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Desde el punto de vista nacionalista, debemos atender al hecho de que la nación

está en peligro y deben centrarse los esfuerzos del conjunto societal para ganar
poder y riqueza; y asi salvaguarse de los peligros que entraña el sistema
internacional en el extranjero con las debilidades que acarrea no preparar a la
economía con una verdadera fuerza industrial que involucra a capital y trabajo en
sincronía para atender a las necesidades de armamentos e industria que logre hacer
posible una sustentabilidad propia en tiempos díficiles, sin depender de otras
naciones. Si se concentran esfuerzos en la lucha clasista se perderán estériles
fuerzas que se necesitan en la construcción de la fuerza del Estado.. Y si bien
parece cierto distinguir que en el seno siempre societal siempre está
configurándose una lucha de poder por conducir la política en el intento de
adueñándose del Estado para que sirva a sus propios intereses y no a los del
conjunto mayoritario, convirtiendo los intereses del Estado, en gran medida, en los
intereses de la burguesía que detenta el poder en ese preciso momento histórico y
particular, también hay que tener en cuenta que todo esto es preciso admitir si no
queremos caer en el socialismo que asfixia la capacidad de desarrollo, la
competencia y la iniciativa privada. El Estado puede ser socio directo de los
interes privados si estos ayudan al fortalecimiento del propio Estado y al
desarrollo. Si el Estado ha de ordenar, controlar, interviendo y haciendo
planificación no debería abusarse de sus atributos allí donde ahogue ese mentado
desarrollo económico, y no se ponga a la par en peligro la soberanía de la nación.
Nosotros defendemos la limitada concepción del Estado pero siempre atendiendo a que
el Poder y la riqueza van de la mano y que no se puede ceder espacios a otros
actores en detrimento de las oportunidades que puedan crease con vuestra
intervención.

Donde Marx hablaba de clases sociales en lucha, Lenin hablaba además de Estados
nación como princiaples actores en pugna. Aquí el frente de batalla no es intra
societal sino internacional. Pero como nosotros creemos que la necesidad de
enfocarnos en la defensa común contra el extranjero precisa de tranquilizar el
frente interno, sin duda alguna el Estado debe ahondar en politicas redistributivas
que logren aminorar el conflicto social allí donde aqueje, logrando desarrollo que
vertebre a la sociedad y la ponga en saludable estado para poner el mentado capital
y trabajo al servicio de la nación para asegurar su futuro y preparla frente a las
amenazas y perturbaciones del exterior. Así, bienestar económico y defensa del
estado benefactor o social resguardando la paz interior son bienes necesarios para
la defensa y el sentido de unión nacional.

Si bien coincidimos con el marxismo desde sus raíces en que las relaciones sociales
son conflictivas, el marxismo no puede explicar lo que guía el interés nacional más
allá del beneficio económico que hay detrás. Así, las cuestiones del poder en la
consecución de una Política Exterior quedan sin dilucidar, o a medias, si sólo pasa
por el filtro de la economía como explicación primaria o exclusiva en los análisis.
Las relaciones entre Estados no se explican sólo por la economia o la
interdependencia económica en el plano interestal como arguye el Marxismo y el
Leninismo a posteriori. El sentido estratégico para la acumulación de poder es
ciertamente fundamental para entender el escenario de economia politica
internacional.

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