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Gluconeogénesis
Los precursores que se pueden convertir en glucosa son: lactato y piruvato, producidos
en la glicolisis, intermediarios del ciclo de los ácidos tricarboxílicos y los esqueletos
carbonados de la mayoría de los aminoácidos (glucogénicos, dan lugar a la síntesis neta
de Pyr o OAA). En primer lugar todos estos precursores tienen que convertirse en OAA,
que es la molécula que comienza la gluconeogénesis. Los únicos aminoácidos que no se
pueden convertir en OAA son la Leu y la Lys (cetogénicos) ya que producen acetil-CoA
y acetoacetato y los animales no tienen ninguna ruta que les permita convertir el acetil-
CoA en OAA (solo en plantas). Por la misma razón los ácidos grasos no pueden
utilizare para la síntesis de glucosa en los animales ya que se degradan acetil-CoA. El
glicerol, formado en la rotura de los triacilgliceroles, forma G3P con gasto de ATP
(glicerol quinasa) y después DHAP (G3P deshidrogenasa).
Los ácidos grasos con número impar n de átomos de carbono o ramificados (derivados
de laclorofila, por ejemplo) dan lugar a propionato,
La generación del OAA a partir del Pyr o de los intermediarios del ciclo de los ácidos
tricarboxílicos ocurre en la mitocondria, mientras que los enzimas que convierten el
PEP en glucosa son citosólicos. La PEP carboxiquinasa está en la mitocondria del
hígado de paloma y conejo, en el citosol del hígado de ratón y rata, y en cobayas y
humanos tanto en la mitocondria como en el citosol. Para que la gluconeogénesis
continue o bien el OAA o bien el PEP deben de salir de la mitocondria. El PEP tiene
transportadores específicos situados en la membrana mitocondrial, pero no así para el
OAA. Se debe de convertir o bien en Asp o bien en malato para poder salir a través de
transportadores específicos. La diferencia entre ambos tipos de transporte radica en la
utilización de los equivalentes de reducción. La ruta de la malato deshidrogenasa da
lugar al transporte de equivalentes de reducción del NADH desde la mitocondria hacia
el citosol, mientras que la ruta de la aspartato aminotransferasa no. Como se necesita
NADH para la gluconeogénesis en el citosol, la ruta del malato es más necesaria. En el
caso de que el precursor de la glucosa fuera el lactato, como su oxidación para generar
Pyr proporciona NADH, se puede utilizar cualquier ruta. Obviamente, ambas rutas se
pueden utilizar en sentido inverso para transportar equivalentes de reducción en forma
de NADH dentro de la mitocondria (lanzadera del malatoaspartato).
GLICOLISIS
GLUCONEOGENESIS
Gluconeogénesis – Glicólisis
Regulación de la gluconeogénesis
Forzando estas reacciones se inhibe la síntesis de glucosa porque limita las cantidades
de Pyr y OAA presentes para las reacciones catalizadas por la piruvato carboxilasa y la
PEP carboxiquinasa respectivamente.
La contracción del músculo está sostenida por el consumo de ATP, que se regenera por
la fosforilación oxidativa en las mitocondrias en las fibras musculares rojas y por la
glicolisis, que da lugar a lactato, en las fibras musculares blancas. Las rojas también
producen lactato cuando la demanda excede la capacidad de producción de ATP por la
fosforilación oxidativa. El lactato se transfiere a través de la sangre, al hígado, donde se
convierte en piruvato por la lactato deshidrogenasa y después en glucosa por la
gluconeogénesis. Gracias al torrente sanguíneo, el hígado y el músculo participan de un
ciclo metabólico conocido como el ciclo de Cori. Esto sería el ciclo fútil
glicolisis/gluconeogénesis pero ahora no ocurren en el mismo lugar (célula) sino en
diferentes (tejidos). El ATP del hígado se utiliza para resintetizar glucosa a partir del
lactato producido en el músculo, y la glucosa resintetizada vuelve de nuevo al músculo
para ser utilizada o almacenada en forma de glucógeno. Este ciclo también tiene lugar
de manera importante en los eritrocitos. La formación de lactato ahorra tiempo y desvía
parte de la carga metabólica desde el músculo hasta el hígado.
Estos ciclos son funcionales solo entre el hígado y tejidos que no oxiden la glucosa
completamente a CO2 y H2O.
Estas dos enzimas, la isocitrato liasa y la malato sintasa, enzimas del ciclo del glioxilato
existentes solamente en plantas, permiten a las semillas convertir los triacilgliceroles en
glucosa a través del acetil- CoA. Los enzimas que son comunes a ambos ciclos están
presentes como isoenzimas, tanto en la mitocondria como en el glioxisoma (el
glioxisoma no tiene la succinato deshidrogenasa, la fumarasa y la malato
deshidrogenasa). Los glioxisomas no se encuentran en todos los tejidos de las plantas y
en todo momento. Se desarrollan sobre todo en semillas en germinación, antes de que
las plantas adquieran la capacidad de sintetizar glucosa a través de la fotosíntesis.
La ruta de las pentosas fosfato (ruta del fosfogluconato) es una ruta alternativa para la
degradación de la glucosa, cuya función principal es la de producir NADPH, la fuente
de equivalentes de reducción para las biosíntesis, y la ribosa-5-fosfato (R5P), el
precursor de los ácidos nucléicos, a partir de G6P. Los tejidos que sintetizan ácidos
grasos y colesterol activamente (hígado, glándula mamaria, tejido adiposo, testículos y
corteza adrenal) tienen una gran cantidad de enzimas que participan en la ruta de las
pentosas fosfato, así como en el eritrocito, para poder generar glutatión reducido,
esencial para su estructura y viabilidad. Aproximadamente un 20-30% de la oxidación
de la glucosa en hígado tiene lugar a través de esta vía. Otros tejidos no lo utilizan
prácticamente como el músculo esquelético. Los enzimas de la ruta se encuentran en el
citosol, lugar donde se encuentran también los enzimas implicados en la síntesis de los
ácidos grasos. También se podría pensar de esta vía como una forma de cortar azúcares
de 6C un C cada vez.
3. Una serie de reacciones que convierten dos Xu5P y un R5P en dos moléculas de F6P
y una de G3P (gliceraldehido-3-fosfato)
Estas dos últimas son reversibles y por lo tanto los productos varían según las
necesidades de la célula. Por ejemplo, cuando R5P se necesita para la síntesis de
nucleótidos, se forman menos F6P y G3P. Si en cambio se forma más de R5P del
necesario para lo que se necesita en la síntesis de nucleótidos, este se transforma en F6P
y G3P, intermediarios de la glicolisis.
REACCIONES INDIVIDUALES
Por lo tanto, el G6P se puede utilizar como sustrato tanto en la glicolisis como en la ruta
de las pentosas fosfato. La célula realzia la elección de acuerdo a sus necesidades
biosintéticas y energéticas. Si la G6P se transfiere hacia la glicolisis se forma gran
cantidad de ATP. Si lo que se necesita es NADPH y R5P, entonces se transfiere hacia la
ruta de las pentosas fosfato. Esta decisión depende básicamente de la
fosfoglucoisomerasa que transforma la G6P en F6P, que a su vez la fosfofructoquinasa,
fuertemente regulada, la convierte en F(1-6)BP, o bien de la glucosa-6-fosfato
deshidrogenasa, también fuertemente regulada, que convierte el G6P en gluconolactona.
Por lo tanto, la G6P dependerá de las actividades relativas de estas dos enzimas.
Dependiendo de las necesidades relativas de la célula, la glicolisis y la ruta de las
pentosas fosfato se pueden combinar de varias maneras diferentes:
1. Tanto NADPH como R5P se necesitan en la célula. En este caso predominan las
cuatro reacciones primeras de la ruta de las pentosas fosfato.
2. Se necesita más R5P que NADPH. Se puede sintetizar R5P sin producir NADPH si
las reacciones primeras de la ruta de las pentosas fosfato no se producen. En este caso,
es el F6P y la G3P, pero no el G6P, los que se utilizan (provenientes de la glicolisis), y
mediante las enzimas transquetolasa y transaldolasa convertidos en R5P.
3. Se necesita más NADPH que R5P. Esto se puede realizar si la G6P entra en la ruta de
las pentosas fosfato para producir NADPH y el R5P producido se recicla a F6P y G3P
que puede formar G6P mediante la gluconeogénesis.
La vía metabólica mediante la cual las plantas incorporan (fijan) el CO2 en los
carbohidratos fue elucidada entre 1946 y 1953 por Calvin, Bassham y Benson,
siguiendo el destino metabólico en algas de la marca radiactiva del 14CO 2 a través de
una serie de intermediarios fotosintéticos. La vía global se conoce como ciclo de Calvin
o ciclo reductor de las pentosas fosfato. El primer compuesto estable marcado
radiactivamente que se formaba era el 3-fosfoglicerato (3PG), inicialmente marcado en
su grupo carboxilo, mientras que el substrato para la carboxilación es la ribulosa-5-
fosfato (Ru5P). Recordar que los animales pueden captar el CO2 en la reacción de la
piruvato carboxilasa pero la molécula incorporada en el OAA se pierde en una reacción
posterior, de igual manera que la molécula de CO2 captado por la acetil-CoA carboxilasa
durante la síntesis de ácidos grasos o por lña carbamoil fosfato sintetasa I durante la
formación de la urea se pierde posteriormente.
2. La fase de recuperación, en las que los átomos de C de los cinco G3P restantes son
mezclados en una serie de reacciones similares a las de la vía de las pentosas fosfato,
formando las 3 Ru5P con las que se empezó el ciclo. Esta fase puede descomponerse
conceptualmente en cuatro grupos de reacciones
Esta fase del ciclo de Calvin transcurre sin aporte adicional de energía libre en forma de
ATP ni de poder reductor (NADPH).
La mayoría de las reacciones que comprende el ciclo de Calvin resultan familiares
excepto la de carboxilación. La primera fase de este ciclo comienza con la carboxilación
de la Ru5P por acción de una fosforribuloquinasa, formando ribulosa-1,5-bisfosfato
(RuBP). A continuación se carboxila con CO2 por la ribulosa bisfosfato carboxilasa
oxigenasa, RuBPcarboxilasa o RuBisCo, (tiene también actividad oxigenasa como
veremos) dando lugar a dos moléculas de 3PG. El 3PG formado se convierte por la 3-
fosfoglicerato quinasa en 1,3-bisfosfoglicerato (1,3-BPG) y luego en G3P por la
gliceraldehido-3-fosfato deshidrogenasa, que utiliza NADPH. Esta última secuencia es
la inversa de dos reacciones glicolíticas consecutivas excepto que en esta reacción se
utiliza NADPH en vez de NADH. La segunda fase del ciclo comienza con la inversa de
una reacción glucolítica familar, la isomerización del G3P en DHAP por la triosa fosfato
isomerasa. La condensación de una G3P y una DHAP forma F1,6BP por la aldolasa y a
continuación forma F6P por la fosfatasa. La unión de la F6P con G3P forma eritrosa-4-
fosfato (E4P) y Xu5P, mientras que la unión de E4P con DHAP forma la sedoheptulosa-
1,7-bisfosfato (SBP) para dar sedoheptulosa-7-fosfato (S7P) mediante una fosfatasa. La
unión de G3P con la S7P forma R5P y Xu5P. Mediante una isomerasa la R5P forma
Ru5P y mediante una epimerasa la Xu5P forma Ru5P. De todos estos enzimas, la
fosforribuloquinasa, la ribulosa bisfosfato carboxilasa y la SBPasa no tienen equivalente
en los animales.
La enzima que cataliza la fijación del CO2, la ribulosa bisfosfato carboxilasa (RuBisCo)
se puede decir que es uno de los enzimas más importantes de la biosfera, ya que casi
toda la vida en la tierra depende en última instancia de su acción. Esta proteína
comprende alrededor del 15% de la proteína del cloroplasto y es por tanto la proteína
más abundante en la biosfera (se estima que es sintetizada a la velocidad de 4x1013
g/año). La RuBisCo de las plantas superiores y de la mayoría de los microorganismos
fotosintéticos consiste en ocho subunidades grandes (L) de 56 kD, con un sitio activo en
cada una de ellas, codificadas por el DNA del cloroplasto y ocho subunidades pequeñas
(S) de 14 kD, codificadas por un gen nuclear. En algunas bacterias fotosintéticas es un
dímero L2, cuya subunidad L es idéntica en un 30% y tiene una estructura similar a la
del enzima L8S8. La subunidad L tiene el sitio catalítico mientras que el papel de la
pequeña se desconoce. La actividad enzimática requiere un ión metálico divalente
unido, como el Mg2+, que estabiliza las cargas negativas durante la catálisis. La
reacción global es muy exoergónica (DGº´= -35.1 kJ/mol), proporcionada por la rotura
del intermediario b-oxoácido que produce el grupo carboxilato adicional estabilizado
por resonancia.
Durante el día, las plantas satisfacen sus necesidades energéticas a través de las
reacciones de las fases luminosa y oscura de la fotosíntesis. Sin embargo, durante la
noche, y al igual que otros organismos, deben usar sus reservas de nutrientes para
generar ATP y NADPH necesarios, mediante la glicólisis, la fosforilación oxidativa y la
vía de las pentosas fosfato. Dado que el estroma contiene los enzimas de la glicólisis y
de la vía de las pentosas fosfato, además de los del ciclo de Calvin, las plantas deben de
poseer un mecanismo de control, sensible a la luz, que impida que el ciclo de Calvin
despilfarre en un ciclo fútil el ATP y el NADPH producidos catabólicamente. Los tres
mejores candidatos para el control del ciclo de Calvin son las reacciones catalizadas por
la RuBisCo, la FBPasa y la SBPasa. De hecho, las eficiencias catalíticas de estos tres
enzimas varían todas in vivo con el grado de iluminación.
1. Varía con el pH. Tras la iluminación, el pH del estroma aumenta desde ~7.0 hasta
~8.0,. debido al bombeo de protones desde el estroma hasta el espacio tilacoidal. La
RuBisCo tiene un pH óptimo con un pico muy estrecho cercano a 8.0.
La fotorrespiración y el ciclo C4
Las plantas iluminadas consumen O2 y desprenden CO2 a través de una vía diferente a la
fosforilación oxidativa. De hecho cuando los niveles de CO2 son bajos y los de O2 son
altos, este proceso de fotorrespiración puede superar a la fijación fotosintética del CO2.
La base de la fotorrespiración es inesperada: el O2 compite con el CO2 como sustrato de
la RuBisCo (de ahí el nombre, carboxilasaoxigenasa). En la reacción oxigenasa, el O2
reacciona con el segundo sustrato de la proteína, RuBP, formando 3PG y 2-
fosfoglicolato. El 2-fosfoglicolato es hidrolizado a glicolato por la glicolato fosfatasa y
este es oxidado posteriormente dando CO2 en los peroxisomas y en las mitocondrias.
Así pués la fotorrespiración parece ser un proceso superfluo que deshace parte del
trabajo de la fotosíntesis.
Algunas especies de plantas como el azúcar de caña, el maíz y la mayor parte de las
malas hierbas importantes, poseen un ciclo metabólico que concentra el CO2 en sus
células fotosintéticas, impidiendo la fotorrespiración casi por completo (sus puntos de
compensación se encuentran en el intervalo de 2 a 5 ppm). Las hojas que poseen este
ciclo se denominan C4 y poseen una anatomía característica. Sus finas venas están
rodeadas de forma concéntrica por una sola capa de las llamadas células de las vainas
del haz, que a su vez están rodeadas por una capa de células mesófilas. Este ciclo
comienza con la captura del CO2 atmosférico por parte de las células mesófilas, que al
carecer de RuBisco en sus cloroplastos, lo hacen por condensación, en forma de HCO3
-, con el PEP, para forma OAA gracias a la fosfoenolpiruvato carboxilasa. El OAA es
reducido por el NADPH a malato por la malato deshidrogenasa, el cual es exportado a
la células de la vaina del haz (de ahí el nombre de C4). El malato allí sufre una
descarboxilación oxidativa (enzima málico) por acción del NADP+ formándose CO2,
Pyr y NADPH. El CO2, que ha sido concentrado durante el proceso, entra en el ciclo de
Calvin. El Pyr regresa a las células mesófilas donde es fosforilado para dar PEP. La
enzima que media esta reacción, la piruvato fosfato diquinasa, realiza la acción poco
común de activar un grupo fosfato mediante la hidrólisis del ATP en AMP y PPi. Este
PPi es hidrolizado posteriormente a 2 Pi, lo que equivale a un segundo ATP. Por lo
tanto, el CO2 resulta concentrado en las células de la vaina del haz a expensas de dos
ATP por CO2. En estas plantas la fotosíntesis consume un total de 5 ATPs por cada CO2
fijado frente a los 3 ATPs que requiere el ciclo de Calvin por si solo. Las plantas C4
crecen sobre todo en las regiones tropicales debido a que crecen más rápidamente en
estos climas calurosos y soleados que las plantas C3 (denominadas así porque
inicialmente fijan el CO2 en moléculas de 3C). En climas más fríos, donde la
fotorrespiración no representa una carga tan pesada, las plantas C3 tienen ventaja, ya
que requieren menos energía para fijar el CO2.
Una variante del ciclo C4, que separa la incorporación del CO2 y el ciclo de Calvin en el
tiempo, en lugar de hacerlo en el espacio, se encuentra en muchas plantas grasas. Si,
como la mayoría de las plantas, abrieran sus estomas durante el día para captar el CO 2,
transpirarían y perderían por evaporación de H2O, cantidades inaceptables de esta. Con
el objeto de minimizar estas pérdidas, estas plantas solo absorben CO2 durante la noche,
cuando la temperatura es relativamente fresca. Almacenan este CO2 en un proceso
conocido como metabolismo del ácido crasuláceo, mediante la síntesis de malato a
través de las reacciones de la vía C4. La gran cantidad de PEP necesario se obtiene de la
degradación del almidón a través de la glicólisis. Durante el día, el malato es
descompuesto en CO2, el cual entra en el ciclo de Calvin, y el piruvato se utiliza apara
sintetizar almidón. Las plantas crasuláceas por tanto pueden llevar a cabo la fotosíntesis
con pérdidas mínimas de H2O.