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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA


VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE DERECHO
PRE GRADO “CONVENIO UCSAR – UMBV”

TEMA II EVOLUCIÓN HISTÓRICA

PROFESORA: AUTORES:

DOCTORA MARIA TORRES LEIDY CONTRERAS C.I.V- 19.391.205

ASIGNATURA:

DERECHO PROCESAL I

FUERTE TIUNA, NOVIEMBRE 2019

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN

El Derecho Procesal, tiene sus raíces en el Derecho Romano, en el que se


originan las mayorías de las instituciones que conocemos. A JUZGAR, no resulta
sorprendente, al realizar un estudio, una comparación y un análisis minucioso de éstos,
identificar grandes similitudes.
Es en este punto en donde la importancia de su estudio aumenta, ya que traerá como
resultado la facilitación del conocimiento y comprensión de nuestro Derecho Procesal,

El proceso común así llamado porque regia en cuanto no lo derogasen


leyes especiales escritas se halla dominado por el principio de orden
consecutivo, o sea, por la división del procedimiento en diversas
etapas y estadíos, destinado cada uno de ellos al cumplimiento de
un acto procesal o serie de actos semejantes.
Asi mismo se estudiara Cuando se utiliza la cualificación "contemporáneo" para designar al
estudio del derecho procesal se crean variadas expectativas. Algunos sectores entienden que
se trata de un tipo específico de "escuela de pensamiento", otros entienden que es una
tendencia que se autodenomina contemporánea con la única finalidad de desconocer las
concepciones jurídicas tradicionales, con lo cual de paso se desconocerían abiertamente sus
aportes.

El presente trabajo, tiene como finalidad principal ofrecer al estudiante de Derecho, una
explicación concreta de lo que era el proceso civil en Roma, desarrollado en sus diversas
facetas y a sus correspondientes etapas, para que puedan ser alcanzados los objetivos antes
mencionados, como también, le sea posible relacionar, ya sea directa o indirectamente, todos
los conocimientos obtenidos hasta ahora, derrocando las barreras que se puedan generar
entre una materia y otra, para que todas, a su vez, puedan ser complementadas y
enriquecidas.

La Revolución Francesa trajo importantes modificaciones a este proceso


intermedio, en materia tanto civil como penal, producto de lo cual son los
Códigos franceses del proceso civil de 1806 y del proceso penal de 1808, que
constituyen los más importantes modelos de los Códigos contemporáneos.

Por tanto, no resulta sorprendente, al realizar un estudio, una comparación y un análisis


minucioso de éstos, identificar grandes similitudes., asimismo, el ampliar el panorama y abrir
un poco más la visión para que de este o de otros sistemas, surjan nuevas instituciones,
métodos, y principalmente, para el estudio de nuestra materia, nuevos procedimientos, o
bien, sean rescatados, siempre persiguiendo el principio que debe regir a la administración de
la justicia: que sea pronta y expedita. El presente trabajo, tiene como finalidad principal
ofrecer al estudiante de Derecho, una explicación concreta de lo que era el proceso civil en
Roma, desarrollado en sus diversas facetas y a sus correspondientes etapas, para que puedan
ser alcanzados los objetivos antes mencionados, como también, le sea posible relacionar, ya
sea directa o indirectamente, todos los conocimientos obtenidos hasta ahora, derrocando las
barreras que se puedan generar entre una materia y otra, para que todas, a su vez, puedan ser
complementadas y enriquecidas.
TEMAII

Evolución Histórica

2.1. Los orígenes de la ciencia procesal.

EL DERECHO PROCESAL nace al aparecer el principio, en el cual es ilícito


hacerse justicia por su propia mano, y que los ciudadanos, deben someter sus
conflictos al jefe del grupo social; noción que comienza a desarrollarse cuando
se acepta que la autoridad debe adaptarse a normas previas para administrar
justicia.
El Derecho Procesal, tiene sus raíces en el Derecho Romano, en el que se
originan las mayorías de las instituciones que conocemos. Algunas vienen del
proceso romano-canónico que se gestó en la Edad Media. La Revolución
Francesa trajo importantes modificaciones a este proceso intermedio, en
materia tanto civil como penal, producto de lo cual son los Códigos franceses
del proceso civil de 1806 y del proceso penal de 1808, que constituyen los más
importantes modelos de los Códigos contemporáneos.
En un principio se atendió a la necesidad de resolver los conflictos de carácter
penal y los que se originaban entre particulares a causa de oposición de
intereses; pero poco a poco se fue extendiendo su aplicación a la solución de
muchos problemas que no conllevan conflicto entre partes opuestas y que
responden por lo general a la idea de proteger a los débiles e incapaces (como
los casos de interdicción, nombramiento de curadores, licencias para enajenar
bienes inmuebles de menores) o la regulación de ciertos efectos jurídicos
(como la tradición por causa de muerte mediante el proceso de sucesión). De
esta manera se regula la declaración, constitución, ejecución, reglamentación o
tutela de los derechos, y de la libertad y la dignidad del hombre, y la realización
de formalidades necesarias para ciertos actos jurídicos, no solamente en las
relaciones de los ciudadanos entre sí, sino también de éstos con el estado e
inclusive entre las diversas entidades en que se divide.
En Roma se encuentra la cuna de la mayoría de las Instituciones que hoy nos
rigen, muchas tienen su origen en los países de Oriente y otras en Grecia.
El pueblo español, se regía por el Derecho Procesal romano, que a esa altura
del siglo V (año 414, aproximadamente) ya había entrado en una etapa de
evolución.
Podríamos fijar los puntos esenciales del Derecho Procesal en tres posiciones
fundamentales:
* La existencia de órganos de la jurisdicción.
* La existencia de un orden jurídico firme.
* La lógica de la prueba y de la decisión.
Estos eran los elementos fundamentales del proceso romano vigente en
España como asiento de culturas de pueblos invasores que dejaron en esta los
rasgos de su formación social, y se puede decir que desde la invasión de los
visigodos, el Derecho español participó tanto de las instituciones romanas
como de las germanas. Se produjo la invasión, pero no en la forma de ola de
sangre que se acostumbra afirmar tradicionalmente. La penetración visigoda en
España fue lenta. Y aparece, entonces, un nuevo Derecho antagónico del
romano, con hombres dotados de espíritu religioso y con un sentido metafísico
de la vida.
Se podría ilustrar en forma viva cómo era el proceso germánico, primitivo, con
una evocación de carácter artístico. El primer acto de "Lohengrin", el poema de
Wagner, es un proceso germánico, tal como se puede entender a esta altura.
Elsa es acusada de matar a su hermano; es denunciada ante el Rey, para que
sea juzgada, y ante el pueblo, pide que comparezca un defensor, para que
luche con el acusador y el duelo decida la culpa o inocencia.
Esto en términos modernos le denominaríamos demanda, citación y
emplazamiento, nombramiento de defensor de oficio, prueba y sentencia. Aquí
vemos que el espíritu germánico no concebía la jurisdicción como una
organización del Estado, sino como una guerra más. Como no había
organización política estatal que pudiese asumir la función de justicia, no había
jurisdicción. El derecho procesal germánico primitivo, partía del concepto de
que la divinidad no podía condenar a un inocente, y que la lucha o la prueba
del hierro caliente, o del agua hirviente, decían donde estaban los culpables y
dónde los inocentes.
Estos dos mundos jurídicos tan antagónicos, se encuentran frente a frente y
coexistieron casi sin interferencias durante dos siglos. Pero, se produjo
lentamente, la penetración del elemento germánico en el elemento español. Se
fundieron dos razas de mentalidades opuestas para crear una tercera
sustancia, producto de la fusión de las dos, pero superadora de las
posibilidades de ambas (fruto de esta obra de unificación fue el fuero
juzgo).Naturalmente que hablar de Roma significa referirse a un largo período
histórico que, a los efectos de nuestra reseña, tenemos que dividir, por lo
menos, en dos etapas: El ordo iudiciarum privatorum hasta el siglo III
después de Cristo y la extraordinaria cognitio, desde allí hasta el final. El
antiguo proceso romano se dividió en dos partes, la primera de las cuales la
dirigió el pretor, y en la segunda, se dictaba la sentencia, era realizada por
personas privadas: en el civil, por el iudex (arbitro), y el penal, por este y los
iurati (jurados). El magistrado (pretor) dirigía la primera parte del proceso y era
quien investía el poder de juzgar al iudex y a los jurados.
El iudex, y con mayor razón, el jurado, tenía absoluta libertad para apreciar o
valorar la prueba aportada por las partes. El testimonio, fue el medio probatorio
casi exclusivo; solo más tarde se admitieron los documentos y el juramento,
luego los indicios, etc.
En la extraordinaria cognitio, desaparece el proceso privado para ser sustituido
por un procedimiento oficial, dirigido de principio a fin por funcionarios. Se
acentuó el carácter público del proceso en virtud de la afirmación de la
autoridad del estado.

2.2 Las diversas escuelas.

durante muchos años se le considero al estudio de normas procesales como un


simple complemento, como un apéndice del estudio de las normas sustantivas.
Para el distinguido procesalista Alcalá Zamora esta evolución se da a través
de grandes tendencias.

Teniendo primero al periodo Primitivo, el cual abarca desde el siglo


XI de la era cristiana, en el no encontramos obras de corte jurisdiccional, sólo
se podrán verificar referencias al proceso judicial, pero no como el objeto de
estudio. También aducimos al antiguo Código de Hammurabi en Mesopotamia
y en las antiguas leyes de Manu en la India, aparte tenemos al a Biblia y sus
Leyes Mosaicas. Asimismo en Grecia Antigua quien consideramos el primer
pueblo que manifestó una organización para enjuiciar el comportamiento de los
individuos fue Grecia. Si bien no se conoce con certeza cuales eran las
características de esa administración de justicia, sí podemos asegurar que fue
uno de los primeros en actuar con una seudo democracia.

Dentro de lo que se conoce de la antigua Grecia, puede saberse que su


organización jurisdiccional respondía a dos características: la especialidad,
dividiendo los conflictos en civiles o penales; y la colegialidad de sus órganos,
cada persona que colaboraba en la resolución de los conflictos tenía una
especialidad, y el órgano jurídico se hallaba formado por un grupo plural de
personas.

Ya en los siglos XII y XIII, surge la Escuela Judicialita en Bolonia, los


rasgos de esta escuela son compendios de los juristas que pertenecen a esa
escuela donde destacaran los conceptos de Juicio como sinónimo de
proceso.es por ello que Alcalá Zamora, le da este nombre de judicialita. En esta
Etapa el proceso ya ha sido dividido en etapas, las obras de proceso se basan
en el Derecho Común o Medieval. Dentro de esta escuela podemos mencionar
a Tancredo, quien sobre la materia procesal escribe una obra llamada “Orden
Judicial”, así como durante, quien publica una de las primeras leyes
procesales, que trata sobre el proceso civil y el proceso penal.

Prosiguiendo, encontramos a la Tendencia de los Prácticos la cual se extiende


desde el siglo XVI hasta ya entrando el XIX. En esta etapa sus rasgos
principales era que la materia procesal se consideraba más bien como arte que
como ciencia. Prestando más atención al estilo y los usos, predominando las
opiniones de los juristas, incluidos en los procesos legales, encontrándose un
nacionalismo extremo, la mayoría de los autores importantes tienen la cualidad
de prácticos en la abogacía y suelen escribir sus obras en castellano y no en
latín como entonces se usaba, eso fue considerado como un gran avance.

Como cuarta tendencia tenemos al Procedimentalismo que surge en


la primera decena del siglo XIX, bajo el motivo de la codificación Napoleónica.
Aparece principalmente por dos factores, una política y la otra jurídica. Al
surgir poco después de la Revolución Francesa, tuvo un gran impacto en los
juicios criminales y en las doctrinas de las pruebas separando la legislación
procesal, tanto civil como penal de los respectivos cuerpos legales sustantivos
separándose así el derecho sustantivo y adjetivo. En cuanto al proceso Penal,
esta corriente combina un sistema acusatorio ingles con el inquisitivo francés,
como consecuencia directa del movimiento emprendido por
Montequieu,Voltaire y Rouseau,pensamiento que se ve reflejado en el libro de
los Delitos y las Penas. En cuanto a las pruebas, se sustituye el sistema legal
de la aparición de las pruebas que el tipo inquisitivo aplicaba, por el de la libre
apreciación de las pruebas, lo que da origen a que se desencadenen o
empiecen a aparecer muchas obras en cuanto al valor de las pruebas y el
como recabarlas. En esta etapa de la evolución por primera vez se separa el
derecho procesal y el derecho sustantivo, aun cuando el desarrollo de las obras
surgidas en esta etapa es meramente descriptivo de comentario a la ley y
alguna de sus concepciones están todavía ligadas a las del derecho sustantivo.
Tratando así temas fundamentales como la organización de los tribunales, la
competencia de estos, el procedimiento judicial.

La quinta tendencia es el Procesalismo Científico de quien no


tenemos una fecha exacta de cuando nace, pero para la mayoría de autores
concuerdan que fue a partir del año 1868,en el que se publica el libro Oscar
Bulow,la teoría de las excepciones procesales y los presupuestos procesales
esta obra provoca un movimiento científico procesal al concebir al Proceso
como una relación jurídica que se debe de desenvolver progresivamente y
paso a paso, con esto se ocasiono los siguientes cambios: La independización
del Derecho Procesal, el examen de los conceptos primordiales procesales, el
surgimiento de la Teoría del Derecho Procesal. Cabe recalcar que no se
pretende decir que este sea el creador del Derecho Procesal pues este ya
existía desde hace muchísimo tiempo antes de èl.Sin embargo debemos
mencionar que el Derecho Procesal toma un gran auge a partir del nacimiento
de las obras de este autor contribuyendo significativamente a su desarrollo.

2.3. El proceso civil romano.

En el desarrollo del procedimiento en la antigua Roma, es posible distinguir dos etapas: la


primera es la que se reconoce como Ordo Iudiciorum Privatorum, la cual presenta una extensa
duración y gran importancia debido la subdivisión que en ella se encuentran, siendo,
primeramente, la sub-etapa que corresponde a las Legis Actiones o Acciones de la Ley,
desarrollada en el tiempo de la Monarquía, y que se caracteriza por ser la manifestación
procesal más antigua de Roma. Posteriormente, dando inicio a la época preclásica, se ubica la
segunda sub-etapa, la cual corresponde al Procedimiento Formulario, en la cual se encuentra
contenida la parte medular y permanente del Derecho Clásico, y que se desarrolla durante la
época de la República. La segunda etapa del procedimiento romano, se denomina
Procedimiento Cognitorio o Procedimiento Extra Ordinem, nombre que surge de los diversos
procedimientos que no están contemplados dentro del Ordo Iudiciorum Privatorum. Dicha
etapa tendrá una extensión que inicia durante el Bajo Imperio y se extenderá hasta el inicio del
Derecho Justinianeo. Sin embargo, estos procedimientos en la actualidad ya resultan obsoletos
y de ellos poco se ha rescatado. Debido a que nunca existió un derrocamiento formal del
sistema procedimental anterior, en algunos casos era posible encontrar una fusión de ambos
sistemas o eran usados respectivamente para complementar las “lagunas” existentes en uno u
otro. Dentro del Derecho Procesal Romano, pueden distinguirse dos elementos cruciales: a) La
acción. b) La intervención del Estado. En un principio, el Derecho Procesal era más practicado
entre los particulares y fue con el paso de los años que su presencia cobró fuerza en el
Derecho Público. Derecho pretoriano: “Médula espinal en el desarrollo del Derecho Civil”
Diversas figuras intervienen dentro del sistema procesal romano. Resulta de crucial
importancia hacer mención de cada una de ellas y explicar la función que desempeñaban, para
propiciar una mejor comprensión del tema. Por tanto, dichas figuras son: PRETOR  Encargado
de  Función principal: 3 administrar la justicia.  Aparece en el año 367 a. de C.  Magistrado
único.  Asistía, cuando era necesario, a los cónsules. Jurisdiccional.  Método de solución de
controversias: se basaban en las experiencias propias y ajenas que ya se habían presentado
con anterioridad.  Otras funciones:  Declarar los principios jurídicos que debían regir en la
solución de cada controversia.  Publicación de edictos. Los Edictos del Pretor (Derecho
Pretoriano), fortalecen el desarrollo del Derecho Civil.  Al ser portadores del Ius Edicendi,
estaban obligados a hacer del conocimiento del pueblo los Edictos, es decir, principios bajo los
cuales se regiría su desempeño como pretor, para la resolución de controversias. Esto se hizo,
en un inicio de manera oral, y posteriormente de manera escrita con grabados en piedras que
se exhibían en lugares públicos concurridos. Pretor Peregrinus  Aparece en el año 242 como
consecuencia del incremento de los extranjeros en Roma.  Su tarea principal era conocer de
las controversias suscitadas entre los nacionales y los extranjeros.  En el año 205 se nombra a
pretores peregrinus: uno para Sicilia y el otro para Cerdeña.  En el año 195, son nombrados
otros dos para las provincias, terminando en un total de 18 pretores peregrinus. Los edictos La
palabra Edicto, proviene del vocablo “Edicere”, que significa “decir en voz alta”. Consistían en
la publicación de las reglas bajo las cuales regiría el desempeño del pretor en la solución de
controversias. Se publicaban de acuerdo a cada caso en concreto, es decir, de forma particular
a cada conflicto. En materia civil, tenían que apegarse estrictamente al Ius Civile, es decir, al
Derecho Civil. Cuando se trataba de creaciones auténticas, éstas representaban aportaciones
valiosas para la creación de lo que sería el Derecho Pretoriano. 4 Con el tiempo, los Edictos, al
irse recopilando, dieron lugar a una codificación completa que conocemos como
jurisprudencia. Los edictos no eran considerados como una fuente del Ius Civile, toda vez que
era un ordenamiento paralelo a este. Las acciones de la ley Las acciones de la ley1 , -dice
Cipriano Gómez Lara- eran “procedimientos rigurosos enmarcados dentro de cierto ritualismo
muy vecino a la religiosidad…cinco formas de actuación: tres de carácter declarativo y dos de
carácter ejecutivo". Dentro de estos procedimientos, era de suma importancia la expresión
facial y corporal de las partes, afectando a tal grado que la Litis podía perderse por la
apreciación de algún gesto o movimiento que sugiriera la existencia de alguna anormalidad.
ACCIONES DE CARÁCTER DECLARATIVO Legis actio per iudis postulationem Las partes
solicitaban al pretor el nombramiento de un juez o de un árbitro para atender el proceso de la
controversia. Legis actio sacramento Consistía en realizar una especie de “apuesta” entre las
partes, y quien la perdía debía pagarla. La pérdida se destinaba a los gastos del culto. Legis
actio per condictionem Las partes hacían expresas las pretensiones y condiciones,
respectivamente, ante el pretor. Cuando la parte demandada negaba la pretensión de la parte
actora, ésta emplazaba a su contrario para comparecer ante el juez en un plazo de treinta días.
ACCIONES DE CARÁCTER EJECUTIVO Per pignoris capionem Consistía en la entrega de garantía
por parte del deudor al acreedor, la cual era devuelta a su dueño, cuando éste cubriese la
totalidad del pago. A falta de éste, el objeto entregado en forma de garantía podía ser
destruido por el acreedor. Legis actio per manus iniectionem Ésta acción se ejercitaba
únicamente en deudas de carácter privado, sobre el deudor, y consistía en que el acreedor
presentara a éste ante un magistrado, cuando se negaba a 1 DOMÍNGUEZ MERCADO,
Margarita y GÓMEZ LARA, Cipriano. Teoría General del Proceso. Oxford. México, 2005. P. 15. 5
saldar su deuda. La fuerza podía ser aplicada ante la presencia de una resistencia. La fórmula y
su constitución La fórmula es descrita por Vittorio Scialoja2 , como una “institución escrita con
la que el magistrado nombraba al juez y fijaba los elementos sobre los cuales éste debía fundar
su juicio, dándole a la vez el mandato, más o menos determinado, para la condenación o la
absolución en la sentencia”. Los elementos que principalmente enriquecieron a la fórmula
fueron todas las prescripciones a favor de la parte actora, así como las excepciones en materia
jurisdiccional. Estaba constituida por cuatro partes fundamentales3 : a) Intentio Conclusión o
exposición de la demanda de la parte actora. b) Demostratio Desarrollo de los hechos.
Fundamentación. c) Adiudicatio Era la potestad que tenía el juez para otorgar a una de las
partes, una porción o bien, la totalidad de la cosa, así como los derechos sobre esta. d)
Condenatio Solución de la controversia. “Resultado ejecutivo”.

2.4. El proceso germánico.

Para comprender mejor este tema es recomendable hacer un breve repaso de


la historia de los antiguos pueblos germanos, los cuales lograron penetrar en
territorio romano occidental, creando así un contraste en cuanto a costumbres,
pero sobre todo reglas sociales de carácter jurídico. Tales pueblos en su
mayoría barbaros, emigraron hacia el sur con el fin de incorporarse
violentamente al Imperio romano occidental, que en su momento se hallaba en
crisis. El resultado de este acontecimiento lo conocemos como el inicio de la
Edad Media. En lo que toca a nuestra materia, es relevante mencionar el
carácter publicista4 del proceso germánico según el autor Cipriano Gómez
Lara. Refiriéndose a tal naturaleza ya que el interés de la colectividad se
encontraba sobre los del individuo. Sin embargo este carácter se oponía al del
Proceso romano, el cual intrínsecamente se consideraba como privatista, en
donde el interés individual estaba por encima del interés colectivo.5 La mezcla
de ambos procesos se denomina como procesos medievales. Goldscmidt
destaca que en dichos procesos intervenía una asamblea compuesta por
ciudadanos libres. Esta tenía el nombre de Ding y su función era arrojar una
sentencia como propuesta para que el Juez la considerara, antes de emitir una
sentencia de tipo formal. El Juez sólo actuaba como un moderador y guía en el
proceso. 6 En cuanto a las pruebas, se mostraban a la parte contraria y no al
tribunal. Es probable pensar que si el tribunal no analizaba las pruebas para
dar un veredicto justo, entonces su juicio podría ser espontaneo y no lógico.
Los tipos de pruebas más comunes eran: la del agua caliente, la del hierro
candente y la de agua fría. La primera consistía en meter el brazo en una
caldera de agua caliente y sacar nueve sacos de arena; después de nueve días
según como estuviera la condición del brazo se determinaba si la persona era
culpable o inocente. La de hierro candente era similar a la anterior sólo que el
posible culpable tenía que sostener con las manos hierros candentes por
instantes. La prueba del agua fría se basaba en que la persona era amarrada
con una cuerda y la descendían en la profundidad de un lago o río, si salía con
vida era culpable y si se ahogaba era inocente. Tales pruebas se consideraban
juicios de Dios, quien protegería a los inocentes. Al término del proceso se
trataba de que ambas partes realizaran un convenio para evitar que una de
ellas ante la inconformidad del procedimiento, se vengara. La realización de
este acto podría considerarse como mediación para que ambas partes
quedaran conforme con la solución más adecuada a sus necesidades. Una de
las características del procedimiento germano es que es oral y público. El
inculpado tenía el Derecho de auto defenderse, ya sea en materia civil y
materia penal.

2.5. El proceso común.

El proceso común así llamado porque regia en cuanto no lo derogasen


leyes especiales escritas se halla dominado por el principio de orden
consecutivo, o sea, por la división del procedimiento en diversas
etapas y estadíos, destinado cada uno de ellos al cumplimiento de
un acto procesal o serie de actos semejantes.

A raíz de la invasión de los bárbaros penetra en Italia


el derecho germánico, que desplaza al derecho Romano de la época
imperial

en la medida en que se extiende y consolida el dominio


Longobardo.

Pero a partir del siglo xi comienza a operarse un resurgimiento cada


vez más intenso del proceso romano, fenómeno que obedece,
fundamentalmente, a la subsistencia del derecho Romano en
importantes regiones de la península, al reflorecimiento del estudio de
las fuentes romanas por obra de la escuela jurídica de boloña, a las
exigencias del tráfico mercantil y a L a extensión cada vez
mayor de la jurisdicción de la Iglesia, que se valía de
un procedimiento sobre el tipo romano.

No se retorna, sin embargo, al proceso romano puro u originario, sino


que comienza a desenvolverse un tipo especial de proceso
denominado proceso común, romano-Canónico o Italo-Canónico que
es el resultado de la infiltración de elementos germanicos en el
proceso romano. Tal infiltración respondió, entre otras, a las
siguientes circunstancias:

1) los glosadores, post-glosadores, comentadores y prácticos que


sucesivamente trabajaron, entre los siglos XIII y XIV, en la elaboración
científica del proceso romano, no pudieron sustraerse a la influencia
del proceso vigente en su época, que era de raíz sustancialmente
germánica, y se encontraron a menudo predispuestos a desinterpretar
los textos romano, de suyo difíciles, tratando de adaptarlos a
instituciones procesales que les eran familiares y se hallaban
excesivamente arraigadas en las costumbres de entonces; 2)
el derecho Canónico, no obstante hallarse estructurado sobre bases
esencialmente romanas, había acogido numerosas instituciones
del derecho germánico; 3) el elemento germánico era generalmente el
dominante en las instituciones procesales reguladas por los estatutos
de los municipios y por las constituciones de los príncipes.

El proceso común así llamado porque regia en cuanto no lo derogasen


leyes especiales escritas se halla dominado por el principio de orden
consecutivo, o sea, por la división del procedimiento en diversas
etapas y estadíos, destinado cada uno de ellos al cumplimiento de
un acto procesal o serie de actos semejantes. A la demanda del actor,
que debe formularse por escrito, el demandado puede
oponer defensas previas (terminus ad omnes dilatorias et declinatorias
proponendas), que son examinadas en un estadio anterior a
la discusión sobre el fondo del

asunto, e invocar después las restantes excepciones posibles, en


oportunidad de contestar la demanda. Con posterioridad a la litis
contestatio (que carece del sentido que tenía en el proceso
romano clásico) se presta el juramento de malicia, que persigue el
doble objeto de certificar la buena fe del litigante y de fijar los términos
del litigio.

Sigue a ello precedida por la práctica de


la confesión mediante absolución de posiciones el diligenciamiento de
la prueba, que se halla sometido a rigurosas reglas en cuanto a su
clase y alegaciones (terminus ad concludendum), el juez cita a
aquellas para sentencia (citatio ad sententiam), que es dictada en
forma pública y oral, cabiendo contra ella la apellatio en caso de
considerarsela injusta y la querella nullitatis en el supuesto de
objetarsela por razones formales, sin perjuicio de
los recursos extraordinarios (restitutio in integrum, supplicatio ad
principem, revisión). Debe destacarse, finalmente, que este proceso,
en virtud de la costumbre de documentar todas las actuaciones en el
producidas, termina por convertirse en un proceso exclusivamente
escrito.

Observa Chiovenda que si bien los principios fundamentales que


dominan el proceso común como los referentes al objeto de la
prueba y a la sentencia son de origen romano, la influencia germánica
se advierte en numerosas instituciones, algunas de las cuales han
pasado al derecho moderno, como son, por ejemplo,
la querella nullitatis (origen del recurso de casación), la prueba
legal (entendida como conjunto de normas vinculantes de la
convicción judicial), la división del proceso en Do estadíos antes y
después de la contestación de la litis y la división del procedimiento en
una serie D fases preclusivas.

La excesiva lentitud que fue adquiriendo el proceso común, determina


la introducción, por la Clementina saepe continget (1306), de un tipo
de proceso sumario indeterminado, en el cual rigen los principios
de concentración y oralidad y se amplían los poderes de dirección del
juez. Junto a el surgen otros procesos determinados y especiales que
constituyen el origen de los actuales procesos de ejecución.
2.6. El proceso contemporáneo.
A partir del siglo XIV el proceso común (v) pasa de Italia a los demás
países de Europa continental, a raíz del llamado fenómeno de
la recepción.

El acogimiento de ese tipo de proceso, y sus modificaciones


posteriores, se opera de distinta manera en cada país.

En Alemania se arraiga notablemente en los territorios meridionales y


occidentales, en los que alcanza vigencia el llamado proceso cameral,
que es tributario de los defectos e inconvenientes mas acentuados del
proceso Italo-Canónico; mientras es resistido en el norte del país, por
obra de la escuela sajona. Pero a partir de la sanción del corpus iuris
fridericianum (1681) se inicia un movimiento reformador tendiente a la
simplificacion del proceso.

En España, la recepción del proceso común se produce a partir de la


baja edad media, siendo sus principios recogidos en la tercera de las
siete partidas de Alfonso el sabio (1258). Durante la edad moderna,
los ordenamientos procesales que se suceden se mantienen fieles a
aquel tipo de proceso. Tal lo que ocurre con el ordenamiento de
montalvo (1480), las ordenanzas de Madrid
(1499), las leyes de toro (1505), la nueva recopilación (1567) y
la novísima recopilación (1805).

En Francia también tiene lugar la recepción del derecho


común (especialmente en la zona meridional), pero por obra de
los parlamentos, especialmente el de paris, se desenvuelve un tipo
especial de proceso que si bien reconoce bases romano-canónicas,

con influencia de elementos consuetudinarios germanicos, presenta


notas que lo diferencian del proceso vigente en el resto de Europa.
Las costumbres judiciales de los parlamentos, que son recogidas y
sistematizadas por la doctrina, constituyen el punto de partida de la
intensa actividad legislativa llevada posteriormente a cabo por
las ordenanzas reales referentes a la Administración de justicia, como
las de 1539 (Viller-cotteRets), 1566 (moulins) 1579 (blois), que
culminan con la famosa ordonnance civile de Luis XIV (1667) y las que
luego dicta Luis XV en 1737 y 1738.
Producida la revolución se intenta, mediante diversas leyes, una
transformación radical de la justicia y del proceso.

Pero la reforma fracasa en la practica, y el consulado,


por ordenanza de 18 de fructidor del año 1800, restablece
la ordenanza de 1667, cuyas disposiciones se caracterizan por la
sencillez con que regulan el procedimiento y por la consagración de
los principios de oralidad y publicidad. Sobre la base de
esta ordenanza se redacta el proyecto de lo que llega a ser el code de
procedure civile, que entra en vigor el 1.

De enero de 1807 y que aun rige en Francia con reformas que no han


modificado sustancialmente su estructura.

Dicho código estuvo vigente en muchas partes de Italia durante


la ocupación francesa, y fue tomado como modelo por los códigos que
se dictaron con posterioridad a la restauración, como los de napoles
(1819), modena (1852) y los sardos de 1854 y 1859 proclamado el
reino de Italia, se promulga el código de procedimiento civil de
1865, que responde sustancialmente a los principios del código
francés. Luego de diversas tentativas de reforma,
una comisión integrada por el Ministro de justicia, digno Grandi,
los profesores Carnelutti, Redenti y Calamandrei y el magistrado de
la Corte de casación, Leopoldo Conforti, redactó un proyecto que dió
lugar a la sanción, en 1940, del nuevo codice di procedura civile, en
vigor desde 1942, y luego parcialmente modificado en 1950 y 1956.

También fue decisiva la influencia del código francés en la elaboración


de la legislación procesal alemana del siglo XIX. Tal ocurrió con
el reglamento procesal civil de hannover (1850) y con
las ordenanzas posteriores de beden (1864) y wutemberg (1868). La
misma influencia se advierte en la zivilprozessordnung de 1877, que
todavía constituye la base del derecho procesal civil vigente en

Alemania. Esta ley influye en la redacción de la ordenanza austríaca


de 1895 (obra de Franz Klein), y ambas en numerosas
leyes procesales europeas (Dinamarca, Suecia, Noruega, Hungría,
etcétera).
A partir de la constitución de 1812 se sancionan en España
diversos ordenamientos procesales destinados a sustituir las antiguas
leyes. La codificación integra se concreta recién con la sanción de la
ley
de enjuiciamiento civil, de 1855, que fue posteriormente sustituida por
la ley del mismo nombre, de 1881, aun vigente. El sistema de
ambos ordenamientos responde, en lo esencial, al del proceso común,
manteniéndose de tal manera fiel a una tradición de la que pudo
apartarse la restante legislación procesal europea.

2.6 CONTEMPORANEO
Cuando se utiliza la cualificación "contemporáneo" para designar al estudio del derecho
procesal se crean variadas expectativas. Algunos sectores entienden que se trata de un tipo
específico de "escuela de pensamiento", otros entienden que es una tendencia que se
autodenomina contemporánea con la única finalidad de desconocer las concepciones jurídicas
tradicionales, con lo cual de paso se desconocerían abiertamente sus aportes. Establecer una
postura contemporánea en el derecho, se debe entender como la búsqueda por aplicar
adecuadamente los cambios que la permanente dinámica del mundo y sus transformaciones le
imprime a las disciplinas jurídicas. Es entonces una visión holística e integradora, desde un
gran macro sistema, en permanente evolución, donde confluyen lo político, los social, lo
filosófico, lo epistémico, lo jurídico y lo práctico. Por ello estudiar, analizar, pensar y crear
desde una perspectiva contemporánea, se debe entender como la ca pacidad de asumir retos,
nuevas dinámicas en la aplicación del derecho sin llevar a rupturas absolutas que dañen el
contexto, pero cambiando con decisión todo aquello que deba evolucionar (Ramírez Carvajal,
2013). Un cambio de época Una primera idea que surge en este trabajo a partir de la obra de
Taruffo y que se enfrenta con la enseñanza universitaria actual en cuanto al derecho procesal y
especialmente al proceso, es sostener que el proceso ha superado el paradigma sistemático de
las etapas y los términos. El proceso se mueve como un sistema complejo. La tradición enseña
que el proceso se restringe a la interpretación de la ley por parte del juez, debido a que la ley
gozaba de "completud" frente a las situaciones sociales conflictivas reales, pues el juez es un
técnico en la aplicación del derecho procesal. Para TARUFFO el proceso se dinamiza y gira
sobre un eje prioritario a todo lo demás, la decisión judicial. Para dimensionar adecuadamente
esta idea, se debe entender que un sistema complejo es la articulación de múltiples variables,
cada una compuesta por una diversidad de agentes donde todos interactúan al mismo tiempo.
Por ello los sistemas complejos no se estudian como estructuras cerradas -como se enseña el
proceso en las facultades de de recho-, un sistema complejo se estudia como un sistema
abierto pues tratar de entenderlo y estudiarlo como cerrado no equivale a hacerlo más simple
sino menos fluido. Al ser abierto, el sistema complejo permite que por sus estructuras pase
permanentemente materia e información, provenientes de cada uno de los agentes y de las
variables que lo componen (Johnson, 2007). Parafraseando a JOHNSON3, un sistema complejo
independientemente de la cantidad de actores que en él confluyen, reconoce que tiene
restringidos los recursos, el sistema complejo se mueve en un contexto donde los recursos son
finitos y restringidos, este es uno de los condicionantes para que su realización sea única en su
propia dinámica. Dos sistemas complejos no son idénticos aunque tengan características en
común, siempre tendrán múltiples diferencias desde diversas variables o agentes que los lleva
a ser únicos -un ejemplo de ello es el proceso jurisdiccional-. En la interacción de esta
pluralidad de variables y de agentes, abiertos al flujo de información se generan
indefectiblemente realidades emergentes. Aunque se prepare mucho la dinámica del sistema
complejo, el sistema complejo no es predecible, controlable o manejable- un ejemplo de ello
es el conflicto y/o el litigio que se procesa.

2.7. Evolución de la legislación procesal venezolana

El recurso de casación civil venezolano, a diferencia de la mayoría de las casaciones


latinoamericanas se desarrolló a partir del modelo francés, luego de las Guerras Federales. La
Constitución Federal de 1864 atribuyó a los Estados federados la administración de justicia, al
asentar: "Los Tribunales de Justicia son independientes: las causas en ellos iniciadas conforme
a su procedimiento especial y en asuntos de su exclusiva competencia terminarán en los
mismos Estados sin sujeción al examen de ninguna autoridad extraña"; sin embargo, conservó
la unidad nacional del derecho sustantivo, civil y criminal.' Por haberse atribuido a los Estados
federados la administración de justicia, se consideró necesario establecer la casación para
mantener la unidad del derecho. Al presentar el proyecto de Ley de Casación, el ministro Juan
Pablo Rojas Paúl expresó: "Según nuestra ley fundamental la legislación sustantiva es de la
incumbencia de los poderes de la Unión y toca, en consecuencia, a la Legislatura Nacional
dictar los Códigos respectivos, pero se deja la aplicación e interpretación de ellos a la exclusiva
jurisdicción de los Estados. Muy en breve quedará nugatoria esa atribución. Cada Estado
formará su jurisprudencia, que a la postre vendría a dominar la legislación y tendríamos
definitivamente, en el hecho, veinte Códigos o veinte jurisprudencias distintas, desapareciendo
completamente la unidad que se quiso establecer ". 2 Para mantener la unidad de la
jurisprudencia, se estableció una casación a la manera francesa que no se inmiscuía en la
resolución de la controversia3 , por tanto se entendió que no infringía la disposición
constitucional referida. La posterior evolución de la casación admitió el conocimiento de
denuncias sobre violaciones a la ley cometidas al establecer los hechos y se produjo la
recepción, primero jurisprudencial y luego legal, de un aspecto del falso supuesto tomado de
la revocazione italiana, consistente este en la afirmación por el juez de un hecho falso; y se
admitió la denuncia de silencio de prueba que en una de sus facetas consiste en la falta de
examen de un hecho que consta de las pruebas. Luego de una evolución de más de cien años,
el Código de Procedimiento Civil actual reguló con precisión los límites del recurso: Articulo
320.- En su sentencia del recurso de casación, la Corte Suprema de Justicia, se pronunciará
sobre las infracciones denunciadas, sin extenderse al fondo de la controversia, ni al
establecimiento ni apreciación de los hechos que hayan efectuado los Tribunales de instancia,
salvo que en el escrito de formalización se haya denunciado la infracción de una norma jurídica
expresa que regule el establecimiento o valoración de los hechos, o de

CONCLUSION

Como se expresó al inicio del presente trabajo, en el derecho romano y nuestro


derecho se pueden encontrar grandes y evidentes similitudes, debido a la
influencia que ha ejercido el primero en el sistema jurídico y político mexicano.
Dichas semejanzas no se limitan solamente al derecho positivo, sino también
radican en el derecho procesal. El más claro ejemplo es el de la fórmula, que
en la actualidad en nuestro derecho, podemos encontrar casi las mismas
etapas de desarrollo que en un juicio mercantil o civil. Asimismo, de algunas
acciones, se conserva aún la esencia, como en la Legis Actio Per Manus
Iniectionem, toda vez que ante un incumplimiento puede nacer como su
consecuencia jurídica, una acción procesal, la cual será solicitada ante una
autoridad del Estado, en materia civil o mercantil; o bien, aún es totalmente
válida la entrega de una garantía al acreedor por parte del deudor como parte
de a formalidad del acto jurídico. En otras encontramos ciertas modificaciones,
pero que en realidad, presentan un mismo fin. Por otra parte, resulta positivo
realizar este tipo de comparaciones, ya que son la mayor prueba de que la
ciencia jurídica es totalmente flexible y sensible a los cambios de una sociedad,
ya que con ellos, el Derecho también evoluciona, ya sea por innovación o bien
por modificaciones y ajustes, lo cual la clasifica como una ciencia humana e
infalible para desarrollar una sana convivencia entre seres humanos y en
armonía con su medio ambiente. Al finalizar la presente investigación, también
se cumple con el objetivo de relacionar los conocimientos obtenidos gracias al
estudio de las diversas materias que derivan de la ciencia jurídica, ya es
necesaria una recopilación de datos propios del Derecho Civil, del Derecho
Romano, del Derecho Mercantil, de la Historia Universal del Derecho, entre
otras, para concretar este trabajo. Sin embargo, no se ha limitado a ésta
recopilación, sino que en el desarrollo, se han obtenido nuevos conocimientos
en las mismas materias de las que se ha rescatado la información necesaria. Y
es por esto que nace la siguiente propuesta: En la actualidad, y ante la grave
problemática que se presenta en el país, en la que los mexicanos se
encuentran inmersos en una ola de corrupción y arbitrariedades diversas en el
proceso, y en general en el sistema del Estado, podría resultar acertado que
cada funcionario público, principalmente los encargados de la administración
de justicia, exhibieran los planes de trabajo durante su periodo de funciones,
ante toda la población, valiéndose de los principales medios de comunicación
(televisión, radio, medios impresos y por supuesto, internet) en donde
expresaran paso a paso, el procedimiento a seguir para combatir
problemáticas, resolver controversias, realizar distintas aportaciones a favor de
la sociedad y su sectores más necesitados, entre otras acciones, como ocurría
con los edictos pretorianos, siempre regidos por la legislación vigente, y
supervisados por las autoridades competentes, mismas que, a su vez,
publicaran también sus procedimientos, y sobre todo, vigilaran que cada
funcionario público

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