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EL ALCOHOLISMO

El Alcoholismo: es una patología que consiste en el consumo excesivo de bebidas


alcohólicas durante un largo tiempo, desarrollando una dependencia que puede afectar a su
vida laboral y familiar.

En esta hora nos enfocaremos específicamente en el ámbito laboral, ya que aquí también se
dan estos riesgos; por lo mismo pensaremos en que debemos hacer si detectamos que un
compañero tiene este problema.

En primer lugar; debemos recordar que todos los debemos asumir una responsabilidad
 Los trabajadores, ya que en este sentido, podemos prevenir un accidente y proteger la vida
de la o el compañero o de terceras personas.
 Las empresas en este caso el Hospital donde nos desempeñamos, ya que estas deben
jugar un papel activo y facilitador ante estas situaciones.

Por lo mismo debemos decir que:

1. Muchas personas mantienen el alcoholismo a escondidas por miedo a represalias y


consecuencias laborales, principal motivo de ocultación.

2. La intervención temprana, reducen los daños personales, tanto a nivel de salud física como
psicológica, también otorga menos tiempo para el deterioro de las relaciones laborales,
familiares y sociales.

3. Cuanto menor es el daño, más fácil es la recuperación”, por lo que podemos comenzar
ayudar;
 hay que avisar a la figura de referencia en cuestiones de salud laboral en el trabajo
para hacer una intervención temprana y ser atendido por los profesionales sanitarios”.
 En estos casos la empresa debe aprovechar esta ocasión para realizar talleres o
charlas explicativas de los riesgos tanto personales como profesionales
derivados del consumo de alcohol en el trabajo.
 realizar intervenciones grupales y de puesta en común para romper con los falsos
mitos y creencias y aportar información veraz sobre el consumo de alcohol a todos los
trabajadores.
4. Respecto a si es mejor intentar hablar primero con el compañero, depende del grado de
confianza que se tenga con el compañero. (debe valorarse en cada caso en particular);
 si la relación con el compañero es buena y estrecha, es recomendable acudir a él y
expresarle nuestra preocupación y ofrecerle acompañamiento para buscar ayuda.
 Si no se tiene confianza suficiente con esta persona, lo mejor es acudir al médico de
empresa o de prevención de riesgos laborales, siempre manteniendo la mayor
confidencialidad posible para con la persona en cuestión”.
 “Es muy habitual que las personas se posicionen de modo defensivo y se
sientan atacadas, por lo que solemos recomendar tratarlo desde un acercamiento
tranquilo, individualmente si es posible y sobre todo dejando clara la intención de
ayudar”.
¿Qué factores aumentan el consumo de alcohol?
Otras causas que llevan a una persona a beber en su entorno laboral son diversas e incluyen:
 Factores relacionados con la propia persona: tolerancia a la frustración y su estado de
ánimo, la presencia de conflictos interpersonales y familiares, vivir en un entorno de consumo,
cómo emplea el ocio y tiempo libre, la disposición o no de estrategias y hábitos de salud
adecuados, etc.
 
 Elementos del propio trabajo o de las propias organizaciones: factores relativos a las
condiciones de trabajo como estrés, excesiva carga de trabajo, jornadas demasiado
largas, y turnos rotativos, realizar tareas rutinarias y repetitivas. Trabajar en un entorno laboral
de tolerancia respecto al consumo.
 
 Factores relativos a la insatisfacción con el entorno y las condiciones económicas: la
valoración de los superiores e iguales no es la que se espera, existen problemas con la
autoridad/liderazgo organizativa, surgen sentimientos de incapacidad para las tareas que hay
que desempeñar, la remuneración no está ajustada a las funciones que se realizan, existe un
clima tenso o inadecuado en el trabajo, entre otros.
Además, factores relacionados con la precariedad laboral: contratos temporales que pueden
dificultar la planificación del futuro y que genera a las personas incertidumbre y malestar
emocional.

A estos factores se suma:


 La disponibilidad de bebidas alcohólicas en el ámbito laboral  o trabajos en los que por
sus particularidades tengan acceso más fácil y habitual al alcohol.

 Roles de trabajo que condicionan situaciones favorables de consumo de alcohol: comidas o


viajes de negocios, por ejemplo.

 Trabajos en los que se necesitan unas condiciones físicas o psíquicas de especial


resistencia, trabajos en donde el trabajador no tiene horario fijo con continuas rotaciones
horarias, o también trabajos donde se necesita un esfuerzo físico mayor para su realización,
dado a estos factores se dan un incremento de los niveles de estrés del trabajador; esta
situación podría resolverse. Sin embargo, si el trabajador no cuenta en ese momento con los
recursos personales pertinentes para afrontar esta situación, puede iniciar conductas evasivas
mediante el consumo de alcohol”.

 Respecto a si hay trabajos que propician que el consumo de alcohol sea mayor que en otros,
esto indica que aunque el riesgo es multidimensional, “un estudio desarrollado por el
Observatorio Español de la Drogas y las Toxicomanías señala que los sectores productivos
con una mayor presencia de consumo de riesgo de alcohol son la construcción, agricultura
pesca y ganadería, así como el sector de la hostelería”.
 Por otro lado, Robles recuerda que algunos expertos opinan que la actividad laboral
parece tener una actividad preventiva o rehabilitadora del trastorno por consumo de
alcohol. “Por ello se observa que los parados consumen mayor cantidad que los trabajadores
en activo, sea cual sea su edad. Esta relación desempleo-consumo de alcohol parece ser
bidireccional puesto que el consumo de alcohol durante la jornada laboral puede conllevar el
despido y también la persona desempleada consume mayor cantidad de alcohol con finalidad
evasiva”.
Alcoholismo fuera del entorno laboral

Resulta evidente que si un trabajador consume alcohol de manera regular, aunque este
consumo se produzca fuera del horario de trabajo, terminará afectando al entorno laboral.

Los síntomas que alertan de un posible abuso de alcohol son las siguientes:

 Mayor absentismo laboral, retraso en la hora de entrada o salidas anticipadas.


 Aumento de la conflictividad: cambios repentinos de humor, comportamientos violentos,
etc.
 Disminución de la productividad: el consumo de alcohol afecta de forma grave al
rendimiento del empleado en su puesto de trabajo.
 Más bajas por enfermedad
 Somnolencia
 Problemas familiares
 Problemas económicos
 Deterioro en su higiene personal
 Pequeños hurtos
 Reiterados accidentes laborales: Entre el 15 y el 20% de los accidentes laborales
ocurren en trabajadores que se encuentran bajo los efectos del alcohol u otras drogas.

Consecuencias del alcoholismo en el entorno laboral

Además de los evidentes problemas sociales para el trabajador que conlleva el abuso de


la ingesta de alcohol, puede tener también consecuencias laborales muy graves.

El Estatuto de los Trabajadores considera la embriaguez un incumplimiento contractual,


estableciendo el marco de actuación de la empresa ante una situación de este tipo. Teniendo
así, como consecuencias, amonestaciones por escrito, suspensión de empleo y sueldo de
hasta 60 días o incluso la rescisión del contrato, es decir, el despido del trabajador.

Además, si un trabajadore se encuentra en estado de embriaguez durante la jornada laboral y


sufre un accidente, se considerará que ha cometido una imprudencia temeraria y quedará
excluido de la prestación por accidente de trabajo.

Políticas de actuación

Estas políticas deben abarcar desde la información hasta la asistencia a trabajadores que la
necesiten, buscando cambiar las actitudes de éstos para que tengan presentes las
consecuencias de estos abusos.

Programas de prevención

La gran importancia de actuar en los casos de alcoholismo laboral se deriva de las graves
consecuencias que puede suponer para el trabajador el hecho de presentar embriaguez en el
puesto de trabajo. Por ello, los programas de prevención deberían realizarse en todas las
empresas, independientemente de su tamaño. A pesar de lo que pueda parecer, los costes
derivados del consumo de alcohol en el lugar de trabajo supera ampliamente los que puedan
derivarse de programas de prevención y apoyo a los empleados.

Por ello, se recomienda establecer programas de prevención, en lugar de esperar para actuar a
que se produzca una crisis provocada por el consumo de alcohol por parte del trabajador.

Protocolo de actuación

Es importante destacar que la política anti alcohol de la empresa no debe ser perseguir
sino contribuir a mejorar sus condiciones de salud, abordando el problema, en principio
desde una perspectiva positiva, no sancionadora, considerando el despido como última opción.

Se recomiendan las siguientes actuaciones:

 Confrontar al trabajador enfermo por parte de los profesionales adecuados, como el


médico de empresa, técnico de prevención de riesgos laborales y directivos de la
empresa.
 Valorar la predisposición del trabajador al posible tratamiento.
 Documentar las alteraciones en la conducta del trabajador percibidas por los
compañeros o supervisores.
 Citar al trabajador en el servicio de Prevención según el artículo 22 de la Ley 31/95 para
realizarle un examen del estado de salud, tras el cual se emitirá un informe con la
correspondiente valoración de aptitud su puesto de trabajo Siempre teniendo en cuenta
su derecho a la confidencialidad.
 Si el trabajador no acudiese a la citación, se le deberá citar por escrito para un
reconocimiento médico obligatorio, y en el caso de que tampoco acuda, se le requerirá
por vía judicial previa comunicación a la Dirección de la empresa.
 Tras la evaluación el trabajador será remitido al médico habitual para ser evaluado de
nuevo.
 En el caso de que el trabajador niegue el consumo, se intentará consultar con sus
familiares.
 Se intentará modificar el trabajo de la persona afectada, para que pueda seguir
trabajando en la medida de lo posible.
 En caso de gravedad máxima, se activarán los protocolos de intervención urgente según
marca la ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Conclusión

El alcoholismo en el ámbito laboral no se trata de un tema de poca imprtancia, pues conlleva


peligros graves como el aumento de las posibilidades de tener un accidente laboral, y perjuicios
para la empresa y los compañeros, además de la disminución del rendimiento del trabajador en
su puesto de trabajo. Y es por ello que es importante tomar medidas tanto de prevención como
de actuación para que el problema desaparezca lo antes posible.
El estrés

El estrés laboral es aquel que se produce debido a la excesiva presión que tiene lugar en el entorno
de trabajo. Generalmente es consecuencia del desequilibrio entre la exigencia laboral
(también propia) y la capacidad o recursos disponibles para cumplirla eficientemente.
Aunque en ocasiones, también puede originarse por factores completamente ajenos al trabajador.
Los síntomas pueden ir desde un ligero mal humor hasta graves depresiones, y casi siempre suelen
ir acompañadas de un cierto agotamiento y debilidad física.

Estrés laboral

Es un proceso que surge a partir de la aparición de una serie de exigencias ambientales que
percibe un individuo y ante las cuales debe presentar una solución adecuada a través de su
capacidad de respuesta.

El estrés puede causar importantes daños sobre la salud, si se sufre durante un tiempo
prolongado. En algunos casos, el estrés puede incrementar la concentración de los
trabajadores y permite alcanzar las metas fijadas.

El estrés-laboral se asocia a emociones negativas como la depresión, ansiedad e ira. Es


causante de importantes consecuencias negativas tanto psíquicas como físicas en los
trabajadores, lo que ocasiona que su calidad de vida se vea mermada. Por todo esto, es
fundamental llevar un control continuo sobre el estrés de los trabajadores de la organización.

Algunos de los síntomas físicos ocasionados por el estrés son:  dolor de cabeza, perturbación
del sueño, dolor muscular,  disminución de peso, gastritis o fatiga crónica, etc.

El estrés afecta a la conducta y da lugar a comportamientos violentos, absentismo laboral,


exceso de consumo de diversas sustancias como café, tabaco, alcohol, etc.

Para prevenir o controlar el estrés:

– Tener una dieta equilibrada y utilizar el tiempo libre.


– Tener aproximadamente unas ocho horas de sueño y disfrutar de las vacaciones y fines de
semana.
– Hacer deporte, esto favorece la relajación e incrementa la satisfacción personal y con ello la
autoestima.
– Establecer  horarios de trabajo y descanso.
– Hacer frente a los problemas y decidir cuál es la solución más lógica tras analizar todas las
alternativas posibles.
– Comprender que la ansiedad es un estado natural, como ocurre con el miedo o la alegría.
– Admitir los errores y los logros.
– Reforzar las conductas positivas y transformar las conductas negativas de las personas que
nos rodean.
– Aprender técnicas de relajación, leer libros o practicar habilidades sociales para ser capaces
de controlar las situaciones de estrés.

¿Cuáles son las causas del estrés laboral?

Las más comunes son:

 Excesiva responsabilidad en el trabajo.
 Demasiada carga de trabajo.
 Relaciones humanas problemáticas.
 Condiciones laborales insatisfactorias.

Por supuesto, estos factores no afectan de la misma forma a todas las personas. Existen individuos
que pueden soportar perfectamente una gran carga de trabajo y sin embargo no son capaces de
sobrellevar una gran responsabilidad. O puede darse el caso de empleados que trabajen mejor bajo
una gran responsabilidad. También existen las personas que son capaces de sustraerse y no
dejarse afectar por un mal ambiente entre compañeros, mientras que para otros, esta situación
puede volverse insostenible.

¿Cuáles son las consecuencias del estrés laboral?

La palabra estrés la empleamos con gran ligereza. Ha llegado a formar parte del vocabulario de
todos. Todas la usamos constantemente. Sin embargo esto es un error, ya que tener estrés no es
cualquier cosa. Sus consecuencias pueden llegar a ser graves.

Desde el punto de vista de la persona afectada, el estrés laboral puede ocasionar:

 Enfermedades y patologías.
 Problemas motores y cognitivos.
 Transtornos variados, desde inmunológicos hasta sexuales.
 Transtornos psicológicos graves que, en ocasiones, puede llevar al suicidio.

Desde el punto de vista de las empresas, el estrés laboral es un elemento a tener muy en cuenta,
ya que sus efectos también pueden ser graves:

 Descenso acentuado de la productividad.


 Ausentismo
 Alta rotación de empleados, lo que impide que se genere una cultura organizativa
favorable.
 Disminución en la calidad del servicio/producto.

¿Cómo prevenir el estrés laboral?

Afortunadamente, se conoce bien medidas que funcionan a la hora de prevenir e incluso paliar el
estrés laboral. Algunas de ellas son:
 Dieta equilibrada. Esto es imprescindible.
 Ejercicio físico regular.
 Desconectar completamente del trabajo una vez que salimos de la oficina.
 Tratar de acostarse siempre a la misma hora y no dormir menos de seis horas.
 Siempre que se pueda, tomarse un respiro, por medio de unas vacaciones. Pueden ser
cortas, puede tratarse de una escapada de la ciudad cualquier fin de semana.

Hemos visto más arriba las graves consecuencias que para las empresas puede significar que sus
empleados sufran de estrés laboral. Resulta vital para el buen funcionamiento de la empresa que
sus empleados estén satisfechos, así que a todos los empresarios les conviene estar atentos a este
problema. Es obligación de los directivos cuidar de la salud ocupacional de sus
trabajadores. Y el estrés laboral es una realidad mucho más común y peligrosa de lo que nos
pensamos.

ANSIEDAD EN EL TRABAJO

Podríamos definir la ansiedad como la respuesta fisiológica de alarma, para escapar o luchar


ante una amenaza. Hablamos de ansiedad laboral  cuando ésta se produce en un ambiente
laboral.
Es un estado de ánimo, de inquietud emocional que puede acabar por bloquearlos y limitar sus
capacidades para trabajar. Por ello, resulta vital conocer en profundidad este tema y
su prevención.

Cuáles son los tipos de ansiedad


Hay dos tipos de ansiedad:

 Ansiedad razonable: Cuya intensidad es acorde con la situación (objetivamente


peligrosa) y finaliza con la misma. Por ejemplo, ante una situación peligrosa, podemos
echar a correr
 Ansiedad no razonable o patológica: Cuya intensidad no es acorde con la situación
objetiva, suele ser  muy alta, duradera y se mantiene aún cuando acaba la situación. Es
decir, hacemos una interpretación de la realidad no adecuada y vemos situaciones
peligrosas, síntomas o pensamientos irreales.Por ejemplo, cuando no nos vemos
capaces de afrontar una nueva responsabilidad, situación o cargo en el trabajo y nos
tensionamos de forma desequilibrada.
 Causas de la ansiedad: No hay una sola causa de ansiedad. Puede provenir de
cuestiones de origen personal, de origen profesional, de una mezcla de ambas.

 En el trabajo: En lo referente al trabajo, y dejando claro que el trabajo en sí no es malo


o perjudicial para la salud, la ansiedad puede producirse de distintas maneras:

 Una comunicación escasa.


 Inadecuadas políticas de seguridad y salud.
 Escasa participación en la toma de decisiones.
 Poco control sobre el trabajo que se realiza.
 Alta exigencia laboral (interna o externa).
 Horarios demasiado estrictos y poco flexibles.
 Indefinición de roles.
 Tareas poco claras, confusas o incoherentes.
 Una inadecuada carga de trabajo (tanto la poca arga como la sobrecarga pueden ser
causantes de ansiedad y estrés
 Acoso laboral.
 Miedo a cometer errores, a la evaluación negativa o a perder nuestro trabajo, porque
no tengamos estabilidad de cara al futuro.
 Mala relación con nuestro jefe o algún compañero, o, directamente, porque nos
enfrentamos todos los días a un ambiente conflictivo.
 Exceso de perfeccionismo.
 Tendencia exagerada a controlar.
 Mala organización del trabajo.
Puede haber, como vemos, ansiedad razonable y ansiedad no razonable; ya que podemos ser
víctimas de un catastrofismo o anticipación negativa e interpretar que no estaremos a la altura
de las circunstancias o las demandas de la empresa.

Los trastornos de ansiedad generan daños al empleado (sobre todo) y a la empresa; ya que
tienen como consecuencia una bajada en la productividad de la misma.

Según la OMS los trastornos de ansiedad y depresión suman un 30% a las pérdidas
económicas anuales para las empresas.

Síntomas de la ansiedad
Los síntomas también pueden ser de distinto origen,  tipo y de diferentes formas; podemos
encontrarnos con síntomas psíquicos, físicos o  sociales.

 Físicos: como taquicardias, palpitaciones, opresión en el pecho, musculatura tensa,


desorden alimenticio, sensación de mareo, inestabilidad, digestiones molestas,
cansancio, alteraciones de sueño o de respuesta sexual, escalofríos o sudoración
excesiva,
 Psicológicos: sensación de amenaza o peligro, inseguridad, dificultad para tomar
decisiones, sospechas, despersonalización, bloqueos, impulsividad, dificultades en la
atención, concentración, perdidas de memoria, descuidos y despistes, pensamientos
irreales o distorisionados, obsesión por el perfeccionismo, insomnio.
 Sociales: aislamiento, dificultades para expresar opiniones, falta de recursos para
defender los derechos, temor excesivo a posibles conflictos, irritabilidad. 
 La fobia social es conocida como de los mayores signos de ansiedad por trabajo. Se
nota porque te surge miedo al tener que comunicarte en público o al pensar que te
pueden estar mirando.
No todas las personas tienen los mismos síntomas, ni intensidad de los mismos. Depende de la
predisposición biológica y/o psicológica, del conocimiento de distintas herramientas para evitar
la ansiedad, de la duración en el tiempo.

Qué consecuencias tiene la ansiedad en el trabajo


La ansiedad en el trabajo provoca una serie de consecuencias en nosotros.

Excesiva preocupación, que puede producirse por un nivel alto de autoexigencia, por un
excesivo perfeccionismo o por miedo a una valoración negativa de uno mismo o del trabajo que
realiza.

Cansancio o agotamiento, producido por un constante estado de tensión.

Comprobación excesiva de tareas: A veces, por nuestro carácter obsesivo, inseguro,


perfeccionista o por nuestro miedo a equivocarnos, tendemos a revisar todo de forma
constante. Si nuestra carga de trabajo es excesiva o inadecuada este exceso de comprobación
puede crearnos aún más ansiedad y estrés.

Lentitud: La revisión constante de tareas retrasa más nuestro ritmo. Esa lentitud retroalimenta
nuestro estado de ansiedad, ya que nos resta tiempo para cumplir con el resto de actividades.

No desconectar: Estaremos constantemente atentos a las tareas que nos encomiendan y


pendientes de responder lo antes posible ante cualquier demanda.

Insomnio: Quizá puede que nos cueste dormir o nos despertemos de forma repetida pensando
en el trabajo .

Inseguridad: Por mucho de que te intenten convencer de que eres bueno en el trabajo, nunca
terminas de creértelo.

Excesiva sensibilidad: Con los trastornos de ansiedad es probable que estemos más sensible


con nuestros compañeros de trabajo y las personas que nos rodean

Si realmente te estás sintiendo mal y te sientes identificado. Te aconsejamos que acudas a un


médico.

Técnicas de tratamiento
Las técnicas más eficaces para el tratamiento de la ansiedad que se usan habitualmente en la
terapia son las psicológicas cognitivas, de relajación de la actividad fisiológica, técnicas
centradas en la conducta y técnicas farmacológicas.

Técnicas psicológicas cognitivas
Cuya finalidad es entrenar al individuo en técnicas que mejoran su capacidad de
autoobservación y autocorrección de sus pensamientos, su conducta y sus emociones.

Dentro de estas técnicas podemos encontrar las que:

 Entrenan al individuo para interpretar situaciones de una manera menos ansiógena.


 Las que recurren al entrenamiento de las personas en habilidades especiales, como la
solución de problemas, la toma de decisiones, etc.
 Técnicas cognitivas que enseñan a identificar pensamientos negativos, errores en la
interpretación de la realidad, tendencias personales que generan ansiedad, etc., para
después enseñar a cambiar estas tendencias o procesos.

Técnicas de relajación de la actividad fisiológica


Son técnicas que enseñan a las personas a relajarse, a disminuir la activación fisiológica, a
soltar los músculos, a respirar correctamente, imaginar, etc. Hay que practicarlas todos los
días.

Dentro de estas técnicas están las de muscular progresiva, respiración, imaginación, etc.

Técnicas centradas en la conducta


En las que se considera necesario de exponerse a las situaciones temidas, acercándose a los
estímulos que provocan la ansiedad (bajo situación de control).

Todo ello bajo el principio de aproximaciones sucesivas (poco a poco) y el principio del refuerzo
(es importante premiarse por los éxitos, y corregir ante los fracasos, en lugar de castigarse).

Además, algunas técnicas enseñan al sujeto habilidades personales o sociales para


enfrentarse mejor a las situaciones ansiógenas.

Técnicas farmacológicas
Los ansiolíticos, conocidos también como tranquilizantes menores, son
fármacos psicotrópicos con acción depresora del sistema nervioso central, que disminuyen o
eliminan los síntomas de la ansiedad esperando no producir sedación o sueño.

Están incluidos dentro de la categoría de fármacos ansiotrópicos. Es decir, son un tipo de


fármacos que reducen los síntomas de ansiedad rápidamente. Con ellos no se aprende a
controlar la ansiedad.

Los tratamientos farmacológicos deben ir acompañados de técnicas cognitivo-conductuales;


estar prescritos y revisados por personal competente para ello; y complementados con un
tratamiento de tipo psicológico.
Prevención de la ansiedad
Todos estamos expuestos a sufrir ansiedad laboral. Lo crucial es identificarla y evitarla con
medidas o consejos cotidianos para aplicar en nuestra vida diaria.

 Ser conscientes: Para enfrentar cualquier problema es clave nuestra capacidad de


análisis y reflexión. Debemos pensar con calma.

 Gestión del tiempo: Algunos problemas de ansiedad vienen por falta de organización
y mala gestión del tiempo.Es crucial dedicar tiempo a todas las áreas de nuestra
vida. No hay que dejar que la parte laboral absorba al ocio, vida social, etc. Es
recomendable no llevar trabajo a casa, para continuar trabajando después de la jornada
laboral. Solo así evitaremos focalizar todas nuestras energías en una sola cosa.

 Ejercicio físico: Además de ayudarnos para tener una buena salud física y mental, el
ejercicio físico también nos ayuda a desconectar del trabajo. Las virtudes del ejercicio
físico son numerosas, también para reducir la ansiedad laboral.

Estar activos nos ayudará a quemar energías negativas, a relajarnos y a sentirnos mejor. Es
crucial la práctica moderada de algún deporte, o bien andar todos los días, al menos 30
minutos al día

 Entretenimiento, ocio o apoyo social:Si estamos en casa y estamos pensando en el


trabajo, la ansiedad nos acompañará noche y día. Si nos cuesta relajarnos, siempre es
recomendable entretenerse con nuestro hobby favorito, con lectura, música, cine…
Debemos fomentar las relaciones sociales como alternativa al trabajo

 Evitar el sentimiento de culpabilidad: Cuando estemos haciendo una actividad que


disfrutamos, nos deberemos entregar plenamente a ella. Desconectar es una actividad
tan importante como atender a las obligaciones.

 Pedir ayuda a un experto, a un profesional: Sí nos desborda nuestra situación


emocional debemos buscar opinión de un experto que nos ayude; debemos consultar
con un psicólogo. Un especialista en ansiedad puede valorar nuestro caso y establecer
una terapia adecuada.

 Descanso:Dormir bien es importante. De la misma manera que es importante tener


tiempo de ocio y descanso (como decíamos antes) en vacaciones y los fines de semana

 Resolución de problemas: Podemos tener muchos conocimientos pero si no pasamos


a la acción, no sirven de nada. No debemos posponer los problemas, NO debemos
procrastinar. NO debemos dejar pasar los problemas; hay que afrontarlos de forma
natural.

 La toma de decisiones es importante:Hay que seguir un proceso lógico:


planteamiento del problema; análisis de alternativas; elección de la mejor o la menos
mala

 Aprender a decir no.


 Aprender habilidades sociales.
 Dieta adecuada.
 El desarrollo de buenos hábitos alimentarios que condicionan el estado nutricional del
individuo constituye una medida aconsejable para la prevención.
 Evita los estimulantes como el azúcar , la cafeína o la nicotina

Cómo controlar la ansiedad

  Distrae tu atención en algo distinto de lo que te está pasando. A veces, resulta útil
contar hacia atrás o pensar en algo que nos suela resultar agradable o relajante.
 Recuerda que los síntomas son una reacción al estrés. Debemos ser conscientes de
que, muchas veces, son reacciones de nuestro organismo que no son amenazantes ni
peligrosas.
 Controla la respiración. Cuando la respiración se hace consciente para nosotros y se
acelera, se produce lo que se conoce como “hiperventilación”. Eso lleva a un
desequilibrio entre la cantidad de oxígeno y la de CO2, aumentando mucho el primero y
disminuyendo enormemente el segundo.
 Respirar de forma consciente, cogiendo y soltando el aire de manera controlada
mejora la situación. Fruncir los labios como intentando soplar una vela puede ser útil.
Además, respirar dentro de una bolsa de papel durante unos minutos es efectivo para
algunas personas.
Las crisis de ansiedad suelen durar entre 15 minutos y media hora. Si no han mejorado en
media hora o aparecen síntomas nuevos, o van en aumento, hay que acudir a urgencias.

Baja por ansiedad


Si crees que tienes ansiedad en el trabajo y necesitas una baja laboral, habría que acudir a un
médico de la Seguridad Social. Será el médico el que analizará la situación, realizará el
diagnóstico y valorará la pertinencia de una baja laboral o no.

Somos nosotros los que debemos recurrir a un psicólogo, a un médico o a un experto en tema
cuando veamos algún indicio de ansiedad.

La baja por ansiedad no tiene, lógicamente una duración determinada; dependerá de la


evolución de cada trabajador o trabajadora.
FRUSTRACION
Se entiende como frustración laboral o profesional a aquel sentimiento de insatisfacción
presente en algunos trabajadores que no logran cumplir determinadas metas laborales propias
de su puesto o demandadas por sus empleadores.

Entre las consecuencias negativas que trae la frustración, se encuentra la poca estabilidad
emocional que genera en el empleado, lo que a su vez repercute aún más en su desempeño
(desgano).

Entendida como un estado de insatisfacción personal, causado por el no cumplimiento de uno


o más deseos, expectativas, metas u objetivos, la frustración en el ámbito laboral es una
problemática cada vez más común en estos tiempos.

“Dado el ritmo de vida actual y los niveles de competitividad existentes, los profesionales están
constantemente sometidos a presiones, sobre todo por las metas laborales que deben alcanzar
para cumplir tanto sus propias expectativas como las de la empresa. Cuando no se tiene éxito
en ello, pueden surgir en el individuo diferentes sentimientos, tales como desánimo, rabia y/o
pena, entre otros.

En ese escenario, estamos frente a un caso de frustración”.


Asimismo, la profesional advierte que la frustración puede ser una etapa previa a cuadros más
complejos como, por ejemplo, el estrés. Adicionalmente, señala que es fundamental darse
cuenta de las reales razones que inciden en que una persona no cumpla sus objetivos en el
trabajo y se frustre.

“Entonces, un empleado puede estar desmotivado, cansado o, por el contrario, andar enojado
o con un ánimo disminuido ya sea porque no tiene las competencias adecuadas para el cargo
que ocupa; porque se establece metas o expectativas muy elevadas; por su autoexigencia y
perfeccionismo;  debido a que su organización no cuenta con la infraestructura óptima para
hacer su trabajo; o, simplemente, porque la metodología de trabajo o estructura de la empresa
no se ajusta a su perfil. Estas son algunas situaciones en que un individuo puede sentir
frustración”, agrega.

Entre las consecuencias negativas que trae la frustración;


 la poca estabilidad emocional que genera en el empleado, lo que a su vez repercute aún
más en su desempeño (desgano) y productividad, como en su relación con sus colegas
y jefes (ira).

Es por ello que la especialista entrega una serie de recomendaciones para que un
trabajador maneje, adecuadamente, los posibles episodios de frustración a los que se vea
expuesto:

1. Elegir una empresa y cargo que se ajusten al perfil.


2. Establecer metas alcanzables.
3. Priorizar las tareas a ejecutar.
4. Trabajar en forma colaborativa.
5. Ser paciente y tolerante con los fracasos.
6. Tomar las críticas y errores en forma constructiva, como aprendizaje.
7. Claridad en la comunicación con sus jefaturas.
8. Capacidad para pedir ayuda en el momento oportuno.
9. Motivación de logro y perseverancia.
10. Analizar las problemáticas con perspectiva, de manera de no entramparse, y focalizarse en
la resolución de problemas.

Imágenes de frustración

Alcohol

Estrés
Ansiedad

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