Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
En esta hora nos enfocaremos específicamente en el ámbito laboral, ya que aquí también se
dan estos riesgos; por lo mismo pensaremos en que debemos hacer si detectamos que un
compañero tiene este problema.
En primer lugar; debemos recordar que todos los debemos asumir una responsabilidad
Los trabajadores, ya que en este sentido, podemos prevenir un accidente y proteger la vida
de la o el compañero o de terceras personas.
Las empresas en este caso el Hospital donde nos desempeñamos, ya que estas deben
jugar un papel activo y facilitador ante estas situaciones.
2. La intervención temprana, reducen los daños personales, tanto a nivel de salud física como
psicológica, también otorga menos tiempo para el deterioro de las relaciones laborales,
familiares y sociales.
3. Cuanto menor es el daño, más fácil es la recuperación”, por lo que podemos comenzar
ayudar;
hay que avisar a la figura de referencia en cuestiones de salud laboral en el trabajo
para hacer una intervención temprana y ser atendido por los profesionales sanitarios”.
En estos casos la empresa debe aprovechar esta ocasión para realizar talleres o
charlas explicativas de los riesgos tanto personales como profesionales
derivados del consumo de alcohol en el trabajo.
realizar intervenciones grupales y de puesta en común para romper con los falsos
mitos y creencias y aportar información veraz sobre el consumo de alcohol a todos los
trabajadores.
4. Respecto a si es mejor intentar hablar primero con el compañero, depende del grado de
confianza que se tenga con el compañero. (debe valorarse en cada caso en particular);
si la relación con el compañero es buena y estrecha, es recomendable acudir a él y
expresarle nuestra preocupación y ofrecerle acompañamiento para buscar ayuda.
Si no se tiene confianza suficiente con esta persona, lo mejor es acudir al médico de
empresa o de prevención de riesgos laborales, siempre manteniendo la mayor
confidencialidad posible para con la persona en cuestión”.
“Es muy habitual que las personas se posicionen de modo defensivo y se
sientan atacadas, por lo que solemos recomendar tratarlo desde un acercamiento
tranquilo, individualmente si es posible y sobre todo dejando clara la intención de
ayudar”.
¿Qué factores aumentan el consumo de alcohol?
Otras causas que llevan a una persona a beber en su entorno laboral son diversas e incluyen:
Factores relacionados con la propia persona: tolerancia a la frustración y su estado de
ánimo, la presencia de conflictos interpersonales y familiares, vivir en un entorno de consumo,
cómo emplea el ocio y tiempo libre, la disposición o no de estrategias y hábitos de salud
adecuados, etc.
Elementos del propio trabajo o de las propias organizaciones: factores relativos a las
condiciones de trabajo como estrés, excesiva carga de trabajo, jornadas demasiado
largas, y turnos rotativos, realizar tareas rutinarias y repetitivas. Trabajar en un entorno laboral
de tolerancia respecto al consumo.
Factores relativos a la insatisfacción con el entorno y las condiciones económicas: la
valoración de los superiores e iguales no es la que se espera, existen problemas con la
autoridad/liderazgo organizativa, surgen sentimientos de incapacidad para las tareas que hay
que desempeñar, la remuneración no está ajustada a las funciones que se realizan, existe un
clima tenso o inadecuado en el trabajo, entre otros.
Además, factores relacionados con la precariedad laboral: contratos temporales que pueden
dificultar la planificación del futuro y que genera a las personas incertidumbre y malestar
emocional.
Respecto a si hay trabajos que propician que el consumo de alcohol sea mayor que en otros,
esto indica que aunque el riesgo es multidimensional, “un estudio desarrollado por el
Observatorio Español de la Drogas y las Toxicomanías señala que los sectores productivos
con una mayor presencia de consumo de riesgo de alcohol son la construcción, agricultura
pesca y ganadería, así como el sector de la hostelería”.
Por otro lado, Robles recuerda que algunos expertos opinan que la actividad laboral
parece tener una actividad preventiva o rehabilitadora del trastorno por consumo de
alcohol. “Por ello se observa que los parados consumen mayor cantidad que los trabajadores
en activo, sea cual sea su edad. Esta relación desempleo-consumo de alcohol parece ser
bidireccional puesto que el consumo de alcohol durante la jornada laboral puede conllevar el
despido y también la persona desempleada consume mayor cantidad de alcohol con finalidad
evasiva”.
Alcoholismo fuera del entorno laboral
Resulta evidente que si un trabajador consume alcohol de manera regular, aunque este
consumo se produzca fuera del horario de trabajo, terminará afectando al entorno laboral.
Los síntomas que alertan de un posible abuso de alcohol son las siguientes:
Políticas de actuación
Estas políticas deben abarcar desde la información hasta la asistencia a trabajadores que la
necesiten, buscando cambiar las actitudes de éstos para que tengan presentes las
consecuencias de estos abusos.
Programas de prevención
La gran importancia de actuar en los casos de alcoholismo laboral se deriva de las graves
consecuencias que puede suponer para el trabajador el hecho de presentar embriaguez en el
puesto de trabajo. Por ello, los programas de prevención deberían realizarse en todas las
empresas, independientemente de su tamaño. A pesar de lo que pueda parecer, los costes
derivados del consumo de alcohol en el lugar de trabajo supera ampliamente los que puedan
derivarse de programas de prevención y apoyo a los empleados.
Por ello, se recomienda establecer programas de prevención, en lugar de esperar para actuar a
que se produzca una crisis provocada por el consumo de alcohol por parte del trabajador.
Protocolo de actuación
Es importante destacar que la política anti alcohol de la empresa no debe ser perseguir
sino contribuir a mejorar sus condiciones de salud, abordando el problema, en principio
desde una perspectiva positiva, no sancionadora, considerando el despido como última opción.
Conclusión
El estrés laboral es aquel que se produce debido a la excesiva presión que tiene lugar en el entorno
de trabajo. Generalmente es consecuencia del desequilibrio entre la exigencia laboral
(también propia) y la capacidad o recursos disponibles para cumplirla eficientemente.
Aunque en ocasiones, también puede originarse por factores completamente ajenos al trabajador.
Los síntomas pueden ir desde un ligero mal humor hasta graves depresiones, y casi siempre suelen
ir acompañadas de un cierto agotamiento y debilidad física.
Estrés laboral
Es un proceso que surge a partir de la aparición de una serie de exigencias ambientales que
percibe un individuo y ante las cuales debe presentar una solución adecuada a través de su
capacidad de respuesta.
El estrés puede causar importantes daños sobre la salud, si se sufre durante un tiempo
prolongado. En algunos casos, el estrés puede incrementar la concentración de los
trabajadores y permite alcanzar las metas fijadas.
Algunos de los síntomas físicos ocasionados por el estrés son: dolor de cabeza, perturbación
del sueño, dolor muscular, disminución de peso, gastritis o fatiga crónica, etc.
Excesiva responsabilidad en el trabajo.
Demasiada carga de trabajo.
Relaciones humanas problemáticas.
Condiciones laborales insatisfactorias.
Por supuesto, estos factores no afectan de la misma forma a todas las personas. Existen individuos
que pueden soportar perfectamente una gran carga de trabajo y sin embargo no son capaces de
sobrellevar una gran responsabilidad. O puede darse el caso de empleados que trabajen mejor bajo
una gran responsabilidad. También existen las personas que son capaces de sustraerse y no
dejarse afectar por un mal ambiente entre compañeros, mientras que para otros, esta situación
puede volverse insostenible.
La palabra estrés la empleamos con gran ligereza. Ha llegado a formar parte del vocabulario de
todos. Todas la usamos constantemente. Sin embargo esto es un error, ya que tener estrés no es
cualquier cosa. Sus consecuencias pueden llegar a ser graves.
Enfermedades y patologías.
Problemas motores y cognitivos.
Transtornos variados, desde inmunológicos hasta sexuales.
Transtornos psicológicos graves que, en ocasiones, puede llevar al suicidio.
Desde el punto de vista de las empresas, el estrés laboral es un elemento a tener muy en cuenta,
ya que sus efectos también pueden ser graves:
Afortunadamente, se conoce bien medidas que funcionan a la hora de prevenir e incluso paliar el
estrés laboral. Algunas de ellas son:
Dieta equilibrada. Esto es imprescindible.
Ejercicio físico regular.
Desconectar completamente del trabajo una vez que salimos de la oficina.
Tratar de acostarse siempre a la misma hora y no dormir menos de seis horas.
Siempre que se pueda, tomarse un respiro, por medio de unas vacaciones. Pueden ser
cortas, puede tratarse de una escapada de la ciudad cualquier fin de semana.
Hemos visto más arriba las graves consecuencias que para las empresas puede significar que sus
empleados sufran de estrés laboral. Resulta vital para el buen funcionamiento de la empresa que
sus empleados estén satisfechos, así que a todos los empresarios les conviene estar atentos a este
problema. Es obligación de los directivos cuidar de la salud ocupacional de sus
trabajadores. Y el estrés laboral es una realidad mucho más común y peligrosa de lo que nos
pensamos.
ANSIEDAD EN EL TRABAJO
Los trastornos de ansiedad generan daños al empleado (sobre todo) y a la empresa; ya que
tienen como consecuencia una bajada en la productividad de la misma.
Según la OMS los trastornos de ansiedad y depresión suman un 30% a las pérdidas
económicas anuales para las empresas.
Síntomas de la ansiedad
Los síntomas también pueden ser de distinto origen, tipo y de diferentes formas; podemos
encontrarnos con síntomas psíquicos, físicos o sociales.
Excesiva preocupación, que puede producirse por un nivel alto de autoexigencia, por un
excesivo perfeccionismo o por miedo a una valoración negativa de uno mismo o del trabajo que
realiza.
Lentitud: La revisión constante de tareas retrasa más nuestro ritmo. Esa lentitud retroalimenta
nuestro estado de ansiedad, ya que nos resta tiempo para cumplir con el resto de actividades.
Insomnio: Quizá puede que nos cueste dormir o nos despertemos de forma repetida pensando
en el trabajo .
Inseguridad: Por mucho de que te intenten convencer de que eres bueno en el trabajo, nunca
terminas de creértelo.
Técnicas de tratamiento
Las técnicas más eficaces para el tratamiento de la ansiedad que se usan habitualmente en la
terapia son las psicológicas cognitivas, de relajación de la actividad fisiológica, técnicas
centradas en la conducta y técnicas farmacológicas.
Técnicas psicológicas cognitivas
Cuya finalidad es entrenar al individuo en técnicas que mejoran su capacidad de
autoobservación y autocorrección de sus pensamientos, su conducta y sus emociones.
Dentro de estas técnicas están las de muscular progresiva, respiración, imaginación, etc.
Todo ello bajo el principio de aproximaciones sucesivas (poco a poco) y el principio del refuerzo
(es importante premiarse por los éxitos, y corregir ante los fracasos, en lugar de castigarse).
Técnicas farmacológicas
Los ansiolíticos, conocidos también como tranquilizantes menores, son
fármacos psicotrópicos con acción depresora del sistema nervioso central, que disminuyen o
eliminan los síntomas de la ansiedad esperando no producir sedación o sueño.
Gestión del tiempo: Algunos problemas de ansiedad vienen por falta de organización
y mala gestión del tiempo.Es crucial dedicar tiempo a todas las áreas de nuestra
vida. No hay que dejar que la parte laboral absorba al ocio, vida social, etc. Es
recomendable no llevar trabajo a casa, para continuar trabajando después de la jornada
laboral. Solo así evitaremos focalizar todas nuestras energías en una sola cosa.
Ejercicio físico: Además de ayudarnos para tener una buena salud física y mental, el
ejercicio físico también nos ayuda a desconectar del trabajo. Las virtudes del ejercicio
físico son numerosas, también para reducir la ansiedad laboral.
Estar activos nos ayudará a quemar energías negativas, a relajarnos y a sentirnos mejor. Es
crucial la práctica moderada de algún deporte, o bien andar todos los días, al menos 30
minutos al día
Distrae tu atención en algo distinto de lo que te está pasando. A veces, resulta útil
contar hacia atrás o pensar en algo que nos suela resultar agradable o relajante.
Recuerda que los síntomas son una reacción al estrés. Debemos ser conscientes de
que, muchas veces, son reacciones de nuestro organismo que no son amenazantes ni
peligrosas.
Controla la respiración. Cuando la respiración se hace consciente para nosotros y se
acelera, se produce lo que se conoce como “hiperventilación”. Eso lleva a un
desequilibrio entre la cantidad de oxígeno y la de CO2, aumentando mucho el primero y
disminuyendo enormemente el segundo.
Respirar de forma consciente, cogiendo y soltando el aire de manera controlada
mejora la situación. Fruncir los labios como intentando soplar una vela puede ser útil.
Además, respirar dentro de una bolsa de papel durante unos minutos es efectivo para
algunas personas.
Las crisis de ansiedad suelen durar entre 15 minutos y media hora. Si no han mejorado en
media hora o aparecen síntomas nuevos, o van en aumento, hay que acudir a urgencias.
Somos nosotros los que debemos recurrir a un psicólogo, a un médico o a un experto en tema
cuando veamos algún indicio de ansiedad.
Entre las consecuencias negativas que trae la frustración, se encuentra la poca estabilidad
emocional que genera en el empleado, lo que a su vez repercute aún más en su desempeño
(desgano).
“Dado el ritmo de vida actual y los niveles de competitividad existentes, los profesionales están
constantemente sometidos a presiones, sobre todo por las metas laborales que deben alcanzar
para cumplir tanto sus propias expectativas como las de la empresa. Cuando no se tiene éxito
en ello, pueden surgir en el individuo diferentes sentimientos, tales como desánimo, rabia y/o
pena, entre otros.
“Entonces, un empleado puede estar desmotivado, cansado o, por el contrario, andar enojado
o con un ánimo disminuido ya sea porque no tiene las competencias adecuadas para el cargo
que ocupa; porque se establece metas o expectativas muy elevadas; por su autoexigencia y
perfeccionismo; debido a que su organización no cuenta con la infraestructura óptima para
hacer su trabajo; o, simplemente, porque la metodología de trabajo o estructura de la empresa
no se ajusta a su perfil. Estas son algunas situaciones en que un individuo puede sentir
frustración”, agrega.
Es por ello que la especialista entrega una serie de recomendaciones para que un
trabajador maneje, adecuadamente, los posibles episodios de frustración a los que se vea
expuesto:
Imágenes de frustración
Alcohol
Estrés
Ansiedad