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Geología

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Provincias geológicas de la Tierra (USGS)

Corteza oceánica Corteza continental       Escudos o cratones antiguos       Plataformas (escudos con cobertera
(según su edad)       0- sedimentaria)       Cadenas orogénicas       Cuencas tecto-sedimentarias       Provincias ígneas       Corteza adelgazada (por
20 Ma       20-65 Ma       >65 Ma extensión cortical)

La geología (del griego γῆ /guê/, ‘Tierra’, y -λογία /-loguía/, ‘tratado’)12 es la ciencia


natural que estudia la composición y estructura tanto interna como superficial del
planeta Tierra, y los procesos por los cuales ha ido evolucionando a lo largo
del tiempo geológico.3
La misma comprende un conjunto de geociencias, así conocidas actualmente
desde el punto de vista de su pedagogía, desarrollo y aplicación profesional.
Ofrece testimonios esenciales para comprender la tectónica de placas, la historia
de la vida a través de la paleontología, y cómo fue la evolución de ésta, además
de los climas del pasado. En la actualidad la geología tiene una importancia
fundamental en la exploración de yacimientos minerales (minería) y de
hidrocarburos (petróleo y gas natural), y la evaluación de recursos hídricos
subterráneos (hidrogeología). También tiene importancia fundamental en la
prevención y entendimiento de fenómenos naturales como remoción de masas en
general, terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, entre otros. Aporta
conocimientos clave en la solución de problemas de contaminación
medioambiental, y provee información sobre los cambios climáticos del pasado.
Juega también un rol importante en la geotecnia y la ingeniería civil.
La geología incluye ramas como la geofísica, la tectónica, la geología estructural,
la estratigrafía, la geología histórica, la hidrogeología, la geomorfología,
la petrología y la edafología.
Aunque la minería y las piedras preciosas han sido objeto del interés humano a lo
largo de la historia de la civilización, su desarrollo científico dentro de la ciencia de
la geología no ocurrió hasta el siglo XVIII. El estudio de la Tierra, en especial
la paleontología, floreció en el siglo XIX, y el crecimiento de otras disciplinas, como
la geofísica con la teoría de las placas tectónicas en los años 60, que tuvo un
impacto sobre las ciencias de la Tierra similar a la teoría de la evolución sobre
la biología.
Por extensión se aplica al estudio del resto de los cuerpos y materia del sistema
solar (astrogeología o geología planetaria).

Índice

 1Historia
 2Tiempo geológico
o 2.1Hitos importantes
 3Ramas de la geología
o 3.1Cristalografía
o 3.2Espeleología
o 3.3Estratigrafía
o 3.4Geología del petróleo
o 3.5Geología económica
o 3.6Geología estructural
o 3.7Gemología
o 3.8Geología histórica
o 3.9Astrogeología
o 3.10Geología regional
o 3.11Geomorfología
o 3.12Geoquímica
o 3.13Geofísica
o 3.14Hidrogeología
o 3.15Mineralogía
o 3.16Paleontología
o 3.17Petrología
o 3.18Sedimentología
o 3.19Sismología
o 3.20Tectónica
o 3.21Vulcanología
 4Departamentos o cátedras de la carrera de ciencias geológicas
 5Geoética
 6Geólogos
 7Véase también
 8Referencias
 9Bibliografía
 10Enlaces externos

Historia[editar]
Esta sección es un extracto de Historia de la geología[editar]
Mapa geológico de Gran Bretaña de William Smith, publicado en 1815

Frontispicio de Principios de geología de Charles Lyell, 1830.

La historia de la geología estudia el desarrollo a lo largo de la historia de la


geología como ciencia —que hoy se ocupa de la composición, estructura, historia
y evolución de las capas internas y externas de la Tierra y de los procesos que la
conforman—. La geología, como ciencia de la Tierra, comparte tronco común con
muchas disciplinas que se han gesgajado de ella, o compartido campo, como la
paleontología, la vulcanología, la sísmología o la geomorfología y por ello, parte de
su historia es común con esas y algunas ramas más de la ciencia.
Algunos de los fenómenos geológicos más visibles —terremotos, volcanes y
erosión— así como algunos temas de su estudio —rocas, minerales, menas y
metales, piedras preciosas, fósiles—han interesado a la humanidad desde
siempre. El primer vestigio de tal interés es una pintura mural que muestra una
erupción volcánica en el Neolítico en Çatal Hüyük (Turquía) que data del milenio
VI a. C.. La antigüedad se preocupó poco de la geología, y cuando lo hizo sus
escritos apenas tuvieron influencia directa sobre la fundación de la geología
moderna. El estudio de la materia física de la Tierra se remonta a la antiguos
griegos, que conocían la erosión y el transporte fluvial de sedimentos, y cuyos
conocimientos compendía Teofrasto (372-287 a. C.) en la obra Peri lithon [Sobre
las rocas]. En la época romana, Plinio el Viejo escribió en detalle sobre los
muchos minerales y metales que se utilizaban en la práctica, y señaló
correctamente el origen del ámbar.
Algunos estudiosos actuales, como Fielding H. Garrison, opinan que la geología
moderna comenzó en el mundo islámico medieval, cuando la noción de capa
aparece explícitamente durante el período árabe clásico y de forma más clara en
China, aunque esas contribuciones tampoco influyeron en el nacimiento de la
geología moderna. Abu al-Rayhan al-Biruni (973-1048) fue uno de los primeros
geólogos musulmanes, cuyos trabajos comprenden los primeros escritos sobre la
geología de la India, con la hipótesis de que el subcontinente indio fue una vez un
mar. El erudito islámico Avicena (981-1037) propuso una explicación detallada de
la formación de las montañas, el origen de los terremotos, y otros temas centrales
de la geología moderna, que proporcionan una base esencial para el posterior
desarrollo de esta ciencia. En China, el erudito Shen Kuo (1031-1095) formuló una
hipótesis para el proceso de formación de la Tierra, y basádose en su observación
de las conchas de los animales fósiles en un estrato geológico en una montaña a
cientos de kilómetros del mar, logró inferir que la Tierra se habría formado por la
erosión de las montañas y por la deposición de sedimentos.
La misma situación continuó en Europa durante la Edad Media y el Renacimiento,
sin que surgiera ningún paradigma, y estando los estudiosos divididos sobre la
importante cuestión del origen de los fósiles. Durante los primeros siglos de
exploración europea4 se inició una etapa de conocimientos mucho más detallados
de los continentes y océanos. Los exploradores españoles y portugueses
acumularon, por ejemplo, un detallado conocimiento del campo magnético
terrestre y en 1596, Abraham Ortelius vislumbró ya la hipótesis de la deriva
continental, precursora de la teoría de la tectónica de placas, comparando los
perfiles de las costas de Sudamérica y de África. 5
Richard de Bury (1287-1345), en un libro titulado Philobiblon o Filobiblión [El amor
a los libros], utilizó por primera vez el término geología, o ciencia terrenal. Sin
embargo, no parece que el término fuese usado para definir una ciencia cuyo
objeto de estudio fuese la Tierra, sino más bien el término ciencia terrenal aparece
por oposición al término de teología u otros términos con connotaciones
espirituales. El naturalista italiano Ulisse Aldrovandi (1522-1605) usó por primera
vez la palabra geología con un sentido próximo al que tiene hoy, en un manuscrito
encontrado después de su muerte. Consideró la geología como la ciencia que se
ocupaba del estudio de los fósiles, pero hay que tener en cuenta que el
término fósil incluía también en esa época los minerales y las rocas.
Posteriormente, en 1657 apareció un trabajo de Mickel Pederson Eschilt, escrito
en danés, y titulado Geologia Norwegica, en el que estudiaba un terremoto que
afectó a la parte meridional de Noruega. En 1661, Robert Lovell (1630-1690),
escribió una Universal History of Minerals [Historia Universal de los Minerales],
una de cuyas partes denominó con el nombre latinizado de Geología. Después
esta palabra fue usada por Fabrizio Sessa en 1687, en su trabajo
titulado Geologia -nella quale se spiega che la Terre e non le Stelle influisca né
suaoi corpi terrestre, afirmando que «la geología es verdaderamente la que habla
de la Tierra y de sus influencias». Erasmus Warren, en 1690, publicó un libro
titulado Geologia or a Discourse concerning the Earth before the
Deluge [Geología, o un discurso concerniente a la Tierra antes del diluvio]; no
obstante, el término «Geología» aparece solamente en el título de la obra, no
encontrándose después en el texto. La palabra Geología fue establecida
definitivamente como un término de uso general en 1778 por Jean-André
Deluc (1727-1817) y en 1779 por Horace-Bénédict de Saussure (1740-1799).
El nacimiento de la geología occidental moderna es difícil de fechar: Descartes,
fue el primero en publicar una «teoría de la Tierra» en 1644; Nicolás Steno (1638-
1686) publicó en 1669 un libro de 76 páginas que describía los principios
fundamentales de la estratigrafía, el principio de la superposición de estratos, el
principio de la horizontalidad original, y el principio de la continuidad lateral; en
1721, Henri Gautier, inspector de carreteras y puentes, publicó Nouvelles
conjectures sur le globe de la terre, où l'on fait voir de quelle manière la terre se
détruit journellement, pour pouvoir changer à l'avenir de figure... [Nuevas
conjeturas sobre el globo de la tierra, donde se hace ver de que manera la tierra
se destruye diariamente, para poder cambiar en el futuro de figura ...].
James Hutton, a menudo visto como el primer geólogo moderno, presentó en 1785
un documento titulado Theory of the Earth, with Proofs and Illustrations para
la Sociedad Real de Edimburgo. En su ponencia, explicaba su teoría de que la
Tierra debía de ser mucho más antigua de lo que se suponía, con el fin de tener el
tiempo suficiente para que las montañas pudieran haber sido erosionadas y para
que los sedimentos lograsen formar nuevas rocas en el fondo del mar, y estos a
su vez aflorasen a la superficie para poder convertirse en tierra seca. Hutton
publicó una versión en dos volúmenes de sus ideas en 1795. Los seguidores de
Hutton fueron conocidos como plutonistas porque creían que algunas rocas se
formaron por volcanismo, que es la deposición de lava de los volcanes, a
diferencia de los neptunistas, que creían que todas las rocas se habían formado
en el seno de un gran océano cuyo nivel habría disminuido gradualmente con el
tiempo. William Smith (1769-1839) dibujó algunos de los primeros mapas
geológicos y comenzó el proceso de ordenar cronológicamente
los estratos rocosos mediante el estudio de los fósiles contenidos en ellos,
fundando, junto con Georges Cuvier y Alexandre Brongniart, la bioestratigrafía en
los años 1800.
Charles Lyell publicó su famoso libro Principios de geología en 1830. El libro, que
influyó en el pensamiento de Charles Darwin, promovió con éxito la doctrina
del uniformismo. Esta teoría afirma que los procesos geológicos que han ocurrido
a lo largo de la historia de la Tierra, aún se están produciendo en la actualidad.
Por el contrario, el catastrofismo es la teoría que indica que las características de
la Tierra se formaron en diferentes eventos individuales, catastróficos, y que la
tierra se mantuvo sin cambios a partir de entonces. Aunque Hutton creyó en el
uniformismo, la idea no fue ampliamente aceptada en el momento. En la década
de 1750, la geología aún no estaba fundada como una ciencia, pero en la década
de 1830 sí estaba definitivamente establecida y tenía sus propias sociedades
científicas y publicaciones científicas.
Gran parte de la geología del siglo XIX giró en torno a la cuestión de la edad
exacta de la Tierra. Las estimaciones variaban enormemente de unos pocos
cientos de miles, a miles de millones de años. En el siglo XX, la datación
radiométrica permitió que la edad de la Tierra se estimase en aproximadamente 2
millones de años. La conciencia de esta enorme cantidad de tiempo abrió la puerta
a nuevas teorías sobre los procesos que dieron forma al planeta. Hoy en día se
sabe que la Tierra tiene aproximadamente 4500 millones de años.
Los avances más importantes en la geología del siglo XX han sido el desarrollo de la
teoría de la tectónica de placas en la década de 1960, y el refinamiento de las
estimaciones de la edad del planeta. La teoría de la tectónica de placas —que surgió a
partir de dos observaciones geológicas por separado, la expansión del fondo oceánico y
la deriva continental— revolucionó completamente las ciencias de la Tierra.

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