INFORME DEL EXAMEN PARCIAL

Ante la situación de la pandemia provocada por el Covid-19, la cual cobró fuerza en nuestro
país desde marzo cuando se confirmó el primer caso positivo, el Estado debe procurar, entre
otras obligaciones, la defensa irrestricta de los derechos de los consumidores frente a la
posible vulneración de los mismos. En ese sentido, es necesario explicar los motivos del por
qué y cuales son los derechos que principalmente deben protegerse.

Nuestra Constitución Política del año 1993 determina que nuestra forma de gobierno se rige
bajo una Economía Social de Mercado. Mediante Sentencia 008-2003-AI/TC, el Tribunal
Constitucional desarrolló el concepto de Economía Social de Mercado y determinó que para el
mismo se dé, es necesario la coexistencia de 3 principales requisitos: la búsqueda del bienestar
social, el respeto de las libertades económicas, y el Rol subsidiario del Estado.

Con respecto a la búsqueda del bienestar social, este incluye conceptos como empleos
productivos, trabajos dignos y reparto justo del ingreso. La situación de los empleos
productivos se ha visto de manera general afectada debido a la cantidad de personas que han
perdido su trabajo a causa de la caída de la economía a nivel mundial. El Estado en esta
situación debería establecer un plan de emergencia que genere empleos, sobre todo para
aquellos sectores que incluso antes del inicio de la pandemia ya se veían afectados. El
concepto de trabajos dignos actualmente debe considerarse como aquel en el que se pueda
desarrollar una actividad profesional con las medidas de seguridad y sanidad necesarias para
evitar el contagio del virus. Es por ello que las autoridades, especialmente el Ministerio de
Trabajo y Promoción del Empleo deberían establecer diversas medidas que contribuyan a la
seguridad de los trabajadores, y en su papel fiscalizador, generar que exista el debido cuidado
que se pretende.

Entre las libertades económicas a proteger se encuentran la libre iniciativa privada, como
derecho a participar en la vida económica de la nación. En esta situación especial, debe
considerarse tomar en cuenta mecanismos que faciliten el inicio de la actividad económica de
los ciudadanos, puesto que, ante las restricciones de tránsito y movilidad existentes para evitar
el contagio masivo, se torna en una mayor dificultad a la hora de querer desarrollar dicha
actividad de su preferencia. La libertad de trabajo, empresa y contratar se encuentran
vinculadas en el sentido de que estos 3 derechos determinan que el ciudadano podrá
desarrollar la actividad profesional en la organización que elija y, asimismo, elegir con quien
contratar y en base a qué estipulaciones. Sin embargo, estos no pueden ejercerse eficazmente
puesto que de por sí el Mercado se ha visto afectado por la falta de consumidores por
problemas de índole económica y porque nuestra economía ha caído a niveles tan bajos, no
visto en muchísimos años. Todos estos derechos económicos, entrelazados entre sí, se ven de
alguna manera restringidos, como se mencionó anteriormente, debido a la decisión del Estado
de proteger a los ciudadanos, aquellos que conforman el Mercado, al ser proveedores y
consumidores a su vez. En ese sentido cabe traer a colación el artículo 65 de nuestra
Constitución Política, la cual establece que el Estado protege el interés de los consumidores y
usuarios y, asimismo, garantizan el derecho a la información, salud y seguridad de la población.
Es por ello que el Estado, en su Rol subsidiario, debe intervenir de manera que no se vean
afectados los derechos de los ciudadanos y les permitan, de manera individual o colectiva,
poder generar recursos para poder seguir desarrollando dichas actividades económicas o
reinvertirlas en el desarrollo de las mismas.
SOBRE EL DEBER DE IDONEIDAD:

En el deber de idoneidad el consumidor tiene la vía de denunciar el incumplimiento

contractual como supuesto de idoneidad. Esta figura hace referencia a la correspondencia de
lo que se espera y de lo que se recibe. Según el art 20 de la ley de protección al consumidor
nos dice que la idoneidad de un producto o servicio debe compararse el mismo con las
garantías que el proveedor está brindando y a las que está obligado. Las garantías son las
características, condiciones o términos con los que cuenta el producto o servicio. Y entre las
características tenemos:

Garantía implícita: la expectativa que el consumidor se genera en su mente

Garantía explicita: aquellas características que el proveedor informa al consumidor.

Garantía legal: normas que no pueden pactarse en contrario.

En el presente caso la circular al ser una normativa excepcional por el periodo de pandemia ,
ha suspendido los plazos de prescripción para salvaguardar derecho de reclamo en pro del
consumidor y se superpone una garantía legal por encima de una garantía explicita, esto es, de
aquellos plazos que hayan establecido algunas empresas para que consumidores puedan
ejercer su derecho de reclamo

En el Artículo 23 del código de protección al consumidor nos dice que:

23.2 Cuando un producto objeto de reparación presente defectos relacionados con el servicio
realizado y éstos sean imputables a quien prestó el servicio, el consumidor tiene derecho,
dentro de los treinta (30) días contados a partir de la recepción del producto, a que se le
repare nuevamente sin costo adicional.

En nuestro actual contexto si se incorporara la circular al ser una norma de excepción

suspendería el plazo de prescripción para que consumidor pueda ejercer sus derechos.

Esto también tiene amparo constitucional en el artículo 65 establece que:

“el Estado defiende el interés de los consumidores y usuarios. Para tal efecto garantiza el
derecho a la información sobre los bienes y servicios que se encuentran a su disposición en el
mercado. Asimismo, vela, en particular, por la salud y la seguridad de la población”.

Según este articulo la circular podría incorporarse a nuestra legislación por el tiempo de
estado de emergencia en cuanto lo que se busca es velar por la salud de las personas en este
estado de emergencia y actúa en pro de los consumidores suspendiendo los plazos de
prescripción para que puedan ejercer sus derechos por este periodo excepcional.

DEBER DE INFORMACION E INFORMACION RELEVANTE

Ante la crisis sanitaria producido por la propagación del Covid-19, diversas entidades han
emitidos sendas normas con el fin de coadyuvar la labor que realiza el Estado Peruano de
paliar los efectos nefastos de la pandemia.

En el caso relacionado al derecho de los consumidores, este no ha sido ajeno a las

consecuencias que ha traído un caso extraordinario, imprevisible, irresistible como es la
pandemia producida por el Covid-19.
Según la Resolución Exenta N° 0340, emitido por el Servicio Nacional del Consumidor de Chile,
se aprobó una circular interpretativa sobre suspensión de plazos de las garantías legales,
voluntarias y de satisfacción durante la crisis sanitaria derivada del Covid-19.

Ante tal norma, el país sureño aplicó medidas para manejar el plazo prescriptorio en materia
de derecho administrativo, en especial, todo lo relacionado con el derecho de los
consumidores. Ante la medida excepcional tomada en dicho país, lo que buscan es cuidar la
vida, seguridad y salud de los consumidores, donde incluso mencionan que la protección al
consumidor adquiere un valor esencial que prima frente a cualquier otro tipo de bienes
jurídicos consignados en su Ley de Protección al consumidor.

En el caso peruano, se han dado sendas normas en diferentes materias del derecho, no siendo
el derecho al consumidor ajeno. A través del INDECOPI, se han suspendido los plazos
administrativos aplicables a los procedimientos de reclamos, sancionadores, y renovaciones de
registros, acreditaciones, etc., que se venían tramitando en la institución. Asimismo, se
extiende la suspensión de procesos de selección, contratación y otros procesos internos, salvo
aquellos que se consideren esenciales para el cumplimiento de las funciones de la entidad.

El derecho a la información que poseen los consumidores, en el marco de una economía social
de mercado, constituye uno de los derechos más importantes, debido a que a través de su
ejercicio los consumidores cumplen su función económica de ordenar el mercado, premiando
con su elección a las empresas más eficientes y orientando las prácticas productivas en función
a sus preferencias. No en vano el derecho a la información es el primero que
constitucionalmente se reconoce en favor de los consumidores

La información debe ser oportuna, suficiente, relevante para la elección del consumo, dentro
de los cuales debe reunir las siguientes características:

-Información mínima o suficiente.

-Apta para que el consumidor tome su decisión de consumo.

-Omisión o revelación información.

-Veraz y de fácil acceso.

Con el derecho a la información se busca equilibrar la asimetría informativa que hay en la

relación de consumo, según sendas resoluciones emitidas por el Tribunal del INDECOPI, por
ejemplo la N° 0936-2010 o la N° 401-2006.

La información relevante no solo se refiere a precios, características del producto sino de otro
tipo de información para la elección del bien o servicio.

Uno de los efectos positivos del derecho a la información relevante es que protege los
derechos económicos, personales y sociales de los consumidores

Además, la Constitución Política, en su artículo 65° prescribe que “El Estado defiende el interés
de los consumidores y usuarios. Para tal efecto garantiza el derecho a la información sobre los
bienes y servicios que se encuentran a su disposición en el mercado. Asimismo vela, en
particular, por la salud y la seguridad de la población”.

De esta norma constitucional se puede colegir que el consumidor tiene resguardo, tutela de
rango constitucional, que dentro de una economía social de mercado, se le busca proteger en
sus relaciones con los agentes económicos que están en el mercado.
Ahora bien, este derecho a la información no solo se agota cuando el consumidor realiza un
acto de consumo, sino que también está inmersa cuando surgen problemas después de un
contrato de consumo, por ejemplo, en caso de fallas de los productos adquiridos o servicios
contratados. En este caso los consumidores tienen derecho de reclamar o denunciar ante la
autoridad competente las fallas de fabricación, diseño o información de los productos o
servicios adquiridos.

Por ello, si se puede aplicar la normativa dispuesta por el Servicio Nacional del Consumidor de
Chile, ya que en vista de que la pandemia viene azotando fuertemente a nuestro país, es
necesario proteger a los consumidores, por ejemplo, en el ejercicio de sus derechos frente a
reclamos o fallas de los productos o servicios adquiridos. Incluso, el INDECOPI, a pesar de
mantener suspendido la atención de manera presencial al público, atiende de manera virtual
los casos que los consumidores presentan a través de sus plataformas virtuales. Con ello, a
pesar del contexto en que se vive, el ordenamiento jurídico peruano, a través de sus
entidades, específicamente las relacionadas en materia de derecho del consumidor, buscan
proteger no solo la integridad y salud de los consumidores, sino que busca que no se afecte sus
derechos a reclamos contra bienes y servicios defectuosos.

En efecto, en el caso peruano si podría ser factible aplicar la circular materia de análisis
considerando necesariamente, los siguientes puntos que se desarrollan a continuación: Como
en toda relación de consumo, se entiende que el proveedor está en la obligación de informar
de manera clara, oportuna y veraz, cualquier modificación o agregado del producto que haya
sido materia de un contrato o transacción con el consumidor. Ello obedece principalmente a la
posición privilegiada que tiene el proveedor frente a la otra parte, ya que el consumidor
vendría a ser la parte débil en una relación de consumo tal como lo ha establecido nuestro
Código de Protección al Consumidor. Sin embargo, se debe precisar que la información que
debe ser traslada de manera oportuna al consumidor, debe ser aquella que tenga la
característica de ser relevante, es decir, la información relevante, dicho de otra manera,
aquella información que resulte indispensable para el momento en que el consumidor tome
una decisión de consumo de manera acertada y responsable. De hecho, para que este evento
ocurra de manera óptima, el proveedor tiene el deber de consignar correctamente en el
etiquetado una denominación que refleje la naturaleza de su composición. Tal es así que
mínimamente debe contener información que resulte acorde a los componentes que integran
el producto. Así pues, sobre la información relevante que deben de brindar los proveedores,
involucra que en su etiquetado se proporcione detalles o características que componen el
producto para que así se evite inducir a errores al consumidor al momento de tomar una
decisión. Además no se debe olvidar que los proveedores tienen un mayor deber de informar
sobre aquellos productos que tengan algún riesgo probable su consumo o uso, ello en virtud al
principio precautorio que nuestra normativa ha acogido, por este principio se debe entender
que ante la incertidumbre de si un producto es riesgoso o no, el proveedor debe de informar
sobre dicho aspecto a fin de que el consumidor sepa los riesgos que está tomando al adquirir
dicho producto.
Integrantes:

- Chipana Casafranca Andrea Fiorella 15020207

- Ramirez Remigio Joel Arturo 15020265
- Albino jose
- -ruben huertas