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Referencias

CONGREGACION “Amatitan-Jalisco”

Creado por: Benjamín López Martínez.

[“OBRA DE PREDICAR”]
EN LA SIGIENTE PAGINA APARECE UN INDICE DE TEMAS….
“Obra de predicar” Referencias
“INDICE DE TEMAS”

(1) km 6/03 págs. 3-4 Seamos diligentes “dando testimonio cabal”


(2) km 1/05 pág. 6 Usemos un método flexible
(3) km 1/02 págs. 3-6 Presentaciones recomendadas para el servicio del campo
(4) km 1/05 págs. 3-5 Presentaciones recomendadas para el servicio del campo
(5) km 1/06 págs. 4-5 Cómo ofrecer el libro Enseña
(6) km 1/06 pág. 6 1) Pregunta, 2) texto bíblico y 3) capítulo
(7) km 7/99 pág. 4 párrs. 1-10 Seamos breves y directos
(8) km 9/04 pág. 4 Hagamos buen uso de la Biblia
(9) km 8/99 pág. 8 párrs. 1-9 ¿Qué le diría a un budista?
(10) km 9/99 pág. 8 párrs. 1-9 ¿Qué diríamos a un hindú?
(11) km 11/99 pág. 8 párrs. 1-10 ¿Qué diríamos a un musulmán?
(12) km 12/99 pág. 8 párrs. 1-9 ¿Qué diríamos a un ateo?
(13) km 12/10 pág. 1 Úselo en toda ocasión
(14) km 4/07 pág. 8 Cuando las personas no están en casa
(15) km 4/00 pág. 8 párrs. 1-6 No deje de volver
(16) km 1/05 pág. 8 Cómo usar las presentaciones recomendadas
(17) km 11/97 pág. 3 ¿Qué diremos?
(18) km 8/07 pág. 3 Iniciemos estudios bíblicos con quienes aceptaron las revistas
(19) km 4/06 pág.3Dirijamos estudios bíblicos progresivos en la puerta y por teléfono
(20) km 8/05 pág. 8 Cómo iniciar estudios bíblicos en la puerta y por teléfono
(21) km 5/10 pág. 6 ¿Ha demostrado en la primera visita cómo se realiza el estudio bíblico?
(22) km 11/99 pág. 1 párrs. 1-5 ¿Quién podría aceptar un estudio bíblico?
(23) w07 15/1 págs. 27-28 Ayudemos al prójimo a obedecer lo que la Biblia enseña
(24) km 1/06 pág. 3 Cómo empezar estudios con el libro Enseña
(25) km 9/10 pág. 3 ¡Empecemos un estudio bíblico en octubre!
(26) km 9/96 págs. 3-6 párrs. 1-35 Prediquemos las buenas nuevas en todas partes
(27) km 6/05 pág. 4 Cómo predicar eficazmente en lugares públicos
(28) w08 15/7 págs. 7-11 Cómo superar los desafíos de la predicación de casa en casa
(29) km 11/98 págs. 3-6 párrs. 1-21 Seamos eficientes en nuestro ministerio
(30) km 10/06 pág. 8 Aproveche al máximo las reuniones para el servicio del campo
(31) km 4/06 pág. 8 ¿Podemos adaptar nuestro horario de predicación?
(32) km 3/10 pág. 3 ¿Seré un buen compañero?
(33) km 11/10 pág. 4 Sección de preguntas

(34)¿De qué maneras prácticas podemos ayudar a los precursores?


(35) km 5/06 pág. 1 párrs. 1-4 Mostremos interés personal siendo amables, considerados y
corteses
(36) km 12/06 pág. 8 ¿Tiene usted un territorio personal?
(37) km 8/09 págs. 3-4 Predicar a los varones: una importante labor que cumplir
(38) km 8/09 págs. 6-7 Las reuniones para el servicio del campo
(39) km 9/01 ¿Qué información debe tratarse en las reuniones para el servicio del campo?

(40) km 12/10 pág. 1 Úselo en toda ocasión


(41) km 10/09 pág. 1 ¿Listos para predicar informalmente?
(42) km 10/09 pág. 2 Dele una oportunidad a la predicación telefónica

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“Obra de predicar” Referencias

(43) km 4/09 pág. 2 ¿Cómo enseñar a quien no sabe leer bien?


(44)km 4/09 pág. 7 Oportunidades para usar los tratados:
(45) km 5/09 pág. 1 Enseñemos con sencillez
(46) km 5/09 pág. 3 ¿Cuánto valor tienen nuestras publicaciones?
(47) km 9/09 pág. 1 Cómo contestar
(48) km 10/10 pág. 2 Campaña para ofrecer el nuevo folleto
(49) km 4/10 pág. 1 Sea persuasivo al enseñar
(50) km 5/10 págs. 3-5 “Tú serías un buen precursor”
(51) km 1/10 pág. 1 ¿Estaré capacitado para predicar?
(52) km 12/09 pág. 2 ‘Impártale su alma’ al estudiante
(53) km 3/09 pág. 2 Cómo usar el libro “Amor de Dios” para dirigir estudios bíblicos
(54) km 11/09 pág. 1 Volver para atender el interés... ¿cuándo?
(55) w08 15/7 págs. 3-7 ¿Por qué es importante predicar de casa en casa hoy día?
(56) w08 15/7 págs. 7-11 Cómo superar los desafíos de la predicación de casa en casa
(57) w08 15/7 págs. 12-16 Es Dios quien “lo hace crecer”
(58) w08 15/7 págs. 17-21 No sabemos dónde tendrá éxito
(59) km 2/11 pág. 3 El texto del día ya no se analizará en las reuniones para el servicio del
campo
(60) km 4/11 pág. 2 Sección de preguntas

(61) km 5/11 pág. 2 ¿Qué tal si sale a predicar los domingos?


(62) km 6/11 pág. 1 Nuestro ministerio se caracteriza por la paciencia
(63) km 6/11 pág. 2 Predicación eficaz en las calles
(64) km 6/11 pág. 3 “¿Cuánto tiempo contar?”
(65) km 9/11 pág. 3 Otra manera de usar el folleto La Biblia y su mensaje
(66) km 9/11 pág. 3 Sección de preguntas

(67) km 10/11 pág. 7 ¿Están en buenas condiciones?


(68) km 11/11 pág. 3 La cualidad más importante de todo buen maestro
(69) km 12/11 pág. 2 Sección de preguntas

(70)km 7/04 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (1.a parte)


(71)km 8/04 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (2.a parte)
(72)km 11/04 pág. 4 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (3.a parte)
(73)km 12/04 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (4.a parte)
(74)km 1/05 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (5.a parte)
(75)km 2/05 pág. 6 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (6.a parte)
(76)km 3/05 pág. 4 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (7.a parte)
(77)km 4/05 pág. 8 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (8.a parte)
(78)km 5/05 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (9.a parte)
(79)km 6/05 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (10.a parte)
(80)km 7/05 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (11.a parte)
(81)km 8/05 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (12.a parte)
(82)km 12/06 pág. 1 párrs. 1-5 Vuelva a visitar a todo el que dé algún indicio de
interés (83)km 4/03 pág. 8 párrs. 1-6 Las revisitas conducen a estudios bíblicos
(84)km 2/92 pág. 1 párrs. 1-7 Asegurémonos de regresar
(85)km 3/97 págs. 3-6 Cobre denuedo para hacer revisita
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“Obra de predicar” Referencias

(1)*** km 6/03 págs. 3-4 Seamos diligentes “dando testimonio cabal” ***
Al igual que Jesús y muchos otros siervos fieles del pasado, el apóstol Pablo era un predicador celoso de las buenas
nuevas que “[daba] testimonio cabal” en cualquier circunstancia. Incluso cuando estaba bajo arresto domiciliario, “recibía
amablemente a todos los que venían a él, predicándoles el reino de Dios y enseñando las cosas respecto al Señor
Jesucristo con la mayor franqueza de expresión” (Hech. 28:16-31).
2
Nosotros también podemos ser diligentes “dando testimonio cabal” en todo momento. Por ejemplo, podemos
hacerlo en el viaje de ida y vuelta a la Asamblea de Distrito “Demos gloria a Dios” y mientras estemos en la ciudad
anfitriona (Hech. 28:23; Sal. 145:10-13).
3
¿Testimonio incidental o informal? ¿Hay alguna diferencia? Sí. Algo que es incidental ocurre de forma
inesperada, como si no se hubiera planeado o fuera de poca importancia. Esta descripción no encaja con nuestro
ministerio. Como en el caso de Pablo, dar gloria a Dios mediante nuestro testimonio es importante para nosotros, y debe
ser nuestra intención predicar dondequiera que sea apropiado mientras viajamos este verano. Ahora bien, la manera
como abordamos a la gente pudiera ser informal, es decir, más relajada, amigable y no oficial. Dicho método puede
producir buenos resultados.
4
Preparémonos para dar testimonio. Pablo tuvo que buscar oportunidades para predicar mientras se hallaba bajo
arresto domiciliario en Roma. Tomó la iniciativa en invitar a su casa a los dirigentes judíos de la localidad (Hech. 28:17).
Aunque había una congregación cristiana en Roma, el apóstol se dio cuenta de que la comunidad judía de esa ciudad
contaba con poca información de primera mano sobre la fe cristiana (Hech. 28:22; Rom. 1:7). No se retrajo de
“[dar] testimonio cabal” acerca de Jesucristo y el Reino de Dios.
5
Piense en todas las personas con las que usted pudiera encontrarse mientras viaja y que saben muy poco de los
testigos de Jehová. Tal vez ni siquiera sepan que ofrecemos estudios bíblicos gratuitos a domicilio. Aproveche la
oportunidad de predicar a quienes halle mientras viaja, cuando se detiene en un área de descanso en la carretera o en
las gasolineras, en las tiendas, en los hoteles, en los restaurantes, cuando usa el transporte público, etc. Determine de
antemano lo que puede decir para entablar una conversación y dar un breve testimonio. Quizás en los próximos días le
sea posible ensayar predicando informalmente a sus vecinos, parientes, compañeros de trabajo y otros conocidos.
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Necesitará publicaciones cuando predique informalmente. ¿Cuáles? Pudiera usar el tratado ¿Le gustaría saber
más de la Biblia? Destaque los primeros cinco párrafos, en los que se presentan varias razones para leer la Palabra de
Dios. Muestre el cupón de la última página, el cual se puede utilizar para solicitar un estudio bíblico gratuito. Cuando
encuentre a una persona interesada, ofrézcale el folleto Exige. Dado que pudiera toparse con gente que hable otro
idioma, lleve consigo el folleto Buenas nuevas para todas las naciones. En la página 2 se explica cómo usarlo para dar
testimonio. Si viaja en automóvil, quizás pueda llevar otras publicaciones básicas para quienes muestren interés sincero
en el mensaje del Reino.
7
Preste atención a su apariencia y conducta. Debemos asegurarnos de que nuestra conducta, vestimenta y
arreglo personal no den una impresión errónea y hagan que la gente “[hable] en contra de” la organización de Jehová
(Hech. 28:22). Esto es aplicable, no solo cuando estamos en la asamblea de distrito, sino también en el viaje de ida y
vuelta a esta, así como después que ha terminado el programa del día. La Atalaya del 1 de agosto de 2002, página 18,
párrafo 14, advirtió: “Nuestra apariencia no debe ser llamativa, extravagante, provocativa, reveladora o condicionada a
la última moda. Por otra parte, el atuendo que llevamos tiene que reflejar que ‘reverenciamos a Dios’.
¿No es cierto que esto nos da en qué pensar? No se trata de vestir apropiadamente en las reuniones de la congregación
[o en las sesiones de la asamblea de distrito] y entonces echar a un lado toda moderación en otras ocasiones. Nuestro
aspecto debe evidenciar una actitud reverente y honorable en todo momento, pues somos cristianos y ministros las
veinticuatro horas del día” (1 Tim. 2:9, 10).
8
Debemos vestir con modestia y dignidad. Si nuestra apariencia y conducta siempre reflejan nuestra creencia en
Dios, nunca nos retraeremos de dar testimonio informal porque nuestra vestimenta no sea digna de un ministro (1 Ped.
3:15).
9
El testimonio informal es productivo. Durante los dos años en que Pablo estuvo bajo arresto domiciliario en
Roma vio el buen fruto de su testimonio. Lucas dice que “algunos creían las cosas que se decían” (Hech. 28:24). Pablo
mismo se refirió a lo provechoso que había sido su “testimonio cabal”, cuando escribió: “Mis asuntos han resultado para
el adelantamiento de las buenas nuevas más bien que de lo contrario, de modo que mis cadenas se

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“Obra de predicar” Referencias
han hecho públicas en asociación con Cristo entre toda la guardia pretoriana y entre todos los demás; y la mayoría de
los hermanos en el Señor, sintiendo confianza a causa de mis cadenas de prisión, están mostrando tanto más ánimo
para hablar sin temor la palabra de Dios” (Fili. 1:12-14).
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El verano pasado, después de pasar un día en la asamblea de distrito, un matrimonio tuvo una buena experiencia
al dar testimonio informal a una camarera que les preguntó acerca de su tarjeta de solapa. Le hablaron de la asamblea
y de la esperanza que ofrece la Biblia respecto al futuro de la humanidad. Le entregaron el tratado ¿Le gustaría saber
más de la Biblia? y le explicaron el sistema de estudios bíblicos gratuitos. La señora expresó su deseo de que alguien
la visitara, de modo que escribió su nombre y dirección en la última página del tratado y pidió al matrimonio que se
encargara del asunto. ¿Qué buenos resultados tendrá usted este año al ser diligente en “[dar] testimonio cabal”?
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Esforcémonos por dar adelanto a las buenas nuevas. Imagínese el gozo que sintió Pablo cuando oyó que sus
compañeros cristianos estaban imitando su ejemplo de celo. Hagamos cuanto podamos por dar adelanto a las buenas
nuevas testificando informalmente acerca de nuestras creencias bíblicas mientras también nos beneficiamos de la
asamblea de distrito este verano.
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Qué le impresiona respecto al punto de vista de Pablo sobre la predicación de las buenas nuevas, y cómo
podemos imitar su ejemplo “dando testimonio cabal”?
3. ¿Cómo evitamos que nuestro testimonio informal se convierta en algo incidental?
4. ¿Qué permitió a Pablo dar testimonio en su domicilio en Roma?
5, 6. ¿Qué oportunidades pudieran presentarse para dar testimonio informal, y cómo podemos prepararnos para
hacerlo eficazmente?
7, 8. ¿A qué advertencia debemos prestar atención respecto a nuestra apariencia y conducta mientras viajamos y
después que ha terminado el programa del día?
9. ¿Qué buenos resultados produjo el testimonio de Pablo en Roma?
10. ¿Qué buena experiencia tuvo un matrimonio el verano pasado al dar testimonio?
11. ¿Qué cualidades debemos cultivar a fin de dar adelanto a las buenas nuevas “dando testimonio cabal” este verano?
[Recuadro de la página 3]
Publicaciones que necesitamos para dar testimonio informal
■ ¿Le gustaría saber más de la Biblia? (tratado)
■ ¿Qué exige Dios de nosotros? (folleto)
■ Buenas nuevas para todas las naciones (folleto)
■ Otras publicaciones básicas
[Recuadro de la página
4] No los olvide
¿Olvidar a quiénes? A todos los interesados que asistieron a la Conmemoración de la muerte de Cristo o al discurso
especial. ¿Los ha invitado a la asamblea de distrito de este año? Es probable que muchos de ellos asistan si se les
anima con bondad. Al disfrutar del compañerismo edificante en la asamblea y del animador programa espiritual, se
sentirán más atraídos a Jehová y su organización. Invítelos y vea si responden. Deles todos los detalles necesarios,
como por ejemplo, la fecha de la asamblea, las instrucciones sobre cómo llegar al lugar, la hora en que empiezan y
terminan las sesiones y el anticipo del programa que aparece en la contraportada de ¡Despertad! del 8 de junio de 2003.

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“Obra de predicar” Referencias

(2)*** km 1/05 pág. 6 Usemos un método flexible ***


El interés sincero por la gente nos impulsa a tratar de percibir sus necesidades y mostrarle cómo
el Reino resolverá por completo sus problemas (Fili. 2:4). Para lograrlo, un método flexible que a
muchos publicadores les da buenos resultados es invitar a la persona a expresarse sobre las
ilustraciones del Paraíso que aparecen en nuestras publicaciones, como las que se alistan a la
derecha. Podríamos usar alguna de estas introducciones:
▪ “¿Cree usted que algún día la humanidad podrá disfrutar de las condiciones que ve aquí?”
▪ “Todos desearíamos que nuestros hijos pudieran disfrutar de un mundo como el que se representa
aquí. ¿Qué cree usted que hace falta para lograrlo?”
▪ “Esta es una ilustración de cómo será nuestro planeta cuando la voluntad de Dios se haga en la
Tierra como se hace en el cielo. ¿Nota algo que sea distinto a lo que nos rodea hoy día?”
▪ “¿Le gustaría vivir en estas condiciones? [Permita que responda.] ¿Cree que esto será posible
durante nuestra vida?”
Escuchemos con atención la respuesta de la persona y tratemos de averiguar amablemente su
punto de vista haciéndole una o dos preguntas más. Si alguien responde que no quisiera vivir en las
condiciones que ve en la ilustración o que no cree que eso sea posible, no nos apresuremos a
pensar que no tiene interés. Preguntémosle con tacto por qué piensa así. Sus comentarios pueden
revelar una profunda preocupación por los problemas a los que se enfrenta la humanidad y que no
parecen tener solución (Eze. 9:4).
Adaptemos la presentación a lo que le preocupa a la persona. Destaquemos el aspecto del Reino
que más tenga que ver con sus necesidades. Leamos uno o dos textos que traten del asunto que le
concierne (vea las sugerencias de la columna de la derecha). Que compruebe por sí misma lo que
dice la Palabra de Dios. Si muestra interés, ofrézcale la publicación y quede en volver para seguir
hablando del tema.
[Recuadro de la página 6]
Ejemplos de escenas del Paraíso
Libro Creación: páginas 237, 243, 251
Libro Aprendamos: páginas 251-254
Libro Conocimiento: páginas 4, 5, 188, 189
Folleto Exige: páginas 11, 13
Libro Verdadera paz: página 98
Libro Adoremos a Dios: páginas 92, 93
[Recuadro de la página 6] Temas
que preocupan a la gente
Corrupción, injusticia
Isaías 9:6, 7;
2 Pedro 3:13
Decadencia moral
2 Timoteo 3:1-5
Delincuencia, violencia
Salmo 37:10, 11;
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“Obra de predicar” Referencias

Proverbios 2:21, 22
Depresión
Salmo 34:8;
Isaías 65:17-19
Destrucción del medio ambiente
Revelación 11:18
Enfermedades, impedimentos
Isaías 33:24; 35:5, 6
Guerra, terrorismo
Salmo 46:8, 9;
Miqueas 4:3, 4
Hambre, desnutrición
Salmo 72:16;
Isaías 25:6
Mal gobierno
Salmo 146:3, 4;
Daniel 2:44
Maltrato de animales
Proverbios 12:10
Muerte, duelo
Isaías 25:8;
Revelación 21:3, 4
Pobreza, opresión
Salmo 72:12-14;
Eclesiastés 8:9
Prejuicios, desigualdad
Isaías 11:3-5;
Hechos 10:34, 35
Problemas económicos y de vivienda
Isaías 65:21, 22
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“Obra de predicar” Referencias

(3)*** km 1/02 págs. 3-6 Presentaciones recomendadas para el servicio del campo ***
Cómo utilizar este suplemento
La mayoría de las siguientes presentaciones se publicaron en números pasados de
Nuestro Ministerio del Reino. Utilice cuantas desee al dar testimonio y vea cómo le va.
Guarde este suplemento y repáselo cuando se prepare para el ministerio.

Puede despertar el interés de la persona en la Palabra de Dios si va directamente al grano.


Plantee una pregunta específica y luego lea la respuesta breve que da la Biblia. Pruebe las
siguientes sugerencias:
“Al meditar en el futuro, ¿espera que la situación mejore, o le parece difícil? [Permita que responda.]
La Biblia predijo los inquietantes sucesos actuales y sus resultados.” (2 Tim. 3:1, 2, 5; Pro. 2:21, 22.)
“A muchas personas les preocupa la atención médica. ¿Sabía usted que Dios promete solucionar
para siempre los problemas de salud?” (Isa. 33:24; Rev. 21:3, 4.)
“¿Sabía usted que la Biblia predice que con el tiempo habrá un solo gobierno que regirá el mundo
entero?” (Dan. 2:44; Mat. 6:9, 10.)
“¿En qué condiciones cree usted que viviríamos si Jesucristo gobernara la Tierra?” (Sal. 72:7, 8.)
“Muchas personas sufren discriminación por motivo de su sexo, religión o raza. ¿Cuál cree que es
el parecer de Dios sobre tales prejuicios?” (Hech. 10:34, 35.)
“Como sabemos, Jesús realizó muchos milagros en su día. Si pudiera pedirle que hiciera uno más,
¿cuál sería?” (Sal. 72:12-14, 16.)
“Casi todos estamos cansados de oír hablar de problemas. Queremos oír soluciones. Pero ¿dónde
podemos hallar soluciones verdaderas a nuestras dificultades?” (2 Tim. 3:16, 17.)
“¿Sabe usted cuál es el Reino que mencionamos en el padrenuestro?” (Rev. 11:15.)
Cómo iniciar una conversación
La siguiente lista de preguntas, tomadas del libro Razonamiento, incluye las páginas de dicho
libro donde se hallan las respuestas:
¿Van al cielo todas las personas buenas? (72)
¿Tiene que ir uno al cielo para tener un futuro verdaderamente feliz?
(73) ¿Hay razones sólidas para creer en Dios? (118)
¿Se interesa Dios realmente en lo que nos sucede a los seres humanos?
(119) ¿Es Dios una persona real? (120)
¿Por qué hay tanta iniquidad? (194)
¿Por qué es importante conocer el nombre de Dios y usarlo?
(203) ¿Es Jesucristo realmente Dios? (209)
¿Qué puede contribuir a mejorar un matrimonio?
(239) ¿Por qué envejecemos y morimos? (245)
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“Obra de predicar” Referencias

¿En qué condición están los muertos? (246)


¿Quién gobierna a este mundo... Dios, o Satanás?
(257) ¿Qué logrará el Reino de Dios? (302)
¿Son aceptables a Dios todas las religiones? (309)
¿Cómo puede alguien saber cuál religión es la verdadera?
(315) ¿Cuánto poder tiene Satanás en el mundo actual? (358)
¿Por qué permite Dios el sufrimiento? (373)
¿Qué propósito tiene la vida humana? (429)
El método directo
Para empezar un estudio bíblico, utilice una de estas presentaciones directas:
“¿Sabía que en unos minutos usted podría obtener la respuesta a una importante pregunta bíblica?
Por ejemplo,...” Luego haga una de las preguntas que aparecen al principio de una de las lecciones
del folleto Exige que crea que llamará la atención de la persona.
“Le visito para mostrarle nuestro programa de estudio bíblico gratuito. La demostración toma unos
cinco minutos. ¿Dispone de ellos?” Si así es, utilice la lección 1 del folleto Exige para demostrar
cómo se dirige el estudio y lea solo uno o dos textos bíblicos. Entonces pregunte: “¿Cuándo
dispondrá de unos quince minutos para analizar la siguiente lección?”.
“Aunque muchas personas tienen la Biblia, no saben que esta contiene las respuestas a las
preguntas importantes que todos nos hacemos en cuanto al futuro. Utilizando esta publicación [el
folleto Exige o el libro Conocimiento] aproximadamente una hora todas las semanas, usted obtendrá
un conocimiento básico de la Biblia en pocos meses. Tendré mucho gusto en mostrarle cómo se
lleva a cabo el curso.”
“Vengo a ofrecerle un curso bíblico gratis en su hogar. Si me lo permite, en unos minutos le mostraré
cómo estudian la Biblia en su propio hogar familias de unos doscientos países. Podemos tratar
cualquiera de los siguientes temas [muestre el índice del libro Conocimiento]. ¿Cuál le interesa
más?” Deje que la persona escoja un tema. Diríjase a ese capítulo y empiece el estudio con el primer
párrafo.
“Doy lecciones gratuitas de la Biblia y mi horario me permite incluir a más estudiantes. Esta es la
publicación bíblica que utilizamos [muestre el libro Conocimiento]. El curso dura solo unos cuantos
meses, y se contestan preguntas como: ¿Por qué permite Dios el sufrimiento? ¿Por qué
envejecemos y morimos? ¿Qué les sucede a nuestros difuntos? Y ¿cómo podemos acercarnos a
Dios? ¿Me permite demostrarle cómo se estudia una lección?”

Si ha encontrado una presentación eficaz que capta el interés de las personas, siga
utilizándola. Sencillamente adáptela a la publicación que ofrezca ese mes.
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“Obra de predicar” Referencias

(4)*** km 1/05 págs. 3-5 Presentaciones recomendadas para el servicio del campo ***
Para guardar

Las siguientes sugerencias le ayudarán a prepararse para presentar la publicación que corresponda.

Acerquémonos a Jehová

“A muchas personas que creen en Dios les gustaría sentirse más cerca de él. ¿Sabía usted que Dios nos invita a
acercarnos a él? [Lea Santiago 4:8.] Esta publicación se ha preparado para que la gente utilice su propia Biblia para
acercarse a Dios.” Lea el párrafo 1 de la página 16.

“Hoy día abundan las injusticias. Sucede tal como dice aquí [lea Eclesiastés 8:9b]. Muchas personas se preguntan
si a Dios le importa lo que pasa [lea las dos primeras oraciones del párrafo 4 de la página 119]. Este capítulo explica
por qué ha permitido Dios temporalmente las injusticias.”

¿Existe un Creador que se interese por nosotros?

“¿Dónde podemos encontrar el mejor consejo sobre cómo resolver nuestros problemas más desconcertantes?
[Permita que responda. A continuación lea Mateo 7:28, 29.] Este pasaje describe cómo respondió la gente al Sermón
del Monte de Jesús. Fíjese en lo que han comentado algunas personas [cite algunos comentarios de la página 152].
Este capítulo trata de la vida y las enseñanzas de Jesús.”

“¿Se ha preguntado alguna vez si Dios hará algo para quitar el sufrimiento y la injusticia del mundo? [Permita que
responda. A continuación lea Revelación 21:3, 4.] Este libro explica lo que va a hacer Dios para erradicar el sufrimiento
y sus causas.” Muestre el capítulo 10.

Aprendamos del Gran Maestro

“¿Cree usted que el mundo sería un lugar mejor si las personas siguieran este consejo? [Lea Mateo 7:12a. Luego
permita que responda.] En este libro se incluyen muchas lecciones del mayor maestro de todos los tiempos.” Diríjase
al capítulo 17 y destaque los dibujos y sus respectivos comentarios.

“La mayoría de los padres de hoy día tratan de inculcar buenos valores en sus hijos. ¿Cree que esto es importante?
[Permita que responda. Luego lea Proverbios 22:6.] Fíjese en que se anima a los padres a iniciar la educación de sus
pequeños a temprana edad. Este libro se ha preparado con ese propósito.” Resalte los dibujos y los epígrafes del
capítulo 15 o el 18.

“A menudo las preguntas de los hijos sorprenden a sus padres. Y algunas son difíciles de contestar, ¿no cree?
[Permita que responda. Luego lea Efesios 6:4.] Este libro puede ayudar a los padres a dar respuesta a las preguntas
de sus hijos.” Muéstrele unos cuantos dibujos y los comentarios que los acompañan de los capítulos 11 y 12 o 34 a 36.

La vida... ¿cómo se presentó aquí? ¿Por evolución, o por creación?

“A todos nos preocupan el delito y la violencia de esta zona. ¿Cree usted que alguien tiene la verdadera solución al
problema? [Permita que conteste.] La solución está en manos de Dios.” Abra el libro en la página 196; lea Proverbios
2:21, 22 directamente del párrafo 19 y coméntelo. Muestre el título del capítulo 16 y ofrezca el libro.

Abra el libro en la página 6 y diga: “Mucha gente cree que nuestro bello planeta y la vida que hay en él son producto
de la casualidad. ¿Cuál sería para usted una explicación razonable de cómo llegó a existir todo lo que

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“Obra de predicar” Referencias

vemos? [Permita que conteste.] Muchas pruebas confirman el relato bíblico acerca de un Creador muy poderoso que
tiene un gran amor por nosotros. Él es el Dios verdadero, y su nombre es Jehová”. Lea Salmo 83:18, y explique en
pocas palabras Su propósito de transformar la Tierra en un paraíso.

El hombre en busca de Dios

“Con tantas religiones que hay hoy día, ¿se ha preguntado alguna vez cómo podemos saber cuál tiene la aprobación
de Dios?” Después de que responda, abra el libro en la página 377, destaque el punto número 7 y pregunte al amo de
casa si está de acuerdo en que la religión verdadera debería unir a todas las razas de la humanidad. Busque uno de
los textos bíblicos citados, y si tiene tiempo, comente otros puntos de la lista. Si la persona muestra verdadero interés,
ofrezca el libro. Antes de marcharse, pregúntele: “¿Qué efecto debería tener la religión verdadera en el comportamiento
de una persona?”. Quede en volver para darle la contestación.

Si quien lo atiende se identifica como miembro de una religión importante, pudiera decir: “Es interesante conocer
personas de otras religiones. El hombre ha buscado a Dios de muchas maneras distintas [si lo ve oportuno, lea Hechos
17:26, 27]. La gente acostumbra practicar la religión de sus padres [lea el párrafo 12 de la página 8]. Aprender de otras
religiones nos instruye y educa. Este libro explica el origen, las prácticas y las enseñanzas de las principales religiones
del mundo”. Muestre algún ejemplo de lo que contiene el libro acerca de la religión de la persona, según se ve en las
siguientes páginas: sikhismo (100, 101); hinduismo (116, 117); budismo (141); taoísmo (164-166); confucianismo (177);
sintoísmo (190-195); judaísmo (220, 221); islam (289).

Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!

“Seguramente oyó hablar acerca de [mencione la noticia]. Cuando una tragedia termina con la vida de las personas,
muchos se preguntan qué consuelo puede brindarse a las familias de las víctimas. ¿Qué cree usted?” Deje que
responda. A continuación, abra el libro en la página 299 y muestre la lámina de la resurrección. Continúe diciendo: “A
muchos les sorprende saber que tanto los justos como los injustos volverán a la vida en el Paraíso en la
Tierra [lea Hechos 24:15 según se cita en el párrafo 9 de la página 297, y luego lea la explicación del párrafo 10]. Este
libro analiza muchos otros detalles interesantes sobre el propósito de Dios para el futuro”.

La Biblia... ¿la Palabra de Dios, o palabra del hombre?

“Casi todos afrontamos problemas serios en estos tiempos. Muchas personas recurren a toda clase de consejeros
en busca de orientación. Algunos consultan a videntes. ¿Dónde cree usted que podemos hallar buenos consejos que
nos ayuden de verdad? [Permita que responda.] La Biblia expresa un hecho importante que todos debemos saber [lea
2 Timoteo 3:16. Luego abra el libro en la página 187 y lea el párrafo 9]. Este libro permite comprobar que poner en
práctica los consejos de la Biblia siempre produce los mejores resultados.”

El hombre más grande de todos los tiempos

“En esta época del año mucha gente piensa en Jesús. No obstante, están sucediendo tantas cosas malas en el
mundo que algunos se preguntan si realmente le importamos. ¿Qué opina usted?” Permita que responda. Abra el libro
en el capítulo 24 y explique brevemente por qué vino Jesús a la Tierra. Después lea Juan 15:13, haciendo hincapié en
el amor de Jesús por los demás.

“Cuando se habla de Jesucristo, muchas personas se lo imaginan como un bebé o como un hombre agonizante. La
idea que tienen de Jesús se limita a su nacimiento y a su muerte. Con frecuencia pasan por alto las cosas maravillosas
que dijo e hizo en el transcurso de su vida. Lo que él logró afecta a toda persona que ha vivido sobre la faz de la Tierra.
Por tal motivo, es vital que aprendamos cuanto podamos acerca de las cosas maravillosas que hizo en favor de
nosotros.” Lea Juan 17:3. Muestre la primera página de la introducción y lea el cuarto párrafo.
11
“Obra de predicar” Referencias

(5)*** km 1/06 págs. 4-5 Cómo ofrecer el libro Enseña ***


Este suplemento contiene varias presentaciones para ofrecer el libro Enseña. A fin de ser más
eficaz, póngalas en sus propias palabras, adáptelas a las personas de su territorio y familiarícese
con los puntos del libro que son útiles para iniciar conversaciones. También puede emplear otras
presentaciones que sean prácticas en su territorio (vea Nuestro Ministerio del Reino de enero de
2005, pág. 8).

Armagedón
▪ “Al oír la palabra Armagedón, muchos piensan en una destrucción en masa. ¿Le sorprendería saber que
Armagedón es en realidad algo que podemos esperar con ilusión? [Permita que responda. Luego lea
Revelación 16:14, 16.] Fíjese en cómo será la vida después del Armagedón.” Diríjase a las páginas 82 a 84
y lea el párrafo 21.
Biblia
▪ “La gente suele decir que la Biblia es la Palabra de Dios. ¿Se ha preguntado alguna vez cómo es que un
libro escrito por hombres puede considerarse la Palabra de Dios? [Permita que responda. Luego lea 2 Pedro
1:21 y el párrafo 5 de la página 19.] Esta publicación muestra la respuesta que da la Biblia a estas preguntas.”
Muestre a la persona las preguntas de la página 6.
▪ “En nuestros días tenemos acceso a más información que nunca antes. Pero ¿dónde cree usted que
podemos hallar buenos consejos para ser felices? [Permita que responda. Luego lea 2 Timoteo 3:16, 17 y el
párrafo 12 de la página 22.] Esta publicación explica cómo podemos vivir de un modo que agrade a Dios y
sea bueno para nosotros.” Muestre el apartado y las ilustraciones de las páginas 122 y 123.
Desgracias/sufrimiento
▪ “Cuando ocurre una desgracia, muchos se preguntan si Dios se interesa de verdad por la gente y si se da
cuenta de sus sufrimientos. ¿Alguna vez se ha preguntado eso? [Permita que responda. Luego lea 1 Pedro
5:7 y el párrafo 11 de la página 11.] Esta publicación explica cómo eliminará Dios por completo el sufrimiento
de la humanidad.” Muestre las preguntas de introducción de la página 106.
Familia
▪ “Todos queremos tener una vida de familia feliz, ¿verdad? [Permita que responda.] La Biblia habla de algo
que todos en el hogar pueden hacer para contribuir a la felicidad familiar: imitar a Dios en mostrar amor.”
Lea Efesios 5:1, 2 y el párrafo 4 de la página 135.
Guerra/paz
▪ “En todas partes, la gente desea la paz. ¿Cree usted que la esperanza de que haya paz en la Tierra es solo
un sueño? [Permita que responda. Luego lea Salmo 46:8, 9.] Este libro indica cómo cumplirá Dios su
propósito y traerá la paz a este mundo.” Muestre la lámina de la página 35 y analice con la persona los
párrafos 17 a 21 de la página 34.
Jehová Dios
▪ “Muchas personas que creen en Dios quisieran sentirse más cerca de él. ¿Sabía usted que la Biblia nos
invita a acercarnos a Dios? [Permita que responda. Luego lea Santiago 4:8a y el párrafo 20 de la página 16.]
Esta publicación tiene el propósito de ayudar a las personas a conocer mejor a Dios empleando para ello su
propia Biblia.” Muestre las preguntas de introducción de la página 8.
▪ “Muchas personas le piden a Dios que su nombre sea santificado. ¿Se ha preguntado alguna vez cuál es
ese nombre? [Permita que responda. Luego lea Salmo 83:18 y los párrafos 2 y 3 de la página 195.] Este libro
explica lo que la Biblia realmente enseña sobre Jehová Dios y sobre su propósito para la humanidad.”

12
“Obra de predicar” Referencias
Jesucristo
▪ “Todo el mundo ha oído hablar de Jesucristo. Algunos dicen que simplemente fue un hombre especial.
Otros lo adoran como el Dios todopoderoso. ¿Cree usted que importa lo que creamos sobre Jesucristo?”
Permita que responda. Luego lea Juan 17:3 y el párrafo 3 de la página 37. Muestre las preguntas de
introducción bajo el título del capítulo.
Muerte/resurrección
▪ “Muchas personas se preguntan adónde vamos cuando morimos. ¿Cree usted que es posible averiguarlo?
[Permita que responda. Luego lea Eclesiastés 9:5 y los párrafos 5 y 6 de la página 58.] Este libro también
explica lo que significa la promesa bíblica de que quienes han muerto serán resucitados.”
Muestre la ilustración de la página 75.
▪ “Cuando muere un ser querido, es natural que deseemos volver a verlo, ¿verdad? [Permita que responda.]
Muchos han hallado consuelo en la promesa que da la Biblia en cuanto a la resurrección [lea Juan 5:28, 29
y los párrafos 16 y 17 de la página 72]. Este capítulo también contesta estas preguntas.”
Muestre las preguntas de introducción de la página 66.
Oración
▪ “¿Se ha preguntado alguna vez si Dios contesta las oraciones? [Permita que responda. Luego lea 1 Juan
5:14, 15 y los párrafos 16 a 18 de las páginas 170 y 171.] Este capítulo también explica por qué debemos
orar a Dios y qué tenemos que hacer para que nos escuche.”
Religión
▪ “Muchas personas están comenzando a ver las religiones del mundo como una fuente de problemas para
la humanidad, no como una solución. ¿Cree usted que la religión está dirigiendo a la gente en la dirección
correcta? [Permita que responda. Luego lea Mateo 7:13, 14 y el párrafo 5 de la página 145.] Este capítulo
examina seis aspectos que caracterizan a la religión que Dios aprueba.” Muestre la lista de la página 147.
Vida eterna
▪ “La mayoría de nosotros deseamos vivir mucho y con buena salud. Pero, si fuera posible, ¿le gustaría vivir
para siempre? [Permita que responda. Luego lea Revelación 21:3, 4 y el párrafo 17 de la página 54.] Este
libro habla de cómo podemos obtener la vida eterna y cómo se vivirá cuando esa promesa se haga realidad.”
Vivienda
▪ “En muchos lugares es muy difícil encontrar una vivienda decente y al alcance del bolsillo. ¿Cree usted que
llegará el día en que todos tengan una vivienda digna? [Permita que responda. Luego lea Isaías 65:21, 22 y
el párrafo 20 de la página 34.] Esta publicación explica cómo se cumplirá esa promesa de
Dios.”
[Recuadro de la página 5]
Maneras de mencionar el sistema de donaciones
“Si desea hacer un pequeño donativo para nuestra obra mundial, lo aceptaré con mucho gusto.”
“Aunque nuestras publicaciones se ofrecen sin costo alguno, sí aceptamos donaciones modestas para
apoyar nuestra obra mundial.”
“Quizá se pregunte cómo podemos llevar a cabo esta obra. La explicación es que nuestra obra mundial se
sostiene gracias a donaciones voluntarias. Si usted desea hacer una pequeña donación hoy, la aceptaré con
mucho gusto.”

13
“Obra de predicar” Referencias

(6)*** km 1/06 pág. 6 1) Pregunta, 2) texto bíblico y 3) capítulo ***


Una manera sencilla de presentar el libro ¿Qué enseña realmente la Biblia? es 1) preguntar qué
opina la persona sobre cierto asunto; 2) leer un texto bíblico apropiado, y 3) dirigirse a un capítulo
del libro que hable de ese tema y leer las preguntas de introducción que aparecen bajo el título. Este
método resulta útil para comenzar un estudio en la primera visita o en una revisita.
▪ “¿Cree usted que es posible que simples seres humanos lleguen a conocer al Dios todopoderoso,
como afirma aquí la Biblia?” Lea Hechos 17:26, 27 y permita que responda. Luego diríjase al capítulo
1.
▪ “Con todos los problemas que tenemos hoy día, ¿cree usted que es posible hallar el consuelo y la
esperanza que aquí se mencionan?” Lea Romanos 15:4 y permita que responda. Luego diríjase al
capítulo 2.
▪ “Si usted tuviera el poder que se requiere, ¿haría todos estos cambios?” Lea Revelación 21:4 y
permita que responda. Luego diríjase al capítulo 3.
▪ “¿Cree usted que llegará el día en que nuestros hijos disfruten de las condiciones que se
describen en esta antigua canción?” Lea Salmo 37:10, 11 y permita que responda. Luego diríjase
al capítulo 3.
▪ “¿Cree usted que estas palabras se cumplirán algún día?” Lea Isaías 33:24 y permita que
responda. Luego diríjase al capítulo 3.
▪ “¿Se ha preguntado alguna vez si los muertos saben lo que hacen los vivos?” Permita que
responda. Luego lea Eclesiastés 9:5 y diríjase al capítulo 6.
▪ “¿Cree usted que es posible que algún día volvamos a ver a nuestros seres queridos que han
muerto, tal como Jesús prometió en estos versículos?” Lea Juan 5:28, 29 y permita que responda.
Luego diríjase al capítulo 7.
▪ “En su opinión, ¿qué se necesitaría para que la voluntad de Dios se hiciera en la Tierra así como
se hace en el cielo, como dijo Jesús en su famosa oración?” Lea Mateo 6:9, 10 y permita que
responda. Luego diríjase al capítulo 8.
▪ “¿Le parece a usted que esta profecía se está cumpliendo en nuestros días?” Lea 2 Timoteo 3:1-
4 y permita que responda. Luego diríjase al capítulo 9.
▪ “Muchas personas se preguntan por qué el mundo parece ir de mal en peor. ¿Alguna vez ha
pensado que pueda deberse a lo que aquí se menciona?” Lea Revelación 12:9 y permita que
responda. Luego diríjase al capítulo 10.
▪ “¿Alguna vez ha querido saber la respuesta a una pregunta como esta?” Lea Job 21:7 y permita
que responda. Luego diríjase al capítulo 11.
▪ “¿No cree usted que si siguiéramos este consejo de la Biblia tendríamos una vida de familia feliz?”
Lea Efesios 5:33 y permita que responda. Luego diríjase al capítulo 14.

Puede informarse un estudio bíblico cuando, después de demostrar cómo se lleva a cabo,
se haya dirigido dos veces y existan razones para creer que la persona seguirá
estudiando.

14
“Obra de predicar” Referencias

(7)*** km 7/99 pág. 4 párrs. 1-10 Seamos breves y directos ***


1
En medio de una presentación bien preparada, ¿nos han interrumpido alguna vez
preguntándonos: “Pero dígame, ¿qué desea?”? Si así es, ¿qué nos enseña la
experiencia?
2
Que muchos de nuestros interlocutores se impacientan. Desean saber quiénes
somos y el propósito de nuestra visita. Al enterarse de que es para hablar de la Biblia,
quizá se cierren mentalmente, pues muchos viven sin concederle importancia a la
lectura de la Biblia y a las conversaciones espirituales. ¿Cómo podemos persuadirles
para pasar unos minutos con nosotros hablando de un tema bíblico?
3
Los métodos más eficaces. La clave radica en demostrar a nuestros
interlocutores, con el menor número posible de palabras, que la Biblia ofrece
soluciones prácticas a los problemas que les preocupan. Las presentaciones más
eficaces constan de una pregunta clara que pone a pensar al oyente, seguida de un
pasaje bíblico que la contesta. Probablemente disfrutaremos con algunas de las
siguientes sugerencias, que pretenden ayudarnos a ser concisos y despertar
rápidamente el interés de quienes nos escuchan.
4
En los territorios donde muchos dicen no tener interés, planteemos una
pregunta que los implique directamente.
▪ “Al aproximarse el nuevo milenio, ¿espera que las cosas mejoren, o lo ve difícil?
[Dejemos que responda.] La Biblia predijo los inquietantes sucesos actuales y también
en qué acabarán.” Leamos 2 Timoteo 3:1, 2, 5, y Proverbios 2:21, 22.
▪ “En nuestro país hay mucha preocupación por la atención médica. ¿Sabía usted
que Dios promete solucionar definitivamente los problemas de salud?” Leamos
Revelación 21:3, 4.
▪ “¿Cómo cree que se beneficiaría nuestra comunidad si todos siguiéramos las
normas de la Biblia?” Leamos Mateo 22:37-39.
▪ “Estamos preguntando a las personas si creen en estas palabras.” Leen Génesis
1:1 y dicen: “¿Coincide usted con lo que aquí se menciona?”. Si la persona concuerda,
agregan: “Yo también. Sin embargo, ¿le parece que, como Dios creó todas las cosas,
también es el culpable de la maldad?”. Agradecen la respuesta y leen Eclesiastés
7:29. Abren el libro Conocimiento en la página 71 y leen el párrafo 2. Animan al amo
de casa a que lea la publicación. Si él no está de acuerdo con lo que señala Génesis
1:1, lo instan a analizar el libro Creación.

15
“Obra de predicar” Referencias

5
Dado que tenemos la comisión de predicar las buenas nuevas del Reino,
siempre que podamos debemos centrar la atención en los objetivos que logrará
el Reino. Podemos decir:
▪ “¿Sabía usted que el libro más antiguo del mundo, la Biblia, predijo que habrá un
solo gobierno para el mundo entero?” Leamos Daniel 2:44.
▪ “¿En qué condiciones cree usted que viviríamos si Jesucristo gobernara la Tierra?”
Leamos Salmo 72:7, 8.
6
En los territorios con residentes muy religiosos podemos probar alguna de
estas introducciones:
▪ “Muchas personas sufren discriminación por motivo de su sexo, religión o raza.
¿Cómo cree usted que ve Dios tales prejuicios?” Leamos Hechos 10:34, 35.
▪ “Como sabemos, Jesús realizó en su día muchos milagros. Si pudiera pedirle que
hiciera uno más, ¿cuál sería?” Leamos Salmo 72:12-14, 16.
7
Si el amo de casa no está muy dispuesto a abrir la puerta, podemos iniciar
así la conversación:
▪ “Casi todos estamos cansados de oír hablar de problemas. Queremos oír
soluciones. Seguro que a usted le ocurre igual. Pero ¿dónde podemos hallar
soluciones efectivas a nuestros problemas?” Permitamos que responda y leamos 2
Timoteo 3:16, 17.
8
¿Por qué no intentarlo? Por lo general, basta con una pregunta sencilla y
concisa para despertar el interés de nuestro interlocutor. Una señora que se había
opuesto a nuestra labor hizo pasar a dos hermanas cuando una de ellas le preguntó:
“¿Sabe usted cuál es el Reino que mencionamos en el padrenuestro?”. A aquella
mujer le intrigó la pregunta, aceptó un estudio bíblico y ahora es una sierva dedicada
de Jehová.
9
Cuando conversemos con los amos de casa, seamos sinceros. Hablemos con el
corazón en la mano. Es más probable que reaccionen bien si están convencidos de
que realmente nos interesan (Hech. 2:46, 47).
10
La predicación de las buenas nuevas es todo un reto en la actualidad. Algunos
residentes recelan de los extraños. Otros están tan ocupados que apenas disponen
de tiempo libre. Con todo, podemos estar seguros de que aún hay muchas personas
merecedoras (Mat. 10:11). Es muy probable que tengamos más éxito al buscarlas si
hacemos presentaciones breves y directas.
16
“Obra de predicar” Referencias

(8)*** km 9/04 pág. 4 Hagamos buen uso de la Biblia ***


1
Prescindiendo de la publicación que planeemos ofrecer en el ministerio, conviene escoger un texto estimulante
con el fin de leerlo a quienes nos escuchen (Heb. 4:12). Un pasaje bíblico tomado de la publicación que llevemos puede
servirnos de transición eficaz para presentarla. En algunas zonas, a los publicadores les ha resultado útil llevar la Biblia
en la mano al abordar a una persona o al predicar de casa en casa.

2
Comience con un texto. Algunos publicadores inician su presentación preguntando al amo de casa su opinión
sobre un texto bíblico que enseguida le leen. Este método centra de inmediato la atención en la Palabra de Dios.
¿Resultarían prácticas algunas de las siguientes introducciones en su territorio?

▪ “Si usted tuviera el poder para hacerlo, ¿traería estos cambios?” Lea Revelación 21:4.

▪ “¿Por qué estamos viviendo en una época tan difícil?” Lea 2 Timoteo 3:1-5.

▪ “¿Cree que nuestra comunidad mejoraría si todos siguiéramos este consejo?” Lea Mateo 7:12.

▪ “¿Le parece posible que sus hijos disfruten algún día de condiciones como las que se describen aquí?” Lea Salmo
37:10, 11.

▪ “¿Piensa usted que llegará el día en que estas palabras se hagan realidad?” Lea Isaías 33:24.

▪ “¿Está familiarizado con el cambio de gobierno que se menciona aquí?” Lea Daniel 2:44.

▪ “¿Ha querido alguna vez plantearle a Dios esta pregunta?” Lea Job 21:7.

▪ “¿Será posible volver a ver a nuestros seres queridos que han muerto?” Lea Juan 5:28, 29.

▪ “¿Son conscientes los muertos de lo que hacen los vivos?” Lea Eclesiastés 9:5.

3
Explique, ilustre y aplique. Si alguien está dispuesto a conversar, no lo haga a toda prisa, más bien tómese
tiempo para explicar, ilustrar y aplicar el texto bíblico leído a fin de que la persona lo entienda (Neh. 8:8). Cuando la
gente capta y acepta las enseñanzas de la Palabra de Dios, pueden producirse cambios maravillosos en su vida (1 Tes.
2:13).

4
Siga haciendo buen uso de la Biblia mientras cultiva el interés de la gente. El mismo método se puede utilizar para
las revisitas: 1) escoja un texto bíblico apropiado, 2) formule una pregunta de punto de vista sencilla relacionada con el
texto y luego léalo, y 3) explíquelo, ilústrelo y aplíquelo. Procure ampliar el conocimiento de la persona sobre la Palabra
de Dios en cada visita. ¡En poco tiempo estará dirigiendo un estudio de la Biblia!

[Preguntas del estudio]

1. ¿Cómo puede prepararse para el ministerio del campo?

2. a) ¿Cómo podemos iniciar nuestra presentación con un texto? b) ¿Qué temas bíblicos interesan a sus vecinos?

3. ¿Cómo podemos ayudar a las personas a comprender los textos bíblicos que les leemos?

4. ¿Cómo podemos hacer buen uso de la Biblia en las revisitas?

17
“Obra de predicar” Referencias

(9)*** km 8/99 pág. 8 párrs. 1-9 ¿Qué le diría a un budista? ***


1
En algunos países, más de la mitad de las personas que se bautizan son de
extracción budista. ¿Qué las ha atraído a la verdad? ¿Cómo podemos presentar las
buenas nuevas a un budista?
2
Muestre auténtico interés. Muchos ex budistas han dicho que no fue el
razonamiento profundo lo que los atrajo a la verdad; antes bien, lo que los conmovió
fue el auténtico interés que se mostró en ellos. A una asiática que vivía en Estados
Unidos le impresionó tanto la amabilidad de la hermana que la visitó, que accedió a
estudiar la Biblia. Aunque la mujer no hablaba bien el inglés, la hermana tuvo mucha
paciencia con ella. Cuando estaba cansada o no podía estudiar, la hermana
simplemente le hacía una visita amistosa y acordaba un día para la siguiente sesión.
Con el tiempo, la mujer se bautizó juntamente con sus dos hijos y su anciana madre.
Regresó a su patria y ayudó a muchas personas a aprender la verdad. Uno de sus
hijos sirve actualmente en la sucursal de ese país. ¡Cuántas bendiciones por haber
reflejado ‘la bondad y el amor de Jehová para con el hombre’! (Tito 3:4.)
3
El pensamiento budista. Los budistas son por lo general tolerantes de otras
ideas, pero no consideran necesario adherirse a un dogma específico, razón por la
cual sus creencias varían en el plano individual. Un tema común en una de las ramas
de la doctrina budista es que el sufrimiento es una constante a lo largo de la vida, pero
que mediante la iluminación es posible detener el ciclo continuo de renacimientos a
una vida insatisfactoria. Se dice que la liberación de este ciclo consiste en alcanzar el
nirvana, el cual resulta imposible de describir porque no se trata de un lugar o un
suceso, sino de un estado de vacuidad en el que el dolor y el mal no existen (véase
¿Qué nos sucede cuando morimos?, págs. 9, 10). ¿A qué conclusión nos lleva esto?
Que sería contraproducente debatir con la gente sobre la filosofía budista. En vez de
eso, hable de los problemas que son comunes a todo el mundo.
4
Haga hincapié en los asuntos de interés mutuo. En vista de que los budistas
suelen equiparar la vida en la Tierra con el sufrimiento, la noción de vida eterna en la
Tierra puede parecerles absurda. Pero todos deseamos gozar de una vida de familia
feliz, ver la aniquilación del sufrimiento y conocer el sentido de la vida. Note cómo se
pueden poner de relieve tales necesidades mutuas.
5
Puede intentar utilizar esta introducción:
▪ “Vivimos hoy en un mundo donde muchos inocentes sufren. ¿Qué cree que se
necesita para poner fin al dolor y el sufrimiento? [Deje que responda.] Hay una antigua
promesa que a mí me consuela mucho. [Lea Revelación 21:4.] Por supuesto, ese
tiempo aún no ha llegado; pero quisiéramos verlo cuando llegue,
18
“Obra de predicar” Referencias

¿no es verdad?” A continuación, ofrezca una publicación que explique cómo


acabará el sufrimiento.
6
A una persona mayor pudiera decirle:
▪ “Tal vez a usted le preocupe tanto como a mí el gran torrente de ideas degradadas
que existen en el mundo y el efecto que tienen en nuestros hijos. ¿Por qué ha
aumentado tanto la inmoralidad entre los jóvenes? [Deje que responda.] ¿Sabía que
esta situación se predijo en un libro que empezó a escribirse mucho antes de la
fundación del islam, el cristianismo y el hinduismo? [Lea 2 Timoteo 3:1-3.] Note que
esas condiciones predominan a pesar de que el saber humano sigue aumentando.
[Lea el versículo 7.] Esta publicación me ayudó a comprender la verdad que la
mayoría de la gente nunca aprende. ¿Le gustaría leerla?” Ofrezca un libro o folleto
apropiados.
7
Los budistas en general respetan la Biblia como un libro sagrado; así que léales
directamente de ella (Heb. 4:12). Si a la persona le inquieta la influencia de la cultura
occidental, menciónele que todos los escritores bíblicos fueron asiáticos.
8
¿Qué publicaciones son las más efectivas? El tratado ¿Se eliminará alguna
vez el sufrimiento?, concebido especialmente para los budistas, se publica en chino,
cingalés, japonés y tai. Además, muchos publicadores han tenido buenos resultados
utilizando las siguientes publicaciones: los libros El hombre en busca de Dios, El
secreto de la felicidad familiar y Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas;
los folletos “¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas” y ¿Qué propósito tiene la
vida? ¿Cómo descubrirlo?, y, si aún hay existencias, el tratado Noticias del Reino
núm. 35, titulado ¿Se amarán algún día todas las personas? La mayoría de los
budistas que aprenden la verdad estudian primero el folleto Exige y luego el libro
Conocimiento.
9
Aunque se dice que a Atenas llegaron misioneros budistas casi cuatrocientos
años antes de que Pablo predicara allí, no sabemos si el apóstol encontró a alguna
persona en quien hubiera influido el pensamiento budista; pero sí sabemos lo que
pensaba en cuanto a dar testimonio a gente de toda clase. Él mismo se hizo “el
esclavo de todos” a fin de ‘salvar de todos modos a algunos’ (1 Cor. 9:19-23).
Podemos hacer lo mismo mostrando interés por la gente a quien testificamos y
destacando la esperanza que poseemos en común.
19
“Obra de predicar” Referencias

(10)*** km 9/99 pág. 8 párrs. 1-9 ¿Qué diríamos a un hindú? ***


1
Como tal vez sepa, muchos hindúes viven en diversos países, incluido el nuestro, lo que
significa que tarde o temprano encontraremos a uno en el ministerio. Cuando se dé esa
circunstancia, ¿cómo plantearemos la visita?
2
Tengamos presentes estos puntos. Los misioneros que han conseguido buenos resultados
al predicar a los hindúes, dicen que no es necesario investigar a fondo el hinduismo para darles un
buen testimonio. Una presentación sencilla de la verdad y hecha con tacto suele tener como
resultado una respuesta positiva. Primero pregunte por el cabeza de la casa. Si la respuesta de este
es favorable, será mucho más sencillo dar testimonio a los demás miembros de la familia. No
insinuemos al principio que llevamos un mensaje superior a las creencias del amo de casa, o que
deseamos hablar sobre el único Dios verdadero o sobre los escritos sagrados más antiguos. Puesto
que muchos hindúes piensan que la Biblia es un libro occidental, podemos vencer el prejuicio
explicando que no fomenta el colonialismo ni la superioridad de una raza sobre las demás.
3
Utilicemos los instrumentos adecuados. Hay dos folletos que se han preparado pensando
específicamente en los hindúes. ¿Por qué debemos adorar a Dios con amor y verdad? está impreso
en gujarati y punjabí. Our Problems—Who Will Help Us Solve Them? (Nuestros problemas: ¿quién
puede ayudarnos a resolverlos?) se ha impreso en otros once idiomas indios. El primero está
disponible en español. También han resultado eficaces al dar testimonio a personas de
antecedentes hindúes los folletos “¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas” y ¿De veras se
interesa Dios por nosotros? Los estudios bíblicos pueden dirigirse con buenos resultados con el
folleto Exige y el libro Conocimiento.
4
Establezcamos puntos en común. No es difícil encontrar puntos en común con los hindúes.
Creen que vivimos en un tiempo en que la maldad ha alcanzado su máximo nivel y que Dios librará
a este mundo de sus problemas mediante una gran catástrofe, a la que seguirá una era de verdad.
Como podemos ver, es muy sencillo relacionar estas creencias con las enseñanzas bíblicas sobre
los últimos días, la gran tribulación y el venidero nuevo mundo. Puesto que la mayoría de los hindúes
ven la vida como una serie de problemas para los que no hay soluciones, les interesan los temas
de la vida familiar, la delincuencia y la seguridad, así como qué les sucede a los muertos. A
continuación aparecen dos modelos de presentaciones que puede probar.
5
Esta podría captar la atención de un cabeza de familia:
▪ “Visito a las personas que están preocupadas por la situación actual de la vida familiar en muchos
países. ¿Qué piensa que ayudará a las familias a mantenerse unidas? [Deje que responda.] Algunas
personas saben lo que los escritos hindúes dicen sobre la familia, pero nunca han tenido la
oportunidad de compararlo con lo que la Biblia dice sobre este tema. Quisiera mostrarle esta idea
que aparece en Colosenses 3:12-14.” Tras leer el texto, muestre al amo de casa el capítulo 15 del
libro Conocimiento y diga: “Me gustaría dedicar un poco de tiempo a leer este capítulo con usted”.
6
Un joven tal vez responda bien a esta presentación:
▪ “Seguramente crees en Dios. ¿Cuál te parece que es su propósito para nosotros?” Deje que
responda. Luego lea Génesis 1:28 y diga: “En muchos lugares la Tierra está superpoblada y plagada
de problemas. ¿Crees que el Creador estará dispuesto a ayudarnos a resolver nuestros
problemas?”. Después de escuchar su respuesta, presente una publicación adecuada.
20
“Obra de predicar” Referencias

7
Disfrute de resultados positivos. Un hindú de 22 años abordó a una hermana que estaba
dando testimonio en un mercado y le pidió un estudio de la Biblia. Le contó que ocho años antes
había escuchado por casualidad una conversación bíblica entre su madre y la hermana. Aunque a
él le habían impresionado las prácticas respuestas bíblicas a los problemas de la humanidad, su
madre no estaba interesada y él creía que era demasiado joven para buscar la verdad por su cuenta.
Ahora, ya adulto, quería saber más. El joven no perdió el tiempo. En solo veintitrés días acabó su
estudio del libro Conocimiento, y pidió ser bautizado justamente cuatro meses después de haber
encontrado a la hermana en el mercado.
8
Un hermano inició un estudio con un hindú al que encontró en el tren. El hombre tenía
dificultades en el matrimonio, y además bebía en exceso. Accedió a que el Testigo lo visitara y le
hablara del consejo bíblico sobre la vida familiar. Le interesaron las enseñanzas morales de la Biblia,
y aceptó un estudio bíblico. Tanto él como su familia empezaron a asistir a las reuniones.
Posteriormente hablaron de la verdad con sus amigos y parientes. Hasta el presente, seis de esas
personas han aceptado la verdad.
9
La voluntad de Dios es que “hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento
exacto de la verdad” (1 Tim. 2:4). Entre ellos están las personas que profesan religiones no
cristianas, como el hinduismo. Si hay hindúes en su territorio, ¿por qué no los visita pronto y utiliza
algunas de las sugerencias de este artículo?
*** km 10/99 pág. 8 párrs. 1-7 ¿Qué diríamos a un judío? ***
1
En el siglo primero, muchos “hijos de Israel” respondieron con aprecio a la predicación de
Jesús y sus apóstoles (Hech. 10:36). Igual que entonces, hoy día algunos judíos sinceros aceptan
la verdad de todo corazón, no solo en Israel, sino en Rusia, Estados Unidos y otros países. ¿Le
gustaría obtener mejores resultados al predicar a los judíos? Las siguientes sugerencias le ayudarán
a dar testimonio con tacto tanto a los judíos que son religiosos como a los que no lo son.
2
Cómo dar testimonio a los judíos religiosos. Hay que tener en cuenta que a los judíos
religiosos suele interesarles más observar las tradiciones de los rabinos que definir doctrinas
específicas. Es más, por lo general creen que la tradición tiene la misma autoridad que las
Escrituras. Por tanto, no están interesados necesariamente en hablar de temas bíblicos profundos.
Como suelen considerar la Biblia un libro cristiano, normalmente es mejor referirse a ella con
expresiones como “las Escrituras Hebreas”, “la Torá” o “las Escrituras”. Una magnífica publicación
preparada para la población judía es el folleto ¿Habrá algún día un mundo sin guerra?
3
¿Qué temas podrían interesar a los judíos religiosos? Pues bien, ellos creen que hay un solo
Dios y que está profundamente interesado en el hombre. También, que Dios interviene en los
asuntos humanos. Podríamos utilizar estas ideas para establecer puntos en común. Además, la
mayoría de los judíos conocen bien lo que sufrió su pueblo durante la II Guerra Mundial. Se
preguntan por qué permitió Dios esa injusticia y cuándo acabará la maldad. Nosotros estamos bien
preparados para responder a esas preguntas, aludiendo, por ejemplo, a lo que los hermanos
pasaron durante el Holocausto.
4
Claro, para no alejar al amo de casa, es mejor no sacar a colación la cuestión de la identidad
del Mesías en los primeros momentos de la conversación. En su lugar, podemos hablar del papel
de Moisés en la historia de Israel y preguntar al amo de casa si cree que las enseñanzas de este
tienen validez hoy día. Cuando parezca oportuno hablar de la identidad del Mesías, podemos
empezar leyendo Deuteronomio 18:15, que dice: “Un profeta de en medio de ti mismo, de tus
hermanos, semejante a mí, es lo que Jehová tu Dios levantará para ti —a él ustedes deben
21
“Obra de predicar” Referencias

escuchar—”. Preguntemos luego al amo de casa en quién pensaba Moisés cuando habló de un
profeta semejante a él. A continuación, abarquemos algunos puntos de los párrafos 17 y 18 de la
página 14 del folleto ¿Un mundo sin guerra?
5
Los judíos no religiosos tienen una visión distinta. No todo el que se identifica como judío
acepta las enseñanzas del judaísmo. Muchos tienen una visión secularizada. Les interesa más
fomentar una identidad judía separada, con su cultura, tradiciones y educación, que practicar la
religión judía. Algunos de ellos son agnósticos, y unos cuantos, incluso ateos. Al principio, poco se
ganaría con ellos citándoles mucho de las Escrituras Hebreas. Sería mejor enfocar la conversación
igual que con cualquier otra persona que no fuera religiosa. Podemos explicar, por ejemplo, cómo
es práctica la Biblia para nuestro día. Si el amo de casa no cree que la Biblia es inspirada, pueden
ser útiles algunos puntos del folleto ¿Un mundo sin guerra?, en especial los de la sección de la
página 3 titulada “¿Ha inspirado Dios la Biblia?”.
6
Al predicar a un judío, podríamos decir:
▪ “La mayoría de nosotros hemos pasado por la triste experiencia de perder a un ser amado en la
muerte. ¿Qué cree usted que nos ocurre cuando morimos?” Dejemos que responda. Luego,
dirijamos al amo de casa al recuadro titulado “La muerte y el alma, ¿qué son?”, de la página 22 del
folleto ¿Un mundo sin guerra? En el recuadro se compara lo que dicen las Escrituras sobre la vida
tras la muerte con las enseñanzas de los rabinos. Seguidamente podemos ir al párrafo 17 de la
página 23 e indicar que, según las Escrituras, los muertos resucitarán para vivir en un paraíso en la
Tierra. Ofrezcamos el folleto. A fin de preparar el camino para la revisita, podemos decir que el
patriarca Job abrigaba la esperanza de la resurrección. Refirámonos a los textos que se citan al final
del párrafo 17 y ofrezcámonos a volver y comentarlos.
7
Los libros de Mateo, Marcos, Lucas, Juan y Hechos relatan experiencias de judíos que
escucharon la verdad y obraron de acuerdo con ella. Jehová aún tiene abierta la puerta a la vida
eterna. Todavía muchos judíos sinceros pueden conocer a Jehová, el Dios verdadero, y así también
vivir para siempre en el nuevo mundo de Dios (Miq. 4:1-4).
22
“Obra de predicar” Referencias

(11)*** km 11/99 pág. 8 párrs. 1-10 ¿Qué diríamos a un musulmán? ***


1
¿Alguna vez ha predicado a un musulmán? Si así es, quizás haya comprobado que los musulmanes creen
fervientemente en Dios. Poco saben, sin embargo, del venidero Paraíso terrestre que predijeron los profetas de Jehová,
la esperanza de la que queremos hablarles (1 Tim. 2:3, 4). La información que sigue nos permitirá darles un buen
testimonio.
2
Los musulmanes creen en Alá (Dios), y están convencidos de que Mahoma es su profeta. Su libro sagrado es el
Corán, y su religión, el islam, que significa “sumisión”. El Corán declara que mentir y adorar ídolos es incorrecto, y que
Dios es solo uno, no una Trinidad. También enseña que el alma es inmortal y que existe un infierno y un paraíso celestial.
Los musulmanes aceptan la Biblia como la Palabra de Dios, pero creen que ha sido adulterada. Por otra parte, piensan
que el Corán, que se conserva en su idioma original, se ha mantenido sin cambios.
3
Sea amigable, prudente y perspicaz. Cuando converse con musulmanes, sea amigable y prudente (Pro. 25:15).
No olvide que sus creencias están muy arraigadas; la mayoría de ellos las ha aprendido de memoria. Por consiguiente,
cuestionarse las enseñanzas religiosas o asegurarse por sí mismos de cuál es la voluntad de Dios resulta ajeno a su
formación espiritual (Rom. 12:2). Para ayudarlos, es esencial demostrar paciencia y comprensión (1 Cor. 9:19-23).
4
No emplee expresiones que puedan hacer que un musulmán lo vincule con la cristiandad. Muestre con claridad
que usted no forma parte de la religión católica o protestante, que es diferente. Refiérase a la Biblia como el Libro de
Dios. Debido a la aversión que sienten los musulmanes por la expresión Hijo de Dios, suele ser mejor no utilizarla ni
tratar este tema con ellos hasta que hagan algunos progresos en sentido espiritual. Sin embargo, puede hablar de Jesús
y referirse a él como profeta o mensajero. No discuta. Si percibe que su interlocutor se enoja, despídase cortésmente y
váyase de inmediato.
5
Es mejor hablar con una sola persona y no con un grupo. Por lo general, es aconsejable que las hermanas
prediquen a las mujeres, y los hermanos, a los hombres. Obviamente hay excepciones, pero es preciso ser juiciosos.
Por otro lado, muchos musulmanes son susceptibles respecto a lo que consideran modestia en el arreglo personal
femenino, algo que las hermanas deben tener en cuenta (1 Cor. 10:31-33).
6
Temas de conversación. Hable sin cohibirse sobre la grandeza y el amor de Dios. No dude en afirmar que usted
es un verdadero creyente, que Dios es único (no una Trinidad) y que es incorrecto adorar ídolos. Refiérase a la maldad
que impera en el mundo actual: las guerras, el malestar social, el odio racial y la hipocresía manifiesta de tantas
personas religiosas.
7
El folleto La guía de Dios: el camino del Paraíso le dará una idea más clara de los temas adecuados para entablar
conversaciones con los musulmanes. Está concebido para atraer a los que vivan en un ambiente donde sientan que
pueden estudiar la Biblia con libertad.
8
Podría emplear esta presentación:
▪ “Tengo particular interés en conversar con musulmanes. He leído algo respecto a su religión, y creo que no me
equivoco al decir que los musulmanes creen en un solo Dios verdadero y en todos los profetas. [Deje que responda.]
Me gustaría hablar con usted de un profeta de la antigüedad que predijo que la Tierra se transformará en un paraíso.
¿Me permite leerle lo que escribió ese profeta? [Lea Isaías 11:6-9.] Esta profecía me recuerda una cita del Corán que
aparece en este folleto.” Diríjase a la página 9 del folleto Guía de Dios y lea la cita impresa en negrita relativa a los
virtuosos que heredan la Tierra. Si demuestra interés, prosiga la conversación analizando los párrafos 7 a 9 de la página
opuesta. Entréguele el folleto y concierte una revisita (hallará otra presentación en Nuestro Ministerio del Reino de
febrero de 1998, pág. 6, párr. 27).
9
Cuando invitemos a alguien a analizar el folleto Guía de Dios, lo mejor es presentarlo como una conversación, no
como un estudio bíblico. Al terminarlo, el estudiante podrá pasar al folleto Exige o al libro Conocimiento. El tratado
Cómo hallar el camino al Paraíso y el folleto El tiempo para verdadera sumisión a Dios son otras publicaciones
especialmente dirigidas a los musulmanes.
10
Con este conocimiento de las creencias y la conciencia islámicas, podemos ser perspicaces al determinar qué
publicaciones ofrecerles y el modo de darles testimonio. Que Jehová siga bendiciendo nuestro empeño por ayudar a
personas de toda clase a invocar Su nombre y lograr la salvación (Hech. 2:21).

23
“Obra de predicar” Referencias

(12)*** km 12/99 pág. 8 párrs. 1-9 ¿Qué diríamos a un ateo? ***


1
“Soy atea”, le dijo una profesora de Polonia a una misionera en África. Pese a ello, la hermana logró conversar con
la mujer y darle el libro La vida... ¿cómo se presentó aquí? ¿Por evolución, o por creación? A la semana siguiente,
cuando la misionera regresó, la profesora le dijo: “Ya no soy atea”. Había leído todo el libro Creación, y solicitó un
estudio de la Biblia. ¿Qué podemos hacer para lograr dar el testimonio a los que dicen no creer en Dios? En primer
lugar, analicemos las diversas razones que llevan a la gente a hacer esa afirmación.
2
Factores que contribuyen a la incredulidad. No a todos los ateos se les ha educado en el ateísmo. Muchos de
ellos tuvieron algún tipo de religión y en un tiempo creyeron en Dios. Pero una enfermedad grave, dificultades familiares
o determinadas injusticias debilitaron su fe. En otros casos, los estudios universitarios afectaron negativamente su
concepto de Dios. Veamos los siguientes ejemplos de ateos que acabaron creyendo firmemente en Jehová Dios y se
hicieron sus Testigos.
3
Una señora de París nació con una enfermedad debilitante de los huesos. Aunque se había bautizado en la fe
católica, se declaraba atea. Cuando preguntó a las monjas por qué había permitido Dios que naciera con esa dolencia,
la respuesta que le dieron fue: “Porque te ama”. Ella se negó a aceptar esa idea absurda. También está el caso de un
joven finlandés al que se diagnosticó una enfermedad muscular incurable que lo confinó en una silla de ruedas. Su
madre lo llevó a un pentecostal que decía sanar a los enfermos, pero no se produjo una curación milagrosa. Como
consecuencia, el joven perdió el interés en Dios y se hizo ateo.
4
Un hondureño criado en el catolicismo estudió filosofía socialista y ateísmo. En la universidad se convenció de que
el hombre es producto de la evolución, por lo que dejó de creer en Dios. Del mismo modo, una mujer de Estados Unidos
criada en el metodismo asistió a clases de psicología en la universidad. ¿Cómo se vieron afectadas sus creencias? Ella
dijo: “En un verano acabaron por completo con mi fe en la religión”.
5
Lleguemos al corazón de las personas sinceras. Muchas personas que dicen no creer en Dios agradecerían
saber si tienen solución la mala salud, las desavenencias familiares, la injusticia, etc. Están sinceramente interesadas
en hallar la respuesta a cuestiones como por qué existe la maldad, por qué le ocurren desgracias a la gente buena y
qué sentido tiene la existencia.
6
Un matrimonio de Suiza criado en el ateísmo respondió de manera negativa la primera vez que entró en contacto
con la verdad. Sin embargo, como tenían graves conflictos familiares y contemplaban la posibilidad de divorciarse,
cuando la Testigo volvió a visitarlos, aceptaron que les indicara con la Biblia cómo superar sus desavenencias. A la
pareja le sorprendieron los consejos prácticos que contienen las Escrituras, y ambos aceptaron un estudio de la Biblia.
Se fortaleció su matrimonio, progresaron espiritualmente y se bautizaron.
7
¿Qué decir a los ateos? Cuando alguien nos diga que es ateo, tratemos de averiguar la razón. ¿Se debe a la
educación que recibió, a los problemas que experimentó o a la hipocresía religiosa y las enseñanzas falsas?
Podríamos preguntarle: “¿Ha pensado siempre así?”, o “¿por qué motivo llegó a esa conclusión?”. Su respuesta nos
permitirá determinar qué decir. Cuando sea necesario aportar argumentos convincentes, el libro ¿Existe un Creador
que se interese por nosotros? tal vez sea justo lo que haga falta.

8
Podríamos iniciar una conversación con un ateo preguntándole:
▪ “¿Se ha preguntado alguna vez por qué hay tanto sufrimiento e injusticia en el mundo si existe un Dios? [Dejemos que
responda.] ¿Me permite enseñarle lo que dice la Biblia al respecto?” Leamos Jeremías 10:23 y preguntémosle su opinión
del texto. Luego mostrémosle las páginas 16 y 17 del folleto ¿Habrá algún día un mundo sin guerra? También podemos
usar el capítulo 10 del libro Creador. Invitemos al amo de casa a aceptar la publicación y leerla (hallará más sugerencias
en las págs. 122-124 del libro Razonamiento).
9
Hay que reconocer que no todos los ateos aceptarán la verdad. Pero muchos están dispuestos a analizar otras
ideas. Usemos la lógica, la persuasión y, sobre todo, el poder de la Palabra de Dios para ayudarlos a ver la verdad
(Hech. 28:23, 24; Heb. 4:12).

24
“Obra de predicar” Referencias

(13)*** km 12/10 pág. 1 Úselo en toda ocasión ***


1
El tratado ¿Le gustaría saber la verdad? está pensado para ayudarnos a comenzar estudios
bíblicos, pero también nos sirve para esparcir las semillas de la verdad (Ecl. 11:6). A continuación
presentamos varias sugerencias sobre cómo podemos utilizar esta valiosa herramienta.
2
Para iniciar una conversación. Puede darle el tratado a la persona, señalarle las seis
preguntas de la primera página y preguntarle: “¿Cuál de estas preguntas se ha hecho usted?”.
Tras escuchar sus comentarios, use el tratado para mostrarle la respuesta bíblica a su pregunta y
lea uno de los textos citados. Luego lea o resuma la última página y ofrézcale el libro Enseña. Aun
si no acepta el libro, ya tiene el tratado en sus manos, y este puede hacer que la verdad eche raíz
en su corazón (Mat. 13:23).
3
Si la persona está ocupada. Puede decirle: “Como quizás este no sea un buen momento,
permítame dejarle este tratado. Contiene seis preguntas que casi todos nos hemos planteado y
responde directamente a cada una con la Biblia. Me gustaría saber qué opina la próxima vez que
nos veamos”.
4
Al predicar en las calles. Una opción es decir: “Hola. ¿Se ha hecho alguna de estas
preguntas? [Permita que responda.] Este tratado contiene las respuestas que da la Biblia, que son
claras y satisfactorias”. Si la persona no tiene prisa, tal vez pueda analizar con ella una de las
respuestas que contiene el tratado e incluso ofrecerle el libro Enseña.
5
No en casa. En algunos territorios, los publicadores suelen dejar alguna publicación fuera de la
vista cuando no encuentran a nadie en casa. Si esa es la costumbre en su congregación, ¿por qué
no deja de vez en cuando el tratado Saber la verdad? Al volver, podría decir: “Como la vez pasada
no lo encontramos en su casa, le dejamos este tratado en su puerta. ¿Le interesa la respuesta a
alguna de estas seis preguntas?”.
6
El tratado Saber la verdad presenta el mensaje bíblico de forma simple y directa. Atrae a
personas de toda religión y cultura. Y además, es sencillo presentarlo: hasta los publicadores más
jóvenes y nuevos pueden hacerlo. ¿Está usted usándolo en toda ocasión oportuna?
[Preguntas del estudio]
1. ¿Para qué nos sirve el tratado Saber la verdad?
2. ¿Cómo se puede usar el tratado para iniciar una conversación?
3. ¿Qué podemos hacer si la persona está ocupada?
4. ¿Qué se puede decir al ofrecer el tratado en las calles?
5. ¿Cómo se podría usar de vez en cuando el tratado si no hay nadie en casa?
6. ¿Qué hace del tratado Saber la verdad una herramienta valiosa?

25
“Obra de predicar” Referencias

(14)*** km 4/07 pág. 8 Cuando las personas no están en casa ***


1
En muchos lugares es cada vez más difícil encontrar a las personas en su hogar. Los “tiempos
críticos” en que vivimos obligan a muchos a trabajar largas horas solo para mantenerse (2 Tim. 3:1).
Algunos pudieran estar fuera de casa porque están gastando dinero o simplemente divirtiéndose.
¿Cómo podemos hacer llegar las buenas nuevas a estas personas?
2
Lleve un buen registro. El primer paso es tomar nota de los hogares donde no hay nadie. Esto
es especialmente importante si abarca su territorio con frecuencia. ¿Anota el nombre de la calle, el
número del territorio, su nombre y la fecha? Deje espacio para hacer otras notas cuando usted u
otro publicador visite de nuevo los hogares donde no encontró a nadie. Cuando termine de predicar,
no olvide entregar el registro o las notas a la persona que tiene la tarjeta del territorio, a menos que
concuerde en que usted visite esos hogares. Use otra hoja para anotar datos sobre cualquier
persona interesada que usted volverá a visitar.
3
Vuelva a una hora diferente. Quizás a algunos de los que no estaban en casa durante la
jornada laboral se los encuentre por la noche o el fin de semana. ¿Pudiera cambiar su horario para
regresar en un momento más oportuno? (1 Cor. 10:24.) Si no, tal vez quiera entregar estos datos a
un publicador que pueda volver a una hora diferente. Otra opción es escribir a tales personas o
intentar llamarlas por teléfono. Los publicadores cuyos problemas de salud limitan su predicación
de casa en casa se alegrarán de ayudarle en este asunto.
4
Veamos un ejemplo que ilustra la importancia de intentar comunicarnos con los que no están
en casa. Después de visitar un hogar vez tras vez durante tres años, los publicadores por fin
hablaron con el ama de casa. Resulta que ella ya había estudiado antes de trasladarse a esa zona
y ahora estaba esperando que vinieran los Testigos para reanudar el curso bíblico.
5
Abarque todo el territorio. ¿Cuándo puede decirse que se ha abarcado todo el territorio? Por
lo general, cuando se han hecho esfuerzos razonables por hablar con alguien en cada hogar.
Pudiera ser apropiado dejar discretamente un tratado o una revista menos reciente en los hogares
donde no hay nadie, sobre todo en territorios donde no se predica con frecuencia. El territorio debe
abarcarse en cuatro meses. Entonces se debe entregar al siervo de territorios para que actualice
sus registros.
6
Queremos que la mayor cantidad de personas tenga la oportunidad de aprender a invocar el
nombre de Jehová y recibir la salvación (Rom. 10:13, 14). Eso incluye a quienes no están en su
hogar cuando hacemos visitas de casa en casa. Al igual que Pablo, que su deseo sea “dar testimonio
cabal de las buenas nuevas de la bondad inmerecida de Dios” (Hech. 20:24).
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué desafío común afrontamos cuando predicamos de casa en casa?
2. ¿Cómo podemos asegurarnos de visitar de nuevo los hogares donde no había nadie?
3. ¿Cuáles son algunas sugerencias para llegar a las personas que no encontramos en casa?
4. ¿Qué caso ilustra la importancia de volver a los hogares donde no había nadie?
5. ¿Cuándo podemos decir que se ha abarcado un territorio?
6. ¿Por qué debemos tratar de hablar de las buenas nuevas con todas las personas de nuestro
territorio?

26
“Obra de predicar” Referencias

(15)*** km 4/00 pág. 8 párrs. 1-6 No deje de volver ***


“¡Qué conversación más buena! Tengo que acordarme de volver.” ¿Se ha
expresado alguna vez así y luego se ha olvidado de dónde vive la persona? Si le ha
ocurrido, ya sabe que la única manera de asegurarse de regresar es tomar notas.
2
Anótelo todo. Saque un momento para anotar todos los datos pertinentes sobre
la visita mientras todavía conserva fresca en la memoria la conversación con la
persona interesada. Apunte su nombre y cómo la reconocerá. Escriba la dirección;
pero no la invente, sino compruebe que pone los datos correctos. Anote el tema del
que hablaron, los textos que leyó y las publicaciones que dejó.
3
Si planteó una pregunta al amo de casa y quedó en contestársela en la siguiente
visita, anótela. ¿Se enteró de algún detalle sobre él, su familia o su religión? En ese
caso, escríbalo. El que lo mencione en la siguiente ocasión que hable con la persona
pondrá de manifiesto su interés en ella. Finalmente, incluya el día y la hora de su
primera visita y cuándo quedó en volver. Si toma buenas notas, contará con
recordatorios claros y serán menores las probabilidades de que olvide su promesa de
regresar (1 Tim. 1:12).
4
Una vez que lo haya anotado todo, ponga la hoja con el resto de los artículos para
el servicio del campo —el maletín o bolso, la Biblia, el libro Razonamiento y las
publicaciones—, pues así siempre la tendrá a mano. Es mejor que las notas de las
casas donde no había nadie estén separadas de las de las revisitas. Por supuesto,
independientemente de lo mucho que nos esforcemos por anotar bien las revisitas, lo
importante es no dejar de volver.
5
Piense en la persona. Cuando se prepare para el ministerio, repase las notas de
sus revisitas. Piense en cada una de las personas y en cuál será la mejor manera de
abordarlas cuando las visite de nuevo. Considere cómo lograr que se interesen en
estudiar la Biblia. Si planea así la revisita, aumentará su productividad como ministro
de las buenas nuevas y, en consecuencia, su gozo personal (Pro. 21:5a).
6
Así que la próxima vez que encuentre a alguien que le escuche, no piense que le
será fácil recordar la visita. Más bien, tome notas, revíselas, siga pensando en la
persona y no deje de volver a visitarla.

27
“Obra de predicar” Referencias

(16)*** km 1/05 pág. 8 Cómo usar las presentaciones recomendadas ***


1
En Nuestro Ministerio del Reino aparecen regularmente presentaciones para ofrecer nuestras
revistas y otras publicaciones. En la predicación no tenemos por qué repetirlas palabra por palabra.
El propósito de tales presentaciones es darnos una idea de lo que podemos decir. Por lo general
obtendremos mejores resultados si nos expresamos con nuestras propias palabras. Hablar con
naturalidad contribuye a que nuestros oyentes se sientan a gusto y al mismo tiempo manifiesta
sinceridad y convicción (2 Cor. 2:17; 1 Tes. 1:5).
2
Adaptemos la presentación. Nuestra forma de presentar las buenas nuevas depende en
buena medida de las costumbres locales. ¿Podemos saludar a la persona e iniciar una conversación
en la que insertemos la presentación, o espera la gente del territorio que vayamos directamente al
grano? La respuesta varía mucho en función del lugar y a menudo también de la persona. Asimismo
se requiere discernimiento a la hora de hacer preguntas. Hay preguntas que son apropiadas en
algunos lugares, pero que pueden incomodar a la gente en otros. Por lo tanto, tenemos que usar
buen juicio y adaptar nuestras presentaciones a lo que sea aceptable en la localidad.
3
Además, al prepararnos para el servicio del campo, debemos tener en cuenta las
circunstancias y el modo de pensar de la gente del territorio. Por ejemplo, es probable que al hablar
de Mateo 6:9, 10, lo hagamos de un modo distinto con un católico devoto que con una persona que
no sabe nada del padrenuestro. Si reflexionamos un poco, normalmente podremos adaptar nuestras
presentaciones y hacerlas más atrayentes a la gente que encontremos en el ministerio (1 Cor. 9:20-
23).
4
Aun cuando vayamos a usar una presentación más o menos como está redactada, no hay nada
como la buena preparación. Conviene que leamos detenidamente el artículo o el capítulo que
pensamos presentar y busquemos puntos que pueden despertar el interés para incluirlos en lo que
vamos a decir. Solo podremos ofrecer con entusiasmo nuestras publicaciones si nos familiarizamos
con la excelente información que contienen.
5
Otras presentaciones. ¿Tenemos que usar únicamente las presentaciones sugeridas? No. Si
nos sentimos más cómodos usando algún otro enfoque o un texto bíblico distinto, hagámoslo.
Especialmente al ofrecer las revistas, no desaprovechemos la oportunidad de usar artículos
secundarios que pudieran ser de particular interés en el territorio. Cuando se hagan demostraciones
en la Reunión de Servicio, se puede usar cualquier presentación que tenga buenos resultados en la
localidad. Así se ayudará a todos a dar a conocer las buenas nuevas con eficacia.
[Preguntas del estudio]
1. ¿Cómo debemos utilizar las presentaciones que se recomiendan?
2. ¿Por qué debemos tener presentes las costumbres locales al preparar las presentaciones?
3. ¿Por qué hay que tener en cuenta las circunstancias y el modo de pensar de las personas con
las que hablamos?
4. ¿Por qué es esencial la buena preparación?
5. ¿Por qué pudiéramos preparar una presentación distinta, y cómo podemos hacerlo?

28
“Obra de predicar” Referencias

(17)*** km 11/97 pág. 3 ¿Qué diremos? ***


Cuando nos encontramos con personas que responden favorablemente
al mensaje en el ministerio, queremos volver a visitarlas para darles un
testimonio más amplio. Sin embargo, quizás no estemos seguros de qué
decir para despertarles el interés en la siguiente conversación. Podemos
utilizar el siguiente método: Plantear una pregunta interesante y acudir al
libro Razonamiento para mostrar la respuesta bíblica. Conviene tener una
lista de preguntas para seleccionar la que consideremos que suscitará más
interés al realizar una visita en particular. La siguiente lista, extractada del
libro Razonamiento, muestra el número de la página donde se encuentra
la respuesta:
▪ ¿Por qué envejecemos y morimos? (245)
▪ ¿Hay razones sólidas para creer en Dios? (118)
▪ ¿Se interesa Dios realmente en lo que nos sucede a los humanos? (119)
▪ ¿Tiene que ir uno al cielo para tener un futuro verdaderamente feliz? (73)
▪ ¿Por qué es importante conocer el nombre de Dios y usarlo? (203)
▪ ¿Qué logrará el Reino de Dios? (302)
▪ ¿Qué propósito tiene la vida humana? (429)
▪ ¿Por qué hay tantas religiones? (309)
▪ ¿Cómo puede saber alguien cuál religión es la verdadera? (315)
▪ ¿Cuánto poder tiene Satanás en el mundo actual? (358)
▪ ¿Por qué permite Dios el sufrimiento? (373)
▪ ¿Por qué hay tanta iniquidad? (194)
Podemos poner esta lista de preguntas en la Biblia o en el libro
Razonamiento para una consulta rápida. Pensar en un tema de
conversación específico para las revisitas nos animará a cultivar fielmente
el interés que hallemos.

29
“Obra de predicar” Referencias

(18)*** km 8/07 pág. 3 Iniciemos estudios bíblicos con quienes aceptaron las revistas ***
1
Los sábados solemos presentar las revistas La Atalaya y ¡Despertad! en el ministerio del campo. Sin embargo,
este solo es el primer paso para alcanzar nuestra meta: enseñar la verdad a las personas sinceras. Las siguientes
presentaciones nos ayudarán a ofrecer el libro Enseña en la revisita e iniciar un estudio bíblico. Podemos adaptarlas a
nuestro territorio y a nuestras propias palabras, o valernos de otras que nos hayan sido útiles.
2
Usemos las páginas de introducción. En la revisita podríamos decir: “Las revistas que le dejé se centran en la
Biblia. Fíjese por qué es tan importante leerla”. Leamos Isaías 48:17, 18; Juan 17:3, u otro texto apropiado. A
continuación, tras presentar el libro Enseña y entregarle un ejemplar, podríamos añadir:
▪ “La Biblia nos ofrece una verdadera esperanza para el futuro.” Le mostramos a la persona las páginas 4 y 5, y le
preguntamos: “¿Cuál de estas promesas le gustaría ver cumplida?”. Vamos al capítulo que analiza la promesa bíblica
que haya mencionado y comentamos brevemente un párrafo o dos, si el amo de casa lo permite.
▪ También podríamos decir: “La Biblia responde a las cuestiones más importantes de la vida”. Abrimos el libro en la
página 6 y le preguntamos si se ha hecho alguna vez las preguntas que aparecen al pie de la página. Nos referimos al
capítulo que da la respuesta y analizamos brevemente un párrafo o dos.
▪ También podríamos señalar varios capítulos del índice y preguntarle cuál le interesa. Luego nos dirigimos a ese
capítulo y le mostramos brevemente cómo se lleva a cabo una sesión de estudio bíblico.
3
Dejemos una pregunta pendiente en la visita inicial. Otra opción es preparar a la persona en la primera visita
para la siguiente. Cuando se quede con las revistas, le planteamos una pregunta y prometemos contestarla en la
siguiente oportunidad. Tratamos de establecer una cita y de cumplirla (Mat. 5:37). Al regresar, le recordamos la pregunta
y leemos y analizamos brevemente la respuesta que se encuentra en el libro Enseña. Le entregamos un ejemplar del
libro para que pueda seguirnos. A continuación tenemos algunos ejemplos de preguntas que podemos plantear:
▪ Si la revista que dejamos trata del deterioro de la situación mundial, podríamos decir: “¿Sabe usted qué cambios
realizará Dios en la Tierra? Cuando yo vuelva, contestaremos esa pregunta con la Biblia”. En la siguiente visita use las
páginas 4 y 5. O pudiéramos preguntar: “¿Es la voluntad de Dios que ocurran desgracias?”. Al volver, mostremos los
párrafos 7 y 8 del capítulo 1.
▪ Si la revista tiene que ver con la familia, antes de irnos podríamos preguntar: “¿Qué puede hacer cada miembro de la
familia para contribuir a la felicidad de todos?”. En la siguiente visita analicemos el párrafo 4 del capítulo 14.
▪ Si la revista trata sobre lo confiable que es la Biblia, podríamos dejar esta pregunta pendiente: “¿Es la Biblia
científicamente exacta?”. En la revisita nos centraremos en el párrafo 8 del capítulo 2.
4
Al final de cada visita plantearemos una pregunta que se contestará en la siguiente ocasión. Cuando hayamos
establecido un estudio regular, analizaremos el libro sistemáticamente, de principio a fin. ¿Y si la persona no acepta el
libro Enseña? Podemos seguir llevándole las revistas y tener charlas bíblicas. Si cultivamos su interés, quizá con el
tiempo acepte un estudio bíblico.
5
Las revistas La Atalaya y ¡Despertad! pueden estimular a las personas a aprender lo que realmente enseña la
Biblia. Por consiguiente, pongamos todo nuestro empeño en comenzar estudios bíblicos con quienes han aceptado las
revistas. De esta manera obedeceremos las instrucciones de Jesús de ‘hacer discípulos’ y ‘enseñarles’ (Mat.
28:19, 20).
[Preguntas del estudio]
1. ¿Con qué objetivo presentamos las revistas?
2. ¿Cómo podríamos comenzar un estudio bíblico usando las páginas de introducción del libro Enseña?
3. ¿Cómo podemos iniciar un estudio bíblico después de dejar revistas que traten de a) el deterioro de la situación
mundial? b) la familia? c) lo confiable que es la Biblia?
4. ¿Qué debemos hacer si la persona no acepta el libro Enseña?
5. ¿Por qué debemos hacer más que simplemente dejar revistas?

30
“Obra de predicar” Referencias

(19)*** km 4/06 pág. 3 Dirijamos estudios bíblicos progresivos en la puerta y por teléfono
1
¡Cuánta alegría nos produce comenzar un estudio bíblico! No obstante, encontrar a alguien interesado
en estudiar la Biblia es solo el principio. El propósito de los estudios es ayudar a las personas a convertirse
en verdaderos discípulos de Cristo (Mat. 28:19, 20). ¿De qué ayudas disponemos para conseguir este
objetivo?
2
Con quienes están ocupados. La gente hoy día está cada vez más ocupada. En algunos lugares son
pocas las personas que desde el principio acceden a dedicar toda una hora a estudiar la Biblia. Para
ayudarlas, se nos ha animado a iniciar y dirigir estudios bíblicos en la puerta de las casas o por teléfono. Al
principio, es posible que estas sesiones de estudio sean relativamente breves, y quizá se analicen tan solo
unos cuantos textos bíblicos con la ayuda de uno o dos párrafos de una publicación como el libro Enseña.
Son dignos de encomio los numerosos publicadores que ya están dirigiendo estudios bíblicos en la puerta y
por teléfono.
3
¿Deberíamos contentarnos con seguir dirigiendo el estudio bíblico en la puerta de la persona
indefinidamente? No. Aunque no conviene quedarnos más de la cuenta cuando se inicia el estudio, Nuestro
Ministerio del Reino de mayo de 1990, página 8, recomendaba: “Una vez que se haya establecido el estudio
y el interés del amo de casa aumente, se puede pasar más tiempo en el estudio”. Este punto es fundamental.
Supongamos, por ejemplo, que haya que alimentar a un niño desnutrido. Al principio, tal vez se le tengan
que dar pequeñas cantidades de comida hasta que recupere el apetito. Pero no podemos esperar que
recobre las fuerzas y se desarrolle con normalidad si siempre se le sigue alimentando así. De igual modo, el
estudiante de la Biblia necesita un estudio más formal para convertirse en un siervo de Dios maduro (Heb.
5:13, 14).
4
Estudios bíblicos en los hogares. Lo más conveniente es impartir el curso bíblico en un lugar privado,
como en el interior del hogar o en otro lugar apropiado, pues favorece el aprendizaje y ayuda al estudiante a
captar el sentido de la Palabra de Dios (Mat. 13:23). También permite al maestro adaptar la información a las
necesidades del estudiante. Además, dedicar mayor tiempo al estudio posibilita un análisis más profundo y
fortalecedor de la Palabra de Dios (Rom. 10:17).
5
¿Qué podemos hacer para que un estudio en la puerta pase a celebrarse en el interior del hogar? Tras
varias sesiones de estudio breves, ¿por qué no le propone directamente a la persona ampliar el tiempo
dedicado al estudio? También podría hacerlo indirectamente preguntándole al estudiante: “¿Tiene tiempo
hoy para sentarnos y analizar juntos esta información?” o “¿Cuánto tiempo quiere dedicar hoy a hablar de
este tema?”. Aun si esto no diera resultado, no deje de dirigir esas breves sesiones de estudio en la puerta.
Cuando resulte apropiado, vuelva a intentarlo.
6
En nuestra constante búsqueda de los que son merecedores, nunca perdamos de vista el objetivo de
comenzar y dirigir estudios de la Biblia: ayudar a las personas de buen corazón a convertirse en siervos
dedicados y bautizados de Jehová. Confiamos en que él recompense nuestro empeño por alcanzar este
objetivo en nuestro ministerio (2 Tim. 4:5).
[Preguntas del estudio]
1. ¿Con qué propósito dirigimos estudios bíblicos?
2. ¿Cómo se dirigen los estudios bíblicos en la puerta o por teléfono, y por qué resultan tan eficaces?
3. ¿Por qué deberíamos tratar de extender el tiempo del estudio que realizamos en la puerta?
4. ¿Cuáles son las ventajas de impartir un curso bíblico en el hogar de la persona?
5. ¿Qué podemos hacer para que un estudio en la puerta pase a celebrarse dentro del hogar?
6. ¿Cuál debe ser el objetivo de nuestro ministerio, y cómo pueden ayudarnos las sugerencias de este
artículo a alcanzarlo?
31
“Obra de predicar” Referencias

(20)*** km 8/05 pág. 8 Cómo iniciar estudios bíblicos en la puerta y por teléfono ***
1
Las personas de hoy día llevan una vida ocupada. Con todo, a muchas les interesan los asuntos
espirituales. ¿Cómo podemos ayudarlas a satisfacer esa necesidad espiritual? (Mat. 5:3.) Numerosos
publicadores han establecido estudios de la Biblia con las personas en la puerta de su hogar o por teléfono.
¿Podríamos nosotros ampliar nuestro ministerio de esta forma?
2
Si queremos iniciar un estudio de la Biblia, debemos estar listos para demostrar de qué manera se
realiza cuando se presente la oportunidad. ¿Cómo y dónde podemos hacerlo?
3
En la puerta. Cuando nos encontremos con alguien dispuesto a conversar sobre la Biblia, vayamos a
un párrafo que hayamos preparado, como el primer párrafo de la lección 1 del folleto Exige, y empecemos
sin más. Leamos el párrafo, analicemos la pregunta y examinemos uno o dos de los textos bíblicos que se
citan. Esta demostración en la puerta suele tomar de cinco a diez minutos. Si a la persona le gusta, podemos
ponernos de acuerdo con ella para seguir analizando los siguientes párrafos en otra ocasión. (Se pueden
encontrar más sugerencias sobre cómo emplear el método directo para empezar estudios en
Nuestro Ministerio del Reino de enero de 2002, pág. 6.)
4
Un método parecido puede emplearse para empezar estudios bíblicos en las revisitas. En la primera
visita podríamos presentar el folleto Exige y mostrar cuál es el nombre de Dios por medio de los párrafos 1 y
2 de la lección 2. En la siguiente, podríamos examinar los párrafos 3 y 4 para enseñarle a la persona lo que
la Biblia revela de las cualidades de Jehová. Y la tercera vez podríamos analizar los párrafos 5 y 6 y la foto
de la página 5 para destacar cómo el estudio de la Biblia nos ayuda a conocer mejor a Jehová. Todas estas
sesiones de estudio pueden llevarse a cabo de pie en la puerta de la casa.
5
Por teléfono. Es posible que haya gente que prefiera estudiar la Biblia por teléfono en vez de hacerlo
en persona. Veamos la siguiente experiencia. Mientras predicaba de casa en casa, una hermana habló con
una joven madre muy ocupada, que además trabajaba seglarmente. Como no logró encontrarla de nuevo en
su casa, decidió llamarla por teléfono. La joven le explicó que no tenía tiempo para estudiar la Biblia.
Pero la hermana le dijo: “En diez o quince minutos puedes aprender algo nuevo, incluso por teléfono”. “Si es
por teléfono, está bien”, respondió la joven. En poco tiempo se dirigía un estudio regular por teléfono.
6
¿Estarían dispuestas a estudiar por teléfono algunas de las personas que visitamos? Podríamos hacer
como la hermana mencionada o simplemente decir: “Si lo prefiere, podemos estudiar la Biblia por teléfono.
¿Le vendría mejor así?”. Si adaptamos nuestro modo de impartir las clases bíblicas a las circunstancias de
cada persona, podemos ayudarlas a hallar “el mismísimo conocimiento de Dios” (Pro. 2:5; 1 Cor. 9:23).
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Cómo podemos adaptar nuestro modo de impartir clases bíblicas a fin de ayudar a las personas
ocupadas?
3. ¿Por qué podríamos demostrar en la visita inicial cómo estudiar la Biblia, y cuál sería una forma de
hacerlo?
4. ¿Cómo podríamos iniciar un estudio bíblico en la puerta al hacer una revisita?
5, 6. a) ¿Por qué preferirían algunas personas estudiar la Biblia por teléfono? b) ¿Qué podríamos decir
para ofrecer un estudio por teléfono?

32
“Obra de predicar” Referencias

(21)*** km 5/10 pág. 6 ¿Ha demostrado en la primera visita cómo se realiza el estudio bíblico?
Cuando se les ofrece un estudio de la Biblia, algunas personas dicen que no les interesa o que
ya están estudiando en su Iglesia. Como la única idea que tienen de un curso bíblico es lo que ya
conocen, simplemente ni se imaginan lo iluminador y agradable que puede ser. Por consiguiente,
en lugar de solo ofrecer un estudio, ¿por qué no dedica un par de minutos a demostrar en la primera
visita cómo se lleva a cabo? Para ilustrar: es como decirle a alguien que uno es un buen cocinero y
prometerle regresar con un plato de comida; ¿verdad que es mejor hacerle probar un poquito en el
momento? He aquí cómo se puede hacer en unos cuantos minutos, valiéndose de una sugerencia
que apareció en la página 6 de Nuestro Ministerio del Reino de enero de 2006:
“¿Cree usted que estas palabras se cumplirán algún día? [Lea Isaías 33:24, y permita que
responda.] Permítame mostrarle algo interesante sobre el tema.” Entréguele a la persona el libro
Enseña y remítala al párrafo 22 de la página 36. Lea la pregunta al pie de la página y pídale que
busque la respuesta a medida que usted lee el párrafo. Luego, vuelva a hacer la pregunta y escuche
sus comentarios. Lean juntos otro de los textos. Deje una pregunta pendiente para la siguiente visita,
y haga planes concretos para volver. ¡Acaba de iniciar un estudio bíblico!
(22)*** km 11/99 pág. 1 párrs. 1-5 ¿Quién podría aceptar un estudio bíblico? ***
1
El profeta Amós declaró que la tierra de Israel se vería afligida por “un hambre, no de pan, y una sed, no
de agua, sino de oír las palabras de Jehová” (Amós 8:11). Para provecho de quienes tienen hambre y sed
espiritual, la organización de Jehová distribuye por todo el mundo una enorme cantidad de publicaciones
bíblicas.
2
Hasta la fecha hemos editado 70 millones de libros Conocimiento y 91 millones de folletos Exige. Cuando
enseñamos la verdad, agradecemos la sencillez y eficacia de estas obras. Ahora bien, hay multitud de
personas que han aceptado nuestras publicaciones y todavía no han estudiado la Biblia con nosotros. ¿Qué
podemos hacer al respecto?
3
Todo el que acepta una publicación es un posible estudiante. Piense en la experiencia de una
señora que, cuando un publicador le ofreció un estudio la primera vez que habló con ella en la puerta, lo
aceptó de inmediato. Posteriormente le dijo: “Usted fue el único que se ofreció a estudiar la Biblia conmigo”.
¿Cuántas personas de su territorio que ya poseen alguna de nuestras publicaciones podrían decir lo mismo?
Toda publicación que distribuimos nos abre la posibilidad de hacer revisitas y dirigir un estudio bíblico.
4
Dado que a menudo nos encontramos con personas que ya tienen nuestras publicaciones, ¿cómo
podemos estimular su interés por aprender su contenido? Una Testigo preguntó directamente a un ama de
casa si tenía alguna pregunta respecto a la Biblia, solo para obtener un “no” por respuesta. Sin embargo, la
hermana insistió y dijo: “Seguro que tiene alguna”. En realidad, la tenía, así que se empezó un estudio. ¿Por
qué no preguntar al amo de casa si le gustaría saber qué enseña la Biblia sobre alguna cuestión o asunto
que le interese? Esté preparado para plantear alguna pregunta interesante en caso de que no se le ocurra
nada a su interlocutor. Conversaciones de ese tipo pueden preparar el terreno para un estudio regular de las
verdades bíblicas fundamentales.
5
Los estudios bíblicos constituyen el aspecto central de nuestro ministerio. Puesto que nunca se sabe
quién pudiera aceptar un estudio, no vacile en ofrecerlo a todo el que encuentre. Órele a Jehová al respecto
y luego actúe en armonía con sus oraciones. Es posible que, sin tardar mucho, alguien a quien ofrezca el
estudio lo acepte (1 Juan 5:14, 15).

33
“Obra de predicar” Referencias

(23)*** w07 15/1 págs. 27-28 Ayudemos al prójimo a obedecer lo que la Biblia enseña ***
Cómo comenzar un estudio bíblico
4
Si le pidieran que cruzara de un solo salto una corriente de agua muy ancha, ¿verdad que no
le parecería buena idea? Pero si se colocaran piedras en ese río de modo que pudiera ir pasando
de una a otra, entonces es probable que se sintiera más inclinado a intentarlo. De manera similar,
una persona ocupada tal vez vacile en estudiar la Palabra de Dios. Quizá piense que eso le exigirá
mucho tiempo y esfuerzo. ¿Cómo puede usted ayudarla a vencer sus temores de modo que llegue
a estudiar regularmente la Biblia? Mediante una serie de conversaciones breves e instructivas
basadas en el libro Enseña. Si se prepara bien, cada visita que le haga será como una de esas
piedras que permiten cruzar el río: ayudará a la persona a acercarse un poco más a Jehová.

5
Sin embargo, antes de poder ayudar a alguien a beneficiarse del libro Enseña, usted tiene que
conocer bien su contenido. ¿Lo ha leído de principio a fin? Observe lo que le sucedió a una pareja
que comenzó a leerlo en sus vacaciones mientras descansaban en la playa. Cierta mujer de la zona
que iba vendiendo artículos a los turistas se les acercó y se fijó en el título del libro, ¿Qué enseña
realmente la Biblia? Les dijo que tan solo hacía unas horas le había pedido a Dios que le ayudara a
encontrar la respuesta a esa misma pregunta. Entonces, ellos le dieron con mucho gusto un
ejemplar del libro. ¿Qué hay de usted? ¿Ha ‘comprado el tiempo’ para leer esta publicación, quizá
por segunda vez, mientras espera en algún sitio o durante el período de descanso en el trabajo o la
escuela? (Efesios 5:15, 16.) Si lo hace, no solo conocerá mejor este manual bíblico, sino que,
probablemente, también podrá entablar conversaciones sobre los temas que en él se tratan.
6 Cuando ofrezca el libro en el ministerio público, sáqueles partido a las láminas, los textos
bíblicos y las preguntas de las páginas 4, 5 y 6. Por ejemplo, pudiera comenzar una
conversación preguntando: “¿Cree usted que existirá alguna guía confiable para enfrentarse
a los muchos problemas que tiene la humanidad?”. Tras escuchar atentamente la respuesta
de la persona, lea 2 Timoteo 3:16, 17 y explíquele que la Biblia ofrece una verdadera solución
a nuestros problemas. A continuación, muéstrele las páginas 4 y 5 y pregúntele: “De los
problemas que se representan en estas páginas, ¿cuál le preocupa más?”. Cuando escoja
uno, pídale que sostenga el libro mientras usted lee en la Biblia el texto correspondiente.
Luego lea la página 6 y pregúntele: “De las seis preguntas que aparecen al final de esta
página, ¿cuál le llama más la atención?”. Cuando la persona elija una, enséñele el capítulo
que responde esa pregunta, déjele el libro y establezca una cita concreta para regresar y
hablar del tema.
7
La presentación que acabamos de sugerir solo toma unos cinco minutos. Sin embargo, en esos
pocos minutos, usted se habrá enterado de lo que preocupa a su interlocutor, le habrá leído y
explicado dos textos bíblicos y habrá colocado el fundamento para la siguiente visita. Bien puede
ser que esta breve conversación sea lo más animador que le haya pasado a esa persona en mucho
tiempo. Por eso, incluso si se trata de alguien muy ocupado, es posible que esté deseando que
usted vuelva para conversar unos cuantos minutos más. De hecho, su próxima visita será para él
un paso más hacia “el camino que conduce a la vida” (Mateo 7:14). Con el tiempo, según vaya
aumentando su interés, también deberá aumentar la duración del estudio. Para ello, usted quizás
pueda sugerirle que se sienten y estudien por un período más largo.

34
“Obra de predicar” Referencias

(24)*** km 1/06 pág. 3 Cómo empezar estudios con el libro Enseña ***
A muchos de nosotros nos encantaría dirigir un estudio bíblico... si tan solo
pudiéramos comenzarlo. Pues bien, el nuevo libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?
nos ayudará. El prólogo, en las páginas 3 a 7, está pensado para entablar
conversaciones sobre la Biblia. De modo que empezar estudios será sencillo hasta
para quienes tengan poca experiencia en el ministerio.

▪ Quizá pueda seguir esta sugerencia valiéndose de la página 3:


Después de mencionar una noticia o problema que preocupe a quienes viven en
su territorio, dirija la atención de la persona a las preguntas en negrita de la página 3
y anímela a expresarse. A continuación, enséñele las páginas 4 y 5.
▪ O tal vez prefiera comenzar mostrándole las páginas 4 y 5:
Podría preguntar: “¿No sería maravilloso que estos cambios se hicieran realidad?”.
O tal vez: “¿Cuál de estas promesas le gustaría más que se cumpliera?”.
Preste cuidadosa atención a la respuesta.
Si la persona muestra especial interés en uno de los textos bíblicos, examine con
ella los párrafos del libro que analizan dicho texto a fin de mostrarle lo que la Biblia
enseña sobre ese tema (consulte el recuadro de esta página del suplemento). Analice
la información tal como lo haría en un estudio bíblico. Esto puede hacerse en la visita
inicial en la puerta misma, en cinco o diez minutos.
▪ Otra opción es dirigirse a la página 6 para animar a la persona a expresarse:
Enséñele a la persona las preguntas de la parte inferior de la página y dígale:
“¿Se ha hecho alguna de estas preguntas?”. Si muestra interés en una de ellas, dirija
su atención a los párrafos del libro que la responden (consulte el recuadro de esta
página del suplemento). Al examinarlos con la persona, usted ya estará dirigiendo un
estudio bíblico.
▪ Se puede utilizar la página 7 para presentar una demostración de un estudio
bíblico:
Lea las primeras tres oraciones de la página y diríjase al capítulo 3; entonces,
valiéndose de los párrafos 1 a 3, demuestre cómo se lleva a cabo el estudio. Quede
en volver para examinar las respuestas a las preguntas que aparecen en el párrafo 3.
▪ Cómo establecer una cita:
Cuando haya concluido el estudio inicial, establezca una cita para proseguir la
conversación. Podría decir simplemente: “En solo unos minutos hemos aprendido lo
35
“Obra de predicar” Referencias

que enseña la Biblia sobre un tema importante. La próxima vez podríamos hablar de
[deje una pregunta pendiente]. ¿Puedo pasar la semana que viene a esta misma
hora?”.
A medida que nos acercamos al momento que Jehová ha señalado, él sigue
equipándonos para nuestra labor (Mat. 28:19, 20; 2 Tim. 3:17). Usemos eficazmente
este nuevo y maravilloso instrumento para comenzar estudios bíblicos.
[Recuadro de la página 3]
Examen de los textos bíblicos de las páginas 4 y 5
□ Revelación 21:4 (págs. 27, 28, párrs. 1-3)
□ Isaías 33:24; 35:5, 6 (pág. 36, párr. 22)
□ Juan 5:28, 29 (págs. 72, 73, párrs. 17-19)
□ Salmo 72:16 (pág. 34, párr. 19)
Respuestas a las preguntas de la página 6
□ ¿Por qué sufrimos? (Pág. 108, párrs. 6-8)
□ ¿Cómo podemos enfrentarnos a las preocupaciones de la vida? (Pág. 184, párrs.
1-3)
□ ¿Qué podemos hacer para que nuestra vida de familia sea más feliz? (Pág. 143,
párr. 20)
□ ¿Qué nos sucede al morir? (Pág. 58, párrs. 5, 6)
□ ¿Volveremos a ver algún día a nuestros seres queridos que han muerto?
(Págs. 72, 73, párrs. 17-19)
□ ¿Por qué podemos estar seguros de que Dios cumplirá lo que ha prometido?
(Pág. 25, párr. 17)
36
“Obra de predicar” Referencias

(25)*** km 9/10 pág. 3 ¡Empecemos un estudio bíblico en octubre! ***


1
En octubre ofreceremos las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Si la persona
muestra interés, podemos volver con el tratado ¿Le gustaría saber la verdad? para
comenzar un estudio bíblico. Veamos cómo.
2
Cómo utilizar el tratado. Puede decir: “Las revistas que le di el otro día animan
a todo el mundo a aprender de la Biblia. [Entregue el tratado Saber la verdad y señale
las preguntas de la portada.] La Biblia contiene la respuesta a estas preguntas. ¿Cuál
le interesa más?”. Preste atención a lo que conteste la persona.
Entonces lea con ella la respuesta del tratado y busque uno de los pasajes citados.
Explíquele que la Biblia enseña muchísimas cosas más. Luego entréguele el libro
Enseña. Ahora tiene dos opciones. Una es pedirle a la persona que seleccione un
capítulo en el índice y analizar los primeros párrafos. La otra es buscar en el libro más
información sobre el tema del que estaban hablando con el tratado. Para ello, las
siguientes referencias le serán de utilidad:
● ¿Se interesa Dios por nosotros? (págs. 10, 11 párrs. 6-10)
● ¿Acabarán algún día las guerras y el sufrimiento? (pág. 12 párrs. 12, 13)
● ¿Qué nos sucede al morir? (págs. 59, 60 párrs. 7, 8)
● ¿Hay alguna esperanza para los muertos? (pág. 71 párrs. 13-15)
● ¿Cómo tenemos que orar para que Dios nos escuche? (págs. 166, 167 párrs. 5-
8)
● ¿Cómo encontrar la felicidad? (pág. 9 párrs. 4, 5)
3
Si las circunstancias le impiden empezar el estudio bíblico con el libro Enseña en
la primera revisita, puede quedar en seguir la conversación en otro momento. Y
dependiendo del interés que demuestre la persona, puede analizar más preguntas del
tratado en sucesivas visitas antes de presentar el libro. En definitiva, aprovechemos
bien este práctico tratado para comenzar un estudio bíblico en octubre y ayudar a las
personas de buen corazón a conocer la verdad (Juan 8:31, 32).
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué ofreceremos en octubre?
2. Cuando volvamos a visitar a quien aceptó las revistas, ¿cómo podemos utilizar el
tratado Saber la verdad para iniciar un estudio bíblico?
3. ¿Qué alternativas tenemos, dependiendo de las circunstancias?

37
“Obra de predicar” Referencias

(26)*** km 9/96 págs. 3-6 párrs. 1-35 Prediquemos las buenas nuevas en todas partes ***
1
Los primeros cristianos predicaron las buenas nuevas en todas partes. Tenían tanto celo que treinta años después
de la resurrección de Jesucristo, el mensaje del Reino se había ‘predicado en toda la creación que estaba bajo el cielo’.
(Col. 1:23.)
2
Los siervos celosos de Jehová hoy día tienen el mismo objetivo: llevar las buenas nuevas del Reino a cuantas
personas sea posible. ¿Qué nos ayudará a alcanzar esta meta? Cada vez más personas trabajan de tiempo completo
y muchas veces no están en casa cuando vamos a visitarlas. Si no están en el trabajo, puede que estén de viaje, de
compras o participando en alguna recreación. ¿Cómo está llevándose el mensaje del Reino a las personas merecedoras
en esas circunstancias? (Mat. 10:11.)
3
Algunas reciben el mensaje en su lugar de empleo. Incluso en las ciudades pequeñas hay alguna zona comercial
en donde transita mucha gente durante gran parte del día. En las ciudades grandes, las personas que trabajan en la
zona industrial o en edificios altos de oficinas y las que viven en apartamentos de alta seguridad están recibiendo el
testimonio, y en muchos casos, por primera vez. Durante los fines de semana se ha hablado con algunas personas que
descansaban en parques, lugares de recreo, zonas de acampar, casitas de campo o que esperaban en
estacionamientos o centros comerciales, y han respondido favorablemente a las buenas nuevas.
4
Cada vez más publicadores están aumentando sus esfuerzos por dar testimonio en lugares públicos, dondequiera
que se encuentre la gente. Al principio estos Testigos vacilaban y se sentían un poco nerviosos porque estaban
acostumbrados a predicar en circunstancias más formales, como de casa en casa. ¿Cómo se sienten ahora?
5
“Mi ministerio ha cobrado un nuevo ímpetu”, exclama un hermano con experiencia. Otro añade: “Me ayuda a
mantenerme concentrado”. Un precursor de mayor edad observa: “Me ha estimulado mental, física y espiritualmente,
[...] no he dejado de progresar”. Un publicador dice que ahora está dando testimonio a muchas personas que nunca
habían hablado con los testigos de Jehová. Los jóvenes también están participando entusiásticamente en esta obra
gozosa. Uno de ellos comenta: “Me agrada porque tengo la oportunidad de hablar con muchas personas”. Otro dice:
“Estoy distribuyendo más publicaciones que nunca”. Esto está sucediendo en territorios que se abarcan a menudo.

6
Los superintendentes viajantes llevan la delantera: Reconociendo que “la escena de este mundo está
cambiando”, la Sociedad sugirió hace poco que los superintendentes viajantes cambiaran su horario semanal de
predicación a fin de llevar las buenas nuevas a cuantas personas fuera posible. (1 Cor. 7:31.) Durante años, los
superintendentes de circuito apartaban las mañanas entre semana para predicar de casa en casa y por las tardes hacían
revisitas y conducían estudios bíblicos. Tal vez en algunos lugares todavía sea práctico dicho horario. Sin embargo, en
otras zonas se logra poco al predicar de casa en casa durante ciertas mañanas entre semana. En tales casos, puede
que el superintendente de circuito decida predicar en las tiendas o dar testimonio en las calles temprano en el día. O
quizás asigne a grupos pequeños para que den testimonio en los edificios de oficinas, centros comerciales,
estacionamientos u otros lugares públicos. Si los publicadores aprovechan mejor el tiempo disponible para el servicio
del campo, hablarán con muchas personas más.
7
Los informes indican que este cambio ha sido bien acogido tanto por los superintendentes viajantes como los
publicadores. Algunos cuerpos de ancianos han pedido al superintendente de circuito que enseñe a unos cuantos
publicadores a participar en las facetas de la obra que necesitan atención en su localidad. Para estos publicadores ha
sido provechoso acompañar al superintendente de circuito en alguna de estas actividades. Ellos, a su vez, han
enseñado a otros. (2 Tim. 2:2.) Como consecuencia, más personas están oyendo las buenas nuevas.
8
Claro está, no es necesario esperar a que los visite el superintendente de circuito para poner en práctica estos
diferentes métodos de predicar. He aquí algunas ideas que pudieran ser útiles en su territorio.
9
Demos testimonio en las calles: Una pregunta que en ocasiones nos hemos hecho cuando visitamos un barrio
residencial desierto por la mañana entre semana es: ‘¿Dónde está la gente?’. Algunos tal vez hayan salido para hacer
unos mandados o la compra. ¿Ha intentado dar a estas personas el testimonio en la calle? Esta faceta del ministerio
puede ser muy productiva cuando se hace apropiadamente. En vez de quedarnos de pie en un lugar mostrando las
revistas, es mejor que abordemos a la gente y entablemos una conversación amigable. No es necesario dar el testimonio
a todo transeúnte. Hable con quienes no tengan prisa, como los que miran escaparates, los que están en su automóvil
estacionado o quienes esperan el transporte público. Para empezar, pudiera saludar amablemente a la

38
“Obra de predicar” Referencias

persona y esperar su respuesta. Si está dispuesta a conversar, pregúntele qué opina sobre un tema que usted crea
que pudiera interesarle.
10
Un superintendente de circuito invitó a seis publicadores a acompañarlo a él y a su esposa en la obra de dar
testimonio en las calles. ¿Cuáles fueron los resultados? “Lo pasamos maravillosamente esa mañana”, dice él. “No hubo
problemas con los ‘no en casa’. Distribuimos ochenta revistas y muchos tratados. Tuvimos conversaciones muy
interesantes. Uno de los publicadores, que participaba en esta faceta del servicio por primera vez, exclamó:
‘Llevo años en la verdad y no me había dado cuenta de lo que me estaba perdiendo’. Cuando terminó la semana el
excedente de revistas de la congregación se había agotado.”
11
Cuando el mismo superintendente de circuito visitó la siguiente congregación se enteró de que varios publicadores
habían dado testimonio en las calles temprano por la mañana, pero que no habían tenido muy buenos resultados. Una
hermana habló únicamente con dos personas durante el período en que estuvieron predicando, pues todos los demás
transeúntes iban deprisa al trabajo. El superintendente de circuito sugirió que regresaran a la misma calle un poco más
tarde por la mañana. Lo hicieron y permanecieron hasta el mediodía. A la hermana que había hablado con solo dos
personas anteriormente, le fue mucho mejor cuando regresó. Distribuyó 31 revistas y 15 folletos, obtuvo el nombre y la
dirección de siete personas y empezó dos estudios bíblicos. Otros publicadores del grupo también tuvieron resultados
animadores.
12
Cuando encuentre a alguien interesado, intente obtener su nombre, dirección y número telefónico. En vez de pedir
estos datos directamente, pudiera decir: “He disfrutado de esta conversación. ¿Qué le parece si la continuam os en otra
ocasión?”. O pregunte: “¿Hay alguna manera de comunicarme con usted en su casa?”. Muchas personas han
concordado en que se las vuelva a visitar cuando se las ha abordado de esa manera. Asegúrese de tener suficientes
invitaciones para entregarlas a quienes deseen asistir a nuestras reuniones.
13
Si habla con una persona interesada que viva en el territorio asignado a otra congregación, debe pasar la
información a los hermanos de allá para que la visiten. ¿Es la obra de dar testimonio en las calles una manera eficaz
de difundir las buenas nuevas en su territorio? Si así es, repase el artículo “Hallemos a personas interesadas al predicar
en las calles de manera eficaz”, de Nuestro Ministerio del Reino de julio de 1994. Después, haga planes para dar
testimonio en las calles a una hora apropiada que le permita hablar con cuantas personas sea posible.
14
Demos testimonio en el transporte público: Una mañana varios precursores decidieron dar testimonio a la
gente que esperaba el autobús cerca de una universidad. Aunque tuvieron algunas conversaciones agradables, había
un problema: cuando estaban en plena conversación llegaba el autobús, y el diálogo terminaba abruptamente. Para
resolver el problema los precursores se subieron al autobús y continuaron hablando con pasajeros mientras viajaban al
otro lado de la ciudad. Al llegar al final, regresaron en otro autobús dando testimonio. Después de varios viajes
distribuyeron, en conjunto, más de doscientas revistas y empezaron seis estudios bíblicos. Algunos pasajeros con gusto
les dieron su dirección y número telefónico para que los visitaran en casa. La semana siguiente los precursores volvieron
a la parada de autobuses e hicieron lo mismo. Distribuyeron 164 revistas y empezaron otro estudio bíblico. En una de
las paradas se subió un pasajero y se sentó al lado de un precursor. Miró al hermano y dijo con una sonrisa: “Ya sé,
tiene una Atalaya para mí”.
15
Muchos publicadores dan un testimonio eficaz mientras viajan en autobús, tren u avión. ¿Cómo puede iniciar una
conversación con el pasajero que viaja a su lado? Un publicador de 12 años de edad sencillamente se puso a leer un
ejemplar de ¡Despertad! en el autobús con la esperanza de que suscitara la curiosidad de una adolescente que estaba
sentada a su lado. Surtió efecto. Ella le preguntó qué leía, y el joven respondió que estaba leyendo acerca de la solución
a los problemas que afrontan los jóvenes. Agregó que le había beneficiado mucho el artículo y que le ayudaría a ella
también. La adolescente aceptó las revistas con gusto. Otros dos jóvenes oyeron la conversación y también pidieron
ejemplares de las revistas. Entonces, el conductor se estacionó al lado de la carretera y preguntó por qué estaban tan
interesados en esas revistas. Cuando le explicaron la razón, también aceptó unos ejemplares. Desde luego, esto no
habría sido posible si el joven publicador no hubiera llevado una buena cantidad de revistas para entregarlas a todos
los que mostraran interés.
16
Demos testimonio en los parques y estacionamientos: Dar testimonio en los parques y estacionamientos es
una excelente manera de hablar con la gente. ¿Ha intentado dar testimonio en el estacionamiento de un centro
comercial? Siempre mire a su alrededor un rato y busque a alguien que no tenga prisa o que esté esperando en un
automóvil estacionado y trate de entablar una conversación amigable. Si lo logra, hable del mensaje del Reino. Trate
de predicar solo, pero que un compañero publicador esté en las cercanías. No lleve un maletín grande ni nada que llame
la atención a su obra. Sea discreto. Tal vez sea prudente predicar un rato en un estacionamiento y luego ir a
39
“Obra de predicar” Referencias

otro. Si alguien no quiere conversar con usted, despídase cortésmente y aborde a otra persona. Un hermano que se
valió de estos métodos de predicar distribuyó 90 revistas en un mes.
17
Algunas personas van al parque a descansar; otros van a jugar o a pasar tiempo con sus hijos. Busquemos la
oportunidad de darles testimonio sin interferir demasiado en sus actividades. Un hermano empezó una conversación
con el cuidador de un parque, quien expresó su preocupación por el consumo de drogas y el futuro de sus hijos. Se
inició un estudio bíblico y se condujo regularmente en el parque.
18
Demos testimonio informal en los centros comerciales: Aunque en algunos lugares no se puede predicar
formalmente de tienda en tienda en los centros comerciales por ciertas restricciones locales a dichas actividades,
algunos publicadores han creado oportunidades para dar testimonio informal. Se sientan en un banco y entablan
conversaciones amigables con las personas que se detienen para descansar. Cuando perciben interés, ofrecen
discretamente un tratado o una revista y procuran hacer planes para volver a hablar con la persona. Después de dar
testimonio durante unos minutos en cierta sección del centro comercial, pasan a otra y empiezan a dialogar con otra
persona. Claro está, deben procurar no atraer demasiada atención mientras dan testimonio de esta forma.
19
Cuando saludemos a la persona, empecemos la conversación con un tono amable. Si responde, hagámosle una
pregunta y escuchemos atentamente su respuesta. Interesémonos en lo que dice. Mostremos que valoramos su opinión.
Concordemos con ella cuando sea posible.
20
Una hermana inició una conversación muy agradable con una anciana sobre lo alto que está el costo de la vida.
La anciana concordó enseguida, y resultó en una conversación animada. La hermana logró obtener el nombre y la
dirección de la señora y fue a visitarla esa misma semana.
21
Prediquemos de tienda en tienda: A algunas congregaciones se les han asignado territorios que incluyen zonas
comerciales. El hermano encargado de los territorios puede preparar tarjetas de mapas especiales de estas secciones
donde hay muchos negocios. Las tarjetas de mapa de los territorios de viviendas que incluyan negocios deben indicar
claramente que estos no se abarcarán como parte del territorio. En otros territorios, los lugares de negocio pueden
trabajarse junto con las viviendas. Los ancianos pudieran pedir a publicadores capacitados que prediquen en los
territorios comerciales regularmente para que no se descuide la predicación de tienda en tienda.
22
Si a usted se le pide que participe en esta obra por primera vez, recuerde que una buena manera de ‘cobrar
denuedo’ es predicar primero en las tiendas pequeñas; después, cuando se sienta más confiado, predique en las más
grandes. (1 Tes. 2:2.) Cuando predique en las tiendas, vístase como si fuera a asistir a una reunión en el Salón de
Reino. Si es posible, entre en la tienda cuando no haya clientes esperando que se les atienda. Pregunte por el gerente
o la persona encargada. Sea afectuoso, y sobre todo, breve. No es necesario pedir disculpas. Muchos negocios están
concebidos para atender las necesidades de los clientes y los que trabajan allí están acostumbrados a que las personas
los aborden.
23
Después de saludar al comerciante, pudiera decir: “Los comerciantes tienen horarios tan ocupados que casi
nunca los encontramos en casa, de modo que venimos a visitarlo en su lugar de empleo para dejarle un artículo que
invita a la reflexión”. Entonces haga uno o dos comentarios acerca de la revista que esté ofreciendo.
24
O pudiera intentar esta presentación al abordar a un gerente: “Hemos observado que los comerciantes
procuran estar bien informados. El número más reciente de La Atalaya (o ¡Despertad!) presenta un artículo que nos
atañe a todos”. Explique de qué trata y concluya diciendo: “Estamos seguros de que disfrutará de leerlo”.
25
Si hay empleados, y lo ve apropiado, pudiera añadir: “¿Me permite hacer la misma presentación breve a sus
empleados?”. Si le dan permiso, no olvide que prometió ser breve, y el gerente esperará que usted cumpla su palabra.
Si algún empleado desea entablar una larga conversación, sería mejor visitarlo en su hogar.
26
Hace poco, unos publicadores de un pueblo pequeño acompañaron al superintendente de circuito en la obra de
tienda en tienda. Al principio algunos de los publicadores sentían temor, dado que nunca lo habían hecho; pero pronto
se tranquilizaron y empezaron a disfrutar de ello. En menos de una hora hablaron con 37 personas y distribuyeron
veinticuatro revistas y cuatro folletos. Un hermano dijo que normalmente no hubieran podido hablar con tantas personas
en un mes en la obra de casa en casa como lo hicieron de tienda en tienda en ese corto período.
27
Cómo crear oportunidades para predicar: Jesús no limitó la obra de dar testimonio a ocasiones formales. Él
habló de las buenas nuevas en toda ocasión apropiada. (Mat. 9:9; Luc. 19:1-10; Juan 4:6-15.) Observe cómo algunos
publicadores crean oportunidades para predicar.
40
“Obra de predicar” Referencias

28
Algunos acostumbran dar testimonio a los padres que están esperando a sus hijos cerca de la entrada de la
escuela. Ya que algunos padres llegan hasta veinte minutos antes, hay tiempo para mantener una conversación
animada sobre un tema bíblico.
29
Muchos precursores son conscientes de hablar con aquellas personas que tal vez tengan un interés especial en
cierto tema que se trata en nuestras revistas. Por ejemplo, una hermana tuvo buenos resultados cuando visitó seis
escuelas del territorio de la congregación y presentó la serie de artículos “Las escuelas en crisis”, del número del
22 de diciembre de 1995 de ¡Despertad! También visitó agencias de asistencia familiar y presentó las revistas que
tratan sobre la vida de familia y el abuso de menores, y se le invitó a que volviera cuando tuviera más ejemplares sobre
temas similares. Ella dice que la reacción del departamento de desempleo al número del 8 de marzo de 1996 de
¡Despertad! que trata sobre el desempleo fue “asombrosa”.
30
Un superintendente de distrito dice que él y su esposa dan testimonio informal regularmente cuando hacen la
compra. Procuran hacerlo a una hora en que la tienda no está muy atestada de gente, y los clientes caminan por los
pasillos sin prisa. Han tenido muchas conversaciones excelentes.
31
Muchos publicadores han tenido buenos resultados al dar testimonio en las lavanderías públicas. No simplemente
dejan revistas cuando el lugar está vacío. Su objetivo es comunicar a la gente las buenas nuevas, de modo que procuran
hablar personalmente con los que están allí.
32
En algunos lugares, un grupo seleccionado de publicadores han sido autorizados para dar testimonio en los
aeropuertos. En ocasiones ellos han tenido el placer de dar testimonio a viajeros de países en donde hay pocos siervos
de Jehová. Cuando los publicadores perciben interés ofrecen un tratado o las revistas.
33
Algunos publicadores acostumbran dar testimonio con prudencia a los guardias de seguridad o a los
administradores de oficinas de alquiler de apartamentos cuando no se les permite dar testimonio personalmente a los
inquilinos de complejos residenciales de alta seguridad. Hacen lo mismo al visitar urbanizaciones privadas con acceso
controlado. Un superintendente de circuito y varios publicadores visitaron siete complejos de apartamentos y emplearon
este método. En cada lugar, dijeron al administrador que aunque no se les permitía visitar los apartamentos de la manera
acostumbrada, no querían que él se perdiera la información de nuestras revistas más recientes. Los administradores
de los siete complejos aceptaron con gusto las revistas y pidieron los siguientes números. Los publicadores luego se
comunican con los residentes de dichos complejos por teléfono. Encontrará información práctica sobre esta forma de
dar testimonio en el suplemento “La predicación telefónica: una manera de llegar a muchas personas” de Nuestro
Ministerio del Reino de agosto de 1993.
34
Esforcémonos por predicar en todas partes: Cumplir con nuestra dedicación incluye tener un sentido de
urgencia con respecto a nuestra asignación de predicar el mensaje del Reino. A fin de hablar con las personas a una
hora conveniente para ellas, tenemos que poner a un lado nuestras preferencias personales para que ‘de todos modos
salvemos a algunos’. Todos los siervos dedicados de Jehová queremos decir, al igual que el apóstol Pablo: “Hago todas
las cosas por causa de las buenas nuevas, para hacerme partícipe de ellas con otros”. (1 Cor. 9:22, 23.)
35
Pablo también escribió: “Por eso muy gustosamente prefiero jactarme respecto de mis debilidades, para que el
poder del Cristo permanezca como tienda sobre mí. [...] Porque cuando soy débil, entonces soy poderoso”. (2 Cor. 12:9,
10.) En otras palabras, ninguno de nosotros pudiéramos efectuar esta obra por nuestra propia fuerza. Es necesario orar
a Jehová para que nos dé su poderoso espíritu santo. Si pedimos fortaleza a Dios, podemos confiar en que contestará
nuestras oraciones. Entonces nuestro amor a la gente nos impulsará a buscar oportunidades para predicarle las buenas
nuevas dondequiera que se encuentre. ¿Por qué no pone en práctica durante la siguiente semana alguna de las
sugerencias que se presentan en este suplemento?
41
“Obra de predicar” Referencias

(27)*** km 6/05 pág. 4 Cómo predicar eficazmente en lugares públicos ***


1
Al igual que los primeros discípulos de Jesús, los cristianos de hoy procuran dar a conocer las
buenas nuevas a la gente dondequiera que esté (Hech. 16:13; 17:17; 20:20, 21). Debido a sus
esfuerzos por predicar en lugares públicos, están hallando personas interesadas que quizá nunca
habrían encontrado en el ministerio de casa en casa.
2
Se precisa discernimiento cuando damos testimonio en lugares públicos. Por lo general es
mejor hacerlo discretamente. Por ejemplo, si muchos publicadores predican en la misma zona o en
los mismos negocios, quizá haya personas a las que les abrume nuestra presencia, lo cual haría
desmerecer nuestra obra y podría restarle eficacia. ¿Cómo podemos impedir que eso suceda?
Algunas congregaciones que cuentan con muchas áreas públicas han visto útil dividirlas en varios
territorios (1 Cor. 14:40). También podemos contribuir a una predicación organizada si damos
testimonio únicamente en el territorio de nuestra congregación, a menos que a través del comité de
servicio se hayan hecho planes concretos para ayudar a otra congregación (véase Nuestro
Ministerio del Reino de noviembre de 1998, pág. 6, párrs. 18, 19).
3
Cómo abordar a las personas. Cuando Jesús habló con una mujer junto a un pozo, comenzó
con un breve comentario y fue ampliando el tema de la conversación a medida que ella manifestaba
interés (Juan 4:7-26). Este método sigue siendo eficaz en muchas situaciones. Algunos publicadores
han comprobado que, a fin de prepararse mentalmente para este tipo de predicación, es útil dedicar
unos minutos a saludar a las personas e interesarse por ellas antes de presentarles el mensaje del
Reino. Mencionan algún tema de interés local, lo que a menudo los lleva a entablar una
conversación. Cuando las personas expresan sus preocupaciones, las escuchan atentamente, y en
poco tiempo se hallan consolándolas con la Palabra de Dios (Rom. 15:4).
4
Cómo cultivar el interés. Siempre que tengamos una buena conversación con alguien
deberíamos tratar de hacer planes para cultivar su interés. ¿Cómo podemos lograrlo? Cuando
vayamos a concluir la conversación, podríamos sacar la libreta y decir: “Me ha encantado conversar
con usted. ¿Podríamos seguir hablando de este tema en otra ocasión?”. O también: “Quisiera que
leyera un artículo que de seguro le va a gustar. ¿Puedo llevárselo a su hogar o a su oficina?”.
Algunos publicadores sencillamente preguntan: “¿A qué número puedo llamarlo?”, lo cual suele
provocar una respuesta favorable.
5
Muchas personas a las que se abordó por primera vez en lugares públicos han accedido a
estudiar la Biblia. Tales cursos pueden llevarse a cabo en el hogar o en el empleo de la persona, en
un lugar público adecuado o por teléfono. Pongámonos el objetivo de comenzar estudios de la Biblia
al predicar eficazmente en lugares públicos.[Preguntas del estudio]
1. Al igual que los cristianos del siglo primero, ¿cómo dan testimonio en lugares públicos los
cristianos de hoy, y con qué resultado?
2. ¿Por qué se precisa discernimiento cuando damos testimonio en lugares públicos, y cómo
podemos contribuir a una predicación organizada?
3. ¿Qué método les ha sido útil a algunos publicadores al predicar en lugares públicos?
4. ¿Cómo podemos cultivar el interés de las personas?
5. ¿Qué objetivo debemos tener al predicar en lugares públicos?

42
“Obra de predicar” Referencias

(28)*** w08 15/7 págs. 7-11 Cómo superar los desafíos de la predicación de casa en casa
***
“Cobramos denuedo por medio de nuestro Dios para hablarles las buenas nuevas de
Dios con mucho luchar.” (1 TES. 2:2.)

JEREMÍAS fue un hombre que tenía sentimientos como los nuestros. Cuando Jehová lo nombró
“profeta a las naciones”, él exclamó: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que realmente no sé
hablar, pues solo soy un muchacho”. A pesar de ello, confió en Dios y aceptó la comisión (Jer. 1:4-
10). Por más de cuarenta años tuvo que soportar la indiferencia, el rechazo y las burlas de la gente,
y hasta sufrió agresiones físicas (Jer. 20:1, 2). Hubo ocasiones en las que sintió deseos de darse
por vencido, pero siguió adelante proclamando un mensaje que la mayoría de los judíos no quería
escuchar. El poder de Dios ayudó a Jeremías a lograr algo que él no hubiera podido lograr por sí
solo (léase Jeremías 20:7-9).
2
Muchos siervos de Dios de la actualidad nos sentimos identificados con Jeremías. Cuando
vimos que tendríamos que predicar de casa en casa, algunos pensamos: “Yo jamás podría hacer
eso”. Sin embargo, al comprender que esa es la voluntad de Jehová, vencimos el temor y nos
pusimos a predicar. Ahora bien, a muchos de nosotros se nos presentaron situaciones que pusieron
a prueba nuestra perseverancia. No se puede negar, pues, que es un gran reto comenzar a predicar
de casa en casa, así como continuar haciéndolo hasta el fin (Mat. 24:13).
3
¿Lleva usted algún tiempo estudiando con los testigos de Jehová y asistiendo a sus reuniones,
pero no se decide a comenzar a predicar de casa en casa? O si está bautizado, ¿le cuesta trabajo
participar en esa obra aunque no tiene impedimentos físicos? Actualmente hay personas de todo
origen que han superado los desafíos de la predicación de casa en casa. Puede estar seguro de
que con la ayuda de Jehová, usted también lo logrará.
Cobremos valor
4
De seguro todos reconocemos que el éxito de la obra mundial de predicación no se debe a la
sabiduría o al poder de los hombres, sino al espíritu de Dios (Zac. 4:6). Pues bien, lo mismo se
puede decir del ministerio de cada uno de nosotros (2 Cor. 4:7). Pensemos en el caso del apóstol
Pablo. Él escribió lo siguiente sobre una ocasión en la que él y otro misionero fueron maltratados
por opositores: “Después de primero haber sufrido y de haber sido tratados insolentemente [...] en
Filipos, cobramos denuedo por medio de nuestro Dios para hablarles las buenas nuevas de Dios
con mucho luchar” (1 Tes. 2:2; Hech. 16:22-24). Parece increíble que hubiera ocasiones en que a
un evangelizador tan celoso como Pablo le costara trabajo hablar de las buenas nuevas, pero es
cierto. Al igual que nosotros, Pablo necesitaba el apoyo de Jehová para predicar con valor (léase
Efesios 6:18-20). ¿Cómo podemos imitar su ejemplo?
5
Algo que nos ayudará a cobrar valor es la oración. Una precursora dijo al respecto: “Oro para
poder hablar con confianza, oro para poder llegar al corazón de la gente, oro para poder disfrutar
de mi servicio. Después de todo, esta es la obra de Jehová, no la nuestra. De modo que no podemos
hacer nada sin su apoyo” (1 Tes. 5:17). Todos necesitamos pedirle continuamente a Dios que su
espíritu nos ayude a predicar con valor (Luc. 11:9-13).
6
El libro de Ezequiel revela algo que también nos ayudará a hablar con valor. En una visión,
Jehová le dio al profeta un rollo escrito por ambos lados con “endechas y gemir y plañir” y le mandó
que se lo comiera. Le dijo: “Hijo del hombre, debes hacer que tu propio vientre coma, para
43
“Obra de predicar” Referencias

que llenes tus intestinos mismos con este rollo que te estoy dando”. ¿Qué significa esta visión?
Ezequiel debía absorber por completo el mensaje que iba a proclamar. Este tenía que convertirse
en parte de él, por decirlo así, y llegar hasta lo más profundo de su ser. Él mismo relató: “Empecé a
comérmelo, y llegó a ser en mi boca como miel por lo dulce”. Para Ezequiel era un deleite dar a
conocer los mensajes de Dios; era como probar miel. El profeta consideraba un honor representar
a Jehová y cumplir su comisión, aunque eso significara declarar un mensaje enérgico a un pueblo
poco receptivo (léase Ezequiel 2:8–3:4, 7-9).
7
Esta visión encierra una valiosa lección para los siervos de Dios de hoy, pues nosotros también
tenemos un mensaje enérgico que proclamar a gente que no siempre valora nuestros esfuerzos.
Para seguir viendo el ministerio cristiano como un honor que Jehová nos otorga, debemos estar
bien alimentados en sentido espiritual. Si solo estudiamos de vez en cuando o superficialmente, no
podremos absorber por completo el mensaje de la Palabra de Dios. ¿Podría usted aumentar la
calidad y la regularidad de su lectura y estudio de la Biblia? ¿Por qué no medita más a menudo en
lo que lee? (Sal. 1:2, 3.)
Cómo comenzar conversaciones bíblicas
8
Para muchos publicadores, lo más difícil de predicar de casa en casa es comenzar una
conversación. Y la verdad es que hay territorios en los que esto representa todo un reto. Algunos
hermanos se sienten más confiados si inician la conversación con unas cuantas palabras bien
pensadas y luego entregan un tratado, tal como se recomienda en el recuadro. Es posible que el
título o las coloridas láminas capten la atención de nuestro oyente, lo que nos daría pie para
explicarle brevemente el propósito de nuestra visita y hacerle una pregunta. También se le pueden
mostrar tres o cuatro tratados e invitarle a escoger el que más le llame la atención. Claro, no se trata
simplemente de repartir tratados ni de presentarlos en todas las casas, sino de entablar
conversaciones bíblicas que nos permitan iniciar estudios.
9
Sea cual sea el método que empleemos, tengamos presente que la buena preparación nos
hará sentir más seguros y contentos en el ministerio de casa en casa. Un precursor comentó:
“Disfruto más mi servicio cuando estoy bien preparado porque estoy deseando utilizar mi
presentación”. Otro precursor dijo: “Si conozco bien el contenido de las publicaciones, las ofrezco
con más entusiasmo”. Aunque a la hora de prepararse es bueno repasar mentalmente las
presentaciones, a muchos hermanos les resulta más útil ensayarlas en voz alta. De ese modo se
aseguran de que su servicio a Jehová sea de la mejor calidad (Col. 3:23; 2 Tim. 2:15).
10
Las reuniones para el servicio del campo en las que se ofrecen sugerencias prácticas nos
ayudan a ser más eficaces y a disfrutar más el ministerio de casa en casa. Si el texto del día trata
sobre la predicación, se puede leer y comentar brevemente. No obstante, el conductor debe dedicar
suficiente tiempo a analizar o hacer que se escenifique una presentación sencilla y apropiada para
el territorio o a dar ideas prácticas que se puedan emplear ese mismo día. Así los presentes estarán
aún mejor capacitados para dar testimonio. Si los ancianos y demás encargados de estas reuniones
se preparan bien, podrán lograr este objetivo y aun así terminar a tiempo (Rom. 12:8).
El poder de escuchar
11
Si queremos iniciar conversaciones con nuestros vecinos y llegarles al corazón, no basta con
que nos preparemos bien; también debemos interesarnos de verdad en ellos. Y ese interés se
demuestra por la manera en que los escuchamos. Un superintendente viajante comentó: “La
paciencia y la disposición a escuchar tienen un gran poder de atracción y son una magnífica forma
44
“Obra de predicar” Referencias

de expresar afecto e interés”. Escuchar con compasión puede ser la llave que abra el corazón de
la gente, como se ve en el siguiente relato.
12
El periódico Le Progrès, de la ciudad francesa de Saint-Étienne, publicó la carta abierta de una
señora que había sufrido la pérdida de su hija de tres meses de edad. En su carta mencionó que
poco después de aquel terrible suceso, dos personas llamaron a su puerta. “Enseguida los
identifiqué como testigos de Jehová —escribió—. Me disponía a decirles educadamente que no
estaba interesada, cuando observé que el folleto que estaban ofreciendo hablaba de por qué permite
Dios el sufrimiento. Decidí hacerlos pasar, pero con la intención de echar por tierra sus argumentos.
[...] Los Testigos estuvieron conmigo algo más de una hora y me escucharon con gran compasión.
Cuando se estaban yendo, ya me sentía mucho mejor, de modo que accedí a que volvieran a
visitarme.” (Rom. 12:15.) Con el tiempo, esta señora aceptó un estudio bíblico.
Es digno de notar que lo que más recordó de aquella primera visita no fue lo que los Testigos le
dijeron, sino la manera en que la escucharon.
13
Si escuchamos con compasión a las personas, sabremos qué necesidades tienen y podremos
explicarles mejor cómo puede ayudarles el Reino. Seguramente ha observado que una
característica de los buenos evangelizadores es que saben escuchar (Pro. 20:5). Tales hermanos
se interesan de verdad en la gente a la que visitan. No solo toman nota de su nombre y dirección,
sino también de lo que les interesa y de sus necesidades. Si alguien les habla de un problema
personal, buscan información y se la llevan a los pocos días. Como el apóstol Pablo, adaptan su
presentación a la persona con la que están conversando (léase 1 Corintios 9:19-23). Ese interés
sincero atrae a la gente a la verdad y refleja de manera extraordinaria “la tierna compasión de
nuestro Dios” (Luc. 1:78).
Seamos positivos
14
Jehová confirió dignidad a los seres humanos al otorgarles libertad de elección. Aunque él es
el Dios todopoderoso, no los obliga a servirle, sino que intenta atraerlos con amor y bendice a
quienes agradecen sus hermosas dádivas (Rom. 2:4). Como ministros de Dios que somos, siempre
debemos estar preparados para presentar las buenas nuevas de una manera que refleje la
misericordia de nuestro Dios (2 Cor. 5:20, 21; 6:3-6). Claro, para lograrlo, hemos de tener una actitud
positiva al predicar a la gente del territorio, y eso puede ser un desafío. ¿Qué nos ayudará a tener
esa actitud?
15
Jesús les dijo a sus apóstoles que no se preocuparan demasiado cuando alguien rechazara su
mensaje. Lo que debían hacer era concentrarse en buscar a los merecedores (léase Mateo 10:11-
15). ¿Cómo podemos nosotros hacer lo mismo? Fijándonos metas que sean fáciles de alcanzar.
Por ejemplo, cierto hermano que se compara a sí mismo con un buscador de oro dice que su lema
es: “Espero encontrar algo de oro el día de hoy”. Otro cristiano se pone el objetivo de “encontrar
cada semana a una persona que [lo] escuche y visitarla de nuevo a los pocos días para alimentar
el interés inicial”. Algunos publicadores se esfuerzan por leer aunque sea un versículo de la Biblia
en cada casa, si es posible. ¿Qué metas realistas se puede fijar usted?
16
Nuestro éxito al dar testimonio de casa en casa no depende solo de la respuesta de la gente.
Es cierto que la predicación contribuye en gran medida a la salvación de las personas de corazón
recto, pero también cumple otros objetivos importantes. ¿Cuáles? Nos da la oportunidad de
demostrar que amamos a Jehová (1 Juan 5:3). Además, impide que nos hagamos culpables de
derramamiento de sangre (Hech. 20:26, 27). Y sirve para advertir a los malvados que “ha llegado la
hora del juicio” divino (Rev. 14:6, 7). Pero, sobre todo, permite que se glorifique el nombre de
45
“Obra de predicar” Referencias
Dios por toda la Tierra (Sal. 113:3). Por eso, sea que la gente nos escuche o no, debemos seguir
proclamando el mensaje del Reino. No olvidemos que Jehová valora muchísimo nuestros esfuerzos
por difundir las buenas nuevas (Rom. 10:13-15).
17
Aunque la mayoría de las personas rechazan nuestro mensaje, dentro de poco lo verán con
ojos distintos (Mat. 24:37-39). Jehová le aseguró a Ezequiel que cuando llegara el juicio que le había
mandado anunciar, los rebeldes israelitas tendrían que reconocer que “un profeta mismo [había
estado] en medio de ellos” (Eze. 2:5). De igual manera, cuando Jehová ajuste cuentas con este
mundo malvado, la gente se verá obligada a reconocer que los testigos de Jehová eran los
verdaderos representantes del único Dios verdadero y que el mensaje que proclamaban
públicamente y de casa en casa realmente provenía de él. ¡Qué gran honor tenemos de portar el
nombre de Jehová y de dar a conocer su mensaje en este período tan trascendental! Sigamos
adelante, pues, valiéndonos del poder de Dios para superar los desafíos de la predicación de casa
en casa.
¿Qué respondería?
• ¿Cómo podemos cobrar valor para predicar?
• ¿Qué nos ayudará a comenzar conversaciones bíblicas en la predicación de casa en casa?
• ¿Cómo demostramos que nos interesamos de verdad por las personas?
• ¿Qué hemos de hacer para tener una actitud positiva al predicar a la gente del territorio?
[Ilustración y recuadro de la página 9] Sugerencia
para entablar conversaciones bíblicas
Para comenzar
▪ Después de saludar a la persona, podría darle un tratado y decirle: “He venido a visitarlo porque
me gustaría mencionarle algo muy alentador sobre este importante tema”.
▪ O quizás prefiera darle el tratado y decirle: “Lo visito brevemente porque quisiera saber su opinión
sobre este tema”.
Si la persona acepta el tratado
▪ A continuación pregúntele su opinión sobre el tema del tratado.
▪ Escúchela con atención y trate de comprender su punto de vista. Agradezca sus comentarios y
téngalos en cuenta.
Para continuar la conversación
▪ Lea y analice uno o más versículos. Adapte su presentación a las necesidades e intereses de su
oyente.
▪ Si este manifiesta interés, ofrézcale una publicación y, si es posible, muéstrele cómo se lleva a
cabo un curso bíblico. Quede en volver a visitarlo otro día.

46
“Obra de predicar” Referencias

(29)*** km 11/98 págs. 3-6 párrs. 1-21 Seamos eficientes en nuestro ministerio ***
El cielo se oscurece; la intensidad de un sonido misterioso aumenta hasta convertirse en un
estruendo ensordecedor; una nube como de humo desciende. ¿Qué es? Un ejército de millones de
langostas que invade la tierra y siembra la desolación total. Esta escena descrita por el profeta Joel
tiene un cumplimiento hoy día en la predicación de los siervos ungidos de Dios y de sus
compañeros, la gran muchedumbre.
2
La Atalaya del 1 de mayo de 1998 dijo en la página 11, párrafo 19: “El actual ejército de
langostas da un testimonio exhaustivo en ‘la ciudad’ de la cristiandad (Joel 2:9). [...] Aún vence todos
los obstáculos, entra en millones de hogares, aborda a las personas en las calles, habla con ellas
por teléfono y se pone en contacto con ellas por todo medio posible al declarar el mensaje de
Jehová”. ¿No es un magnífico privilegio tomar parte en esta obra ordenada por Dios?
3
A diferencia de las langostas literales, cuyo único objetivo es alimentarse a sí mismas, nosotros,
como siervos de Jehová, nos interesamos mucho por la vida de aquellos a quienes predicamos.
Queremos ayudarlos a aprender las gloriosas verdades de la Palabra de Dios y a dar los pasos que
los llevarán a la salvación eterna (Juan 17:3; 1 Tim. 4:16). Por eso, deseamos ser eficientes en
nuestro ministerio. Sea cual sea la forma de predicación en que participemos, debemos asegurarnos
de que la efectuamos del modo y en el momento más fructíferos posible. Ya que “la escena de este
mundo está cambiando”, conviene que analicemos nuestros métodos y nuestro enfoque para
asegurarnos de que estamos alcanzando el objetivo de rendir al máximo (1 Cor. 7:31).
4
Aunque procuramos comunicarnos de muchas maneras con la gente, la obra de casa en casa
es todavía el puntal de nuestro ministerio. ¿Hallamos que las personas están a menudo ausentes o
durmiendo cuando las visitamos? ¡Qué decepción!, pues en tal caso no podemos darles el mensaje
de las buenas nuevas. ¿Cómo hacemos frente a este reto?
5
Seamos flexibles y razonables: En el Israel del siglo I los pescadores ejercían su oficio de
noche. ¿Por qué? Porque aunque no era el tiempo más propicio para ellos, era cuando capturaban
la mayor cantidad de peces, el momento más productivo. Comentando sobre esta práctica, La
Atalaya del 15 de junio de 1992 dijo: “Nosotros también debemos estudiar nuestro territorio para
salir a pescar, por decirlo así, cuando la mayoría de la gente esté en su casa y con ánimo de
escuchar”. La observación de los hábitos sociales ha revelado que los habitantes de muchas zonas
residenciales, aunque estén en casa cuando llamamos a su puerta por la mañana temprano los
sábados y domingos, generalmente no reciben con agrado nuestras visitas a esa hora. Si ese es
nuestro caso, ¿pudiéramos dejarlas para media mañana o incluso para la tarde? Esta sería una
buena manera de aumentar la eficacia de nuestro ministerio y también de mostrar consideración a
los vecinos, lo cual es prueba de verdadero amor cristiano (Mat. 7:12).
6
En Filipenses 4:5 el apóstol Pablo nos recuerda que debemos dejar que ‘todos los hombres
conozcan lo razonables que somos’. En armonía con esta pauta inspirada, queremos ser
equilibrados y razonables en los métodos que empleamos para llevar a cabo nuestra tarea de
predicar con celo y entusiasmo. No queremos ‘retraernos de enseñar públicamente y de casa en
casa’, sino asegurarnos de que estamos efectuando nuestro ministerio de casa en casa en horas
razonables y productivas (Hech. 20:20). Como los pescadores del Israel del siglo I, nos interesa
“pescar” en las horas que obtengamos los mejores resultados, no en las que sean más convenientes
para nosotros.

47
“Obra de predicar” Referencias

7
¿Qué cambios pudiéramos hacer? Normalmente, las reuniones para el servicio del campo de
los sábados y domingos tienen lugar a las 9.00 ó 9.30 de la mañana, después de lo cual el grupo
empieza a predicar de puerta en puerta. Sin embargo, algunos cuerpos de ancianos han dispuesto
que el grupo participe en otras modalidades del ministerio —como predicar en las calles o los
negocios o hacer revisitas— antes de ir de puerta en puerta en las zonas residenciales. Otras
congregaciones han pospuesto la hora de la reunión para el servicio para las 10.00 u 11.00 de la
mañana o las 12.00 del mediodía. Luego, el grupo va directo a las casas y se queda hasta las
primeras horas de la tarde. En algunos territorios, el mejor momento de reunirse para el servicio del
campo quizás sea al principio de la tarde y no por la mañana. Estos cambios bien pueden contribuir
a aumentar la productividad de la predicación de casa en casa.
8
Obremos con discernimiento y tacto: Al ir de puerta en puerta, encontramos diversas
reacciones a nuestro mensaje. Unos amos de casa son receptivos, otros indiferentes y algunos
quizás discutidores o belicosos. Sobre estos últimos, el libro Razonamiento a partir de las
Escrituras, página 7, nos recuerda que no pretendemos “‘ganar discusiones’ con personas que no
respetan la verdad”. Ante un amo de casa hostil, lo mejor es marcharse. No debemos suscitar nunca
el antagonismo de la gente insistiendo en que hable con nosotros o que acepte nuestro punto de
vista. No obligamos a nadie a escuchar nuestro mensaje, pues sería irrazonable y podría causar
dificultades a otros Testigos y a la obra en general.
9
Antes de empezar a predicar, sería prudente revisar la tarjeta de territorio para comprobar si
hay constancia de que alguien no desea que llamemos a su puerta, y en tal caso, informar de ello a
todos los publicadores asignados a esa calle. Nadie debe creerse con derecho a visitar tales hogares
si el superintendente de servicio no se lo ha indicado (véase La caja de preguntas de
Nuestro Ministerio del Reino de junio de 1994).
10
Podemos aumentar nuestra eficacia siendo discernidores al predicar de casa en casa. Al
acercarnos a un hogar, seamos observadores. ¿Están cerradas todas las cortinas o persianas? ¿No
se escucha ninguna señal de actividad? Pudiera ser indicio de que los ocupantes están durmiendo.
Probablemente tendremos una conversación más productiva con el amo de casa si volvemos más
tarde. Tal vez sea mejor pasar por alto esa casa de momento y anotar el número. Podemos regresar
antes de marcharnos del territorio o anotar las señas para volver otro día más tarde.
11
Con todo, es posible que, sin querer, despertemos a alguien o le causemos alguna molestia.
Quizás la persona se vea muy enojada. ¿Cómo debemos reaccionar? Proverbios 17:27 aconseja:
“Un hombre de discernimiento es sereno de espíritu”. Aunque no nos disculpamos por nuestra obra,
sí podemos decirle cuánto sentimos haber llegado en un momento inoportuno. Pudiéramos
preguntarle cortésmente si le conviene que volvamos a otra hora y ofrecernos para hacerlo. A
menudo, unas palabras que revelen interés personal, dichas en un tono calmado, apaciguan al amo
de casa (Pro. 15:1). Si este nos dice que trabaja por las noches, ha de incluirse una nota en la tarjeta
del territorio para que las visitas futuras se realicen a una hora adecuada.
12
También es apropiado usar discernimiento al esforzarnos por abarcar concienzudamente el
territorio. Dado que muchos no están en casa cuando los visitamos la primera vez, tenemos que
esforzarnos por hallarlos para comunicarles el mensaje de la salvación (Rom. 10:13). Se informa
que algunos publicadores visitan la misma casa varias veces al día tratando de hallar a sus
ocupantes. Esto no pasa desapercibido a los vecinos, y pudiéramos dar la impresión desfavorable
de que los Testigos estamos “visitando siempre” su calle. ¿Cómo evitar tal situación?

48
“Obra de predicar” Referencias

13
Usemos discernimiento. Al volver a una casa donde no había nadie, ¿encontramos indicios de
que esta vez hay alguien? Si del buzón asoman cartas o propaganda, es probable que la persona
no haya llegado aún, y tocar de nuevo resultaría improductivo. Si tras realizar varios intentos a
distintas horas, como al anochecer, no logramos comunicarnos con la persona, quizás podamos
localizarla por teléfono. Si no, podemos dejar discretamente un tratado o una hoja suelta en la
puerta, sobre todo si el territorio se predica con bastante frecuencia. Bien puede ser que la hallemos
la próxima vez que se predique en esa zona.
14
Evitemos las conversaciones extensas cuando el amo de casa esté expuesto a las
inclemencias del tiempo. Si nos invitan a pasar, cuidemos de no ensuciar el piso. Usemos buen
juicio cuando nos encontremos con un perro que nos ladre. Al predicar en edificios de apartamentos,
hablemos en voz baja y evitemos hacer ruidos que perturben a los inquilinos y anuncien nuestra
presencia.
15
Comportémonos de una manera ordenada y digna: Con buena organización evitaremos
que se formen grandes aglomeraciones en el territorio. Algunos vecinos pudieran sentirse
amenazados al ver estacionarse frente a su casa varios vehículos con un nutrido grupo de
publicadores. No queremos dar la impresión de que estamos “invadiendo” las zonas residenciales.
Es conveniente asignar las parejas y el territorio en la reunión para el servicio del campo. Los grupos
pequeños, como una familia, son menos intimidantes y requieren menos reorganización a medida
que se predica el territorio.
16
Para que haya orden es preciso que los padres supervisen cuidadosamente la conducta de
sus hijos en el territorio. Los niños deben portarse bien cuando acompañen a los adultos a las
puertas. No se les debe permitir que jueguen ni que se paseen libremente, llamando la atención
indebida de los residentes o los transeúntes.
17
También se necesita equilibrio en lo que tiene que ver con los descansos. Nuestro Ministerio
del Reino de junio de 1995 dijo en la página 3: “Cuando salimos a predicar, podemos perder tiempo
valioso si pausamos para tomar café. Sin embargo, cuando el tiempo es inclemente, una pausa
pudiera reconfortarnos y darnos nuevos bríos. No obstante, muchos prefieren seguir predicando en
lugar de descansar y charlar con los hermanos durante el tiempo que han apartado para el
ministerio”. Aunque interrumpir el servicio para tomar un refrigerio es una cuestión personal, se ha
notado que a veces un grupo grande de hermanos se reúne en una cafetería o un restaurante.
Además del tiempo que deben esperar a que los atiendan, la presencia de una multitud puede
intimidar a otros clientes. En ocasiones se relatan en voz alta experiencias ocurridas en el servicio
del campo durante la mañana, lo que puede restar dignidad a nuestra obra y menoscabar su
eficacia. Con discernimiento, los publicadores evitarán abarrotar un establecimiento público y tomar
tiempo innecesario del ministerio.
18
Muchos han obtenido buenos resultados al abordar a la gente dondequiera que se encuentre:
en las calles, los estacionamientos y otros lugares públicos. En estas situaciones también deseamos
dar un excelente testimonio no solo al hablar, sino también siendo razonables. Los publicadores de
cada congregación deben respetar los límites de su territorio para no abrumar a los transeúntes en
las zonas comerciales y entradas del metro, o a los empleados de negocios que atienden al público
las veinticuatro horas del día, como son las estaciones de servicio. Para asegurarnos de que nuestro
ministerio se lleve a cabo de una manera ordenada y digna, debemos predicar únicamente dentro
de nuestro territorio, a menos que el comité de servicio de otra congregación haya pedido ayuda
(compárese con 2 Corintios 10:13-15).
49
“Obra de predicar” Referencias

19
Algunas congregaciones que disponen de muchas zonas públicas donde es posible predicar
las han organizado en territorios, que luego entregan a un publicador o un grupo. Esto contribuye a
que se abarque más eficazmente el territorio y evita que haya muchos publicadores predicando en
el mismo sitio y a la misma hora, en armonía con el principio de 1 Corintios 14:40: “Que todas las
cosas se efectúen decentemente y por arreglo”.
20
Nuestra apariencia personal debe ser siempre digna y representativa de ministros que portan
el nombre de Jehová. Lo mismo es aplicable a los objetos que llevamos. Los maletines gastados y
las Biblias manchadas o con las esquinas dobladas desvirtúan el mensaje del Reino. Se dice que el
arreglo personal es “un signo que indica enseguida a las personas que nos rodean quiénes y qué
somos y dónde encajamos en la sociedad”. Por consiguiente, nuestra apariencia no debe ser
desaliñada ni descuidada, como tampoco ostentosa ni extravagante, sino siempre “digna de las
buenas nuevas” (Fili. 1:27; compárese con 1 Timoteo 2:9, 10).
21
En 1 Corintios 9:26 el apóstol Pablo dice: “La manera como estoy corriendo no es incierta; la
manera como estoy dirigiendo mis golpes es como para no estar hiriendo el aire”. Como él, estamos
resueltos a ejercer nuestro ministerio de un modo eficaz y productivo. Como parte del actual “ejército
de langostas” de Jehová, seamos razonables y discernidores al llevar celosamente el mensaje de
salvación a todos los vecinos de nuestro territorio.
50
“Obra de predicar” Referencias

(30)*** km 10/06 pág. 8 Aproveche al máximo las reuniones para el servicio del campo ***
Las reuniones para el servicio del campo eficaces ofrecen verdadero ánimo e instrucción práctica
antes de partir hacia el ministerio. Al tener la oportunidad de testificar en grupo y trabajar con otros,
nos brindamos preparación y apoyo mutuos (Pro. 27:17; Ecl. 4:9, 10). ¿Cómo podríamos aprovechar
al máximo estas reuniones?
2
El conductor. Para esta reunión no suele haber información específica programada. Por ello,
si usted la va a dirigir, necesita prepararse bien. No decida automáticamente incluir el texto diario,
aunque puede hacerlo si tiene relación directa con el ministerio. Piense en algo práctico para los
que saldrán a predicar ese día. Por ejemplo, podría analizar o demostrar una presentación. O
pudiera repasar algún punto del libro Razonamiento, del Benefíciese o de alguna sección reciente
de la Reunión de Servicio. Otras veces quizás decida proponer una forma de manejar algún
problema que pudiera surgir en el territorio o hablar de cómo cultivar el interés y comenzar estudios
bíblicos, sobre todo si varios de los publicadores van a hacer revisitas. Ahora bien, sin importar qué
información trate, sea entusiasta y positivo.
3
Comience la reunión a tiempo, aunque sepa que algunos llegarán tarde. Ejerza buen juicio al
organizar los grupos, y dele territorio a quien lo necesite. La reunión no debe durar más de diez o
quince minutos, e incluso será más corta cuando se haga después de una reunión de congregación.
Antes de terminar, todo el mundo debe saber con quién le toca y a dónde irá. Concluya con oración.
4
Usted puede contribuir. Igual que en las reuniones de congregación, mostramos respeto a
Jehová y consideración a los demás cuando llegamos a tiempo. Participe en la reunión. Puede
escoger entre dejar que el conductor le asigne a trabajar con alguien o resolver usted mismo de
antemano con quién irá. Si decide hacer sus propios planes, le recomendamos que haga el esfuerzo
de ‘ensancharse’ y trabajar con distintos publicadores, en vez de ir siempre con sus amigos íntimos
(2 Cor. 6:11-13). Una vez concluida la reunión, evite hacer cambios y diríjase sin demora al territorio.
5
El objetivo de las reuniones para el servicio del campo es el mismo que para las demás
reuniones de congregación: ‘considerarnos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras
excelentes’ (Heb. 10:24, 25). Si hacemos el esfuerzo por aprovecharlas, nos ayudarán a efectuar
nuestro ministerio. ¡Una ‘obra excelente’, sin duda!
[Preguntas del estudio]
1. ¿Cómo nos ayudan las reuniones para el servicio del campo?
2. Mencione algunas de las cosas que pudiera tratar el conductor.
3. ¿Cuánto debe durar la reunión, y qué debe haberse logrado en ese tiempo?
4. ¿Qué contribuirá a que todos aprovechen al máximo las reuniones para el servicio del campo?
5. ¿Qué objetivo cumplen las reuniones para el servicio del campo?

51
“Obra de predicar” Referencias

(31)*** km 4/06 pág. 8 ¿Podemos adaptar nuestro horario de predicación? ***


Los cristianos verdaderos hemos aceptado la invitación de convertirnos en “pescadores de
hombres” (Mat. 4:19). Al igual que los pescadores literales, obtendremos mejores resultados en
nuestra “captura” si nos organizamos para predicar cuando la gente esté en casa. En los próximos
meses aumentarán las horas de luz en muchos países y será más fácil encontrar a las personas al
anochecer, cuando quizás estén más relajadas y dispuestas a recibir visitas. ¿Por qué no
adaptamos nuestro horario para predicar a esas horas? (1 Cor. 9:23.)
2
Predicación al anochecer. Si hacemos planes para predicar al anochecer, podremos transmitir
las buenas nuevas a más personas (Pro. 21:5). Los jóvenes podrían predicar después de las clases,
y los que trabajan, al salir de sus empleos. Algunos grupos de estudio de libro incluso podrían salir
una hora antes de su reunión semanal.
3
Al predicar de casa en casa al anochecer y durante las primeras horas de la noche es posible
que podamos hablar con quienes por lo general no encontramos en su hogar. En numerosos
territorios, a estas horas también puede participarse en la predicación en las calles o en otras facetas
del ministerio. Además, muchos consideran las últimas horas de la tarde el mejor momento para
hacer revisitas y comenzar estudios bíblicos.
4
Seamos prudentes. Si queremos predicar cuando anochece, tenemos que mostrar buen juicio.
Por lo general conviene limitar la predicación a las primeras horas de la noche, para así no
interrumpir a las personas cuando estén preparándose para dormir (Fili. 4:5). Al llamar a una puerta,
quedémonos donde puedan vernos e identifiquémonos claramente. Expliquémosles cuanto antes el
propósito de nuestra visita. Si notamos que es un mal momento, quizás porque la familia está
cenando, ofrezcámonos a volver en otra ocasión. Siempre debemos ser considerados (Mat. 7:12).
5
También debemos prevenir las situaciones peligrosas. Si estamos predicando al anochecer o
cuando ya ha oscurecido, sería prudente desplazarse en parejas o grupos. Debemos predicar en
calles bien iluminadas que no estén aisladas y en zonas donde nos sintamos seguros. Asimismo,
evitemos aquellas áreas que se vuelven peligrosas por la noche (Pro. 22:3).
6
La predicación a última hora de la tarde y primeras horas de la noche nos permite salir al
ministerio con los precursores regulares y auxiliares (Rom. 1:12). Así pues, ¿podemos adaptar
nuestro horario para participar en esta faceta del servicio?
[Preguntas del estudio]
1. ¿Por qué deberíamos adaptar nuestro horario de predicación?
2. ¿De qué formas podemos llevar las buenas nuevas a más personas?
3. ¿En qué facetas del ministerio se puede participar al anochecer y durante las primeras horas de
la noche?
4. ¿Por qué es importante ser prudentes y considerados cuando predicamos al anochecer?
5. ¿Cómo podemos prevenir situaciones peligrosas cuando predicamos al anochecer?
6. ¿Qué otro beneficio obtenemos de predicar a última hora de la tarde y primeras horas de la
noche?

52
“Obra de predicar” Referencias

(32)*** km 3/10 pág. 3 ¿Seré un buen compañero? ***


En cierta ocasión, Jesús envió a 70 de sus discípulos a predicar “de dos en
dos” (Luc. 10:1). Sin duda, este método permitió que se dieran ayuda y
ánimo mientras predicaban. Cuando nosotros acompañamos a otro
publicador en el ministerio, ¿qué podemos hacer para ayudarlo?
2
Prestar atención. Escuche con atención mientras su compañero
presenta el mensaje (Sant. 1:19). Si él va a leer un texto, siga la lectura en
su Biblia. Dirija la vista a la persona que esté hablando, sea su compañero
o el amo de casa. Si usted está atento a la conversación, el amo de casa
se sentirá impulsado a hacer lo mismo.
3
Saber cuándo hablar. Cuando le toque predicar a su compañero, es
muestra de respeto dejarlo que dirija la conversación (Rom. 12:10). En
otras palabras, procure no interrumpirlo. Si de momento él se queda en
blanco o le pide ayuda para contestar una objeción o una pregunta, haga
lo posible por darle una mano, pero sin sacar otro tema. Asegúrese de que
sus comentarios sigan la misma línea de pensamiento (Pro. 16:23; Ecl. 3:1,
7). Así, sus palabras reforzarán el testimonio de su compañero (1 Cor.
14:8).
4
Cuando las 35 parejas de discípulos terminaron de predicar, “volvieron
con gozo” (Luc. 10:17). Nosotros también volveremos satisfechos y
contentos del ministerio si aprendemos a ser buenos compañeros,
escuchando con atención y hablando al tiempo apropiado.
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué ventajas tiene predicar con un compañero?
2. Cuando el compañero está hablando, ¿por qué debemos prestar
atención y cómo lo demostramos?
3. ¿Cuándo agradecerá el compañero que intervengamos en la
conversación?
4. ¿Qué contribuirá a nuestra satisfacción y alegría en el ministerio?

53
“Obra de predicar” Referencias

(33)*** km 5/06 pág. 1 párrs. 1-4 Mostremos interés personal siendo amables, considerados
y corteses ***
Pese a ser el Soberano Universal, Jehová es amable, considerado y cortés al tratar
con seres humanos imperfectos (Gén. 13:14; 19:18-21, 29). Imitando estas
cualidades suyas mejoraremos nuestra forma de presentar las buenas nuevas (Col.
4:6). Claro, esto conlleva más que mostrar buenos modales y respeto en nuestras
conversaciones.
2
De casa en casa. ¿Qué haremos si llegamos en un mal momento o cuando la
persona está demasiado ocupada para atendernos? En ese caso, lo más conveniente
sería hacer una presentación muy breve o decirle que volveremos en otra ocasión.
Por otra parte, por consideración y cortesía, no insistiremos en que alguien se quede
con nuestras publicaciones si nos ha dicho que no las quiere. Igualmente
mostraremos respeto por la propiedad de las personas, por ejemplo, cerrando los
portones y las puertas cuando nos vayamos y enseñando a nuestros hijos a hacer lo
mismo. Además, si dejamos alguna publicación en las casas donde no encontramos
a nadie, procuraremos que no quede a la vista. En realidad, la consideración y la
cortesía nos impulsarán a tratar a los demás tal como nos gustaría que nos trataran
a nosotros (Luc. 6:31).
3
En la calle. Una muestra de cortesía cuando predicamos en la calle es no
bloquear el paso a los transeúntes ni formar grandes grupos delante de los comercios.
Asimismo, mostraremos consideración hacia las circunstancias de la gente
abordando a los que parezcan tener tiempo en vez de a quienes obviamente tienen
prisa. Es posible que a veces, debido al ruido de la calle, tengamos que alzar la voz,
pero trataremos de hacerlo con dignidad, sin llamar la atención (Mat. 12:19).
4
En la predicación telefónica. Si somos considerados, llamaremos por teléfono
desde lugares en los que podamos controlar el ruido de fondo. Es una señal de
buenos modales iniciar la conversación identificándonos y explicando la razón de
nuestra llamada. Además, hablar directamente al micrófono del teléfono y adoptar un
tono agradable nos será útil para iniciar edificantes conversaciones bíblicas (1 Cor.
14:8, 9). Por tanto, imitemos a Jehová Dios y seamos amables, considerados y
corteses.

54
“Obra de predicar” Referencias

(34)*** km 12/06 pág. 8 ¿Tiene usted un territorio personal? ***


Un territorio personal es uno asignado a usted. Tenerlo en una ubicación conveniente le permitirá
llegar rápidamente y ponerse a predicar, solo o con otro publicador. No deja de ser ventajoso apoyar
los planes de la congregación para predicar en grupo cuando sea posible, pero tener un territorio
personal para otras ocasiones puede contribuir a que se dé un testimonio cabal, sobre todo si el
territorio de la congregación es extenso (Hech. 10:42).
2
Beneficios. Algunos hermanos también han hallado muy útil predicar a la hora del almuerzo o
al terminar su jornada en un territorio personal cercano al trabajo. Otros disfrutan de predicar juntos
como familia en el vecindario durante una hora, más o menos, antes del Estudio de Libro de
Congregación. Como resultado, las revisitas y los estudios que consiguen quedan relativamente
cerca, y así ahorran tiempo, esfuerzo y dinero. Y dado que se puede hacer más en menos tiempo,
algunos hermanos logran ser precursores auxiliares de vez en cuando, o incluso hacerse
precursores regulares. Por otro lado, al trabajar en un territorio personal nos familiarizamos con los
residentes, lo cual contribuye a que nos ganemos su confianza. Y al saber cómo adaptar nuestra
presentación según sus preocupaciones, les llegamos más al corazón.
3
Cierta precursora a quien un superintendente de circuito le recomendó que consiguiera su
territorio personal explica: “Seguí su consejo, y al poco tiempo ya conocía bien a las personas de mi
territorio y teníamos un trato cordial. Además, adapté el horario de mis visitas a la conveniencia de
ellas. ¿Cuál fue el resultado? Antes hacía treinta y cinco revisitas al mes; ahora hago más de
ochenta y tengo siete estudios bíblicos”.
4
Cómo conseguirlo. Si desea pedir un territorio personal, hable con el siervo de territorios.
Siéntase libre de invitar a otro publicador para que predique con usted. Lleve un registro de los que
no están en su casa y trate de abarcar el territorio en cuatro meses como máximo. Si se le hace
difícil terminarlo en ese tiempo, puede pedir ayuda al superintendente de Estudio de Libro de
Congregación o a otros hermanos. Después de los cuatro meses y de haberlo abarcado por
completo, puede entregarlo o volver a solicitarlo. Sin embargo, no se quede indefinidamente con él;
tiene que devolverlo al cabo de cierto tiempo para que otros también puedan solicitarlo. Si su
congregación no tiene mucho territorio y no se puede conseguir un territorio personal, quizás podría
pedirle una porción al superintendente de estudio de libro.
5
Nuestra comisión de predicar “en toda la tierra habitada” alcanza enormes proporciones (Mat.
24:14). Por ello, debe haber buena coordinación. Complementar la testificación en grupo con la
predicación en un territorio personal contribuirá a que llevemos las buenas nuevas a la mayor
cantidad de personas posible.
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué es un territorio personal?
2. ¿Cuáles son algunas ventajas de contar con un territorio personal?
3. ¿Cómo le fue a una precursora que consiguió su territorio personal?
4. ¿Cómo puede usted conseguir un territorio personal y abarcarlo?
5. ¿Qué es necesario para cumplir con nuestra comisión de predicar?

55
“Obra de predicar” Referencias

(35)*** km 11/10 pág. 4 Sección de preguntas ***


¿De qué maneras prácticas podemos ayudar a los precursores?
Durante el año de servicio 2009, casi ochocientos mil hermanos y hermanas de
todo el mundo sirvieron de precursores regulares y especiales. Estos hermanos
sacrifican las primicias, dan lo mejor de su tiempo, energías y recursos materiales a
fin de difundir las buenas nuevas del Reino (Pro. 3:9). ¡Qué contento debe sentirse
Jehová al ver su esfuerzo! Y nosotros, ¿reflejamos su modo de pensar? ¿Cómo
podemos contribuir al gozo y aguante de los fieles ministros de tiempo completo?
Para empezar, con palabras bien escogidas podemos animarlos a seguir sirviendo
como precursores (Pro. 25:11). Además, tal vez podamos acomodar nuestro horario
semanal para salir al servicio del campo con alguno de ellos. Cuando estemos juntos,
podríamos sugerirle usar nuestro automóvil en vez del suyo. Y si viajamos en el
vehículo del precursor, podríamos darle una contribución para los gastos (1 Cor. 13:5;
Fili. 2:4). También les demostramos amor y apoyo a estos siervos de tiempo completo
siendo hospitalarios e invitándolos de vez en cuando a casa para tomar una comida
(1 Ped. 4:8, 9).
Las Santas Escrituras garantizan que Jehová proveerá para las necesidades de los
que buscan primero Su Reino (Sal. 37:25; Mat. 6:33). Un medio que él usa es la
cariñosa hermandad cristiana (1 Juan 3:16-18). Lógicamente, los precursores no
esperan que otros se encarguen de sus responsabilidades económicas, y es posible
que no les cuenten a los hermanos si están pasando alguna necesidad. Por eso es
necesario que estemos pendientes y seamos observadores, pues así podremos hacer
algo práctico que “compense lo que les falta” (2 Cor. 8:14, 15).
Cuando Febe, entusiasta evangelizadora de la congregación de Cencreas del siglo
primero, viajó a Roma, Pablo les dijo a los cristianos de allí: “Les recomiendo [...] que
la reciban con gusto en el Señor, de una manera digna de los santos, y [...] que le
presten ayuda en cualquier asunto en que los necesite” (Rom.
16:1, 2). Hoy, nosotros tenemos la oportunidad de demostrar nuestro amor con el
mismo tipo de apoyo a los miembros de la congregación que declaran las buenas
nuevas sin cesar como precursores regulares y especiales (Hech. 5:42).

56
“Obra de predicar” Referencias

(36)*** km 8/09 págs. 3-4 Predicar a los varones: una importante labor que cumplir ***
La obra del Reino sigue creciendo en estos últimos días, y junto con ella, la necesidad de varones
para dirigirla (Mar. 4:30-32; Hech. 20:28; 1 Tim. 3:1-13). No obstante, a veces son más las mujeres
que responden al mensaje del Reino que los hombres. Y hay culturas en las que se acostumbra
dejar a la mujer los asuntos espirituales y la educación religiosa de los hijos. ¿Qué podemos hacer
para que más varones cobren conciencia de su necesidad espiritual y se unan a nosotros en la
adoración verdadera?
2
Hay que buscarlos. Cuando un cabeza de familia acepta la verdad, los demás miembros de
su casa suelen hacer lo mismo. Por ejemplo, Pablo y Silas le predicaron a un carcelero mientras
estaban encerrados. Como resultado, se bautizaron el hombre y los suyos (Hech. 16:25-34). En
Corinto, gracias a la predicación de Pablo, “Crispo, el presidente de la sinagoga, se hizo creyente
en el Señor, y también toda su casa” (Hech. 18:8). Por otro lado, Jehová hizo que Pedro le predicara
a Cornelio, un oficial del ejército, un “hombre devoto y que temía a Dios”. Tanto
Cornelio como todos sus parientes y amigos íntimos se bautizaron (Hech. 10:1-48).
3
Predicarles a hombres “en alto puesto” puede tener efectos trascendentales (1 Tim. 2:1, 2).
Siguiendo la instrucción de un ángel, Felipe le predicó en cierta ocasión a un “hombre en poder”,
quien estaba a cargo del tesoro de la reina de los etíopes. Felipe oyó al hombre “leer en voz alta a
Isaías el profeta” y le explicó las buenas nuevas sobre Jesús. Aquel etíope se hizo discípulo y
seguramente esparció las buenas nuevas de regreso a su tierra. Además, es posible que les
predicara a la reina y a miembros de la corte, quienes de otra forma habrían tenido poca oportunidad
de escuchar las buenas nuevas (Hech. 8:26-39).
4
Dónde y cómo encontrarlos. Puesto que los varones por lo general están trabajando durante
el día, ¿podría usted acomodar su horario para dedicar más tiempo a predicar en las tardes, los
fines de semana o los días festivos? Si procura predicar con mayor frecuencia en territorio de
negocios, tendrá más oportunidades de encontrar a varones que rara vez están en su casa. Los
hermanos varones también pueden hacer un esfuerzo especial para dar testimonio informal a sus
compañeros de trabajo. Y al ir de puerta en puerta, sobre todo si el territorio se trabaja con
frecuencia, pueden preguntar por el señor de la casa.
5
Si alguna hermana encuentra en el ministerio del campo a un hombre que muestre interés en
la verdad, no debe hacer sola la revisita. Debe regresar con su esposo o con otro publicador o
publicadora. Si la persona progresa, por lo general es mejor pasar la revisita a un varón capacitado.
6
Cómo atraerlos. El apóstol Pablo pensó en su público y adaptó su enfoque para “ganar el
mayor número de personas” (1 Cor. 9:19-23). De igual modo, tenemos que pensar en los temas que
puedan interesarles a los hombres que nos encontremos y prepararnos para hablar de ellos. Por
ejemplo, es frecuente que les preocupe la situación económica, contar con un buen gobierno y
garantizar la seguridad de su familia. También es posible que se pregunten cuál es el sentido de la
vida, qué futuro le espera al planeta y por qué Dios permite el sufrimiento. Nuestra presentación del
mensaje del Reino tendrá mejor recepción si incluimos estos asuntos (Pro. 16:23).
7
Cómo acercarnos a los esposos no creyentes. Aunque la excelente conducta de nuestras
hermanas muchas veces influye en sus esposos no creyentes, los miembros de la congregación
también pueden producir un efecto positivo en ellos (1 Ped. 3:1-4). Darles una afectuosa bienvenida
cuando asisten al Salón del Reino con su cónyuge será un buen testimonio. Tome en
57
“Obra de predicar” Referencias

cuenta que al asistir, ellos están demostrando cierto grado de interés en la verdad, y quizás hasta
acepten un estudio bíblico.
8
Por otro lado, algunos hombres no ponen mucho interés en lo espiritual al principio, pero puede
que poco a poco acepten hablar de la Biblia con algún hermano con el que se sientan cómodos. En
una congregación había una familia en la que el esposo no era Testigo, y los hermanos se
propusieron visitar el hogar de vez en cuando y hablar con el señor sobre asuntos que a él le
interesaban. Con el tiempo eso condujo a conversaciones espirituales, y el señor ya está bautizado.
En otro caso, un hermano ayudó a un esposo no creyente pero amigable a construir una cerca en
su casa. Su interés personal llevó a que se iniciara un estudio bíblico (Gál. 6:10; Fili. 2:4). Hermanos
varones, ¿pueden interesarse más en los esposos no creyentes?
9
Hay que prepararlos. Si a los varones que responden al mensaje del Reino se les prepara
para que alcancen privilegios en el servicio a Jehová, pueden convertirse en “dádivas en hombres”:
ancianos cristianos que utilizan sus habilidades y talentos para el beneficio de las congregaciones
(Efe. 4:8; Sal. 68:18). Serán hombres que pastoreen al rebaño con alegría y empeño (1 Ped. 5:2,
3). ¡Qué gran bendición pueden llegar a ser para la entera asociación de hermanos!
10
Tenemos el caso de Saulo, quien llegó a ser “apóstol a las naciones” aunque antes había sido
perseguidor de los cristianos (Rom. 11:13). Por eso Ananías no quiso predicarle cuando el Señor
se lo ordenó. Finalmente lo hizo, y el nuevo discípulo se convirtió después en el apóstol Pablo. Con
los años, el ministerio de Pablo benefició a miles de personas. Y aun hoy seguimos sacando
provecho de sus cartas, que forman parte de la Palabra inspirada de Dios (Hech. 9:3-19;
2 Tim. 3:16, 17).
11
Por tanto, hagamos cualquier cambio que sea necesario, en cualquier sentido, a fin de cumplir
con la responsabilidad de predicarles a los varones. Nuestros esfuerzos tienen garantizada la
bendición de Jehová, pues buscamos hacer su voluntad y cuidar bien de los intereses del
Reino.[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué urgente necesidad existe en cuanto a atender los intereses del Reino?
2. ¿Qué lograron Pablo y Pedro al predicarles a los varones?
3. Igual que Felipe, ¿le puede usted dar testimonio a alguien “en alto puesto”?
4. ¿Cómo podemos darles más oportunidad a los varones de escuchar las buenas nuevas?
5. ¿Qué debe hacer una hermana si encuentra a un varón que muestre interés en el mensaje?
6. ¿Cómo podemos imitar al apóstol Pablo a fin de “ganar el mayor número de personas”?
7. ¿Cómo pueden los miembros de la congregación producir un efecto positivo en el esposo no
creyente que asiste al Salón del Reino?
8. ¿Qué pueden hacer los varones de la congregación para ayudar a los esposos que se han
interesado poco en la verdad?
9. Si se capacita a los varones de la congregación, ¿qué se puede conseguir?
10. ¿Cómo ha beneficiado a muchas personas la ayuda que Ananías le dio a Pablo?
11. ¿Por qué debemos hacer todos los cambios que sean necesarios para predicarles a los
varones?
58
“Obra de predicar” Referencias

(37)*** km 8/09 págs. 6-7 Las reuniones para el servicio del campo ***
Cuando Jesús predicó, lo hizo de forma organizada y eficiente. Ese es el ejemplo que desean
seguir los hermanos que hoy día dirigen a nivel mundial la obra de hacer discípulos. Por tal motivo,
en todas las congregaciones se celebran reuniones para el servicio del campo, en las que se
organizan los grupos de predicación (Mat. 24:45-47; 25:21; Luc. 10:1-7).
2
Una útil provisión. Las reuniones para el servicio del campo tienen la finalidad de dar ánimo e
instrucción práctica a quienes van al ministerio. Puede que se analice el texto diario si de verdad se
relaciona con la predicación. Además, en ocasiones se incluyen sugerencias de Nuestro Ministerio
del Reino o de los libros Razonamiento o Benefíciese. Y quizás hasta se demuestre cómo presentar
una publicación. Antes de orar para concluir, todos deben saber con quién van a trabajar y dónde
se ubica el territorio designado. Al finalizar esta reunión —que no debe durar más de quince
minutos—, todos deben dirigirse al territorio.
3
Quiénes están a cargo. El superintendente de servicio toma la iniciativa para coordinar las
reuniones para el servicio del campo. Durante los fines de semana, el responsable del grupo es el
superintendente de grupo o su auxiliar. Ellos deben acompañar a su propio grupo y conseguir
suficiente territorio para esos días siguiendo las indicaciones del superintendente de servicio. Ahora
bien, entre semana el superintendente de servicio puede asignar a distintos ancianos o siervos
ministeriales para que se encarguen de los grupos y decidir qué territorios se atenderán.
4
Dónde y cuándo se celebran. Para que el territorio de la congregación se abarque bien, es
preferible que los ancianos organicen las reuniones para el servicio del campo en casas particulares
ubicadas convenientemente dentro del territorio, en vez de que toda la congregación se reúna en
un solo lugar. También se puede usar el Salón del Reino. Muchas congregaciones celebran una
reunión para el servicio en el salón minutos después del discurso público y el Estudio de La Atalaya.
En lo posible se deben reducir las distancias entre el lugar de la reunión y el territorio que va a
trabajarse. Con la intención de asegurarse de que los sitios elegidos continúen siendo los más
convenientes para abarcar el territorio de forma completa y eficaz, se deben evaluar periódicamente.
5
Dependiendo del tipo de territorio que tenga la congregación se decide en qué días y horarios
debe haber reuniones para el servicio del campo. Las preguntas del párrafo siguiente son útiles
para decidir dónde y cuándo es más práctico celebrar dichas reuniones.
6
¿Qué territorio necesita mayor atención? ¿Cuál es el mejor horario para la predicación de casa
en casa? ¿Debe fijarse una hora en la tarde para predicar de casa en casa o hacer revisitas? Una
vez definido el programa para el servicio del campo, colóquenlo en el tablero de anuncios de la
congregación. Como Pablo, que pudo decir: “Ya no tengo territorio sin tocar”, todos los
proclamadores del Reino deseamos abarcar bien nuestro territorio, ¿no es cierto? (Rom. 15:23.)
7
Cómo se dirigen. Prepararse bien para dirigir la reunión para el servicio del campo es muestra
de profundo respeto por el orden teocrático. El encargado debe haber obtenido territorio para el
grupo antes de empezar. La reunión debe comenzar a tiempo, ser instructiva y solo durar entre diez
y quince minutos. Al terminar, todos deben dirigirse al territorio. No es necesario esperar por si
alguien llega tarde, pero sí sería práctico dejar un mensaje que indique dónde se encontrará el
grupo. Con una reunión bien organizada e instructiva, todos sabrán cómo efectuar su ministerio ese
día (Pro. 11:14).

59
“Obra de predicar” Referencias

8
La importancia de estar presentes. Claro está, la cooperación es fundamental (Heb. 13:17).
Siempre que es posible, el hermano que organiza el grupo asigna un compañero a todo el que lo
necesite. Los hermanos de experiencia podrán ayudar a los nuevos y a los menos experimentados
si apoyan estas reuniones. Y estar dispuesto a salir con alguien distinto de vez en cuando también
será muy provechoso (Pro. 27:17; Rom. 15:1, 2). Por supuesto, es necesario que todos hagamos el
esfuerzo de ser puntuales. El respeto que le tenemos al orden teocrático, así como la consideración
hacia nuestros colaboradores, nos impulsarán a hacer los ajustes necesarios en este sentido (2 Cor.
6:3, 4; Fili. 2:4).
9
El apoyo de los precursores. Cuando los precursores apoyan estas reuniones, todos lo
aprecian y se sienten animados. Ahora bien, se entiende que los precursores tienen muchas
responsabilidades, pues además de dirigir estudios bíblicos y hacer revisitas, seguramente también
tienen que cumplir con sus familias y sus trabajos. Por eso, no debe exigírseles que apoyen cada
reunión para el servicio del campo que la congregación organiza, especialmente si se celebran todos
los días de la semana. Aun así, es muy probable que sí puedan apoyar semanalmente al menos
algunas de estas reuniones. Hasta cierto grado, la reunión para el servicio del campo es como una
escuela donde el caudal espiritual y la experiencia de los precursores pueden enriquecer a los
demás. Los precursores han aprendido mucho al pasar tanto tiempo en el ministerio. Esa
experiencia se puede compartir. Además, por su participación entusiasta en la predicación y en las
reuniones para el servicio del campo, ellos son un verdadero ejemplo. Su presencia sin duda se
agradece en gran manera.
10
Tal como lo hicieron Jesús y sus discípulos, nosotros realizamos hoy la mayor parte de nuestra
obra yendo de casa en casa. Y las reuniones para el servicio del campo nos dan la oportunidad de
estimularnos unos a otros y de hacernos más hábiles en este rasgo del servicio. Se espera,
entonces, que todos los proclamadores del Reino apoyemos este programa teocrático al grado
posible (Hech. 5:42; 20:20). Hagamos de todo corazón cualquier ajuste necesario para lograrlo.
¿Cuál será el resultado? Nuestra predicación de las buenas nuevas contará con la bendición de
Jehová y alegrará a nuestro Caudillo, Jesucristo (Mat. 25:34-40; 28:19, 20).
[Preguntas del estudio]
1. ¿Por qué es importante salir a predicar de manera organizada?
2. ¿Qué se hace en las reuniones para el servicio del campo?
3. ¿Quiénes están a cargo de las reuniones para el servicio del campo?
4-6. a) ¿Con qué objetivo se eligen los lugares de las reuniones para el servicio del campo? b)
¿Qué debe tomarse en cuenta al decidir dónde y cuándo celebrar dichas reuniones?
7. ¿Qué responsabilidad tiene el encargado de la reunión para el servicio del campo?
8. ¿De qué maneras podemos cooperar con el hermano que dirige la reunión para el servicio del
campo?
9. ¿Qué valiosa aportación pueden hacer los precursores en las reuniones para el servicio del
campo?
10. ¿Por qué se espera que todos los proclamadores del Reino apoyemos de corazón las
reuniones para el servicio del campo?
60
“Obra de predicar” Referencias
(38) Las reuniones para el servicio del campo

Las reuniones para el servicio del campo en las que se ofrecen sugerencias prácticas nos ayudan a ser más eficaces y
a disfrutar más el ministerio de casa en casa. Si el texto del día trata sobre la predicación, se puede leer y comentar
brevemente. No obstante, el conductor debe dedicar suficiente tiempo a analizar o hacer que se escenifique una
presentación sencilla y apropiada para el territorio o a dar ideas prácticas que se puedan emplear ese mismo día. Así
los presentes estarán aún mejor capacitados para dar testimonio. Si los ancianos y demás encargados de estas
reuniones se preparan bien, podrán lograr este objetivo y aun así terminar a tiempo (Rom. 12:8). w08 15/7 pág. 10 párr.
10

(39)*** km 9/01 pág. 3 Sección de preguntas ***


▪ ¿Qué información debe tratarse en las reuniones para el servicio del campo?

El propósito de tales reuniones es ayudarnos a centrarnos en la actividad que realizaremos a


continuación: el ministerio. Por lo tanto, el conductor tiene que prepararse bien e impartir información animadora,
específica y práctica. Se puede leer y analizar de manera breve el texto del día si trata directamente de la predicación.
Sin embargo, debería hacerse más hincapié en la obra que se está por llevar a cabo y así ayudar a los hermanos a ir
mejor preparados al ministerio (2 Tim. 4:5).
También es adecuado examinar algunos puntos pertinentes de Nuestro Ministerio del Reino a fin de que todos sepan
cuál es la publicación que se ofrecerá y cómo hacerlo. Si es un día de revistas, se puede demostrar una presentación
tomada de “Cómo presentar las revistas”. Si se está ofreciendo otra publicación, se pueden señalar una o dos
introducciones del libro Razonamiento que sean apropiadas para el territorio local. Se podría analizar o demostrar algún
aspecto del ministerio; por ejemplo, cómo utilizar la Biblia en la predicación, contestar una objeción, ofrecer un estudio
bíblico o cultivar el interés.
La reunión ha de durar de diez a quince minutos como máximo, lo que incluye la organización de los grupos, la
asignación del territorio y la oración. Antes de irse, todos tienen que saber adónde van y con quién
predicarán, y luego se dirigirán al territorio sin demora. Como la reunión es breve, hay que llegar a
tiempo. Debe ser más breve aún si tiene lugar después de una reunión de congregación, como el Estudio de La Atalaya, en
cuyo caso no hay necesidad de leer y comentar el texto diario, puesto que ya se ha analizado un tema bíblico.
Se designará con antelación a los hermanos bautizados cualificados que dirigirán cada
reunión para el servicio del campo. Si hay un día específico en que a ninguno le es posible hacerlo, los
ancianos nombrarán a las hermanas bautizadas que se encargarán de ello cuando surja la necesidad. Sentada y con
la cabeza cubierta, la hermana analizará con comentarios breves el texto diario u otros puntos relativos a la predicación.
Las reuniones para el servicio del campo son excelentes ocasiones de animarnos y equiparnos
para el ministerio. Cuanto mejor se prepare el conductor, más se beneficiarán todos.

61
“Obra de predicar” Referencias

(40)*** km 12/10 pág. 1 Úselo en toda ocasión ***


Úselo en toda ocasión

1
El tratado ¿Le gustaría saber la verdad? está pensado para ayudarnos a comenzar estudios
bíblicos, pero también nos sirve para esparcir las semillas de la verdad (Ecl. 11:6). A continuación
presentamos varias sugerencias sobre cómo podemos utilizar esta valiosa herramienta.
2
Para iniciar una conversación. Puede darle el tratado a la persona, señalarle las seis
preguntas de la primera página y preguntarle: “¿Cuál de estas preguntas se ha hecho usted?”.
Tras escuchar sus comentarios, use el tratado para mostrarle la respuesta bíblica a su pregunta y
lea uno de los textos citados. Luego lea o resuma la última página y ofrézcale el libro Enseña. Aun
si no acepta el libro, ya tiene el tratado en sus manos, y este puede hacer que la verdad eche raíz
en su corazón (Mat. 13:23).
3
Si la persona está ocupada. Puede decirle: “Como quizás este no sea un buen momento,
permítame dejarle este tratado. Contiene seis preguntas que casi todos nos hemos planteado y
responde directamente a cada una con la Biblia. Me gustaría saber qué opina la próxima vez que
nos veamos”.
4
Al predicar en las calles. Una opción es decir: “Hola. ¿Se ha hecho alguna de estas
preguntas? [Permita que responda.] Este tratado contiene las respuestas que da la Biblia, que son
claras y satisfactorias”. Si la persona no tiene prisa, tal vez pueda analizar con ella una de las
respuestas que contiene el tratado e incluso ofrecerle el libro Enseña.
5
No en casa. En algunos territorios, los publicadores suelen dejar alguna publicación fuera de la
vista cuando no encuentran a nadie en casa. Si esa es la costumbre en su congregación, ¿por qué
no deja de vez en cuando el tratado Saber la verdad? Al volver, podría decir: “Como la vez pasada
no lo encontramos en su casa, le dejamos este tratado en su puerta. ¿Le interesa la respuesta a
alguna de estas seis preguntas?”.
6
El tratado Saber la verdad presenta el mensaje bíblico de forma simple y directa. Atrae a
personas de toda religión y cultura. Y además, es sencillo presentarlo: hasta los publicadores más
jóvenes y nuevos pueden hacerlo. ¿Está usted usándolo en toda ocasión oportuna?
[Preguntas del estudio]
1. ¿Para qué nos sirve el tratado Saber la verdad?
2. ¿Cómo se puede usar el tratado para iniciar una conversación?
3. ¿Qué podemos hacer si la persona está ocupada?
4. ¿Qué se puede decir al ofrecer el tratado en las calles?
5. ¿Cómo se podría usar de vez en cuando el tratado si no hay nadie en casa?
6. ¿Qué hace del tratado Saber la verdad una herramienta valiosa?

62
“Obra de predicar” Referencias

(41)*** km 10/09 pág. 1 ¿Listos para predicar informalmente? ***


¿Listos para predicar informalmente?

1
La predicación informal puede ser muy eficaz. En la Biblia hay muchísimos ejemplos de
predicación informal con resultados positivos (Juan 4:7-15). ¿Cómo podemos prepararnos para este
rasgo del ministerio?
2
Vestido y arreglo personal. Si algo en nuestra apariencia nos hace sentir incómodos, es muy
posible que no nos atrevamos a dar testimonio, pero si cuidamos siempre nuestra ropa y arreglo
personal, podremos hablar de nuestra fe sin cohibirnos (1 Tim. 2:9, 10). Además, nuestra misma
presencia limpia y de buen gusto pudiera despertar la curiosidad de la gente. Eso le ocurrió a una
pareja de Testigos que viajaban sentados al lado de un musulmán. Intrigado por su apariencia digna,
el hombre les preguntó si eran cristianos, y así se inició una conversación que duró tres horas.
3
Para empezar una conversación. Cuando Jesús le habló a la samaritana junto al pozo de
Jacob, inició la conversación de forma muy sencilla: pidiéndole un poco de agua. Nosotros,
igualmente, podríamos comenzar una conversación haciendo un breve comentario o una simple
pregunta. Cierto, a veces pudiéramos sentirnos inseguros, pero si confiamos en la ayuda de
Jehová, ‘cobraremos denuedo’ para iniciar la conversación (1 Tes. 2:2).
4
Hay que crear las oportunidades. Muchos publicadores han encontrado formas de predicar
informalmente. Usted también puede lograrlo. Comience analizando sus circunstancias, y luego
piense sobre las personas que pudiera encontrarse a diario. Lleve consigo publicaciones apropiadas
y una Biblia pequeña. Sea observador; interésese en la gente a su alrededor. Así, al haber pensado
de antemano en las oportunidades que podrían presentársele durante el día, estará mejor preparado
para dar un buen testimonio (Fili. 1:12-14; 1 Ped. 3:15).
5
Hay dos buenas razones por las que queremos aprovechar todas las oportunidades que
tengamos para predicar informalmente: el amor a Dios y el amor al prójimo (Mat. 22:37-39). Y puesto
que nuestra obra es urgente, este rasgo del servicio no se puede dejar a la casualidad. Se espera
que estemos listos para valernos de cualquier oportunidad adecuada para hablar de las buenas
nuevas del Reino con la gente mientras todavía quede tiempo (Rom. 10:13, 14; 2 Tim. 4:2).
[Preguntas del estudio]
1. Mencione un ejemplo de predicación informal con resultados positivos.
2. ¿Cómo pueden la ropa y el arreglo complementar nuestra disposición a predicar?
3. ¿Ha podido iniciar una conversación siguiendo el método que Jesús utilizaba?
4. ¿Cómo podemos prepararnos para dar testimonio informal?
5. ¿Por qué no debemos dejar a la casualidad la predicación informal?

63
“Obra de predicar” Referencias

(42)*** km 10/09 pág. 2 Dele una oportunidad a la predicación telefónica ***


Dele una oportunidad a la predicación telefónica

1
¿Por qué conviene intentar la predicación telefónica? Porque es otra manera de ayudar a la
gente a adquirir conocimiento exacto y obtener la salvación (2 Ped. 3:9). Es verdad que el método
principal que utilizamos para proclamar las buenas nuevas es la predicación de casa en casa, pero
también queremos hablar con los que no hallamos en sus hogares, y para lograrlo nos valemos de
otros medios (Mat. 24:14; Luc. 10:1-7; Rev. 14:6).
2
Cómo se organiza. Tal como se hace para el ministerio de casa en casa, para la predicación
telefónica se preparan territorios. Si quiere predicar por teléfono, puede pedir uno de esos territorios
y atenderlo solo o acompañado de uno o dos publicadores más. El lugar desde el cual se hagan las
llamadas debe ser silencioso y sin distracciones. A algunos hermanos les parece conveniente tener
a su alcance, quizá sobre una mesa, los libros y otros útiles que suelen llevarse a la predicación de
casa en casa.
3
Qué decir y cómo decirlo. En Nuestro Ministerio del Reino, en el libro Razonamiento y en el
tratado ¿Le gustaría saber la verdad? puede hallar algunas ideas para preparar su presentación. Lo
primero es elegir un tema, luego pensar en una pregunta y finalmente seleccionar unos cuantos
textos que contesten esa pregunta. Por lo general se ofrece la misma publicación que se esté
utilizando de casa en casa. Al hablar con la persona, mantenga un tono conversacional. Tal vez
quien no lo haya hecho antes decida leerle al amo de casa su presentación, pero habrá que darle a
la lectura un tono natural para que no se note que está leyendo. Tenga en cuenta los siguientes
recordatorios: Relájese y hable despacio. Sea educado, paciente y amigable; la persona lo notará.
Preste atención a lo que le diga y muéstrele que valora sus comentarios. No mencione las
donaciones, pues puede dar la impresión de que se trata de una venta telefónica.
4
¿Qué logramos con la predicación telefónica? Tal vez hablar con alguien que no puede salir de
su hogar por alguna enfermedad o que tiene un horario de trabajo que nos impide hallarlo de casa
en casa. Además, hay gente que vive en edificios de apartamentos o en vecindarios en los que no
podemos entrar. Por lo tanto, démosle una oportunidad a la predicación telefónica, una manera
eficaz de efectuar nuestro ministerio plenamente.
[Preguntas del estudio]
1. ¿Por qué conviene pensar en la predicación telefónica?
2. ¿Cómo se organiza la predicación telefónica?
3. ¿Qué debemos tener en mente cuando predicamos por teléfono?
4. ¿Qué cosas podemos lograr mediante la predicación telefónica?

64
“Obra de predicar” Referencias

(43)*** km 4/09 pág. 2 ¿Cómo enseñar a quien no sabe leer bien? ***
¿Cómo enseñar a quien no sabe leer bien?

1
De vez en cuando nos encontramos en el ministerio del campo con personas que quieren
aprender la verdad, pero que no saben leer bien. ¿Podemos ayudarlas? Claro que sí.
2
Respetar su dignidad. Lo que a Jehová le importa es el corazón, no cuántos años de
preparación académica tenga una persona (1 Sam. 16:7; Pro. 21:2). Siguiendo su ejemplo, nosotros
no despreciamos a nadie solo porque lea con dificultad. Al mismo tiempo, comprendemos que la
persona quizás esté más dispuesta a aceptar nuestra ayuda si le mostramos respeto y le tenemos
paciencia (1 Ped. 3:15). Para ello, al principio tal vez no debamos insistir en que lea un texto o
párrafo. Con el tiempo, a medida que vaya aprendiendo las preciosas verdades de la Biblia, puede
que le nazca el deseo de mejorar su lectura para poder saborear por sí misma la Palabra de Dios
“día y noche [...] en voz baja” (Sal. 1:2, 3).
3
Métodos de enseñanza. Las ilustraciones son un excelente método para enseñar, así como
para ejercitar la memoria. Primero muestre al estudiante una ilustración y pídale que le diga qué ve
en ella. Luego hágale preguntas específicas para que capte la lección que se enseña. Por último,
lea algunos textos que apoyen esa enseñanza. Las ilustraciones también pueden servir para hacer
repasos. Unas palabras de precaución: no abarque demasiada información. Recalque el tema y los
puntos principales, y evite incluir información que no esté en el manual que se estudia. Lea los
textos directamente de la Biblia y haga preguntas para estar seguro de que se entienda la lección.
Así, es posible que el estudiante sienta el deseo de mejorar su lectura para descubrir por sí mismo
otras verdades bíblicas.
4
Cómo mejorar la lectura. Ahora bien, el que la persona no lea bien o no haya tenido la
oportunidad de aprender a leer con fluidez no significa que no pueda captar y retener información.
De modo que, ¿por qué no la anima a escuchar las grabaciones de nuestras publicaciones? Incluso
puede mejorar su lectura si va siguiendo al lector en su propio ejemplar impreso o hasta va repitiendo
las palabras en voz baja. También puede valerse del folleto Aplícate a la lectura y a la escritura. En
algunos lugares, los ancianos han organizado clases de lectura en la congregación. ¿Le parecen
útiles estas sugerencias? Esperamos que con ellas todos podamos ayudar a quienes no saben leer
bien a entender los “santos escritos”, que pueden hacerlos sabios para la salvación (2 Tim. 3:15).
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué desafío podríamos encontrar en nuestro ministerio?
2. ¿Por qué hay que respetar la dignidad de alguien que no sepa leer bien, y cómo podemos
hacerlo?
3. ¿Qué métodos se pueden emplear para ayudar a alguien que no lee bien?
4. ¿Cómo se puede ayudar al estudiante a leer mejor?

65
“Obra de predicar” Referencias

(44)*** km 4/09 pág. 7 Oportunidades para usar los tratados: ***


Oportunidades para usar los tratados:

• Cuando la persona no acepte la publicación de campaña


• Cuando la persona esté ocupada
• Ocasionalmente, cuando no haya nadie en casa
• En la predicación informal
• Para comenzar una conversación
• Cuando enseñe a sus hijos a predicar
• Cuando enseñe al estudiante cómo predicar a sus amigos
• Para iniciar un estudio bíblico
(45)*** km 5/09 pág. 1 Enseñemos con sencillez ***
Enseñemos con sencillez
1
La sencillez es un ingrediente esencial de la enseñanza eficaz. Jesús, el Gran Maestro, enseñaba de manera
sencilla. De modo que, si queremos mejorar nuestro “arte de enseñar”, tenemos que fijarnos en su ejemplo (2 Tim. 4:2;
Juan 13:13).
2
Habla sencilla. Algunas de las verdades más profundas de la vida se encuentran en el Sermón del Monte, y todas
ellas se expresaron con sencillez (Mat., caps. 5-7). Las multitudes que escucharon a Jesús “quedaron atónitas por su
modo de enseñar”, y los oficiales que supuestamente iban a arrestarlo simplemente tuvieron que reconocer: “Jamás ha
hablado otro hombre así” (Mat. 7:28, 29; Juan 7:46). De ahí aprendemos que no es necesario usar palabras o frases
rebuscadas ni ilustraciones complicadas para que la verdad suene convincente; la verdad se puede explicar con claridad
utilizando palabras comunes.
3
Cuánto enseñar. Para saber cuánta información transmitir, Jesús pensó en quienes lo estaban escuchando (Juan
16:12). Esto nos enseña que debemos ser observadores y flexibles, especialmente cuando les predicamos a parientes,
personas interesadas o niños. Hay que tener cuidado de no sobrecargarlos con información, aun cuando parezca que
están escuchando con interés. Finalmente, si una persona es sincera, seguirá adquiriendo conocimiento del Dios
verdadero, Jehová (Juan 17:3; 1 Cor. 3:6).
4
Los puntos principales. Jesús no oscurecía las verdades que enseñaba incluyendo demasiados datos. Por
ejemplo, cuando dijo: “Todos los que están en las tumbas conmemorativas [...] saldrán”, consideró que no era el
momento de incluir detalles sobre los diferentes destinos que habría para los resucitados (Juan 5:28, 29). Igualmente,
al dirigir estudios bíblicos, debemos concentrarnos en los puntos principales y evitar la tendencia a incluir información
innecesaria que no aparezca en la publicación de estudio.
5
¡Qué agradecidos estamos por la sencillez con la que Jehová nos ha enseñado todo lo que necesitamos saber!
(Mat. 11:25.) Ahora nos toca a nosotros hacer lo mismo, y eso de seguro nos dará la alegría de tener un ministerio
productivo.
[Preguntas del estudio]
1. Diga cuál es un ingrediente esencial de la enseñanza clara y eficaz.
2. ¿Qué se necesita para enseñar con sencillez y qué se logra al hacerlo?
3. ¿Por qué a veces tienden algunos a abrumar a quienes los escuchan? ¿Cómo se puede evitar?
4. ¿Por qué es bueno concentrarse en los puntos principales y no en los detalles?
5. ¿Qué pasará si enseñamos con sencillez?

66
“Obra de predicar” Referencias

(46)*** km 5/09 pág. 3 ¿Cuánto valor tienen nuestras publicaciones? ***


¿Cuánto valor tienen nuestras publicaciones?

1
Tras alimentar milagrosamente a una multitud, Jesús ordenó que se guardaran los sobrantes
(Mat. 14:19-21). Tal aprecio por las provisiones de Jehová nos pone un excelente ejemplo: hay que
concederle el debido valor a todo lo que Jehová nos provee mediante el “mayordomo fiel”.
En otras palabras, se nos dice: “Muéstrense agradecidos” (Col. 3:15; Luc. 12:42; Mat. 24:45-47).
2
Las revistas. A algunos se nos acumulan las revistas fácilmente. ¿Qué podemos hacer? Si
mes tras mes se nos quedan varias revistas, lo mejor es reducir nuestro pedido. Pero ¿qué hacemos
con las que ya tenemos atrasadas? Como en realidad las revistas de fechas anteriores no han
perdido su valor, podemos pedirle al superintendente de servicio u otro anciano que nos sugiera
cómo presentarlas en el territorio.
3
Otras publicaciones. Cuando se cambie la publicación de campaña, revise primero si tiene
algunos ejemplares en casa. Si le hacen falta, puede pedir más en el Salón del Reino. Ahora bien,
le aconsejamos que obtenga solo los ejemplares necesarios para la semana y que consiga más
cuando se le acaben.
4
En el caso de una publicación para uso personal, pida solo lo que de verdad necesita. Escriba
su nombre en el espacio provisto; así sabrá cuál es su ejemplar personal. Por otro lado, si
acostumbra usar el CD-ROM Watchtower Library y tiene guardados sus ejemplares personales de
las revistas, quizás no necesite pedir volúmenes encuadernados de La Atalaya y ¡Despertad!
5
A la hora de dejar las publicaciones. En el territorio siempre procuramos dejar las
publicaciones en manos de las personas que demuestran interés genuino. Recuerde que los
Testigos somos los principales responsables de cubrir el costo económico de estas valiosas
herramientas. Aun así, cuando le deje una publicación a alguien, no dude en mencionarle el
privilegio que tiene de apoyar la obra mundial con sus donativos.
6
Aunque Jesús alimentó milagrosamente a las personas en sentido físico, con mayor frecuencia
les proporcionó alimento espiritual. Dijo además: “No de pan solamente debe vivir el hombre, sino
de toda expresión que sale de la boca de Jehová” (Mat. 4:4). Nuestras publicaciones contienen
verdades bíblicas fundamentales para obtener la vida eterna (Juan 17:3). ¡Son demasiado valiosas
para desperdiciarlas!
[Preguntas del estudio]
1. ¿Cómo podemos imitar el aprecio de Jesús por las provisiones de Jehová?
2. ¿Podemos evitar que se nos acumulen las revistas? ¿Cómo?
3, 4. Si tenemos pensado obtener publicaciones en el Salón del Reino, ¿qué detalles hay que
tener presentes?
5. ¿Qué es bueno recordar cuando dejamos publicaciones en manos de la gente?
6. ¿Por qué valoramos tanto nuestras publicaciones? Por eso, ¿qué haremos con ellas?

67
“Obra de predicar” Referencias

(47)*** km 9/09 pág. 1 Cómo contestar ***


Cómo contestar

1
Hasta este día, todo el mundo se maravilla de lo bien que Jesús respondía a las preguntas y
consultas que le hacían. Es un excelente ejemplo de cómo proceder ante las preguntas tan variadas
que nos hacen en el ministerio (1 Ped. 2:21).
2
Primero escuchar. Jesús tomaba en cuenta lo que había detrás de la pregunta que le hacían.
Para lograr lo mismo, algunas veces tendremos que hacer otras preguntas a fin de determinar cuál
es la verdadera cuestión. Por ejemplo, si alguien dice: “Y ustedes, ¿creen en Jesús?”, es posible
que más bien le interese saber por qué no celebramos la Navidad. Si uno sabe qué es lo que en
realidad le preocupa a la persona, le será más fácil razonar con ella (Luc. 10:25-37).
3
Usar la Palabra de Dios. Por lo común, lo mejor es contestar directamente con la Biblia (2 Tim.
3:16, 17; Heb. 4:12). Tanto el libro Razonamiento como la sección “Temas bíblicos para
consideración” de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras nos pueden ayudar a
encontrar la cita que buscamos. Y aun si la Biblia no representa ninguna autoridad para la persona,
de todos modos podemos intentar, con tacto, mostrarle lo que dice. Invítela a pensar en los sabios
consejos bíblicos, que han demostrado su validez a lo largo del tiempo. Al imitar a Jesús, nuestras
respuestas serán “como manzanas de oro en entalladuras de plata”: apropiadas, agradables y
valiosas (Pro. 25:11).
4
¿Contestar a toda costa? Si no sabe la respuesta a alguna pregunta, diga sinceramente:
“No sé, pero puedo investigar el asunto y volver para contestarle”. Por su modestia e interés, quizás
logre que la persona acepte una nueva visita. Pero si está claro que la persona es un opositor y solo
busca provocar una discusión, haga lo que hizo Jesús: no prolongue la conversación (Luc. 20:1-8).
Asimismo, si alguien no tiene verdadero interés en la verdad y lo que quiere es crear debate,
abandone amablemente la conversación y aproveche su tiempo para buscar a la gente sincera (Mat.
7:6).
5
Claro está, Jesús sabía que para cumplir su comisión de “dar testimonio acerca de la verdad”,
lo que incluía contestar preguntas sinceras, era fundamental que se apoyara en Jehová (Juan
18:37). En conclusión, ¡qué buen ejemplo nos dejó para responder a todos los que estén
“correctamente dispuestos para vida eterna”! (Hech. 13:48.)
[Preguntas del estudio]
1. ¿Por qué buscamos el ejemplo de Jesús cuando se nos hace una pregunta?
2. ¿Cómo podríamos determinar qué contestar?
3. ¿Dónde podemos encontrar buenas respuestas bíblicas?
4. ¿En qué ocasiones no deberíamos tratar de contestar a toda costa?
5. Para contestar preguntas, ¿qué hemos aprendido del ejemplo de Jesús

68
“Obra de predicar” Referencias

(48)*** km 10/10 pág. 2 Campaña para ofrecer el nuevo folleto ***


Campaña para ofrecer el nuevo folleto

1
¿Recuerda que en la Asamblea de Distrito de 2009 “¡Manténganse alerta!” se presentó un
nuevo folleto? Se titula La Biblia y su mensaje. Pues en noviembre tendremos una campaña mundial
para ofrecerlo por primera vez al público. ¿Cómo beneficiará a las personas de nuestro territorio?
La mayoría de la gente, sobre todo la que pertenece a religiones no cristianas, sabe poco de la
Biblia. Este folleto, como dice en su página 3, “servirá como punto de partida” para que tengan una
vista general de su contenido.
2
Para presentarlo. Podríamos decir algo como: “Quisiera saber qué opina de estas palabras
[lea 2 Timoteo 3:16]. ¿Sabe? Muchas personas con quienes hablamos están de acuerdo con lo que
le acabo de leer, pero otras piensan que la Biblia no es más que un buen libro. ¿Puedo preguntarle
qué piensa usted de la Biblia? [Permita que responda.] Sin importar nuestras creencias, existen
buenas razones para examinarla por uno mismo [lea el párrafo de introducción de la página 3]. A
medida que vaya leyendo el dinámico resumen del mensaje bíblico que hace este folleto, descubrirá
que el tema y el mensaje de la Biblia es uno solo”.
3
He aquí otra opción, sobre todo si en el territorio hay muchas personas que no son cristianas:
“Nos gustaría saber su opinión sobre lo que se dice aquí en las Escrituras (o, este libro sagrado)
[lea Salmo 37:11]. ¿Cómo se imagina que será la Tierra cuando se cumpla esta profecía? [Permita
que responda.] Lo que leímos es un ejemplo de la esperanza y el consuelo que gente de toda cultura
y creencia puede recibir de la Biblia”. Lea el primer párrafo de la página 3 y ofrezca el folleto.
4
Para comenzar un estudio. Al volver a visitar a la persona, podríamos recordarle la
conversación anterior y luego analizar uno o dos párrafos relacionados con el tema que tratamos
valiéndonos de las preguntas al final de la sección. O si queremos presentar el libro Enseña sin
perder tiempo, podríamos leerle la última página del folleto, entregarle el libro, preguntarle qué
capítulo le interesa y analizar con ella un párrafo o dos de allí. ¡Que todos podamos participar de
lleno en esta campaña de noviembre!
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué ofreceremos en noviembre, y cuál es su objetivo?
2. ¿Cómo se puede presentar el folleto?
3. En territorios donde muchas personas no son cristianas, ¿qué otra presentación puede servir?
4. ¿Cómo se puede iniciar un estudio valiéndose del folleto?

69
“Obra de predicar” Referencias

(49)*** km 4/10 pág. 1 Sea persuasivo al enseñar ***


Sea persuasivo al enseñar

1
Los ministros eficaces, como el apóstol Pablo, se dan cuenta de que para “maneja[r] la palabra
de la verdad correctamente”, no basta con solo citar de las Santas Escrituras (2 Timoteo 2:15).
¿Cómo podemos persuadir a quienes enseñamos? (Hech. 28:23.)
2
Dejemos que la Palabra de Dios hable. En primer lugar, debemos dirigir la atención a la Biblia
de un modo que infunda respeto por la sabiduría divina que contiene. Nuestra confianza en la
Palabra de Dios puede motivar a nuestro oyente a escuchar atentamente la lectura de un texto
(Heb. 4:12). Podríamos decir sencillamente: “A mí me ha ayudado mucho saber lo que piensa Dios
sobre este asunto. Mire lo que dice su Palabra.” Siempre que podamos, dejemos hablar a la
Palabra de Dios leyendo directamente de ella.
3
En segundo lugar, hay que explicar los textos. A muchas personas se les hace difícil entender
un versículo la primera vez que lo oyen. Por lo común, necesitan que les expliquemos qué tiene que
ver con el tema del que hablamos (Luc. 24:26, 27). Debemos recalcar las expresiones clave.
Asimismo, hacerle alguna pregunta puede ayudarnos a ver si la persona entiende el asunto (Pro.
20:5; Hech. 8:30).
4
Razonemos con ayuda de las Escrituras. En tercer lugar, tenemos que apelar a la mente y
el corazón del oyente. Ayudémoslo a ver cómo le concierne personalmente el pasaje bíblico. Si nos
basamos en las Escrituras, quizá podamos persuadirlo y cambie su modo de pensar (Hech. 17:2-4;
19:8). Por ejemplo, después de leer Salmo 83:18, podríamos mencionar que conocer el nombre de
una persona es fundamental para entablar cualquier tipo de relación con ella. Entonces podríamos
preguntar: “¿Cree usted que mejorará la calidad de sus oraciones si usa el nombre de Dios?”. Al
relacionar así el texto bíblico con la vida de la persona, se realza su valor práctico. Esa enseñanza
persuasiva de las Escrituras atrae a personas sinceras a la adoración del Dios vivo y verdadero,
Jehová (Jer. 10:10).
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué se necesita para emplear la Palabra de Dios eficazmente en el ministerio?
2. ¿Cómo podemos contribuir a que nuestro oyente sienta más respeto por la Palabra de Dios?
3. Después de leer un texto, ¿qué podemos hacer para que nuestro oyente lo comprenda?
4. ¿Qué último paso se necesita para enseñar de manera persuasiva?

70
“Obra de predicar” Referencias

(50)*** km 5/10 págs. 3-5 “Tú serías un buen precursor” ***


“Tú serías un buen precursor”

1
“No hubiera podido hallar ningún otro trabajo que me hubiera traído tanto contentamiento, ni
que hubiera sido tan remunerador en sentido espiritual.” Así se expresó Kathe B. Palm, una
abnegada precursora que pasó décadas predicando de una punta a otra de Chile, en Sudamérica.
Pensando en esa vida tan fructífera de los siervos de tiempo completo, quizás alguien le haya dicho
a usted: “Tú serías un buen precursor”.
2
Una vida que satisface. Para Jesús, nuestro Modelo, hacer la voluntad de su Padre era como
alimento que le daba nuevos bríos (Juan 4:34). De modo que sabía bien de qué hablaba cuando les
enseñó a sus discípulos que la verdadera satisfacción proviene de participar en actividades
relacionadas con la adoración a Jehová. En efecto, cuando uno llena su vida de obras que Dios
aprueba, se siente feliz. Y cuanto más tiempo, energías y recursos invierte en ayudar al semejante,
tanto más crece su felicidad (Hech. 20:31, 35).
3
También, al pasar más tiempo en el ministerio, uno tiene más posibilidades de iniciar y dirigir
estudios bíblicos, lo que produce una gran alegría. Pero aun si al principio le parece que la gente es
indiferente, descubrirá que el territorio se vuelve más productivo conforme usted adquiere más
experiencia y habilidad en la predicación. Cuando lleve más o menos un año de precursor, recibirá
además un enorme caudal de instrucción en la Escuela del Servicio de Precursor, que le será muy
útil en su ministerio (2 Tim. 2:15). Verá que, si persevera, las semillas de la verdad que siembre
ahora pueden, con el tiempo, dar fruto (Ecl. 11:6).
4
Joven, piénsalo. Si estás por terminar tu educación básica, ¿ya pensaste en tu futuro? Hasta
ahora, tu horario ha dependido mayormente del tiempo que te dejan los deberes escolares. ¿Con
qué vas a llenar ese vacío cuando salgas de la escuela? En lugar de entregarte de lleno al trabajo
seglar, ¿por qué no analizas con oración la meta de ser precursor regular? Las habilidades que
adquieras —predicar a personas de distintos antecedentes, superar obstáculos personales, ser
disciplinado y desarrollar el arte de enseñar— te beneficiarán por el resto de tu vida.
5
Padres, ¿están haciendo su parte encaminando a sus hijos hacia el servicio de tiempo
completo? Sus palabras y el ejemplo positivo que les den son determinantes para que ellos pongan
los intereses del Reino en primer lugar (Mat. 6:33). Ray, que empezó el precursorado al terminar
sus estudios, recuerda: “Mi mamá siempre pensó que ser precursor resultaba en una vida
sumamente satisfaciente”. Pero también la congregación puede fomentar el servicio de precursor
por lo que dice y por su apoyo. José, de España, explica: “Mi congregación veía la obra de precursor
como la mejor carrera para los jóvenes. Sus comentarios y su aprecio hacia el servicio de precursor,
junto con su ayuda práctica, me hicieron más fácil empezar esta carrera”.
6
Cómo superar los obstáculos. “Pero no me nace el deseo de ser precursor”, quizás diga
alguien. Si esa es su primera reacción, exprésele a Jehová su sentir y dígale: “No sé si el
precursorado es para mí, pero quiero hacer lo que te agrada” (Sal. 62:8; Pro. 23:26). Luego, busque
su dirección mediante su Palabra y organización. Muchos precursores regulares
“probaron” el servicio como precursores auxiliares primero, y se sintieron tan contentos que luego
buscaron la manera de ingresar al servicio de tiempo completo (Sal. 34:8).
7
Quizás sienta el temor de no poder cumplir con el requisito mensual de setenta horas. ¿Por qué
no habla con otros precursores con circunstancias parecidas? (Pro. 15:22.) Luego, diseñe

71
“Obra de predicar” Referencias

varios horarios posibles. Tal vez descubra que no es tan difícil si compra tiempo para el ministerio
de actividades no esenciales (Efe. 5:15, 16).
8
Examine su situación. La vida cambia, y por eso es bueno repasar de cuando en cuando las
circunstancias personales. Por ejemplo, ¿piensa jubilarse dentro de poco? Randy se retiró antes de
tiempo, y dice: “Esa decisión me permitió emprender el servicio de precursor con mi esposa, y nos
mudamos a donde hay más necesidad. He recibido tantas bendiciones... pero la mejor de todas es
una buena conciencia”.
9
Algunos matrimonios, tras una cuidadosa evaluación, encuentran que no es necesario que los
dos trabajen a tiempo completo. Claro, eso exige que la familia simplifique su estilo de vida, pero el
sacrificio vale la pena. Hace poco, la esposa de John dejó su trabajo de tiempo completo para
ampliar su ministerio. John expresa: “No hay nada mejor que saber que mi esposa está todo el día
dedicada a asuntos espirituales”.
10
Demostración de amor y fe. No hay labor más importante para nosotros que predicar, porque
Jehová así lo ha decidido. Dentro de muy poco, este viejo sistema será destruido y solo los que
invoquen el nombre de Jehová se salvarán (Rom. 10:13). Si nuestro corazón rebosa de amor a Él y
de gratitud por lo que ha hecho por nosotros, lo natural es que nos sintamos deseosos de obedecer
con fervor el mandato de predicar que dio su Hijo (Mat. 28:19, 20; 1 Juan 5:3). Lo que es más, estar
realmente convencidos de que vivimos en los últimos días nos moverá a hacer todo lo que esté a
nuestro alcance en el ministerio mientras quede tiempo, en lugar de usar el mundo a plenitud (1 Cor.
7:29-31).
11
Hacerse precursor regular es más que responder a una invitación de la organización; es una
expresión de nuestra devoción a Dios. Por eso, si alguien le dice: “Tú serías un buen precursor”,
tómelo como un cumplido. Ore a Jehová y analice la posibilidad de unirse a las filas de quienes
están ocupados en este satisfaciente rasgo del servicio.[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué sentimientos expresó cierta hermana sobre su servicio de precursor?
2. Explique por qué las actividades espirituales producen una honda satisfacción.
3. ¿Qué alegría podemos tener si pasamos más tiempo en el ministerio?
4. ¿Qué deberían analizar los jóvenes que estén por terminar su educación?
5. ¿Cómo pueden los padres y la congregación fomentar el precursorado?
6. ¿Qué puede hacer si de momento no tiene el deseo de ser precursor?
7. Si tiene dudas de poder cumplir el requisito de setenta horas al mes, ¿qué puede hacer?
8. ¿Por qué sería bueno repasar nuestra situación cada cierto tiempo?
9. ¿Qué deberían analizar los matrimonios?
10. ¿Qué motiva a los cristianos a pensar en el precursorado?
11. ¿Cómo debería uno reaccionar si alguien le dijera que sería un buen precursor?
[Comentario de la página 4]
Padres, ¿están haciendo su parte en dirigir a sus hijos hacia el servicio de tiempo completo?
[Comentario de la página 5]
No hay labor más importante para nosotros que predicar, porque Jehová así lo ha decidido.
72
“Obra de predicar” Referencias

(51)*** km 1/10 pág. 1 ¿Estaré capacitado para predicar? ***


¿Estaré capacitado para predicar?

1
Si alguna vez se ha hecho esa pregunta, ¡anímese! No es la educación formal ni
las habilidades naturales lo que nos capacita como ministros de Dios. Recuerde que
a algunos de los primeros discípulos de Cristo los llamaron “iletrados y del vulgo”, y
sin embargo fueron buenos predicadores de las buenas nuevas. ¿Por qué?
Porque estaban decididos a seguir el ejemplo de Jesús (Hech. 4:13; 1 Ped. 2:21).
2
Cómo enseñó Jesús. Sencillo, práctico y fácil de entender, así era Jesús al
enseñar. Sus introducciones simples, sus ilustraciones y sus preguntas captaban la
atención (Mat. 6:26). También se interesaba sinceramente en la gente (Mat. 14:14).
Además, hablaba con autoridad y confianza, sabiendo que tenía el respaldo de
Jehová, quien lo había comisionado para efectuar su labor (Luc. 4:18).
3
Jehová nos ayuda. Mediante su Palabra y su organización, nuestro Magnífico
Instructor nos proporciona la capacitación que necesitamos para predicar las buenas
nuevas con eficiencia (Isa. 54:13). Jehová conservó un registro sobre los métodos de
instrucción de Jesús, que podemos estudiar y copiar. Nos da su espíritu santo y nos
educa en las reuniones de congregación (Juan 14:26). Asimismo nos proporciona
publicadores de experiencia que nos ayudan a mejorar nuestra enseñanza.
4
Por lo tanto, no hay razón para sentirse incompetente, pues “el estar nosotros
adecuadamente capacitados proviene de Dios” (2 Cor. 3:5). Si nos apoyamos en
Jehová y fielmente nos valemos de sus provisiones amorosas, seremos ‘enteramente
competentes y estaremos completamente equipados para toda buena obra’ (2 Tim.
3:17).
[Preguntas del estudio]
1. ¿Por qué no deberíamos sentirnos incompetentes para predicar?
2. Mencione algunas características de la enseñanza de Jesús.
3. ¿Cómo nos ayuda Jehová para cumplir nuestro ministerio?
4. ¿Qué razón tenemos para sentirnos capacitados para llevar las buenas nuevas a
otros?

73
“Obra de predicar” Referencias

(52)*** km 12/09 pág. 2 ‘Impártale su alma’ al estudiante ***


‘Impártale su alma’ al estudiante

1
A fin de ayudar a un estudiante de la Biblia hasta el punto del bautismo, se requiere más que
simplemente darle clases de la Biblia con regularidad. El apóstol Pablo comparó su relación con los
nuevos discípulos a la de una madre que acaricia a sus pequeños. De igual modo nosotros, si
queremos ayudar a los estudiantes a crecer espiritualmente, debemos estar dispuestos a
“impartirles [...] nuestras propias almas” (1 Tes. 2:7-9).
2
Interés personal. A medida que un estudiante va poniendo en práctica lo que aprende, su
conciencia lo va alejando de quienes no se amoldan a los principios bíblicos (1 Ped. 4:4). Es posible
que la familia lo rechace (Mat. 10:34-36). Pero nosotros podemos llenar ese vacío emocional si le
mostramos cariñoso interés personal. En cuanto a esto, un misionero de experiencia recomienda:
“No salga corriendo después de concluir el estudio. Si es apropiado, quédese y hable con ellos un
rato”. Esté atento por si su estudiante necesita ayuda práctica. Por ejemplo, ¿podría llamarlo por
teléfono o visitarlo si está enfermo? ¿Qué hay de sentarse con su estudiante en las reuniones y
ayudarle con los niños, cuando sea apropiado?
3
Ayuda de la congregación. Si participa en el ministerio del campo y la casa del estudiante
está cerca, ¿por qué no le hace una breve visita y le presenta a sus compañeros de servicio?
Cuando sea apropiado, invite a distintos publicadores, incluidos ancianos, a que lo acompañen al
estudio. Además, poco después de que se establezca el estudio, anímelo a asistir a las reuniones
en el Salón del Reino. Eso le permitirá disfrutar de compañerismo edificante con los miembros de la
congregación, quienes pueden convertirse en su familia espiritual (Mar. 10:29, 30; Heb. 10:24, 25).
4
Un padre que ayuda espiritualmente a sus hijos sin rendirse recibe una inmensa alegría cuando
ellos se ponen de parte de Jehová y siguen andando en la verdad (3 Juan 4). Todos podemos
experimentar la misma alegría si impartimos nuestras almas a los estudiantes de la Biblia.
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué se requiere para ayudar a un estudiante de la Biblia?
2. ¿Por qué deberíamos demostrar interés personal, y cómo se puede hacer?
3. ¿Qué podemos hacer para que los estudiantes reciban ánimo de la congregación?
4. ¿Qué recompensas puede traer nuestra diligencia?

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“Obra de predicar” Referencias

(53)*** km 3/09 pág. 2 Cómo usar el libro “Amor de Dios” para dirigir estudios bíblicos ***
Cómo usar el libro “Amor de Dios” para dirigir estudios bíblicos
1
¡Qué emocionante fue recibir el libro “Manténganse en el amor de Dios” en la Asamblea de
Distrito “Guiados por el espíritu de Dios”! Tal como se anunció, esta publicación fue concebida para
ayudarnos a conocer y amar las normas de conducta de Jehová, y no para enseñar las doctrinas
básicas de la Biblia. No se ofrecerá en la predicación.
2
Este libro será el segundo que se analizará con los estudiantes de la Biblia, después del libro
Enseña. Recuerde que cada persona crece espiritualmente a un paso distinto, por lo que cada
estudio se debe conducir al ritmo que sea cómodo para el estudiante. Pero eso sí, asegúrese de
que la información que se abarque se entienda claramente. En la mayoría de los casos, no
ofreceremos un estudio con este libro a alguien que quizás ya haya estudiado varios libros pero que
no esté asistiendo a las reuniones de la congregación y que demuestre a todas luces que no tiene
la intención de amoldar su vida a las verdades bíblicas que ha aprendido.
3
Si al tiempo presente usted está dirigiendo un estudio con el libro Adoremos y ya está en los
últimos capítulos, tal vez sea mejor terminar esa publicación y animar al estudiante a leer el libro
“Amor de Dios” por cuenta propia. Si no es así, sería mejor pasar al nuevo libro y comenzar desde
el principio. Como es el caso con el libro Enseña, es opcional analizar los temas del apéndice.
4
Si un estudiante se bautiza antes de completar las dos publicaciones, se debe continuar con el
estudio hasta que termine el libro “Amor de Dios”. Y aun si se bautiza antes de terminar el segundo
libro, se pueden seguir contando el tiempo, la revisita y el estudio. El publicador que vaya como
acompañante también puede contar el tiempo.
5
Cuando un miembro del Comité de Servicio de la Congregación le pida que dirija un estudio
bíblico con alguien que se haya hecho inactivo, quizás le indique que analice solo determinados
capítulos del libro “Amor de Dios”. En tal caso, el estudio no tiene que prolongarse por mucho
tiempo. ¡Qué excelente provisión! Este nuevo libro ha sido preparado con el fin de que nos
mantengamos “en el amor de Dios” (Judas 21).
[Preguntas del estudio]
1. ¿Cuál es el propósito del libro “Amor de Dios”?
2. ¿Cómo se usará esta publicación, y con quiénes?
3. ¿Qué debemos hacer si ya estamos dirigiendo un estudio con el libro Adoremos?
4. ¿Qué se hace si el estudiante se bautiza antes de terminar el libro Enseña o el libro “Amor de
Dios”?
5. ¿Cómo se puede usar el libro “Amor de Dios” para ayudar a publicadores que no han participado
en el ministerio por algún tiempo?

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“Obra de predicar” Referencias

(54)*** km 11/09 pág. 1 Volver para atender el interés... ¿cuándo? ***


Volver para atender el interés... ¿cuándo?

1
Hacer discípulos implica volver a visitar a cualquier persona que deje ver un deseo de aprender
sobre el gobierno de Jehová (Mat. 28:19, 20). El mejor momento para hacer la revisita depende de
nuestro propio horario y el de la persona, pero no deberíamos dejar pasar mucho tiempo. ¿Por qué?
2
¿Por qué volver pronto? La predicación de “estas buenas nuevas del reino” ha avanzado
mucho, y está cerca el fin del presente sistema de cosas (Mat. 24:14; 1 Ped. 4:7). Con todo, sigue
habiendo un “día de salvación” para quienes muestran interés. Por tanto, es urgente ‘predicar la
palabra’, y eso incluye volver tan pronto como sea posible para cultivar el interés que encontramos
(2 Cor. 6:1, 2; 2 Tim. 4:2).
3
Satanás no pierde el tiempo en su afán de eliminar cualquier semilla del Reino que sembramos
en el corazón de una persona (Mar. 4:14, 15). El interés en la Biblia a menudo se ve amenazado
por las burlas de miembros de la familia y compañeros de trabajo, entre otros. Si volvemos pronto,
será más fácil retomar la conversación y alimentar dicho interés antes de que los demás logren
extinguirlo.
4
Fije el día y la hora. Lo mejor es, desde la primera visita, fijar el día y la hora en que piensa
volver, además de plantear una pregunta para contestarla en la siguiente visita. En caso de que su
horario se lo permita, puede proponerle a la persona continuar la conversación al día siguiente, o
poco después de eso. Si la encontró en el fin de semana porque los demás días trabaja, quizás
acepte que la visite el siguiente fin de semana. Lógicamente, es importante que lleve buenos
registros, pues si promete volver, se espera que cumpla (Mat. 5:37).
5
Hay buenas razones para volver a visitar lo más pronto posible a quienes muestran interés. Sí,
“el tiempo que queda está reducido”, y por ello debemos fijar un día y una hora específicos para
asegurarnos de que no pase mucho tiempo (1 Cor. 7:29). Cuanto más pronto volvamos a visitar a
quienes muestran interés en el mensaje del Reino, mayores probabilidades habrá de que nuestro
ministerio sea productivo.
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué implica hacer discípulos?
2, 3. ¿Por que deberíamos tratar de volver tan pronto como sea posible?
4. ¿Cómo ponemos la base para una revisita en la visita inicial?
5. ¿Por qué decimos que hacer las revisitas sin demora nos permite cumplir la comisión cristiana
de hacer discípulos?

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“Obra de predicar” Referencias

(55)*** w08 15/7 págs. 3-7 ¿Por qué es importante predicar de casa en casa hoy día? ***
¿Por qué es importante predicar de casa en casa hoy día?

“Todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y
declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.” (HECH. 5:42.)

LA SIGUIENTE es una escena común en casi todo país: dos personas bien vestidas llaman a la puerta
de una casa y tratan de hablar brevemente sobre el Reino de Dios con la persona que sale a atenderlas. Si
esta se interesa en su mensaje, le muestran una publicación bíblica y le ofrecen un curso gratuito de la Biblia.
Cuando acaba la conversación, pasan a la siguiente puerta. ¿Participa usted en esta labor? Entonces habrá
notado que, por lo general, la gente lo reconoce como testigo de Jehová antes siquiera de que le dirija una
sola palabra. Así es, la predicación de casa en casa se ha convertido en nuestro sello característico.
2
Los testigos de Jehová empleamos diversos métodos para llevar a cabo la comisión de Jesús de predicar
y hacer discípulos (Mat. 28:19, 20). Predicamos en los mercados, en las calles y en otros lugares públicos
(Hech. 17:17). También nos comunicamos con muchas personas por teléfono o por carta y, si surge la
oportunidad, damos testimonio mientras realizamos nuestras labores cotidianas. Hasta tenemos un sitio
oficial de Internet con información bíblica en más de trescientos idiomas. Todos estos métodos de
evangelización dan buenos resultados. No obstante, el que más utilizamos en la mayoría de los lugares es
la predicación de casa en casa. ¿En qué nos basamos para emplear este método? ¿Cómo ha llegado a
convertirse en el método más utilizado por el pueblo de Dios? ¿Y por qué es tan importante hoy día?
El método apostólico
3
La predicación de casa en casa tiene base bíblica. Cuando Jesús envió a los apóstoles a predicar, les
dio estas instrucciones: “En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es
merecedor”. ¿Y cómo debían realizar esa búsqueda? Visitando los hogares de la gente, pues Jesús les dijo:
“Al entrar en la casa, salúdenla; y si la casa lo merece, venga sobre ella la paz que le desean”.
¿Necesitaban invitación los apóstoles para hacer sus visitas? No, como se deduce de estas palabras de
Jesús: “Dondequiera que alguien no los reciba ni escuche sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella
ciudad, sacúdanse el polvo de los pies” (Mat. 10:11-14). Tales instrucciones dejan claro que ellos debían
tomar la iniciativa y visitar a la gente en su casa conforme fueran recorriendo “el territorio de aldea en aldea”
para declarar las buenas nuevas (Luc. 9:6).
4
La Biblia dice con toda claridad que los apóstoles predicaban de casa en casa. Por ejemplo, Hechos
5:42 nos explica lo que ya estaban haciendo poco después del nacimiento de la congregación cristiana en el
año 33: “Todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las
buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús”. Unos veinte años después, el apóstol Pablo les recordó lo siguiente
a los ancianos de la congregación de Éfeso: “No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de
provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa”. ¿Quiere decir esto que Pablo los había visitado
antes de que se hicieran cristianos? Parece que sí, pues les había hablado, entre otras
cosas, “del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús” (Hech. 20:20, 21). El Comentario
al texto griego del Nuevo Testamento, de Archibald Thomas Robertson, dice sobre Hechos
20:20: “Vale la pena señalar que este predicador, el mayor de todos, predicaba por las casas”.
Un ejército de langostas hoy día
5
La predicación del siglo primero no fue sino un anticipo de una labor mucho mayor que se realizaría en
nuestro tiempo. El profeta Joel ilustró la labor de evangelizar de los cristianos ungidos con una desoladora
plaga de insectos que incluía langostas (Joel 1:4). Avanzando como un ejército, las langostas superan
obstáculos, entran en las casas y devoran todo lo que encuentran a su paso (léase Joel 2:2, 7-9). Esta es
una descripción muy gráfica de la predicación persistente y exhaustiva que realiza hoy día el pueblo de

77
“Obra de predicar” Referencias

Dios. De todos los métodos que los cristianos ungidos y sus compañeros de las “otras ovejas” emplean para
cumplir este modelo profético, el más importante es la predicación de casa en casa (Juan 10:16). ¿Cómo fue
que adoptamos el método apostólico los testigos de Jehová?
6
Desde 1919 se ha subrayado que todo cristiano tiene la responsabilidad de dar testimonio. Por ejemplo,
el artículo “El servicio es esencial”, del número del 15 de agosto de 1922 de la revista The Watch Tower, les
recordó a los cristianos ungidos la importancia de “llevar con entusiasmo el mensaje impreso a las personas
y hablar con ellas en las puertas de sus hogares para dar testimonio de que el Reino de los cielos se ha
acercado”. Aunque en el Bulletin (Boletín, ahora Nuestro Ministerio del Reino) se incluían presentaciones
detalladas para el ministerio, al principio eran pocos los que predicaban de casa en casa. Había quienes
presentaban toda clase de excusas para no hacerlo, pero el verdadero problema era que consideraban
humillante esa labor. Como cada vez se daba más énfasis al ministerio del campo, muchos de ellos
terminaron alejándose de la organización de Jehová.
7
En las décadas siguientes fue aumentando la cantidad de predicadores. Sin embargo, era evidente que
se necesitaba más capacitación en el ministerio de casa en casa. Sirva de ejemplo lo que sucedía en Estados
Unidos. A principios de los años cincuenta, el 28% de los testigos de Jehová de ese país se limitaban a
distribuir hojas sueltas o a quedarse parados en la calle con las revistas en las manos. Más del 40% de los
hermanos eran irregulares y pasaban meses sin dar testimonio. ¿Qué se podía hacer para que todos los
cristianos predicaran de casa en casa?
8
En una asamblea internacional celebrada en la ciudad de Nueva York en 1953 se volvió a recalcar la
necesidad de predicar de casa en casa. El hermano Nathan H. Knorr señaló que la principal labor de los
superintendentes cristianos consistía en ayudar a todos los hermanos a participar en esta faceta del
ministerio. “Todos deben ser capaces de predicar las buenas nuevas de casa en casa”, dijo él.
De inmediato se estableció un programa mundial de capacitación para alcanzar ese objetivo. Quienes aún
no iban de casa en casa recibieron adiestramiento para iniciar conversaciones con las personas, así como
para responder sus preguntas y razonar con ellas valiéndose de la Biblia.
9
Los resultados de este programa fueron extraordinarios. En menos de diez años, el número de
evangelizadores creció un 100%, el de revisitas un 126% y el de estudios un 150%. Y actualmente hay casi
siete millones de testigos de Jehová proclamando las buenas nuevas por toda la Tierra. Este sorprendente
crecimiento es una muestra clara de la bendición de Jehová sobre los esfuerzos de su pueblo por participar
en la predicación de casa en casa (Isa. 60:22).
Una marca que significa salvación
10
Comprendemos mejor la importancia del ministerio de casa en casa cuando examinamos la visión del
capítulo 9 del libro de Ezequiel. En esa visión, Ezequiel ve a seis hombres con un arma en la mano y a un
séptimo hombre vestido de lino con un tintero de secretario a las caderas. A este último se le ordena: “Pasa
por en medio de la ciudad [...] y tienes que poner una marca en las frentes de los hombres que están
suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo en medio de ella”. Una vez
realizada esa tarea, se manda a los seis hombres armados que ejecuten a todo el que no tenga dicha marca
(léase Ezequiel 9:1-6).
11
Entendemos que el “hombre vestido de lino” de esta visión representa al resto de cristianos ungidos por
espíritu que quedan en la Tierra. Mediante la obra de predicar y hacer discípulos, este grupo les pone una
marca simbólica a quienes llegan a formar parte de las “otras ovejas” de Jesús (Juan 10:16). ¿Qué es la
marca? Es la prueba clara y visible —como si de una marca en la frente se tratara— de que estas personas
son discípulos de Jesucristo dedicados y bautizados y de que se han vestido de la nueva personalidad
cristiana (Efe. 4:20-24). Estas ovejas forman un solo rebaño con los cristianos ungidos y les ayudan a seguir
marcando a más gente (Rev. 22:17).
12
La visión de Ezequiel destaca una razón por la que es tan urgente seguir buscando a quienes “están
suspirando y gimiendo”: hay vidas en juego. Así es, dentro de poco las fuerzas de ejecución de Jehová,
78
“Obra de predicar” Referencias

representadas por los seis hombres armados, destruirán a quienes no tengan la marca simbólica. Hablando
del juicio que se aproxima, el apóstol Pablo dijo que Jesús, junto con sus poderosos ángeles, traerá
“venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de
nuestro Señor Jesús” (2 Tes. 1:7, 8). Estas palabras indican que la gente será juzgada por la forma en que
responda a las buenas nuevas, de modo que la proclamación del mensaje de Dios debe continuar con toda
su fuerza hasta el final (Rev. 14:6, 7). Eso significa que todos los siervos de Jehová llevamos una seria
responsabilidad sobre nuestros hombros (léase Ezequiel 3:17-19).
13
El apóstol Pablo sentía la obligación de llevar las buenas nuevas a la gente, de modo que escribió:
“Tanto a griegos como a bárbaros, tanto a sabios como a insensatos, soy deudor: de modo que por mi parte
tengo vivo interés en declararles las buenas nuevas también a ustedes, allí en Roma” (Rom.
1:14, 15). Pablo estaba muy agradecido porque se le había mostrado misericordia. Por eso se sentía en el
deber de ayudar a la gente a beneficiarse de la bondad inmerecida de Dios tal como él se había beneficiado
(1 Tim. 1:12-16). Era como si adquiriera una deuda con cada persona tan pronto como la conocía, una deuda
que solo podía pagar hablándole de las buenas nuevas. ¿Siente usted que tiene esa misma deuda con la
gente de su territorio? (Léase Hechos 20:26, 27.)
14
Ayudar a la gente a sobrevivir es importante, pero existe una razón de mucho más peso para predicar
de casa en casa. En Malaquías 1:11, Jehová profetiza: “Desde el nacimiento del sol aun hasta su puesta mi
nombre será grande entre las naciones, y [...] una presentación se hará a mi nombre, aun una dádiva limpia;
porque mi nombre será grande entre las naciones”. En cumplimiento de esta profecía, los siervos de Jehová
alaban públicamente el nombre de su Dios por toda la Tierra efectuando con humildad su ministerio (Sal.
109:30; Mat. 24:14). La principal razón que tenemos para predicar públicamente y de casa en casa es que
queremos ofrecer “sacrificio de alabanza” a Jehová (Heb. 13:15).
Se avecinan sucesos trascendentales
15
¿Qué sucederá con la predicación en el futuro? Encontramos un paralelo interesante en el relato del
libro de Josué sobre la ocasión en que los israelitas sitiaron Jericó. Recordemos que justo antes de destruir
Jericó, Dios ordenó a los israelitas que marcharan alrededor de la ciudad una vez al día durante seis días.
Sin embargo, en el séptimo día hubo un importante incremento en la actividad. Jehová le dijo a Josué:
“Ustedes deben marchar alrededor de la ciudad siete veces, y los sacerdotes deben tocar los cuernos.
Y tiene que suceder que al hacer ellos sonar el cuerno de carnero, [...] todo el pueblo debe soltar un gran
grito de guerra; y el muro de la ciudad tiene que desplomarse” (Jos. 6:2-5). Es posible que en nuestro tiempo
haya un incremento semejante en la obra de predicar. Cuando llegue la destrucción de este mundo,
seguramente habremos sido testigos de la mayor campaña de proclamación del nombre y el Reino de Dios
que haya habido en la historia de la humanidad.
16
Nuestro mensaje bien podría llegar a ser como “un gran grito de guerra”. El libro de Revelación habla
de impactantes mensajes de juicio y los compara a “un granizo grande, con cada piedra como del peso de
un talento”. Revelación 16:21 indica que la plaga será “excepcionalmente grande”. No sabemos todavía qué
papel desempeñará la predicación de casa en casa en la proclamación de estos impresionantes mensajes
de juicio divino. Lo que sí sabemos es que antes de que termine “la gran tribulación”, el nombre de Jehová
se habrá dado a conocer como nunca antes en la Tierra (Rev. 7:14; Eze. 38:23).
17
Mientras esperamos la llegada de estos sucesos trascendentales, sigamos proclamando con celo las
buenas nuevas del Reino. Ahora bien, hemos visto que para cumplir esta comisión debemos predicar de
casa en casa. ¿Qué desafíos encierra esta faceta del ministerio? ¿Cómo podemos vencerlos? El siguiente
artículo contestará estas preguntas.
[Notas]
La dirección del sitio de Internet es la siguiente: www.watchtower.org.
Si este pasaje se refiere al talento griego, cada piedra debe pesar 20,4 kilos (unas 45 libras).
79
“Obra de predicar” Referencias

¿Qué respondería?
• ¿Qué base ofrece la Biblia para predicar de casa en casa?
• ¿Cómo se ha enfatizado en nuestro tiempo la importancia de predicar de casa en casa?
• ¿Por qué tienen los siervos de Jehová el deber de predicar?
• ¿Qué sucesos trascendentales se avecinan?
[Preguntas del estudio]
1, 2. a) ¿Cuál es el método de predicación por el que se conoce a los testigos de Jehová? b) ¿Qué
trataremos en este artículo?
3. ¿Qué instrucciones sobre la predicación recibieron los apóstoles, y qué debían hacer para cumplirlas?
4. ¿Dónde habla la Biblia sobre la predicación de casa en casa?
5. ¿Cómo se representa proféticamente la labor de evangelizar en el libro de Joel?
6. ¿Qué recordatorio se dio en 1922 a los cristianos, pero cómo reaccionaron algunos de ellos?
7. ¿Qué necesidad era evidente en los años cincuenta?
8, 9. ¿Qué programa de capacitación se estableció en 1953, y qué resultados se obtuvieron?
10, 11. a) ¿Qué visión aparece en el capítulo 9 de Ezequiel? b) ¿Cómo se cumple hoy día esta visión?
12. ¿Cómo destaca la visión de Ezequiel la importancia de seguir buscando a más personas mansas como
ovejas?
13. a) ¿Qué obligación sentía el apóstol Pablo, y por qué? b) ¿Siente usted que tiene una obligación hacia
la gente de su territorio?
14. ¿Cuál es la principal razón que tenemos para predicar públicamente y de casa en casa?
15. a) ¿Cómo incrementaron los israelitas su actividad el séptimo día que marcharon alrededor de Jericó?
b) De acuerdo con este paralelo, ¿qué podemos esperar que suceda con la predicación?
16, 17. a) ¿Qué se logrará antes de que termine “la gran tribulación”? b) ¿Qué preguntas se contestarán en
el siguiente artículo?
[Ilustraciones de la página 4]
Como Pablo, ¿se siente usted en el deber de predicar a la gente?
[Ilustración de la página 5]
El hermano Knorr en 1953
80
“Obra de predicar” Referencias

(56)*** w08 15/7 págs. 7-11 Cómo superar los desafíos de la predicación de casa en casa
** Cómo superar los desafíos de la predicación de casa en casa

“Cobramos denuedo por medio de nuestro Dios para hablarles las buenas nuevas de
Dios con mucho luchar.” (1 TES. 2:2.)

JEREMÍAS fue un hombre que tenía sentimientos como los nuestros. Cuando Jehová lo nombró
“profeta a las naciones”, él exclamó: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que realmente no sé
hablar, pues solo soy un muchacho”. A pesar de ello, confió en Dios y aceptó la comisión (Jer. 1:4-
10). Por más de cuarenta años tuvo que soportar la indiferencia, el rechazo y las burlas de la gente,
y hasta sufrió agresiones físicas (Jer. 20:1, 2). Hubo ocasiones en las que sintió deseos de darse
por vencido, pero siguió adelante proclamando un mensaje que la mayoría de los judíos no quería
escuchar. El poder de Dios ayudó a Jeremías a lograr algo que él no hubiera podido lograr por sí
solo (léase Jeremías 20:7-9).
2
Muchos siervos de Dios de la actualidad nos sentimos identificados con Jeremías. Cuando
vimos que tendríamos que predicar de casa en casa, algunos pensamos: “Yo jamás podría hacer
eso”. Sin embargo, al comprender que esa es la voluntad de Jehová, vencimos el temor y nos
pusimos a predicar. Ahora bien, a muchos de nosotros se nos presentaron situaciones que pusieron
a prueba nuestra perseverancia. No se puede negar, pues, que es un gran reto comenzar a predicar
de casa en casa, así como continuar haciéndolo hasta el fin (Mat. 24:13).
3
¿Lleva usted algún tiempo estudiando con los testigos de Jehová y asistiendo a sus reuniones,
pero no se decide a comenzar a predicar de casa en casa? O si está bautizado, ¿le cuesta trabajo
participar en esa obra aunque no tiene impedimentos físicos? Actualmente hay personas de todo
origen que han superado los desafíos de la predicación de casa en casa. Puede estar seguro de
que con la ayuda de Jehová, usted también lo logrará.
Cobremos valor
4
De seguro todos reconocemos que el éxito de la obra mundial de predicación no se debe a la
sabiduría o al poder de los hombres, sino al espíritu de Dios (Zac. 4:6). Pues bien, lo mismo se
puede decir del ministerio de cada uno de nosotros (2 Cor. 4:7). Pensemos en el caso del apóstol
Pablo. Él escribió lo siguiente sobre una ocasión en la que él y otro misionero fueron maltratados
por opositores: “Después de primero haber sufrido y de haber sido tratados insolentemente [...] en
Filipos, cobramos denuedo por medio de nuestro Dios para hablarles las buenas nuevas de Dios
con mucho luchar” (1 Tes. 2:2; Hech. 16:22-24). Parece increíble que hubiera ocasiones en que a
un evangelizador tan celoso como Pablo le costara trabajo hablar de las buenas nuevas, pero es
cierto. Al igual que nosotros, Pablo necesitaba el apoyo de Jehová para predicar con valor (léase
Efesios 6:18-20). ¿Cómo podemos imitar su ejemplo?
5
Algo que nos ayudará a cobrar valor es la oración. Una precursora dijo al respecto: “Oro para
poder hablar con confianza, oro para poder llegar al corazón de la gente, oro para poder disfrutar
de mi servicio. Después de todo, esta es la obra de Jehová, no la nuestra. De modo que no podemos
hacer nada sin su apoyo” (1 Tes. 5:17). Todos necesitamos pedirle continuamente a Dios que su
espíritu nos ayude a predicar con valor (Luc. 11:9-13).
6
El libro de Ezequiel revela algo que también nos ayudará a hablar con valor. En una visión,
Jehová le dio al profeta un rollo escrito por ambos lados con “endechas y gemir y plañir” y le mandó
que se lo comiera. Le dijo: “Hijo del hombre, debes hacer que tu propio vientre coma, para
81
“Obra de predicar” Referencias

que llenes tus intestinos mismos con este rollo que te estoy dando”. ¿Qué significa esta visión?
Ezequiel debía absorber por completo el mensaje que iba a proclamar. Este tenía que convertirse
en parte de él, por decirlo así, y llegar hasta lo más profundo de su ser. Él mismo relató: “Empecé a
comérmelo, y llegó a ser en mi boca como miel por lo dulce”. Para Ezequiel era un deleite dar a
conocer los mensajes de Dios; era como probar miel. El profeta consideraba un honor representar
a Jehová y cumplir su comisión, aunque eso significara declarar un mensaje enérgico a un pueblo
poco receptivo (léase Ezequiel 2:8–3:4, 7-9).
7
Esta visión encierra una valiosa lección para los siervos de Dios de hoy, pues nosotros también
tenemos un mensaje enérgico que proclamar a gente que no siempre valora nuestros esfuerzos.
Para seguir viendo el ministerio cristiano como un honor que Jehová nos otorga, debemos estar
bien alimentados en sentido espiritual. Si solo estudiamos de vez en cuando o superficialmente, no
podremos absorber por completo el mensaje de la Palabra de Dios. ¿Podría usted aumentar la
calidad y la regularidad de su lectura y estudio de la Biblia? ¿Por qué no medita más a menudo en
lo que lee? (Sal. 1:2, 3.)
Cómo comenzar conversaciones bíblicas
8
Para muchos publicadores, lo más difícil de predicar de casa en casa es comenzar una
conversación. Y la verdad es que hay territorios en los que esto representa todo un reto. Algunos
hermanos se sienten más confiados si inician la conversación con unas cuantas palabras bien
pensadas y luego entregan un tratado, tal como se recomienda en el recuadro. Es posible que el
título o las coloridas láminas capten la atención de nuestro oyente, lo que nos daría pie para
explicarle brevemente el propósito de nuestra visita y hacerle una pregunta. También se le pueden
mostrar tres o cuatro tratados e invitarle a escoger el que más le llame la atención. Claro, no se trata
simplemente de repartir tratados ni de presentarlos en todas las casas, sino de entablar
conversaciones bíblicas que nos permitan iniciar estudios.
9
Sea cual sea el método que empleemos, tengamos presente que la buena preparación nos hará
sentir más seguros y contentos en el ministerio de casa en casa. Un precursor comentó:
“Disfruto más mi servicio cuando estoy bien preparado porque estoy deseando utilizar mi
presentación”. Otro precursor dijo: “Si conozco bien el contenido de las publicaciones, las ofrezco
con más entusiasmo”. Aunque a la hora de prepararse es bueno repasar mentalmente las
presentaciones, a muchos hermanos les resulta más útil ensayarlas en voz alta. De ese modo se
aseguran de que su servicio a Jehová sea de la mejor calidad (Col. 3:23; 2 Tim. 2:15).
10
Las reuniones para el servicio del campo en las que se ofrecen sugerencias prácticas nos
ayudan a ser más eficaces y a disfrutar más el ministerio de casa en casa. Si el texto del día trata
sobre la predicación, se puede leer y comentar brevemente. No obstante, el conductor debe dedicar
suficiente tiempo a analizar o hacer que se escenifique una presentación sencilla y apropiada para
el territorio o a dar ideas prácticas que se puedan emplear ese mismo día. Así los presentes estarán
aún mejor capacitados para dar testimonio. Si los ancianos y demás encargados de estas reuniones
se preparan bien, podrán lograr este objetivo y aun así terminar a tiempo (Rom. 12:8).
El poder de escuchar
11
Si queremos iniciar conversaciones con nuestros vecinos y llegarles al corazón, no basta con
que nos preparemos bien; también debemos interesarnos de verdad en ellos. Y ese interés se
demuestra por la manera en que los escuchamos. Un superintendente viajante comentó: “La
paciencia y la disposición a escuchar tienen un gran poder de atracción y son una magnífica forma
82
“Obra de predicar” Referencias

de expresar afecto e interés”. Escuchar con compasión puede ser la llave que abra el corazón de
la gente, como se ve en el siguiente relato.
12
El periódico Le Progrès, de la ciudad francesa de Saint-Étienne, publicó la carta abierta de una
señora que había sufrido la pérdida de su hija de tres meses de edad. En su carta mencionó que
poco después de aquel terrible suceso, dos personas llamaron a su puerta. “Enseguida los
identifiqué como testigos de Jehová —escribió—. Me disponía a decirles educadamente que no
estaba interesada, cuando observé que el folleto que estaban ofreciendo hablaba de por qué permite
Dios el sufrimiento. Decidí hacerlos pasar, pero con la intención de echar por tierra sus argumentos.
[...] Los Testigos estuvieron conmigo algo más de una hora y me escucharon con gran compasión.
Cuando se estaban yendo, ya me sentía mucho mejor, de modo que accedí a que volvieran a
visitarme.” (Rom. 12:15.) Con el tiempo, esta señora aceptó un estudio bíblico.
Es digno de notar que lo que más recordó de aquella primera visita no fue lo que los Testigos le
dijeron, sino la manera en que la escucharon.
13
Si escuchamos con compasión a las personas, sabremos qué necesidades tienen y podremos
explicarles mejor cómo puede ayudarles el Reino. Seguramente ha observado que una
característica de los buenos evangelizadores es que saben escuchar (Pro. 20:5). Tales hermanos
se interesan de verdad en la gente a la que visitan. No solo toman nota de su nombre y dirección,
sino también de lo que les interesa y de sus necesidades. Si alguien les habla de un problema
personal, buscan información y se la llevan a los pocos días. Como el apóstol Pablo, adaptan su
presentación a la persona con la que están conversando (léase 1 Corintios 9:19-23). Ese interés
sincero atrae a la gente a la verdad y refleja de manera extraordinaria “la tierna compasión de
nuestro Dios” (Luc. 1:78).
Seamos positivos
14
Jehová confirió dignidad a los seres humanos al otorgarles libertad de elección. Aunque él es
el Dios todopoderoso, no los obliga a servirle, sino que intenta atraerlos con amor y bendice a
quienes agradecen sus hermosas dádivas (Rom. 2:4). Como ministros de Dios que somos, siempre
debemos estar preparados para presentar las buenas nuevas de una manera que refleje la
misericordia de nuestro Dios (2 Cor. 5:20, 21; 6:3-6). Claro, para lograrlo, hemos de tener una actitud
positiva al predicar a la gente del territorio, y eso puede ser un desafío. ¿Qué nos ayudará a tener
esa actitud?
15
Jesús les dijo a sus apóstoles que no se preocuparan demasiado cuando alguien rechazara su
mensaje. Lo que debían hacer era concentrarse en buscar a los merecedores (léase Mateo 10:11-
15). ¿Cómo podemos nosotros hacer lo mismo? Fijándonos metas que sean fáciles de alcanzar.
Por ejemplo, cierto hermano que se compara a sí mismo con un buscador de oro dice que su lema
es: “Espero encontrar algo de oro el día de hoy”. Otro cristiano se pone el objetivo de “encontrar
cada semana a una persona que [lo] escuche y visitarla de nuevo a los pocos días para alimentar
el interés inicial”. Algunos publicadores se esfuerzan por leer aunque sea un versículo de la Biblia
en cada casa, si es posible. ¿Qué metas realistas se puede fijar usted?
16
Nuestro éxito al dar testimonio de casa en casa no depende solo de la respuesta de la gente.
Es cierto que la predicación contribuye en gran medida a la salvación de las personas de corazón
recto, pero también cumple otros objetivos importantes. ¿Cuáles? Nos da la oportunidad de
demostrar que amamos a Jehová (1 Juan 5:3). Además, impide que nos hagamos culpables de
derramamiento de sangre (Hech. 20:26, 27). Y sirve para advertir a los malvados que “ha llegado la
hora del juicio” divino (Rev. 14:6, 7). Pero, sobre todo, permite que se glorifique el nombre de
83
“Obra de predicar” Referencias

Dios por toda la Tierra (Sal. 113:3). Por eso, sea que la gente nos escuche o no, debemos seguir
proclamando el mensaje del Reino. No olvidemos que Jehová valora muchísimo nuestros esfuerzos
por difundir las buenas nuevas (Rom. 10:13-15).
17
Aunque la mayoría de las personas rechazan nuestro mensaje, dentro de poco lo verán con
ojos distintos (Mat. 24:37-39). Jehová le aseguró a Ezequiel que cuando llegara el juicio que le había
mandado anunciar, los rebeldes israelitas tendrían que reconocer que “un profeta mismo [había
estado] en medio de ellos” (Eze. 2:5). De igual manera, cuando Jehová ajuste cuentas con este
mundo malvado, la gente se verá obligada a reconocer que los testigos de Jehová eran los
verdaderos representantes del único Dios verdadero y que el mensaje que proclamaban
públicamente y de casa en casa realmente provenía de él. ¡Qué gran honor tenemos de portar el
nombre de Jehová y de dar a conocer su mensaje en este período tan trascendental! Sigamos
adelante, pues, valiéndonos del poder de Dios para superar los desafíos de la predicación de casa
en casa.
¿Qué respondería?
• ¿Cómo podemos cobrar valor para predicar?
• ¿Qué nos ayudará a comenzar conversaciones bíblicas en la predicación de casa en casa?
• ¿Cómo demostramos que nos interesamos de verdad por las personas?
• ¿Qué hemos de hacer para tener una actitud positiva al predicar a la gente del territorio?
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué desafíos enfrentó Jeremías, y cómo los superó?
2, 3. A semejanza de Jeremías, ¿qué desafíos enfrentan hoy día los siervos de Dios?
4. ¿Qué ayudó al apóstol Pablo a predicar con valor?
5. ¿Qué nos ayudará a cobrar valor para predicar?
6, 7. a) ¿Qué visión recibió Ezequiel, y qué significa? b) ¿Qué lección encierra la visión de
Ezequiel para nosotros?
8. ¿Qué método ha ayudado a algunos publicadores a comenzar conversaciones bíblicas en la
predicación de casa en casa?
9. ¿Por qué es importante prepararse bien?
10. ¿Cómo puede lograrse que las reuniones para el servicio del campo sean más prácticas?
11, 12. Dé ejemplos que demuestren que es más fácil llegar al corazón de las personas si las
escuchamos con compasión.
13. ¿Cómo podemos adaptar nuestras presentaciones a la gente del territorio?
14. ¿Cómo podemos reflejar las cualidades de Jehová al predicar?
15. a) ¿Qué debían hacer los apóstoles de Jesús si la gente rechazaba su mensaje? b) ¿Cómo
podemos concentrarnos en buscar a los merecedores?
16. ¿Qué razones tenemos para seguir predicando?
17. ¿Qué se verá obligada a reconocer la gente dentro de poco?
84
“Obra de predicar” Referencias

[Ilustración y recuadro de la página 9]


Sugerencia para entablar conversaciones bíblicas
Para comenzar
▪ Después de saludar a la persona, podría darle un tratado y decirle: “He
venido a visitarlo porque me gustaría mencionarle algo muy alentador
sobre este importante tema”.
▪ O quizás prefiera darle el tratado y decirle: “Lo visito brevemente porque
quisiera saber su opinión sobre este tema”.
Si la persona acepta el tratado
▪ A continuación pregúntele su opinión sobre el tema del tratado.
▪ Escúchela con atención y trate de comprender su punto de vista.
Agradezca sus comentarios y téngalos en cuenta.
Para continuar la conversación
▪ Lea y analice uno o más versículos. Adapte su presentación a las
necesidades e intereses de su oyente.
▪ Si este manifiesta interés, ofrézcale una publicación y, si es posible,
muéstrele cómo se lleva a cabo un curso bíblico. Quede en volver a
visitarlo otro día.

85
“Obra de predicar” Referencias

(57)*** w08 15/7 págs. 12-16 Es Dios quien “lo hace crecer” ***
Es Dios quien “lo hace crecer”

“Ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que lo hace crecer.” (1 COR. 3:7.)

EL APÓSTOL Pablo mencionó un privilegio del que todos los cristianos podemos disfrutar: el de ser
“colaboradores de Dios” (léase 1 Corintios 3:5-9). ¿En qué colaboramos con él? En la obra de hacer
discípulos. Pablo compara dicha labor a la de sembrar y regar la semilla, y nos recuerda que Dios es quien
la hace crecer. En efecto, para cosechar buenos resultados necesitamos la ayuda de Jehová.
2
Tener eso presente nos ayuda a ser humildes y adoptar la debida actitud hacia nuestro ministerio.
Aunque prediquemos y enseñemos con empeño, el mérito por el crecimiento es de Jehová. ¿Por qué?
Porque por mucho que lo intentemos, ninguno de nosotros puede entender del todo el proceso de
crecimiento, y mucho menos controlarlo. El rey Salomón dijo atinadamente que nosotros “no conoce[mos] la
obra del Dios verdadero, que hace todas las cosas” (Ecl. 11:5).
3
Pero el hecho de que no comprendamos plenamente el proceso de crecimiento no hace que nuestra
labor sea frustrante. Al contrario, la vuelve interesante, intrigante. Salomón dijo: “Por la mañana siembra tu
semilla, y hasta el atardecer no dejes descansar la mano; pues no sabes dónde tendrá éxito esto, aquí o allí,
o si ambos a la par serán buenos” (Ecl. 11:6). Cuando un agricultor siembra, no sabe si las semillas van a
brotar ni dónde lo van a hacer, porque hay muchos factores que escapan a su control. Lo mismo sucede en
la obra de hacer discípulos, y el capítulo 4 del Evangelio de Marcos recoge dos parábolas de Jesús que así
lo demuestran. Veamos lo que podemos aprender de ellas.
Diferentes tipos de terreno
4
En el pasaje de Marcos 4:1-9, Jesús habla de un sembrador que esparce semillas, las cuales van
cayendo en diferentes lugares. Allí leemos: “¡Miren! El sembrador salió a sembrar. Y al ir sembrando, parte
de la semilla cayó a lo largo del camino, y las aves vinieron y se la comieron. Y otra parte cayó sobre el
pedregal, donde, por supuesto, no tenía mucha tierra, y brotó inmediatamente por no tener profundidad de
tierra. Mas cuando salió el sol, se chamuscó, y, por no tener raíz, se marchitó. Y otra parte cayó entre los
espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. Mas otras cayeron sobre la tierra excelente, y,
creciendo y aumentando, empezaron a dar fruto, y llevaban de a treinta y de a sesenta y de a ciento por uno”.
5
En tiempos bíblicos, el sembrador normalmente llevaba las semillas en un pliegue de la ropa o en una
bolsa, y las sembraba a voleo, es decir, arrojándolas al aire con la mano. De modo que si en esta parábola
la semilla termina en diferentes tipos de terreno no es porque esa sea la intención del sembrador, sino porque,
al ser esparcida en el aire, cae por casualidad en diversos lugares.
6
No hace falta adivinar el significado de esta parábola, pues Jesús mismo pasó a explicarla, como leemos
en Marcos 4:14-20: “El sembrador siembra la palabra. Estos, pues, son aquellos a lo largo del camino donde
se siembra la palabra; mas luego que la han oído viene Satanás y se lleva la palabra que ha sido sembrada
en ellos. Y, así mismo, estos son los que han sido sembrados sobre los pedregales: luego que han oído la
palabra, la aceptan con gozo. Sin embargo, no tienen raíz en sí mismos, sino que continúan por un tiempo;
entonces, luego que surge tribulación o persecución a causa de la palabra, se les hace tropezar. Y hay otros
que son sembrados entre los espinos; estos son los que han oído la palabra, pero las inquietudes de este
sistema de cosas y el poder engañoso de las riquezas y los deseos de las demás cosas van entrando y
ahogan la palabra, y esta se hace infructífera. Finalmente, los que han sido sembrados en la tierra excelente
son los que escuchan la palabra y la reciben favorablemente y llevan fruto de a treinta y a sesenta y a ciento
por uno”.
7
Notemos que Jesús no dice que el sembrador use distintos tipos de semilla. Lo que dice es que esta cae
en diferentes tipos de terreno; eso es lo que hace que los resultados varíen. El primer tipo de terreno
86
“Obra de predicar” Referencias

es duro, el segundo es poco profundo y el tercero está lleno de espinos. El cuarto, en cambio, es tierra buena
que produce fruto (Luc. 8:8). ¿Qué representa la semilla? El mensaje del Reino que encontramos en la
Palabra de Dios (Mat. 13:19). ¿Y los diferentes tipos de terreno? Las diferentes actitudes del corazón
(léase Lucas 8:12, 15).
8
¿A quiénes representa el sembrador? A los colaboradores de Dios, quienes proclaman las buenas
nuevas del Reino. Al igual que Pablo y Apolos, ellos plantan y riegan; pero por mucho que se esfuercen, no
todos logran los mismos resultados. ¿Por qué? Porque no todos los que escuchan el mensaje tienen la misma
actitud de corazón. Recordemos que el sembrador de la parábola no puede controlar los resultados. Saber
esto consuela a todos los cristianos y en particular a los que llevan muchos años, incluso décadas, predicando
fielmente sin muchos resultados aparentes. ¿Por qué los consuela ese hecho?
9
La fidelidad del sembrador no se mide por los resultados de su trabajo. Así lo confirmó Pablo cuando
dijo: “Cada persona recibirá su propio galardón según su propia labor” (1 Cor. 3:8). Lo que se recompensa
es la labor, no los resultados. Jesús les recalcó eso a sus discípulos en una ocasión en la que estos acababan
de regresar de una gira de predicación. Los discípulos estaban muy contentos porque, al usar el nombre de
Jesús, los demonios quedaban sometidos a ellos. Aunque eso era motivo de alegría, él les dijo: “No se
regocijen a causa de esto, de que los espíritus queden sujetos a ustedes, sino regocíjense porque sus
nombres hayan sido inscritos en los cielos” (Luc. 10:17-20). Puede que un sembrador de la palabra no vea
que su labor esté rindiendo mucho fruto; sin embargo, eso no significa que haya sido menos diligente o fiel
que otros. Los resultados dependen en buena medida de la actitud de corazón de quienes le escuchan. Y,
después de todo, es Dios quien hace crecer la semilla.
La responsabilidad de quienes escuchan la palabra
10
¿Qué puede decirse de quienes escuchan la palabra? ¿Están predestinados a responder de cierto
modo? No. Son ellos quienes deciden si serán comparables a tierra excelente o no. La actitud de corazón de
la persona puede cambiar para bien o para mal (Rom. 6:17). En su parábola, Jesús dijo que en cuanto
algunos oyen la palabra, “viene Satanás y se [la] lleva”. Pero eso no tiene por qué suceder. En Santiago 4:7
se anima a los cristianos a oponerse al Diablo, pues de ese modo él huirá de ellos. Jesús indicó que otros
aceptan la palabra con gozo pero al cabo de un tiempo tropiezan porque “no tienen raíz en sí mismos”. Sin
embargo, las Escrituras exhortan a quienes quieren servir a Dios a estar “arraigados y establecidos sobre el
fundamento” para que puedan comprender “cuál es la anchura y longitud y altura y profundidad” y puedan
“conocer el amor del Cristo que sobrepuja al conocimiento” (Efe. 3:17-19; Col. 2:6, 7).
11
Jesús dice que hay otros que oyen la palabra pero dejan que “las inquietudes de este sistema de cosas
y el poder engañoso de las riquezas” influyan en ellos y ahoguen la palabra (1 Tim. 6:9, 10). ¿Cómo pueden
evitar que eso les ocurra? El apóstol Pablo responde: “Que su modo de vivir esté exento del amor al dinero,
y estén contentos con las cosas presentes. Porque él ha dicho: ‘De ningún modo te dejaré y de ningún modo
te desampararé’” (Heb. 13:5).
12
Por último, Jesús señaló que los que son sembrados en la tierra excelente dan “fruto de a treinta y a
sesenta y a ciento por uno”. De modo que algunos de los que responden a la palabra tienen una buena
actitud de corazón y producen fruto. No obstante, la cantidad de fruto, es decir, la participación en la
predicación, varía según las circunstancias de cada uno. Por ejemplo, hay quienes no pueden hacer tanto
como quisieran en el ministerio debido a su edad o su estado de salud (compárese con Marcos 12:43, 44).
Aunque como sembradores tienen poco o ningún control sobre eso, cuando ven que Jehová produce
crecimiento, se alegran mucho (léase Salmo 126:5, 6).
El sembrador que duerme
13
En Marcos 4:26-29 encontramos otra parábola sobre un sembrador: “De esta manera el reino de Dios
es como cuando un hombre echa la semilla sobre la tierra, y duerme de noche y se levanta de día, y la semilla
brota y crece alta —precisamente cómo, él no lo sabe—. Por sí misma la tierra gradualmente
87
“Obra de predicar” Referencias

fructifica: primero el tallo de hierba, luego la espiga, finalmente el grano lleno en la espiga. Pero tan pronto
como el fruto lo permite, él mete la hoz, porque ha llegado el tiempo de la siega”.
14
¿Quién es este sembrador? Algunos comentaristas de la cristiandad opinan que es Jesucristo. Pero no
tiene sentido decir que Jesús duerme y no sabe cómo crece la semilla. Sin duda él conoce muy bien el
proceso de crecimiento. Este sembrador, al igual que el de la parábola anterior, representa a cada uno de
los proclamadores del Reino, quienes siembran la semilla del Reino con su celosa predicación. Y la semilla
representa la palabra que predican.
15
Jesús dice que el sembrador “duerme de noche y se levanta de día”. Esas palabras no indican que sea
negligente, sino que sigue la rutina de vida de la mayoría de la gente, es decir, trabaja de día y duerme de
noche. Mientras tanto, “la semilla brota y crece alta”. Jesús añade: “Precisamente cómo, él no lo sabe”. En
el pasaje se destaca el hecho de que la tierra fructifica “por sí misma”.
16
¿Qué quería enseñar Jesús con esta parábola? Notemos que lo que se enfatiza es el crecimiento
gradual de la planta. “Por sí misma la tierra gradualmente fructifica: primero el tallo de hierba, luego la espiga,
finalmente el grano lleno en la espiga.” (Mar. 4:28.) El crecimiento de una planta se produce poco a poco y
por etapas. Ninguno de nosotros puede forzarlo ni acelerarlo. Lo mismo sucede con el crecimiento espiritual.
La persona correctamente dispuesta para la vida eterna va progresando por etapas en la medida en que
Jehová permite que la verdad vaya creciendo en su corazón (Hech. 13:48; Heb. 6:1).
17
La parábola señala que “tan pronto como el fruto lo permite”, el sembrador participa en la cosecha.
¿En qué sentido? Como hemos visto, Jehová hace crecer la verdad del Reino en el corazón del nuevo
discípulo. Pues bien, llega un momento en que el amor a Dios impulsa a tal persona a dedicar su vida a él.
Más adelante lo demuestra públicamente bautizándose. Y si se trata de un varón, a medida que progresa va
asumiendo más responsabilidades en la congregación. Cuando alguien llega a ser discípulo, se
regocijan tanto el sembrador de la semilla que produjo a ese discípulo como otros cristianos que no
participaron directamente en su siembra (léase Juan 4:36-38). En efecto, “el sembrador y el segador se
regocij[a]n juntos”.
Lecciones para nosotros
18
¿Qué hemos aprendido al repasar estas dos parábolas del capítulo 4 de Marcos? Hemos visto
claramente que tenemos un trabajo que hacer: sembrar la semilla del Reino. Jamás busquemos pretextos
para no realizarlo ni permitamos que nos detenga la posibilidad de que surjan problemas (Ecl. 11:4). También
hemos visto que tenemos el extraordinario privilegio de ser colaboradores de Dios. Jehová es quien produce
el crecimiento espiritual, bendiciendo así nuestros esfuerzos y los de quienes aceptan el mensaje. Hemos
comprendido que no podemos obligar a nadie a progresar en sentido espiritual y que no debemos
desanimarnos si hay poco crecimiento o ninguno. Nos consuela mucho saber que nuestro éxito como
proclamadores depende de que seamos fieles a Jehová y de que cumplamos su comisión de predicar las
“buenas nuevas del reino [...] para testimonio a todas las naciones” (Mat. 24:14).
19
¿Qué más nos enseñó Jesús sobre el crecimiento espiritual de los nuevos discípulos y sobre la obra
del Reino? La respuesta a esta pregunta se encuentra en otras parábolas que aparecen en los Evangelios.
En el siguiente artículo analizaremos algunas de ellas.
[Notas]
Véase, por ejemplo, el caso del hermano Georg Fjölnir Lindal, que predicó en Islandia (Anuario de los testigos
de Jehová 2005, págs. 210, 211), así como las experiencias de siervos fieles que perseveraron por
muchos años en Irlanda sin resultados inmediatos (Anuario de los testigos de Jehová 1988, págs. 82-99).
La explicación anterior que se dio en esta revista era que la semilla representa cualidades de la personalidad
que deben madurar y cuyo crecimiento se ve afectado por el ambiente. No obstante, hay que tener
presente que la semilla de esta parábola no se vuelve mala ni produce fruto podrido.
88
“Obra de predicar” Referencias

Simplemente brota y crece hasta alcanzar la madurez (véase La Atalaya del 1 de noviembre de 1980,
págs. 17-19).
El término griego traducido “por sí misma” aparece solo aquí y en Hechos 12:10, donde se dice que una
puerta de hierro se abrió “por sí misma”.
¿Lo recuerda?
• ¿Qué semejanzas existen entre la labor de sembrar y la de predicar el mensaje del Reino?
• ¿Cómo mide Jehová la fidelidad de los predicadores del Reino?
• ¿En qué se parecen el crecimiento de una planta y el de un discípulo, según lo mostró Jesús?
• ¿Por qué se regocijan juntos el sembrador y el segador?
[Preguntas del estudio]
1. ¿En qué obra somos “colaboradores de Dios”?
2. Si tenemos presente que es Dios quien produce el crecimiento, ¿qué actitud tendremos hacia nuestro
ministerio?
3. ¿Qué semejanza existe entre la labor de sembrar y la de hacer discípulos?
4, 5. Resuma la parábola de Jesús del sembrador que esparce semillas.
6. ¿Cómo explicó Jesús la parábola del sembrador?
7. ¿Qué representan la semilla y los diferentes tipos de terreno?
8. a) ¿A quiénes representa el sembrador? b) ¿Por qué no todo el mundo responde igual al mensaje del
Reino?
9. ¿Qué verdad consoladora destacaron el apóstol Pablo y Jesús?
10. ¿Qué determina si la persona que oye la palabra será comparable a tierra excelente o no?
11. ¿Cómo puede evitarse que las inquietudes y las riquezas ahoguen la palabra?
12. ¿Por qué no todas las personas representadas por la tierra excelente producen la misma cantidad de
fruto?
13, 14. a) Resuma la parábola del sembrador que duerme. b) ¿A quién representa el sembrador, y qué es
la semilla?
15, 16. ¿Qué verdad expresó Jesús sobre el crecimiento de una planta y el de un discípulo en la parábola
del sembrador?
17. ¿Quiénes se regocijan cuando la semilla de la verdad produce fruto?
18, 19. a) ¿Cómo le ha animado repasar estas dos parábolas de Jesús? b) ¿Qué analizaremos en el
siguiente artículo?
[Ilustraciones de la página 13]
¿Por qué comparó Jesús la labor de los predicadores del Reino de Dios con la de un sembrador?
[Ilustraciones de la página 15]
Las personas representadas por la tierra excelente predican con celo el Reino al grado que lo permiten sus
circunstancias
[Ilustraciones de la página 16]
Dios es quien sigue haciéndolo crecer
89
“Obra de predicar” Referencias

(58)*** w08 15/7 págs. 17-21 No sabemos dónde tendrá éxito ***
No sabemos dónde tendrá éxito

“Por la mañana siembra tu semilla, y hasta el atardecer no dejes descansar la mano;


pues no sabes dónde tendrá éxito.” (ECL. 11:6.)

EL AGRICULTOR tiene que ser paciente (Sant. 5:7). Después de sembrar las semillas, tiene que
esperar que germinen y crezcan. Se trata de un proceso gradual. Cuando las condiciones son
favorables, van apareciendo uno tras otro los brotes en el terreno. Luego los tallos siguen creciendo
hasta que finalmente producen espigas. Y una vez que estas maduran, el campo queda listo para
la cosecha. Contemplar el milagroso proceso de crecimiento sin duda nos llena de asombro. Pero
también nos da una lección de humildad. En efecto: nosotros podemos sembrar la semilla y
podemos regarla, pero el único que puede hacerla crecer es Dios (compárese con 1 Corintios 3:6).
2
Como vimos en el artículo anterior, Jesús comparó la obra de predicar el Reino con la labor de
un sembrador. En la parábola de los diferentes tipos de terreno destacó que aunque la semilla sea
de buena calidad, lo que determina si esta crecerá y dará fruto es la actitud de corazón de cada
persona (Mar. 4:3-9). Y en la parábola del sembrador que duerme, mostró que el labrador no
comprende plenamente el proceso de crecimiento. La razón, según vimos, es que el crecimiento se
produce gracias al poder de Dios y no a los esfuerzos humanos (Mar. 4:26-29). Examinemos ahora
otras tres parábolas de Jesús: la del grano de mostaza, la de la levadura y la de la red barredera.
La parábola del grano de mostaza
3
La parábola del grano de mostaza, que también aparece en el capítulo 4 de Marcos, resalta
dos ideas: en primer lugar, el sorprendente crecimiento en la cantidad de personas que han
aceptado el mensaje del Reino, y en segundo lugar, la protección que estas reciben. Jesús dijo:
“¿A qué hemos de asemejar el reino de Dios, o en qué ilustración lo presentaremos? Como un grano
de mostaza, que al tiempo que se sembró en la tierra era la más pequeña de todas las semillas que
hay en la tierra..., pero cuando se ha sembrado, sale y se hace mayor que todas las demás
legumbres, y produce grandes ramas, de modo que las aves del cielo pueden hallar albergue bajo
su sombra” (Mar. 4:30-32).
4
En esta parábola se habla del crecimiento del “reino de Dios”, crecimiento que se manifiesta en
la gran difusión que ha tenido el mensaje del Reino y en el aumento que ha experimentado la
congregación cristiana desde el Pentecostés del año 33. El grano de mostaza, que es diminuto, se
utiliza a veces para representar cosas muy pequeñas (compárese con Lucas 17:6). Pero, aunque
es de tamaño reducido, produce una planta que puede alcanzar una altura de 3 a 5 metros (10 a 15
pies) y llegar a tener ramas fuertes, por lo que prácticamente se la puede considerar un árbol (Mat.
13:31, 32).
5
La congregación cristiana se formó cuando 120 discípulos fueron ungidos con espíritu santo en
el Pentecostés del año 33. Aunque en ese momento constituían un grupo reducido, en relativamente
poco tiempo se les unieron miles de creyentes (léase Hechos 2:41; 4:4; 5:28; 6:7; 12:24; 19:20). En
menos de tres décadas aumentó tanto la cantidad de cosechadores que el apóstol Pablo pudo decir
a la congregación de Colosas que las buenas nuevas ya se habían

90
“Obra de predicar” Referencias

“predicado en toda la creación que est[aba] bajo el cielo” (Col. 1:23). ¡Qué crecimiento tan
espectacular!
6
Desde el establecimiento del Reino de Dios en los cielos en el año 1914, las ramas del simbólico
árbol de mostaza se han extendido mucho más allá de lo esperado. El pueblo de Dios ha
presenciado el cumplimiento literal de la siguiente profecía del libro de Isaías: “El pequeño mismo
llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa” (Isa. 60:22). El grupito de ungidos que participaba
en la obra del Reino a principios del siglo XX no podía siquiera imaginar que en el año 2008 habría
casi siete millones de testigos de Jehová realizando dicha obra en más de doscientos treinta países
y territorios. Un crecimiento extraordinario, sin duda, tanto como el del grano de mostaza de la
parábola de Jesús.
7
Pero ahí no termina el crecimiento. Llegará el momento en que toda persona que viva en este
planeta sea súbdito del Reino de Dios. Para entonces, todos los malvados habrán sido eliminados.
Y eso no ocurrirá gracias a los esfuerzos humanos, sino a la intervención del Señor Soberano
Jehová (léase Daniel 2:34, 35). Entonces veremos el cumplimiento final de otra profecía de Isaías,
que dice: “La tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el
mismísimo mar” (Isa. 11:9).
8
Jesús dijo que las aves del cielo hallan refugio bajo la sombra del árbol, es decir, del Reino.
Estas aves no representan a los enemigos del Reino que intentan comerse las semillas, como
sucede con las aves de la parábola de los diferentes tipos de terreno (Mar. 4:4). En la parábola del
grano de mostaza, las aves representan a la gente de corazón recto que busca refugio en la
congregación cristiana. Tales personas ya están recibiendo protección de las prácticas moral y
espiritualmente degradantes de este mundo (compárese con Isaías 32:1, 2). Jehová hizo una
comparación similar entre el Reino mesiánico y un árbol al profetizar lo siguiente: “A la montaña de
la altura de Israel la trasplantaré, y ciertamente echará ramas mayores y producirá fruto y llegará a
ser un cedro majestuoso. Y debajo de él realmente residirán todos los pájaros de toda ala; en la
sombra de su follaje residirán” (Eze. 17:23).
La parábola de la levadura
9
El crecimiento no siempre es visible a los ojos humanos. Esa es la idea que destacó Jesús en
su siguiente parábola, que dice: “El reino de los cielos es semejante a la levadura, que una mujer
tomó y escondió en tres grandes medidas de harina, hasta que toda la masa quedó fermentada”
(Mat. 13:33). ¿Qué representa esta levadura, y qué relación guarda con el crecimiento del Reino?
10
En la Biblia, la levadura a menudo representa el pecado. Por ejemplo, el apóstol Pablo la utiliza
para referirse a la influencia corruptora que ejercía cierto pecador en la congregación de Corinto (1
Cor. 5:6-8). ¿Quiere decir eso que Jesús estaba utilizando aquí la levadura para simbolizar el
crecimiento de algo malo?
11
Antes de contestar esa pregunta, hemos de tener en cuenta tres factores básicos. En primer
lugar, aunque Jehová no permitía el uso de levadura en el período de la Pascua, en otras ocasiones
sí lo aceptaba. Los israelitas utilizaban levadura en las ofrendas de comunión por acción de gracias,
que presentaban voluntariamente para agradecer las muchas bendiciones de Jehová. Las comidas
que acompañaban a dichas ofrendas eran ocasiones alegres (Lev. 7:11-15).
12
En segundo lugar, aunque en las Escrituras a veces un elemento represente algo negativo, en
otras ocasiones puede representar algo positivo. Por ejemplo, en 1 Pedro 5:8 se compara a Satanás
con un león, lo que indica que es peligroso y feroz. Sin embargo, en Revelación 5:5 es a
91
“Obra de predicar” Referencias

Jesús a quien se compara con un león, pues se le llama “el León que es de la tribu de Judá”.
En este caso, el león es un símbolo de valor y justicia.
13
En tercer lugar, Jesús no dijo que la levadura hubiera corrompido la masa, haciéndola
inservible. Simplemente estaba hablando del método de elaboración del pan. La mujer de la
parábola agregó levadura a la masa a propósito, y los resultados fueron positivos. Ahora bien, como
la levadura estaba escondida en la masa, el proceso de fermentación quedó oculto a sus ojos. Esto
nos recuerda la parábola del hombre que siembra la semilla y duerme de noche. Jesús dijo que “la
semilla brota y crece alta —precisamente cómo, [el hombre] no lo sabe—” (Mar. 4:27).
¡Qué forma tan sencilla de ilustrar que el proceso de crecimiento espiritual no es visible! Sin
embargo, aunque al principio no podamos verlo, al final los resultados son obvios.
14
El crecimiento espiritual no solo es invisible a los ojos humanos, sino que también tiene lugar
por toda la Tierra. Esta es otra idea que se destaca en la parábola que estamos analizando. La
levadura fermenta toda la masa, las “tres medidas grandes de harina” completas (Luc. 13:21).
De igual modo, la predicación del Reino que da origen al crecimiento espiritual se ha extendido hasta
tal punto que hoy las buenas nuevas se predican “hasta la parte más distante de la tierra”
(Hech. 1:8; Mat. 24:14). ¡Qué honor es para nosotros contribuir a esta increíble expansión de la obra
del Reino!
La red barredera
15
Más importante que la cantidad de personas que quieren llegar a ser discípulos de Jesucristo
es la calidad de esos discípulos. Jesús se refirió a ese aspecto del crecimiento del Reino en otra de
sus parábolas, la de la red barredera, que empieza así: “El reino de los cielos es semejante a una
red barredera bajada al mar, y que recoge peces de todo género” (Mat. 13:47).
16
La red barredera, que representa la predicación del Reino, recoge peces de todo tipo. Jesús
sigue diciendo: “Cuando [la red] se llenó, la sacaron sobre la playa y, sentándose, juntaron los
[peces] excelentes en receptáculos, pero tiraron los que no eran apropiados. Así es como será en
la conclusión del sistema de cosas: saldrán los ángeles y separarán a los inicuos de entre los justos,
y los echarán en el horno de fuego. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes”
(Mat. 13:48-50).
17
¿Se refiere esa separación al juicio final de las ovejas y las cabras que se llevará a cabo
cuando Jesús llegue en su gloria? (Mat. 25:31-33.) No. Ese juicio final tendrá lugar durante la gran
tribulación, mientras que la separación mencionada en la parábola de la red barredera tiene lugar
durante “la conclusión del sistema de cosas”. Ese es el período en el que vivimos ahora, un período
que culmina en la gran tribulación. Entonces, ¿en qué consiste la separación que se está llevando
a cabo hoy día?
18
Millones de peces simbólicos del mar de la humanidad se han sentido atraídos a la
organización de Jehová en tiempos modernos. Algunos de ellos asisten a la Conmemoración, otros
van a las reuniones y otros aceptan con gusto estudiar la Biblia. Pero ¿demuestran todos ellos que
son cristianos verdaderos? Es cierto que los “sacaron sobre la playa”. Sin embargo,
Jesús nos dice que solo a los peces excelentes se les junta en los receptáculos, que representan a
las congregaciones cristianas. Los peces que no resultan apropiados se desechan y con el tiempo
se arrojan en el horno de fuego, que simboliza la destrucción.
19
Entre los peces que no son apropiados están muchas de las personas que estudiaban la Biblia
con los testigos de Jehová pero dejaron de hacerlo. También están algunos jóvenes que,
92
“Obra de predicar” Referencias

pese a haberse criado en hogares cristianos, en realidad nunca desearon seguir los pasos de Jesús.
No quisieron tomar la decisión de servir a Jehová, o si la tomaron, al poco tiempo dejaron de servirle
(Eze. 33:32, 33). No obstante, es imprescindible que todas las personas sinceras dejen que se las
junte en los “receptáculos”, o congregaciones, antes del día de juicio final y que permanezcan en
esos refugios.
20
¿Qué hemos aprendido al repasar brevemente estas tres parábolas de Jesús relativas al
crecimiento? De la primera hemos aprendido que, al igual que el grano de mostaza, los intereses
del Reino en la Tierra han crecido enormemente. Nada puede impedir que la obra de Jehová siga
adelante (Isa. 54:17). Además, quienes buscan “albergue bajo [la] sombra” del árbol están
protegidos en sentido espiritual. La segunda parábola nos ha enseñado que es Dios quien produce
el crecimiento espiritual. Tal como la levadura escondida que acaba fermentando toda la masa, ese
crecimiento no siempre ha sido claramente perceptible, pero se ha producido. Y de la tercera
parábola hemos aprendido que no todos los que responden al mensaje resultan ser discípulos de
calidad. Algunos son como los peces no apropiados que menciona Jesús.
21
¡Qué alentador es ver que Jehová está atrayendo a tantos peces excelentes! (Juan 6:44.) Así
lo demuestran los espectaculares aumentos que ha habido en país tras país. Y todo el mérito es de
Jehová Dios. En vista de lo que hemos analizado, todos deberíamos sentirnos impulsados a
obedecer esta exhortación de la antigüedad: “Por la mañana siembra tu semilla, [...] pues no sabes
dónde tendrá éxito esto, aquí o allí, o si ambos a la par serán buenos” (Ecl. 11:6).
[Notas]
Las explicaciones que siguen modifican lo que se publicó en los números de La Atalaya del 15 de
junio de 1992, págs. 17-22, y del 15 de marzo de 1976, págs. 173-191.
Aunque el pasaje de Mateo 13:39-43 se refiere a un aspecto distinto de la obra de predicar el
Reino, se cumple en el mismo período que la parábola de la red barredera, es decir, durante “la
conclusión del sistema de cosas”. La separación de los peces simbólicos es un proceso continuo,
tal como lo es la obra de sembrar y cosechar que se lleva a cabo durante este período de tiempo
(La Atalaya del 15 de octubre de 2000, págs. 25, 26; Adoremos al único Dios verdadero, págs.
178-181, párrs. 8-11).
¿Significa eso que los ángeles ya han considerado inapropiados y han desechado a todos los que
han dejado de estudiar o de relacionarse con el pueblo de Jehová? De ningún modo. Si alguien
desea sinceramente regresar a Jehová, tiene las puertas abiertas (Mal. 3:7).
¿Qué respondería?
• ¿Qué nos enseña la parábola del grano de mostaza sobre el crecimiento del Reino y la protección
espiritual?
• ¿Qué representa la levadura de la parábola, y qué verdad sobre el crecimiento del Reino quiso
enseñar Jesús?
• ¿Qué aspecto del crecimiento del Reino se destaca en la parábola de la red barredera?
• ¿Qué debemos hacer para seguir formando parte del grupo que ha sido ‘juntado en
receptáculos’?
[Preguntas del estudio]
1. ¿Por qué nos asombra y nos da una lección de humildad el proceso de crecimiento?
93
“Obra de predicar” Referencias

2. ¿Qué enseñó Jesús sobre el crecimiento espiritual en las parábolas que analizamos en el
artículo anterior?
3, 4. ¿Qué aspectos del mensaje del Reino destaca la parábola del grano de mostaza? 5.
¿Qué crecimiento experimentó la congregación cristiana en el siglo primero?
6, 7. a) ¿Qué crecimiento ha tenido lugar desde 1914? b) ¿Cómo culminará dicho crecimiento?
8. a) ¿A quiénes representan las aves de la parábola del grano de mostaza? b) ¿De qué se nos
está protegiendo hoy día?
9, 10. a) ¿Qué destacó Jesús en la parábola de la levadura? b) ¿Qué representa a menudo la
levadura en la Biblia, y qué pregunta vamos a contestar a continuación?
11. ¿Qué uso recibía la levadura en Israel?
12. ¿Qué aprendemos del uso que la Biblia hace de los símbolos?
13. ¿Qué nos enseña la parábola de la levadura sobre el crecimiento espiritual?
14. ¿Qué nos enseña sobre la predicación el hecho de que la levadura fermente toda la masa?
15, 16. a) Resuma la parábola de la red barredera. b) ¿Qué representa la red barredera, y qué
aspecto del crecimiento del Reino destaca esta parábola?
17. ¿En qué período tiene lugar la separación mencionada en la parábola de la red barredera?
18, 19. a) ¿Qué obra de separación se está llevando a cabo hoy día? b) ¿Qué pasos debe dar la
gente sincera? (Véase también la nota de la página 21.)
20, 21. a) ¿Qué hemos aprendido al repasar estas tres parábolas de Jesús relativas al
crecimiento? b) ¿Qué está usted decidido a hacer?
[Ilustraciones de la página 18]
¿Qué nos enseña la parábola del grano de mostaza sobre el aumento del Reino?
[Ilustración de la página 19]
¿Qué aprendemos de la parábola de la levadura?
[Ilustración de la página 21]
¿Qué representa la separación de los peces excelentes de los no apropiados?
94
“Obra de predicar” Referencias

(59)*** km 2/11 pág. 3 El texto del día ya no se analizará en las reuniones para el servicio del
campo ***
El texto del día ya no se analizará en las reuniones para el servicio del campo

Las reuniones para el servicio del campo solían incluir un breve análisis del texto del día si este
se relacionaba con el ministerio. De ahora en adelante, ya no se usará el folleto Examinando las
Escrituras diariamente en las reuniones para el servicio. Como siempre, los conductores pueden
valerse de la Biblia, Nuestro Ministerio del Reino, el libro Benefíciese, el Razonamiento o cualquier
otra publicación que tenga que ver con el servicio del campo. Se espera que el asignado a dirigir la
reunión se haya preparado para presentar algo de utilidad práctica para los hermanos que salen a
predicar. Además, como de costumbre, la reunión no debe durar más de diez o quince minutos, y
aun menos si se hace después de una reunión de congregación.
(60)*** km 4/11 pág. 2 Sección de preguntas ***
Sección de preguntas

▪ ¿Por cuánto tiempo se espera que le demos clases a alguien que progresa?
Cuando una persona progresa, es mejor seguir dirigiendo el estudio hasta terminar dos
publicaciones: ¿Qué enseña realmente la Biblia? y “Manténganse en el amor de Dios”. Hay que
hacerlo aunque el estudiante se bautice antes de terminar cualquiera de los dos libros. Claro, se
puede seguir contando el tiempo, las revisitas y el estudio aun después de su bautismo. Y si otro
publicador nos acompaña y participa en el estudio, también él puede contar el tiempo (véase
Nuestro Ministerio del Reino de marzo de 2009, página 2).
Es importante que los nuevos tengan buenos cimientos en la verdad antes de dejarlos caminar
solos. Tienen que estar “arraigados” en Cristo y “estabilizados en la fe” para ser capaces de soportar
las dificultades que de seguro afrontarán (Col. 2:6, 7; 2 Tim. 3:12; 1 Ped. 5:8, 9). Además, deben
contar con “un conocimiento exacto de la verdad” a fin de poder enseñar bien a otros
(1 Tim. 2:4). Al completar dos libros con los estudiantes, los estamos ayudando a andar con paso
seguro en “el camino que conduce a la vida” (Mat. 7:14).
Antes de aprobar el bautismo de una persona, los ancianos deben comprobar que entienda con
claridad las enseñanzas básicas de la Biblia y que esté viviendo de acuerdo con ellas. Deben ser
especialmente cuidadosos con un estudiante que todavía no haya terminado el primer libro. Si
alguien no está listo para el bautismo, los ancianos verán que reciba la ayuda personal necesaria
para que llene los requisitos en el futuro (véase Organizados para hacer la voluntad de Jehová,
páginas 216 a 218).
[Comentario de la página 2]
Es importante que los nuevos tengan buenos cimientos en la verdad

95
“Obra de predicar” Referencias

(61)*** km 5/11 pág. 2 ¿Qué tal si sale a predicar los domingos? ***
¿Qué tal si sale a predicar los domingos?

1
Era un sábado, día en que la mayoría de los judíos de Filipos descansaban, y Pablo y sus
acompañantes se hallaban allí como parte de su viaje misional. Nadie los habría criticado si ellos
también usaban el día para tomarse un bien merecido descanso de su ministerio. Pero como sabían
que los judíos se reunían en las afueras para orar, aprovecharon la oportunidad y fueron a
predicarles. Como resultado, Lidia y todos los de su casa fueron bautizados. ¡Qué felices debieron
sentirse aquellos predicadores! (Hech. 16:13-15.) En nuestros días, mucha gente descansa en
domingo. ¿No cree que sería buena idea usar parte del día para predicar?
2
La lucha para poder predicar en domingo. Durante el año 1927 se instó al pueblo de Jehová
a pasar parte de cada domingo en el ministerio. Pero de inmediato surgió oposición jurídica. En
Estados Unidos, muchos hermanos fueron arrestados, acusados de violar las leyes del descanso
dominical, perturbar la paz y vender sin licencia. Pero no se rindieron. Al contrario: en los años treinta
se organizaron “campañas de las divisiones” en las que varios grupos de publicadores de
congregaciones cercanas predicaban en un territorio designado. En ocasiones había tantos
publicadores que, si las autoridades querían arrestarlos, no podían con todos. ¿Valoramos los
sacrificios que hicieron aquellos hermanos para que nosotros pudiéramos predicar los domingos en
libertad?
3
Un día buenísimo para predicar. La mayoría de las personas no trabajan en domingo, por lo
que, en general, están más relajadas. De hecho, quienes son religiosos pudieran incluso estar más
dispuestos a hablar de Dios en este día. Si nuestra reunión es en domingo, ya estamos vestidos
para la predicación, así que, ¿por qué no hacemos planes para salir al servicio del campo antes o
después de la reunión? De ser necesario, llévese algo ligero para comer.
4
Si usamos parte del domingo para predicar, todavía nos quedará tiempo para el descanso que
necesitamos. Y lo que es mejor, tendremos la satisfacción de haber participado en el servicio
sagrado (Pro. 19:23). Quién sabe, ¡hasta podríamos tener el gusto de encontrar a alguien como
Lidia!
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué nos enseña lo que hicieron Pablo y sus compañeros en Filipos?
2. ¿Qué dificultades ha vencido el pueblo de Jehová para predicar los domingos en libertad?
3. ¿Qué hace que el domingo sea un buen día para el ministerio del campo?
4. ¿Qué alegría podemos obtener si dedicamos parte del domingo al ministerio?

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“Obra de predicar” Referencias

(62)*** km 6/11 pág. 1 Nuestro ministerio se caracteriza por la paciencia ***


Nuestro ministerio se caracteriza por la paciencia

1
La paciencia es un rasgo distintivo de las relaciones de Dios con la humanidad (Éxo. 34:6; Sal.
106:41-45; 2 Ped. 3:9). Uno de los ejemplos más sobresalientes de esta amorosa cualidad suya
tiene que ver con la predicación mundial del Reino. Jehová lleva casi dos mil años atrayendo hacia
él a las personas de buen corazón, y todavía sigue haciéndolo (Juan 6:44). ¿Cómo podemos
nosotros reflejar la paciencia divina en nuestro ministerio?
2
Predicación de casa en casa. Copiamos la paciencia de Jehová predicando “sin cesar” en los
territorios donde la gente aún no ha mostrado interés (Hech. 5:42). Soportamos pacientes la
indiferencia, las burlas y la hostilidad hacia nuestro ministerio (Mar. 13:12, 13). Asimismo,
demostramos paciencia cuando persistimos en nuestros intentos por regar las semillas de la verdad,
a pesar de lo difícil que puede ser encontrar en casa a las personas interesadas.
3
Estudiantes de la Biblia. Cultivar una planta requiere mucha paciencia. Podemos nutrirla, pero
no podemos acelerar su crecimiento (Sant. 5:7). De modo parecido, el crecimiento espiritual es un
proceso gradual, por etapas (Mar. 4:28). Quizás a nuestros estudiantes les sea difícil abandonar
ciertas creencias o costumbres que chocan con las Escrituras. No tratemos de apresurar su
crecimiento presionándolos para que cambien; más bien, seamos pacientes y démosles tiempo para
que el espíritu de Dios obre en su corazón (1 Cor. 3:6, 7).
4
Familiares no creyentes. Aunque deseamos intensamente que nuestros familiares no
creyentes aprendan la verdad, aguardamos pacientes el momento oportuno para explicarles nuestra
fe y procuramos no agobiarlos con demasiada información (Ecl. 3:1, 7). Entre tanto, les predicamos
con el ejemplo, siempre listos para darles a conocer nuestras creencias con apacibilidad y profundo
respeto (1 Ped. 3:1, 15). Es innegable que si nuestro ministerio se caracteriza por la paciencia, será
más eficaz y complacerá a nuestro Padre celestial.
[Preguntas del estudio]
1. ¿De qué manera ha mostrado Jehová paciencia con la humanidad?
2. ¿Cómo podemos mostrar paciencia al trabajar nuestro territorio?
3. ¿Por qué se requiere paciencia al hacer revisitas y dirigir estudios bíblicos?
4. ¿Cómo nos ayuda la paciencia a predicar con eficacia a los familiares no creyentes?

97
“Obra de predicar” Referencias

(63)*** km 6/11 pág. 2 Predicación eficaz en las calles ***


Predicación eficaz en las calles

1
Durante su ministerio terrestre, Jesús no dudó en hablar con las personas que encontraba por
el camino y en otros lugares públicos (Luc. 9:57-61; Juan 4:7). Estaba deseoso de llevar su
importante mensaje a tantos como pudiera. Actualmente, la predicación en las calles es una singular
forma de ayudar a la gente a adquirir la sabiduría divina (Pro. 1:20). Nuestro éxito será aún mayor
si tomamos la iniciativa y obramos con buen juicio.
2
Tomemos la iniciativa. Por lo general, conviene abordar a los transeúntes en lugar de
quedarnos de pie o sentados en un solo lugar esperando a que ellos vengan a nosotros. Sonría,
establezca contacto visual y hable de forma serena y amigable. Si lo acompañan otros publicadores,
recuerde que lo mejor es abordar por separado a las personas. También hace falta iniciativa para
cultivar el interés hallado. Al final de la conversación, y si le parece oportuno, pregúntele a la persona
cómo puede comunicarse con ella. Hay publicadores que trabajan regularmente en la misma calle,
lo que les permite hablar con la misma gente en repetidas ocasiones y así avivar su interés.
3
Obremos con buen juicio. Sea prudente al elegir dónde trabajar y a quién abordar. No es
preciso predicar a todo el que pasa. Sea observador. Por ejemplo, si alguien va deprisa, es mejor
no detenerlo. Si está predicando frente a un negocio, hágalo de forma discreta para no incomodar
al gerente. Por lo general, es mucho mejor hablar con las personas cuando salen del establecimiento
que cuando entran. Acérquese de manera que no asuste ni sobresalte a nadie. También es
importante saber discernir a la hora de ofrecer las publicaciones. Si alguien muestra poco interés,
puede darle un tratado en vez de las revistas.
4
La predicación en las calles nos permite esparcir muchas semillas de la verdad en poco tiempo
(Ecl. 11:6). Es probable que algunas de las personas con que nos topemos sean las mismas que
no hallamos en casa cuando vamos de puerta en puerta. ¿Por qué no hace planes para participar
en esta modalidad del servicio del campo, tan agradable y eficaz?
[Preguntas del estudio]
1. ¿Cuál es una forma de imitar a Jesús?
2. ¿Por qué necesitamos mostrar iniciativa al predicar en las calles?
3. ¿Cómo podemos mostrar buen juicio al predicar en las calles?
4. ¿Por qué es tan eficaz y agradable la predicación en las calles?

98
“Obra de predicar” Referencias

(64)*** km 6/11 pág. 3 “¿Cuánto tiempo contar?” ***


“¿Cuánto tiempo contar?”

¿Se ha hecho esta pregunta alguna vez? Pues bien, las pautas generales para contar el tiempo
se definen en las páginas 86 y 87 del libro Organizados y se amplían esporádicamente, como en la
“Sección de preguntas” de Nuestro Ministerio del Reino de septiembre de 2008. Debido a que las
circunstancias varían, nos hemos abstenido de proporcionar una larga lista de reglas. Por lo tanto,
no sería correcto que los ancianos u otros hermanos fijaran normas de más.
Si hay dudas y no existe una pauta escrita, cada publicador ha de preguntarse: “¿Se dedicó ese
tiempo al ministerio, o se empleó en algo que en verdad no forma parte de esta obra?”. Las horas
que anotamos en el informe mensual del servicio del campo deben causarnos felicidad, y no
remordimientos (Hech. 23:1). Sobra decir que nuestro principal interés no es cómo contar el tiempo,
sino cómo aprovecharlo bien en el ministerio (Heb. 6:11).

(65)*** km 9/11 pág. 3 Otra manera de usar el folleto La Biblia y su mensaje ***
Otra manera de usar el folleto La Biblia y su mensaje

Muchas personas del territorio, en especial quienes no pertenecen a religiones de la cristiandad,


prácticamente desconocen la Biblia. Algunos publicadores que imparten clases bíblicas a este tipo
de personas con el libro Enseña se valen también del folleto La Biblia y su mensaje para presentarles
un cuadro general de las Escrituras. Cierto hermano, por ejemplo, incluye la sección 1 del folleto
cuando llega con el estudiante al capítulo 3 del libro. A partir de ese momento analiza una sección
al final de todas las sesiones de estudio. ¿Enseña usted la Biblia a alguien que tiene poco o ningún
conocimiento de ella? ¿Por qué no complementa la información del libro Enseña con la del folleto
La Biblia y su mensaje? De este modo ayudará a su estudiante a conocer “los santos escritos, que
pueden hacer[lo] sabio para la salvación” (2 Tim. 3:15).
(66)*** km 9/11 pág. 3 Sección de preguntas ***
Sección de preguntas

▪ ¿Se debe hacer oración al dirigir estudios bíblicos en la puerta de una casa?
Comenzar y terminar con oración los estudios bíblicos produce muchos beneficios. Al orar, le
pedimos a Jehová que nos dé su espíritu santo durante la consideración (Luc. 11:13). Además, de
este modo ponemos de relieve la seriedad que tiene el estudio de la Biblia y le enseñamos a orar a
la persona (Luc. 6:40). Por ello se recomienda empezar a hacerlo lo más pronto posible. Sin
embargo, como las circunstancias varían, cada quien usará discernimiento al decidir si debe hacer
oración cuando el estudio se dirija en la puerta de una casa.
Algo que hay que tomar en cuenta es el entorno en el que se lleva a cabo el estudio. Si este se
dirige regularmente y existe algo de privacidad, podría hacerse una oración breve de forma discreta
al comenzar y terminar cada sesión. Pero en caso de que esto llame demasiado la atención o
incomode al estudiante, sería preferible esperar a tener mayor privacidad. Sea como sea, siempre
debemos usar buen juicio al decidir cuándo empezar a orar con los estudiantes (véase Nuestro
Ministerio del Reino de marzo de 2005, página 4).

99
“Obra de predicar” Referencias

(67)*** km 10/11 pág. 7 ¿Están en buenas condiciones? ***


¿Están en buenas condiciones?

Convendría hacernos esta pregunta antes de ofrecer publicaciones en el ministerio. Aquellas que
estén maltratadas, decoloradas, sucias o rotas empañarán el hermoso mensaje de salvación que
contienen y darán mala fama a nuestra organización.
¿Cómo podemos mantenerlas en buen estado? A muchos les ha resultado útil acomodarlas en
su maletín según su forma y tamaño. Por ejemplo, apartan un espacio para libros, otro para revistas
y folletos, otro para tratados, y así por el estilo. Después de haber usado la Biblia y las publicaciones,
las regresan con cuidado a su maletín para que no se dañen. Algunos publicadores las guardan en
algún tipo de carpeta o funda. Sea cual sea el método que utilicemos, lo importante es que
ofrezcamos publicaciones que no den pie a comentarios negativos acerca de nuestra obra (2 Cor.
6:3).
(68)*** km 11/11 pág. 3 La cualidad más importante de todo buen maestro ***
La cualidad más importante de todo buen maestro
1
¿Qué debería poseer todo buen maestro de la Biblia? ¿Preparación académica? ¿Años de experiencia?
¿Aptitud para la enseñanza? En realidad, la respuesta es amor: la cualidad que constituye el cumplimiento
de toda la Ley, la marca que identifica a los discípulos de Cristo y el atributo más importante y más atrayente
de la personalidad de Jehová (Juan 13:35; Gál. 5:14; 1 Juan 4:8). En efecto, para ser un buen maestro hay
que demostrar amor.
2
Amor por las personas. Jesús, el Gran Maestro, amaba a la gente, lo cual contribuyó a que lo
escucharan (Luc. 5:12, 13; Juan 13:1; 15:13). Si amamos al prójimo, aprovecharemos toda oportunidad para
dar testimonio. Nada nos detendrá: ni la apatía, ni la persecución ni ningún otro obstáculo. Escucharemos
con interés sincero a quienes les prediquemos y adaptaremos el mensaje a sus inquietudes. Además,
estaremos dispuestos a invertir tiempo en estudiar con las personas y en prepararnos para cada lección.
3
Amor por las verdades bíblicas. Jesús también amaba las verdades bíblicas. De hecho, las
consideraba tesoros (Mat. 13:52). Si amamos la verdad, predicaremos con entusiasmo y se lo contagiaremos
a nuestros oyentes. Este amor nos ayudará a vencer el nerviosismo, pues nos permitirá concentrarnos en el
valor del mensaje y no en nuestras deficiencias.
4
Cómo cultivar amor. Cultivamos amor por las personas al meditar en la lamentable situación espiritual
en la que se encuentran y en el ejemplo de amor de Jehová y su Hijo (Mar. 6:34; 1 Juan 4:10, 11). Además,
nuestro amor por las verdades bíblicas crecerá si somos constantes en el estudio personal y la meditación.
Recordemos que el amor es una de las facetas del fruto del espíritu (Gál. 5:22). Así que para cultivarlo
podemos rogarle a Jehová que nos ayude y nos dé su espíritu santo (Luc. 11:13; 1 Juan 5:14). Sin importar
si tenemos o no preparación académica, años de experiencia o aptitud para la enseñanza, todos lograremos
ser buenos maestros de la Palabra de Dios si demostramos amor.
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué virtud debe poseer todo buen maestro?
2. ¿Por qué es importante que amemos a las personas?
3. ¿Cómo nos ayudará en el ministerio el amor por las verdades bíblicas?
4. ¿Cómo podemos cultivar amor?

100
“Obra de predicar” Referencias

(69)*** km 12/11 pág. 2 Sección de preguntas ***


Sección de preguntas

▪ ¿En manos de quiénes debemos dejar nuestras publicaciones?


En manos de todo el que muestre interés. Si percibimos que el mensaje llama la atención de
nuestro interlocutor, haremos bien en dejarle un par de revistas, un folleto, un libro o cualquier otra
publicación, incluso si nos parece que la persona va a contribuir poco o nada a la obra mundial (Job
34:19; Rev. 22:17). Sin embargo, no les dejaremos nuestras valiosas publicaciones a quienes no
las aprecian (Mat. 7:6).
¿Y cómo nos damos cuenta de que a alguien le atrae el mensaje? Una buena señal es que nos
preste atención y esté dispuesto a conversar. ¿Responde a nuestras preguntas? ¿Expresa su
opinión? El hecho de que siga la lectura de los textos bíblicos indica que respeta la Palabra de Dios.
En ocasiones, convendrá preguntarle directamente si va a leer la publicación. Tenemos que usar
buen juicio a fin de determinar el grado de interés de la gente. Por eso, al predicar en las calles, no
le vamos a entregar una publicación a todo el que nos pase por el lado. Si no estamos seguros de
que la persona está interesada, sería mejor darle un tratado o una hoja suelta.
Por otra parte, lo que determina la cantidad de publicaciones que nos llevamos del Salón del
Reino no es cuánto dinero podamos aportar por ellas, sino cuántas necesitamos para la predicación.
Las contribuciones no son para pagar por las publicaciones; son para apoyar todos los aspectos de
la obra mundial. Ahora bien, el agradecimiento debe movernos a dar generosamente y desde el
corazón a fin de promover los intereses del Reino, incluso si nuestra situación económica no es la
mejor (Mar. 12:41-44; 2 Cor. 9:7). También debe impulsarnos a tomar solo las publicaciones que
necesitamos para predicar, evitando así desperdiciar los recursos de la organización.
[Comentario de la página 2]
Tenemos que usar buen juicio a fin de determinar el grado de interés de la gente

101
“Obra de predicar” Referencias

(70)*** km 7/04 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (1.a parte) ***
Dirijamos estudios bíblicos progresivos (1.a parte)
¿Qué es un estudio bíblico? *** km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios bíblicos
progresivos ***
1
Los siervos de Dios dirigen mensualmente cerca
Para guardar
de seis millones de estudios de la Biblia por todo el
mundo. Si empleamos buenos métodos de
Dirijamos estudios bíblicos progresivos
enseñanza, podremos ayudar a los estudiantes a
progresar hasta el punto de dedicarse y bautizarse,
Este suplemento recopila las ideas clave
así como a llegar a estar “adecuadamente capacitados
de la serie de artículos sobre cómo dirigir
para enseñar a otros” (2 Tim. 2:2). ¿Le gustaría
estudios bíblicos progresivos que han
contribuir a dicho progreso? A partir de este número,
aparecido en Nuestro Ministerio del
Nuestro Ministerio del Reino presentará una serie de
Reino. Se nos invita a guardarlo y
artículos que explicarán aspectos básicos para dirigir
consultarlo cuando dirijamos estudios
estudios bíblicos progresivos.
bíblicos. También puede utilizarse para
2 repasar algunas de las sugerencias en
Cuándo informar un estudio bíblico. Si
mantiene conversaciones bíblicas de forma regular y las reuniones para el servicio del campo,
sistemática, aunque sean breves, usando la Biblia y y a los superintendentes de servicio
alguna de las publicaciones recomendadas, usted podría servirles de base para los
está dirigiendo un estudio bíblico. Esto se cumple discursos que dan cuando visitan los
incluso si las conversaciones se llevan a cabo en la grupos de estudio de libro.
puerta o por teléfono. El estudio puede informarse
cuando se haya dirigido dos veces después de Parte 1: ¿Qué es un estudio bíblico?
haberle mostrado a la persona cómo se realiza y haya
Si mantiene conversaciones bíblicas de forma
motivos para creer que continuará.
regular y sistemática, aunque sean breves, usando
3 solo la Biblia o la Biblia junto con alguna de las
En muchos estudios de la Biblia se emplean el
folleto Exige y el libro Conocimiento. Al terminar estas publicaciones recomendadas, usted está dirigiendo un
publicaciones, podemos continuar con el libro estudio bíblico. El estudio puede informarse cuando se
Adoremos a Dios si resulta obvio que la persona está haya dirigido dos veces después de haberle mostrado
progresando, aunque sea lentamente, y que valora lo a la persona cómo se realiza y haya motivos para
que aprende. El folleto Podemos ser amigos de Dios creer que continuará (km-S 7/04 pág. 1).
puede utilizarse con quienes tienen poca educación
Publicaciones recomendadas
escolar o no saben leer bien.

4 ▪ ¿Qué exige Dios de nosotros?


La obra de dirigir estudios bíblicos ha producido
buenos frutos, pues ha ayudado a millones de ▪ El conocimiento que lleva a vida eterna
personas a convertirse en discípulos verdaderos de
Jesucristo (Mat. 28:19, 20). Si ponemos en práctica ▪ Adoremos al único Dios verdadero
las sugerencias de los futuros artículos de esta serie,
podremos dirigir estudios de la Biblia progresivos. ▪ Podemos ser amigos de Dios. Puede utilizarse con
quienes tienen poca educación escolar o no
saben leer bien.

102
“Obra de predicar” Referencias

(71)*** km 8/04 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (2.a parte) ***
Preparación para el estudio queremos ayudarlos a lograr esa meta,
preparémonos bien cada vez que vayamos a dirigir un
1 estudio de la Biblia.
Enseñar eficazmente durante un estudio de la
Biblia conlleva más que analizar la información y
buscar los textos bíblicos que no están copiados. *** km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios bíblicos
Debemos presentar los datos de modo que toquen el progresivos ***
corazón del estudiante. Para ello, hay que
Parte 2: Preparación para el estudio
prepararse muy bien de acuerdo con las
necesidades de este (Pro. 15:28).
Debemos presentar la información de modo que
2 toque el corazón del estudiante. Para ello, hay que
Cómo prepararse. Comience orando a Jehová
prepararse muy bien de acuerdo con las necesidades
por la persona y sus necesidades. Pídale ayuda para
de este (km-S 8/04 pág. 1).
llegar al corazón del estudiante (Col. 1:9, 10). A fin de
captar el tema con claridad, dedique unos minutos a
examinar el título del capítulo o lección, los subtítulos
y las ilustraciones. Pregúntese: “¿Cuál es la idea Cómo prepararse
central de la información?”. Si así lo hace, cuando
dirija el estudio, se centrará en los puntos principales. ▪ Examine el título, los subtítulos y las ilustraciones del
capítulo o la lección.
3
Repase detenidamente el contenido de cada
párrafo. Localice las respuestas a las preguntas ▪ Localice las respuestas a las preguntas impresas y
impresas y subraye solo las palabras y frases clave. subraye solo las palabras y frases clave.
Busque la relación entre los textos bíblicos citados y
la idea principal del párrafo, y escoja los que va a leer ▪ Escoja los textos que no están copiados que va a leer
en el estudio. Tal vez le resulte útil hacer breves en el estudio. Haga breves anotaciones en los
anotaciones en el margen de la página. El estudiante márgenes de la publicación.
debe ver claro que lo que aprende procede de la
Palabra de Dios (1 Tes. 2:13). ▪ Prepare un breve repaso final de las ideas
principales.
4
Particularice la lección. A continuación, Personalice la lección
prepárese la lección pensando en el estudiante en
particular. Intente prever sus preguntas y las ideas que ▪ Haga una oración teniendo presente al estudiante y
le costará entender o aceptar. Pregúntese: “¿Qué sus necesidades.
debe comprender o en qué debe mejorar para
progresar en sentido espiritual? ¿Cómo puedo llegarle ▪ Intente prever las ideas que le costará entender o
al corazón?”. Adapte la lección en función de las aceptar.
respuestas a estas cuestiones. Habrá ocasiones en
las que tenga que preparar un ejemplo, una ▪ Pregúntese: “¿Qué debe comprender o en qué debe
explicación o una serie de preguntas que ayuden al mejorar para progresar en sentido espiritual?
estudiante a captar el significado de algún punto o ¿Cómo puedo llegarle al corazón?”.
texto bíblico (Neh. 8:8). Sin embargo, evite añadir
datos adicionales que no aporten mucho al tema ▪ De ser necesario, prepare un ejemplo, una
central. Un breve repaso final permitirá al estudiante explicación o una serie de preguntas que ayuden al
recordar las ideas principales. estudiante a captar el significado de algún punto o
texto bíblico.
5
¡Cuánto nos alegra que los nuevos produzcan
fruto justo para la alabanza de Jehová! (Fili. 1:11.) Si

103
(72)*** km 11/04 pág. 4 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (3.a parte) ***
Dirijamos estudios bíblicos progresivos (3.a parte)
Uso eficaz de las Escrituras texto en el estudio. Mencione solo lo que sea
necesario a fin de aclarar la idea en cuestión.
1
El propósito de dirigir estudios bíblicos es “ha[cer] 5
discípulos”, algo que logramos cuando ayudamos a la Cómo poner en práctica la información.
gente a entender y aceptar las enseñanzas de la Palabra Cuando sea apropiado, ayude al estudiante a ver la
de Dios y a ponerlas en práctica (Mat. relación de los textos bíblicos con su vida. Por
28:19, 20; 1 Tes. 2:13). Por eso, el estudio debe ejemplo, al analizar Hebreos 10:24, 25 con un
enfocarse en las Escrituras. Al principio pudiera ser estudiante que aún no asiste a las reuniones
útil enseñar a los estudiantes a buscar ciertos textos cristianas, usted pudiera hablarle sobre una de las
en su propio ejemplar de la Biblia. Ahora bien, ¿cómo reuniones e invitarlo a ir. Pero no lo presione,
podemos utilizar las Escrituras para ayudarlos a permita que la Palabra de Dios lo impulse a dar los
progresar espiritualmente? pasos necesarios para agradar a Jehová (Heb. 4:12).
6
2 Al cumplir con la comisión de hacer discípulos,
Seleccione textos para leer. Al prepararse para el
estudio, determine cómo se relaciona cada texto bíblico “promov[amos] obediencia por fe” mediante el uso
al que se hace referencia con la idea que se está eficaz de las Escrituras (Rom. 16:26).
examinando, y decida cuáles buscará y analizará
*** km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios bíblicos
durante el estudio. Por lo general es aconsejable leer
progresivos ***
los que muestran la base bíblica de nuestras creencias.
Quizás no tenga que leer los textos que suministran Parte 3: Uso eficaz de las Escrituras
información general. Tome en cuenta las necesidades y
circunstancias de cada estudiante. El propósito de dirigir estudios bíblicos es “ha[cer]
discípulos”, algo que logramos cuando ayudamos a
3
Haga preguntas. En lugar de explicar los textos la gente a entender y aceptar las enseñanzas de la
a su estudiante, pídale que él se los explique a usted. Palabra de Dios y a ponerlas en práctica (Mat.
Puede animarlo a hacer esto mediante el buen uso de 28:19, 20; 1 Tes. 2:13). Por eso, el estudio debe
preguntas. Si la aplicación de un texto es obvia, enfocarse en las Escrituras (km-S 11/04 pág. 4).
sencillamente pregunte cómo apoya el pasaje lo que
dice el párrafo. En otros casos tal vez sea necesario Base su enseñanza en la Biblia
plantear preguntas más específicas o una serie de
preguntas para ayudar al estudiante a llegar ▪ Enseñe al estudiante a buscar los textos en su propia
a la conclusión correcta. Si fuera necesaria una Biblia.
explicación adicional, ofrézcala después que el
estudiante haya respondido. ▪ Busque y analice los textos que muestran la base
bíblica de nuestras creencias.
4
Manténgalo sencillo. Un arquero diestro a
▪ Haga preguntas. Que el estudiante le explique a
menudo necesita solo una flecha para dar en el
usted los textos y no al revés.
blanco. De igual manera, el maestro hábil no tiene
que usar muchas palabras para recalcar un punto.
▪ No complique el estudio tratando de aclarar todo
Puede transmitir información de manera sencilla, clara
detalle de un texto. Explique solo lo indispensable
y exacta. A veces usted tendrá que investigar lo que
para dejar clara la idea.
dicen las publicaciones cristianas para entender un
texto bíblico y explicarlo correctamente (2 Tim. 2:15). ▪ Muéstrele la aplicación práctica. Ayúdele a ver la
Pero no trate de explicar todos los aspectos de cada
relación de los textos bíblicos con su vida.
“Obra de predicar” Referencias

(73)*** km 12/04 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (4.a parte) ***
¿Cómo enseñar al estudiante a prepararse? 5
Si enseñamos al estudiante a prepararse bien
para su estudio, podrá dar comentarios
1
El estudiante que lee la lección de antemano, significativos en las reuniones de congregación, así
subraya las respuestas y piensa en cómo expresarlas como desarrollar hábitos de estudio que le
en sus propias palabras progresará rápido en sentido beneficiarán mucho aun después de completar su
espiritual. Por eso, una vez establecido el estudio curso de la Biblia.
regular, prepare una lección con él para enseñarle
cómo hacerlo. En la mayoría de los casos, será útil km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios
estudiar un capítulo o una lección en su totalidad. bíblicos progresivos

2
Subrayar y tomar notas. Explique al estudiante Parte 4: Cómo enseñar al estudiante a prepararse
cómo localizar las respuestas específicas a las
El estudiante que lee la lección de antemano,
preguntas impresas. Muéstrele su ejemplar de la
subraya las respuestas y piensa en cómo expresarlas
publicación que estén analizando para que vea cómo
en sus propias palabras progresa rápido en sentido
usted tiene marcadas solo las palabras u oraciones
clave. Mientras estudian la información, el estudiante espiritual. Por eso, una vez establecido el estudio
tal vez quiera imitarlo y subrayar en su ejemplar regular, prepare una lección con él para enseñarle
únicamente aquello que le permitirá recordar la cómo hacerlo. En la mayoría de los casos, será útil
respuesta (Luc. 6:40). A continuación pídale que le estudiar un capítulo o una lección en su totalidad (km-
responda con sus propias palabras. De este modo, S 12/04 pág. 1).
usted podrá comprobar hasta qué punto ha
Subrayar y tomar notas
entendido la información.

3
▪ Explique al estudiante cómo localizar las respuestas
Una parte importante de la preparación consiste a las preguntas impresas.
en examinar con cuidado los textos bíblicos que no se
citan palabra por palabra (Hech. 17:11). El estudiante ▪ Muéstrele su ejemplar de la publicación de estudio
debe comprender que cada texto apoya una idea del para que vea que usted marca solo las palabras u
párrafo. Hay que enseñarle a tomar notas breves en oraciones clave.
los márgenes de la publicación. Tras dejarle bien
claro que la Biblia es la base de lo que está ▪ Ayúdele a comprender que cada texto apoya una
aprendiendo, anímelo a usar dichas referencias idea del párrafo, y enséñele a escribir notas breves
bíblicas en sus comentarios durante el estudio. en los márgenes de la publicación.

4 Idea general previa y repaso final


Idea general previa y repaso final. Antes de
comenzar su minuciosa preparación, al estudiante le
convendría tener una idea general de la información ▪ Enseñe al estudiante a examinar el título, los
que va a estudiar. Con este fin, puede sugerirle que subtítulos y las ilustraciones del capítulo o lección
eche un vistazo al título del capítulo, los subtítulos y como primer paso de su preparación.
las ilustraciones. Explíquele que cuando termine de
estudiar la lección, debería dedicar unos minutos a ▪ Anímelo a repasar las ideas principales al terminar de
repasar los puntos principales, valiéndose quizás prepararse.
del recuadro de repaso, si lo tiene. La repetición
contribuirá a que se le grabe la información.

105
“Obra de predicar” Referencias

(74)*** km 1/05 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (5.a parte) ***
Cuánta información estudiar con algunas experiencias o ideas adicionales, pero
no conviene que sean tantas, o tan largas, que le
1 impidan a la persona obtener conocimiento exacto
Al enseñar a sus discípulos, Jesús tomó en
consideración sus limitaciones, hablándoles “hasta el de las enseñanzas bíblicas elementales.
grado que podían escuchar” (Mar. 4:33; Juan 16:12).
De manera similar, los maestros de la Palabra de Dios 6 Analizar una cantidad razonable de información en

tienen que determinar a qué ritmo dirigirán el estudio cada sesión de estudio contribuirá a que los estudiantes
bíblico. La cantidad de información que se analice de la Biblia ‘anden a la luz de Jehová’ (Isa.
dependerá de la capacidad y las circunstancias, tanto 2:5).
del maestro como del estudiante.
km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios
2 bíblicos progresivos
Pongamos un fundamento sólido a su fe.
Algunos estudiantes necesitan dos o tres sesiones
de estudio para captar lo que otros asimilan en solo Parte 5: Cuánta información estudiar
una. No queremos que, por ir muy rápido, se dificulte
La cantidad de información que se analice
la comprensión del estudiante, quien precisa un
dependerá de la capacidad y las circunstancias, tanto
fundamento sólido para su recién adquirida fe en la
del maestro como del estudiante (km-S 1/05 pág. 1).
Palabra de Dios (Pro. 4:7; Rom. 12:2).
Ponga un fundamento sólido a la fe del estudiante
3
Dediquemos el tiempo que haga falta cada
semana para ayudar al estudiante a entender y hacer ▪ No sacrifique la comprensión bíblica del estudiante
suyo lo que aprende de la Palabra de Dios. Evitemos por ir muy rápido.
ir a un ritmo tan acelerado que le impida aprovecharse
al máximo de las valiosas verdades que le estamos ▪ Emplee el tiempo necesario para que el estudiante
enseñando. Permitámonos el tiempo suficiente para entienda y acepte lo que está aprendiendo.
destacar las ideas principales y analizar los textos
clave en los que se basan dichas enseñanzas (2 Tim. ▪ Dedique tiempo a analizar los textos clave en los que
3:16, 17). se basan las enseñanzas.

4 Cíñase al tema
Ciñámonos al tema. Además de evitar ir
demasiado deprisa al enseñar, también es
▪ Si el estudiante tiende a explayarse contando
conveniente no desviarse del tema. Si el estudiante
asuntos personales, quizás pueda sugerirle hablar
tiende a explayarse contándonos asuntos personales,
de ello al terminar el estudio.
tal vez podamos indicarle que hablaremos de ello al
concluir el estudio (Ecl. 3:1).
▪ No hable demasiado durante el estudio. No deje que
5 las ideas secundarias y las experiencias impidan a
Por otro lado, el entusiasmo por la verdad pudiera
llevarnos a nosotros a hablar demasiado (Sal. la persona adquirir un conocimiento exacto de las
145:6, 7). Es cierto que el estudio puede enriquecerse creencias bíblicas elementales.

106
“Obra de predicar” Referencias

(75)*** km 2/05 pág. 6 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (6.a parte) ***
Cuando el estudiante plantea una pregunta volver con una explicación. Incluso podría aprovechar
tales ocasiones para enseñarle a buscar información
1 por su cuenta y a utilizar gradualmente las diversas
Una vez establecido el estudio, por lo general
conviene analizar las enseñanzas bíblicas de forma herramientas que provee la organización de Jehová
sistemática, en vez de saltar de un tema a otro. con ese propósito. Con el tiempo será capaz él mismo
De este modo se coloca un fundamento basado en de responder sus propias preguntas (Hech. 17:11).
conocimiento exacto, y el estudiante puede progresar
espiritualmente (Col. 1:9, 10). Ahora bien, habrá km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios
ocasiones en las que el estudiante plantee preguntas bíblicos progresivos
durante el estudio. ¿Cómo debemos contestarlas?
Parte 6: Cuando el estudiante plantea una pregunta
2
Sea discernidor. Las preguntas relacionadas con
Una vez establecido el estudio, por lo general
la información que se esté analizando pueden
conviene analizar las enseñanzas bíblicas de forma
aclararse en ese mismo momento, a no ser que la
sistemática, en vez de saltar de un tema a otro.
propia publicación de estudio lo haga más adelante,
De este modo se coloca un fundamento basado en
en cuyo caso bastará con indicarlo. Sin embargo, si la
conocimiento exacto, y el estudiante puede
cuestión no tuviera que ver con lo que se está
progresar espiritualmente (km-S 2/05 pág. 6).
estudiando o exigiera más investigación para
contestarla adecuadamente, convendría aplazar la Sea discernidor
respuesta hasta después del estudio u otro momento.
A algunos publicadores les gusta escribir la pregunta ▪ Las preguntas relacionadas con la información del
porque así demuestran al estudiante que no se pasa estudio pueden aclararse en el momento.
por alto su duda y, al mismo tiempo, evitan desviarse
del tema del estudio. ▪ Si hace preguntas que no están relacionadas con la
información que se está estudiando o que exigen
3
En nuestras publicaciones de estudio básicas se más investigación, conviene responderlas en otro
analizan gran número de enseñanzas bíblicas de forma momento. Resulta útil apuntarlas.
concisa. ¿Qué hay si a un estudiante le cuesta aceptar
cierta enseñanza o se aferra a una creencia falsa? En ▪ En caso de que al estudiante le cueste aceptar
ese caso sería conveniente examinar información cierta doctrina, profundice en el tema con
adicional que analice más a fondo el punto de vista información adicional.
bíblico al respecto. Si aun así el estudiante
no queda convencido, deje la explicación del tema ▪ Si aun así no queda convencido, deje el tema para
para más adelante y prosiga con el estudio regular otra ocasión y prosiga con el estudio.
(Juan 16:12). A medida que el estudiante adquiera
Sea modesto
conocimiento de la Biblia y progrese espiritualmente,
es posible que comprenda dicha enseñanza.
▪ Si no sabe la respuesta a una pregunta, no aventure
4 una opinión.
Sea modesto. Si no está seguro de la respuesta,
no caiga en el error de aventurar una opinión (2 Tim. ▪ Enseñe gradualmente al estudiante a buscar
2:15; 1 Ped. 4:11). Prométale investigar el tema y
información por su cuenta.

107
“Obra de predicar” Referencias

(76)*** km 3/05 pág. 4 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (7.a parte) ***
La oración en el estudio aprende a orar escuchando nuestras oraciones
(Luc. 6:40). Es más, las oraciones procedentes de
1 un corazón lleno de amor por Dios y de gratitud por
Para que los estudiantes de la Biblia progresen
espiritualmente se requiere la bendición de Jehová (1 sus inigualables cualidades ayudan al estudiante a
Cor. 3:6). De ahí que sea conveniente iniciar y cultivar una relación personal con Él
concluir con oración un estudio ya formalizado. Con las
personas de inclinación religiosa, a menudo puede km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios
hacerse desde la primera sesión de estudio. Con otras tal bíblicos progresivos
vez haya que encontrar el momento oportuno para
incorporar la oración. Podrían usarse Salmo 25:4, 5 y 1 Parte 7: La oración en el estudio
Juan 5:14 para que el estudiante entienda por qué se
Para que los estudiantes de la Biblia progresen
debería orar, así como Juan 15:16 a fin de explicarle la
espiritualmente, se requiere la bendición de Jehová.
importancia de orar a Jehová mediante Jesucristo.
De ahí que sea conveniente iniciar y concluir con
2 oración un estudio ya formalizado (km-S 3/05 pág. 4).
¿Quién debe hacer la oración? Si un hermano
bautizado acompaña a una hermana, le corresponde Cómo incorporar la oración
a él, aunque ella puede dirigir el estudio con la cabeza
cubierta (1 Cor. 11:5, 10). Ahora bien, si es un ▪ Con las personas de inclinación religiosa, a menudo
publicador del Reino que no está bautizado quien la puede incorporarse la oración en el primer estudio.
acompaña, la hermana hará la oración. En este caso,
ella deberá cubrirse la cabeza tanto al orar como ▪ Con las demás, hay que buscar el momento oportuno
cuando dirija el estudio. para hacerlo.

3
Qué pedir en la oración. Las oraciones de un ▪ Podría usarse Salmo 25:4, 5 y 1 Juan 5:14 para
estudio de la Biblia no deben ser necesariamente largas, explicar por qué se debe orar.
pero sí específicas. Además de pedir la bendición divina
para el estudio y dar gracias por las verdades ▪ Puede leerse Juan 15:16 para aclarar por qué se
aprendidas, conviene elogiar a Jehová como Fuente de debe orar a Jehová mediante Jesucristo.
instrucción (Isa. 54:13). También podemos incluir
Qué pedir en la oración
comentarios que manifiesten interés sincero por el
estudiante y agradecimiento por la organización de la ▪ Elogie a Jehová como Fuente de instrucción.
que se vale Jehová (1 Tes. 1:2, 3; 2:7, 8). De igual modo,
sería beneficioso solicitar que Jehová bendiga los ▪ Incluya comentarios que manifiesten interés sincero
esfuerzos del estudiante por poner en práctica lo que por el estudiante.
está aprendiendo. Así, este verá la importancia de ser un
‘hacedor de la palabra’ (Sant. 1:22). ▪ Exprese gratitud por la organización que Jehová está
utilizando.
4
La oración produce muchos beneficios. Nos
concede la bendición divina (Luc. 11:13). Subraya la ▪ Pida que Jehová bendiga los esfuerzos del
seriedad de estudiar la Palabra de Dios. El estudiante estudiante por poner en práctica lo que
está aprendiendo.

108
“Obra de predicar” Referencias

(77)*** km 4/05 pág. 8 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (8.a parte) ***
Dirijamos los estudiantes a la organización llegado a confiar en los testigos que la visitaban, pero
después de ver el video, sintió que podía confiar también
1 Nuestro objetivo al dar clases de la Biblia no es solo en la organización. Se comenzó un estudio con ella, y a la
impartir doctrinas, sino también ayudar a los estudiantes siguiente semana asistió a las reuniones en el Salón del
para que lleguen a formar parte de la congregación cristiana Reino.
(Zac. 8:23). El folleto Los testigos de Jehová: ¿quiénes son
y qué creen? puede sernos útil a este respecto. Entregue un 5 Si todas las semanas dedicamos unos minutos para
ejemplar a los nuevos estudiantes y anímelos a leerlo. hablar de este asunto con nuestros estudiantes de la Biblia y
Aparte también unos minutos todas las semanas para si utilizamos las herramientas de que disponemos,
enseñarles algún aspecto de la organización de Jehová. podremos dirigirlos progresivamente hacia la única
organización que Jehová está utilizando en la actualidad.
2 Reuniones de congregación: La principal manera
como los estudiantes de la Biblia pueden llegar a apreciar la km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios bíblicos
organización de Dios es asistiendo con nosotros a las progresivos
reuniones de congregación (1 Cor. 14:24, 25). Por lo tanto,
Parte 8: Dirijamos a los estudiantes a la organización
podríamos comenzar a familiarizarlos con ellas describiendo
una por una las cinco reuniones semanales. Mencione el
Nuestro objetivo al dar clases de la Biblia no es solo
tema del próximo discurso público. Muéstreles la
impartir doctrinas, sino también ayudar a los estudiantes
información que se analizará en el Estudio de La Atalaya y
para que lleguen a formar parte de la congregación
en el Estudio de Libro de Congregación. Explique en qué
cristiana. Reserve unos minutos todas las semanas para
consisten la Escuela del Ministerio Teocrático y la Reunión
enseñarles algún aspecto de la organización de Jehová (km-
de Servicio. Tal vez pudiera practicar con ellos la próxima
S 4/05 pág. 8).
intervención que usted tenga en la escuela. Hábleles de
puntos importantes que se hayan mencionado en las
reuniones. Válgase de las fotografías de nuestras
publicaciones para ayudarles a visualizar cómo se llevan a Reuniones de congregación
cabo. Invítelos a asistir desde el mismo primer estudio.
▪ Describa cada reunión de congregación. Invítelos a asistir
3 Cuando se aproximen las fechas de la
desde el primer estudio.
Conmemoración, las asambleas y la visita del
superintendente de circuito, dedique unos minutos a explicar ▪ Hábleles de puntos importantes que se hayan mencionado
a los estudiantes en qué consisten tales ocasiones y en las reuniones.
despiérteles el entusiasmo. Trate paulatinamente cuestiones
como las siguientes: ¿por qué nos llamamos testigos de ▪ Despierte en ellos interés por la Conmemoración, las
Jehová?; ¿por qué denominamos a nuestros lugares de asambleas y la visita del superintendente de circuito.
reunión Salones del Reino?; ¿cuáles son los deberes de los
ancianos y los siervos ministeriales?; ¿de qué forma se ▪ Válgase de las fotografías de nuestras publicaciones para
organizan la predicación y el territorio?; ¿cómo se producen ayudarles a visualizar cómo se llevan a cabo.
nuestras publicaciones?; ¿cómo se financia la
organización?; ¿qué papel desempeñan la sucursal y el ▪ Anímelos a leer el folleto Los testigos de Jehová: ¿quiénes
Cuerpo Gobernante en la supervisión de la obra? son y qué creen?

4 Videos instructivos: Otra manera como los estudiantes Use videos que los estimulen a mostrar gratitud
pueden conocer la maravillosa organización de Jehová es
mediante nuestras videocintas. Estas pueden llevarlos Hasta
▪ Los testigos de Jehová... la organización tras el nombre
los cabos de la Tierra, familiarizarlos con
▪ Toda nuestra asociación de hermanos
Toda nuestra asociación de hermanos, y mostrarles cómo
estamos Unidos gracias a la enseñanza divina. Cierta mujer
▪ Unidos gracias a la enseñanza divina
que llevaba cinco años recibiendo nuestras revistas y otras
publicaciones lloró de emoción al ver la videocinta Los testigos ▪ Hasta los cabos de la Tierra
de Jehová... la organización tras el nombre. Había

109
(78)*** km 5/05 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (9.a parte) ***
Cómo preparar al estudiante para la predicación informal

1
Cuando Andrés y Felipe se dieron cuenta de que Jesús era el Mesías prometido, no pudieron quedarse callados;
enseguida dieron a conocer estas emocionantes noticias (Juan 1:40-45). Hoy día sucede lo mismo: cuando los
estudiantes de la Biblia comienzan a tener fe en lo que aprenden, se sienten impulsados a hablar de ello (2 Cor.
4:13). ¿Cómo podemos animarlos a predicar de manera informal y prepararlos para que lo hagan eficazmente?

2
Pregúntele al estudiante si ha hablado con alguien de lo que ha aprendido en la Biblia. Quizás haya amigos o
familiares a quienes pudiera invitar a asistir a la sesión de estudio. Pregúntele si alguno de sus compañeros de
trabajo o de estudios u otros conocidos se han interesado en las buenas nuevas. Muéstrele que estas pueden ser
oportunidades para empezar a dar testimonio. Ayúdele a comprender que debe ser discernidor, respetuoso y amable
al hablar acerca de Jehová Dios y sus propósitos (Col. 4:6; 2 Tim. 2:24, 25).

3
Dar a conocer sus creencias. Es muy importante enseñar a los estudiantes a emplear la Palabra de Dios
cuando den a conocer sus creencias. En puntos clave del estudio, pregúntele: “¿Cómo explicaría con la Biblia esta
verdad a su familia?” o “¿Con qué texto bíblico probaría esto a un amigo?”. Fíjese en cómo responde y enséñele a
basar sus explicaciones en las Escrituras (2 Tim. 2:15). Así lo preparará para que dé testimonio de manera informal
y para que, cuando llene los requisitos, participe en la predicación organizada con la congregación.

4
Es conveniente preparar a los estudiantes de la Biblia para afrontar oposición (Mat. 10:36; Luc. 8:13; 2 Tim.
3:12). Ellos pueden aprovechar para dar testimonio cuando otros les planteen preguntas o hagan comentarios sobre
los testigos de Jehová. El folleto Los testigos de Jehová: ¿quiénes son y qué creen? los ayudará a estar “listos para
presentar una defensa” (1 Ped. 3:15). Dicha publicación suministra información exacta para que los nuevos puedan
explicar nuestras actividades y creencias basadas en la Biblia a sus amigos y familiares bienintencionados.

km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios bíblicos progresivos

Parte 9: Cómo preparar al estudiante para la predicación informal

Cuando los estudiantes de la Biblia comienzan a tener fe en lo que aprenden, se sienten impulsados a hablar
de ello (km-S 5/05 pág. 1).

Anímelo a predicar

▪ ¿Tiene el estudiante amigos y familiares a los que pudiera invitar a asistir al estudio?

▪ ¿Han mostrado interés por las buenas nuevas algún compañero de trabajo o de estudios, u otros conocidos?

Prepárelo para dar a conocer sus creencias

▪ En puntos clave del estudio, pregúntele: “¿Cómo explicaría esta verdad a su familia usando la Biblia?”.

▪ Enséñele a ser respetuoso y amable al hablar acerca de Jehová Dios y sus propósitos.

▪ El estudiante puede valerse del folleto Los testigos de Jehová: ¿quiénes son y qué creen? para explicar a sus
amigos y familiares nuestras actividades y creencias basadas en la Biblia
“Obra de predicar” Referencias

(79)*** km 6/05 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (10.a parte) ***
Cómo preparar al estudiante para la predicación de en el ministerio todas las semanas si es posible (Fili.
casa en casa 3:16). Haga planes concretos para salir con él al
servicio del campo, y anímelo a predicar también con
1 otros publicadores celosos. El ejemplo y la compañía
Cuando los ancianos determinan que un
estudiante de la Biblia reúne los requisitos para ser de estos hermanos contribuirán a que adquiera más
publicador no bautizado, este puede participar con destreza y a que disfrute de la predicación de casa
la congregación en la predicación pública (véase en casa
Organizados para hacer la voluntad de Jehová,
págs. 79-81). ¿Cómo podemos ayudarlo a afrontar km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios
el reto de predicar de casa en casa? bíblicos progresivos

2
Prepárense juntos. No hay nada que sustituya la Parte 10: Cómo preparar al estudiante para la
buena preparación. Muestre al estudiante dónde predicación de casa en casa
puede hallar presentaciones en Nuestro Ministerio del
Reino y en el libro Razonamiento, y ayúdelo a Cuando los ancianos determinan que un estudiante
seleccionar una que sea sencilla y práctica para el de la Biblia reúne los requisitos para ser publicador
territorio. Anímelo desde el principio a emplear la no bautizado, este puede participar con la
Biblia en el ministerio (2 Tim. 4:2). congregación en la predicación pública (km-S 6/05
pág. 1).
3
Las sesiones de práctica son muy provechosas
Prepárense juntos
para el nuevo publicador. A medida que el estudiante
ensaye la presentación, enséñele cómo responder con ▪ Muestre al nuevo publicador dónde puede hallar
tacto a las objeciones que sean frecuentes en el presentaciones modelo.
territorio (Col. 4:6). Tranquilícelo diciéndole que los
ministros cristianos no tienen por qué saber la ▪ Ayúdelo a seleccionar una que sea sencilla y práctica
respuesta a todas las preguntas que alguien pueda para el territorio.
plantear. A menudo, lo más conveniente es ofrecerse
a investigar el tema y a regresar para seguir hablando ▪ Anímelo a emplear la Biblia en el ministerio.
de él (Pro. 15:28).
▪ Practiquen juntos. Enséñele cómo responder con
4 tacto a las objeciones más frecuentes.
Prediquen juntos. La primera vez que el
estudiante participe en el ministerio de casa en casa,
comience predicando usted para que él observe Prediquen juntos
cómo utilizar la presentación que han preparado
▪ Deje que el estudiante vea primero cómo utiliza usted
juntos, y luego deje que lo haga él. En algunos casos
la presentación que prepararon juntos.
pudiera ser mejor que el estudiante empezara
interviniendo brevemente en la presentación, tal vez ▪ Tenga en cuenta su personalidad y sus aptitudes. En
leyendo y comentando un texto bíblico. Tome en algunos casos pudiera ser recomendable que el
consideración su personalidad y aptitudes (Fili. 4:5).
estudiante solamente interviniera de manera breve
Encómielo con frecuencia mientras lo prepara en las
en la presentación.
distintas facetas de la predicación.

5 ▪ Ayúdelo a fijarse un horario regular de predicación.


Es importante ayudar al nuevo publicador a fijarse un
horario regular de predicación, a fin de que participe

111
“Obra de predicar” Referencias

(80)*** km 7/05 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (11.a parte) ***
Cómo enseñar al estudiante a hacer revisitas

1
Cuando el estudiante de la Biblia empiece a predicar, sin duda encontrará personas interesadas en las buenas
nuevas. ¿Cómo podemos ayudar al nuevo publicador a hacer revisitas eficaces y a cultivar el interés demostrado?

2
La preparación para la revisita comienza en la visita inicial. Anime al estudiante a mostrar interés sincero por
aquellos con quienes hable (Fili. 2:4). Enséñele poco a poco a dejar que las personas se expresen, a escuchar lo
que dicen y a percibir lo que les preocupa. Cuando alguien parezca interesado, haga que el nuevo publicador tome
nota de los datos pertinentes y empléelos luego para ayudarle a preparar conversaciones futuras.

3
Preparación de la revisita. Tras repasar las notas sobre la primera visita, enseñe al estudiante a escoger un
aspecto del mensaje del Reino que pueda atraer a la persona (1 Cor. 9:19-23). Preparen juntos una breve
presentación que incluya la lectura de un texto bíblico y de un párrafo de la publicación con la que quieran empezar
el estudio. Busquen también una pregunta que se pueda plantear al final de la conversación y que siente las bases
para la siguiente visita. Muestre al nuevo publicador cómo aportar en cada visita algo que aumente el conocimiento
que la persona ya tiene de la Palabra de Dios.

4
Asimismo conviene enseñar al estudiante una introducción sencilla. Por ejemplo, después de saludar a la persona,
podría decirle: “Disfruté mucho de nuestra conversación anterior y he vuelto para mostrarle más información bíblica acerca
de [mencione el tema escogido]”. Explíquele también qué hacer si sale alguien diferente a la puerta.

5
Enséñele a ser diligente. Anime al estudiante a ser ejemplar volviendo a visitar cuanto antes a todos los que
se hayan mostrado interesados. Tal vez tenga que ser muy persistente para encontrarlos de nuevo en sus hogares.
Enséñele cómo acordar con la persona interesada un día y una hora para volver, y ayúdele a comprender la
importancia de cumplir con la cita (Mat. 5:37). Prepare al nuevo publicador para que sea amable, considerado y
respetuoso mientras busca a los de condición de oveja y cultiva su interés (Tito 3:2).

km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios bíblicos progresivos

Parte 11: Cómo enseñar al estudiante a hacer revisitas

La preparación para la revisita comienza en la visita inicial. Anime al estudiante a mostrar interés sincero por
aquellos con quienes hable. Enséñele poco a poco a dejar que las personas se expresen, a escuchar lo que dicen y
a percibir lo que les preocupa (km-S 7/05 pág. 1).

Preparación de la revisita

▪ Tras repasar la primera visita, enseñe al estudiante a escoger un tema que atraiga a la persona.

▪ Preparen juntos una breve presentación que incluya la lectura de un texto bíblico y de un párrafo de una publicación.

▪ Busquen una pregunta para plantearla al final de la conversación.

Enséñele a ser diligente

▪ Anime al estudiante a volver a visitar cuanto antes a los interesados.

▪ Explíquele que hay que ser persistente para encontrarlos de nuevo.

▪ Enséñele cómo acordar una cita para volver y la importancia de cumplir su compromiso.
112
“Obra de predicar” Referencias

(81)*** km 8/05 pág. 1 Dirijamos estudios bíblicos progresivos (12.a parte) ***
Cómo ayudar al estudiante a comenzar y Observándonos, el estudiante aprenderá mucho sobre
dirigir estudios de la Biblia cómo dirigir estudios progresivos (Pro. 27:17; 2 Tim.
2:2). Encómielo y dígale cómo puede mejorar.
1
Es posible que cuando nuestros estudiantes
6
empiecen a predicar les asuste la idea de comenzar y Enseñar a los publicadores nuevos a ser
dirigir sus propios estudios de la Biblia. ¿Cómo maestros de la Palabra de Dios los preparará para la
podemos ayudarlos a ganar confianza en este “buena obra” de iniciar y dirigir sus propios estudios (2
aspecto fundamental de nuestro ministerio? (Mat. Tim. 3:17). En verdad produce mucha satisfacción
24:14; 28:19, 20.) proclamar junto a ellos la siguiente invitación amorosa:
“Cualquiera que desee, tome gratis el agua de la vida”
2 (Rev. 22:17).
El estudiante que cumple los requisitos para ser
publicador no bautizado probablemente ya lleva algún
tiempo matriculado en la Escuela del Ministerio km 9/05 págs. 3-6 Dirijamos estudios
Teocrático. La instrucción que en ella recibe para bíblicos progresivos
preparar y presentar asignaciones estudiantiles le
permitirá desarrollar las habilidades docentes Parte 12: Cómo ayudar al estudiante a comenzar
necesarias para ser un “trabajador que no tiene de y dirigir estudios de la Biblia
qué avergonzarse, que maneja la palabra de la verdad
Es vital que imitemos a Jesús y seamos
correctamente” (2 Tim. 2:15).
ejemplares en la predicación. El estudiante deberá
3 comprender, al observarnos en el ministerio, que el
Enséñele con el ejemplo. Jesús preparó a sus
discípulos dándoles instrucciones claras y poniéndoles objetivo de hacer revisitas es comenzar estudios de la
un buen ejemplo. “Todo el que esté perfectamente Biblia (km-S 8/05 pág. 1).
instruido será como su maestro”, dijo (Luc. 6:40).
Al ofrecer un estudio
En nuestro caso también es vital que imitemos a
Jesús y seamos ejemplares en la predicación. El ▪ Explíquele al estudiante que no suele ser necesario
estudiante deberá comprender, al observarnos en el entrar en muchos detalles sobre las clases bíblicas.
ministerio, que el objetivo de hacer revisitas es
comenzar estudios de la Biblia. ▪ A menudo basta con demostrar en qué consisten
utilizando uno o dos párrafos de la publicación de
4
Explíquele que, al ofrecer un estudio, por lo estudio.
general no es necesario entrar en muchos detalles
sobre las clases bíblicas. Con frecuencia basta con ▪ Repase y practique con el estudiante alguna
demostrar cómo se realizan utilizando uno o dos sugerencia para empezar estudios bíblicos (véase
párrafos de la publicación con la que se quiere km-S 8/05 pág. 8 y km-S 1/02 pág. 6).
estudiar. Encontrará buenas sugerencias al respecto
en la página 8 de este número y en la página 6 de Prepárelo para ser maestro
Nuestro Ministerio del Reino de enero de 2002.
▪ Anime al estudiante a matricularse en la Escuela del
5
Cuando sea apropiado, anime al estudiante a Ministerio Teocrático.
que lo acompañe a usted o a otro publicador
experimentado a un estudio bíblico y a que participe ▪ Encárguese de que el nuevo publicador lo acompañe
comentando un párrafo o un texto clave. a otros estudios bíblicos en los que pueda tener
una pequeña participación en la enseñanza.

113
“Obra de predicar” Referencias

(82)*** km 12/06 pág. 1 párrs. 1-5 Vuelva a visitar a todo el que dé algún indicio de interés
***
1
Muchos de nosotros estamos hoy en la verdad porque alguien se percató de nuestro interés por el mensaje del
Reino y volvió pacientemente —quizás muchas veces— para cultivar ese interés. Así mismo, nosotros deberíamos
estar dispuestos a ser concienzudos y volver a visitar a todo el que manifieste algún interés. La verdad es que
nuestra comisión de ‘hacer discípulos’ incluye hacer revisitas (Mat. 28:19, 20).
2
Perciba el interés. Incluso si la persona no acepta ninguna publicación, lo que dice, el tono en que lo dice y su
expresión facial pueden dar muestras de que valora el mensaje del Reino. Basándonos en ello, es posible hacer una
revisita. Un hermano volvió a visitar a un señor durante cinco semanas seguidas sin dejarle ninguna publicación. En
la sexta visita, el señor aceptó una publicación, y con el tiempo se comenzó un estudio de la Biblia.
3
Si percibe interés, vuelva cuanto antes, a los pocos días si es posible. No permita que “el inicuo” arrebate lo
que usted sembró en el corazón de la persona (Mat. 13:19). Asegúrese de cumplir con su palabra si prometió volver
en cierto momento específico (Mat. 5:37).
4
Al predicar en las calles. ¿Procura usted atender el interés que encuentra al predicar en las calles o
informalmente? Al final de la conversación podría decir: “Me gustó lo que hablamos. ¿Dónde puedo localizarlo para
volver a conversar?”. Algunos publicadores quizás decidan, cuando lo ven oportuno, darle a la persona interesada su
número telefónico o sugerirle intercambiarse los números telefónicos. Si la gente lo ve predicando en el mismo sitio
con regularidad, puede que esté más dispuesta a darle su teléfono o su dirección. Pero aun si alguien no quiere darle
esa información, usted todavía puede cultivar su interés la próxima vez que lo vea en la calle.
5
Produce alegría y satisfacción ver florecer una planta que uno mismo ha regado y cuidado, ¿no es cierto? Pues
podemos recibir mucha alegría y satisfacción también si hacemos revisitas y ayudamos a las personas a crecer en
sentido espiritual (1 Cor. 3:6). Por eso, póngase como meta volver a visitar a todo el que dé algún indicio de interés.
(83)*** km 4/03 pág. 8 párrs. 1-6 Las revisitas conducen a estudios bíblicos ***
1
Jesús comisionó a sus seguidores, no solo a predicar, sino también a “ha[cer] discípulos [...], enseñándoles” (Mat.
28:19, 20). El predicador proclama, pero el maestro hace más: instruye, explica y presenta pruebas. Una manera de
enseñar al prójimo es revisitando a los interesados con el propósito de empezar estudios bíblicos.
2
¿A quiénes debemos visitar de nuevo? Asegúrese de volver a visitar a todos los que aceptan publicaciones o
que muestran el más mínimo interés en las buenas nuevas. Si usted da testimonio a alguien en un lugar público y
este se interesa en el mensaje, procure obtener su dirección o número telefónico para seguir cultivando dicho interés.
Sea optimista en cuanto a iniciar estudios bíblicos. Si sigue buscando a quienes acepten estudiar la Biblia, es muy
probable que los encuentre (Mat. 10:11).
3
Muestre interés personal. La preparación para hacer una revisita eficaz comienza en la primera visita. Los
evangelizadores de éxito prestan atención a las inquietudes del amo de casa y usan eso como base para futuras
conversaciones. Algunos encuentran ventajoso plantear una pregunta antes de retirarse para estimular el interés de
la persona por la próxima visita. Nuestro interés sincero en la gente hace que sigamos pensando en ella incluso
cuando nos hemos marchado de su casa y nos impulsa a no tardar en hacer la revisita. Si es posible, intente regresar
mientras el interés de la persona aún está vivo, quizás en el plazo de uno o dos días.
4
Al hacer una revisita, trate de seguir con el tema de su conversación anterior. Procure comunicar por lo menos
un punto bíblico edificante en cada visita, y esté dispuesto a escuchar. Intente conocer mejor al amo de casa. Luego,
en las siguientes visitas, comuníquele las verdades de la Palabra de Dios que más se relacionen con sus inquietudes.
5
Esté alerta para empezar estudios bíblicos. Haga revisitas con el objetivo de iniciar un estudio bíblico. ¿Cómo
lograrlo? Diga a la persona que desea mencionarle un punto interesante y diríjase a un párrafo del libro Conocimiento
o del folleto Exige que crea que captará su atención. Lea el párrafo, examine la pregunta y analice uno o dos de los
textos citados. Esto puede hacerse en cinco o diez minutos mientras están en la puerta. Concluya planteando la
siguiente pregunta y haciendo planes para seguir hablando en otra ocasión.
6
Cultivar todo el interés que hallamos es un aspecto muy importante de nuestro ministerio. Por eso, dedique
parte del tiempo de su horario semanal a la obra de hacer revisitas. Contribuirá a la eficacia de su ministerio y le
traerá verdadero gozo.

114
“Obra de predicar” Referencias

(84)*** km 2/92 pág. 1 párrs. 1-7 Asegurémonos de regresar ***


1
Como ministros de las buenas nuevas hemos recibido la comisión de hacer discípulos. (Mat. 28:19, 20.) El
visitar de nuevo a las personas es una parte vital de nuestra obra de hacer discípulos. Reconocemos que hay vidas
envueltas, y por eso queremos esforzarnos por cultivar el interés inicial que estas muestren.
2
Debemos considerar a cada persona que haya aceptado una de nuestras publicaciones como merecedora
de que la visitemos de nuevo. Sin embargo, no deberíamos hacer la revisita solo cuando la persona toma
literatura. Muchas están dispuestas a considerar el mensaje bíblico, pero rehúsan aceptar literatura. Así que, si se
percibe interés, debemos hacer cuanto podamos por regresar y tratar de cultivarlo.
3
Visite de nuevo a los que aceptaron literatura: Puesto que la colocación de literatura sobrepasa por mucho la
cantidad de revisitas que se hacen, es obvio que hay campo para mejorar. Un precursor colocó un libro, pero notó
que la persona mostraba poco interés. Cierta tarde, después de hacer todas sus otras revisitas, el hermano decidió
visitar a esta persona. Comenzó un estudio bíblico.
4
Cierto señor aceptó dos revistas de un hermano, pero este se olvidó del señor, pues le pareció que no estaba
realmente interesado. Unos días más tarde el señor escribió a la congregación solicitando el bautismo. Cuando se
le preguntó a una misionera cuál pensaba ella que había sido el factor principal que le permitió ayudar a 74
personas a comenzar a participar en el servicio, ella dijo: “Trabajábamos mucho ofreciendo las revistas, y seguí
visitando a los que las aceptaban hasta que comenzaba estudios bíblicos con ellos”.
5
A veces puede que en la visita inicial solo podamos dejar un tratado al amo de casa. A menudo los tratados se
pueden usar eficazmente en las revisitas para mostrar cómo estudiar la Biblia. Mientras trabajaba con una
publicadora cierto superintendente de circuito le dejó un tratado a una señora. Fue una visita muy breve, pero él
animó a la hermana a regresar. La hermana lo hizo y comenzó inmediatamente un estudio bíblico con la señora.
6
Cuando se muestra interés: El que el amo de casa no acepte literatura en la primera visita no significa que no
está interesado. Al visitar de nuevo a una pareja joven, cierto publicador se enteró de que estos ya tenían algunas
de nuestras publicaciones y de que habían estudiado anteriormente. Con gusto aceptaron de nuevo el estudio. Una
precursora especial percibió cierto interés por parte de una señora que siempre rehusaba aceptar las revistas. La
señora se mostró dispuesta a considerar algunos párrafos de uno de los folletos cuando la precursora guardó las
revistas. Después de varias visitas, la señora estudiaba dos veces por semana.
7
Todos los que se dedican a Jehová deben darse cuenta de la responsabilidad que tienen de participar en la
obra de hacer discípulos. A medida que visitemos con regularidad a todos los que muestren interés, segaremos fruto
que resultará en abundantes bendiciones para nosotros mismos y para ‘los que nos escuchan’. (1 Tim. 4:16.)

115
“Obra de predicar” Referencias

(85)*** km 3/97 págs. 3-6 Cobre denuedo para hacer revisitas ***
1
¿Le gusta hacer revisitas? A muchos publicadores les encanta. Puede que usted haya sentido temor al principio,
especialmente al volver a visitar a los amos de casa que solo mostraron un poco de interés. Pero a medida que
‘cobra denuedo por medio de nuestro Dios para declarar las buenas nuevas’ haciendo revisitas, quizás le sorprenda
descubrir lo fácil y remuneradora que puede ser esta obra. (1 Tes. 2:2.) ¿En qué sentido?
2
En realidad, hay una gran diferencia entre una revisita y la visita inicial. La revisita se hace a alguien a quien ya
conocemos, no a un extraño, y por lo general es más fácil conversar con un conocido que con un extraño. Una de
las muchas recompensas de participar en esta obra es que puede resultar en que empecemos estudios bíblicos
productivos.
3
Cuando predicamos de casa en casa, visitamos vez tras vez a las personas que no han mostrado interés. ¿Por
qué seguimos visitándolas? Porque sabemos que las circunstancias cambian, y que tal vez aquella persona con
quien hablamos antes y que pareció indiferente o incluso opuesta, se interese la próxima vez que la visitemos.
Teniendo esto presente, nos preparamos bien y pedimos la bendición de Jehová para decir algo en esta ocasión que
provoque la reacción favorable de la persona.
4
Si estamos dispuestos a predicar de casa en casa a personas que no han mostrado ningún interés,
¿no deberíamos estar más dispuestos a visitar a las que sí han mostrado algún interés en el mensaje del
Reino? (Hech. 10:34, 35.)
5
Muchos estamos en la verdad gracias a que un publicador pacientemente nos visitó varias veces. Si ese fue su
caso, pregúntese: ‘¿Cuál fue la primera impresión que le causé al publicador? ¿Abracé el mensaje del Reino en
cuanto lo oí por primera vez? ¿Di la impresión de ser indiferente?’. Debemos alegrarnos de que aquel publicador
que volvió nos haya considerado dignos de una revisita y haya ‘cobrado denuedo por medio de Dios’ para visitarnos
y enseñarnos la verdad. ¿Qué debemos hacer cuando las personas muestran algún interés al principio, pero
después parece que tratan de evitarnos? Es esencial que tengamos una actitud positiva, como lo ilustra la siguiente
experiencia.
6
Mientras daban testimonio en la calle temprano por la mañana, dos publicadoras hablaron con una joven que
llevaba a un niño en un cochecito. Ella aceptó una revista y las invitó a su hogar el domingo siguiente. Las hermanas
llegaron a la hora acordada, pero la joven les dijo que no tenía tiempo para hablar. Sin embargo, prometió atenderlas
la siguiente semana. Las hermanas dudaban de que cumpliera con la cita, pero la joven estaba esperándolas
cuando volvieron. Se empezó un estudio, y su progreso fue asombroso. En poco tiempo empezó a asistir
regularmente a las reuniones y a participar en el servicio del campo. Ahora está bautizada.
7
Coloque el fundamento en la visita inicial: El fundamento para una buena revisita suele colocarse en la
visita inicial. Escuche cuidadosamente los comentarios del amo de casa. ¿Qué le comunican? ¿Le atrae la religión?
¿Le preocupan los temas sociales? ¿Le interesa la ciencia?, ¿la historia?, ¿el medio ambiente? Al concluir la visita,
plantee una pregunta que invite a la reflexión y prometa volver para examinar la respuesta bíblica.
8
Por ejemplo, si al amo de casa le llamó la atención la promesa bíblica de una Tierra paradisíaca, sería
apropiado volver y conversar sobre ese tema más a fondo. Antes de despedirse, pudiera preguntar: “¿Cómo
podemos estar seguros de que Dios cumplirá esta promesa?”. Entonces agregue: “Tal vez pueda volver cuando toda
la familia esté en casa para mostrarles la respuesta bíblica a esa pregunta”.
9
Si el amo de casa no muestra interés en ningún tema en particular, puede utilizar una de las preguntas que
aparecen en las presentaciones de la última página de Nuestro Ministerio del Reino como base para la siguiente
conversación.
10
Mantenga un registro exacto: Su registro de casa en casa debe ser exacto y completo. Escriba el nombre y la
dirección de la persona tan pronto salga de la casa. No invente el número de la casa ni el nombre de la calle; más
bien, cerciórese de que la información sea exacta. Describa al amo de casa. Anote el tema que trató, los textos
leídos, la publicación que dejó y la pregunta que contestará la próxima vez. Incluya el día y la hora en que hizo la
primera visita y cuándo prometió volver. Ahora que el registro está completo, no lo pierda. Póngalo en un lugar seguro
para que pueda referirse a él más tarde. Siga pensando en la persona y en cómo hará la revisita.
11
Tenga presente sus objetivos: Primero, procure tranquilizar al amo de casa siendo cariñoso y amigable. Muestre
que se interesa en él como persona, sin tomarse demasiadas confianzas. Segundo, recuérdele la pregunta

116
“Obra de predicar” Referencias

que usted planteó en la última visita. Escuche cuidadosamente su opinión y dígale sinceramente que agradece sus
comentarios. Entonces, muestre por qué el punto de vista bíblico es práctico. Si es posible, dirija su atención a algún
punto relacionado en el libro El conocimiento que lleva a vida eterna. Tenga muy presente que su objetivo principal
al hacer revisitas es empezar un estudio bíblico.
12
La franqueza con que expone los asuntos el libro Conocimiento nos ha ayudado a muchos de nosotros a
‘cobrar denuedo’ al dirigir estudios bíblicos y a animar a los estudiantes a asistir a las reuniones y a relacionarse con
la organización de Jehová. Anteriormente, tendíamos a esperar hasta que las personas estudiaran por bastante
tiempo antes de invitarlas a reunirse con nosotros. Ahora, muchos estudiantes asisten a las reuniones tan pronto
como empiezan a estudiar, y por eso progresan mucho más rápido.
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Un matrimonio dio testimonio informal a un compañero de trabajo. Cuando mostró interés en la verdad, le
ofrecieron un estudio bíblico con el libro Conocimiento. Al mismo tiempo, le dijeron que debía asistir a las
reuniones, pues allí se contestarían muchas de sus preguntas. No solo aceptó con gusto el estudio, sino que
estudiaba dos veces a la semana y comenzó a asistir regularmente a las reuniones en el Salón del Reino.
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Utilice el folleto ¿Qué exige Dios de nosotros?: En las asambleas de distrito “Mensajeros de la paz de Dios”
recibimos el folleto ¿Qué exige Dios de nosotros? Este puede utilizarse para empezar estudios bíblicos con
personas temerosas de Dios, prescindiendo de su nivel educativo. Contiene un curso completo de las enseñanzas
fundamentales de la Biblia. Será un instrumento muy eficaz para impartir el conocimiento divino. Explica la verdad
de manera tan clara y sencilla que prácticamente todos podremos utilizarlo para enseñar a otros los requisitos de
Dios. Es probable que muchos publicadores tengan el privilegio de dirigir un estudio bíblico con este folleto.
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Algunas personas que dicen que no tienen tiempo para estudiar el libro Conocimiento tal vez estén dispuestas a
estudiar en breves sesiones el folleto Exige. Les encantará lo que aprendan. En tan solo dos o tres páginas
encontrarán las respuestas a preguntas que el hombre se ha hecho durante siglos: ¿Quién es Dios? ¿Quién es el
Diablo? ¿Cuál es el propósito de Dios para la Tierra? ¿Qué es el Reino de Dios? ¿Cómo puede usted encontrar la
religión verdadera? Aunque el folleto presenta la verdad de forma sencilla, su mensaje es muy impactante. Abarca
puntos clave que los ancianos repasarán con los que piensan bautizarse y puede ser un eslabón para un estudio
más profundo con el libro Conocimiento.
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Para ofrecer un estudio bíblico durante la revisita, puede decir sencillamente: “¿Sabía que en unos cuantos
minutos usted podría aprender la respuesta a una importante pregunta bíblica?”. Haga una de las preguntas que aparecen
al principio de una de las lecciones del folleto. Por ejemplo, si visita a una persona mayor, pudiera decir:
“Sabemos que Jesús curó a enfermos en el pasado. Pero ¿qué hará Jesús en el futuro por los enfermos?, ¿los ancianos?,
¿los muertos?”. Las respuestas se encuentran en la lección 5. A la persona que le interesa la religión quizás le llame la
atención la pregunta: “¿Escucha Dios todas las oraciones?”. Esta se contesta en la lección 7. Los miembros de la familia
querrán saber: “¿Qué exige Dios de los padres y los hijos?”. Se darán cuenta cuando estudien la lección 8. Otras
preguntas son: “¿Pueden los muertos perjudicar a los vivos?”, “¿Por qué hay tantas religiones que dicen ser cristianas?” y
“¿Qué tiene que hacer para ser amigo de Dios?”, las cuales se contestan en las lecciones
11, 13 y 16, respectivamente.
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Ayude a los que hablan otro idioma: ¿Qué podemos hacer si el amo de casa habla otro idioma? De ser
posible, debe enseñársele la verdad en el idioma que conoce mejor. (1 Cor. 14:9.) El superintendente de ciudad (o en
territorios rurales, el superintendente de circuito) tal vez pueda suministrar información respecto a las congregaciones
y grupos de habla extranjera de la zona. Así, el secretario sabrá a qué congregación o grupo de habla extranjera
debe enviar los formularios “Visítese a esta persona de otro idioma” (S-70a-S) que le entreguen los miembros de la
congregación. Si no hay congregaciones o grupos cercanos ni publicadores locales que hablen el idioma del amo de
casa, el publicador puede intentar estudiar con él utilizando el folleto Exige en ambos idiomas.
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Un hombre que habla vietnamita y su esposa, que habla tai, empezaron a estudiar con un publicador de habla
inglesa. Utilizaron publicaciones y Biblias en inglés, vietnamita y tai. Aunque la barrera lingüística fue un problema
al principio, el publicador escribe: “El progreso espiritual de la pareja fue inmediato. Han visto la necesidad de asistir
a las reuniones con sus dos hijos y leen la Biblia en familia todas las noches. La hija de seis años dirige un estudio
bíblico”.
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Si su estudiante habla otro idioma, háblele despacio, articule claramente y use palabras y frases sencillas.
No obstante, tenga presente que debe tratarse con dignidad a las personas que hablan idiomas extranjeros. No se
les debe tratar como si fueran niños.
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“Obra de predicar” Referencias

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Válgase de las hermosas ilustraciones del folleto Exige. Si “una imagen vale más que mil palabras”, entonces
las muchas ilustraciones del folleto serán muy informativas para el amo de casa. Pídale que lea los textos en su
propia Biblia. Sería muy provechoso que el estudio pudiera conducirse cuando un miembro de la familia que sepa
español esté presente para que sirva de intérprete. (Véase Nuestro Ministerio del Reino de octubre de 1990, páginas
7, 8; mayo de 1984, página 8.)
21
No tarde en hacer las revisitas: ¿Cuánto tiempo debe esperar antes de hacer una revisita? Algunos
publicadores vuelven uno o dos días después de la visita inicial. Otros vuelven el mismo día. ¿Es eso demasiado
pronto? A la mayoría de los amos de casa no parece molestarles. Es el publicador el que a menudo necesita
cultivar una actitud más positiva, además de un poco de denuedo. Considere las siguientes experiencias.
22
Un publicador de 13 años predicaba de casa en casa y vio a dos mujeres que caminaban juntas. Recordando
que se nos ha animado a predicar a las personas dondequiera que las encontremos, se acercó a ellas en la calle.
Las mujeres mostraron interés en el mensaje del Reino y cada una aceptó el libro Conocimiento. El hermano joven
les pidió la dirección, las visitó dos días después y ambas empezaron a estudiar la Biblia con él.
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Una hermana hace las revisitas una semana después de haber hablado con la persona. Pero un día o dos
después de la visita inicial, le lleva una revista que trate sobre el tema del que hayan conversado antes. Ella dice al
amo de casa: “Vi este artículo y pensé que le gustaría leerlo. No puedo quedarme para hablar ahora, pero volveré
el miércoles por la tarde como acordamos. ¿Sigue siendo conveniente para usted esa hora?”.
24
Cuando alguien muestra interés en la verdad, podemos estar seguros de que afrontará oposición de una forma
u otra. Si volvemos poco después de la primera visita, la fortaleceremos para que resista con éxito la presión de
parientes, amigos íntimos u otras personas.
25
Cultive el interés de las personas en los lugares públicos: A muchos nos gusta predicar en las calles, los
estacionamientos, el transporte público, los centros comerciales, los parques, etc. Pero, además de distribuir
publicaciones, es preciso cultivar el interés de las personas. Con ese propósito, debemos esforzarnos por obtener el
nombre, la dirección y, si es posible, el número telefónico de todas las personas interesadas que encontremos.
Conseguir estos datos no es tan difícil como uno se imagina. Cuando haya terminado la conversación, saque la
libreta y pregunte: “¿Pudiéramos seguir hablando de este tema en otra ocasión?”. O diga: “Quisiera que leyera un
artículo que de seguro le va a gustar. ¿Puedo llevárselo a su hogar u oficina?”. Un hermano sencillamente pregunta:
“¿A qué número puedo llamarlo?”. Dice que en un período de tres meses todas las personas, excepto tres, le dieron
con gusto su número telefónico.
26
Utilice el teléfono para encontrar a las personas y cultivar su interés: Una precursora llama por teléfono a
las personas que viven en edificios de alta seguridad y hace revisitas de la misma manera. En la llamada inicial dice:
“Sé que no me conoce. Estoy esforzándome especialmente por comunicarme con las personas de su vecindario para
expresarles una idea bíblica. Si tiene un momento, quisiera leerle la promesa que se encuentra en...”. Después de
leer el texto, dice: “Sería maravilloso ver el cumplimiento de esas palabras, ¿no es cierto? Ha sido un placer leerle
esta información. Si a usted también le ha agradado, me gustaría llamarle de nuevo y hablar de otro texto bíblico”.
27
Cuando hace la revisita por teléfono, recuerda al amo de casa la conversación anterior y le dice que quiere
leerle de la Biblia cómo serán las condiciones cuando se elimine la maldad. Entonces habla brevemente con el amo
de casa. Como resultado de sus muchas conversaciones telefónicas, 35 personas la han invitado a casa y ha
empezado siete estudios bíblicos. ¿Encuentra que a veces es difícil hacer revisitas durante los meses invernales
debido a que las carreteras están intransitables y cubiertas de hielo o por las enfermedades? En tal caso, ¿por qué no
llama a las personas por teléfono?
28
Cultivemos el interés de la gente en el territorio de negocios: Predicar en las tiendas implica mucho más
que solo ofrecer revistas. Muchos comerciantes tienen interés sincero en la verdad, y hay que cultivarlo. En algunos
casos tal vez se pueda entablar una conversación bíblica o incluso conducir un estudio en la tienda misma. En otros
casos, quizás usted y la persona puedan reunirse a la hora del almuerzo o a otra hora conveniente.
29
Un superintendente viajante visitó al dueño de una pequeña tienda de comestibles y le ofreció demostrarle
cómo conducimos estudios bíblicos. Cuando el señor preguntó cuánto duraría la demostración, el superintendente
viajante le respondió que solo tomaría quince minutos. El tendero colgó un rótulo en la puerta que decía: “Regresaré
en veinte minutos”, sacó dos sillas y analizaron los primeros cinco párrafos del libro Conocimiento. Este hombre
sincero quedó tan impresionado por lo que aprendió, que asistió a la Reunión Pública y al Estudio de La Atalaya ese
domingo y concordó en estudiar de nuevo la siguiente semana.
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“Obra de predicar” Referencias

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Para ofrecer un estudio en un negocio, pudiera decir: “En tan solo quince minutos puedo demostrarle
nuestro programa de estudios bíblicos. Si es conveniente, me gustaría mostrarle cómo lo hacemos”. Entonces, no se
pase de tiempo. Si no se puede mantener una conversación larga en la tienda, tal vez sea más apropiado visitar al
tendero en su hogar.
31
Regrese aunque no haya dejado ninguna publicación: Debemos volver a visitar a las personas que
muestren cualquier pizca de interés, independientemente de si aceptaron una publicación o no. Por supuesto, si se ve
claramente que el amo de casa no está interesado en el mensaje del Reino, es mejor concentrarse en ayudar a otras
personas.
32
Mientras predicaba de casa en casa, una hermana habló con una señora muy amigable que rechazó
rotundamente las revistas. La publicadora escribe: “Pensé en ella por varios días y decidí hablarle de nuevo”.
Finalmente, la hermana oró, cobró denuedo y tocó a la puerta de la señora. Se alegró mucho cuando el ama de casa
la invitó a pasar. Se empezó un estudio bíblico y se condujo de nuevo al día siguiente. Con el tiempo, la señora entró
en la verdad.
33
Haga planes para lograr lo máximo: Se recomienda que todas las semanas dediquemos algún tiempo a
hacer revisitas. Puede lograrse mucho con buenos planes. Prepárese para hacer algunas revisitas en la misma zona
donde predicará de casa en casa. Cuando prediquen en automóvil, el grupo debe mantenerse pequeño para que
todos tengan amplia oportunidad de hacer revisitas. El conductor del vehículo debe saber de antemano dónde se
harán las revisitas para no perder tiempo viajando innecesariamente.
34
Los que tienen éxito haciendo revisitas y conduciendo estudios bíblicos dicen que es esencial mostrar
verdadero interés en las personas y seguir pensando en ellas después de la visita. También es necesario presentar
un tema bíblico llamativo y colocar en la visita inicial el fundamento para la revisita. Además, es importante no tardar
en regresar para cultivar el interés. Siempre hay que tener muy presente el objetivo de empezar un estudio bíblico.
35
Una cualidad fundamental para tener éxito al hacer revisitas es el denuedo. ¿Cómo se adquiere? El apóstol
Pablo contesta al decir que “cobramos denuedo” para declarar las buenas nuevas “por medio de nuestro Dios”. Si
usted necesita mejorar en este aspecto, ore a Jehová para que le ayude. Entonces obre en conformidad con sus
oraciones y vuelva a visitar a todas las personas que muestran interés. Tenga la seguridad de que Jehová
bendecirá sus esfuerzos.
[Recuadro de la página 3]
Cómo tener éxito al hacer revisitas
■ Muestre verdadero interés en la gente.
■ Escoja un tema bíblico llamativo.
■ Coloque el fundamento para la visita siguiente.
■ Siga pensando en la persona después de la visita.
■ Vuelva uno o dos días después para cultivar el interés.
■ Recuerde que su objetivo es empezar un estudio bíblico.
■ Ore a Dios para que le ayude a cobrar denuedo para efectuar esta obra.
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