Sunteți pe pagina 1din 5

El había nacido en Lessina, una ciu- bajo fijo.

fijo. Dos años más tarde, con el ar la Oficina de Identificación de lapo- balas páginas distraído, hasta que le
dad del imperio austrohúngaro que primer llanto de su hija Felisa, Fran- licía provincial. llamó la atención un artículo escrito
ella jamás oiría nombrar. El era un cisca había avanzado otro peldafto en Sucede que, mientras Francisca se as- por el fisiólogo inglés Francis Gal-
mujeriego irredimible; ella, una pai- la escalera de su realización personal; fixiaba en la trampa rulinaria de la ton: Las impresiones digitales. El in-
sanita un tanto feucha. Nunca llega- Vucetich, en cambio, sentía que re- vida rmcho adentro, Vucetich no ha- vestigador -leyó con avidez- había
rían a verse Ja cara, pero las hojas de cién seempezabaaacomodarenlalí- bía perdido el tiempo. Obsesionado dedicado su vida a clasificarlas hue-
rutadesusvidasempalmaríanundía nea de salida de la vida. Acababa de con la idea de encontrar un método 11as de los dedos de las personas,
sus destinos. El se llamaba Juan Vu- :ser nombrado meritorio en la conta- confiable para identificar a los crimi- aunque sin demm:iado c:ucP.so. Vu-
cetich, y en el otoño de 1884 desem- duría de la Policía de la provincia de nales, había convencido al jefe de Po- cctich no gritó "Eureka", pero supo
balabasus sueños derecienven,ido en Buenos Aires, con magros 36 pesos licía -el capitán Guillermo Nunes- que había encontrado el hilo de
el Hotel delos Inmigrantes. La gracia de sueldo, pero no se quejaba. Por para que le pennitiera estudiar a fon- Ariadna que lo sacaría del laberinto
de ella era Francisca Rojas, y por esos algo había que empezar. do el tema. Nunes le encargó un in- en el que se había metido.
días andaba jurándole amor eterno a El hombre trabajó duro y parejo, y de forme sobre las posibilidades de la Mientras Francisca Rojas empezaba
Ponciano Caraballo, un peón de es- a poco fue ganándose la confianza de identificación antropométrica, muy a galantear con un vecino de piropo
tancia de su terruño, Necochea. De- sus superiores. Metódico y organiza· de moda en aquellos tiempos. Vuce- fácil, Vucctich se dedicó por comple-
bieron pasar ocho años hasta que él do, tardó apenas afto y medio en lle- tich, diligente como pocos, tardó un to a idear un sistema para clasificarlas
supiera de ella. Ocho años que expli- gar a la jefatura de la oficina de esta- par de meses en saber todo acerca del huellas dactilares. Sabía, porque ha-
can por qué no acabaron siendo per- dísticas. Francisca, entretanto, barría métodopatentadoporelfrancés Bar- bía leído los trabajos del checo Evan-
fectos desconocidos por siempre. el rancho, lidiaba con la ropa sucia y. tillon,~ueconsistía en tomar medi- gelisti Puikinje, que no hay dos hue-
Vucetich hafüa desembarcado con empezabaapensarquetalvezelPon- dasvariasdeloscriminales par.i luego llas iguales y que incluso la muene
dosideas:hacerselaAméricaynovol- ciano -que pasaba más tiempo con ficharlos. No le convcnóa el sistema, tarda en borrarlas. Hizo y deshizo ta·
ver a cargar un solo barril más en la las vacas que con ella- no fuera el que dependía de la pericia del agente bias, pasó noches en vela... y dio con
vida. Francisca tenía sueños más mó- hombre de su vida. No sabía leer, y el quemedíacadaparceladelc.uerpode la solución. Clasificando las huellas
dicos: un par de hijos, un rancho ca- diario de LaPlatanollegabaalasafue- los presos, pero no encontraba un encuatro grandes grupos, creó un sis-
lentito. Para 1886, la que estaba más rasde Necochea: nunca podría haber método alternativo fiable.
cerca de cumplir su objetivo era ella. visto aquel articulo que ponía por los Hasta que, una tarde de 1891, se La ficha dactiloscópica que le
Había nacido Ponciano hijo, mien- aires a Vucetich, el "brillante oficial de topó con el número 18 de la Revista tomaron a Francisca Rojas
tras que Vucetich no encontraba tra- jóvenes 33 años" que acababa de ae- Cientijica de París y vjo la luz. Pasa- apenas la mujer fue detenida.

~
le ..,::..
-
~
,..
1

tema de 101 tipologías básicas que en sus saberes. Hasta que llegó el 29 mira, por considerarlo un tanto in- jola puertadel rancho, que estaba ce-
permitía categorizar la impresión de de junio de 1892, y los hilos del telé- competente: decidió enviar a un ofi- rrada por dentro. Alvarez tomó nota
un pulgar.en pocos segundos. grafo trajeron malas notiáas de la cos- cial de confianza para que investiga- de una infidencia que le hizo un Ve-
El capit.án Nunes no entendió nada ta bonaerense. "Doble crimen. Una se en serio. El elegido fue el inspector lázquez desesperado por demostrar
de lo que su empleado le explicó exci- mujer herida. Un sospechoso." El co- Eduardo Alvarez, quien llegó a Neco- su inocencia: "En la mañana del cri-
tado, pero confió en su palabra. El pri- misario Blanco dictó las siete palabras chea pasados dos días del doble in- men, Francisca había tenido un al-
mer dia de septiembre de 1891, en- que leerían en la Platay cabalgó mm- fanticidio. El inspecLor lardó u:nos mi- tercado con su mujer, llegando a irse
tonces, Vucetich estrenó su cargo en bo al rancho de los Caraballo. Apenas nutos en confirmar que Nune!': !':e a las manos", escribió el i~1spectur.
la Oficina de Identificación entintán- taconeó sobre el piso teñido de rojo quedaba corto en sus prevenciones: ¿Por qué? Aún era un miste1io.
dole los dedos a23 procesados que es- sangre, vio un espectáculo no apto Blanco era realmcnle u.n ínúrj l. El co- Apenas pisó el rancho, Alvarez em-
peraban sentencia en el Departa- para gente de estómago delicado. misario del pueblo tenía encerrados pezó a maldecir la falta de olfato del
mento Central de Poliáa. Fueron las Informó, con la particular prosa po- a dos sospechosos porel crimen, pero comisario Blanco. "Encontré infini-
primeras fichas dactilares que se hi- licial y profusión de faltas de ortogra- no sabfa a quién inculpar. dad de detalles que no debieron pa-
cieron en el mundo, y Julio Torres fia, que "el crimen tuvo por escena- En una carta privada dirigida a susu- sarle desapercibidos -apuntó-. Por
(alias SaltaParedes)tuvoeldudosoho- rio la misma casa habitación de Pon- perior,Alvarezcontabaque la rnadre ejemplo, que el arma que, según de-
nor de ser el primero en tocar el piani- ciano Caraballo, en la cual a esa hora deloschicos"acusabaasucompadre áa Francisca, había usado Veláz-
to. la dactiloscopía-bautizada a prio- sólo se encontraba la esposa de éste, Ramón Velázquez, cuya casa queda quez, era un cuchillo de propiedad de
ri con un nombre difiál: icnofalan- Francisca Rojas, y sus dos hijos, Pon- a cuatro cuadras más o menos de la ella, aunque no es dable creer que a
gometría-empezabaa hacer historia ciano y Feiisa_ de seis y ruatro años. suya". Según la declaración de la mu- un hombre de campo le falte un fa-
EnNecochea,ajenaalosdevaneosde Fue cometido en el interior de la pie- jer, "la mencionada Francisca daba cón en la cintura. Además, el señor
Vucetich, Francisca Rojas archivaba za cuya puerta y ventana fueron ce· como única causa para el hecho, el comisario de Necochea, olvidando
sus sueños juveniles para iniciarse en rradas por dentro, aquella trancán- haberse negado ella a entregarle sus los reglamentos yel buen sentido, ha
el difiál arte de la infidelidad. dola con una pala y éstas con pasado- hijos, que Velázquez, porencargo de incurrido en la grave falta de aplicar
Los caminos de la mujer y el investi- res, siendo encontradas las víctimas su amigo Ponciano Caraballo, venía castigos morales a Ja acusada para ob-
gador tardarían apenas un año en degolladas sobre la cama de la ma- a quitarle". Velázquez juraba que no
cruzarse. Vucetich ya había logrado dre, yésta al parecermonbunda, pre- tenía nada que ver con Ja matanza, y Vucetich (centro) en China, en el
fichar a los 645 internos de la cárcel sentando una herida en el cuello". repetía sin parar que sólo había ayu- año 1913. Viajó para enseñarle
de la Plata, pero pocos policías creían El jefe de Policía tenía a Blanco en la dado a su amigo Ponciano a tirar aba- a la policía de Beijing su sistema.
tener su confesión, llegando a esta-
El legado de :Juan Vucetich blecer una capilla ardiente, donde co-
locados los cadáveres de sus hijos, fue
LA IDENTIFICACION DE HUEUAS DIGITALES, AYER Y HOY. llevada a deshoras de la noche."
Los cables del telégrafo ardían en un
Elfantasma de Vucetich todavía ha huellas digitales. Es un software ida y vuelt.a entre La Platay Necochea.
de estar vagando por los laberínticos muy poderoso que clasifica, Alvarez le informaba al jefe las nove-
cori'edores de. la Dire~ión Central ' almacena y/o encuentra cualquier dades y Vucetic.h espoleaba a Nunes
de R>li?ía de la provincia de Buenos huella en unos pocos segundos. Se para que hiciera uso de su sistema de
Aires. Allí, en el edificio de las calles basa en la búsqueda de puntos ·identificación dactilar. Lo logró. El 2
2 y 51, en La Plata, el padre de la característicos de cada impresión de julio de 1892, el capitán mandó es-
dactiloscopía moderna pasó los digjtal yfunciona en base a una cribir: "Oficial Alvarez; haga todo lo
años más prolíficos de su vida: el gran base de datos. En este ·posible, aun cuando no lo juzgue ne-
periodo que va de 1888 a 1912. sistema, se ca~ tanto la huella cesario. para obtener las impresiones
Las fotos del prócer adornan las palmar como la huella digital y la digitales dejadas por el criminal, y
paredes de la Dirección de mayor1ie11taja es que el g:ift permite traiga las muestras".
Antecedentes Personales, donde reconstruir una huella parcial, como Donde manda capitán... E inspector
trabajan unas 200 personas. 8 suelen ser las que se levantan en volvió al rancho y reparó en dos man-
comisario inspector Daniel Salcedo una escena del crimen"_ chones sanguinolentos. "Las man-
está a cargo de la dependencia que En un año, se esperanza Salcedo, e.has de sangre que se notaban en la hijos. Creía que los Velázquez le ha-
cataloga y clasifica los 6 millones de todas las fichas ya estarán ventana yen la puerta no han sido te- bíancontado laverdadasuesposo.Al
fichas de huellas dactilares que lleva dig)talizadas. Pero eso no implicará nidas en cuenta, pero a fin de que no soportarla idea de quedarse sin los
archivadas la Rllicía Bonaerense. la jubilación del sistema Vucetich. puedan practicarse las diligencias chicos, había resuelto matarlos".
Salcedo, un oficial que viene de la "8 AFIS y el sistema viejo seguirán conducentes, le envío dos pedazos de Así terminó la triste historia de Fran-
R>licía Científica y es Licenciado en conviviendo. Aveces, con la vista maderaenlosquesenotanseñalesde cisca Rojas. Sesabequefuecondena-
Criminalística, es el admirador entrenada que tienen nuestros los dedos, y en una tarjeta las impre- da a perpetua yque murió en prisión
número uno de Vucetich, y no tiene dactilóscopos, encuentran la ficha siones de Velázquez y Francisca Ro- dos décadas más tarde, tuberculosa y
empacho en reconocerlo. "Es que el que corresponde a la huella antes jas", deóa la nota que recibió Vuce- con apenas 42 años. E inspector Al-
sistema de clasificación que él ideó que la computadora", comenta. tic.h en su despacho. varez se hizo íntimo de Juan Vuce-
-armado de acuerdo a los cuatro En la actualidad, gracias a los Dos días en blanco pasó Alvarez, es- tich, y pronto le escribió diciéndole
elementos principales de una avances de la ciencia de los perando los resultados. Vucetic.hhizo que "llegó el momento de darte la ra-
huella: arco, verticilo, presilla interna materiales, es posible levantar decenas de pruebas, con el mismo re- zón. Te confieso que si no fuera por-
y presilla externa- no tuvo huellas dig)tales en casi todas las sultado. Seguro de la identidad de que constataste que las huellas deja-
modificaciones en más de un siglo, superficies. "Nosotros llegamos a quien había dejado las manchas, das en la puerta erande Francisca Ro-
y es maravillosamente práctico." sacar impresiones de bolsas de mandó un breve mensaje vía telégra- jas, a pesar de su confesión, me
En un sótano gigantesco y de consorcio o de maderas. Pero eso fo. Sabiendo que aquel era el primer hubiera quedado para siempre la du-
acceso ultra restringido, cientos de no es nada; hace tres años unos crimen que sería resuelto gracias a su da respecto de su atlpabilidadn.
cajones ocultan las fichas con la especialistas de la policía alemana criticado sistema, le temblaba la voz En adelante, Vucetichviviópara mos-
impresión de los diez dedos de cada vinieron a damos un curso, y nos mientras dictaba: "OficialAlvarez, las tru-le al mundo su sistema. Lo invita-
persona que cometió un delito o mostraron cómo levantar huellas de huellas corresponden a las manos y ron las Polióas de China, de la India,
contravención (o simplemente pidió papel, de baquelita o cualquier los dedos de Francisca Rojas". de EE.UU.: pordoquier recibió aplau-
un certificado de antecedentes). De superficie plástica. Incluso, se dieron Con el informe de Vucetich en mano, sos. Se casó tres veces, enviudó dos,
a poco, estos juegos decadactilares el lujo de hacemos una gauchada: el inspector encaró a la madre asesi- compuso valses varios, se volvió un
se irán escaneando para estar a nos dieron la fórmula química de los na. "No hay dudas, sos la culpable. poco cascarrabias y formó un cuerpo
tono con los tiempos, pero hoy por reactivos que usamos, que son Las huellas de sangre que encontré de dactilóscopos admirado en todo el
· hoy elsistema Vucetich es el más carisimos en los laboratorios, y más en la casa son las mismas que te sa- mundo. Luego, se recluyó en Dolo-
utilizado cuando es preciso saber los en esta época'', comenta Salcedo. Y qué los otros días." Franciscalo miró, res, donde murió a los 66 años. Tal
antecedentes de una persona. remata: "Si Vucetich viviera en esta conla derrota en los ojos. Sollozóyen- vez antes de irse recordó a Francisca
Según Salcedo, en pocos meses época, seria un gran programador tre lágrimas confesó todo. Le dijo que · Rojas, aquella desgraciada sin rostro,
estará funcionando a pleno "el de un sistema informático de "sumarido Ponciano, sabedor de que la paisanita dueña de los diez dedos
sistema AFIS de búsqueda de clasificación de huellas". era adúltera, se proponía quitarle los entintados que le cambiaronlavida •

S-ar putea să vă placă și