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TALLER BIBLICO “Una ventana entre la vida y la Biblia”.
TAREA 1 INICIACIÓN I
El parecido está en que para conocer un pueblo debemos conocer sus calles, sus plazas, las personas
que lo habitan, los monumentos, su situación geográfica etc. De igual manera al arribar a un pueblo
desconocido (Biblia) debemos buscar un guía para que nos explique sobre los aspectos más
importantes del lugar que vamos a conocer. A éste pueblo lo atraviesa un gran rio que es generador
de vida y es Jesús, él es quien fecunda la tierra, pero también en cada pueblo hay barrios (libros) con
muchas casas (capítulos), pero unos barrios tienen más casas que otros, más puertas, más ventanas
(versículos). En cada poblado ya sea antiguo o moderno debemos encontrar la belleza oculta de sus
calles, plazas y quienes lo habitan.
Dios y la inspiración del Espíritu Santo ha estado siempre presente en la humanidad, él ha ido
revelando a hombres y mujeres para que descubran su proyecto de salvación en los acontecimientos
que vivían y para que los transmitan con fidelidad a todas las generaciones, para ello se han utilizado
tres aspectos muy importantes como son: los Hechos, la Memoria y la Escritura.
Hacia el año 1250 a.C. es probable que se escribiera un poco sobre las leyes o mandamientos. En
tiempos del rey Salomón, por los años 950 a.C. un grupo de historiadores empezó a escribir algo del
Génesis, del Éxodo y de otros libros; hacia el año 620 a.C. se escribieron el Deuteronomio, Josué,
Jueces. Poco a poco se escribió el A. T. hasta la realización de la primera edición en hebreo, por parte
de Esdras, alrededor del año 450 a. C. La última edición del A. T. fue en el año 50 a. C.
Los momentos más importantes del N. T. fueron entre los años 50 – 70 d. C. se escribieron las Cartas
de Pablo. Entre el 70 y el 90 se redactaron los Evangelios y otras Cartas, y por el año 100 d. C. se
escribió el Apocalipsis. Todo esto indica que la Biblia tardó en escribirse, tal como la encontramos
ahora, unos 1350 años.
TALLER BIBLICO “Una ventana entre la vida y la Biblia”.
TAREA 1 INICIACIÓN I
Para hacer una lectura bíblica fiel, dinámica, viva y oportuna, necesitamos compañeros y guías que
nos acompañen en nuestro caminar. Jesús es el camino que nos lleva al Padre; y, La Santísima
Trinidad guía el estudio bíblico. Por lo tanto nuestros guías son: El Espíritu Santo, Jesucristo, La Iglesia
y La Comunidad Viva.
Jesús nos ha dado su Espíritu para que nos conduzca a la verdad total, y él mismo es el Compañero
de camino, en la lectura bíblica nos vamos a encontrar con muchos obstáculos: unos textos confusos,
otros aparentemente contradictorios, otros hasta escandalosos, etc. Ante ellos debemos apoyarnos
en la persona de Jesús y en su vida, en su pensamiento y en sus actitudes, pues so la llave que abre
el sentido último de la Biblia. En la Iglesia encontramos hermanos, Santos (as), Teólogos (as)
seguidores de Jesús que nos dejaron sus experiencias y reflexiones, a lo que llamamos tradición de La
Iglesia.
A diferencia de la inspiración que es algo interior en el ser humano, la revelación es poder mirar algo
que antes estaba oculto; es quitar el velo de algo o alguien para poder ver, mirar u observar. En éste
caso Dios nos ayuda a entender el misterio de la vida, del mundo y de la historia a través de su
palabra revelada por Jesucristo Hijo de Dios y Hombre perfecto.
Cada libro tiene su propio género literario; pero, dentro del mismo libro hay diversas formas
literarias. Entre los géneros literarios que se encuentran en la Biblia están: relatos históricos, sagas,
mitos, cuentos, querellas judiciales, fábulas, sermones, exhortaciones, confesiones de fe, parábolas,
sentencias proféticas, jurídicas o sapienciales, refranes, discursos, oraciones, cantos, cartas. Ejemplo:
el libro de Mc. Pertenece al género “evangelio”, pero contiene “parábolas”, “relatos históricos” y
otras formas literarias.