Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
El servicio de los cantos, como es bien sabido por los hermanos de las
comunidades, es uno de los más complejos de prestar; hay varios factores que se
deben tener en cuenta.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que al prestar este servicio, estamos
llamados a la humildad. Que el que se destaque sea Jesucristo, y que la asamblea
toda sea una en alabanza hacia nuestro Señor.
Es bien particular el momento antes de pasar al atril para hacer un canto. Tras
nuestra mente pasan toda clase de pensamientos, sentimientos y emociones.
Hay cantos que llevan una cierta "tónica". Hay cantos que son solemnes, y hay
cantos que son alegres. La única forma que conozco para entender la "dinámica"
de cada canto es escuchándolos una y otra vez a partir de los cassettes o CD's del
centro neocatecumenal. Es el "entrar", como en una escrutatio de los cantos, lo
que nos ayudará a adquirir el Espíritu de cada canto.
Hay partes de cada canto que a veces son difíciles, o que no sabemos cómo se
hace en la guitarra. En casos como esos, siempre es prudente pedir ayuda a un
hermano que tenga de pronto más experiencia. Pero OJO con ir a ensalzar al
hermano, que en vez de ayudar, lo que hacemos es inflarle la soberbia. Este
camino es para entrar en humildad, ayudándonos, pero humildad.
Lo mismo que con la "dinámica" del canto, cada uno de ellos lleva una velocidad y
un ritmo; todo eso se adquiere escuchando tanto los CD's como a otros hermanos
haciendo los cantos. A mi me ayudaba al comienzo identificar (a partir del
cassette y de la escucha a otros hermanos) las siguientes características:
* Velocidad:
* Solemnidad:
* Tipo de ritmo
* Tipo de armonía
Armonía mayor: (Quiero cantar, llevame al cielo), son cantos que por su armonía
denotan alegría, júbilo.
Armonía menor: (De profundis, Hasta cuando), son cantos solemnes,
penitenciales.
Yo lo que hago es tomar nota mental del canto y tenerlo pendiente para ensayar
durante la semana que sigue, y estar pendiente en caso que lo haga otro
hermano, cómo lo hace y como son las tonadas; y luego escucharlo de los CD's
para ver qué partes del canto tengo mal.
Para tener en cuenta durante la celebración, se me ocurrían tal vez estas cosas:
Listo. Estas ahi al frente del atril y tienes entre 20 y 400 pares de ojos mirandote.
Desinfla esa soberbia, aquí no es una presentación. Simplemente estás
"proclamando" la palabra, sólo que lo haces ayudado de una guitarra. No es muy
diferente de pasar a proclamar la palabra y utilizar unas gafas para ver mejor. Así
que tampoco dejes que se envanezca tu corazón.
Cada canto tiene una palabra, pero sucede que por estar concentrados en el
transportador (o capo como le llaman en otros paises), el cordón, poner el canto
en su sitio, y se nos olvida que estamos frente a la palabra de Dios. Cuando estés
haciendo el canto, por favor léelo. Lee cada palabra mentalmente, figura el
significado de la palabra que estás pronunciando. No cantes simplemente por
cantar. Yo siempre recuerdo una vez que estaba en una tristeza tremenda y me
correspondía cantar "llegue hasta tu presencia mi clamor". Ese canto me dejó
marcado porque cada frase, cada oración, marcaba lo que mi vida estaba
viviendo en ese preciso momento.
Que tu canto se vuelva una expresión del sentimiento de la iglesia de Cristo. Eso
no lo puedes hacer tu. Eso lo concede El Señor, pero tú ponte a disposición de
servir.
Cabe resaltar que hacer un salmo cuando no se está bien con la comunidad es
insufrible, tanto para la comunidad como para el salmista. Pienso que aquí aplica
el evangelio que dice (Mt 5, 23-26) "Si al presentar tu ofrenda en el altar, te
acuerdas que un hermano tuyo tiene algo contra ti... ponte enseguida a buenas
con tu adversario mientras vas con él por el camino" El canto es una ofrenda al
Señor, una ofrenda de alabanza. Pero de nada sirve una ofrenda si el corazón no
está limpio en primera instancia (Os 6, 6).
A veces pasa que nos "refugiamos" o "escondemos" en la hojita del canto, como
si al mirarla los hermanos no nos vieran... levanta la mirada, como dice el salmo
(Sal 110), levanta la cabeza, no tienes nada que temer, tus enemigos están a tus
pies; mi catequista decía eso en una reunión hace poco: (Parafraseo, porque no
tengo exactamente lo que dijo) "Cuando estamos en la celebración o en el
anuncio de la noticia, los demonios están aquí a nuestros pies, agazapados
porque no pueden atacar..."
Yo sé que esto suele pasar a menudo, pero por caridad con tu hermano, no lo
hagas. Lo vas a poner nervioso, la desconcentrarás y de igual forma, no puedes
hacer nada porque quien está llevando el canto es él. Más bien toma nota del
error o de lo que pasó y después de la celebración, o cuando mejor veas
conveniente, se lo cuentas para que lo corrija.
Por eso debes tocar la guitarra y cantar con firmeza. Nada de estar inseguro, o de
que "¡ay! es que yo no sé tocar bien guitarra". Tocas con firmeza para que tus
hermanitos que están mirándote puedan entrar en comunión (musical y
espiritualmente) contigo. Si tocas la guitarra suave, pues no te van a escuchar.
* Actitud de oración
Me robo esta frase que quedó en los comentarios del post anterior para
reflexionar:
"Es un don de DIOS el ser salmista. Pedir al SEÑOR poder prestar el servicio con
humildad, ya que es para gloria de EL y no nuestra" (Pedro A. Vasquez)
* El espiritu de los cantos
Como ya lo sabemos, cada canto tiene un espíritu, tiene una razón de ser, un
significado. Todos estos aspectos influyen en la forma de realizar el canto. Esto
incluye los melismas y otras modificaciones musicales que Kiko le agrega a cada
canto.
a. Silábico: Una sílaba cada nota. (Ej. Bendeciré al Señor en todo tiempo..., etc)
b. Neumático ( de neuma): Dos o tres notas por sílaba. (Ej. Aleluya antes del
evangelio: Alelu-uya, Alelu-uya)
c. Melismático. Más de tres notas por sílaba. (Ej. Sa-a-alve, Reina de los cielo-o-o-
o-os)
El melisma entonces, viene siendo una silaba cantada, que tiene varias notas.
Esto depende de cada etapa del camino en la que esté la comunidad. Si no estás
seguro, mejor pregunta.
Otra razón para esperar los cantos y no apremiar a que nos los entreguen todos
es la de vivir el momento. Es maravilloso llegar a una convivencia y escuchar un
canto nuevo, aprenderlo, escuchar lo que significa a través de los catequistas o
los responsables. Por otro lado, si ya has escuchado el canto con antelación, se
pierde la novedad, la sorpresa, llega la tentación entonces de tomar todo por
sentado, de pensar que puedes alcanzar lo que quieras... en el fondo, será la
soberbia la que te tentará.
* Sobre los ensayos de cantos
Ensayar en convivencia
Durante las convivencias que tenemos cada mes, se puede dar un espacio
propicio para ensayar los cantos que se realizaron durante el mes y que por una u
otra razón no salieron bien.
Si hay un tiempo libre durante el día y se puede usar para ensayar los cantos con
los salmistas de la comunidad, bienvenido. Pero que no sea una cosa impuesta.
La convivencia es principalmente para compartir con los hermanos.
Ensayar en celebración
Pero eso no significa que no tomes nota de tus errores y hagas lo que esté en tus
posibilidades para corregirte a ti mismo, o dejar que otro hermano te corrija, el
bien último es que la asamblea entre en oración con el canto.
* Grabarse a si mismo
Sientes temor de realizar los cantos?, pídele al Señor que te conceda convertir
ese miedo de equivocarte en una reverencia hacia el canto y hacia la palabra de
Dios que estás a punto de entregar a la comunidad. El temor en sí mismo no es
malo, el peligro que tendrías que combatir entonces sería, que el temor no se te
convierta en nerviosismo. Por otra parte, el hecho de cantar al creador de todo, al
Único Dios, a nuestro Señor, debería ponernos en sintonía de temor, entendido
como reverencia suma y temer perder su amor.
* Estás imponiendo el carisma a la fuerza?
Si hay pocos hermanos que canten y que toquen guitarra, estás llamado a
aprender tu primero (pero aprender bien), ya que estás ahí... El Señor te ha
puesto ahí y será por algo, y luego, exhorta a los hermanos a que presten este
servicio. Transmitir este espíritu dentro de la comunidad es fundamental. Pide
ayuda también a la comunidad, ánimo, con humildad también, que El Señor irá
poniendo el carisma en los que se necesitan.