El Renacimiento fue un movimiento cultural y social que se dio en Europa a partir
del siglo XV y se le considera la etapa de transición entre la Edad Media y la modernidad. Se muestra como característica esencial, su admiración por la antigüedad grecorromana, usualmente se suele utilizar como punto de partida la caída de Constantinopla, pues se dice que en este momento se dejó de lado la vida agrícola dando paso a la vida con una economía mercantilista. Es entonces que nos podemos dar cuenta que el avance, en cuanto a la manera de pensar fue demasiado, pues permitió de alguna manera dejar las ideas de la vida anterior para imponer una nueva. El gran paso para la humanidad, fue que se dejó de lado la idea de Dios, como el centro del universo, para que el hombre pasara a ser centro de interés; podría ser esa la razón por la cual la observación se desarrolló de manera desmedida en esta época, gracias a ello las ciencias “madres”, como lo son medicina, la biología, la botánica y sobre todo la astronomía, tuvieron su mayor esplendor. Al existir demasiados avances, el optimismo sobre el nuevo estilo de vida floreció sobre la población. Además de esto, los nuevos científicos “renacentistas” estaban convencidos de que todo puede ser explicado a través de la razón y la ciencia, es así como favorece la idea de la autoconcepción, autovaloración y auto calificación del hombre. También podemos destacar un nuevo renacer en cuento a las artes, ya sea en la pintura, escritura o literatura; se destacó porque al existir un nuevo pensamiento, por ende se tenía una nueva idea del arte; aunque la mayoría de éstas representaban al hombre como el centro de todo. Maestros como Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel y Rafael fueron líderes en la creación artística de este período, es en el arte donde se puede notar otro de los grandes cambios pues, anteriormente la iglesia y todos los representantes del catolicismo, eran quienes encargaban las obras y patrocinaban a los artistas, sin embargo a raíz del renacimiento, como mencionamos antes, la iglesia comenzó a perder el poder que tenía y fue el turno de que la burguesía, (como la creciente población adinerada) se encargara de comisionar piezas y de proporcionar dinero a escultores y pintores. Aun así, muchas de las piezas seguían teniendo temáticas religiosas, pero dado que los encargos también venían de independientes, hay muchas escenas de la vida cotidiana, retratos familiares, y temas domésticos. La época del Renacimiento reveló de nuevo el valor estético autónomo de los objeto, la afirmación de la dignidad del individuo y de las posibilidades ilimitadas de su desenvolvimiento universal. Este período adoptó una visión nueva del mundo, que trajo consigo derivaciones y resultados abundantes en el siglo XVI. Emerge una cultura y una visión del mundo centrada en el hombre. Esta se orienta hacia los valores de la naturaleza y, así, indirectamente se fomenta el espíritu aventurero dando paso a una nueva sociedad, más integra, con más optimismo y a su vez, más unida. Una sociedad con fe en ellos mismos y no necesariamente, en la antes temida “religión católica”.