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ANALISIS JURISPRUDENCIAL

Estudiante: Diego Monsalve Diaz

Identificación: 1036964500

Identificación de la providencia: Sentencia C-522/02

Derechos controvertidos:

Derecho a la igualdad, al debido proceso, a la participación ciudadana y a la vigencia de un


orden justo y democrático.

Partes en conflicto: Los ciudadanos Gustavo Cristo Saldivia y Hugo Toro Londoño,
interponen la acción pública de inconstitucionalidad contra los artículos 3º, 25 y 37
(parciales) de la Ley 675 de 2001, por la cual se expide el régimen de propiedad
horizontal.

Hechos relevantes:

Los ciudadanos demandantes consideran que las normas acusadas violan la Carta Política
porque establecen una discriminación fundada en privilegios económicos.

- El voto restringido fundado en los privilegios económicos es elitista y hace


prevalecer el interés particular sobre el general, y, por ende, desconoce el artículo
superior.

- Se consagra una discriminación fundada en el poder económico, y ello dificulta la


toma de decisiones, origina la lucha de clases y no asegura un orden justo.

- La vigencia de los derechos debe garantizarse sin distinción alguna, cargo que se
concreta con la vulneración del artículo 13 superior por desconocimiento del
derecho a la igualdad.

- En las actuaciones administrativas cada persona tiene el derecho a disentir con toda
su capacidad de juicio y con toda su libertad.

- No se le puede condicionar ese juicio y esa libertad a la cifra que represente el


coeficiente de copropiedad. Al consagrar en las normas demandadas el coeficiente
de propiedad como índice de participación también se convierte en medida de juicio
y raciocinio, es decir, en coeficiente de libertad y en coeficiente electoral.

- El derecho a la propiedad privada no establece una garantía para el mayor


propietario ni tampoco permite crear una discriminación en cuanto al valor del voto
por concepto de propiedad.

- En la Carta Política el voto de cada propietario debe tener el mismo valor


independiente del coeficiente de propiedad porque garantiza la participación en una
Asamblea de copropietarios.

Problema jurídico planteado: ¿las normas de propiedad horizontal que definen derechos
y deberes de los copropietarios con base en el criterio de coeficiente de propiedad
establecen una discriminación que vulnera el derecho a la igualdad, al debido proceso, a la
participación ciudadana y a la vigencia de un orden justo y democrático?

Doctrina del caso concreto (Ratio decidendi) como argumentó la Corte la decisión
específica:
La Corte lleva a la solución del caso argumentando que el coeficiente de propiedad se
convierte en la forma óptima para medir de manera objetiva, proporcional y sobre todo
específica las asignaciones porcentuales tanto de derechos y obligaciones de tipo
económico como las enumeradas en el Capítulo V de la Ley 675 de 2001, cuando se trata
de bienes inmuebles para vivienda, pero no puede considerarse como criterio para definir la
participación los integrantes de una comunidad de copropietarios cuando se deben tomar
todas las otras decisiones que pretenden reglamentar la vida colectiva, allí la regla debe
ser  un voto por cada unidad privada  y de esta manera, armonizar el carácter expansivo de
la democracia y la primacía de los derechos de las personas con el ejercicio del derecho de
propiedad privada y sus atributos de dominio y disposición.

La Corte Constitucional encuentra que si bien el legislador está facultado por la Carta
Política para reglamentar el tema de la propiedad horizontal conforme a la cláusula general
de competencia prevista en el artículo 150 superior, y que la medida persigue el fin
constitucional de garantizar el goce efectivo de una forma de propiedad privada, también es
cierto que el legislador extendió el criterio del voto porcentual a las diferentes formas de
asociación de copropietarios de bienes inmuebles que comparten la propiedad de bines
comunes que son necesarios para el uso y disfrute de cada unidad privada. La falta de
distinción de la participación en las asambleas de inmuebles para vivienda e inmuebles
comerciales lo lleva a extender en forma desproporcionada la protección del equilibrio
económico entre derechos patrimoniales y deberes, a espacios en los que el mencionado
equilibrio no es el fundamento de la relación, como las múltiples situaciones que se derivan
de la vida colectiva en una edificación o conjunto residencial, en donde por el contrario, el
mantener un voto porcentual se revela odioso y antidemocrático porque no existe
argumento que justifica la preeminencia del mayor propietario en decisiones que afectan
derechos fundamentales de las personas o definen las reglas para la convivencia.

Decisión:

Es por lo anterior que la Corte Constitucional declara exequibles las normas demandadas y
aclara que frente al parágrafo 2° (el cual luego la Corte aclara que al decir parágrafo se está
refiriendo en realidad al párrafo 2º) del artículo 37 de la Ley 675 de 2001, establecerá el
condicionamiento de exequibilidad en el entendido que el voto de cada propietario
equivaldrá al porcentaje de coeficiente del respectivo bien privado en relación con las
asambleas de copropietarios los bienes inmuebles destinados a vivienda, sólo cuando se
trate de decisiones de tipo económico, las demás se regirán por la regla un voto por cada
unidad privada. Las decisiones de las asambleas de copropietarios de los inmuebles de tipo
mixto (entiéndase tanto de vivienda como comerciales) se debe hacer en la reunión la
respectiva distinción al momento de votar para asi poder cumplir con el condicionamiento.

Su opinión argumentada del caso y de la decisión:

Me encuentro de acuerdo con la claridad que hace la Corte en cuanto a que existe la regla
de un voto por cada unidad privada residencial, cuando no se trata de decisiones de carácter
económico. tratándose de decisiones de carácter económico, prima el coeficiente de
propiedad de cada unidad privada para establecer un voto porcentual, constituyéndose en
una garantía de equilibrio entre los derechos patrimoniales y los deberes.

Por lo tanto, al interior de cada unidad privada los comuneros deberán acordar sus
decisiones para actuar de manera conjunta y consensuada frente a la copropiedad sometida
al régimen de propiedad horizontal.

Lo anterior por cuanto la regla que aplica a la propiedad horizontal frente al principio de
democracia participativa es la de una propiedad un voto.

Reconociendo por tanto que el régimen de propiedad horizontal está fundado en la


existencia de una comunidad de copropietarios y según lo indicado el Procurador General,
no se puede prescindir entonces del presupuesto fáctico y jurídico del derecho de propiedad
individual, que tiene cada uno de los integrantes de la comunidad de copropietarios, para
definir tanto la forma de organización como el reconocimiento de los derechos y la
imposición de deberes que tienen un vínculo estrecho y obligado con la condición de
propietario.

El coeficiente de propiedad horizontal es el punto de referencia que traduce la participación


y obligaciones de cada propietario en estrecha relación con la unidad privada respectiva,
que es el único motivo de la asociación por ello,

La relación que existe entre copropietarios en el régimen de propiedad horizontal se


desarrolla conforme a la coexistencia de derechos de propiedad individual y derechos de
propiedad colectiva necesarios para el ejercicio del dominio sobre las unidades privadas. En
consecuencia, de las atribuciones del dominio y en especial de la disposición, quien es el
titular del mayor porcentaje de propiedad sobre los bienes comunes (por ejemplo, el
terreno) debe tener una mayor incidencia en la toma de decisiones comunes. Decisiones
que, se recuerda, no pueden afectar el núcleo esencial del dominio de los otros propietarios.

Es por esto que según la corte no considero ninguna violación a los derechos anteriormente
mencionados según la claridad de la corte sobre el voto porcentual

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