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REISHIKI

“El camino en las Artes Marciales comienza y termina con cortesía. Por lo tanto sea siempre cortés”.

Proverbio de Sosai Masutatsu Oyama

INTRODUCCIÓN

Las artes marciales japonesas, tanto antiguas (Koryu Budo) como modernas (Gendai Budo), deben gran
parte de su base filosófica y moral al pensamiento que integra el Bushido. Reflejan el espíritu del Bushido en
los diferentes códigos de conducta o Dojo Kun que aún se imparten en los Dojo.

Estos códigos buscan incorporar psicológicamente al guerrero/practicante en la sociedad civil en tiempos de


paz a la vez que dan una formación moral y ética a sus practicantes.   De todos es sabido que una de las
primeras cosas que se aprende al entrar por primera vez en un Dojo es todo lo relativo a la etiqueta y
comportamiento en el mismo, esto es, el Reishiki y el Dojo Kun.  

No obstante, suele ser algo que inicialmente no se entiende, no se valora y que se ve como un protocolo
anticuado y ausente de lógica a ojos occidentales, provocando que sea un aspecto de la práctica tomado a la
ligera en muchas ocasiones y, tristemente, ausente en muchos Dojos gimnasios.

Esto nos hace perder una parte importante del espíritu de estas disciplinas, además de la utilidad de las
mismas.   En nuestro caso, como practicantes de artes marciales japonesas intentaremos analizar y estudiar lo
relativo al Reishiki en las mismas.  

KANJI

Existen muchas palabras usadas en el Dojo que incluyen el término REI, como son Reiho, Reigi, Reigisaho,
Reisansoke o Reishiki. ¿Por qué tantas? ¿Qué significan realmente? ¿Qué diferencia semánticas existen entre
ellas?   Veamos los caracteres chinos empleados en la escritura japonesa por separado:

 礼 (Rei).

Traducido comúnmente como “Saludo”, posee además las siguientes connotaciones: costumbres sociales,
modales, rito, comportamiento social adecuado (en el confucianismo), propiedad, cortesía.

El mismo kanji es usado en el código del Bushido para Respeto (una de las siete virtudes). Indica que los
samuráis no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un samurai es cortés incluso
con sus enemigos.
Sin esta muestra directa de respeto no seríamos mejores que los animales. Un samurai recibe respeto no solo
por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás.

La auténtica fuerza interior del samurai se vuelve evidente en tiempos de apuros. El respeto con todos es un
gran ejemplo de humildad y requiere más fuerza y contención que la agresión o el dominio
(comportamientos nacidos de la inseguridad).

Este carácter ya lo empleaban los chinos para Li (礼, decoro o etiqueta). Es una de las cinco constantes para
la promoción de las virtudes en el confucionismo. Se refiere a cualquiera de las funciones sociales seculares
de la vida cotidiana. Li se codificó y se trató como un sistema integral de normas para orientar
la conveniencia o cortesía en la vida cotidiana.

Confucio trató de revivir la etiqueta de dinastías anteriores.   Es importante tener en cuenta que, aunque a
veces Li se traduce como “ritual” o “ritos”, tiene un significado especial en el confucianismo, diferente al
religioso, pues los actos de la vida cotidiana se consideran rituales. 

Los rituales son prácticas reglamentadas que la gente suele realizar, a sabiendas o no, en el curso normal de
sus vidas. Trata de dar forma a estos rituales para que posean un contenido y conduzcan a una sociedad e
individuo saludables.

 法 (ho): método, ley, regla, principio, sistema, estatuto, arte, modo.


 式 (shiki): tipo, estilo, formula, ceremonia, ritual, función.
 儀 (gi): ceremonia, regla.
 作 (sa): uso, empleo.
 三 (san): tres.
 息(soke): respiración.

Por tanto, podríamos definir los siguientes términos: Reishiki: Formas ceremoniales, etiqueta. Reiho: Reglas
de cortesía. Reigi: Arte de la etiqueta, modales Reigisaho: Mantenimiento de las formas. Reisansoke:
Método de las tres respiraciones.  

EL SALUDO EN JAPÓN

Como practicantes occidentales de un arte japonés, es necesario entender que los japoneses han llevado al
extremo todo lo relacionado con los protocolos y las formas, como se puede observar en la ceremonia del té,
donde la degustación del mismo es lo menos importante.

El grado de inclinación y la duración del saludo están codificados, ya que ambos aspectos expresan
significados diferentes.   La etiqueta y el ceremonial japoneses contienen una gran cantidad de simbolismos
que inicialmente se nos escapan, pues provienen de una visión y una forma de vida diferentes, de una cultura
más simbólica y menos material que la nuestra.  

El saludo para los japoneses, el saludo consiste básicamente en una inclinación de la cabeza, para simbolizar
humildad y respeto hacia la otra persona, así como amistad y admiración. En general, el contacto físico es
una muestra de descortesía y lo consideran antihigiénico.

Por eso no es tradicional que los japoneses se estrechen las manos al modo occidental sino que solo suelen
hacerlo cuando hay extranjeros de por medio y están familiarizados con esta costumbre.   Y es que el saludo
no es solo un acto de cortesía sino algo más profundo.

El inclinar la cabeza al saludar ante de una persona significa literalmente “entregar la cabeza” ( 頭を差し出
す – atama wo sashidasu), pero no humillación ni sumisión. Es decir, el ofrecer la parte más débil del cuerpo
humano (la cabeza) implica confianza y respeto hacia el receptor del saludo. Este gesto típico japonés de
inclinarse se denomina Ojigi (/お辞儀).  
El saludo, como vemos, es muy importante en Japón, tanto es así que las empresas suelen proporcionar
formación a sus empleados en la forma de ejecutar correctamente los saludos.

Los saludos básicos se realizan con la espalda recta y las manos a los lados, los brazos estirados y pegados a
los laterales del cuerpo (hombres) o entrelazadas en el regazo (mujeres), y con la mirada gacha (no suelen
mirar directamente a su interlocutor, sobre todo cuanta más diferencia social existe entre ambas personas).
Los saludos se realizan con el tronco y las extremidades superiores.

En general, cuanto más prolongada en el tiempo y pendiente es la inclinación, más fuerte es la emoción y el
respeto expresado.   Suele ser habitual que a un japonés la postura de un occidental le resulte un tanto directa
(mirando a los ojos), pero esto es debido a que en nuestras costumbres en ningún momento agachamos la
cabeza.   No obstante, los saludos son solo una de las múltiples opciones para mostrar respeto y humildad
hacia otra persona.

Dependiendo de a quién saludemos, emplearemos más o menos tiempo, y haremos una inclinación más o
menos pronunciada. También es posible saludar por otros motivos: ante la presentación de un desconocido,
por agradecimiento, para pedir disculpas, para felicitar a alguien, etc.  

Los saludos se pueden dividir en función de la formalidad de los mismos, esto es, de informal a muy formal,
con grados intermedios. Veamos una clasificación de algunos tipos de saludos:

 Saludo Superficial, 5 grados. Es una ligera inclinación de cabeza. La cabeza se echa hacia delante
(no hacia atrás levantando el mentón como en occidente). Está indicado para amigos íntimos y es el
más informal de todos (porque es el más corto y relajado). También puede ser usado por personas de
mayor rango (en la sociedad o el trabajo) que el interpelado, cuya condición les permite no tener que
mostrar tanta humildad. No obstante, el gesto de inclinarse, aunque sea ligeramente, muestra un
reconocimiento hacia la otra persona.
 Saludo Informal, Eshaku (会釈), 15 grados. Se emplea con personas conocidas, sin una relación de
intimidad, y consideradas de igual status, como un compañero de trabajo.
 Saludo de Respeto, Keirei (敬礼), 30 grados. Este saludo implica un mayor respeto y está reservado
para los jefes o personas de rango superior, pudiéndose sobrepasar los 30º si se desea. No se debería
usar con buenos amigos o familiares (salvo en contadas ocasiones).
 Saludo de Mayor Respeto, Saikeirei ( 最 敬 礼 ), 45 grados. Se emplea cuando se ha de pedir
disculpas por una falta grave. Este saludo muestra un alto grado de respeto o arrepentimiento y, por
tanto, no se usa muy a menudo.
 Saludo de Rodillas, Dogeza ( 土 下 座 ), con la frente en el suelo. Es un saludo muy excepcional,
habitual en películas de samuráis (cuando un guerrero o sirviente está en presencia del Daimyo  o
señor feudal). En la actualidad, podría emplearse cuando se ha cometido una falta terrible, tanto que
no existe otra manera de expresar una disculpa adecuada, o durante la práctica de algún arte marcial.

Puede suceder que cuando al saludar a alguien, la persona mantenga el saludo más tiempo del esperado (2 ó
3 segundos), en cuyo caso se debe de volver a saludar, pudiendo provocar un nuevo saludo de la otra persona
y entrar en un bucle de saludos, pero cada vez con menos inclinación.  

Protocolo del Saludo.


Saber cuándo se ha de saludar, y cuánto inclinarse es, a menudo, muy difícil. Se podría tomar como una
especie de juego de “Adivina quién”, en el que, para saber qué hacer, hay que tratar de averiguar la edad de
la otra persona, su rango, puesto, etc  

Existen ciertas indicaciones orientativas para saludar, aunque lo más habitual es encontrarnos haciendo algo
intermedio o demasiado respetuoso, porque no sabemos lo suficiente debido a nuestro desconocimiento de la
otra persona.   No obstante, a continuación detallaremos algunos consejos para las reverencias:

 Devolver siempre el saludo a las personas que se inclinan hacia nosotros (con un par de excepciones;

por ejemplo, empleados en una tienda en la que somos clientes o personas


publicistas que entregan cosas en la calle). Normalmente, aquel que se presenta habrá de inclinarse
más que aquel a quien se dirige.
 Tratar de obtener la tarjeta de visita o de negocios de la otra persona (algo esencial de portar en
Japón), lo cual nos indicará su compañía y el título,  con lo que tendremos una idea de cómo ubicarlo
para saludar.
 Tratar de adivinar la edad que tiene. Si se trata de una persona de mayor edad, es bastante probable
que tenga un status superior, a lo que se añade la costumbre japonesa de respetar a todos quienes nos
superan en edad.

Si no es posible aplicar ninguno de los supuestos anteriores, lo más recomendable es recurrir al saludo de 30
grados, Keirei. Al ser el grado intermedio, es suficientemente respetuoso y probablemente no nos
equivocaremos. Sin embargo, quizá lo más importante de una reverencia sea el esforzarse en ella.

Los japoneses, generalmente, ni esperan que los extranjeros occidentales conozcamos los entresijos de la
reverencia, ni esperan que nos inclinemos perfectamente todo el tiempo. Lo más importante es  no mostrar
altivez ni falta de naturalidad, sino una actitud de respeto y afabilidad.   Os dejo el enlace de un vídeo donde
se parodia el protocolo de los saludos:  

EL SALUDO EN LAS ARTES MARCIALES CHINAS

Aunque el objetivo del presente artículo es profundizar sobre el saludo en las artes marciales japonesas, creo
importante hacer una alusión al saludo en las artes marciales chinas, compartido por algún estilo japonés y
presente en algunos katas de karate. Camps (Camps, Hermengildo. Historia y Filosofía del Karate, 2ª ed.
Barcelona: Editorial Alas, 1985). indica que los saludos japoneses, a pesar de tener forma propia, son
originarios de China y han sido adaptados a la personalidad nipona.   Este saludo, en muchas escuelas de
Gong Fu, generalmente Wing Chun Gong Fu, lo conforma el puño de la mano izquierda bajo

la palma de la mano derecha a la vez que se forma un círculo con los brazos.   Esta figura
tiene muchas interpretaciones, siendo una de las más aceptadas la siguiente. Los cuatro dedos extendidos
indican que todas las artes marciales en el mundo, o en los cuatro océanos, comparten los mismos principios
y objetivos. El dedo pulgar doblado simboliza que el practicante es modesto y humilde. El puño y la palma
juntos significan disposición a hacer amigos a través de la práctica de las artes marciales. El hecho de cubrir
el puño significaba paz y buenaventura. 
El círculo formado con los brazos muestra que todos los artistas marciales de la tierra son hermanos. Todo
ello recuerda al siguiente dicho: “Dentro de los cuatro mares y los cinco lagos, somos todos hermanos”. Así
era el saludo tradicional chino, empleado como el apretón de manos para los occidentales.  

Durante la dinastía Qing (1644-1911), mientras batallaban contra los manchúes, el saludo tradicional fue
cambiado por la extensión de la mano izquierda hacia delante, con la palma vuelta lateralmente y el pulgar
doblado hacia dentro, en el mismo momento que el puño derecho era colocado en la palma izquierda. La
mano izquierda simboliza el carácter chino “luna” (月) mientras que el puño derecho simboliza el carácter
“sol” (日).

Juntos conforman la palabra brillante (明), en representación de la dinastía Ming (1368-1644). Este saludo
era distintivo de los artistas marciales del templo de Shaolin y fue usado como una consigna secreta entre los
revolucionarios.   Sin embargo, los guerreros y soldados chinos llevaban sus armas en la mano derecha, lo
cual les impedía el saludo, por tanto, los militares y artistas marciales saludaban al revés, esto es, con la
palma izquierda cubriendo el puño derecho. Este método se hizo tan popular que, incluso sin arma, el artista
marcial saludaba siempre así.

El puño descubierto significa herir o atacar, e incluso, retar. Sin embargo, si el puño se cubre con la mano,
ésta anula la intención del gesto.   También hay quién dice que el saludo con el puño derecho y la palma
izquierda alude a Yang (masculino), representando que los hombres son mayoría en las artes marciales. Así,
por ejemplo, en Wing Chun Gong Fu, el puño izquierdo y la palma derecha aluden a Yin (femenino) como
respeto a sus mujeres fundadoras (Ng Mui o Yim Wing Chun).  

Otro saludo habitual en las artes marciales chinas es con las palmas juntas y los dedos hacia arriba, como si
estuviéramos rezando. Esto indica que el sistema no es originario del Templo de Shaolin, sino de Grulla
Blanca, y servía para distinguirlos de los demás sistemas.

“Vuestra conducta es lo más importante en las artes marciales tradicionales”.

SALUDO EN LAS ARTES MARCIALES JAPONESAS

Algo claramente visible para alguien que visite un Dojo es que los practicantes nos inclinamos para saludar
de un modo reiterativo y constante: al entrar en el Dojo, cuando lo abandonamos, al kamiza, al Sensei, a los
Sempai, a los demás compañeros antes, durante y después del entrenamiento.  

Para comenzar a explicar el Reishiki primero debemos saber que la influencia de las religiones de Lao Tse
(taoísmo), Confucio (Confucianismo) y Bodhidharma (Budismo Zen) transformaron las artes marciales con
sus aportes filosóficos y doctrinales, dándole forma a muchos de los conceptos del Budo actual. Por supuesto
el Reishiki no quedó exento de la influencia de estas corrientes religiosas y filosóficas.  

En Japón el Reishiki fue desarrollado en gran medida durante el período Tokugawa (1603-1868). El gran
movimiento neo-confucianista de la época fue el gran impulsor, infundiendo a la ceremonia del saludo el
sentido jerárquico que lleva hoy en día. La idea de que toda autoridad proviene de un lugar superior y que
todo el mundo tiene su lugar en el orden de las cosas se vio reforzada por el grado de inclinación al
saludarse.  

En la corte imperial siempre destacó el Reishiki, hábito adoptado por los bushi. La corte del shogunato
adoptó estas costumbres y los samuráis de todo el país comenzaron a utilizar estos protocolos.   No pasó
mucho tiempo, sin embargo, antes de que los bushi crearan sus propios protocolos distintivos de etiqueta.

En la era Tokugawa la acción de inclinarse fue más allá de un simple reconocimiento de la autoridad
llegando a convertirse en la forma de actuar correctamente en todo momento.  

El Reishiki fue lo que permitió a los samuráis de Edo disfrutar de cierta libertad, sin ofender ni ser
ofendidos, y también mantener un estado de alerta en todo momento. Era tanto una cuestión de seguridad
como una cuestión de corrección y cortesía. Con una atención constante a cada movimiento externo, la
mente del guerrero debía de estar despierta en todo momento (zanshin).

El no ser descuidados reducía la posibilidad de incidentes.   Es este aspecto de la etiqueta samurai el que se
incorporó a las artes marciales. Los saludos son una forma de practicar con seguridad y vigilia.

“Budo comienza y termina con Reishiki“.

  Lo cual no quiere decir que movamos la cabeza al inicio y final de una clase, sino que el Budo es Reishiki.

La etiqueta no es “añadida” sino parte integrante del arte. Podemos decir


que las Artes Marciales Japonesas están basadas en el Bushido, donde el Reishiki es tan importante como las
técnicas.

Los actuales Budokas son los descendientes modernos de los antiguos Jutsu, donde la muerte estaba muy
presente. En base a esto, es evidente que necesitaban cambiar la actitud mental para la práctica.   En
algunos Dojos los estudiantes se inclinan y saludan ante un altar.

Esto no representa, en modo alguno, una adoración ni posee un significado religioso profundo. Supone
mostrar respeto a los maestros del pasado, que dedicaron sus vidas a la formación y la transmisión de sus
conocimientos, los cuales tenemos el privilegio de poder disfrutar hoy en día.  

Saludar al Sensei y dirigirse a él por el título correcto, es mostrar respeto por su experiencia, su capacidad y
su esfuerzo, puesto que sin maestros no habría estudiantes. Implica un compromiso de esfuerzo y constancia
en la práctica por parte del estudiante, para intentar ser lo mejor posible, tanto como persona como artista
marcial.

Antaño, en el Templo Shaolin y en algunos Dojos, antes de aceptar a un nuevo discípulo  primero se


valoraban sus formas y humildad. Un saludo verdadero, con honor y respeto genuinos, muestra que uno está
dispuesto a asumir la disciplina de las artes marciales.   Es importante mostrar respeto a todos por el duro
trabajo realizado, así como por su valía como seres humanos.

Esto exige no tener ningún resentimiento hacia el compañero y permanecer siempre concentrado y calmado
durante el entrenamiento.   Saludar a un compañero significa un compromiso para con él: compromiso de
respeto, de intentar no herirlo, de hacer todo lo posible para progresar y ayudarle a progresar, de respetar las
consignas del profesor. Es una forma de dar la palabra, así pues, es importante saludar bien y respetar este
compromiso.   Al principio de la práctica, los saludos permiten olvidar las preocupaciones exteriores y
prepararse mentalmente para la misma.

Al final, es una vuelta a la calma, se respira tranquilamente, se piensa en todo lo aprendido y practicado para
memorizarlo mejor. Es indispensable entender el significado de los rituales, puesto que su entendimiento
facilita su cumplimiento.   Un viejo proverbio chino reza: Cuando tomas un vaso de agua, siempre hay que
pensar en la fuente. La próxima vez que te inclines a saludar, recuerda que ésta es la clave para entender el
respeto y la etiqueta de las artes marciales.    

CONCLUSIONES

Como artistas marciales, hemos de entender que parte de la formación es la construcción del espíritu, el
carácter y el corazón. Las artes marciales no tienen que ver con simples patadas y puñetazos. En un
momento dado, hemos de sacar lo mejor de nosotros mismos y de los demás. Nunca debemos dejar que este
espíritu se corrompa.  

El ceremonial y la etiqueta son una expresión natural de respeto y educación hacia los demás. Cada vez que
saludamos sinceramente, estamos rebajando nuestro ego tratando de librarnos de él, de destruirlo, mientras
que templamos nuestra alma. Es una actitud que debería extenderse a la totalidad de actos de nuestra vida.  

La etiqueta evita las actitudes negativas que nos llevan a faltar al respeto y a la desconsideración para con los
demás, el maestro y nosotros mismos, puesto que purifica la mente y la llena de buenos pensamientos.

Ello nos ayudará a ser mejores personas, por lo que es el mejor modo  de comenzar, mantener y finalizar la
práctica.  

Es importante entender y asimilar que, cuando se aprende el conocimiento y las habilidades de las artes
marciales, también hay que aprender a ser responsables, respetuosos y humildes. El saludo es una simple
muestra de estas virtudes.

“El objetivo del Karate-do no reside en la victoria o en la derrota, sino en el perfeccionamiento del
carácter de sus practicantes”.

Gichin Funakoshi

  El Reishiki (perteneciente al concepto del Kokoro) está arraigado en todas las formas de Budo. Un arte
marcial sin Reishiki simplemente es lucha, puesto que no cultiva el Do. La etiqueta es una parte necesaria e
integral del Budo. El Reishiki en las artes marciales es una técnica de conducta mental usada en todo

momento, dentro o fuera del Dojo.   El Reishiki también es una herramienta usada por
el maestro para observar y clasificar a los estudiantes, puesto que quien combina las orientaciones del
Reishiki con las técnicas marciales, sentirá una transformación tanto de su espíritu como de su corazón. Es la
manera de forjar un carácter compasivo y de que la sabiduría florezca con libertad.

El Reishiki evita que un artista marcial pierda el camino y se deforme, pues representa el vínculo con los
antiguos maestros, quienes nos trasmitieron sus enseñanzas y  continúan presentes para guiarnos.   Finalizo
con una advertencia: el Reishiki no puede convertirse en un ejercicio de repetición, sino que debe ser algo
que se siente de veras, con una dimensión espiritual colosal, que nos recuerde nuestros orígenes y nuestra
responsabilidad para con aquellos que nos han transmitido el Budo a lo largo de los siglos. Ante la duda,
saludad.

“Una persona que es verdaderamente humilde siempre tendrá calma interna”.

Sokon Matsumura

Retomando el tema de la etiqueta y el comportamiento en el Dojo, en esta ocasión nos centraremos en
el Zarei. Para ello, veremos como es la posición correcta que hemos de adoptar y los pasos a seguir para
ejecutarla correctamente, manteniendo siempre el espíritu de nuestra disciplina, con respeto y humildad, y
recordando que es una parte necesaria e integral del Budo.

INTRODUCCIÓN
¿Qué es Zarei? Zarei (座 礼, literalmente “saludar sentado”) podemos definirlo como el saludo ceremonial
sentado, habitualmente en posición de rodillas. La posición de rodillas más comúnmente usada para este
saludo ceremonial se denomina Seiza. Seiza.

Seiza describe la forma tradicional de sentarse en Japón. Esta postura implica arrodillarse, estirar los
empeines, posar las nalgas sobre los talones y mantener la espalda recta.

Para los artistas marciales es una parte integral y necesaria, común a otras artes japonesas, como
la ceremonia del té (Chadō, 茶 道 ), la meditación (Zazen, 坐 禅 ), la caligrafía (Shodō, 書 道 ) o el arreglo
floral (Ikebana, 生け花). Seiza (正坐) significa literalmente “como sentarse correctamente”.

Proviene de la palabra china Jìng zuò ( 靜 坐 ; literalmente “sentado en silencio”) y describe la forma


tradicional de sentarse de rodillas. Literalmente, 坐 significa la acción de sentarse y 座 el lugar de asiento.

A lo largo de la historia de Japón, las formas para sentarse consideradas adecuadas han ido cambiando en
función de las circunstancias sociales, las modas y los ámbitos.

Durante el Período Muromachi, la innovación arquitectónica de cubrir los suelos con tatami, unida a las
estrictas formas de las clases guerreras, convirtió a Seiza en la forma protocolaria de sentarse. Sin embargo,
hasta inicios del siglo XVIII no se adoptó para la vida cotidiana.
 

Seiza está estrechamente relacionada con los suelos de tatami.


Dependiendo de la formalidad de la ocasión, el entorno y la situación familiar, a veces es posible realizarla
sobre un zabuton (座布団) o un zafu (座蒲).

Seiza es una postura compleja e incómoda para aquellos que no están familiarizados con ella y quienes, al
mantenerla un tiempo, empiezan a sentir falta de circulación, pinchazos y un dolor abrasivo, incluso, un
entumecimiento de las piernas. No obstante, es algo que con la práctica mejora. Existen unos bancos para
ayudar en la posición, que disminuyen la tensión y dolor, al separar las nalgas ligeramente de los talones.

Como alternativa a Seiza tenemos Agura (胡座, literalmente “sentarse como un extranjero”, con las piernas
cruzadas), que es considerada informal y adoptada frecuentemente por los no japoneses.

No obstante, es siempre inadecuada para las mujeres, quienes en situaciones informales se sientan en Yoko-
zuwari (横座り, con ambas piernas a un lado) o en Wariza (割座) u Obachan-suwari (お ば あちゃん 座
り, literalmente “sentarse como una abuelita”, de rodillas con las nalgas en el suelo y una pierna doblada
hacia cada lado).
También tenemos Tai-iku-suwari (体育座り, literalmente “sentarse para educación física”, con las nalgas en
el suelo y las rodillas por delante) usada por los niños, ya que es más cómoda que otras y más respetuosa
que Agura cuando se está con un profesor.

Otra alternativa es Tate Hiza (立て 膝, sentado sobre una rodilla), válida en situaciones imprevistas, pero no
recomendada para actos formales.

Origen de Seiza
En los seres humanos podemos distinguir tres posiciones fundamentales: de pie, sentado y tumbado. De
pie para realizar cualquier movimiento, tumbado para descansar y sentado para realizar actividades que
impliquen poca movilidad, pudiendo ser en un asiento o en el suelo.

En base a esto, podemos enumerar las siguientes posiciones para sentarnos en el suelo: Seiza (sentado
recto), Kikyo ( 箕 踞 , con las piernas estiradas), Sonkyo ( 蹲 踞 , en cuclillas), Fuza ( 趺 座 , con las piernas
cruzadas) y Kiza (跪坐, sentarse con las rodillas dobladas).

Podemos calificar Seiza como una variación de Kiza. Seiza, a pesar de su significado de sentarse


correctamente, es una posición no natural y que causa un cierto dolor, mientras que Kikyo es una posición
más natural para el cuerpo humano y la primera usada por los bebes.

Seiza resulta extraña para los extranjeros. Ni es cómoda ni parece tener funcionalidad. Existe una teoría de
que, antiguamente, mientras el señor estaba sentado en Agura, los siervos estaban en Seiza o Kiza para
atender prontamente sus exigencias, puesto que eran posiciones más “activas” que Agura o Kikyo. Podemos
suponer que eran usadas como posiciones temporales para ponerse de pie.

En el diccionario Kojien se define Seiza como “sentarse correctamente” sin una descripción de la posición


correcta. Por tanto, es el sentido común el que determina la “corrección” de la postura.

En Japón, a partir de la Restauración Meiji, el uso de sillas ha ido aumentando hasta integrarse
completamente en la sociedad, siendo Seiza (al igual que otras) una posición mucho menos usada que antes.
A través de algunos documentos antiguos (pergaminos, escritos, cuadros, etc.) podemos observar que el
estilo de vida entre el Período Heian y el Kamakura no incluía unas costumbres formales para sentarse.

En esta época las casas no disponían de un suelo que los aislase del terreno, por lo que para sentarse los
samuráis usaban la posición Agura directamente sobre el terreno, y, si éste estaba muy embarrado debido a
las lluvias usaban la posición de cuclillas. En cambio Seiza se adoptaba para la oración y, posteriormente,
para actos ceremoniales, de modo que los asistentes mostraban así su respeto.
Originalmente los tatamis eran un artículo de lujo de las clases altas. Este estilo arquitectónico se inició
durante el Período Heian, en las residencias aristocráticas, usándose tan sólo como asiento para los más altos
aristócratas. En el Período Kamakura se extendió a las residencias de los samuráis y sacerdotes, pero fue en
el Período Muromachi cuando alcanzó su máxima expansión.

En el Período Kamakura, la escuela Rinzai Zen, introducida por el monje Eisai, fue rápidamente adoptada


por las clases altas y tuvo un profundo impacto en la cultura japonesa.

Fue en el siglo XIII cuando los samurái comenzaron a preparar y beber matcha y se erigieron los pilares de
la ceremonia del té

La posición Seiza fue adoptada durante el Período Muromachi y se desarrolló como una forma de sentarse en
una superficie semiblanda de tatamis en lugar de sobre la madera.

En la segunda mitad del siglo XV se promovió la cultura Higashiyama, en la que el Budismo Zen y la


estética wabi-sabi influyeron en la armonización cultural entre la Corte Imperial y la clase samurái, y el
florecimiento de expresiones artísticas como la cha-no-yu o el ikebana.

El desarrollo de la ceremonia del té le dio un fuerte impulso al uso de Seiza, puesto que tras el
perfeccionamiento de la ceremonia por Sen Rikyu pasó a ser un requisito con el fin de incluir la doctrina Zen
en la misma. Gracias a Sen Rikyu en el siglo XVI la costumbre de beber té se había extendido a todos los
niveles de la sociedad japonesa.

En el Período Edo, el budismo, mezclado con el neo-confucianismo, definió los estándares de


comportamiento social y fue promovido y practicado por las clases superiores. Seiza pasó a ser considerada
una posición protocolaria importante en la vida social de las ciudades.

En la primera mitad de la Era Meiji la posición de Seiza ya era muy popular a pesar de no tener asignado el
nombre de Seiza como tal. Era usada como posición para ceremonias, oraciones y muestras de respeto, pero
no para la meditación.

Fue durante esta Era Meiji cuando Seiza se estableció como la postura sentada representativa de Japón. En
ello influyó sobremanera la Escuela de Etiqueta de Ogasawara. Con esto, el gobierno Meiji consiguió una
imagen uniforme de Japón en actos formales.

Vemos como la adopción de Seiza se ha debido a las diversas situación políticas y sociales vividas a los
largo de los años en Japón.
¿Cómo sentarse en Seiza?
No existe una forma concreta y correcta de adoptar Seiza, más allá de las propias pautas impuestas por las
diversas artes o escuelas, en sintonía con sus criterios y evoluciones históricas.

No obstante, a pesar de ciertas particularidades distintivas de algunas escuelas, describiremos una de las
formas más generalizadas de cómo hacer “correctamente” Seiza, partiendo de una posición de pie:

 Primero, bajamos la rodilla izquierda a la altura del talón derecho, procurando que los pies se apoyen
sobre la base de los dedos (Jo Sokutei).
 Segundo, bajamos la rodilla derecha poniéndola paralela a la izquierda (dedos igual) con una
separación de un puño en el caso de los hombres y juntas en el de las mujeres.
 Tercero, extendemos los pies sobre los empeines (quedando éstos paralelos o en V).
 Cuarto, bajamos las caderas, posando las nalgas sobre los talones, las palmas de las manos a lo largo
de los muslos y los codos naturales y muy próximos al cuerpo.

Debemos procurar en todo el proceso que la espalda esté erguida, pero no rígida (como si nos sujetasen
tirando con una cuerda hacia arriba), así como que el movimiento sea controlado por la cadera, como una
unidad, igual que cuando nos desplazamos en Shikko (膝行).

El peso del cuerpo debe caer ligeramente sobre los pies. La razón por la que llevamos el peso sobre nuestros
pies durante este proceso es permitir libertad en las rodillas, de tal forma que podamos ser capaces de
movernos de forma rápida y libre.

Hay variaciones contempladas en algunas escuelas o estilos como, por ejemplo, el solape de los dedos
gordos de los pies o de los empeines, colocación de las manos con los dedos mirando hacia dentro o de los
puños sobre las caderas, apertura de dos puños o más de las rodillas, flexión inicial de la pierna derecha, etc.

 La acción de arrodillarse en Seiza desde una postura de pie se denomina Chakuza (着座)

Para levantarnos el proceso se realiza a la inversa:

  Primero, elevación de las caderas.


 Segundo, apoyo de la base de los dedos de ambos pies (Kiza).
 Tercero, apoyo del pie derecho junto a la rodilla izquierda.
 Cuarto, elevación del cuerpo y movimiento del pie izquierdo hasta la posición de pie.

Observemos que en esta descripción nunca sobrepasamos la línea imaginaria que delimitan los dedos de
nuestros pies, ni al bajar ni al subir.

Otra forma muy usada para sentarse en Seiza es flexionar ambas piernas, apoyando primero la rodilla
izquierda y luego la derecha, con posterior extensión de los dedos. Para levantarse, primero apoyo de las
bases de los dedos, luego elevación primero de la pierna derecha, haciendo el movimiento inverso a la
bajada.

Hay quien también se sienta en Seiza apoyando las dos rodillas a la vez, aunque esta forma es improbable
que se vea en un arte marcial.
A pesar de que algunos estilos flexionan primero la pierna derecha para pasar a Seiza y suben moviendo
primero la izquierda, la mayoría, flexionan primero la izquierda y suben moviendo primero la derecha. Esto
quizá sea por emulación a como lo hacían los samuráis, que portaban la espada en el costado izquierdo, y
esta forma les facilitaba desenvainar. Esta forma se denomina Sazauki 左座右起.

ZAREI. Tipos.

La forma adecuada del saludo sentado (Zarei o Seizarei 正 座礼) dependerá de la situación o de la persona
que recibe el saludo. Mientras estemos sentados las manos permanecerán a lo largo de los muslos o sobre
el Hara. El ángulo de la inclinación al saludar, así como la separación de las manos, variará en función de la
diferencia de estatus con el interpelado. Las manos deben deslizarse directamente al frente de las rodillas.

Al igual que en los saludos de pie, los saludos en el suelo se pueden dividir en función de la formalidad de
los mismos.

Existen nueve tipos de saludo según la Ogasawara Ryu: Shurei (首礼), Mokurei (目礼), Shikenrei (指建礼)
, Sōkōrei (爪甲礼), Sesshurei (折手礼), Rakushurei (拓手礼), Sōshurei (双手礼), Gōshurei (合手礼) y
Gasshurei (合掌礼).

Estos saludos vienen definidos por la formalidad del momento, la inclinación de los mismos y la posición de
las manos. No obstante, la mayoría no se usa frecuentemente en la vida cotidiana, ni en la práctica de las
artes marciales.

Si el saludo se realiza con una katana o bokken se denomina Tōrei (刀礼).


En la ceremonia del té, hay tres saludos fundamentales: Sō no rei ( 草の礼), Gyō no rei (行の礼) y Shin no
rei (真の礼).

Veamos detallados algunos tipos:

 Shikenrei 指 健 礼 . Según la Ogasawara Ryu, es el apropiado cuando se escucha atentamente al


interlocutor. Es el adecuado en presencia de personas más jóvenes o de menos estatus (kōhai 後輩).
Se mueven ambas manos hacia la parte inferior de los muslos, de modo que las yemas de los dedos
rocen el suelo, y se inclina ligeramente el cuerpo, manteniendo la alineación de la cabeza y la
espalda.
 Sesshurei 折 手礼 . Según la Ogasawara Ryu, es el indicado cuando se desea hacer un discurso en
una ocasión alegre o cuando se visita una casa. Indicado para cuando queremos hacer un comentario
o nos hallamos con personas que consideramos de igual estatus. La inclinación es mayor que en el
anterior, las palmas de las manos se apoyan totalmente en el suelo, con las puntas de los dedos
enfrentadas y paralelas a las rotulas.
 Takushurei 拓手礼. Según la Ogasawara Ryu, es el saludo más habitual, como cuando estamos de
pie. Es el saludo usado en el Dojo cuando se saluda a los compañeros. Nos inclinamos hasta que la
frente quede a unos 25 ó 30 cm del suelo. Las manos se llevan hacia delante, con los dedos muy
próximos pero sin tocarse.
 Sōshurei 双 手 礼 . Según la Ogasawara Ryu, es el saludo de mayor inclinación en la vida
cotidiana. Es un saludo muy formal utilizado principalmente en los círculos militares. La frente se
inclina más profundamente que en el anterior, hasta unos 15 cm del suelo. Indicado para saludar
al Shomen o al Sensei. Las manos se deslizan hacia delante hasta que las puntas de los dedos casi se
tocan.
 Gōshurei 合手礼. Según la Ogasawara Ryu, es el apropiado para las ceremonias religiosas de Japón,
y casi no se realiza en ninguna otra circunstancia de la vida cotidiana. Es el saludo menos usado y
está reservado para cuando se está con la nobleza. Similar al anterior, pero bajando todo lo posible,
quedando con la espalda paralela al suelo. Las manos se deslizan hacia delante hasta que los dedos se
tocan.

Los detalles para un correcto Ojirei se aprenden observando, copiando y practicando.

COLOCACIÓN DE LAS MANOS

El cómo colocamos las manos para realizar el Zarei viene determinado por la situación y la actitud que
debemos mostrar. Aquí, como en el caso de Seiza, existe un gran abanico de opciones en función de la
escuela del practicante.

Cuando realizamos un trabajo con un compañero del Dojo debemos llevar primero la mano izquierda
seguida de la derecha, y realizamos el saludo manteniendo la mirada sobre uke.

Al finalizar, recogemos primero la mano derecha y luego la izquierda. Es importante mantener la mirada
sobre uke en todo el proceso. Hay practicantes que mantienen la mirada en uke hasta el último momento, en
el cual miran al suelo, ya que entienden que es un gesto de respeto pero no de confianza.

Cuando saludamos al Shomen o al Sensei deberíamos colocar ambas manos a la vez y saludar mirando al
suelo. Recogeríamos llevando las dos manos a los muslos nuevamente. El hecho de llevar una mano primero
o las dos a la vez recibe una justificación marcial, procedente de las épocas samurái, en las que recordemos
llevaban la espada en el costado izquierdo.
Cuando llevamos primero la mano izquierda, luego la derecha, y recogemos a la inversa es porque se percibe
una amenaza o peligro, y se debe de mantener una actitud vigilante (zanshin) en todo momento. El usar la
mano derecha como última en avanzar y primera en recoger es para poder usarla para desenvainar la espada.

Cuando llevamos las dos manos juntas es porque confiamos plenamente, no percibimos ningún peligro y
mostramos nuestro respeto. La posición de las manos en el suelo debe ser con los dedos pulgares e índices
tocándose, formando un triángulo entre ellos. Es hacia este triángulo donde llevamos la mirada y la nariz
cuando nos inclinamos a saludar (salvo que mantengamos la mirada en uke, como vimos anteriormente).

Aquí también hay múltiples opciones, habiendo quien deja las manos a unos 5 ó 6 centímetros, las pone
paralelas, superpone los pulgares, apoya los puños o solo una mano.

En relación a la colocación de las manos hay una justificación curiosa que se enseña en algunos Dojos.

Ésta indica que las manos han de colocarse formando un triángulo porque en caso de que alguien nos
golpease la cabeza contra el suelo mientras saludamos las manos nos evitarían el impacto y el consiguiente
daño. Os invito a que comprobéis esto y saquéis vuestras propias conclusiones.

También existe una interpretación de que hacemos un triángulo con las manos por que simboliza Shin Gi
Tai, que es el objetivo del entrenamiento.

A la hora de saludar, es importante no llevar el peso sobre las manos, ni elevar las caderas.  

CONCLUSIONES

Vemos que para ejecutar un correcto Zarei deberemos evaluar la situación en la que estamos y a quién
vamos a saludar, para poder escoger el saludo adecuado.

No obstante en las artes marciales este abanico está mucho más reducido, produciéndose solo un tipo o dos
como mucho, en función de las enseñanzas y pautas de cada escuela. Del mismo modo, cada escuela
determinará la forma correcta de realizar Seiza y de cómo colocar las manos, pudiendo estar próxima o no a
los estándares de la Ogasawara Ryu.
Sin embargo, lo más importante continúa siendo la actitud con la que realicemos el saludo, esto es, con
sinceridad, humildad y respeto, manteniendo la mente alerta en todo momento (zanshin) y recordando que es
una parte integral de la práctica.

“Budo comienza y termina con Reishiki“.

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