados habituál
mente por impulsos de la mente inconsciente o supercons
ciente que poco se entienden. Es en ese campo de la expe
riencia que buscamos un ideal, que creemos lo que queremos
creer; y el deseo de eludir enfrentar ese ámbito de vida pro
viene, a menudo, según creo, del temor subliminal de que en
frentarlo severa e inmediatamente revelará el vacío de nues
tro autoengaño. De allí que a menudo prefiramos permanecer
en la oscuridad, mantener más bien nuestro sentido del mis
terio que arriesgarnos a darnos cuenta de que lo que hemos
idealizado durante tanto tiempo no es en realidad, tan valioso
como habíamos querido creerlo. Parece que, con frecuencia,
identificamos algún ámbito de la experiencia mundana con
nuestros anhelos espirituales más profundos; y el resultado es
la confusión. Se requiere discriminación aguda ( ¡Virgo!: el
signo opuesto del signo Piscis de Neptuno) que nos permita
aclararnos qué se relaciona realmente con nuestro crecimien
to espiritual y qué está meramente en un ámbito de vida que
esperábamos (quizá durante vidas) que satisfaría nuestro
anhelo espiritual y nuestra soledad.
A menudo me he preguntado si Urano, Neptuno y Plutón
se relacionan, en el mapa natal, con la expresión del conoci
miento ganado en vidas anteriores o entre encarnaciones te
rrenas. A Urano se lo conoce como el planeta de la intuición,
la originalidad y el genio. ¿De dónde llega esta intuición y es
te conocimiento nuevo? Neptuno revela una capacidad visio
naria e imaginativa y un sentido de unidad mística que evi
dentemente son aspectos de experiencia distante de las reali
dades materiales de la vida cotidiana. ¿Tal vez un contacto con
Neptuno en el mapa muestre una vaga agitación de imágenes
mentales o experiencias innatas que hemos encontrado antes,
quizás entre vidas en otras dimensiones? Quizás un contacto
con Urano muestre una armonización con el conocimiento
que se asimiló plenamente hace mucho tiempo y que sólo
ahora se lo hace expresar en esta vida. Creo que el Capítulo
XI esparcirá alguna luz sobre esta cuestión, pues las lecturas
93
psíquicas de Edgar Cayce exploran extensamente la relación
de la armonización planetaria de las experiencias del alma en
tre vidas.
Todos los planetas trans-saturninos representan niveles de
consciencia en los que nos volvemos más bien impersonales.
Todos ellos se ocupan potencialmente de dimensiones más su
tiles de la vida y de energías transformativas. Los tres se rela
cionan con los tipos de poderes psíquicos, denominados in
tuición, Percepción Extrasensorial y géneros similares de sen
sibilidad. Pero cada uno es diferente; y ninguno de ellos po
drá llamarse solo el planeta de la "intuición" o del poder psí
quico. Desde un punto de vista espiritual, todos los trans
saturninos se ocupan de los planos superiores del ser, con la
siguiente diferenciación:
Urano representa el conocimiento mental de niveles supe
riores, niveles de consciencia en los que las dualidades están
unidas en la verdad viva.
Neptuno representa una armonización emocional con nive
les superiores, un anhelo de planos superiores del ser y una
infatuación con ello.
Plutón representa un compromiso para actuar sobre nues
tras necesidades de transformación, para incorporar los nive
les superiores de consciencia dentro de nuestro mismo ser, sa
biendo que todos los deseos y apegos tendrán que ser llevados
a la superficie y purificados, y que tendrán que enfrentarse
todas nuestras motivaciones verdaderas. En este nivel de la
consciencia, ya no nos contentamos con el mero conocimien
to o la infatuación; queremos que todos nuestros recursos
mentales y emocionales se apliquen al proceso de trans
formación.
94
Cáncer
Cáncer
Capítulo IV
CLAVES DE TRANSFORMACION
Segunda Parte
PLUTON
97
grados del plano de la órbita de la Tierra, o del "plano de la
eclíptica", la órbita de Plutón se inclina plenamente diecisiete
grados hacia ese plano. La distancia media de este planeta
desde el Sol es casi 40 "unidades astronómicas", siendo la
"unidad astronómica" la distancia media de la Tierra desde
el Sol, o, a grandes rasgos, noventa y tres millones de millas.
En consecuencia, una distancia de cuarenta unidades astro
nómicas asciende, en números redondos, a 3.700.000.000
de millas. Sin embargo, la órbita del planeta es tan pronun
ciadamente elíptica que su distancia desde el Sol varía hasta
cerca de 1.800.000.000 de millas, siendo la distancia míni
ma igual a alrededor de 2.800.000.000 de millas, o un poco
menos de eso de Neptuno, y la distancia máxima, a aproxi
madamente 4.600.000.000 de millas, o casi el sesenta y cinco
por ciento mayor que la de Neptuno. Sin embargo, como los
otros planetas, Plutón gira alrededor del Sol de oeste a este,
o sea, en dirección contraria a las agujas del reloj. Su período
de revolución alrededor del Sol es de alrededor de 250 de
nuestros años; es por eso que un "año" de este mundo es
igual a idos siglos y medio aquí en la Tierra! Plutón se está
acercando ahora al punto del perihelio de su órbita, o al más
cercano al Sol; pero no pasará ese punto hasta el año 1989,
cuando estará a una distancia del Sol sólo levemente menor
que la de Neptuno (2.800.000.000 de millas). Entonces,
Plutón estará más cerca tanto de la Tierra como del Sol y,
por lo general, en la posición más favorable para observarlo
desde la Tierra.
Es una circunstancia interesante que si su órbita está en el
mismo plano que el de la órbita de Neptuno, Plutón en el
perihelio estaría ligeramente dentro de la órbita de Neptuno.
Como resultado de la elevada inclinación mutua de los pla
nos orbitales de los dos planetas, sin embargo, sus órbitas
no se intersectan en punto alguno, aunque en su más próxi
mo acercamiento al Sol, Plutón está en realidad un poco
(aproximadamente media unidad astronómica) más cerca
del Sol de lo que lo está Neptuno. Según el Dr. Franklin,
del Planetario Haydn de la ciudad de Nueva York, Plutón se
acercará más al Sol que Neptuno en su órbita el 11 de diciem
bre de 1978 y permanecerá allí hasta el 14 de marzo de 1999.
Muchos astrólogos han hecho comentarios sobre este perío-
98
do, vinculándolo con cambios cruciales en el desarrollo cul
tural del mundo. Dane Rudhyar señala específicamente que
este pasaje de Plutón más cerca del Sol que Neptuno tiene un
efecto estimulante o "de siembra" en los niveles más profun
dos de la consciencia colectiva. Escribe:
Puede decirse que Plutón, al menos en un sentido, simbo
liza la semilla que cae en el humus constituido por los
restos disueltos y convertidos en elementos químicos,
pertenecientes al interminable ciclo de vegetación anual
(el producto de un proceso neptuniano de disolución);
también puede relacionarse con el "Descenso al Infierno"
por parte de Cristo antes de su resurrección. Por tanto,
cuando Plutón penetra en la órbita de Neptuno, puede
decirse simbólicamente que ocurre un proceso de libera
ción respecto del pasado y de impregnación mediante
una visión nucleada del futuro. En realidad, tal pert'odo
en toda revolución de Plutón alrededor del Sol, es, histó
ricamente hablando, insólitamente significativo.
Estos períodos son testimonio, a menudo, de una repola
rización del inconsciente colectivo y de los ideales del gé
nero humano en estos lineamientos, en un sentido u otro,
subrayan factores profundamente arraigados en la natura
leza humana y comunes, pues, a una gran parte del género
humano.
Marc Edmund Jones ha escrito que esta fase histórica del
ciclo de Plutón "marca la revolución total y completa de casi
todo en el mundo". Zipporah Dobyns aclara, además, lo que
ella ve como el significado de este período:
Este período recalca la calidad escorpiana del último cuar
to de este siglo... Plutón estará en su propio signo desde
mediados de la década del '80 basta mediados de la déca
da del '90. A la humanidad se la notifica que es hora que
aprendamos a compartir los recursos del planeta. El sig
nificado clave del 8 de nuestro alfabeto astrológico, ya
sea Plutón, Escorpio o la Bva. casa de un mapa, es la ne
cesidad de aprender a conocernos a través del espejo de
nuestros pares cercanos, y aprender a dominarnos partien
do del respeto por los derechos de los demás.
99
La idea de que la "influencia" de Plutón se fortalece en el
período antes mencionado la confirman las lecturas psíquicas
de Edgar Cayce, quien, y a principios de este siglo, expresó:
...estas (influencias) son un cambio que está ocurriendo en
el universo, o en los alrededores de la tierra: Plutón... Está
creciendo gradualmente, y es, pues, una de las influencias
que han de ser una actividad demostrativa en los asuntos o
cambios futuros del hombre, hacia la influencia mental
mente espiritual.
Estos (individuos), en el presente, como podría decirse,
son los que toman consciencia de lo mismo. Más bien, den
tro de los próximos cien o doscientos años puede haber
mucha influencia (de Plutón) sobre la ascendencia del
hombre; pues es la más cercana de aquéllas a las actividades
de la tierra, para estar seguros, y es una influencia en desa
rrollo, que nadie estableció ya. (Lectura 1100-27; citado
en Margaret Gammon, Astrology & tbe Edgar Cayce
Readings, pág. 46).
100
Plutón. Los astrónomos solían pensar en nuestro sistema
solar como de sesenta unidades astronómicas de extensión.
En la actualidad, lo ven como tres veces más grande, o de
ochenta unidades astronómicas de diámetro total, y posi
blemente más grande, pues se sabe que el campo gravitacional
del Sol se extiende más allá de Plutón. Al sistema solar se lo
considera ahora de dimensiones tales que la luz -que viaja en
el vacío a más de 186.000 millas por segundo- necesita unas
once horas para ir de un extremo del dominio planetario al
otro. Recientemente ha resultado claro para números cre
cientes de astrólogos que la expansión potencial de la cons
ciencia que Plutón simboliza en el mapa individual es un
paralelo perfecto con la consciencia expandida del vasto
alcance del sistema solar mismo que el descubrimiento de
Plutón impulsó.
Plutón funciona en un nivel profundo tal y con tal suti
leza que la investigación de los mapas de personas "famosas"
no nos ayuda mucho para entender la significación de Plutón.
Después de todo, habitualmente podemos saber qué proble
mas interiores o qué experiencias profundas moldearon las
vidas de estas personas. Por eso, la investigación más impor
tante con Plutón ha de efectuarse en relación con nuestros
mapas natales y los de nuestros íntimos amigos. Ya sea que
se lo considere en relación con la experiencia individual o
los fenómenos colectivos, Plutón simboliza siempre una
forma de poder extremadamente concentrado. Este poder
se concentra tan intensamente que la figura o el tamaffo
físicos de los fenómenos plutonianos ( como el planeta
mismo) son irrelevantes. Por ejemplo, a la bomba atómica
se la considera habitualmente como una fuente plutoniana
de energía. La cantidad de energía liberada por una de esas
bombas es abrumadora en comparación con el tamaffo físico
de la bomba. Como se mencionara, el planeta mismo exhibe
esta característica; pues, aunque más pequeffo que la Tierra,
su "influencia" afecta a la vida sobre la Tierra en una propor
ción mucho mayor de lo que su tamaffo indicaría. Por tanto,
la energía plutoniana deriva de una fuente que está más allá
o dentro de la forma física a través de la cual la energía
emana. La gran energía de Plutón proviene de una fuente que
no es evidente y que podríamos llamar trascendental. Esta es
101
la razón de que la energía plutoniana se manifieste siempre en
términos de opuestos, pues lo que es verdaderamente trascen
dente sólo puede entenderlo la consciencia corriente en tér
minos de opuestos: luz y oscuridad, alegría y sufrimiento, el
show espectacular seguido por el inevitable retroceso. Por
ejemplo, a la energía nuclear y al uso en gran escala de pesti
cidas químicos se ha hecho referencia como a fenómenos
plutonianos. Ambos son fuentes de gran energía, y todos
hemos visto los resultados evidentes que pueden producir.
Pero a ambos también se los ha usado de tal modo para pro
ducir los aspectos negativos y destructivos pertenecientes a
tales fuerzas: envenenamiento radiactivo y perjuicios gené
ticos, y envenenamiento químico del suelo, de la comida y
del agua. Por tanto, Plutón simboliza una clase de energía
que puede usarse creativamente sólo cuando quien la usa
está suficientemente orientado en el orden espiritual, pues
la evolución espiritual y la curación en profundidad son los
únicos ámbitos de la experiencia en los que las fuerzas de
Plutón pueden utilizarse sin un retroceso negativo.
102
la superficie lo que debe eliminarse. Esta misma fuerza pluto
niana empezó a estar activa en escala mayor al mismo tiempo
que descubrieron a Plutón, como se observa en el enfoque
freudiano de la psicología (que trae a la luz todo el material
psíquico "reprimido") y en el surgimiento del nazismo (que
trajo a la superficie los insospechados demonios que acechan
bajo la fachada de la "civilización"). Los tránsitos de Plutón
tienen una influencia similar, trayendo a la superficie lo que
está listo para ser eliminado y destruido.
Por ejemplo, uno de mis clientes acudió a mí, hace unos
afios, al borde del derrumbe psicológico. Para entonces esta
ba paranoico e histérico, aunque habitualmente estaba muy
contenido. Me dijo que tenía toda clase de fantasías paranoi
des acerca de su amante. Cuando miramos la efemérides para
averiguar qué tránsitos ocurrían entonces, de inmediato se
aclaró la experiencia por la que él estaba atravesando. Plutón,
por tránsito, estaba en cuadratura exacta con su Venus natal.
Por eso le expliqué que los tránsitos de Plutón tenían el efec
to de destruir viejas pautas de pensamiento y conducta, lo
mismo que de eliminar toda clase de residuo psíquico que
impedían su crecimiento. Puesto que Plutón estaba en
cuadratura con Venus, sus experiencias estaban afectando
naturalmente su vida emocional y sus relaciones íntimas. Era
como si todos los temores, ideales, fantasías y expectativas
que él tenía acerca de las relaciones amorosas hubieran sido
traídas inmediata y forzosamente a la superficie y se purifi
caran y eliminaran a pesar de los deseos conscientes de esta
persona. Esta explicación le ayudó a obtener alguna especie
de perspectiva de lo que ocurría profundamente dentro de
él, aunque, por supuesto, aún tuviera que atravesar la gama
completa de la experiencia emocional. Luego de la consulta,
pareció algo aliviado; y, pocos días después, me dijo que ha
bía concertado una cita con un psiquiatra a fin de que le
ayudara a entrar en contacto con estos sentimientos profun
dos. Luego que este tránsito pasó, las cosas se calmaron al
go; pero cuando Plutón se volvió retrógrado y entró de
nuevo en la cuadratura con Venus natal, se puso en marcha
otra vez la misma clase de experiencias, aunque esta vez
con mucha menos fuerza. El tercer tránsito de Plutón (otra
vez directo) en cuadratura con su Venus natal marcó el tér-
103
mino de este período larguísimo y dificilísimo de transición
emocional. Para cuando el proceso íntegro había terminado,
él estaba mucho más en claro acerca de su posición respecto
de su amiga; decidió desechar el matrimonio por entonces; y
pareció mucho más contento con su vida emocional cotidia
na. Además, todos sus valores, concernientes a amor, matri
monio, dinero o preferencias estéticas, experimentaron una
transformación total. Juzgando ahora, desde el punto venta
joso de unos pocos aftos después, es patente que esta expe
riencia única, aunque a la sazón dolorosa y turbadora, abrió
las puertas a nuevas intuiciones y realmente a una nueva
perspectiva de vida que aún hoy en día afectan profunda
mente sus actitudes diarias.
Esta es una cuestión acerca de los tránsitos de los planetas
trans-saturninos que no puede recalcarse en demasía: las ra
mifica<;:iones de largo plazo de estos cruciales períodos de
cambios no serán patentes hasta que tengamos la clarificada
perspectiva que sólo el tiempo procurará. Los cambios que
ocurren durante estos períodos son tan intensos y concentra
dos,. mientras que, al mismo tiempo, sus implicancias plenas
sobre la vida total son tan sutiles, que para los individuos, en
su mayoría, es simplemente imposible asimilar dentro de un
período breve el significado completo de esta transición de
una fase de la vida a otra. A menudo, a una persona le puede
insumir hasta diez aftos captar plenamente lo que estaba ocu
rriendo en los niveles más profundos durante estas fases
transformativas. En el tiempo exacto del tránsito matemáti
camente preciso, no tenemos la perspectiva de lo que está
ocurriendo. A menudo, simplemente creemos que nos mo
vieron el piso, dejándonos desorientados y comprendiendo
que, si bien lo viejo quedó atrás irrecuperablemente, no hay
sitio para quedarse, ni guía firme y familiar a la cual aferrarse.
Se trata de un sentimiento muy inseguro, y con frecuencia
se acompafta de simultáneos síntomas físicos y/o psicológicos
de desintegración. A menudo, me parece que la experiencia
real de estos tránsitos ( o sea, los tránsitos de cualquiera de
los planetas trans-saturninos) casi no produce tantas tensio
nes como el pánico, el miedo y la ansiedad resultantes que la
mayoría tiene rápidamente como secuela. Puesto que los se
res humanos son criaturas de hábito y, por tanto, raramente
104
inclinados a renunciar a la vieja y familiar seguridad de pasa
das pautas de vida, habitualmente se resisten a tales cambios:
lo cual sólo tiene el efecto de acrecentar la presión y la ten
sión interiores. Lo único que puede hacemos atravesar estos
períodos con algún grado de equilibrio psíquico que quede
intacto es una fe firme e inconmovible en la sabiduría y el
orden de la vida misma. Esta fe ha de basarse en el conoci
miento real de las leyes universales, pues una fe falsa a la
que primordialmente nos aferramos por miedo se derrumba
inevitablemente tan pronto afrontamos un desafío real. Este
es uno de los máximos valores de la astrología, pues puede
llevar al individuo a descubrir la experiencia real. Al indivi
duo le puede dar una elevada perspectiva de su experiencia,
un desapego que, a su tiempo, podrá desarrollarse en sa
biduría.
Por eso, aunque algunos astrólogos sostienen que los
tránsitos de Plutón producen siempre algún género de "se
paración" respecto de personas, cosas o actividades, podemos
ver, por el ejemplo anterior, que Plutón funciona en un nivel
que es mucho más profundo que el de los meros fenómenos
transitorios. No estoy diciendo que a semejante tránsito ja
más lo acompañen acontecimientos externos en gran escala.
Estoy recalcando que, haya o no cambios externos eviden
tes en esta época, el significado de la experiencia nunca es
completamente evidente; pues los cambios en el nivel psí
quico más profundo son tan duraderos y profundos que la
mente analítica no puede captar la finalidad verdadera de
aquéllos. En el ejemplo anterior, tuvo lugar una "separa
ción", pero será en un nivel emocional profundo, me
diante la eliminación de pautas de vida que no sirvan más
a una finalidad útil en el desarrollo interior de la persona.
Por tanto, se "separó" de las pautas psicológicas autoderro
tistas e inhibitorias, aunque su relación con una mujer par
ticular se desarrolló marcadamente en intimidad y en pro
fundidad, y creció rápidamente su capacidad para entender
sus propias necesidades emocionales y, de esta manera, su
aptitud para relacionarse con los demás más significativamen
te. Por eso, aunque los tránsitos de Plutón coinciden a menu
do con la finalización absoluta y total de una vieja fase de
actividad exterior o una abierta modalidad de autoexpresión,
105
nos muestran inevitablemente, en lo interior, que es tiempo
de abandonar una vieja pauta psicológica o un viejo enfoque
de la vida que no nos sirven más para finalidad creativa alguna
Esta misma idea la expresa Dane Rudhyar en su libro
Triptych, en el que se refiere a la influencia de Plutón al
producir una "libertad respecto de la esclavitud a las formas
y sustancias que no son útiles ya para el espíritu individua
lizado ..." Plutón, mediante tránsito, simboliza, por tanto,
el poder para liberar lo más duradero respecto de lo transi
torio, ya se trate del alma respecto del cuerpo al morir, o del
yo individual respecto de la vieja caparazón de la personali
dad y el ego. Plutón en tránsito trae a la superficie estados
ocultos o subliminales a fin de que esta energía pueda liberar
se de la vieja caparazón y transfarmarse en nueva fuente de
energía utilizable conscientemente. La acción de Plutón en
tránsito se ocupa siempre tanto de la luz como de la oscuri
dad, de lo nuevo como de lo viejo. Por eso, si bien a menudo
trae a la superficie los restos de lo viejo a fin de que se los
pueda eliminar, puede también traer a la luz lo que el yo
interior aprendió y hacer manifiesta la esencia del ser que
lo soporta.
Reencarnación y Karma
106
lógica tradicional, estos conglomerados inconscientes, que,
según el Dr. C.G.Jung, contienen una clara "energía psíqui
ca" propia, se conocen como "complejos". Estos complejos
están vivos y todavía influyen sobre la vida consciente de los
individuos por medio de varios sentimientos sutiles -pero
insistentes-. En relación con la teoría de la reencarnación,
estas concentraciones de energía psíquica pueden verse como
los resultados (o "karma") de pensamientos, deseos y accio
nes pasados. Por tanto, los tránsitos de Plutón parecen a
menudo barrer mucho de este residuo kármico en un sector
particular, permitiendo al individuo una posibilidad mayor
de expresarse de allí en adelante como un agente psicológi
camente libre. Las fantasías, la paranoia y las alucinaciones
que a veces acompañan a los tránsitos de Plutón son, pues,
el resultado de este residuo psíquico que es agitado y empuja
do por fuerza hacia la superficie.
En la mitología, Plutón fue conectado siempre con el
"mundo subterráneo". Tal como el dios Plutón mantuvo a
Perséfone en el mundo subterráneo, de igual modo la fuerza
plutoniana del horóscopo individual simboliza las viejas pau
tas y los desechos psíquicos que nos retienen abajo y tienen
que eliminarse.1 En la mitología griega, a Plutón se lo consi
deraba esotéricamente idéntico a Hades y Dionisos. Como lo
expresa el erudito Kerenyi, Hades y Plutón eran considerados
"seudónimos" de Dionisos (Eleusis, pág. 40). El hecho de que
107
al dios subterráneo del vino, Dionisos, y a Plutón, se les consi
derara idénticos da una clave de porqué la gente se comporta
tan compulsivamente bajo la influencia del alcohol; pues el
licor estimula y agita las compulsiones viejas, habitualmente
inconscientes. Kerenyi escribe que Perséfone fue "seducida
por su padre, el subterráneo Zeus, Hades o Dionisos ... " Este
Zeus subterráneo es idéntico a Plutón, y el hecho de que a
esta deidad se la llama Zeus revela el abrumador poder que
se le atribuía.
Para los griegos, Plutón se consideraba como la antítesis
del Dios Solar Apolo, por ende como enemigo irreconciliable
de toda nueva vida. Esta interpretación corresponde a facto
res astrológicos; pues el sol en el mapa individual muestra lo
que estamos asimilando y en qué sector de la vida se expresa
nuestro yo más recóndito, mientras que Plutón muestra qué
aspectos de la personalidad deben eliminarse antes de que el
yo pueda crecer y en qué sector de la vida expresamos modos
viejos y compulsivos de ser. Como ya se mencionó, Plutón se
correlacionaba con el poder divino que vive dentro de la tie
rra ( el Dionisos subterráneo), quien tiene las llaves de las
grandes riquezas, lo mismo que quien da y luego quita las
fuerzas dadoras de vida dentro de todas las formas naturales.
Esta polaridad entre la vida y la muerte, la luz y la oscuridad,
lo nuevo y lo viejo, revela cuán íntimamente se conecta Plu
tón con los procesos vitales más profundos, activos en los
niveles más hondos de la experiencia. Bajo esta luz, Plutón
puede verse como idéntico al poder abrumador e impersonal
de la tierra, que Jung llama "poder ctónico"; y la impiedad y
la crueldad asociadas a menudo con Plutón son notablemente
evidentes en la naturaleza en la que la sobrevivencia de los
más aptos es la norma, y los fuertes y astutos hacen presa de
los débiles y lentos. Por supuesto, hay una ley natural que
guía este proceso, pero no disminuye el terror y el horror que
a menudo sentimos ante la crueldad impersonal de la natura
leza en el plano material. ¿Tal vez esta conexión de Plutón
con el poder más profundo de la tierra fue a lo que Cayce
se refería cuando dijo que Plutón está más próximo a las acti
vidades del planeta tierra?.
Si queremos comprender mejor qué es este poder ctónico
de la tierra, sería conveniente que siguiéramos lo que nos su-
108
giere un peculiar mito griego, según el cual todo sitio en el
que crecía una higuera era considerado un punto de la super
ficie de la tierra por el que se podía tener fácil acceso a la
energía plutoniana que está debajo. Uno podía sentarse de
bajo de ese árbol y armonizarse con esta energía a fin de fa
miliarizarse con su fuerza primaria. Durante milenios, a la hi
guera se la consideró en muchas culturas como el símbolo por
excelencia de la fertilidad de la tierra y de su aptitud para
producir vida incluso en un desierto. De hecho, una de las
muchas "coincidencias" astrológicas insólitas de mi vida fue
el hecho de que yo solía escalar una alta colina, en Califor
nia del Norte, a fin de sentarme a meditar bajo las elevadas
ramas de una higuera antigua y enorme. Siempre me impre
sionó poderosamente la intensa energía que emanaba de ese
sector, como si yo descendiera a las nieblas prístinas de épo
cas prehistóricas, en las que aún podían experimentarse pode
res y energías cósmicas con gran inmediatez. Incluso un día,
en que la temperatura exterior era de 43,3 grados centígra
dos, bajo la higuera era muchos grados más fría. El tronco de
ese árbol tenía más de 1,21 m de diámetro, y el diámetro del
árbol entero medido desde las ramas exteriores, debía haber
sido por lo menos de 15 ,24 m. Lo singular es que yo nunca
había oído hablar, en esa época, de las leyendas griegas acerca
de la correlación de la higuera con Plutón. Cuando me encon
tré con estos mitos poco tiempo después, me pareció que la
antigua leyenda no sólo se basaba en una energía real que po
día experimentarse sino también que era especialmente apro
piada, puesto que mi Luna progresada estaba entonces en la
octava casa natal y aspectando a Plutón natal.
Uno de los aspectos paradójicos de la naturaleza de Plutón
es que su simbolismo incorpora las viejas formas de vida que
están listas para ser eliminadas y el poder mismo que destro
zará esas formas y efectuará este tipo de cirugía psicológica
emocional. Esta aparente paradoja puede entenderse cuando
vemos que la energía plutoniana está contenida dentro de las
viejas formas y que sencillamente necesita activarse (por
ejemplo, mediante un tránsito potente) para que la energía se
libere y así lleve las cosas rápida y compulsivamente a la su
perficie. Una analogía sería el brote de una semilla; pues la
forma rígida y concentrada de la semilla se destruye real-
109
mente cuando empieza a agitarse la energía latente de la
semilla. Cuando la semilla recibe la humedad y el calor que
necesita para que se desarrolle la energía potencial, la forma
de la semilla se parte y realmente se usa como alimento a
fin de nutrir y sostener al nuevo crecimiento. Podríamos
tomar una lección de esta analogía en la que mientras las
viejas pautas y formas de vida se destruyen y eliminan de
nuestra actual modalidad de vida durante un período pluto
niano, la energía liberada de esta transformación (aunque en
forma de dolor y profunda agonía) es la energía misma que
nos nutrirá y permitirá pujar hacia adelante en procura de
un nuevo crecimiento.
110
Otro modo de plantear esto es que estamos encontrándo
nos más intensamente con nuestro karma en cuanto sector
de la vida esté simbolizado en la posición de casa de Plutón.
Aunque se dice con frecuencia que Saturno es el planeta del
karma, esta es una simplificación excesiva. Saturno revela
ciertamente pruebas kármicas especificas y necesidades espe
cíficas de autodisciplina. Pero la esencia de la ley de karma,
como lo expresa el clarividente Edgar Cayce, es "encontrar
al yo". Y la posición de casa de Plutón muestra el campo de
la experiencia en el que nos encontramos con nuestro viejo
yo y nuestros deseos pasados. El sufrimiento obligado a me
nudo por la confrontación con este viejo yo es un claro ejem
plo de cuán difícil es vivir de conformidad con el antiguo
axioma de "Conócete a ti mismo". Plutón, en el mapa indi
vidual, revela, pues, qué trabajo tenemos que hacer en los
niveles profundos de nuestro ser, qué pautas del ser tenemos
que dejar salir, eliminar o rechazar. La razón de que a menu
do, se diga que Plutón representa una '"octava superior" de
Marte es no sólo que ambas son influencias extremadamente
potentes y afirmativas, sino también que ambos planetas reve
lan, en todo mapa particular, direcciones específicas que esta
energía debe tomar. Mientras Marte representa la energía que
tenemos que hacer trabajar en el mundo, Plutón representa la
energía necesaria para hacerla trabajar en el submundo, o sea,
en los niveles más profundos de la estructura psíquica de cada
persona.
En cualquier casa en que Plutón se halle está elevadamente
energetizado, pues es aquí que estamos en contacto inmedia
to con un profundo depósito de energía concentrada. Esta
gran energía puede usarse para asegurar voluntariosa, cruel y
nocivamente nuestros deseos; o puede aparejarse como una
energía volitiva y mental positiva y usarse para elevar nues
tras cualidades superiores. Cualquiera sea la casa en que esté
Plutón mostrará dónde nos inclinamos a tratar de imponer la
voluntad a los demás, pero es también en este sector de la
vida que podremos dar las más dramáticas zancadas hacia el
desarrollo personal. Hay gran energía en nuestra disposición
en cualquier sector de la vida que la posición de casa de
Plutón indique, y esta energía puede prestar profundidad y
plenitud, intuición y poder de concentración en aquellos
111
campos de la experiencia, si la energía se utiliza con plena
consciencia. La posición de casa de Plutón indica también el
sector de la vida en el que el individuo puede sentirse aislado
y solitario, pues en este ámbito de la vida la persona prefiere
permanecer enterrada en sus propios intereses. Esto puede
indicar cierta cualidad antisocial debida al hecho de que esta
mos impacientes y exigentes en este sector de la vida. Esta
impaciencia surge del profundo sentimiento de que nuestra
identidad (una identidad acarreada desde el pasado) es ame
nazada, que todo lo relacionado con ese caso particular de
experiencia se derrumba y se está destruyendo en los cimien
tos de nuestro ser. Aquí vemos otra vez la polaridad entre el
Sol (nuestra identidad verdadera en esta vida) y Plutón (una
vieja pauta de identidad del pasado, aún activa subliminal
mente ). La vieja identidad está siendo destruida, un proceso
que ha de experimentarse a fin de que la persona experimente
un nuevo modo de ser.
Unos pocos ejemplos pueden explicar esta conexión entre
Plutón y una resonancia con una pauta de vida del pasado.
Plutón en la primera casa es una de las posiciones plutonia
nas más difíciles para tener en un mapa natal. Aquí, la perso
na experimenta habitualmente una casi continua crisis de
identidad durante sus primeros veinticinco años o incluso
más tiempo, siendo ésta una experiencia que afecta grave
mente la imagen personal de esa persona. Pero, ¿de dónde
proviene este sentimiento? Creo que este factor es sólo ex
plicable en términos de reencarnación y karma. Como ejem
plo, a dos personas que conozco, clarividentes confiables les
hablaron de sus vidas pasadas, cuya influencia es muy activa
en sus vidas presentes. Ambas personas tienen a Plutón en la
primera casa, conocida a menudo como la "casa de la identi
dad". A una persona le dijeron que era esclava del pasado, y
esta exigente experiencia con seguridad podía tenerse en
cuenta por su falta de confianza en sí misma y sus periódi
cas crisis de identidad desde su niñez. A la otra persona le
dijeron que había estado en la Atlántida donde la habían
sometido a toda clase de crueles ,experimentos "científicos",
que tenían un efecto devastador sobre su sentido de identi
dad. Además, esto podría explicar fácilmente sus problemas
de identidad en esta vida. A otra persona, que tiene a Plutón
112
en la quinta casa de su mapa natal, le dijeron que había sido
jefe de una gran empresa y que había tenido mucho poder
sobre otras personas. Esta tendencia acarrea en esta vida una
inclinación a "enseñorearse sobre" los demás y olvidar que
éstos tienen sus propios deseos y derechos. (Recuérdese que
la quinta casa se correlaciona con el señorial signo de Leo.).
Otro ejemplo, el clarividente Edgar Cayce, decía en su propia
lectura psíquica, que otrora había estado en una posición de
autoridad social, modelando las vidas de miles de personas
cuando era sacerdote en Egipto. Esta explicación corresponde
a que el Plutón natal de Cayce estaba en la décima casa de au
toridad, y quienquiera que lea la biografía de Cayce no puede
dejar de notar cuán a menudo él tuvo choques con los de au
toridad durante su vida.
De los ejemplos anteriores podemos colegir que la posición
de casa de Plutón muestra una pauta de vida del pasado que
se introduce en esta vida. La energía del pasado está todavía
allí; pero, evidentemente, ha llegado el tiempo de usar esa
energía de una nueva manera. Ha llegado el tiempo de que
muera la vieja pauta de vida y se desarrolle un nuevo modo
de ser. A esta altura, bien podríamos preguntar: ¿cómo podrá
desarrollarse este nuevo modo de ser cuando cada uno de no
sotros está encadenado a lo viejo? Sólo puedo responder que
debemos conscientemente dejar pasar lo viejo y franqueamos
a la influencia de los demás para que podamos aprender nue
vas actitudes respecto de ese ámbito de la vida. Este dejar
pasar es especialmente difícil para las personas plutonianas y
escorpianas, pues éstas odian dejar pasar en cualquier sentido,
puesto que temen que ese franquearse resultante las tomará
vulnerables y, de esa manera, pasarán a poder de otros la
energía que quieren conservar. ¿Cómo podremos tener la fe
para dejar pasar si no confiamos en los demás, en nuestras
motivaciones, o -realmente- en la vida o en Dios? Este es el
dilema que toda persona afronta si tiene fuerte acento sobre
Plutón, Escorpio o incluso la octava casa del mapa natal. Por
tanto, podríamos decir que el primer paso al ocupamos de
este tipo de problema es aprender a confiar, primero asumiendo
el riesgo de franqueamos cada tanto y llegando a comprender
que podremos manejar cuanto sobrevenga, aunque esto traiga
dolor consigo. Una de las cualidades contradictorias de Plu-
113
tón es que quienes tienen énfasis sobre este planeta (o su sig
no o casa) sean a menudo tan valientes e intrépidos respecto
del sufrimiento en su enfoque de las actividades y exigencias
de la vida externa; empero, estas son las mismas personas que,
a menudo, tienen terror de encontrarse con el dolor de sus
propios sentimientos más profundos.
Este proceso de aprender un nuevo enfoque, de pulir nues
tro modo de expresarnos y de usar nuestro poder de volun
tad, se ha llamado a menudo ''regeneración". De allí que po
demos decir que la posición de casa de Plutón revela el ámbi
to de la vida en el que debe tener lugar una regeneración
completa. Esta regeneración cambia la porfía, la compulsi
vidad y la crueldad en una energía conscientemente utiliza
ble de gran intensidad que luego se manifiesta como pene
trante intuición, comprensión de las fuerzas sutiles (a menu
do resultantes en conocimiento adelantado en años respecto
de su época), y el uso de la voluntad para promover acciones
creadoras. La energía de Plutón puede dirigirse también para
que se introduzca en canales curativos. De hecho, muchas
personas que se especializan en curar meramente mediante
imposición de manos o mediante otros sistemas de curación
por contacto tienen en sus mapas un Plutón destacado. Debe
recalcarse que la energía de Plutón es tan eficaz en la cura
ción porque es, simultáneamente, una energía saliente y vigo
rosa y una sensibilidad receptiva.
Las partes siguientes proporcionan sugerencias y lineamien
tos para interpretar el significado de Plutón en las diversas
casas natales. Téngase a bien mantener presente que estos son
sólo lineamientos y tienden primordialmente a producir en la
mente intuiciones relacionadas con la persona cuyo mapa se
examina. Depende de usted juzgar cuán positiva o negativa
mente se expresan las diversas posibilidades.
114
to acerca de ellas mismas; pero su defensividad acerca de
su sentido de identidad inhibe a menudo esta apertura. La
cooperación en un nivel personal profundo es tan difícil
para ellas que, a menudo, terminan aislándose y, en algu
nos casos, incluso alienándose respecto de amigos y fami
lia. Si aquí se usa creativamente la energía de Plutón, la
persona podrá exhibir una potente concentración, una
dedicación a ideales espirituales o sociales superiores, y una
notable profundidad en los significados más profundos de
la vida.
115
des emocionales de la vida psicológica de la persona. Hay
fuerte tendencia a la seguridad y a un lugar de descanso y
retiro en el que la persona pueda controlar exactamente lo
que está sucediendo en el medio ambiente. Esto puede in
dicar una vida hogareña sujeta a toda clase de conmocio
nes y luchas debidas a porfía y obstinación. Plutón indica
aquí que se necesita una reorientación total en nuestros
sentimientos más profundos y en nuestro sentido de segu
ridad, paz interior y contento. También puede indicar in
tuición profunda de las necesidades emocionales de los de
más y aptitud para penetrar en la mente inconsciente.
116
pia transformación personal. Esta posición de Plutón indi
ca también que cuestiones de salud personal, o de una en
fermedad grave particular, pueden ser instrumentales en la
producción de grandes cambios en nuestras actitudes y una
purificación de nuestros valores. En algunos casos, también
parece indicar talento en las artes curativas.
117
una compulsión a tener y expresar fuertes creencias e idea
les que podrán guiar el modo de vida de la persona. Mani
festándose negativamente, esto puede tomar la forma de
dogmatismo, justicia por propia mano, y necesidad de con
vertir o convencer a los demás de que ellos son los únicos
que conocen la verdad. A fin de transformar esta tenden
cia, estas personas deben comprender que, como escribiera
C.G. Jung, la salvación de una persona es la condenación
de otra; y que deben prescindir del deseo de demostrar pa
ra ellas mismas las creencias predicándolas a los demás.
Con esta posición de Plutón, a menudo descubrimos que,
a medida que pasan los años, la persona tiene experien
cias profundamente hondas que sirven para reorientar sus
actitudes acerca de Dios, la verdad y el valor de la vida
humana.
118
presente. Los que tienen esta posición de Plutón en sus
mapas natales deben aprender a confiar en ellos mismos,
más que en los demás, para realizarse, sabiendo que su más
profunda esperanza para el futuro sólo se cumplirá si abar
ca una transformación y una clarificación íntegras de su
propia finalidad creadora dentro de la estructura de las ne
cesidades sociales.
119
el potencial. Aunque la naturaleza de Urano se menciona a
menudo como "impredecible", me parece que la acción de
Plutón es más impredecible todavía. En muchos casos, pare
ce que es poca la diferencia si el aspecto se considera "armó
nico" o "inarmónico". De hecho, cuando empezamos a inves
tigar los aspectos de cualquiera de los planetas trans-saturni
nos, vemos que los aspectos denominados tensionados se ha
llan a menudo en los mapas de las personas más creativas y
espiritualmente conscientes. Por tanto, nuestra evaluación
del significado de varios aspectos depende en realidad, funda
mentalmente de nuestra filosofía de la vida y de la particular
finalidad individual que más elevadamente valoramos. Si
nuestra finalidad primordial es llevar una vida cómoda y con
ausencia de mayores problemas (pero, en consecuencia, tam
bién con ausencia de desafíos de crecimiento y creatividad),
podría justificarse algo el enfocar los aspectos del modo tra
dicional de rotularlos como duros/blandos, buenos/malos,
difíciles/fáciles. Pero si tenemos la capacidad para ver las
posibilidades de la vida con más complejidad y hondura, en
tonces resulta mucho más difícil categorizar varios tipos de
experiencia humana según tipos simplistas a priori. El hecho
más evidente para mí es que, si suponemos que en realidad
hay una inteligencia creativa de la que emanan todas las ma
nifestaciones de vida, entonces toda experiencia de vida es
guiada por esta inteligencia superior y tiene una finalidad es
pecífica. ¿Cómo podremos cuestionar esta finalidad? Hacerlo
es revelar nuestra arrogancia intelectual, pues es un paso au
daz pensar que tenemos la capacidad para conocer mejor
que el Arquitecto de este universo. Subrayado en el capítulo
VI hay un enfoque más total y creo que más constructivo de
los aspectos que el que se encuentra comúnmente en los li
bros de texto sobre astrología. Algunas de las cuestiones an
tedichas se consideran más en ese capítulo, pues es material
más específico acerca de los aspectos de Plutón. Pero hay al
gunas cuestiones básicas sobre estos aspectos que podremos
aclarar aquí, puesto que se relacionan con las características
de Plutón ya discutidas.
Los aspectos de Plutón con otro planeta del mapa indivi
dual muestran cuán fácilmente podremos usa:r la energía de
Plutón y cuán fácilmente podemos experimentar una regene-
120
ración plutoniana. Por ejemplo, un tipo similar de desarrollo
y transformación pueden indicarlo tanto el trígono como la
cuadratura entre los mismos planetas, pero la persona puede
resistir vigorosamente el cambio cuando el aspecto está en
cuadratura. Cuando el aspecto es más armónico, (por ejem
plo, trígono o sextil), parece que la persona tiene a menudo
conocimiento interior de porqué es necesario este cambio
particular, y de allí que se acomode a los cambios necesarios
con más facilidad. Específicamente, a menudo parece que los
de Plutón en trígono o sextil con su Sol o Luna (o, en ocasio
nes, con otros planetas personales) tienen un conocimiento
innato de los procesos naturales de crecimiento y transforma
ción. A menudo, parecen dar por sentado el hecho de que la
vida exige siempre que dejemos detrás lo viejo y nos abra
mos a lo nuevo. Esto no significa que tales personas jamás
experimenten dolor alguno relacionado con los cambios plu
tonianos, sino sencillamente que saben y aceptan el hecho
de que el dolor que experimentan es parte necesaria de la
vida.
El hecho de que se indique un tipo similar de transforma
ción, ya sea que el aspecto con Plutón sea un aspecto tradi
cionalmente "duro" o "fácil" podrá ilustrarse con el siguien
te ejemplo. (Nótese que principalmente el enfoque de la per
sona en su trato con los cambios requeridos es lo que la
relativa armonía o desarmonía del aspecto mismo indica
más específicamente.) Hace pocos afíos, durante una con
sulta con un hombre de treinta afíos de edad, estábamos
conversando sobre sus reacciones emocionales y su estado
emocional general cuando formuló la siguiente declaración:
"Descubro que siempre tengo que reformar los estados de
mis sentimientos, para cambiar conscientemente mis reaccio
nes inmediatas ante muchas situaciones diferentes". Esta per
sona particular conocía en esa época muy poco de astrología
y ciertamente no estaba familiarizada en profundidad con los
aspectos de Plutón. Empero, un vistazo a su mapa reveló que
había nacido ¡con Plutón en un trígono cercano con la Luna!
¿Qué mejor símbolo podríamos tener sobre la experiencia
exacta que él acababa de describirme? Pero el punto clave es
aquí que él tenia conciencia de que estaba realizando conti
nuamente un esfuerzo consciente para efectuar la reforma y
121
la transformación de esta parte de su naturaleza. No era algo
que él resistiera o que le perturbara especialmente. Se perci
bía que era sencillamente una experiencia transformativa
regular de su vida cotidiana que él aceptaba plenamente como
necesaria, aunque no estaba al tanto del simbolismo astroló
gico de este proceso. Otra persona con Plutón en conjunción,
cuadratura u oposición a la Luna natal podría experimentar
la misma necesidad de alterar sus reacciones emocionales es
pontáneas a fin de imponerse y adaptarse a la vida diaria; pe
ro una persona con estos aspectos particulares podría ver
esto como más que un problema y tendería a resistirse a ini
ciar el esfuerzo para efectuar los cambios necesarios.
Plutón en cualquier aspecto con un planeta personal signi
fica que hay un incremento de la consciencia debida, un re
nacimiento de suertes, con respecto a la parte de uno mismo
simbolizada por el otro planeta. Este incremento de la cons
ciencia puede considerarse como especialmente necesario
para nuestro crecimiento si el aspecto es una conjunción,
una cuadratura, un quincuncio o una oposición. En otras pa
labras, la dimensión de la experiencia simbolizada por el pla
neta en aspecto con Plutón necesita transformarse en un nivel
superior y más consciente de expresión. Entre los aspectos
más dinámicos,- la conjunción, la cuadratura y el quincuncio
indican habitualmente una tensión interior y un desafío que
podremos aceptar como algo que deberemos enfrentar con
intensidad y compromiso plenos, o que podremos tratar de
eludir o de escapar de ello. El otro aspecto "dinámico" que
involucra a Plutón, la oposición, indica habitualmente que
tendencias compulsivas, exigentes y porfiadas interfieren muy
regularmente en el desarrollo de ciertas relaciones en nuestras
vidas. El otro planeta involucrado y las casas en las que los
planetas caen dan habitualmente bastante información para
que pueda extendérselos al tipo específico de relación con el
que este problema se enfoca. Según mi experiencia, las perso
nas con oposiciones de Plutón muy raras veces advierten el
hecho de que son sus exigencias sutiles -exigencias para que
la otra persona sea distinta de lo que realmente es- las que
crean los problemas de relación. De hecho, puesto que, por
naturaleza, Plutón indica habitualmente cierto complejo de
tendencias compulsivas inconscientes, no es de sorprenderse
122
que la mayoría de las personas con las que he tratado no pue
den identificarse inmediatamente con las pautas compulsivas
de conducta que Plutón indica en sus mapas. Sólo cuando las
personas han dado pasos positivos hacia un autoexamen hon
rado - ¡e incluso despiadado!- se tornan bastante conscien
tes de sus sentimientos y motivaciones más profundos para
poder relacionarlos con el significado de Plutón en sus pro
pios mapas. Y la tensión de los aspectos "difíciles" de Plutón
podrán entonces generar la aptitud para expresar la energía
plutoniana de un modo particularmente dinámico.
Los trígonos y los sextiles pueden significar que expresa
mos fácilmente la energía plutoniana de modo creativo; pero
esto no es siempre necesariamente cierto. Estos aspectos
muestran efectivamente que está abierto el canal para que
esa energía se exprese; pero, si esa energía todavía no está
depurada, ni regenerada, estos aspectos podrían significar
sencillamente que expresamos más bien con facilidad el lado
negativo y compulsivo de la energía de Plutón. Por ejemplo,
en una ocasión, una mujer que me consultó tenía a Plutón
en su casa novena en trígono exacto con su Luna. Plutón en
la novena casa puede significar opiniones y creencias rígida
mente compulsivas traídas de una encarnación pasada; y éste
es uno de los significados habituales de Plutón en la novena
casa hasta que haya tenido lugar una transformación de nues
tras creencias últimas. Esta mujer particular derrotaba reitera
damente sus intentos a tientas en procura de crecimiento ape
gándose a estas creencias rígidas. Sus ideas no tenían lógica,
ni se basaban en género alguno de revelación o intuición per
sonal. Su modelo de creencia y las opiniones resultantes pare
cían ser simplemente un género de condicionamiento pa
sado del que tenía dificultad en liberarse. Sin importar
cuán insatisfecha estaba con su vida actual, ni qué caminos
de alternativa en sus tratos con la vida se le presentaran, siem
pre podía invocar alguna creencia inflexible que pudiera usar
como excusa por no asumir riesgos ni responsabilidades per
sonales para cambiar su vida. De allí que, aunque el aspecto
con Plutón en este caso es "armónico", parece indicar mera
mente que ella puede expresar sus actitudes y opiniones au
toderrotistas con comparativa facilidad. Sólo cuando atrave
só un proceso transformativo en este ámbito de su vida,
123
cuando logra dejar detrás estas compulsiones inhibitorias,
este trígono puede empezar a manifestarse creativamente.
Los aspectos de Plutón pueden también darnos una clave
acerca de cómo una persona usa su poder de voluntad y su
concentrada energía mental. Aunque debemos tener cuidado
en la aplicación de los principios generales a un individuo en
particular, tengo la seguridad de que las conjunciones, las
cuadraturas y las oposiciones tienden hacia una clase por
fiada de conducta, en la que la persona tratará, a menudo,
de imponerse más bien con crueldad a la voluntad de otra
persona. Sin embargo, los mismos aspectos pueden también
mostrar la posibilidad de desarrollo de una fuerza interior y
un coraje extremadamente poderosos, si el individuo logra to
mar consciencia de su tendencia a utilizar mal la energía y la
pone bajo control consciente. Si la energía plutoniana se ex
presa creativamente, la persona podrá exhibir gran autodisci
plina, firme consagración al desarrollo espiritual y vigorosos
recursos.
Otra intuición del significado de Plutón y sus aspectos fue
patente para mí cuando escuchaba una conferencia de Ri
chard Ideman, célebre astrólogo y disertante. Relacionó a
Plutón con el concepto de "tabú" y los temores que las per
sonas experimentan respecto a tales ámbitos socialmente
prohibidos. Este concepto de "tabú" es utilísimo, pues ex
plica muchísimo no sólo respecto de Plutón sino también
de la significación de la octava casa y la naturaleza más pro
funda del signo de Escorpio. Por ejemplo, me resultó claro
que los escorpianos y plutonianos son particularmente sus
ceptibles a la paranoia en un grado u otro. Una de las razo
nes de este profundo terror interior es, como ya lo mencioné,
el hecho de que tales personas no confían fácilmente en los
demás ni en sus propios sentimientos y motivaciones. Pero
otra razón de esta paranoia y de los problemas de conducta
y relación resultantes de tal temor es que la persona se siente,
a menudo, culpable de quebrantar tabúes sociales, morales o
familiares. Existe un extremadamente intenso conflicto de
atracción-repulsión que los plutonianos sienten acerca de
ámbitos de la vida que son tabú. Y, ya sea que en realidad
experimenten directamente representando su interés en
estos ámbitos de la vida que son tabú o que meramente pien-
124
sen acerca de tales cosas pero repriman el deseo de represen
tarlas, estas personas están con frecuencia perturbadas por
sentimientos de culpa y por la convicción interior de que ten
drán que pagar por tales transgresiones. Me parece que las
personas que rehusan confrontar sus verdaderos deseos a
través de algún género de acción directa son las que probable
mente más sufren el estancamiento interior, la negatividad
y la paranoia que pueden florecer en un individuo severamen
te reprimido. Por lo menos, si la persona activa sus verdaderos
deseos, los tabúes y los apegos emocionales a esas actividades
se llevan a la luz para que la persona pueda empezar a asumir
plena responsabilidad de sus sentimientos más profundos.
¿Cómo podremos tomar este concepto de "tabú" y apli
carlo para entender los aspectos específicos de Plutón? En
todos los aspectos que incluyen a Plutón -especialmente
la conjunción, la cuadratura y la oposición- el individuo sien
te la presión de enfrentar cierto tabú. Este ámbito vedado
puede ser sexual, religioso, ético, familiar, social, o una com
binación de algunos o todos estos ámbitos de vida. En la ma
yoría, el primer impulso es tratar de controlar esta tendencia
mediante la represión. Sin embargo, muchas personas descu
bren, a su tiempo, que esta contenida energía transformativa
las impulsa a enfrentar los tabúes y quebrantar sus restric
ciones. Me parece que alguna clase de avance sensacional es
habitualmente necesario para lograr en la vida consciente la
transformación que aparece como potencial en la configura
ción del aspecto. A los tabúes se los debe enfrentar puesto
que toda la basura psíquica, los temores, apegos y negativi
dad tienen que traerse a la superficie a fin de superarlos o
transmutarlos. ¿Cómo podremos escapar de una prisión si
no conocemos la estructura de ésta, cómo funcionan los di
versos cerrojos, cuándo los guardias hacen sus relevos, etc?
Debe enfrentarse todo con gran inmediatez. Algunas personas
que tienen los aspectos "tensionados" de Plutón con los pla
netas personales sienten el poder abrumador de esa fuerza
subterránea y tienen terror de que las venza y de perder el
control (un control que, en realidad, ¡no lo tienen en la
medida en que ellas piensan!) Con frecuencia, responden a
este temor esforzándose aún más en manejar cruelmente a los
demás, en reprimir sus emociones con férrea voluntad, y en
125
negar la existencia de esta fuerza. Esta clase de respuesta
meramente aumenta, por supuesto, la tensión que ya se sen
tía y, en última instancia agrava el problema. Este género de
represión, de paso, se manifiesta a menudo, a su tiempo, co
mo la persona que actúa como «poseída", o sea, que actúa de
manera compulsiva e impulsada por fuerzas que son total
mente inconscientes. De hecho, la persona está poseída. Está
poseída por un deseo intenso que rehusa reconocer. Mientras
continúe funcionando bajo la suposición de que "donde hay
voluntad, hay un camino", esta actitud de "la fuerza crea el
derecho" le causará un sinfín de problemas. De hecho, la ra
zón de que Plutón, Escorpio y la Octava Casa estén tan co
nectados con la transformación es que tienen que ver con el
poder de los deseos, los deseos que forjan nuestros apegos,
los deseos que aún nos motivan compulsivamente. El hecho
de llegar al corazón de estos sentimientos, de penetrar en el
origen de estos deseos y sus implicancias podrá iluminar no
sólo nuestra experiencia cotidiana sino también las pautas
kármicas de esta vida.
126
Leo
Leo
Capítulo V
Un momento de paciencia
puede evitar un gran desastre;
un momento de impaciencia
puede arruinar una vida entera.
Proverbio chino
1 Entre estos enfoques más positivos están los siguientes libros: The
Transit of Satum, de Marc Robertson; The Horoscope as ldentity, de
Noel Tyl; y uno que muestra especialmente profundo conocimiento
del significado psicológico de Saturno con gran originalidad y claridad:
Satum: A New Look at an O/d Devi/, de Llz Greene.
129
zar el impacto de Saturno sobre la transformación psicoló
gica y espiritual. Expresemos primero, brevemente, algunos
de los más importantes significados genéricos de Saturno.
Saturno puede contemplarse como:
130
verdadero. Parece que Saturno llegó a tener semejantes
significados negativos en las mentes de muchos astrólogos
y estudiantes de astrología porque la mayoría no vive en
términos de su naturaleza fundamental, sino más bien en
términos de modas, pautas y tradiciones sociales, y juegos
del ego. De allí que Saturno se experimente a menudo
como un "duro reproche" o un acto desafiante del "des
tino" a fin de que empecemos a prestar atención a las ne
cesidades de nuestra naturaleza fundamental interior. Sa
turno es realmente un rudo capataz, como dicen muchos
libros antiguos, pero es particularmente rudo cuando nos
desviamos de manifestar nuestra naturaleza verdadera.
E. Psicológicamente, Saturno representa una dimensión del
complejo del ego que, con la edad, puede volverse rígido
y habitualmente lo hace: en otras palabras, el grupo pro
fundamente encajado de pautas de conducta y actitudes
que pueden atar a una persona con nudos de temor. Sa
turno se correlaciona también, psicológicamente, con lo
que Jung llama la Sombra, o sea, las partes de nosotros
que bloqueamos, tememos, o acerca de las cuales nos sen
timos culpables; y de allí que proyectemos esas cualidades
a los demás. Se ha dicho que Saturno simboliza el talón de
Aquiles en la armadura que usamos ante el mundo, el ins
tinto de retirarnos de la vida. Pero, como lo señala Ru
dhyar, también significa la profundamente arraigada am
bición de concretar las posibilidades inherentes al naci
miento. Esta ambición se siente como una presión inte
rior de llegar a ser o lograr algo definido según nuestra
pauta interior de posibilidades.
131
se contrae y, de esta manera, se concentra. Esta es la razón de
que una vida terrena sea semejante buena experiencia de
aprendizaje, pues aquí aprendemos mediante profundidad
de experiencia, trabajo concentrado, y visión de los resulta
dos inmediatos de nuestras acciones. El dolor, la tensión y
la presión de la vida terrena tienen, por tanto, una finalidad
de evolución y cambio. El plano material, como escribe el
poeta T.S. Eliot, es el punto de intersección de lo intempo
ral con el tiempo. Saturno es el planeta del tiempo; y, me
diante la experiencia saturnina de vivir en el mundo material,
donde todo se mueve tan lentamente y donde tenemos que
trabajar tan arduamente para hacer que ocurrra algo o crecer
de algún modo, podemos realizar el máximo avance espiri
tual. A menudo parece que marchamos demasiado lenta
mente, y nuestra paciencia es puesta a prueba en cada punto
del camino, pero la perseverancia a través de la resistencia
inerte de la materia nos muestra claramente lo que es dura
dero y lo que no lo es, donde satisfacemos las pruebas y
donde fracasamos. La acción de Saturno nos muestra clara
mente el costo de nuestros deseos y apegos; revela absoluta
mente las limitaciones de nuestro ego; y nos muestra que una
consciencia muy concentrada y una comprensión profunda
son lo principal que sacamos de este mundo cuando lo aban
donamos. Nos muestra el valor del trabajo, pues todas las
creencias y todos los ideales maravillosos que los seres huma
nos pensaron son de poco valor si no se aplican a la vida coti
diana mediante esfuerzo. Por tanto, la presión de Saturno de
be considerarse como un útil impulso para que realicemos el
trabajo que necesitamos realizar a fin de desarrollamos en un
nivel profundo, en vez de como algo a lo cual hay que temer
y de lo que hay que tratar de huir.
El calor y la presión de Saturno son necesarios a fin de
que podamos desarrollar lo que los budistas llaman el "alma
de diamante" o el "cuerpo de diamante", que es un modo de
decir nuestra naturaleza fundamental, recóndita. Sin embar
go, Saturno solo, sin amor y ligereza, es rigidez y muerte.
Cuando fijaciones y bloqueos mentales y emocionales son el
resultado de la expresión extrema del principio de Saturno,
la negatividad en ascenso excluye la esencia del verdadero
Amor y la energía de la vida, y el alma padece hambre y se
132
marchita, pues entonces carece del agua misma de vida. Por
ello, complementando a Saturno está Júpiter (y, en algunos
casos, Neptuno). Pues no sólo necesitamos esfuerzo (Satur
no) sino también gracia (Júpiter/Neptuno), no sólo experien
cia inmediata y confianza en hechos probados (Saturno)
sino también fe (Júpiter/Neptuno). El esfuerzo y la gracia
funcionan simultánemaente; son dos caras de la misma mo
neda. Mediante esfuerzo abrimos un canal a través del cual
corra la gracia. Sin realizar ese esfuerzo, la gracia no entra
fácilmente en nuestra vida. Sin embargo, debe señalarse
que un individuo raras veces realiza esfuerzo alguno en el
campo del crecimiento espiritual a menos que la gracia le
impulse a hacerlo. Por ello, hay poca gracia sin esfuerzo;
pero tampoco hay esfuerzo sin gracia. De modo que vemos
que tanto Júpiter y Saturno como Neptuno y Saturno sim
bolizan pares complementarios que deben relacionarse entre
sí en todo trabajo con mapas natales.
No hay que enfatizar de más a Saturno, pues, de muchos
modos, la acción de los trans-saturninos es mucho más po
tente y profundamente transformadora que Saturno. Saturno
nos muestra la naturaleza verdadera del plano material, la
influencia de la necesidad en nuestras vidas, cómo son real
mente las cosas desde el punto de vista práctico y objetivo.
Pero los trans-saturninos nos muestran qué es posible en los
planos del ser y en los niveles de la consciencia que trascien
den totalmente al mundo material. Saturno nos lleva a experi
mentar la limitación que es característica inherente del mun
do material. Por ende, cada vez que Saturno es activado en el
mapa natal, tenemos que ocuparnos del hecho de la limita
ción en alguna dimensión de nuestra vida. En otras palabras,
aprendemos que, en este plano, no podremos tenerlo todo, ni
podremos ser todo lo que podríamos haber imaginado. Los
trans-saturninos, por otro lado, nos señalan planos del ser
y dimensiones de la experiencia que se caracterizan porque
son ilimitados. Son vastos; mantienen firme la promesa de
crecimiento ilimitado.
133
mundo material, una vez que están fuera del camino todos
nuestros deseos, esperanzas, fantasías, autoengaños y deseos.
Segundo, la experiencia saturnina del mundo material nos
pone a prueba en cada paso que damos en nuestro desarrollo.
Saturno no da cabida al autoengaño, al escapismo ni a la ra
cionalización. Saturno comprueba cuán concentrado es real
mente nuestro crecimiento espiritual y cuán concentrada es
nuestra consciencia. Mediante experiencias saturninas tene
mos la respuesta a esta pregunta: "Ahora que las cosas andan
mal, ¿nuestra espiritualür.id o nuestro autoconocimiento su
puestos nos facultan para que afrontemos este karma con
gracia, aceptación y paciencia?" Me parece que muchas al
mas son "religiosas" entre encarnaciones, cuando moran en
varias regiones sutiles de la creación que pasman a la mente
con su luz y esplendor. Pero el ego sumerge esa consciencia
de realidades superiores a medida que crecemos y nos desa
rrollamos durante una encamación terrestre, y, de esta ma
nera, sólo quienes lograron un enfoque verdaderamente con
centrado de su energía vital hacia un ideal espiritual pueden
retener una clara sintonía con los niveles superiores. Sólo
quienes se consagran de verdad al aspecto espiritual de la
vida y quienes comienzan a trascender al ego y a los apegos
mundanos podrán mantener aún esa elevada orientación en
medio de las presiones del plano terreno. La mayoría tiene
algunas agitaciones subliminales de recuerdos (Neptuno) de
planos superiores o de "mundos oníricos", "cielos", o de un
estado del ser que fue mejor y más completamente satisfac
torio de lo que sienten en la actualidad. Pero el recuerdo está
habitualmente fuera de foco y, en la mayoría de los casos,
tiene el efecto, meramente, de hacer que el individuo esté
descontento y desdichado. De acuerdo con las enseñanzas es
pirituales de muchas épocas y lugares, sólo algún tipo de me
ditación concentrada podrá facultamos a que retengamos la
percepción del ideal con un enfoque claro. Ese proceso debe
empezar ahora, en esta misma vida; y, mediante práctica
constante, podremos aumentar el foco de atención en los ni
veles superiores de la consciencia un día tras otro. Por ende,
podríamos decir que Neptuno representa el impulso de huir
de las limitaciones del plano material y fundirse en una Uni
dad mayor y más depurada. Pero ¡es Saturno el que nos mas-
134
tró la necesidad de buscar ese escape, de hallar el camino ha
cia una Unidad y una liberación crecientes!
135
En signos Mutables: Aquí, Saturno se relaciona con la ne
cesidad de reestructurar nuestras pautas mentales y la mo
dalidad operativa de las corrientes de pensamiento. A me
nudo, la mente tiende a pensar negativamente, a preocupar
se, y a empecinarse, lo cual brota de la instrucción o los
condicionamientos de la vida pasada. Aquí, la persona de
berá reorganizar su modo de pensar, lo mismo que su mo
do de aplicar la energía mental para entender y ordenar la
experiencia cotidiana.
136
nuestras mentes y nuestros deseos. A su vez, esta discipli
na nos ayuda a que empecemos a asumir la responsabilidad
de nuestras acciones, deseos y compromisos en este sector.
La disciplina puede experimentarse durante un tiempo co
mo frustración o inhibición, pero -como todo consejero o
psicoterapeuta debe saberlo- la frustración puede ser tera
péutica porque vuelve por fuerza a la persona sobre sí mis
ma, y así le da la oportunidad para que desarrolle una
fuerza interior rastreando en sus recursos más profundos.
137
casos, la persona actuará como si rechazara absolutamente
roles o normas sociales en el ámbito indicado de vida, pero
tal conducta no deberá tomarse siempre en su valor aparen
te, puesto que la persona, a menudo, reacciona concreta
mente ante el temor de fracasar en ese campo de actividad.
Puesto que la persona cree que ese ámbito de vida es tan
profundamente importante, el individuo tal vez quiera
evitarlo por entero o rechazarlo por completo en vez de
enfrentat los temores y asumir las serias tareas que exige.
138
profundos significados psicológicos y espirituales de estos
aspectos si realmente hemos de entender las razones de
estos sentimientos y esta conducta.
Podríamos decir con exactitud que el principio de Saturno,
cuando se manifiesta de modo negativo, es sencillamente el
temor. De allí que los aspectos tensionales de Saturno indi
quen habitualmente que, por lo menos hasta que la persona
se haya ajustado y haya superado esta tendencia, esa perso
na tiene la oportunidad de decidirse a un aueglo con un
género específico de temor a través de una disciplina y una
estabilización conscientes de la energía indicada por el
planeta en aspecto con Saturno. Mediante una confronta
ción realista de esa innata tendencia al bloqueo y al temor,
podemos empezar a formular de nuevo la actitud personal y
las pautas consuetudinarias en ese ámbito de vida. De modo
que, cuando encaramos de frente un temor, con voluntad
plena de hacer lo que sea necesario para transformar esa
dimensión de nuestras vidas, la amenaza y la naturaleza os
cura de lo que hemos temido se disipa, revelando precisa
mente otro desafío vital y precisamente otro aspecto de
nuestro ser al que nos habíamos acostumbrado a considerar
con excesiva cautela y ansiedad. Unos pocos ejemplos de
aspectos tradicionalmente problemáticos deben servir para
aclarar estas cuestiones.
139
Saturno en conjunción, en cuadratura, o en oposicwn a
Marte: Tal vez temamos la agresividad, el sexo o el asumir
riesgos en estos ámbitos, lo cual la persona quizá trate de
compensarlo subrayando en demasía el sexo o la ambición.
La aplicación y la expresión de las energías agresivas e instin
tivas necesitan reestructurarse y disciplinarse, lo cual -en
muchos casos- la persona lo realiza consagrándose a alguna
clase muy especializada de trabajo en el que pueda ser muy
dinámica y a través del cual se sublimice gran cantidad de
energía psico-sexual.
140
que, con tal conducta, se asegura que la soledad que siente
en la actualidad será parte también de su vida en el futuro.
En otros casos, la persona parece decidirse a enfrentar todos
los aspectos de la relación humana, especialmente las relacio
nes amorosas, con gran concentración y fuerte sentido del
deber y la confiabilidad. Pero incluso en este modo de en
focar y tratar el problema, a menudo se evidencian cierta
frialdad y retraimiento que, en muchos casos, todavía pro
ducen una conducta de rechazo. En todos los ejemplos de
este aspecto, la aproximación a dar, amar y recibir respeto
de los demás necesita definirse y estructurarse de nuevo, y
parece ser que, el caso habitual, la contrariedad específica
o las dolorosas experiencias amatorias son necesarias para
acuciar al individuo a que vuelva a examinar este ámbito de
la vida con más atención.
141
nizada por algún grado de precaución y experiencia práctica
y, por tanto, frena hasta un punto tal en el que la persona
pueda ser más bien concreta en su enfoque de ese ámbito
de vida.
Puesto que el principio de Saturno es, por definición, el
polo opuesto de la fe (Júpiter), casi todos los aspectos de
Saturno (ya sean armoniosos o inarmoniosos) podrán mos
trar un ámbito de vida en el que carezcamos de confianza.
Una de las implicancias más positivas de todo aspecto de Sa
turno (especialmente el que implica un planeta "personal"
o el Ascendente) es, por tanto, el conocimiento de que, en
ese ámbito indicado podremos desarrollar lentamente un
nuevo nivel de confianza. Podremos construir esta confian
za sobre la base del conocimiento de cuáles son nuestras
capacid�des reales, como lo demuestra el proceso de prueba
del tiempo, del trabajo y de la experiencia. En otras palabras,
valuando realistamente los resultados de nuestros esfuerzos
desde el ventajoso punto de ver los frutos de nuestros afanes
tras años de trabajo, podremos determinar con alguna objeti
vidad si hemos juzgado mal nuestra capacidad y si, de aquí
en adelante, debemos considerar que los que eran talentos
potenciales son ahora hechos comprobados. La prueba del
tiempo y de la experiencia podrá ayudarnos, pues, a desarro
llar una confianza real y duradera, que no se base en esperan
zas, autoengaño o ideas de infatuación sino más bien en he
chos inmediatos. La presión de Saturno podrá desarrollar una
notable fuerza interior, fuerza que en parte proviene del co
nocimiento de que hemos realizado el trabajo requerido,
hemos ganado esos resultados, y hemos asumido la plena
responsabilidad de nuestro desarrollo. De lo anteriormente
expresado podría suponerse que la interpretación de Saturno
en el mapa natal debería atemperar siempre un conocimiento
de la importancia del tiempo, pues lo que un aspecto con Sa
turno significa precisamente ahora no es necesariamente lo
que significará dentro de unos pocos años. Tal vez sea difícil
ahora, pero ese mismo potencial energético puede ser extre
madamente recompensador dentro de unos pocos años. De
modo parecido, aunque muchos libros dan al lector la idea de
que Saturno es invariablemente deprimente y bloquea la con
fianza en uno mismo, el hecho es que la configuración misma
142
con Saturno que denota falta de confianza cuando somos jó
venes es la misma configuración que podrá indicar una con
fianza particularmente sólida e inconmovible en años poste
riores. Todo depende de cómo tratemos el desafío que Satur
no presenta siempre en nuestras vidas.
143
tercer ojo solamente, descubriremos que quien se nutre
con cosas espirituales se convierte en lumbre capaz de bri
llar desde y en el rincón más lóbrego. Quien se nutre con
lo puramente material se convertirá en un Frankestein sin
noción de influencia alguna que no sea material o mental.
(# 262-20)
(# 1710-10)
(# 2533-6)
144
tado mental y sus valores p�rsonales en varias etapas de la
vida, esboza ciertos períodos vitales que, con más frecuencia
que nunca, parecen ser épocas de decisiones cruciales, cam
bios y rápido desarrollo. Los astrónomos, en su mayoría, no
se asombrarán de que estas diversas épocas, descubiertas me
diante entrevistas e investigación como épocas significativas
de la vida para la mayoría, coinciden con los períodos aproxi
mados de vida en los que Saturno en tránsito está en conjun
ción, en cuadratura o en oposición a su lugar natal. Si fuéra
mos a combinar la cuadratura y la oposición de Urano en
tránsito con su lugar natal con los tránsitos de Saturno, ten
dríamos un esbozo aún más completo y exacto de los prin
cipales períodos de cambio en las vidas de la mayoría que el
que hallara Sheehy. Por supuesto, esto no es nada nuevo para
los astrólogos. En 1940, Grant Lewi publicó su libro Astrolo
gy for tbe Millions, precursor de una mejor comprensión de
los ciclos de Saturno y que proporcionó a sus lectores una po
tente herramienta astrológica que podría ser de aplicación
práctica para sus vidas en particular. En ese libro, Lewi es
bozó con claridad las épocas de la transición misma o del
"pasaje" que los lectores del libro de Sheehy proclaman en
la actualidad como un importante "descubrimiento" psico
lógico. Además, C.G. Jung señaló hace muchos años que las
crisis psicológicas más importantes se acompañaban de trán
sitos de Saturno o Urano. Sin embargo, no quiero minimi
zar la obra efectuada por Levinson y Sheehy, pues es una
tendencia positiva todo lo que introduce más el concepto de
ciclos de vida en el conocimiento del público en general. Y,
concretamente, creo que los astrólogos podrán beneficiarse
con la lectura del libro de Sheehy, puesto que éste demues
tra con claridad cómo hombres y mujeres tienden a reaccio
nar de un modo un poco diferente durante los diversos perío
dos cruciales, cuyo conocimiento podría inducir al consejero
astrológico a recalcar ciertas facetas de la experiencia durante
un tránsito específico con mujeres, y otros sectores con hom
bres. De hecho, Sheehy expresa a menudo el significado expe
rimental de estas fases cruciales de la vida muy claramente:
145
de duras caparazones protectoras. Cada vez que se expande
desde dentro, la /imitadora caparazón deberá mudarse. La
langosta queda expuesta y vulnerable hasta que, a su tiem
po, crece una nueva cobertura para reemplazar a la vieja.
Nosotros también, con cada pasaje de una etapa del creci
miento humano a la que sigue, deberemos esparcir una es
tructura protectora. Quedamos menos expuestos y vulne
rables -pero también espumosos y embrionarios nueva
mente, capaces de estirarnos de maneras que antes no
conocimos. (pág. 20).
146
ras y oposiciones a los planetas natales, se experimentan a
menudo como períodos en los que aprendemos lecciones es
pecíficas sobre la vida. En algunos casos, esta experiencia im
pulsa a la gente a decir cosas como éstas: "Es como si Satur
no me estuviera hablando, susurrándome en el oído, diciéndo
me qué tengo que hacer ahora a fin de superar este estado ac
tual que empiezo a sentir tan !imitador y frustrante". Todo
tránsito de los cinco planetas exteriores en cercano aspecto
con los planetas natales puede experimentarse como nuestra
recepción de "mensajes" de estos "dioses" vivos.
Las energías de los demás planetas a menudo se experi
mentan más como impulsos o como compulsiones, mientras
que a Saturno se lo experimenta a menudo como el maestro
arquetípico cuyas lecciones tienen gran peso e importancia.
Recuerdo cuando Saturno transitaba en oposición a mi Mer
curio natal hace unos pocos años. Fue un período de apren
dizaje profundo, como si, muy deliberada y sistemática
mente, me estuviera instruyendo alguna potencia superior
que sabía exactamente lo que yo necesitaba aprender y que
no aliviaría la presión mental que yo sentía hasta que yo hu
biera prestado atención suficiente a sus lecciones. En ocasio
nes, la presión mental fue tan intensa que tuve la sensación de
que iba a explotar por todas esas intuiciones increíblemente
profundas que había recibido. El influjo de Saturno se expe
rimenta siempre como un impulso de hacer cosas claras y
concretas, y por eso sentí la necesidad de anotar lo que se me
mostraba. El resultado fue que, hacia la época en que este
tránsito pasó, cerca de un mes después, yo había reunido pá
ginas y más páginas de anotaciones a las que me remití mu
chas veces en procura de guía durante períodos de mi vida en
los que había confusión. Aunque muchos libros predicen una
época de depresión mental durante el tránsito saturnal de
Mercurio, para mí esa fue una época de revelación profunda
e inspiradora. Lo que aquí procuro mencionar es que, abrién
donos a la objetividad y la sabiduría superiores de Saturno,
podremos armonizamos con lecciones muy exactas y espe
cíficas acerca de cómo estamos enfocando la vida durante
los tránsitos principales de Saturno.
147
El regreso de Saturno
148
de realizar a fin de cumplir con la pauta y las posibilidades
de la vida. Si, por ejemplo, alguien nació con Saturno en
una cercana cuadratura, conjunción u oposición a uno de
los planetas "personales", ese individuo probablemente
hallará que cuanto conflicto o problema así se indiquen
entrarán en un enfoque aún más agudo durante el regreso
de Saturno, necesitando, pues, algún género de acción clara
al afrontar estos intereses. Mientras se posponga la acción o
se reprima la necesidad de ésta, la presión del regreso de Sa
turno no se moderará. Pero una vez que los problemas fue
ron enfrentados, no importa cuán dolorosa sea tal confron
tación, a menudo hay un perceptible alivio de la presión y la
preocupación. Por otro lado, si la persona tiene a Saturno
natal en aspectos primordialmente armoniosos con otros
planetas -y especialmente si Saturno natal está en armonía
con el Sol y/o la Luna- es probable que el individuo haya in
corporado cualidades saturninas y un conocimiento de las
necesidades y deberes prácticos de su carácter durante m·u
chos afios; y, por ende, las lecciones de Saturno no llegarán
como sorpresa o conmoción y tal vez se las experimente
como una época de confirmación o consolidación de mu
chas orientaciones de vida que la persona ha estado desarro
llando lentamente durante años. Si, como es a menudo el
caso, el individuo tiene aspectos tanto armoniosos como
inarmoniosos con Saturno natal, en un ámbito de la vida
pueden producirse cambios constructivos e incremento de
la confianza durante el regreso de Saturno, al mismo tiempo
que la persona es desafiada a que afronte alguna otra proble
mática dimensión de la vida.
El primer ciclo de Saturno a través del mapa natal, durante
los primeros veintinueve años de vida, más o menos, se basa
primordialmente en una reacción ante los condicionamientos
pasados, el karma, las influencias de los padres y las presio
nes sociales. Durante ese período de vida, habitualmente es
tamos más bien inconscientes de quiénes y qué somos de un
modo fundamental. Pero luego, en el primer regreso de Sa
turno, a menudo parece como si se liquidase una vieja deu
da y más bien de repente se eliminaran muchas viejas pautas
y obligaciones kánnícas. Para entonces, podemos experimen
tar un estado profundamente complejo del ser; pues, simultá-
149
neamente existe un sentimiento de limitación inalterable en
nuestra estructura vital y un sentimiento de libertad interior
que, en algunos casos, es acompañado por júbilo y alegría ins
piradora. El sentido de limitación surge del hecho de que to
mamos consciencia, en mayor medida que nunca antes, de
cuál es nuestro destino y, en consecuencia, qué tenemos que
hacer de aquí en adelante. Ya no hay más oportunidades y
alternativas aparentemente interminables; ahora sabemos que
hemos hecho nuestros experimentos y vivido nuestras ilusio
nes juveniles, pero que, de ahora en adelante, tenemos que
trabajar en el desempeño de nuestro papel en un vasto drama,
aunque no tengamos idea alguna de cómo llegaron a asignar
nos el papel que ahora representamos. Nuestros deberes para
con nosotros mismos y los demás los vemos ahora con agudi
zada claridad, y tal vez algunas de estas responsabilidades las
sintamos pesadas y !imitadoras. Pero, al mismo tiempo, po
dremos experimentar una profunda libertad interior que re
sulta del hecho de darnos cuenta de que las viejas obligacio
nes, temores y restricciones interiores no nos atan más. Este
sentimiento de ilimitada libertad interior se basa también en
una comprensión más clara de nuestras reales necesidades,
capacidades y potencialidades creadoras. Si se trata de esa
clase de persona que ha estado aguardando durante la juven
tud la época en que pudiera realmente encontrarse y empe
zar a expresarse con seguridad y marcada influencia,· esa espe
ra ya terminó. Ahora es época de actuar, de trabajar, y de vi
vir en el presente con aceptación de nuestro destino y alegría
con el conocimiento de que nuestro sendero estará ahora des
pejado. Este período de transición no ocurre de repente; con
cretamente, puede tener lugar durante un período de dos a
dos años y medio alrededor de la fecha del regreso de Satur
no. Pero si durante la niñez y la adolescencia siempre nos sen
timos frustrados, creyendo tal vez que sólo cumplíamos una
condena y teníamos que soportar cosas que no eran satisfac
torias ni controlables, en esta época podríamos movilizar
nuestras energías con gran potencia, ambición e incluso una
sensación de alivio en el sentido de que nuestra espera termi
nó y ahora podremos empezar a moldear nuestra vida con
algún grado de conocimiento. Como Grant Lewi lo expresó
en Astrology for tbe Millions:
150
Cuando este tránsito pasó, usted queda liberado de muchas
restricciones otrora interiores: Habrá limpiado su naturale
za de leña y habrá despejado la cubierta para la acción que
ahora prosigue menos obstaculizada por complejos interio
res y dificultades personales. En suma, usted habra madu
rado -"habrá arrumbado las niñert'as"-y estará listo para
ocupar su sitio en el mundo como un adulto.
El tránsito de Saturno por el lugar de usted es el punto
más importante en el que el libre albedrío actúa en la vida,
desembarazado y tan libre de circunstancias como lo será
jamás... Usted jamás estará tan libre otra vez. Sus decisio
nes le pertenecen: tómelas sabiamente, pues es aqut' donde
su libre albedrío, en un sentido muy real, forja su destino
durante largo tiempo por venir, si es que no realmente por
el resto de su vida.
151
casa natal que es regida por Saturno son habitualmente ám
bitos de la vida que en esta época más bien se definen con
una comprensión profundizada. Y por lo común hay cam
bios físicos perceptibles, como sería de esperar puesto que
Saturno tiene semejante afinidad con la existencia material.
No sólo hay, a menudo, signos físicos de la edad, que se ma
nifiestan como problemas de salud que nos hacen compren
der nuestras limitaciones físicas, sino también que el centro
de gravedad ( ¡Saturno!) del individuo cambia de tal modo
que empezamos a advertir que tenemos un depósito de ener
gía más profundo, a nuestra disposición. El nivel energético
general de la persona puede ser perceptiblemente menor que
cuando frisaba entre los veinte y los veinte y pico de años,
pero la energía de que ahora dispone está más concentrada,
no tan dispersa, y es una clase más confiable y firme de co
rriente energética. El centro de gravedad se muda de los sec-
tores de cabeza, cuello y pecho a la pelvis y el abdomen.
Lo que antes estaba en la cabeza de la persona se convier
te en parte más integral del cuerpo entero, o sea, de su ex
periencia real vital. De allí que la persona descubra que no
necesita usar tanta energía como cuando era joven. La
energía naturalmente se conserva y afianza, y a la persona
individual le corresponde aprender cómo vivir con esta
nueva modalidad de corriente energética y utilizarla.
152
Los tránsitos de otros planetas, por parte de Saturno
153
tra nuestra experiencia, nos hace vivir en el presente, y nos
ayuda a enfocar nuestra energía y a concentrarla y conser
varla.
B. Los tránsitos de Saturno profundizan y enfocan nuestra
atención y nuestro conocimiento, mientras que, al mismo
tiempo, nos tornan más desapegados y objetivos. Por
ejemplo, Saturno aspectando a Venus nos muestra que
podremos ser desapegados y objetivos en .nuestra actitud
hacia el amor, pero también que durante esta época po
dremos desarrollar una más profunda aptitud para dar y
recibir amor, porque estamos más concentrados en el aquí
y ahora y más al tanto de lo que exactamente estamos
haciendo, con quién compartimos el amor, y qué signifi
ca ese amor para nosotros.
C. Los tránsitos de Saturno se sienten a menudo como "la
mano del destino" que se introduce en nuestra vida en el
sector indicado, haciendo que las cosas ocurran y obligán
donos a que enfrentemos nuestros temores en ese ámbito.
Tal vez sea difícil afrontar estas cosas y en ocasiones pa
rezca muy duro, pero es un paso necesario en la realiza
ción si hemos de construir un enfoque más seguro y rea
lista de la experiencia en ese ámbito.
CH. Los tránsitos de Saturno revelan a menudo al individuo
lo que se debe hacer y decidir si hemos de vivir con plena
integridad y de acuerdo con las responsabilidades que sen
timos hacia nosotros mismos.
D. Los tránsitos de Saturno presionan a un individuo para que
tome más clara y concreta la indicada dimensión de la ex
periencia; y este enfoque más realista a ese ámbito de la
vida es impulsado habitualmente por uno de los dos mé
todos de comprobación de nuestras actitudes y prioridades
en ese campo de la experiencia. O la persona cree que las
circunstancias la están poniendo a prueba para ver si se
eleva a la altura de ciertas normas; o el individuo siente un
impulso interior para examinar ese ámbito de la vida y ver
si satisface sus recién hallados valores y necesidades perso
nales. Esta prueba puede experimentarse como limitación
o frustración, dependiendo del ámbito de conocimiento
del individuo, pues esa persona aprende que no podrá te
nerlo todo. Pero tal presión puede impulsar el incremento
154
de la confianza en uno mismo y una fuerza interior en el
sector indicado.
E. Los tránsitos de Saturno pueden ayudamos a estructurar
nuestra confianza en el sector indicado, sobre la base de
darnos cuenta de cuáles son nuestras capacidades reales y
sobre lo que hemos ganado mediante esfuerzo. Una vez
que conocemos más realistamente nuestras capacidades,
podremos proceder a asumir más responsabilidad respecto
de nuestra propia vida.
F. Los tránsitos de Saturno tienden a moderar cuanto sea
excesivo en nuestra vida, ya se trate de orgullo excesivo
en algún ámbito de la vida, actividad excesiva, apego ex
cesivo, dependencia excesiva o incluso fe excesiva (o sea,
infundada).
155
está en conjunción con Venus estará también en la 7a. casa,
dándonos pues dos símbolos separados pertenecientes a un
proceso similar de definición y estructuración de nuestra cons
ciencia de compafierismo y necesidades amorosas. Esto sería
lo que llamo un "tema" del mapa, pues esa persona experi
mentaría entonces esta presión para afrontar sentimientos
y actividades de compañerismo más realistamente como su
tema principal en su vida durante muchos meses y posible
mente incluso durante más de dos afios. Pero, en todo caso,
la posición de casa de Saturno muestra invariablemente qué
campo de la experiencia personal tratamos (o debemos tra
tar) de estructurar y definir más claramente y en qué ámbito
de la actividad vital debemos tratar de elaborar un conoci
miento y un enfoque sólidos y duraderos.
Considerar al ciclo de Saturno a través de la totalidad de
las doce casas como un círculo completo de experiencia vital
y maduración es necesario a fin de poner en perspectiva el sig
nificado de Saturno en cualquier casa particular. Pero es
igualmente importante saber porqué recalcamos cierto punto
de partida o cierto foco durante este ciclo. La posición natal
de Saturno es naturalmente un punto focal en este ciclo ente
ro y en el proceso de crecimiento que él simboliza. Aunque
el primer trabajo de Grant Lewi con el ciclo de Saturno fue
un avance sensacional en la aplicación práctica del conoci
miento astrológico y contiene muchísimas intuiciones valio
sas, creo que él subrayó de más un �nfoque sólo del ciclo de
Saturno; a saber: su significado en relación con logros mun
danos y metas profesionales. Si como Lewi usamos los trán
sitos de Saturno a través de las casas como un indicador de
sólo este ámbito de experiencia vital, e!}tonces, -como él
debemos subrayar a la 4a. casa como un foco de nuevos co
mienzos que podrán conducir a realizaciones cuando Saturno
cruce el sector de la 1 Oa. casa. En ese enfoque, el tránsito de
Saturno a través de las casas l a., 2a. y 3a. -llamado por Lewi
un "período de oscuridad"- no se subraya como importante
salvo en la medida en que es un período de preparación para
las ambiciones que llegan a enfocarse más claramente en una
época posterior. Si usamos la astrología como una herramien
ta de guía vocacional solamente, o tal vez de trabajo con per
sonal de una gran empresa o de una dependencia guberna-
156
mental, el enfoque y los concepto de Lewi deberían bastar y
ser, habitualmente, bastante exactos. Pero si nos dedicamos
a aconsejar a seres humanos en un nivel más íntimo y sutil, en
el que se toman en cuenta sus sentimientos y necesidades más
personales, será de escaso valor decirle a alguien que está en
trando en un período de "oscuridad" durante los próximos
siete años y que todo lo que esa persona podrá hacer en este
tiempo es aguardar pacientemente algún trabajo o alguna vo
cación futuros, indefinidos, ( ¡pero, por supuesto, absoluta
mente maravillosos!) que, a su tiempo, darán a la vida de ese
individuo una emoción y un significado profundos.
La clase de asesoría astrológica que siempre emplea prome
sas futuras como el ámbito primordial acerca del cual pode
mos decir algo positivo y esperanzado es también la clase de
astrología que habitualmente demuestra estar vacía y ser útil,
principalmente, para evitar que el consejero admita una com
prensión defectuosa o una ignorancia supina. Ofrecer seme
jantes esperanzas ilusorias a un cliente no es realmente acon
sejar; eso es meramente animar a esa persona a enfocar más
bien una fantasía que hechos y sentimientos inmediatos, sien
do un tipo de práctica astrológica que tiene gran parecido con
los métodos de los adivinos con quienes los astrólogos, en su
mayoría, ¡afirman vociferantemente que no quieren aso
ciarse! De todos los símbolos planetarios usados en astrolo
gía, no hay ninguno que llame nuestra atención más fuerte
mente sobre la necesidad de enfrentar la realidad aquí y aho
ra que Saturno. Por ello, creo que podremos esbozar aquí
un modo más constructivo de explicar el ciclo de Saturno a
clientes y am.igos, o para nuestro propio uso al tratar de en
tender nuestras experiencias.
El mejor modo de contemplar el ciclo de Saturno es enfo
car la totalidad del círculo íntegro, el proceso íntegro e inter
minable de desarrollo que es simbolizado por ello, con parti
cular énfasis sobre la posibición de la primera casa de Saturno
en tránsito puesto que la primera casa representa el ámbito
más personal e individual del mapa natal. Mediante la con
templación de la primera casa como la fase más importante
del ciclo íntegro, más bien que como simplemente el co
mienzo de un "período de oscuridad", podremos tener en
cuenta la importancia del ciclo de Saturno como un indicador
157
no sólo de carrera y cambios vocacionales sino también del
desarrollo personal interior en los niveles psicológicos y espi
rituales. Es de este modo que discutiremo los tránsitos satur
ninos de las diversas casas natales; pero, antes de entrar en los
pormenores de cada casa, debemos procurar un modo alter
nativo de mirar el tránsito saturnino de los cuadrantes del
mapa que sea más vasto y esté más psicológicamente orienta
do que los significados que da Lewi. Explicaciones parecidas
proporcionó Marc Robertson en su libro The Transit of
Saturn y se basa en conceptos desarrollados inicialmente
por Dane Rudhyar. Estas ideas pueden esbozarse así:
En Cuadrante I (Casas I, II y III): Saturno revela nuestra
aptitud para crecer en ser esencial y auto-conocimiento.
En Cuadrante II (Casas IV, V y VI): Saturno revela nues
tra aptitud para crecer en nuestra capacidad para enten
der y en nuestro modo de auto-expresión.
En Cuadrante III (Casas VII, VIII y IX): Saturno revela
nuestra aptitud para crecer en nuestro método de fun
cionar con los demás y en nuestro conocimiento de los
demás como individuos.
En Cuadrante IV (Casas X, XI y XII): Saturno revela nues
tra aptitud para crecer en nuestra capacidad para y en la
expresión de nuestra influencia sobre los demás y sobre
la sociedad en general.
158
aunque el planeta técnicamente esté todavía en la casa ante
rior), a menudo sentimos un deseo más intenso de hacer algo
acerca del ámbito de la vida que el que se sentirá después. El
lado problemático de la posición de Saturno en una casa dada
parece habitualmente patentizarse más durante el primer año
más o menos, cuando Saturno está en esa casa. Luego de eso,
en muchos casos, parece que a la persona se la obligó a que
aprendiera bastante acerca de cómo enfrentar más realista
mente este ámbito de la vida, y permitirle tomar las más
amplias lecciones a su paso. Naturalmente, depende del in
dividuo cuán rápidamente aprenda las lecciones saturninas,
y esta guía no puede convertirse en dogma. Pero con fre
cuencia ocurre que una persona sentirá muy pesadamente el
peso de un tránsito de Saturno cuando el planeta está en la
primera mitad, aproximadamente, de cierta casa. La frustra
ción y la presión para que actúe o trabaje de algún modo es
probable que sea muy fuerte en esa época. Entonces, cuando
la persona logra más estabilidad y comprensión en ese campo
de experiencia, la presión todavía permanece, pero no se la
siente tan opresiva o tan intensa. Esta guía es especialmente
cierta respecto de casas en las que no hay planetas natales
situados, pues -cuando tenemos planetas en cierta casa
la conjunción saturnina exacta de esos planetas es a menudo
el período de intensidad pico. Si adoptamos el enfoque con
veniente en el trato de las presiones interna y externa que se
sienten durante la primera fase de semejante período de trán
sito, entonces la segunda fase puede verse como tiempo para
asimilar más profundamente los importantes conocimientos
implícitos.
159
Cuando Saturno en tránsito se dirige hacia el final de una
casa y está a punto de entrar en la casa siguiente (en otras
palabras, cuando entra en el 6 °, aproximadamente, de la cús
pide de la casa siguiente), a menudo hay alguna clase de acon
tecimiento, experiencia o conocimiento que se relaciona cla
ramente con todo el período que acaba de finalizar y con el
significado fundamental de la casa que Saturno está abando
nando. Con frecuencia, ocurrirá algo que simboliza claramen
te una consolidación de los esfuerzos de dos o tres años ante
riores, y lo que ocurra en muchos casos -aunque a menudo
es muy importante- no coincidirá con ningún otro tránsito o
progresión mayores. En otras palabras, en muchísimos casos,
para simbolizar cuanto esté ocurriendo no podrá encontrarse
otro factor astrológico mayor que simplemente el abandono
de una casa particular por parte de Saturno. Cuanto ocurra es
acompañado a menudo por una sensación de alivio, o por una
sensación de catarsis o satisfacción, como una especie de des
pejamiento de la cubierta antes del lanzamiento al tránsito
saturnino de la casa siguiente. Menciono este fenómeno tan
extensamente porque he visto reiteradas veces que ocurre con
gran regularidad, y con frecuencia un astrólogo buscará frené
ticamente algún tránsito específico, o una progresión o una
dirección de igual índole "que dé razón" de semejante expe
riencia. De hecho el mismo fenómeno ocurre también con la
Luna progresada, cuando está a punto de abandonar cierta ca
sa y entrar en la siguiente. Podría llenarse un libro entero con
muchas anécdotas relacionadas con estos hechos comunes,
pero debemos seguir considerando los significados específicos
de Saturno en tránsito en las diversas casas.
160
obliga a afrontar importantes hechos o situaciones inmedia
tos tal vez descuidados o dados por hecho en el pasado. Esta
clase de experiencia es el comienzo de una larga fase en la que
se llegan a comprender algunas verdades prácticas sobre noso
tros mismos. Puesto que, en esta época, la mayoría está al
tanto de sus defectos y necesidades para un desarrollo futuro,
a menudo este es un período en el que buscamos activamente
nutrimos de los demás a fin de lograr un cuadro más claro
acerca de qué y quiénes somos verdaderamente. Tal vez bus
quemos nutrimos así de amigos, pero esto a menudo toma la
forma de acudir a un consejero, a un psiquiatra, a un astrólo
go, o a otra clase de terapeuta. En suma, es un período de
llegar a ser más realistas acerca de nosotros mismos, de tratar
de lograr una perspectiva acerca de la clase de persona que
queremos crear, y de empezar a construir esta nueva persona
mediante esfuerzo concentrado y una captación honrada de
nosotros mismos. Es un período en el que hemos de prestar
nos atención con considerable seriedad, una época en la que
podremos empezar a conocemos más profundamente que
nunca, y una época para aprender más acerca de nuestra ca
pacidad individual. El tránsito de Saturno a través tanto de
la casa 12a. como de la 1 a. es, a menudo, un período de crisis
personal, un proceso de renacimiento que podrá durar más de
cinco años. Durante todo ese período, la estructura de la vie
ja personalidad queda inexorablemente detrás, pero la clase
de estructura nueva y el nuevo modo con que enfocaremos la
vida y nos expresaremos depende en gran medida del nivel
de honradez con que nos confrontaremos nosotros mismos
en esta época. Creo que todo el período en el que Saturno es
tá en las casas 12a. y 1 a. debe considerarse como abarcando
una de las mayores fases de transición en la vida de cualquier
persona, y, por tanto, es aconsejable relacionar el significado
de Saturno en la casa 1 a. con el tránsito saturnino de la casa
12a. en vez de ver cada fase como un período aislado.
La expresión "integración" es apta para describir a Saturno
en la 1 a. casa, pues -cuando Saturno abandona la 12a. casa
el individuo se siente a menudo como un niño recién nacido,
abierto a todo, interminablemente curioso, pero también sin
mucha disciplina o una estructura clara de la personalidad.
Las nuevas posibilidades que aparecieron durante la fase de
161
la 12a. casa todavía no se integraron en una totalidad cohe
rente y funcional. Cuando Saturno entra en la primera casa,
a menudo sentimos la necesidad de llegar a ser algo, de traba
jar activamente en nuestro desarrollo en vez de permanecer
en el estado abierto -pero pasivo- del ser, simbolizado por
la casa 12a. Entonces, a menudo realizamos un esfuerzo con
siderable para moldear un nuevo sentido de la identidad, un
nivel nuevo y más profundo de confianza; y con frecuencia,
cuando Saturno avanza hacia la terminación de la primera
casa, tendremos una experiencia o encontraremos a alguien
que nos conduce hacia la experiencia de comprender nuestra
totalidad con elevada claridad. Esta nueva sensación de estar
integrados e interiormente fuertes se basa en un sentido más
profundo de valores duraderos y en un sentido mayor de
nuestras responsabilidades personales y de nuestra individua
lidad esencial.
Mientras Saturno cruza el Ascendente y permanece en la
primera casa, a menudo hay también marcados cambios físi
cos. Es común perder peso sin esfuerzo, y en ocasiones inclu
so al punto de parecer enflaquecido. Con frecuencia, la ener
gía física está muy baja, manifestándose como cansancio,
digestión pobre, y, en ocasiones, sentimientos depresivos. Sin
embargo, debemos comprender que este es el período de
máxima oportunidad para construir tanto un cuerpo nuevo
como una nueva personalidad; pero esa construcción impone
disciplina, perseverancia y mucho trabajo. He visto personas
robustas y sanas desgastarse para nada durante este tránsito,
si no dan los pasos que los lleven a mejorar sus hábitos sa
nitarios y a disciplinar sus vidas y pautas alimenticias. Pero
también he sido testigo de personas débiles y enfermizas
que, tras iniciar un régimen sanitario durante este período,
tuvieron por resultado el logro de un excelente estado de
salud y abundante energía incluso ¡antes de que Saturno
abandonara la 1 a. casa!
En otras palabras, el tránsito de Saturno por la casa 1a.
puede considerarse como la fase clave del ciclo de Saturno,
pues es durante este período de vida que, en efecto, creamos
la clase de persona que queremos ser y comprendemos qué
clase de persona nuestro karma nos exige que seamos. Por
tanto, todas nuestras actividades y compromisos en el mun-
162
do exterior durante el resto del ciclo de 29 años crecerá
directamente a partir de los valores con los que nos com
prometemos y de la clase de carácter que construyamos
durante este período. El tránsito de Saturno por la casa l a.
podrá realmente considerarse como un "período de oscu
ridad" en el sentido de que prestamos atención primordial
mente a nosotros mismos durante esta época, en vez de com
prometernos activamente en compromisos y ambiciones
mayores que serían fácilmente percibidas por el público
( ¡aunque en esto hay algunas excepciones!). Pero, por
supuesto, casi siempre es necesario que nos volvamos sobre
nosotros mismos y nos retiremos, hasta cierto punto, de
compromisos del mundo exterior durante cualquier período
de marcada transformación personal y crecimiento acelerado.
También debe señalarse que es bastante común que la perso
na empiece a trabajar en algún estudio, interés o meta a largo
plazo en esta época, que a su tiempo llegará a ser una voca
ción de ocupación plena o una ambición mayor, pues el pla
neta de la ambición y la carrera (Saturno) está en la casa de
los comienzos (l a. casa). Las que fueran ambiciones mayores
y metas a largo plazo de esa persona se derrumban habitual
mente o se las ve vacías mientras Saturno está en la casa 12a.,
mientras nuevas metas y nuevos intereses vocacionales em
piezan a tomar forma cuando Saturno transita la casa 1 a.
A menudo, la persona no se da cuenta de que estos nuevos
intereses tendrán que desempeñar un papel tan importante
en las actividades mayores de años posteriores, pero el indi
viduo a menudo parece guiado hacia tipos específicos de
trabajo en esta época, aun si siente una clara resistencia a
proseguir tales actividades. Después de todo, a Saturno se lo
siente a menudo como la "mano del destino" que llega a
meterse en nuestras vidas, y éste es sólo un ejemplo más de
él que representa ese papel en la definición de nuestra orien
tación futura.
163
este cambio de énfasis más o menos así: "Estoy cansado de
pensar solamente en mí mismo y en todos mis problemas.
Creo que ahora sé muy bien quién soy, y demorarme más en
esa cuestión sólo será autocomplacencia. Lo que quiero ha
cer ahora es poner en marcha algo en el mundo real, realizar
algo concreto y ganar algún dinero". Por ende, la persona con
Saturno en tránsito a través de la 2a. casa tiene a menudo un
fuerte impulso de estructurar su situación financiera, hacer
que algún trabajo arduo produzca o promover algunos medios
de ingresos, ahorros, inversión o subsistencia. Corrientemen
te, es una época en la que una persona empezará a construir
un nuevo negocio partiendo de la nada; a dedicarse a algún
género de aprendizaje (formal o informalmente), o a adqui
rir alguna clase de instrucción práctica que, a su tiempo, le
permitirá al individuo ganar más dinero. En otras palabras,
es un período para echar las bases de nuestra estabilidad y
seguridad en el mundo material; y, aunque nuestros ingre
sos no sean muy grandes mientras estamos comprometidos
en semejantes esfuerzos preparatorios y aunque sintamos
fuerte ansiedad acerca del dinero y otros factores de segu
ridad, según mi experiencia son considerablemente exagera
das las expresiones que comúnmente se oyen acerca de esta
posición de Saturno referida a deudas, pobreza y gran tribu
lación. La mayoría siente realmente la presión saturnina
en este ámbito de sus vidas, pero la mayoría de los clientes
que he visto trataron estas preocupaciones de modo muy
práctico y no experimentaron calamidades financieras par
ticularmente grandes. De hecho, una cliente ganó quince
mil dólares en un pleito mientras Saturno estaba en su 2a.
casa; y una cantidad de otros clientes iniciaron negocios o
nueva instrucción durante esta época, que prosperaron a su
debido tiempo en gran escala.
Lo que ciertamente ocurre a menudo durante esta época es
que las necesidades financieras se toman más reales para esa
persona, y por presión de la necesidad se meten en la cabeza
algunas lecciones prácticas acerca de la sobrevivencia. El he
cho de cómo estemos armonizados para encargamos de nues
tras necesidades materiales al comienzo de esta fase producirá
un gran impacto sobre qué clases de cosas experimentemos
durante este período. Lo primero que hay que tener presente
164
es que Saturno es lento pero seguro, y que los beneficios ma
teriales pueden, a su tiempo, resultar de efectuar un enfoque
paciente y exigente de los asuntos prácticos en esta época.
Los beneficios tal vez no sean patentes de inmediato; pero,
si se afronta la necesidad de construir una estructura finan
ciera y segura sin ignorar los verdaderos costos personales, lo
que se construya ahota puede servirnos muy bien durante
muchos aftos. El tránsito de Saturno a través de la 2a. casa no
se limita en su significado a cosas materiales solamente, pero
-puesto que este es el ámbito de vida en el que la mayoría
lo siente muy inmediatamente- me concentré en esa dimen
sión de este tránsito. Sin embargo, puede decirse que esta es
una época de acumulación lenta pero segura de toda clase de
recursos, tanto materiales como psicológicos, todos los cuales
podrán contribuir a la confianza en uno mismo basada en qué
apoyo y qué impulso nos favorecen y qué conocimientos y
recursos más profundos a nuestra disposición podemos
extraer a medida que avanzamos por la vida. También es épo
ca de hacer balance de cómo hemos usado en el pasado nues
tras habilidades e ideas (la 2a. es la 12a. desde la 3a. casa) y si
nos sirvieron bien y nos permitieron producir algo, o si mera
mente demostraron ser inútiles y carentes de practicidad. Si
demostraron ser valiosas y nos contraemos a las tareas entre
manos, a menudo experimentamos algún género de consoli
dación de nuestra situación financiera cuando Saturno empie
za a abandonar esta casa.
Casa 111: Cuando Saturno empieza a transitar por la 3a. casa,
el sentimiento de que muchos asuntos prácticos que preocu
paron largo tiempo la atención están ahora afianzados nos
permite poner nuestra energía en un nuevo aprendizaje que
acreciente la hondura de nuestros antecedentes profesionales
y el valor de nuestras ideas. Este período no se siente habi
tualmente tan pesado como el tránsito saturnino de la prece
dente casa de tierra, aunque la relativa importancia de la fase
de la tercera casa depende de si esa persona está intelectual
mente orientada o comprometida en un trabajo que implica
comunicación o viaje. A menudo se tiende a una preocupa
ción sin sentido durante este período, y habitualmente se pa
tentiza toda inseguridad acerca de nuestras opiniones y la
165
profundidad de nuestro conocimiento. Es una época en la
que debemos concentrarnos en aprender nuevos hechos, nue
vas ideas, y nuevas habilidades que prestarán profundidad y
practicidad para que expresemos nuestra inteligencia. Es un
período excelente para la investigación y toda clase de pen
samiento profundo; y a menudo se pone más esfuerzo en la
estructuración de nuestros planes educativos, nuestra ense
fianza y métodos literarios, o en el modo de expresar nuestras
ideas. Hay un acrecentado énfasis en el análisis serio, en el
pensamiento práctico, y en la capacidad de expresar las ideas
más claramente. Muchas personas descubren que se quedan
levantadas hasta tarde leyendo más durante este período, y
pocos descubren que no sólo cambia su método de comuni
cación sino incluso el tono de su voz. Tales cambios los pro
duce el sentimiento de la persona de que necesita construir
una estructura más sólida sobre la cual puedan fundamentar
las ideas y opiniones. De ahí que el individuo asuma a me
nudo más actividades educativas o prosiga una investigación
particular que pueda servir a esta finalidad; pues, aunque mu
chas ideas, muchos hechos y habilidades aprendidos durante
esta época no se hayan de usar mucho en el futuro, la familia
rización de esa persona con semejante variedad de técnicas y
puntos de vista proporciona vastos antecedentes cognosciti
vos que le podrán permitir comparar y juzgar teorías, concep
tos y métodos sobre la base de su propia experiencia personal.
En esta época es también necesario aprender o investigar
con mayor amplitud a fin de ahondar nuestro sentido de se
guridad acerca de nuestra inteligencia; pues hasta entonces
la persona tal vez haya estado expresando meramente opinio
nes o ideas en abstracto, sin tener una experiencia inmediata
que les preste credibilidad. En muchos casos, este es también
un período de acrecentada actividad viajera que resulta de las
exigencias de la profesión, los deberes familiares u otras res
ponsabilidades nuestras. Es también un período para "atar
cabos" no sólo en los ámbitos intelectuales de la vida sino
también en nuestras relaciones con los demás. Tendemos a
definir con exactitud cuáles son los límites de diversas rela
ciones con amigos y conocidos durante este período.
166
para descender a los fundamentos de la seguridad y la sobre
vivencia, una época para armonizamos con nuestras necesida
des básicas de un sentimiento de pertenencia y tranquilidad.
Tendemos a mirar con más seriedad nuestra ubicación en la
comunidad, y a menudo tratamos de establecer un sentido de
solidez y orden en el medio ambiente hogareño. Esto puede
significar, naturalmente, muchas cosas distintas para diferen
tes personas, pero habitualmente hay dos ámbitos de aten
ción respecto al hogar: 1) las condiciones y las disposiciones
físicas del hogar tal vez parezcan inadecuadas para nuestras
finalidades, en cuyo caso damos a menudo pasos para cam
biar la situación hogarefia de algún modo, con frecuencia
construyendo algo en la casa misma o en el patio, o a veces
incluso mudándonos a una residencia enteramente nueva; y
2) nuestras obligaciones para con nuestra familia se tornan
más reales y apremiantes. Podríamos sentirnos sujetos en
nuestro entorno, lo cual podría sugerir que necesitamos defi
nir más las fronteras no sólo de nuestra casa sino también de
nuestras ambiciones vitales (1 Oa. casa -polo opuesto de la
4a. ). De hecho, el tránsito de Saturno de la 4a. casa es una
época en la que debemos echar las bases de todas las ambicio
nes de largo plazo que tengamos y para determinar qué base
de operaciones necesitamos en nuestra carrera. Esto puede
conducir a que reubiquemos nuestro negocio o profesión, o,
por lo menos, a que reestructuremos el medio ambiente en
el que trabajamos. Una última nota acerca de la 4a. casa es
que las personas parecen experimentar, a menudo, un karma
directo durante esta época, que se relaciona con sus esfuer
zos creadores pasados y/o amoríos. Esto puede explicarse
viendo que la 4a. casa es la 12a. casa desde la 5a.
167
bles cuando nos damos cuenta de que el significado esencial
de este tránsito es ponernos al tanto de cómo estamos usando
nuestra vitalidad en todos los ámbitos de la vida: nuestra
energía física y sexual, nuestra energía amorosa emocional, y
todas las demás formas de poder creador. No se trata de que,
de repente, experimentemos toda clase de bloqueos e inhibi
ciones que jamás sentimos antes; se trata más bien de que
podemos llegar a comprender durante este período qué blo
queos y temores habitualmente han estado vaciando nuestras
energías o inteñlliendo con la expresión de nuestras fuer
zas creadoras y nuestra naturaleza amorosa. En suma, es
una época para afrontar cuanto temor o hábito nos haya he
cho sentir desvitalizados, frustrados en cuanto a la creativi
dad, o incapaces de ser amados o de amar. Es época de pro
fundizar más nuestro modo de expresarnos y un período en
el que deberíamos trabajar para causar una profunda impre
sión en los demás más bien mediante una acción responsable
y disciplinada que meramente a través de demostraciones
dramáticas o un exhibicionismo vacío.
La presión de Saturno durante este período nos hace vol
ver sobre nosotros mismos, y tiene el efecto de armonizarnos
en el desarrollo de nuestras fuentes interiores de amor y
creatividad en vez de ir en busca del mundo externo para sa
tisfacer estas necesidades. La sensación de estar solos o faltos
de amor, sin embargo, puede impulsamos inconscientemente
a buscar más atenciones de parte del cónyuge, de los hijos,
amantes u otras personas; pero nos podemos volver demasia
do exigentes, habitualmente sin advertirlo, y de esa manera
tal vez espantemos a muchas personas a las que queremos te
ner cerca, induciendo de esta manera un sentimiento de re
chazo. Sin embargo, si podemos expresar nuestro afecto y
nuestra lealtad más profundos en esta época mediante honra
dez responsable, deber, y esfuerzo, podrá ser un período de
honda satisfacción; pues podremos comprender que en este
mundo no hay amor real que no esté acompafi.ado del sentido
de responsabilidad. Nuestra expresión del amor hacia los de
más puede llegar a ser más paternal y protectora, y tales sen
timientos podrán tomarse especialmente fuertes en actitudes
hacia los hijos, puesto que esta es una época de entrar en con
tacto con las necesidades reales de nuestros hijos y con nues-
168
tros deberes más profundos para con ellos. A menudo nos
atraen las personas de tipo saturnino como amantes posibles
en este período, pues en estas personas experimentamos una
especie de estabilidad emocional que corrientemente nos fal
ta. Esto podrá tener la forma de que nos atraiga una persona
mayor o simplemente alguien con fuerte armonización con
Saturno o Capricornio. El desapego, el aislamiento y los mo
dos concretos de una persona saturnina pueden ser atractivos
durante esta época, pues lentamente aprendemos cómo estar
más desapegados y ser más objetivos al intentar satisfacer ne
cesidades emocionales. En algunos casos, una persona con
Saturno transitando por la Sa. casa se sentirá inclinada a
usar a los demás (a menudo inconscientemente, con la espe
ranza de que los demás estén "enamorados") a fin de tratar
de aliviar el sentimiento de soledad y evitar el enfrentarse con
su propia falta de capacidad de amar profunda y respon
sablemente.
Una presión interior compulsiva para crear algo en esta
época podrá exigirnos que disciplinemos nuestros hábitos
de trabajo creador y que nos esforcemos más en abrir un
canal para que nuestra energía creadora pueda correr. Si te
nemos ambiciones en el ámbito de las artes creadoras, por
ejemplo, esta es la época para comprometernos en un progra
ma regular de trabajo y para empezar a apoyarnos más en un
esfuerzo y una organización coherentes que en los vuelos
transitorios de la "inspiración". Es época de comprender que
todo acto creador que podamos lograr llega realmente a tra
vés de nosotros, en vez de emanar directamente de nosotros.
En otras palabras, podemos comprender que -si nuestro
karma consiste en crear algo- debemos meramente expresar
el esfuerzo regularmente para permitir que las fuerzas crea
doras se expresen a través de nosotros. Esto es difícil de
lograr, sin embargo, puesto que habitualmente tenemos po
quísima fe y poquísima confianza durante este período, y
así tendemos a encerrarnos o a volvernos temerosos del
fracaso. Tendemos a considerar a la vida, en todas sus di
mensiones, con demasiada seriedad en esta época, porque
tendemos a considerarnos demasiado seriamente. Y de ahí
que éste sea a menudo un tiempo de bloqueo creador, cuan
do incluso acabados escritores, artistas y otros experimentan
169
considerable desánimo en su trabajo. Pero este período puede
ser de consolidación de nuestra confianza en nosotros mismos
y de nuestros métodos de expresión creadora si comprende
mos que la inspiración es común pero el trabajo no lo es, que
el 95 por ciento de la creatividad es sólo trabajo arduo, liso y
llano. Como lo documentara Henry Miller en su diario:
"¡Cuando no puedas crear, trabaja!" Asimismo, al autor
William Faulkner le preguntaron en una ocasión cuándo
escribía, y contestó: "Sólo escribo cuando tengo ganas ...
¡y tengo ganas todas las mañanas!".
Puesto que la Sa. casa es también la casa de juego, aficiones
y recreación, el tránsito de Saturno por esta casa tiene tam
bién impacto sobre estos ámbitos de la vida. En esta época es
común el trabajo excesivo puesto que para la persona es difí
cil tomarse un tiempo libre para disfrutar. Aunque esa perso
na se tome unas "vacaciones", tal vez descubra que no podrá
descansar porque su mente se entretiene pensando cosas de
masiado serías. En otros casos, lo que solía ser una afición
se torna más productivo y, a menudo, se convierte incluso
en un negocio regular y estructurado. Otra intuición de este
período aparece cuando consideramos a la Sa. casa como
la 12a. desde la 6a. casa; de ahí que se manifiesten los resul
tados de nuestro trabajo anterior y de cuán eficazmente cum
plimos con nuestro deber, como un goce en un nivel profun
do de satisfacción y como una corriente firme de energía
creadora o como disipación y juego en un fútil intento de
compensar lo que nunca ganamos realmente mediante la apli
cación de esfuerzo.
Casa VI: El tránsito de Saturno por la 6a. casa es un período
de ajuste personal y cambio de nuestro pensamiento, trabajo
y hábitos sanitarios. La persona es habitualmente impulsada
desde dentro o presionada por las circunstancias a ser más
organizada y disciplinada en muchos ámbitos prácticos de la
vida, pero particularmente en el trabajo y la salud. Los cam
bios de trabajo o los cambios en la estructura del trabajo son
comunes, como lo son fastidiosos problemas crónicos de sa
lud. He visto incluso a una persona, que era notablemente
desorganizada e ineficiente, volverse tanto más disciplinada
en sus métodos de trabajo durante esta época, que exclama-
170
ba: "No puedo creer cuánto estoy haciendo en estos tiem
pos. ¡Me estoy volviendo tan eficiente!" Saturno nos presio
na aquí para que determinemos por nosotros mismos qué es
lo que tratamos de hacer y para que discriminemos entre
lo importante y lo tangencial. De hecho, la facultad discri
minativa está a veces tan activa durante este período que el
individuo sufre de depresión o malestares psicosomáticos
que brotan de una excesiva autocrítica. Esta autocrítica es
motivada, además, porque comenzamos a ver en esta época
cómo las personas con las cuales vivimos y trabajamos se
sienten realmente respecto de nosotros. Vemos si somos
realmente útiles y si nos consideran molestos. En otras pala
bras, puesto que la 6a. casa es la 12a. desde la 7a., tomamos
más consciencia de los resultados de las diversas relaciones
en nuestras vidas.
La fase de la sexta casa del ciclo de Saturno trata esencial
mente la purificación personal en cualquier nivel. Muchos
problemas de salud que surgen de este período pueden rela
cionarse directamente con los hábitos dietéticos de la perso
na y, de esta manera, con un elevado nivel de toxemia. Pare
ce que el cuerpo trata de arrojar las impurezas durante esta
época; y, si no cooperamos con ese proceso de purificación,
a menudo se manifiestan los síntomas físicos. El tránsito de
Saturno por la 6a. casa es un período excelente para ajustar
nuestra dieta, los ejercicios rutinarios y otros hábitos de sa
lud, o para realizar un ayuno prolongado o una dieta purifi
cadora. Lo principal que hay que saber en este tiempo es
que todos los problemas de salud (o los problemas con
nuestra situación laboral) son lecciones específicas que nos
muestran qué cambios necesitamos en las pautas habituales
de la vida cotidiana y nos preparan para otra fase de la vida
que empieza cuando Saturno sale sobre el descendente
natal en la 7a. casa.
171
se toman más seriamente en esta época, y la persona empie
za a menudo a asumir más responsabilidad para sostener su
lado de una relación específica. Sin embargo, en la mayoría
de los casos, el foco de la atención parece estar en la relación
personal primordial o en el matrimonio del individuo. Cuan
do Saturno cruza el descendente y comienza su semi-ciclo
sobre el horizonte, hay a menudo conocimientos acerca de
nuestras necesidades, limitaciones y deberes de relación; y
esta época también marca la entrada de la persona en una
etapa más vasta de participación pública y social. Si dimos
por sentado alguna importante relación o juzgamos que una
relación particular no satisface nuestras necesidades, esta será
la época de tratarla realistamente. (El tránsito saturnino de
Venus natal es similar.) Saturno nos hace bajar a la tierra en
cuanto ámbito de vida indique su posición de casa en tránsi
to, y aquí debemos tratar de establecer un enfoque sólido y
bien claro de las relaciones que tienen fuerte impacto sobre
nuestro estilo de vida total y nuestra identidad. (Nótese que,
cuando Saturno transita en conjunción con el descendente,
¡está simultáneamente en oposición al ascendente!). Si es
peramos demasiado de una relación o del matrimonio, o si
juzgamos que no es viable en el sentido de que es importan
te para nosotros, ésta es la época de enfrentar esos hechos
con objetividad y desapego. A menudo, en esta época se de
sarrolla cierta frialdad y reserva en las actitudes y conducta
en las relaciones íntimas, y nuestra pareja es posible que se
pregunte por qué nos hemos apartado de nuestra modalidad
habitual de tratarla. Si podemos explicar que simplemente
nos apartamos de la otra persona por un tiempo a fin de
obtener una perspectiva más clara en la relación y en el al
cance con que queremos participar en ella, al menos la pa
reja no tenderá a imaginar cosas que sean peores que la si
tuación real. Sin duda, ésta puede ser una época de prueba
para los matrimonios y relaciones íntimas de muchas per
sonas, pero la cantidad de tensión que se experimente du
rante este período depende de la calidad y del nivel de
autenticidad que caracterizó nuestra relación durante mu
chos afias.
Según mi experiencia, en contraste con algunas afirma
ciones astrológicas tradicionales, el divorcio no es más común
172
en esta época que durante el período en el que Júpiter tran
sita la 7a. casa -de hecho, parece menos común que el perío
do de tránsito de Júpiter, pues el período de Júpiter es la
época en la que buscamos bifurcar y expandir las fronteras
de nuestras relaciones más allá de sus límites actuales. Pero
el tránsito de Saturno por la 7a. casa es una época de deci
siones y compromisos (o nuevos compromisos) de relación,
y tal vez lo más importante hacia este período sea que nos
da la aptitud para ver a nuestra pareja objetivamente -como
persona individual totalmente distinta de nosotros, más bien
que como un apéndice o meramente como un objeto sobre
el que hay que proyectar nuestras proyecciones. En suma,
si una relación particular es suficientemente sana y dúctil
que nos permita experimentar nuestra propia personalidad
plenamente y relacionarnos con los demás y con la sociedad
con plena consciencia, entonces es probable que sea muy
viable; y eso es lo que comprendemos durante este período,
aunque ese conocimiento tal vez llegue solamente tras algu
nas pruebas difíciles de la calidad de la relación. De lo con
trario, sin embargo, la relación misma y nuestro enfoque de
ella necesitan redefinirse en esta época, y han de tomarse
decisiones acerca de cuánta energía vamos a poner en ella
para hacerla viable.
173
miento, cuya causa es difícil de señalar. Algunas personas
incluso describen esto como si sintieran que estaban atrave
sando un infierno o un purgatorio, en el que sus deseos y
apegos se depuran y despierta su consciencia de las energías
más profundas de la vida. En suma, es una época en la que
hay que afrontar lo fundamental de la vida, las experiencias
esenciales que con tanta asiduidad se ignoran o descuidan.
Muchas personas parecen preocuparse con las realidades
esenciales de la vida del alma, del más allá, y de la muerte
misma durante este período. Es una época para afrontar el
hecho inexorable de la muerte más realistamente, y la cons
ciencia de la inevitabilidad de la muerte acucia a menudo a
las personas a poner su energía en organizar sus haciendas,
inversiones conjuntas y testamentos. Otros tratos financieros
mayores son también frecuentes en esta época, pero el fac
tor común es que el individuo procura protegerse y, a menu
do, establecer algún género de "seguridad del alma" en el ni
vel más profundo posible.
Es también un período para comprender la importancia de
nuestra vida sexual y de las implicancias de cómo hemos
estado encauzando las energías sexuales. En algunos casos, es
un período de frustración sexual que parece ocurrirle a la per
sona, obligándola así a ser más duefla de sí misma y más dis
ciplinada. En otros casos, la persona actuará conscientemente
para cortar ciertos desbordes o actividades sexuales que ante
riormente fueran compromisos mayores, comprendiendo el
valor de retener la fuerza sexual dentro de sí misma a menos
que se la use con una finalidad curativa y constructiva. Es
también una época en la que muchísimas personas se dedican
muy de lleno a estudios ocultistas, prácticas espirituales o
varias clases de investigación. Me parece que una de las claves
de este período puede inferirse de comprender que la 8a. casa
es la 12a. desde la 9a.; en otras palabras, el tránsito de Satur
no por esta casa trae a la superficie los resultados de nuestros
intentos de vivir nuestros ideales y creencias. Luego, esto se
manifiesta como nuestra experiencia de transformación
-jubilosamente o a través del sufrimiento necesario para vol-
ver a definir más nuestros ideales de vida.
174
mente un período de asimilación de las experiencias de mu
chos afios y de relacionarlas con algún ideal significativo, al
guna filosofía, o algún régimen de automejoramiento. Es co
mún que, en esta época, la gente se embarque en un viaje
más bien estructurado en procura de ganar una mayor am
plitud de conocimiento, ya sea a través de un viaje físico
real, de una instrucción académica, de la asistencia a confe
rencias o servicios eclesiásticos, o solamente a través de estu
dio individual concentrado. He visto casos en los que la per
sona combinaba realmente más de una de estas posibilidades,
por ejemplo, yendo a la escuela en un país extranjero. Bási
camente, ésta es época de investigar y definir nuestras cre
encias últimas, ya sea que esas inclinaciones nos lleven a
una filosofía, a una religión, a estudios metafísicos o a teo
rías legales o sociales. Nuestras creencias necesitan definirse
durante esta época porque, de aquí en adelante, servirán co
mo ideales que guíen nuestra vida e iluminen nuestra direc
ción personal.
En suma, ésta es una época en la que la mayería tiene un
fuerte impulso hacia el automejoramiento. Para algunos, esto
significa que deben alinear sus vidas con un ideal superior.
Para otros, significa que sienten la necesidad de viajar por el
mundo o estudiar diversas materias a fin de lograr una pers
pectiva más vasta en sus vidas. Y aun para otros, particular
mente los que tienden a aceptar nociones socialmente defi
nidas de lo que significa mejorar personalmente, es una
época en la que empiezan o al menos se comprometen más
profundamente en un programa académico de instrucción.
Es un período excelente para la aplicación seria de nuestras
energías mentales, y es comúnmente una época en la que
nuestras ambiciones relacionadas con el influir sobre los
demás a través de la ensefianza, las conferencias o las publi
caciones se conso'iidan de algún modo definido. Debe tam
bién notarse que la 9a. casa es la 12a. desde la 1 Oa.; de ahí
que represente los resultados de cómo trabajamos para ganar
lo que ambicionamos, manifestándose como desasosiego e
insatisfacción, o simplemente dándonos cuenta de que nece
sitamos trabajar ahora más arduamente en la expresión del
conocimiento que obtuvimos con logros pasados o activida
des vocacionales. Este período de tránsito es también una
175
preparación para la prosecución de la fase de la casa 1Oa. en
el sentido de que las ambiciones que procuremos concretar
dependerán entonces mucho de los ideales con los que actual
mente estamos comprometidos.
176
Casa XI: El significado de la 11a. casa se aclara raras veces en
la mayoría de los textos astrológicos, y las palabras claves que
se dan para la 11 a. casa son a menudo vagas y confusas. Me
parece que, más que todo lo demás, esta casa simboliza nues
tro sentido de la finalidad individual, o sea, cómo vemos
nuestra función en la sociedad y cómo queremos desarro
llamos en el futuro en un nivel personal. Esta casa es proba
blemente la que está más orientada hacia el futuro de todas
las casas, y las personas con el Sol u otros planetas impor
tantes en esta casa tienden a estar particularmente armoni
zadas con el futuro, tanto en el sentido de lo que ellas quie
ren llegar a ser como en el sentido de cómo la sociedad se
desarrolla y adónde eso conducirá.
De ahí que el tránsito de Saturno por esta casa indique una
época en la que comprendemos lo que hemos hecho, lo que
no hemos hecho, y lo que deberíamos hacer en el futuro, es
pecialmente en relación con los demás y con la sociedad en
conjunto. Es época de averiguar qué debemos dar a los demás
ahora que nos hemos establecido en alguna posición dentro
de la sociedad (fase de la 1Oa. casa). Es época en la que es
importante pensar en nuestros objetivos: no tanto objetivos
de carrera como objetivos personales, lo que queremos ser y
llegar a ser y qué papel creemos conformar para representarlo
en la comunidad de nuestros congéneres los seres humanos.
Es un período en el que hemos de definir nuestras esperanzas
y deseos íntimos, y el sentido de finalidad para nosotros mis
mos en relación con las necesidades de los semejantes. Por
tanto, es un período para asumir más responsabilidad en
cuanto al modo con que nos relacionamos con los demás, y
este interés acrecentado conduce a una actitud más sobria
respecto no sólo de las amistades individuales y las alianzas
sino también respecto de nuestros compromisos con grandes
grupos de personas. En algunos casos, tal vez necesitemos
cortar con diversas amistades o asociaciones grupales; pero
en otros casos, tal vez descubramos que tenemos el impulso
de asumir más responsabilidad en el modo de tratarlos. Por
ejemplo, una sefiora encaró el trabajo de organizar ( ¡Satur
no!) excursiones para grandes grupos de personas solteras
cuando Saturno transitaba por su 11a. casa. Como podrá
verse en esta asociación de casa con el signo de Acuario,
177
es época de distribuir y dispensar a los demás lo que hemos
aprendido y adquirido durante el tránsito saturnino de las
diez casas anteriores.
Casa XII: Como se expresa en el comienzo de esta parte, el
tránsito de Saturno por esta casa, junto con su tránsito por
la casa 1 a. coincide con una importante fase de transición
en la vida de todos. La fase de la 12a. casa de Saturno es un
período en el que nos encontramos con los resultados de
todos los pensamientos, acciones, deseos y actividades a
los que nos dedicamos durante el último ciclo de Saturno a
través de las otras casas. El modo con que hemos estado
expresándonos en el mundo (l a. casa) durante algún tiempo
nos llevó ahora inevitablemente a confrontar este género par
ticular de karma. Si este es el primer tránsito saturnino de la
duodécima casa durante esta vida, entonces la fase de vida
que llegue a su fin durante este período puede ser la que em
pezó en una vida pasada. Pero, en todo caso, es el término
de un viejo ciclo; y de ahí que, a menudo, experimentemos
descontento, confusión, desorientación y un sentimiento
de confinamiento emocional-mental cuando las viejas estruc
turas de vida empiezan a derrumbarse. En otras palabras, las
ambiciones, valores, prioridades, actividades y creencias que
otrora dieron significado y dirección a nuestra vida empiezan
a disolverse cuando Saturno entra en esta casa; y los senti
mientos prevalecientes de estar separados o perdidos son
habitualmente más fuertes durante el primer año, aproxima
damente, de esta fase, hasta que hemos consolidado nuevos
valores y actitudes nuevas y más depuradas hacia la vida
misma. Por tanto, es una época para definir nuestros ideales
y nuestra orientación espiritual última, y muchas personas
se pasan este período experimentando con varios nuevos
enfoques de vida después de haber dejado caer los viejos
apegos que ahora demostraron estar enteramente vacíos
y sin vida. En suma, es un período de trabajo en la clarifi
cación de aquellas dimensiones de vida trascendentes y su
tiles que, aunque son muy difíciles de expresar con palabras,
constituyen la fuente recóndita de fuerza que nos ayuda a
continuar nuestras luchas por crecer en medio de los com
bates y obstáculos de la vida.
178
La casa 12a. fue llamada la casa del aislamiento, y algu
na clase de aislamiento físico es bastante común durante
esta época. Pero lo que es mucho más común es que la per
sona, al menos durante la primera mitad de este período, se
siente como en una prisión emocional, aislada del mundo
exterior que parece distante e irreal. Es una época en la que
debemos volvernos hacia adentro, a fin de llegar a fuentes
interiores de fuerza emocional y espiritual; y a menudo pare
ce que, si no decidimos conscientemente, en esta época, ir
hacia el interior, surgen circunstancias que nos obligan a
experimentar alguna forma de aislamiento personal que
no nos dejará optar y únicamente nos permitirá reflexionar
sobre nuestras vidas desde una perspectiva desapegada. Pe
ro, en la mayoría de los casos que he visto, la persona anhela
aislamiento y un medio de retirarse de las preocupaciones
del mundo exterior, ya sea que esto tome la forma de correr
a un monasterio o de meramente retirarse de muchas asocia-·
ciones y actividades mundanas que solían ser significativas.
Es una época excelente para el estudio de temas espirituales,
místicos u ocultistas, y muchas personas se sienten también
particularmente atraídas hacia la expresión musical, poética
o visionaria durante esta época, puesto que sienten que no
pueden expresarse en términos lógicos o racionalistas sino
sólo a través de imágenes, vibraciones e intuiciones. Hay
también, a menudo, una atracción hacia actividades huma
nitarias y labores de servicio como un medio de hallar valor
en la propia vida.
Los problemas de salud no son raros en esta época, y habi
tualmente son dolencias psicosomáticas, difíciles de diagnos
ticar, que sólo la terapia psicológica-espiritual afectará. Nues
tra energía física en esta época es a menudo baja, debido al
agotamiento emocional de experimentar la cabal disolución
de toda la estructura de nuestra vieja personalidad. En esta
época, lo viejo se disuelve para dar cabida al nacimiento de
la nueva orientación de vida y de la nueva estructura de vida.
Sin embargo, lo que tanto desorienta hacia este período es
que se trata de un período de espera, de ensoñación y de ex
ploración interior durante el cual el individuo no tiene fron
teras firmes ni anclas sólidas a las que aferrarse. Aguardamos
y nos preparamos para el nacimiento de la nueva estructura,
179
pero eso ni siquiera empezará a construirse hasta que Saturno
haya cruzado el Ascendente en la casa 1 a. Pero si podemos
ganar fuerza interior de nuestro conocimiento de que se es
tá creando una PERSONALIDAD enteramente nueva, libe
rada de muchos obstáculos inútiles, entonces -cuando Sa
turno se desplaza por la 12a. casa y se acerca al Ascendente
podremos estar cada vez más alegres, y cada vez más felices.
180
Virgo
Virgo
Capítulo VI
ASPECTOS DE LA TRANSFORMACION
EN EL MAPA NATAL
183
cil" o "difícil" podría ser para esa persona expresar, satis
facer o integrar esa parte de su naturaleza. Una visión de la
vida, particularmente estrecha y deformada, desarrollada de
esa manera en las mentes de las personas que digirieron estos
primeros escritos astrológicos, y -desgraciadamente- esta
visión estrecha, predomina todavía hoy en día entre muchas
personas activas en el campo astrológico.
En años recientes, ha tenido lugar una reacción frente a es
ta visión negativa y deformada, pues muchos escritores y con
ferencistas han reformulado la astrología bajo la luz de la
perspectiva más sutil y más psicológica que iniciaran Dane
Rudhyar y Marc Edmund Jones. Como ocurre con tanta fre
cuencia en cualquier campo cuando se introduce una reacción
ante un enfoque extremo, muchos precursores de un enfoque
astrológico positivo y orientado hacia el crecimiento trataron
de compensar los defectos de la astrología tradicional yendo
al otro extremo: o sea, subrayando en demasía el lado lumi
noso de la vida y descuidando enfrentar la oscuridad. Lo que
en un mapa se solía considerar como aspectos "difíciles' se
edulcora con toda clase de expresiones idealizadas y flori
das, y se ignora el hecho de que algunos de estos aspectos in
dican no sólo problemas reales de la persona sino también
defectos mayores o cualidades negativas en el carácter. Me
parece que ésta es época de ser realista con la astrología, lo
cual significa que deberemos ser más realistas con nosotros
mismos y con nuestro modo de ver la vida. La vida está
llena de dificultades y problemas. Eso es lo que la convierte
en una experiencia de aprendizaje tan profunda para el alma.
Si contemplamos el mapa natal como un símbolo vasto de las
posibilidades y pautas vitales de un individuo, entonces ese
símbolo deberá incluir índices de estos cruciales problemas
de la vida, de estos ámbitos de vida en los que podremos
aprender lecciones mayores que fomenten nuestro creci
miento. Lo que el mapa no muestra, sin embargo, es la acti
tud hacia nuestra herencia cósmica y nuestro karma que
podremos construir y cultivar conscientemente. Debido a
que la actitud interior no puede determinarse a partir sola
mente del mapa natal, el astrólogo deberá tener cuidado en
cualquier evaluación de una configuración planetaria puesto
que ésta muestra, primordialmente, el potencial energético
184
dentro de esa persona, pero no la manifestación específica
de esa energía como un hecho predeterminado. Tal conoci
miento impone un período de indagación exploratoria y de
diálogo en toda sesión de asesoramiento astrológico, a fin de
que el consejero pueda percibir las actitudes y los ideales es
pecíficos que guíen el uso de sus energías por parte del in
dividuo.
Puesto que algunas personas toman con tranquilidad las
dificultades y los problemas, aceptándolos como parte de la
vida, y puesto que a tales personas las sostiene un optimismo
y una fe interiores, lo que se muestra en el mapa como poten
cialmente molesto no todas las personas lo consideran siem
pre como un problema mayor. Tal vez pueda verse simple
mente como un hecho de la vida, como una parte aceptada
de la naturaleza de la persona. Si el consejero trata de subrayar
en demasía el aspecto problemático de tal configuración sim
bólica, a la persona quizá le parezca que el consejero está tan
sólo agitando toda clase de preguntas molestas sin finalidad
constructiva alguna. De hecho, esto ocurre a menudo en una
"lectura" astrológica que es meramente una actuación unila
teral por parte del astrólogo. Por otro lado, si el consejero con
templa y explica los aspectos "difíciles" como desafíos que la
persona encontrará en esta vida, una persona enérgica y de
pensamientos positivos se interesará por conocer tales prue
bas de su carácter, fuerza y conocimiento. Y lo que es más
temible, la persona tímida quizás empiece a contemplar estas
cuestiones mayores de la vida bajo una nueva luz. Lo princi
pal que debemos comprender no sólo intelectualmente sino
también espiritualmente es que tales desafíos, dificultades y
problemas ( ¡llaméselos como se quiera!) son necesarios
para la salud y se los debe recibir de buena gana como opor
tunidades para aprender lo que necesitamos saber. Como es
cribe Jung:
185
mentar la vida deberá ahogar su deseo de vivir: en otras
palabras, deberá cometer un suicidio parcial. (De Sym
bols of Transformation, CW Volumen V, párrafo 165 ).
186
dividuo desarrolle una modalidad relativamente armónica
de expresión de estas energías asumiendo responsabilida
des, trabajo u otros desafíos que sean capaces de absorber
la intensidad plena de la energía que se está liberando.
187
comentar debido al hecho de que éstos "tienen afinidad con
la materialidad y, por tanto, se manifiestan más clara y per
ceptiblemente". Lo que afirma Carter es apoyado por el he
cho de que, hasta hace poco, la escuela de astrología conoci
da como Cosmobiología ha ignorado casi totalmente los as
pectos armónicos, prefiriendo usar en su trabajo los aspectos
dinámicos; y todo el que esté familiarizado con los subya
centes supuestos y orientación de la obra de la mayoría de
los cosmobiólogos sabe que éstos primordialmente se intere
san por acontecimientos, cambios mayores, traumas eviden
tes y, en general, más por los sucesos del mundo material que
por la actitud psicológica del individuo respecto de la expe
riencia o el significado espiritual de ésta. Yo mismo subrayo
muchísimo los aspectos dinámicos, no porque mi orientación
sea la misma que la de los cosmobiólogos, sino porque estos
ángulos revelan dónde nos exigen que nos ajustemos marca
damente y crezcamos mediante una experiencia concentrada.
Y, puesto que la mayor parte de mi experiencia astrológica
provino de diálogos interpersonales con clientes (más que so
lamente de la investigación personal, del estudio y del trabajo
con mí propio mapa), me atrajo el estudio de las posibilida
des positivas implícitas en las varías crisis vitales de mis clien
tes, y que los aspectos desafiantes simbolizan con tanta fre
cuencia. Por tanto, en este capítulo subrayaré primordial
mente los aspectos dinámicos, en un esfuerzo por aclarar,
bajo una luz positiva, lo que, en la mayoría de los textos as
trológicos, se interpreta negativamente. Y especialmente en
focaré aquellos aspectos que incluyen a los planetas trans
saturninos, pues éstos representan particularmente claras
formas de transformación personal.
188
enorme y exhaustivo sobre el tema. La investigación moder
na y la experiencia clínica han demostrado concluyente
mente que factores tales como los puntos medios, los cua
dros planetarios (configuraciones que implican numerosos
planetas y puntos medios), y armónicos pueden propor
cionar al astrólogo profesional herramientas complementa
rias con las que entienda a los seres humanos y que a menu
do contribuyan con intuiciones que los métodos tradiciona
les no procuran tan específicamente. Estamos viendo cada
vez más que la relación entre los diversos planetas (y por
ende, entre las diversas dimensiones de la estructura psico
somática-energética de un ser humano) no se limita mera
mente a aspectos aislados entre dos planetas o a las distan
cias angulares específicas entre planetas que la astrología
tradicional ha recalcado durante siglos. Como se menciona
en la Introducción de este libro, ya es común oír a los astrólo
gos hablar de diálogos o intercambios planetarios, o sea, rela
ciones planetarias que pueden manifestarse con vigor, incluso
si no está presente ningún aspecto tradicional cercano. Tam
bién ya es cada vez más evidente que los planetas implícitos
en cualquier configuración particular (más bien que sólo el
tipo de configuración o aspecto) determinan primordialmente
la naturaleza de los factores psicológicos en operación y el to
no de la liberación de energía. Estos hechos dificultan esta
blecer reglas confiables de interpretación de aspectos especí
ficos cuando, en la experiencia empírica, encontramos tantas
manifestaciones diversas del mismo aspecto básico.
Por tanto, para quienes siguen los últimos hallazgos de la
investigación y sienten la necesidad de integrar esos nuevos
conocimientos en su práctica, y para aquéllos cuya integridad
los obliga a evaluar realistamente la validez de los preceptos
astrológicos tradicionales, la astrología se volvió más difícil y
compleja que lo que su habitual presentación simplista impli
ca. Este conocimiento de la complejidad inherente a la astro
logía es el que algunas personas de la especialidad lamentan,
pero la proliferación abrumadora de técnicas y conceptos
nuevos en años recientes puede tener dos efectos muy positi
vos. Primero de todo, puede motivarnos para que busquemos
con mayor esfuerzo los principios unificadores y sintetiza
dores, como trato de hacer en mis diversos escritos. Esos prin-
189
cipios subyacentes ya están presentes en la estructura de la
astrología; no tienen que inventarse ni descubrirse mediante
análisis de computadora. Meramente, han de reconocerse más
claramente y entenderse más profundamente si han de ser
plenamente adecuados para la aplicación práctica de la astro
logía en las vidas humanas. Y en segundo lugar, esta explo
sión de ideas nuevas podrá revelar más inmediatamente al es
tudiante de astrología o al profesional la imposibilidad de ob
tener información fácil, rígida y simplista de un mapa natal y,
de esta manera, obligarnos a fiarnos de nuestras intuiciones,
de nuestra experiencia y aptitud como asesores, y de nuestra
capacidad para desarrollar una forma totalmente individuali
zada de práctica astrológica que específicamente se adapte
a cada uno de nosotros.
Además, al considerar cómo crece, aparentemente sin tér
mino, la complejidad del campo astrológico, se destacan otros
hechos en particular. Es un hecho evidente que el consejero
astrológico con una práctica medianamente prolongada, y en
particular quien tiene que ganarse íntegramente la vida traba
jando como tal, simplemente no tiene tiempo para usar si
quiera una pequeí'ía proporción de las técnicas disponibles en
la astrología tradicional en cualquier consulta dada, por no
decir que introduzca posibles conocimientos descubiertos
mediante métodos más modernos. Para ese consejero profe
sional, las exigencias que impone la sobrevivencia financiera
más las necesidades inmediatas del cliente tienen precedencia
sobre nuestras curiosidades intelectuales. Si principalmente
enfocamos más bien la necesidad de consejo por parte del
cliente que la multitud intenninable de datos del mapa natal,
raras veces habrá necesidad o deseo alguno de más conoci
miento que el que puedan proporcionar ciertos procedimien
tos astrológicos básicos: suponiendo que entendamos real
mente los símbolos que resultan inmediatamente patentes.
Por ejemplo, he descubierto que el sistema del Ciclo Clave
que Wynn 1 desarrolló es una técnica extremadamente exac-
190
ta y psicológicamente penetrante. A menudo he descubierto
que simboliza, con claridad, ciertos cambios u orientaciones
de un modo más específico que los tránsitos y progresiones
que se usan comúnmente. Sin embargo, raras veces tuve tiem
po de usarlo siquiera para mí mismo, para no decir de las do
cenas de clientes. Pero raras veces lo echo de menos, aunque
me doy cuenta que, a menudo, me daría datos complementa
rios y confiables con los cuales podría trabajar. Pero mi orien
tación principal es una consultoría con la persona, estable
ciendo un diálogo en un nivel personal mientras uso primor
dialmente la astrología como un mapa estructural y un sis
tema guía. ¡La ignorancia de unos pocos trozos de datos
comparativamente triviales no debería inhibir a un buen con
sejero en su ayuda a sus clientes para que éstos obtengan en
sus vidas una perspectiva más clara y más positiva!
Otra cuestión que hay que tener presente es que, si a un
mapa natal lo consideramos parecido a una pieza musical,
se destacarán diversos temas. Esos temas pueden descubrirse
a través de cualquier cantidad de métodos astrológicos, y la
mayor parte del tiempo el uso de nuevas técnicas complejas
no revelará ningún nuevo tema mayor sino que sólo subrayará
más y tal vez dará un poco más de pormenores acerca de los
temas que los métodos bastante sencillos y tradicionales
muestran claramente. En otras palabras, el empleo de mu
chos de los métodos recientemente popularizados brinda un
conocimiento mayor de la esencia psicológica de la persona
individual de todos los modos con que pueda ser utilizada
inmediata y prácticamente. Muchas de estas ideas nuevas son
interesantes, desafiantes y mantienen firme la promesa de
que se las utilice de modo tal que los estudios estadísticos y
los intentos predictivos produzcan resultados significativa
mente mejores. ¿Pero, qué ocurre con el individuo que tiene
problemas? ¿Cuál es la aplicación de estos métodos en la si
tuación de dar consejos? ¿Y cómo podrán ayudar al astrólogo
que usa la astrología no para convencer a los "cientificistas"
ni para pr-edecir acontecimientos sino para ayudar a los demás
a que se entiendan ellos mismos? Me parece que este es
un ejemplo más que apunta al hecho de que la astrológía se
convirtió en un campo muy especializado y que algunos as
trólogos son primordialmente consejeros, mientras otros son
191
primordialmente investigadores o teorizadores. Lo impor
tante es que el profesional en particular sea consciente de su
papel singular, de su filosofía subyacente y -por sobre todo
de la finalidad que cada cual espera realizar con la ayuda de
la astrología. Si nuestro papel es el de "consejero", ya sea
formalmente a través de una práctica profesional establecida
o informalmente a través del trato principalmente con amigos
y parientes, debemos tener cuidado de no complicar innece
sariamente las situaciones que afrontamos día tras día. Pues
las anécdotas y los problemas humanos arquetípicos son en
realidad muy pocos, y se siguen repitiendo en todas nuestras
vidas con tanta intensidad como si jamás hubieran sucedido
antes. El aconsejar a los demás a fin de ayudarlos en estos
problemas arquetípicos es un arte muy exigente, y nuestro
propósito debe ser el de ayudar a los demá a que logren, en
sus situaciones individuales, la perspectiva que les permitirá
vivir la vida con más plenitud a través de una comprensión
mayor.
192
trata esa presión y cómo encauza esa energía y trata de aliviar
esa tensión es la clave de si una configuración particular se
manifestará, a su tiempo, como un grave problema físico o si
muestra un depósito de energía que podrá destaparse con fi
nes creativos. No debemos subestimar el poder de la mente y
de la voluntad; pues nuestros mismos pensamientos, ideales
y deseos pueden alterar sutilmente las líneas de fuerza dentro
de nuestro campo energético total. Un ejemplo de este proce
so en su forma más simple puede hallarse en la considerable
cantidad de investigación que ha comprobado -incluso a
los cientificistas escépticos- que técnicas de meditación co
mo la Meditación Trascendental alteran marcadamente cier
tos ritmos físicos y constituyen una técnica eficaz para libe
rar la presión.
Otra cuestión digna de repetir es que cada aspecto debe
evaluarse según la naturaleza de los planetas implícitos. Hay
considerables pruebas de que algunos aspectos en trígono co
rresponden a estados destructivos y problemáticos en muchos
más casos que lo que indicarían las ensefianzas tradicionales
acerca de los efectos "benéficos" de los trígonos. Por ejem
plo, el trígono de Neptuno se halla a menudo en mapas de
personas que más bien exhiben tendencias neptunianas nega
tivas: problemas de drogas, escapismo, intereses "espiritua
les" carentes de practicidad o hipócritas, e incluso disocia
ciones psicológicas mayores que se describen como psicosis,
alucinaciones incontrolables, delirios de grandeza, o simple
mente incapacidad para tratar al mundo material con eficacia.
Los trígonos de Urano son casi tan comunes como los aspec
tos más dinámicos de Urano en los mapas de personas que
son particularmente egocéntricas, incapaces de cooperar, da
das al síndrome del sabelotodo, y tan aceleradas emocional
mente en cuanto a sus propios intereses que son extremada
mente impacientes con los demás. Los trígonos de Júpiter
parecen indicar, a menudo, poco más que una tendencia hacia
una perezosa autocomplacencia y una preferencia por cont:iar
más bien en cualquier otra cosa que no sea nuestro trabajo
arduo. Por contraste, los aspectos dinámicos que implican
estos planetas, como dentro de poco los examinaremos por
menorizadamente, se descubre que a menudo simbolizan la
energía que puede expresarse con gran concentración, poder
193
y creatividad, aunque, decididamente, con frecuencia mues
tran conflictos y problemas (a veces simultáneamente). De
manera que si podemos alcanzar el nivel de conocimiento en
en el que empezamos a ver el valor inherente del esfuerzo e
incluso del dolor, en vez de ver a la astrología como un fenó
meno aislado de la vida misma, podremos entonces empezar a
entender los aspectos de un modo exacto, profundo y prácti
co. Mi ley favorita para interpretar los aspectos es:
Los planetas representan, en los signos, los impulsos bási
cos de expresión y las necesidades de satisfacción, pero los
aspectos revelan el estado real de la corriente energética y
cuánto se necesita el esfuerzo personal a fin de expresar un
impulso particular o de satisfacer una necesidad particular.
194
ondas que se armonizan y combinan en una expresión uni
ficada de energías complejas. Por ejemplo, si Mercurio y
Marte están en armonía recíproca, hay una combinación de
las dos energías que podrá producir fuerza mental, el poder
para afirmar nuestras ideas, un sistema nervioso fuerte, y la
aptitud para proyectar nuestras ideas en una acción clara.
Es como si Mercurio prestara su inteligencia para guiar la
autoafirmación marciana, mientras, simultáneamente, Marte
dinamiza la percepción mercuriana y la expresión verbal.
Tal interrelación planetaria podría expresarse visualmente de
esta manera:
...
e!_ �
\ I
I
�-
1 1
... -
195
Mercurio y Marte, un aspecto dinámico entre estos dos pla
netas podrá manifestarse como impaciencia (Marte) para
comunicarse (Mercurio), un fuerte impulso (Marte) para
aprender (Mercurio), la tendencia a afirmar demasiado pre
potentemente (Marte) nuestras ideas y opiniones (Mercurio),
un sistema nervioso irritable, una naturaleza abiertamente
crítica, etc. Sin embargo, si la irritabilidad y la tensión inte
rior se controla y dirige positivamente, ese individuo tal vez
pueda enfocar el tremendo impulso en procura de aprender
a desarrollar excepcionales habilidades que exijan inteligencia
aguda. Tal relación planetaria puede expresarse así:
d'----
/
�-
/
196
ción, mientras otras veces parece totalmente vacía. (Nótese
que, en el diagrama anterior, las líneas de fuerza se juntan y
se separan alternadamente.) Cuando la tensión llega a su pico,
se libera incluso más energía (calor, en el caso del cableado);
y esta energía complementaria puede dirigirse conscientemen
te hacia alguna meta constructiva, o simplemente explotar y
causar problemas en la vida del individuo (en nuestra analo
gía eléctrica, el exceso de calor podría iniciar un incendio).
Un resumen excelente de los aspectos, tanto su teoría co
mo sus significados, aparece en Enciclopedia Astrológica*,
de Nicholas DeVore, libro al que considero un verdadero clási
co en la materia y que es ejemplo de asombrosa e ilustrada
erudición combinada con sentido común. La Enciclopedia
de DeVore señala que todas las estructuras orgánicas están
constituidas por células que, en su forma más simple, son
exagonales, similares a las del panal, y sigue diciendo que
el exágono es el modelo estructural primordial de la ar
monía. Esta idea es apoyada por el hecho "descubierto"
hace poco por ingenieros en el sentido de que el exágono
es el receptáculo más fuerte y económico, algo que las
abejas han estado construyendo durante millones de años.
La parte que trata sobre los aspectos continúa:
197
La astrología postula: que la relaci6n de cuadratura entre
fuentes energéticas es destructiva de la forma, mediante la
liberación de la �nergía encerrada en las diversas estructu
ras que la Naturaleza ha construido; y que los aspectos del
trígono constituyen el lado constructivo de la Naturaleza,
por el que las formas orgánicas son creadas, nutridas y
perpetuadas, que se liberarán cuando se choca con las con
figuraciones destructivas subsiguientes. (pág. 35/36).
198
C6mo la energía corre realmente a través de los aspectos
"mantenedores de la forma" debe ser bastante evidente, pues
to que esos aspectos, en su mayoría, implican combinaciones
de elementos armónicos. Pero valdría la pena mencionar có
mo se libera realmente la energía a través de los aspectos
más dinámicos. Si los aspectos dinámicos implican planetas
en los signos cardinales, la energía liberada se manifiesta co
mo inquietud, tremendas ganas de acción, poniendo en mar
cha nuevas actividades y nuevos proyectos, y afrontando
crisis. La persona es habitualmente emprendedora, ya que
tiene muchos planes y marcha en una dirección muy clara.
Si están implícitos signos fijos, señálanse pa•Jtas consuetudi
narias hondamente arraigadas que generan una potencia
extremadamente concentrada y se manifiestan como una
terca porfía. Sin embargo, una vez que esta energía fluye,
se patentizan aptitudes de vasto alcance y una inusual deci
sión para llevar las cosas a su término. Con signos mutables
implícitos, la energía liberada parece correr primordialmente
a través de canales mentales, manifestándose como un vasto
ámbito de intereses y una necesidad intensa de una amplia
variedad de experiencia para satisfacer los nuevos conoci
mientos que ese individuo anhela.
Algunos aspectos claves de los aspectos mayores deben es
bozarse aquí:
199
expresa mucho más coherente y significativamente que cual
quier otro aspecto de la naturaleza de la persona.
200
trígonos muestran ámbitos de vida en los que podemos ex
perimentar una fácil corriente de energías complejas, a me
nudo dan indicaciones de lo que un individuo hace a fin de
relajarse y disfrutar; y -en términos de karma- podríamos
suponer que estos aspectos muestran, con frecuencia, apti
tudes que hemos desarrollado a través de muchas vidas, ex
plicando de esta manera porqué se manifiestan con tanta
facilidad en la actualidad.
201
persona, que se manifiesta muy intensamente como un de
safío vital en el ámbito de las relaciones personales. A me
nudo hay una marcada falta de objetividad puesto que el indi
viduo tiende a comprometerse en una "proyección" de dife
rentes lados de su naturaleza hacia otros; y así, a menudo
hay alguna dificultad en distinguir qué es lo nuestro y qué es
de los demás. Las cuadraturas y las oposiciones son necesarias
en nuestros mapas individuales y entre dos mapas en sinastría
a fin de que podamos llegar a ser conscientes de nuestras
energías y nuestros deseos. Podríamos decir que necesitamos
las cuadraturas y las oposiciones a desafíos, pero también
necesitamos los aspectos fluidos en pro de recursos con los
que satisfagamos esos desafíos. La tensión implícita en los as
pectos desafiantes implícitos nos obliga a actuar a fin de cam
biar los estados insatisfactorios dentro y fuera; pues, si no ac
tuamos y afrontamos los desafíos, entonces vivimos en un
estado de frustración y desorden interiores.
202
desafiantes, y se me ocurrió que muchas de esas personas
nunca aprendieron a enfrentar los problemas o desafíos. A
menudo viven en su propio mundo (habitualmente un mundo
de delirio); y muchos de sus problemas parecen creados por
ellas mismas en esta misma vida, en vez de surgir de un karma
difícil del pasado.
203
fiantes debe considerarse que indican estas clases de apegos:
204
de alcanzar la libertad de expresión sin restricción y en los
que sentimos la necesidad de emoción y experimentación
constantes. Es en esos ámbitos de vida donde queremos ser
diferentes de todos los demás, donde queremos ampliar
nuestra independencia respecto de tradiciones que nos atan
y de condicionamientos pasados, y donde a menudo hay una
marcada capacidad para la originalidad, la inventiva y una
objetividad sin prejuicios. Sin embargo, aunque exista la capa
cidad para tales modalidades positivas de expresión en cual
quier persona que tenga la vibración uraniana tocante a algu
na dimensión de su vida (en otras palabras, que tenga a Ura
no en algún íntimo aspecto mayor con algún planeta personal
o con el Ascendente), debemos recordar que Urano represen
ta una vibración muy tensa, temperamental o rápidamente
cambiable. En una fracción de segundo, puede haber un cam
bio (o "repolarización") de un extremo al otro, y la necesi
dad constante de emoción y cambio, a menudo sin finalidad,
puede inducir porfía, impaciencia y fanatismo. Al considerar
los aspectos con Urano, como con los aspectos de los demás
planetas trans-saturninos, es engañoso evaluar una configura
ción particular como que sea probable que se exprese a priori
constructiva o destructivamente; pues, más que cualquier
otro planeta, Urano representa el nivel de consciencia en el
que pensamos y actuamos de un modo y de ambos modos
más bien que de una u otra manera. En otras palabras, una
persona uraniana expresa habitualmente una de ambas pola
ridades: la positiva y la negativa; y tal vez exprese ambas
¡simultáneamente!
206
del otro, nos guste o no, afrontamos la libertad de expe
rimentar nuevos modos de vivir.
207
que a menudo descubren que la cooperación necesaria en ta
les esfuerzos pone marcadamente a prueba su paciencia. En la
naturaleza de estas personas hay casi siempre un poderoso
rasgo de independencia, y con frecuencia actúan basadas en
el supuesto de que tienen derecho a hacer cuanto quieren, sin
tener en cuenta las responsabilidades o deberes diversos que po
drían haber asumido. Descubrimos en muchas de estas perso
nas la actitud terca y de sabelotodos, aunque las que tienen
los aspectos desafiantes tienden a ser ejemplo de este rasgo
más que las otras.
En el mejor de los casos, estas personas son verdaderamen
te científicas en el sentido literal de la palabra; o sea, están
dispuestas a intentarlo todo, por lo menos una vez, a fin de
poder conocer por su propia experiencia qué es cierto y qué
no lo es. Las que tienen a Urano en un aspecto íntimo con el
Sol exhiben, a menudo, cualidades y energías que se asocian
comúnmente con Sol en Acuario. Estas personas también
tienden a experimentar periódicos cambios radicales en sus
estructuras vitales y en su modalidad de expresarse personal
mente, puesto que, cuando cualquier tránsito o progresión
importante activa al Sol, también activará a Urano.
La diferencia primordial entre los aspectos fluidos y desa
fiantes de este tipo podrá contemplarse de este modo: los
que tienen los aspectos fluidos son habitualmente capaces
de integrar sus nuevos conocimientos, impulsos y experi
mentos dentro de la estructura vital que ya establecieron;
mientras que los de aspectos desafiantes experimentan, a
menudo, una tensión que los impulsa a traspasar su modo
corriente de vida y a internarse en lo desconocido de un mo
do mucho más radical. Con los aspectos fluidos, la conscien
cia de la persona puede transformarse y el estilo de vida alte
rarse gravemente de modo periódico, pero habitualmente
tiene aptitud para construir las nuevas actitudes y orientacio
nes sobre los cimientos de las viejas; mientras las que tienen
los aspectos más dinámicos creen, a menudo, que tienen que
eliminar todos los restos de lo viejo a fin de liberarse total
mente para experimentar las posibilidades inherentes de las
nuevas semillas que se están sembrando. Ambas obtienen re
pentinos destellos intuitivos, pero -aunque estos destellos
pueden a veces ser marcadamente inexactos e inconfiables
208
en ambos casos- las personas de aspectos dinámicos tienen
una tendencia más fuerte a irse a los extremos de opinión
sin atender a la exactitud.
Con los aspectos fluidos y desafiantes, el individuo tiene la
aptitud para bucear en las nuevas fronteras del pensamiento y
de la acción; pero la diferencia parece ser que las personas de
aspectos desafiantes con frecuencia no pueden manejar el
impulso hacia el cambio y hallan difícil soportar la tensión
que se desarrolla. Por tanto, a menudo parecen impulsadas
a efectuar apartamientos radicales de la norma o de sus vie
jos modos de vida, simplemente como si se liberaran de la
tensión. Las personas de aspectos desafiantes, por tanto, de
jan de lado, a menudo, lo que los demás podrían retener.
Emocionadas como están con las posibilidades de horizontes
de vida nuevos y más libres, parecen juzgar que el modo más
rápido de seguir hacia lo nuevo es simplemente desechar lo
viejo sin reservas o sin rastros de sentimentalismo. Y porque
creen en lo que hacen y en su derecho a hacer casi todo, no
guardan sus planes en secreto; tienden a ser incomprometida
mente sinceros y honrados, aunque a menudo carecen de tac
to y son insensibles respecto de lo que los demás sienten. Co
mo lo dice mi editor con Sol en conjunción con Urano,
cualquiera que sea el aspecto, las personas de Sol-Urano tie
nen la tarea de expresar plenamente su individualidad como
testimonio de la singularidad y del valor de cada persona.
Yendo más allá del mero egocentrismo, estas personas pueden
ser canales para la vibración verdaderamente humanitaria
de Urano.
209
no quiera adaptarse a ninguna influencia externa y prefiera
tan sólo mantener su impulso corriente de la acción iniciada
por él. Los aspectos desafiantes pueden manifestarse también
de parecido modo, inflexible en algunos casos, pero en otros
hay un fuerte impulso hacia el cambio y la emoción, lo cual
hace que la persona acepte de buen grado los estímulos ex
ternos en procura de una revisión de su estilo de vida. De
modo parecido, aquellos cuyos mapas contienen los aspec
tos dinámicos de Urano con la Luna tienen poca opción, sal
vo la de acostumbrarse a la necesidad de cambios radicales
periódicos en sus vidas, a partir de sus primeros años. Ambos
tipos de aspectos pueden entenderse mejor relacionándolos
con el significado esencial de la Luna en Acuario, donde
encontramos una fuerte necesidad de variedad y cambio
junto con un fuerte impulso a tener el control, y, de esta
manera, una resistencia a cambiar de parecer. ( ¡Acuario
es un signo fijo!) Acuario es un mezcla compleja de apertu
ra experimental hacia algo nuevo y diferente y una tenden
cia hacia una adhesión inflexible, inclusive fanática, a una
idea o actitud. Tal complejidad es especialmente fuerte si
la Luna está en Acuario, y cualidades similares son evidentes
en aquellos cuyos mapas contienen aspectos de Luna-Urano.
La intuición es particularmente incisiva en quienes tienen
estos aspectos (aunque puede argumentarse que los aspectos
fluidos indican un tipo de intuición más confiable y firme),
puesto que la Luna es un planeta receptivo e intuitivo. Los
de aspectos desafiantes tienen a menudo un deseo conscien
te o un impulso interior de cambiar su identidad de modo
radical y de liberarse de los condicionamientos pasados en
los que se basa su viejo sentido personal. Esto se refleja en
el hecho de que muchas de estas personas experimentan uno
o más cambios de nombre durante esta vida (distinto del
cambio habitual de nombre, que las mujeres aceptan tradi
cionalmente al casarse). A veces, esto le ocurre a la persona
cuando es joven y, por ejemplo, tiene un cambio de padres;
y otras veces, parece escoger el nuevo nombre debitlo a su
simbolismo transformador.
Carl Payne Tobey, que escribió algún material particular
mente incisivo sobre aspectos, sefiala que los que tienen los
aspectos desafiantes de Urano experimentan decisiones que
210
"llegan como la marea que hace estallar la represa". Por lo
común, hay muchos desplazamientos e inquietud, y los hom
bres con estos aspectos (de todo tipo) descubren con frecuen
cia que el casamiento tradicional y la monogamia son riguro
samente restrictivos de su necesidad de experimentar muchas
modalidades de expresión emocional. Tobey señala también
que los aspectos fluidos de Urano con la Luna producen, a
menudo, cualidades extremadamente singulares y útiles, co
mo método marcadamente eficaz en muchos ámbitos de la
actividad. Tobey escribe que "los reflejos excelentes nos per
miten reaccionar bien ante casi toda situación dada", y expre
sa que estas personas pueden depender de la intuición correc
ta en el tiempo correcto; reaccionan instantáneamente con un
curso apropiado de acción. Esta idea señala el hecho de que
las personas con Urano en aspecto íntimo con planetas perso
nales (especialmente con Sol, Luna y Mercurio) tienen apti
tud para extraer información y conocimiento de otras di
mensiones en una fracción de segundo para ocuparse de cual
quier problema. Lo único necesario a fin de utilizar esta in
formación es una aguda aptitud para discriminar entre el
conocimiento objetivo verdadero y las meras opiniones faná
ticas, cargadas de emociones.
211
ciente con la lentitud con que los demás piensan. Sin embar
go, si la mente de la persona está claramente armonizada con
Urano, las ideas producidas de esta manera se ven retrospecti
vamente como muy lógicas, aunque el individuo pareciera
dar un salto sobre unos pocos pasos analíticos para llegar a
sus propias deducciones. Una persona con estos aspectos
está también habitualmente impaciente con el sistema tradi
cional de educación formal, que da tan poca cabida al pensa
miento creativo y original y que limita nuestro pensamiento
imponiendo rígidas fronteras en el alcance de la verdad que
nos está permitido percibir.
De ahí que, aunque la mente de tal persona parezca a me
nudo funcionar más a través de la intuición que de la lógica,
habitualmente hay en funcionamiento un proceso lógico
cuando la armonización es aguda. Pero estas personas están
casi siempre muy tensas, son pensadores algo excéntricos,
cuyo alcance de ideas originales es amplio, aunque de calidad
para nada coherente. En casos extremos, la persona parece
rendir culto al conocimiento intelectual y ser proclive al sín
drome del sabelotodo. Y en casi todas las personas cuyos
mapas contienen estos aspectos, la tendencia a que las abru
men trémulos destellos de intuición o nuevas tangentes de
pensamiento las llevan a parecer incoherentes y mentalmente
indisciplinadas. Uno de los factores claves de este tipo de per
sona es que se entusiasma tanto con sus ideas y se infatúa
tanto con su actividad mental que raras veces llega a detener
se bastante como para escuchar a los demás o para absorber
la clase de retroalimentación que necesita a fin de pulir sus
impresiones mentales originales. Esta impaciencia, especial
mente cuando el aspecto es uno de los desafiantes, es pues, y
con frecuencia, un detrimento de la capacidad de esa persona
para relacionarse fácilmente con los demás; pues, ¿cómo po
dremos relacionamos si no somos capaces de sentamos bas
tante tiempo para oír,el punto de vista de otra persona? La
oposición de Urano y Mercurio se manifiesta particularmente
como un funcionamiento mental irregular. Esta persona po
drá ser, alternadamente, brillante -con memoria fotográfica
y comprensión rápida de nuevas ideas- y, en otras ocasiones,
distraída y fanáticamente empecinada. Aunque los impulsos
mentales sean irregulares, parece que la persona con cual-
212
quier aspecto de estos dos planetas tiene la habilidad de
penetrar en su depósito de conocimiento e intuición siempre
que sea verdaderamente importante hacerlo. Cuando las
cosas andan mal, las aptitudes mentales entran en juego con
pleno vigor. Por ejemplo, sé de un médico con Mercurio en
oposición a Urano que jamás estudió, durante sus años de
facultad de medicina, salvo inmediatamente antes de las
pruebas. Para entonces, recorría simplemente el material
necesario, "fotografiándolo" mentalmente, e inevitable
mente solía obtener altas calificaciones. A su tiempo se
recibió tercero en su promoción. En el nivel personal, no
tiene amigos íntimos puesto que es incapaz de comunicar
se armónicamente con los demás y puesto que es tan impa
ciente con los demás que nadie se siente cómodo estando
alrededor de él. Es fanáticamente terco y la liberalidad habi
tualmente asociada con estos aspectos es escasa en él. Asi
mismo, es también un ejemplo del tipo de persona con este
aspecto de oposición cuyos principales problemas de la vida
brotan de la incapacidad para comunicarse eficazmente.
213
perversión sexuales. Por supuesto, hay alguna verdad respec
to de tales aspectos con estos tipos de experiencia; pero, co
mo escribe Carter, estos aspectos "no inclinan a la promis
cuidad ni al vicio vulgar, y es probable que se haya exagerado
en extremo su conexión con la perversión sexual". Si acepta
mos que hay casos en los que tales aspectos parecen correla
cionarse con este tipo de conducta, la mayoría de las perso
nas cuyos mapas tienen tales aspectos expresan estas energías
de modos más sutiles. Habitualmente, hay una fuerte necesi
dad de excitación emocional y aventuras románticas, pero el
grado de sensualidad y sexualidad implícitos dependerá pri
mordialmente de la ubicación del signo, junto con otros fac
tores del mapa. Si Venus está en Escorpio o Tauro, por ejem
plo, hay muchas más posibilidades de experimentación sexual
que si Venus está en Libra, Géminis o Leo; pues Venus en al
gunos signos necesita más intensamente la expresión física
que Venus en otros signos a fin de lograr una sensación de
intimidad y liberación emocional. Habitualmente hay un
deseo de experimentar con muchas clases de relaciones y de
insistir sobre un grado extraordinario de libertad en nuestros
contactos íntimos; y, en algunos casos, esta necesidad se ex
presará ciertamente como de tipo homosexual, bisexual,
orgiástico, y otros, de conducta culturalmente inconvencional
(pues Urano, después de todo, ¡nos insta a romper con las
normas culturales de manera radical!). Sin embargo, la mayo
ría con tales aspectos, especialmente los ángulos fluidos, ex
presará lo que Tobey llama un "amable inconvencionalismo";
se interesará vigorosamente por el sexo opuesto en la mayoría
de los casos y casi siempre por una vida social activa que in
cluye una variedad vasta de personas no siempre conven
cionales.
Los aspectos fluidos de Venus y Urano revelan, a menudo,
la aptitud para acompañarse armoniosamente de toda clase de
personas con mentalidad abierta. Los principales problemas
indicados incluso en estos aspectos relativamente armoniosos
son la variabilidad y la impersonalidad que pueden hacer que
la persona se canse con facilidad con cualquier relación que
deje de ser especialmente excitante. La combinación de
Urano impersonal y solitario con Venus sensible y orientado
hacia la persona, no es el más compatible de los intercambios;
214
pero los aspectos fluidos no se manifiestan, por regla general,
con la cualidad casi problemática ejemplificada en los aspec
tos desafiantes.
La inquietud emocional de esta combinación llega a su eta
pa más intensa en los aspectos dinámicos, en los que a menu
do hallamos personas cuya egocentricidad, frialdad, insensibi
lidad e insistencia en su derecho a experimentar sin considera
ción hacia los demás crean un caos en sus relaciones más im
portantes. La conjunción, la cuadratura, el quincuncio y la
oposición podrán manifestarse todos de maneras algo pareci
das; pero la oposición entre Venus y Urano es especialmente
indicativa de graves problemas de relación, puesto que no só
lo Venus mismo sino también la naturaleza del aspecto de
oposición simboliza relación. El egocentrismo que caracteriza
estos aspectos dinámicos ha sido sefialado a menudo, pero
raras veces se lo explicó en términos de la dinámica interior
en acción. Estas personas temen, a menudo, amar en un nivel
íntimo y personal; pues, con frecuencia creen que tal come
tido restringirá su libertad emocional. Hay una cualidad irre
gular y tensa en el campo energético emocional; que se mani
fiesta como una muy tensa "susceptibilidad" e inseguridad,
aunque tal vez eso no sea inmediatamente evidente. Hay una
tendencia a no dejarse amar (salvo irregularmente) debido al
hábito de retraerse espasmódicamente de todo compromiso
emocional. El sentir miedo de que nos hieran nos asegura que
ciertamente nos herirán, y el miedo a que los rechacen es muy
común en quienes nacieron durante cualquiera de estos aspec
tos dinámicos. De ahí que estas personas traten inconsciente
mente de imponerse sobre sus sentimientos dándoles a sus
compañeros, amantes o amigos este mensaje sutil: "En reali
dad, no te necesito". Y en consecuencia, tienden a conceder
a la otra persona muchísimo espacio en nombre de la liber
tad. Sin embargo, a veces es demasiado espacio, y empieza a
crecer un abismo entre esas dos personas. El compafiero
puede recibir el mensaje: "Estoy aburrida de ti. No necesito
tu presencia". Y de ahí que las personas con estos aspectos
estén despertando rechazo u obligando al compafiero a que
vaya a otra parte en procura de un profundo afecto perso
nal. En algunos casos, una persona cuyo mapa tiene uno de
estos aspectos se manifiesta muy egocéntrica, de conducta
215
insensible, mientras, simultáneamente, se queja porque
"nadie me ama". En este caso, podría suponerse que este
modo de encarar las relaciones es un sobrante kármico de
vidas pasadas, pero el hecho importante es que es una pau
ta energética viva de esta misma vida. Y el individuo está
creando en la actualidad su aflicción representando las vie
jas pautas. A menudo parece que una de las finalidades
transformativas del hecho de haber nacido con tal aspecto
es que debemos aprender cómo dar (Venus) libremente
(Urano), pero hacerlo con algún grado de equilibrio y sen
sibilidad, sin desapegarse de los sentimientos humanos.
216
entre Marte y Urano son comunes en los mapas de los sana
dores, inventores y "supervendedores" que simplemente
abruman al comprador potencial de sus productos. El sa
nador llamado "Sefíor A" en el excelente libro de Ruth
Montgomery "Nacida para Curar" nació con Marte en cua
dratura con Urano y su biografía revela las increíbles curas
que pudo efectuar con el uso de estas energías formidables.
Mucho depende de cómo Marte y Urano se relacionan con los
demás planetas en el mapa y de la posición del signo de Mar
te. Si uno u otro, o ambos están en un aspecto fluido con uno
de los otros planetas personales o con Saturno disminuye la
posibilidad de expresión de violencia por parte del individuo.
Las cuestiones que deben considerarse cuando se evalúan es
tos aspectos de cualquier mapa son: "¿Cuán bien controlada
y dirigida está esa energía, y la persona está envuelta en acti
vidades que puedan absorber tan intensa energía?" Una de las
mejores características de esta clase de liberación de energía
es que la persona es habitualmente capaz de manejar toda
clase de desafíos y emergencias. De hecho, a menudo los sale
a buscar, a veces inconscientemente. Como lo expresa Carter:
"A menudo el carácter se muestra mejor en momentos de
peligro ... "
Los aspectos dinámicos tienden, en particular, hacia una
total falta de paciencia, y la incapacidad de la persona para
detener y atemperar su extremismo es tal vez el peor rasgo
de esta combinación. La porfía no está falta, en algunos ca
sos, de fanatismo, y la necesidad de una excitación más bien
cruda es a menudo abrumadora. Como escribe Carter tal per
sona "quiere salir con la suya a toda costa". Si el individuo
puede experimentar la excitación que quiere de una forma
más depurada y concentrada, estos aspectos podrán ser insó
litamente creativos. Pero, en la mayoría, el deseo de libertad
y la total desatención respecto de cualquier género de restric
ción es tan fuerte que forma una vibración claramente irri
tante y perturbadora en el campo energético de esa persona.
En tales casos, la evaluación de Carter es apropiada: "el nati
vo... frecuentemente no se adapta bien a la existencia ordina
ria; es claramente desfavorable para la vida de casado o para
todo modo de vivir restringido u ordenado..." Asiduamente,
me he preguntado si estos aspectos no son, en muchos casos,
217
un sobrante de experiencia de guerra de vidas pasadas o de
que la persona fue instruida en formas extremas de rudeza
física o psicológica.
En resumen, podemos decir que los aspectos de Urano con
todos los planetas personales (y particularmente con los as
pectos desafiantes) indican fases de crecimiento en los que
nuestras actitudes, armonizaciones energéticas y estructuras
básicas de vida se transforman radicalmente, permitiéndonos
de esta manera liberarnos de viejas pautas de ser que tal vez
inhiban nuestro desarrollo. Los uranianos son, pues, desafia
dos a que aprendan cómo equilibrar su necesidad de libertad
con las responsabilidades a las que se comprometieron. Al
electrizarse y agitarse intensamente, una dimensión especí
fica de la experiencia (simbolizada por el planeta que aspecta
a Urano) sufre una transformación, apresura así nuestro creci
miento, y nos permite lograr una extraordinaria amplitud de
experiencia en un tiempo comparativamente breve. Mediante
la influencia de Urano, somos impulsados dentro del futuro
y lanzados rápidamente a una nueva experiencia de elevadas
probabilidades y con la posibilidad de gran apertura y ob
jetividad.
218
presar la naturaleza esencial de Neptuno sea decir que sus
aspectos representan modos en los que tratamos de escapar
de toda limitación: tradición, ego, el mundo material y la
rudeza de la vida cotidiana. Aunque muchos libros expresa
ron exactamente que los aspectos de Neptuno se relacionan
con la imaginación y que los aspectos desafiantes a menudo
revelan decepción, confusión y disipación, habitualmente no
logran recalcar el hecho más importante sobre los aspectos
de Neptuno: a saber, que todo aspecto íntimo de Neptuno
con un planeta personal o con el Ascendente indica la posibi
lidad de llegar a la comprensión inmediata de la dimensión
espiritual de la experiencia y la unidad de toda la creación; y
que los aspectos desafiantes, con más frecuencia que los as
pectos fluidos, se manifiestan como los pasos definidos que
un individuo da para incorporar los ideales espirituales a su
vida diaria. Es cierto que tales aspectos pueden expresarse de
maneras negativas como el auto-engafio, el egotismo sel_ldo
espiritual, el escapismo autodestructivo, y el hábito de eludir
toda responsabilidad para con uno mismo y con los demás.
Sin embargo, incluso tales manifestaciones negativas de estos
aspectos son, a menudo, una indicación de que la persona
está, por lo menos, empezando a sentir la agitación de los
más profundos anhelos del alma, pero que todavía no apren
dió el significado esencial de estos sentimientos ni cómo
discriminar entre los diversos modos de tratarlos. A menudo,
hay confusión debido al hecho de que la persona contempla
aún al mundo exterior en procura de la realización de los es
tados superiores de consciencia o de una experiencia plena de
un ideal espiritual. Esto conduce naturalmente a la desilusión,
puesto que, en esencia, Neptuno representa una armonización
con los ilimitados recursos del mundo interior y con la reali
dad de los niveles intangibles de la experiencia. De hecho,
podemos definir los aspectos desafiantes de Neptuno como
fases de la vida en las que aprendemos acerca de valores y
realidades espirituales de modo sutil, experimentando desilu
sión a pleno. La dimensión de la experiencia en la que con
frontamos esta desilusión es simbolizada por el planeta en
íntimo aspecto con Neptuno.
Como lo mencionamos en el Capítulo 111, los aspectos nep
tunianos desafiantes son, a menudo, más creativos y producti-
219
vos que los ángulos fluidos. De hecho, a los aspectos dinámi
cos de Neptuno con los planetas personales podríamos lla
marlos "aspectos del buscador espiritual". Por supuesto, esto
no significa que todos los que tengan tales aspectos en sus
mapas proseguirán conscientemente una orientación espiri
tual en sus vidas; sino que indica que, cuando un consejero
astrológico vea un íntimo aspecto desafiante entre Neptuno y
un planeta personal en un mapa individual, debe estar seguro
de explorar las inclinaciones espirituales más profundas de la
persona de un modo empático, más que concentrarse simple
mente en los problemas de la vida diaria con los que tales
aspectos se correlaci911an a menudo. Recalcando de este mo
do el significado más profundo de tales aspectos y la signifi
cación de los anhelos más hondos del individuo, el astrólogo
descubrirá a menudo que el cliente es ayudado para que ob
tenga una perspectiva totalmente nueva en varias dificultades,
animándoselo a que contemple tales sectores de confusión
como espiritualmente significativos y -de hecho- ¡como
espiritualmente deseables! Pues, cuando tomamos un punto
de vista espiritual, toda nuestra perspectiva cambia radical
mente: lo que otrora contemplábamos como un problema
mayor se convierte en una bendición, y lo que una vez vimos
como aflicción a soportar dolorosamente se toma un sendero
que conduce hacia una apertura mayor rumbo a una realidad
más trascendente e inspiradora.
Puesto que el significado general de Neptuno y sus aspec
tos fue explorado en el Capítulo 111, ahora podremos proce
der a establecer ciertos principios básicos para guiarnos en la
comprensión de estos aspectos. El lector tal vez quiera, por
tanto, volver a ver la parte última del Capítulo III antes de
leer los siguientes principios:
220
y de acción". Este estado de incertidumbre tiende a
seguir siendo problemático hasta que comprendemos
que es necesario actuar de modo claro y formular com
promisos desde nuestro punto de vista necesariamente
limitado mientras estamos en el cuerpo físico. En otras
palabras, mientras estamos en el plano relativo, tenemos
que actuar en el plano relativo, aunque nuestra actitud
espiritual nos diga que tal percepción limitada es irreal
e ilusoria. Nunca podremos conocer todas las implican
cias más sutiles de cualquier acción o la totalidad de
nuestro karma futuro; de modo que tenemos que vivir
en el presente, limitándonos a hacer lo mejor de nuestra
parte y dejar el resto al Señor. Como lo dice un maestro
espiritual, en este plano debemos ser "actores sinceros",
representando pues completamente los roles que nos ca
yeron en suerte: estando en el mundo pero sin pertene
cer a él. Es necesaria una discriminación espiritual aguda
y muy depurada a fin de manejar toda fuerte influencia
neptuniana si no hemos de caer víctimas de la intrigante
pero autoengañosa seducción de su magia.
221
varios guías espirituales, formas astrales o maestros espi
rituales. Esto es lo que el doctor Davidson llamó la
"bendición angélica", o sea, la protección y la guía rea
les procedentes de otros planos del ser. Por ejemplo, es
muy común encontrar norteamericanos ( especialmente
jóvenes) que saben que tienen guías espirituales que, en
encarnaciones pasadas, fueron indios americanos y que
están particularmente bien versados en comunicación
entre los diferentes planos de la vida, puesto que mien
tras estuvieron en la tierra su instrucción los prepa
ró para tal trabajo. Sin embargo, cuando empezamos a
hablar de guías espirituales y fenómenos parecidos, de
bemos tomar nota del hecho de que ésta es una región
de la experiencia neptuniana en la que debe usarse ab
soluta honradez y aguda discriminación; pues muchos
neptunianos evidentemente se pierden en autoengaflos
de este tipo y ellos mismos se envuelven sobre cuán es
pirituales y "clarividentes" son. Esto es así puesto que,
a menos que estemos cabalmente afirmados y seamos
honrados con nosotros mismos, Neptuno nos induce a
creer lo que queremos creer y a ver lo que queremos ver.
Hay una línea finísima entre "imaginación" (basada en
imágenes mentales) y la experiencia directa real de las
realidades espirituales.
222
mente de manera más elevadora y depurada. Obrando
así, la confusión, el escapismo autodestructivo y la invo
lucración del ego prevaleciente en el pasado puede redu
cirse lentamente a medida que la persona se afianza más
y toma más consciencia de las implicancias más sutiles
de sus ideales.
d) Todo planeta en aspecto íntimo con Neptuno está muy
sensibilizado y la dimensión de la experiencia que sim
boliza está expedita para que se depure, inspire y -en
algunos casos- incluso "espiritualice". Sin embargo,
dándonos esta elevada sensibilidad y abriéndonos a los
niveles desconocidos y trascendentes de la experiencia,
la armonización neptuniana también nos vuelve procli
ves a la sobresensibilidad que nos vacía de energía y a la
credulidad, si nuestra acrecentada apertura nos deja de
masiado indefensos y confiados.
El refinamiento y la sensibilidad que Neptuno representa
son, por supuesto, cualidades positivas en su esencia, pero
tales cualidades y las actitudes hacia la vida que resultan no
son particularmente familiares en el mundo material. Una
sutileza y una receptividad tales deberán resguardarse y pro
tegerse si es que los demás no han de digitarnos, disipándose
de tal manera nuestras energías. El modo de vivir en el mun
do material, si tenemos este grado de sensibilidad, es ser
"prudente como una serpiente y sencillo como una paloma".
La vibración neptuniana nos deja tan vulnerables como para
que nos usen, se aprovechen de nosotros, nos engaffen, y nos
sintamos responsables por cosas que realmente no nos intere
san (a causa de una abundancia de compasión) que debere
mos aprender cómo protegernos sin cerrarnos a los aspectos
positivos de tal sensibilidad. Un sabio le dijo un día a una
serpiente que no volviera a morder a nadie, pues hacer eso
era malo. La serpiente siguió el consejo, pero descubrió que
los lugareffos la hostilizaban constantemente, y los niffos, al
advertir que la serpiente no mordía más, la apaleabari. Enton
ces, la serpiente acudió al sabio y, quejosamente, le contó su
dilema: "¿Cómo podré seguir siendo inofensiva y no intentar
herir si se aprovecharán de mi gentileza?" El sabio le replicó:
223
"Te dije que no mordieras, pero no te dije que no silbaras!"
¡Quizá los neptunianos deban cultivar la aptitud para silbar!
Ahora podemos examinar los diversos intercambios entre
Neptuno y cada planeta personal, subrayando el significado de
los aspectos dinámicos como lo hicimos con Urano en la pri
mera parte.
224
una vigorosa corriente de autoengaño; y, especialmente en el
caso de los aspectos desafiantes, hay casi siempre falta de
clara autoconciencia y de perspectiva realista acerca de uno
mismo. El autoconocimiento exacto y práctico es raras veces
evidente, pues la persona tiene dificultad para verse objetiva
mente. Esta persona necesita retroalimentarse de los demás
a fin de empezar a desarrollar un sentido más claro de sí
misma. Puesto que la persona tiene tan poca intuición respec
to de sí misma y de sus motivaciones, con frecuencia es parti
cularmente fácil que la engañen. Como lo expresa Carter:
"Del nativo, por regla general, se aprovechan, a través de su
vanidad o de sus simpatías, o de ambas cosas". Sin embargo,
la persona es habitualmente compasiva y sensible (al menos,
de un modo genérico e impersonal), y a menudo se caracteri
za por sus elevados ideales espirituales, estéticos o humanita
rios. El problema principal es que la persona rehusa con tanta
frecuencia enfrentar la verdad acerca de ella misma, aunque
esta verdad sea positiva y estimulante; y, por tanto, tal vez
descuide concentrar sus posibilidades creativas, puesto que
subestima comúnmente sus propias aptitudes.
225
Con frecuencia, hay gran idealización de uno o de ambos
padres ( ¡no siempre la madre!); y en los mapas de hombres,
un aspecto desafiante (incluida la conjunción) indica, a me
nudo, gran dificultad para hallar compañera que guarde pro
porción con sus expectativas inalcanzables y su idealización
irrealista de las mujeres (habitualmente, incluida la madre).
Hay, pues, hambre de alimento emocional, de cuidados, de
comodidad que es extremadamente difícil de satisfacer;
pues ningún ser humano imperfecto podrá satisfacer jamás
la imagen totalmente dadora y desinteresada que las perso
nas de Luna-Neptuno proyectan sobre los demás. Empero,
ésta es, a menudo, la clase de persona que aquella otra busca
inconscientemente. Puesto que la Luna simboliza la pauta
subconsciente de condicionamiento, aquí la capacidad de
autoengaño es incluso más fuerte que en los aspectos entre
Neptuno y el Sol (el yo consciente). De ahí que todo as
pecto dinámico íntimo de estos dos planetas reclame una
inexorable decisión de ser honrados con nosotros mismos
y de evitar la senda de eludir situaciones que revelen la dura
verdad sobre nuestros deseos y necesidades reales. Si el indi
viduo con tal aspecto concreta positivamente su devoción a
un ideal viviéndolo en vez de tan sólo esperarlo, tal persona
podrá convertirse en un canal para ilimitadas intuiciones
espirituales y una compasión realmente divina.
226
la mente al reino del infinito y a la percepción inmediata de
sutilezas que pueden expresarse más fácilmente en imágenes,
símbolos o arte que por medio de fraseología lógica. De
hecho, estas personas hallan, a menudo, palabras para ser
frustrantes, son la excepción de las que desarrollan aptitud
poética. Hay a menudo talento literario, pero es habitual
mente poesía, ficción, fantasía o géneros más bien ocultistas
místicos que tratados o ensayos sistemáticos. Debido al he
cho de que las percepciones se sintetizan en el nivel en el que
la persona halla difícil organizar sus pensamientos, tales per
sonas, a menudo, parecen menos perceptivas e inteligentes
de lo que realmente son; y, por observación casual de los
intentos de comunicación de tal individuo, podemos dedu
cir que la persona está perdida sin esperanzas en pensamien
tos caóticos. Pero, al mismo tiempo, esta persona puede estar
sintonizándose con usted en niveles superiores y tomando los
deseos y motivaciones subconscientes de usted. Este poder
muy intuitivo es lo que a la persona le permite eludir las in
tenciones de los demás, o, en algunos casos, incluso mane
jar a las personas, mientras no revelan sus verdaderos pensa
mientos; pues la persona puede leer a los demás como si
fueran un libro, mientras simultáneamente mantienen total
mente en secreto sus percepciones y deseos. (Cualidades pa
recidas se encuentran también en algunas personas que tie
nen aspectos de Plutón/Mercurio.) Naturalmente, la comuni
cación verdadera es imposible con tal conducta; y una rela
ción fácil en un nivel claro y auténtico es inhibida por te
mores nebulosos y deseos subconscientes de creer lo que
queremos creer, sin atender a los hechos u opiniones que los
demás puedan expresar.
Los aspectos desafiantes se manifiestan, a menudo, como
el individuo que es incapaz de controlar su mente vagabunda
cuando reúne sin finalidad ni objetivos toda clase de percep
ciones inconexas y tangenciales sin rastro alguno de discipli
na. Una notoria falta de concentración es evidente con fre
cuencia, y el tratar de comunicarse claramente con estas
personas enfurece especialmente a los que exigen que todos
los pensamientos se expresen con algún grado de lógica y
precisión. De hecho, la comunicación real es a veces imposi
ble con tales personas, a menos que podamos sintonizar las
227
impresiones sutiles que la mente neptuniana trata de expre
sar. El hábito de eludir los hechos simples y claros inclina a
estas personas a toda clase de problemas. Por una sola cosa
hay a menudo mucha preocupación sin sentido, que podría
aliviarse algo si la persona enfrentara las realidades inmedia
tas del momento actual. El engaño (a menudo inconsciente)
es especialmene común con estos aspectos, especialmente los
desafiantes, puesto que Mercurio es el planeta de la comuni
cación y la racionalización. De ahí que, a ment'ido, exista la
aptitud para racionalizarlo todo, mientras no se enfrenta la
verdad acerca de las propias motivaciones. Sin embargo, en el
mejor de los casos, aún cuando el aspecto es dinámico, la
persona podrá tener una mente extraordinariamente creado
ra, armonizada con ideales elevados y claras visiones del futu
ro, e inspirada por sentimientos espirituales o religiosos. Tal
persona manifiesta a menudo una gran aureola de misterio y
carisma cuando habla, que tiene una elevada carga de ener
gía proveniente de la armonización con los planos superiores
de la consciencia.
228
dir comprometerse en cualquier relación íntima humana. Es
como si la atención de la persona se preocupase por el amor
ideal sofiado, la unión perfecta inexistente pero remotamen
te posible; y esta preocupación emocional conduce a una con
ducta esquiva para con toda persona con la que hay una rela
ción inmediata. Podríamos decir que los sueños nebulosos
( ¡y a veces los temores nebulosos!) inhiben a la persona para
que establezca una relación real; ¡y entonces la persona se
pregunta porqué sus relaciones le fallan con tanta asiduidad!
Naturalmente, es imposible tener una relación de una sola
mano, y todo el que trate de relacionarse honradamente y
por completo con una persona con orientación Venus-Neptu
no no podrá dejar de frustrarse ante la evasividad de esa otra
persona y su conducta no comprometida. El problema no es
que una persona con tal armonización no ame; de hecho, tal
individuo es habitualmente de corazón muy benévolo y com
pasivo. Más bien, el problema es que el amor que la persona
siente está desenfocado y difuso ( ¡Neptuno!). Los sentimien
tos son tan genéricos y omniabarcantes como para que se
encaucen fácilmente sólo hacia una persona. La misma armo
nización genérica se encuentra en los que tienen a Venus en
Piscis. Como un amigo mío describió una vez a este tipo de
persona: "S{, son amorosas; pero ¿cómo podrás saber que
tú significas algo especial para ellas, puesto que ellas son de
ese modo con todo el mundo?" De manera que parece que
las combinaciones de Venus-Neptuno están más familiariza
das con los afectos que pueden dispensarse a muchas perso
nas en vez de limitarse tan sólo a un individuo.
Debido a la magnanimidad y la intensa compasión que ta
les personas sienten, a menudo los demás se aprovechan de
sus sentimientos. Es relativamente fácil ganar su simpatía
e incluso hacer que actúen amorosamente simplemente por
piedad. Especialmente, en el caso de los aspectos desafiantes,
hallamos una orientación emocional y a veces sexual que ca
rece de discriminación. Los demás los engañan con facilidad,
puesto que quieren creer lo mejor de todo el mundo. (Nótese
que Neptuno puede, por así decirlo, idealizar nuestro modo
de ver a los demás -Venus- y sus motivaciones.) Por tanto,
a menudo se comprometen con otros cuyos caracteres, para
decir lo menos, son menos que altruistas, quedando así iner-
229
mes ante el perjuicio emocional -si es que no ante el perjui
cio físico. La desenfocada cualidad de las emociones es tam
bién una causa de las dificultades sexuales que surgen a me
nudo; pues, ¿cómo podremos ser amantes comprometidos y
activos si la mente y las emociones vagan por toda clase de
fantasías relacionadas con cualquiera, salvo con la persona
real que está presente? He visto a una cantidad de mujeres
que, aunque muy atractivas para el sexo opuesto, tienen
gran dificultad en "sintonizarse" con alguien con quien la
relación se tomó totalmente rutinaria. A fin de permitirse
un compromiso emocional (y sexual) de modo intenso, el
compañero deberá adaptarse a la imagen romántica del
amante ideal o, a menudo, se usa alguna forma de estimula
ción artificial (como música, velas, incienso, alcohol o dro
gas). En otras palabras, se necesita algo para inyectar intriga
en las relaciones que se tornaron demasiado mundanas. Lo
anterior tal vez ayude a explicar porqué algunas personas que,
en el primer encuentro, parecen tan buenas y amorosas son
las que tienen más dificultades para mantener una relación
satisfactoria y vital.
Por último, deben mencionarse las aptitudes artísticas de
mostradas por estos aspectos; pues, como escribe Carter, "Es
preeminentemente la combinación artística y se relaciona
más cercanamente con la belleza que las esferas moral o cien
tífica". Las aptitudes artísticas pueden expresarse en música,
teatro, dibujo, pintura, poesía u otros campos; y es común
hallar personas con estos intercambios que se destacan al
expresarse a través de una vasta variedad de medios de comu
nicación. No todas las personas usarán productivamente esta
armonización, pues los aspectos de Venus-Neptuno pueden a
menudo mostrar una tendencia a ser marcadamente pasivos y
a veces perezosos (dependiendo de las ubicaciones del signo
y de otros aspectos). Pero casi siempre hay una gran sensibili
dad estética y, con frecuencia, gustos muy refinados. Los que
tienen a la cuadratura entre estos dos planetas son a menudo
los más productivos, puesto que tienden a inclinarse más a
trabajar en el desarrollo de las aptitudes expresivas.
230
Los aspectos de Marte-Neptuno
231
res masculinos. (Ejemplos son Paul Newman -trígono-;
Mark Spitz -conjunción-; y O.J. Simpson -trígono-. Los
dos últimos no sólo se destacaron en atletismo (Marte) sino
que también llegaron a ser comentaristas y actores de tele
visión; y Paul Newman, además de actuar, logró algún éxito
en uno de los deportes más marcianos de todos: las carreras
de autos.
Pero los comentarios anteriores de ningún modo captan el
vasto alcance de las cualidades que estos aspectos simbolizan.
Esta combinación de energías puede manifestarse en tantos
niveles que enfocar sólo una expresión característica de estas
fuerzas es seguro que conduce a muchísimos malos entendi
dos. De ahí que sea muy útil recalcar la dinámica psicológica
implícita más que sólo la conducta observable. En su expre
sión más positiva, esta combinación puede indicar que la per
sona tiene capacidad para actuar sobre sus ideales conscien
tes, intuir una posibilidad remota, concretar una visión dis
tante, ya se trate de logros mundanos como de aspiraciones
espirituales. En el peor de los casos, esta combinación se ex
presa como acción motivada por temores o deseos subcons
cientes irracionales, como completo autoengaño acerca de lo
que realmente queremos ( ¡Marte!) o como la tendencia a elu
dir toda confrontación que haga descender a esa persona a
la ruda realidad desde los elevados planos de sus visiones per
sonales. Casi invariablemente, la persona deberá aprender
a tratar negocios inacabados en niveles psicológicos/emocio
nales y enfrentar incertidumbres de un modo práctico. Los
ideales que guían sus acciones y deseos necesitan aclararse
si han de tener alguna paz mental.
Podría escribirse un capítulo entero acerca de la dimensión
sexual de estas combinaciones, pero hay unas pocas cuestio
nes que notar, puesto que son tan comunes. Ya mencionamos
que las combinaciones de Marte-Neptuno se hallan a menudo
en hombres que resultan particularmente atractivos para el
público y que simbolizan una forma idealizada de imagen
masculina. Sin embargo, ese atractivo sexual se halla también
en muchas mujeres con estos aspectos; y ambos sexos com
parten la tendencia a complacerse en muchas fantasías sexua
les. Asimismo, en personas de ambos sexos, a menudo encon
tramos sensación confusa acerca de su sexualidad, acerca de
232
qué clase de vida sexual quieren, y acerca de qué clases de
actividades sexuales encuentran adecuadas. Puesto que Nep
tuno tiende a abrir las cosas hacia posibilidades infinitas, al
menos en los niveles subconscientes, estas personas están a
menudo perplejas en cuanto a los sentimientos y fantasías
que se descubren albergando. La identidad sexual y -en los
hombres- el ego masculino (Marte) es, a menudo, un ámbito
de gran conflicto interior, especialmente cuando los aspectos
son desafiantes. De ahí que, a menudo, hallemos que estas
personas son inducidas fácilmente a compromisos sexuales
que, al reflexionar, en realidad no querían; a veces, lo hacen
por lástima hacia la otra persona, en ocasiones por miedo, y
en oportunidades a fin de comprobar sus poderes sexuales.
Pero en la casi mayoría de todos los casos, hay ganas de
usar los propios poderes (Marte) de modo idealizado o exa
gerado (Neptuno). Estas combinaciones son preeminente
mente aspectos de seducción; en algunos casos, la persona
se dedica activamente a seducir a otras, y en otros casos,
está claramente dispuesta a que la seduzcan, habitualmente
de modo más bien indiscriminado. En todo caso, a la sexua
lidad se la idealiza y experimenta como abrumadora y muy
intrigante. Es común hallar hombres con estos aspectos que
aborrecen absolutamente a los homosexuales y que, de esta
manera, aprovechan toda oportunidad para criticar o me
noscabar a los que llevan ese estilo de vida. (Estos aspectos
se encuentran ocasionalmente en mapas de personas que
mantienen activamente relaciones homosexuales; pero, de
acuerdo con mi experiencia, no son comunes.) En algunos
casos, los hombres con estos aspectos parecen estar com
pensando sus temores acerca de su identidad sexual desarro
llando un complejo de machismo y cultivando una conduc
ta que culturalmente se considera como supermasculina (por
ejemplo, la caza, otros fetiches pistoleriles, actividades re
creativas arriesgadas y peligrosas, etc.). Desde el punto de
vista espiritual, sin embargo, todos los temores, dudas y con
fusión psicológica correlacionados con estos aspectos pasan
a tener claramente una finalidad; pues, como escribe Isabel
Hickey, "Neptuno disuelve la naturaleza animal". En otras
palabras, hay fuertes deseos de desarrollar una aplicación
superior de la energía marciana. Algunas personas que tienen
233
estas armonizaciones viven, por tanto, o tratan de vivir una
vida de soltería ( ¡otra manifestación de querer que la propia
expresión sexual satisfaga un elevado ideal!) ¿Cómo podre
mos tener un intenso deseo (Marte) de una persona particu
lar si la expresión de esa energía y ese deseo se universalizó
(Neptuno)? Podríamos decir que estas combinaciones revelan
la necesidad de la estrecha expresión de la energía marciana
que ha de ampliarse hasta el nivel universal. De ahí que, a
medida que avanza este proceso de aprendizaje, a su tiempo
empezamos a comprender que no podemos tener a todos los
que encienden nuestra fantasía, aunque a algunas personas le
insuma largo tiempo aprender esto. Y de esta manera, la
persona empieza, a menudo, a ver a la sexualidad como un
reino experimental de todo o nada; y son pocos los que re
nuncian por completo a todos esos deseos. (Neptuno simbo
liza siempre la potencialidad de rendirse.)
Esta parte sería indebidamente extensa si fuéramos a men
cionar aquí todas las demás cualidades asociadas con estas
combinaciones, pero quiero alentar al lector a que estudie las
interpretaciones que Grant Lewi realiza sobre los aspectos de
Marte-Neptuno en su libro Heaven Knows What. Lewi es uno
de los pocos autores que parece haber entendido la asocia
ción de estos aspectos con: 1) el poderoso magnetismo perso
nal, o sea, la aptitud para hacer que las cosas ocurran casi má
gicamente, y 2) el pensamiento espiritual y la conducción es
piritual. En el nivel supremo, un intercambio entre estos pla
netas puede indicar la posibilidad de una tremenda auto
depuración, dedicación espiritual, y de convertirse en un
canal para la acción sobre la base de un poder trascendente.
234
el lector podría querer volver a examinar la parte sobre los
aspectos de Plutón en el Capítulo IV, antes de seguir con las
siguientes explicaciones.
235
Estos aspectos parecen, a menudo, ser más difíciles cuando
se los halla en mapas de mujeres que en mapas de hombres,
aunque en su mayoría las características antes mencionadas
serán ciertas para ambos. Sin embargo, en los mapas de muje
res encontré reiteradamente estos aspectos (especialmente
los desafiantes) que se correlacionan con que la persona ex
perimentó grandes dificultades con su padre y habitualmente
también con otros hombres. A menudo, hay falta de atención
y comunicación verdadera por parte del padre, lo cual induce
resentimiento y sensación de estar privado de amor. Esta pa
rece ser una razón de porqué tales mujeres buscan a menudo
un marido poderoso (incluso del tipo cruel y criminal), que
prometa (en sus fantasías) ser en sus vidas la fuente de auto
ridad tanto en fuerza como en amor. Sin embargo, estas per
sonas son increiblemente exigentes y, en ocasiones, imperso
nalmente crueles hasta un punto tal que alejan al mismo
amor que tanto quieren. En ambos sexos, con tales aspectos
la vanagloria es una tendencia, y raras veces se evidencia la
humildad. De modo que, naturalmente, las relaciones ínti
mas para las personas que tienen estos planetas en aspectos
dinámicos son raramente armoniosas, a menos que trabajen
en ellas con gran esfuerzo; y las personas con la oposición pa
recen especialmente proclives a formular exigencias irrazona
bles (e inconscientes) a aquellos con los que íntimamente es
tán conectados. Parecen querer que la otra persona sea
diferente de lo que ella realmente es, y habitualmente irra
dian el mensaje (aunque raras veces se dan cuenta de lo
que están haciendo) que no aceptarán plenamente a la otra
persona hasta que se haya vuelto enteramente diferente, lo
cual es ¡evidentemente imposible! De manera que en las
relaciones íntimas son extremadamente comunes los graves
desacuerdos en tales oposiciones; y las oposiciones plutonia
nas que implican a Venus o a la Luna comparten esta ten
dencia.
Primordialmente, son los aspectos desafiantes los que se
manifiestan como las clases de problemas que la mayoría
reconoce conscientemente. Puesto que Plutón se relaciona
con fuerzas dentro de nosotros que, por lo menos, son par
cialmente inconscientes, el poder y la tensión de los ángulos
dinámicos parecen necesarios a fin de forzar a una persona
236
a que comprenda que hay algún conflicto o necesidad inte
rior de transformación. Por contraste, aunque los aspectos
fluidos indican que el individuo se acomodará con más faci
lidad a las transformaciones de la vida si toma consciencia
de tal proceso en marcha, tanto los beneficios como las po
tencialidades creativas demostradas por el trígono y el sextil
muchas personas jamás los comprenden ni los tratan plena
mente. De ahí que los comentarios de esta parte se apliquen
más específicamente a los que tienen los aspectos dinámicos
en sus mapas.
Parece digno de nota un comentario más sobre la correla
ción entre estos aspectos y la relación con el padre. Reitera
damente he descubierto que no sólo los aspectos del Sol
con Plutón sino también la posición natal del Sol en la
octava casa (la casa de Plutón) se manifiestan, muy a menu
do, como una separación del padre que deja profundas cica
trices psicológicas. Esta separación puede ser física (donde
simplemente no está presente porque se marchó, murió o,
-en un asombroso número de casos- simplemente desapa
reció sin dejar huellas), o puede ser una separación psicoló
gica en la que el padre estuvo físicamente presente, pero
muy distante y aislado respecto del hijo. En unos pocos
casos, este complejo paterno se manifiesta cuando la persona
idolatra a su padre y lo ama locamente y tiene hacia él senti
mientos irrealistamente positivos. En uno u otro caso, la per
sona "se cuelga" compulsivamente del padre, con dificultades
subsiguientes en el establecimiento de una clara identidad
individual. Otra cuestión digna de contemplar es el hecho de
que la investigación de Charles Jayne relaciona los aspectos
de Sol-Plutón en los mapas de hombres con un vínculo ínti
mo extra con una mujer (a menudo la madre). En todo caso,
debemos entender que la clase de intimidad demostrada por
Plutón y por Escorpio es la intimidad de la absorción, en la
que una persona se absorbe en la otra, dejando así a la absor
bida (o, en algunos casos, incluso iconsumida!) sin identidad
individual o fe en sí misma. (Nótese que una persona con tal
aspecto plutoniano puede ser la "absorbedora" o la "absor
bida''.) Esta intimidad no da cabida a la singularidad indivi
dual o al crecimiento verdadero; y por tanto es una pauta
que puede ser gravemente inhibitoria cuando la persona
237
envejece y procura alcanzar la madurez y la independencia
individuales. Es un tipo de intimidad que se basa en un apego
kármico tremendamente intenso, más que en un amor y un
cuidado reales; pues el amor real es siempre más bien de
apoyo y estímulo que de posesión y de manejo del otro.
Empero, vemos este género de manejo y de dominación im
personal de otra persona un día tras otro, habitualmente bajo
la apariencia del amor. De ahí que todo aquel con aspectos
natales desafiantes que incluyan a Plutón y al Sol, a la Luna,
Venus o al Ascendente suela beneficiarse logrando una pers
pectiva objetiva sobre todas sus relaciones principales y espe
cialmente sobre lo que sus padres estuvieron haciendo real
mente y cuáles fueron sus motivaciones reales en su con
ducta hacia él.
238
cia a destruir y eliminar lo viejo, su interacción a menudo se
manifiesta como crueldad y rudeza hacia sí misma; pues hay
deseos de destruir la imagen personal vieja de uno y la identi
dad vieja puesto que la persona no está para nada cómoda
con la vieja pauta de condicionamientos emocionales. En
casos extremos, esto puede incluso manifestarse como senti
mientos suicidas, el símbolo último de autodestrucción. En
todo caso, no son raros períodos de odio hacia uno mismo y
de intensa agitación emocional. Esta persona necesita, más
que cualquier otra cosa, un programa concentrado de auto
transformación basado en volver a programar sus pautas ins
tintivas de respuesta a fin de poder ajustarse a cualquier ex
periencia vital con más flexibilidad y objetividad.
Un "complejo de madre" es evidente también en personas
con estas combinaciones. A veces, esto se experimenta sim
plemente cuando se tiene una madre dominadora, o sutil
mente exigente y absorbente que proyecta todos sus temores
sobre el hijo. (En ocasiones, encontramos que estos aspectos
también se correlacionan con un padre exigente o rechazan
te.) En otros casos, una mujer puede sentir la necesidad de
llegar a ser una "super-madre", ya sea teniendo ella misma
muchos hijos (a fin de impresionar a los demás con su poder
maternal) o representando el papel de madre-jefe de un grupo
de personas en una organización o en una situación grupal
viva. Tal caso podría ser una mujer que llega a ser o quiere
ser la "Madre Superiora" de un convento, o la directora de un
orfanato o una escuela. Esta misma tendencia se halla incluso
en las mujeres que tienen al Sol aspectando íntimamente a
Plutón; pues, como Charles Jayne lo ha observado en sus es
tudios de rectificación y progresión, la madre es simbolizada
a menudo por Plutón. De modo que, naturalmente, cuando
la Luna -el símbolo tradicional de la maternidad- se combi
na con Plutón, podríamos esperar hallar este énfasis incluso
más fuertemente. Esto no equivale a decir que todos esos
deseos se concretarán sino sencillamente que las personas
con estos aspectos sienten, a menudo, estas clases de deseos
particularmente dominantes. Podríamos caracterizar, a este
respecto, a Plutón como idéntico al arquetipo de la "madre
terrible" que se halla en varios mitos, como la diosa Kali en el
hinduismo.. Tal imagen materna es omnipotente, alimentando
239
a sus hijos con una mano, mientras los devora con la otra. El
poder para dar y quitar la vida es adorado en tales deidades, y
debe patentizarse fácilmente la impersonalidad de tal poder.
Estas combinaciones (especialmente la oposición) indican
también una tendencia a identificarse con los demás subcons
cientemente y luego exigirles demasiado, puesto que los ve
mos meramente como extensiones nuestras. Entonces, trata
mos de confirmar nuestro sentido de la identidad exigiendo
que los demás nos presten atención total. Hay, pues, fuerte
necesidad de absorber al otro dentro de uno mismo, o de ser
absorbido en la otra persona. En uno o en otro caso, uno
destruye la propia identidad (Plutón) separada o, por lo
menos, trata de hacerlo a través de tal fusión.
240
es el que realmente causa la impresión; pues la gente tiende
a pensar que toda idea expresada vigorosamente debe tener
algo significativo en su entorno. Es como si las emociones
bulleran en los canales de comunicación, inundándolos con
una torrencial descarga de verbosidad que -aunque tal vez
muy impresionante en cantidad y potencia- puede ser
pensada incompletamente, o incluso estar desconectada o ser
inadecuada. En algunos casos, la cualidad compulsiva de las
ideas de la persona es tan dominante que ésta no se molesta
en examinrar las ideas con ojo crítico, permitiéndose así
expresar conceptos o creencias carentes totalmente de clara
lógica. En ciertas personas, se siente una tensión tan interior
que hallan difícil expresar lo que creen que es verdad con un
grado de coherencia y claridad. En ocasiones, descubrimos
que estas personas desarrollan, en consecuencia una notable
inhibición de la expresión verbal, aunque Mercurio también,
por lo común, está en un aspecto desafiante con la Luna,
Saturno, Urano o Neptuno en tales casos. Sin embargo, lo
primero que podemos decir de los aspectos de Mercurio
Plutón es cómo funciona la mente; pero no podemos pre
juzgar la cualidad de las percepciones de la persona desde un
solo aspecto, puesto que lo que la mente produce emana,
en última instancia, de la totalidad de la consciencia total
del individuo.
241
ganas de zambullirse en los misterios emocionales y sexuales,
de comprobar el fondo rocoso de la experiencia emocional y
de relación sin atender al dolor, y de ejercer a pleno sus po
deres emocionales y sexuales. Créese que la satisfacción emo
cional y los profundos sentimientos de intimidad son parte
absolutamente necesaria de la vida, un ámbito de la expe
riencia y la expresión que no puede descuidarse o eludirse.
Aunque algunas de esas personas tratarán de eludir sus ne
cesidades y sentimientos más hondos, nunca se sentirán
felices con semejante escapismo o represión, puesto que no
están viviendo una parte tan intensamente vital de ellos. Pero,
por otro lado, tal persona raras veces se sentirá emocional
mente satisfecha aunque rompa con toda restricción y tabú.
La clave de estos intercambios es que codiciamos insaciable
mente el alimento emocional; es como si la persona tratara
de colmar un depósito interior de amor que está tan vacío
que jamás se llena. Parte de la dificultad en procurar obtener
un sentimiento de satisfacción es que la persona no sabe có
mo enfocar el amor; la tendencia es tratar de colmar nuestra
necesidad tomando cada vez más, consumiendo cada vez más,
en vez de aprender cómo dar de nosotros mismos. Esto nos
lleva al significado esencial de los intercambios de Plutón
Venus: la posibilidad de transformar todo nuestro enfoque
del amor y de la relación. En este proceso transformativo
se destruyen los viejos valores, y las relaciones que inhiben
la transformación terminan o se transforman en un nuevo
nivel de autenticidad. La comprensión del "goce" y de la
"felicidad" se depura cuando -mediante los fuegos del
tormento emocional- la transmutación alquímica interior
se convierte en una realidad personal.
Esta clase de transformación es, por supuesto, lo ideal,
pero ¿cuáles son las clases de cosas que la persona experi
menta en el trayecto hacia este ideal? Ya hemos menciona
do algunas experiencias y tendencias comunes. También
es digna de nota la proclividad a usar nuestro atractivo y
nuestra amistosidad para ganar poder, dinero o simple
mente infatuarnos. A menudo, la persona no reconoce qué
está haciendo realmente, aunque otras personas vean tal con
ducta como premeditada y desviada. Los que tienen los as
pectos desafiantes entre Venus y Plutón se relacionan fre-
242
cuentemente con los demás con formas impersonales y
compulsivas de afecto. Tal vez, al principio, parezcan muy
amorosos, buenos o amigables, hasta que empezamos a ver
que sus motivaciones reales no son particularmente desinte
resadas o incluso conscientes. En unos pocos casos, he visto
personas con la conjunción de Venus-Plutón asumir la más
falsa sonrisa y desborde de sensibilidad que se podría ima
ginar, tratando aparentemente de distraerme de las exigen
cias que en ese mismo momento me estaban formulando. Es
como si estuvieran diciendo: "Bueno, por supuesto, yo haré
cuanto usted quiera puesto que soy tan cuidadoso y conside
rado y simpático, ¡pero lo mejor es que usted haga lo que
yo quiero o más!" Mostrar estas clases de vibraciones atrae,
naturalmente de modo parecido, personas sintonizadas
con nuestra vida, y aquellos con estos aspectos (especial
mente la oposición) tienden a atraer a relaciones íntimas a
otros que ejemplifican características plutonianas, agravando
de ese modo su situación ya compulsiva. De ahí que la perso
na llegue a menudo a sentirse solitaria, no queridá, usada,
descuidada, dominada o cabalmente agotada y consumida
en lo emocional. Pero es precisamente en estas épocas de
desesperación que tal persona podrá empezar a sintonizarse
con las honduras de sus recursos interiores a fin de entender
realmente la necesidad de un amor profundo y satisfactorio.
A menudo hay problemas o desajustes sexuales en personas
cuyos mapas tienen estos aspectos. No son raras las inclina
ciones homosexuales o bisexuales; e, incluso en quienes no
representan todos sus deseos, hay muy a menudo un intenso
resentimiento emocional hacia su propio sexo o hacia los del
sexo opuesto. Y debe recalcarse que esta forma de resenti
miento se halla también en aquellos cuya conducta sexual es
exclusivamente hetero-sexual. Puesto que Plutón se manifies
ta comúnmente como atracción-rechazo simultáneo, con fre
cuencia hallamos a estas personas dedicadas a una conducta
autodestructiva o absortas en sentimientos de disgusto por
haber sido atraídas hacia los mismos tipos de experiencias
que en otras ocasiones las rechazan. Una última nota, que
no debe considerarse aplicable a todos aquellos con aspecto
de Venus-Plutón pero que a menudo he visto cuando Venus
está en conjunción o en oposición a Plutón, ejemplifica cuán
243
completamente algunos de nosotros hemos de libramos de
los viejos apegos emocionales. En una cantidad de casos, la
persona con tal aspecto ha tenido repetidamente amantes
o prometidos que murieron o desaparecieron. Un hombre en
particular se comprometió para casarse, realmente, cuatro
veces distintas; y cada vez, poco antes de la boda, la futura
esposa falleció. Esto es lo que yo llamaría la naturaleza
"insondable" de Plutón; pues evidentemente hay una fina
lidad detrás de tal secuencia de acontecimientos, aunque no
acertáramos a explicarlo lógicamente.
244
percusiones potenciales. De ahí que si bien la impaciencia, la
crueldad y una terquedad incomprometida son rasgos comu
nes de quienes tienen esta armonización, hay también valen
tía ilimitada e insólita capacidad para una acción ingeniosa y
decisiva. Quienes tienen tal armonización son particularmente
capaces en situaciones en las que se exigen cometidos y deci
siones rápidos y en los que se actúe a fondo.
Todos los nacidos con los aspectos desafiantes entre estos
dos planetas deben afrontar la naturaleza del poder por
delante; y los valores personales que guían la expresión de
este poder son de suma importancia. Unidas a una sensibi
lidad humana y compasiva, tales energías podrán convertir
a la persona en un canal para la expresión de acciones y re
formas decisivas que muchas personas anhelan pero pocas
tienen la capacidad de concretar. Si la expresión de las
energías está bien disciplinada -y los que tienen estas com
binaciones cuentan con una increíble capacidad de autodis
ciplina- la mente y el poder de voluntad podrán consagrar
se en procura de una cabal transformación de las estructuras
mundanas, o del propio yo, o de ambos. Sin embargo, si la
energía no es guiada apropiadamente y si el individuo se
infatúa de su fuerza personal por ésta misma, podrá haber
un deseo compulsivo de ganar a toda costa y una actitud de
"la fuerza crea el derecho" que podrá llevar a la crueldad, a
una conducta antisocial e incluso criminal, y a un cabal des
precio hacia todos los valores morales, éticos y sociales. El
deseo de realizar las cosas sólo a través del poder puede llevar
a un tipo de empecinamiento que puede expresarse como:
"¡Voy a hacer lo que yo quiera sin importarme nada!" La
parte extrañ.a de esta actitud es que la persona raras veces sa
be lo que realmente quiere. El individuo es empujado mera
mente por fuerzas compulsivas -podríamos decir que es
poseído por un poder abrumador que exige expresarse. Este
estado de ser "poseído" se aplica a los que usan este poder
constructivamente, lo mismo que a los que lo usan para
destruir; una clase parecida de obsesión y descontento se
halla en ambos. Sin embargo, la persona que está consagrada
a un ideal (sea éste positivo o no) experimentará esta "pose
sión" como un sentido misional que le impulsa inexorable
mente hacia la meta. Además, semejante dedicación y com-
245
promiso fanáticos a una misión de por vida puede ser un gran
capital en cualquier sendero de autotransformación que exija
que nos reformemos cabal y hondamente y que transmute
mos nuestros deseos en aspiraciones superiores.
Cuando un individuo que está sintonizado con estas ener
gías se compromete en un sendero de transformación hay,
sin embargo, ciertos problemas que deberá encarar. Primero
de todo, cuando la impaciencia y la crueldad matizan nuestro
enfoque del lento proceso de evolución personal, la persona
tiende a volverse excesivamente ruda con sus propias limita
ciones y fracasos. En vez de enfocar nuestras exigencias para
con los demás o la sociedad como antes, la persona ahora exi
ge demasiado de sí misma. Por tanto, es importante que tal
persona vea este poder compulsivo dentro de su personalidad
como una fuerza objetiva que quiere expresarse y que (como
una bestia salvaje) deberá ser controlada y dirigida. Si la per
sona se identifica demasiado con el triunfo o el fracaso en un
sendero de desarrollo de orientación espiritual, creará ince
santemente una tensión interior aún mayor y un nivel supe
rior de frustración. El primer paso es, pues, simplemente, re
conocer nuestra necesidad de reformamos; el segundo paso
es empezar a entender las complicaciones y sutilezas de tal
proceso; y el siguiente paso es empezar a actuar sobre esta
comprensión suavemente, mientras se cultiva una sensación
de contento en el momento actual. Otro problema que se
enfrenta, a menudo, es la ira y el resentimiento que surgen
luego que la persona empezó a trabajar para obtener el auto
conocimiento. La cualidad explosiva y hasta violenta de estas
emociones proviene de que la persona no fue consciente de
sus deseos y frustraciones más profundos durante tan largo
tiempo. Estas combinaciones muestran una tendencia a la
auto-represión, y el individuo está, pues, a menudo, comple
tamente inconsciente de la fortaleza de su naturaleza y de la
potencia de las tendencias kármicas que motivaron tan gran
parte de su conducta durante sus vidas. Un antídoto de la
ira y del resentimiento es trabajar en el cultivo del perdón;
y este perdón debe dirigirse no sólo hacia los demás sino
también hacia uno mismo.
246
Los aspectos lunares
247
otros planetas personales) está en un aspecto desafiante con
la Luna, hay tensión generalizada y miedo de perder nuestras
raíces, de dejar nuestros cimientos emocionalmente seguros,
o de volvernos vulnerables si salimos de las viejas pautas de
autoexpresión y conducta (la Luna) para expresar una ener
gía que esté a tono con una vibración radicalmente diferente
(mostrada por el otro planeta). Los aspectos fluidos que in
cluyen a la Luna son, por otro lado, índices de una corriente
fácil y espontánea de nuestras energías emocionales y de
apoyo dentro de los canales de expresión indicados por los
otros planetas implícitos. Con estos aspectos, nuestra expre
sión de estas energías no es obstaculizada por el temor y
vivificada por un compromiso emocional positivo, pues hay
una sensación de estar naturalmente cómodos con esas di
mensiones de la experiencia cotidiana.
Otra cuestión importante acerca de los aspectos lunares
es que todo aspecto íntimo que implique a la Luna matiza
cómo nos sentimos respecto de nosotros mismos: lo que
comúnmente se llama la imagen personal. Cuando el aspecto
es fluido, habitualmente tenemos un sentido bastante obje
tivo de nuestra naturaleza real y de nuestras aptitudes en ese
ámbito de vida. Cuando el aspecto es más dinámico (espe
cialmente en la cuadratura y la oposición), habitualmente
tenemos más bien un sentido impreciso de nosotros mismos
y tendemos a carecer de objetividad en el ámbito indicado.
Naturalmente, cuando nos expresamos de un modo que es
evidentemente natural, cómodo y fluido, los demás reaccionan
ante nosotros con comodidad y entusiasmo. Cuando expresa
mos inconmodiad, tensión o miedo, los demás también reco
gen esas vibraciones. En consecuencia, los aspectos lunares
son la clave para entender cómo los demás y el público en ge
neral reaccionarán ante nosotros y cuán cómodos se sienten
con nosotros.
Una última guía interpretativa para tratar los aspectos lu
nares la explica Robert Jansky en su libro lnterpreting tbe
Aspects. Cuando me encontré con esta clasificación breve pe
ro extremadamente útil, ésta aclaró mis juicios en el sentido
de que los aspectos lunares funcionan de modos marcada
mente diferentes, dependiendo del otro planeta implícito.
Para expresarlo concisamente:
248
A) La Luna en el aspecto desafiante respecto al Sol, Venus,
Mercurio y a veces Marte muestra un sentimiento de ser
incapaz de expresar algo que uno siente.
B)La Luna en aspecto desafiante respecto de los otros pla
netas revela un sentimiento de ser inadecuado para im
ponerse sobre las exigencias de la vida.
249
mente por las cualidades plutonianas. Si Marte está tam
bién en la 8a. casa o si Plutón está en la casa 1 a., este tema
será más dominante todavía.
Otro ejemplo podría ayudar a explicar esta modalidad de
análisis sintético, especialmente para los estudiantes princi
piantes e intermedios de astrología. Supongamos que una
persona tiene a Mercurio en Capricornio; la armonización
de esta persona con la mente consciente compartirá inevi
tablemente algunas cualidades fundamentales con todos
los demás que tienen esta ubicación mercuriana. Pero su
pongamos que esta persona en particular tiene también a Sa
turno en íntimo aspecto con Mercurio. Esto nos da dos énfa
sis diferentes sobre el mismo tema: un intercambio de letras
astrológicas (o principios) 3 y 10 (o entre 6 y 10 si la dimen
sión de Virgo perteneciente a Mercurio parece fuerte para
esta persona.) Con tal doble énfasis sobre la misma dinámica
fundamental, sabemos que este individuo tendrá una fuerte
propensión a manejarse con exacta minuciosidad, a un modo
serio y práctico de pensar, a una tensión nerviosa y a trabajar
arduamente para desarrollar certidumbre acerca de sus ideas.
Si esta persona tiene otros factores en el mapa natal que tam
bién representen intercambios entre estos mismos principios
(como Mercurio en la toa. casa o Saturno en la casa 3a. ó
6a.), habría incluso mayor dominio de este tema en la vida de
la persona; y el astrólogo podría por tanto, saber con certi
dumbre que ésta tendría que ser una de las cosas principales
discutidas durante la consulta.
Otro ámbito de la interpretación del aspecto que los estu
diantes de astrología hallan difícil es la cuestión íntegra de las
configuraciones entre muchos planetas, incluida una cantidad
de distintos aspectos. En última instancia, sólo años de expe
riencia y práctica permitirán al estudiante vencer este obstá
culo aparentemente insuperable; pues deberemos desarrollar
la aptitud para ver en un mapa las configuraciones en conjun
to y combinar el significado de todos los planetas incluidos
en tales combinaciones complejas. Sin embargo, muchos li
bros de texto están llenos de teoría abstracta acerca de varias
configuraciones (gran trígono, cuadratura en T, gran cruz,
cometa, etc.) que hacen que todo el proceso parezca mucho
más difícil de lo que realmente es. Lo que habitualmente se
250
ignora es el hecho de que todos esos diversos factores y por
menores simbolizan simplemente facetas de una sola persona
total y viva. Y en tales configuraciones hay, primordialmente,
tres cosas básicas a tener presente que son mucho más impor
tantes que el tipo exacto de configuración implícita.
251
otras palabras, puesto que el enfoque del individuo respec
to de esas dimensiones de experiencia pueden ajustarse
conscientemente, podrá modificarse la expresión de toda
la pauta energética de una configuración dada.
252
Libra
Ubro
Capítulo VII
KARMA Y RELACIONES
255
las que parece haber un intercambio bastante parejo de ener
gía, como si las escalas del karma se equilibraran siempre tan
sutilmente a través de la periódica interacción de la gente.
Como astrólogo y consejero matrimonial y familiar, he
visto a muchos centenares de relaciones, y esta experiencia
ha revelado claramente un hecho inescapable: cuando se efec
túan comparaciones de mapas, aunque los factores astrológi
cos que simbolizan varios tipos de atracción y compatibilidad
son casi innumerables, los factores inter-mapas que simboli
zan claros problemas al hacer un trabajo de relación de modo
saludable pueden, en muchos casos, reducirse a unos pocos
elementos claves. A saber, estos factores problemáticos son
los aspectos desafiantes ínter-mapas que incluyen a Saturno,
Urano, Neptuno o Plutón de una persona y a los planetas
personales o al Ascendente de otra persona. 1 Estos aspectos
revelan ámbitos de vida en los que las dos personas pueden
experimentar notable conflicto, discordia, desilusión, opre
sión, desconfianza o intriga. Cada uno de ellos revela un in
tercambio específico de energía que se experimenta como
una dificultad mayor en la relación y como un obstáculo ma
yor al tratar de lograr armonía y cooperación. Esto no equi
vale a decir que tales aspectos no puedan tener efectos posi
tivos o que no puedan ajustarse; pues estas mismas áreas de
tensión dentro de la relación pueden indicar las máximas
experiencias de aprendizaje para ambas partes. En la mayo
ría de los casos, la presencia de tales aspectos en una compa
ración de mapas indicará la necesidad de que ambas personas
obtengan una elevada perspectiva de su interacción y empie
cen a desarrollar nuevos modos de relacionarse si la relación
va a ser una experiencia duradera y satisfactoria. En algunos
1 Aquí doy por supuesto que el lector ya está familiarizado con los
256
casos, las tensiones son demasiado grandes para que las per
se ajusten a ellas; sus naturalezas individuales son tan diferen
tes que ninguna cantidad de esfuerzo les permitirá desarrollar
una armonización mutuamente armónica. Pero en los casos
en que hay una armonía esencial de las energías, los objeti
vos y los ideales primordiales (especialmente mostrada al me
nos por unos pocos aspectos fluidos entre los planetas perso
nales y los Ascendentes de ambas personas), tales aspectos
desafiantes podrán proporcionar la estimulación que la gente
necesita tanto para crecer en autoconocimiento como para
llegar a apreciar la identidad y la singularidad individuales
recíprocas.
Como cuando trabajamos con los mapas individuales, debe
mos enfocar, en las comparaciones de mapas, los aspectos
más próximos a lo exacto; y, como siempre, a la conjunción
se la considera como el más potente de todos los aspectos
posibles. Incluso más claramente que en los mapas individua
les, los aspectos desafiantes que incluyen a los planetas per
sonales o al Ascendente en comparaciones revelan conflicto
y discordia, con excepción de ciertas oposiciones que -sólo
en comparaciones de mapas- pueden indicar fuerte atracción,
estimulación y sentimiento de plenitud. (Tales oposiciones
son Luna en oposición a Luna, Sol en oposición a Luna, Ve
nus en oposición a Luna, y Venus en oposición al Sol o Ve
nus en algunos casos.) Más regular y confiablemente que en
los mapas individuales, los aspectos desafiantes en las compa
raciones de mapas tienden a manifestarse como áreas proble
máticas abiertas e inmediatas que las dos personas casi siem
pre conocen hasta cierto punto. Estos aspectos constituyen
semejante factor confiable para entender las relaciones por
que, cuando tal aspecto está presente dentro de un solo mapa
natal, el individuo abarca la interacción energética íntegra
dentro de sí y puede, incluso en sus primeros años, empezar
a integrar las tendencias conflictivas y aprender cómo mane
jar las energías. Sin embargo, en una relación con otra perso
na, no podemos modificar las energías de nuestra pareja;
simplemente, tenemos que relacionarnos con esa persona de
cualquier modo que podamos. Si su expresión de las energías
del Sol, la Luna o Venus, por ejemplo, no armoniza con la
nuestra, no es mucho lo que podremos hacer al respecto, sal-
257
vo aprender a aceptar a esa persona sin juzgarla, sin criticarla
ni formularle exigencias. Podemos aprender a ajustarnos a su
modo de ser, pero no podremos cambiarlo. De hecho, si exigi
mos que la otra persona trate de satisfacer nuestras necesida
des adoptando una conducta que no es auténtica ni espontá
nea, a menudo sentimos incluso más frustración después,
puesto que nuestra dependencia de esa persona se patentizó
dolorosamente y puesto que su conducta mecánica es invaria
blemente insatisfactoria para nosotros dos.
Tal vez sea de ayuda dar un ejemplo de la diferencia entre
un aspecto particular en un mapa individual y el mismo as
pecto en una comparación de mapas. Si una persona nació
con Mercurio en cuadratura a Saturno, puede vencer esta
tensión trabajando extraordinaria y arduamente para apren
der hechos y artes, para desarrollar un modo de expresarse
que se caracteriza por una mente ordenada y eficiente, o para
ajustar sus prioridades (Saturno) acerca de la inteligencia y las
aptitudes verbales. Tales esfuerzos personales pueden en reali
dad llevar tiempo para que produzcan resultados evidentes y
cambios de la personalidad, pero no hay duda que puede
hacerse conscientemente algún género de ajuste personal. En
una relación, por otro lado, en la que Saturno de una persona
está en cuadratura con Mercurio de la otra, la persona de Mer
curio siente la presión de las críticas, exigencias y reservas de
la persona de Saturno, sin atender a lo que pueda hacer para
evitarlas o cambiarlas. La persona de Mercurio puede hallar
que cambiar su actitud hacia la de Saturno es un modo po
sitivo de tratar el problema, y de hecho, a su tiempo, tal vez
comprenda que se ha beneficiado mucho con la necesidad
impuesta de disciplinar sus pensamientos y su modo de comu
nicarse. Sin embargo, la interacción de energías indicadas por
este aspecto estará presente, y la persona de Mercurio tal vez
descubra que vivir o tener interacción extensiva con la perso
na de Saturno es poner pesadas cargas sobre su sistema ner
vioso y quizá reduzca su confianza en su propia inteligencia.
Cuán pesadamente la persona de Saturno exprese la crítica
afectará por supuesto lo que la de Mercurio experimente,
pero la negatividad no expresada es, no obstante, negatividad,
y la otra persona tal vez la sienta como un amenazante impac
to sobre su campo de energía. De modo parecido, la persona
258
de Saturno sera incapaz de cambiar el modo con que la de
Mercurio piensa, no importa qué medidas tome. De modo
que, si se siente amenazada por las ideas de la persona de
Mercurio, sólo podrá substraerse a esa relación o abrise a las
ideas para ver en qué pueden contribuir a su comprensión.
Las ideas de la persona de Mercurio tal vez beneficien de
hecho su trabajo o sus ambiciones, dándole un punto de vista
diferente y ayudándola a aflojar la rigidez de algunas de sus
opiniones y prejuicios, pues Mercurio es flexible donde Satur
no está constreñido. No se niega que tal aspecto puede indi
car muchas cualidades extremadamente positivas, pero pri
mordialmente estoy usando este ejemplo para demostrar que
un aspecto particular se expresa de un modo más predecible
y abierto en una relación que cuando sólo se halla en el mapa
de un solo individuo.
Cuando hay más de una conjunción, cuadratura u oposi
ción incluyendo uno de los cuatro planetas externos en una
comparación, debemos tener cuidado al evaluar si esto sugie
re un tema dominante en la relación. Por ejemplo, si Saturno
de María está en conjunción con mi Luna y está en cuadratu
ra con mi Venus, es evidente que mis reacciones emocionales
hacia ella podrían criticarse, frustrarse o ignorarse, y que mi
modo de relacionarme con ella emocionalmente puede activar
los temores y la defensividad saturninos de ella. Otro ejem-
plo: si mi Urano está en oposición al Sol de Nancy y en cua
dratura a su Marte, mi aislamiento y mi conducta impredeci
blemente egocéntrica fácilmente podría dejar que ella crea
que no podrá confiar en mí o que jamás podrá planificar algo
que exija mi colaboración, puesto que es probable que, en
todo momento, yo me divorcie de sus actividades y aspira
ciones. Incluso, tal vez ella se sienta muy resentida conmigo
por la frustración que le causo. Tales temas de cualquier re
lación son indicados, casi siempre, por lo menos, por dos
-y a veces más-aspectos dinámicos que incluyen a un par
ticular planeta exterior por un lado, y a los planetas perso
nales o Ascendente por el otro. Estos temas puede mostrar
los también la repetición del intercambio idéntico (o, por
lo menos, muy parecido) que incluye uno de los cuatro
planetas exteriores en el mapa de cada persona. Por ejem
plo, si mi Urano está en cuadratura con el Marte de Jerry
259
y su Urano está en oposición con mi Marte, se recalca
doblemente la explosividad de este intercambio. Recuer
do una comparación que usé en pláticas sobre sinastría,
que incluye tres de estos énfasis dobles (lo que a menudo
llamo, en mis pláticas, "double whammies"); y, habiendo
conocido esta pareja durante una cantidad de años, he ob
servado que los temas mostrados por estos dobles inter
cambios han sido realmente temas dominantes en esta rela
ción. Para enunciarlos brevemente:
260
para mí. Tal vez no me guste la frustración de tal confronta
ción ni el dolor de ganar el autoconocimiento necesario,
pero eso no significa que la relación sea "mala" o que, en
última instancia seamos incompatibles. Pues si estoy traba
jando conscientemente en resolver la tensión y el conflicto
indicados por ese aspecto en cuadratura, en mis momentos
más reflexivos y espirituales quizás aprecie el desafio que la
otra persona me presentó. Otro ejemplo: si Mercurio de al
guien activa esa misma cuadratura en mi mapa, tal vez yo to
me más consciencia de mis problemas a través del diálogo
con esa persona; y, de hecho, comunicarse con tal persona
puede ser especialmente eficaz como experiencia terapéutica,
puesto que aquélla se armoniza tan fácilmente con mis con
flictos interiores. Otro tipo de intercambio en el que los pla
netas de una persona se vinculan con las configuraciones
mayores de la otra persona podría ejemplificarse así: Si Ve
nus de alguien está en trígono con uno de los planetas implí
citos en una íntima cuadratura de mi mapa natal, esa persona
tal vez tenga la aptitud de ayudarme a armonizar la expresión
de energías que habitualmente me causan problemas. Por
tanto, ese individuo quizá tenga un efecto particularmente
apaciguante y estimulante sobre mí cuando yo procure ex
presarme de modos que son habitualmente más bien difíci
les. Todas las cuestiones antedichas deben tenerse presentes
cuando se analicen los aspectos entre dos mapas; pues si no
lo hacemos, la explicación de esos intercambios a menudo
será algo superficial, en vez de explorar el significado de la
relación en el nivel más profundo de la experiencia. Además,
los aspectos no se entenderán bastante como para permitir
a la persona implícita a que logre una real perspectiva fun
cional de su relación.
En las partes siguientes, usaré el término "interaspecto" en
lugar del término más complicado "aspecto de inter-mapa"
para significar un aspecto íntimo mayor entre los planetas
de dos mapas diferentes. Oí por primera vez este término al
asistir a las excelentes pláticas sobre sinastría pronunciadas
por el señor Kenneth Negus y señora, en la Convención de
AFA de 1976. Es un término útil y conciso, y contribuye
al desarrollo de un lenguaje especializado apropiado para
todas las formas de comparaciones de mapas.
261
Los interaspectos desafiantes de Saturno
262
no, como si subconscientemente sintiera que hay algún karma
intenso que expiar con esa persona. El evitar la relación, o
incluso el intento de eludirla por completo, es, pues, muy
común en las etapas iniciales del encuentro. Sin embargo,
una vez vencida esta vacilación inicial, y tras entrar activa
mente esa persona en la relación, a menudo hay un senti
miento de profunda seguridad de parte de ambas personas.
Aunque no crean en la reencarnación, a menudo sienten que
ambas se conocieron antes, puesto que se sienten tan cómo
das y seguras en su recíproca presencia. Hay con frecuencia
un sentimiento de familiaridad, incluso, en algunos casos,
como si uno se hubiera reunido con una parte de sí que
hacía tiempo que había perdido. Los vínculos de apego indi
cados por estos aspectos son increíblemente fuertes, y a
menudo parece que uno se mantuviera en la oscuridad acerca
de las dimensiones negativas de la relación hasta que se for
muló algún compromiso, asegurando así que las personas
estarán mutuamente atadas por un lapso a fin de que se
ocupen del karma implícito. Pero, como tan a menudo es
cierto respecto de todo lo saturnino, "el tiempo lo dirá";
y el paso del tiempo revela lentamente los niveles de la re
lación que no fueron inmediatamente patentes, puesto que
yacen debajo del evidente sentido de seguridad. Cuando es
tos factores de la relación se patentizan, se pone en peligro
el sentido de seguridad de ambas personas. La persona de
Saturno empieza especialmente a sentir que su seguridad
está amenazada cuando avanza el crecimiento de la otra
persona. A menudo la persona de Saturno empieza entonces
a exigir (habitualmente de modo inconsciente) que la otra
persona siga siendo la misma que en el pasado, o que, por
lo menos, se conduzca como si no hubiera tenido lugar
ningún cambio ni crecimiento. Pero lo concreto de esa
situación es que la otra persona creció y cambió durante
largo tiempo y no quiere restringirse en la vieja pauta de
vida que la persona de Saturno le quiere imponer. Estas
exigencias asumen la forma de crítica acerca de nuevos
modos de hacer las cosas, de usos de autoridad restrictivos
y aparentemente arbitrarios (pues la persona de Saturno
tiene habitualmente la autoridad en la relación), o de una
conducta simplemente defensiva y timorata. De ahí que lo
263
que otrora fuera fuente de seguridad se convierte en un hábi
to agobiante; pues los sentimientos de seguridad se basaron
en asociaciones pasadas, recuerdos subliminales y una vieja
pauta de interacción -todo lo cual ya no es apropiado para
las realidades presentes del estado de desarrollo de cada per
sona. El modo primero con que estos tipos de problemas
podrán ajustarse consiste, para la persona de Saturno, en
aprender cómo abstenerse de estas exigencias inducidas por
el temor, en volverse bac-ia dentro para ser más autobastante
e interiormente segura, y en usar sus tendencias disciplinarias
al trabajar consigo misma en vez de imponerlas a la otra per
sona. De modo parecido, la otra persona puede aprender có
mo abstenerse de expresar ciertas cosas que descubrió, por
propia experiencia, que alteran o causan ansiedad a la perso
na de Saturno; y, de hecho, tal vez descubra que algunos
consejos o críticas basadas en autoridad que oyó de la perso
na de Saturno son valiosas y, en última instancia, beneficiosas.
Si Saturno de alguien está en conjunción, cuadratura u
oposición a nuestros planetas personales, tal vez creamos que
este individuo tiene algo sobre nosotros. En casos extremos,
sentiremos que estamos "bajo el pulgar" de esa persona; y,
en otros casos, sentiremos temor reverente o gran respeto
hacia su autoridad. Tenderemos a contemplarla y admirarla
(al menos por un tiempo). Esto también lo experimentare
mos si los planetas natales de alguien activan nuestra 1 Oa.
casa, pues ésa es una casa saturnina y tiene connotaciones
parecidas. En tal relación, podríamos deducir que la otra per
sona todavía ejerce poder sobre nosotros, proveniente quizá
de una situación de una vida pasada en la que ejerció autori
dad. En tal situación, tal vez nos sintamos responsables de la
persona saturnina y procuremos complacerla a fin de ganar
su favor. De modo parecido, la persona de Saturno tal vez se
sienta responsable de nosotros; y podrá haber un sentimiento
mutuo o unilateral de estar en deuda, una profunda sensación
de deberle algo a la otra persona. Esta sensación de estar en
deuda persiste hasta que se saldó la deuda, proceso éste que
habitualmente lleva considerable tiempo, pero que, a menu
do, se cumple de una manera particularmente concentrada
durante importantes tránsitos de Saturno. Sin embargo, debe
señalarse que la sensación de estar en deuda es una pauta
264
psíquica, que en sí misma es un apego que genera intem1i
nablemente karma. Por ende, sólo cuando estamos dispuestos
a desprendernos totalmente del apego a la otra persona esa
sensación podrá resolverse; y, a menudo, la época para tal
concreción es madura cuando Saturno vuelve a su lugar
natal, o cuando Saturno entra en conjunción con el Sol, el
Ascendente, la Luna, Venus o el Planeta Regente. Debe re
calcarse también que, aunque la sensación de estar en deuda
la experimentan a menudo ambas partes, la persona con el
planeta personal o el Ascendente implícito es habitualmente
la que se siente más obligada a brindarse a la otra persona
durante un largo lapso, aunque nada reciba en retorno.
Estos intercambios son muy problemáticos en las relacio
nes en las que se comparten importantes deberes y responsa
bilidades, como contratos comerciales y sociedades o matri
monio. En otras palabras, cuando procuramos cumplir claros
objetivos y administrar nuestra vida, nuestro dinero, nuestras
energías y prioridades al unísono con otra l?ersona, hay siem
pre una necesidad de liderazgo y delegación de autoridad. Es
en tales relaciones orientadas hacia una meta que surgen más
fácil y rápidamente los conflictos sobre autoridad y poder.
Algunas de esas relaciones podrán ser extremadamente pro
ductivas y, de hecho, muy felices, si el resto de la compara
ción revela armonía mutua, cuidado y sensibilidad, y si las
dos personas son bastante maduras como para afrontar las
pautas negativas del pasado con objetividad y flexibilidad.
Casi toda clase de relación en la que hallemos tales interas
pectos se caracteriza por una gran lealtad y sentido del deber
recíprocos, aunque debe admitirse que estas cualidades posi
tivas de Saturno degeneran a veces en odio, resentimiento y
desvitalización, especialmente en el matrimonio -puesto que
la estructura de vida es probablemente la máxima prueba de
cooperación y compatibilidad que existe. (Nótese que Satur
no está exaltado en Libra, ¡el tradicional signo del matrimo
nio!) Descubrimos muchas amistades verdaderas entre per
sonas que tienen estos interaspectos, en los que la lealtad y el
sentido del deber predominan sin volverse demasiado pesa
dos y agotadores: pues en una amistad ambas personas pue
den seguir rumbos separados cada tanto, cultivar su espacio y
estilo de vida independientes, y satisfacer sus diversas necesi-
265
dades con muchas personas diferentes. En un matrimonio,
la gente se mira con demasiada exclusividad para satisfacer
sus necesidades y deseos; lo que comienza como un sano goce
de las modalidades que sus naturalezas ensamblan, se convier
te a menudo en un estado de dependencia insalubre y aislado.
En el mejor de los casos, en tales relaciones, la persona de
Saturno podrá usar su experiencia, su sabiduría y su autori
dad para ayudar a la otra persona a estructurar la expresión
de sus energías y volverse más organizada y eficiente; pero
esta experiencia positiva sólo resulta si la persona de Saturno
es amorosa, paciente y complaciente.
Aunque es imposible deducir la naturaleza específica de las
relaciones de vidas pasadas sólo de los datos astrológicos
(puesto que el mapa revela primordialmente las pautas kár
micas arquetípicas traídas del pasado en vez de precisas
correlaciones con varios roles interpersonales), parece que
las pautas así indicadas pueden clasificarse en uno de dos
grupos. Primero, los interaspectos de Saturno pueden mos
trar simplemente una repetición de una vieja pauta de inter
acción a la que ambas personas están todavía apegadas. O
segundo, pueden revelar que hubo una falta de claro com
promiso o una retracción ante la responsabilidad en el pasado
y, por tanto, que las personas deben ahora compensar esa
falta de compromiso, asumiendo deberes específicos en re
lación recíproca. En uno u otro caso, el hecho de que estos
interaspectos sean tan comunes en las comparaciones de
matrimonios nos lleva a deducir que simbolizan un com
promiso mutuo extremadamente profundo y que la naturale
za de este compromiso no fue en el pasado enteramente posi
tivo ni promovedor del crecimiento. Por tanto, ahora es tiem
po de enfrentar los resultados de nuestras acciones pasadas,
y sin formular exigencias, de trabajar para construir una
relación basada tanto en el amor como en la responsabilidad.
266
e impredecible, o bien una compensación de falta de liber
tad en el pasado. Sin embargo, creo que estos interaspectos
son habitualmente indicativos de una repetición del mismo
ritmo espasmódico e impredecible de mutua relación que
caracterizó la asociación pasada de las personas. Hasta donde
puedo decirlo por diversas lecturas psíquicas que tuvieron
los clientes y por mis propias intuiciones, las personas que en
esta vida experimentan una repetición de una pauta pasada
caen en una de las dos categorías. La primera es el tipo de
relación en la que hubo en el pasado demasiada libertad y
demasiada impersonalidad; en algunos casos, las personas
parecen haber sido amigas pero no particularmente confia
bles en su conducta mutua. El segundo tipo de relación
pasada evidenciada por tales aspectos es aquella en la que
las circunstancias impideron a las personas mantener una
relación coherente y estable; por ejemplo, casos en los que
las personas vivieron en épocas de guerra constante durante
la cual se separaron repetidamente. En estos casos, los indi
viduos se vieron sólo de pasada o en momentos esporádicos;
y fue así como se acostumbraron a una escasa coherencia en
cuanto a sus expectativas, pero sí a mucha emoción siempre
que se veían. De ahí que, en esta vida, esas personas experi
menten nuevamente esta emoción cuando se encuentran por
primera vez, y la relación tiende a desarrollarse con gran in
tensidad y velocidad, manifestándose a veces como un matri
monio u otro tipo de compromiso a sólo unas pocas semanas
o unos pocos meses de su encuentro inicial. Sin embargo,
ambas personas esperan que el mismo nivel de emoción se
mantenga durante todo el curso de la relación; y es así como
ambos habitualmente se fastidian al poco tiempo en que la
relación parece entrar en rutinas que difícilmente pueden
describirse como "emocionantes". Entonces, una persona,
o ambas tratan de mantener el viejo sentimiento de emoción
volviendo a poner en vigencia sus anteriores separaciones y/o
recalcando su libertad individual.
Hay siempre un pronunciado tono de libertad en cualquier
relación de esa índole, y -puesto que alguna cantidad de li
bertad individual es necesaria en toda relación para que sea
auténtica y promueva el crecimiento- esto puede manifestar
se como las personas que son óptimas amigas entre sí, con
267
gran medida de respeto hacia las necesidades individuales re
cíprocas. Sin embargo, Urano es el planeta del extremismo, y
esta tendencia hacia la libertad personal se lleva a menudo a
los extremos, en cuyo caso las personas se encuentran tan li
bres dentro de la relación que con frecuencia se preguntan
si en realidad existe relación alguna. Con algunos interaspec
tos de Urano, el que tenga al planeta personal o Ascendente
implícitos se molestará con la insistencia de la persona de
Urano respecto de la libertad, la impersonalidad y el aisla
miento; y la persona de Urano tal vez se rebele contra toda
restricción que la otra persona trate de imponer para limitar
esa libertad. Cuando hay una cantidad de interaspectos desa
fiantes de Urano en la comparación, incluyendo al Urano
natal de ambas personas, el tono de impersonalidad e inde
pendencia es probable que sea tan dominante que cada per
sona ignore las necesidades y deseos del otro gran parte del
tiempo, lo cual llevará, en algunos casos, a que vivan juntos
físicamente pero teniendo difícilmente encuentro alguno
en cuanto a mentes y emociones. En todo caso, tiende a ser
una expresión característica del ritmo esporádico y espas
módico de Urano: una alternancia coherente entre distancia
y proximidad en la que las personas se mantienen tan libres
una de la otra como pueden, luego se frustran con la falta de
proximidad que sobreviene como resultado de tal vida ego
céntrica, luego se rebelan o explotan con frustración y so
ledad, y después, finalmente, logran una vez más una proxi
midad rápida y emocionante. Sin embargo, esta proximidad
es muy inestable; tan pronto se produce la reunión, reapare
cen las mismas pautas y causan otra vez el ensanchamiento
de una brecha entre ambas personas. Un buen ejemplo de
este ritmo inestable y esporádico se ve en las relaciones
comunes que están siempre al borde de la separación, pero
que nunca concluyen realmente. Los tipos de matrimonio y
amoríos tan inestables con los que todos estamos familiari
zados son ejemplos de esta vibración. Tales relaciones se
caracterizan por un tono de incertidumbre e impredictibili
dad; y, especialmente en las primeras etapas de tal relación,
este sentimiento puede ser muy desconcertante para ambas
personas. Sin embargo, una vez que se acostumbran a ese
ritmo particular en su relación y una vez que aceptan la ne-
268
cesidad de sus separaciones periódicas (lo cual exige cierta
dosis de flexibilidad y autosuficiencia), la relación puede
durar y ser excelente. Será siempre una unión inconven
cional, y las personas tienen que aceptarla simplemente
como es, en vez de tratar siempre de hacer que se amolde
a cualquier pauta de relación tradicional que parezca "ade
cuada" para aquéllas. Naturalmente, si el tono uraniano de la
relación es demaiado fuerte, demostrado por demasiados in
teraspectos uranianos, las personas serán cada vez más inde
pendientes una de la otra y cada vez más resistentes a toda
forma de cooperación, hasta un punto tal en el que la rela
ción, concretamente, cesará de existir.
En este tipo de relación, una persona, o ambas, tienen la
sensación de que deben eludirse cada tanto, que se asfixiarán
absolutamente si no hacen algo nuevo y emocionante por sí
mismas. Si la otra persona resiste la separación temporaria,
la tensión que ya se siente se acrecienta simplemente. En otras
palabras, si los planetas personales o el Ascendente de alguien
activan mi Urano natal fuertemente por conjunción, cuadra
tura u oposición, la naturaleza misma de esa persona estimúla
mi necesidad de moción y cambio. Si la otra persona resiste
que yo exprese mis necesidades e impulsos uranianos, eso ac
tiva a mi Urano cada vez más. De ahí que deba ser claro que
tales relaciones podrán medrar sólo si se le da mucho espacio
y mucha libertad a la persona uraniana (puede ser una perso
na o ambas personas). Urano (como su signo Acuario) detesta
toda forma de celos y manejos. De modo que si estamos en
una relación con alguien cuyo Urano natal está en un aspecto
desafiante de cualquiera de nuestros planetas personales, y si
sentimos que ese alguien está más bien aburrido de nosotros,
debemos recordar que las tentativas para disuadirle de la ex
perimentación y de la actividad independiente crearán casi
siempre más problemas aún. Si la persona puede representar
sus necesidades de libertad y cambio, entonces -por contras
te- las viejas rutinas tal vez a su tiempo parezcan también
un cambio emocionante, generando así nuevo entusiasmo
para comprometerse en la relación que otrora se juzgara
tan aburrida.
269
Los interaspectos desafiantes de Neptuno
270
sentimos, a menudo, que tenemos que retribuir a la otra
persona. En el caso de los aspectos de Neptuno, hay dentro
de nosotros algo profundo que nos dice que queremos
devolver a esta persona algo que ella nos dio o con lo cual
nos ayudó en el pasado. No sólo necesitamos tener cuidado
de que tal sentimiento no nos lleve al resentimiento cuando
no recibimos nada en devolución o a una obsesión de deber
algo indefinible que jamás podrá devolverse, en cuyo caso la
otra persona podría empezar a usarnos a su arbitrio puesto
que siempre podría contarse con nosotros como para que ce
diéramos a cualquier exigencia. El karma implícito en tales
relaciones es extremadamente sutil; y de ahí que no haya un
modo fácil de explicar pormenorizadamente qué podrían sig
nificar tales aspectos en un caso particular. Simplemente,
deberíamos tomar a estos interaspectos como claves de que
tenemos algún género de atadura kármica que enfoca un
ámbito particular de la relación, pero también deberíamos
tener abiertos los ojos a fin de discriminar con claridad entre
un sentimiento real de estar en deuda y un sentimiento vago
de confusión que nos llevará a un resentimiento posterior.
Con las cuadraturas y oposiciones, los sentimientos ante
dichos se patentizarán en algunos casos; pero más a menudo,
emerge una pauta enteramente diferente. Lo interaspectos
de cuadratura y oposición neptunianas se experimentan muy
a menudo como la necesidad que la persona neptuniana sien
te de escapar de la influencia de la otra persona del modo
indicado (demostrado específicamente por el planeta perso
nal implícito en Neptuno). Habitualmente, hay una poderosa
ola de confusión y desorientación que la persona neptunia
na encuentra siempre que se enfrenta con el desafiante modo
de expresión de la otra persona. El único modo en que la per
sona neptuniana se siente capaz de funcionar claramente y
con enfocada concentración es si puede escapar de esa ener
gía. Por ejemplo, una vez trabajé con una editora cuyo
Mercurio está en íntima cuadratura con mi Neptuno natal.
Es una editora excelente, y siempre fuimos muy compatibles
en nuestros esfuerzos laborales comunes. Sin embargo, en
una ocasión, ensayamos escribir juntos determinados capí
tulos, luego que ella había leído ya el material y tomado al
gunas notas. La idea consistía en que ella me mostraría las
271
diversas partes que juzgaba necesario modificar, luego yo
las leería, y juntos decidiríamos las correcciones, la nueva
redacción, etc. Sin embargo, al trabajar tan estrechamente
con ella, descubrí que su Mercurio activaba intensamente
mi Neptuno; y, cuando me mostraba ella diversas partes del
material, yo solía perder toda la concentración y caía en un
estado de confusión cabal. Ese intento literario así efectuado
se convirtió luego en tanta frustración y pérdida de tiempo
que lo interrumpimos. Sin embargo, cuando todavía lo inten
tábamos, descubrí que yo tenía que estar por lo menos a
tres metros de distancia de ella para salir del influjo de su
campo energético, antes de poder concentrarme bastante
sobre el material entre manos. Una vez que yo estaba fuera
del alcance de su aura, podía concentrarme de nuevo y pen
sar en ello con claridad. De modo que, con el tiempo, descu
brimos que el trabajo lo podíamos realizar muy eficazmente
y en alrededor de una quinta parte del tiempo, si ella simple
mente me pasaba una lista de correcciones sugeridas y yo
seguía con éstas solo. De ahí que, con Mercurio en cuadratu
ra a Neptuno, mi Neptuno era activado del modo antes men
cionado; pero asimismo, la expresión mercuriana de ella se
frustraba, puesto que yo no podía entender qué estaba di
ciendo ella, y ella se empezaba a poner muy nerviosa y ansio
sa siempre que empezábamos la redacción.
En los interaspectos neptunianos, la clase de confusión
antes citada se manifiesta casi siempre hacia algún grado.
Ocasionalmente, es sólo una suave irritación, como en el
ejemplo anterior; pero a veces se manifiesta como mala inter
pretación, malos entendidos mayores, e incluso como engaño.
El engaño que puede ocurrir proviene de la tendencia de la
persona neptuniana a eludir el enfrentar algo con completa
honradez. Se dejan cosas sin decir, o se dicen cosas ambigua
mente a fin de inducir a la otra persona a suponer algo que
no es toda la verdad. La persona neptuniana quiere mante
ner sus auto-engaños y se pone incómoda e insegura si tiene
que tratar el problema en términos concretos. Al ser vaga o
eludir la cuestión entre manos, puede parar la influencia de
la otra persona, sin comprometerse a nada. Si estos interas
pectos neptunianos implican al Sol de la otra persona, el in
tercambio puede ser tremendamente dominante en la relación
272
manifestándose a menudo como evasión habitual y escapismo
de parte de la persona neptuniana y como considerable frus
tración de parte de la persona de Sol, puesto que ella no obtiene
una respuesta o un reconocimiento directos cuando expresan
autenticidad y energía creadora. La conjunción de Neptuno y
del Sol puede compartir algunas de estas cualidades, pero
habitualmente muestra también una fuerte identificación
mutua que, en ocasiones, linda con lo místico, mientras que
cada persona tiene ganas de ser una con la otra persona. A
veces, las relaciones extremadamente íntimas tienen semejan
te aspecto, y a menudo hay una corriente poderosa -pero
muy depurada- de amor entre las dos personas. La oposi
ción compartirá a veces esta cualidad mística, aunque los
elementos problemáticos antes mencionados casi siempre
son más bien evidentes. Pero la cuadratura es, en exceso,
el aspecto más frustrante y más proclive a producir conflictos
mayores; pues, mientras haya ocasionalmente una fuerte
identificación mutua, la relación se basa a menudo en una
idealización irrealista de la otra persona y, por tanto, la
identificación se basa con frecuencia en ilusión o prejuicio
subconscientes.
273
en breve tiempo puede transformarse en un modo de expre
sión extremadamente positivo. Y, específicamente en rela
ción con Plutón, es imposible que conozcamos el resultado
último de varios tipos de conducta o experiencia que parezca
a primera vista muy negativo. Pues Plutón quiere siempre
penetrar en los abismos de la experiencia, zambullirse en el
meollo del significado que subyace en las apariencias super
ficiales, y afrontar todas las modalidades de experiencia,
cruel e intensamente. Por tanto, para esbozar la esencia de
estos interaspectos, los intercambios plutonianos con planetas
personales pueden enfocarse en la manipulación o la trans
formación. En otras palabras, la persona plutoniana podrá
hacer descender espiritualmente a la otra persona e incluso en
algunos casos ayudar a degradar a la otra persona ( o estimular
la autodegradación); o, la persona plutoniana podrá estimular
a la otra persona hacia la auto-transformación de un modo
concentrado y determinado. Esta última manifestación de
pende totalmente, sin embargo, de que la persona plutoniana
haya manifestado algún grado de conocimiento espiritual en
su vida. Apenas podemos esperar que quien espiritualmente
todavía no despertó y está aún enteramente a merced de
compulsiones inconscientes podrá ser de mucha ayuda en el
estímulo del crecimiento espiritual de otro individuo.
El tratar de entender el significado de los interaspectos
plutonianos en cualquier comparación de mapas es siempre
difícil e implica siempre considerable suposición e intuición
o, por lo menos, algún conocimiento extremadamente pene
trante de la interacción de dos personas; pues Plutón raras
veces funciona enteramente en la superficie de la vida, y -a
menos que conozcamos íntimamente a la gente y podamos
ser testigos de su modo de interactuar durante algún tiempo
puede que nos sea imposible describir cómo tal aspecto se
manifiesta, excepto en términos generales. También se hace
difícil entender estos aspectos por el hecho de que el signifi
cado de Plutón es tan complejo; si tendemos a juzgar las cosas
por sus apariencias superficiales, estamos casi seguros de eva
luar incompletamente un intercambio de Plutón. Una razón
de que esto es cierto puede ilustrarse como sigue. Suponga
mos que Plutón de Juan está en cuadratura con mi Mercurio;
otras personas tal vez vean a Juan como si me hiciera deseen-
274
der, influyéndome para que yo piense en cosas "prohibidas",
estudie temas que son tabú, o exprese ideas que socialmente
son impopulares y amenazantes. Por tanto, un observador
prejuicioso podría decir: "Miren cómo Juan está influyendo
sobre la mente de su amigo; ¡simplemente, está abrumando
su sentido común y su razón! ¡Qué persona asquerosa es
Juan!" Sin embargo, lo que yo experimento mediante mi aso
ciación con Juan puede ser de gran valor para mí. Tal vez él
me esté haciendo descender a los abismos, pero quizás yo
necesite un viaje a las profundidades de la vida y de mi mente
y emociones a fin de purificarme de inútiles desperdicios psí
quicos, de viejos temores, de actitudes fuera de moda, o de
compulsiones. De mi viaje a las profundidades, tal vez yo
vuelva a la superficie con una gran riqueza de comprensión
interior y con más valentía que antes. Aunque las motivacio
nes de Juan sean enteramene negativas en tal relación, ¿quién
ha de decir que de esta confrontación yo no creceré? Una
vez que yo haya ganado todo de esa experiencia, ¡tal vez yo
me sienta muy cómodo diciéndole a Juan que desaparezca!
Otra razón para que uno deba ser cauteloso acerca de la
interpretación de estos aspectos es que, puesto que Plutón se
mueve tan lentamente, compartimos el mismo interaspecto
con literalmente millones de seres humanos. Por ejemplo, si
yo nací con Plutón exactamente en oposición a mi Sol, mi
Sol natal estará también en oposición al Plutón natal de toda
otra persona nacida a una cantidad de aflos de mí. ¿Esto sig
nifica que compartiré la misma pauta básica de relación con
todos esos millones de personas? Tendría que decir que no.
El problema representado por esa oposición en mi mapa natal
es activado meramente, de modo muy intenso, por personas
de mi propia generación; pero el problema principal es mío,
no de esas personas. De ahí que cuando vea yo que un aspec
to natal que implica a Plutón (o, hasta cierto punto, a Urano
o Neptuno) se repite en una comparación particular, habitual
mente recalco muy poco eso y prefiero mirar otras dimensio
nes más individualmente singulares de la relación. Sólo cuan
do un tema plutoniano particular emerge en tal comparación,
mostrado por una cantidad de aspectos plutonianos desafian
tes (y a veces incluyendo los planetas de una persona que
caen en la octava casa natal de la otra persona) es que yo pon-
275
go especial atención en las posibilidades simbolizadas por Plu
tón. Y, a fin de que se las considere especialmente importan
tes, tales combinaciones deben incluir, por lo menos, un as
pecto que no se halle en uno ni en otro mapa natal. En com
paraciones entre dos personas de la misma edad aproximada,
esto habitualmente significa un aspecto que implica a Plutón
de una persona y uno de los ángulos cardinales del otro
mapa. En comparaciones que implican a personas de edades
vastamente diferentes, las posibilidades de hallar tal aspecto
son mucho mayores; y, en esos casos, toda conjunción (y,
hasta cierto punto, toda cuadratura u oposición) de Plutón
de una persona y el planeta personal de la otra persona de
ben contemplarse como tremendamente significativas en la
caracterización de la cualidad y el significado de la relación.
Sin embargo, debe recalcarse aquí que -aunque no haya aspec
tos plutonianos importantes- un fuerte énfasis en la octava
casa de una persona o de ambas en la comparación revelará
a menudo una cualidad plutoniana en la relación. La perso
na cuya casa está activada por los planetas natales de la otra
persona es habitualmente la que siente el impulso de manejar,
absorber, reformar o transformar a la otra persona.
En términos de karma, la única pauta que parece presentar
se regularmente en las relaciones caracterizadas por un fuerte
tema plutoniano es la necesidad de que una persona o am
bas personas aprendan cómo vivir independientemente y
permitan a la otra persona simplemente que sea y crezca de
cualquier modo que resulte espontáneo y natural. Pero esta
lección es difícil de aprender en tales casos porque este énfa
sis plutoniano parece indicar que las personas compartieron
vidas pasadas de absorción recíproca, situaciones en las que
las identidades estaban muy fundidas y en las que se recalca
ba en exceso la dependencia, la intimidad o la manipulación
mutuas. Naturalmente pensamos en algunos de estos casos
en la relación madre-hijo, pero el karma presente también
podría corresponder a ciertos otros tipos de relaciones de
vidas pasadas. Los ejemplos podrían ser experiencias de
vidas pasadas como "amantes" que casi están en deuda
recíproca, o relaciones como marido y mujer, o amo y
esclavo, en las que uno es realmente el dueño de la otra per
sona (según las leyes de la sociedad en esa época). Otra di-
276
mens1on de este tipo de relación es el poder. En la mayoría
de los casos, una persona (habitualmente, aquella que tiene
implícito a Plutón) tiene un dominio tremendamente pode
roso sobre la otra persona, especialmente si el Sol, la Luna o
el Ascendente está incluido con Plutón. Aunque este control
es raras veces patente, no obstante existe, y se mantiene por
el magnetismo que la otra persona siente proveniente de la
persona plutoniana. En muchos casos, a no ser que la persona
plutoniana abandone voluntariamente el poder que tiene so
bre el otro individuo, la otra persona tal vez, a su tiempo,
halle necesario apartarse enteramente de la presencia de esta
energía perturbadora a fin de poder vivir y respirar libre
mente.
Mapas compuestos
277
que toda la técnica era puramente especulativa y, de hecho,
probablemente, muy carente de valor. Estas convicciones
se fortalecieron cuando puse a prueba las interpretaciones
en algunos libros que trataban sobre mapas compuestos; pues,
simplemente no encajaban con mi experiencia de ciertas
relaciones.
Sin embargo, luego me encontré con una astróloga de
nombre Judy Weinstein, que había efectuado considera
ble trabajo con compuestos. Ella me explicó que yo debía
mirar al mapa compuesto como indicativo de la finalidad
de una relación dada. Con este nuevo enfoque en mente,
los mapas compuestos empezaron a asumir un claro signi
ficado. Los factores que antes no tenían significado, puesto
que no describían mi experiencia de la relación como lo ha
cen las comparaciones tradicionales de mapas, ahora parecían
tener significado. Simbolizaban claramente actividades espe
cíficas a las que se dedican las dos personas, lo mismo que la
unidad formada por esas dos personas se expresa espontánea
mente. Poco después, en un viaje a Seattle para pronunciar
algunas conferencias, otra astróloga, June Marsden me dijo
que también había descubierto que este enfoque de los mapas
compuestos era especialmente útil y exacto, sin tener en
cuenta lo que varios libros sobre el tema inducían a creer.
Desde entonces, mi experiencia tiende a confirmar este crite
rio de que un compuesto revela la finalidad esencial de una
relación. De modo que, si nos encontramos con otra persona
que parece tener algún papel importante que representar en
nuestras vidas, y especialmente si el método tradicional de
comparar los mapas no ilumina bastante aquello en lo que se
basa la interacción, podríamos entonces componer un mapa
compuesto con él o con ella. Al hacerlo, quizá podamos ob
tener una mejor perspectiva de la finalidad de la interacción
y del modo último en el que se expresarán las energías com
binadas de las dos personas.
278
Escorpio
Escorpio
Capítulo VIII
CICLOS DE TRANSFORMACION
Primera Parte
Las Progresiones
Vive la vida
como la vida se vive a si misma.
Lao Tse
281
ro necesitamos definir qué clase de progresiones vamos a dis
cutir, y también necesitamos diferenciar entre los significados
de tránsitos y progresiones.
Hay por lo menos, una docena de métodos diferentes de
progresiones que los astrólogos usan corrientemente, y este
mismo hecho debe impresionarnos sobre la sutileza de la ex
periencia que algunas progresiones indican; pues si las progre
siones correspondieran invariablemente a experiencias o acon
tecimientos claros y observables de nuestras vidas, pensaría
mos que sólo unos pocos métodos se usarían puesto que
habrían demostrado su validez a través de afias de prueba.
Hasta cierto punto, existe una preferencia sólo por unos po
cos métodos particulares entre la mayoría de los astrólogos;
pero si esta preferencia surge de la mayor confiabilidad de
esos métodos o si meramente proviene del hecho de que la
mayoría de las escuelas de astrología sólo ensefian unos pocos
métodos no está enteramente claro. Pero es evidente que los
métodos de progresión que los astrólogos occidentales usan
más vastamente son: el sistema de las Progresiones Secunda
rias (o "el método de un día por un afio") y, especialmente
en afias recientes, el método del Arco Solar. Puesto que es
tos dos métodos son los fundamentales con los que tengo
considerable experiencia, limitaré mi explicación a esos dos
métodos solamente. Hasta donde he podido determinarlo,
las progresiones secundarias son mejores para entender los
desarrollos psicológicos y los períodos de evolución personal
y crecimiento intenso, aunque a menudo corresponden a
acontecimientos específicos y también a experiencias ma
yores. La confiabilidad de tales progresiones (o sea, si pode
mos saber con seguridad que una particular progresión se
cundaria se manifestará de modo notable) es bastante buena
cuando usamos los aspectos del Sol progresado y la Luna
progresada, pero resulta más cuestionable cuando empeza
mos a usar estas progresiones de los otros planetas. Esto
puede indicar simplemente que las personas están más
en contacto con los ciclos de crecimiento y desarrollo mos
trados por el Sol y la Luna progresados, más bien que los
otros planetas progresados no tengan significado o valor
práctico. Por ejemplo, un aspecto exacto de Marte, Mercurio
o Venus progresado corresponderá a menudo a tendencias
282
notables de la vida individual, pero de ningún modo todas las
personas podrán identificarse o relacionarse con su significa
do supuesto. De ahí que sea una cuestión de cuán al tanto
esté el individuo de sus cambios y dinámica interiores, pues
algunas personas afirman que pueden advertir una clara
"influencia" de casi todos los aspectos exactos de las pro
gresiones secundarias, mientras otras sólo armonizan con los
del Sol y la Luna progresados (y quizás un aspecto progresa
do ocasional de otro planeta).
Las progresiones de arco solar, por otro lado, parecen ser
ligeramente más confiables que las progresiones secundarias,
primordialmente debido al hecho de que la progresión del
arco solar de todos los planetas, no sólo el Sol y la Luna,
parecen tener igual poder, puesto que cada una se progresa
en la misma proporción a través del mapa. Las progresiones
de arco solar parecen indicar más coherentemente aconteci
mientos definidos que la mayoría de las progresiones secun
darias (la principal excepción es la conjunción de la Luna por
la progresión secundaria respecto de un planeta natal), y, por
tanto, se las ha usado cada vez más por parte .de los astrólogos
orientados hacia los acontecimientos. Sin embargo, puesto
que la primordial aplicación de las progresiones de arco solar
consiste en comprender o predecir acontecimientos y cam
bios definidos en las circunstancias externas, estoy convenci
do de que aquellos que principalmente se interesan por la vi
da interior del individuo deben recalcar las progresiones se
cundarias sobre (pero no con exclusión de) los métodos del
arco solar. Puesto que las mediciones del arco solar se basan
en los planetas que se desplazan a la misma proporción que el
Sol progresado secundario, (aproximadamente un grado por
afio de vida es una estimación a grosso modo), tienen fuerte
parecido con el método de progresiones que simplemente des
plaza a cada planeta y cada punto importante del mapa a
exactamente un grado por año de vida. Y por tanto, la
siguiente cita de los escritos de e.E.O. Carter parecería ser de
aplicación a las progresiones de arco solar:
"Si yo abandonara todos los demás (o sea, todos los otros
métodos de progresión y "dirección"), por lo menos reten
dría el 1 ° = la medida de un año... en mi propio caso, nun-
283
ca encontré que dejaran de funcionar... " (de Sorne Princi
pies of Horoscopic Delineation, pág. 75).
284
gran parte de nuestro nivel de autoconsciencia. En la exce
lente introducción a su libro Planets in Transit, Robert Hand
estudia la distinción artificial entre las experiencias "inter
nas" y "externas":
285
sito puede de hecho, alterar temporariamente nuestra pauta
energética natal, añadiendo otra vibración a nuestro modo
habitual de ser. En ocasiones, esta nueva corriente energéti
ca simplemente terminará luego que concluya el tránsito, re
velando que fue poco el cambio ocurrido cuando estuvo en
efecto. En otros casos, sin embargo, el individuo parecerá ha
ber asimilado algo de esa nueva energía (que se manifiesta co
mo un alterado enfoque de alguna dimensión de vida), y
-aunque la pauta energética natal se mantenga en general
evidentemente ocurrió un cambio mayor en la personalidad.
Por otro lado, las progresiones revelan la periodicidad fija o
la pauta cíclica que todos atravesamos durante nuestra vida;
en otras palabras, el campo energético con que estamos armo
nizados desde nuestro nacimiento experimenta natural y re
gularmente periódicos cambios rítmicos desde dentro y estos
cambios son indicados por las progresiones.
Me parece que en muchas escuelas del pensamiento astroló
gico se subraya de más las progresiones, en ocasiones hasta
con exclusión total de los tránsitos. Personalmente, no puedo
entender cómo alguien que use coherentemente los tránsitos
durante unos pocos años pueda posiblemente desechar las
intuiciones misteriosas e increíblemente útiles que un cono
cimiento de los tránsitos puede proporcionar. Algunos astró
logos creo que también subrayan demasiado un denominado
"mapa progresado" levantando un horóscopo sobre la base de
progresiones corrientes e interpretándolo luego en abstracto,
sin relación con el mapa natal del individuo. Junto con mu
chos otros astrólogos, creo que todas las progresiones y todos
los tránsitos deben relacionarse con el mapa natal, puesto
que tales técnicas revelan desarrollo y evolución de las posibi
lidades simbolizadas muy claramente por el mapa natal mis
mo. También yo estaría de acuerdo con Carter en que los
tránsitos muestran importantes cambios de vida, más a menu
do que las progresiones, y en ese sentido, los tránsitos son
más prácticamente útiles en el consejo astrológico diario que
las progresiones. Como escribe Carter:
286
te los tránsitos, apropiadamente entendidos. (Sorne Prin
cipies ofHoroscopic Delineation, pág. 73 ).
287
ro es dudoso que uno de ellos se acerque a la perfección.
La razón radica en la complejidad infinita de la vida, no
sólo con respecto al individuo, sino también a su intermi
nable relación con los demás... Esperar perfección de cual
quier sistema direccional es manifiestamente super-sanguí
neo. Especialmente, esto es lo que ocurre cuando a muchas
personas las afecta un solo acontecimiento: si muere un
patrón y son afectados muchos empleados, üodos han de
tener direcciones apropiadas a su Medio Cielo al mismo
tiempo? Si esto fuera ast', entonces la perfección de la
Astrología significaría que el hombre se enredara en una
máquina rígida y matemáticamente exacta. (pág. 10).
288
tal en el que estamos listos para armonizar nuestra capaci
dad de iniciativa y afirmación personal (Marte). De ahí que
podamos integrar más la energía marcianna en nuestra vida
consciente y crecer asimilando y controlando más esta ener
gía de ahora en adelante.
En otras palabras, nuestra interpretación de las progresio
nes ha de personalizarse, o sea, relacionarse con la naturaleza
fundamental del individuo (y por ende con el horóscopo
natal). Es sólo de este modo que el uso de las progresiones
(y los tránsitos) podrá ser una técnica constructiva y llena
de intuiciones en pro de un mejor entendimiento personal.
Para expresarlo de otro modo: el efecto de toda progresión o
todo tránsito depende de la naturaleza de nuestra armoniza
ción natal con las energías implícitas en la configuración par
ticular en consideración. Por ejemplo, un aspecto de Sol o
Luna progresados con Saturno natal puede indicar un tiempo
de profunda satisfacción y rápido crecimiento para alguien
que sintonice armónicamente (y que no resista) el principio
de Saturno. Tal vez se necesite todavía algún esfuerzo, pero
tal persona da por sentado el esfuerzo necesario y, de hecho,
obtiene de ello gran satisfacción. Si Júpiter está implícito,
aunque el aspecto progresado sea un "ángulo armónico", el
resultado de ese lapso puede ser meramente oportunidades
que se pierden o esfuerzos en vano si el individuo no está ar
monizado con Júpiter de modo saludable y fluido. Más que
todo lo demás, las progresiones secundarias (especialmente
las del Sol y la Luna) nos dan una oportunidad para integrar
distintos aspectos de nuestra naturaleza y ser más conscientes
de nuestras energías y controlarlas mejor. De ahí que enten
der estas progresiones podrá damos claves con las que podre
mos tener acceso a los secretos de la transformación personal
y que nos ayuden a fluir, con el proceso de maduración, a
través del cual el tiempo nos está conduciendo.
Ya mencioné que una adecuada comprensión de los tránsi
tos permitiría, en la mayoría de los casos, que un astrólogo
"explicara" aproximadamente el noventa por ciento de lapsos
importantes de la vida de una persona. Por tanto, podríamos
preguntar por qué es necesario que un profesional de la astro
logía se moleste en las progresiones, especialmente puesto
que hay célebres y muy respetados astrólogos que jamás las
289
usan. Mi enfoque de todos los métodos astrológicos es que
debemos familiarizarnos con una variedad de métodos, ex
perimentar con ellos durante un tiempo, y luego concentrar
nos en aquellos métodos que dan los mejores resultados para
nuestros fines particulares. Personalmente, aconsejo a los es
tudiantes que aprendan tanto el sistema de Progresión Secun
daria como el método del Arco Solar, y que luego enfoquen
especialmente al Sol progresado ( el mismo en ambos siste
mas) y la Luna progresada en el sistema secundario. Pues,
aunque los aspectos de Sol y Luna progresados simbolizan
sólo un pequeño porcentaje de las experiencias y lapsos
de nuestra vida importantes, los que son simbolizados son
habitualmente de extraordinaria importancia. Sin embargo,
hay también otros pocos tipos de progresiones secundarias
que vale la pena prestarles atención, y se los mencionará al
final de este capítulo.
El Sol progresado
290
reorientación y de valores cambiantes. Pero, sea cual fuere
el significado de la posición del Sol progresado por signo o
casa, la persona inevitablemente se ajusta al cambio en un
sentido u otro en un año o dos y, en consecuencia, ya no es
consciente de tal factor como un foco dinámico de interés
corriente. De modo que, al usar el Sol progresado, los aspec
tos dan valiosísima información sobre la orientación y el foco
presentes del individuo. Aunque debe recalcarse la conjun
ción, la cuadratura y la oposición, todos los aspectos exactos
del Sol progresado respecto de los puntos natales pueden
usarse con buenos resultados, incluso hasta un punto tal de
usar aspectos "menores" como el semisextil y la semicuadra
tura. La velocidad del Sol progresado es tan lenta que un
aspecto permanecerá dentro de los 15' (ó 1 /4 de un grado) de
exactitud durante unos seis meses. Durante tal tiempo, cuan
do hay una interacción dinámica de dos energías potentes
durante un período extenso, es casi inevitable que un indivi
duo empiece a tomar consciencia de algún grado de intensi
dad interior e impulsos hacia el cambio, aunque los indicado
res simbólicos de este desarrollo sean los denominados aspec
tos "menores".
Los comentarios anteriores traen al recuerdo la cuestión de
qué orbes usar al interpretar los aspectos progresados del Sol.
En otras palabras, ¿cómo debemos expresar y cómo podre
mos entender el largo probable de tiempo que un aspecto de
Sol progresado dado estará particularmente activo? Como
deben indicarlo las preferencias vastamente diferentes de va
rios astrólogos, ésta es, en gran medida, un asunto particular,
pues algunas personas son más sensibles que otras a los cam
bios interiores y a nuevas tendencias y vibraciones en sus vi
das. Más material sobre esta cuestión de los orbes se hallará
en el capítulo siguiente, pero yo personalmente uso orbes mu
cho más pequeños para el Sol progresado que el orbe de 1 °
que se recomienda a menudo. Si usamos un orbe de 1 apli°
cándolo al (y separándolo del) ángulo exacto, entonces un
aspecto de Sol progresado se sentiría durante dos años. Aun
que esto se aplica a veces, en mi experiencia no es habitual
mente el caso, puesto que la mayoría está demasiado ocupa
da para prestar atención a cualquier cambio importante
hasta que éste fuerza su consciencia con un grado de inten-
291
sidad que no puede ignorarse. Prefiero dar un orbe máximo
de 30' ( ó 1 /2 grado) en la aplicación y de 15' ( ó 1 / 4 de gra
do) en la separación. Esto indica meramente que la mayoría
no empezará a sentir fuertemente los efectos de un íntimo
aspecto de Sol progresado hasta seis meses o menos antes de
que se forme el aspecto exacto. Y entonces, una vez que el
aspecto exacto empieza a separarse, la inmediatez de la ex
periencia indicada se empieza a extinguir habitualmente más
bien con rapidez (a menudo a los tres meses), aunque a esa
persona le lleve más tiempo asimilar completamente su signi
ficación. Por lo que he visto, la mayoría parece atravesar la
experiencia indicada por un aspecto de Sol progresado en
un lapso de seis meses o menos. Es durante ese tiempo que,
en sus vidas, predominará la fase más intensa de la experiencia.
El significado de los aspectos del Sol progresado podrá en
tenderse mejor definiendo el principio astrológico representa
do tanto por el Sol como por Leo de las "ganas de ser, deve
nir y expresarnos". Si podemos ver al Sol progresado bajo es
ta luz, podremos entonces describir todos los aspectos de
Sol progresado como indicativos de períodos en los que asi
milamos nuevas cualidades del ser y desarrollamos nuevas mo
dalidades de expresión personal. Cuando el Sol progresado as
pecta a otros planetas, tenemos la oportunidad de sintonizar
nos más conscientemente con las posibilidades que esos pla
netas demuestran y de esa manera aprender qué significan
esos símbolos en nuestras vidas de un modo muy personal y
específico. Tan sólo para aclarar lo que yo quiero decir con
"asimilamos nuevas cualidades del ser", echemos un vistazo
al signo de Leo y examinemos cómo funciona esa energía.
Una persona de Leo dice, en efecto, "Yo seré algo", y luego
Leo procede a convertirse en todo lo que imagina. Esa per
sona representa íntegramente el papel que quiere llegar a ser.
El hecho de que ahora no sea lo que quiere llegar a ser de
ningún modo es obstáculo para ella� simplemente, empieza
a serlo representándolo. Y de este modo demuestra uno de
los secretos de la autotransformación. Hay otros modos de
que cambiemos, pero Leo demuestra el modo de operar del
principio del Sol. Para relacionar este concepto con el Sol
progresado: cuando el Sol progresado aspecta a un planeta
natal, nos volvemos más semejantes a la naturaleza de ese
292
planeta. Tal aspecto muestra un período de llegar a ser
más de lo que éramos antes. Y este proceso de llegar a ser
ocurre ya sea que la persona sea consciente de él o no.
En realidad, podríamos decir que tanto el Sol como Leo re
presentan las ganas de ser más de lo que somos, la voluntad
de agrandarnos y completarnos más de lo que somos ahora.
De ahí que si vemos al Sol esencialmente como un símbolo
del llegar a ser, entonces cada uno de los aspectos exactos del
Sol progresado indica un lapso en el que estaremos metidos
activamente en un desarrollo y un crecimiento rápidos;
toda nuestra personalidad puede cambiar durante tal perío
do, y el alcance de nuestra expresión con el que nos senti
mos cómodos podrá expandirse considerablemente en tal
época.
Unos pocos ejemplos de mis archivos deben ayudar a ex
plicar este enfoque de los aspectos del Sol progresado:
Sol progresado en conjunción con Marte (varón, 25 años):
empezó a entrar en contacto con su masculinidad, fuerza
personal y poder. Empezaron a tener cada vez menos poder
sobre él los temores e inhibiciones (mostrados por una cua
dratura natal de Saturno a Marte) que antes le impedían ir en
pos de lo que quería; y, de hecho, éste fue un período de
gran crecimiento en cuanto a confianza y valentía. Jamás vol
vió al viejo modo timorato y dubitativo de actuar y hablar,
pues pareció haber asimilado plenamente una fuerte dosis de
energía marciana. Llegó a ser más parecido a la naturaleza de
Marte: más vigoroso, agresivo, intrépido e inclinado a iniciar
nuevos proyectos y actividades, comprendidos aquellos que
incluían considerable riesgo. Fue un período de radical
transformación personal.
Sol progresado en conjunción con Venus (mujer, 48 años):
nunca se había casado y casi carecía de experiencia en el
amor y las relaciones sexuales; empezó durante esta época a des
pertar esta parte descuidada de su naturaleza. Tuvo relaciones
sexuales con dos hombres distintos, aunque las relaciones no
duraron mucho y la perturbaron numerosos conflictos acerca
de sus acciones y deseos, fue un período de crecimiento tre
mendo puesto que llegó a estar más en contacto con sus nece
sidades, aptitudes y deseos venusinos, lo cual le dio más con
fianza en su feminidad y atractivo, y la franqueó a la dimen-
293
sión íntegra de la experiencia simbolizada por Venus. Duran
te esta época, llegó a ser más venusina: con una sensibilidad
acrecentada y una mayor profundiad emocional.
Sol progresado en cuadratura a Júpiter (varón, 19 años):
éste fue un período de gran expansión, mejoramiento perso
nal y aventura. En esta época empezó a experimentar nuevos
estilos de vida, ideas, ideales y modos de relacionarse que le
abrieron muchas puertas de un conocimiento personal ma
yor. Fue un período de "hallarse a sí mismo" y de llegar a
ser más confiado, más feliz y más independiente. También
descubrió en esta época nuevos intereses religiosos, puesto
que, por primera vez, tuvo acceso a las doctrinas orientales
sobre la reencarnación y la filosofía taoísta. Tamibién estu
vo presente la protección financiera, puesto que le dieron un
auto y un estipendio mensual para el colegio.
Sol progresado en conjunción con Neptuno (mujer, 26
años): marcó un período de llegar a ser más idealista y de
tratar realmente de vivir según esos ideales. Hubo un des
pertar espiritual y un conocimiento acrecentado de muchos
factores sutiles e intangibles de su vida que antes ignorara.
El comienzo de este período estuvo marcado por su abando
no del trabajo y su retiro del mundo durante unos tres meses,
tiempo durante el cual empezó a desarrollar un plan para su
futuro que sería más satisfactorio e inspirador que su estilo
de vida anterior. Durante esta progresión, empezó a intere
sarse por una carrera en el campo de la medicina, que desde
entonces continuó durante muchos años y encuentra extre
madamente satisfactoria. Asimismo, llegó a ser más neptu
niana durante esta época en el sentido de que se franqueó
más a factores espirituales como el karma, el destino, etc.
Sol progresado en conjunción con Urano (varón, 27
años): marcó un período de grandes cambios tanto en su
vida externa como en su sentido interior de finalidad e
individualidad. Al comienzo de este período, se mudó a
otro estado a fin de seguir una ambición radicalmente nueva:
diplomarse en música (aunque su título de bachiller era en
psicología). Luego, tras sólo unos pocos meses en su nueva
ubicación, su inquietud le impulsó a abandonar ese curso y
volver a su residencia anterior a fin de seguir astrología y
consultoría, para él otro enfoque radicalmente nuevo pues-
294
to que antes no había hecho consultoría y sólo de modo
periódico había andado en astrología. Llegó a ser más ura
niano, como lo evidenciaron no sólo los numerosos cambios
en su vida externa sino también su interés tremendamente
acrecentado por la astrología.
Sol progresado en cuadratura a Plutón (varón, 30 afios):
un período de dejar atrás lo viejo, de comprender que ya no
era una persona "joven" cuyos valores y orientaciones sur
gían de sus experiencias en el colegio. Fue un período de asi
milación del hecho que el pasado se había ido sin remedio, y
también que el enfoque compulsivo y mecánico que él tenía
respecto de muchas situaciones de la vida ya no era satisfacto
rio ni siquiera interesante. Este período coincidió con una en
fermedad de tres semanas que anunció un renacimiento
mayor puesto que, una vez recuperado, terminó por comple
to con todas las actividades laborales con que se ganara la
vida durante una cantidad de afios, despejando así el camino
para empezar una carrera enteramente nueva. Pues durante la
enfermedad comprendió que absolutamente no podía conti
nuar las actividades sin sentido ni inspiración, correspondien
tes al pasado. Llegó a ser, para esta época, plutoniano, siendo
más cruel ( ¡de modo positivo!) en su método de conducir
su vida, y concentrándose mucho más acerca de sus metas.
Sol progresado en cuadratura a Saturno (varón, 25 afios):
un período en el que llegó a ser mucho más conservador en
sus criterios y valores. Durante este período, asimiló muchas
cualidades saturninas, algunas de las cuales fueron afrontadas
a través de sus tratos con un profesor más viejo con quien tu
vo conflictos. Sintió la necesidad de retirarse de su trabajo y
seguir un curso universitario de unas cinco semanas a fin de
evaluar si debía continuar con las que otrora fueron sus
principales ambiciones. Una vez que pasó este período, se
resignó a muchas realidades prácticas por primera vez en su
vida, y llegó a ser mucho más saturnino, con acrecentada pa
ciencia y mayor aceptación de los integrantes más viejos del
"sistema".
Los ejemplos antedichos deberían dar al lector una fami
liarización suficiente con este enfoque de los aspectos del
Sol progresado que le permitieran poner a prueba este méto
do en la práctica real. Entonces podremos ver si su énfasis
295
sobre el crecimiento psicológico es apropiado para la clase
de trabajo astrológico que estamos haciendo. Aunque los
aspectos "menores" del Sol progresado y sus trígonos y
sextiles no siempre indican mayores desarrollos psicológicos,
no obstante vale la pena prestarles atención. Pero siempre
podremos saber por adelantado que una conjunción, una
cuadratura o una oposición del Sol progresado marcarán
una fase mayor de autotransformación y potencialmente
una época en la que la persona pueda integrar consciente
mente una parte destacada de su naturaleza. Si la persona
está armonizada con las dimensiones más sutiles de las ex
periencias cotidianas, tal vez tome consciencia de que se
está activando una mayor pauta kármica, introduciéndola
en la luz de la consciencia. Para quienes no están tan sensi
bilizados al progreso de su vida interior, estos períodos em
pezarán a menudo con algún acontecimiento o experiencia
mayor que, por así decirlo, los obliga a tratar una parte
particular de ellos mismos. E inician una fase del desarrollo
de la personalidad y una acrecentada madurez que cons
cientemente no hubieran juzgado necesarias.
La Luna progresada
296
tránsito, como se la describe en el capítulo V, representa es
pecíficamente un ámbito de vida y de expresión en el que es
tamos trabajando conscientemente o que las circunstancias
nos están obligando a esforzarnos al respecto. La posición de
casa de la Luna progresada puede indicar también algo de lo
que sigue:
a) que tienden a patentizarse viejas pautas de respuesta y acti
tudes subconscientes (karma de vidas pasadas) hacia ese
ámbito de vida.
b)que se concentrará mucha atención en ese ámbito de expe
riencia durante todo el tiempo que la Luna esté en esa
casa.
e) que intereses cambiantes se patentizarán cuando la Luna
progresada cambie de casas (y especialmente cuando aspee
te a varios planetas natales).
ch) que nuevos contactos, encuentros o relaciones también
tenderán a ocurrir cuando la Luna cambie de casas o cuan
do aspecte estrechamente a los planetas natales.
d) que nuestra disposición anímica total será simbolizada por
la posición de casa de la Luna progresada, y por tantoque de
finidos desarrollos psicológicos tienden a ocurrir cuando asi
milamos esta nueva experiencia. (Nótese que la Luna se re
laciona estrechamente con la nutrición, la alimentación, el
cuidado materno, y, de esta manera, con la asimilación del
sustento; de ahíque podríamos decir que nos alimentamos
en ese ámbito de experiencia durante la época en la que la
Luna está en cierta casa.)
e) que en algunos casos la posición de la Luna progresada
muestra, como lo expresan muchos autores, las circunstan-
297
cias y el medio ambiente cotidianos; pero en casi todos los
casos revela lo que está preocupando a nuestra mente.
O que la posición de casa de la Luna progresada muestra adón
de van nuestras energías vitales, hacia qué campo de la ex
periencia y tipos de intereses somos atraídos, y hacia qué
ámbito de nuestra vida somos particularmente afectos y
sensibles.
298
en una casa de tierra o agua. De hecho, a menudo es sorpren
dente cuán notable es el cambio de humor cuando la Luna
progresada de alguien cambia de casas. Las energías vitales
parecen correr más libre y espontáneamente cuando la Luna
progresada está en una casa de fuego o aire, mientras parecen
estar abatidas o inhibidas cuando están en una casa de agua o
tierra. Por ejemplo, supongamos que una persona que tuvo a
la Luna progresada en la octava casa durante dos aftos y me
dio está experimentando ahora la entrada de la Luna en la
9a. casa. Toda la conducta de esa persona es probable que
cambie, de un humor pesado, intenso e introspectivo a un
humor optimista, aventurero e incluso juguetón.
Como se menciona en el Capítulo V, otro factor apropia
do para el uso de la posición de casa de la Luna progresada
es el fenómeno común de un acontecimiento o experiencia
decisivos que tienen lugar precisamente antes de que la Lu
na esté a punto de abandonar cierta casa y de entrar en la
siguiente. Y o no sugeriría que tal transición de la Luna des
de una casa a la otra se correlacionará siempre con una ex
periencia importante y definida, sino que -usando el sistema
Koch de casas- he visto tan a menudo que eso ocurre precisa
mente cuando la Luna llega a entrar en los seis u ocho grados
de la siguiente cúspide, que siempre estuve alerta hacia esa
posibilidad. El viaje de la Luna progresada a través de cual
quier casa dada puede describirse como sigue, y esta pauta
se aplica también al tránsito de Saturno a través de cualquier
casa: Cuando un planeta está al comienzo de una casa, a
menudo tenemos que "tomar decisiones" o, por lo menos,
llegar a comprender más conscientemente una nueva direc
ción de nuestra energía y nuestro crecimiento; cuando está
al final de una casa, se manifiestan, a menudo muy clara y
concretamente, los resultados de nuestros planes y esfuer
zos (lo mismo que la pauta de nuestro karma en ese ámbito
de vida). Es como si las posibilidades que al principio sólo
eran abstractas -sólo vivas en el nivel de las ideas y las ima
ginaciones- se catalizaran en forma específica. Y, una vez
que ocurrió esto, a menudo descubrimos que todo el ámbito
de vida mostrado por esa casa se estableció más y que ahora
se siente más cómodo y familiar para la persona.
Hay otro paralelo también entre Saturno en tránsito y la
299
Luna progresada: a saber, el regreso de cada uno a su lugar
natal entre los 27 y los 30 años de edad. Mientras el regreso
de Saturno se ocupa de la aceptación de nuestro destino, es
pecialmente en relación con el mundo exterior, el regreso de
la Luna progresada es un asunto más íntimo y subjetivo. Algo
parecido al regreso periódico de Saturno, es época de apren
der a aceptarnos corno realmente somos y aceptar nuestras
necesidades y sentimientos interiores corno reales y vitales.
Pero quizá la implicancia más importante del regreso de la
Luna progresada sea que nos da la oportunidad de estar final
mente cómodos con nosotros mismos. Las presiones paternas,
sociales, religiosas y educativas se combinaron todas para vol
vernos inseguros sobre quiénes somos y, realmente, indeci
sos sobre si siquiera está muy bien que seamos lo que somos.
Por tanto, la mayoría de nosotros desarrollarnos desconfianza
respecto de partes de nosotros mismos, y a menudo nos senti
rnos vagamente incómodos con las partes de nuestra naturale
za que no recibieron el sello aprobatorio de alguna fuente de
autoridad. Pero, cuando la Luna progresada regresa, podernos
empezar a dejar detrás nuestras inseguridades infantiles y a
afianzarnos en ser lo que llegarnos a saber que somos, sin
culpa, sin tensión, sin tímida torpeza. El signo y los aspectos
de la Luna natal son importantes de notar a este respecto;
pues el signo natal de la Luna muestra ciertas cualidades que
podernos empezar ahora a expresar más libremente, y sus
aspectos revelan el grado de tensión que ahora puede liberar
se y transformarse en energía constructiva y creadora.
300
propio" luego que toda clase de facteres que escapaban a
su control se los impidió (especialmente cuando la Luna
estaba en la 12a. casa). Se patentiza más independencia y
confianza, y nos relacionamos con el mundo externo y
experimentamos la vida en general con más inmediatez
y espontaneidad. ¡Puede haber un sentimiento de libe
ración!
301
una senda disciplinada de desarrollo personal o discipula
do. A veces nos retrasa físicamente para instamos a que
volvamos a evaluarnos y mejoramos. A veces es un poco
deprimente, cuando advertimos todo lo que anda mal en
nosotros. Durante esta época, la felicidad proviene princi
palmente del trabajo dedicado y del servicio que podrá
absorber nuestra energía mental.
302
Casa X: ambiciosa orientación, pensamiento constante sobre
el logro de algo o sobre el trabajo en pos de algo. Enfoque
impersonal de la vida, en el que los demás encajan con
nuestros objetivos prácticos o no encajan para nada en
nuestra vida. Fuertes deseos de lograr algo o darnos cabida
en el mundo. Con más frecuencia, esto indica un pico en
el esfuerzo en pos del logro que el hecho de realmente al
canzarlo (como lo indican muchos libros), especialmente
para personas de menos de 35 años.
Casa XI: desarrollo de un creciente sentido del compromiso
social, de la responsabilidad social, y del deber, donde
comprendemos nuestra finalidad en relación con muchos
otros seres humanos (o sea, cómo encajamos en sus vidas y
qué necesidades de ellos satisfacemos). A menudo, sensibi
lidad hacia nuestra popularidad o falta de ésta, y a ser
aceptados por los demás. Puede ser época de servicio para
muchas personas, derramando a veces nuestro conocimien
to sobre ellas.
Casa XII: época importante en la que nos sentimos volcados
sobre nosotros mismos y lanzados a la deriva desde todas
las viejas amarras que otrora dieran orden y significado a
nuestra vida. Puede ser tiempo de soledad (debido a las cir
cunstancias o a nuestra necesidad interior de retiramos del
mundo). Epoca en la que ocurre todo lo que puede ocurrir,
dejándonos sólo con la esencia y el significado espiritual de
experiencias pasadas.
303
No he notado que eso ocurra invariablemente, pero he visto
bastantes casos de esta índole de tendencia que hacen que se
mejante idea sea digna de un estudio futuro.
304
mayor de tiempo que los aspectos del Sol progresado. Es co
mo si la Luna progresada simbolizara la aguja de un reloj que
indica acontecimientos y situaciones kármicos que necesi
tamos encontrar en el mundo externo. Tales acontecimien
tos importantes de ningún modo serán simbolizados por los
aspectos de la Luna progresada; pero los aspectos más pode
rosos de la Luna progresada simbolizan, a menudo, aconteci
mientos o experiencias importantes que los demás métodos
no muestran.
El uso de un orbe rígido de un grado o dos para estos as
pectos no es casi tan útil como utilizar un orbe de tiempo.
Como guía general, recomiendo el uso de un máximo de un
orbe de un mes (antes y después del aspecto exacto), tiem
po durante el cual puede manifestarse la situación potencial
indicada. Este parece ser el enfoque exacto, según mi expe
riencia; y la razón de ser de esto es, simplemente, que muchas
progresiones (y también tránsitos) no parecen "actuar" hasta
que la Luna en tránsito los desconecta. De ahí que, usando
un orbe de un mes, habrá dos tiempos diferentes en los que la
Luna en tránsito entra en conjunción con cada punto implíci
to en el aspecto progresado. Mi visión global del tiempo de
duración del poder de la Luna progresada confirma la obser
vación de e.E.O. Carter. Este dice que los aspectos lunares
progresados actúan habitualmente durante un mes más o
menos, a no ser que haya conjunción u oposición, a lo cual él
llama "los contactos más potentes" y que, según él dice, pue
den actuar ocasionalmente durante un período algo más
prolongado.
305
multáneamente, abarcan también al Descendente progresa
do o lmum Coeli.
2) Aspectos formados por un planeta progresado cuando en
tra en conjunción con los ángulos del mapa natal.
306
sado llega a nuestra atención de modo particularmente direc
to. Los aspectos del Medio Cielo representan habitualmente
factores que tienen un significado sobre nuestros planes de
largo alcance, ambiciones y estructura de vida; mientras los
aspectos del Ascendente tienden a indicar un nuevo cambio
en nuestra vida personal, un cambio de conocimiento, un im
portante nuevo interés, o una alteración en nuestra modali
dad de expresamos personalmente. Por ejemplo, si Venus
progresado entra en conjunción con el Medio Cielo, puede
haber algún cambio en nuestros planes de largo alcance, en
nuestra perspectiva vocacional, o en nuestro lugar en la socie
dad que parece prometedor y placentero. Por otro lado, si
Venus progresado entra en conjunción con el Ascendente na
tal, es más probable que la dimensión de la experiencia sim
bolizada por Venus llamará nuestra atención de algún modo
inmediato y personal, por ejemplo, un amorío, cambios fi
nancieros, actividades artísticas, o agradables contactos so
ciales, todos los cuales pueden despertarnos respecto de la
significación de Venus en nuestro mapa natal particular. Las
conjunciones de los planetas progresados respecto de los
otros ángulos (el Descendente y el Imum Coeli) pueden ser
importantes también y deben recibir asimismo consideración.
Tales conjunciones significan a menudo notables cambios
en nuestras relaciones (Descendente) o en nuestra situación
hogareña o de vida (lmum Coeli), como podría esperarse del
significado tradicional de estos puntos. Sin embargo, puesto
que el Ascendente/Descendente y el Medio Cielo/Imum Coe
li forman ejes de corriente de poder y energía dentro del ma
pa natal, una conjunción de cualquiera de los cuatro ángu
los a menudo se manifestará de modo que evidentemente re
memore el punto opuesto. Por tanto, para entender tales
progresiones es aconsejable tomar en consideración la acción
de polaridad entre puntos opuestos y casas opuestas. Por
ejemplo, una conjunción al Medio Cielo bien puede manifes
tarse como la compra de una casa nueva (lmum Coeli). Esto
es simplemente una indicación más del hecho de que el mapa
natal no es un conjunto de factores inconexos sino más bien
una totalidad unificada y resonante.
307
Sagitario
Capítulo IX
CICLOS DE TRANSFORMACION
Segunda Parte
Los Tránsitos
309
resa proporcionar un panorama conciso del valor de los trán
sitos para entender los períodos transformativos de la vida, lo
mismo que algunas guías para usar los tránsitos que descubrí
que son útiles y confiables.
Me agradaría recalcar aquí algo que raras veces se sefiala
en publicaciones sobre tránsitos y que me llevó muchos afios
comprender: a saber, la sencillez esencial de los tránsitos. To
da la astrología es realmente muy sencilla; trata primordial
mente sobre cuatro energías fundamentales (los cuatro ele
mentos), y cada principio planetario muestra un punto focal
de corriente energética. De ahí que todos los tránsitos mera
mente estimulen (o activen) estas energías para que fluyan en
cierto sentido y con cierto ritmo. Por ejemplo, todos los trán
sitos a Venus natal se parecen en que todos activan en nues
tro mapa al principio venusino; en otras palabras, todos dina
mizan la dimensión de la experiencia mostrada por Venus y
afectan la corriente de la energía elemental mostrada por la
posición del signo de Venus. Pero los tránsitos de cada pla
neta activan o afectan de modo diferente esta corriente ener
gética y esta experiencia. Los tránsitos más importantes son
los de los cinco planetas externos (con excepción de los as
pectos íntimos hechos por la Luna Nueva a los puntos nata
les) puesto que agitan al inconsciente y nos ponen en contac
to con la esencia del factor natal. Todos los tránsitos de los
cinco planetas externos, por así decirlo, ponen presión sobre
el inconsciente, a fin de impulsarnos a que cambiemos, nos
transformemos, dejemos pasar y, más que todo lo demás,
¡tomemos consciencia! En realidad, podríamos decir que
todos los tránsitos son, en última instancia, los mismos. Aun
que esta generalización suscitará sin duda una respuesta de
azoramiento o agravio de parte de muchos astrólogos, tal
vez parezca menos radical si consideramos los siguientes pun
tos:
1) Cada persona individual es una unidad viva, y todos los
tránsitos a un mapa particular reflejan cambios que tienen
lugar dentro de esa persona particular. Si un tránsito afecta
una parte de la totalidad, afecta a la totalidad; de ahí que,
mientras un tránsito específico enfoca una o dos dimensiones
particulares de la experiencia en la vida de esa persona, en
realidad afecta a la persona toda.
310
2) Todos los tránsitos nos enfrentan con experiencias que
estamos listos para tratarlas; ya sea que, conscientemente o
no, sepamos que el tiempo está maduro para tales experien
cias, los tránsitos tienden a aportar conocimiento a esas par
tes nuestras y a esas dimensiones de nuestra vida que están
listas para ser comprendidas y asimiladas. Si nos alineamos
con nuestra pauta verdadera del ser y con el ritmo de creci
miento comprendiendo que la vida es una experiencia de
aprendizaje y que cuanto experimentemos es bueno para
nosotros desde el punto de vista de nuestro desarrollo per
sonal superior, poquísimos tránsitos (si es que los hay) nos
asombrarán totalmente porque habremos sentido la necesi
dad de semejante experiencia. De hecho, tal vez lo hayamos
querido conscientemente de antemano, aunque supiéramos
que eso tendría, como consecuencia, considerable tensión,
trabajo e incluso sufrimiento. Pero en muchos casos, la
orientación consciente de la persona se opone rigurosamente
a lo que realmente se necesita. En esos casos, la respuesta del
individuo a las experiencias imprevistas o desafiantes parece
ser: "¡No lo quiero! ¡Llévenselo de- aquí!", y su conducta
se parece a una criatura que da rienda suelta a sus berrinches.
La sencillez de los tránsitos la demuestra también el hecho
de que sólo hay doce principios fundamentales en astrología.
De ahí que todos los tránsitos de un planeta particular a nues
tros planetas natales o a puntos importantes son similares,
puesto que la vibración específica es especialmente activa en
nuestra vida durante la época en que el tránsito está en activi
dad. Por ejemplo, todos los tránsitos de Plutón connotan pe
ríodos algo similares de nuestra vida, puesto que durante esa
época la vibración y la función plutonianas serán especial
mente potentes. Esa fuerza básica plutoniana se sentirá hasta
cierto punto si el tránsito es al Ascendente, al Sol, a la Luna,
a Venus o a otro planeta. (Aunque los tránsitos a los planetas
personales y al Ascendente son habitualmente los más impor
tantes, hay muchas excepciones.) Por tanto, cuando vemos
un tránsito particular que se acerca, debemos realmente tra
tar de entenderlo tan cabalmente como sea posible en todas
sus ramificaciones posibles; pero no debemos perder de vista
el hecho que, si por ejemplo Plutón en tránsito está aspectan
do cualquier planeta natal, ¡esta será una época plutoniana
311
en la vida de la persona! Estar consciente de la cualidad to
tal de un lapso dado es tan importante como poder enunciar
muchos pormenores de las experiencias posibles que acom
pañen a un tránsito particular. Y, especialmente en los casos
comunes en los que muchos tránsitos mayores están activos
durante el mismo lapso, un consejero astrológico que intente
explicar a un cliente (que no tiene conocimiento astrológico)
todos los pormenores de cada tránsito corriente podrá fácil
mente dejar de cumplir su deber para esbozar alguna pauta
de orden en la vida de ese individuo. El consejero puede, en
ese caso, estar meramente substituyendo, de modo tempora
rio, con una masa de detalles confusos a una masa de emo
ciones confusas. Pero por otro lado, si el consjero astrológi
co explica lenta y claramente las vibraciones generales que es
tán activas en esa época en la vida entera de la persona (en
vez de en sólo varias inconexas categorías conceptuales de
la experiencia), el consejero habrá dado un gran paso hacia
la revelación de algún parecido de orden que la persona
podrá captar y del que podrá sacar fuerza.
Mi estimación es que más del 70 por ciento de mis clientes
de los cinco años pasados me llamaron por primera vez para
consultas cuando estaban experimentando por lo menos dos
(y a menudo tres o cuatro y tránsitos mayores). Aunque un
tránsito importante puede simbolizar realmente un cambio
radical y un período crucial de transición, parece que la ma
yoría que llega a un nivel de tensión, conflicto o confusión
que le impulsa a buscar ayuda profesional atraviesa más de
uno de tales tránsitos simultáneamente. Por ejemplo, si
Jorge tiene a Júpiter transitando en conjunción con su As
cendente, a Plutón transitando en cuadratura con su con
junción Venus-Mercurio, y a Urano transitando en cuadra
tura con su Luna todos al mismo tiempo, inevitablemente
experimentará cambios mayores, potentes períodos de de
presión y reorientaciones radicales durante más de un año.
Tal vez sea apropiado explicar cada tránsito específico con
bastantes pormenores para que el cliente lo pueda relacio
nar; pero tal elaboración de pormenores debe seguirse de
un resumen de la cualidad y el tono generales del lapso en
tero. Jorge podrá recordar entonces tantos pormenores co
mo los encuentre útiles durante el año siguiente más o me-
312
nos, pero especialmente es probable que recuerde el resu
men del consejero respecto de ese período entero, dándole
así una perspectiva total de esa época de su vida.
Ya mencioné que las reacciones de algunas personas ante
las experiencias "desagradables" durante varios tránsitos se
parecen a los berrinches de un niño, una resistencia emocio
nal a contender con el dolor. Una explicación excelente de
todo el tema de nuestra actitud respecto al dolor apareció
en una serie de artículos de Donna Cunningham en la revis
ta Horoscope hace unos pocos años. La serie se llamaba
"Una perspectiva espiritual-psicológica sobre los tránsitos",
y es una de las mejores cosas que leí sobre este tópico. 2 En
la Primera Parte de esa serie, Cunningham escribe que "algún
dolor emocional nuestro es en realidad un género de berrin
che porque no nos dan lo que queremos cuando lo quere
mos" y que "mucho dolor de los tránsitos parece provenir de
la resistencia al cambio". Ella también explica un modo posi
tivo de contemplar el dolor en términos de posibilidad de
crecimiento:
313
obligados a esforzarnos si no lo estamos haciendo volun
tariamente.
... creo que mucho dolor de los tránsitos no es más que un
efecto lateral del proceso de fortalecimiento, curación y
crecimiento que acompaña a todo tránsito mayor. Erramos
al enfocar nuestra atención en el dolor, en vez de hacerlo
en el proceso de crecimiento...
314
mientos pasados y no lo bastante al proceso que los pro
duce. En realidad, los acontecimientos son como carteles
indicadores: naturalmente, más visibles que el proceso. Y
no saltamos de una ciudad a la siguiente; cubrimos gradual
mente la distancia. Los acontecimientos pueden ser la cul
minación de un proceso o pueden ser un catalizador que
pone en marcha un proceso, pero son utilísimos para estu
diar como indicadores externos de una tendencia interior.
Las lecturas de tránsitos que sólo enfocan acontecimientos
omiten una poderosa herramienta de conocimiento perso
nal y cambio.
315
Tránsitos y karma
316
parece predestinada sino también completamente insondable.
Por otro lado, los tránsitos de Júpiter y Urano se relacio
nan muy a menudo con épocas de siembra, cuando se nos re
velan cambios potenciales futuros. Durante ciertos tránsitos
jupiterianos, especialmente cuando Júpiter entra en conjun
ción con el Ascendente, a menudo recibimos vislumbres pro
féticas del futuro, a través de sueños, relámpagos de intui
ción, o simplemente a través de un tren de pensamientos,
orientado hacia el futuro, que ingresa fuertemente enla men
te en tales períodos. También he presenciado esta tendencia
a tener sueños proféticos, corazonadas, o visiones, cuando Jú
piter en tránsito aspectaba al Sol natal, ya sea por conjunción
como por trígono; y en ambos casos, los cambios futuros
confirmaron la verdad de estas vislumbres proféticas. La co
nexión de los tránsitos de Júpiter con las experiencias profé
ticas se relaciona con el hecho de que el jupiteriano signo de
Sagitario se conoció siempre como un signo profético y de as
piraciones orientadas hacia el futuro. (Por ejemplo, nótese los
poemas y dibujos visionarios y proféticos de William Blake,
que nació con Júpiter en conjunción con el Sol en Sagitario.)
Naturalmente, debemos tener cuidado de aceptar tal expe
riencia como una revelación divina de verdad absoluta, espe
cialmente si somos proclives a ser abiertamente jupiterianos
o neptunianos. Pero tales vislumbres pueden ser extremada
mente valiosas no sólo como guías de planes y actividades
futuras sino también como fuente de fuerza y confianza que
sólo algún género de conocimiento interior podrá proporcio
nar. También debe expresarse que no todas las personas ar
monizarán fácilmente con tales sugerencias futuras, pues algu
nas personas no están bastante abiertas como para percibirlas,
algunas no están lo suficientemente al tanto como para reco
nocerlas, y otras simplemente piensan demasiado como para
permitir que la vasta naturaleza de las visiones jupiterianas
penetre en sus mentes analíticas.
De modo parecido, durante los tránsitos uranianos (espe
cialmente al Ascendente, al Sol o al planeta regente del As
cendente), también podemos recibir relámpagos intuitivos
que constituyen una semilla de cambios futuros. Lo que en
tonces se experimenta puede insumir diez años o más para
que se concrete en el mundo material, pero la excitación y
317
la presteza con que tal experiencia es recibida se cree, a me
nudo, que es una confiable indicación del hecho de que
cualesquiera sean las semillas que se planten, darán luego,
inevitablemente, fruto en alguna época venidera. Experien
cias de esta clase durante los tránsitos jupiterianos y ura
nianos son otros ejemplos del fenómeno que mencioné en
el Capítulo V: a saber, que a menudo recibimos mensajes
e instrucciones durante períodos en los que importantes
tránsitos están en actividad. Realmente, constituye muy
poca diferencia que digamos que tales mensajes provienen
de los planetas mismos, de intermediarios espirituales, de la
mente inconsciente o de alguna otra fuente. El hecho es que
lo que experimentamos en tales épocas puede describirse a
menudo como un planeta particular que tiene un diálogo
con nosotros y nos proporciona una información específi
ca que es inmediatamente útil.
También podemos derivar alguna información acerca de
la relación de los tránsitos con el karma, mirando las casas
ocupadas por los planetas en tránsito. Las casas más impor
tantes en tal consideración son casi siempre aquellas en las
que encontramos a Júpiter y Saturno en tránsito. Los plane
tas personales viajan por cualquier casa dada con demasiada
rapidez para indicar regularmente importantes tendencias,
aunque en ocasiones la casa en la que hallamos a Marte en
tránsito indicará un foco significativo de actividad. Y, por
otro lado, las posiciones de casa de Urano, Neptuno y Plu
tón en tránsito no son habitualmente factores muy útiles
para los fines del consejero astrológico (con excepción de
épocas en las que estos planetas cambian de casas, especial
mente cuando cruzan uno de los cuatro ángulos del mapa).
Esto se debe a que cada uno de ellos está tan largo tiempo
en una casa; un individuo se acostumbra pues a esa vibra
ción en un ámbito particular de una casa durante un año, y
Saturno durante unos dos años y medio, lapso que el clien
te puede observar que marca fases significativas de la vida.
Las posiciones de Júpiter y Saturno, son por tanto, de princi
pal importancia, puesto que revelan tanto sobre la estructura,
la calidad y el ritmo de nuestra participación cíclica en el
mundo en general.
Depende enteramente de nuestra orientación fundamental
318
hacia la vida cómo experimentemos los tránsitos jupiterianos
y saturninos de las casas, arriba o debajo del horizonte. Si
somos más bien una clase de persona introvertida y reflexiva
que prefiere vivir un estilo de vida privada e interior, entonces
tal vez perciba que los tránsitos encima del horizonte se rela
cionan con actividades que tenemos que hacer en vez de cosas
que personalmente queremos hacer. Cuando Júpiter y/o Sa
turno transitan encima del horizonte, tal vez descubramos
que tenemos que tratar toda clase de necesidades externas,
obligaciones y circunstancias. (Aquel cuya inclinación natural
es más extravertida, tal vez encuentre que tal época es extre
madamente satisfactoria, puesto que los objetivos y deberes
externos representan un papel mayor en su vida.) Si somos
una persona orientada hacia el interior, entonces cuando Jú
piter y/o Saturno transitan las casas debajo del horizonte,
tendemos a contraemos y trabajar en aquellos ámbitos de
vida por lo menos en parte, porque estamos más personal
mente motivados a hacerlo por nuestra necesidad de seguri
dad y felicidad. Una persona más extrovertida, tal vez crea
en tales épocas que la fuerzan a volverse hacia adentro, a ale
jarse de las distracciones y las actividades del mundo externo
que consumen energías.
En general, cuando J(lpiter transita encima del horizonte,
tenemos que expandir nuestras actividades en pos de una
mayor contracción al mundo externo, a fin de sentirnos con
fiados y armonizados con los ritmos de la vida. Somos más
sensibles a las necesidades, deseos y expectativas de los
demás, y sentimos la necesidad de habérnoslas con aquéllos.
Gran parte de nuestro apoyo proviene de fuera de nosotros.
Pero cuando Júpiter empieza a transitar la primera casa, y
mientras está bajo el horizonte, nos sentimos más confiados
en hacer lo que nosotros queremos. simplemente porque
nos compete y sin considerar tanto el consejo y la aproba
ción de los demás. Logramos seguridad interior y confianza
mientras Júpiter está debajo del horizonte. Sentimos la
vibración expansiva y protectora de Júpiter dentro de noso
tros en esa época, y de ahí que no tengamos que preocupar
nos tanto de lo que los demás hacen o dicen. De modo pa
recido que con Saturno, mientras el paso de Saturno por las
últimas seis casas puede involucrarnos en muchos deberes
319
externos, obligaciones y cargas kármicas, el viaje de aquél
a través de las seis primeras casas marca una época en la que
nuestro trabajo serio y nuestros intereses se hallan princi
palmente en un nivel personal y más bien privado. El trán
sito de Saturno debajo del horizonte es, pues, una época en
la que expiamos el karma relacionado con ansiedades perso
nales, inseguridades, y capacidades y habilidades básicas.
320
ponde a noticias agradables o una sensación
de relajación de la tensión.
MERCURIO: raras veces importante, pero corresponde a ve
ces a comunicaciones y encuentros que son
significativos.
SOL y LUNA: deben tomarse juntos como una unidad; de
ahí que la posición de la Luna Nueva sea im
portantísima, puesto que dinamiza todo lo
que aspecta. La Luna Llena puede activar
también a los planetas natales.
321
potencia de los eclipses fueron desarrolladas en una época en
la que el uso primordial de la astrología era la predicción de
acontecimientos mundanos; y, de hecho, esas normas tradi
cionales todavía se aplican a la astrología mundana. Simple
mente, yo no tengo bastante experiencia en astrología mun
dana como para juzgar; pero algunos investigadores han des
cubierto significados importantes asociados no sólo con los
eclipses mismos sino también con senderos de eclipses cuan
do cruzaban varias naciones. Mi convicción es que, en rela
ción con los mapas de los individuos, los eclipses no son más
potentes que las Lunas Nuevas o Llenas corrientes, con la
posible excepción de los eclipses visibles en nuestra localidad
corriente. La astrología geocéntrica se basa completamente
en nuestro punto de ventaja desde la superficie terrestre, y
por tanto debemos ser algo coherentes en la aplicación de
esta suposición fundamental. Esto significa que debemos ver
un eclipse como un mensaje específicamente poderoso para
nosotros en lo personal sólo en casos en los que no sólo as
pecta un importante punto del mapa natal sino también que
es visible donde estamos viviendo. De otro modo, creo que
simplemente deberíamos considerar a los eclipses como
parecidos a cualesquiera otras Lunas Nuevas o Llenas.
Una Luna Nueva es suficientemente poderosa para que
pueda dinamizar algún campo de experiencia (simbolizada
por una casa natal) aunque no aspecte íntimamente a un
planeta natal. Tales experiencias no son habitualmente tan
importantes como las mostradas por los aspectos íntimos,
pero, a menudo, hay un pronunciado humor, tipo de activi
dad, o tono durante ese período. Por ejemplo, si la Luna
Nueva cae en la casa 3a. o 9a., no es raro viajar más durante
el mes siguiente. Si la Luna cae en la quinta casa, tal vez
tengamos más fuertes deseos de goces, juego, derroche y
otros asuntos de la casa Sa. La Luna Nueva que cae en la
casa 12a. cada año marca para algunas personas un período
anual de reflexión sobre el pasado o de enfrentar los resul
tados de los pensamientos y deseos del año anterior. En otras
palabras, las Lunas Nuevas constituyen la clave para entender
los ciclos anuales que muchas personas (incluso muchas que
no "creen" en la astrología) advierten como pautas regulares
en sus vidas. Por ejemplo, hemos oído a amigos que decían
322
algo parecido a esto: "Todas las cosas importantes de mi vida
me ocurrieron en otofio" o "Todos los afios, para esta época,
tengo problemas de salud". El uso de los ciclos de Lunaciones
nos permitirá no sólo entender estas tendencias anuales, sino
también con más precisión tales períodos.
323
la vida, especialmente si el planeta en tránsito es Saturno,
Urano o Neptuno, dejando como residuo sólo una cáscara
vacía y recuerdos lejanos.
324
SATURNO: Los tránsitos a Saturno natal pueden tener un
impacto sobre toda nuestra estructura de vida y sobre todas
nuestras ambiciones a largo plazo, pero el énfasis lo sentimos
a menudo en el ámbito de vida que más se relaciona con nues
tros sentimientos de seguridad material. De ahí que cuanto
constituya nuestro trabajo, vocación o actividad diaria es,
muy a menudo, el foco de estos cambios; y esto incluye el
papel del ama de casa y de la madre, tanto como cualquier
papel en el mundo profesional. Si bien un tránsito de Júpiter
a Saturno se relaciona a menudo con un mejoramiento o una
expansión de nuestra situación vocacional, un tránsito de
Urano, Neptuno o Plutón se siente, a menudo, como un pe
ríodo de inseguridad e incertidumbre marcados acerca de
nuestro trabajo y nuestro status.
325
nales. Estos tránsitos se relacionan también directamente
con cuán felices y contentos nos sentimos en la vida diaria.
Para ambos sexos, hay, a menudo acentuado cambio de sus
sentimientos de atracción y conveniencia social; y las muje
res experimentan a menudo importantes transiciones en el
desarrollo de su sexualidad y confianza en su feminidad.
326
incluso los de Venus, Mercurio y Marte, puesto que todo lo
que aspecta al Sol llega inmediatamente a nuestro conoci
miento consciente. Estos tránsitos afectan muy a menudo, el
modo en que procuramos expresarnos de un modo confiado
e integrado, lo mismo que como impactando nuestras posibi
lidades de creación y sensación de bienestar. Son importantes
en nuestra actitud total hacia la vida y en nuestro modo de
expresar toda nuestra personalidad; también tienen impacto
directo sobre nuestra vitalidad física.
Un tránsito a cualquier planeta puede ser importante para
un individuo en particular, dependiendo de cómo esa persona
armoniza con esa vibración planetaria. Si un planeta es el
regente del Ascendente, del signo solar, o del signo lunar, el
impacto será casi siempre mayor si ese planeta está relativa
mente disociado de los temas mayores del mapa. El ámbito
de vida simbolizado por la casa que un planeta específico
"rige" llamará también muy a menudo nuestra atención
cuando ese planeta es transitado por otros planetas. Por
ejemplo, si Mercurio rige nuestra 6a. casa, un tránsito de
uno de los planetas exteriores en aspecto desafiante a
Mercurio no sólo se manifestará como las clases de cambios
que se hallen en casi todos los tránsitos de Mercurio, sino
que también, a menudo, se relacionará con cambios impor
tantes en nuestro trabajo, empleo o salud. Toda conjunción
del Ascendente o del Descendente por uno de los cinco pla
netas exteriores es habitualmente significativa, a menudo de
un modo dramático e inmediato que no tiene ramificaciones
a largo plazo. Tales tránsitos afectan no sólo nuestro enfoque
de la vida en general y nuestra confianza en quiénes somos,
sino también nuestro estado de salud y nuestro nivel de vita
lidad. Los tránsitos al planeta regente del Ascendente son de
importancia similar y tienen también un poderoso efecto
sobre nuestra salud y el tono total de nuestra expresión per
sonal. Como lo expresa una antigua ley astrológica: Cuando
un planeta transita sobre el Ascendente, llama nuestra aten
ción personal sobre los intereses de la casa (o las casas) que
él rige. He descubierto que esa norma es muy precisa, y por
tanto vale la pena prestar atención a todos los tránsitos sobre
el Ascendente; pues hasta un tránsito de Venus o Mercurio
sobre el Ascendente puede ser extraordinariamente significa-
327
tivo si ese planeta es especialmente poderoso en nuestro
mapa. También debe añadirse que todo planeta del mapa na
tal aspectando estrechamente al Sol y/o a la Luna, o en la
primera casa, es muy sensible, puesto que estamos armoniza
dos especialmente con su energía. Los tránsitos a tales plane
tas son, por tanto, insólitamente importantes y se sienten con
fuerza.
328
estas épocas porque tenemos una mayor motivación para
mejorar nuestra situación corriente y también mayor confian
za en un resultado positivo. Parece que más personas se incli
nan por retraerse innecesariamente en vez de expandirse de
más en la vida diaria y, de esta manera, los tránsitos de Júpi
ter proporcionan una oportunidad necesaria para un avance
sensacional sobre estas restricciones autoimpuestas. Algunos
ejemplos de tránsitos jupiterianos tal vez aclaren estas cues
tiones.
Con Júpiter transitando por la casa l a. podemos: l ) enten
der más extensamente la clase de expresión personal que ne
cesitamos realmente para sentirnos vitales y espontáneos;
2) expandir el alcance de nuestra expresión personal; y 3)
actuar de un modo que se base en una visión futura de nues
tra última y potencial expresión personal en el mundo. En
mi caso particular, empecé escribiendo un artículo sobre los
elementos astrológicos mientras Júpiter estaba en mi casa l a.
(y en oposición a mi Sol natal) y descubrí que ese escrito
evolucionó hasta convertirse en todo un libro con tres edito
res distintos que se ofrecieron a publicarlo. Es así como nació
mi libro Astrología, Psicologi'a y los Cuatro Elementos; yo
no tenía planificado escribir semejante libro y, concretamen
te, tenía en mis planes otros libros que constituirían mi pri
mer trabajo tan pronto concluyera eso que yo llamaba un
artículo sobre los elementos. En realidad, más bien me sor
prendió descubrir que yo tenía tanto que decir acerca de los
elementos, pero el impulso de Júpiter hacia la expansión y
la amplitud no puede negarse en tales épocas.
Como otro ejemplo del efecto de Júpiter, dos clientas que
sufrían de graves inhibiciones sexuales se tornaron mucho
más osadas y liberales acerca del sexo cuando Júpiter transi
taba por su casa 8a.; y ambas lograron no sólo entender mu
cho más ampliamente la energía sexual y su lugar en la vida,
sino también una mayor consciencia de sus necesidades
sexuales y emocionales. Otros dos clientes agrandaron sus
negocios y elevaron sus precios cuando Júpiter en tránsito
estaba en cuadratura con Júpiter natal; y, al revés de lo que
podríamos esperar de ciertas expresiones sobre este tránsito
en una cantidad de libros, ambas personas experimentaron
mayores ingresos y triunfo profesional de esos movimientos
329
expansivos, y sin ramificaciones negativas en absoluto. Es
digno de mencionar que las oposiciones de Júpiter en tránsito
son, a menudo, más problemáticas que las cuadraturas. Las
cuadraturas son más dinámicas y parecen impulsar expansión,
nueva acción, o una nueva fase de desarrollo de un modo que
puede presentarse de inmediato. Algunas oposiciones jupite
rianas se experimentan de modo parecido, como épocas ex
tremadamente positivas e incluso "afortunadas", pero otras
parecen manifestarse como un bloqueo excesivo de algún
sector o expandir la expresión problemática del planeta natal
que es activado. Por ejemplo, un hombre experimentaba gra
ves calambres en la parte superior de su espalda cuando Júpi
ter entraba en oposición a su Saturno natal en Leo. Otro
hombre tenía una liquidación en su negocio cuando Júpiter
en tránsito se oponía a Venus natal, y descubrió que fueron
pocas las personas que se presentaron, con el resultado de
que no hubo ganancias.
Las conjunciones de Júpiter en tránsito respecto de plane
tas natales o de los ángulos del mapa son casi siempre podero
sas. En conjunción con el Sol, habitualmente se gana en con
fianza y aumenta la energía creadora, aunque evidentemente
el triunfo mundano no ocurra siempre de modo simultáneo.
(El crecer en autoconfianza acompaña también con frecuen
cia a la cuadratura, al trígono y a la oposición de Júpiter al
Sol natal.) En conjunción con la Luna, hay también más con
fianza y una sensación de que las cosas fluyen con menos es
fuerzo que el habitual. Algunas personas tienden a reaccionar
en demasía ante los estímulos que corrientemente no las afec
tarían durante esta época, pero eso es más común cuando el
aspecto es una cuadratura o una oposición. Cuando Júpiter
aspecta a Mercurio por conjunción, a menudo hay nuevos
planes, ideas y rápidos cambios en nuestras aspiraciones edu
cativas. La conjunción de Júpiter respecto de su lugar natal
es casi siempre un período tremendamente importante de
reorientación y fe renovada, lo mismo que de acrecentados
sentimientos religiosos en algunos casos. Este período dura,
por lo general, alrededor de un año, y ofrece la oportunidad
de mejorar nuestra situación de vida rápidamente si nos com
prometemos a una nueva visión del futuro. La principal mani
festación problemática de los tránsitos de Júpiter puede resu-
330
mirse en una sola palabra: exageración. Si podemos contener
y moderar la expresión exagerada de nuestras energías duran
te los tránsitos jupiterianos, realmente no hay razón para
retraernos de asumir algunos riesgos grandes en tales épocas
de nuestra vida; pues existe la promesa no sólo de grandes
ganancias sino también de mayor comprensión de nosotros
mismos y contento.
331
y contempló brillantes visiones de luz y esplendor como las
que describieron místicos de muchas culturas. Se colmó de
júbilo y fe como nunca antes, y describió la experiencia
como algo que ¡había estado anhelando toda su vida! Este
ejemplo ilustra el hecho de que nuestra capacidad mental
y psíquica es extremadamente potente y concentrada duran
te tales épocas. Un hombre experimentó una variedad de
síntomas físicos y psicológicos cuando Saturno estaba en
cuadratura con su Mercurio. Hubo muchísima tensión ner
viosa que se manifestó físicamente como un fuerte dolor
de muelas (aunque según el examen odontológico no apa
recieron caries). Y durante este período él estaba realizan
do muchas serias reflexiones, lo cual aunque le puso al
borde del desaliento, le salvó de muchos trastornos poste
riores; pues en esta época decidió formar una sociedad
comercial que parecía ofrecer oportunidades de ganan
cias. Sin embargo, hechos posteriores demostraron que
él habría perdido la mayor parte de su inversión y mucho
tiempo y energía si su pensamiento práctico no le hubiera
disuadido de participar en esa aventura. Otras dos personas,
una de las cuales tenía la conjunción y la otra la cuadratura
de Saturno en tránsito a Urano natal, experimentaron frustra
ción y deseo de mayor libertad que nuevas responsabilidades
les impedían. Pero, a su tiempo, estas personas llegaron a dar
se cuenta de que la necesidad de aceptar una limitación en es
ta época era un factor clave en el inicio de su desarrollo de
una forma práctica de creatividad y una aplicación práctica
de su idealismo y originalidad. Podríamos decir que los tránsi
tos saturninos de Urano pueden producir una comprensión de
la libertad interior verdadera y un nivel hondo de emoción por
que asumimos voluntariamente deberes que, a su tiempo, nos
darán un modo más estructurado de usar nuestra originalidad.
Uno de los ejemplos más interesantes que he visto tuvo
lugar cuando un joven tenía a Saturno en tránsito oponiéndo
se a su Júpiter natal. Los tránsitos saturninos a Júpiter mar
can habitualmente períodos de consolidación de nuestras
aspiraciones y nuestros planes de futuro crecimiento y auto
mejoramiento, y su experiencia no fue una excepción. Sin
embargo, aunque este tipo de tránsito se relaciona habitual
mente con cambios financieros, educativos e intelectuales,
332
su experiencia fue extraordinaria. Mientras Saturno estaba
en oposición a Júpiter, tuvo dos visiones separadas en dos
días diferentes, cada una de las cuales pareció impartir fuerza
y sabiduría. Una visión fue de un indio norteamericano que
ilustraba la paciencia y la comprensión que a este hombre le
faltaba notablemente. El indio parecía ser un guía, un auxi
liar espiritual con quien podía contarse siempre en cuanto a
ayuda y apoyo, especialmente en emergencias. La otra visión
fue un guerrero vikingo en pleno atuendo de batalla, que sim
bolizaba a ese hombre la fuerza y la valentía que necesitaría
si fuera a utilizar todas sus posibilidades creativas a pleno.
Luego resumió estas experiencias diciendo que le dieron más
fe ( ¡Júpiter!) y confianza en sí mimo, puesto que entonces
supo no sólo qué profundos recursos podía extraerse (simbo
lizados por las cualidades de esas figuras arquetípicas) sino
que también llegó a conocer más realistamente lo que él mis
mo podía llegar a ser en el futuro.
333
nosotros estuvimos creciendo. Todos los deseos de un nuevo
crecimiento que aún no activamos (convirtiendo así a la
energía en un formidable depósito de tensión interior) son
enfrentados rápidamente en tales épocas. Se pone en foco
inmediato el desafío a crecer libre y rápidamente. De hecho,
los tránsitos uranianos marcan, a menudo, épocas en las que
nos damos cuenta de que hemos superado nuestras viejas
pautas de vida. Por supuesto, a menudo tendemos a demorar
nos en nuestras viejas rutinas por miedo, inercia, deseos de
seguridad o ansiedad respecto de cambios imaginados, aunque
hay amos superado estos viejos modos de vida. Sin embargo,
cuando Urano transita planetas o ángulos natales, de pronto
enfrentamos todos los cambios necesarios para el crecimiento
futuro. Aunque tal vez no lo reconozcamos, lo que entonces
ocurre fue programado, en la mayoría de los casos, por nues
tros cada vez más descontentos pensamientos, sentimientos y
conducta. Aunque, a la sazón, experimentemos algo traumá
tico que evidentemente no queríamos (por ejemplo, la
muerte o mudanza de un amigo íntimo), tal vez veamos unos
meses o afios después que eso fue bueno para nosotros, que
nos liberó para que fuéramos más independientes y que
aprendiéramos cómo ganarnos la vida. El significado esencial
de un tránsito uraniano es que nos despierta a nuestro verda
dero estado de libertad respecto de lo que hemos superado.
Nos libera de todo aquello a lo que no estamos ya atados
por deber, miedo, karma o necesidad; y nos despierta a un
independiente estado del ser y a nuestra singular finalidad
vital.
Algunos ejemplos deben ser de utilidad. Un hombre aban
donó su trabajo rutinario cuando Urano en tránsito estaba en
cuadratura con su Sol, pues, a la sazón, advirtió que era época
de ocuparse de un trabajo de índole creativa que contemplara
desde nifio pero que desde entonces ignorara. Otro hombre,
estando Urano en conjunción con el Sol natal, se inundó de
rápida instrucción proveniente de otras dimensiones acerca
de leyes cósmicas, evolución espiritual y verdades astrológi
cas. Asimismo, comprendió que su verdadera naturaleza ne
cesitaba compafiía y que le era imposible un estado real de
libertad personal a menos que se casara. Y por eso encontró
a alguien con quien se casó muy rápidamente durante esta
334
época. En cada caso, hubo un acentuado despertar a la ver
dad de la naturaleza esencial de esa persona. Una mujer de
veinticuatro años, durante la cuadratura de Urano en tránsi
to, respecto de su planeta regente Mercurio, llegó a compren
der que había superado muchos viejos modos de pensar,
actuar e incluso vestir (nótese que el Ascendente y su plane
ta regente se relacionan con la apariencia). Se hizo cortar la
mayor parte del cabello, empezó a aprender arte meditativo
oriental del movimiento, y comenzó a trabajar parte del día,
no full time, a fin de tener más libertad para proseguir con
sus actividades creativas.
Todo esto que llegaba a comprender le venía ocurriendo
durante por lo menos uno o dos años, manifestándose como
descontento y fuertes deseos de cambio radical, pero el cam
bio no estaba maduro como para activarlo, y los deseos de
cambio tampoco recibían forma y dirección claras hasta que
el aspecto se aproximara a ser exacto. Un hombre que tenía
a Urano en tránsito, formando cuadratura con su Saturno
natal, advirtió, entonces, que en realidad estaba en libertad
para trabajar en lo que le gustaba y lo estimulaba, en vez de
adherir a viejas pautas laborales simplemente para ganar di
nero. Despertó a un sentido de libertad respecto de viejos
deberes, obligaciones y hábitos motivados por el temor; y,
en consecuencia, abandonó enteramente su vieja carrera para
proseguir una línea laboral creativa full time. Antes de actuar
sobre ese impulso, el viejo trabajo empezaba a sentirlo tan
aburrido y frustrante que estaba casi al borde de un colapso
nervioso.
Los tránsitos uranianos de Venus y Marte se sienten casi
siempre como deseos potentes de experimentación sexual
y/o emocional; y, aunque tales experiencias son, a menudo,
extremadamente amenazadoras de relaciones establecidas
(como el matrimonio), la objetividad ganada a través de la
representación o por lo menos la confrontación de esos
impulsos le permite a esa persona, en muchos casos, mejorar
después relaciones existentes. Durante los tránsitos reales,
hay habitualmente considerable agitación; y los aspectos
uranianos desafiantes respecto del Marte natal son especial
mente tumultuosos y se manifiestan, a menudo, como vio
lentos anhelos de nueva acción emocionante. Pero puede
335
haber un despertar, en estas épocas, a nuestras verdaderas
necesidades venusinas o marcianas, y a nuevos modos de
expresar aquellas energías en las que tal vez nunca se pensó
antes. Y, como se mencionara, los tránsitos uranianos a
Neptuno natal se relacionan, a menudo, con un despertar a
la realidad de los niveles espirituales o trascendentes del ser,
durante el cual la persona puede experimentar muy espon
táneamente un nivel de consciencia que sólo puede descri
birse como místico.
336
ción de Neptuno de algún rnodo lógico o sistemático. Una
mujer de treinta y cuatro años atravesó un período de pro
fundos cambios personales cuando Neptuno en tránsito estu
vo en cuadratura con su Sol natal repetidamente durante un
año y medio. Durante esta época, su esposo, con quien vivía
desde hacía doce años, la abandonó, pero no se comprometía
a volver ni a querer una separación permanente. Por tanto,
ella quedó en el aire, sin saber si debía iniciar una nueva vida
o esperar a que él tomara una decisión definitiva. Creció tam
bién en ella el interés por la astrología, la reencarnación y
otros campos afines, que la ayudaron a que tuviera una pers
pectiva de aquello por lo cual estaba atravesando. Estos estu
dios le dieron, por primera vez, una visión espiritual de la
vida, y, de hecho, la ayudaron a darle la fuerza para tomar
una decisión, divorciarse de él y lanzarse por su sendero de
desarrollo en vez de mantener una malsana dependencia
de él. Durante este período, ella logró un nuevo sentido de
la libertad y la individualidad (el Sol); y las posibilidades de
crecimiento empezaron por primera vez en su vida a abrírse
le de par en par y a ser muy prometedoras. Un·niño de seis
años, cuando Neptuno estaba en conjunción con su Sol
natal, fue llevado a una plática de un maestro espiritual de
la India porque la madre del niño era devota de las enseñan
zas de este maestro. Resueltamente y sin anunciarlo, el niño
corrió de repente hacia el maestro y le pidió que lo iniciara,
algo que comúnmente no se concede a nadie de menos de
veintiún años de edad. Pero, en este caso, debió haber sido
para este niño el tiempo de que tomara contacto con una
fuente de inspiración espiritual pues se le prometió que sería
iniciado y, de hecho, recibió una experiencia espiritual inte
rior que le dejó sin palabra y radiante de felicidad.
Los tránsitos neptunianos a Venus natal son particular
mente importantes para que se llegue a entender al amor,
más profunda y depuradamente. Una mujer, estando Nep
tuno en oposición a su Venus, se encontró con un hombre
en circunstancias muy insólitas. Su relación tuvo un comien
zo de "cuentos de hadas", como si esa conexión fuera a ser
importante. En consecuencia, la relación estuvo rodeada de
una especie de hechizo, que sólo descubrió que era una ilu
sión cuando el tránsito empezó a pasar. El hombre era un
337
p1sciano de orientaciones espirituales y a través de él, la
mujer trabó conocimiento con muchas otras personas de
ese tipo. (Nótese que Venus trata con toda clase de relacio
nes, no sólo contactos románticos.) El interés y la compren
sión de ella acerca de la espiritualidad aumentó para esta
época, aunque esto también tenía una aureola de hechizo
en vez de implicar verdaderamente un estudio serio. Me
diante la influencia de este hombre, la mujer gastó una
considerable cantidad de dinero para un curso de control
mental, aunque no estaba en claro y se sentía azorada ( ¡Nep
tuno!) acerca de sus motivaciones para estar allí. Sin em
bargo, en el curso experimentó su habilidad psíquica de
modo inmediato y asombroso. Sólo hacia la terminación del
tránsito ella empezó a desilusionarse del modo impersonal
en que él se había relacionado con ella y a comprender que
estaba más enamorada de una imagen que de una persona.
Y, aunque emocional (y hasta cierto punto materialmente)
ella se sintió "destrozada" por él, en la actualidad no le guar
da resentimiento porque está convencida de que esa expe
riencia fue una lección importante para que se acrecentara
su conocimiento del amor.
Cuando Neptuno estaba en conjunción con su Venus
natal, un hombre descubrió que su relación amorosa co
rriente empezaba a disolverse. La visión idealizada de su
amante -para decir lo menos- quedó minada cuando averi
guó que ella había dormido con su mejor amigo. Antes de
esa época, él había tendido a pensar en ella como su pose
sión; y, con considerable dolor, ahora tuvo que afrontar los
celos y la posesividad intensa que siempre sintió en cualquier
relación importante (con hombres o mujeres). Así, podemos
ver que esta experiencia única contenía importantes leccio
nes que podrían aplicarse generalmente a muchos ámbitos
de la vida. (Además, la tendencia neptuniana a la universali
zación.) Atravesando ese dolor, él no sólo logró un considera
ble desapego respecto de sus emociones y, de hecho depuró
todo su enfoque del amor, sino que también descubrió que
sus sentimientos se franquearon de modo tal que ahora pudo
considerar el dar pasos para relacionarse con otras mujeres.
Durante muchos tránsitos neptunianos, la imaginación
corre desbocada, y la persona es afligida, a menudo, por la
338
falta de concentración y la ineficiencia resultante (esta cua
lidad es especialmente marcada en los tránsitos a Marte o a
Saturno). Pero, aunque los asuntos materiales sufran de este
modo, es una interferencia temporaria; por tanto, las expe
riencias inspiracionales e intangibles de tales épocas pueden
durar muchos años como recuerdos que podrán guiar la vida
de esa persona de modos importantes.
339
corpio. El período escorpiano del año (al menos, en el
Hemisferio norte) es la época en la que la fuerza vital se
retira de todas las formas externas de la naturaleza y se
concentra en la semilla. Es notable que el símbolo cultural
de esta época sea en los Estados Unidos la calabaza de Ha
lloween vaciada por dentro, dejando sólo una cáscara vacía
con un rostro que mira en blanco. De hecho, esa linterna de
calabaza es un símbolo de la muerte, una calavera simbólica
con los brillantes restos de la fuerza vital que se fue y está
representada por la vela que está dentro. (De hecho, los
escorpianos con frecuencia se sienten como cascarones
vacíos, como si sobrevivieran a viejas compulsiones mientras
están extremadamente insatisfechos con tal conducta.) Tra
dicionalmente, la fiesta de Halloween (la víspera de Todos
los Santos) era una época en la que los difunJos volvían a la
vida y cuando los seres humanos, en su cuerpo físico, podían
tomar contacto más inmediatamente con espíritus de toda
clase, lo mismo que con sus santos patronos. Es significativo
que en esta época se les permita a los niños vagar por la noche
más allá de su hora habitual de irse a dormir, y que no se
suponga que vayan de casa en casa pidiendo comida hasta
que el Sol (el símbolo de la vida física) ¡se puso por com
pleto! En realidad, los escorpianos y plutonianos parecen
tener afinidad respecto de los sectores oscuros de la experien
cia, ya sea de modo constructivo o por miedo mezclado con
fascinación. En esta noche, los niños se visten con toda clase
de ropas atroces, como otras tantas almas perdidas que vagan
por allí en busca de sustento. De hecho, hasta el familiar
"Trick or treat!" suena vagamente reminiscente respecto de
un modo escorpiano de pedir algo. Debe ser patente que Es
corpio y Plutón se interesan siempre por algún género de
muerte, y -si tememos a la muerte- estamos seguros de te
ner miedo a los tránsitos plutonianos. Escorpio y Plutón re
presentan deseos de penetrar en el meollo de la vida con gran
intensidad, hasta que la pura fuerza vital se experimente
mediante la fusión con otra fuerza (humana o divina). Por
tanto, de lo anterior podemos inferir que los tránsitos pluto
nianos tienen el poder de ponernos en contacto con el poder
seminal que está dentro de nosotros, con las experiencias de
vida en su forma más intensa, concentrada y rígida, y con
340
nuestra naturaleza esencial y nuestras posibilidades positivas
en su estado más puro. Y, mientras ocurre todo esto, al fin
caen o se rechazan los "viejos cascarones" de las pautas con
suetudinarias emocionales o mentales.
Los ejemplos siguientes deben ilustrar cómo tales tránsitos
pueden funcionar. Una mujer de cuarenta y tres años sufrió la
muerte de su esposo cuando Plutón en tránsito estaba en con
junción con su Marte de la primera casa natal. Ella nunca
había tenido una relación decente con un hombre hasta que
se encontró con él, y él la había ayudado a ganar fuerza y
confianza en sí misma. Habían estado casados sólo unos po
cos años cuando él murió. Lo importante de esta experiencia
fue que constituyó una transformación de la autosuficiencia,
fuerza y capacidad de ella para afianzarse y dirigir su propia
vida (todo lo cual simboliza Marte). Incluso antes que ella
conociera las correlaciones astrológicas con esta experiencia,
ella comprendió que, de allí en adelante, tenía que prote
gerse sola y empezar a utilizar independientemente los recur
sos interiores que había estado desarrollando durante los po
cos años pasados. Una mujer de veintiséis años se purificó de
muchas actitudes y recuerdos viejos cuando Plutón entró en
conjunción con su Mercurio natal. La manifestación más
abiertamente perceptible de esta fase fue que se relajó más
(nótese que Mercurio rige el sistema nervioso) y que sus ac
titudes y pensamientos fueron mucho menos superficiales
que antes. Podríamos decir que su acrecentado relajamiento
se produjo por profundizada percepción y liberación de
tensión que pueden acompafiar a la eliminación plutoniana.
Tres ejemplos diferentes de cómo el tránsito plutoniano en
cuadratura con Urano natal puede manifestarse revelan cómo
deben ser las interpretaciones astrológicas individualizadas:
l ) una mujer joven transformó su sentido de lo que significa
la "libertad" durante esta época y se purificó de su vaga ex
presión de "libertad" mediante su decisión de no precipi
tarse a integrar un violento grupo revolucionario con el que
tenía contactos, y en lugar de ello empezó a estudiar una
carrera de quiropráctica; 2) otra mujer se enfermó, volvió a
encontrarse con dos viejos novios que no veía hace años,
y se esclareció respecto de qué clase de libertad personal
quería; 3) un joven descubrió que este período es una prolon-
341
gada fase de transformación psíquica y agitación psicológica,
durante el cual tuvo sueños muy activos, se interesó por la
astrología, y empezó a ser un adepto del consejo psicológico
y del análisis de los sueños.
Cuando Plutón en tránsito entró en cuadratura con su
Venus natal, una mujer de treinta y cinco años atravesó
grandes cambios emocionales, todos los cuales fueron doloro
sos, pero que, en última instancia, la franquearon a una com
prensión mucho más jubilosa del amor. Su esposo, que vivió
con ella durante quince años, la abandonó y -poco después
uno de sus amigos más íntimos quedó paralítico (cuando
Urano entró en oposición a su conjunción uraniana-marciana
natal). Fue un período de despojamiento de sus viejos apegos
emocionales, lo cual le dio un nivel de conocimiento profun
do que nada más podría proporcionarle. Un hombre de
treinta años abandonó toda la carrera que se había empeñado
en construir durante ocho años cuando Plutón entró en con
junción con Sol. Cuando el aspecto se aproximó, se enfermó
emocional y físicamente y tuvo que guardar cama durante
casi un mes. Pero durante ese período de convalecencia no
sólo comprendió que simplemente no podía continuar con
su trabajo corriente que le estaba agotando por completo,
sino que también empezó a leer muchos libros sobre el campo
que iba a ser su nueva carrera. Era como si todos los vestigios
de sus viejos modos de vida hubieran sido barridos de repen
te, dejando sólo aquellas cosas que él hiciera espontáneamen
te con gran alegría cuando era más joven; y fueron esas
viejas aptitudes familiares las que entonces empezó a usar en
una nueva dirección vocacional.
Un último ejemplo es especialmente pertinente para los
que tratan de seguir algún género de ideal o sendero espiri
tual: los tránsitos plutonianos de Neptuno natal. Estos
tránsitos pueden manifestarse como confusión y gran des
contento cuando viejos anhelos, ideales y fantasías son
traídos a la superficie. Podemos ganar gran profundidad in
tuitiva respecto de nuestras motivaciones y anhelos verdade
ros, y sobre cuáles fueron los sentimientos inconscientes an
teriormente fuertes que impulsaron una conducta irrealista.
Los deseos escapistas pueden ser fuertes, pero podemos ver
en esta época que sólo hay un escape verdadero de lo que
342
preocupa nuestra mente: enfrentar nuestros deseos y necesi
dades reales, y transformarnos y transformar nuestros idea
les. De hecho, durante este período se purifican, a menudo,
las actividades vagas, ilusorias o escapistas; y los autoengaños
son puestos con frecuencia, de modo riguroso, a la luz del
día. En suma, el deseo de reformarnos, que está presente en
alguna medida durante casi todos los tránsitos plutonianos, se
concentra, en esta época, en nuestros propios ideales y, por
tanto, también en el tratamiento de aquellos ámbitos de
nuestra vida en los que hemos traicionado a nuestros ideales.
Para las personas es común enfrentar en esta época las princi
pales maneras con que han estado tratando de engañarse; y
es raro que tal tránsito pase sin que un individuo tenga que
enfrentar un ámbito importante de autoengaño. En esta épo
ca pueden patentizarse varias contrariedades, pero habitual
mente son resultado de los sueños irrealistas y de los auto
engaños de la persona; y tales contrariedades sirven a la fina
lidad de enseñar a esa persona los valores más profundos y
confiables de la vida.
343
no mencionar que integre la experiencia dentro de un breve
lapso. De hecho, la vasta mayoría de técnicas psicoterapéuti
cas se orientan primordialmente hacia la promoción de la
integración y la aceptación de varias experiencias que no
podrían afrontarse plenamente en la época que ocurrieron
porque el dolor era demasiado abrumador. Estas técnicas
terapéuticas están muy separadas de las técnicas astrológicas
tradicionales, pero ambos métodos cognoscitivos se comple
mentan a la perfección. (De ahí que los que dicen que los
astrólogos nada tienen que aprender de la "psicología" se
resignan a una forma incompleta de aconsejar que trata sólo
a la mente pero no a las emociones. Poquísimos astrólogos
pueden llegar a ser terapeutas calificados, pero lo consejeros
astrológicos deben, por lo menos, estar al tanto de qué tipos
de terapias están a disposición de tipos específicos de proble
mas a fin de que puedan convertirse en útiles referencias.)
De hecho, uno de los máximos valores de la astrología es
que pueden ayudarnos a asimilar el significado de cualquier
experiencia dada, más rápida y plenamente; podríamos decir
que puede ser una forma de "medicina preventiva" que redu
cirá la necesidad de psicoterapia intensa en el futuro.
El conocimiento de la astrología es especialmente útil en el
trato con niños, como padre o como profesional en algún
campo. Poquísimos niños tienen suficiente conocimiento,
perspectiva o fuerza personal que les permita enfrentar con
plenitud las dolorosas experiencias de la niñez. Por tanto,
como la mayoría de los adultos, los niños tienden a ignorar,
negar o reprimir sus dolorosos sentimientos, posponiendo de
esa manera, hasta una vida posterior, la necesidad de enfren
tar esas emociones. Y, puesto que poquísimos adultos tienen
algún modo de saber qué le ocurre al niño, y puesto que los
adultos, en su mayoría, tienden a desechar los sentimientos
de los nifios como más bien carentes de importancia, al niño
a menudo se le aconseja: "No te preocupes, es sólo una fase
de tu crecimiento. Cuando seas más grande, verás que esto
realmente no tiene importancia." Pero el hecho es que, para
el niño, ¡eso tiene importancia precisamente ahora! Y si el
padre, el consejero, el maestro o el pariente tiene la ayuda
de la astrología, podrá penetrar en la experiencia interior
del niño y así empezar a relacionarla más sensiblemente.
344
Muchas dolorosas experiencias de la niñez podrían mejo
rarse si la criatura tuviera tan sólo alguien con quien conver
sar que ¡realmente entendiera lo que está sucediendo!
Pero para volver al tema del tiempo de los tránsitos espe
cíficos, resulta patente que ese tiempo es más un arte que
una ciencia, puesto que se trata de una cuestión individual.
Sin embargo, podemos esbozar unos pocos lineamientos
que podrán ser útiles, al menos hasta que el profesional
tenga bastante experiencia de que él o ella podrán sentir
el impacto de varios tránsitos de modo específico. Una de las
cosas más importantes a tomar nota de cuándo trabajar con
los tránsitos, algo que pocos libros sobre tránsitos mencionan,
es el fenómeno común de un tránsito específico que se repite
tres (o en el caso de Neptuno o Plutón hasta cinco) veces en
un lapso de muchos meses. Por ejemplo, Plutón puede estar
en cuadratura con mi Luna yendo una vez directo, luego re
trógrado a la cuadratura con la Luna otra vez, y luego vuelta
a directo para repetir esa cuadratura. En algunos casos, Plu
tón, entonces de nuevo, se volverá retrógrado y repetirá el
aspecto dos veces más. Ocasionalmente, un planeta en tránsi
to llegará a una de sus "estaciones" (o sea, donde su movi
miento aparente es cero cuando está vuelta a directo o retró
grado) en un punto que está en aspecto íntimo con un pla
neta natal. ¡Estos períodos son especialmente poderosos!
Cuando vemos que un tránsito particular se repetirá en un
período de muchos meses, debemos contemplar esa serie
de tránsitos como representativos de todo un proceso de
cambio y transformación que será especialmente profundo
y que empezará alguna vez antes del primer aspecto exacto
y continuará durante algún tiempo después del último
aspecto. Es como si los aspectos exactos durante todo ese
tiempo marcaran picos en la intensidad de la corriente ener
gética que se experimenta, aunque el proceso de cambio con
tinúe aún en algún nivel y el planeta se haya separado tempo
rariamente del aspecto íntimo. Experiencias y cambios im
portantes no se manifestarán siempre cuando tales aspectos
son exactos, aunque lo sean habitualmente en mayor propor
ción. Pero los aspectos exactos invariablemente están "sem
brando" períodos en los que el impacto sobre el conocimien
to y la consciencia es habitualmente intensísimo. Como ya
345
se mencionó, el primer tránsito de tal serie corresponde
habitualmente a la más notable experiencia de todos esos
cambios que ocurrirán durante todo el período de cambios;
y el primer tránsito habitualmente se relacionará con la expe
riencia más problemática en el caso de los aspectos dinámi
cos. (Debe seííalarse, sin embargo, que si el planeta natal que
es activado estuviera retrógrado en el nacimiento, el período
retrógrado de la serie de tránsitos en ocasiones significará la
experiencia más evidentemente intensa.) Es como si tuviéra
mos que despejar todos los estorbos durante el primer tránsi
to, a fin de franqueamos a las lecciones necesarias durante el
resto de todo el proceso.
Con algunos tránsitos, la cuestión de los orbes puede sim
plificarse utilizando orbes de tiempo en vez de orbes de una
cantidad específica de grados. Como se menciona en el Capí
tulo VIII, con fines generales, creo que usar un orbe máximo
de un mes antes y después de un aspecto exacto es una guía
valiosa para los tránsitos de los planetas externos. Esto signifi
ca que la Luna en tránsito tendrá que estar en conjunción
con cada punto implícito en la configuración del tránsito dos
veces durante ese período de dos meses. Si tratamos de usar
un orbe rígido, por ejemplo, de un grado, a menudo no logra
remos ver los tránsitos que realmente se relacionan con una
experiencia particular, aunque no hayan sido exactos en la
época del cambio externo. Puesto que el Sol y la Luna regu
lan la corriente energética real de nuestras vidas, debemos
comprender que -aunque muchos tránsitos se manifestarán
evidentemente cuando estén exactos al minuto- otros se
manifestarán un poco antes o un poco después de que se for
me el aspecto exacto, dependiendo de las posiciones del Sol
y de la Luna. Sin embargo, el orbe de un mes es máximo,
puesto que, en la mayoría de los casos, un orbe de dos sema
nas (abarcando así un ciclo completo de la Luna en tránsi
to) bastará para esbozar un lapso durante el cual un particular
aspecto en tránsito se manifestará poderosamente. Sin embar
go, debo repetir que ésta es sólo una guía; pues, en la prác
tica real, hay una cantidad de factores específicos pertene
cientes a planetas en tránsito que no encuadran en ninguna
nornia general y que ahora delinearé más pormenorizada
mente.
346
LUNACIONES: La Luna Nueva que aspecta íntimamente a
un planeta natal empezará, a menudo, a manifestarse pocos
días antes de la época exacta en que la Luna y el Sol están
en conjunción. Esto es explicable por el hecho de que, cuan
do la Luna en tránsito se aproxima al Sol en tránsito, las
energías de ambos empiezan a fundirse; y, cuando la Luna
en tránsito entra en el signo en el que está el Sol en tránsito,
la liberación de energía se intensifica aún más.
347
la, tal vez cuatro a seis meses antes de que se forme el aspecto
exacto. ( ¡Nótese además la importancia de Júpiter como ar
monización con el futuro!) Por otro lado, los tránsitos satur
ninos a menudo se rezagan, al mantener una relación tradicio
nal saturnina con la demora y la lentitud; de ahí que muchos
cambios importantes ocurran durante un período que llega
hasta un año y medio después que pasó un aspecto saturnino
exacto.
348
TRANSITOS DE PLUTON: Estos tránsitos pueden ser sor
prendentemente poderosos, incluso cuando el aspecto exacto
dista unos 5 grados o algo así del exacto. En algunos sentidos,
creo que Plutón debe recibir un "orbe de influencia" mayor
que cualquier otro planeta en tránsito, excepto Júpiter y Sa
turno, a pesar de su pequeño tamaño físico. Pues, mientras
los aspectos exactos de Plutón en tránsito a planetas natales
se relacionan habitualmente con cambios importantes que la
mayoría de los individuos nota, parecen patentizarse efectos
extremadamente poderosos, en muchos casos, hasta un año
antes de que tengan lugar tales aspectos exactos, cuando
Plutón puede estar a unos 5 grados de formar el aspecto
exacto. Es como si Plutón estuviera preparando a la persona
para los cambios profundos y en gran escala que vendrán
después a erosionar algunos cimientos del viejo estilo de vida
de esa persona, adelantándose a la época en la que las mayo
res posibilidades de renacimiento serán evidentes. Las perso
nas tienden a ser más abiertas a lo nuevo cuando están en
un estado de desorientación; y los tránsitos plutonianos
exactos son precedidos, a menudo, por experiencias de fati
ga, tedio, búsqueda y dolor emocional que afectan bastante
profundamente a esa persona para inducir un estado total de
desorientación psíquica. Si bien a veces es dolorosa y confu
sa, esta puede ser, por supuesto, una experiencia muy fruc
tífera. Aunque la mayor parte de nuestra instrucción educa
cional y de nuestros prejuicios culturales nos inclinan a sentir
absoluto terror a pensar en en el caos, podrán aprenderse va
liosas lecciones adaptándonos a cuanta situación surja duran
te estos períodos de transición. Como escribe Carl Payne
Tobey en Tbe Astrology of lnner Space: "No temáis al caos
porque de éste siempre nace algo. En vez de preocuparme por
una situación caótica, aguardo el nacimiento. Cuando la
mente se vuelve caótica -o cuando mi mente lo está- es
porque resulta imposible ver la totalidad".
349
Capricornio
Capítulo X
351
nuestra estructura personal se afianza más en una pauta
fija- el significado del Medio Cielo se torna más adecuado
a nuestra experiencia y, de esta manera, más fácilmente com
prensible. Advirtiendo la correlación de Saturno y sus cuali
dades con el Medio Cielo (la cúspide de la 1 Oa. casa en la
mayoría de los sistemas), podremos apreciar la conexión del
Medio Cielo tanto con la madurez como con la práctica de
una estructura integrada de vida.
Debe mencionarse también que la investigación del esta
dístico francés Michel Gauquelin confirma las tradiciones
astrológicas acerca de la importancia del Ascendente y del
Medio Cielo, particularmente las conjunciones con estos
puntos. Sin embargo, el trabajo de Gauquelin parece indicar
que el Ascendente y el Medio Cielo no son los comienzos de
sus respectivas casas, sino más bien importantes puntos foca
les de corriente energética. Las casas 1 a. y 1 Oa. parecen em
pezar muy pocos grados antes de estos puntos, como lo in
dica el hecho de que sus estudios demostraron que un pla
neta es especialmente destacado cuando está ubicado en los
ámbitos que tradicionalmente se llaman las casas 12a. 6 9a.,
a algunos grados de las reales cúspides l a. y l Oa. Este descu
brimiento confirma lo que yo y muchos otros astrológos em
pezaron a hacer muy espontáneamente: a saber, considerar
que la cúspide es un sector poderoso de cada casa, pero no el
comienzo absoluto de una casa como se expresa tan a menu
do. Sin embargo, yo no llego a decir que la cúspide es la mi
tad de una casa, como también se ha sugerido. Personahnen
te, creo que la cúspide y su 6 ° circundante más o menos es el
sector más poderoso de cualquier casa, y, por tanto, uso
siempre, al menos, un orbe de 6 ° con las cúspides de casas.
Según las tradiciones astrológicas, un planeta que nace sobre
la cúspide de la primera casa (Ascendente) en el momento
del nacimiento puede considerarse como una influencia espe
cialmente poderosa en la vida de la persona. La razón de
porqué un planeta cerca del horizonte se destaque tan parti
cularmente debe aclararse cuando consideremos el fenómeno
siguiente.
352
E I Ascendente
353
Como un ejemplo de la significación de un planeta cerca
del Ascendente, tomemos el caso de un hombre cuyo Sol
está en Capricornio, la Luna en Virgo, y cuyo Ascendente
está en Cáncer. Si fuéramos a juzgar su temperamento total
desde esos tres factores solos, sería evidente que probable
mente fuera una clase de persona más bien conservadora:
cautelosa, auto-protectora, consciente de su seguridad y tal
vez hasta un poco escéptica de todo lo que no esté arraigado
en tradiciones culturales o familiares. Sin embargo, sí este
hombre tiene también a Urano en conjunción con el Ascen
dente (ya sea en el lado de la 12a. o la l a. casa), empezamos
a ver una dimensión enteramente nueva de su personalidad.
Pues, a pesar de todos los factores natales que apuntan a la
seguridad y al tradicionalismo, la vibración uraníana es pro
bable que indique un rasgo poderoso de experimentalísmo,
heterodoxia y liberalidad hacía lo nuevo y lo diferente. En
vez de ser una clase de persona pegada en el barro, llena de
miedos y dudas personales, tal vez bien sea ejemplo de pensa
mientos progresistas y hasta de inclinaciones revolucionarías
en algún nivel. De hecho, este hombre nunca podría conten
tarse con una clase capricorníana de estilo de vida en el que
se subraya primordialmente el deber y la limitación personal,
pues no sólo necesitaría pensar en ello sino también activar
su deseo constante de variedad de experiencia y libertad de
expresión personal.
Como otro ejemplo, supongamos que una mujer tiene un
Sol en Acuario, una Luna en Sagitario, ¡e incluso Leo ascen
dente! Esta es una combinación poderosa de exuberantes
energías positivas que podríamos esperar que se expresaran
dinámicamente de una manera particularmente abierta. Pero
si esta mujer tiene a Plutón en conjunción con el Ascendente,
es muy probable que se exprese de manera que recuerde a los
de Escorpio ascendente: reservados, taciturnos, reflexivos y
auto-represivos. O, para expresar esto con más precisión,
podría haber mucho temor a permitirse expresar el género de
espontaneidad que sus otros factores del mapa simbolizan.
En este ejemplo, la presencia de Plutón cerca del Ascendente
agranda la cualidad plutoniana mucho más de lo que ocurriría
con Plutón en otros sectores del mapa.
El Ascendente muestra un modo en el que somos aguda-
354
mente sensibles y conscientes, y esta es otra explicación de
porqué un tránsito al Ascendente se siente que es tan pode
roso; pues nos afecta en el ámbito de nuestras vidas y en la
dimensión de nuestro campo energético que es muy sensible.
De hecho, algunos astrólogos dijeron que el Ascendente
muestra el punto en el que el espíritu entra en el cuerpo en
el momento del primer aliento. No sé si esto es cierto, pero
mi experiencia en las artes curativas (especialmente con la
Terapia de las Polaridades) me induce a creer que la parte del
cuerpo asociada con el signo ascendente indica dónde esta
mos conectados dinámicamente con nuestros cuerpos más
sutiles (o con nuestrsos campos de energía más sutil) y de
ahí donde haya una irrupción de energías poderosas. Podría
mos mencionar aquí algunos significados del Ascendente:
A.El Ascendente representa la imagen de la personalidad
que los demás ven. Esto no significa que esta imagen sea
un retrato exacto de nuestra personalidad total, sino que
muestra algo que los demás a menudo advierten como
una primera impresión. La imagen del Ascendente, de
hecho, puede revelar cualidades personales que están cla
ramente en pugna con nuestras orientaciones más íntimas.
B. El Ascendente representa el modo en que nos fundimos
activamente con la vida en el mundo externo cuando
nuestra energía corre espontáneamente. De ahí que revele
un enfoque general de la vida que, en los tratados astroló
gicos más antiguos, se llamó el "temperamento".
C. El Ascendente simboliza un aspecto importante de nuestro
destino personal en el sentido en que simplemente debe
mos vivir y expresarnos de ese modo a fin de sentirnos
libres y enteros.
CH. El Ascendente (especialmente según su elemento: fuego,
agua, aire o tierra) revela la cualidad de corriente energéti
ca que vita/iza directamente al cuerpo físico y, de esta
manera, si hay una marcada conductividad (aire o fuego)
o fuerte resistencia (agua o tierra) respecto de la corriente
espontánea de las energías vitales. Esta correlación explica
porqué los tránsitos al Ascendente afectan tan fuertemen
te nuestra vitalidad, apariencia y estado general de salud.
D.La conexión entre el Ascendente y el cuerpo físico es evi
dente también de otro modo: el hecho de que el cuerpo
355
constituye nuestro medio ambiente fi'sico más inmediato.
Cuando nacemos, nuestro cuerpo físico y, en alguna me
dida, el de la madre abarcan todo nuestro medio ambiente:
y, aunque en años posteriores, cuando nos identificamos
más con el cuerpo, lo olvidamos, nuestro vehículo físico
sigu e siendo siempre parte esencial de nuestro medio am
biente. De ahí que veamos por qué el Ascendente, tan a
menudo, fue correlacionado con la cualidad del medio
ambiente prístino, pues todo contacto con el mundo
externo se filtra a través de la armonización del Ascen
dente. El cuerpo (y de esta manera el Ascendente) pone
al medio ambiente en la existencia para nosotros, y por
tanto el Ascendente matiza cómo vemos nuestro medio
ambiente total y nuestra actitud hacia el mundo externo
en una vida posterior.
E. El Ascendente representa una dimensión de nuestra
naturaleza que algunos correlacionaron con el ego. Aun
que no podemos efectuar una correspondencia directa
entre el Ascendente y el ego, puede decirse que el Ascen
dente representa una dimensión importante del ego.
Cuando nos amenazan, tendemos a retirarnos de la forma
de expresión mostrada por el Ascendente al más seguro
centro de la personalidad simbolizado por el Sol o a recal
car más las cualidades del Ascendente a fin de afianzar
nuestra individualidad y asegurar nuestra sobrevivencia.
Puesto que el Ascendente en un mapa natural se correla
ciona con el signo de Aries, el Ascendente es índice siem
pre de un modo de expresar nuestra individualidad y así
-en un sentido- nuestro ego. Sin embargo, esta no ha de
considerarse una cualidad negativa a menos tal vez que
seamos abiertamente compulsivos al respecto.
F. La dimensión "trascendente" del Ascendente mencionado
antes puede verse en el modo que el Ascendente muestra
cómo fundirnos con la vida pura y espontáneamente: es
un modo de vivir y ser que está más allá del "entendimien
to". Mucho más que el Ascendente, el signo del Sol indica
cómo "entendemos" y asimilamos la experiencia. El As
cendente más bien revela el modo con que creemos que
somos singularmente nosotros, el punto más elevado de
armonización y acción espontáneas y conscientes.
356
Esta última referencia a la cualidad trascendente del As
dente puede, al principio, parecer un poco traída de los
pelos u oscura, por lo que vale la pena explicar esta idea
con más pormenores. El Ascendente marca el punto de
separación entre la 12a. casa ( cosas que están más allá del
control consciente) y la casa l a. (fuerzas que podemos
usar conscientemente). De ahí que cualquier planeta en el
Ascendente (natalmente o por tránsito o progresión) indica
que tomamos consciencia de esa función, energía o ley
universal con gran inmediatez. El psicólogo jungiano Patrick
Harding explica más esta cuestión:
357
1) cualquier planeta de la casa 1a. ( que incluye no sólo los
planetas que están debajo del horizonte en el sector tradi
cional de la casa 1a. -excepto los que están dentro de los
6 º a 8 º de la cúspide de la 2a. casa- sino también planetas
situados en el sector tradicional de la 12a. casa, dentro in
cluso de los 10° del Ascendente; y 2) el planeta regente (o los
planetas regentes) del Ascendente.
El planeta regente del Ascendente es tratado por separado
en la parte siguiente, puesto que un conocimiento pleno de su
importancia exige alguna explicación en profundidad. Sin em
bargo, más bien sucintamente podemos examinar el signifi
cado de un planeta situado en la 1a. casa natal. Lo primero
que hay que recalcar es que un planeta de la casa 1a. puede
eclipsar las vibraciones simbolizadas por el Ascendente, al
menos de manera evidente. Las cualidades representadas por
el signo ascendente están todavía allí y en actividad, pero la
presencia de un planeta en la casa 1a. (especialmente si está
próximo al Ascendente) indica un modo de expresión que es
particularmente potente. Hay un contraste especialmente
fuerte en casos en los que el planeta de la 1a. casa está en un
signo que es diferente del signo ascendente. Por ejemplo, una
persona con Leo ascendente manifestará, inevitablemente,
ciertas características leoninas; pero la presencia de un plane
ta de Virgo en la casa 1a. puede proporcionar bastante énfasis
de Virgo para impulsar a otras personas a suponer que la per
sona tiene a Virgo ascendente. Aquellos cuyos mapas contie
nen un planeta de la casa 1a. en un signo que difiere del signo
ascendente se caracterizan por tener un enfoque total de la vi
da más complejo que las demás personas. En los casos en
los que el planeta de la casa l a. está en el signo ascendente,
hay doble énfasis sobre las cualidades y energías de ese signo,
aunque el modo específico de liberación de energía depende
rá grandemente de qué planeta está situado así. Por ejemplo,
si tenemos a Saturno en Aries en la casa 1a. y también a
Aries ascendente, se demuestra que la expresión de la ener
gía de Aries es profundamente importante para el individuo y
algo en lo que éste puede trabajar con gran esfuerzo. Sin em
bargo, aunque las cualidades e impulsos de Aries sean fuertes
para esa persona, la ubicación de Saturno indica que la libera
ción real de la energía de Aries puede ser algo menos que es-
358
pontánea, y de hecho puede estar algo inhibida. En algunos
casos, tal persona, incluso, puede parecerse más a un capri
corniano ascendente que a un ariano ascendente.
359
la corriente de energía física y con nuestro estado de salud
difícilmente puede sobreestimarse, y su importancia a este
respecto puede fácilmente verse observando los tránsitos al
planeta regente. Tan a menudo, tales tránsitos se correlacio
narán con marcados cambios en nuestra salud, vitalidad o
apariencia. Por ejemplo, una cliente (una mujer de 34 años
con Virgo ascendente) experimentó una crisis nerviosa total
cuando Urano estuvo en cuadratura con su Mercurio natal.
Concedido que Urano en tránsito, estando en cuadratura con
Mercurio natal de alguien, pudiera correlacionarse con un
período de tensión nerviosa, tal tránsito, no obstante, no se
ría una fuerza tan dominante para quienes no tienen a Mer
curio como el regente del Ascendente.
Podría preguntarse por qué el regente del Ascendente es
tan importante, más importante en las vidas de la mayoría
que el regente del signo del Sol en términos de experiencias
inmediatas profundas y cambios completos en nuestra acti
tud hacia la vida. Para responder esta pregunta, me parece
que es necesario volver a un concepto muy antiguo: a saber,
la idea del planeta regente que es el "Señor" que preside no
sólo nuestro nacimiento sino también toda nuestra vida. En
varios conceptos antiguos de factores astrológicos, el planeta
regente del Ascendente se consideraba la deidad o el poder
cósmico designado por el Señor Supremo para que presidiera
toda la encarnación de un individuo. En términos más moder
nos, podríamos decir que la naturaleza del planeta regente
presta un tono total a toda la vida de la persona, tanto a sus
experiencias como a su enfoque para interactuar con el mun
do externo. La posición específica del signo de este planeta
regente es, por tanto, de gran importancia como símbolo de
la cualidad de la experiencia, de la corriente de energía, y
de la orientación general de la vida que dominará el modo
de ser del individuo durante esta encarnación. Aunque no
puedo afirmar que yo tenga bastante experiencia directa
que me permita confirmar de algún modo específico el
antiguo concepto antes mencionado, efectué una experien
cia que me impresionó poderosamente y que podría ser
significativa a este respecto. Hace pocos años, estuve presen
te en un nacimiento en una casa, y yo había dado instruc
ciones específicas a otra persona de allí para que tomara
360
constancia de la hora exacta del nacimiento. En consecuen
cia, sé que el nifio que a la sazón nació tiene un mapa natal
extremadamente preciso. Cuando pareció que el parto era
inminente, mentalmente calculé un Ascendente aproxima
do y supuse que la criatura tendría a Acuario ascendente.
Cuando nació el bebé, la habitación se llenó con una pre
sencia poderosa y casi tangible. La intensidad de la presión
que se se sentía en esa habitación en ese momento sólo po
día describirse como una energía y una vibración saturninas,
y a uno de los otros presentes le observé que la atmósfera
estaba cargada con esta fuerza poderosa. Esa noche, más
tarde, luego que las cosas se calmaron y el bebé recién nacido
se durmió, calculé su mapa con precisión y descubrí, para
mi asombro, que tenía 28º de Capricornio ascendente. Por
tanto, su planeta regente era Saturno, y yo no podía haber
imaginado una experiencia natal más saturnina ni una vibra
ción más saturnina en el aire que la que acompafió a la llega
da de la criatura. Puesto que el nacimiento en el mun
do material es, por supuesto, un acontecimiento más bien sa
turnino, no puedo decir si la misma experiencia habría ocurri
do o no si la criatura, por ejemplo, hubiera sido regida por
Venus o Júpiter. Pero creo que este ejemplo es digno de men
ción para animar a la gente a que preste atención a las vibra
ciones que pueden sentirse durante el nacimiento de otras al
mas en el plano físico.
Ahora debería ser evidente que ninguna consideración del
Ascendente es completa sin incluir simultáneamente toda la
suma de factores que se relacionan estrechamente con el As
cendente. En otras palabras, las cualidades del signo ascen
dente y de su planeta regente (incluido su signo y casa), lo
mismo que cualquier planeta de la casa l a., todos muestran
deseos, necesidades y orientaciones que forman una de las
más cruciales combinaciones de energía de nuestra vida.
Todos estos factores juntos constituyen un punto de apoyo
clave sobre el cual se equilibra toda la estructura de la perso
nalidad, y revelan un tema que matiza cómo se proyecta la
totalidad de nuestro yo. Si no podemos expresar estas ener
gías con facilidad, se desarrolla una tensión generalizada y,
en muchos casos, un sentimiento de estar aburrido, sin vida
y carente de dirección y finalidad. Para dar un ejemplo de
361
cuántos factores podrían combinarse en la interpretación,
tomemos el caso de la criatura antes mencionada cuyo
"complejo Ascendente" contiene los siguientes factores:
1) Capricornio Ascendente.
2) Planeta regente Saturno en Géminis y en la Sa. casa, en
conjunción con Venus y Mercurio.
3) Jt1piter en Acuario en la casa l a.
362
pectas del Ascendente revelan si varias dimensiones nuestras
(simbolizadas por planetas natales) están en armonía o discor
dia con el modo de expresión hacia aquello a lo que las ener
gías del Ascendente nos impulsan constantemente.
Las OPOSICIONES con el Ascendente revelan, en algunos
casos, una división interior del individuo, un estado del ser
en el que la persona soporta una tensión casi constante, pues
to que hay fuerte deseo de modalidades de actividad que, de
muchos modos, son completamente opuestas. Esta tensión
interior puede generar gran energía y manifestarse como un
tipo particularmente complejo de consciencia. Con frecuen
cia, tal persona alternará entre las dos orientaciones de vida
durante una cantidad de años, dando en ocasiones un énfasis
consciente a una modalidad de autoexpresión, y, otras veces,
concentrándose en la otra orientación. A menudo, parece que
la Luna progresada o Saturno y Júpiter en tránsito producen
periódicamente un lado o el otro de la naturaleza de la per
sona.
La CUADRATURA respecto al Ascendente es, a menudo,
símbolo de alguna cualidad del medio ambiente prístino de
la persona, que habitualmente se manifestó como un tipo de
opresión o inhibición (especialmente cuando el planeta en
cuestión está en la 4a. casa) o como una presión insólita
mente fuerte en procura del logro o el reconocimiento (a me
nudo cuando el planeta en cuestión está en la IOa. casa). En
otras palabras, básicamente hay dos tipos de cuadratura con
el Ascendente, que pueden clasificarse así: 1) el tipo de cua
dratura de la 4a. casa indica, a menudo, pautas emocionales
que nos retraen de alcanzar la espontaneidad de expresión
mostrada por el signo Ascendente; y 2) la cuadratura de la
10a. casa revela, a menudo, fuerzas que dentro de nosotros
nos empujan hacia adelante rumbo a algún género de logro.
El SEXTIL con el Ascendente muestra, en general, que la
energía del planeta en cuestión puede ponerse en actividad
muy suavemente una vez que tuvo lugar un período de
aprendizaje. Tal vez haya que hacer algún pequeño ajuste an
tes que esa dimensión de la experiencia se integre a pleno con
la energía del Ascendente, pero el período de transición es
habitualmente rápido y estimulante.
Las CONJUNCIONES y los TRIGONOS con el Ascendente
363
CUSPIDE DE LA 9a. CASA
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364
deben tratarse juntos, debido a su participación en un fenó
meno astrológico importante, pero que se menciona raras
veces. Este fenómeno es el triángulo formado por las "casas
de fuego" (Casas I, V y IX). El triángulo formado por los
signos de fuego es mencionado, por supuesto, en la mayoría
de los libros de textos básicos sobre astrología, pues los trián
gulos (o las trinidades) están asociados con los signos de los
otros elementos. Pero el triángulo de las casas de fuego ha
sido mencionado en poquísimos libros. La razón de este apa
rente descuido es que este triángulo representa una pauta de
corriente de energía que en muchos casos linda con lo tras
cendente. Ya he mencionado cómo el Ascendente puede
verse que representa un modo de expresión y liberación de
energía que es intemporal, espontáneo y tan natural que elu
de que captemos su esencia en palabras. Y, de un modo gene
ral, esta cualidad se aplica también a todo el triángulo de las
casas de fuego; pues las casas de fuego se ocupan del ser y del
devenir puros. La pureza de autoexpresión representada por
ellas puede, en algunos casos, clasificarse precisamente como
espiritual (principalmente en las casas en las que la persona
cesó de identificar su ego con las fuerzas creativas que corren
a través de ella y, en lugar de ello, sólo se ve como un canal
para la manifestación de un poder mayor). Al comienzo de
mis estudios astrológicos tropecé con la importancia de las
casas de fuego, años antes de que yo hubiera visto mencionar
este fenómeno en impresos. Este conocimiento ocurrió cuan
do levanté y estudié los mapas de alrededor de una docena de
maestros espirituales. Cuando traté de descubrir factores co
munes en todos sus mapas, resultó patente que lo único que
regularmente se destacaba, en la mayoría de esos mapas, era
el énfasis sobre la ubicación de las casas de fuego de los pla
netas. Luego de tratar de entender esta pauta, sin mucho éxi
to, tuve un sueño vívido en el que se me mostraba una co
rriente de energía ardiente que giraba alrededor del triángulo
formado por el Ascendente y las casas Sa. y 9a. Esa inmediata
comprensión que acompañó al sueño es imposible de descri
birla en palabras, pero fue una lección directa y profunda
acerca de la corriente de energía representada por estas casas.
El diagrama del "Triángulo Ardiente" de esta parte es un
intento de transmitir la imagen de ese sueño.
365
La aplicación práctica de esta idea es reconocer la posibili
dad mostrada en un mapa en el que los planetas natales están
ubicados en íntimo trígono respecto al Ascendente o en
conjunción con él. Esto no significa que tales ubicaciones pla
netarias indiquen siempre gran espiritualidad, pues en la ma
yoría de los casos, el énfasis sobre estas casas no puede rotu
larse con exactitud como una orientación "espiritual" puesto
que la mayoría de las personas es innegablemente egocéntri
ca. En general, sin embargo, hay una corriente particular
mente dinámica de energía creadora que puede expresarse
espontánea y poderosamente. Cualquiera que sea la dimen
sión de la experiencia que simbolice un planeta en íntimo
trígono o conjunción con el Ascendente puede ser puesta en
expresión activa con un grado de naturalidad, inmediatez y
energía positiva mayor que el representado por la mayoría
de los demás factores astrológicos. Por ejemplo, quien tiene
a Marte en conjunción con el Ascendente o en trígono con
él desde los sectores de las casas Sa. ó 9a. puede ser un líder
natural y caracterizarse por un marcado grado de valentía y
tal vez,incluso,cierta conducta ruda. O quien tiene a Saturno
en una posición parecida puede caracterizarse por un sentido
de practicidad, por una capacidad para las buenas ocasiones,
y la expresión de una sabiduría que está más allá de los años
que tiene.
Aunque cada una de las casas de fuego puede diferenciarse
de las otras y recibir su propio conjunto de significados,debe
mos estar al tanto del hecho de que todo planeta situado
dentro de este triángulo dinámico es probable que ejerza una
poderosa impresión en la orientación que el individuo tiene
hacia la vida. De hecho, uno de los modos más sencillos de
caracterizar las casas de fuego como un grupo, es decir que
los signos en las cúspides de las casas l a., Sa. y 9a.,junto con
los planetas ubicados en esas casas (especialmente los que
aspectan estrechamente al Ascendente) significan ¡cualida
des dominantes en la actitud total del individuo hacia la vida!
Puesto que nuestra actitud hacia la vida determina muchísi
mas experiencias nuestras (pues atraemos lo que expresamos
en la vida), fácilmente podemos ver por qué estos factores de
cualquier mapa representan un papel tan importante en la
pauta total de vida de la persona. El otro punto a considerar
366
es que nuestra actitud hacia nosotros mismos es inseparable
de nuestra actitud hacia la vida en general. De hecho, podría
mos decir que son la misma cosa. Es evidente que nuestra ac
titud total hacia la vida emana directamente de nuestra acti
tud hacia nosotros mismos; y lo contrario es también verda
dero, pues todos hemos visto la transformación en confianza
en sí mismo que un individuo puede experimentar cuando
adoptó una positiva filosofía de vida. El triángulo ardiente
simboliza, pues, la cualidad esencial de nuestro más intimo
sentido del yo, a la par que indica nuestro enfoque general
de la vida misma.
La casa l a. y sus planetas pueden indicar una corriente es
pontánea de energía vital con vibraciones tan positivas que
la persona se caracteriza por un aura casi radiante o un grado
elevado de egocentrismo y, con frecuencia, orgullo excesivo.
Naturalmente, estos dos modos de ser representan las mani
festaciones extremas de tales energías, pero no es raro encon
trar personas que son claro ejemplo de estos extremos. Todo
planeta en conjunción con el Ascendente puede indicar que
tenemos considerable orgullo en esa parte de nosotros. Por
ejemplo, el Sol en conjunción con el Ascendente se relaciona
frecuentemente con una sencillez y una generosidad de índo
le infantil en algunos casos, o con una alegría aniflada al de
mostrar las propias habilidades mediante dramáticas exhibi
ciones (y con frecuencia ambas cosas). El Sol en conjunción
con el Ascendente es similar a Leo ascendente de muchos mo
dos, aunque la arrogancia y el egocentrismo que se encuentra
tan a menudo en los que tienen al Sol en conjunción con el
Ascendente es habitualmente más vocinglero que en quienes
tienen un Ascendente de Leo. Otro ejemplo podría ser la per
sona que tiene a Mercurio en conjunción con el Ascendente,
donde encontramos a menudo un considerable orgullo por
nuestra erudición y nuestras aptitudes intelectuales. En algu
nos casos con la conjunción en Mercurio, una tendencia a tra
tar de imaginar que toda clase de minucias causa problemas
innecesarios y una constante preocupación. Estas personas
tienen con frecuencia mentes agudas y la habilidad de verba
lizar las ideas con extraordinario sentido dramático, aunque
sus opiniones puedan ser su peor enemigo.
La Sa. casa y sus planetas revelan recursos creativos que
367
pueden manifestarse en abundancia, lo mismo que son símbo
los claves del nivel de confianza en sí misma que tiene la
persona, o por lo menos lo que ella cree que debe hacer a fin
de alcanzar una real confianza en sí misma. Puesto que la Sa.
casa corresponde al propio signo del Sol, Leo, no es sorpren
dente que yo me inclinara gradualmente a considerar a esta
casa como la más fuerte del mapa después de la 1 a.; pues la
Sa. casa recalca no sólo las posibilidades creadoras del indivi
duo, sino también las vibraciones que caracterizan el modo
franco que la persona tiene para derramar sus energías es
pontáneamente. Y, en la práctica real, todo planeta de la
Sa. casa (especialmente si está en estrecho trígono con el
Ascendente) puede matizar todo el alcance y método de
proyección personal de una persona tan fuertemente como
un planeta de la primera casa.
La 9a. casa y sus planetas significan creencias y aspiracio
nes creativas y orientadas hacia el futuro. La conexión de
la 9a. casa con nuestra actitud general hacia la vida puede
ser más evidente que la de la I a. o la Sa. casa, puesto que
la 9a. casa ha connotado tradicionalmente nuestra orienta
ción religiosa y filosófica. Como lo han expresado muchos
libros, la 9a. casa y sus planetas se relacionan íntimamente
con la mente superior; y puesto que nuestras aspiraciones y
creencias superiores se cuentan entre los factores más domi
nantes en la formación de nuestras actitudes de vida, pode
mos ver cuán fácilmente los factores de la casa 9a. armonizan
con toda la orientación del triángulo de la casa de fuego.
De estas tres, la Sa. casa es la que más mal se entendió, de
bido a la práctica común de recalcar sólo su conexión con los
niños, el juego, los "amoríos" y otros placeres. Sin embargo,
la Sa. casa tiene connotaciones más profundas que se relacio
nan estrechamente con el significado trascendente del trián
gulo ígneo que estuvimos discutiendo. Debo decir que me
sorprende muchísimo que generaciones de astrólogos puedan
seguir poniendo tan poco énfasis relativo ¡en la casa que co
rresponde al Sol mismo! Aunque las energías de la Sa. casa
se manifiestan a menudo como especulación, amoríos, goces
sensuales y egocentrismo infantil, todas estas actividades es
tán arraigadas en el deseo de asumir algunos riesgos a fin de
permitir que una energía mayor se manifieste a través de la
368
personalidad individual. Como se expresó, la 5a. casa muestra
el poder del amor o el amor del poder. En el mejor de los ca
sos, indica nuestra capacidad para permitir que el amor y la
luz de Dios fluyan a través de nosotros y para una simple
confianza en la bondad de la vida misma. Se relaciona con
nuestra aptitud para permitir que las creadoras fuerzas de la
vida se manifiesten a través de nosotros, como lo demuestran
sus conexiones con los niños de mente y de cuerpo (el deseo
de que nazca algo mayor que nuestro ego a través de noso
tros). Tanto los niños como la creatividad verdadera nos ense
ñan la lección de que debemos hacer lo que amamos hacer, a
fin de alcanzar una jubilosa sensación de vitalidad. Este géne
ro de júbilo es un regalo o un acto de gracia divina, no un
"placer" de un modo sensual. La mejor presentación de esta
dimensión de la Sa. casa apareció en un artículo de Dennis
Elwell sobre el tema en el Journal de la Asociación Astroló
gica Británica, en el verano de l 973. En este escrito intuitivo,
Elwell dice:
La quinta casa... representa un barómetro de nuestra con
fianza en la vida, y particularmente en sus incalculables
elementos; y de la extensión en que la vida nos afianza
en el sentido de nuestro propio valor por pequeños signos
de aprobación que llega n como un regalo, como una ben
dición no buscada.
369
Cuando estamos enamorados, el cielo es más azul, todas
las experiencias de la vida se intensifican, y todo tiene mejor
apariencia porque entonces vemos las cosas como son; ¡pues
el fuego del amor incendió a nuestro ego! Por tanto, podría
mos decir que el principio de la Sa. casa representa al fuego
del ego o al fuego del amor que incendia al ego. Y, en un
sentido general, itodo el triángulo de las casas de fuego abar
ca este significado esencial! Los planetas en estas casas son
por tanto, casi siempre, de gran importancia, y ¡particular
mente los que aspectan íntimamente al Ascendente pueden
considerarse como indicadores de extraordinario poder de
desarrollo!
370
similares. Piscis en el Medio Cielo puede indicar que el indi
viduo admira las cualidades compasivas e intuitivas en los
demás y, por lo tanto, procura conscientemente cultivar esas
cualidades.
El planeta regente del signo del Medio Cielo es primordial
mente importante, debido no sólo a su significado simbólico
general, sino más específicamente debido al hecho de que
su posición de casa con mucha frecuencia muestra dónde
nuestra vocación real entra en el foco más claro. La palabra
vocación significa literalmente "aquello hacia lo cual somos
llamados", y no sólo el signo mismo del Medio Cielo sino
también los otros factores de la 10a. casa están íntimamente
relacionados con qué clase de vocación es aquélla hacia la que
somos atraídos. Pero el factor más útil, en mi experiencia, pa
rece ser la posición de casa del regente del Medio Cielo, pues
con mucha frecuencia esa casa representa un campo de expe
riencia que sentimos como nuestro verdadero llamado en un
nivel muy profundo. Tal vez creamos que finalmente hemos
llegado a nuestro hogar para hacer lo que realmente nos pro
poníamos cuando empezamos a darnos cuenta de nuestra
verdadera vocación. Es curioso que el Medio Cielo esté ubi
cado en la cuna de nuestro mapa, y que él y su planeta regen
te simbolicen la "cima" de nuestros logros y ambiciones
significativos.
Otro modo de expresar el significado de los factores del
Medio Cielo y de la 10a. casa es que estos factores del mapa
simbolizan lo que es importante para nosotros. Esta termino
logía es especialmente apropiada para el significado de los
planetas que caen en la 10a. casa (especialmente aquellos
que están en conjunción con el Medio Cielo, incluso desde
el lado de la 9a. casa). Tal planeta representa modos de ser,
cualidades o tipos de actividades que son extremadamente
importantes para el individuo, y que éste respeta. Debido a
este sentimiento de respeto, las personas exhibirán a menu
do esas cualidades o expresarán esas energías públicamente
a fin de que los demás puedan pensar bien de ellas. (De
allí, la conexión del Medio Cielo y de la l 0a. casa con nues
tra "reputación".) Algunos ejemplos podrían ayudar a
ilustrar esta cuestión:
Si Mercurio está en la 10a. casa, es importante que la per-
371
sana sea educada y bien informada. Si no tiene la eduación
que respeta, puede trabajar arduamente para conseguirla o
impulsar a los demás para que la logren.
Si Venus está en la 10a. casa, créese que son importantes
la belleza en general (incluida la expresión artística) y
nuestra apariencia en particular, y, por tanto, tal vez se
gaste mucho dinero y mucha energía en estas direcciones.
Si Saturno está en la 1 Oa. casa, alguna forma tangible de
logro es extraordinariamente importante para la persona,
pues tiende a tener mucho respeto por el trabajo, la cons
tancia y la capacidad para manejar responsabilidades.
Si Urano está en la 1 Oa. casa, es importante que la persona
sea independiente y de mentalidad independiente.
Si Plutón está en nuestra 1 Oa. casa, es importante que sea
mos personas de autoridad, poderosas y que ejerzamos al
guna influencia.
372
en relación con la conjunción, debido al hecho de que tal pla
neta está habitualmente en el mismo elemento que el Medio
Cielo mismo. El libro de Jayne enumera el significado general
de los aspectos de cada planeta respecto del Medio Cielo, de
modo que no hay necesidad de repetirlos aquí. Ademas de la
correlación tradicional de tales aspectos con la "influencia"
sobre nuestra auto-expresión pública, carrera y metas vocacio
nales, sólo necesitamos decir que todo planeta en íntimo
aspecto con el Medio Cielo indica, habitualmente, un tipo de
energía y orientación que es esencial en la estructura de nues
tra posición en el mundo en general, e instrumental en lo
que contribuiremos a la sociedad.
373
de la atracción. El ascendente de un mapa en aspecto con
planetas del otro mapa confirma y apoya toda congenia
lidad y compatibilidad como se lee en los aspectos forma
dos entre planetas en los respectivos horóscopos.
374
foco sobre la afinidad.) Los aspectos del Medio Cielo en las
comparaciones son, por otro lado, índices de tipos más espe
cíficos de interacción, y, muy a menudo, se los descubre en
las relaciones en las que hay una pauta clara de una persona
que ejerce autoridad sobre la vida de la otra. Esta pauta, co
mo podría pensarse, no se limita a las relaciones que sólo tra
tan sobre carrera, empleo o interacción entre padres e hijos.
Pautas similares se hallan también en comparaciones entre
amantes, cónyuges o amigos íntimos.
Una guía general para entender los aspectos del Medio
Cielo en las comparaciones es que habitualmente indican
una de dos pautas dominantes: l) la persona cuyo planeta
aspecta a nuestro Medio Cielo nos ayuda a manifestar de
algún modo claro nuestras posibilidades de logro; ó 2) esa
persona, mediante alguna forma de dominio, nos impide
seguir con las ambiciones hacia las que somos atraídos.
Puesto que el Medio Cielo se correlaciona con cualida
dades y actividades saturninas, cualquiera cuyos planetas na
tales aspecten fuertemente nuestro Medio Cielo representa
habitualmente un fuerte papel formativo ( ¡Saturno!) en
nuestra vida, ayudándonos a que reconozcan nuestros méri
tos como productivo miembro de la sociedad o inhibiendo
nuestro logro mediante métodos autoritarios de influencia.
Si el planeta natal de alguien aspecta a mi Medio Cielo (es
pecialmente si es una conjunción), es muy probable que yo
sienta considerable respeto hacia alguna cualidad o aptitud
de la que esa persona es ejemplo. Tal vez admire mucho a esa
persona, aunque si mi admiración es excesiva, quizá sin saber
lo yo me ponga bajo su poder en una medida que tal vez lue
go yo lamente. Desde el punto de vista del karma, un énfasis
sobre los factores del Medio Cielo o de la l Oa. casa en una
comparación (similares a los intercambios de Saturno en las
comparaciones) puede a menudo llevar a revelar una pauta
de una persona que ejerce poder o autoridad sobre otra.
En algunos casos, tal énfasis (que por supuesto implica auto
máticamente también un énfasis de la 4a. casa, símbolo de la
familia) parece correlacionarse con vínculos familiares pasa
dos en los que una persona fue la hija de la otra.
Un ejemplo podría ayudar a aclarar estas cuestiones. Si el
Sol natal de alguien está en conjunción con nuestro Medio
375
Cielo, tal vez descubramos que esa persona no sólo estimula
nuestras ambiciones e incluso puede dar pasos claros para
que avancemos en las metas de nuestra carrera, sino que tam
bién esa persona quiere "tenernos bajo el ala" de modo muy
paternal. De hecho, cada persona puede sentirse extraordina
riamente protectora de la otra de un modo que recuerde la
relación de padre-hijo. Mediante esta asociación, tal vez nos
estimulen (el Sol en particular es el planeta del estímulo; si
estuviera implícito otro planeta, la cualidad del impacto en
nuestra vida sería diferente) a desarrollar más confianza en
nuestra propúi habilidad para lograr nuestras metas y ambi
ciones.
Una última comparación de mapas a la que hay que pres
tar especial atención es la situación en la que encontramos
a los planetas regentes de las dos personas (o sea, los regentes
de sus Ascendentes) en un aspecto (ntimo. El tipo exacto de
aspecto no es tan importante como el hecho de que hay
alguna relación íntima entre tales orientaciones individual
mente dominantes de la vida. (Pero debe sefialarse que las
conjunciones de los aspectos fluidos en la mayoría de los
casos indican una modalidad más armoniosa de interacción;
cuando el aspecto entre los planetas regentes es más desa
fiante, puede haber cierto tipo de conflicto, barrera o frus
tración inherente a la relación, aunque las personas se lleven
muy bien y hasta mantengan su relación durante muchos
años.) Siempre tomo un aspecto entre los planetas regentes
como testimonio del hecho de que las dos personas es pro
bable que tengan una relación d� intensidad e importancia
extraordinarias. A menudo tienen vínculos kármicos extra
ordinariamente fuertes entre ellas, y el hecho de que tal fac
tor de comparación sea mucho más raro que simplemente
un caso en el que el Ascendente o el Descendente de una
persona está en el mismo signo que los planetas natales de
la otra persona debe inducirnos a prestar más atención a
estos casos especiales. La interacción íntima de las ener
gías de los planetas regentes puede verse como indicativa
de un símbolo particularmente especifico de cómo las
dos personas interactúan entre ellas y qué ve una en la otra
que sea especialmente estimulante. En la vasta mayoría de
tales casos, todos los otros niveles de interacción mostrados
376
en una comparación serán secundarios respecto del tipo in
tenso de intercambio simbolizado por el aspecto entre los
regentes. Es como si toda la relación girara alrededor de
un fundamental intercambio de energía, y cómo, la gente tra
te esa energía es crucial para el desarrollo de la relación.
377
Acuario
Capítulo XI
379
(como podrá verse por la cita anterior) es a menudo enrosca
do y, a veces, hasta un poco confuso debido al hecho de que
Cayce trataba de comunicarse con varias diferentes dimensio
nes de vida simultáneamente, aquí podemos tratar de aclarar
los conceptos primordiales de las lecturas en relación con la
astrología, y de explicar cuáles son sus implicancias y cómo
expanden nuestra intelección de principios astrológicos más
tradicionales. Examinaré dos tipos de ideas que se hallan en
las lecturas de Cayce: l ) las que aclaran tradiciones astrológi
cas explicando la modalidad operativa de las "influencias"
astrológicas o definiendo el alcance de la aplicación de la
astrología; y 2) aquellas que contrastan (o incluso se contra
dicen) con las teorías astrológicas tradicionales.
Un tratamiento completo de todos los conceptos de Cayce
que se relacionan con la astrología exigiría todo un libro, y
de hecho ya existe uno: Astrology and the Edgar Cayce
Readings, de Margaret Gammon, en el que la autora examina
sistemáticamente lo que Cayce tuvo que decir acerca de la
naturaleza de cada planeta y lo compara con el modo en que
ese planeta es explicado habitualmente en los libros de astro
logía tradicional. Además, ella entra en pormenores acerca de
las lecturas de Cayce sobre "aspectos", "casas" y otros facto
res específicos de mapas. Recomiendo muchísimo el libro de
Gammon a todos los que se interesan por las dimensiones
más profundas de la astrología, pero creo que bien vale la
pena seflalar aquí algunas ideas específicas de las lecturas
que pueden integrarse de inmediato a la práctica astrológica
común. Pues las lecturas de Cayce, en general, son a menudo
impenetrables, y sus afirmaciones acerca de la astrología, en
particular, son con frecuencia bastante insólitas como para
azorar a cualquier astrólogo que trate de hallar correlaciones
simples y directas entre las aseveraciones de Cayce y los ma
pas natales como ahora los entendemos. Personalmente, visité
la biblioteca Cayce (en Association for Research and Enligh
tenment Headquarters, Virginia Beach, Virginia) a fin de es
tudiar las lecturas originales de primera mano. Los datos de
nacimiento de muchas personas para las que se dieron las
Lecturas de Vida están incluidos en los archivos, y, por tanto
fue posible, en numerosos casos, obtener los mapas natales
precisos a fin de intentar establecer correlaciones entre fac-
380
tores específicos de mapas y las declaraciones que se hallan
en las lecturas de Cayce. Tras tiempo y esfuerzo considerable,
descubrí que yo podía usar solamente alguna información de
Cayce en mi práctica, por cuanto otras ideas eran totalmente
incomprensibles para mí o evidentemente se basaban en un
antiguo sistema astrológico (persa o egipcio) que no existe
más en forma accesible alguna. No obstante, puesto que está
bien comprobado cuán exacta era la información de Cayce
en miles de lecturas psíquicas sobre otros temas, creo perso
nalmente que debemos dar por sentado que su información
astrológica era igualmente exacta, ya sea que nuestro nivel
de entendimiento nos permita o no sondearla. De ahí que lo
que sigue es un intento de presentar cuanto de valor pude
espigar de sus lecturas.
Primero de todo, debe expresarse que todas las lecturas
de Cayce se ubican en el contexto de la reencarnación, el
karma y las posibilidades del individuo en cuanto a creci
miento espiritual y consciencia superior. Por tanto, muchas
ideas de él armonizan particularmente con los tópicos primor
diales de este libro. Cayce recalcaba que cada vida abarca la
suma total de todas las vidas anteriores, en el sentido de que
cada uno de nosotros simplemente "se está encontrando" en
todas nuestras experiencias en esta vida. Lo que somos
ahora es un compuesto de lo que hemos sido; y todo lo que
se construyó anteriormente, tanto lo bueno como lo malo,
está contenido en las oportunidades de esta vida. Cayce nos
insta a reconocer que lo que hoy somos es el resultado de lo
que hicimos con nuestros ideales y nuestro conocimiento de
Dios (o "las Fuerzas Creadoras") en vidas pasadas. Como se
menciona en la cita del comienzo de este capítulo, el alma es
"atraída hacia las influencias que pueden contemplarse desde
arriba". En otras palabras, cada uno de nosotros es atraído
hacia las vibraciones, aspectos astrológicos etc., que más
aproximadamente se adaptan a nuestro desarrollo. Las lectu
ras de Cayce dan fuerte apoyo a la antigua idea de la corres
pondencia entre microcosmos y macrocosmos, pues declara:
"Todas las fuerzas esenciales que se manifiestan en el univer
so se manifiestan en el hombre vivo, y sobre eso el alma del
hombre" (Lectura 900-70). La singularidad de toda la crea
ción fue una de las enseñanzas más fundamentales de Cayce,
381
y esta singularidad no la contemplaba como un sueño etéreo
y vago sino más bien como un hecho absoluto de la vida:
382
doce pautas fundamentales de las que el alma escoge cuando
entra en el plano terrestre en procura de una nueva encarna
ción. Son pautas de temperamento, personalidad y armoniza
ción mental; y al cuerpo físico se lo considera una objetiviza
ción de la pauta del alma, un reflejo de "la individualidad del
alma". Como dijo Cayce:
383
sólo una duodécima parte del Todo. Sin embargo, decir que
el Sol y su signo representan la "personalidad del alma" es
para mí una afirmación notablemente exacta e incisiva, pues
las cualidades de nuestro signo del Sol tienen mucho que ver
con nuestro modo de ser y, muy a menudo, son aquellos as
pectos de nuestra naturaleza que son más radiantes, creati
vos y dinámicos.
El tema del karma se explica extensamente en todas las lec
turas de Cayce, y, de hecho, hay libros enteros que tratan so
bre las afirmaciones de Cayce acerca de la reencarnación y el
karma. Los mejores de ellos son Many Mansions, de Gina
Germinara, y Edgar Cayce on Reincarnation, de Noel Lan
gley. Algunas de estas ideas son especialmente apropiadas pa
ra entender cuestiones que son fundamentales para la astro
logía. Por ejemplo, toda la cuestión sobre por qué y cómo en
carnamos en una época particular y de esta manera, con un
mapa natal particular, puede aclararse mediante un estudio
de las lecturas de Cayce. Dícese que la elección de una encar
nación se efectúa habitualmente en la concepción, cuando el
canal para la expresión es abierto por los padres. Una nueva
pauta (similar a la "pauta seminal" de Rudhyar que el mapa
natal simboliza) se efectúa con la mezcla de las pautas de las
almas de los padres. Parece que la interacción y la concepción
de los padres establecen una vibración específica (o una suma
de vibraciones) que atrae al alma que se halla en un estado
evolutivo apropiado para esa pauta. A pesar de este hecho,
sin embargo, Cayce insiste en que el mapa que más simboliza
nuestra naturaleza y que es más útil para el análisis personal
es más bien el trazado para el nacimiento físico real que para
la concepción.
Las lecturas de Cayce están también repletas de referencias
a todos los tipos de ciclos, y ya hemos citado algunas asevera
ciones de él acerca de los ciclos de siete años, en el Capítu
lo V. Unas pocas citas más de las lecturas podrán dar más
perspectiva de los ciclos de la vida, que son tan importantes
al trabajar con tránsitos y progresiones y que, a menudo,
sirven de base para el consejo astrológico.
384
ciclo, acercarse más al infinito, para que conozca la finali
dad con el ente en la Tierra. (Lectura 3131-1 ).
"Estadas planetarias"
386
logia tradicional como de la más contemporánea era la ausen
cia de una teoría significativa y convincente sobre cómo y
por qué los factores astrológicos se relacionan con nuestras
vidas en la Tierra. Sin embargo, el concepto de Cayce sobre
las "estadas planetarias" podría llenar plenamente esta ne
cesidad. ¿Qué son en realidad estas "estadas" a las que él se
refiere"? Ya mencioné en este capítulo que cada planeta
puede verse que representa todo un "nivel de consciencia" o
"dimensión de experiencia"; y, en el contexto de la reencar
nación, el alma se ve que atraviesa estas diversas dimensiones
luego que abandona el cuerpo físico. Cayce afirma reiteradas
veces que las "influencias" astrológicas son un hecho de la
vida porque, entre las encamaciones terrestres, cada alma in
dividual atravesó, moró y se armonizó con estas diversas
dimensiones más sutiles del ser simbolizadas por los planetas.
387
una influencia en la experiencia, pero más bien debido a la
estada del ente en el medio ambiente que debido a cierta
estrella, constelación o incluso signo zodiacal que esté en
tal y cual posición en la época del nacimiento. (Lectura
1895-1 ).
388
otras dimensiones entre vidas en la Tierra tal vez pueda ex
plicar mucho acerca de como los planetas "influyen" sobre
nosotros en esta vida. En realidad, si fundiéramos nuestro
ser mismo en esas dimensiones del universo en alguna época
del pasado, podremos ver que nuestra armonización presente
con esas dimensiones no se produjo por accidente ni por algu
na acción misteriosa de "rayos planetarios" solos; pues, en
realidad, asimilamos esas cualidades y nos armonizamos con
aquellas energías durante nuestra estada en las diversas di
mensiones planetarias.
Me tomó de sorpresa hallar descripciones parecidas de esta
das planetarias en los pronunciamientos psíquicos del famoso
médium Arthur Ford en el libro de Ruth Montgomery The
World Before. De hecho, la información de ese libro, que se
afirma que fue transmitida psíquicamente por Ford des
pués de morir, coincide muy estrechamente con los con
ceptos de Cayce. En el Capítulo XIII del libro, titulado
"Visitas Planetarias", hallamos descripciones de �ómo el
alma puede viajar e introducirse en el medio ambiente de
otros planetas cuando está fuera del cuerpo e incluso en
Arturo y otras estrellas. Estas "lecturas" recalcan también
que la Tierra es el mejor lugar para evolucionar espiritual
mente, pero que todo el medio ambiente cósmico alrede
dor de la Tierra es parte de un vasto sistema para crecimien
to del alma y desarrollo.
389
mente a deshacerlo mediante expiación o ayuda a quienes
os temen. ¿Qué importa si os han hecho daño? Ese no es
vuestro karma, sino el de ellos, y cuando ellos se enfrenten
se les exigirá que lo expíen; de modo que dejad eso a ellos
y ayudad siempre que sea posible perdonando y olvidando.
Es fácil hacer esto en la vida física, y tan difícil luego de
pasar a ser espíritu. Mitigad las faltas cuando aún hay tiem
po, y aprovechad al máximo esa oportunidad mientras aún
estáis en la carne. (págs. 164-165).
391
Aunque la op1mon de Cayce sobre la astrología difiere
marcadamente de los enfoques tradicionales, no obstante
él instaba a las personas a que investigaran la astrología
si iban a estudiarla y entenderla apropiadamente. Pues,
en ese sentido, eso podría ser de máximo beneficio para
individuos que trataran de obtener más conocimiento per
sonal. En unas pocas lecturas, él dio incluso lo que podría
considerarse como indicadores para interpretar los mapas.
392
la astrología y usarla para un óptimo beneficio, o si realmente
deberíamos estudiarla si se desarrolla la tentación de confiar
en ella demasiado. En la Lectura 3744, se formuló esta pre
gunta: "¿Es conveniente estudiar los efectos de los planetas
sobre nuestras vidas, a fin de entender mejor nuestras tenden
cias e inclinaciones, cuando son influidos por los planetas?"
La respuesta de Cayce es la siguiente:
Cuando se estudia bien, (eso) vale muchísimo, muchísimo,
muchísimo la pena. ¿cómo se estudia bien, entonces?
Estudiando la influencia (de los planetas) a la luz del co
nocimiento ya obtenido por el hombre mortal. Dad más
de ese conocimiento, dando el conocimiento que deberá
ser siempre el factor guía que conduzca al hombre siempre
hacia arriba.
393
nuamente sobre la gran importancia que debe atribuirse a
nuestros ideales.
394
Piscis
Piscis
Capítulo XII
EL ASTROLOGO Y LA CONSULTORIA
397
herramienta valiosa en casi toda clase de trabajo con la gente,
pero yo no deseaba que me conocieran como "astrólogo". De
hecho, me resistí a aceptar ese rótulo durante muchos afi.os, y,
de alguna manera, todavía lo hago. Aunque en la actualidad,
tras ganarme la vida exclusivamente mediante actividades
asociadas con la astrología durante muchos afi.os, estoy acos
tumbrado a que públicamente me conozcan como "astrólo
go" -y en realidad he llegado a sentirme bien cómodo (o al
menos me resigné) con ese rótulo- todavía insisto en que mi
función principal en los diálogos de persona a persona es la de
consejero o consultor; y ocurre que sólo uso la astrología co
mo herramienta primordial de ese trabajo. Con muchos pla
netas en la casa 7a. de mi mapa natal, el consejo de persona
a persona llega con facilidad, naturalmente, y ha sido una
parte muy vitalizadora de mi vida lo mismo que una profun
da experiencia de aprendizaje. Y todo el tiempo veo más
que, aunque no me hubiera familiarizado con la astrología,
no obstante yo estaría tratándome con muchas personas de
un modo inmediato y personal. Estos pensamientos surgieron
en mí recientemente del conocimiento cada vez más claro
de que no es la astrología lo que importa tanto como el as
trólogo. La práctica de la astrología es un arte individualiza
do, y el "astrólogo" es, en primerísimo lugar, un ser humano
a quien los demás, por varias razones, buscan en procura de
ayuda, guía o esclarecimiento. Ya volveré a esta línea de
pensamiento, pero primero tal vez sea de utilidad para algu
nos estudiantes más jóvenes de astrología mencionar sucin
tamente el proceso que yo atravesé en mi búsqueda de una
estructura significativa de trabajo y un enfoque importante
de la astrología y la asesoría en general.
Puesto que, como mencioné, no deseaba que me conocie
ran como "astrólogo", con todas las connotaciones irrealis
tas, despreciativas o infladas que ese término tiene para
muchas personas, yo pensaba muy naturalmente doctorarme
en psicología, ser un "psicólogo", y -teniendo de esa manera
confirmada mi identidad en la sociedad y labrado un seguro
resguardo- de allí en más realizar la clase de asesoría y tera
pia que yo quería, con o sin la ayuda de la astrología. De
ahí que me inicié en la Facultad de Psicología con la idea
de que continuaría hasta doctorarme. Pronto resultó eviden-
398
te, sin embargo, que hasta los profesores "liberales" y de
"mente abierta" con quienes me trataba no podían manejar
la idea total de la astrología y todas sus ramificaciones últi
mas. Se ponían algo nerviosos cuando les hablaba de ella, y
estaba claro que sufrían una especie de indigestión mental y
emocional cuando enfrentaban la necesidad de asimilar una
idea tan extrafta para su modo habitual de pensar. La causa
principal de tal indigestión creo que es sencillamente la rigi
dez del ego que se construye cuando nuestra vida se basa en
el supuesto no examinado de que estamos controlando todos
los aspectos de nuestro destino.
Para abreviar esta larga historia, el programa de Maestro en
Artes lo concluí sólamente con increíble persistencia y utili
zando todas mis facultades de persuasión (cuando el Sol
progresado estaba en cuadratura con Saturno natal), y con la
ayuda de un profesor algo simpático ( ¡un triple Cáncer!).
Luego me resigné a la fuerte probabilidad de que ningún
programa de doctorado del país encuadraría en mi naturaleza
más bien rebelde y cuestionadora. También advertí que, de
todas las "teorías de la personalidad", las técnicas terapéuti
cas, y los estudios experimentales tratados en los círculos de
la psicología académica, tal vez sólo el diez por ciento de
ellos tenían relevancia alguna para lo que yo percibía como la
vida real. Esto no equivale a decir que los astrólogos no estu
dien este diez por ciento; de hecho, creo que no sólo deben
estudiarlo, sino que también es probable que sean muy po
bres consejeros si no lo hacen. Personalmente, he oído decir
a muchos astrólogos cosas como éstas: "Bueno, ¿no cree
usted que la astrología incluye a toda la psicología?" Por
supuesto, la astrología, puesto que es un vasto lenguaje siin
bólico de la vida, en última instancia tiene las herramientas
para simbolizar todas las fases de la experiencia psicológica.
Pero la iinplicancia de afirmaciones o preguntas como la
antedicha es: puesto que la astrología es tan grande, ¿no
sería más fácil ignorar esta molestia llamada psicología?
Es como decir que preferimos el cristianismo al hinduismo.
Después de todo, ambos supuestamente tratan sobre Dios,
¿no es así? Tales afirmaciones se basan en la inferencia de
que la astrología es una creencia, como la religión. Simple
mente escogemos una y rechazamos las otras. Esta actitud
399
ignora el hecho de que la astrología y la psicología son sim
plemente enfoques diferentes de la vida, para entender el
funcionamiento interno del individuo. Pueden contribuir
muchísimo entre sí, y la labor de muchos de los astrólogos
más innovadores y precursores demuestra el valor de esta
combinación dinámica de las dos disciplinas.
Yo sería el primero en admitir que muchas teorías psico
lógicas y muchos sistemas terapéuticos se basan en suposi
ciones que no son ciertas o incluso más bien ridículamente
limitadas. Muy a menudo reflejan la particular parcialidad
del teórico que las desarrolló, y -si compartimos esa parcia
lidad, ese enfoque de la vida- tal vez descubramos que las
ideas de esa persona son compatibles con las nuestras. Mucha
teoría psicológica no se basa en una verdad cósmica sino más
bien en la proyección de nuestras inadecuaciones y verdades
a medias. Esto es inevitable cuando cualquier persona intenta
idear una teoría o un sistema para describir o explicar el fun
cionamiento humano, si esa persona no tiene una perspectiva
universal sobre la que base sus conceptos. De ahí que, aunque
creo que muchos astrólogos podrían beneficiarse con más so
fisticación psicológica y con una familiarización con ciertas
teorías psicológicas, no debería permitirse que ocurra la idea
lización de la psicología. Los psicólogos como grupo andan
tropezando en la oscuridad más que los astrólogos. En la ma
yoría de los casos, el mapa natal puede iluminar los hechos
de la experiencia pero no las causas últimas, y ¡las teorías
psicológicas raras veces revelan tampoco las causas últimas!
Pues cuando llega a lo último, cuando llega a responder el
más profundo porqué del cliente, ése es el momento en el que
la práctica de la astrología se convierte en un arte consultivo,
el momento en el que las suposiciones o creencias particula
res, religiosas, espirituales y filosóficas del astrólogo tienen su
impacto. Y cuanto más comprenda el profesional este hecho,
más podrá asumir la responsabilidad plena por la calidad del
trabajo, y más podrá empezar a franquearse a un conocimien
to inmediato de una finalidad mayor en actividad.
Mi actitud hacia mi trabajo es, en la actualidad, difícil de
expresar. No me identifico con el término "psicólogo", y
tampoco con el rótulo de "astrólogo". Mi trabajo con los
clientes lo veo como el de consejero, alguien que indica a los
400
demás la dirección en que verán los significados más profun
dos de su experiencia vital, una función que creo debería
ser una de las primordiales finalidades del trabajo de cual
quier astrólogo. Veo a la astrología como una herramienta
increíblemente valiosa e inspiradora de reverencia para ayu
darnos a vivir la vida y entenderla más plenamente, pero para
mí no es una religión ni siquiera un modo de vida. Es un arte
individualizado y, tal como nuestro uso de la astrología pue
de ayudar a los demás a que perciban con aguzada claridad su
singularidad individual, sus habilidades creativas y sus posibi
lidades de crecimiento, de igual modo podrá ayudar al profe
sional a que descubra en sí mismo esa esencia de la finalidad
creativa que inevitablemente trasciende todos los rótulos o
pretensiones profesionales. En otras palabras, creo que,
quienquiera que descubra que su finalidad creadora le compe
le a la práctica de la astrología como profesión, debería com
prender que tiene el privilegio de servir de guía a los demás
que luchan por encontrar su camino en medio de las tormen
tas, torbellinos y naufragios de la vida en el plano material.
Muy poco importa qué rótulo se use. Podrían llamarnos psi
cólogos, astrólogos, consejeros, consultores, guías, amigos,
buenos vecinos o servidores. Lo que importa es la calidad del
trabajo, la calidad de la consciencia que penetra y es de espe
rar que ilumine nuestros encuentros personales y en profun
didad con los demás.
De modo que ahora, cuando mis estudiantes me preguntan
cómo hacer para convertirse en astrólogos profesionales, si
hay escuelas a las cuales asistir, cursos que seguir, organiza
ciones que integrar, o pruebas que aprobar, les digo: Lo que
importa son USTEDES. No es la astrología misma, aislada de
ustedes. No han de convertirse en computadoras llenas de
datos ininteligibles y miles de informaciones. Ciertamente
deben aprender lo básico, familiarizarse con las diversas ramas
de la astrología y las distintas escuelas de pensamiento que
tratan sobre diferentes enfoques y métodos interpretativos.
Pero todo eso es simplemente un antecedente, un cimiento
sobre el que construyan sus personalidades, su trabajo, su
estructura esencial a través de la cual pueda correr su ener
gía personal creadora. Realizando este trabajo, aprenden a
hacer la labor que les piden. Siendo lo que son, llegan a ser
401
lo que son. No hay un momento mágico en el que todas las
mediciones mágicas caen en el sitio justo y confirman que
ustedes son designados ahora astrólogos vivos y reales. Si
han de ganarse la vida aconsejando a los demás, los demás
acudirán a ustedes porque ustedes son lo que son más que
simplemente porque saben lo que saben. Como dijera Jung,
es la personalidad del "médico" la que tiene o no tiene efec
to curativo. El "sistema" que ustedes usen resulta irrelevante
en última instancia, pues lo que resulta importante es el hecho
de que estén usando su sistema personal, ¡nacido de su ex
periencia! USTEDES son el sistema, el canal a través del cual
corre la consciencia.
Mi experiencia y mis más recientes percepciones me impul
san a decir que la astrología debe verse y usarse como parte
de asesoramiento, no como algo autocontenido y aislado de
los diálogos íntimos del profesional auxiliador. La astrología,
a menos que se aplique a una persona específica y a una situa
ción específica, no puede usarse en su potencial pleno. De
hecho, creo que muchos astrólogos (y todo astrólogo profe
sional experimentó esto en alguna medida, ya sea que recono
ciera o no lo que sucedió) pierden la perspectiva de lo que
están haciendo y de cuál es la finalidad esencial al absorberse
demasiado en las minucias astrológicas, en los juegos menta
les, y en interminables tecnicismos matemáticos o "esotéri
cos". Es difícil tener presente todo el tiempo una infinidad
de pormenores y hechos aparentemente inconexos que tratan
sobre el efecto y las implicancias últimos de nuestras afirma
ciones. Lo grande del trabajo de Dane Rudhyar es que sigue
recordándonos la finalidad mayor de la labor astrológica y la
totalidad de la persona individual. Pero con demasiada fre
cuencia decimos: "¡Esa es una gran idea!", y luego seguimos
olvidándonos de vivir, en nuestro trabajo, ese conocimiento.
Las personas son criaturas de hábito, y, a menos que el astró
logo se examine continuamente y continuamente redefina y
aclare la finalidad de su trabajo, es casi inevitable que caerá
en algún hábito rutinario que, a su tiempo, le inhibirá de
mantener la apertura requerida para una labor consultora
incisiva y útil.
Esta apertura es tan necesaria porque creo que el astrólogo
sirve de canal de una dimensión de orden, conocimiento e
402
intuición que es normalmente inaccesible para los otros con
sejeros. A través de las lentes del mapa natal, el astrólogo
puede aprender a enfocar su consciencia de tal modo que em
pieza a conocer cosas, o, al menos, percibir la posibilidad de
cosas que no puede calcular lógicamente, no importa cuántas
fórmulas matemáticas use. Cuando el profesional continúa
usando la astrología diligente y profundamente durante una
cantidad de años, descubre que la intuición puede aguzarse,
la sensibilidad psíquica puede acrecentarse, y su sentido del
asombro puede exceder todas las fronteras. En un sentido,
el consejero astrológico cumple, a menudo, las funciones de
médium, antena que se proyecta hacia el cosmos, sintoniza
do con las dimensiones de la experiencia para las que, con
frecuencia, no hay términos psicológicos apropiados, o, a
veces, ni siquiera explicaciones lógicas. De ahí que tengan
gran efecto los ideales, valores, propósitos, motivaciones y,
en general, la pureza del canal. Más que por cualquier otra
razón, es por esto que la práctica de la astrología, en su
mejor expresión, es un arte completamente individualizado
que jamás puede volverse computado, dogmatizado o, tal vez
sorprendentemente, enseñado del modo con que se enseñan
otros "temas".
La astrología que se usa del modo antes mencionado sirve
pues al profesional como un método de depuración y evolu
ción personales, como un medio para desarrollar los poderes
y las facultades interiores que yacen dormidos en la mayoría
de los seres humanos. ¿Pero cómo empezamos a lograr esta
sintonía con otras dimensiones (simbolizadas en el mapa natal
del astrólogo por un fuerte acento en los planetas trans-satur
ninos)? La respuesta creo que es la apertura (que necesaria
mente excluye demasiada infatuación o arrogancia) combi
nada con una práctica cabal y continua. Debemos mantener
la sintonía mediante uso constante de las facultades en desa
rrollo, pues si fuéramos a "hacer un mapa" sólo una vez
por mes más o menos, se habría perdido todo el ímpetu del
crecimiento de estas facultades nuevas. De ahí que cuando
mis estudiantes que quieren ser "astrólogos profesionales"
me expresan este deseo, a menudo les pregunto cuántos
mapas están haciendo por semana. ¿Simplemente, están
leyendo libros, o empezando a aplicar las teorías de modo
403
inmediato, comprobándolo todo y asimilando los significados
esenciales de los factores astrológicos mediante experiencia
personal? Si me dicen que están haciendo dos mapas por se
mana, les pido que hagan tres o cuatro. Sólo mediante prác
tica constante, y en profundidad, un arte tan trascendente y
exigente como la práctica de la astrología puede tomarse
cabalmente accesible y prácticamente útil.
Nada se consigue con facilidad. Es muy difícil que un as
trólogo de fines de semana se sintonice bastante y obtenga
suficiente experiencia para realizar un trabajo de elevada
calidad. Por ejemplo, si estamos enfermos, ¿querríamos
acudir a un médico que sólo practica la medicina en su
tiempo libre? No quiero ser demasiado dogmático en esta
cuestión, pero me parece claro que, a fin de lograr el nivel
más elevado de práctica astrológica, debemos tener mucha
experiencia práctica que nos proporcione los antecedentes y
la amplitud necesarios para alcanzar una perspectiva exacta
de las situaciones de los clientes individuales. Si sólo hemos
efectuado una docena de mapas en nuestra vida, y todos
ellos son de amigos o parientes, en realidad tenemos muy
poca experiencia que extraer. De ahí que, si por ejemplo
alguien nos pregunta qué esperar cuando Urano transite el
descendente y la única experiencia que tenemos con ese
factor es haber visto que tía Mariquita se divorció de tío Gui
llermo, tal vez recalquemos con facilidad la posibilidad de
divorcio como la manifestación probable de ese período, ig
norando el hecho de que un cambio revolucionario de actitud
respecto a la pareja puede ser buena para el matrimonio de
esa persona. De modo parecido, es fácil para los astrólogos
caer en el hábito de esperar la manifestación más sensacional,
problemática o traumática de cualquier configuración astroló
gica. Esta predisposición hacia una actitud negativa surge
porque el consejero astrológico -como otros en las profesio
nes auxiliares- se enfrenta naturalmente con el lado proble
mático de las cosas. Los clientes de la mayoría de los astrólo
gos quieren una consulta porque piensan que existe un pro
blema, una decisión difícil de tomar, o un sentimiento de
descontento o ansiedad que quieren aclarar. ¿Pero, qué ocu
rre con todos esos otros millones de personas que nunca
piden ayuda, que jamás conciertan una cita con persona
404
algu na de las profesiones auxiliares? Con seguridad, ellas
también tienen sus altibajos, sus crisis y conflictos. Y con
seguridad atraviesan períodos de los tránsitos y las progre
siones de los cuatro planetas exteriores que a menudo se dice
que son "difíciles". ¿Qué experimentan durante estos ciclos?
Creo que el astrólogo concienzudo necesita realizar un esfuer
zo activo para buscar otras personas que los clientes, hacer
sus mapas y establecer un diálogo con ellas a fin de compro
bar qué otras manifestaciones posibles de estos períodos de
"crisis" puede haber y a fin de interrogarlas en cuanto a su
experiencia personal durante estos importantes períodos de
cambio. En las profesiones auxiliares cualquiera puede desa
rrollar con facilidad un criterio más bien desequilibrado res
pecto de los demás si no tiene el cuidado de mantener un
equilibrio entre sus tratos con los que tienen problemas
evidentes y amistades bastante normales que están total
mente separadas de su trabajo.
De hecho, todo el problema del aislamiento que a menudo
se convierte en la suerte de los que están en las profesiones
auxiliares es tratado con gran profundidad en el libro Power
in tbe Helping Professions, de Adolf Guggenbuhl-Craig. El
autor es el Presidente del Sanatorio del Instituto C.G. Jung
de Zurich, Suiza, y su extensa experiencia en el proceso de
diálogo de asesoría y terapia se evidencia en la gran hondura
e intuición que ilumina todo este libro. El autor muestra cla
ramente cómo el papel de consejero, médico o curador puede
dañar gravemente nuestras relaciones en la vida privada y
cómo puede llevar, y a menudo lo hace, a esa persona, sin que
ésta lo sepa, a convertirse en la clase misma de "charlatán" o
"falso profeta" que cree que son los demás. Otros capítulos
del libro tratan tópicos tan importantes para los consejeros
como: cómo imponerse eficazmente a los problemas creados
por el papel de "curador"; la necesidad de autoconocimiento
y honrado autoexamen; y el problema sexual y erótico en la
situación de consejero. En suma, el libro del doctor Guggen
buhl-Craig es una discusión completa de casi toda su labor
profesional pero también de su vida privada. Lo recomiendo
muchísimo a todo aquel que mantenga o se proponga desa
rrollar una práctica de consultoría.
405
Antes de pasar a discutir otras consideraciones adecuadas
al tópico de astrología y consultoría, parece apropiado men
cionar una cita que me llegó hoy por correo, como parte de
una carta de un corresponsal lejano. Ciertamente, se podría
considerar un fenómeno sincrónico que, mientras escribía
este capítulo, llegó la carta con la cita del siguiente frag
mento:
El consejo es tan efectivo como la vida que efectivamente
lleva el terapeuta... Si el consejo no es un modo de vida,
entonces es un juego de técnicas. (De Beyond Counseling
& Therapy, de Carkhuff y Berenson).
406
del mal y sufrir en consecuencia, porque sólo de ese modo
podrá renunciar a su actitud farisaica respecto de los de
más. Quizá el destino, o el inconsciente o Dios -llaméselo
como se quiera- tuvo que darle un fuerte golpe y hacerle
rodar por el polvo, porque sólo semejante experiencia
drástica podrs'a hacerle entrar en vereda, sacarle de su in
fantilismo y hacerle más maduro. ¿cómo podrá alguien
averiguar cuánto necesita salvarse si está muy seguro de
que no hay nada de lo cual necesite salvarse? (Civilization
in Transition, Tomo 1 O, Obras Escogidas).
407
Las grandes decisiones en la vida humana tienen habitual
mente más que ver con los instintos y otros misteriosos
factores inconscientes que con la voluntad consciente y
la razonabilidad bien significativa. El zapato que calza
en una persona, aprieta a otra; no hay una receta univer
sal para vivir. Cada uno de nosotros lleva su propia forma
de vida dentro de sí: una forma irracional que ninguna
otra puede mejorar. (fhe Practice of Psychotherapy, Tomo
16, Obras Escogidas).
408
En otras palabras, ¿a qué quiere usted parecerse en lo espiri
tual, lo mental y lo físico?
3. Dé algunos pasos claros para llevar esos ideales a la rea
lidad, asimilando o practicando conscientemente aquello que
usted constituye más en su ideal. Por ejemplo, si quiere ser
físicamente más fuerte y más enérgico, tal vez empiece un
programa de ejercicios o mejore su dieta. Si quiere ser más
amoroso y con la mentalidad puesta en Dios, tal vez aprenda
a meditar y practicar esto regularmente.
4. Mantenga presente que sus ideales cambiarán y evolu
cionarán a medida que el tiempo pasa. Lo que usted quería
ser cuando tenía veitiún affos no es necesariamente lo que
quiere ser cuando tiene cincuenta. De ahí que, cuando se
patenticen cambios en sus ideles, se sienta libre para alterar
o definir lo que escribió.
5. Lo principal es trabajar bacía los ideales, comprendien
do que son ideales y que, si hubiéramos alcanzado totalmente
esos ideales, ya no servirían más como carteles indicadores de
nuestro crecimiento.
Menciono este material por la necesidad de esclarecer nues
tras ideas no sólo como una "técnica" útil que los consejeros
astrológicos podrían querer ensayar, sino también como una
introducción al hecho de que todo "consejo" dado a los
clientes debe estar de acuerdo con los ideales de los clientes,
con lo que ellos tratan de ser y llegar a ser. De hecho, todo
consejo dado que no esté de acuerdo, por lo menos general
mente, con los ideales superiores del individuo no armonizará
con la naturaleza más. profunda de la persona y, por ende,
será peor que inútil. No sólo será ignorado o rechazado el
consejo del consejero, sino que incluso también, en ocasiones,
tal vez introduzca una nueva nota discordante en la perturba
da vida de esa persona. En suma, si el astrólogo sigue fiel a
sus ideales personales y es sensible a los ideales y valores de
sus clientes, su labor como consejero a menudo será recom
pensada con experiencias inmensamente reveladoras y bella
mente sutiles.
409
BIBLIOGRAFIA Y LECTURAS SUGERIDAS
410
Gammon, Margaret
Astrology and the Edgar Cayce Readings
Guggenbuhl-Craig, Adolf
Power in the Helping Professions
Greene, Liz
Satum, a New Look at an Old Devil
Hall, Manly P.
Healing, the Divine Art
Man, the Grand Symbol
Reincamation the Cycle ofNecessity
The Secret Teachings ofAli Ages
Self Unfoldment
Twelve World Teachers
Hand, Robert
Planets in Transit
Head and Cranston
Reincamation, an East-West Anthology
Hickey, Isabel
Astrology: A Cosmic Science
Minerva/Pluto: The Choice is Yours
Jansky, Robert C.
Interpreting the Aspects
Jayne, Charles
Horoscope Interpretation Outlined
Progressions and Directions
The Technique of Rectification
Jayne, Vivia
Aspects to Horoscope Angles
Johnson and Vestermark
Barriers and Hazards in Counseling
Jung, Carl G.
Civilización•en Transición (Obras Escogidas, Tomo X)
El Desa"o/lo de la Personalidad (Obras Escogidas, Tomo XVII)
Los Sueños
Ensayos sobre una Ciencia de la Mitologia
Cuatro Arquetipos
El Hombre y Sus Simbo/os
Mandalas, Sueños, Reflexiones
El Hombre Moderno en Busca de un Alma
Mysterium Conjunctionis {Obras Escogidas, Tomo XIV)
Sobre la Naturaleza de la Psiquis
La Práctica de la Psicoterapia (Obras Escogidas, Tomo XVI)
Reflexiones Psicológicas
411
Tipos Psicológicos
El Yo No Descubierto
Símbolos de Transfonnación
Koch, Walter A.
Birthplace Table of Houses
Langley, Noel
Edgar Cayce on Reincamation
Layman, Dr. Marvin
Interviewing and Counseling Techniques for Astrologers
Lewi, Grant
Astrology for the Millions
May, Rollo
The Art of Counseling
Mayo, Jeff
The Astrologer's Astronomical Handbook
The Planets and Human Behavior
Montgomery, Ruth
Nacida para Curar
Moore, Marcia
Hypersentience
Moore, Marcia, y Douglas, Mark
Astrology, the Divine Science
Diet, Sex and Yoga
Reincarnation, Key to Immorta/ity
Yoga, Science of Sel[
Oken, Alan
As Above, So Below
Astrology, Evolution and Revolution
The Horoscope, the Road and Its Travelers
Pagan, Isabel
From Pioneer to Poet
Robertson, Marc
Cosmopsychology: The Engine of Destiny
The Eighth House
Sex, Mind and Habit Compatibility
The Transit of Satum: Critica/ Ages in Adult Life
Rudhyar, Dane
La Astrología y la Psiquis Moderna*
The Astrological Houses
An Astrological Study of Psycho/ogica/ Complexes
Fire Out of the Stone
From Humanistic to Transpersona/ Astrology
The Lunation Cycle
412
New Mansions for New Men
The Planetarization of Consciousness
The Practice of Astrology
The Pulse of Life
Tryptych
Ruperti, Alexander
Ciclos del Devenir "'
Sargent, Lois
How to Handle Your Human Relations
Schulrnan, Martín
Kannic Astrology: The Moon s Nodes and Reincamation
Shanna, I.C.
Cayce, Kanna and Reincamation
Sheehy, Gail
Passages
Singh, Maharaj Charan
ThePath
Spiritual Discourses
Sugrue, Thomas
There is a River
Tyl, Noel
Astrologica/ Counsel
The Expanded Present
The Horoscope as ldentity
Watters, Barbara
Sex and the Outer P/anets
Wat's Wrong with Sun Sign?
White, Stanley
Liberation of the Soul
Wynn
The Key Cycle
Yogananda, Paramahansa
Autobiografía de un Yogi
Yott, D.
Retrogrades Planets and Reincamation
413
INDICE
Reconocimientos 7
Introducción 11
I: KARMA21
Factores específicos del mapa 31; Saturno 31; Aspectos y
elementos 33; Los signos "kánnicos" 38; Las casas de
"agua" 39; La Luna 46.
11: TRANSFORMACION53
Los principios de Sol y la Luna 58; La transformación del
contexto social 66; La consciencia superior 67