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UD 06 - SEGUIDORES SOLARES.
Los fototropismos se definen como movimientos que determinadas plantas experimentan para
recibir la máxima cantidad de luz solar posible y así optimizar el proceso de la fotosíntesis o la
maduración de las semillas que contienen. Dentro de estos tropismos, los heliotropismos son los
característicos de la planta del girasol, que como su propio nombre indica, sigue la trayectoria del
sol durante todas las horas de luz, girando constantemente su posición.
Analogía entre fototropismo presente en girasolares y seguidores solares para buscar la máxima radiación solar
Con el objeto de maximizar la energía eléctrica producida por paneles fotovoltaicos en las
“huertas solares”, así como en instalaciones solares térmicas de alta temperatura, el Hombre ha
“copiado” el comportamiento de la Naturaleza y ha concebido seguidores solares o heliostatos con
el mismo fin: buscar la máxima perpendicularidad entre placas solares y el movimiento del sol a
lo largo de todos los días del año, para aumentar la producción energética en comparación con
una instalación fija. A priori, parece demostrado que el uso de seguidores en instalaciones
solares, consigue incrementos notables en la producción eléctrica obtenida (hasta un 40%), lo
cual permite amortizar y superar ampliamente el sobrecoste que supone incorporarlos.
Análisis por elementos finitos, de las cargas soportadas por seguidor solar (fuente: Talleres Clavijo)
• Autómata de control: dispositivo electrónico programable que recibe las señales que los
sensores le envían, procesa tales señales conforme a los algoritmos de seguimiento solar
implementados, ordena realizar el giro correspondiente al motor o motores del seguidor y
habilita las alarmas y maniobras de protección si fuesen necesarias. Esto es, es el
“cerebro” de la instalación, quien ordena qué ángulo debe girar cada motor y en qué
sentido y quien decide si es menester aplicar algún mecanismo de seguridad (adopción de
posición horizontal del seguidor en caso de excesivo viento, por ejemplo). Para evitar su
deterioro por las adversas condiciones atmosféricas, suele ir encapsulado en una caja al
efecto con una determinada protección IP (frente salpicaduras, polvo, lluvia…)
Diseño en CAD de motor de giro y corona Juego motores-coronas para seguidor de 2 ejes
• Anemómetro y veleta: sensor que permite medir la velocidad y sentido del viento.
Aunque no es un dispositivo relacionado directamente con la producción fotovoltaica, tiene
una importancia clave en los seguidores solares por dos causas. De una parte, es sabido
que una adecuada ventilación de paneles fotovoltaicos provoca que disminuya menos su
eficiencia, con lo cual un buen nivel de aireación, obviamente favorece este efecto, hecho
que es inteligente medir. Y de otra parte, una excesiva velocidad del viento (tormentas,
ciclones, huracanes) puede poner en peligro la integridad de la propia instalación (sobre
todo debido al gran “efecto vela” que puede ejercer el conjunto de paneles fotovoltaicos).
1. Efemérides astronómicas: el autómata lee una base de datos con coordenadas solares
para cada día del año, en función de la latitud de la instalación, y da la orden al sistema
motorizado de que varíe la orientación del panel cada cierto tiempo. Dicho espaciado
temporal suele ser coincidente con un tiempo prudencial tras el cual hayan cambiado las
condiciones de radiación debido al movimiento del Sol. ¿Cada cuánto ocurre dicho cambio
en la altura y azimut solar? Pues realmente el cambio se produce en cada instante, pero
con el objetivo de plantear un transitorio razonable, se suele tomar un intervalo de tiempo
comprendido entre 6-10 minutos. Es decir, cada 6-10 minutos se supone que habrán
cambiado las condiciones de radiación solar y el seguidor adoptará otra posición.
2. Algoritmo de seguimiento MPPT: las siglas hacen mención a la expresión en inglés
“Maximum Power Point Tracking”, esto es, seguimiento del punto de máxima potencia. Se
puede conseguir, entre otros, mediante el método llamado P&O: perturbar y observar.
Básicamente, el autómata hace un seguimiento del punto más claro (conforme a los datos
que le suministre el sensor de radiación) y ordena el giro del campo fotovoltaico hacia esa
posición. El flujograma de toma de decisiones del autómata se basa, en resumen, en
comparar el resultado de una perturbación en la radiación (debida al movimiento natural
del Sol) con respecto a la situación inmediatamente anterior. Si dicha modificación implica
una ganancia en la radiación, será interesante movilizar todos los paneles en la dirección
espacial en la cual se haya producido, para así incrementar la ganancia energética. Esta
técnica es más costosa que la primera, pero a priori, se podría decir que es fidedigna a las
condiciones climatológicas que se presenten en la realidad.
Por último, en lo referente a los ángulos de giro en los cuales pueden moverse los seguidores,
independientemente del algoritmo de seguimiento empleado, se puede constatar que existen tres
tipologías de seguimiento:
3. SEGUIDOR DE 1 EJE
Los fabricantes de seguidores solares de 1 solo eje, aseguran que el incremento de rentabilidad
de la instalación fotovoltaica durante largo tiempo, se puede conseguir con seguidores solares
azimutales (mucho más precisos, fáciles de mantener y de reparar) frente a los seguidores de 2
ejes (supuestamente menos fiables y de mantenimiento a priori más costoso). Este concepto se
cimenta supuestamente bajo la siguiente comparativa, que permite hacer un estudio paralelo de
ambos tipos de seguidores tomando como referencia los seguidores de 1 solo eje.
4. SEGUIDORES DE 2 EJES. 0.
Esta circunstancia es cierta (y por tanto, reforzaría el sentido de justificar la no necesidad del 2º
eje), excepto en el caso en que una posible densidad de potencia proporcione la máxima
ganancia pero no aporte una solución óptima desde el punto de vista de la factibilidad económica,
si se considera el coste de la amortización o alquiler del suelo o terreno. Pues bien, precisamente
gracias al 2º eje, los seguidores solares que eviten la proyección de sombras entre máquinas
próximas por modificación del algoritmo de seguimiento cuando interesa incrementar la densidad
de potencia en el parque, aportan mayor energía inyectada a la instalación.
Esta circunstancia es cierta (y por tanto, reforzaría el sentido de justificar la no necesidad del 2º
eje), excepto en el caso en que una posible densidad de potencia proporcione la máxima
ganancia pero no aporte una solución óptima desde el punto de vista de la factibilidad económica,
si se considera el coste de la amortización o alquiler del suelo o terreno. Pues bien, precisamente
gracias al 2º eje, los seguidores solares que eviten la proyección de sombras entre máquinas
próximas por modificación del algoritmo de seguimiento cuando interesa incrementar la densidad
de potencia en el parque, aportan mayor energía inyectada a la instalación. Si se representa la
ganancia G en función de la distancia de separación entre seguidores, considerando una malla
rectangular de los mismos, se obtienen los siguientes resultados:
Ganancia G en función de separación entre seguidores Comparativa energética entre sistemas de seguimiento
Se aprecia que las variaciones de distancia entre seguidores según el eje N-S afecta ligeramente
más a la ganancia que las variaciones según el eje E-O, concluyéndose que las variaciones de
ganancia son pequeñas para grandes variaciones de densidad de potencia: precisamente ésta es
una ventaja clave de los seguidores de 2 ejes. Otras ventajas adicionales del 2º eje son la
protección estructural frente a condiciones climáticas muy adversas y la seguridad antivandalismo
pasiva en períodos nocturnos.