SESIÓN No.

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TEORÍA DE LA LEY PENAL

GENERALIDADES:
El hecho punible, es sin duda la más importante construcción dogmática, lo que
explica la atención que la ciencia penal europea y latinoamericana le han
dispensado a lo largo del último siglo; inclusive, algunas legislaciones como la
colombiana, de manera novedosa, incluyendo dentro de sus principios
orientadores la noción dogmática del delito. Como es obvio, quien pretenda
hacer una exposición coherente y armoniosa de tales derechos positivos,
encuentra en la ley una herramienta de trabajo fundamental e ineludible que le
marca las pautas de sus exploraciones teóricas, aunque sin constituirse en una
camisa de fuerza. Por ello, puede afirmarse, el codificador opta entre las
diversas opciones metódicas posibles por una de ellas: la dogmática, que tanta
importancia tiene dentro de la teoría jurídica contemporánea.
Para comprender de manera cabal el sentido del concepto de conducta punible
se deben hacer unas precisiones conceptuales. Ya en el primitivo derecho
romano el acto delictivo en general se designó con la palabra noxa, que
significa daño. Luego en la época clásica sobresalió la palabra delictum o acto
ilícito, en la edad media a su turno se usaron técnicamente las voces
mencionadas como la palabra crimen, posteriormente el código napolitano en
Italia adoptó la voz reato para comprender tanto los crímenes como los delitos.
En lengua castellana se emplean los términos delitos, equivalente a culpa o
quebrantamiento de la ley, y crimen, cuyo alcance se asemeja a delito grave.

EL HECHO PUNIBLE DESDE EL PUNTO DE VISTA FORMAL:

Para este caso debemos entender que el hecho punible atiende a la forma, por
lo que se trata de una noción nominal para la que el delito es toda acción
punible que como tal, responde a los presupuestos requeridos para imponer
pena, tal concepto es apenas comprensible si se tiene en cuenta que el
sistema jurídico penal vigente está presidido por el principio de legalidad, por
oposición al régimen de los países anglosajones que lo entienden como la
conducta penada por la jurisprudencia que en última instancia crea la ley penal.
Otra noción del hecho punible desde el punto de vista material, atiende al
contenido del fenómeno delictual, a su sustancia, pudiéndole formular diversos
conceptos desde este ángulo.
EL HECHO PUNIBLE DESDE EL PUNTO DE VISTA SUSTANCIAL:
El delito es aquella acción atentatoria contra los intereses jurídicos tutelados; o,
como se dijo, todo injusto culpable, pues “injusto y culpabilidad” son los
presupuestos materiales de los cuales depende el sí de la pena. Desde el
punto de vista legal, jurídica y extrajurídica y política es delito la voluntaria y
maliciosa violación de la ley por la cual se incurre en alguna pena. La noción
jurídica es la que apunta a contenidos provenientes del derecho; a su vez la
extrajurídica es la formulada con base en premisas no jurídicas, por fuera del
derecho, como sí se le define desde el punto de vista ético, filosófico,
sociológico.
Desde el punto de vista político se debe entender la distinción entre el delito
político y el delito común. Para todos los efectos de la ley penal, se entiende
por delito político todo aquel que ofende un interés político del Estado o un
derecho político del ciudadano.

EL HECHO PUNIBLE DESDE EL PUNTO DE VISTA DOGMÁTICO:

Desde la dogmática nacional el hecho punible se refiere a toda conducta
predicable del hombre en respuesta a un estímulo, que nace en el campo de la
conciencia y se exterioriza en movimiento; y en un plano más estrecho, supone
la decisión de actuar en determinado sentido para lograr la finalidad aunque,
para poder poner en primer plano la tipicidad, se afirma que conducta en
sentido penal es aquel comportamiento de acción o de omisión realizado de tal
manera que se acomoda a la descripción de un cierto tipo legal.

CONCLUSIONES
Se debe tener en cuenta que si se indaga de manera desprevenida en el
lenguaje común por el significado de la expresión hecho punible, se
constata su utilización par designar a forma como se actuó por parte del
sujeto agente, pero para este caso se confunden los términos porque se
debe tener en cuenta que la conducta punible es el comportamiento
dañino demostrado por la persona o la manera como el hombre
transgrede la normatividad penal ya sea por acción o por omisión.

Desde un punto de vista fenomenológico lo normal es que las conductas

produzcan trasformaciones en el ámbito exterior es decir resultados; así,
por ejemplo, cuando un hombre hace tres disparos que dan muerte a un
enemigo se produce una mutación en el mismo físico, como resultado de
la actividad desplegada por el agente; cuando se lanzan imputaciones
deshonrosas contra alguien, se originan numerosos cambios
perceptibles físicamente como la cara de enojo del agraviado, esto para
considerar la diferencia entre hecho punible y conducta punible.

En contraste con todas las posturas doctrinales sobre el hecho punible,

se puede decir que este se deriva de la realización voluntaria y cognitiva
teniendo en cuenta el valor en el mundo social que conlleva a que el
sujeto agente generando una acción o una omisión para un resultado
típico y antijuridico vulnere de manera grave el bien jurídico tutelado. Así
las cosas, se podrá entender el hecho punible como el resultado
controlado o susceptible de serlo por la voluntad, dirigida hacia un
determinado resultado y con repercusiones en el ámbito social.

En la doctrina nacional se ha limitado a receptar categorías de manera

mecánica, sin someterlas a la critica y sin extraer de ellas las
consecuencias que se derivan para la estructura del hecho punible. Se
requiere, pues, un debate a profundidad acompañado de ideas propias y
verdaderamente originales, que tanto se echan de menos.

BIBLIOGRAFÍA
Reyes Alvarado. Fundamentos Teóricos. Página 119 y 120.
Sentencia Sala de Casación Penal, Corte Suprema de Justica del 20 de
mayo de 2003, radicado 16636.
Cfr. Kaufmann, Die Dogmatik, Pág. 85.
Welzel, Derecho penal, segunda edición, págs. 51 y 276.