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PROBLEMAS QUE IMPLICA EL TERMINO

,,HISTORIA DE LA EDUCACION"

EI concepto "Historia" es tan amplio como Ia variedad de las doctrinas fllosÓficas


,.1uc iu ir..iii ssruriiaüu. La iii"ioiia Jc i- Ic.lagugla cs utid. paite integl;l J: 1; lljsto
ria de la Cultura. En el seno de la Historia de la Cultura cobran sentido Ias ideas pe.
dagógicas de todas las etapas histódcas.
La Historia suele definirse como ciencia del pasado, y el conocimiento del pal
sado se basa en Ia realidad histórica. La diferencia esencjal entre el presente y etr
pre[édto radica fundamentalmente en que la existencia del presente es un tipo de
existencia real, efectiva, a la,que llamamos existencia in acto. La ''existencia'del
pretérito es distinta, es un tipo de existencia que taladra la esencia misma del pre-
sente; Ia llamamos existencia histórica.
La materia de que dispone la Historia parece a primera vista diflcil de com-
lt¡:lil
prensión y sentido. El pasado es algo que ya se nos ha escapado de las manos, algo
que fue y que no es, falto de interés en el presente. Pero no obstante a ello, hay con
toda certeza una pervivencia de1 pasado en el presente. Dilthey subraya: 'lla rne:,
::-itl.!::i::.ri:

::.:._ilil::ij
lodÍa del pasado condiciona las voces del presente". El pasado que no penetra en el
presente, no es un pasádo histórico, sino un simple pasado. Historia es la obra üva ,-=:-1 . ,
: r i'1:
i¡¡,].g;i¿:i
áe los hombres muertos.
!:lii:,xil:;
Ya hemos dicho que el pasado penetra en el presente. El pasado interesa de :§j:if¿:

hecho en nuestras vidás presentes. Ei claro que interesa por variedad de razongs. i,af:alirri:
:i
En primer lugat, por su valor paradigrnático o,1o que es 1o mismo, por 5u vafor ¡:;.i{liirl:
ejeáplar. ¡xiítierón ,rtot prtuáos q,ré a la luz actuál d.e nuestros exámenes parti- :'l:¡fl.*
culares son verdaderos modelos por su gran dosis de humanidad. Con harta razórt ü.!.::!..!t
pudo exclamar Cicerón que la Historia es maestra de la vida. ,::.:i:t*
iilrni¡i:
:J
.:i:!
pero hay algo mucho más decisivo: 1a influencia o penetración que desde el i.';::rilj.ii

presente podemos realizar sobre eI pasado. Bien es cierto que el pasado es una rea- t,¡t'ir¡
iidad inmodificable, pero en cuanto objeto de nuestro conocimiento sólo puede ser
ex.aminado "sub hcé presentis". En este sentido para Huizinga la Historia sería tl:r::::.Ji:Ii

ufia forma del espíritu mediante la cual un pueblo desdi su estructura presente se rendiría
a sí mismo cuentas de su pasado. Y Teodoro Haeckert cree que existen dos tipos de
Historia, una cristiana y otra pagana, según el enfoque dei pasado en Ia estructura
del presente. De otro lado, todo grupo humano, todo pueblo, tiene Ia obligación
moral y estricta de reconstruir su pasado, de hacerse su historia, máxime si este pa-
sado tiáne un claro valor paradigmático.

§P
#*i#ffi
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12t-" irnon\rivuS QUx IMPLICA EL TERMINo "HISToRTA DE LA EDUCACIoNT' ' r

Finajrnente debemos aclarar que la Historia no sólo está al servicio del pre-
sente. EI presente no es el punto final de Ia historia sino un eslabón entre el pasado
y el futuro..Merced a Ia libertad el hombre vive su presente, reconstruyendo su pa-
sado y ployectando su futuro. Esta triple sucesión Ia concebimos como una peregri-
nación temporal de la humanidad inviam ad Deum.
El dicho: "estamos transidos de Historia", tiene un hondo significado. El pre-
sente no es una realidad independiente y autárquica, creadora de su propia exis-
tencia y sentido. EI presente es una consecuencia del pasado. Somos hijos del pa-
sado, y como tales, una clara derivación dependiente del pretérito. El siglo XIX
hace brotar dos caminos fundamentales y distintos, expositores de la dependencia
del presente con respecto al pretérito.

Primer camino: El Evolucionismo Biológico


Centránd.onos ahora concretamente en el campo de la Historia de la Peda-
gogia, parece claro que eI evolucronrsmo pedagogrco nace de ra eoucacion un scr
vivo que nace, crece, se desarrolla y muere. Recordemos a este respecto las ideas
expuestas por Oswald Spengler en su obra La Decadencia de Occidenfe. Según esta'
concepción la Pedagogía de hoy, nuestro presente pedagógico, ha surgido de la se-
milla del pretérito. La semilla del pasado subyace en la realidad del presente. Esa
semilla viva ha evolucionado y se ha convertido en Ia actualidad del hoy- pe-
dagógico. Las ideas pedagógicas de Jaspers han surgido, en última instancia, de la
semilla de Ia mayéutica socrática, por citar un ejemplo. El evolucionismo biológico
acude siempre al llamado procedimiento genético, mediante e1 cual buscamos con
insistencia el origen y los principios de toda realidad presente.
I

Segundo camino: La Dialéctica Histórica


¡

:]
Esta teoría proclama que determinadas posiciones pedagógicas, vez naci-
-una-
das, están preparando.sus contrapartidas. La üaléctica histórica está fundada en la
lógica de ltrege}: tesis, antítesis, síntesis. Sócrates es Ia antÍtesis de los sofistas. Los
pedagogos del Renacimiento oponen sus criterios a los supuestos medievales.
iousseau, Kant, Goethe, son en si mismos antÍtesis de sistemas pedagógicos ante-
riores.
La d.ialéctica se resuelve en últirna instancia en una crÍtica. Tanto eI evolucio-
nismo biológico como la dialéctica histórica, no.son, en modo alguno, dos solucio-
. nes d.e valor absoluto, pues están hoy más que suficientemente superadas.

Qué es el pasado histórico


Estudiemos ahora 1o que sea un pasado verdaderamente histórico. Ha que-
dado bien sentado de qué manera el pasado perrrive en el presente. Esto es un he-
cho importante; pero ahora se hace necesario indicar en qué tipo de existencia per-
vive el pasado en el presente. Distingamos, ante todo, que en eI pretérito hay unos
hechos y unas doctrinas. Estos hechos gravitan sobre nosotros, sobre nuestra.reali-
dad presente, con un tipo de existencia a Ia que Zubiri ha llamado existencia
histórica. La Ley Moyano de 1857 vive hoy en los estatutos de 1a enseñanza Media
.y Primaria. Las reformas universitarias llevadas a cabo por CARLOS III influyen

I
I
PROBLEMASQUE IMPLICAELTERIlI\() III\I()RIA DE IA EDUCACION" I]
también en nuestro presente. La Historia se nutrc ilcl pasado, pero no todo pasado
es histórico; por eso la Histoda se entiende no como la reproducción de totios los
hechos pasados, sino sólo de aquellos que tienen hónores de Historia.
A) Para qu( un hecho sea histdrico ha de ser eminentemente fecundo.-Los pretéri-
tos que tienen consecuencias y que son fecundos, podemos liamarlos sin lugar a
dudas pretéritos históricos. Los historiadores eminentes prefieren estudiar aquel
pasado que por su total conclusión está más iejano de nosotros. Hoy es fácil ver y
comprender Ia Pedagogia giega porque podemos observar claramente sus prece-
dentes y consecuencias. El ejemplo es igualmente válido para las Universidades
Medievales o para las Etimologías de San Isidoro, sobre cuyos hechos podemos ob-
tener un esquema histórico completo y objetivo. De la misma forma, y con Ia ri-
queza de datos que permite la perspectiva histórica, sabemos cómo la Diddctica
Magna de Comenio no logró grandes adeptos hasta finales del XVtff y falsearíamos
la historia si denunciamos su influjo inmediato.
D) tú.1t) tlLLtlv tl»Lt)l.L() Lv L5 tt)lt ttLtl)ut ¡t*ltlt) si yrr.*c,, ¿fútLLÁt 54) Pt.tLéLtL;L)
",
y consecuencias.-Cualquier acontecimiento histórico es como un remansarse los
pretéritos anteriores. Todo presente es conclusión de un pasado y principio de un
futuro. El fllósofo alemán Karl Jaspers en su obra "Origen y Meta de la Historia", ha
visto claramente esta idea y opina que toda Historia es constitutivamente transición.
Verdadero hecho histórico es eI libro de Vives titulado "De tradendis disciplinis", qlue
de una parte se aprovecha de todo el tesoro de Ia Pedagogía Medieval y Renacen-
tista, y de otra, influye en los.humanistas ingleses y alemanes del XVI y XVII, y so-
bre todo, en el neoclasicismo español del XV[I. Incluso hoy no sería difÍcil encon-
trar Ia repercusión de este humanismo cristiano de Vives en algunos pedagogos
actuales.
Cl Latey histdrica como posible criterio de selección del hecho histórico.-Situviése-
mos un código de leyes históricas podríamos encuadrar el pasado histórico. La ley
histórica no se aplicaria a todos los hechos y acontecimientos, sólo a aquellos que
por su carácter relevante merezcan tal tratamiento y consideración. EI verdadero
hecho histórico es siempre un acontecimiento originai e irrepetible.

Comprensión det hecho histórico


Hasta ahora hemos entend-ido el-presente con un carácter marcadamente pa-
sivo, sujeto a las influencias que el pasado hace gravitar sobre su actual situación.
Mas es posible venir ahora a Ia consideración del pasado desde la perspectiva del
presente, para que el presente sea el elemento activo en el enjuiciamiento del
pretérito. Bien es cierto como hemos dicho más adelante que el pasado es una rea-
lidad inmodificable, pero es objeto del conocimiento y el objeto de todo conoci-
miento -dice Ortega y Gasset- sólo es comprendiiio sub luce presentis. Decimos que
enjuiciamos el pasado desde una estructura presente. EI hecho histórico no cabe
duda que está deterrninado por eI pasado, pero también por la libertad humana del
presente. El hecho histórico se constituye desde un presente, por eso es totalmente
imprevisible, no se puede nunca vaticinar si un hecho logrará alcanzar categoría
histórica. Cuando decimos que eI presente es como una explicación del pasado, du-
damos de la originalidad del presente. Pero cuando hablamos de imprevisión del
hecho histórico, afirmamos que su historicidad dependerá de la visión que Ie otor-

i
l4 pnoerr¡^as QUE IMPLICA EL TERMINO "HISToRIA DE
lA EDUCACIoN"
y, con liber-tad, crea el hi
guemos desde el presente. El presenre contempla el pasado
historicidad. El hecho histórico es, de esta manera' tit
;;;"á; histórico, lo inviste dá
define 1a Historia como una quasi m
;;;A;;;¡;;;rt:io det pr.r.rrt. Por eso Leibnitz
e1
creat|o del hombre, y a éste, como un pantus Deus'
n.l
, Hacemos Historia desd.e el presente. EI hombre posee en el
presente una con-
AC
di.ió;;;;lógi.u qr. depende, h. ,.tu putte, del pasado condicionante, v de otra,
"Merced
l"r pá¿.. .r.ido, úriuáo ." la libertad humana. Miuanpuelles subrava:
nosotros actuemos' n(
áia-Iibertad Ia vida humana es historia y no vida". Para que
qr. .tru actuación humana sea hecha libremente' La libertad es és
pues, es necesario
cuestión' La Fiio-
el determinante que esta enraizado -en lo más profundo de esta
SC,

pasado en eI presente' r€
sofía de la Historia ponderará unas veces esta influencia del p(
y
oor med,io de estas consecuencias de las que hablamos, otras se fijará más en esta
que hace su tuerte
ñ;;;;tui¿=áa á.it,..ho histórico, prodr.to de una situación
Iu
án la libertad humana.
NUeStTOS presentes SOn IaOIC¿lIuCIrte Orsiu-ttu". ,.,ai.-.*ái sc ¿'ciC* *i p;cló:i:f
en dicho pretérito.hechos por Io tanto tambié.n
SE
pr.;;ü;;"árii".r vt¡t.*u quelos- \a-deiadg m
distintos. Momsem elabora una Historia de Roma distinta a Ia dt
;;ú; r¿".]," ú;";, ;na Historia de la Pedasosía distinta a Ia del P' Ruiz
hr
ñ;Á. roi clasicos-jr1.gor son interpretados distintaTery.e según qu9
fe vuelva p(
o Eliot. E1 pretérito varía,
,"ür. .["i"d;;á;;l teniamierrto de Toynbee d.esde
en que tratemos m
pues, según la estructura de1 presente, es decir, según eI momento
dt
de interpretarlo. I

Hemoshab]adodedoselementosqueexplican.Ilo¡isiaalidad,d.ll:.1" que de- hi


histórico: las condicionantes del pasado y Ia imprevisible determinaclÓn hi
son libres, pero tienen en '1

;;;;h;¿h;;;;L
I

eI presente. Éstas deierminaciones


alguno que la Historia sea un SI]
cuenta unas valoraciones, y no suponen en modo CC
mero capricho. ca
hecho histórico'
Demos ahora un paso más adelante en eI razonamiento del
n.".[ü"io;r; ir; ñ.-.h"s histó ricos en cuanro a ellos mismos.
pr
con esto queremos decir que prescindiremos ahora de su existencialidad SE
a la que
histó;¿;-. ni ."i. triito.i.o ,ro rá1o tiene uña existencia real y efectiva
aqÚ ver el tipo de existencia del
Ilamábamos existencia in tempore. Tra!4!qo! d-e
h¿
ffi¿il;"hñlria;]; ;"j.r" át'¿ét-nir, sino-á su áctualidad. o con otras palabras: e/
y en los futuros' CS
*W;dr";;; wi "" *o*ento yí-vir en el presente 1in enmascararse
VI
fo áas tÍpicamente itiitOri.o es Ia fecundidad de la vivencia del pasado, pero el h(
esta actualidad del ente
;;.;ñ. ,i;e-ñe tambien su historicidad. Fijémonos ahora en pero encerrémosle en un
ti;tóri;, tenara sus preced.entes y consecuencias,
en el presente' Por esta ma- IE
paréntesis que ,ros permitá estudiar su actualidad: Ser
participan de una misma cate- d(
nera d.e ,.ri, eI prisente todos los entes históricos fir
histórico, apunta Rickert, tiene por sí mismo
soría: el estar siendo. Cada momento
puéda abücar. Mas, de otra parte' la 1a
ffi;ü;i; il;;;r.ncialidad de la que no
pero esto no el
duraciOitemporal del presente es efímera, deja de ser enseguida,
ataca ni debilita su historicidad.
algo que pr
Concletemos ahora algo en torno tal ente histórico. El ser histórico es
hombre. Por quiere Dawson af,
Ie acontece necesariamentáa alguien, ánte todo al eso
tie
en su obra los Orígenes de nuropl, que el hombre sea una entidad constitutivamente
,,HlSToRlA DE LA EDUCACION,, 15
PROBLE]VIAS QUE IMPLICA EI- TERMINo
eI hombre el
histórica. En Historia' el hombre 1'. e1 tie.mpo se dan 1a-mano' Para
1a
de acontecimientos que éI
tiempo no es Llna pura y mera sucesior, ,,rró una serie
aI que acaece la Historia es
mide y controla pn. *.áio de su libertad. Este alguien
elsujetomismoAetaffistoria,yalpropiotiempoestesujeto'elHombre'porel
tiene que dar cuenta de sus
mero hecho de que prrr. ,., libeitad en iu existencia,
aconLecimientos.
Hemos dicho que el ente histórico es singular, único,
irrepetible' Por eso algu-
de 1a Historia' Porque si
nos autores t u., utr.rdo i á..ros.aUado Ia báse científica 'de sing-ularibus n}n est
ésta versa de hechos singulares, y como pretende Aristóteles
fracasan aI que-
iiiint¡á,-tod"s aquelloi hístoriadóres que quieren leyes universales
totalmente imposible el
rer crear con este ..irñ Cienciá Histórica, pues es
""u
poder separarse de esta singularidad'
proyecciones, en
cuando este sujeto que hace Ia Historia, en sus cleaciones o
está sumido,
Iugar de permanecer ar rrnu medianÍa vulgar en que frecuentemente
j- '-' :itltt 't^ ^"1o mnrln rlc ¡rn6ede¡ ¡zt'tlqar v
pi€>crrra urru >uyt.ur;j" " 'll'-l'l:'
se ancla en lo bello, alcanza la beiléza y encontramos este ser particular-
".rtot..t
mente histórico. Así definimos Ia Historia del Arte como el
intento de recoger to-
penetramos en lo más
dos estos esfuerzos ae iá singular hacia 1a belleza. Cuando
intentan
h;;;; i;i-H;-b;. entonces vemos que sus actos autoles que reparen en ad- ser una especie de
persecución del bien. Debido a esta concepción no hay
genio
mitir en los campos de Ia Historia las creaiiones espirituales de los santos' eI
de los pensad"ores y otras manifestaciones de la Cultura'
Pero he aquí lo más interesante de Ia cuestión. siendo
como es eI hecho
histórico algo singular y aislado, sin embargo al entrar en la consideración
Angel es
histórica, alcanzalas cualidades de universalidaá concatenaciÓn. Miguel
y
totalmente aislado, pero ante 1a
ii"g"fur, es un hecho en la Historia de la Cultura
consideración histÓrica alcanzauna categoría trascendental, es decir trasciende ese

;;-;; de lo particular para convertirse en una universalidad histórica.


. Belloc ha analizado esta universalidad que del hecho histórico, y cree que su-s su-
puestos son dos: intemporalidad en cuanto ancla en Io universal, y unidad por
ier éste uno de los trascendentales metafísicos'
La opinión de Belloc debemos concretarla. Al decir que todo hecho histórico
ha de ser intemporal, manifiesta tan sÓlo que pol este carácter de intemporalidad
es algo que está y cae ya fuera del tiempo, es decir,
pervive en el tiempo, pero no
del
viye en é1. En cuanto u to a. Ia unidad, ie upoyu en la rigurosa irrepetibilidad
hecho histórico.
El ente histÓrico en su estructura es paradójico. Paradojicidad que no interesa
resolver, pues esta singularidad y universáhdad del ente histórico es el
fundamento
Para YeIa Utrilla Ia única manera de hacer Historia es llegar hasta el
del acontecer.
final y salirse de la historia, es decir, la única manela de historiar es ir recorriendoy
la cadena de Ia singularldad. histÓrica para después salirse de esta'singularidad
elevarla al plano delas exigencias científlcas'
Nosotros no negamos la existencia del ente histórico' El escepticismo
no
puede llegar nunca a valoraciones, pues su raíz misma' como dice Hessen' es una
admi-
antivaloración. Nuestra actitud anté el ente histórico ha de ser dogmática,
de la
tiendo por lo pronto un esquema previo de verdades, 1as cuales nos llevarán
DE LA EDUCACIONN

de Ia, Historia con esla triple consideraciól o Historia


'', ta
ceta.,fix
'a) Descriptiva.'SeñaIándo la pervivencia'del pasado. =.:iji*./ blemas
b) Comprensiva.-Desde nuestros respectivos momentos presentes'
en ellar
c) Valorativa.=Con una posición previamente dogmática ante la y sujetc
consideración del hecho histórico.
Tc
ofrece r

Las disciplinas pedagógicas en su vertiente Qistdrica


guu en
,
" no se'(
Alrepasar las distintas producciones bibliográficas existentes en torno al as- ed.ucac
pecro histérico de la educacián, observamos u+a bipolar forma de titular las obras mento
,: en torno a estas cuestiones. Unos autoreslprefieien el término
'_H§torig de Ia Perig.-
gogia';, en tanto que otros se muestlan paltidarios de usar eI de "Historia de Ia
o
6^J^lÁ
Educación". preoc-u
Algunos historiadores, después de haber reflexionado sobre la distinción que más ac
. puede establecerse en torno a estas dos formas nornenclativas, han adoptado una
páiur* i"tegradora-ecléctica con la aceptación de ambos ' ,P'
léTino-s Pedag<
. ¿podemos nosotros establecer una clara y precisa diferenciaciÓn entre estas EI indi
dos formas de titular la vertiente histórico-educativa? lmas fil
' , La cuestión se presenta erizada de dificultades. En primer l'ugar observamos ,::';.*, ,

tivo.
, que decir Historia de Ia Educacitin irnplicaun concepto más ampllo y general que el E
de Historia de la Pedagogía. -aporta
- , r á Historia de la PedagogÍa, sensu strictu. ha de abarcar todo aquello que le .:
tefiere a 1a Pedagogia como ciencia en su proceso histórico. Es en el fondo una His- H6rcrt J

, toda de los sistemás y doctrinas pedagógicas. Encerrará en su contenido las distin- ,:l
,Pi
¡ ¡¿5 'posiciones y soluciones que se han dado en el tiempo a las cuestiones funda- :puntoi
mentales de toda ciencia: fines, métodos y sujeto.
üchaj
La HistoÉa de la Educación, como término más amplio, abarcarÍa el estudio apon4
de los hechos educativos, los educadores, sus obras, los textos de enseñanza repre- cación
§entativos de una época, Ias instituciones docentes, etc. fenórl
De forma*que esta doble distinción nos lleva de lamanoa una nueva conse- L
¡ cu€rciá. f¡e aqü? los distintos aspectos pedagógicos que pueden ser sometidos a Ia acota(
rnvestrgacron nrstonca : ^]pu
no
dor. I
a) Historia de ios sistemas o doctrinas pedagógicas. dg un
' b) Ilistoria delos educadores. realia
.:
¡i ñt"ilá;tos textos docentes. I
':,d) Historia de las instituciones edttcativasl mterr
/
1. renci¿
No obstante, para ofrecer un juicio propio en-esta_cuestión, es más c6nve-
niente, diremos, usar Ia denominación "Historia de la Educación", ya que__por ser Histor
más amplia, ofrece un contenido más extenso y pormeno(izado que el de Historia
I
de Ia Peáagogía, el cual a su yez, puede comprenderse incluso dentro de una Histo-
ria de Ia Educación. ción i

,r.
PROBLEMAS QUE IMPLICA EL TERMINO "HISTORIA DE LA EDUCACION,, 17

Historia de los sislemas o cloctrinas pedagógicas

La labor de los historiadores de la educación no podría prescindir de esta fa-


ceta fundamental:los sistemas pedagógicos. Las ideas rectoras en torno a los pro-
blemas de enseñanza, componen la esencia misma de todo sistema educativo' Hay
en ellas una referencia espécífica a las grandes cuestiones educativas: fines, medios
y sujeto de la educaciÓn.
Todo sistema pedagógico adopta una postura en torno a estas cuestiones,
ofrece una solución d.e las mismas y apunta con rasgos propios las directrices a se-
guir en eI terreno de la práctica. La PedagogÍa Española, a Io Iargo de su historta,
io se olvida nunca de indic4r una solución por lo que respecta a los fines de la
educación: Vives, Manjón y Feijóo ofrecen sistemas educativos en los que el funda-
mento esencial descansa sobre Ia visión teleológica de la enseñanza.
Otros sistemas, empero, prefieren el estudio y dedicación a las cuestiones me-
todologlcas. lal es el caso oelas roeas Iiacrucr) dt d.lrrpd.lu..c ra irat..i.rr'iuvra, ir.1 i
preocripación más urgente fue sin duda alguna encontra-r las técnicas de enseñanza
más adicuadas a 1os intereses y necesidades legítimas del educando.
por e1 carácter que encierran las nociones objeto de "Historia de los Sistemas
Pedagógicos", ésta apa..ce íntimamente vinculada a la "Historia de la Filosofía"'
nt ináividualismo, el idealismo, el positivismo, el existencialismo, al par que siste-
mas fllosóficos, poseen un especial y peculiar modo de enfocár eI problema educa-
tivo.
Esta Historia de los Sistemas Pedagógicos abarcaría también las soluciones
aportad.as por la etapa precientífica de 1a PedagogÍa.

Historia de los Educadores. Vida y Obras


pese a que el estudio de los pedagogos más representativos de una época es
punto esenciál en tod.a Historia dJla rducación, sin embargo, ha de advertirse que
di.hu ttittoria se forma de un contenido mucho más amplio que e1 que pueda
aportar esta faceta. Erróneos e inacabados son los Manuales de Historia de Ia Edu-
cáción que fijan su atención en este aspecto particu,lar postergando el resto de los
fenómenos histó rico-pedagó gicos.
Lidner dijo que la "Historia es Ia obra viva de los hombres muertos". Pese a las
acotaciones que esta definición encierra en el caso de la Historia de Ia Educación,
nó puede negarse la importancia que tiene el factlr humano corrro elemento crea-
dor. fa biogñfia de 1os pedagogos interesa ser conocida. Ello muestra eI ambiente
de un momento históriio q,.. p.er.rr.ió la publicación de un texto magistral o la
realización de un hecho educativo con dimensiones universales.
No menos interés reviste Ia obra del pedagogo. De su examen nace una mejor
interpretación de los sistemas pedagÓgicos, Ios cuales toman como punto de refe-
rencia imprescindible una bibliografía peculiar'

Historia de los textos docentes


En Ia actualidad escasamente estuüada. Debería ser objeto de una investiga-
ción serena y detenida. La presencia de los textos de enseñanza diseña claramente
::iÉ:rE:ia:a:!:ar:+!SÍ
:ai:1tijir:::ta.r..i.nar :i:

il;.la8i.:::p,RqB-IEMAS,.eUE.-IM?LICA
Studiorum' Ios
Ia actitud d.ocente de los pueblos v los siglos. La Escolástiia, el Ratio
Esc,ela'§ssvá':Ia Escuela Modema;
C;;-;#;"trioo-novui,Ios herbartiaios,lá la docencia'
,:han,adgptado q4o-¡ ,.i"r'á."."*n para cada sectol de
,l.l'.:'.;;i-;lto,'indlcámos, "ra.giuArru¿os
que una investigación de este temavéndrÍa a ésclarecer -
..ni-1,.t ali"sri"r á.*os o foco conocidos de la Historia de 1a Fducación''
Historia de las Instituciones educativas
t'' ,:
:,rSé impone conoier las distintas creaciones que en el terreno de Ias Institucio-
:nés se han'dado a lo largo de Ia Historia. En esteápartado CabrÍa
estuüar I.a eyolu-
tién de las Universidaáes,'Colegios Mayores, Esiuelas Profesionales y de Ense-
,.ñanzaMeüa, rr.rr.iu¡ .f.*.rtáLr, .t.. É;;;i;ión es de holdl necesidad' En el
gran parte
.cáso'de la obra educativa de España en Amérka, la labor española es en
creación de instituciones docentes.
,:. ,,Los hombres, Ios libros, las Lnstrtuclones de qtllelrcs sc ucrtira iapueden
iiisrcr;ia üc
com'
,,..1
.:::.,

r,la EduCación, se integfan en Ia escuela general, y por 1o tanto, no se


problemas'
.:piender perfectamenf, *ár qo. estuüañdo a la luide su contexto estos ,:'.:)

rDicho de otra *urr.ir, convi^ene considerar los hechos pedagógicos en el complejo


-:¿
Una Historia
,de la época donde ,. ñu, produtid.o, para apreciarlos objetivamente.
.de Ia pedagogia en 1a cuá esté siempre présente.esta perspectiva, y,en Ia cual la :,.14

no una sim-
i¡i¡iortáiá-í* oi"."ru ias épocas *..tirut marque una evolucióny ij,¡':$

pie,sucesión ionuila, pueden^realmente fYudar a'¡esolvqr ol:gl^TÍ::j:


i"t$:
áil;'#;.*"il;.-.ili..ó""..i1", a lá mayor pun: las obras de la Historia
99 a - Lr- L:^--A{i-^-
#'il"ñ;;ü;üÍ;il;;cánesionirt.*u;i'"'posiciéndtq19:-b,i"^g:*:::/
y no de una unidad orgánical"
''

de otra clase toma.f aip..to ae un simple repertorio

::l;¿,i. ri

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