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Teorías del Discurso

Antología
r
'

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

Rector
José Narro Robles
Secretario General
Sergio M. Alcocer Martínez de Castro
Secretario Administrativo
Enrique del Val Blanco Teorías del Discurso
Abogado General
Luis Raúl González Pérez Antología
Director General de Publicaciones y Fomento Editorial
David Turner Barragán

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

Director
Fernando Castañeda Sabído
Secretario General María Susana González Reyna
Roberto Peña Guerrero
Secretario Administrativo
(coordinadora)
Aureliano Morales Vargas
Coordinadora de Extenswn Universitaria
Consuelo Dávila Pérez
Jefe del Departamento de Publicaciones
Manuel Ortíz Escámez

CENTRO DE ESTUDIOS EN CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

Coordinador
Arturo Guillemaud Rodríguez Vázquez
Secretaria Académica
Jacqueline Sánchez Arroyo
Secretario Técnico
Enrique Heredía Gayosso

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales


UNAM

r
ÍNDICE

Agradecimientos ..................................... ,... ....... ............... ..... .. ..... .. ... .. 9


Presentación ......................................................................................... 11.

Primera Parte
TEORÍA DEL DISCURSO ............................................................................. . 15

RESEÑA DIDÁCTICA .............. ...... ....... ... ........ ....... .... ....... .. .. . . ... .. . .... . . .. . . . . .. . 17
El estudio del discurso, Teun A. van Dijk ........................................ 21
RESEÑA DIDÁCTICA ...................... ............. ......... ... . .. .. .. .. .. ... . ... . . . .... .. .. . .. . . .. 53
El análisis del discurso, Helena Calsamiglia Blancafort
Antología de Teorías del Discurso. y Amparo Tusón Valls ......................................................................... 57
Este libro fue financiado por la Dirección General de Asuntos del Personal
Académico (DGAPA), de la Universidad Nacional Autónoma de México, Segunda Parte
mediante el proyecto "Antología de Teorías del Discurso", coordinado por TEORÍA DEL LENGUAJE ............................................................................. 73
la Dra. María Susana González Reyna, como parte del Programa de
Apoyo a Proyectos Institucionales para el Mejoramiento de la Enseñanza LA LINGUÍSTICA
(PAPIME) PE300106. RESEÑA DIDÁCTICA ..................•..............•.............. .'.................................. 75
El Metalenguaje como problema lingüístico, Roman Jakobson .... 77
RESEÑA DIDÁCTICA ············•············· ...... ...... ...... ............ ...... ...... ...... ... ... .. . 87
Primera edición: 2010 El aparato formal de la enunciación, Émile Benveniste ........... .. ... 91
D.R. © Universidad Nacional Autónoma de México RESEÑA DIDÁCTICA................................................................................... 101
Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, Cómo hacer cosas con palabras, John L. Austin ............................. 105
México, D.F. RESEÑA DIDÁCTICA .................... ,.............................................................. 123
Expresiones, significado y actos de habla, John Searle .................. 127
ISBN: 978-607-02-1884-2 RESEÑA DIDÁCTICA .................................................................................... 159
Preliminares metodológicos, Noam Chomsky ................................. 163
Prohibida la reproducción total o.parcial, por cualquier medio, sin la RESEÑA DIDÁCTICA ···•···•·················· ...... .. .... .. .. .................... ..... ....... ... ... . .. 185
autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. Hacia el análisis automático del discurso, Michel Pecheux .,........ 189

7
~.~ .. /····
1 .
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
"

197
RESEÑA DIDÁCTICA .............................................................................. ..
201
Lenguaje e ideología, Olivier Reboul .......................................... .. AGRADECIMIENTOS
LA RETÓRICA 217
RESEÑA DIDÁCTICA •·•··•••·•· .. •·•··· •·•·•·· .•••.....•...•..... ···•·· ..... ·•·•· .•..................
219
El arte de la Retorica.
' · Arist't o e1es .................................................... .
231 gradezco a la Dirección General del Personal Acadimico de la Uni-
Los géneros de la Retórica, Aristóteles ........... .................... ..

La nueva Retórica, C. Perelman, L. Olbrechts-Tyteca .................. . 253


RESEÑA D1DÁCTICA ................................................................................. .
.
RESEÑA UlDÁCTICA ..•.........•. •···•· ..•.....•.... ····· •...•....... ··•·· ··•··•·•···· ·•···· ........ .
237
241

255
A versidad Nacional Autónoma de México el haber aprobado el Pro-
yecto (PAPIME) que permitió la realización de esta Antología.
Asimismo, agradezco a todo el equipo de profesores y estudiantes que
La argumentación, Christian Plantin ............................................. · organizados a modo de Seminario Permanente, contribuyeron a la bús-
queda y el acopio del material y quienes, con sus comentarios analíticos y
críticos participaron en la determinación para la inclusión y exclusión de
Tercera Parte 269 los textos.
LA APLICACIÓN: TEORÍA y MÉTODO .................................................. .
En especial agradezco la colaboración de la Dra. Virginia López Ville-
\
1Discurso periodístico y opinión pública'. gas, corresponsable de este proyecto, y a la Maestra Verónica Ochoa Ló-
.
Cartas de los lectores en el marco de las elecciones de 2006 pez, en su calidad de profesora participante por todas las horas de trabajo
271 y desvelo a las que se entregó para que se cumpliera con la meta estable-
en México, Eva Salgado Andrade ...................................................... .
Análisis discursivo de los periódicos La Jornada y El Nacional cida. Al Maestro Iván Islas Flores, por su entrega incondicional al trabajo
ante la noticia del levantamiento armado del EZLN de investigación y redacción, cuando así fue necesario. A la Maestra Diana
295 Marenco Sandoval por sus valiosas aportaciones en el seminario y en la
en enero de 1994, María Susana González Reyna ........................ ..
El discurso de los suplementos para niño~ del D.F.: recopilación del material.
Una experiencia de aplicación metodológica, Mi agradecimiento a los profesores que confiaron en mi proyecto y
319 que, con mucho entusiasmo y puntualidad, atendieron mi petición de ela-
Verónica Ochoa López ................................................_. ...................... .
·Cambio O más de lo mismo? El concepto de la mu1er borar los textos de la tercera parte de la Antología y que ilustran la teoría
!n el discurso de campaña de Vicente Fo;x Quesada, y el método del análisis del discurso. ·
333
Evelyn Norma Ca::;tro Méndez ......................_.:..............; .._. .._. ........... ..
Aplicaciones de la Teoría de la Argumen:tacwn a~ anahsis
del discurso publicitario. El caso de los infomerciales, 351
Iván Islas Flores ........................................ :................................. · Dra. María Susana González Reyna
Ejercicio de análisis de conversaciones por Internet:
detección de algunos rasgos de identidad en los chats, 369
Luis Gabriel Arango Pinto ... ,....., ..................................................... .
391
Bibliografía General ....................................... ·... ·................. ·····.... ·.. ..

9
8
r
PRESENTACIÓN

os antecedentes de los estu~i~s del discurso podemos u~ica~~os_ en

L tres grandes campos: la retónca, la hermeneutica y la lingmst1ca.


AmJque los dos primeros anteceden por mucho al tercer campo, sus
propuestas han sido retomadas y redefinidas desde el pasado siglo XX y
empatan, así, con el nacimiento y desarrollo de la lingüística.
Para los estudios del discurso resultan de especial interés las aporta-
ciones de la her~e.J:!~:i!t!ca de Hans Geoxg Qªgamer y Paul Ricoeur por lo
que a la interpretación del contenido de los discursos se refiere ..Lá actual
téoría de la recepció¡:i en los estudios de la comunicación se alim~~
e§.ÜU:iiiu~~~ y' en especial, pa;a l~s. análisis del discursó e'~ los
p ~ ~ ó n en la interacción comunicativa.
En igual sentido, los estudios de la nueva retórica planteada por
Cha1m Pel'el¡nanx l,ucie. Olbretschs-Tyteca, retoman los planteamientos
aristotélicos pero adecuándolos a las exigencias de los procesos de razona-
miento en la interacción comunicativa contemporánea. Esta nueva retó-
rica no sólo alude a los procesos de la persuasión y a las figuras retóricas,
sino que, además, y sin subestimar su importancia, pone el acento en las
estructuras ar_gl,!!!l~!!t1;ltivas.necesarias en todo discursoajin de lograr:~lls
-fin§~mas actuales de c¿municación, con el impacto de los"avances
tecnológicos y l-ª....Q_I!lUÍ-Prese-ncia de los medios masivos de .coml.u}Ícación,
exige un mayor conocimiento de las múltiples posibilidades de estry~
ración de los discursos en cualquier camp~ disciplinario: -----------·
Por lo que se refiere a los estudios del discurso ert ·su relación con la
lingüística, hemos de señalar que con el nuevo derrotero que Ferdinand de
Saussure le dio a los estudios del lenguaje, se sentaron las bases para que
lingüistas posteriores se refirieran al uso que los sujetos hacen de la pala-
bra y de los enunciados en los procesos de la comunicación. Los estudiosos
del discurso aprovechan esta coyuntura y así, a mediados del siglo XX y en
paralelo con el desarrollo de los estudios del lenguaje, plantean sus
teorías, mismas que nacen con un carácter interdisciplinario.
-·- , > , _ _ , , _ _ . , _ ? _ _ _ _ _ _ _- ---.

11
~I

MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA


ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

En consecuencia, podemos señalar que la teoría del discurso en su re-


análisis del discurso. Al final d .
lación con la metodología del análisis del discurso es un campo de estudio bibliografia consult d . e cada uno de los trabaJos, se indica la
reciente que data de los años setenta del siglo XX y que surgió a partir de · ª a, nusma que en esta AntOlogm' sirve
didáctico de ampliar la bibli afi
·
al propósito
otras disciplinas como la crítica literaria y las arriba mencionadas y su de- En virtud d ogr ª sobre el estudio del discurso.
sarrollo es paralelo a otras disciplinas como la antropología, la psicología e que, como ya lo señal An , ,
con fines didácticos en las d . amos, esta to1ogia esta concebida
y, en general, a las ciencias sociales. por una reseña que' li os Primeras partes, cada text o esta, antecedido
En el campo metodológico de las ciencias sociales, el análisis del dis- exp ca Y resalta · ·
lenguaje y su vincul ·, al su Importancia para los estudios del
curso se suma a las técnicas cualitativas de investigación y se basa en el E acion proceso de la comunicación
s nuestro propósito pues ·
análisis de contenido, aunque cobra su distancia de él. El análisis de con- diantes, profesores e inv~ t' d que eS t a Antología sea de utilidad a estu-
tenido fue un método muy socorrido, en años pasados, en los estudios de la
comunicación masiva, principalmente la prensa y de la ciencia política.
social, interpersonal y ma:. iga or~s que en el campo de la comunicación
la metodología del ana'li . dival,d~e mteresan por los estudios de la teoría Y
La tendencia actual en los estudios del discurso y su método, nos sitúa SIS e IScurso.
en una amplia perspectiva que incluye disciplinas varias tales como, ade-
más de las arriba señaladas, la sociolingüística, la gramática textual, la
pragmática, la etnometodología, la etnografia, el análisis de la conversa-
ción y el interaccionismo simbólico, entre otras.
Con este marco referencial, elaboramos la Antología de Teorías del María Susana González Reyna
Discurso, cuyo objetivo es integrar un material didáctico para atender las
necesidades de la materia de Teorías del Discurso de la Licenciatura en
Ciencias de la Comunicación. En este sentido, está dirigida especialmente
a los profesores y a los alumnos interesados en el estudio del discurso. Sin
embargo, y en virtud de ser una recopilación de textos básicos para en-
tender la relación de la lingüística con el proceso de la comunicación, pue-
de resultar de interés a cualquier persona dedicada a este campo de
estudio.
Cabe aclarar que, como todo proceso de selección, las discusiones en el
seminario permanente, organizado como actividad académica eje del Pro-
yecto, para decidir la inclusión y la exclusión de los textos, fueron largas y
dificiles, a la vez que enriquecedoras. Mucho se ha escrito sobre la teoría
del discurso y su aplicación metodológica llamada, hoy por hoy, análisis
del discurso. Ello obliga a señalar que,.el criterio básico que guió la confor-
mación de esta Antología, fue la pertinencia de las propuestas teóricas de
la lingüística para enriquecer el conocimiento del papel que juega el len-
)!' guaje en el discurso social y desarrollado déntro de los procesos de la inte-
I¡,
'1.
racción comunicativa. Sabemos que mucho de lo que se ha escrito en este
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1

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campo se quedó fuera; resultaba imposible extendernos más. Para mati-
zar un poco este recorte, en la tercera parte de la Antología se incorpo-
raron propuestas teóricas de investigadores en cuyos textos se aplica el
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12
13
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1
i

PRIMERA PARTE
TEORÍA DEL DISCURSO

Presentación

Esta primera parte incluye los textos de dos estudiosos del discurso con-
temporáneos y de amplio reconocimiento internacional. Han escrito libros
de consulta obligada para la enseñanza y el aprendizaje de la teoría y la
metodología del análisis del discurso, como es el caso de los aquí seleccio-
nados.
En ambos textos se hace un recorrido histórico y disciplinario de los
estudios del discurso, desde perspectivas diferentes, y expuestos de modo
tal que resultan de indiscutible valor para la enseñanza del tema.
Además, los autores proporcionan su propia definición del concepto de
discurso, mismo que para los efectos de esta Antología, constituyen el pun-
to de arranque para el recorrido que explica el origen del término y su
fundamentación teórica.
Esta parte es la referencia teórica necesaria para ubicar al discurso
como objeto de estudio, explicar su origen y señalar su relación con el pro-
ceso de la comunicación, lo cual es, precisamente, nuestro propósito con
este material didáctico.

15
,}

1.(

RESEÑA DIDÁCTICA
El discurso como estructura y proceso. Estudios del discurso:
introducción multidisciplinaria.
El estudio del discurso

Teun Adrianus van Dijk


Lingüista holandés (1943- ). Sus áreas de investigación: la teoría literaria, la pragmática
del discurso y la psicología del procesamiento del discurso. Es fundador del Análisis Crítico
del Discurso. Entre sus obras destacan: El discurso como estrnctu.ra y proceso y Estu.dios
del discurso: introducción rnuJtidisciplinan:a.

in duda alguna, uno de los más reconocidos teóricos y analistas del

S discurso es el lingüista holandés Teun Adrianus van Dijk. Sus apor-


taciones a este campo lo hacen una referencia necesaria y útil den-
tro de la presente Antología.
Se eligió el capítulo uno, porque en él se encuentra la definición y la
caracterización del objeto de estudio de esta Antología. Señala van Dijk:
"Después de hacer un resumen de las principales características del dis-
curso, esbozaré la evolución de esta disciplina y enunciaré algunos princi-
pios generales que muchos enfoques del discurso comparten en la actua-
lidad."1 Así, como lo afirma el propio autor, esta primera parte constituye:
"[ ... ] una introducción a las introducciones que conforman el resto del li-
bro."2
Es también en este capítulo donde van Dijk se ocupa de establecer la
relación entre el discurso y el proceso de la comunicación, la cual divide en.
tres partes, a saber: 1) la ubicación teórica del término discurso; 2) la
cousideración del discurso como estruotura verbal, y 3) el discurso como
acción e interacción en la sociedad.

1
Van Dijk, Teun A., El discurso corno estructura y proceso, pp. 21-22.
2
Jbidern, p. 22.

17
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Una de las aportaciones del autor en este apartado es la ubicación


teórica del término discurso. Van Dijk sitúa al lector en la construcción de ~e este planteamiento, el autor se ocu a
al discurso con elementos como énero ~ ~;-1nt;1~ente de relacionar
esta definición partiendo de la premisa de que éste es un objeto de estudio que al ser considerados, dan lu g l ' acion etmca, cultura, mismos
complejo y ambiguo en su significado, pues de acuerdo al aspecto, dimen- y el análisis crítico del discurs~ar a :eq~e el au!or lla~a_el análisis social
sión o tipo de discurso que el analista considere, tendrá ciertas particu-
laridades. Sin embargo, en este capítulo, el estudioso revela su interés por
papel del contexto en la compre ' !, qd ° podnan existir sin resaltar el
nsion e1 texto.
rebasar definiciones que el sentido común ha forjado e ir a una concep-
tualización teórica del término, lo cual plantea problemas que describe y
detalla.
En el apartado titulado "El discurso como estructura verbal", el aporte
de van Dijk estriba en ubicar una primera definición en la que considera al
discurso como el uso del lenguaje dentro de un proceso de comunicación
inserto en un contexto específico. Asimismo, es aquí donde también se
puede resaltar el planteamiento de van Dijk en cuanto a la posibilidad de
abordar el estudio del discurso desde sus manifestaciones observables
"[... ] a saber, sonido audibles y marcas visuales (cartas, figuras, colores,
etcétera), inscriptos sobre papel, pizarras o pantallas de ordenadores (e
incluso, por supuesto, huellas magnéticas en un disco de ordenador).'' 3
Es por ello que van Dijk, en el resto de los incisos de este apartado,
aborda los elementos que se podrían analizar en estas manifestaciones
observables, tales como el orden, la forma, el estilo, la retórica y los esque-
mas. Relevante en este punto es la manera en que el autor habla del sen-
tido y hace una diferenciación entre las estructuras semánticas del propio
discurso y el sentido que los usuarios del lenguaje le asignan a dicha cons-
trucción.
De acuerdo con la misma lógica, el autor presenta el apartado titulado
"El discurso como acción e interacción social", mismo que ubica al discurso
dentro de un contexto que genera ciertos sentidos y a la inversa, los dis-
cursos ciertos sentidos a los contextos. Van Dijk dice que:

[... ]los discursos no sólo consisten en (estructuras) de sonidos o imágenes


y, en formas abstractas de oraciones (sintaxis) o estructuras complejas de
sentido local y global y formas esquemáti~as. También es posible descri-
birlos en términos de las acciones socialés que llevan a cabo los usuarios
del lenguaje cuando se comunican entre sí en situaciones sociales dentro
de la sociedad y la cultura en general. 4

'' Ibídem, p. 28.


·• Ibídem, p. 38.

18
19

--
1
¡l

EL ESTUDIO DEL DISCURSO*


Teun A. van Dijk

¿Qué es el discurso?

os dos volúmenes de esta introducción constituyen una respuesta

L compleja a una sencilla pregunta que tienden a formular quienes


apenas comienzan a abordar el tema cuando advierten la presencia
ubicua del término "discurso" en las humanidades, en las ciencias sociales
e, incluso, en los medios masivos de comunicación: "¿Qué es exactamente
el discurso?"
La situación sería ideal si pudiéramos condensar todo lo que sabemos
acerca del discurso en una definición única y práctica. Lamentablemente.
ocurre en este caso lo mismo que con otros conceptos afines como "lengua-
je", "comunicación", "interacción", "sociedad" y "cultura": la noción de dis-
curso es esencialmente difusa. Como suele suceder en el caso de conceptos
que remiten a fenómenos. complejos, es la disciplina en su totalidad, en
nuestro caso el nuevo campo trahsdisciplinario de los estudios del discurso
(también llamado "análisis del discurso"), la que proporciona la definición
fundamental que se busca.
No obstante, debemos empezar por alguna parte, y habitualmente lo
hacemos mediante una breve caracterización general de los fenómenos
que estudia la disciplina. Este es el objetivo del presente Capítulo. En los
capítulos siguientes, se avanzará en el tema con más detalles y referencias
a los distintos dominios que abarcan los estudios del discurso. Después de
hacer un resumen de las principales características del discurso, esbozaré
la evolución de esta disciplina y enunciaré algunos de los principios gene-
rales que muchos enfoques del discurso comparten en la actualidad. En

* Tomado de van Dijk, Teun A. (compilador), El discurso como estruclu.m y pmceso.


Estudios del disrnrso: intmducción 111.11.llidisciplinaria, Barcelona, Gedisa, 2003, pp. 21-50.

21
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA .DE TEORÍAS DEL .DISCURSO

cierto sentido, pues, este capítulo constituye una introducción a las intro- Estos ejemplos sugieren además que, independientemente de cual-
ducciones que conforman el resto del libro. quier otra cosa que ocurra en esos a veces complicados sucesos de comuni-
cación, los participantes hacen algo, esto es, algo que va más allá, específi-
camente, de usar el lenguaje o comunicar ideas o creencias: interactúan.
Del sentido común a la teoría Con el objeto de destacar este aspecto interactivo, suele decirse también
que el discurso es una interacción verbal.
Antes de adentrarnos en ese tipo de descripción más teórica que uno es- Ya en esta primera aproximación al concepto de discurso hemos iden-
pera encontrar en la disciplina de los estudios del discurso, corresponde tificado sus tres dimensiones principales: a) el uso del lenguaje, b) la coniu-
decir algunas palabras acerca de la noción de "discurso" proveniente del nicación de creencias (cognición) y c) la interacción en situaciones de índole
sentido común, tal como esta noción aparece en el lenguaje cotidiano y en social. Si se tienen en cuenta estas tres dimensiones, no es sorprendente
el diccionario. En este sentido, el término "discurso" se aplica a una forma que sean varias las disciplinas que participan de los estudios del discurso
de utilización del lenguaje, a discursos públicos o, más en general, al len- como. la lin,güística (para el ~studio específico del lenguaje y su utilización):
guaje oral, por ejemplo, cuando hablamos del "discurso característico del la ps1cologia (para el estud10 de las creencias y de cómo éstas se comuni-
ex presidente Ronald Reagan". can) y l~S.,.Gi~ncias sociales (para el análisis de las interacciones en situa-
Otro uso del mismo término, muy difundido pero aún informal, puede ciones sociales). ·
hallarse en los medios de comunicación y en algunas de las ciencias socia- U na tarea característica del estudio del discurso consiste en proporcio-
les, por ejemplo, cuando se habla del "discurso del neo liberalismo". En este nar descripciones integradas en sus tres dimensiones: ¿cómo influye el uso
último caso, el término "discurso" no se refiere exclusivamente al uso que del lenguaje en las creencias y en la interacción, o viceversa?, ¿cómo influ-
hacen del lenguaje los pensadores o políticos neoliberales, sino también a yen algunos aspectos de la interacción en la manera de hablar? o ¿cómo
las ideas y filosofias que ellos sustentan y divulgan. En efecto, puede suce- controlan las creencias el uso del lenguaje y la interacción? Más aún, ade-
der que los estudios dedicados al discurso neoliberal no presten atención más de brindar descripciones sistemáticas, cabe esperar que el estudio del
alguna al uso del lenguaje. discurso formule teorías que expliquen tales relaciones entre el uso del len-
Los analistas del discurso intentan ir más allá de estas definiciones guaje, las creencias y la interacción social.
características del sentido común. Admiten que el discurso es una forma
de uso del lenguaje. No obstante, puesto que esta última definición conti-
núa siendo imprecisa y no siempre conveniente, introducen un concepto Texto y conversación
de "discurso" más teórico, a la vez que más específico y más amplio en sus
aplicaciones. Pretenden incluir otros componentes esenciales en este nue- Si bien contamos ahora. con una primera caracterización de lo que los
vo concepto; a saber, quién utiliza el lenguaje, cómo lo utiliza, por qué y especialistas entienden por "discurso", es necesario resolver algunas cues-
cuándo lo hace. tiones complejas. En primer lugar, el uso del lenguaje no se limita, por
Decir que el discurso es un suceso de comunicación es una caracteriza- supuesto, al lenguaje hablado, sino que incluye el lenguaje escrito (o im-
ción que incorpora algunos de estos aspectos funcionales. En otras pala- preso), la comunicación y la interacción escritas, como es el caso de los
bras,1as personas utilizan el lenguaje para cqmunicar ideas o creencias (o periódicos, de nuestros libros de texto o nuestra correspondencia (correo
para expresar emociones) y lo hacen como parte de sucesos sociales más común o electrónico), o de los miles de tipos distintos de textos propios de
) complejos, por ejemplo, en situaciones tan específicas como un encuentro nuestro trabajo académico o de otros tipos de trabajos. Si bien muchos
· con amigos, una llamada telefónica, una lección en el aula, una entrevista estudiosos del discurso se dedican específicamente al lenguaje hablado,
de trabajo, una consulta con el médico. También cuando leen o escriben resulta útil por lo dicho anteriormente incluir en el concepto de discurso
una noticia periodística. los textos escritos. Hay mucha similitud en la manera como las personas

22 23
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL ~ISCURSO

hablan o escriben cuando utilizan el lenguaje para comunicar sus ideas y


lo mismo ocurre cuando la gente escucha o lee un discurso. s~~- En suma, el análisis del di · .
en contexto. . scurso estudia la conversación Y el texto
Sin embargo, semejante ampliación del concepto plantea otras dificul-
tades. Así, el lenguaje hablado tal como lo encontramos en las conver-
saciones cotidianas, en los debates parlamentarios o en las entrevistas
Ambigüedad del término "d1" scurso "
laborales es sin duda una forma de interacción de la cual participan los
usuarios del lenguaje como hablantes o como receptores. Pero no resulta Existe además otra dificultad H ..
tan evidente que lo mismo ocurra con los textos escritos, como las cartas, curso" de un modo ba t t b. asta ah~ra, he utilizado el término "dis-
las noticias publicadas en un diario, los libros de texto, las leyes o las " san e a stracto al igual l t' .
Y comunicación" A ' d ' . que os ermmos "lenguaje"
publicaciones de carácter académico como la presente. Estos parecen ser · si, cuan o caractenza 1d ·
de comunicación hablamos d 1 d. mos e iscurso como un suceso
objetos, o productos de actos verbales, más que formas de interacción. aunque algo distinta pod e hisbclurso en general. De manera similar
Sin embargo, al igual que las conversaciones, los textos. también fae- . .
dOffilruos ' emos a ar en ge l d . , '
sociales del uso del 1 . . nera e tipos específicos o
nen "usuarios", a saber, los autores y los lectores. Así, podemos hablar de utilizamos las expresiones "d1·sceunguaJe,dy. el,,d1sc~rso, por ejemplo, cuando
·"comunicación escrita", e incluso de "interacción escrita" aunque los parti- P or otra part t b. , rso me ico O"discurso polít·ico,, .
e, am ien empleamos el té . "d.
cipantes en éste caso no interactúen cara a cara y el compr91:niso de los
leétores en la interacción parezca más pasivo: excepto cuando intercam-
mas
,
. ,__ concreta,
.. _ . .como
...... _ sustantivo · contable pa rffilno ª-~"
manera_
fi . ..l§_CU!:ª2... -·----·----
c10n determ . .
---------- . .. .. i.n. ada ª. /.n ··· .t··· .·.
O ¡u a no icia pe d' t' 1.·.· . ' · ra re enrnQ$
. a urta conversa-
bían cartas o cuando debaten en los medios" masivos de comunic~ión, mos "este discurso" 0· ,, ·d. · ··· · 1-'!0 is__!~_ªJ/ por eJemplo, cuando deci-
raramente responden por _EJscrito a los autores del texto original. Esto no rm IBruIBo~pr· 1 "E
puede utilizar asimismo el plural " . im,;ra P ana . n este casQ, se
significa, naturalmente, que sean menos activos al leer y al comprender. versos ejemplos concretos de t to dd1scursos pa~,ª hacer referencia a di-
Así, a despecho de diferencias notables, las similitudes entre los usos del ·
H ª bitualmente ex o e conversac10n
esta ambi üed d · .
lenguaje, la comunicación y la interacción orales y escritos son suficientes mediatos (el "cotexto") se pu~de ~ n~ gene~a ~emas1ados problemas in-
para justificar la inclusión de estas dos modalidades del discurso en una asigna al término Sin e b inferir el significado particular que se
sola noción general de "discurso". · rencia teórica ent~e el um abrgto, debemos,tener conciencia clara de la dife-
Es cierto, empero, que los estudiosos del discurso también utilizan a . so a s racto del ter · "d' "
fenmos a un tipo de .: , . mmo iscurso cuando nos re-
veces las propias nociones que ellos han desarrollado con cierta informa- 1enomeno social en l ,
hacemos de él cuando n . genera Y e1 uso específico que
lidad. Si bien pueden caracterizar al discurso como un suceso de comu- d eterminado de text0 d os ocupamos de un e. 1
. ., Jemp o concreto o un ejemplar
nicación, o como una forma de interacción verbal, a menudo se ocupan de o e conversacion
Lamentablemente la ambigüedad . . ,
las dimensiones verbales de tal evento o acción, es decir, de lo que concre- mención de otra ut~ación del tér . n~, t~rmm~, aqm. Ya hemos hecho
tamente dicen o escriben los usuarios del lenguaje. Así, de la misma ma- ej.emplo, del "discurso del liberalism:'~o d1scurs~ ~cuando se habla, por
nera que el término "texto" se aplica preferentemente al producto de la es- ru a la interacción comunicat. . que no se limita al uso del lenguaje
critura, el término "conversación" a menudo se aplica al producto del acto bien también encontramos e~v:; s1~0 que se refiere caldeas o ideologías. Si
de hablar, o a una interacción en curso, sin que se preste demasiada aten- dios. del discurso result .d ermmo usado en este sentido en los estu-
ción a los usuarios del lenguaje involucrados en ese acto ni a los otros as- ' a ev1 ente que ose ,
por esta razón muchos espe . li t urece aun mas el panorama Y
pectos del suceso comunicativo en su tótalidad. Teóricamente, se hace tema muy general d 1 d' cm s as prefieren 1
evi ar o. A veces este sis-
·t .
hincapié en que l_¡i_~i§~Í:E~na ~tudios del discurso dgl:Jería t;ratªr:_t_ªpt9 de__ . e 1scurso y las id 'b 1
discurso, noción que pu d h eas ~eci e e .nombre de orden del
las propiedades del texto comolas de la conversación, y de loque se g8-U0= más filosófica. e e a 11arse en estudios del discurso de inspiración
miñaercont~;~: es··aecrr; Iasotrás"ca.raderísticas"déla situacíóñ ·social o
dél suceso de ·comunicáción que pueden influir sobre el texto o la corive.r.::=

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Delimitación de los discursos En lugar de decir, por ejemplo, que el discurso es una forma de "uso
del lenguaje", debemos precisar qué significa esta expresión, mediante la
Existe una tercera dificultad. Como ocurre en el caso de un suceso comu- descripción, por ejemplo, de en qué consiste ese uso del lenguaje, cuáles
nicativo, en la mayoría de las situaciones es posible identificar y delimitar son sus componentes, cómo se ordenan y cómo se combinan para formar
un discurso determinado: se sabe donde comienza y dónde termina, se construcciones mayores. Pueden formularse preguntas similares acerca
sabe si el material está constituido por un único discurso o por varios dis- del proceso de comunicación o acerca de las acciones implícitas en una
cursos distintos. Pero existen situaciones menos claras. Si bien es posible actividad discursiva.
identificar y delimitar una conversación determinada como tal, ¿qué ocu- Las descripciones del discurso distinguen diversas estructuras. Así,
rre con un largo debate parlamentario sobre un tema particular, debate una gramática puede describir oraciones o secuencias de palabras que tie-
que puede abarcar varias sesiones qu~ prosiguen (con interrupciones o nen un orden específico. Algunas de estas secuencias son oraciones grama-
"recesos") durante varios días? ¿Estamos en este caso frente a ·un único ticales que tienen sentido, mientras que otras no lo tienen. Análogamente,
discurso, un único discurso compuesto integrado por varias partes (una si queremos aportar una descripción estructural del discurso, podemos co-
para cada día), o nos hallamos frente a una secuencia de discursos dife- menzar por considerarlo como una secuencia de oraciones, es decir, como
rentes (las exposiciones de los diputados), o qué? Lo mismo pue_d&_~e oraciones dispuestas en un orde~cífi~~: AiguO:;~~stas secuencias
de un debate sobre un tema determinado que se presenta en la págµia constituirán discursos con sentido, coherentes y acep~-otras n¿. En
editorial de Ün periódico, o de los diversos episodios de una película que otras palabras, una descri.pci611esfrudural debe .estahlecer'las'd1versas
cuenta
~ .. .
-
con varias partes o de una serie de televisión,
- "~" ,.,,. ·- así como de los "ar-
"••-'. '--·- ,
relaciones y condiciones que definen la "discursividad" de secuencias de
tículos" de una enciclopedia, o los de este mismo libro, sin ir más lejos. · oraciones.
·· En otras p~labras, ap.enas observamos la realidad cotidiana del_g.is- De aquí en adelante, el sentido común y los conocimientos escolares
curso con algo más de detenimiento, descubrimos dificultades imposibles del lenguaje y la gramática pronto resultan insuficientes para responder
de resolver con las n,ociones de discurso que provienen del sentido CC>rií'ún. las preguntas más específicas y técnicas acerca de las estructuras del
En estos casos, pueden ser necesarias nociones teóricas que definan' el discurso. Es necesario saber más acerca de las propiedades de las oracio-
comienzo y el fin de un texto o de una conversación, su unidad y su cohe- nes y de otros componentes y de las construcciones del discurso, así como
rencia, nociones que definan las relaciones intertextuales entre discursos también es necesario saber más acer-ca de sus relaciones mutuas, acerca
diferentes, las intenciones de los que hablan y escriben, las situaciones, de las reglas que determinan cómo pueden o deben combinarse, o acerca
el tiempo, el lugar y otros aspectos delcontexto de comunicación. Así, en de otras condiciones o restricciones que puedan estar involucradas. La
los ejemplos ya mencionados, podría ser necesario discriminar entre dis- afirmación anterior vale no sólo para una descripción del discurso como
cursos "simples" y "compuestos", entre discursos a secas y "complejos uso del lenguaje, sino también para sus otras dos dimensiones, a saber, el
discursivos". estudio del discurso como comunicación de creencias o como forma de
interacción social, así como para las relaciones entre el uso del lenguaje, la
comunicación y la interacción con el contexto social.
Descripción teórica Es evidente que no se trata de una empresa sencilla. Por consiguiente,
tal como ocurre con la especialización en otras disciplinas, l~_gª.listas.del
Llegados a este punto, las limitaciones de yna caracterización más intui- discurso pueden concentrarse en un aspecto, nivel o dimepsión del texto o
tiva e informal del discurso, tal como se la presentó en las secciones an- la conversación o, incluso, en una clase general de cli.§c:l,lrso, como elde los
teriores, sugieren la necesidad de un enfoque más explícito y teórico que II1edios. Esta divísíón del trabajó puede· hacerse según las distinciones
pueda dar cuenta de las numerosas propiedades del texto y de la conver- teóriclis· que se establecen entre diferentes propiedades del discurso, como
sación.

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r1

(1
.
.
.

MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

yo mismo lo hice aquí cuando discriminé las tres dimensiones del discurso:
uso del lenguaje, comunicación (cognición) e interacción.
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Lamentablemente no hay lugar en este libro para dedicar un capítulo


independiente al estudio fonológico de la estructura sonora del discurso,
Cada una de estas dimensiones puede tener distintas características. que constituiría una parte absolutamente legítima de una introducción al
Por ejemplo, cuando nos concentramos en el discurso como una fe de uso estudio del discurso. Se incluye en cambio un capítulo acerca de los aspec-
del lenguaje, es decir, en el aspecto verbal de las emisiones, la lingüística tos escritos, impresos o gráficos del discurso (véase el cap. 10, escrito por
distingue metafóricamente diversos niveles de esas emisiones, como si se Gunther Kress, Regina Leite-García y Theo van Leeuwen). En razón tam-
tratara de edificios o construcciones. Análogamente, yo comienzo aquí mi bién del sesgo de la lingüística tradicional hacia el lenguaje hablado, .~
exposición por lo que metafóricamente puede denominarse el nivel "super- aspecto visual 4el .discurso a menudo fu~ <?.1-lllti~o (y todavía lo es) en los
ficia!' ~~obseni::ible" de la expresión yJuego prosigo "hacia abajo" ;-1os::ñi. estudios ·aeLdiscurso. Sin embargo, en la disciplina hermana de la semió-
veles más "profundos" o "subyacentes". de la forma, el sentido y la acción. tica(el estudi~ a:; los signos), se hace 'hincapié en que un análisis de las
Una vez que sepamos algo más acerca del discurso en ·su calidad de uti- dimensiones visuales del discurso resulta indispensable, especialmente en
lización del lenguaje, nos dedicaremos a caracterizarlo en sus dimensiones estos tiempos de comunicación multimedia!. El E)~tudio de la publicidad,
de comunicación e interacción. Este orden de análisis es en buena medida de los libros de texto o de los programas de televisión exige evidentemente
arbitrario: podríamos también haber comenzado por estas últimas dimen- un enfoque multimedia! o multimodal. ··
siones, puesto que a menudo se recurre a ellas para explicar por qué el En el discurso hablado los sonidos tampoco ocurren aislados. Habitual-
lenguaje tiene las propiedades que tiene. mente están acompañados por diversos tipos de actividad no verbal, como
los gestos, las expresiones faciales, la posición del cuerpo, la proximidad, el
aplauso y la risa, acciones todas que acompañan de manera pertinente a
El discurso como estructura verbal las conversaciones y por consiguiente requieren por derecho propio un
análisis del papel que juegan en el suceso de comunicación como totalidad.
El sonido, la vista y el cuerpo Nuevamente, debo decir que se trata de un aspecto del análisis del dis-
curso relativamente inexplorado hasta el momento. No obstante, junto
Tal como sucedió históricamente en la lingüística moderna, el análisis del con los sonidos del discurso, la actividad no verbal juega un papel impor-
discurso puede comenzar por el análisis de un nivel de manifestaciones tante en la interpretación del sentido y de las funciones del discurso en la
observables o expresiones, a saber, sonidos audibles y marcas visuales interacción cara a cara (y por supuesto, en la comprensión del discurso en
(cartas, figuras, colores, etcétera) inscriptas sobre papel, pizarras o pan- las películas). El hecho de que un interlocutor esté enojado no sólo se
tallas de ordenadores (e incluso, por supuesto, huellas magnéticas en un manifiesta en la elección particular de palabras que hace, o en el volumen,
disco de ordenador). De este modo usamos el lenguaje cuando hablamos o altura o entonación de los sonidos que emite, sino también en la expresión
escribimos, cuando escuchamos o leemos discursos. Podemos entonces de su cara y en sus gestos. Este ejemplo muestra sin lugar a dudas que los
concentrarnos, como lo hace la fonología, en las estructuras abstractas de eventos de comunicación no sólo están constituidos por palabras.
estos sonidos en el discurso hablado y, analizar cómo contribuyen la pro- Hablar de los aspectos auditivos, visuales y corporales del discurso
nunciación, el énfasis, la entonación, 'el volumen y otras propiedades al presupone una diferenciación bien conocida por los propios usuarios del
sonido característico de las estructuras del discurso. Así,)QS.J:lQJJill.Q_8_PUe- lenguaje y por los analistas del discurso, que establece dos modalidades
den establecer relaciones entre oraciones (por medio, por ejemplo, deÜn- distintas de discurso: la conversación y el texto. La conversación o el dis-
fasisco:ntrastivo)~- sefialar actos verbales como las preguntas, indicar el curso hablado comprende las conversaciones cotidianas propiamente di-
I comíenio oer:firtal de un segmento de discurso O caracterizar la alternan- chas y otros tipos de diálogo, como los debates parlamentarios, las reu-
cia de hablantes. niones de cuerpos colegiados o la interacción entre médico y paciente. El
texto o discurso escrito, como él que usted lee en este momento, define un

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

conjunto grande de tipos de discurso que comprende, por ejemplo, las noti- El orden de las palabras o de las frases en una oración no es arbi-
cias de los diarios, los artículos académicos, las novelas, los libros de texto trario. Puede cumplir diversas funciones con respecto a otras oraciones del
y la publicidad. En un sentido más técnico, el término "texto" se ha utili- discurso. Por ejemplo, es habitual que en inglés y muchas otras lenguas, la
zado en el análisisael discurso para hacer referencia, por ejemplo, a las primera frase nominal (FN) de una oración exprese información ya cono-
e'structuras abstractas ("subyacentes") del discurso o paraJmcer referen- cida ("dada") por el receptor (porque es posible inferirla, por ejemplo, de
cia a la conversación transcripta. En el presente libro, sin embargo, uti- oraciones anteriores o del contexto), mientras que las últimas partes de la
lizamos este término con su sentido cotidiano no estricto de "discurso es- oración suelen expresar información "nueva". El orden de las palabras
crito". puede también desempeñar otras funciones, como la de indicar contrastes,
Las listas de distintos tipos de discurso mencionados hasta ahora tam- énfasis o una elección entre varias alternativas. De modo análogo, el orden
bién indican algo más. Las propiedades del discurso, como. la de ser ha- "normaf' de las palabras de una oración puede cambiar en función de la
blado o escrito, pueden utilizarse asimismo como criterios para establecer estructura de las oraciones anteriores o de la información que éstas brin-
una tipología: definen conjuntos o clases de tipos de discursos. La combi- dan.
nación de estos criterios puede a su vez utilizarse para definir tipos "na- U no de los fenómenos más estudiados en la sintaxis del discurso es
turales" de discurso, o géneros, es decir, tipos conocidos y empleados por cómo la forma de las oraciones opera como indicador de la distribución de
los usuarios del lenguaje, entre los cuales se cuentan las conversaciones, la información a través del discurso. Si contamos una historia acerca de
los textos publicitarios, los poemas y las noticias periodísticas
.. - ···----
,
escritas.
·- -~ .. -...,,"--~·-·
,.
una mujer determinada, podemos comenzar refiriéndonos a ella por su
nombre, por ejemplo, ''María Contreras", o bien podemos utilizar una fra-
se nominal indefinida para identificarla: "una abogada". Más tarde, pode-
Orden y forma mos hacer referencia a la misma persona con una frase nominal definida
como "la mujer'' o "la abogada", o simplemente pronombres como "ella" o
Se puede seguir avanzando en esta descomposición del discurso en sus "suya".
diversos niveles o dimensiones hasta abarcar otros aspectos que caracte- En síntesis, la estructura formal .de las oraciones en el discurso.no es
rizan la conversación o el texto. Siguiendo los pasos de la gramática de la independiente del restodef di~~~~so (o del contexto). Es interesanJ!é)obser-
lengua, por ejemplo, cabe esperar que el análisis del discurso también var, no obstante, que no sólo la forma de las oracionesañte;Íori; ju~ga un
preste atención a la forma abstracta de las oraciones que lo componen: el paperaquCsino también la información contenida en ellas: a qué o a. quién
orden de las palabras, las frases o las cláusulas u otras propiedades que se refieren, qué se supone que los receptores ya saben, o en qué focalizan
estudia la sintaxis. su atención. Todas estas son nociones que corresponden más bien a un
A diferencia de los lingüistas tradicionales, sin embargo, los analistas enfoque semántico o cognitivo del discurso (véase el apartado inmediato
del discurso van más allá de la frontera de la oración en este caso: estu- posterior). En consecuencia, el estudio sintáctico del discurso (tal como el
dian cómo in.fluyen en la forma de las oraciones otras oraciones próximas de las funciones discursivas del orden de las palabras, de las frases nomi-
en el texto o la conversación. Por con,siguiente, en un enfoque discursivo nales o de los pronombres) debe integrarse con un estudio de los otros
de la gramática la buena formación o gramaticalidad de las oraciones es niveles o dimensiones del discurso. Por esta razón, entre otras, los auto-
relativa. Por ejemplo, una oración aislada formada únicamente por un res del capítulo 4, Susanna Cumming y Tsuyoshi Ono, dedicado, precisa-
verbo no sólo sería agramatical en el sentido tradicional, sino que resul- mente a estos aspectos del discurso, no lo titularon "Sintaxis del dis-
taría en buena medida incomprensible. No obstante, como parte de una curso", sino "El discurso y la gramática", que es menos restringido.
secuencia discursiva de oraciones, esta incompletitud sería relativamente
normal porque una oración anterior podría aportar la información "fal-
tante", sea esta gramatical o de otra naturaleza.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Sentido tica del discurso estudia, más bien, la estructura de las proposiciones, en
especial las relaciones entre las proposiciones de un discurso. Tal como
Un aspecto crucial de muchas descripciones del discurso es el nivel del ocurre en todos los otros niveles de análisis del discurso, encontramos aquí
sentido, tal como lo analiza típicamente la semántica. No obstante, el tér- el principio de relatividad del discurso: las proposiciones están influen-
mino "sentido" es muy escurridizo y puede tener, él mismo, varios sentidos ciadas por las proposiciones previas en el texto o la conversación. De he-
distintos. En este momento de nuestra exposición, sin embargo, hacemos cho, no es necesario ser un analista del discurso para saber que el sig-
referencia con este término a los sentidos abstractos y conceptuales pro- nificado de una oración determinada depende de lo dicho (significado)
pios de las palabras, de las oraciones, de las secuencias de oraciones y de previamente.
discursos enteros. Los lingüistas suelen referirse a estos sentidos abstrac- Existe una noción semántica, mencionada al pasar en lo que llevamos
tos del discurso con la expresión representaciones semánticas. dicho, que es en buena medida crucial para este análisis: la noción de
Los psicólogos y los especialistas en lingüística cognitiva adoptan un coherencia, es decir, la conexión del sentido de las oraciones (o sea, las
enfoque más empírico hacia el significado y dicen que no se trata tanto de proposiciones). Podemos estudiar las relaciones de coherencia en el caso
que el discurso "tenga" un sentido intrínseco, sino de que el sentido es algo en que las proposiciones aparecen una a continuación de la otra (micro-
que los usuarios del lenguaje asignan al discurso. Este proceso de asig- nivel de análisis), pero también podemos estudiarlas en el discurso en su
nación de sentido es lo que todos conocemos como "comprensión" o "inter- totalidad (macronivel de análisis). En ambos casos, explicamos qué es lo
pretación". En este caso, se asocia el sentido a la mente de los usuarios del que hace que el discurso tenga sentido, y en qué difiere un discurso de un
lenguaje. En estos enfoques más psicológicos del sentido, se utiliza tam- conjunto arbitrario (incoherente) de oraciones.
bién la noción de más general: las personas tienen mucha información (in- En el microniuel, las relaciones de sentido entre las proposiciones de
cluso muchos conocimientos) que no se expresa necesariamente en el sen- un discurso obedecen a un cierto número de condiciones de coherencia que
tido del discurso. pueden ser de naturaleza funcional. Por ejemplo, una proposición puede
Análogamente, algunos científicos sociales pueden alegar que estos funcionar como especificación, generalización, ilustración o contraste con
sentidos son compartidos o sociales y que, por consiguiente, no se debería respecto a una proposición previa. En una secuencia simple como la si-
establecer una relación entre ellos y la mente, sino entre ellos y la inte- guiimte: "P.fillro se retrasó. Siempre llega tªnle~:, ~gunda.oración ex-
racción, los grupos o las estructuras sociales. Ya volveremos más adelante presª__una proposicíóñqüe éS\ina generalización de la proposición expre-
a estos enfoques cognitivos y sociales del sentido y otros aspectos del dis- sada en la primera.
curso. · La especificación constituye otro ejemplo típico de relación funcional
Es necesario advertir que en el lenguaje cotidiano (y en las ciencias que podemos encontrar todos los días en el diario o en los noticiarios de
sociales) también se utiliza el término contenido para hacer referencia al televisión. Los discursos corr.e.sp.ondientessuelei:iComeñzar coñ-;raciones
sentido o a la información presente en un discurso. Los analistas del dis- q~;~resfÍñ p;¿posicion~s muy generales (en el titular yJa ent;i;adilla),
curso evitan por lo general este vocablo tan impreciso, empleado todavía seguidas de otras que expresan proposiciones que aportan detalles cada
en algunos métodos de análisis de textos como el que se denomina "aná- vezjnás específicos. Así también, en los capítulos de este libro se hace uso
lisis del contenido" (el cual, por otra parte, tiene más que ver, de hecho, de otra rela.ción funcional, el ejemplo o ilustración: después de mencionar
con otros aspectos más observables del discurso -sobre todo con las pala- una propiedad general de un discurso, se puede aportar un ejemplo o
bras- que con el sentido). ' varios (como lo hice en el párrafo anterior).
Cada nivel de descripción d.el discurso cuenta con conceptos propios. De la mis_~a manera!~1.!. . ªI1ális-is-semántica...del .di§.Q!:!I'.§Jl.,PMedB-escla=-
Así, en la semántica hay un término especial que se aplica al sentido de recer cómo el sentido o la_infor.mación-se enfatiza,,..(),-Se.,.pone y ae.,saca,de
toda una cláusula u oración, a saber, proposición. Mientras que la sintaxis /o;;;:-Tomfüen; segúri' éuáÍ sea el "entorno" discusivo, el sentido puede fun-
del discurso se ocupa de la estructura formal de las oraciones, la semán- ~~r como el tópico de una oración, es decir, puede indicar de qué o de

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DE,L DISCURSO

quién "trata'' la oración. Así, en el ejemplo antes mencionado, e~ conc~~to coherencia global o macrocoherencia. Cuando explicitamos el (los) tópi-
Pedro (expresado explícitamente en la palabra Pedro Y en el suJeto tacito co(s) de un texto o una conversación, en realidad estamos contestando pre-
(é[) del verbo llega) es el tópico de las dos oracio~e~. En todos es~os casos, guntas tan prosaicas como "¿De qué está hablando?", preguntas en este
las diversas funciones semánticas dependen asumsmo del sentido de la caso relativas al resultado o el meollo de un discurso, aquello que consti-
parte previa del discurso o del contexto y de la información que es~e tuye su información más importante. Los tópicos son elementos cruciales
brinda (más precisamente, del conocimiento: que el usuario del lenguaJe del texto y la conversación. Sin ellos, no sabríamos de qué estamos ha-
depositó en ellos o infirió de ellos). . blando o qué estamos leyendo. Definen la "unidad" global del discurso y se
La semántica del discurso no está restringida a estas relaciones fun- expresan habitualmente en ciertos segmentos del discurso como los titula-
cionales O a otras relaciones de sentido entre las proposiciones. Necesita res, los resúmenes o las conclusiones. Por otra parte, suelen ser la infor-
también otra noción, la de referencia: el modo como el discurso y sus sen- mación que mejor recordamos de todo un discurso. En síntesis, los tópicos
tidos se relacionan con los sucesos reales o imaginarios de los cuales se
habla, es decir, los referentes. Una regla aparentemente sencilla p~ra la
coherencia local de un discurso es que sus proposiciones deben referirse a
(ser acerca de) sucesos o situaciones qué tienen alguna relación ent~e sí
(según el hablante al menos). Así, el discurso puede ser coherente s1 las
!
/
!
o sentidos globales son esenciales para el proceso de la comunicación.
Por ejemplo, la noticia de primera plana del periódico de hoy puede
tener como tópico principal que "se ha :firmado un acuerdo de paz en Bos-
nia". Este tópico contiene en un nivel más abstracto y elevado del signifi-
cado la información detallada que el resto del artículo proporciona y define
oraciones que lo componen se refieren a hechos causalmente relacionados, así la coherencia global del texto. En cierto sentido, 'el tópico "resume" los
como ocurre en el siguiente ejemplo: "Laura se retrasó. Su vuelo se de- 1 significados más detallados de un discurso. De forma análoga, los artículos
moró. Tuvo que esperar varias horas en el aeropuerto". \ académicos, las conversaciones de todos los días o los debates parlamen-
Como ya se sugirió, esta coherencia es relativa a los ~~blantes Y su
conocimiento. Esto introduce en el análisis un aspecto cogmtivo qu~ trata-
\ \
tarios pueden tener uno o varios tópicos.
\
remos más adelante. A menudo esta condición de coherencia también un- \
plica que las proposiciones de un discurso tratan de las mismas per~onas o Estilo
de los mismos objetos, que a veces se denominan referentes del discurso.
Ya hemos observado en la sección dedicada a la sintaxis que se puede alu- La mayor parte de las gramáticas lingüísticas se limita a estudiar los'\
dir a estos referentes del discurso mediante distintas expresiones según se niveles de expresión (sonido y forma) y el sentido de las oraciones. Hemos \
suponga que el receptor sabe de ellos o piensa o no acerca de ellos: Para ido más allá de las limitaciones de esas gramáticas y dedicamos también
identificar un nuevo referente del discurso (o recordar uno mencionado nuestra atención a las relaciones de sentido y de referencia que existen \
entre distintas oraciones e, incluso, al sentido (global) de los discursos en

\
previamente) pueden ser necesarias descripciones e~t~ns~s, pero una vez
identificado éste, un simple pronombre (y a veces m siquiera esto) puede su totalidad. De todas maneras, ni la gramática ni la lingüística dan
ser suficiente para que el receptor sepa de qué o de quién se habla (véase cuenta habitualmente de muchas otras propiedades del discurso.
al respecto el capítulo 3, escrito por; Russell S. Tomlin, Linda Forrest, Otro aspecto del discurso es, por ejemplo, su estilo, una noción nota-
Ming Ming Pu y Myung Hee Kim, donde se exponen en detalle estos as- blemente dificil de definir. Se lo puede intentar definir en términos de va-
pectos del sentido del discurso). , . . . riación. Por ejemplo, para describir la guerra civil de Bosnia, podemos
\ Con la descripción del macronivel del/sentido del discurso, deJamos hacer referencia a los diversos grupos beligerantes como "luchadores",
atrás la lingüística y la ~amátici;i. _tradicionales y ,e1:contramos noc10nes "rebeldes", "ínsurgentes", "terroristas", etcétera. La elección de una deter-
típicas del discurso propiamente d1ch~, como los toP,ic?s Y los temas. ~os minada palabra en este caso puede depender del tipo de discurso (por
J tópicos de un discurso (que no son lo ID1Smo que los top1cos de una orac1on) ejemplo, noticia periodística, editorial o propaganda política) o de la per- .
\constituyen, por así decirlo, los sentidos globales del discurso Y definen su tenencia del hablante o el escritor a un determinado grupo, de su posición /
j
/'
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0

MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

\
u opinión particular sobre el tema. Es decir que para referirnos a las mis\ Retórica
mas personas, podemos utilizar ítems léxicos diferentes. Cuando estas va-\
riaciones ocurren en función del contexto (hablante, perspectiva, auditorio,\ Hay otro aspecto del discurso estrechamente vinculado al análisis estilís-
grupo, etcétera), se dice que estamos frente a características del estilo del'. tico, que podríamos denominar la dimensión retórica del discurso, aunque
~~- J
el término retórica tuvo en su origen un sentido mucho más amplio: el
Para describir los mismos sucesos pueden también utilizarse varia- arte del discurso público persuasivo y su estudio (véase al respecto el cap.
ciones en la pronunciación, en la escritura, en los elementos visuales o en 6, escrito por Ann M. Gill y Karen Whedbee). En este sentido más amplio,
los gestos que acompañan al discurso, en el orden de las palabras y en el que se remonta a la Antigüedad, podemos considerar a la retórica como la
orden de las oraciones: todas estas variaciones funcionales forman parte precursora de lo que hoy denominamos estudios del discurso. Uno-ele los l
del estilo. En síntesis, el estilo es habitualmente una variación depen- ejes verí:e?r.~~:s.~e,}~_I'~tó_ri9i clásjg~-~-~tª?ª _s9J1&tit~_ig.9.p()r el estudi~~ \
diente del contexto del nivel de expresión del discurso. Los significados son Jos me~~os .es¡:i.e.c.._ígc_()_S q11(:) hacen a un cltscurso mas memorable y, por 1
los mismos: de lo contrario, no hablaríamos de una variante estilística del end_é, más per_suasivo, -las fi~ras.. de-·la:ret6rica. Si bien todo -discursü" en- \
discurso, sino de un discurso diferente. Pero aun así, existen_y~igpes trana nec~~anamente un est~o, no todo discurso presenta estas figuras, {
estilísticas: se puede.. _hablar de los mismos tópicos o sucesos (referentes) Y que tambien podemos denommar "estructuras retóricas": aliteración, ri-
hacérto-coñ distintos sentidos locales (detalles), como ocurre en él caso de ma, ironía, ~et~fora, hipérbole, etcétera. J
la informaci6n que brindan sobre el "mismo" hecho un diario ''serio" y otro Por consiguiente, los análisis retóricos habitualmente se ocupan de;'
sensacionalista. Por supuesto, dos noticias diferentes de un mismo perió- restos "recursos" de persuasión, es decir, de las estructuras especiales del
dico que se refi~ren a sucesos o tópicos distintos no cortstítuyen~yanantes / discurso que atraen la atención en razón, por ejemplo, de una repetición
de estilo. En otras palabras, el concepto de estilo supone usualmente que l inesperada, de un orden invertido, de estructuras que quedan incompletas
al merios algo (el sentido, el tópico, los sucesos) permanece igual, 1e modo ~ de cambios del sentido. Aunque estas estructuras se estudian tradicio-
que podemos comparar como los discursos "dicen lo mismo". nalmente dentro . de las. oraciones, no es necesario decir que _,,....--....._
secuencias
___ ..
Vn an~tiliii:ti-co pueg~ también definir un conjlmto de º"ªr_acte- e~..r,acJ.illl@8.o..dis..c:i.JJ:§us.m.mp1etos.p.ue.dense:r:_ J11ás, Q menos hiper-
rísti2as~nÜYastípicas de ll,Tl_géI1ero Tr,elátó .Y..~rsus crónica), d~_llll ha- ~~_jr_§_J:!i<;P~ o J:l!eJªfóric..9§, Por otra parte, si bien las estructuras retó-
blante ·(sosegado vers,us e111ocional), .de.un grupo ~_llmano, (muj,eres:versus ricas tienen relación con la persuasividad del discurso, tampoco es nece-
ño~b~~-sf'de-Üna situación s,o.cial (formal versii.i informal), de un periodo sario insistir en que la función persuasiva del texto o la conversación no
literario (clásico versus romántico) e incluso de toda una cultura (anglosa- está limitada a la retórica, puesto que también puede depender del estilo,
jona versus latina). Por lo general nos ocuparemos entonces no sólo de las del sentido o de la coherencia.
variaciones contextuales en la forma de las palabras o las oraciones, sino
además de otras propiedades del discurso que expondremos más adelante,
como ciertos modos característicos de contar historias o ciertas estrategias Esquemas
de cortesía. Existen, sin embargo, muchos otros aspectos del estilo que no
"1
1
menciono aquí y que se tratarán en detalle en el capítulo 5, escrito por Existe otro nivel del discurso que a menudo no recibe un tratamiento in-
¡
Barbara Sandig y Margret Selting (para las_ variaciones culturales del es- dependiente y homogéneo: el de sus estructuras formales globales, deno-
tilo véase asimismo el cap. 9 del vol. 2, escrito por Cliff Goddard y Anna minadas también estructuras esquemáticas o superestructuras. Sin em-
Wierzbicka; otros capítulos también hacen referencia regularmente al bargo, este nivel no es dificil de definir. Si por ejemplo aceptamos que los
tema del estilo). discursos tienen un sentido global o tópico, faltaría definir una forma glo-
bal abstracta que albergue esos sentidos globales. En'otras palabras: así
como la forma de una oración se describe en términos del orden de las

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

palabras (sintaxis), podemos descomponer la forma de textos y conversa- riacio~es de estilo y de ~erspectiva. Estos y otros aspectos de los textos
ciones enteros en cierta cantidad de componentes convencionales o cate- narrativos Y argumentativos se estudian en detalle, respectivamente e
gorías fijas y formular reglas que establecen su orden característico. De el capítulo 7, escrito por Elinor Ochs, y en el capítulo 8, cuyos autores 'so:
hecho, y aun sin conocimientos teóricos sobre tales estructuras esquemá- Frans H. van Eemeren, Rob Grootendorst, Sally Jackson y Scott Jacobs.
ticas, podemos por lo general identificar el "comienzo" y el "fin" de un dis-
curso, el titular de un artículo periodístico, los saludos que inician una
conversación o las conclusiones de una argumentación. Debemos subrayar El discurso como acción e interacción en la sociedad
una vez más que se trata en todos los casos de nociones formales: cual-
~.r:~sea el sentido {Qonte.nido) de unartículo periodístico, siempre~ Con ~ada nuevo paso que damos en el camino de la definición y el análisis
~;¡;n ti.tul~~ que cll~pleJª_fugct§11_depresentar y res1,1gaj::Jo_que en éT~e del ~1~curso, encontramos estructuras cada vez más alejadas de la esfera
dice. Asimismo, con independencia de lo que se diga para finalizar una trad1c1onal de la lingüística. De hecho, ingresamos ahora en un ámbito
-·conversación o una reunión, o de lo que se escriba para dar fin a un ar- más próximo. al de las ciencias sociales: el de la acción y la interacción.
tículo, usualmente funcionará como una especie de categoría de clausura. Esto es, los discursos no sólo consisten en (estructuras de) sonidos O imá-
En síntesis, en un sentido abstracto podemos analizar un discurso en genes, Y en _formas abstractas de oraciones (sintaxis) o estructuras comple-
términos de una cantidad de categorías formales típicas, su orden y fun- Jas d~ ~ent1do lo~al ~ global y formas esquemáticas. También es posible
ciones específicos, realizando un proceso similar al que practicamos cuan- descnbirlos en térmmos de las acciones sociales que llevan a cabo los
do analizamos una oración en términos del sujeto, el objeto, etc. Así, mu- usuarios del lenguaje cuando se comunican entre sí en situaciones sociales
chos tipos distintos de discurso comienzan con un resumen y terminan con Y dentro de la sociedad y la cultura en general. Por esa misma razón los
una categoría de conclusión. Los argumentos, por ejemplo, pueden estar capítulos dedicados al discurso en su carácter de acción e interacción s~cial
integrados por cliy~r§i:t§ premisasy una-conclusión. Lo1irefafos ·pueden se han agrupado en un volumen independiente.
estar conÍpuestos, en abstracto, por varias categorías, entre las cuales la
complicación de la intriga y su resolución parecen cruciales. En otras pala-
bras, junto con su estilo es posible describir diversos géneros en términos Actos de habla
de estas categorías esquemáticas típicas. Mientras que-las--infurmacjgnes
perioclísticas y otras historias, así como ITJ,llcllps ~i~cy:1:~os académicos,__por El primer enfoque del estudio del lenguaje como acción es aún relativa-
lo gen~raf·eé;mieñzaii coiCu:n resumen y terminan con algumt clase__de mente abstracto y tuvo su origen en la filosofia del lenguaje. Es un en-
conclusión, los poemas, los artículos publicitarios y otros tipos de discurso foque que ~one de relieve el hecho de que, al utilizar el lenguaje, las per-
no lo hacen. sonas_ ~ealizan al mismo tiempo varias actividades. Así, las que antes
Es necesario destacar que, como en buena parte de lo dicho hasta desc~b~os, com~ estructuras abstractas de sonidos, también se pueden
ahora, estamos hablando de estructuras abstractas. Otro tipo de análisis d_~scnbir ~a.s activamente como actos locutivos, es decir, como la produc-
sería necesario para establecer cómo los usuarios del lenguaje construyen c1on de em1s1ones en algún lenguaje. De manera análoga, el "sentido" pue-
concretamente sus textos y conversaciones y, por ende, cómo "se plasman" de ~erse también más activamente como verbo y no como sustantivo, es
en el discurso la coherencia, los tópicos, los resúmenes, los titulares y las decir, como un acto semántico (o proposiciona[). Lo radicalmente nuevo en
conclusiones. Más aún, un relato tiene habitualmente estructuras narrati- este enfoque, sin embargo, fue la percepción de la dimensión social de
vas, pero es evidente que tambiénincluye muchas otras propiedades ade- nue_stra actividad cuando producimos una emisión en algún contexto, es
más de esta organización esquemática. Según el contexto y el género na- decir, cuando producimos un acto de habla o un acto ilocutivo: una aser-
rrativo, por ejemplo, puede presentar relatos y explicaciones de acciones, ción, una pregunta, una promesa, una amenaza o una felicitación.
descripciones de personajes y situaciones, una organización temporal, va- Mientras que las formas abstractas de las oraciones obedecen reglas

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ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

sintácticas que determinan su buena formación, y la semántica, por su curso en su totalidad, lo que a la vez define su coherencia pragmática
global.
parte, establece condiciones de sentido propias, los actos de habla deben
cumplir también una serie de condiciones específicas que denominamos
condiciones de adecuación [appropriateness]. Sin embargo, no sólo la ex-
presión (palabras, sintaxis, etcétera) o el sentido de la emisión incumben a La conversación como interacción
estas condiciones, sino también el contexto situacional del hablante, es de-
cir, sus intenciones, sus conocimientos o sus opiniones. Por ejemplo, la Resulta interesante observar que, una vez elegido este enfoque del dis-
condición para que una promesa sea adecuada es que el hablante tenga la curso como acción e interacción, el texto y la conversación aparecen como
intención de hacer algo y crea que ese acto futuro complacerá al oyente. El una compleja jerarquía de actos distintos. Así, además de los actos de ha-
campo teórico específico que da cuenta de estos actos de habla y sus condi- bla que mencionábamos antes, las personas interactúan entre sí: se conce-
ciones se localiza habitualmente dentro de pragmática., disciplina que d_en turn~~ en la conversación, atacan a los otros y se defienden, inician y
estudia en general el uso del lenguaje como acción en un context<fsociocul- cierran dialogos, negocian, manifiestan su acuerdo o su desacuerdo, res-
tural. Puesto que los estudios del discurso tienen este tema como una de ponden a los turnos anteriores o preparan su intervención en los próxi-
sus metas principales, podemos considerar la pragmática como un~ rama mos, se presentan ante los otros de manera positiva, intentan mantener el
del análisis del discurso (véase al respecto el cap. 2 del vol. 2, escnto por prestigio, se muestran corteses, tratan de persuadir al otro, enseñar, etc.
Y muchos de estos actos pueden ocurrir simultáneamente; eso significa
Shoshana Blum-Kulka). que, además del análisis secuencial de tales acciones, es necesario reali-
Si bien los estudios iniciales de los actos de habla, de acuerdo con la
tendencia tradicional de ~a lingüísti~a y la fil~sofia del _lenguaje, s\ orien- zar un análisis "vertical" de todos los actos que podemos llevar a cabo "me-
taban de manera predommante hacia la oracion y analizaban acto~'de ha- diante" la realización de otros actos, como cuando compramos una casa
bla aislados, no es de extrañar que el enfoque discursivo se interese, una mediante la firma de un contrato.
vez más, por las secuencias de actos de habla tal como se concretan en los El vasto dominio del análisis de la conversación -y, más general-
textos y la conversación. Así, en este nivel también podemos establecer mente, todos los estudios del discurso como interacción- se abocan a los
condiciones de coherencia pragmática para tales secuencias. Por ejemplo, diversos tipos de actos sociales tal como se realizan en los correspon-
un acto de habla es adecuado cuando expresa una razón aceptable para un dientes contextos sociales y culturales. Así, los turnos que "simplemente"
acto de habla previo o posterior. ("¿Podría cerrar la puerta, por favor? Ha- nos_ conced~mos en una conversación obedecen a complejas reglas y estra-
ce tanto frío." En este caso, la afirmación que expresa la segunda oración tegias destmadas a seleccionar quién hablará en determinados momentos
constituye una explicación del pedido que la precede y pone de manifiesto de la conv~rsación. Análogamente, en el "intercambio" cortés las perso-
nas hac~n Jugadas complejas, por ejemplo, para evitar dañar el prestigio
, su razonabilidad).
Tal como ocurría en el caso de la explicación semántica del sentido del de sus mterlocutores. Por otra parte, las conversaciones no se detienen
: discurso, podemos suponer además que es posible "resumir'' secuencias de abruptamente: los participantes llevan a cabo un complejo "trabajo" de
) actos de habla integrándolos en un nivel más abstracto, un macroacto de colaboración para terminar cómo corresponde una conversación. Lo mis-
·\ habla. De hecho, la totalidad de un artículo periodístico puede funcionar mo vale para el inicio, el cierre o el cambio de tema. Se han dado a conocer
\ como una aserción compleja, un editorial puede hacer las veces de una e~tudios muy detallados, lindantes con la sociolingüística, el análisis del
macroacusación y una nota donde se exigerescate por un secuestro p.uede d~scurso, la etnografía y la sociología, de una miríada de estas y otras pro-
cumplir la función de una macroamenaza, aun cuando los actos de habla piedades de la "conversación" como interacción social "situada", sea en
que la constituyen sean de naturaleza diferente (un pedido de rescate pue- conversaciones informales entre amigos en un bar o en conversaciones
de estar formado por aserciones exclusivamente). En otras palabras, el más formales desarrolladas en instituciones. Anita Pomerantz y B. J.
macroacto de habla puede definirse por la función ilocutiva global del dis- Fehr en el capítulo 3 del volumen 2 de esta obra, así como Paúl Drew y

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Marja-1..eena Sorjonen en el capítulo 4 del mismo volumen, exponen en dundancias y otras violaciones de las reglas normativas que determinan
detalle los distintos aspectos de este influyente enfoque del discurso. qué constituye un discurso adecuado. En síntesis, el uso concreto del len-
guaje, tal como se da especialmente en la comunicación mundana y espon-
tánea de todos los días, puede parecer muy "desprolijd'.
Estructuras abstractas y uso concreto del lenguaje No obstante, en lugar de considerar estas manifestaciones de despro-
lijidad como "errores" o "desviaciones" de las reglas generales, es necesario
El análisis del discurso como interacción no se limita a estudiar otro estudiarlas por derecho propio. De hecho, lo que puede parecer una viola-
"nivef' de las emisiones verbales, además de las expresiones, las formas Y ción de alguna regla o uso habitual puede desempeñar, en realidad, una
los sentidos. De hecho, tiene en cuenta todos los niveles descriptos hasta función contextual o de interacción específica. Es decir, además de los as-
ahora, siempre como parte de lo que los usuarios del lenguaje realizan pectos "normativos" del lenguaje y del disc11rso, tal como·-10FcQI10cemÓs- a
activamente como participantes de la conversación. En otras palabras, del partu--de látn:egfa1niif1a gramátíca.; l::is~eglas de . buena forma¿ió~'de la
discurso participan diversas actividades, entre ellas la producción de soni- proaucci6n de noticias periodísticas o las condiciones abstractas de los ac-
dos, la gestualización, la construcción de representaciones semánticas o la tos 'a(th~hia;~~te' eruóque má1rrealista y "empú:'ic:o" toma en cuenta el tex-
realización de actos de habla, todas ellas llevadas a cabo de un modo estra- to)i]].t'cc5ñvérsación,. tal como estos son concretamente.
tégico y contextualmente relevante, así como formas de interacción como Sin embargo, la mayor parte de los especialistas busca un orden, aun
la toma de turnos, la formación de impresiones, la negociación, la persua- en lo que a primera vista sólo aparece como irregularidad y desprolijidad.
sión o la reproducción de prejuicios raciales. De todas maneras, en cierto Así, incluso en los actos espontáneos de habla y de escritura, los usuarios
sentido podemos decir que los primeros niveles de actividad verbal están del lenguaje s~ 1:1titnen a c:iertas regl~_estrategias efica_QB_s_cu~ns-
orientados hacia la realización de acciones sociales pertinentes. Los usua- truyé~ una oración o un tópico;-cúando escribinuu"titular, cierran una
rios del lenguaje hablan con el objeto de que se los entienda, para comu- reunió;;:~ se Iélicitan o manifiéstáñ-sü desacuerd~:-Est~~tra-
nicar ideas, y lo hacen en su calidad de individuos y de miembros de gru- tegia~ no son individuales,_sjp_g q~on -ª~socialme!_!~!Pl?ªrtido, co-
pos sociales, para informar, persuadir o impresionar a los otros o bien para riócído y utilizado en forma implícita en una determinada comunidad de
llevar a cabo otros actos sociales en situaciones, instituciones o estructuras habla. Incluso los errores aparentes, incorrecciones, problemas, incohe-
también sociales. rencias, desviaciones y otras transgresiones a las reglas pueden adminis-
Además, si bien muchos de los primeros estudios del discurso inspira- trarse dentro de la interacciórr:diu.ma.__mª!lera significativa y ordenada.
dos en la lingüística tienen a menudo un carácter más abstracto, y apor- Esto permite no. s61.<) a lo; participantes,._s:inoliimfüeii-aTos--analistas del
tan descripciones estructurales y formulan reglas generales, como las de di;urso:darle-~~~enúdctaTo'que'está~curriendo. ·---,-- ----- --- -
la coherencia o las estructuras narrativas, la concepción del discurso como
····-------------···---·---.., ______ -----,.. ___ ·--·-----·----------·----._.
interacción es algo que se aviene intrínsecamente con el enfoque sociolin-
güístico del estudio del uso concreto del lenguaje. Cognición
Así, en lugar de estructuras abstractas e ideales, el análisis del dis-
curso, aun en los estudios que no se dedicaban a la conversación, ha pre- Dotar de sentido, entender, interpretar y muchas otras nociones utiliza-
ferido evitar tales estructuras y ocuparse en cambio de cómo las personas das en párrafos anteriores no pertenecen exclusivamente al dominio de
hablan y escriben concretamente en situaciones sociales. Esto significa las estructuras del discurso y la interacción social, sino también al ámbito
que podemos encontrarnos con oraciones incompletas, o parcialmente sin de la mente. Por ejemplo, tanto las explicaciones abstractas como las más
sentido, con actos de habla no adecuados, negociaciones, cambios de tópico concretas del orden de palabras, del significado de las oraciones, de la
o cierres de conversaciones que parecen fracasar. Podemos encontrarnos coherencia y los esquemas narrativos, de los actos de habla o de las inte-
también con falsos inicios, repeticiones, contradicciones, irrelevancias, re- racciones propias de la conversación siempre presuponen que los usuarios

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

del lenguaje tienen conocimientos. Conocen las reglas que rigen tales es- foque cognitivo no se limita a las representaciones mentales de reglas,
tructuras, conocen las estrategias de aplicación de esas reglas y los con- abstractas y otras formas de conocimiento. Aquí también los estudiosos se
textos en los que se aplican. Las actividades de comprender una oración, interesan en cómo los usuarios del lenguaje producen y entienden concre-
de establecer la coherencia de distintas oraciones o de interpretar un texto ta.mente el discurso. Los psicólogos no se interesan tanto en usuarios idea-
para determinar su tópico presuponen que los usuarios del lenguaje com- les del lenguaje como en los usuarios reales y concretos. Por consiguiente,
parten un repertorio muy vasto de creencias socioculturales. La t.!~n además de tener en cuenta las reglas, estudian los procesos estratégicos
.de ciertosítems__ lf:x,:i<::Q,S, las variac::iQIJe.s de estilo OJÜ.uso de recursos retó- que los usuarios del lenguaje aplican consciente o inconscientemente en la
ricos suponen, asimismo, que los usuarios del lenguaje expresan sus opi- producción o comprensión de las oraciones, tópicos o narraciones.
niones o ideologíq§y así contribuyen a la construcción de nuevas opiniones De modo similar y tal como ocurre en el caso del enfoque interactivo,
o ideologías o a la modificación de las existentes en los receptores. un análisis cognitivo del discurso hace hincapié en el hecho de que estos
Así, aunque a veces es conveniente hacer abstracción dé la naturaleza procesos mentales son constructivos. Las representaciones mentales que
mental de las gramáticas, las reglas, las normas, el conocimiento o las opi- provienen de la lectura de un texto no son meras copias del mismo o de su
niones cuando se intenta dar cuenta del discurso y de la comunicación, significado, sino el resultado de procesos estratégicos de construcción del
una teoría del discurso que merezca el nombre de tal quedaría gravemen- se11t_~do que pueden utilizar elementos del texto, elemeñtos de lo que"ios_.,
te incompleta sin un componente mental (cognitivo o emocional). Es la usuarios del lenguaje saben acerca del contexto y el~tos .de las cxeen-
psicología cognitiva la que se ha dedicado especialmente al estudio de es- ciasJiq:~
·---·· "~
ésos usuarios ya tenían antes de. iniciar la comunicación. ··
tos temas, por ejemplo en términos de los diversos procesos y represen- Una vez más, como en la interacción, debemos decir que esos procesos
taciones mentales involucrados en ellos, que habitualmente se localizan en dependen del contexto: por ejemplo, pueden depender de los objetivos, inte-
la memoria de los usuarios del lenguaje. Estos procesos y representaciones reses, metas, expectativas u otras representaciones mentales de los usua-
desempeñan un papel específico en la producción y en la comprensión del rios del lenguaje. A diferencia de las reglas de la gramática, estos procesos
texto y de la conversación. no son necesariamente sistemáticos: pueden contenes_errores-;·~J!.-Gon
En un determinado nivel de análisis, estos procesos y representacio- informaci(m incompleta y funcionar en ·vEITTOs-ñíveÍes simultáneamente
nes son exclusivos, en el sentido de que caracterizan individualmente a los siempre q~s1Toj5éréiéíon sea-rópida y eficaz a fin de alcanzar las metas d~
usuarios del lenguaje en contextos comunicativos específicos. Esta exclusi- comunicación e interacción perseguidas, como la comprensión mutua y la
vidad explica la variación personal que supone todo discurso: los discursos realización adecuada de las accicmes deseadas en una situación específica.
difieren unos de otros, aun cuando se emitan en circunstancias sociales En otras palabras, puede combinarse al~_11:g~jnfurm.a.c.ión fonoló~o
similares, aunque más no sea porque los distintos usuarios del lenguaje grá.f¡~a con informaciónsmtáctica, semiíñtlca Q _contextual a fin de inferir
utilizan de manera diferente un mismo repertorio sociocultural de cono- c:9~aez;-uentrcnte11:apso-cfe uñoo-ctossegundo;;·qué-actoae·ñá1íL{·~ de
cimientos. otro tipo lleva a cabo el hablante. Por supuesto, esto requiere también-(fUe
Por otra parte, hay algo más interesante: el conocimiento que tienen los -~rrores puedan _l~_E!;_~o corregirse, como sabemosJ;Lµad:i.I:.deJás.i:.ep.ara-
los usuarios del lenguaje acerca de las:reglas gramaticales y discursivas es cione_s.Jie:.la--ooñ.versí;!cióñ-:---·--·--" --
> .,...
., •• - '""""'

,i\'·.
I' . un conocimiento compartido socialmente, de modo que es posible la com- --En síntesis, el pr~-;;sode comprensión concreto es siempre un proceso
lf: prensión mutua. Los actores sociales compa,:1!:l!l~on otros mie~bros de su tentativo permanente (en línea), que permite la reinterpretación continua.
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grupo, comunidadoculfüra noimas:vaforés, reglas de comunicación·s re- Así, el análisis mental parcial de un fragmento de texto puede interactuar
presentaciones sociales tales como el conocimiento y las opiniones. En con la activación y adaptación contextual de conocimientos generales y
otras palabras, además de la cognición individual el discurso implica espe- opiniones en la memoria. Los procesos ascendentes [bottom-up] de com-
cialmente una cognición sociocultural. prensión de las palabras y oraciones pueden combinarse con "suposicio-
Tal como ocurre en el caso del enfoque interactivo del discurso, el en- nes" abstractas descendentes [top-down] acerca de la estructura esperada

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de una oración, narración o conversación. Varios módulos pueden operar cuando aparece concretamente en el texto o la conversación. En lugar de
al mismo tiempo para realizar tareas especializadas, como el procesa- especular sobre esas mentes invisibles, en la presente obra proponemos
miento de las palabras, de la estructura de las cláusulas, de la coherencia un análisis sistemático de la naturaleza discursiva de la mente (véase al
semántica, de los actos de habla o del cierre de una conversación. respecto el cap. 12, escrito por Susan Cóndor y Charles Antaki).
Así, en el curso del proceso de comprensión, los usuarios del lenguaje
construyen gradualmente no sólo una representación del texto y del con-
texto, sino también representaciones -dentro de los denominados nwde- Discurso y sociedad
los mentales- de los eventos o acciones que trata el discurso. Lo que
recordllrnos habitualment@ de los textos o de la conversación, por co~sí- La mayor parte de los estudios del discurso se desenvuelve en alguno de
guiente, no es tanto las palabras exactas, ni siquiera su significado o las los ámbitos descriptos hasta ahora o en varios de ellos a la vez: la forma, el
acciones, sino este modelo mental que es una representación esquemática sentido, la interacción y la cognición. Sin embargo, hemos visto también
de nuestras creencias (subjetivas) acerca de un suceso o situación. SiJe que el contexto desempeña un papel fundamental en la descripción y la

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contamos a alguien lo que hemos leído por la mañana en el periódico, no explicación del texto y la conversación. Aunque no existe una teoría explí-
estamos reprÓduciendo una noticia periodística, sino, más bien, cóñ:iüm- cita del contexto y aunque la noción es utilizada por distintos estudiosos
cando los modefos (a veces tendenciosos) que hemos construido a partir de del tema con una amplia variedad de significados, podemos definirlo bre-
las noticias leídas. vemente com_o la estructura de todas las propiedades de la situación social
A la inversa, cuando queremos decir algo, nuestro punto de partida que son pertmentes para la producción o recepción del discurso. No sólo
será un modelo que nos servirá para producir el discurso. Seleccionare- las características del contexto influyen sobre el discurso; lo inverso tam-
mos algunas creencias como pertinentes para la comunicación en el con- bién es cierto: el discurso puede, asimismo, definir o modificar las carac-
texto en cuestión, las cuales servirán como entrada para la construcción terísticas del contexto. '
del significado (local y global) de nuestro discurso. Así como distinguimos entre las estructuras locales y globales del dis-
Lo mismo vale para la interacción: los usuarios del lenguaje activan o curso, también podemos hablar de estructuras locales y globales del con-
construyen, y actualizan permanentemente, un modelo del contexto y de texto. E~~~ __t"estricciones contextúales locales del discurso tenemos,
las acciones en las cuales participan, sea en forma activa o pasiva. Dar Pº!'.. ejemQlQ,J9:_ situación (tiempo, lugár, circunstancias), lQS participantes
sentido a un texto o una conversación implica, entonces, la construcción de Y S:!!,8..-diYernºs papeles comunicativos y. sociales (hablante, coordinador,
tales modelos a partir del significado semántico del discurso, así como de amigo,gtcétera), las intenciones, metas o propósitos. El contexto global se
su significado o sus funciones de interacción, además de la aplicación de vuelve relevante tan pronto como identificamos el discurso u otras accio-
conocimientos y opiniones más generales, socialmente compartidos. Estos nes corrientes como una parte constituyente de acciones o procedimientos
son sólo algunos de los aspectos correspondientes a un enfoque cognitivo instit:udonales u organizativos (legislación, sesión de tribunales, enseñan-
del discurso. Pueden encontrarse más detalles en el capítulo 11, cuyos za, comunicación de noticias, etc.), y cuando los participantes interactúan
autores son: Arthur C. Graesser, Mol'.ton A Gernsbacher y Susan R. Gold- en calidad de miembros de categorías sociales, grupos o instituciones
man. (mujeres versus hombres, negros versus blancos, jóvenes versus adultos,
Aun cuando los principios fundamentale_s de este análisis cognitivo del sqp.end.sores versus subordinados; o los diversos participantes en la edu-
procesamiento del discurso son aceptadostlür casi todos en la psicología, cación, el parlamento, los tribunales o la policía). Véanse a este respecto el
algunos enfoques interaccionistas prefieren estudiar exclusivamente lo capítulo 4 del volumen 2, escrito por Paul Drew y Marja-Leena Sorjonen,
observable y social, y por ende, las construcciones discursivas de las repre- y el capítulo 7 del mismo volumen, cuyos autores son Dennis K. Mumby y
sentaciones y procesos mentales. En este caso, se considera a la mente Robín P. Clair.
como algo pertinente desde el punto de vista interaccional y social sólo En síntesis, apenas tomamos con seriedad un punto de vista contex-

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tual del discurso, muchos aspectos de la sociedad y de la cultura se incor- nero, el tópico, el estilo, la toma de turnos o la narración de historias, que
poran en nuestro análisis. Por ejemplo, la elección de ciertos pronombres se realizan a costa de las participantes de género femenino en los sucesos
específicos como formas de tratamiento más o menos cortés (como ~s el comunicativos. El capítulo 5 del volumen 2, escrito por Candace West, Mi-
caso del tu o vous en francés) presupone que los usuarios del lengu~Je (y chelle M. Lazar y Cheris Kramarae, analiza en detalle el papel desem-
los analistas del discurso) poseen conocimientos acerca de las relaciones peñado por el género en el discurso y la comunicación.
sociales. La variación léxica (la que se manifiesta, por ejemplo, c1:1:~~? se
opta por "t;;-m:isfa' o por ''!~~].iaoorefCp!'._C>~<'.ltflaiilieñad'')i:rllpliCa_g_t:e los
háOiañtes tienen opigi_ones e ideolQgÍAS difere_ntes. Actos de habla como los Filiación étnica
iJ:;¡;
l ¡·i •.I.
comandos presuponen diferencias de poder y de autoridad. En todos los
niveles del discurso encontramos entonces "huellas" de un contexto en el Observaciones similares son válidas para las relaciones entre el texto y la
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que las características sociales de fos participantes desempeñan un papel conversación por un lado y la "raza" o filiación étnica por el otro, y más
generalmente, para el discurso y la comunicación intraculturales e inter-
fundamental, se trate del género, la clase, la filiación étnica, la edad, el on-
gen, la posición u otros rasgos que determinan su pertei:encia a ,un ~rupo. culturales. Así, una historia de la esclavitud y de la segregación, un per-
Lo anterior no quiere decir que estos contextos sociales esten siempre manente racismo, además de otros factores culturales, crearon las condi-
;-,dados" o sean "estáticos", ni tampoco implica que los usuarios del len- ciones de surgimiento de patrones discursivos especiales en la comunidad
guaje y sus respectivos discursos "obedecen'' pasivamente las restriccion~s afroamericana de los Estados U nidos. Más en general, los grupos étnicos o
impuestas por el grupo, la sociedad o la cultura. Por el contrario, el dis- "raciales" pueden desarrollar modos específicos de hablar que pueden dar
curso y sus usuarios mantienen una relación "dialéctica" con el contex~o: origen a influencias y adaptaciones mutuas, así como a problemas inter-
además de estar sujetos a las restricciones sociales del mismo, tambien culturales en la comunicación y la comprensión. Las relaciones intercultu-
contribuyen a él, lo construyen o lo modifican. Se producen negociaciones rales o interétnicas pueden también adoptar la forma de la dominación:
flexibles en función de las demandas de cada contexto concreto y las res- las personas participan en la reproducción del etnocentrismo y el racismo
tricciones más generales impuestas por la sociedad y la cultura. ~ s - al hablar de manera prejuiciosa sobre las minorías étnicas o "raciales" y
curso puede obedecer el poder de un grupo, pero también_puede desa- sobre (otros) inmigrantes del Sur (este tema se expone con mayor detalle
fiarlo. Es posible cambiar o romper creativamente las normas y las reglas en el capítulo 6 del volúmen 2, cuyos autores son Teun A. van Dijk, Stella
sociales y estas violaciones pueden dar origen a nuevas organizaciones so- Ting-Toomey, Geneva Smitherrnan y Denise Troutman).
ciales.
Cultura
Género
Lo que hemos dicho hasta aquí con respecto al papel del discurso en la
Muchos hombres -a veces de manera manifiesta, a veces más sutil- sociedad vale también para el papel del discurso en la cultura~ Casi todas
mente- adoptan los modos de hablar sexistas (cuando se dirigen a las las formas del discurso mencionadas hasta ahora presenta variaciones
mujeres o cuando hablan de ellas) que predominan en su grupo. Cuando lo según los actores sociales y especialmente según los grupos. Lo mismo
hacen de manera activa, también contribuyen a la reproducción del sis- ocurre con las características culturales y la variación. Contar una histo-
tema de desigualdad de los géneros. Por supuesto, también pueden modi- ria, cumplir una orden, manifestar cortesía o cambiar de tema son activi-
ficar (en parte) esas restricciones sociales y desafiar el statu quo, por dades que no están (sólo) sujetas a reglas generales o universales: las per-
ejemplo, absteniéndose de ejercer el control sobre virtualmente todos los sonas en todo el mundo realizan estas cosas de distintos modos.
aspectos del texto, la conversación o el contexto, como pueden ser el gé- Estas diferencias culturales pueden estar vinculadas a otros aspectos

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de la cultura, por ejemplo, las normas y los valores, las relaciones sociales manifiesta habitui:i.~~n..!~ 8:través_de .distintas propiedades d~!,discurs.Q_y
o las instituciones. Hemos visto que, tan pronto como los miembros de un pueae·-a:~arem':J~ propaganda, !ª' manip:ulªciói;i_ o 13: legitimación en su
grupo étnico o de una cultura se comunican con (o acerca de) los miembros calicfaa de tipos y fÜiicioñés· cíe'"la comunica~1ón d{iursiva, pero 1a re~is-
de otros grupos o culturas, las diferencias en el discurso pueden aceptarse tencia política puede a~imismo expresarsi.'tcoñre~~rsos análogos (véase al
de manera cooperativa y tolerante o suscitar malentendidos y conflictos, e respecto el cap. 8 del vol. 2, cuyos autores son Paul Chilton y Christina
incluso pueden originar la dominación, la exclusión o la opresión de los Schaffner). En síntesis, ~parece ser.ll.!l~ mera conversación o un_!!le-
menos poderosos. Por consiguiente, el estudio de la comunicación intra- ro'j&xto imple__menta dediversos modos,. a Ja.vez_ que constituye, estruc-.
cultural e intercultural constituye un dominio importante del análisis turas y procesos complejos e'"iiuñ""~vel social más glohar·· .... . ..
multidisciplinario del discurso (véanse diversos capítulos de este libro y, Es evidente· que estas formas de análisis social del discurso no son
más específicamente, el cap. 9 del vol. 2, escrito por Cliff Goddard y Anna precisamente, simples. Exigen un análisis integrado en todos los niveles y

I
Wierzbicka). dimensiones que hemos mencionado hasta ahora. Si bien, incluso en éste
aspecto, podemos concentrarnos sólo en unas pocas propiedades del dis-
curso tales como el uso (y _tl.abuse-)-de-un.pronombre o de un acto de habla,
Análisis social del discurso o la forma en que secoñtrolan los tópicos, las relaciones entre el díscursb y
las estructuras sociales son a menudo indirectas y muy complejas. Así,
Precisamente, esta interpretación más amplia del discurso en la sociedad puede ser necesario vincular el uso de los pronombres, por ejemplo, con la
y la cultura constituye el punto culminante de los estudios del discurso. estructura de las oraciones, el sentido, la interacción, los modelos menta- ,
En un marco de semejante complejidad y amplitud, podemos ir más allá les, la identidad y las creencias socialmente compartidas antes de esta-
de los límites del mero estudio discursivo de las combinaciones de oracio- blecer un vínculo con las diferencias de poder entre (miembros de) dis-
nes, de la coherencia, de los actos de habla, de los turnos en la conver- tintos grupos o con la estructura y la rutina institucionales.
sación y de los cambios de tópico. Aunque muchas propiedades de estas En resumen, si el análisis del discurso ya es una empresa multidisci-
estructuras y estrategias son relativamente autónomas e independientes plinaria, lo es mucho más el análisis social del discurso. Lo mismo vale
del contexto, muchas otras interactúah con las propiedades de los contex- para todas las formas de análisis aplicado del discurso que se dedican a
tos local y social que resumimos brevemente en los párrafos anteriores. estudiar las aplicaciones del discurso en la educación, los medios; la polí-
En efecto, si ~~-rl:1_1ll9S explicar qué es el discurso, no nos basta- tica, el derecho y otros camposdonde las diversas formas y usos del texto y
ría analizar su estructura interna;·las acciones que se desarrollan o las de la conversación desempeñan un papel fundamental (véase el cap. 11
operaciones c;ognitivas ilivofücradas en el uso del lenguaje. Para hacerlo, del vol. 2, cuya autora es Britt-Louise Gunnarsson).
debémos dar ~uenta del discurso como acción social, dentro de un marco
d~..comprensión, comunicación e interacción que a su vez forma parte de
estructuras y proc:gsossocioculturales más amplios. De esta forma, la na- Análisis crítico del discurso
rración de histori~s puede ser una parte constit~tiva de la cultura de las
grandes corporaciones, la argumentación y la retórica en el parlamento Por último, empeñados ya en la tarea del análisis del discurso, los analis-
puede ser una parte intrínseca de la legis\ación y el discurso educativo tas pueden llevarla a cabo con distancia y desinterés, intentando ser "obje-
puede definir el proceso social de la educación. Ya hemos visto que ciertas tivos", como lo exigen las normas académicas dominantes. Pero también
propiedades específicas de la manera de hablar acerca de los inmigrantes pueden comprometerse más activamente con los temas y los fenómenos
pueden contribuir a la reproducción del racismo. Textos y discursos mas- que estudian, como es probable que ocurra (deliberadamente o no) siem-
culinos pueden expresar y confirmar la desigualdad de los géneros, pero el pre que se estudian el abuso de poder, la dominación y la desigualdad tal
discurso feminista puede también desafiarla. El---abuso del poder político se como se expresan o reproducen en el discurso. Los estudiosos críticos ex-
. - .---- ,__./

50 51
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

plicitan su posición social y política: toman partido y participan activa-


mente a fin de poner de manifiesto, desmitificar o cuestionar la domina-
( ción con sus análisis del discurso.
En lugar de meramente concentrarse en la disciplina, sus teorías y
paradigmas, estos analistas del discurso se interesan enprop/fpig~a-
leaiwJ)9!!_antes. Es decir, su ~ . m a s.. m:ienticfo a los problemas
RESEÑA DIDÁCTICA
que a las!~~~ Elanál.iai§,.1~~~S:~~!é~.Jwl~ fürinllladón ~e:JEJorías Las cosas del decir. Manual de análisis del discurso.
~2.e_ippeñan sin duda unJl_ap~1_51§P.~cia1mente en la Ill!:!<!id1Len..que-permi- El análisis del discurso
t~11.~_CJ_mpreiid.er·meji5r·la desigualdad· sócíáTEasadaen el género, la filia-
ción étmca, la clase, el origen, la religión, el lenguaje, la orientación sexual
y otros criterios que definen diferencias entreJas.persouas. Su meta últi- Helena Calsamiglia Blancafort
ma és ho sólo científica, sino también social y política, a saber, el cambio. Filósofa española contemporánea. Especialista en análisis del discurso, la
En este caso, decimos que el análisis social del discurso adopta la forma de sociolingüística de la interacción, la etnografía de la comunicación y la lingüística textual.
un análisis crítico del discurso.
·.. " C?da vez es mayor eLnúmero .de analistas del discurso que demues-
Amparo Tusón Valls
Lingüista y antropóloga española contemporánea. Fundadora del Círculo de Análisis
tran interés por este enfoque crítico del texto y de la conversación. Más del Discurso de la Universidad Autónoma de Barcelona y autora, entre otras
publicaciones, del libro Análisis de la conversación.
allá de la observación, la descripción sistemática y la explicación, optan
por dar un paso decisivo y ver el análisis del discurso como una empresa
también política y moral de investigadores responsables. Destacan el he-
cho de que no siempre es posible, ni deseable, establecer una distinción elena Calsamiglia Blancafort y Amparo Tusón son dos estudiosas
neta entre un análisis del discurso técnico e "independiente de los valores"
por un lado y la critica social, cultural o política por el otro. Los que se
enrolan en esta corriente alegan que estudiar, por ejemplo, el discurso ra-
H del discurso, contemporáneas, quienes han aportado una revisión
minuciosa y metódica de diversos autores del lenguaje y específica-
mente del discurso, a partir de la cual generan sus propuestas para con-
cista sin adoptar una posición moral acerca del racismo es tan imposible ceptualizarlo, entenderlo y analizarlo.
para un analista del discurso como para el investigador médico lo es el Las autoras han dividido este primer capítulo titulado "El análisis del
estudio del cáncer o el SIDA sin tomar posición acerca de la índole letal de discurso", seleccionado para nuestra antología, en tres partes, a través de
tales enfermedades, o para el sociólogo, estudiar el levantamiento de cam- las cuales van guiando al lector hacia la idea de ubicar al discurso como
pesinos explotados sin tomar conciencia de la naturaleza de su opresión y una práctica social contextualizada y, por ende, al análisis del discurso co-
la legitimidad de su resistencia. mo una herramienta metodológica importante para entender los fenóme-
En síntesis, el discurso es una parte intrínseca de la sociedad y parti- nos sociales.
cipa de todas sus injusticias, así como de las luchas que se emprenden cen- En la primera parte, titulada La noción de discurso, las autoras nos
tra ellas. Los analistas críticos del discurso no se limitan a observar tales introducen en su propuesta para definirlo: "Hablar de discurso es, ante
vínculos entre el discurso y las estructuras sociales, sino que se proponen todo, hablar de una práctica social, de una forma de acción entre las per-
ser agentes del cambio, y lo hacen como expresión de solidaridad con todos sonas que se articula a partir del uso lingüístico contextualizado, ya sea
los que necesitan con urgencia ese cambio (véase al respecto el cap. 10 del oral o escrito. El discurso es parte de la vida social y a la vez un instru-
vol. 2, escrito por Norman Fairclough y Ruth Wodak). mento que crea la vida social." 1
1 Calsamiglia, Helena y Amparo Tusón, Las Cosas del Decir. Manu.al de Análisis del

Discu.rso, p. 16.
f

52 53
1

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Es decir, aunque las autoras se ocupan de mencionar la importancia disciplinas. Entre otras, mencionan a la antropología lingüística; la etno-
de entender al discurso como un constructo lingüístico regido por las nor- grafia de la comunicación; la sociología; el inte·raccionismo simbólico; la
mas gramaticales y sintácticas propias de cada lengua, lo que destaca en etnometodología; el análisis de la conversación; la sociolingüística interac-
su propuesta es la consideración del discurso dentro de un proceso de co- ciona!; la psicolingüística; el pensamiento filosófico; la lingüística; la
municación que no es mecánico y se limita a la transmisión de informa- lingüística funcional; la lingüística textual; y la retórica clásica.
ción, sino que posibilita la reconstrucción de sentidos de acuerdo a los par- Finalmente, Calsamiglia y Tusón cierran esta parte de su obra con
ticipantes y al momento de producción. una definición de análisis del discurso en la que lo caracterizan no sólo
Desde esta perspectiva, las autoras sostienen que como una herramienta de investigación, sino como

[... ] abordar un tema como el discurso significa adentrarse en el entra- [... ]un instrumento de acción social[ ... ], ya que permite desvelar los abu- '\'
mado de las relaciones sociales, de las identidades y de los conflictos, in- sos que, desde las posiciones de poder, se llevan a cabo en muchos de esos)·
tentar entender cómo se expresan los diferentes grupos culturales en un ámbitos y que se plasman en los discursos [... ] El análisis del discurso se
momento histórico, con características socioculturales determinadas.~ · puede convertir en un medio valiosísimo al servicio de la crítica y el cam-
bio. ·
En la segunda parte del capítulo, el aporte de las investigadoras se
podría resumir en su propuesta que hacen por identificar y determinar lo
que llaman unidades de análisis para estudiar las piezas discursivas.
Reconocen al enunciado como la unidad básica y concreta, debido a que es
producida por un enunciador para un enunciatario en un proceso de enun-
ciación ubicado sociohistóricamente.
Afirman que "en definitiva la complejidad que presenta cualquier
pieza discursiva tiene que abordarse descubriendo en ellas unidades que
construyen sus diversas dimensiones [... ] que permiten su descripción y
su posterior análisis de forma ordenada y sistemática". 3 Sin embargo, en
este mismo apartado, Calsamiglia y Tusón insisten en que el análisis lin-
güístico no debe quedarse en el estudio intrínseco de las piezas discursi-
vas, sino que debe ser relacionado con el contexto de producción.
En la tercera parte titulada "Diferentes disciplinas implicadas en el
análisis del discurso", las estudiosas hacen un recorrido en el que mues-
tran las diferentes disciplinas que han intervenido en el estudio del dis-
curso y que han generado propuestas teóricas para conceptualizarlo y me-
todológicas para estudiarlo.
Las autoras basan este recorrido en la propuesta hecha por Cristal en
1987, y de manera general, caracterizan cada uno de esos campos de cono-
cimiento interdisciplinarios en los que la lingüística se vincula con otras

2
Ibídem, p. 16.
ª Ibídem, p. 19.
;1
!

54 55
EL ANÁLISIS DEL DISCURSO*
Helena Calsamiglia Blancafort
Amparo Tusón Valls

e~cribir el discurs.o .co~o. p.r.á?t.ic·a· s. º.c_ia·l· 1.· mp.. li.·ca. u.· n.a r-~~~ci~~..~~~!_éc-
D tica entre un evento d1scurs1vo particular y la s1tuac10n, 1a mstitu-
na.
ción ylaestiuctura saciarqüe fo confi.g~~=iñ. u relación dialéctica
es una relación en dos direcciones: las situaciones, las---·-·------~·· instituciones y Jas
estrt.t~turas sociales.tlan forma al evento discursiyo, pero t,i:1mbien eLeven"\
to les d~rmi·a:··ellas. Dicho de"é>frá manera: el discurso es socialmente\
co~sTiiutwoasr·~o~; está_ soci~lmente co_nstituido: co_nstituye situaciones, ~-
obJetos de conoc1rmento, identidades sociales y relaciones entre personas .·
y grupos de personas. Es constitutivo tanto en el sentido de que ayuda a
mantener y a reproducir el statu qua social, como en el sentido de que con-
tribuye a transformarlo (Fairclough y Wodak, 1997: 258).

l. l. La noción de discurso

Hablar de discurso es, ante todo, hablar de una práctica social, de una for-
ma de acción entre las personas que se articula a partir del uso lingüístico
contextualizado, ya sea oral o escrito. El discurs9 ~sparte de la vida social
y ~~v~_l}_!!l:S,t,rur_ngnt<:tq~e cr:ea_)a v1cras·ocial. ~ ~ ! Q . ~ a

l
discurs1vo.,J_1al:>lar o escribir no es oirá cosa·(fue construir pieza§,.~,tu11les
orieI1t;¡;s-a-u;o;]iiei"y'gú,ii:~¡-aái1ºeñmtercl.~J}endeñci:ii::c:on:~~l.c11ut~~o
(lin_iill§ticu,.Jocal,...co.gilÍtivo y SQGiocÜltur'álI:ºNoif referimos, pues, a cómo
las formas lingüísticas sé.ponen en funcionamiento para construir formas
de comunicación y de representación del mundo -real o imaginario-.
Ahora bien, los usos lingüísticos son variados. Las personas tienen a su
./
* Tomado de Calsamiglia B., Helena y Tusón V. Amparo, Las cosas del decir. Manual
análisis del discurso, Barcelona, Ariel, 1999 (reimp.: 2002), pp. 15-26.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO


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I

disposición un repertorio comunicativo, que puede estar formado por una o Todos los ámbitos de la vida social, tanto los públicos como los priva-
más lenguas, por diferentes variedades lingüísticas y por otros instru- dos, generan prácticas discursivas que, a la vez, los hacen posible. La vida
mentos de comunicación. La-leng-uareomo materiq primera del disc.ur.so, académica, la sanidad, las relaciones laborales, liis IIle~t<?~.9:~.-~l;!!!ica-
ofrece. aqµienes la usan una
. -··-····~···'•=,- ·-~,,-.. ,.__"•· .. .
serie de opciones (fónicas, gráficas, ,morfosin- ....___ c i ~ a , s , la vida familiar, la justicia, el comercio, la administración,
tácticas y léxicas) de entre lait cuares-1rny·que elegir en el momento de por poner sólo algunos ejemplos, son ámbitos que dificilmente se pueden
· "'(ín.t~;) acfuaraíscursivamente. Esa ~l~<::c.ión, sujeta o-no a un control..Q.o_r1_~- imaginar sin el uso de la palabra: la conversación, el libro, la instancia, la
ciente se realiza de acuerdo conunos. p,arámetros contextuales que in- receta, el prospecto, la entrevista, las negociaciones, la conferencia, el exa-
cluy~;J~ situación, foS.prop6sitos el~ _qµjenJªxealiza y las características men, el juicio, las facturas, las transacciones comerciales.
de los destinatarios, entreotros.-Estos parámetros ¡;¡onde tipo cognitivo y Así pues, abordar un tema como el discurso significa adentrarse en el
soéioc~Ítural, son d~~iñíéós y.pueden Eisfar-sujetos a revisión, negoc~ción entramado de las relaciones S~§~j.elas identidades y de_ los confli~!2s,
y cambio. ,, intentar entende:i=-có~expresan los cÜferentés'grupos cultüralés"en un
· · ·· Como práctica social que es, el discurso es ~omplejo y heterogéneo, p_ero mome.nto]ii~~o~cü~'unas características socioculturales determinadas.
no caótico. Complej<;>, en cuanto a los diversos modos de organización en Entender, en fin, esa conversación que arranca desde los inicios de la hu-
que puede márrifestarse; t;_~bién, en__s.uantQ. a lo.1, diversos niveles.....Ql!B manidad y que va desarrollándose a través de los tiempos, dejando huellas
entran en su g..onstrucción =.:;teséle]¡¡i:s formas.J.irigüísticas. más pe9.1:!fES de dialogicidad en todas las manifestaciones discursivas, desde las más
hasta los elementos contextuales ., . '.,. ...
,.-.. ,•
extralingüísticos
·-"··, "'
·o
.. ··- ... ,, - ··--- ...
histórico-c.ultura-
------ / espontáneas y menos elaboradas hasta las formas monologales, monoges-
les-::-; complejo, asimismo, en cuanto a las modalidades en que se concreta tionadas y más elaboradas.
~ral, ~ o iconoverbal-. El material .lingüístico. se. pone pues al servicio de la construcción de la
~ . . '"' ~---"'~"""'-'"'"''~·,.·,, .~,.,..~.
La heterogeneidad lingüístico-discursiva no sólo no es caótica, sino que vida s.oci¡il) de'fóriñirvarláoay·compleja, en combinación con otros factores
.

está regulada, más allá del plano gramatical, por una serie de normas, como los gestos, en el discurso oral, o los elementos iconográficos en la es-
reglas, principios o máximas de carácter textual y sociocultural que orien- critura; los elementos cognitivos, sociales y lingüísticos se articulan en la
tan a las personas en la t~rea de constl'uir -~ie1as disc~rsi~~s coherentes formación del discurso. Las lenguas viven en el discurso y a través de él. ..Y
y apropiadas a cada ocas1on de comumcac1onl Comumcac1on que se en- el discurso --:-::-:los. discursos- nos convierten en seres sociales y nos· carac-
tiende no tanto como un simple y mecánico proceso de transmisión de in- terizañ·ro;~ tales. .. .. ., ., .
formación entre dos polos, sino como un proceso interactivo mucho más - ---~.....
complejo que incluye la coQ.tinuain~rpretación de,\Utencion_e~ex~I'esadas
verbal y no verbalmente, de forma directa o v~lada. l ··-- 1.2. Las unidades de análisis
Esto implica t()ip,i,u;_e11 consideración a ll'l:_~_pgrsonas que usan.e.s_i1s for-
mas, ·y···éíueliérien una ideología,\tna visió:n deLm,1:!_n_<:lo,.~sí como upasjn- U no de los aspectos que caracterizan los estudios discursivos es que se to-
teñciones metas o finalidades concretas en cad.ª_§it11ición; unas personas man como objeto de análisis datos empíricos, ya que S~P&teAelm:in.c;ipio
que de;pliegan est;¿t~gias e11~amina_~as ~ l~-~9?.~~~~c~§~ dé eso,~firie~S,o- de que eL~ístioo..se..da. en.un CQU.!extoi ~§.Pªrte .del .contexto..Y_ c1~ea
mo m1embros de grupos sócioculfürales, los usuarios de las lenguas for- c ~ . Por ello, es fund~~!!iªlQQF~~~!JQs.datos,.que se. Yl!P...ª, a,na¡izar
man parte de la compleja r~g.~ rela9i9.ne_~ de J)Oder_x_.s!e S()lidar~_clad, d'ª-.. e!l su entorno "natur'irde ªI!ªri!ii~ito.rial..en. unJ>~rió~i,~9so_i:_:~~a
dominación y de resistencia, que c:onfíguran las estructuras. sociªl~§,_§1filP.- orieñtac!On deteññiñada; un informe clínico, en un hospital; una explica-
pre en tensión.e.ntrela ígÜaldadyj113lesigualdad, la identidadyla <!iferen- c i ~ ~ b r ~ e te'xto; una clase expositiva, en un aula; un interrogato-
s;i~.'. Las identidades sociales dé-1~~ iiion°á:s.-complejas, YªE!ªQ~g in- rio, en un juicio; un.11}!í91lo,.,~.n_:gp.a.revist:;t,.,<!~:i:t:t;1_ª§,.<:;ª!~<j:,§Ú§1!GªS con-
cluso contráctic;torigs- se construyen, se mantienen y se cambi~~-ª través cretas•..file.
de los usos di;cursi;ps. Porque es en ellos donde se activany-se :materia- Tener en cuenta el contexto exige observar el marco en el que se ela-
lizan esas caras que se eligen para cada ocasión.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

boran y se manifiestan las piezas discursivas. De entre los métodos,_ técni- to) comunicativo que se da en el transcurso de un devenir espacio-tempo-
cas y procedimientos de observación par~ r~c~ger, describir y analiza: el ral. Por eso partimos de considerar que la unidad fundamental del análisis
discurso destacan los que proporcionan d1sc1plinas como la antropolog1a o se ha de basar en la descripción del hecho comunicativo, como un tipo de
las diferentes orientaciones que se pueden asociar con la sociología de _la interacción que integra lo verbal y lo no verbal en una situación socio-cul-
interacción (la observación participante, las historias de vida, las grabacio- turalmente definida. El conjunto de elementos que intervienen en cual-
nes, los diarios de campo, las entrevistas, las discusiones de grupo, ent_re quier acontecimiento o evento comunicativo lo organizó Hymes (1972) en
otros); disciplinas, todas ellas, implicadas en entender las prácticas socio- lo que se conoce como el modelo SPEAKING, haciendo alusión al acróstico
culturales como conglomerados complejos de elementos de diversa índole que se forma con las iniciales de los ocho componentes en inglés: Situa-
pero que se presentan estrechamente interrelacionados. EkdetalJ.e_~el tion, Participants, Ends, Act seguences, Key, Instrumentalities, Norms y
análisis estrictamente lingüístico se pone así ~Lse{"icio de la corn_p!ens1on Genre (situación, participantes, finalidades, secuencia de actos, clave, ins-
de fenómenos enJos que los Üsós lingüfa_ticof§~_im~iican:~_[ñtrelazañ'con trumentos, normas y género).
itr11s·activid;des a:;;dascíue fa~!5Iéíi-ky_qµ,~ dar cuent~ ----~- Lo que define al evento es que es imprescindible el uso de la palabra
, - E~1o"que·se'reñerit::i"Iosaspectos más coñcretos-ae1 estudio discursivo, para que se realice y, también, que se suele asociar a un tiempo y a un
/ es evidente que para abordarlo es necesario e ~ ~ a d e s . . ~ue espacio apropiados o que se pueden constituir como tales al celebrarse en
/ \ p ~ ~ i s . La _unidad básica es el enunci~o,_ ~mten~1do ellos tal acontecimiento. Además, para cada hecho comunicativo quienes
·/como el producto concreto y tangible de un proceso de enunciacwn realiza- participan en él se supone que lo hacen a partir de unos estatus y papeles
/ do por un Enunciador y destinado a un Enunciatario. Este enunciado pue- característicos, utilizan instrumentos verbales y no verbales apropiados y
¡ de tener o no la forma de una oración. Un intercambio posible en el que actúan en el tono o clave también apropiados para los fines que pretenden,
· una persona dice a otra: «¿Quieres comer conmigo?» y la otra responde: respetan unas normas de interacción que regulan cómo se toma la pala-
«Sí, pero más tarde», nos permite comprender que la expresión formada bra, si se puede interrumpir o no, etcétera, y unas normas de interpreta-
por la secuencia de cuatro elementos lingüísticos, «sÍ>> + «pero» + «más» + ción que les guían a la hora de dar sentido a lo que se dice aunque sea de
«tarde», que no responde al modelo oracional, responde al modelo ~~­ forma indirecta o implícita, normas que, desde luego, se pueden transgre-
ciadcrcomo-unidad mínima de comunicación. Tam_!?~~J:!119.§..p@nmte com- dir o aplicar de forma equivocada, dando lugar a malentendidos o a equí-
prender que el enunciado en:utidollo'¿posible-entenderlo s(~mos vocos --deseados o no--. Este conjunto de componentes no se dispone
en cuenta él contexto en que se.emlte,"qiie-eñeste caso viElne_deter~!1ado arbitrariamente en cada ocasiónsino que a través de las prácticas sociales
por er enunciado anterior y por el escenario en que este intercambio tiene se va constituyendo en géneros identificables por unas pautas y unas con-
lugar. "•.,·· . venciones que los hablantes siguen según el evento comunicativo de que
· Los enunciados se combinan entre sí para formar textos, orales o escri- se trate. Ejemplos de géneros son la conferencia, el sermón, la entrevista
tos. El texto, así, está constituido por elementos verbales combinados, que radiofónica o el debate televisivo (sobre los componentes del hecho, aconte-
forman una unidad comunicativa, intencional y completa. La particula- cimiento o evento comunicativo, puede consultarse Tusón, 1991, 1995).
ridad del análisis discursivo reside: en un principio general que asigna Si bien un texto proporciona un material valioso para la interpretación
sentido al texto teniendo en cuenta los factores del contexto cognitivo y so- del significado en la comunicación, ese material, para ser interpretado ca-
cial que, sin que estén necesariamente verbalizados, orientan, sitúan y de- balmente necesita la contribución de los elementos aportados por el con-
terminan su significación. Los textos pueden ser muy breves o muy exten- texto. Los elementos gramaticales se contemplan como marcadores e indi-
sos: consideramos texto tanto «Se vende piso», como una carta personal, cadores que, en su presencia o en su ausencia, orientan el discurso en sus
una conversación amistosa, un artículo de periódico, una sentencia judi- múltiples facetas, de modo que, en su conjunto, el texto se puede conside-
cial o un tratado de geología. rar como un haz de instrucciones dadas por el Enunciador a su Destina-
· Todo texto debe ser entendido como un hecho (acontecimiento o even- tario. Los elementos del contexto, tanto si pertenecen a otros códigos

60 •''61
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

semióticos como si pertenecen a sobreentendidos e implícitos, constituyen grupos culturales que las hablan. Así, por ejemplo, lo demuestran los re-
el fondo de interpretación de los elementos verbales, a través de las pistas cientes estudios sobre las estrategias discursivas de cortesía utilizadas, al
e indicios aportados por los propios hablantes y que contribuyen a cons- parecer, en todas las culturas pero de manera específica en cada una.
truir el contexto adecuado. Podríamos decir que la antropología pone el acento en la diferencia, en la
Dada la complejidad de un texto, se puede abordar desde el punto de diversidad, mientras que hay otras disciplinas que ponen el acento en lo
vista global· o local. La perspectiva global tiene en cuenta la unidad co- común y universal. La etnografia de la comunicación -corriente an-
municativa en su conjunto, su estructura, su contenido general, su anclaje tropológica que empieza a desarrollarse a mediados de los años sesenta-
pragmático. La perspectiva local tiene en cuenta los elementos lingüísti- (Gumperz y Hymes, 1964, 1972) plantea que la competencia lingüística se
cos que lo constituyen, la forma de los enunciados, las relaciones estable- ha de entender como una parte del conjunto de conocimientos y habilida-
cidas entre ellos para formar secuencias. Tanto las unidades macrotextua- des que componen la competencia comunicativa, a su vez parte de la com-
les como las microtextuales son interdependientes. petencia cultural.
El recorrido del análisis que proponemos se inicia en la visión de la Esta perspectiva exige plantearse la diversidad, la heterogeneidad in-
unidad discursiva en su globalidad. Esta unidad se organiza en diferentes trínseca de las comunidades de habla, tanto en lo que se refiere a aspectos
niveles, planos o módulos, fundamentalmente los del contenido temático, sociales como a aspectos lingüístico-comunicativos. Descubrir las normas
los del tipo de estructuración, lqs derivados de la posición de los interlocu - -de carácter sociolingüístico-- que subyacen a esa diversidad es una de
tores ante sí mismos y ante los enunciados que se intercambian. En defi- las tareas de esta disciplina. Así pues, lo que caracteriza, o cohesiona, a un
nitiva, la complejidad que presenta cualquier pieza discursiva tiene que grupo humano es el hecho de compartir un repertorio verbal y comunica-
abordarse descubriendo en ella las unidades que constituyen sus diversas tivo y unos patrones o hábitos de uso de ese repertorio, que es variado y
dimensiones (módulos para Roulet, planos para Adam y niveles para Vieh- heterogéneo. La cohesión existe cuando se establecen redes de comunica-
weger, por ejemplo) que permiten su descripción y su posterior análisis de ción relativamente estables y estrechas entre las personas. Esta visión de
forma ordenada y sistemática. la sociedad centra su atención en la interacción comunicativa entendida
como el lugar a partir del cual se puede entender la realidad sociocultural
de los grupos humanos, organización que se puede observar a través de los
1.3. Diferentes disciplinas implicadas eventos o acontecimientos comunicativos (véase 1.2) en torno a los cuales
en el análisis del discurso se estructura y se desarrolla la vida social de la comunidad.
La sociología, a partir de la década de los años cincuenta, se interesa
El hecho lingüístico se ha convertido en un tema de gran interés para mu- por comprender la realidad social desde una perspectiva «micro» a partir
chas disciplinas que se sitúan dentro del ámbito de las llamadas ciencias de la observación, la descripción y el análisis de las acciones que llevan
humanas y sociales. Crystal (1987: 412), por ejemplo, ofrece una lista de a cabo las personas en sus quehaceres cotidianos. El interaccionismo
quince «campos interdisciplinares» en los que los saberes lingüísticos se simbólico es una de las corrientes de la "microsociología" que sitúa en
articulan con los de otras disciplinas. En las páginas que siguen presen- primer plano el papel que desempeñan las interacciones en la vida social.
taremos de forma breve aquellas perspectivas que, de forma más clara, Goffman (1971) plantea que hasta las conversaciones más informales pue-
orientan los enfoques adoptados en esta obra (para una presentación más den verse como rituales a través de los cuales nos presentamos a nosotros
detallada, véase Tusón, 1996b). mismos, negociamos nuestra imagen y la de las personas con quienes inte-
Desde principios del siglo XX, la antropología lingüística (Duranti, raccionamos, así como negociamos el sentido y el propósito de nuestras
1997) se ha interesado muy especialmente por la relación entre lengua, palabras y acciones. Propone un doble nivel de análisis: el primer nivel o
pensamiento y cultura. Lo que desde esta posición se plantea es que existe nivel sistémico se ocuparía del estudio de la organización, que se lleva a
una estrecha interdependencia entre las lenguas y los miembros de los cabo, básicamente, a través de la gestión de los turnos de palabra; el

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,
r

,
.

MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

segundo nivel se refiere específicamente a los ritos de la interacción que extraordinariamente sensible a él; por lo que, al mismo tiempo, es un he-
son un reflejo de las relaciones sociales. Las aportaciones de Goffman so- cho de carácter abstracto -prácticamente un universal-- y permite un
bre la interacción -y, especialmente las nociones de «imagen>>, «negocia- alto nivel de particularización en su estudio local, situado. ·
ción>>, «movimiento», «ritual>>, entre otras- han tenido un gran alcance y La sociolingüística interaccional recoge las aportaciones de la et-
están en la base de muchas de las actuales propuestas del análisis del dis- nografia de la comunicación y procura integrar en una misma propuesta
curso. otras aportaciones procedentes de las perspectivas microsociológicas a las
La etnometodología parte de la constatación de que los seres huma- que nos acabamos de referir (interaccionismo simbólico, etnometodología y
nos participan de forma regular en múltiples circunstancias que poseen análisis de la conversación) junto a los interesantes hallazgos realizados
una estructura compleja y elaborada que requiere toda una serie de cono- en el campo de la pragmática filosófica, la psicología social o la ciencia cog-
cimientos previos y que pone en funcionamiento «un bagaje de expecta- nitiva. Al mismo tiempo, se propone la tarea de relacionar los análisis de
tivas como un esquema para la interpretación>> de lo obvio, de lo que «se ve tipo cualitativo e intensivo con una teoría social dentro de la cual esos mi-
pero no se nota>> (Garfinkel, 1964: 2). Las personas participan utilizando croanálisis obtengan una dimensión de mayor alcance. Para ello se recu-
métodos que dan sentido a las diferentes actividades que realizan. Desde rre a las aportaciones de pensadores como Bourdieu o Foucault, por ejem-
esta perspectiva se plantea que la realidad social se construye, se (re)crea, plo. Del primero adopta sus concepciones sobre la diferencia, el mercado
se mantiene y se cambia a trav~s de las interacciones en que las perso- lingüístico (Bourdieu, 1982) o el concepto de habitus (Bourdieu, 1990); del
nas se involucran en el día a día. El instrumento privilegiado que las per- segundo interesan, sobre todo, sus ideas sobre poder y dominación (Fou-
sonas utilizan para dar sentido a una situación es, precisamente, el len- cault, 1984) y su particular manera de acercarse a la reconstrucción del
guaje y sus usos en la interacción. De esta manera, los etnometodólogos pensamiento y de las creencias de una época a través de los discursos que
iniciarán un fructífero estudio de las interacciones que se producen en los han creado (Foucault, 1969).
hospitales, juzgados, etcétera, par:a acabar dándose cuenta de que cual- Así como los analistas de la conversación se interesan básicamente por
quier conversación, por inocua que parezca, resulta un objeto de análisis describir la mecánica interlocutiva de cualquier interacción, quienes parti-
interesantísimo para descubrir la construcción social del sentido. cipan del proyecto de la sociolingüística interacciona! utilizan los instru-
El análisis de la conversación es el nombre con el que se conoce la mentos de las diferentes corrientes ya citadas para realizar un análisis en
propuesta, claramente derivada de la etnometodología, que ha centrado profundidad que les permita trascender los propios datos para contribuir a
su atención en el estudio de la conversación cotidiana, no planificada, ni la elaboración de una teoría social basada en ese tipo de análisis empírico
orientada a un fin establecido y negociado previamente por sus participan- y situado, pero que pueda explicar, desde un punto de vista social, los com-
tes. El objetivo fundamental del análisis de la conversación consiste en portamientos comunicativos, los valores, los supuestos y los conflictos que
descubrir la estructura del habla en funcionamiento, entendida como una se producen entre quienes participan en una interacción.
acción social que se construye de forma coordinada entre quienes partici- Conceptos clave de la sociolingüística interacciona! son los de inferen-
pan en ella. Si algo aparece como una constante en el estudio de las con- cia conversacional, así como los de indicios y convenciones contextualiza-
versaciones es el hecho de que hay alternancia de turnos de palabra. doras (Gumperz, 1982). En general, este enfoque se ha utilizado para ana-
Los analistas de la conversación (Sacks, Schegloff y Jefferson, 1974; Sin- lizar las interacciones que se producen en todos aquellos ámbitos de la
clair y Coulthard, 1975; Roulet, 1985; Kerbrat-Orecchioni, 1990, 1992, vida social en que quienes participan en los encuentros interactivos man-
1994) se plantean como un objetivo fundamental descubrir de qué manera tienen entre sí una relación desigual, ya sea porque pertenecen claramen-
los turnos de palabra se constituyen y se articulan como la base organiza- te a dos culturas o porque, aun participando de lo que en términos globa-
tiva de las conversaciones. Una de las ventajas que presenta el estudio de les puede considerarse una misma cultura, pertenecen a diferentes grupos
los turnos de palabra resulta ser el hecho de que el sistema de tumos no socioculturales y, por tanto, tienen sistemas (o, si se quiere, subsistemas)
depende del contexto, puesto que se da siempre pero, a la vez, resulta de valores y de visiones del mundo que les hace' comportarse de forma di-

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

ferente a la hora de realizar procesos de inferencia para la interpretación que hablar una lengua consiste en participar activamente de una serie de
de todo lo que sucede en las interacciones en las que participan. formas de vida que existen gracias al uso del lenguaje.
En el ámbito de la psicolingüística, a partir de los años ochenta, el Más o menos por la misma época Austin (1962) formulará su teoría
creciente conocimiento de autores como Luria y Vigotsky pone el acento de los actos de habla -posteriormente desarrollada por Searle (véanse,
en el papel de la interacción comunicativa entre los individuos como el mo- a modo de ejemplo, sus trabajos de 1964, 1969 y 1975)-. Los plantea-
tor principal de la adquisición y el desarrollo de la lengua. Esta visión so- mientos de Austin son uno de los fundamentos principales de lo que hoy se
bre la importancia de la participación activa en intercambios comunica- conoce como pragmática. Desde esta teoría se considera que hablar es
tivos variados para el desarrollo de las capacidades lingüísticas conecta hacer y que cada enunciado emitido posee un significado literal o preposi-
claramente con las perspectivas sociolingüísticas, etnográficas y pragmáti- cional, una dimensión intencional y una dimensión que repercute en la au-
cas de las que tratamos en este capítulo. Parece claro que, aun aceptando diencia. Esta distinción entre lo que se dice, la intención con que se dice, y
la realidad innata del lenguaje, esa capacidad propia de la especie huma- el efecto que lo que se dice con esa intención causa en quien recibe el
na no se desarrolla si no se vive en sociedad. En efecto, es ya una obvie<;lad enunciado será crucial, ya que sitúa el proceso de interpretación de inten-
decir que la competencia lingüística no «crece sola», sino que necesita de ciones en el marco de la conversación y, como consecuencia, se incorporan
las relaciones interpersonales para crecer. Así pues, asistimos hoy a un factores sociales y cognitivos al estudio de los enunciados, que pueden
mayor "diálogo" entre las corrientes más interactivistas y aquellas que po- adoptar formas más o menos directas y más o menos convencionales para
nen más el acento en los aspectos cognitivos. La ciencia cognitiva ha apor- expresar un determinado contenido.
tado conceptos muy productivos como los de marcos, guiones, esquemas o La teoría del principio de cooperación (Grice, 1975) pretende ofre-
planes, que permiten entender y analizar cómo articula la mente el conoci- cer una explicación a la manera en que se producen cierto tipo de inferen-
miento y lo pone en funcionamiento para la actuación y la comprensión de cias -las implicaturas- basadas en formas de enunciados convenciona-
los eventos en que las personas se desenvuelven. les o no convencionales sobre lo que no está dicho pero que, sin embargo,
Desde sus orígenes, el pensamiento filosófico se ha preocupado del se quiere comunicar. Se centra, pues, fundamentalmente, en el estudio de
lenguaje y del papel que esta capacidad o mecanismo ocupa y desempeña los procesos inferenciales situados que los hablantes activan para enten-
en la vida de los seres humanos. El origen del lenguaje, su relación con el der los enunciados a partir de formas que parecen transgredir los princi-
pensamiento, la manera en que las palabras permiten o dificultan el ac- pios racionales (las máximas, según Grice) que se supone que las personas
ceso a las ideas y a su expresión son algunos de los temas que, de forma respetamos para poder cooperar y comprendemos con relativa facilidad y
recurrente, han ido apareciendo a lo largo de la historia del pensamiento agilidad.
filosófico occidental. Sperber y Wilson (1986a, 1986b) son los autores de la propuesta cono-
Wittgenstein (1953) argumentó sobre la importancia del uso público cida como teoría de la relevancia (o pertinencia). Su teoría parte de los
del lenguaje para la constitución del significado. Para él, no existe signi- planteamientos de Grice, pero así como ese autor trata de ayudar a enten-
ficado fuera de ese uso verbal público, cotidiano u ordinario. No existe un der cómo se producen los procesos de inferencia en el seno de la dinámica
«espacio interior» donde el significado se crea para ser luego «materiali- conversacional, ellos pretenden presentar una explicación sobre el funcio-
zado» a través de las palabras; toda significación se construye a través de namiento de los mecanismos cognitivos en la emisión y, sobre todo, en la
las enunciaciones producidas con y a través del lenguaje en los espacios interpretación de los enunciados para que ésta se realice con un máximo
públicos de la expresión. <<El lenguaje ordinario está completamente en or- de eficacia y un mínimo coste de procesamiento a partir del reconocimien-
den», afirmará este autor contra aquellos que proclaman la falta de interés to de la información relevante de acuerdo con los factores contextúales eP
que presenta el estudio de los usos lingüísticos cotidianos porque conside-
que un enunciado se produce. . .. ,
ran que son caóticos y, con frecuencia sin sentido. Wittgenstein mantiene En la intersección entre las perspectivas culturales, sociales Y lingu~s-
ticas se sitúan los estudios pragmáticos sobre el principio de cortesia
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66 67

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

(Leech, 1983; Brown y Levinson, 1987). Estos estudios parten de las no~io- los límites oracionales para explicar la macroestructura --o contenido te-
nes de imagen y territorio de Goffman e intentan dar cuenta de cuan im- mático- y la superestructura -€1 esquema organizativo- de los textos
portante es la articulación de las relaciones interpersonales para que la (Van Dijk, 1977, 1978, 1980). En este ámbito se han planteado las distin-
comunicación se lleve a cabo sin demasiados riesgos (de intromisión en el tas maneras de acercarse al texto, como producto o en el proceso de su
territorio o de agresión a la imagen de los interlocutores, por ejemplo), ya producción y de su interpretación. En la mayoría de los casos se toma una
sea evitando al máximo los factores amenazadores, ya sea mitigándolos a perspectiva cognitiva: del procesamiento de la información (Beaugrande y
través de estrategias destinadas precisamente a compensar el posible peli- Dresser, 1981; Beaugrande 1984), de planificación (Adam, 1990, 1992), de
gro que cualquier interacción puede plantear. , comprensión o recuerdo (Kintsch y Van Dijk, 1978) o de los procesos de
La pragmática, actualmente, ha dejado de plantearse como un mo- producción e interpretación (Brown y Yule, 1983). Desde distintos presu-
dulo más del análisis lingüístico que explica todos aquellos aspectos del puestos se ha enfocado el estudio de las propiedades que definen el texto
significado que la semántica no puede explicar, para co~vertirse_ en__ ~n~ -como la coherencia y la cohesión- y la búsqueda de una clasificación de
perspectiva, en una forma especial de acercarse a los fenomenos lingmsti- los tipos de texto, que ha sido una preocupación constante en esta línea de
cos de cualquier nivel siempre que se tengan en cuenta los factores contex- reflexión. Aunque hay gran diversidad de enfoques y de criterios en las di-
tuales (Verschueren, 1995). De este modo, podríamos decir, con Verschue- versas propuestas tipológicas, las que se basan en la combinatoria de ele-
ren, que si bien no todo análisis pragmático es análisis del discurso, sí que mentos lingüísticos a partir de sus bases o secuencias prototípicas (Yv erlich
todo análisis del discurso es pragmático. 1975; Adam, 1992) constituyen uno de los puntos de referencia más exten-
También en el seno de la lingüística existen desarrollos que intere- didos para el estudio de las clases textuales.
san muy especialmente al análisis del discurso, ya que incorporan elem_en- La teoría de la enunciación recoge de Bajtín (ed. 1979) su concep-
tos de tipo funcional, toman en consideración a los actores de la comunica- ción dialógica y heteroglósica del lenguaje. El estudio del fenómeno de la
ción o abordan el estudio de los elementos de la lengua en el marco del subjetividad propuesto por Benveniste (1966, 1974) y desarrollado por Du-
texto como unidad global de carácter semántico Y pragmático. crot (1980, 1984) y Kerbrat Orecchioni (1980) se integra también en los
La lingüística funcional recoge la tradición de los lingüistas d~l planteamientos textuales de Adam (1990, 1992) y en los semiolingüísticos
Círculo de Praga, de Jakobson y de la concepción antropológica ~e Mali- de Charaudeau (1983, 1992). En este sentido, aspectos de la construcción
nowski y Firth para plantear una gramática que tiene como horizonte el del sujeto discursivo y de la inscripción del sujeto en sus enunciados, como
texto y las situaciones en que éste aparece. Halliday (1978, 1985) reconoce la modalización y la polifonía, han contribuido a delimitar el modo como el
tres macrofunciones en el lenguaje: la ideacional, por la que se representa uso de determinados elementos de la lengua manifiestan tanto el grado de
conceptualmente el mundo; la interpersonal, p~r la que se_ manifiesta la implicación de Enunciador y Enunciatario como la orientación argumen-
interacción social, y la textual, por la que se realiza la capacidad de los h~- tativa que adquieren los enunciados al conectarse entre sí en la secuencia
blantes de hacer operativo un sistema de lengua, adecuándolo a las fina~- discursiva. La teoría de la enunciación es, también, una de las fuentes de
dades y al contexto. El pensamiento de este autor ~ de su escuel~ es signi- algunos acercamientos semióticos al análisis discursivo (Eco, 1979; Lozano
ficativo para el análisis del discurso porque _contr~buye a defim-1:',el te~to et al., 1982).
como unidad semántica imbricada en el medio social. Con la nocion soc10- La retórica clásica se reconoce como una de las primeras teorías que
lingüística de registro y la profundización en los. me~anismo~ gramatica~:s se plantearon el estudio del texto y de la relación entre el hablante/orador
que permiten la cohesión interna de los textos micia una via de reflexion y su audiencia. Su recuperación se ha originado en dos vertientes distin-
muy productiva para dar respuesta a dimensiones fundamentales del uso tas, que han constituido la nueva retórica contemporánea. Una de ellas
lingüístico. . .. , contiene una orientación filosófica: Perelman y Olbrechts-Tyteca (1958) y
La lingüística textual se plantea, recuperando _una cierta tr~dicion Toulmin (1958) han realizado una revisión sistemática de la argumenta-
filológica y retórica, el estudio de unidades comumcat1vas que trascienden ción como teoría del razonamiento práctico -sustentado en la experien-

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n:
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·, MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

(1985), los cuatro volúmenes que componen la obra editada por Van Dijk
· los valores y las creencias- ante hechos problemáticos. Subrayando el
c1a, . . h bl 'd (1985) en la que se abordan de la mano de prestigiosos especialistas las
carácter dialógico de los procedimientos argumentativos . ,ªn esta e;1 ?
' las categorías de argumentos posibles para lograr la adhes10.~ ~e u~ pub~- diferentes áreas que abarca este campo de estudio, la obra editada por
co O audiencia. La otra vertiente, fundamentada en la semiotica ~terana Newmeyer (1988), los tres volúmenes de Kerbrat-Orecchioni (1990, 1992.
1
1

de origen estructuralista, ha reordenado las categorías de la elocutw (Gru- 1994), el conjunto de textos editado por Davis (1991), la obra de McCarthy
po µ, 1970), promoviendo un replanteamiento de la teoría de las fi.~ras Y y Carter (1994), el trabajo de Schiffrin (1994), las publicaciones de Fair-
los tropos. Tanto una vertiente como otra han contribuido a revalorizar la clough (1989, 1994) o los dos volúmenes editados por Van Dijk (1997a y b),
retórica y a incorporarla a los planteamientos del análisis del discurso. En obras, todas ellas, con una clara voluntad integradora.
i)
'I ella se inspiran las propuestas actuales sobre los géneros como pautas Y El análisis del discurso es un instrumento que permite entender las
.·1·' prácticas discursivas que se producen en todas las esferas de la vida social
:¡ convenciones de las prácticas discursivas orales y escritas; sobre las fases
de la composición textual y su posible combinatoria; sobre la argumenta- en las que el uso de la palabra -oral y escrita- forma parte de las activi-
ción en sus aspectos dialógicos y estratégicos, y sobre la retórica de la elo- dades que en ellas se desarrollan. Se puede aplicar -y se está aplicando--
cución aplicada no solamente,al ámbito público del discurso parlamenta- a ámbitos como la sanidad, la divulgación del saber, la administración de
rio, periodístico, publicitario, político o judicial sino también a las relacio- la justicia, los medios de comunicación de masas, las relaciones laborales,
nes interpersonales en el ámbito privado. la publicidad, la traducción, la enseñanza, es decir allá donde se dan rela-
Esta diversidad de enfoques puede parecer fuente de dispersión teóri- ciones interpersonales a través del uso de la palabra, y personas con carac-
ca, pero la realidad es otra. En muchas ocasiones una escuela o una teoría terísticas diferentes (por edad, sexo, lengua, nivel de conocimiento, origen
surge separada de otra u otras muy afines debido a razones ajenas ~ los de clase, origen étnico, profesión, estatus, etcétera) se ponen en contacto
fundamentos teóricos. Los motivos pueden ser las organizaciones umver- (hombres y mujeres, enseñantes y aprendices, médicos y pacientes, espe-
sitarias la falta de comunicación entre departamentos, países o personas cialistas y legos, administradores y usuarios de la administración, anun-
que im~iden que tradiciones epistemológicas diferentes se interrelacionen. ciantes y consumidores, etc.).
Sin embargo, quien lea estas páginas podrá apreciar que las propuestas En ese sentido, el análisis del discurso se puede entender, no sólo como
que hemos presentado no sólo no son excluyentes o contradictorias entre una práctica investigadora sino también como un instrumento de acción
sí, sino que se complementan y permiten una fácil integración cuando ~o social, como se plantea desde algunas corrientes -en especial la Sociolin-
que interesa, ante todo, es llegar a comprender un fenómeno tan com?leJo güística Interaccional o el Análisis Crítico del Discurso--, ya que permite
como es el lenguaje humano en su funcionamiento discursivo, es decir so- desvelar los (ab)usos que, desde posiciones de poder, se llevan a cabo en
cial y cognitivo. Si se parte de las necesidades que aparecen cuando _se muchos de esos ámbitos y que se plasman en los discursos: estrategias de
quiere dar cuenta de una pieza discursiva concreta se ve que los propios ocultación, de negación o de creación del conflicto; estilos que marginan a
datos empíricos exigen la coocurrencia de diversos instrumentos que pue- tr11.vés del eufemismo o de los calificativos denigrantes, discursos que no se
dan explicar la articulación de todos los factores (lingüísticos, sociocultu- permiten oír o leer. El análisis del discurso se puede conveitir en un medio
rales y cognitivos) que constituyen la realidad discursiva. valiosísimo al servicio de la crítica y del cambio, a favor de quienes tienen
Afortunadamente nos encontramos ante un momento de riqueza crea- negado el acceso a los medios de difusión de la palabra, de manera que no
tiva en lo que respecta a enfoques y disciplinas que permiten la descrip- sólo los discursos dominantes, sino también aquellos en los que se expresa
ción y explicación de los usos lingüísticos y comunicati':'os. Result~ sinto- la marginación o la resistencia puedan hacerse escuchar.
mática la publicación de un conjunto de trabajos, aparecidos a partir de los
inicios de la década de los años ochenta, entre los que citamos -a modo de
ejemplo y sin ánimo exhaustivo- obras como las de Gumperz (1982),
Bronckart et al. (1985), Edmonson (1981), Brown y Yule (1983), Lavandera

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SEGUNDA PARTE
TEORÍA DEL LENGUAJE

La lingüística

La retórica

Presentación

Esta segunda parte está dividida en dos grandes secciones: una dedicada a
la Lingüística y otra dedicada a la Retórica. En ambas se incluyeron los
textos que consideramos son los más representativos para explicar la
relación del lenguaje y la comunicación con los estudios del discurso.
Reiteramos estar conscientes de que se quedaron fuera muchos auto-
res importantes, pero el propósito didáctico del material obligó a tomar de-
cisiones respecto de incluir o excluir a los estudiosos fundacionales del
análisis del discurso.
En esta lógica y con la intención de elaborar una Antología que aten-
diera las necesidades de un curso introductorio al estudio del discurso y su
aplicación metodológica es que nos decidimos por la inclusión de algunas
propuestas teóricas como son, en el campo de la Lingüística, las funciones
del lenguaje de Roman Jakobson, el aparato formal de la enunciación de
Émile Benveniste, los actos de habla de John L. Austin y John Searle, la
gramática generativa transformacional de Noam Chomsky, el modelo de
comunicación y las formaciones imaginarias de Michel Pecheux y, final-
mente, las características del discurso ideológico señaladas por Olivier
Reboul.
En el campo de la Retórica incluimos la definición de retórica y sus gé-
neros establecida por Aristóteles y después damos un gran salto en el
tiempo para incluir los principios de la Nueva Retórica de Chaün Perel-
man y L. Olbrechts-Tyteca y los estudios recientes de la argumentación en

73
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

la lengua de Christian Plantin. Nuevamente señalamos que la inclusión


de estos textos obedecen a su estrecha relación con los estudios del dis-
curso y su relación con los procesos de la comunicación.
Antecede a cada texto, una reseña didáctica en la cual se resaltan los
aspectos en el estudio del lenguaje que interesan para la comprensión del
concepto de discurso y su aplicación analítica. RESEÑA DIDÁCTICA
El marco del lenguaje.
El Metalenguaje como problema lingüístico

Roman Jakobson
Lingüista ruso nacionalizado estadounidense (1896-1982). Es una de las grandes figuras
de la lingüística del siglo XX. Se formó en el grupo de formalistas rusos y como miembro
del Círculo Lingüístico de Praga. fue un renovador de la lingüística postsaussureana.
Sus contribuciones a la fomología y a la lingüística son muy variadas. Entre sus estudios
destaca la propuesta de un modelo de comunicación al cual incorpora las funciones del
lenguaje. Entre sus publicaciones está el libro Ensayo de lingüística. general.

sencialmente, en este capítulo, el lingüista y filólogo ruso Roman Ja-

E kobson, miembro del Círculo Lingüístico de Praga, expone su mo-


delo de comunicación, el cual centra su atención en las funciones del
lenguaje que corresponden a cada uno de los elementos que lo conforman.
Se puede resaltar de este apartado, cómo el autor inicia su recorrido con-
ceptual y toma como base el modelo tradicional de la lengua de Karl Büh-
ler, el cual sólo considera a las funciones emotiva, conativa y referencial.
Jakobson anexa otras que considera importante estudiar en el proceso de
comunicación, de aquí su aportación y relevancia.
Los trabajos de Jakobson, consideramos, resultan necesarios como lec-
turas básicas para esta Antología toda vez que le permite al estudioso. del
discurso comprender el papel del lenguaje en el proceso de la comunica-
ción y su relación con el discurso. Una de las ideas centrales del autor en
este capítulo es exponer los elementos de este modelo y sus funciones co-
rrespondientes, a saber: el emisor, el mensaje, el receptor, el contexto, el
contacto y el código, a los cuales, en el mismo orden, corresponden las si-
guientes funciones: emotiva, poética, conativa, referencial, fática y meta-
lingüística.

74 75

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

Jakobson se encarga de destacar el papel relevante del lenguaje en el


proceso comunicativo, y es esto lo.que interesa para explicar a la comuni-
cación como un acto discursivo, así, podemos leer del capítulo seleccio-
nado:

El emisor envía un mensaje al receptor. Para ser operativo, el men- EL METALENGUAJE


saje requiere un contexto de referencia (<<referente>> en otra nomencla- COMO PROBLEMA LINGÜÍSTICO*
tura un tanto ambigua), captable por el receptor, y/o bien verbal O bien
capaz de verbalizarse; un código enteramente, o por lo menos parcial- Roman Jakobson**
mente, común al emisor y receptor (o en otras palabras, al codificador y
al decodificador del mensaje), y finalmente un contacto o canal fisico y una
conexión psicológica entre el emisor y el receptor, que permita a ambos 1 lenguaje debe investigarse en toda la variedad de sus funciones.
entrar y permanecer en comunicación. 1

Y cabe mencionar la advertencia que hace Roman Jakobson en este


E Un esquema de estas funciones exige un panorama conciso de los
factores constitutivos de todo acontecimiento del habla, en todo acto
de comunicación verbal. El emisor envía un mensaje al receptor. Para ser
apartado: "difícilmente se podrían encontrar mensajes que cumplan sólo operativo, el mensaje requiere un contexto de referencia («referente» en
con una de esas funciones y añade que "la diversidad reside no en un mo- otra nomenclatura un tanto ambigua), captable por el receptor, y o bien
nopolio de alguna de estas varias funciones, sino en su diferente orden verbal o bien capaz de verbalizarse; un código enteramente, o por lo me-
• ~ • " 9
Jerarqmco .- nos parcialmente, común al emisor y al receptor (o en otras palabras, al
Asimismo, podemos destacar en este capítulo, los ejemplos que ilus- codificador y al decodificador del mensaje), y finalmente un contacto, un
tran y facilitan la comprensión del modelo del autor, los cuales pretenden canal fisico y una conexión psicológica entre el emisor y el receptor, que
su identificación para el análisis, así como el reconocimiento de la tarea permita a ambos entrar y permanecer en comunicación. Las seis diferen-
urgente a la ciencia del lenguaje por enfocar la metalengua como un pro- tes funciones determinadas por esos seis factores pueden esquematizarse
blema lingüístico fundamental. 3 como sigue:

CONTEXTO
(referencial)
MENSAJE
(poética)
EMISOR----------RECEPTOR
(emotiva) (conativa)
CONTACTO
(fáctica)
CODIGO
(metalingüística)

* El autor dedica este Discurso Presidencial, pronunciado en la Reunión Anual de la


1
Linguistic Society of America el 27 de diciembre de 1956, a la memoria de su fiel amigo y
Jakobson, Roman, El Marco del Lenguaje, p. 81. valeroso campeón de la verdad lingüística Gyula Laziczius.
2
lbidem, p. 82. ** Tomado de Jakobson, Roman, El marco del lenguaje, México, Fondo de Cultura Eco-
"Ibidem, p. 91.
nómica, 1988, pp. 81-91.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Aunque distinguimos seis aspectos básicos del lenguaje, di.ficilmente La orientación hacia el receptor, la función conativa encuentra su ex-
podríamos encontrar mensajes verbales que llenaran sólo una función. La presión, gramatical más pura en el vocativo y el imperativo, que sintác-
diversidad reside no en un monopolio de alguna de estas varias funciones, tica, morfológica Y a menudo incluso fonéticamente se desvían en otras
sino en su diferente orden jerárquico. La estructura verbal de un mensaje categorías nominales y verbales. Las oraciones imperativas difieren cardi-
depende ante todo de la función predominante. Pero aun cuando un en- nalmente de las oraciones declarativas: estas últimas están sujetas a una
foque (Einstellung) hacia el referente, una orientación hacia el contexto prueba de verdad, y las primeras no lo están. Cuando en el drama de
-en una palabra, la llamada función referencial, «denotativa>>, «cogniti- O'Neill La fuente, Nano «(con violento tono imperativo)», dice: «-¡Bebe!»,
va>>-- es la función directriz de numerosos mensajes, la participación acce- no se puede cuestionar el imperativo con la pregunta: «¿es verdadero o
soria de las otras funciones debe ser tomada en cuenta por el lingüista no?», que, sin embargo, puede perfectamente hacerse después de oracio-
observador. nes tales como: «alguien bebió», «alguien beberá», o después de conversio-
La llamada función emotiva o «expresiva», centrada en el emisor, nes de las oraciones imperativas en oraciones declarativas: «beberás»,
apunta a una expresión directa de la actitud del hablante hacia aquello de «tienes que, beber», «te ordeno que bebas». A diferencia de las oraciones
que está hablando. Tiende a producir una impresión de cierta emoción, ya imperativas, las oraciones declarativas son convertibles en oraciones inte-
sea verdadera o fingida; por consiguiente, el término «emotiva>>, propues- rrogativas: «¿bebió alguien?», ,«¿beberá alguien?», «¿debe alguien beber?»,
to y definido por Marty, se ha mostrado preferible a «emocional». El es- «¿te ordeno que bebas?».
trato puramente emotivo en el lenguaje está representado por las inter- El modelo tradicional de la lengua, tal como fue elucidado en particu-
jecciones. Se distingue d(;) los procedimientos del lenguaje referencial a la lar por Karl Bühler, se confinaba a estas tres funciones ---emotiva, cona-
vez por sus patrones sonoros (secuencias sonoras peculiares o incluso soni- tiva y referencial- y a los ápices de su modelo -la primera persona del
dos inusitados en otros lugares) y por su papel sintáctico (no son compo- emisor, la segunda persona del receptor y la "tercera persona", propia-
nentes sino equivalentes de oraciones). «-Tut! Tut!- dijo McGinty»; el mente: alguien o algo de que se habla. Ciertas funciones verbales adicio-
enunciado completo del personaje de Conan Doyle consiste en dos clicks nales pueden inferirse fácilmente de este modelo tríadico. Así, la función
succionantes. La función emotiva, puesta al desnudo en las interjecciones, mágica, encantatoria, es principalmente alguna clase de transformación
da sabor hasta cierto punto a todos nuestros enunciados, en su nivel fó- de una «tercera persona>> ausente o imaginaria en una segunda persona de
nico, gramatical y léxico. Si analizamos la lengua desde el punto de vista un mensaje conativo. «Que esta pocilga se seque, tfu, tfu, tfu, tfu)» (ensal-
de la información que acarrea, no podemos limitar la noción de informa- mo lituano). «¡Agua, río, reina, aurora! Manda a la pena más allá del mar
ción al aspecto cognitivo, ideacional de la lengua. Un hombre que utiliza azul, al fondo del mar, como una piedra gris que nunca ha de alzarse del
rasgos expresivos para indicar su actitud enojada o irónica transmite una fondo del mar, que la pena no venga nunca a apesadumbrar el corazón li-
clara información. La diferencia entre Ll E s] «yes» y la prolongación en- gero del servidor de Dios, que la pena se vaya y se hunda lejos.» (Encanta-
fática de la vocal Ll E :s] es un rasgo lingüístico convencional, codificado, co- miento del norte de Rusia) «Sol, detente por encima de Gibeón, y tú, luna,
mo la diferencia entre la vocal corta y la larga en pares del checo como [vi] en el valle de Aj-a-lon. Y el sol se detuvo, y la luna se estuvo quieta .. ·.»
«tú» y [vi:] «sabe», pero en este último por la información diferencial es (Josh. 10.12). Observamos, sin embargo, tres factores constitutivos más de
fonémica, y en el interior emotiva. En la medida en que nos interesamos la comunicación verbal y tres funciones correspondientes de la lengua.
en los invariantes fonemáticos, la [ E ] y [ E: ] inglesas aparecen como sim- Hay mensajes que sirven principalmente para establecer, prolongar o
ples variantes de un mismo y único fonema, pero si nos ocupamos de uni- interrumpir la comunicación, para verificar si el canal funciona («Hola,
dades emotivas, la relación entre la invariante y las variantes se invierte: ¿me oyes?»), para llamar la atención del interlocutor o para confirmar su
la longitud y brevedad son invariantes efectuadas por aquellos fonemas continua atención («¿Me estás escuchando?», o para decirlo como Shakes-
variantes. peare, «Lend me your ears!» -y en el otro extremo del hilo: «¡Hmm-hm-
m!".) Esta orientación hacia el contacto, o en términos de B. Malinowski,

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

función fática, puede desplegarse mediante un profuso intercamb~o _de de ellos seguido simétricamente de un fonema consonántico [... l. .. k. .. k).
fórmulas ritualizadas, por medio de diálogos enteros con el mero obJetivo La disposición de las tres palabras ilustra una variación: ningún fonema
de prolongar la comunicación. Dorothy Parker captó ejemplos elocuentes: consonántico en la primera palabra, dos alrededor del diptongo en la
«-Bueno --dijo ella-. -Bueno, aquí estamos -dijo él-. -Aquí esta- segunda, y una consonante final en la tercera. Los dos cola de la fórmula
mos -dijo ella-, ¿no es cierto? -Eso digo yo -dijo él-. ¡Pues sí! A~uí trisilábica <<l. like / Ike>> riman uno con otro, y la segunda de las dos palabras
estamos. -Bueno -dijo ella-. -Bueno -dijo él-, bueno». El propósito rimadas está enteramente incluida en la primera (rima en eco), [layk] -
de iniciar y sostener la comunicación es típico de los loros; así la función [ayk], imagen paronomásica de un sentimiento que envuelve enteramente
fática del lenguaje es la única que comparten con los seres humanos c~~n- a su objeto. Los dos cola están en aliteración el uno con el otro, y la prime-
do conversan entre ellos. Es también la primera función verbal adqumda ra de las dos palabras alternantes está incluida en la segunda: [ay] - [ayk],
por los niños; tienden a la comunicación antes de ser capaces y de enviar o imagen paronomásica del sujeto amoroso envuelto por el objeto amado. La
recibir una comunicación informativa. función poética secundaria de este lema electoral de la campana de Eisen-
El enfoque o disposición (Einstellung) hacia el mensaje como tal; q'!e hower refuerza su elocuencia'y su eficacia.
se centra en el mensaje por sí inismo, es la función poética. del lenguaJe. Una distinción claramente anticipada por la tradición de la antigua
Esta función no puede estudiarse productivamente sin referencia a los Grecia y de la India y llevada adelante por los tratados medievales de
problemas generales del lenguaje, y, por otra parte, el escrutinio del len- suppositionibus ha sido defendida en la lógica moderna como la necesidad
guaje requiere una consideración exhaustiva de su función poética. Toda de distinguir entre dos niveles de lenguaje; a saber, el «lenguaje objeto»
tentativa de reducir la esfera de la función poética a la poesía o de confinar que habla de cuestiones ajenas al lenguaje como tal, y por otra parte un
la poesía a la función poética sería una engañosa simplificación. La ~?- lenguaje en el que hablamos del código verbal mismo. Este último aspecto
ción poética no es la única función del arte verbal, sino sólo su func10n del lenguaje se llama «metalenguaje», traducción del término polaco intro-
dominante y determinante, mientras que en otras actividades verbales ac- ducido en los años 1930 por Alfred Tarski. En esos dos diferentes niveles
túa como constituyente subsidiario y accesorio. Esta función, al promover del lenguaje, puede utilizarse el inismo material verbal; así, podemos ha-
lo palpable de los signos, profundiza la dicotomía fundamental de si~nos Y blar en inglés (como metalengua) del inglés (como lengua-objeto) e inter-
objetos. De aquí que cuando se aborda la función poética, la lingüística no pretar las palabras y oraciones inglesas por medio de sinónimos y circun-
pueda limitarse al campo de la poesía. locuciones inglesas. Jeremy Bentham delinea respectivamente «exposi-
«¿Por qué dice usted siempre Joan and Margery, pero nunca Margery ciones por traducción y por paráfrasis». Como el Jourdain de Moliere, que
and Joan? ¿Prefiere usted a Joan sobre su hermana melliza? -Nada de usaba la prosa sin saber que era prosa, practicamos la metalengua sin
eso, simplemente suena mejor». En una secuencia de dos nombres coord~- darnos cuenta del carácter metalingüístico de nuestras declaraciones. Le-
nados, mientras no interfiera ningún problema de rango, la precedencia jos de confinarse a la esfera de la ciencia, las operaciones metalingüísticas
del nombre corto le parece al hablante, sin que se dé cuenta, una configu- muestran ser parte integrante de nuestras actividades verbales. Cada vez
ración bien ordenada del mensaje. que el einisor y/o el receptor necesitan verificar si utilizan el mismo código,
Una chica tenía la costumbre de hablar del «horrible Harry». «-Por el discurso se centra en el código y efectúa así una función metalingüística
qué horrible? -Porque lo odio-. -Pero ¿por qué no dreadful, terrible, (o glosadora). «-No le sigo, ¿qué quiere usted decir? -pregunta el recep-
frightful, disgusting? -No sé por qué, pero horrible le va mejor». Sin dar- tor, o para decirlo como Shakespeare: -What is't thou say'st?» Y el emisor,
se cuenta, se aferraba al recurso poético de la paronomasia. adelantándose a esas preguntas recapitulares, inquiere: «-¿Sabe lo que
Dos grupos aliterativos pueden haber favorecido la coalescencia de quiero decir?». Entonces, sustituyendo el signo dudoso con otro signo o to-
<ifrench fries» en una palabra-frase habitual en inglés .. do un grupo de signos del mismo o de otro código lingüístico, el codificador
La consigna política <<l. like Ike» [ay layk ayk], sucmtamente estructu- del mensaje trata de hacerlo más accesible al decodificador.
rada, consiste en tres monosílabos, y cuenta tres diptongos [ay], cada uno «Propuse impacientemente: -Pero no hasta el grado de contaminar.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

-¿Contaminar? -Mi vigorosa palabra la dejó desorientada. La expli- A pesar de las objeciones de algunos estudiantes, es claro que el «in-
qué-: -Corromper. -Me miró :fijamente, comprendiendo mi intención.» terpretante selectivo» de un nombre propio tiene también necesariamente
(Henry James, The Turn of the Screw.) un carácter más general que cualquier «interpretante circunstancial» sin-
«-Se la cargó (It done her in) ... -¿Qué significa cargársela? -Ah, es gular. El contexto indica si hablamos de Napoleón en su infancia, del hé-
un dicho nuevo. Cargarse a uno significa matarlo. -¿No crees de veras roe de Austerlitz, del vencido de Waterloo, del prisionero en su lecho de
que mataron a tu tía?-Yo qué sé--. (G. B. Shaw; Pygmalion.) muerte o de un héroe en la tradición póstuma, mientras que su nombre en
O imaginemos un diálogo tan exasperante como éste: «-El sophomore su significado general abraza todos esos estadios de su vida y su destino.
fue demasiado (plucked). -¿Pero qué es desplumado? -Desplumado sig- Como el insecto metabólico en la secuencia oruga-crisálida-mariposa, una
nifica lo mismo que flunked. Ser flunked es ser suspendido en un examen. persona puede adquirir incluso diferentes nombres durante segmentos
¿Y qué es sophomore? Un sophomore es (o significa) un estudiante de temporales consecutivos, «objetos momentáneos» en la terminología de W.
segundo año». V. Quine. El nombre de casada sustituye al nombre de soltera, el nombre
Tales proposiciones ecuacionales ordinariamente utilizadas por los in- monástico al secular. Por supuesto, cada uno de esos estadios nombrados
terlocutores nulifican la idea de los significados verbales como «intangibles podría segmentarse más.
subjetivos» y se hacen particularmente visibles en los casos en que son Las operaciones metalingüísticas con las palabras o las construcciones
reversibles: «Un estudiante de segundo grado es (llamado) un sophomore»; sintácticas nos permiten superar los presagios de Leonard Bloom:field en
«Un novillo es un toro joven». Pero también, inversamente, «Un toro joven sus esfuerzos por incorporar el significado en la ciencia del lenguaje. Así,
es un novillo». La primera proposición es un ejemplo de la tesis de C. S. por ejemplo, la supuesta dificultad para describir significados en aque-
Peirce en el sentido de que todo signo se traduce en otros signos en los que llos casos «de palabras como pero, si, porque>> ha quedado desautorizada
está más plenamente desarrollado, mientras que la traducción inversa de por el tratamiento de las conjunciones en la lógica simbólica, y estudios
un modo de expresión más explícito a otro más compacto queda ejemplifi- antropológicos como Las estructuras elementales del parentesco de Claude
cada por la última proposición. Lévi-Strauss han probado la falta de fundamento de las suposiciones en el
Peirce considera a los signos como equivalentes «cuando cualquiera de sentido de que las diferentes terminologías del parentesco «son extrema-
ellos podría considerarse como un interpretante del otro». Debe subra- damente dificiles de analizar». Pero en conjunto, la justificada idea de
yarse una y otra vez que el interpretante básico, inmediato, «selectivo» de Bloom:field de «uno de los significados como normal (o central) y los otros
cualquier signo es «todo lo que está explícito en el signo mismo aparte de como marginales (metafóricos o transferidos)» requiere una aplicación con-
sus contextos y las circunstancias de su emisión», o en términos más unifi- sistente en el análisis semántico: «El significado central está favorecido en
cados: aparte de su contexto ya sea verbal o sólo verbalizable pero no efec- el sentido de que entendemos una forma (es decir, respondemos a ella)
tivamente verbalizado. La doctrina semiológica de Peirce es la única base en el significado central a menos que algún rasgo de la situación práctica
sana de una semántica estrictamente lingüística. No puede uno dejar de nos obligue a mirar hacia un significado transferido». Tal es el uso contex-
estar de acuerdo con su visión del significado como traductibilidad de un tual metafórico de cordero aplicado a una persona que se parece al animal
signo en una red de otros signos y con su reiterada insistencia en la inhe- por su mansedumbre. La misma palabra en un contexto significativo de
rencia de un «significado general» en todo «símbolo genuino», así como con «ojos, mirada», es una transferencia metonímica del cordero a sus ojos
la secuela de la afirmación citada: un símbolo «no puede indicar una cosa grandes e indolentes en una aplicación metafórica a un ser humano. Cor-
particular: denota una clase de cosas. No sólo eso, sino que el mismo es dero puede ser una designación de una especie animal sin referencia al
una clase y no una cosa singular» (Collected Papers, 2.301). Los significa- sexo, pero en contextos que oponen cordero a oveja, el significado más
dos contextuales que particularizan, especifican o incluso modifican tal estrecho del primero de estos vocablos queda confinado a los machos.* La
significado general, son tratados en la gramática especulativa de Peirce
como interpretantes secundarios, «circunstanciales» (environmental'). * Pasaje adaptado (N. del T.).

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, MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

transferencia opuesta, los significados ampliados de Bloomfield, puede a pesar de la ausencia de tales clases de individuos en nuestra experien-
ejemplificarse con el uso de la palabra-frase estrella matutina para desig- cia. Las palabras en cuestión pueden usarse incluso en un sentido no solo
nar al planeta Venus sin referencia al tiempo de su aparición. El sentido literario, sino también deliberadamente figurativo: ambrosía es un ali-
literario trasladado de las dos palabras frases estrella matutina y estrella mento que nos proporciona, un deleite divino; esfinge es la designación de
uespertina se hace visible, por ejemplo, si durante un paseo vespertino, por una persona enigmática.
un lapsus casual, llamara uno la atención de su perplejo interlocutor hacia Las declaraciones de existencia o inexistencia en relación con semejan-
la brillante emergencia de la estrella matutina. A diferencia de la etiqueta tes entidades funcionales dieron fugar a prolongadas controversias filosó-
indiscriminada Venus, las dos palabras frases, comentadas por G. Frege, ficas, pero desde un punto de vista lingüístico el verbo de existencia sigue
son efectivamente adecuadas para definir y para nombrar dos diferentes siendo elíptico mientras no vaya acompañado de un modificador locativo:
fases espacio temporales de un mismo planeta en relación la una con la «los ':1-nico~nios no existen en la fauna del globo»; «los unicornios existen en
otra. la m1tologia grecorromana y en la china>>, «en la tradición de la tapicería»,
Una divergencia relacional subyace en la variación semántica de -los «en la poesía>>, «en nuestros sueños», etc. Observamos aquí la pertinencia
cuasi-sinónimos. Así, los adjetivos medio lleno y medio uacío se refieren al lingüística de la noción de universo de discurso, introducida por A. de Mor-
mismo estatuto, cuantitativamente, de la botella; pero el primer atributo, gan Y aplicada por Peirce: «En un momento puede ser el universo :fisico, en
utilizado por el optimista de la anécdota, y el segundo que usa en su lugar otro puede ser el "mundo" imaginario de alguna obra de teatro o novela,
el pesimista delatan dos marcos de referencia opuestos, la botella llena y en otro un abanico de posibilidades». Ya se haga referencia directa a ella o
la botella vacía. Dos marcos de referencia ligeramente divergentes sepa- ya esté meramente implicada en un intercambio de mensajes, esta no-
ran el anticipatorio las seis menos veinte del retrospectivo las cinco y cua- ción sigue siendo la noción pertinente para un enfoque lingüístico de la se-
renta. mántica.
El uso constante de comunicaciones metalingüísticas dentro del cor- Cuando el universo del discurso ofrece una nomenclatura tecnológica,
pus efectivo de toda lengua dada ofrece un fundamento para la descripción la palabra inglesa dog [«perro», pero también «gancho o asidero»] se toma
y análisis de significados léxicos y gramaticales que satisface incluso la como el nombre de varias herramientas para agarrar o sostener, mientras
plataforma de aquellos investigadores que creen todavía que «los criterios que horse [«caballo», «caballete»] designa varios artefactos de soporte: En
determinantes tendrán siempre que declararse en términos distribucio- ruso kon'ki, «caballitos», se convirtió en el nombre de unos patines. Dos es-
nales». Citemos algunos pares de proposiciones reversibles tales como «los trofas contiguas del Eugenio Onegin de Pushkin (Capítulo cuarto, xlii-xliii)
hermafroditas son individuos que combinan los órganos sexuales a la vez describen el campo a principios de invierno, y la alegría de los niños cam-
del macho y de la hembra» -«los individuos que combinan los órganos pesinos que cortan el hielo nuevo con sus patines (caballitos) se compara
sexuales a la vez del macho y de la hembra son hermafroditas», o pares con el tedio del terrateniente cuyo caballo inútil se resbala en el hielo. El
tales como «los centauros son individuos que combinan una cabeza, brazos nítido paralelismo de contraste del poeta entre kon'ki y kon', «caballo», se
y tronco humanos con el cuerpo y las piernas de un caballo» - «los indivi- pierde en la traducción a lenguas que carecen de la imagen equina de los
duos que combinan una cabeza, brazos y tronco humanos con el cuerpo y patines. La conversión de kon 'ki de animales a instrumentos inanimados
las patas de un caballo son centauros». En estos dos pares nos enfren- de locomoción, con un cambio correspondiente en el paradigma de declina-
tamos con afirmaciones metalingüísticas que imparten información sobre ción, se ha efectuado bajo un control metalingüístico.
el significado asignado a la palabra hermafrodita y a la palabra centauro La metalengua es el factor vital de todo desarrollo verbal. La interpre-
en el vocabulario español, pero que no dicen nada sobre el estatuto onto- tación de un signo lingüístico por medio de otros signos, homogéneos bajo
lógico de los individuos nombrados. Percibimos la diferencia semántica algún respecto, de la misma lengua es una operación metalingüística que
entre los nombres ambrosía y néctar o entre centauro y esfinge y podemos, desempeña un papel esencial en el aprendizaje infantil de la lengua. Cier-
por ejemplo, trasmutar las dos últimas palabras en pinturas o esculturas, tas observaciones realizadas durante las décadas recientes, en particular

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L
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

por los investigadores rusos A. N. Gvozdev y K. I. Cukovskij, han revelado


el enorme lugar que la charla sobre la lengua ocupa en el comportamient?
verbal de los niños preescolares, que tienden a comparar las nuevas adqui-
siciones con otras previas y su propia manera de hablar con las diversas
formas utilizadas por la gente de más y de menos edad que los rodea; la RESEÑA DIDÁCTICA
constitución y la elección de palabras y oraciones, su sonido, configuración
y significado, la sinonimia y la homonimia se discuten con vivacida?. ~n Problemas de lingüística general II.
recurso constante a la metalf,mgua es indispensable tanto para la asimila- El Aparato Formal de la Enunciación
ción creadora de la lengua materna como para su final dominio.
La metalengua es deficiente en los afásicos que presentan un desorden
de la similaridad, llamado «perturbación sensoria»; a pesar de las instruc- Émile Benveniste
ciones, no pueden responder a la palabra-estímulo del examinador .con Filólogo Y lingüista francés (1902-1976). Discípulo de Saussure inscrito en la corriente
una palabra o expresión equivalente y carecen de la capacidad de cons- estructuralista. Desarrolló trabajos en dos direcciones: estudió el léxico de civilizaciones
indoeuropeas Y además desarrolló estudios en el campo de la lingüística. Entre sus obras
truir proposiciones ecuacionales. Toda aptitud para la traducción, ya sea destaca el libro Problemas de lingüística general.
intraridiomática o interidiomática desaparece en estos pacientes.
. La construcción de la primera lengua implica una aptitud para las
operaciones metalingtiísticas, y ninguna familiarización con lenguas ulte-
1 aporte esencial de Émile Benveniste en este capítulo es su pro-

E
riores es posible sin el desarrollo de esta aptitud; el desmoronamiento de
la metalengua desempeña un papel sustancial en las perturbaciones ver- puesta, desde la lingüística, para entender el proceso de comunica-
bales. Finalmente, la tarea urgente que se presenta a la ciencia del len- ción y, por supuesto, la relevancia del discurso dentro del mismo.
guaje, un análisis sistemático de los significados léxicos y gramaticales, En el capítulo "El aparato formal de la enunciación", Benveniste da claves
debe empezar por enfocar la metalengua como un problema lingüístico para que el lector comprenda qué implicaciones tiene el acto mismo de
fundamental. llevar a cabo un enunciado, lo cual servirá de antecedente para estudiar el
Cada vez vemos más claramente que todo mensaje verbal, en la se- tópico de la pragmática, tan importante en los estudios del discurso.
lección y combinación de sus constituyentes, implica un recurso al código En estas páginas, el autor se ocupa de la idea de que las condiciones de
dado, y que en este perpetuo marco de referencia subyace un conjunto de uso de la lengua no son necesariamente idénticas a las condiciones de su
operaciones metalingüísticas latentes. utilización. Emile Benveniste plantea que, aunque el aspecto formal de la
lengua es importante y está inevitablemente ligado al empleo que se hace
de ella en la cotidianidad, los sujetos que la utilizan pueden intervenir en
la modificación de los vocablos, su uso, combinación, e incluso podrían i~-
cidir con el paso del tiempo en su transformación.
En el presente trabajo de Benveniste, es resaltar la afirmación de que
"la enunciación es este poner a funcionar la lengua por un acto individual
de utilización'' .1 Esta definición, dice el autor, puede confundirse con el
concepto saussuriano del habla, identificada como la apropiación indivi-
dual de la lengua, pero no son la misma cosa. La enunciación, propone en

' Benveniste, Emile, Problemas de hngii.ística general JI, p. 83.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

este apartado el autor, es un proceso mucho más general, en el que inter- hacerlo actual más que realizarlo por inserción del discurso en el mun-
,, 4
vienen varios factores. De hecho, propone tres puntos sustanciales para su do.
abordaje: 1) el acto mismo de enunciación, 2) las situaciones en donde se Para que el yo (locutor) pueda influir de algún modo en el comporta-
realiza y 3) los instrumentos que la consuman. miento del tú (alocutario), dispone de lo que Benveniste identifica como
Precisamente en esta parte de su obra, Benveniste explica la necesi- funciones sintácticas, entre las cuales menciona a las siguientes: la inte-
dad de establecer la diferencia entre enunciado y enunciación, siendo el rrogación, la intimidación y la aserción, las cuales son explicadas a detalle.
primero parte de la segunda. Dice Benveniste: "Hay que atender a la con- De acuerdo con el estudioso, lo que caracteriza en lo general a la enun-
dición específica de la enunciación: es el acto mismo de producir un enun- ciación es la relación discursiva en el interlocutor, real o imaginario, por lo
ciado y no el texto del enunciado lo que es nuestro objeto." 2 que plantea la necesidad de un cuadro. figurativo de la enunciación, com-
U no de los principales aportes de Benveniste en este capítulo es su puesto por diálogo y monólogo.
consideración de la lengua como instrumento de comunicación y el papel Finalmente, Émile Benveniste muestra líneas de investigación que
preponderante de quien la usa, modifica y le da sentido: los sujetos. Antes quedan abiertas en cuanto al estudio de la enunciación, entre algunas
de la enunciación, la lengua es sólo la posibilidad de la misma, afirmaría el menciona los cambios léxicos, la fraseología, el tipo de enunciación (oral o
autor. Así, una idea que se destaca de este apartado es cuando afirma el escrita), es decir "Se abren vastas perspectivas al análisis de las formas
autor que "después de la enunciación, la lengua se efectúa en una instan- complejas del discurso, a partir del marco formal aquí esbozado." 5
cia de discurso, que emana de un locutor, forma sonora que espera un
auditor y que suscita otra". 3 Es por ello, sostiene, que incluso en un mismo
sujeto, aunque el contenido del mensaje sea el mismo, la enunciación nun-
ca sea igual.
Otra de las ideas principales que se exponen en esta obra son lo que él
llama elementos integrantes de su modelo al yo (locutor), quien profiere la
enunciación y al tú (alocutor), quien escucha el conjunto de enunciados,
que constituyen el discurso que se desea comunicar. Toda enunciación, sea
explícita (que se comunique), o implícita (que se efectúe para sí mismo), se
realiza en un aquí (lugar) y un ahora (tiempo) determinados y en una
relación con el mundo que aporta a los sujetos referentes que posibilitan el
intercambio.
Asimismo, otro planteamiento del autor que cabe destacar del capítulo
seleccionado es cuando menciona que los enunciados que conforman al
discurso de una enunciación puedan estar planteados en pasado o futuro,
la enunciación misma se efectúa siempre en presente. Dice Benveniste:
"El presente es propiamente la fuente del tiempo. Es esta presencia en el
mundo que sólo el acto de enunciación hace posible, pues -piénsese
bien- el hombre no dispone de ningún otro medio de vivir el "ahora" y de

2
ldem. ' Ibídem, p. 86.
"Ibídem, p. 84. 5
Ibídem, p. 91.

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EL APARATO FORMAL DE LA
ENUNCIACIÓN*
Émile Benveniste

odas ~uestras descripciones lingüísticas consagran un lugar a me-

T nudo rmportante al "empleo de las formas". Lo que se entiende por


esto es un conjunto de reglas que fijan las condiciones sintácticas
en las que las formas pueden o deben aparecer normalmente, por perte-
necer a un paradigma que abarca las elecciones posibles. Estas reglas de
empleo están articuladas con reglas de formación previamente indicadas,
de manera que se establezca cierta correlación entre las variaciones mor-
fológicas y las latitudes combinatorias de los signos (concordancia, selec-
ción mutua, preposiciones y regímenes de los nombres y los verbos, lugar
y orden, etcétera). Parece que, limitadas las elecciones de una y otra parte,
se obtenga así un inventario que podría ser, teóricamente, exhaustivo tan-
to de los empleos como de las formas, y en consecuencia una imagen cuan-
do menos aproximada de la lengua en uso.
Desearíamos, con todo, introducir una distinción en un funcionamien-
to que ha sido considerado desde el ángulo exclusivo de la nomenclatura
morfológica y gramatical. Las condiciones de empleo de las formas no son,
en nuestro concepto, idénticas a las condiciones de empleo de la lengua.
Son en realidad mundos diferentes, y puede ser útil insistir en esta dife-
rencia que implica otra manera de ver las mismas cosas, otra manera. de
describirlas e interpretarlas.
El empleo, de las formas, parte necesaria de toda descripción, ha dado
objeto a gran número de modelos, tan variados como los tipos lingüísticos
de que proceden. La diversidad de las estructuras lingüísticas, en la me-
dida en que sabemos analizarlas, no se puede reducir a un número exiguo

* Tomado de Benveniste, Émile, Problemas de lingüística general 11, México, Siglo XXI,
1998, pp. 82-91.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

de modelos que comprenderían siempre y sólo los elementos fundamen- discurso. Aquí la cuestión -muy dificil y todavía poco estudiada- es ver
tales. Cuando menos disponemos así de algunas representaciones bastan- como el "sentido" se forma en "palabra", en qué medida puede distinguirse
te precisas, construidas por media de una técnica comprobada._ entre las dos nociones y en que términos describir su interacción. Es la
Muy otra cosa es el empleo de la lengua. Aquí es cosa de un meca- semantización de la lengua lo que ocupa el centro de este aspecto de la
nismo total y constante que, de una manera o de otra, afecta a la lengua enunciación, y conduce a la teoría del signo y al análisis de la signi-
entera. La dificultad es captar este gran fenómeno, tan trivial que parece ficancia.1 En esta misma consideración pondremos los procedimientos me-
confundirse con la lengua misma, tan necesario que se escapa. diante los cuales las formas lingüísticas de la enunciación se diversifican y
La enunciación es este poner a funcionar la lengua por un acto indivi- se engendran. La "gramática transformacionaf' aspira a codificarlos y
dual de utilización. formalizarlos para deslindar un marco permanente y, a partir de una teo-
El discurso -se dirá-, que es producido cada vez que se habla, esa ría de la sintaxis universal, propone elevarse a una teoría del funciona-
manifestación de la enunciación, ¿no es sencillamente el "habla"? Hay que miento de la mente.
atender a la condición específica de la enunciación: es el acto mismo. de Puede, en fin, considerarse otro enfoque, que consistiría en definir la
producir un enunciado y no el texto del enunciado lo que es nuestro objeto. enunciación en el marco formal de su realización. Tal es el objeto propio de
Este acto se debe al locutor que moviliza la lengua para su cuenta. La estas páginas. Tratamos de esbozar, dentro de la lengua, los caracteres
relación entre el locutor y la lengua determina los caracteres lingüísticos formales de la enunciación a partir de la manifestación individual que
de la enunciación. Debe considerársela como hecho del locutor, que toma actualiza. Tales caracteres son necesarios y permanentes los unos, los
la lengua por instrumento, y en los caracteres lingüísticos que marcan otras incidentales y ligados a la particularidad del idioma elegido. Por co-
esta relación. modidad, los datos aquí utilizados proceden del francés usual y de la len-
Este gran proceso puede ser estudiado de diversos modos. Vemos tres gua de la conversación.
principales. En la enunciación consideramos sucesivamente el acto mismo, las si-
El más inmediatamente perceptible y el más directo -con todo Y que tuaciones donde se realiza, los instrumentos que la consuman.
en general no se le relacione con el fenómeno general de la enu~ci~ción- El acto individual por el cual se utiliza la lengua introduce primero el
es la realización vocal de la lengua. Los sonidos emitidos y perc1b1dos, ya locutor como parámetro en las condiciones necesarias para la enunciación.
sean estudiados en el marco de un idioma particular o en sus manifes- Antes de la enunciación, la lengua no es más que la posibilidad de la len-
taciones generales, como proceso de adquisición, de difusión, de alter~ció? gua. Después de la enunciación; la lengua se efectúa en una instancia de
-son otras tantas ramas de la fonética- proceden siempre de actos md1- discurso, que emana de un locutor, forma sonora que espera un auditor y
viduales, que el lingüista sorpr~nde en lo posible en una prod~cción que suscita otra enunciación a cambio.
nativa en el seno del habla. En la práctica científica, se procura elimmar o En tanto que realización individual, la enunciación puede definirse, en
atenu~r los rasgos individuales de la enunciación fonética recurriendo a relación con la lengua, como un proceso de apropiación. El locutor se apro-
sujetos diferentes y multiplicando los registros, de manera que se obtenga pia el aparato formal de la lengua y enuncia su posición de locutor me-
una imagen media de los sonidos, distintos o ligados. Pero todo el mundo diante indicios específicos, por una parte, y por medio de procedimientos
sabe que, en el mismo sujeto, los mismos sonidos ,no son nun~a reprodu- accesorios, por otra.
cidos exactamente, y que la noción de identidad solo es aproximada, pre- Pero inmediatamente, en cuanto se declara locutor y asume la lengua,
cisamente cuando la experiencia es repetida en detalle. Estas diferencias implanta al otro delante de él, cualquiera que sea el grado de presencia
se deben a la diversidad de las situaciones en que es producida la enun- que atribuya a este otro. Toda enunciación es, explícita o implícita, una
ciación. alocución, postula un alocutario.
El mecanismo de esta producción es otro aspecto esencial del mismo
1 Nos ocupamos particularmente de esto en un estudio publicado en Semiótica, I, 1969
problema. La enunciación supone la conversión individual de la lengua en
(antes, pp. 47-69).

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Finalmente, en la enunciación, la lengua se halla empleada en la ex- cide con el momento de la enunciación, forman parte de este aparato nece-
presión de cierta relación con el mundo. La condición misma de esta m_ovi- sario. 2
lización y de esta apropiación de la lengua es, en el locutor, la necesidad de Vale la pena detenerse en esta relación con el tiempo, y meditar acerca
referir por el discurso y, en el otro, la posibilidad de correferir idéntica- de la necesidad, interrogarse sobre lo que la sustenta. Podría creerse que
mente, en el consenso pragmático que hace de cada locutor un colocutor. · la temporalidad es un marco innato del pensamiento. Es producida en
La referencia es parte integrante de la enunciación. realidad en la enunciación y por ella. De la enunciación procede la instau-
Estas condiciones iniciales van a gobernar todo el mecanismo de la ración de la categoría del presente, y de la categoría del presente nace la
referencia en el proceso de enunciación, creando una situación muy singu- categoría del tiempo. El presente es propiamente la fuente del tiempo. Es
lar y de la cual no se adquiere la menor conciencia. esta presencia en el mundo que solo el acto de enunciación hace posible,
El acto individual de apropiación de la lengua introduce al que habla pues -piénsese bien- el hombre no dispone de ningún otro medio de vi-
en su habla. He aquí un dato constitutivo de la enunciación. La presencia vir el "ahora" Y de hacerlo actual más que realizarlo por inserción del dis-
del locutor en su enunciación hace que cada instancia de discurso consti- curso en el mundo. Podría mostrarse mediante análisis de sistemas tem-
tuya un centro de referencia interna. Esta situación se manifestará por un porales en diversas lenguas la posición del presente. El presente formal no
juegp de formas específicas cuya función es poner al locutor en relación hace sino explicitar el presente inherente a la enunciación, que se renueva
constante y necesaria con su enunciación. con cada producción de discurso, y a partir de este presente continuo co-
Esta descripción un poco abstracta se aplica a un fenómeno lingüístico extensivo con nuestra presencia propia, se imprime en la concienci~ el
familiar en el uso, pero cuyo análisis teórico apenas se está iniciando. Está sentimiento de una continuidad que llamamos "tiempo"; continuidad y
primero la emergencia de los indicios de persona (la relación yo-tú), que no temporalidad se engendran en el presente incesante de la enunciación que
se produce más que en la enunciación y por ella: el término yo denota al es el presente del ser mismo, y se delimitan, por referencia interna, entre
individuo que profiere la enunciación, el termino tú, al individuo que está lo que va volverse presente y lo que acaba de no serlo ya.
presente como alocutario. Así la enunciación es directamente responsable de ciertas clases de
De igual naturaleza y atinentes a la misma estructura de enunciación signos que promueve, literalmente, a la existencia. Pues no podrían nacer
son los indicios numerosos de la ostensión (tipo este aquí, etcétera), térmi- ni hallar empleo en el uso cognitivo de la lengua. Hay pues que distinguir
nos que implican un gesto que designa el objeto al mismo tiempo que es las entidades que tienen en la lengua su estatuto plena y permanente y
pronunciada la instancia del término. aquellas que, emanadas de la enunciación, sólo existen en la red de "indi-
Las formas llamadas tradicionalmente "pronombres personales", "de- viduos" que la enunciación crea y en relación con el "aquí-ahora" del locu-
mostrativos", nos aparecen ahora como una clase de "individuos lingüís- tor. Por ejemplo, el "yo", el "eso", el "mañana" de la descripción gramatical
ticos", de formas que remiten siempre y solamente a "individuos", trátese no son sino los "nombres" metalingüísticos de yo, eso, mañana producidos
de personas, de momentos, de lugares, por oposición a los términos nomi- en la enunciación.
nales que remiten siempre y solamente a conceptos. Ahora, el estatuto de Aparte de las fuerzas que gobierna, la enunciación da las condiciones
estos "individuos lingüísticos" procede del hecho de que nacen de una necesarias para las grandes funciones sintácticas. No bien el enunciador
enunciación, de que son producidos por este acontecimiento individual y, se sirve de la lengua para influir de algún modo sobre el comportamiento
si puede decirse, "semelnativo". Son engendrados de nuevo cada vez que del alocutario, dispone para ello de un aparato de funciones. Está primero,
es proferida una enunciación, y cada vez designan de nuevo. la interrogación, que es una enunciación construida para suscitar una
Otra serie, tercera, de términos aferentes a la enunciación está consti-
tuida por el paradigma entero -a menudo vasto y complejo- de las for- 2
El detalle de los hechos de lengua que abarcamos aquí en una ojeada sintética es ex-
mas temporales, que se determinan por relación con el EGO, centro de la puesto en varios capítulos de nuestros Problemes de linguistique générale, I (París, 1966;
enunciación. Los "tiempos" verbales cuya forma axial, el "presente", coin- hay trad. esp., México, 1971), lo cual nos disculpa de insistir.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

"respuesta", por un proceso lingüístico que es al mismo tiempo un proceso una variedad típica el hain-teny de los Merina, no se trata en realidad ni
de comportamiento de doble entrada. Todas las formas léxicas y sintác- de diálogo ni de enunciación. Ninguna de las partes se enuncia: todo con-
ticas de la interrogación, partículas, pronombres, sucesión, entonación, et- siste en proverbios citados y en contraproverbios contracitados. No hay
cétera, participan de este aspecto de la enunciación. una sola referencia explícita al objeto del debate. Aquel de los dos compe-
Parecidamente serán atribuidos los términos o formas que llamamos tidores que dispone de mayor provisión de proverbios, o que los emplea
de intimación: órdenes, llamados, concebidos en categorías como el impe- más diestramente, con mayor malicia; del modo más imprevisible, sale ga-
rativo, el vocativo, que implican una relación viva e inmediata del enun- nando Yes proclamado vencedor. Este juego no tiene más que las aparien-
ciador y el otro, en una referencia necesaria al tiempo de la enunciación. cias de un diálogo.
Menos evidente quizá, pero no menos cierta, es la pertenencia de la A la inversa, el "monólogo" procede por cierto de la enunciación. Debe
aserción a este repertorio. Tanto en su sesgo sintáctico como en su entona- ser planteado, pese a la apariencia, como una variedad del diálogo, estruc-
ción, la aserción apunta a comunicar una certidumbre, es la manifesta~ión tura fundamental. El "monólogo" es un diálogo interiorizado, formulado
más común de la presencia del locutor en la enunciación, hasta tiene ms- en "lenguaje interior", entre un yo locutor y un yo que escucha. A veces el
trumentos específicos que la expresan o implican, las palabras sí Y no que yo locutor es el único que habla; el yo que escucha sigue presente, no obs-
asertan positiva o negativamente una proposición. La negación como ope- tante; su presencia es necesaria y suficiente para tornar significante la
ración lógica es independiente de la enunciación, tiene su forma propia en enunciación del yo locutor. En ocasiones también el yo que escucha inter-
francés, que es ne ... pas. Pero la partícula ase1tiva no, sustituto de una viene con una objeción, una pregunta, una duda, un insulto. La forma lin-
proposición, se clasifica como la partícula sí, cuyo estatuto comparte, entre güística que adopta esta intervención difiere según los idiomas, pero es
las formas que participan de la enunciación. siempre una forma "personar'. Ora el yo que escucha se pone en €1 lugar
Más ampliamente aún, si bien de manera menos categorizable, se dis- del yo locutor y se enuncia pues como "primera persona"; así en español,
ponen aquí toda suerte de modalidades formales, unas pertenecientes a donde el "monólogo" será cortado por observaciones o injunciones como:
los verbos como los "modos" (optativo, subjuntivo) que enuncian actitudes "No, soy tonto, olvidé decirle que ... " Ora el yo que escucha interpela en
del enunciador hacia lo que enuncia (espera, deseo, aprensión), las otras a "segunda persona" al yo locutor: "No, no hubieras debido decirle que ... "
la fraseología ("quizá", "sin duda", "probablemente") y que indican incerti- Habría que establecer una interesante tipología de estas relaciones; en al-
dumbre, posibilidad, indecisión, etc., o, deliberadamente, denegación de gunas lenguas se vería predominar el yo oyente como sustituto del locutor,
poniéndose a su vez como yo (francés, inglés), o en otras dándose por inter-
aserción.
Lo que en general caracteriza a la enunciación es la acentuación de la locutor del diálogo y empleando tú (alemán, ruso). Esta trasposición del
relación discursiva al interlocutor, ya sea éste real o imaginado, individual diálogo a "monólogd' donde EGO ora se escinde en dos, ora asume dos pa-
peles, se presta a :figuraciones o trasposiciones psicodramáticas: conflictos
o colectivo.
Esta característica plantea por necesidad lo que puede llamarse el del "yo profundo" y de la "conciencia", desdoblamientos provocados por la
cuadro figurativo de la enunciación. Como forma de discurso, la enuncia- "inspiración", etc. Suministra la oportunidad el aparato lingüístico de la
ción plantea dos ":figuras" igualmente necesarias, fuente la una, la otra enunciación suirreflexiva que comprende un juego de oposiciones del pro-
meta de la enunciación. Es la estructura del diálogo. Dos :figuras en po- nombre y del antónimo (en francés je/ me/ moi). 3
sición de interlocutores son alternativamente protagonistas de la enun- Estas situaciones pedirían una descripción doble, de forma lingüística
ciación. Este marco es dado necesariamente con la definición de la enun- y de condición figurativa. Se contenta uno demasiado fácilmente con in-
vocar la frecuencia y la utilidad prácticas de la comunicación entre los
ciación.
Podría objetarse que puede haber diálogo fuera de la enunciación o individuos para admitir la situación de diálogo como resultante de una
enunciación sin diálogo. Deben ser examinados los dos casos.
En la justa verbal practicada por diferentes pueblos, y de la cual es ªVer un artículo del BSL, 60 (1965), fase. 1, pp. 71ss.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

necesidad y prescindir de analizar sus múltiples variedades. Una de ellas Pero ¿podemos considerarla como un modo de acción? ¿Y en qué rela-
se presenta en una condición social de lo más trivial en apariencia, de las ción está con nuestro concepto decisivo de contexto de situación? Es evi-
menos conocidas en verdad. B. Malinowski la ha señalado con el Hombre dente que la situación exterior no interviene directamente en la técnica de
de comunión {ática, calificándola así como fenómeno psicosocial de funcio- la palabra. Pero ¿qué se puede considerar como situación cuando un grupo
namiento lingüístico. Trazó su configuración partiendo del papel que tiene de gente charla sin meta? Consiste sencillamente en esta atmósfera de
el lenguaje. Es un proceso donde el discurso, con la forma de un diálogo, sociabilidad y en el hecho de la comunión personal de esa gente. Mas ésta
funda una aportación entre los individuos. Vale la pena citar algunos es de hecho consumada por la palabra, y la situación en todos los casos es
creada por el intercambio de palabras, por los sentimientos específicos que
pasajes de este análisis: 4
El caso del lenguaje empleado en relaciones sociales libres, sin meta, forman la gregaridad convivial, por el vaivén de los decires que constitu-
merece una consideración especial. Cuando se sienta gente alrededor de la yen el chacoteo ordinario. La situación entera consiste en acontecimientos
hoguera del pueblo después de concluir su faena cotidiana o cuando char- lingüísticos. Cada enunciación es un acto que apunta directamente a ligar
lan para descansar del trabajo, o cuando acompañan un trabajo simple- el oyente al locutor por el nexo de algún sentimiento, social o de otro gé-
mente manual con un chachareo que no tiene que ver con lo que hacen, es nero. Una vez más el lenguaje en esa función no se nos manifiesta como
claro que estamos ante otra manera de emplear la lengua, con otro tipo de un instrumento de reflexión sino como un modo de·acción.
función del discurso. Aquí la lengua no depende de lo que pasaron el mo- Estamos aquí en las lindes del "diálogo". Una relación personal creada,
mento, hasta parece privada de todo contexto situacional. El sentido de sostenida, por una forma convencional de enunciación que vuelve sobre sí
cada enunciado no puede ser vinculádo al comportamiento del locutor o misma, se satisface con su logro, sin cargar con objeto, ni con meta, ni con
del oyente, a la intención de lo que hacen. mensaje, pura enunciación de palabras convenidas, repetida por cada
Una simple frase de cortesía, empleada tanto en las tribus salvajes enunciador. El análisis formal de esta forma de intercambio lingüístico es-
como en un salón europeo, cumple con una función para la cual el sentido tá por hacer. 5
de sus palabras es casi del todo indiferente. Preguntas sobre el estado de En el contexto de la enunciación habría que estudiar otras muchas co-
salud, observaciones sobre el tiempo, afirmación de un estado de cosas sas. Habría que considerar los cambios léxicos que la enunciación determi-
absolutamente evidente, todas estas cosas son intercambiadas no para na, la fraseología que es la marca frecuente, acaso necesaria, de la "orali-
informar, no en este caso para ligar a personas en acción, tampoco, de fijo, dad". También habría que distinguir la enunciación hablada de la enun-
para expresar un pensamiento ... ciación escrita. Esta se mueve en dos planos: el escritor se enuncia escri-
Es indudable que estamos ante un nuevo tipo de empleo de la lengua biendo y, dentro de su escritura, hace que se enuncien individuos. Se
-que, empujado por el demonio de la invención terminológica, siento la abren vastas perspectivas al análisis de las formas complejas del discurso,
tentación de llamar comunión {ática, un tipo de discurso en el cual los ne- a partir del marco formal aquí esbozado.
xos de unión son creados por un simple- intercambio de palabras ... Las
palabras en la comunión fática ¿son empleadas principalmente para tras-
mitir una significación que es simbólicamente la suya? No, de seguro.
Desempeñan una función social y es su principal meta, pero no son resul-
tado de una reflexión intelectual y no suscitan por necesidad una reflexión
en el oyente. Una vez más podremos decir que la lengua no funciona aquí
como un medio de trasmisión del pensamiento.
ª Sólo ha sido objeto de unas cuantas referencias, por ejemplo en Grace de Laguna,
' Traducimos algunos pasajes del artículo de B. Malinowski publicado en Ogden y Speech, Its Function a.nd Development, 1927, p. 244n.; R. Jakobson, Essa.is de lingnistique
Richards, The Mea.ning of Mea.n,:ng, 1923, pp. 313 s. génémle, trad. de N. Ruwet, 1963, p. 217.

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RESEÑA DIDÁCTICA
Cómo hacer cosas con palabras. Palabras y acciones.
Conferencia VIII y IX

John Langshaw Austin


Destacado filósofo británico (1911-1960). En sus estudios señaló la importancia de
separar los estudios del lenguaje ordinario de la influencia de la filosofia. Desarrolló la
teoría de los actos de habla donde refuerza la idea de que hablar es una forma de
actuar. Entre sus obras destaca Cómo hacer cosas con palabras.

i bien es cierto que para el estudio del discurso sería obligada la

S lectura completa del libro de Austin, en la lógica que sirve de base


para seleccionar los textos que componen esta Antología, son espe-
cialmente significativos los conceptos que desarrolla en dos de sus Confe-
rencias, la VIII y la IX. En ellas, el autor plantea las generalidades de los
actos de habla. Precisamente en estos trabajos se puede leer de Austin lo
que él denomina como acto de habla:"[ ... ] decir algo es hacer algo, o que al
decir algo hacemos algo".
En estas conferencias, el autor hace una. primera distinción entre acto
fonético, acto fático y acto retórico. Austin los describe de la siguiente ma-
nera: Acto fonético como la emisión de sonidos; el acto fático, el que está
sujeto a reglas; y el acto rético, que tiene una intencionalidad, '..lil. sentido y
una referencia definida. 1
Más adelante, dentro de este mismo apartado, Austin explica los dife-
rentes actos de habla, los cuales interesan particularmente en el estudio
del discurso por las características que adopta el lenguaje en el proceso de
la interlocución. Austin distingue entre actos locutivos, ilocutivos y perlo-
cutivos, definiciones fundamentales de tal teoría. A saber:

1 Austin, John L., Cómo hacer cosas con palabras, p. 155.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Los actos locutivos o locucionarios son aquellos que equivalen a expre- instrumento de comunicación. Asimismo, el texto seleccionado provocará
sar una oración con un cierto sentido y referencia. Corresponde al signi- una re~exión a p~opósito de la idea de que la producción de actos de habla
ficado de un enunciado. Y del discurso nnsmo no son procesos aislados sino que intervienen ele-
Los actos ilocucionarios son aquellos que tienen una fuerza convencio- mentos paralingüísticos, contextl}ales y situa~ionales, sin los cuales las
nal, y a través de los cuales se puede informar, ordenar advertir, compro- letras, frases, palabras no adquirirían sentido.
meter, etcétera. ' ~
Los actos perlocucionarios son los actos que se producen o se logran al
decir algo. Pueden ser actos tales como convencer, persuadir, disuadir, e
incluso sorprender o confundir.
También es importante resaltar lo que Austin desarrolla en la confe-
rencia IX, pues en ella explica un poco más los actos perlocutivos y señala
que en la práctica es dificil distinguir entre alocuciones y perlocuciones.
No obstante, destaca el poder de los actos de habla y hace reflexionar acer-
ca de lo que puede provocar aquello que decimos, es decir de las conse-
cuencias.
Distingue tres maneras en-las que los actos ilocucionarios están uni-
dos a efectos:

l. Menciona que sólo se podrá decir que un acto ilocucionario es exi-


toso si se logra el efecto que el hablante inicialmente se planteó. Para ello
se identifican dos elementos sustanciales: la comprensión del significado y
la fuerza de la locución. En otras palabras, lo que se quiere decir (conoci-
miento del referente) y la intención con la que se dice. "Así realizar un acto
ilocucionario supone asegurar la aprehensión del mismo."
2. Cuando el acto cambia el estado normal de las cosas. Es decir, cuan-
do se dice ''bautizo", cambia la manera de referirse a esa persona o cosa
desde ese momento.
3. Cuando se provoca una respuesta del interlocutor. Esta puede ser
preguntar, distinguir, sostener, ordenar, prometer, sugerir, pedir, etc.

Otra idea esencial en este capítulo-es cuando Austin hace una diferen-
ciación entre el objeto perlocucionario (convencer, persuadir) y la secuela
perlocucionaria y dice que lo perlocucionario no sólo se obtiene mediante
una alocución. Existen elementos paralifígüísticos (tono, volumen de voz,
lenguaje corporal, gesticulación, etcétera, que intervienen para ello).
En resumen, podemos decir que este apartado, las conferencias VIII y
IX, resulta útil para que, además de identificar el tipo de acto de habla del
que se trata, se pueda estudiar a profundidad el poder de la lengua como

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CÓMO HACER COSAS CON PALABRAS.
PALABRAS Y ACCIONES
CONFERENCIA VIII*
J ohn L. Austin

1 embarcarnos en el programa de encontrar una lista de verbos

A realizativos explícitos, tuvimos la impresión de que no iba a ser


siempre fácil distinguir las expresiones realizativas de las consta-
tativas. Por lo tanto, nos pareció conveniente volver por un momento a
cuestiones fundamentales, esto es, a considerar desde la base en cuántos
sentidos puede entenderse que decir algo es hacer algo, o que al decir algo
hacemos algo e, incluso, que porque decimos algo hacemos algo. Comen-
zamos distinguiendo todo un grupo de sentidos de «hacer algo», todos los
cuales quedan incluidos en la afirmación obvia de que decir algo es, en
sentido normal y pleno, hacer algo. Esto incluye la emisión de ciertos rui-
dos, la de ciertas palabras en una determinada construcción y con un cier-
to "significadd' en la acepción filosófica preferida del término, esto es, con
una referencia y un sentido determinados.
Llamo al acto de «decir algo», en esta acepción plena y normal, realizar
un acto locucionario (locutionary act) y denomino al estudio de las expre-
siones, en esa medida y en esos respectos, estudio de las locuciones, o de
las unidades completas del discurso. Nuestro interés en el acto locuciona-
rio radica principalmente, por supuesto, en poner totalmente en claro en
qué consiste el mismo, para distinguirlo de otros actos de los que vamos a
ocuparnos de manera principal. Quiero añadir simplemente que si nos
propusiéramos examinar el tema en sí mismo sería sin duda necesario y
posible hacer un análisis mucho más fino. Este análisis reviste gran im-
portancia no sólo para los filósofos sino también, entre otros, para los gra-
máticos y los lingüistas.

* Tomado de Austin, John L., Cómo hacer cosas con palabras. Palabras Y acciones,
España, Paidós, 1971, pp. 141-166.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Hemos distinguido entre el acto fonético, el acto «fático» y el acto «ré- fue dicho de la siguiente manera: «Su cabello es rubio natural» (sonrisa
tico». El acto fonético consiste meramente en la emisión de ciertos ruidos. irónica).
El acto «fático» consiste en la emisión de ciertos términos o palabras, es Éste es el uso de «dijo» seguido o precedido de una expresión entre co-
decir ruidos de ciertos tipos, considerados como pertenecientes a un voca- millas que aparece en las novelas: toda expresión puede ser exactamente
bula;io, y en cuanto pertenecen a él, Y como adecuados a cierta gramática, reproducida entre comillas, o entre comillas precedida de «él dijo» o, más a
y en cuanto se adecuan a ella. El acto <<rético» consiste en realizar el acto menudo, seguida de «dijo ella», etcétera.
de usar esos términos con un cierto sentido y referencia, más o menos Pero,el acto «rético» es el que registramos, en el caso de aserciones, di-
definidos. Así, «X dijo 'el gato está sobre el felpudo'», registra un acto «fá- ciendo «El dijo que el gato estaba sobre el felpudo», «Dijo que se iría», <<dijo
tico», mientras que «X dijo que el gato estaba sobre el felpudo» registra _un que me tenía que ir» (sus palabras fueron «tienes que irte»). Éste es el lla-
acto «rético». Las siguientes parejas de expresiones ejemplifican ese tipo mado «discurso indirecto». Si el sentido o la referencia no han sido enten-
de contraste: didos con claridad, entonces toda la expresión, o parte de ella, tienen que
ir entre comillas. Así, podría decir «X dijo que fuera a ver al 'ministro' pero
«X dijo 'estaré en tu casa'(>, «X dijo que estaría en mi casa»; no dijo a qué ministro», o «dije que X se estaba comportando mal y él me
<<X dijo 'Vete'»; <<X dijo que me fuera»~ contestó que 'mientras más alto uno sube menos es'». Sin embargo, no
<<X dijo: '¿está ei:J. Oxford o en Cambridge?'>>; «X preguntó si estaba en siempre podemos usar «dijo que» con comodidad: si se ha usado el modo
Oxford o en Cambridge». imperativo diríamos «indicó», «aconsejó» o frases equivalentes. Compárese
«Dijo que» con «Presentó sus disculpas», «Dio las gracias», etcétera.
En relación con esto, y aunque ello nos lleva más allá de lo que nuestro Añadiré una cosa más a propósito del acto «rético». El sentido y la refe-
interés específico requiere, haré algunas observaciones generales dignas rencia (nombrar y referirse), son en sí actos accesorios realizados al rea-
de ser tenidas en cuenta: lizar el acto «rético». Así, podemos decir «Usé 'banco' con el significado
de ... », y también «Cuando dije_ 'éf me estaba refiriendo a ... » ¿Podemos rea-
l. Es obvio que para realizar un acto «fático» tengo que realizar un lizar un acto «rético» sin hacer referencia a algo o alguien o sin nombrarlo?
acto fonético, o, si se prefiere, al realizar uno estoy realizando el otro. (Esto En general parecería que la respuesta es negativa, pero hay casos descon-
no, significa, sin embargo, que los actos «fáticos» sean una subclase de los certantes. ¿Cuál es la referencia en el caso de «todos los triángulos tienen
fonéticos, esto es, que pertenezcan a la clase de estos últimos.) Pero la a~- tres lados?» En forma correspondiente, resulta claro que podemos realizar
mación conversa no es verdadera, porque, aunque un mono haga un rmdo un acto «fático» que no sea un acto «rético», aunque no a la inversa. Así,
que suene exactamente igual que la palabra «voy», eso no es un acto «fá- po-demos repetir las observaciones de otro, o mascullar alguna oración, o
tico». podemos leer una frase en latín sin conocer el significado de las palabras.
2. Es obvio que al definir el acto «fático» agrupamos dos cosas: el voca- Aquí no nos interesan mucho cuestiones como la de saber cuándo un
bulario y la gramática. Así, no hemos dado un nombre especial a la per- pheme o un rheme es el mismo, sea en el sentido del «tipo» o del «caso con-
sona que expresa, por eje~plo, «gato concienzudamente el ento?ces» o «los creto» (token), ni si hay uno o más phemes o rhemes, etc. Pero, por su-
inidosos tringles fragaron». Otro punto que se presenta, ademas del de la puesto, es importante recordar que el mismo pheme (ejemplo concreto del
gramática y el del vocabulario, es el de la enton~c_ión. . . . mismo tipo) puede ser usado en distintas ocasiones de expresión con un
3. El acto «fático», sin embargo, como el fonetico, es esencialmente lllll- sentido o referencia diferentes. Y ser así un rheme diferente. Cuando se
table, reproducible (incluso en su entonación, n:iuecas, gesticu~aciones, et- usan phemes distintos con el mismo sentido y referencia, podríamos ha-
cétera). Se puede imitar no solamente el, enuncia~o entre comillas «S~ ca- blar de actos "réticamente" equivalentes (en cierto sentido, el "mismo
bello es rubio natural», sino el hecho mas compleJo de que ese enunciado enunciado") pero no del mismo rheme o de los mismos actos "réticos" (que

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

son el mismo enunciado en otro sentido, que importa el uso de las mismas y, además, a los actos perlocucionarios que mencionaremos un poco más
palabras). adelante. Cuando realizamos un acto locucionario, usamos el habla; pero,
Elpheme es una unidad de lenguaje (language); su deficiencia típica es ¿en qué modo preciso la estamos usando en esta ocasión? Porque hay mu-
la de carecer de sentido. Pero el rheme es una unidad del habla (speech); chísimas funciones o maneras en que usamos el lenguaje, y constituye una
su deficiencia típica es ser vago o vacuo u oscuro, etc. gran diferencia para nuestro acto en algún sentido -sentido (B)-1 de qué
Pero aunque estas cuestiones tienen mucho interés, ellas no arrojan manera Y en qué sentido la estábamos «usando» en esta ocasión. Es muy
luz alguna sobre nuestro problema que consiste en distinguir, como cosas diferente que estemos aconsejando, o meramente sugiriendo, o realmente
opuestas, la expresión constatativa y la expresión realizativa. Por ejemplo, ordenando, o que estemos prometiendo en un sentido estricto o sólo anun-
podría ser perfectamente posible, con respecto a una expresión, suponga- ciando una vaga intención, etcétera. Estas cuestiones entran un poco, y no
¡
mos: «Está por atacar», que tuviéramos completamente en claro «qué esta- sin confusión, en el terreno de la gramática (ver anteriormente), pero cons-
mos diciendo» al emitirla, en todos los sentidos que acabamos de distin- tantemente las discutimos preguntando si ciertas palabras (una deter-
guir, y sin embargo que no tuviéramos en absoluto en claro si al emitir la minada locución) tenían la fuerza de una pregunta, o debían haber sido
expresión se estaba realizando o no el acto de advertir, o el que fuere. Pue- tomadas como una apreciación\ etc.
de ser perfectamente claro lo que quiere decir «Está por atacar» o «cierre Expresé que realizar un acto en este nuevo sentido era realizar un ac-
la puerta», pero puede faltar claridad acerca de si la expresión fue for- to "ilocucionario". Esto es, llevar a cabo un acto al decir algo, como cosa
mulada como un enunciado o una advertencia, etc. diferente de realizar el acto de decir algo. Me referiré a la doctrina de los
Podemos decir que realizar un acto locucionario es, en general, y eo distintos tipos de función del lenguaje que aquí nos ocupan, llamándola
ipso, realizar un acto ilócucionario (illocutionary act), como propongo de- doctrina de las "fuerzas ilocucionarias".
nominarlo. Para determinar qué acto ilocucionario estamos realizando, Puede decirse que durante demasiado tiempo los filósofos han desa-
tenemos que determinar de qué manera estamos usando la locución: tendido este estudio y tratado todos los problemas como problemas de "uso
(usage) locucionario". Puede decirse también que la "falacia descriptiva",
preguntando o respondiendo a una pregunta, mencionada en la conferencia I, surge comúnmente como consecuencia de
dando alguna información, o dando seguridad, o formulando confundir un problema del primer tipo con uno del segundo. Es cierto que
estamos librándonos de esa confusión; desde hace algunos años venimos
una advertencia, advirtiendo cada vez con mayoP claridad que la ocasión en que una expre-
anunciando un veredicto o un propósito, sión se emite tiene gran importancia, y que las palabras usadas tienen que
ser "explicadas", en alguna medida, por el "contexto" dentro del cual se
dictando sentencia intenta usarlas o fueron realmente usadas en un intercambio lingüístico.
concertando una entrevista, o haciendo una exhortación o Sin embargo quizá, todavía, nos sentimos demasiado inclinados a explicar
estas cosas en términos del "significado de las palabras". Es cierto que
una crítica,
también podemos hablar de "significado" para referirnos a la fuerza ilocu-
haciendo una identificación o una descripción, cionaria: "sus palabras tuvieron el significado de una orden'', etc. Pero
deseo distinguir fuerza y significado, entendiendo por este último sentido
y muchos otros semejantes. (No estoy sugiriendo, en modo alguno, que y referencia, tal como ha llegado a ser esencial distinguir sentido y refe-
ésta sea una clase claramente definida.) No hay nada misterioso aquí rencia dentro del significado.
acerca de nuestro eo ipso. La dificultad radica más bien en el número de Además, aquí tenemos un ejemplo de los diferentes usos de la expre-
sentidos distintos de una expresión tan vaga como «de qué manera esta-
mos usando» la locución. Esto se puede referir también al acto locucionario 1
Véase infra, pp. 148-149.
1 !
'1

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

sión «usos del lenguaje», o «uso de una oración», etc. «Uso» es una palabra Hizo (consiguió) que se lo diera a ella
demasiado amplia, incurablemente ambigua, tal como lo es la palabra Ejemplo 2:
«significado», que muchos no toman hoy con seriedad. Pero «uso», su
reemplazante, no está en una posición mucho mejor. Podemos poner total- Acto (A) o Locución
mente en claro cuál ha sido el <<USO de una oración» en una ocasión parti- Me dijo: "No puedes hacer eso"
cular, en el sentido de acto locucionario, sin tocar siquiera el problema de
su uso en el sentido de acto ilocucionario. Acto (B) o Ilocución
Antes de seguir afinando esta noción del acto ilocucionario, contraste- Él protestó porque me proponía hacer eso
mos el acto locucionario y el acto ilocucionario, por un lado, con un tercer
tipo de acto, por otro. Acto (C.a.) o Perlocución
Hay un tercer sentido (C), según el cual realizar un acto locucionario, Él me contuvo
y, con él, un acto ilocucionario, puede ser también realizar un acto de otro Él Íne refrenó
tipo. Bastante a menudo, e incluso normalmente, decir algo producirá
ciertas consecuencias o efectos sobre los sentimientos, pensamientos o Acto (C.b.)
acciones del auditorio, o de quien emite la expresión, o de- otras personas. Él me vobáó a la realidad
Y es posible que al decir algo lo hagamos con el propósito, intención o Él me fastidió
designio de producir tales efectos. Podemos decir entonces, pensando en
esto, que quien emite la expresión ha realizado un acto que puede ser des- De modo similar podemos distinguir el acto locucionario «Dijo que ... »,
cripto haciendo referencia meramente oblicua (C.a), o bien no haciendo el acto ilocucionario «Sostuvo que ... », y el acto perlocucionario «Me con-
referencia alguna (C.b), a la realización del acto locucionario o ilocucio- venció de que ... ».
nario. Llamaremos a la realización de un acto de este tipo la realización de Veremos que los efectos o consecuencias de las perlocuciones son real-
un acto perlocucionario o perlocución. Por ahora no definiremos esta idea mente consecuencias, que no incluyen efectos convencionales tales como,
con más cuidado -por cierto que lo necesita- sino que nos limitaremos a por ejemplo, el hecho de que el que emite la expresión queda comprome-
dar ejemplos: tido por su promesa (esto corresponde al acto ilocucionario). Quizá sea
menester hacer algunas distinciones, puesto que claramente existe una
Ejemplo 1: diferencia entre lo que consideramos la producción Feal de efectos reales y
lo que consideramos como meras consecuencias convencionales. Volvere-
Acto (A) o Locución mos sobre el particular más adelante.
Él me dijo "déselo a ella", queriendo decir con "déseld', déselo, y Hemos distinguido;pues, en forma gruesa, tres tipos de actos: el locu-
refirié:El.dose con "ella" a ella. cionario, el ilocucionario y el perlocucionario. 2 Agreguemos alguQ.as obser-
vaciones generales sobre estas tres clases, sin precisar demasiado, por
Acto (B) o Ilocución ahora, la distinción entre ellas. Las tres primeras observaciones se referi-
Me aconsejó (ordenó, instó a) que se lo diera a ella rán nuevamente a la expresión «el uso del lenguaje».

Acto (C.a.) o Perlocución


Me persuadió que se lo diera a ella 2
[Aquí se lee en el manuscrito una nota escrita en 1958, que dice: "(l) Todo esto no
está clar;o (2) y en todos los sentidos relevantes (A) y (B) como cosas distintas a (C), ¿todas
Acto (C.b.) las expresiones no serán realizativas?"] J.O.U.
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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

l. En estas conferencias nuestro interés consiste esencialmente en nos intuitivamente, en ninguna de estas clases que hemos delimitado en
aprehender el acto ilocucionario y en contrastarlo con los otros dos. Hay forma aproximada, o también que parezca quedar vagamente incluida en
una tendencia constante en filosofía a pasar por alto este tipo de acto más de una. Pero, de todas maneras, no vemos aquí desde un principio
asimilándolo a alguno de aquellos otros dos. Sin embargo es distinto de que las cosas estén tan alejadas de nuestros tres tipos de actos como lo
ambos. Hemos visto ya cómo las expresiones «significado» y «uso de una está el bromear o el escribir poesía.
oración» pueden hacer borrosa la diferencia entre los actos locucionarios e Por ejemplo, insinuar, como cuando insinúo algo al emitir una expre-
ilocucionarios. Adveitimos ahora que hablar del «uso» del lenguaje puede, sión o porque emito una expresión. Esto parece suponer alguna conven-
de igual modo, hacer borrosa la distinción entre el acto ilocucionario y el ción, tal como ocurre con los actos ilocucionarios, pero no podemos decir
perlocucionario. Por ello los distinguiremos con más cuidado dentro de un «Yo insinúo ... »,* pues el insinuar, al igual que el dar a entender, parece
momento. Hablar del «uso del 'lenguaje' para prometer o advertir», parece ser el efecto de cierta habilidad, más que un mero acto. Otro ejemplo es el
exactamente igual a hablar del <<USO del 'lenguaje' para persuadir, excitar, de demostrar o exteriorizar emociones. Podemos exteriorizar emoción al
alarmar, etc.» Sin embargo, el primer tipo de «uso», puede, para decirlo sin emitir una expresión o porque la emitimos, como cuando insultamos; pero
mayor precisión, ser considerado convencional, en el sentido de que por lo tampoco hay aquí cabida para fórmulas realizativas ni para los restantes
menos es posible explicarlo mediante la fórmula realizativa, cosa que no recursos de los actos ilocucionarios. Podemos decir que en muchos casos
ocurre con el último. Así, podemos decir «Te prometo que» o «Te advierto usamos el insultar para dar rienda suelta a nuestros sentimientos. Debe-
que», pero no podemos decir «Te persuado que» o «'l'e alarmo que». Ade- mos advertir que el acto ilocucionario es un acto convencional; un acto
más, podemos poner totalmente en claro si alguien estaba o no recomen- hecho de conformidad con una convención.
dando algo sin tocar la cuestión de si estaba o no persuadiendo a su in- 4. Puesto que los actos de los tres tipos consisten en la realización de
terlocutor. acciones, es necesario que tomemos en cuenta los males que pueden afec-
2. Para dar un paso más, aclaremos que la expresión «uso del lengua- tar a toda acción. Tenemos que estar siempre preparados para distinguir
je» puede abarcar otras cuestiones además de los actos ilocucionarios y entre «el acto de hacer »>, esto es, de lograr x, y "el acto de intentar hacer
perlocucionarios. Por ejemplo, podemos hablar del «uso del lenguaje» para x'. Por ejemplo, tenemos que distinguir entre prevenir e intentar preve-
algo, por ejemplo, para bromear. Y podemos usar «al» de una manera que nir. Aquí cabe esperar infortunios.
difiere en mucho del «al» ilocucionario, como cuando afirmamos que «al de-
cir 'p' yo estaba bromeando», o «representando un papel» o «escribiendo Los próximos tres puntos se. presentan principalmente porque nues-
poesía». O podemos hablar de un «uso poético del lenguaje» como cosa dis- tros actos son actos.
tinta del «uso del lenguaje en poesía». Estas referencias al «uso del len-
guaje» nada tienen que ver con el ~~to ilocucionario. Por ejemplo, si digo 5. Puesto que nuestros actos son actos, siempre tenemos que recordar
«Ve a ver si llueve», puede ser perfectamente claro el significado de mi ex- la distinción entre producir consecuencias o efectos queridos o no queridos.
presión y también su fuerza, pero pueden caber dudas muy serias acerca Debemos tener presente, en conexión con esto, 1) que aunque el que usa
de estos otros tipos de cosas que puedo estar haciendo. Hay usos «pará- una expresión se proponga alcanzar con ella un cierto efecto, éste puede
sitos» del lenguaje, que no son «en serio», o no constituyen su «uso normal no ocurrir, 11) que aunque no quiera producirlo o quiera no producirlo, el
pleno». Pueden estar suspendidas las condiciones normales de referencia, efecto puede sin embargo ocurrir. Para hacernos cargo de la complicación
o puede estar ausente todo intento de llevar a cabo un acto perlocucionario 1) invocamos, como ya lo hemos hecho, la distinción entre intento y logro;
típico, todo intento de obtener que mi interlocutor haga algo. Así, Walt
Whitman no incita realmente al águila de la libertad a remontar vuelo. * Aquí "insinuar" no está usada en el sentido -quizás "incorrecto"- de "hacer tímida-
mente una proposición", sino en el sentido del diccionario: "Dar a entender una cosa no ha-
3. Además, puede haber cosas que "hacemos" en alguna conexión con ciendo más que indicarla o apuntarla ligeramente". Es en este sentido que no podemos decir
el decir algo, sin que la situación quede exactamente incluida, por lo me- "Yo insinúo ... " (N. del T.).

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

para hacernos cargo de la complicación II) invocamos los recursos lingüís- entre nuestros tres tipos de actos, y de las expresiones «al hacer x estoy
ticos normales para rechazar nuestra responsabilidad (por ejemplo, me- haciendo y», y «Por(que) hago x estoy haciendo y». Nos guiará el propósito
diante formas adverbiales como sin intención, y análogas), disponibles de obtener mayor claridad respecto de las tres clases y de los casos que son
para uso personal en todos los casos de realización de acciones. o no son miembros de ellas. Veremos que tal como el acto locucionario, pa-
6. Además, debemos admitir, por supuesto, que nuestros actos, en ra ser completo, abarca la realización de muchas cosas a la vez, así puede
cuanto tales, pueden ser cosas que en realidad no hemos hecho, en el sen- ocurrir con los actos ilocucionarios y perlocucionarios.
tido de que las hemos realizado por la fuerza o de alguna otra manera ca-
racterística. En el punto 2) hemos aludido a otros casos en los que pode-
mos no haber hecho plenamente la acción.
CONFERENCIA IX*
7. Por último, tenemos que hacernos cargo de una objeción acerca de
nuestros actos ilocucionarios y perlocucionarios -a saber, que la noción
de acto no es clara- mediante una doctrina general de las acciones. Tene- Cuando sugerimos embarcarnos en la tarea de hacer una lista de verbos
mos la idea de que un «acto» es una cosa fisica determinada, que se dis- realizativos explícitos, hallamos ciertas dificultades para determinar si
tingue tanto de las convenciones como de las consecuencias. Sin embargo, una expresión es o no realizativa, o, en todo caso, si es puramente realiza-
tiva. Pareció conveniente, por ello, volver a cuestiones fundamentales y
a) El acto ilocucionario, y aun el acto locucionario, suponen convencio- considerar en cuántos sentidos puede afirmarse que decir algo es hacer
nes. Consideremos el caso de rendir pleitesía. Algo constituye un acto de algo, o que al decir algo hacemos algo, o aún porque decimos algo hacemos
pleitesía porque es convencional, y, sólo se lleva a cabo así porque es con- algo.
vencional. Compárese la distinción entre dar un puntapié a una pared y En primer lugar distinguimos un grupo de cosas que hacemos al decir
lanzar una falta en el fútbol; algo. Las agrupamos expresando que realizamos un acto locucionario, acto
b) el acto perlocucionario puede incluir lo que en cierto modo son con- que en forma aproximada equivale a expresar cierta oración con un cierto
secuencias, como cuando decimos «porque hice x hice y» (en el sentido de sentido y referencia, lo que a su vez es aproximadamente equivalente al
que como consecuencia de hacer x hice y). Siempre introducimos aquí un «significado» en el sentido tradicional. En segundo lugar, dijimos que tam-
tramo mayor o menor de «consecuencias», algunas de las cuales pueden bién realizamos actos ilocucionarios, tales como informar, ordenar, adver-
ser «no intencionales». La expresión «un acto» no es usada, en modo algu- tir, comprometernos, etc., esto es, actos que tienen una cierta fuerza (con-
no, para aludir únicamente al acto fisico mínimo. El hecho de que pode- vencional). En tercer lugar, también realizamos actos perlocucionarios; los
mos incluir en el acto mismo un tramo indefinidamente largo de lo que que producimos o logramos porque decimos algo, tales como convencer,
podría también llamarse «consecuencias» de él es, o debiera ser, un lugar persuadir, disuadir, e incluso, digamos, sorprender o confundir. Aquí tene-
común fundamental de la teoría de nuestro lenguaje acerca de toda· «ac- mos tres sentidos o dimensiones diferentes, si no más, a.e la expresión el
ción» en general. Así, si se nos pregunta, «¿qué es lo que hizo él?», podría- «uso de una oración» o «el uso del lenguaje» (y, por cierto, también hay
mos contestar cualquiera de estas cosas: «Mató un burro», o «disparó un otras). Estas tres clases de «acciones» están sujetas, por supuesto simple-
arma de fuego», o «apretó el gatillo», o «movió el dedo que estaba en el gati- mente en cuanto tales, a las usuales dificultades y reservas que consisten
llo», y todas pueden ser correctas. Si en tales casos mencionamos tanto un en distinguir entre el intento y el acto consumado, entre el acto intencio-
acto B (alocución) como un acto C (perlocución), diremos que "por (que) hi- nal y el acto no intencional, y cosas semejantes. Dijimos entonces que ten-
zo B hizo e" y no «al hacer B .. -». Ésta es la razón para llamar a e un acto dríamos que considerar estas tres clases de actos con mayor detalle.
perlocucionario como cosa distinta de un acto ilocucionario. Debemos distinguir el acto ilocµcionario del perlocucionario. Por ejem-
plo, tenemos que distinguir «al decir tal cosa lo estaba previniendo» de
En la próxima conferencia volveremos a ocuparnos de la distinción «Porque dije tal cosa lo convencí, o lo sorprendí o lo contuve».

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

La necesidad de distinguir "consecuencias" rimos pensar que podemos, por etapas sucesivas, considerar como si fue-
ran realmente meras consecuencias de «nuestro acto» mismo, 6 tramos cada
La que parece crear más dificultades es la distinción entre alocuciones y vez mayores de lo que inicial y ordinariamente queda o podría quedar
perlocuciones; de ella nos ocuparemos ahora y sólo tocaremos al pasar la comprendido por la denominación de aquél.
distinción entre alocuciones y locuciones. Es cierto que el sentido perlocu- Y podemos proceder así, por muy próximas que estén tales «conse-
cionario de «hacer una acción» de algún modo tiene que ser excluido como cuencias» a nuestra acción efectiva, en el sentido físico mínimo supuesto, y
irrelevante para preservar el sentido de que una expresión es un realiza- por natural que, por ello, resulte anticiparlas. Nuestro acto fisico mínimo
tivo si al emitirla «hacemos una accióm>. Tenemos que excluir aquel sen- resultará ser entonces un movimiento o movimientos de partes de nuestro
tido por lo menos para que el realizativo sea distinto del constatativo. Por- cuerpo (por ejemplo, mover el dedo, que produjo el movimiento del gatillo,
que resulta claro que todos los actos perlocucionarirn~, o casi todos, son sus- que produjo ... , que produjo la muerte del burro). Mucho se puede decir,
ceptibles de presentarse, en circunstancias suficientemente especiales, al por supuesto, acerca de este tema, pero no es necesario que nos ocupemos
emitir cualquier expresión, con o sin el propósito de producir los efectos aquí de ello. Por lo menos en el caso de los actos que consisten en decir
que hemos llamado perlocucionarios. Puede presentarse, en particular, al algo:
emitir una expresión constatativa pura (si es que existe tal cosa). Es posi-
ble, por ejemplo, que alguien me disuada (C.b) 3 de hacer algo, simplemente l. El vocabulario nos presta un auxilio que generalmente no recibimos
porque me da una información, quizá sin malicia pero en la ocasión opor- de él en el caso de las acciones «fisicas». Porque cuando se trata de éstas es
tuna, acerca de las consecuencias del acto que tengo proyectado. Y esto se natural que casi nunca designemos a la acción con palabras que aludan a
aplica incluso a C.a 4 porque alguien puede convencerme (C.a) de que una lo que aquí llamamos el acto fisico mínimo. Lo hacemos con palabras que
mujer es adúltera preguntándole si no era su pañuelo el que estaba en el abarcan un campo más o menos extenso, pero indefinido, de lo que podría-
dormitorio de X, 5 o afirmando que era su pañuelo. mos denominar sus consecuencias naturales (o, viéndolo desde otro án-
Tenemos, p·ues, que trazar una línea ~ntre la acción que hacemos (en gulo, con términos que abarcan la intención que presidió el acto).
este caso una alocución) y sus consecuencias. En general, si la acción no No solamente no usamos la noción de acto fisico mínimo (que, en todo
consiste en decir algo sino que es una acción «fisica>> no convencional, ésta caso, es dudosa), sino que, al parecer, no tenemos designaciones de ningu-
es una cuestión complicada. Tal como hemos visto, podemos, o quizá prefe- na clase que distingan entre actos fisicos y consecuencias. Cuando se trata
de los actos que consisten en decir algo, en cambio, el vocabulario de los
nombres para los actos B parece expresamente diseñado en la gran mayo-
:i Para entender estas referencias, véanse pp. 66-67.

"ldem. ría de los casos para marcar una ruptura, en cierto punto regular, entre el
5
Que el hecho de dar una información lisa y llana casi siempre produce consecuencias acto (nuestro decir algo) y sus consecuencias (que por lo común no son de-
o efectos sobre la acii.(m, no es más sorprendente que el hecho inverso. A saber, que la rea- cir algo). 7
lización de una acción cualquiera (incluso la expresión de un realizativo) tiene por lo común
como consecuencia hacernos, y hacer a otros, conscientes de los hechos. Hacer un acto cual-
quiera de manera perceptibl~;.descriptible, también es darnos a nosotros y generalmente a G No me ocuparé aquí de examinar hasta dónde pueden extenderse las consecuencias.

otros la oportunidad: a) de salSer que lo hicimos, y, además, b) de conocer muchos otros he- Los errores usuales sobre este tema son tratados, por ejemplo, en los Principia Ethica de
chos acerca de nuestros motivos, nuestro carácter, o lo que sea, que pueden ser inferidos del Moore.
7
hecho de que hicimos ese acto. Si lanzo un tomate a otro en una reunión política (o grito Adviértase que si suponemos que cuando digo «mover el dedo» el acto físico mínimo es
«Protesto» si otro lo hace -suponiendo que eso sea realizar una acción-), ello tendrá pro· el movimiento del cuerpo, el hecho de que el objeto movido es parte de mi cuerpo introduce
bablemente como consecuencia que los demás adviertan que tengo ciertas convicciones en efecto un nuevo sentido de «moví». Así, puedo ser capaz de mover las orejas como hacen
políticas. Pero esto no hará qué el acto de lanzar el tomate o de gritar sean verdaderos o los chicos, o tomándolas entre el pulgar y el índice, o mover el pie del modo ordinario, o bien
falsos (aunque ellos puedan ser equívocos, y aún serlo deliberadamente). Por lo mismo, la con ayuda de las manos, como cuando se me ha "dormido". El uso ordinario de «mover» en
producción de cualquier número de efectos o consecuencias no impedirá que una expresión ejemplos tales como «moví el dedo» es último. No debemos seguir buscando tras él para lle-
constatativa sea verdadera o falsa. gar a «contraje los músculos» y cosas semejantes.

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ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO
MARÍA SUSAN~. GONZÁLEZ REYNA

impedir que tracemos una línea para nuestros fines presentes


2. Además, parece que recibiéramos alguna ayuda de la natural
. 1d 1 eza pa.f~e necesitamos hacer tal distinción, esto es, donde el acto ilocucionario
esp~cia e . os acto~ qu_e consisten en decir algo, como cosa opuesta a las
doI1 e pleta y comienzan todas sus consecuencias. Y además II), lo que es
acc~~nes ~sicas, o:r--dmanas. En el caso de estas últimas ocurre que aun la se coin inás importante, tenemos que evitar · 1a i'dea, que mas ' arn'b a h emos
acc10n física ffillllma,. que
. estamos tratando de separar de sus consecue n _ mue h o
. ido pero no expresado, de que el acto ilocuc10nano
. . es una consecuen-
cias, por ser un movmnen1? c~rporal está in pari materia8 con muchas, al
s~gedr 1 acto locucionario, y también la idea de que lo que introduce la ter-
menos, de su~ consecuencias mmediatas y naturales. Cualesquiera que cia. ología
por el contrario, sean las consecuencias inmediatas y naturales de un a ~
e ·
de las alocuc10ne~ .e
es una re1erencia uuici~na l a a lg~nas, de 1as
· _,.J • •
1
inin cuencias de las locuciones.12 Esto es, que decir, «X me msto a>> es
que consiste en decir algo, , ellas . no son normalmente otros actos de deccrr
· conse ' que e1 decrr · 1as tuvo cie· rt as
· que X dijo ciertas palabras y, ademas,
algo, ya sea en forma mas particular por quien emitió la expresión, o in- decir .e b , · ' d ·1
cluso por otro. 9 De modo que tenemos aquí una especie de ruptura natural consecuencias; por ejem., un e1ecto so re mi, ~' qmzas, que ese ecrr: as
de la cadena, lo que no ocurre en el caso de las acciones físicas fenómen llevaba el p~opósito de .qu~ l.as palabras tuvi~ran esas ~onsecu~ncias.
. 1 ' o ue tuvieramos que msistrr, por alguna razon y en algun sentido, en
que se vmcu a con la clase especial de nombres de las alocuciones. unq
Adesandar ., h 1 .e , . ( )
nuestro camino» desde la alocuc10n asta e acto 1onetico A.a ,
Pero a esta altura cabe preguntar si las consecuencias que introduc·-
. 1 , i « deberíamos regresar hasta la acción física mínima por la vía de la
mos c.on 1a termmo ogia de las perlocuciones no son en realidad conse- nodena de sus consecuencias, de la manera en que supuestamente lo hace-
cuencias. de los actos (A), e~to es, de las locuciones. Cabe preguntar si, en
:os partiendo de la muerte del burro hasta llegar al movimie.ntq d~l dedo
nuestro mtento de separar «todas» las consecuencias, no debemos conti-
n el gatillo. La emisión de sonidos puede ser una consecuencia (física) del
nuar n1:1estro regreso y dejar atrás la alocución hasta llegar a la locución, y
:ovimiento de los órganos vocales, de la expulsión de aire, etcétera, pero
en r~alidad, hasta llegar al acto (A.a), esto es, a la emisión de ruidos, que
la emisión de una palabra no es una consecuencia, física o de otro tipo, de
con~iste en un m?vimi~nto ~sico. 10 Hemos admitido, por cierto, que para
la emisión de un ruido. Tampoco la emisión de palabras con un cierto sig-
realizar un acto ilocuc10nar10 es menester realizar un acto locucionario·
nificado es una consecuencia, física o de otro tipo, de la emisión de pala-
por. eje~plo, que agradecer es necesariamente decir ciertas palabras. y bras. En lo que a esto concierne, ni siquiera los actos «fáticos» (A.b) y
d~crr cierta~ ~alabras es necesariamente, por lo menos en parte, hacer
«réticos» (A.e) son consecuencias, mucho menos consecuencias físicas, de
ciertos movimientos, de dificil descripción, con los órganos vocales.U De tal
los actos fonéticos (A.a). Lo que introducimos mediante el uso de la termi-
modo, el divorcio entre las acciones "físicas" y los actos de decir algo no es
nología de la alocución no es una referencia a las consecuencias de la locu-
d~l todo completo: exi~te entre unas y otros alguna vinculación. Pero I) si
ción (por lo menos en ningún sentido ordinario de «consecuencias»), sino
bien esto puede ser rmportante en algunas conexiones y contextos, no
una referencia a las convenciones de la fuerza ilocucionaria en cuanto
gravitan sobre las circunstancias especiales de la ocasión en que la
". Este in parí materia podría ser equívoco. No quiero decir, como señalé en la nota
anter10r, que m1 ,'.'.mover el dedo» sea.' metafísicamente, análogo al «movimiento del gatillo» expresión es emitida. Pronto nos ocuparemos de los sentidos en que la
que es su co~sec~ncm, o al «~~v1m1ento del .gatillo por mi dedo». Pero «el movimiento del realización consumada o satisfactoria de un acto ilocucionario produce
dedo que esta en;el gatillo» esta in pan materia con «el movimiento del gatillo». 13
realmente «consecuencias» o «efectos» en ciertos sentidos.
.º bien podemos. expresar la cuestión de otra manera más importante diciendo que el
sentido en el que dec1: alg\t!froduce efectos sobre otras personas, o ca.usa algo, es un sentido
fo;1dament~lmente d1stmt'a' de «causa» que el que se emplea en la causación tísica por pre-
12 Sin embargo véase infra.
1" Todavía podemos sentirnos tentados a atribuir cierta primacía a la locución respecto
swn, etc Ti~ne. que operar a través de las convenciones del lenguaje y es ~na cuestión de de la alocución, al ver que, dado cierto acto rético individual (A.e), pueden caber dudas_ aún
mfluencia eJerc1da por una persona sobre otra. Este es probablemente el sentido original de
«causa». acerca de cómo debe describírse en la terminología de las ilocuciones. ¿Por qué después de
9 todo rotulamos A a uno y B al otro? Podemos estar de acuerdo acerca de cuáles fueron las
Véase infra.
10 palabras efectivamente emitidas, y también acerca de cuáles fueron los sentidos en que se
¿Es así? Ya he~os s;~alado que la "producción de ruidos" es en sí realmente una con- usaron y cuáles las realidades a que se hizo referencia con ellas y, sin embargo, no estar
secuencia del acto físico mm1mo de mover los órganos vocales.
todavía de acuerdo sobre si, en las circunstancias dadas, esas palabras importaron una
u Por razones de simplicidad nos limitamos a las expresiones orales.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Hasta aquí he sostenido, pues, que alimentamos esperanzas de aislar 3. Hemos dicho que muchos actos ilocucionarios reclaman, por virtud
el acto ilocucionario del perlocucionario, en cuanto este último produce d na convención, una respuesta o secuela, que puede tener una o dos di-
,\¡:
consecuencias, y en cuanto el primero no es en sí una «consecuencia» del e uiones. De ese modo podemos distinguir, por un lado, sostener, ordenar,
acto locucionario. Ahora, sin embargo, debo señalar que el acto ilocuciona. . y pe d'rr, y, por otro, ofrecer, preguntar a otro s1. desea
recemeter, sugerir
rio como cosa distinta del perlocucionario, está conectado con la produc- ~o y preguntar «¿Sí o no?» Si tiene lugar la respuesta o la secuela, ello
ción de efectos en ciertos sentidos: g~iere un segundo acto de parte del que protagonizó el primero o de una
reqcera persona. Y es un lugar común del lenguaje en que se expresan con-
l. A menos que se obtenga cierto efecto, el acto ilocucionario no se ~:~uencias que esto no puede quedar incluido en el tramo inicial de la
habrá realizado en forma feliz o satisfactoria. Hay que distinguir entre es- acción.
to y la afirmación de que el acto ilocucionario consiste en lograr cierto efec-
to. No se puede decir que he advertido a mi auditorio, salvo que éste oiga Sin embargo, en general siempre podemos decir «Le hice hacer .x,>.
lo que digo y lo tome con cierto sentido. Tiene que lograrse un efecto sobre Esto presenta el acto como atribuido a mí y, si es el caso que para reali-
el auditorio para que el acto ilocucionario se lleve a cabo. ¿Cómo podemos arlo se emplean o pueden emplearse palabras, es un acto perlocucionario.
expresar esto? ¿Y cómo podemos limitarlo? En general el efecto equivale a ~sí tenemos que distinguir entre «Le ordené y me obedeció» y «Le hice
provocar la comprensión del significado y de la fuerza de la locución. Así, obe,decerme». La implicación general de la última expresión es que se uti-
realizar un acto ilocucionario supone asegurar la aprehensión del mismo. lizaron otros medios adicionales para producir esta consecuencia como
2. El acto ilocucionario «tiene efecto» de ciertas maneras, como cosa atribuible a mí, medios tales como recursos persuasivos e, incluso a me-
distinta de producir consecuencias en el sentido de provocar estados de co- nudo, el uso de una influencia personal equivalente a la fuerza. Hasta
sas en el modo «normal>>, esto es, cambios en el curso natural de los suce- suele darse un acto ilocucionario distinto del mero ordenar, como cuando
sos. Así, «Bautizo a este barco Queen Elizabeth» tiene el efecto de bautizar digo <(1\1 afirmar x hice que él lo hiciera».
o dar un nombre al buque; después de ello ciertos actos subsiguientes, tal De tal modo que aquí hay tres maneras en las que los actos ilocucio-
como referirse a él llamándolo el Generalísimo Stalin, están fuera de lu- narios están unidos a efectos. Las tres son distintas del producir efectos
gar. que es característico del acto perlocucionario.
Tenemos que distinguir las acciones que poseen un objeto perlocucio-
nario (convencer, persuadir) de aquellas que sólo producen una secuela
orden, o una amenaza o un consejo o una advertencia. Sin embargo, después de todo, hay
igualmente una amplia posibilidad de discordancia en los casos individuales respecto de
perlocucionaria. Así, podemos decir «traté de prevenirlo pero sólo conseguí
cómo debe ser descrito el acto rético (A.e) en la terminología de las locuciones. (¿Qué quiso alarmarlo». Lo que constituye el objeto ·perlocucionario de una alocución
decir o significó el que emitió la expresión? ¿A qué persona, tiempo, etcétera, se refería puede ser la secuela de otra. Por ejemplo, el objeto perlocucionario de ad-
realmente?) Y, ~n verdad, a menudo podemos estar de acuerdo en que el acto fue sin duda; vertir, esto es, poner a alguien en estado de alerta, puede ser la secuela de
por ejemplo, u"ltti, orden, y sin embargo podemos no saber con certeza qué fue lo que se or-
denó (locución)'. Es plausible suponer que el acto no es menos «susceptible» de ser descrito un acto perlocucionario que alarma a alguien. A su vez, que alguien se
como_ un ti_Po más ~ meno~ defini~o. de alocución, que lo que e~ _de ser descrito como un_ acto sienta disuadido puede ser la secuela de una alocución, en lugar de ser el
locucwnano (A) mas o ~hos defm1do. Pueden presentarse dificultades sobre convenc10nes objeto de decir «No hagas eso». Algunos actos perlocucionarios siempre tie-
e intenciones al decidir sobre la descripción correcta tanto de una locución como de una alo- nen secuelas más que objetos, a saber aquellos actos que carecen de fór-
cución. La ambigüedad de significado o de referencia, deliberada o no, es quizá tan común
como el fallo, deliberado o no, de poner en claro «cómo deben ser tomadas nuestras pala- mula ilocucionaria. As, puedo sorprender, o turbar o humillar a otro me-
bras» (en sentido ilocucionario). Además, todo el aparato de los «realizativos explícitos» diante una locución, aunque no existen las fórmulas ilocucionarias «Te
(véase supra) sirve para obviar desacuerdos respecto de la descripción de actos ilocuciona- sorprendo diciendo ... », «Te turbo diciendo ... », «Te humillo diciendo ... ».
rios. Es mucho más dificil, de hecho, obviar desacuerdos respecto de la descripción de los ac-
tos locucionarios. Cada uno de estos tipos de actos, empero, es convencional y está expuesto
Es característico de los actos perlocucionarios que la respuesta o la
a que sea menester que un juez lo «interprete». secuela que se obtienen pueden ser logradas adicionalmente, o en forma

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

completa, por medios no-locucionarios. Así, se puede intimidar a alguien


agitando un palo o apuntándole con un arma de fuego. Incluso en los casos
de convencer, persuadir, hacerse obedecer, y hacerse creer, la respuesta
puede ser obtenida de manera no verbal. Sin embargo esto solo no basta
para distinguir los actos ilocucionarios, dado que podemos, por ejemplo,
advertir u ordenar o designar o dar o protestar o pedir disculpas por me- RESEÑA DIDÁCTICA
dios no verbales y aquéllos son actos ilocucionarios. Así, podemos hacer Actos de habla. Ensayo de filosofia del lenguaje.
ciertas gesticulaciones o arrojar un tomate como modo de protestar. Expresiones, significado y actos de habla
Más importante es el problema de saber si los actos perlocucionarios
siempre pueden obtener su respuesta o secuela por medios no convencio-
nales. Sin duda que podemos lograr algunas secuelas de actos perlocucio-
John Rogers Searle
narios por medios enteramente no convencionales, esto es, mediante actos Filósofo del lenguaje estadounidense (1932- ). Discípulo de John L. Austin. Miembro
que no son en modo alguno convencionales, o no lo son a esos fines. Así, de la Academia Europea de Ciencias y Artes. Dentro de la pragmática, Searle continúa
puedo persuadir a otro moviendo suavemente un garrote o mencionando con el estudio de los actos de habla señalados por Austin Entre sus publicaciones
destaca Actos de habla y La construcción de la realidad social.
con dulzura que sus ancianos padres están todavía en el Tercer Reich. Ha-
blando en forma estricta, no puede haber un acto ilocucionario a menos
que los medios empleados sean convencionales, y por ello los medios para
alcanzar los fines de un acto de ese tipo en forma no verbal tienen que ser ohn Searle, discípulo de John L. Austin también se ocupa de estu-
convencionales. Pero es dificil decir dónde comienza y dónde termina la
convención; así, puedo prevenir a alguien agitando un palo o puedo obse-
quiarle algo simplemente entregándoselo. Pero si lo prevengo agitando un
palo, entonces el agitar el palo es una prevención: el otro tendría que saber
J diar los actos de habla. Basado en lo dicho por su maestro, completa
su caracterización de dichos actos de habla con respecto a las con-
ductas que encierran y que provocan en los interlocutores.
Para esta Antología, se seleccionaron dos capítulos, en los cuales se de-
muy bien qué es lo que intenté hacer, porque el acto podría parecer un sarrollan los conceptos centrales de la relación actos de habla y procesos
inequívoco gesto de amenaza. Surgen dificultades similares acerca del ac- discursivos. En este sentido, Searle se ocupa en el capítulo II de lo que él
to de dar consentimiento tácito a algún acuerdo, o de prometer tácita- llama: "Expresiones, significado y actos de habla", a los cuales define como
mente, o de votar levantando la mano. Pero queda en pie el hecho de que la unidad lingüística de expresión sujeta a normas. Dice el autor:"[ ... ] ha-
muchos actos ilocucionarios no pueden ser realizados salvo diciendo algo. blar de un lenguaje es participar en una forma de conducta gobernada por
Esto vale para los actos de enunciar, informar (como cosa distinta de mos- reglas. Dicho más brevemente: hablar consiste en realizar actos conforme
trar), sostener, .f2rmular una apreciación, una estimación, y juzgar (en a las reglas". 1
sentido jurídico):\Tale para la mayor parte de los judicativos y expositivos Searle aclara en este capítulo que los actos pueden ser de distinto tipo,
como cosa distinta de los ~jercitativos y compromisorios. 14 de acuerdo al contexto y a la situación en la que se producen. Es decir, se-
~-l' gún el autor, que el enunciado puede ser, aparentemente, el_ mismo'. pero
el sentido del acto de habla es diferente. Para llevar a cabo ilustrac10nes,
Searle se apoya en el siguiente ejemplo:

11
• Para la definición de los judicativos, expositivos, ejercitativos y compromisorios véase

la conferencia XII. J.O.U. 1 Searle, John R., Actos de habla, p. 31.

122 123
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

l. Juan fuma habituahnente. lidad y a los segundos como resultado de la intervención de alguna
2. ¿Fuma Juan habituahnente? la r~a · , n humana que ha establecido reglas. Cuando los actos de habla
. st1tuc10 , 'd difi
3. ¡Juan fuma habituahnente! J.1l tilicen para referirse a uno u otro hecho seran evi entemente eren-
4. ¡Pluguiese al cielo que Juan fuma habituahnente! se u d' .,
or esta con 1c10n.
tes P
Así, observa el autor que aunque estos actos de habla se refieren al
mismo sujeto y acción, tienen intenciones distintas. De aquí que el autor
propone una primera clasificación de actos de habla:

l. Actos de emisión: Consiste en que el hablante emita palabras (mor-


femas, oraciones).
2. Actos proposicionales: Cuando el hablante refiere o predica.
3. Actos ilocucionarios: Cuando el hablante define la intención y sen-
tido de la producción de esos actos de habla: renunciar, preguntar, man-
dar, prometer, etcétera. 2

Y en voz del propio Searle:

Los actos de emisión consisten simplemente en emitir secuencias de


palabras. Los actos ilocucionarios y proposicionales consisten caracterís-
ticamente en emitir palabras dentro de oraciones en ciertos contextos,
bajo ciertas condiciones y con ciertas intenciones. 3

Por otra. parte y a lo largo del texto, Searle retoma el concepto de acto
perlocucionario de John L. Austin, el cual define como las consecuencias o
efectos que esos actos tienen sobre los interlocutores. Así, se puede buscar
persuadir, convencer, alarmar, asustar, instruir, inspirar, es decir, lograr
lo que se quiere del interlocutor.
En este capítulo Searle también desarrolla otros temas que son bási-
cos para comi¡,ender sus planteamientos y que resultan de sumo interés
para caracterizar a los discursos en los procesos comunicativos. El autor
detalla las _característi1~s. de los actos de habl~ t~les como la predicación,
la referencia, las propWfs1c1ones, las reglas y el significado.
En la parte final de este capítulo, Searle presentá la distinción entre
hechos brutos e institucionales, entendiendo a los primeros como parte de

2
Ibidem, p. 33.
3
Idem.

124 125
CAPÍTULO 11*
EXPRESIONES, SIGNIFICADO
Y ACTOS DE HABLA**
J ohn R. Sear le

a hipótesis de este libro es, entonces, que hablar un lenguaje es par-

L ticipar en una forma de conducta gobernada por reglas. Dicho más


brevemente: hablar consiste en realizar actos conforme a reglas.
Para apoyar esta hipótesis y explicar el habla, enunciaré algunas de las
reglas de acuerdo con las cuales hablamos. El procedimiento que voy a se-
guir consiste en enunciar un conjunto de condiciones necesarias y suficien-
tes para la realización de géneros particulares de actos de habla y, a con-
tinuación, extraer de estas condiciones conjuntos de reglas semánticas
para el uso de los dispositivos lingüísticos que caracterizan a las emisiones
como actos de habla de esos géneros. Es ésta una tarea más importante de
lo que quizá parezca, y este capítulo estará dedicado a preparar el terreno
para llevarla a cabo, introduciendo distinciones entre géneros diferentes de
a,etos de habla y discutiendo las nociones de proposiciones, reglas, sig-
nificado y hechos.

2.1. Expresiones y géneros de actos de habla

Comencemos esta fase de nuestra investigación haciendo algunas distin-


ciones, que se nos sugieren naturalmente a sí mismas tan pronto como
comenzamos a reflexionar sobre situaciones de habla simples. (La simpli-

* Tomado de Searle, John R., Actos de habla. Ensayo de filosofía, del lenguaje; Madrid,
Cátedra-Teorema, 2007, pp. 31-61.
** Nota aclaratoria: se ha suprimido del texto original parte de la información porque
no es relevante al propósito didáctico de esta Antología (nota de la coordinadora,).

127
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

cidad de las oraciones de nuestros ejemplos no ira en detrimento de la denotan actos ilocucionarios son: "enunciar", "describir", "aseverar", "acon-
generalidad de las distinciones que intentamos hacer.) Imaginémonos un ejar", "observar'', "comentar", "mandar", "ordenar'', "pedir'', "criticar", "pe-
hablante y un oyente y supongamos que en circunstancias apropiadas el · 1pas" , "censurar" , " aprob ar" , "dar la b'ienvem'da',' "prometer", "ob-
sdir d1scu
hablante emite una de las oraciones siguientes: ·etar", "solicitar'' y "argumentar''. Austin afirmó que existían en inglés más
1e un millar de expresiones de este tipo. 2
l. Juan fuma habitualmente. El primer resultado de nuestras reflexiones preliminares es, entonces,
2. ¿Fuma Juan habitualmente? que al emitir cualquiera de las cuatro oraciones del ejemplo, un hablante
3. ¡Juan, fuma habitualmente! está realizando característicamente, al menos, tres géneros distintos de
4. ¡Pluguiese al cielo que Juan fumara habitualmente! actos, a) La emisión de palabras (morfemas, oraciones), b) Referir y predi-
car, e) Enunciar, preguntar, mandar, prometer, etc.
Preguntémonos ahora cómo podríamos caracterizar o describir la emi- Asignemos ahora nombres a estos actos bajo la rúbrica general de
sión por parte del hablante de una de esas oraciones. ¿Qué diríamos que actos de habla:
está haciendo el hablante cuando emite una de esas oraciones?
Una cosa resulta obvia: ,de cualquier persona que emite una de esas a) Emitir palabras (morfemas, oraciones)= realizar actos de emisión.
oraciones puede decirse que ha emitido una oración formada por palabras b) Referir y predicar= realizar actos preposicionales.
del lenguaje castellano. Pero, claramente, esto es solamente el comienzo e) Enunciar, preguntar, mandar, prometer, etcétera = realizar actos
de una descripción, puesto que el hablante, al emitir una de esas oracio- ,:Zocucionarios.
nes, está característicamente diciendo algo y no meramente profiriendo
palabras. Al emitir 1 un hablante está haciendo (lo que los filósofos lla- No estoy diciendo, desde luego, que estos actos sean cosas separadas
man) una aserción, en 2 está planteando una pregunta, en 3 está dando que los hablantes hacen, como por azar, simultáneamente, sino más bien
una orden y en 4 (en una fórmula un tanto arcaica) está expresando un que al realizar un acto ilocucionario se realizan característicamente actos
anhelo o deseo. Y al realizar cada uno de esos cuatro actos diferentes el proposicionales y actos de emisión. Tampoco debe pensarse que de esto se
hablante realiza otros ciertos actos que son comunes a los cuatro: al emitir sigue que los actos de emisión y los actos proposicionales son a los actos
cualquiera de esas oraciones el hablante se refiere a, menciona o designa ilocucionarios lo que comprar un billete y subir a un tren es a hacer un
un cierto objeto, a saber: Juan, y predica la expresión "fuma habitual- viaje en ferrocarril. No son medios para fines; más bien, los actos de emi-
mente" (o una de las formas de su conjugación) del objeto referido. De este sión son a los actos preposicionales e. ilocucionarios lo que, por ejemplo,
modo, diremos que en la emisión de las cuatro la referencia y la predica- hacer una "X" en una papeleta de voto es al hecho de votar.
ción son las rrµsmas, aunque, en cada caso, aparezca la misma referencia y La razón para abstraer cada uno de estos géneros consiste en que los
predicación colho parte de un acto de habla completo que es diferente de "criterios de identidad'' son diferentes en cada caso. Ya hemos visto que los
cualquiera de los otros tres. Así separamos las nociones de referir y pre- mismos actos proposicionales pueden ser comunes a diferentes actos ilocu-
dicar de las nociones$i\1le actos de habla completos, tales como aseverar, cionarios, y es obvio que se puede realizar un acto de emisión sin realizar
preguntar, ordenar, etcétera. La justificación de esta separación reside en en absoluto un acto preposicional o un acto ilocucionario. (Se pueden emi-
el hecho de que puede aparecer la misma referencia y predicación al rea- tir palabras sin decir nada.) Y similarmente, si consideramos la emisión de
lizar diferentes actos de habla completos. Austin bautizó a estos actos de una oración del tipo:
habla completos con el nombre de "actos ilocucionarios", y de aquí en ade-
lante emplearé esta terminología. 1 Algunos de los verbos castellanos que
locu.óonorios e ilocucionorios. J. R. Searle, "Austin on locutionary and ilocutionary acts",
1
J. L. Austin, How to do things with words, Oxford, 1962. Empleo la expresión "acto Philosoplúca.l Reuiew, vol. LXXVIII, núm. 4, octubre, 1968.
ilocucionario" con algún recelo, puesto que no acepto la distinción austiniana entre actos "Austin, op. cit., p. 149.

128 129
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

5. El señor Ju:an Martín es un asiduo fumador de tabaco Jl}iten al realizarlos: la forma gramatical característica del acto ilocucio-
Podemos ver razones para decir que un hablante que emitiese esta e ario es la oración completa (puede ser una oración que conste de una sola
oración en ciertos contextos, estaría realizando el mismo acto preposicio- nalabra), y las formas gramaticales características de los actos proposicio-
nal que en 1-4 (la referencia y la predicación serían las mismas), el mismo p ales son partes de oraciones: predicados gramaticales para el acto de la
acto ilocucionario que en 1 (se hace el mismo enunciado o aserción), pero ;redicación, y nombres propio~, pronombres y ot~a~ ciertas clases de fra-
un acto de emisión diferente de cualquiera de los cuatro primeros, puesto ses nominales para la referencia. Los actos propos1c10nales no pueden ocu-
que se emite una oración diferente que no contiene ninguna de las mismas rrir solos; estofes, no se puede referir y predicar sin más, sin hacer una
palabras, y solamente alguno de los mismos fonemas. Entonces, al realizar aserción, plantear una pregunta o realizar algún otro acto ilocucionario. El
actos de emisión diferentes, un hablante puede realizar los mismos actos correlato lingüístico de esta observación reside en el hecho de que las ora-
preposicionales e ilocucionarios. Desde luego, tampoco es necesario que la ciones, no las palabras, se usan para decir cosas. Esto es también lo que
realización del mismo acto de emisión por parte de dos hablantes diferen- Frege quiere decir cuando. afirma que sólo en el contexto de una oración
tes, o por el mismo hablante en ocasiones diferentes, sea una realización tienen referencia las palabras "Nur in Zusammenhang eines Satzes be-
de los mismos actos proposicionales e ilocucionarios: la misma oración deuten die Wórter etwas". 3 Lo mismo sucede en mi terminología: sola-
puede, por ejemplo, usarse para hacer dos enunciados diferentes. Los ac- mente se hace referencia como parte de la realización de un acto ilocu-
tos de emisión consisten simplemente en emitir secuencias de palabras. cionario, y el ropaje gramatical de un acto ilocucionario es la oración com-
Los actos ilocucionarios y proposicionales consisten característicamente pleta. La emisión de una expresión referencial solamente cuenta como
en emitir palabras dentro de oraciones, en ciertos contextos, bajo ciertas referencial si se dice algo mediante ella.
condiciones y con ciertas intenciones, como veremos más adelante. El paralelo entre géneros de expresiones y actos proposicionales no es,
Hasta aquí no he hecho otras afirmaciones a favor de dividir las cosas desde luego, exacto. Si digo, por ejemplo, "él me dejó en la estacada", no
de esta manera que la de que es una manera permisible de dividirlas, por me estoy refiriendo a ninguna estacada particular en la cual yo haya sido
vaga que resulte. En particular, no afirmo que ésta sea la única manera de dejado, aunque las frases de la forma "el tal y taf' sean característica-
dividir las cosas. Por ejemplo, para ciertos propósitos podría desearse el mente expresiones referenciales.
desgajar lo que he denominado actos de emisión en actos fonéticos, actos
fonémicos, actos morfémicos, etcétera. Y desde luego, para la mayor parte
de los propósitos de la ciencia lingüística, no es necesario hablar de actos 2.2. La predicación
en absoluto. Se puede discutir solamente de fonemas, morfemas, oracio-
nes, etcétera. Mi empleo del verbo "predicar" se aparta seriamente del uso filosófico tra-
A estas tres nociones quiero ahora añadir la noción austiniana de acto dicional y requiere una justificación. En primer lugar son expresiones y no
perlocuciona,¡j,,o. Correlativamente a la noción de actos ilocucionarios está universales lo que se predica de los objetos. 4 Adopto esta convención por-
la noción de· las consecuencias o efectos que tales actos tienen sobre las que la introducción de universales me parece desorientadora, a la vez que
acciones, pensamienti9.s o creencias, etcétera, de los oyentes. Por ejemplo, innecesaria, a la hora de dar cuenta del uso de las expresiones predicati-
mediante una argunféntación yo puedo persuadir o convencer a alguien, al vas (Cfr. Capítulo 5), y también porque deseo poner de manifiesto la cone-
aconsejarle puedo asustarle o alarmarle, al hacer una petición puedo lo- xión existente entre la noción de predicación y la noción de verdad: es de
grar que él haga algo, al informarle puedo convencerle (instruirle, elevarle
--Bspiritualmente-, inspirarle, lograr que se dé cuenta). Las expresiones :i G. Frege, Die Grundla.gen der Arithmetik, Breslau, 1884, p. 73. Versión castellana.

en cursiva denotan actos perlocucionarios. Los Fundamentos de la Aritmética., Barcelona, Laia, 1972.
1 Pero la identidad de la expresión predicada no es una condición necesaria para la
Correlativamente a la noción de actos proposicionales y actos ilocucio- identidad de la predicación. Expresiones diferentes, aunque sinónimas, pueden usarse para
narios, respectivamente, existen ciertos géneros de expresiones que se hacer la misma predicación; por ejemplo, "es fumador habituar' y "fuma habitualmente".

131
130
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

las expresiones, no de los_ universales, de las que puede decirse que son
verdaderas o falsas de obJetos. En segundo lugar, en mi terminología . , n del hablante de identificar un objeto, de la manera en que lo hacen al-
cionos usos de expres10nes
· con e 1articu
' 1o determmado,
·
dice que en 1-5 aparece la misma predicación, mientras que la mayor se
te de los filósofos hablan como si la predicación solamente ocurriese
. 1
aserc10nes y, por o tanto, no habría predicación al emitir 2-4. Me parece
~
e:~r- tales como "el hom-
~~e". Necesitamos distinguir, por lo tanto, entre expresiones referenciales
definidas singulares y expresiones referenciales indefinidas singulares.
que esto no es solamente una terminología inadecuada -que no no siUlilarmente necesitaremos distinguir entre expresiones referenciales
· fl · d ., . s per- definidas múltiples (por ejemplo, "los hombres") y expresiones referencia-
rmte ex10nes . e una . expres10n
. predicativa común en diferentes géne ros
d e actos ilocuc10nanos-, smo que muestra también una profund · les indefinidas múltiples (por ejemplo, "algunos hombres" "Han llegado al-
., d · ·. a mcom-
pre~sion e la siniilitud entre aserciones y otros tipos de actos ilocuc · _ gunos hombres"). . , . . . .
°:ª?os, Y ~e ~a ~,ist~ción entre todos los actos ilocucionarios y las pro;~- Debemos tamb1en d1stmgmr usos referenciales de usos no referencia-
siciones, distmc10n esta que elucidara dentro de poco (en la sección 2.4.). les de expresiones formadas con el artículo indeterminado: por ejemplo, la
ocurrencia de "un hombre" en "Ha llegado un hombre" debe distinguirse
de su ocurrencia en la emisión "Juan es un hombre". El primer uso es refe-
2.3. La referencia como acto de habla rencial, el segundo, predicativo. Russell6 sostuvo alguna vez que ambos
eran usos referenciales y que la segunda oración se usa para hacer un
Voy a intentar ahora cl~rificar parcialmente la noción de referir. Expres·10_ enunciado de identidad. Esto es obviamente falso, puesto que si el segun-
nes t a 1es como "tu,,, , "la bata lla d e Waterloo", "nuestro ejemplar del perió- do fuese un enunciado de identidad, entonces en la forma negativa "Juan
dico de, ayer", "_César", "la constelación de Orion", son ejemplos de lo que no es un hombre" tendría sentido preguntar cuál es el hombre que no es
llam~re ~,xpres10nes r~ferenciales definidas singulares ("expresiones refe- Juan, lo cual es absurdo.
r~mciales , para abr~"'.1-,ar). _Es característico de cada una de esas expre- Podríamos distinguir también aquellas expresiones que se usan para
~ion:s e~, q~e su_ erms~~n sirva para seleccionar o identificar un "objeto", hacer referencia a individuos o a particulares de aquellas que se usan para
entidad o part~cular_, separadamente de otros objetos, sobre el que el ha- hacer referencia a lo que los filósofos han llamado universales: por ejem-
blante ~a a ,contmu~:10n a decrr: algo, a plantear una pregunta, etcétera. plo, distinguir expresiones tales como "Everest" y "esta silla'' de "el núme-
Deno~are expres10n referencial a cualquier expresión que sirva para ro tres", "el color rojo" y "la embriaguez". A menos que se indique otra
~den_tificar,, al~~na ~osa, ~roceso, even~o, acción o cualquier otro género de cosa, limitaré los términos "expresiones referenciales" a las expresiones
mdividuo o particular . Las expres10nes referenciales apuntan a cosas usadas para hacer referencia a particulares y aplazo hasta el capítulo 5 mi
particulares;., responden a las preguntas "¿·Quién?" . , "·Que'?"
¿ . , "·C 'l?" . E s
¿ ua. discusión de la referencia a universales. Utilizaré el término "expresión
0
P_ r su func10n por la que se conocen las expresiones referenciales, y no referenciaf' como abreviatura para "expresiones definidas singulares usa-
siempr~, por su forma gramatical superficial o por su manera de realizar das para hacer referencia a particulares". El término "expresión referen-
sufunc10n, ciaf' no intenta implicar que las expresiones tienen referencia. Al con-.
Es~as ·~iJservaciones quizá puedan clarificarse un poco si contrastamos trario, como se ha enfatizado previamente, la referencia es un acto de
exp~si~nes refere~ciale~ definidas singulares de tipo paradigmático con habla, y los actos de habla son realizados no por las palabras, sino por los
o~ros ~eneros de ~pres10nes. Las expresiones que comienzan con el ar- hablantes al emitir palabras. Decir que una expresión hace referencia
ticulo mdeterminado, tales como "un hombre", como ocurre en la emisión (predica, asevera, etc.) es, en mi terminología, o un sinsentido o una abre-
de la oración "Ha llegado un hombre", podría decirse que se refieren a un viatura para decir que la expresión se usa por los hablantes para hacer
5
hombre particular, pero no sirven para identificar, o para indicar la inten- referencia (predicar, aseverar, etc.); es ésta una abreviatura que emplearé
frecuentemente.
N ~ Exi ste una razón para renunciar a llamar a tales emisiones instancias de referencia.
0
discuto el problema, puesto que mi presente propósito consiste solamente en contrastar
expreswnes referenciales definidas singularizadoras con otros géneros de expresiones. "B. Russell, lntroducúon to Mathenw.tical Philosophy, Londres, 1919, p. 172.

132
p,r,
} 1

MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

. La noción de referencia definida y la noción a:fin de expresión refere _ . . proposiciones


24
c1al definida carecen de límites precisos. Se puede dar un conjunto de or:.
c10nes que contengan tales expresiones para ilustrar los casos parad· _ Siempre que dos actos ilocucionarios contienen la misma referencia y la
,. d fi . dfi' ig
maticos e re erenc1a e ruda, pero aún quedarán muchos casos en 1 misma predicación, en el caso en que el significado de la expresión refe-
. d 'b' os
que es d u doso s1 escn rr o no el uso de una palabra como una instan · encial sea el mismo, diré que se expresa la misma proposición. 7 Así, en las
de referencia. ,¿Al .firmar con su propio nombre al pie de un documento ,cia :misiones de 1-5 se expresa la misma proposición. Y similarmente en las
t
su enns1on. Estas mstancias parecen carecer de muchas de las caracter' _
se
re fi ere. ~~o s1 m1~mo? ¿Se refieren los tiempos de los verbos al tiempo de emisiones de:
6. Si Juan fuma habitualmente, no vivirá mucho tiempo.
f . 18
1cas que prop~rc10nan el point a las referencias definidas paradigmáticas. 7. La proposición de que Juan fuma habitualmente no es interesante.
Un error comun en filosofía consiste en suponer que debe haber una res- Se expresa la misma proposición que en 1-5, aunque tanto en 6 como
puesta correcta e inequívoca a tales cuestiones, o, peor aún, suponer que a en 7 la proposición aparece como parte de otra proposición. Así, una pro-
,_ ..men?s que haya una respuesta correcta e inequívoca, el concepto de refe- posición ha de distinguirse claramente de una aserción o enunciado de ella,

l re~cm carece de valor. El enfoque apropiado, me atrevo a sugerir, es exa-


lllillar aqu~llos casos ~ue c?~stituyen el centro de variación del concepto
de re~erenc1a y, .ª contmuac1on, examinar los casos dudosos a la luz de sus
seme3anz~s y diferencias respecto a los paradigmas. Con tal de que sea-
mos conscientes a la vez de las semejanzas y diferencias, puede no impor-
puesto que en las emisiones de 1-7 aparece la misma proposición, pero so-
lamente en 1 y en 5 se asevera. Enunciar y aseverar son actos, pero las
proposiciones no son actos. Una proposición es lo que es aseverado en el
acto de aseverar, lo que es enunciado en el acto de enunciar. Dicho de otra
manera: una aseveración es un (género muy especial de) compromiso con
tarnos mucho el que llamemos o no a tales casos, casos referenciales. la verdad de una proposición.
. Para resumir: el acto de habla de la referencia ha de explicarse dando La expresión de una proposición es un acto proposicional, no un acto
e~~mplos de ex~r~siones referenciales paradigmáticas, explicando la fun- ilocucionario. Y, como hemos visto, los actos proposicionales no pueden
c10n que la enns10n de esas expresiones desempeña en el acto de habla ocurrir aisladamente. No se puede expresar solamente una proposición y
completo (el acto ilocucionario), y contrastando el uso de esas emisiones haber realizado al expresarla un acto de habla completo. Un correlato gra-
con el de otras. Las expresiones referenciales paradigmáticas del caste- matical de este punto lo constituye el hecho de que las cláusulas que co-
~ano se agrupan, por lo que respecta a la estructura superficial de las ora- mienzan con "que ...", que son una forma característica de aislar explíci-
c10n~s castellanas, en tres clases: nombres propios, frases nominales que tamente proposiciones, no son oraciones completas. Cuando se expresa
connenzan con u~ artículo determinado, con un pronombre posesivo O con una proposición, se expresa siempre al realizar un acto ilocucionario. 8
un nombre, seguidas de un nombre en singular, y pronombres. La emisión Obsérvese que no digo que la oración expresa una proposición; no sé
~e una expresión referencial sirve característicamente para aislar O iden- cómo las oraciones podrían realizar actos de ese (o cualquier otro) género.
tificar, separadamente de otros objetos, un objeto particular. El uso de es- Pero diré que al emitir la oración, el hablante expresa una proposición.
t~s expresi~le~ ha de contrastarse no solamente con el uso de las expre- Podría resumir esta parte de mi conjunto de distinciones diciendo que
s10nes predicativas y de las oraciones completas, sino también con el de las estoy distinguiendo entre el acto ilocucionario y el contenido preposicional
expr~siones. referencti,iles indefinidas, el de las expresiones que hacen refe- del acto ilocucionario. Desde luego, no todos los actos ilocucionarios tienen
rencia a umversalei;Y el de las expresiones referenciales definidas múlti- un contenido preposicional; por ejemplo, ni una emisión de "¡Hurra!", ni
ples. No debe suponerse que los límites del concepto de referencia definida una emisión de "¡Ay!" lo tienen.
sean precisos.
',¡ 7 Esto enuncia una condición suficiente, pero podría no enunciar una condición nece-

1
saria. Los enunciados existenciales, por ejemplo, no tienen referencia.
8 Así, correspondiendo a la distinción entre el acto de enunciar y el enunci~do que se ha

hecho, está la distinción entre el acto de expresar una proposición y la propos1c10n expresada,

134 135
.,_. 1

r:· l. ,

ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO


MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

, elemento simple en el ahormante subyacente de cada oración que


El lector familiarizado con las discusiones sobre este punto reconocer, · p ore 1contrario,
algunue su fuerza ilocuc10naria.
· · · me parece que, en 1os len-
esto como un~ variante de una vieja distinción que ha sido señalada po:
mar.q naturales, la fuerza ilocucionaria se indica mediante una variedad
autores tan diversos como Frege, Sheffer, Lewis, Reichenbach y Haré Pa- guaJes sos algunos de los cuales son b astante comp licad os smtactica-
· , ·
ra mencionar solamente unos pocos. de re Cur '
Desde este punto de vista semántico podemos distinguir dos elemen- mente.
La distinción entre indicadores de fu erza ilocuc10nana
. . e m
. d'1cad ores
tos (no necesariamente separados) en la estructura sintáctica de la ora-
oposición nos resultará muy útil en el capítulo 3, cuando llevemos a
ción, que podríamos denominar el indicador proposicional y el indicador d de pr . . . 1 . . .,
la fuerza ilocucionaria. El indicador de fuerza ilocucionaria muestra cóm~ cabo el análisis de un acto ilocu;10nano. Puest~ que .ª m1~ma propos1c10n
de ser común a diferentes generas de actos ilocuc10nanos, podemos se-
ha de tomarse la proposición o, dicho de otra manera, qué fuerza ilocucio-
pue r nuestro análisis de la proposición de nuestro análisis de los géneros
naria ha de tener la emisión; esto es, qué acto ilocucionario está realizando P~ª ··
d etas ilocucionarios. Existen reglas para expresar propos1c1ones, reg1as
el hablante al emitir la oración. En castellano, los dispositivos indicadores
e a cosas tales como la referencia y la predicación, pero pienso que esas
de fuerza ilocucionaria incluyen al menos: el orden de las palabras, el én-
fasis, la curva de entonación, la puntuación, el modo del verbo y los deno- las pueden discutirse independientemente de 1as reg1as m
para · d'1cad oras de
~!rza ilocucionaria, por lo que aplazaré su discusión hasta los capítulos 4
minados verbos realizativos. 9 Puedo indicar el género de acto ilocuciona-
nario que estoy realizando haciendo que la oración vaya precedida por y 5...
"Pido disculpas", "Aconsejb", "Enuncid', etcétera. A menudo, en las situa-
nes de habla efectivas, el contexto clarificará cuál es la fuerza ilocuciona-
ria de la emisión, sin que resulte necesario apelar al indicador explicito de 2.5. Reglas
fuerza ilocucionaria apropiado.
Quiero clarificar una distinción entre dos clas.es ~iferentes de reglas que
Si esta distinción semántica tiene alguna importancia real, parece denominaré reglas regulativas y reglas constitutivas. Estoy bastante se-
probable que tenga alguna analogía en el plano sintáctico, aunque la re- guro de la distinción, pero no encuentro fácil el clarificarla. Para comen-
presentación sintáctica de los hechos semánticos no se halle siempre en la zar, podríamos decir que las reglas regulativas regulan formas de con-
superficie de la oración. Por ejemplo, en la oración "Prometo venir'' la es-
ducta existentes independiente o antecedentemente; por ejemplo, muchas
tructura superficial no parece p~mitirnos hacer una distinción entre el reglas de etiqueta regulan relaciones interpersonales que existen indepen-
indicador de fuerza ilocucionaria Y1 el indicador de contenido proposicional. dientemente de las reglas. Pero las reglas constitutivas no regulan mera-
A este respecto difiere de "Prometo que vendré", donde la diferencia entre mente: crean o definen nuevas formas de conducta. Las reglas. del fütbol o
el indicador de fuerza ilocucionaria ("prometo") y el indicador de contenido
del ajedrez, por ejemplo, no regulan meramente el hecho de jugar al fütbol
propo~icional ("que vendré") reside directamente en la superficie. Pero si
o al ajedrez, sino que crean, por así decirlo, la posibilidad misma de jugar
estudiamos 1~ estructura profunda de la primera oración encontramos que
tales juegos. Las actividades de jugar al fütbol o al ajedrez están consti-
el ahormarte~ubyacente contiene "Yo prometo+ Yo vendré". A menudo 10
tuidas por el hecho de actuar de acuerdo con las reglas apropiadas (o, al
podemos identificar en la estructura profunda aquellos elementos que
corresponden al indywdor de fuerza ilocucionaria, de manera completa- '° Este enunciado ha de entenderse de una determinada manera. Cuando digo que ju-
mente separada de ,quellos que corresponden al indicador de contenido gar, por ejemplo, al ajedrez, consiste en actuar de acuerdo con las reglas, intento incluir
proposicional, incluso en los casos donde, por ejemplo, las transformacio- bastante más que aquellas reglas que enuncian los posibles movimientos de las piezas. Se
podría estar siguiendo esas reglas y, con todo, no estar jugando al ajedrez si, por eJemplo.
nes deletivas de elementos repetidos ocultan la distinción en la estructura los movimientos se hiciesen como parte de una ceremonia religiosa, o si los movument~s del
superficial. Esto no equivale a decir, desde luego, que exista en general · ' ' l · E la noc10n de
ajedrez estuviesen incorporados en un Juego mas extenso, mas comp eJo. n
"actuar de acuerdo con las reglas", intento incluir las reglas que hacen claro cuál es "la _meta
del juegd'. Además, pienso que existen algunas reglas cruciales para los juegos competitivos
"Para una explicación de esta noción, cfr. Austin, op. cit., pp. 4 y ss.

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¡
(
·"
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

menos, de acuerdo con un extenso subconjunto de ellas). Las reglas regu. El no percibir la existencia y la naturaleza de las reglas constitutivas
lativas regulan una actividad preexistente, una actividad cuya existencia de alguna importancia en filosofía. Así, por ejemplo, algunos filósofos
esreguntan: "¿Como, pue d e una promesa crear una obligacion.. , ?'' U na pre-
es lógicamente independiente de las reglas. Las reglas constitutivas cons-
tituyen (y también regulan) una actividad cuya existencia es lógicamente punta similar sería: "¿Cómo puede el hecho de apuntarse un touchdown
dependiente de las reglas. g ar seis puntos?" Tal como están ambas preguntas solamente pueden
ere nderse citando una regla de la fiorma "X cuenta como ,,, 1 , que no eqm-
.
Las reglas regulativas toman característicamente la forma d~, o pue- resPo
den ser parafraseadas como, imperativos; por ejemplo: "Cuando cortes ali. le a decir, desde luego, que las preguntas no pueden ser reformuladas
mentas, mantén agarrado el cuchillo con la mano derecha", o "Los oficiales va a plantear cuestiones importantes sobre la institución de prometer, o,
par
deben llevar corbata en la cena". Algunas reglas constitutivas toman una por lo que a esto respecta, d~l fútbol. . , , .
forma completamente diferente; por ejemplo: "Se hace un jaque-mate Las distinciones que he mtentado bosqueJar son aun mas bien vagas e
cuando el rey es atacado de tal manera que ningún movimiento lo dejará intentaré clarificarlas comentando las dos fórmulas que he usa~o ~ara
inatacado", o "Se marca un touchdown cuando un jugador se hace con la caracterizar las reglas constitutivas: "La creación de reglas constitutivas
pelota en el extremo del campo adversario cuando el juego está en mar- crea, por así decirlo, la posibilidad de nuevas formas de conducta'', "y las
cha". Si nuestros paradigmas de reglas son reglas regulativas imperati- reglas constitutivas tienen a menudo la forma: X cuenta como Y en el con-
vas, tales reglas constitutivas no-imperativas probablemente nos sorpren- texto C'. ·
derán como extremadamente curiosas, y dificilmente las reconoceremos "Nuevas formas de conducta': Existe un sentido trivial en el que la
incluso como reglas en· absoluto. Obsérvese que tienen un carácter casi creación de cualquier regla crea la posibilidad de nuevas formas de con-
tautológico; pues lo que la "regla'' parece ofrecer es parte de una defi- ducta, a saber: la conducta llevada a cabo de acuerdo con la regla. Este no
nición de "jaque-mate" o de touchdown. El hecho de que, por ejemplo, se es el sentido con el que proponía mi observación. Lo que quiero decir pue-
logre un jaque-mate en ajedrez de tal y tal manera puede aparecer bien de quizá estar mejor si se dice de manera formal. Donde la regla es pura-
como una regla, bien como una verdad analítica basada en el significado mente regulativa, la conducta que está de acuerdo con la regla podría re-
de "jaque mate en ajedrez''. El que tales enunciados puedan interpretarse cibir la misma descripción o especificación (la misma respuesta a la pre-
como enunciados analíticos es una clave para el hecho de que la regla en gunta "¿Qué hizo él?") exista o no la regla, con tal de que la especificación o
cuestión es una regla constitutiva. Las reglas del jaque mate y touchdown descripción no haga referencia explícita a la regla. Pero allí donde la regla
deben "definir" jaquemate en ajedrez o touchdown en fútbol americano de (o sistema de reglas) es constitutiva (o), la conducta que está de acuerdo
la misma manera que las reglas del fútbol definen "fútbof' o las reglas del con la regla puede recibir especificaciones o descripciones que no podría
ajedrez definen "ajedrez", lo cual no significa, desde luego, que un ligero recibir si la regla no existiese. Ilustraré esto con algunos ejemplos.
cambio en u11.a regla accidental haga que el juego sea un juego diferente; Supongamos que en mi círculo social hay una regla de etiqueta que
en cualquierº'.Slistema de reglas constitutivas habrá grados de centralidad. dice que las invitaciones para las reuniones deben enviarse ,con, al men?s,
Las reglas regulativas tienen característicamente la forma "Haz X" o dos semanas de antelación. La especificación de la acción, "El envió las m-
"S~ Y haz X". Dentr~~e los sistemas de reglas constitutivas, algunas ten- vitaciones con, al menos, dos semanas de antelación", puede darse exista 0
dran esta forma, pero algunas tendrán la forma "X cuenta como l'', o "X no la regla. Supongamos también que en mi círculo deportivo el fút~ol es
cuenta como Yen el contexto C'. un juego que se practica de acuerdo con tales y tales reglas. Aho_ra bien, la
especificación "Ellos jugaron al fútbof' no puede darse si no existen. tales
que no son peculiares de este o aquel juego. Por ejemplo, pienso que es una regla de los jue- reglas. Es posible que veintidós hombres puedan llevar a cabo los mismos
gos competitivos el que cada parte se comprometa a intentar ganar. Obsérvese a este res- movimientos físicos que realizan dos equipos en un partido de fútbol, pero
pecto que nuestra actitud hacia el equipo o hacia el jugador que deliberadamente pierde la si no hubiese reglas del fútbol, esto es, si no existiese con anterioridad el
partida es la misma que hacia el equipo o jugador que hace trampa. En ambos casos se vio-
lan reglas, aunque las reglas sean de diferentes clases.

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MARÍA SUSA-NA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

juego del fútbol, no habría ningún sentido en el que su conducta pudies


ser descrita como una instancia de jugar al fútbol. e te" no son meramente etiquetas para el estado de cosas especificado
~: el 'término X, sino que introducen consecuencias adicionales por medio
En general, la conducta social podría recibir las mismas especificacio-
~e, por ejemplo, faltas, _p~nt~s, y el hech? de ganar y de perder. .
nes, incluso si no hubiese reglas de etiqueta. Pero las reglas constitutivas
He dicho que la hipotesis de este libro es que hablar un lenguaJe es
tales como las de los juegos, proporcionan las bases para especificacione '
alizar actos de acuerdo con reglas. La forma que tomará esta hipótesis
de conducta q~e no podría~ darse en ausencia de la regla. Desde luego, la:
re que la estructura semántica de un lenguaje es una realización conven-
r~gl~s regulativas proporci?nan a 11;enudo las bases ~ara realizar apre-
esonal de conjuntos de reglas constitutivas subyacentes, y que los actos
ciaciones de conducta; por eJemplo: "El fue descortés", "El fue inmorar' "Él Cl ,. td d
de habla son actos realizados caractensticamen_ e .e acuer o c~n eso_s
fue atento", Y quizá esas apreciaciones no podrían darse a menos que ~stu-
conjuntos de reglas constitutivas. Una de las ~sp~aciones del capit_ulo ~i-
viesen respaldadas por algunas reglas de este tipo. Pero las apreciaciones
guiente es formular conjuntos de reglas co~stitutivas p~ra las realizac10-
no son ni especificaciones ni descripciones, en el sentido en que estoy usan-
es de ciertos géneros de actos de habla, y si lo que he dicho respecto a las
do ahora esas frases. "Votó a favor de Pedro" e "Hizo una diana" son espe- nreglas constitutivas es correcto, no debenamos
' sorprendernos si· no to das
cificaciones que no podría~ darse sin reglas constitutivas, pen;> "Él llevó
sas reglas toman la forma de imperativos. De hecho, veremos que las re-
~~a corbat~,, en la cena", "El soste~a s':1 tenedor con 1~ mano tlere~ha" y :las se agrupan dentro de diversas categorías completamente diferentes,
El se sento son todas ellas especificac10nes que podnan darse existan
11 1 . 11 0 ninguna de las cuales. es completamente semejante ª. las_ ,reglas de eti-
no reg as que requieran que se eve corbata en la cena, que se use el
tenedor con la mano derecha, etcétera. 1
queta. El esfuerzo para enunciar las reglas para la realizac10~ de_ actos de
habla puede considerarse también como una prueba de la hipotesis de que
"~ cu:nta como Y en e! c?ntexto C:': no se pretende que esto co ltituya
9 existen reglas constitutivas que subyacen a los actos de habla. Si no somos
un entena forma~ para distmgurr entre las reglas regulativas y las cons-
capaces de dar ninguna formulación satisfactoria de las reglas, nuestro
titutivas. Cualquier regla constitutiva puede distorsionarse de esta ma-
fracaso podría interpretarse como evidencia, parcialmente disconforme,
nera, por ejemplo: "El no llevar corbata en la cena cuenta como conducta
en contra de la hipótesis.
incorrecta de un oficial." Pero aquí la frase nominal que sigue a "cuenta
El sentido en el que quiero decir que las reglas constitutivas están in-
como" se usa como un término de apreciación, no de especificación. Cuan-
cluidas en el hecho de hablar un lenguaje puede clarificarse más si consi-
do la regla puede ser parafraseada naturalmente de esta forma y cuando
deramos la pregunta siguiente: ¿Cuál es la diferencia entre hacer prome-
e_l término ~ e~ una especific~ción, la regla ha de ser, con toda probabi-
sas y, digamos, pescar, que hace que desee decir que hacer lo primero, en
lidad, constitutiva. Pero necesitamos hacer dos observaciones. En primer
un lenguaje, es solamente posible por la existencia de reglas constitutivas
lugar, p_uesto que las reglas constitutivas aparecen en sistemas, puede que
concernientes a los elementos de un lenguaje, y que hacer lo segundo no
s~a el sistema entero el que ejemplifique esta forma y no las reglas indi-
requiere ningún conjunto análogo de reglas constitutivas? Después de to-
viduales de.ptro del sistema. As~ aunque la primera regla del baloncesto
do, tanto pescar como prometer son acciones humanas (prácticas), ambas
--el juego sf juega con cinco jugadores a cada lado- no se preste a esta
son instancias de conducta dirigida hacia una meta y ambas admiten la
~ormulació_n, el act~~r de acuerdo con todas las reglas o con un subcon-
posibilidad de error. Una parte crucial de la diferencia es ésta: en el caso
Junto suficientemerftª extenso de ellas, cuenta cómo jugar al baloncesto. Y,
de pescar, las relaciones fines-medios, esto es, las relaciones que me faci-
en segundo lugar, dentro de los sistemas, la frase que constituye el tér-
litan o me capacitan para alcanzar mi meta, están constituidas por hechos
mmo. Y no será en general una simple etiqueta. Esa frase marcará algo fisicos naturales, hechos tales como, por ejemplo, que el pez muerda el
que tiene consecuencias. Así, "fuera de juego", "diana", touchdown, "jaque-
anzuelo provisto de cebo y muy pocas veces el anzuelo desnudo, que los
1.1 Es posible que _los artefactos en general requieran reglas constitutivas para poder ser anzuelos hechos de acero sujetan al pez, en tanto que los anzuelos de ma~-
descntos com~, por eJemplo, "corbata" o "tenedor" en primer lugar. No lo creo así, pero no tequilla no lo sujetan. Ahora bien, existen, de hecho, técnicas, procedi-
considero aqm este problema puesto que es irrelevante para mis intereses actuales. mientos e incluso estrategias que los pescadores afortunados siguen, Y sm

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duda todos estos procedimientos incluyen en algún sentido reglas (regula- flacos de la analogía con los juegos, pues no se puede, por ejemplo, marcar
tivas). Pero qu~ bajo tales y cuales condiciones una persona atrape un pez n touchdown sin invocar ciertas convenciones (reglas). Pero el hecho de
no es un asunto de convención ni de nada parecido a una convención. Por ~ue sea posible realizar algunos actos ilocucionarios fuera de un lenguaje
otro lado, en el caso de los actos de habla realizados dentro de un lenguaje, natural, o de cualquier otro sistema de reglas constitutivas, no debe oscu-
es un asunto de convención --en tanto que opuesto a estrategia, técnica, recer el hecho de que, en general, los actos ilocucionarios se realizan den-
procedimiento o hecho natl,lral- el que la emisión de tales y cuales expre- tro del lenguaje en virtud de ciertas reglas, y que, de hecho, no podrían
siones cuente bajo ciertas condiciones como el hacer una promesa. realizarse a menos que el lenguaje perinitiese la posibilidad de su realiza-
"Pero, podría objetarse, hasta aquí solamente se ha hablado de cómo ción. En circunstancias especiales se puede "pedir'' a alguien que salga de
cosas tales como prometer se diferencian de cosas tales como pescar, y la habitación, pero, a menos de que se tenga un lenguaje, no se puede pe-
esto no es suficiente para proporcionar un sentido claro a las observacio- dir a nadie que, por ejemplo, emprenda un trabajo de investigación sobre
nes que se han hecho sobre las reglas." Pienso que esta objeción tiene una el problema del diagnóstico y tratainiento de la mononucleosis entre los
fuerza real y quiero ahora intentar explicar más profundamente lo que estudiantes de las universidades americanas. Además, quiero argumentar
quiero decir cuando digo que la hipótesis de este libro es que hablar un que es necesario algún sistema de elementos gobernados por reglas para
lenguaje es un asunto consistente en realizar actos de habla de acuerdo que haya ciertos tipos de actos de habla, tales como prometer o aseverar.
con sistemas de reglas constitutivas. Comencemos distinguiendo tres cues- Mi perro puede realizar algunos actos ilocucionarios simples. Puede expre-
tiones para las cuales es relevante esta observación. A modo de aproxi- sar placer y puede solicitar (pedir) que se le suelte. Pero este rango es muy
mación inicial podríamos plantearlas de la siguiente manera: en primer limitado y parece que, incluso para los tipos de actos de habla que puede
lugar, ¿son los lenguajes (en oposición al lenguaje) convencionales? En se- realizar, resulta parcialmente metafórico describirlos como actos ilocucio-
gundo lugar, ¿están. los actos ilocucionarios gobernados por reglas? En ter- narios en absoluto.
cer lugar, ¿está el lenguaje gobernado por reglas? Espero que las res- Para completar mi respuesta a la segunda cuestión, y empezar a res-
puestas que voy a proponer clarificarán estas preguntas. La respuesta a la ponder a la tercera, deseo introducir dos casos imaginarios con el propó-
primera es, obviamente, sí. Estoy escribiendo este libro de acuerdo con las sito de ilustrar ciertas relaciones entre reglas, actos y convenciones.
convenciones del castellano y no, por ejemplo, de acuerdo con las conven- Imaginémonos, en primer lugar, que el ajedrez se juega en países dife-
ciones del francés, del alemán o del swahili. En este sentido los lenguajes rentes de acuerdo con convenciones diferentes. Imaginémonos que en un
(en oposición al lenguaje) son convencionales. Pero la segunda cuestión es país el rey se representa mediante una pieza grande, Inientras que en otro
más dificil y más importante. Reformulémosla ligeramente. ¿Tiene que el rey es más pequeño que la torre. En un país el juego se juega en un
haber convenciones de algún tipo (del francés, del alemán o de lo que se tablero, tal como nosotros lo hacemos, Inientras que en otro el tablero está
quiera) para que sea posible realizar actos ilocucionarios tales como enun- representado enteramente por una secuencia de números, uno de los cua-
ciar, prometé~o pedir? Y quiero decir que la respuesta a esto es, en gene- les se asigna a cualquier pieza que se "desplaza" a ese número. Podríamos
ral, sí. · decir que, en esos diferentes países, se juega el Inismo juego del ajedrez de
Algunas clases ~y simples de act,os ilocucionarios p~eden,_ en e~e_cto, acuerdo con diferentes formas convencionales. Obsérvese también que pa-
realizarse independientemente de algun uso de cualesqmera d1spos1tivos ra que el juego pueda jugarse, las reglas deben plasmarse de una u otra
convencionales en absoluto, logrando, simplemente, que el auditorio reco- manera. Algo debe representar, incluso si no es un objeto material, lo que
nozca algunas de nuestras intenciones a través de cierta forma de compor- llamamos el rey o el tablero.
tainiento.12 Estas posibilidades nos muestran las liinitaciones y puntos Imaginémonos, en segundo lugar, una sociedad de sádicos que desean
hacerse daño unos a otros produciéndose mutuamente en los oídos fuertes
12
Tales casos son más limitados de lo que podría suponerse. Las expresiones faciales y ruidos. Supongamos que, por conveniencia, adoptan la convención de pro-
los gestos como señalar con el dedo son fundamentalmente convencionales. ducir siempre el ruido BANG para lograr su propósito. Podemos decir de

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

este caso que, al igual que en el caso del ajedrez, se trata de una práctica invocación de algún tipo de reglas. ~s en este sentid? en _el que quiern
que incluye una convención. Pero, a diferencia del caso del ajedrez, la con- decir que no solamente son convenc10nales los lenguaJes, smo que cierto
vención no es ninguna plasmación de algún tipo de reglas constitutivas énero de actos ilocucionarios están gobernados por reglas.
subyacentes. A diferencia del caso del ajedrez, el dispositivo convencional g De este modo, mis tres cuestiones equivalen a: Primera, ¿tienen con-
es un dispositivo para lograr un efecto natural. No existe ninguna regla al venciones los lenguajes? Segunda, ¿debe haber reglas (plasmadas de al-
efecto de que decir BANG cuente como causar dolor; el dolor puede sentirse guna manera) para q~e sea posible realiz~r este o aquel acto ilocucionario?
conózcanse o no las convenciones. y tercera, las convenc10nes, ¿son plasmac10nes de reglas?
Ahora bien, ¿qué sucede con los lenguajes, el lenguaje y los actos ilocu- Mi respuesta a la primera es sí, y mi respuesta a la segunda es que, en
cionarios? Lo mismo en el caso del ajedrez que en el caso del ruido, los len- efecto, la mayor parte de los géneros de actos ilocucionarios están gober-
guajes incluyen convenciones. (Mi respuesta a la primera cuestión.) Pero nados por reglas. Mi respuesta a la tercera cuestión es, en general, sí.
quiero decir, con respecto a mi segunda y tercera cuestiones, que hablar El point de las analogías consiste en que el caso del ruido ilustra en
un lenguaje y realizar actos ilocucionarios son casos parecidos al caso del qué consiste el que una prá?tic~ tenga _un modo _convencional de re~liza-
ajedrez, porque son crucialmente diferentes del caso del ruido. Los dife- ción, sin tener reglas constitutivas o sm requerrr reglas o convenc10nes
rentes lenguajes humanos, en la medida en que son intertraducibles, pue- para realizar el acto. El caso ~el ajedrez ilu~tra_ ;n qué consiste que u~a
den considerarse como plas'maciones convencionales diferentes de las mis- práctica tenga modos convencionales de realizac1on, cuando las convenc10-
mas reglas subyacentes. El hecho de que en francés pueda hacerse una nes son plasmaciones de reglas subyacentes, y cuando se requieren reglas
promesa diciendo "Je promets" y que en castellano pueda hacerse diciendo y algunas convenciones o cosas de otro tipo para realizar los actos.
''Yo prometo", es un asunto de convención. Pero el hecho de que·una emi- Cuando digo que hablar un lenguaje es participar en una forma de
sión de un disposit~vo de prometer cuente como (bajo condiciones apropia- conducta gobernada por reglas, no estoy interesado especialmente en las
das) la asunción de una obligación, es un asunto de reglas y no un asunto convenciones particulares que se invocan al hablar este o aquel lenguaje
de convenciones del francés o del castellano. Así como en el ejemplo ante- (y es por esto por lo que mi investigación difiere fundamentalmente de la
rior podemos traducir una partida de ajedrez de un país a una partida de lingüística, interpretada como un examen de la estructura efectiva de los
ajedrez de otro, puesto que comparten las mismas reglas subyacentes, lenguajes humanos naturales), sino en las reglas subyacentes que las con-
también podemos traducir emisiones de un lenguaje a otro, puesto que venciones manifiestan o plasman, en el sentido del ejemplo del ajedrez.
comparten las mismas reglas subyacentes. (A este respecto, podría consi- Ahora bien, cuando digo que hablar un lenguaje es tomar parte en una
derarse como un hecho extraordinario, un hecho que requiere alguna ex- forma de conducta gobernada por reglas, intento que esta observación va-
plicación, el que oraciones de un lenguaje puedan ser traducidas a oracio- ya en el sentido de una respuesta a la cuestión tercera. Incluso si resultase
nes de otro lenguaje.) que no estoy en lo cierto respecto a la cuestión segunda, a saber: que los
Además, ~ara volver a la segunda cuestión, debe existir para muchos actos ilocucionarios pueden realizarse en su totalidad fuera de cualquier
géneros de actos ilocucionarios algún dispositivo, convencional o de otro sistema de reglas constitutivas, con todo no se seguiría que el hecho de
tipo, para la realizaci~p.. del acto, puesto que el acto puede realizarse sola- realizarlos en un lenguaje no es tomar parte en una forma de conducta go-
mente dentro de las reglas, y debe de haber alguna manera de invocar las bernada por reglas. Sostengo ambos puntos de vista, pero solamente la
reglas subyacentes. Para el caso de las promesas y los enunciados debe ha- respuesta a la cuestión tercera es crucial para los propósitos del presente
ber algunos elementos convencionales cuya emisión cuente como la asun- ensayo, pues es ese punto de vista el que articula la hipótesis de que ha-
ción de una obligación o el compromiso con la existencia de cierto estado blar un lenguaje es tomar parte en una forma de conducta gobernada por
de cosas, para que sea posible realizar actos de habla tales como prometer reglas.
o enunciar. Las cosas especificadas en las reglas no son efectos naturales, Dos cuestiones finales sobre las reglas: Primera: ¿Si una regla es ge-
del tipo de sentir dolor, que se puedan producir independientemente de la nuina, debe haber una sanción para su violación? ¿Todas las reglas han de

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

ser, entonces, normativas? No. No todas las reglas constitutivas tienen


sanciones; después de todo, ¿qué sanción tiene la regla de que el béisbol se da en el cu al nues t ra an alogía entre realizar .actos
d de habla
di Y
e .
juega con nueve hombres en cada equipo? En efecto, ni siquiera es fácil de pasa , 1 . de un juego como el aJe rez no se c
sea se derrumba. De as pieza~ . demás cuando se hace una
ver cómo podría violarse la regla de lo que constituye el jaquemate en aje. jugar ísticamente que tengan significado, y a . ,d ir algo mediante
drez, o el touchdown en fútbol americano. Segunda: ¿Es posible seguir una caracter o se dice característicamente que se qmera ec
·ugada, n .
regla sin conocerla? Algunas personas se sienten molestas con mi afin:na.
ción de que existen reglas de lenguaje que descubrimos incluso si, sos. J sa jugada. . uerer decir algo mediante lo que dice, y
tengo, las hemos estado siguiendo desde siempre ... e Pero, ¿qué es para algme~~ado? Para responder a la primera de e~¡
e' es para algo tener un s1g t .d s Y revisar algunas ideas de Pau
... Las implicaciones de estos ejemplos para la presente investigación qu go tomar pres a a . · te
son éstas: a veces para explicar adecuadamente un fragmento de conducta tas preguntas pr?pon . 1 do "Meaning",13 Grice proporciona el s1gmen
G ·ce En un articulo titu_ a . t l" 14 Decir que un hablante H
humana hemos de suponer que fue llevada a cabo de acuerdo con una re. ri · ·, d " gnificado no-na ura . . .,
ana 'lisis de la noc1on d' t X eqmvale a ecrr que H intentó que la elll810n
e s1 . d . .
gla, aun cuando el agente mismo pueda no ser capaz de enunciar la regla e
. re decir algo me ian e ' dio del reconocimiento
incluso pueda no ser consciente del hecho de que está actuando de acuerdo qd~1lprodujese algún efecto en un oyent\~,s~~\:: explicación adecuada,
con la regla. El conocimiento por parte del agente de cómo hacer algo pue- . . , Aunque no creo que es b se
de explicarse de manera adecuada solamente bajo la hipótesis de que él de esta mtenc10n. , 1 , delante pienso sin em argo, que
por ra:?ones que se haran .cd aras mas , tilapara una, explicación
, de1 sig
. nificado·,
conoce (ha adquirido, interiorizado, aprendido) una regla al efecto de que
trata de un punto de parti a muy ':1 nificado e intención, y en segundo .~u-
tal y cual, aun cuando en un sentido importante pueda no saber que co-
en primer lugar, porqu~ co_necta s1g terística esencial de la comunica~~on
noce la regla o que actúa, en parte, a causa de la regla. Dos de las marcas
gar, porque captura 1~ s1gmente c::~ar ciertas cosas a mi oyente, hac1en-
Iingüística. Al hablar mtento ~~m
distintivas de la conducta gobernada por reglas, en oposición a la conducta
. recisamente esas cosas.
meramente regular, consisten en el hecho de que, generalmente, recono- . intenc10n de comumcar p .. t
dole que reconozca nn h . , dole que reconozca nn m en-
cemos las desviaciones del patrón como algo erróneo o defectivo en cierto Logro el efecto pretendido en el oyente ac1en 1 nte reconoce qué es lo
sentido, y que las reglas, a diferencia de las regularidades, cubren, de ma- :6 to y tan pronto como e oye
nera automática, nuevos casos. El agente, frente a un caso que jamás ha ción de lograr ese e ec , en eneral el efecto que se pretendía. E1o~~n-
visto con anterioridad, sabe qué hacer. que intento lograr, se logra, dici:ndo t¡n pronto como reconoce que nn m-
te comprende _I~ que estoy . na intención de decir esa cosa.
tención, al enntrr lo que e~to, es u_ le Cuando digo "Hola", intento pro-
2.6. Significado Ilustraré esto con un eJemplo srmp . tá ·endo saludado. Si reco-
t 1 onocimiento de que es s1
<lucir en el oyen e e c . , . d . él ese conocimiento, entonces,
mi intenc10n de m ucrr en . .
Los actos de h,lbla se realizan característicamente al emitir sonidos o al noce esto como d uiere ese conoclilllento.
hacer trazos. XCuál es la diferencia entre emitir sonidos o hacer trazos como resultado de esto, el o~e_n~ ~ (si nificado es valioso, me parece que
solamente y realizar ujfCto ilocucionario? Una diferencia consiste en que A pesar de que este analis1s e ~ ruciales En primer lugar, no
de los sonidos o trazos ·Cflle una persona hace al realizar un acto ilocuciona- es defectuoso en, al menos, dos aspe~ ~s cificado p.uede ser un asunto de
rio se dice característicamente que tienen significado, y una segunda dife- logra dar cuenta de hasta qué p':1n~ ,e sd1gln . nificado no muestra la cone-
. E t explicac1on e s1g d'
rencia, relacionada con la anterior, consiste en que se dice característica- reglas o convenc10nes. s a . . d . algo mediante lo que ice y
xión entre el hecho de que algmen qmera ecrr .
mente que una persona quiere decir algo mediante esos sonidos o trazos:
Característicamente, cuando se habla se quiere decir algo mediante lo que t3 . (iuho,
Ph ·¡ so,phical Review . . 1957), pp. 377-78. Versión caste 11ana, "sign
· ificado", Cua-
. .
se dice, y de lo que se dice, de la sarta de morfemas que se emite, se dice o , . 19 78 . " .d de "s1gm-
dernos de i Crítica, Mex1co, " i nificado no-natural) de sentl os . 'fcan
característicamente que tiene un significado. Hay aquí otro punto, dicho i,, Él distingue "significado nn (esto es, s g ·r· lluvia" y "Esas manchas s1gm l
ficar" como los que aparecen en "Las nubes swm
u ican
sarampión".

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lo que efectivamente significa en el lenguaje aquello que alguien dice. En ue de esta explicación que cuando digo Kennst du das Land ... etc., lo que
segundo lugar, al definir el significado en términos de intentar producir guiero decir es "Soy un soldado alemán?" No solamente no se sigue, sino
efectos, confunde actos ilocucionarios con actos perlocucionarios. Dicho que en este caso me encuentro poco dispuesto a decir que cuando emito la
toscamente, Grice define, efectivamente, el significado en términos de in- ~ración alemana lo que quiero decir es "Soy un soldado alemán", o ni
tentar realizar un acto perlocucionario. Pero decir algo queriendo decirlo siquiera "Ich bin ein deutscher SoldaC', puesto que lo que las palabras sig-
significativamente consiste en intentar realizar un acto ilocucionario y no nifican y lo que recuerdo que significan es "¿Conocéis acaso el país donde
necesariamente un acto perlocucionario. Explicaré ahora ambas objecio- florecen los limoneros?" Desde luego, deseo engañar a mis capturadores de
nes e intentaré corregir el punto de vista de Grice de manera que las pue- manera que piensen que lo que quiero decir es: "Soy un soldado alemán",
da superar. pero parte de lo que se incluye en el engaño consiste en inducirlos a pen-
Para ilustrar el primer punto presentaré un contraejemplo a este aná- sar que es eso lo que significan en alemán las palabras que emito. En las
lisis del significado. El objeto del contraejemplo será ilustrar la conexión Philosophical Investigations, 16 Wittgenstein (discutiendo un problema di-
entre lo que un hablante quiere decir y lo que las palabras que emite sig- ferente) escribe: "Di 'hace frío aquí' queriendo decir 'hace calor aquí'." La
nifican. razón por la que no somos capaces de hacer esto sin llevar a cabo algún
Supongamos que yo soy un soldado americano de la segunda guerra ajuste adicional cÓnsiste en que lo que podemos querer decir es, como mí-
mundial y que soy capturado por las tropas italianas. Y supongamos tam- nimo, una función de lo que estamos diciendo. El significado, más que un
bién que deseo inducir a esas 'tropas a creer que soy un soldado alemán de asunto de intención, es también, algunas veces al menos, un asunto de
modo que consiga que me suelten. Lo que me gustaría hacer sería decirles convención. Podríamos decir que, según la explicación de Grice, parecería
en alemán o en italiano que soy un soldado alemán. Pero supongamos que que cualquier oración puede emitirse con cualquier significado, dado que
no sé alemán o italiano suficientes para decirles esto. Entonces, yo, por así las circunstancias hacen posibles las intenciones apropiadas. Pero esto tie-
decirlo, intento representar la pantomima de decirles que soy un soldado ne como consecuencia que el significado de la oración se convierte enton-
alemán recitándoles los pequeños trozos de alemán que conozco, confiando ces precisamente en otra circunstancia.
en que ellos no sepan suficiente alemán como para darse cuenta de mi La explicación de Grice puede rectificarse para tratar con contraejem-
plan. Supongamos que conozco solamente una línea de alemán que re- plos de este género. Tenemos aquí un caso en el que intento producir un
cuerdo de un poema que tenía que memorizar en un curso de alemán de la cierto efecto por medio del logro del reconocimiento por parte del oyente
escuela secundaria. Por tanto, yo, un prisionero americano, me dirijo a mis de mi intención de producir ese efecto, pero el dispositivo que uso para
capturadores italianos con la siguiente oración: Kennst du das Land wo producir ese efecto se usa convencionalmente, en virtud de las reglas que
die Zitronen blühen?15 Ahora bien, describamos la situación en términos gobiernan su uso, como un medio de producir efectos ilocucionarios com-
griceanos. Yo intento producir cierto efecto en ellos, a saber, el efecto de pletamente diferentes y el ajuste o las condiciones que nos permitirían
que crean que yo soy un soldado alemán e intento producir este efecto por decir una cosa y querer decir algo totalmente no relacionado con ella no
medio de su ree§jpocimiento de mi intención. Intento que piensen que lo están presentes. Debemos, por lo tanto, reformular la explicación del sig-
que estoy intenfando decirles es que soy un soldado alemán. Pero, ¿se si- nificado ofrecida por Grice de tal manera que clarifique que el hecho de
~{ querer decir algo por parte de una persona, cuando ésta emite una ora-
15
Si parece implausible el que se pudiera intentar producir los efectos deseados con ción, está relacionado, de manera más estrecha que por simple azar, con lo
una emisión de este tipo en esas circunstancias, puede añadirse al ejemplo una serie de ele- que la oración significa en el lenguaje en que esa persona está hablando.
mentos imaginarios que lo harían más plausible, por ejemplo, sé que mis capturadores sa- En nuestro análisis de los actos ilocucionarios debemos capturar tanto los
ben que hay soldados alemanes en el área que visten uniformes americanos. Sé que han
sido instruidos para vigilar a esos alemanes y dejarlos ir tan pronto como los identifiquen.
aspectos intencionales como los convencionales, y de manera especial las
Sé que ellos han mentido a su superior diciéndole que sabían hablar alemán cuando en
realidad no saben, etc.
w Parágrafo 510.

148 149
,,, '

MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

relacio~es en~re ellos. Al rea~zar un acto ilocucionario, el hablante intenta_ 1 cucionario correlativo, puedo decir algo queriendo decir lo que signi-
producir un cierto efecto haciendo que el oyente reconozca su intención d per \in intentar, de hecho, producir ese efecto. Así, por ejemplo, puedo
producir ese efecto; Y además, si está usando las palabras literalmentee fíca,er un enuncia · preocuparme de1 h ech o de s1· mi· au dºitono
· d o sm · lo cree
0
intenta que ese reconocimiento se logre en virtud del hecho de que las re~ bac simplemente porque siento que es mi obligación hacerlo.
glas para el uso de las expresiones que emite asocian la expresión con 1 no, En tercer lugar, no es el caso, en general, que cuando se habla con una
producción de ese efecto. Es esta combinación de elementos la que neces~ rsona con la intención de, por ejemplo, darle a conocer alguna porción
taremos expresar en nuestro análisis del acto ilocucionario. ~e información, se intente que la razón de esa persona, o incluso una de
Vuelvo a mi segunda objeción, a la explicación de Grice. En efecto, est es razones, para creer lo que se le cuenta haya de ser que se intenta que
explicación afirma que decir algo queriendo decir lo que significa consis~ s~a lo crea. Cuando, por ejemplo, leo un libro de filosofía existen toda clase
en intei:itar realizar un acto perlocucionario. En los ejemplos que Grice ·l:e razones para creer o no creer lo que el autor dice, pero una de mis razo-
proporc10na, los efectos citados son, invariablemente, efectos perlocuciona- nes para creer lo que el autor dice no consiste en mi reconocimiento de que
rios. . Quiero. argumentar. que decir algo queriendo decir lo que signi:fica
consiste en mtentar realizar un acto ilocucionario. En primer lugar, podría
suceder que, en general, los efectos intentados por las emisiones hechas
él intenta que yo lo crea. Ni, a menos de que se trate de un autor extraor-
dinariamente egocéntrico, intentará que lo crea a causa de mi reconoci-
miento de que su intención es qu~ lo c~ea. La intención reflexiva gricean~ /
1
seriamente no fuesen perlocucionarios, puesto que muchos géneros de ora- no funciona para efectos perlocucionanos. :J
ciones usadas para realizar actos ilocucionarios no tienen efectos perlocu- Ahora bien, ¿cómo funciona entonces? Hagamos memoria respecto de
cionarios asociados con su significado. Por ejemplo, no existe ningún efecto un puñado de hechos que pretendemos explicar. La comunicación humana
perlocucionario que esté asociado al hecho de saludar. Cuando digo "Hola" tiene algunas propiedades no usuales, no compartidas por la mayor parte
queriendo decir lo que significa, no intento producir o evocar ningún es- de los otros tipos de conducta humana. Una de las menos usuales es ésta:
tado o acción en mi oyente que no sea el conocimiento de que está siendo si intento decirle algo a una persona, entonces (suponiendo que se satisfa-
saluda~o. Pero ese ?onocimiento es simplemente su comprensión de lo que cen ciertas condiciones) habré conseguido decírselo tan pronto como esa
yo he dicho, no es nmguna respuesta o efecto adicionales. Además, no exis- persona reconozca que intento decirle algo y qué es exactamente lo que es-
te ningún efecto perlocucionario de, por ejemplo, prometer que distinga a toy intentado decirle. Además, a menos que ella reconozca que estoy inten-
las promesas de los enunciados firmes de intención y de las predicciones tando decirle algo y qué es exactamente lo que intento decirle, no habré
enfáticas. Las tres emisiones tienden a crear en el oyente expectativas so- logrado decirle algo de manera completa. En el caso de los actos ilocucio-
bre el futuro, pero "Yo prometo" no significa ''Yo predigo" o ''Yo intento". narios logramos hacer lo que intentamos hacer, al conseguir que nuestro
Cualquier explicación del significado debe mostrar que cuando digo "Pro- auditorio reconozca lo que estamos intentando hacer. Pero el 'efecto' sobre
meto" u "Hola" queriendo decir lo que significa, quiero decirlo en exacta- el oyente no es ni una creencia ni una respuesta, consiste simplemente en
mente el mismo sentido de "querer decir" que cuando digo "Márchate" la comprensión por parte del oyente de la emisión del hablante. Es este
queriendo d~ir lo que significa. Sin embargo, la explicación de Grice pa- efecto lo que he estado denominando efecto ilocucionario. Así, pues, lama-
rece adaptatse solamente a la última de las tres oraciones, puesto que es nera en la que funciona la intención reflexiva, en una formulación preli-
la úni?a cuyo ~ign~i~d? es tal qu~, e? los _casos ordinarios, el hablante que minar, es la siguiente: el hablante H intenta producir un efecto ilocucio-
la emite quenendo cl:ecrr lo que significa mtenta producir en el oyente un nario El en el oyente O, haciendo que O reconozca la intención por parte de
"efecto" del género que discute Grice. El significado de la oración "Már- H de producir EI. 17
chate" está ligado al hecho de que se intente algún efecto perlocucionario 17
Esta formulación evita, dicho sea de paso, contraejemplos del tipo que aduce Straw·
particular, a saber: hacer que el oyente se vaya. Los significados de "Hola"
son (P.F. Strawson, "Intention and Convention in Speech Acts", Philosophica.l Reuiew, octu-
y ''Yo prometo" no lo están. bre, 1964, pp. 439-60). En el ejemplo de Strawson H intenta hacer que O crea algo haciendo
En segundo lugar, incluso si hubiese, de manera general, un efecto que O reconozca la intención que H tiene de que él (0) lo crea. Pero H no está realizando en
absoluto ningún acto ilocucionario. Tan pronto como se especifica que la intención es conse-

150 151
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

El efecto característico que se intenta lograr en el significado es la com. 4 . La oración proporciona, entonces, un medio convencional de lograr
prensión, pero la comprensión no es una clase de efecto que esté incluido ·ntención
1 de producir un cierto efecto ilocucionario en el oyente. Si un
en los ejemplos griceanos de efectos. Tampoco podemos rectificar la expli. la
h blante emite la orac10n ., quenen· d o decrr
· 1o que s1g
· nifica, ten d ra' 1as in-
cación de Grice de manera que el significado sea analizado en términos de \ciones (a), (b) y (c). La comprensión de la emisión por parte del oyente
comprensión. Hacer esto resultaría demasiado circular, puesto que es no. ~ei sistirá simplemente en que el objeto de esas intenciones se logre. Y, en
torio que los conceptos de significado y comprensión están demasiado es- co~eral, el objeto de esas intenciones se logrará si el oyente comprende la
trechamente ligados para que el último pueda servir de base para un aná. ge ci·o'n , esto es ' conoce su significado, esto es, conoce las reglas que gobier-
ora
lisis del primero. Así lo que haré en mi análisis de los actos ilocucionarios nan sus elementos.
será desembrollar lo que constituye la comprensión de una emisión literal Ilustremos estos puntos con un ejemplo muy simple usado anterior-
en términos de (algunas de) las reglas concernientes a los elementos de la ente -una emisión de la oración "Hola"-: 1) Comprender la oración
oración emitida, y en términos del reconocimiento por parte del oyente de ;ola" es comprender su significado; 2) el significado de "Hola'' está deter-
que la oración está sujeta a tales reglas. minado por las reglas semánticas que especifican tanto ~us condiciones de
Mi primera y segunda objeciones a la explicación de Grice van unidas, emisión como aquello como lo que cuenta la emisión; 3) emitir "Hola" que-
y si resultan ser válidas, debe comenzar a aparecer el cuadro siguiente: en riendo decir lo que significa consiste en (a) intentar hacer que el oyente re-
la parte del hablante, decir algo queriendo decir lo que significa, está co- conozca que está siendo saludado, (b) intentar hacer que éste reconozca
nectado estrechamente éon la producción de ciertos efectos en el oyente. que está siendo saludado, haciéndole que reconozca l_a inte1:1;ión que se_ tie-
En la parte del oyente, comprender la emisión del hablante está conectado ne de saludarle, (c) intentar hacer que reconozca la mtenc10n que se tiene
estrechamente con el reconocimiento de sus intenciones (del hablante). En de saludarle, en virtud de su conocimiento del significado de la oración
el caso de las emisiones literales, el puente entre el lado del hablante y el "Hola''; 4) La oración "Hola" proporciona, entonces, un medio convencional
lado del oyente lo proporciona el hecho de que ambos tengan un lenguaje para saludar a la gente. Si un hablante dice "Hola" queriendo decir lo que
común. He aquí cómo funciona este puente: significa, entonces tendrá las intenciones (ú), (b) y (c), y en la parte del
oyente, la comprensión de la emisión por parte del oyente consistirá sim-
l. Comprender una oración es conocer su significado. plemente en que se logre el objeto de esas intenciones. El objeto de esas in-
2. El significado de una oración está determinado por las reglas, y esas tenciones se logrará, en general, si el oyente comprende la oración "Hola",
reglas especifican tanto las condiciones de emisión de la oración como tam- esto es, si comprende su significado, esto es, si comprende que bajo ciertas
bién aquello como lo que la emisión cuenta. condiciones su emisión cuenta como un saludo. En la caracterización del
3. Emitir una oración queriendo decir lo que significa consiste en (a) ejemplo he utilizado la palabra "saludar", que es el nombre de un acto ilo-
intentar (i-1) hacer que el oyente sepa (reconozca, sea consciente de) esas cucionario, y de este modo, si el ejemplo se presentase por sí mismo como
cosas haciéndolo que reconozca i-l, 18 y (c) intentar hacerlo que reconozca M un análisis del significado sería circular, ya que la noción de saludar in-
en virtud d~u conocimiento de las reglas de la oración emitida. cluye de antemano la noción de significado. Pero esto es solamente una
característica del ejemplo y no del análisis, puesto que, en última instan-
guir un efecto ilocucion¡t,io, este tipo de contraejemplo se elimina. Desde luego, queda el cia, el análisis se hace en términos de reglas y del conocimiento que el
problema adicional de es'jjecificar sin circularidad, o sin un regreso al infinito de intencio- oyente posee de las reglas y, por lo tanto, no hace uso explícito en el analy-
nes, en qué consiste un efecto ilocucionario; pero esto lo abordaremos más adelante.
18
¿No se puede prescindir totalmente de (b)? Pienso que no. H no solamente debe in-
sans de ningún término que incluya "significa'' como parte de su propio
tentar producir Ei en virtud del conocimiento que O tiene del significado de la oración, sino significado.
que debe intentar también que O reconozca la emisión de la oración como una emisión pro-
ducida con la intención de producir Ei. Y esto incluye intentar que O reconozca así la
emisión. Una vez que reconoce la intención i, comprende a H. Parece, por lo tanto, que la
intención de producir la comprensión incluye la intención de que O reconozca la intención i.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA


ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

2.7. La distinción entre hechos brutos


Y hechos institucionales d hechos y hechos que son obviamente hechos objetivos y no asun-
d e inión sentimiento
elases ' ·
o emoción, a los que resu1ta difieil, s1· no 1mpo- ·
tos
. e op ' · · 'd' · t ra1 ech-os
h
Existe una cierta representación, que nosotros tenemos, de lo que consti- ible as1·milar a esta representación. Cualquier , peno 1co . reg1s .
tuye el mundo y, consecuentemente, de lo que constituye conocimiento s '. iguiente: el señor Martínez ha contraido matrrmomo con a seno-
del tipo s . d · P'
sobre el mundo. Esta representación es fácil de reconocer, pero dificil de . G 'a· el Sporting ha vencido al Rayo por tres tantos a os, a erez
ita arc1 ' b' 1 . 'd
describir. Se trata de una representación del mundo en la que éste cons. r
se le a
h hallado convicto de robo· el Parlamento apro o a mvesti ura.
' , . . , l'
ta de hechos brutos y en la que el conocimiento es, en realidad, conoci- .
Ciertamen te , no existe una manera facil en la que la representac1on. . e a-
miento de hechos brutos. Lo que quiero decir es, en parte, que existen cier- . da dar cuenta de hechos como éstos. Esto es, no existe un conJlmto
s1ca pue . · · 1' · d t d
tos paradigmas de conocimiento, y que se considera que esos paradigmas . 1 de enunciados sobre propiedades físicas o ps1co ogicas e es a os
forman el modelo de todo conocimiento. Los paradigmas varían enorme-
sunP eas al que sean reducibles los enunciados · sobre h ec h os de es t e t'1~0.
de cos fú b 1 . . . ,
mente; su rango se extiende desde "Esta piedra está al lado de aquella lJ nace remonia de matrimonio·' un partido. de. t o , un · JUICIO
, yd una acc10n
piedra" hasta "Los cuerpos se atraen con una fuerza inversamente pro- legislativa incluyen una variedad de movlffilentos físicos, esta os Y sensa-
porcional al cuadrado de sus distancias y directamente proporcional al . s brutas ' pero una especificación
c10ne . de uno de esos . eventos, hecha sola--
producto de sus masas", pasando por "Tengo un dolor", pero comparten rnente en tales términos, no es suficiente para esp~~ificarlo com?, una e.ere
ciertas características comunes. Podría decirse que comparten la carac- rnonia de matrimonio, un partido de fútbol, un JUICIO o una acc10n legisla-
terística de que los conceptos que componen el conocimiento son esencial- . Los eventos físicos y las sensaciones brutas cuentan solamente como
tiva. · d d' ·
mente físicos o, en su versión dualista, que son físicos o mentales. El mo- part e de tales eventos , dadas otras determma . .as con . 1c1ones Y en con-
delo de conocimiento sistemático de este género es el de las ciencias natu- traste con un trasfondo de ciertos géneros de mstit~c1ones. . . .
rales, y las bases para todo tipo de conocimiento de este género se supone Propongo llamar a hechos tales como los registrados en m1 anterior
que son simples observaciones empíricas que registran experiencias sen- grupo de enunciados hechos institucionales. Son, en efecto, hechos; pero su
soriales. existencia, a diferencia de la existencia de los h~chos brutos, presupone la
Es obvio que grandes extensiones de lenguaje que aparentemente existencia de ciertas instituciones humanas. Ciertas formas d~ c?nducta
enuncian hechos no constan de conceptos que sean parte de esta repre- constituyen el hecho de que el señor Martínez _se ca.se con la senont~ ?ar-
sentación.19 Notoriamente, los enunciados de la ética y de la estética no cía solamente si se da la institución del matrrmomo. J?e manera srmilar,
son fácilmente asimilables a esta representación, y los filósofos que la han ciertos movimientos de determinadas personas constituyen el ~echo de
aceptado han intentado habérselas con ellos diciendo que o bien no eran que el Sporting gane al Rayo por tres tan_tos .a dos solamente s1 se da la
en absoluto enunciados, sino meras expresiones de emociones, o que tales institución del fútbol. Incluso a un nivel mas srmple, lo que tengo ah?ra en
enunciados :3ran simplemente enunciados autobiográficos de tipo psico- mi mano es un billete de veinte duros solamente si existe la, inst~tuc1ón de
lógico que r~tran, como afirmaba Hume, sentimientos. No puede decir- la moneda. Déjese de lado la institución y todo lo que tendre sera un trozo
se que la implausibilidad de estas maneras de habérselas con los pro- de papel con varias inscripciones color sepia. 20 . .

blemas pla?teados 14,9.r la ética y_ la estética haya sido algún obstáculo para Estas "instituciones" son sistemas de reglas constitutivas. Todo hec~;
su popularidad, pero su popularidad es, al menos, la prueba de la potencia institucional tiene como base un(a) (sistema de) regla(s) de la forma
de la representación. cuenta como y en el contexto C". Nuestra hipótesis de que hablar un len-
Dejando de lado la cuestión del status de los enunciados de la ética y la
estética, que en cualquier caso son áreas controvertidas, existen muchas 20
.
Hechos brutos tales como, por eJemplo, que yo pese 73 k ~s., re quieren
. . naturalmente
. . .. , _
ciertas convenciones para medir . el peso Y tam b ien
·, reqm·eren. ciertas .mstituc10nes
b 1mgms
he ho
19 · pe:o e1 h ech O e nunciado
ticas para ser enunciados en el lenguaJe; . es ' sm sem
un argo,
hechouninstitu-
c
Cfr. G.E.M. Anscombe, "On Erute Facts", Ana.lysis, vol. 18, núm. 3 (1958). bruto, en tanto que opuesto al hecho consistente en enunciarlo, que e
cional.
, 1

154
155
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

guaje es realizar actos de acuerdo con reglas constitutivas nos introduc


en la hipótesis de que el ~echo de que una persona haya realizado u~ . upongo, in . t entar;,,
= hacer una descripción del rugbyd en térmi-h
cierto acto de habla, por eJemplo, haya hecho una promesa, es un hech Nadie, hsos brutos, Y, sm . e mbargo' por curioso que pue ' . a parecer,
d 1 1 a
institucional. Por lo tanto, no estamos intentando proporcionar un análisi~ ¡1os de hec as que h an m . t ent a do ofrecer análisis semanticos eh os ben-
de tales hechos en términos de hechos brutos. ]labido perso~as solamente con una estructura conceptual de hef ~~ lu-
A este respecto, examinemos lo inadecuado de la concepción del conocj. gu•jes, amm do las reglas Semánticas que subyacen a las re~ an fia '."
miento como conocimiento de hechos brutos para dar cuenta de los hechos tos e ignoran s de estos análisis poseen una plausibilidad prima ~ie,
institucionales. Investiguemos mi tesis de que los conceptos que forman la brutas. Algun? t n en la conducta lingüística regularidades suscept~bles
representación clásica no son lo suficientemente ricos para describir los puesto que e~i~:s lo mismo que aparecen regularidades en nuestr? rma-
hechos institucionales. Para ilustrar esta inadecuación, imaginémonos lo de ser. descub~e
tudio "cien
. , tífico,, del rugby . Pero tal como esas regularidades
, 1 es
que sería describir hechos institucionales en términos puramente brutos. ginario es t, . os de correlaciones regulares de estrmu o Y r -
Imaginémonos un grupo de observadores altamente preparados que des. aparecen,( · yaroduzco
sea en eel r~d
rm o, ".¿Hay sal aquí?" ·
cuando hay sal a· la vista,t el
Puesta si p 1 'd "S'") o bien en ténninos de correlaciones _en re
criben un partido de rugby haciendo solamente enunciados sobre hechos . roduce e · rui o, i ' f: " nnte en
brutos. ¿Qué podrían decir a modo de descripción? Bien, dentro de ciertas suJet? p t d de cosas (el sonido "Pasa la sal, por avor se e
áreas podrían decirse bastantes cosas e incluso podrían formularse ciertas emisiones y es a os donde hay sal a la vista), parece que deben
'leyes' utilizando técnicas estadísticas. Por ejemplo, podemos imaginar que general solamente ?uand::das ara cualquiera que sostenga una conce~-
después de un período de tiempo nuestro observador descubriría la ley de quedar totalment~ mdexpdli 1 Pto de vista de los hechos brutos. La expli-
.' d 1 semántica es e e pun . . .d ro-
la agrupación periódica: a intervalos estadísticamente regulares organis- c10~, e ha . d las regularidades brutas del lenguaJe (ciertos rm os p
mos con camisetas del mismo color se agrupan de una manera aproxima- cac10n o via e . currir en ciertos estados de cosas o en
ducidos por los h~manos t~enden :insiste en que los hablantes de un len-
damente circular (la mele'), Además, a intervalos igualmente regulares, la
la presencia
. , dertciertos
· ·pando estrmulos)fi
en una orma de conducta intencional gobernada
agrupación circula~ es seguida por una agrupación lineal (los equipos se
alinean para jugar), y el agrupamiento lineal es seguido por el fenómeno guaJe estan pa ici d t de las regularidades exactamente en e1
por reglas. Las reglas an c~en: 1 b dan cuenta de las regularidades
de la interpenetración lineal. Tales leyes tendrían carácter estadístico y no
mismo sentido en que las re~ asl e r~g Yno parece haber manera de dar
hay nada malo en ello. Pero no importa la cantidad de datos de esta clase de un partido de rugby, y sm as reg as
que imaginemos que recogen nuestros observadores y tampoco importa la cuenta de las regularidades.
cantidad de generalizaciones inductivas que imaginemos que ellos hacen a
partir de los datos; con todo, no habrían descrito el juego del rugby. ¿Qué
es lo que le falta a su descripción? Lo que falta son todos aquellos concep-
tos que están respaldados por reglas constitutivas, conceptos tales como
touchdown, fue'.¡;_a de juego, partido, puntos, etcétera, y consecuentemente,
lo que falta so:ri todos los enunciados verdaderos que pueden hacerse sobre
el ju~go del rugby usa¡_,,,<;io _esos conc;ptos. Los enunciados que faltan son
precISamente lo que descnbe el fenomeno que se desarrolla en el campo
como un partido de rugby. Las otras descripciones, las descripciones de los
hechos brutos, pueden explicarse en términos de hechos institucionales.
Pero los hechos institucionales pueden explicarse solamente en términos
de las reglas constitutivas subyacentes.

156
157
,r
¡ ¡

RESEÑA DIDÁCTICA
Aspectos de la teoría de la sintaxis

Noam Chomsky
Lingüista, filósofo y analista político estadounidense (1928- ). Tiene una amplia
producción en el campo de la lingüística. Sus estudios revolucionaron la lingüística al
plantear la Teoría de la Gramática Transformacional y Generativa y los conceptos de
competencia y actuación. Entre sus numerosas publicaciones destaca
Aspectos de la teoría de la sintaxis.

1 siglo XX es el de la lingüística, pero más propiamente el siglo del

E lenguaje. Noam Chomsky es considerado uno de los grandes pensa-


dores del siglo pasado. En la antología se incluye el primer capítulo
titulado "Preliminares metodológicos", correspondiente a su obra publica-
da en castellano con el título Aspectos de la teoría de la sintaxis. En este
apartado, el autor explica algunos de sus más importantes conceptos para
conocer el planteamiento básico del comportamiento lingüístico de los su-
jetos en el proceso de la comunicación. Dichos conceptos son: "Las gramá-
ticas generativas como teórías de competencia lingüística" y "Hacia una
teoría de la actuación''.
Chomsky, originario de Norteamérica, dedicó su vida intelectual a for-
malizar a la teoría lingüística, o como se dice en el prólogo a esta obra, a
precisar y explicitar el conocimiento que había producido dicha disciplina.
Es en este apartado donde Chomsky propone nociones que hacen referen-
cia a la lógica del lenguaje, a una especie de "álgebra transformacional
para la descripción lingüística". La aportación de tales conceptos fueron
determinantes para la historia del conocimiento, en especial para las cien-
cias del lenguaje, pero también, e irremediablemente, para lo que se cono-
cería más tarde como las teorías del discurso.

159
MARÍA SUSAN1 GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

~ de que hay grados de gramaticalidad, y que, en efecto, hay una rela-


. En sus "Prelimin~res metodoló~cos", Choms~~ hace un a~álisis de la
smtaxIS de la lengua mglesa. A partir de la gramatica generativa, ciñe s ~a de ésta con la aceptabilidad, pero no se podrían colocar en el mismo
esfuerzos, como e~ propio autor lo dice, al tema de "las reglas que espec~~ cionl La noción de competencia a partir del grado de gramaticalidad es
01ve.
can las cadenas bien formadas de mínimas unidades de función sintáct· cho más profunda e importante en su teoría.
c ) . ºnfi .,
(1.ormantes y asignan i ormac10n estructural de varios tipos tanto a
ica rnu Asimismo, Chomsky enuncia que la organización de la gramática gene-
. es. tiva tiene como elementos motores lo sintáctico, lo fonológico y lo se-
tas cadenas como a 1as cadenas de ciertos respectos no-bien formadas" 1
Dentro de lo expuesto en este capítulo, cabe resaltar la consider¡ción raántíco. En otras palabras, se basa en reglas formales y sus relaciones
de que el autor parte de la premisa de una situación hablante-oyent ~n las posibilidades fonológicas y de significado.
ide~l. Hace una distinció.~ entre la co1?~etencia y la actuación, misma qu: c Finalmente, cabe decir que para esta Antología de Teorías del Dis-
le s~e para la elaboracion de una critica puntual al propioSaussure: "es cLLrso, es ineludible conocer los planteamientos de Chomsky que revolucio-
preciso rechazar su concepto de langue como mero inventario sistemátic0 naron la lingüística del siglo pasado y que brindan la posibilidad de cono-
de um·da des",2 pues d.ice ehomsky, habna , que pensar más bien en un cer otra explicación, que desde la psicología y con el acento en la actuación
compet~ncia subyacente "como un sistema de procesos generativos", y n~ del sujeto y el acto creativo, por una parte, da sustento a su gramática ge-
necesariamente como descriptivo, a la usanza de los estructuralistas. En nerativa, y por la otra, nos permite incorporar estos conceptos para expli-
los preliminares está la idE;a de que la gramática de una lengua será una car la centralidad del lenguaje en el proceso comunicativo.
descripción de la competencia intrínseca de ese hablante-oyente ideal.
A partir de tales consideraciones en este capítulo, Chomsky propone
replantear algunos términos de la lingüística de Saussure y resaltar el as-
pecto creativo que supone el uso del lenguaje. Por tanto, afirma que hablar
de una gramática universal que explique dicho aspecto creativo del uso
lingüístico y que exprese las profundas regularidades que no aparecen en
la gramática propiamente dicha.
A Chomsky le interesa, en esta parte de su obra, explicar el concepto
de gramática generativa y señala que ésta "no es un modelo del hablante 0
del oyente, sino que intenta caracterizar en los términos más neutrales po-
sibles el conocimiento de la lengua que proporciona la base para el uso real
de la lengua por un hablante-oyente". 3 Es por tanto, hasta cierto punto, un
asunto de procesos mentales subyacentes, que van más allá del empleo
consciente, son las reglas que asignan descripciones estructurales a las
oraciones. :'¼b.
Más adelante, Chomsky, en el inciso "Hacia una teoría de la actua-
ción", distingue entr~competencia y actuación, uno de los asuntos noda-
les de este capítulo. Explica que la gramaticalidad corresponde más al
asunto de la competencia, y dista de la relación aceptabilidad-actuación.

1
Chomsky, Noam, Aspectos de la teoría de la sintaxis, p. 5.
2
Ibídem, p. 6.
"Ibídem, p. 10.

161
160
PRELIMINARES
METODOLÓGICOS*
Noam Chomsky

l. Las gramáticas generativas como teorías


de competencia lingüística

ste estudio tocará varios temas de teoría sintáctica y sintaxis in-

E glesa, algunos con cierto detalle, otros muy por encima y ninguno
de manera exhaustiva. Tratará concretamente del componente sin-
táctico de una gramática generativa, es decir, de las reglas que especifican
las cadenas bien formadas de mínimas unidades de función sintáctica (for-
mantes) y asignan información estructural de varios tipos antoja estas ca-
denas como a las cadenas en ciertos respectos no-bien-formadas.
El encuadre general en el que se desarrollará esta investigación ha
sido expuesto muchas veces, y se presupone cierta familiaridad con los es-
tudios descriptivos y teóricos agrupados en la bibliografia. En este capítulo
pasaré breve revista a los supuestos fundamentales más importantes, sin
intentar aquí justificarlos, sino sólo esbozarlos claramente.
Lo que concierne primariamente a la teoría lingüística es un hablante-
oyente ideal, en una comunidad lingüística del todo homogénea, que sabe
su lengua perfectamente y al que no afectan condiciones sin valor grama-
tical, como son limitaciones de memoria, distracciones, cambios del centro
de atención e interés, y errores (característicos a fortuitos) al aplicar su
conocimiento de la lengua al uso real. Esta me parece que ha sido la posi-
ción de los fundadores de la lingüística general moderna,** y no se ha

* Tomado de Chomsky, Noam, Aspectos de la teoría de la sintaxis, España, Ed. Agui-


lar, 1971, pp. 5-19.
** Se refiere a los lingüistas "cartesianos" o "clásicos" y, sobre todo, a Humboldt. Para
lo que sigue, téngase en cuenta que por "lingüística moderna" entiende Chomsky la que se
inicia con el Cours (1916) de Saussure; "lingüística tradicional" viene a ser la anterior a los

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MARÍA SUS:lNA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

dado
. .. ,ningu na razon
, convmcente
. .
linguistica real debemos 'd para_ modificarla. Para estudiar 1 . otetizadas disposiciones para responder, los hábitos y demás pueden
de los cuales la comp t c~ns1 erar la mteracción de muy varios f: e llso b.l~dar datos respecto.ª 1~ naturaleza de es_ta realida~ me~t~l, pero desde
e encia subya t d 1h actor
uno. En este sentido el est d. d tn e e_ ablante-oyente es solani es, bf no pueden constituir el verdadero obJeto de la lingü1stica si ésta ha
empírica de otros fe~ó u 10 e ~enguaJe no difiere de la invest. e~te 1t,1egor una disciplina seria. La distinción que aquí señalo está relacionada
H menos compleJos. igac1on
acemos, pues, una distin . , fu de sra distinción LANGUEIPAROLE de Saussure, pero es preciso rechazar
conocimiento que el h bl c10n ndamental entre COMPETENCIA, cotl oncepto de LANGUE como mero inventario sistemático de unidades y
(el uso real de la len a ant~-oye~te tiene de su lengua) Y ACTUA Sel su,~ bien volver a la concepción de Humboldt de la competencia subya-
establecida en el pá;; en sit~ac1ones concretas). Sólo en la idealiz CI?w ma como un sistema
cente · d e procesos, generativos.
· P ara mas
, deta11es, vease
'
petencia. En la realida/d:~~:r~or es la actua_ción reflejo directo de la :~on

~::::~ :u::::~~q::;~,~:~:: ~~~:hr:;:~-;!e:.:i:


a nutad del camino y demás Par~via~10~~-s de las reglas, cambios de pl:a
CJ-!OMSKY,1962.
l]na gramática de una lengua pretende ser una descripción de la com-
petencia intrínseca del hablante-oyente ideal. Si la gramática es, además,
perfectamente explícita -en otras palabras, si no depende de la inteligen-
ª?rendiendo la lengua el r~bl el linguISta'. como para el niño que est cia y comprensión del lector; antes al contrario, proporciona un análisis
sistema de reglas subyace~te ema es determmar con los datos del uso a explícito de lo que el lector pondría de su parte-, podemos llamarla (con
vale en la actua . , , ' que el hablante-oyente domina Y d 1 el cierta redundancia) GRAMÁTICA GENERATIVA.
.. , . c1on concreta De ahí . e que se
gu1stica sea mentalí t· . que, en sentido técnico la teo , lin lJna gramática completamente adecuada debe asignar a cada una de
s 1ca ya que t t d d . , ria _
subyacente en la c d , ra a e escubnr una realidad las infinitas oraciones una descripción estructural que indique cómo en-
on ucta concreta. *l El uso oh d d mental
serva o e la lengua o las tiende esa oración el hablante-oyente ideal. Este es el problema tradicio-
nal de la lingüística descriptiva, y las gramáticas tradicionales dan una
primeros comparativistas ( · gran cantidad de información sobre las descripciones estructurales de las
tivística taxo , . es decir, la anterior a 1816) La !' .. , .
lingüística m:m1ca o "estructuralista" (irónicamente de ah~ng~1st1ca_empiricística, descrip-
das en un signi;i:~~:re:homskiana (a~nque las dos ~rimer~::: c~::~as) es, en general, la
Herbert). -C. O. mas amplio y aplicadas, ej. a Vaugelas (15~5-165~e)s pue~en ser usa- introspectivismo -¿se debe hacer uso de los datos introspectivos al intentar descubrir las
*L , coetaneo de lord propiedades de estos sistemas subyacentes?-. Fue contra la posición conductualística no es
as notas con num ., asunto discutible. Es simplemente expresión de falta de interés la teoría y la explicación.
i Aceptar el mentalrac10n vo_l~da van al final de la obra.
Bloomfield " . , smo tradicwnal, en este sentid Esto es evidente, por ejemplo, en la critica de Twaddell (1935) contra la fonología mentalís-

~;·~~sA~~~~~ió~o;~~~ tica de Sapir, que se sirve de las respuestas y comentarios de los INFORMANTES como prue-
~~¡~~¡~~eo:~:~~:li~:~:
objeto primario d~ntrospecc1~n) ~~ra la determinación de la
gún supuesto su mvestigac10n. El mentalista en este s .
CO~~:;:
l~:~~::[~a::s essi_;;~~!ª:n~: f;c~~~:::ti~:
eiemplo, los propor-
NCI~, Siendo ésta el
ba de la realidad psicológica de cierto sistema de elementos fonológicos abstracto. Para
Twaddell, esto no tiene sentido, porque lo único que a él le interesa es la conducta misma,
"de la que el estudioso del lenguaje dispone ya, aunque en forma menos concentrada". Ca-
ticular, no n~~~~a de la posible base fisiológica de la reali~::d;,e:~feces1ta pa~tir de nin- racterísticamente, esta falta de interés en la teoría lingüística se manifiesta en la propuesta
mentalíst' , negar que la base existe. Más b' que estudia. En par- de limitar el término "teoría" al "resumen de los datos" (como en esta crítica de Twaddell, o,
0
mas neur~~s:~r: lue en ~efinit_iva serán de más val~:~a:: ~: ::: n~r q~e son los estudios para dar un ejemplo más reciente, en DIXON, 1963, aunque en este caso la discusión de las
piedades que talg cos, y~~ue solo a ellos concierne determinar 1 es:1gac10n de los mecanis- "teorías" es lo suficientemente vaga como para permitir otras interpretaciones de lo que
De hecho, 1::::~:óns:~:t:~i: de tener y las _funciones que\:::e::j=~~!::cta las pro- puede haber querido decir). Quizás esta pérdida de interés en la teoría, en el sentido usual,
se deba a ciertas ideas (e.g., operacionalismo estricto o verificabilismo absoluto) estudiadas
~~~ ~ ~~n~~=i:~c; con objetivos e :~::::~,s /:! 1
::n:~~i:;::::¿ingüí~tica sól; tiene que por algún tiempo dentro de la filosofía-de-la-ciencia positivista, pero rechazadas sin dilación
controversia: (a) du \es son, por 1,0 menos, las cuestiones que im ¡~ ver ad o !alsedad, sen- poco después de 1930. En todo caso, la cuestión (b) no plantea ningún problema sustantivo.
subyacen la act -~ ismo -¿estan representadas en un m d' p ca esta mas bien ociosa La cuestión (e) surge sólo si se rechaza las limitaciones conductualísticas de (b). Mantener.
uac10n?_. (b) d . e 10 no-mater· ¡ ¡
tuación el dominio d : ' , con uctualismo ("behaviorism") _. m as reglas que basándose en la puridad metodológica, que los juicios introspectivos del informante (que a
ticular los que e mteres para el lingüista, o le concier t ¡,a~o,tan los datos de la ac- menudo es el lingüista mismo) no deben ser tenidos en cuenta es, por el momento, condenar
pertenecen a los sistemas más pr f d nen am Ien otros datos, en par- el estudio del lenguaje a la esterilidad total. Es difícil imaginar qué razón se podría dar para
o un os que subyacen la conducta?-; (e)
ello. Volveremos luego sobre esto. Para más discusión, véase KATZ, 1964c.

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165
r MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

oraciones. Sin embargo, pese a lo valiosas que son, las gramáticas tradi- por eso las len~uas ~e parecen ~ lo_s hombres en este respecto: que aun-
cionales "tienen el fallo de dejar inexpresadas muchas de las regularida- que cada una tiene ciertas peculiaridades que la diferencian de cada un
des básicas de la lengua a que se refieren. Este hecho es especialmente de las otras, todas tienen en común ciertas cualidades. Las peculiarida~
claro al nivel de la sintaxis, en la que ninguna gramática-tradicional ni des de cada lengua particular son explicadas en sus respectivas gramáti-
"estructurar' pasa de la clasificación de ejemplos concretos a la fase de for- cas y diccionarios. De lo que todas las lenguas tienen en común, o que es
mulación de reglas generativas en gran escala. El análisis de las mejores necesario a cada lengua, se trata en una ciencia que algunos han lla-
mado gramática universal o filosófica.
gramáticas que existen revelará en seguida que éste es un defecto de Prin-
cipio, y no simplemente cosa de detalle empírico o precisión lógica. No obs-
Un poco antes, en 1729, Du Marsais define la gramática universal y la
tante, parece obvio que el intento de explorar este territorio (en gran me-
particular del siguiente modo (cit. en SAHLJN, 1928, págs. 29-30):
dida inexplorado) puede empezar, con el mayor provecho, por estudiar el
tipo de información estructural recogido en las gramáticas tradicionales y
Il y a dans la grammaire des observations qui conviennent a toutes
el tipo de procesos lingüísticos expuestos, si bien informalmente, en estas les langues: ces observations forment ce qu'on appelle la grammaire gé-
gramáticas. 2 nérale: telles .sont les remarques que l'on a faites sur les sons articules, -
Las limitaciones de las gramáticas tradicionales y de las "estructura- sur les lettres qui sont les signes de ces sons; sur la nature des mots, et
les" deben ser tenidas en cuenta. Aunque pueden contener listas explícitas sur les différentes manieres dont ils doivent etre ou arrangés ou terminés
completas de las excepcionés irregularidades, respecto a los procesos sin- pour faire un sens. Outre ces observations générales, il y en a qui ne sont
tácticos regulares y productivos sólo dan ejemplos y sugerencias. Este he- propres qu'a une langue particuliere; et c'est ce qui forme les grammaires
cho no escapó a la atención de la teoría lingüística tradicional. Así, p. ej., particulieres de chaque langue.
en 1788 James Beattie* hace notar que
Además, en la teoría lingüística tradicional se comprende claramente
que una de las cualidades que todas las lenguas tienen en común es su
2
aspecto "creativo". Así que una propiedad esencial del lenguaje es que pro-
Esto ha sido negado recientemente por varios lingüistas europeos (e.g., DIXON, 1963;
UHLENBECK, 1963, 1964). Sin embargo, no dan razón alguna de su escepticismo respecto de porciona los medios para expresar infinitos pensamientos y para reaccio-
la gramática tradicional. Los datos de que hoy disponemos me parece que muestran que, en nar apropiadamente en una infinidad de situaciones nuevas (para refe-
general, las concepciones tradicionales son básicamente correctas, en lo que alcanzan, y que rencias concretas, cf. CHOMSKY, 1962, 1966). Así pues, la gramática de una
las innovaciones sugeridas son totalmente injustificables. Así, por ejemplo, considérese la
propuesta de Uhlenbeck de que un análisis en constituyentes de the man saw the boy es
lengua concreta debe ser suplementada por una gramática universal que
[the man saw] [the boy], propuesta que verosímilmente, implica también que en las oracio- explique el aspecto creativo del uso lingüístico y exprese las profundas
nes [the man pul] [it into the box], [the man aimed], [it at John], [ the man persuaded] [Bill regularidades que, por ser universales, no aparecen en la gramática pro-
.that it was unlikely], etcétera, los constituyentes son los indicados. Hay muchas considera-
ciones que son p¡:(rtinentes para la determinación de la estructura constituyente (e/. n. 7); a
lo que se me alca~a, estas consideraciones corroboran, sin excepción, el análisis tradicional,
en contra de esta propuesta, para la que se da sólo el argumento de que es resultado de un los catalanes): la que cita Chomsky, de 1785, y los Essays on the active powers of rnan, pu-
"análisis lingüístico puro" .. C/. UHLENBECK, 1964, y lo que allí se dice. En cuanto a las obje- blicada (en Edimburgo también) en 1786. La obra de Beattie (1735-1803) citada en el texto
ciones de Dixon a las grarfillticas tradicionales, como no ofrece ninguna alternativa ni argu- es hoy bastante rara (la primera parte trata del "origin and general nature of speech"; la
mento (aparte la observación, correcta, pero no pertinente, de que han sido "condenadas segunda, "of universal grammar").
desde hace tiempo por los lingüistas profesionales"), no hay nada más que discutir, en este César Chesneau. sieur Du Marsnis (1676-1756), citado a continuación, autor del cono-
caso. cido Traité des trapes, estuvo encargado de la parte gramatical de la Encyclopédie, cometido
* Escritor escocés, como su coetáneo Thomas Reid (1710-1796), citado más adelante. en el que le sucedió Nicolas Beauzée (1717-1789), autor de la influyente Grammaire géné-
Reid, el filósofo del sentido común (sucesor de Adam Smith en la cátedra de Glasgow), con- ra.le, ou exposition raisonnée des éléments nécessaires du langage, 1767 (cuatro años antes
densó su pensamiento en dos obras (que han servido de orientación a la escuela escocesa e de la Gra.mática de la Real Academia española), ed. revisada en 1819, libro de cabecera de
influido, sobre todo a través de Cousin, en los antikrausistas españoles, especialmente en Bello (entre otros). -C. O.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

píamente dicha. Por tanto, es muy propio de una gramática tratar detalla- le bons sens choisirait la langue franc;aise; mais ... l'imagination et les pa-
damente sólo las excepciones e irregularidades. Solamente cuando es ssions donneront la préférence aux langues anciennes et a celles de nos
suplementada por una gramática universal da del todo cuenta de la com- voisins ... il faut parler franc;ais dans la société et dans les écoles de phi-
petencia del hablante-oyente la gramática de una lengua. losophie; et grec, latin, anglais, dans les chaires et sur les théatres; ...
Sin embargo, la lingüística moderna no ha reconocido explícitamente notre langue sera celle de la vérité, si jamais elle revient sur la terre;
la necesidad de suplementar cualquier "gramática particular" de una len- et ... la grecque, la latine et les autres seront les langues de la fable et du
gua con la gramática universal, a fin de lograr una descripción adecuada. mensonge .. Le franc;ais est fait pour instruire, éclairer et convaincre; le
De hecho, característicamente, ha tenido por descarriado el estudio de la grec, le latin, l'talien, l'anglais, pour persuader, émouvoir et trompP-r:
parler grec, latin, italien au peuple; mais parlez franc;áis au sage. (Págs.
gramática universal y, como ya he consignado, ni siquiera ha _intentado 371-72).
tratar el aspecto creativo del uso lingüístico. Por tanto, no sugiere modo
alguno de superar ese defecto descriptivo fundamental de las gramáticas
Sea de ello lo que fuere, como quiera que el orden de las palabras viene
"estructurales".
determinado por factores independientes de la lengua, no es necesario
Otra razón por la que las gramáticas tradicionales, particulares o uni-
describirlo en una gramática universal o particular, y, por tanto, tenemos
versales, no han intentado establecer con precisión los procesos regulares/
razones fundadas para excluir de la gramática una formulación explícita
de formación e interpretación de oraciones es la extendida creencia de que
de los procesos sintácticos. Merece la pena subrayar que esta ingenua
hay un "orden natural de los pensamientos" que se refleja en el orden de
concepción de la estructura lingüística ha persistido hasta nuestros días
las palabras. De ahí que las reglas de formación de oraciones no pertenez-
en varias formas, como, por ejemplo, en la imagen de una secuencia de ex-
can realmente a la gramática, sino a otra materia en que se estudia el
presiones que corresponden a una secuencia amorfa de conceptos (Sau-
"orden de los pensamientos". Así, por ejemplo, la Grammaire générale el
ssure) o en la frecuente caracterización del uso lingüístico simplemente
raisonnée (LANCELOT et al., 1660) afirma que, aparte el lenguaje figurado, la
como cuestión del uso de palabras y frases (p. ej., RYLE, 1953).
secuencia de palabras sigue un "ordre naturef' que se ajusta "a l'expre-
Pero la razón fundamental de esta defectuosidad de la gramática tra-
ssion naturelle de nos pensées". En consecuencia, son pocas las reglas que
dicional es una razón más técnica. Aunque se comprendía perfectamente
hay que formular una vez formuladas las reglas de la elipsis, la inversión,
quo los procesos lingüísticos son, en cierto sentido, "creativos", se careció
etcétera, que determinan el uso figurado del lenguaje. El mismo punto de
hasta hace muy poco de los medios técnicos para expresar un sistema de
vista aparece en muy diversas formas y variantes. Para mencionar sólo
procesos recursivos. De hecho, sólo en los últimos treinta años, al hacer
otro ejemplo, diré que en un interesante ensayo dedicado en gran parte a
estudios sobre los fundamentos de la matemática,* se ha llegado a com-
la cuestión de cómo el orden de ideas, simultáneo y secuente, se refleja en
prender del todo cómo una lengua puede "hacer uso infinito de medios fi-
el orden de palabras, Diderot concluye que el francés es único entre las
nitos" (en palabras de Humboldt). Ahora que disponemos de estos hallaz-
lenguas en el grado en que el orden de. las palabras corresponde al orde?
gos es posible volver a los problemas suscitados, pero no resueltos, por la
natural de los pensamientos e ideas (DIDEROT, 1751). Así que "quel que s01t
l'ordre des termes dans une langue ancienne ou moderne, !'esprit de * Lo cual no quiere decir que se conozca ya el complejísimo sistema del lenguaje, por
l'écrivain a suivi l'ordre didactiquc de la syntaxe frarn;aise" (pág. 390); más que se entienda su recursividad. Aunque la idea de definición recursiva se remonta por
"nous disons les choses en frarn;ais, comme !'esprit est forcé de les considé- lo menos a Peano, la teoría de las funciones recursivas (o teoría de la computabilidad) surge
rer en quelque langue qu'on écrive" (pág. 371). Con admirable coherencia en los EE.UU. por los años de la guerra civil española (véase la Introducción, 1.4). La con-
tribución de Emil León Post (1897-1954), citado explícitamente más adelante, es probable-
llega a la conclusión de que "notre langue pédestre a sur les autres l'avan- mente la más acusada (por lo menos desde el punto de vista lingüístico). Sus sistemas
tage de l'utile sur l'agréable" ·(pág. 372); así que el francés es muy apro- combinatoriales (uno de los cuales lleva su nombre) constan de un axioma inicial Y un co_n-
piado para las .ciencias, mientras que el griego, el latín, el italiano y el junto finito de "producciones" (análogas a las reglas rescriturales). La gramática ahormacw-
nal simple es un upo de sistema combinatoria!. Cf., en general, el libro de Rosenbloom,
inglés "sont plus avantageuses pour les lettres". Además, págs. 152 y sgs. -C. O.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

teoría lingüística tradicional, e intentar una formulación explícita de los no prescribe, en sí misma, el carácter o funcionamiento de un MODELO
procesos "creativos" del lenguaje." En una palabra, ya no hay obstáculos PERCEPTUAL del oyente o un MODELO PRODUCTUAL del hablante. Para
técnicos para el estudio en gran escala de las gramáticas generativas. varios intentos de esclarecer este punto, véase CHOMSKY, 1956; GLEASON,
Volviendo al tema central, llamo gramática generativa a un sistema 1961; MILLER & CHOMSKY, 1963, y muchas otras publicaciones.
de reglas que de manera explícita y bien-definida asigna descripciones La confusión sobre esto ha sido lo bastante persistente como para su-
est~ucturales a las oraciones. Es obvio que cada hablante de una lengua gerir la conveniencia de un cambio termine lógico. No obstante, creo que el
ha llegado a interiorizar y dominar una gramática generativa que expresa término "gramática generativa" es del todo apropiado, y por eso he conti-
su conocimiento de su lengua. Esto no quiere decir que tenga consciencia nuado usándolo. El término "generar'', en el sentido que le doy, es usual en
de las reglas de la gramática, ni siquiera que pueda llegar a tener cons- lógica, especialmente en la teoría de los sistemas combinatorios de Post.
ciencia de ellas, ni que sus asertos sobre su conocimiento intuitivo de la Además, "generar'' parece ser la traducción más apropiada del erzeugen de
lengua hayan de ser exactos. Toda gramática generativa interesante tra- Humboldt, que él usa con frecuencia, a lo que parece, esencialmente en el
tará, en su mayor parte, de procesos mentales que caen más allá del.nivel sentido aquí propuesto. Como este uso del término "generar'' está :firme-
de la consciencia efectiva y aun virtual; por lo demás, es obvio que los tes- mente establecido, tanto en lógica como en la tradición de la teoría lingüís-
timonios y puntos de vista de un hablante acerca de su conducta y su com- tica, no veo ninguna razón para revisar la terminología.
petencia pueden estar equivocados. Una gramática generativa intenta,
pues, especificar lo que el hablante sabe efectivamente, no lo que diga
acerca de su conocimiento. De igual manera, una teoría de la percepción 2. Hacia una teoría de la actuación
visual intentaría dar razón de lo que alguien ve efectivamente y de los me-
canismos que determinan esto, no de sus asertos acerca de lo que ve y del No parece que exista ninguna razón para poner en duda el punto de vista
porqué, aunque estos asertos puedan proporcionar una comprobación útil, tradicional de que la investigación de la ACTUACIÓN no irá más lejos de lo
y aun decisiva, sobre esa teoría. que el claro entendimiento de la COMPETENCIA subyacente le permita.
Para evitar lo que hasta ahora ha sido una tergiversación continua, Por si esto fuera poco, las indagaciones más recientes sobre la actuación
quizá merezca la pena reiterar que la gramática generativa no es un MO- parecen corroborar este supuesto. Según mis noticias, los únicos resulta-
DELO* del hablante o del oyente, sino que intenta caracterizar en los tér- dos concretos logrados y las únicas sugerencias claras respecto a la TEO-
minos mlis neutrales posibles el conocimiento de la lengua que propor- RÍA DE LA ACTUACIÓN, dejando aparte la fonética, proceden de estudios
ciona la base para el uso real de la lengua por un hablante-oyente. Cuando sobre MODELOS DE LA ACTUACIÓN que incorporan gramáticas generati-
decimos que una gramática GENERA una oración con cierta descripción es- vas de tipos específicos, es decir, de estudios basados en supuestos sobre
tructural, queremos decir simplemente que la gramática asigna esta des- competencia subyacente. 3 Concretamente, hay algunas observaciones su-
cripción estructural a la oración. Cuando decimos que una oración tiene gerentes respecto a las limitaciones impuestas sobre la actuación por la
cierta DERIVACIÓN respecto a una gramática generativa determinada, na- organización y los límites de la memoria, y respecto al partido que se pue-
da decimos sobre la manera en q;ue el hablante o el oyente habrían de de sacar de los medios gramaticales para formar oraciones aberrantes de
proceder, de modo práctico y eficiente, a construir tal ~erivación. Estas varios tipos. (Volveremos sobre este punto en los caps. 2 y 4.) Para acabar
son cuestiones de la teoría del uso lingüístico -LA TEORIA DE LA ACTUA- de esclarecer la distinción entre competencia y actuación, puede ser útil
CIÓN-. Sin duda, un modelo adecuadl del uso lingüístico incorporará, resumir brevemente algunas de las sugerencias y resultados aparecidos
como componente básico, la gramática generativa que expresa el conoci- estos últimos años en el estudio de modelos de la actuación con limita-
miento-de-la-lengua del hablante-oyente pero esta gramática generativa ciones de memoria, tiempo y acceso.
:i Además, me parece que la mejor manera de estudiar la percepción del habla es den-
* Para el sentido de éstos y otros términos técnicos, consúltese el Glosario. -C. O. tro de este encuadre. Véase, por ejemplo, HALLE & STEVENS, 1962.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Para los propósitos de esta discusión, usemos el término "aceptable" tiende a evitar las oraciones inaceptables y, siempre que sea posible, a
para referirnos a locuciones ('utterances') que son perfectamente natura- reemplazarlas, en la realidad del discurso, por variantes más aceptables.
les e inmediatamente comprensibles sin tener que sacar el lápiz, y que no No se debe confundir la noción "aceptable" con "gramaticaf'. El con-
tienen nada de extravagantes ni de estrafalarias. Es obvio que la aceptabi- cepto de ACEPTABILlDAD pertenece al estudio de la ACTUACIÓN, mientras
lida,d será cosa de grado, en dimensiones varias. Se podría proponer ade- que GRAMATICALIDAD pertenece al estudio de la COMPETENCIA. Las ora-
más varias pruebas ('tests') operacionales para especificar más precisa- ciones de (2) caen muy abajo en la escala de aceptabilidad, pero muy arri-
mente esta noción (p. ej., rapidez, corrección de recuerdo y reconocimiento, ba en la escala de gramaticalidad, en el sentido técnico de este término. Es
normalidad de entonación). 4 Para nuestro propósito del momento, no hace decir, las reglas generativas de la lengua les asignan una interpretación
falta delimitarla con tanto cuidado. Así, p. ej. las oraciones de (1) resultan del mismo modo que asignan una interpretación a las oraciones más clara-
más aceptables, en el sentido propuesto, que las de (2): mente aceptables de (2). Como la aceptabilidad, la gramaticalidad es, sin
duda, cosa de grado (e/. CHOMSKY, 1955, 1956, 1961a), pero las escalas de
(1) (I) I called up the man who wrote the booh that you told me about "te- gramaticalidad y de aceptabilidad no coinciden. La gramaticalidad es sólo
lefoneé al hombre que escribió el libro de que me hablaste". uno de los factores que contribuyen a determinar la aceptabilidad. Por ello
(II) quite a few of the students who you met who come from New Yorh. are mismo, aunque es posible proponer varias pruebas operacionales para la
friends of mine "no pocos de los estudiantes que conociste que vienen de aceptabilidad, no parece posible inventar un criterio operacional necesario
Nueva York son amigos míos". y suficiente para la nocíón de gramaticalidad, mucho más abstracta y mu-
(III) John, Bill, Tom, and severa[ of their friends visited us last night chísimo más importante. Las oraciones gramaticales inaceptables. No se
"Juan, Guillermo, Tomás y varios de sus amigos nos visitaron anoche". las puede usar a menudo por razones, no de gramática, sino de limitacio-
nes de memoria, factores de entonación y estilo, elementos "icónicos"* del
(2) (I) J called the man who wrote the booh that you told me about up.
(II) the man who the boy who the students recognized pointed out is a
friend of mine "el hombre a quien el chico a quien los estudiantes recono-
cieron señaló es amigo mío".* bles, o, de lo contrario, las oraciones inaceptables e ingramaticales serán tan "probables" y
aceptables como las gramaticales). Pero en este caso, aunque la "probabilidad de una ora-
Las oraciones más aceptables son las que son más probables, más fáci- ción (tipo)" es clara y bien definida, es una noción totalmente inútil, ya que casi todas las
oraciones altamente aceptables (en el sentido intuitivo) tendrán probabilidades empírica-
les de entender, menos chapuceras y, en cierto sentido, más naturales. 5 Se mente indistinguibles de cero y pertenecerán a oraciones (u oraciones tipo) aceptables o gra-
maticales no son más probables, en ningún sentido objetivo de esta palabra, que las otras.
Esto sigue siendo así si consideramos, no la "probabilidad", sino la "probabilidad relativa a
•1 Pruebas que parecen determinar una noción útil de este tipo han sido descritas en va-
una situación dada", mientras que las "situaciones" sean especificadas en términos de las
rios lugares; así, por ejemplo, MILLER & ISARD, 1963.
propiedades fisicas observables y no sean constructos mentalísticos. Cf, e. g., DIXON, 1963
* No existe en español paralelo sintáctico de (21), pero puede dar idea del fenómeno es- (pág. 101), donde, en el único ejemplo ilustrativo del libro, se describe una oración como si
ta adaptación: Llamé al extranjero que escribió el libro que tú me trajiste idiota. O, si se pre-
recibiese su significado de la situación "Cultura británica". Describir la cultura británica co-
fiere: ¿Era el turista que conociste en el tren expreso de París al volver de tu viaje por el Ex-
mo "una situación" es, para empezar, un error respecto a la categoría: además, considerarla
tremo Oriente la primavera pasada tonto? Ejemplo mucho más extremo de (2II) sería: El
como una pauta ('pattern') abstraída de la conducta observada y, por tanto, describible en
que el que el que Lola resulte lela me alele me alele me alela. -C. O.
términos .puramente fisicos, revela una completa falta de comprensión de lo que cabría es-
;; Estas caracterizaciones son igualmente vagas, y los conceptos implicados, igualmente
perar de la investigación antropológica. Para más discusión, véase KATZ & FOODS, 1964.
oscuros. La no1:ión de "producción probable" o "probable" se supone a veces más "objetiva" y
* Cf el trabajo de PEIRCE (vol. 2 [1932)), "The icon, index and symbof', y MORRIS, 1946.
antecedentemente mejor definida que las otras, basándose en que existe un significado claro
Los "signos icónicos" (del griego eikon, "imagen") semejan, lo que representan (frente a los
de la noción "probabilidad de una oración" o "probabilidad de una oración-tipo". En realidad,
"signos convencionales" o arbitrarios, como el alfabeto Morse, p. ej.). Son signos (símbolos)
estas oraciones son objetivas y antecedentemente claras sólo si la probabilidad se basa en
icónicos, por tanto, las fotos, los mapas, las palabras onomatopéyicas (miau, tara-rear, ... ),
una estimación de la frecuencia relativa y si oración-tipo significa algo así como "secuencia
etc. Es, pues, de cierto modo, icónico" que el orden patente de la forma corres-panda al
de clases de palabras o morfemas". (Además, para que la noción sea significativa en abso-
orden de importancia del contenido, etcétera. Cf la n. 9 del cap. 3. -C. O.
luto, estas clases tienen que ser sumamente pequeñas y de elementos mutuamente sustituí-

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

discurso (por ejemplo, la tendencia a colocar el sujeto y objeto lógicos en del mismo tipo que B. Así, who the students recognized está autoincrus-
seguida y no al final (e/. n. 32 del cap. 2, y n. 9 del cap. 3), etcétera. Nótese tada en who the boy who the students recognized poiníed out de (211), pues-
que sería imposible caracterizar en términos gramaticales las oraciones to que las dos son cláusulas de relativo. Así que la incrustación tiene que
inaceptables. Así, por ejemplo, no podemos formular reglas particulares ver con el encorchetamiento, pero la autoincrustación tiene que ver ade-
de la gramática de modo que queden excluidas. Ni, por supuesto, podemos más con la rotulación de los corchetes. Construcción multirramificada es
excluirlas limitando el número de reaplicaciones de las reglas gramatica- ·laque no tiene estructura interna. En (1111) la Frase-Nominal Sujeto es
les en la generación de una oración, ya que la inaceptabilidad puede resul- multirramificada, ya que John, Bill, Tom y several of their friends son sus
tar de la aplicación de reglas distintas, cada una de las cuales sea aplicada constituyentes inmediatos, y no tienen ninguna otra asociación entre ellos.
solamente una vez. De hecho, es evidente que sólo podemos caracterizar En términos de encorchetamiento, una construcción multirramificada tie-
las oraciones inaceptables en términos de alguna prQpiedad "globaf' de las ne la forma [[A] [B] ... [M]]. Una estructura ramificada a la izquierda tiene
derivaciones y de las estructuras que definen, propiedad atribuible, no a la forma [[[ ... ] ... ]... ]; p. ej., en inglés, estructuras indefinidamente reite-
una regla particular, sino más bien al modo en que las reglas se in1;frre- rables, como [[[[John]'s brother] 's father] 's uncle] "el tío del padre del her-
lacionan en la derivación. mano de Juan'' o [[[the man who you met] from Boston] who was on the
Esta observación sugiere que el estudio de la ACTUACIÓN podría, em- train] "el hombre que conociste de Bastan que estaba en el tren'', o (111),
pezar muy provechosamente con una investigación de la aceptabilidad de que combina varios tipos de ramificación a la izquierda. Estructuras rami-
las estructuras formales más simples de las oraciones gramaticales. La ficadas a la derecha son aquellas de propiedad opuesta; así, p. ej., el Ob-
propiedad formal de las locuciones que resulta más obvia es su ENCOR- jeto-Directo de (ll), o [this is [ the cat that caught [ the rat that stole the
CHETAMIENTO en constituyentes de varios tipos, es decir, la "estructura cheese]]] "éste es el gato que cogió el ratón que robó el quesd'.*
arbórea'' asociada con ellas.** Entre esas estructuras podemos distinguir El efecto de estos aspectos superficiales de la estructura de las oracio-
varias clases, como estas a las que daremos, para los fines de esta discu- nes en la ACTUACIÓN ha sido tema de estudio desde el primer momento
sión, los siguientes nombres técnicos convencionales: en las recientes indagaciones sobre gramática generativa, y hay ya algu-
nas observaciones sugerentes respecto aJm papel en la determinación de
(3) (I) construcciones incrustadas. la aceptabilidad (o sea, su papel !imitador de la actuación). Resumiendo
(II) construcciones autoincrustadas. brevemente estos resultados, parecen plausibles las siguientes observacio-
(III) construcciones multirramificadas. nes:
(IV) construcciones ramificadas a la izquierda.
(V) construcciones ramificadas a la derecha. (4) (1) la incrustación repetida contribuye a la inaceptabilidad.
(II) la autoincrustación contribuye aún más radicalmente a la
Las frases A y B forman una construcción incrustada si A queda total- inaceptabilidad.
mente dentro de B, con algún elemento no-nulo a su izquierda dentro de B (III) las construcciones multirramificadas tienen la aceptabilidad
y algún elemento no-nulo a su dere.cha dentro de B. Así, la frase the man máxima.
who wrote the book that you told m'e about está incrustada en la oración I
called the man who wrote the book you told me about up de (21). La frase A * Las trasformaciones pueden aumentar o reducir la complejidad estructural (cf la n. 8
está autoincrustada en B si A está incrustada en By además A es una frase del autor); i. e., la proporción nódulo/nódulo-terminal. Así, p. ej., la tapa de la caja de Juan
(ramificación a la derecha) es menos complejo que la tapa que la caja que Juan tiene tiene
(autoincrustación). No es característica del español la ramificación a la izquierda, pero la
ramificación a la derecha es muy frecuente: e. g., la cueva del Val del Charco del Agua
** Como ilustración de estructura arbórea pueden servir los ejemplos (3) y (6) del cap. Amarga o el filo de la navaja de la mujer del tío Pablo, reducible a el de la de la del tío Pa-
2. El encorchetamiento equivalente a (3) sería, en español, S[FN[[la]Det[sinceridad]N]FN blo (ejemplos de R. S. Ferlosio). Sobre estos elementos recursivos, véase CHOMSKY & MILLER,
[puede]AuxFV[asustarFN[[el]Det [niño]N]FN]FV]S. -C. O. 1963, págs. 286 y sgs.; MILLER & CHOMSKY, 1963, págs. 470 y SS. -C. O.

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MARÍA SUSANA GONZÁL~Z REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

(IV) la incrustación de elementos largos y complejos reduce la de la mayor inaceptabilidad de la autoincrustación (asumiendo que esto
aceptabilidad. sea así de hecho), debemos añadir a la limitación de la memoria del
(V) no hay ejemplos claros de inaceptabilidad que impliquen sólo ramifi- ingenio perceptual otras condiciones. Podríamos asumir, por ejemplo, que
cación a la izquierda o sólo ramificación a la derecha, aunque estas cons- el ingenio perceptual dispone de un inventario de procedimientos analíti-
trucciones no son naturales por otras razones -así, por ejemplo, al leer cos, uno para cada tipo de frase, y está organizado de tal manera que no
la construcción ramificada a la izquierda this is the cat that caught the ·puede (o encuentra difícil) utilizar un procedimiento re mientras está ejeéu-
rat that stole the cheese, se inserta comúnmente las rupturas de entona- tando cp. Esta no es una característica necesaria a un modelo perceptual,
ción en sitios no apropiados (o sea, después de cat y rat, en vez de hacerlo pero es una característica bastante plausible, y daría razón de (4Il). Véase,
donde aparecen los corchetes principales).
a este respecto, MILLER & lsARD, 1964.
La alta aceptabilidad de la multirramificación, como en el caso (4Ill),
Hasta cierto punto, estos fenómenos son fáciles de explicar. Así se sabe
se explica fácilmente asumiendo (cosa bastante plausible) que la razón del
(cf. CHOMSKY, 1958, y para discusión CHOMSKY, 1961a, y MILLER & CHOMS-
número de frases al número de formantes (la razón de nodo a nodo termi-
KY, 1963) que un artefacto o ingenio perceptual óptimo, aun con memoria
nal, en un diagrama arbóreo de una oración) es una medida aproximada
limitada, puede aceptar estructuras ramificadas-a-la-izquierda Y ramifi-
de la cantidad de computación que exige el análisis. Así, la coordinación
cadas-a-la-derecha sin límite, aunque las estructuras incrustadas (y, con-
múltiple sería el tipo más simple de construcción para un ingenio analítico
siguientemente, las autoincrustadas) sobrepasan su capacidad de me-
--exigiría el menor esfuerzo a la memoria-. 7 Para discusión, véase MI-
moria. Así, el caso (41) es simplemente consecuencia de la finitud de la
LLER & CHOMSKY, 1963.
memoria, y la inaceptabilidad de ejemplos tales como (2II) no plantea
problema alguno.
Si (4Il) es correcto, 6* tenemos datos para llegar a una conclusión acer- aula, más con que los que hemos [admitido], y estudiantes con están asistiendo al curso.
ca de la organización de la memoria que vaya más allá de la trivialidad de Hay, además, otras dependencias entrecruzadas con las anteriores, a saber: entre estudian-
que debe de ser finita en tamaño. Un ingenio perceptual finito óptimo del tes y los que, y entre no hemos admitido y hemos (admitted está delido en el segundo caso.
en el ejemplo inglés). -C. O.
tipo discutido en CHOMSKY, 1958, no debe tener más dificultad con la au- 7
Alguna vez se ha sostenido que las estructuras coordinadas tradicionales son feroz-
toincrustación que con otras clases de incrustación (véase BAR-HILLEL, mente recursivas-a-la-derecha (YNGVE, 1960) o recursivas-a-la-izquierda (HARMAN, 1963,
KAsHER & SHAMIR, 1963, para una discusión de este punto). Para dar razón pág. 613, regla 3I). Estas conclusiones me parecen igualmente inaceptables. Así que supo-
ner (con Harman) que la frase a tal/, young, handsome, intelligent man "un hombre alto,
joven, atractivo, inteligente" tiene la estructura [[[[ tal/ [ young ] handsome ] intelligent ]
man no me parece más justificable que suponer que tiene la estructura [tal/ [yoimg [hand-
r; Que puede ser verdad lo sugieren varias observaciones (por el momento, completa· some [intelligent [man]]]]. De hecho, hay motivación gramatical para ninguna estructura
mente incomprobadas). Así, por ejemplo, en CHOMSKY & MILLER, 1963 (pág. 286), se cita el interna y, como acabo de hacer notar, el supuesto de que no hay estructura alguna está co-
ejemplo siguiente: "Cualquiera que piense que si tantos más estudiantes que en realidad no rroborado también sobre la base de la aceptabilidad, con supuestos extremadamente débiles
hemos admitido están asistiendo al curso que los que hemos [admitido] que habría que y plausibles respecto a la organización de la memoria. Nótese que hay casos donde puede
cambiar el aula, entonces los oyentes probablemente tendrán que ser excluidos, estará de estar justificada más estructura (e.g., [ intelligent [ young man ]] o, quizá, [YOUNG [intelli-
acuerdo en que el plan de estudios necesita revisión". Esto contiene seis dependencias in- gent man]], con acento contrastivo sobre young), pero la cuestión es si es siempre necesario.
crustadas (junto con otras dependencias que van más allá de la incrustación) sin ninguna Lo mismo ocurre si consideramos el tipo, muy diferente, de construcción Adjetivo-Nom-
autoincrustación. Aunque desde luego no es un modelo de buen estilo, parece relativamente bre que encontramos en frases tales como ali the young, old, and middle-a.ged uoters "todos
comprensible y no demasiado bajo en la escala de aceptabilidad. En comparación, la auto· los votantes jóvenes, viejos y de edad mediana" (para una discusión interesante de estos va-
incrutación de segundo o tercer grado parece perturbar la aceptabilidad mucho más severa- rios tipos de relaciones modificativas, véase ORNAN, 1964). Tampoco aquí tiene ninguna
mente. El asunto es digno de estudio, ya que un resultado positivo respecto a (411) corrobo- justificación la estructura [[young, old] and middle-aged] ni [young [old and middle-aged ].
raría, como queda dicho, una conclusión no enteramente obvia acerca de la organización de Análogamente, es desde luego imposible suponer, con YNGVE, que en la frase John,
la memoria. Mary, an'd their two children "Juan, María y sus dos hijos" la estructura es [John] [[Mary]
* Respecto al ejemplo de la n. 6, téngase en cuenta que la oración principal es cual- [and their two children]], de modo que John está coordinado con Ma,y and their two chil-
quiera ... estará de acuerdo ... ; que si va con entonces, tantos con que habría que cambiar el dren, siendo esto último analizado en los elementos coordinados Ma,y y their two children.

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MARÍA SÜSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

El caso (4IV) sugiere deterioro de la memoria quizá, pero suscita pro- Cabría preguntarse si, atendiendo a aspectos menos superficiales de la
blemas irresueltos (véase CHOMSKY, 1961a, n. 19). estructura gramatical que los de (3), pudiera llegarse a conclusiones más
El caso (4V) es consecuencia del resultado acerca de modelos percep- profundas respecto a modelos de la actuación. Esto parece del todo posible.
tuales óptimos mencionado anteriormente. Pero no está claro por que es- Así, por ejemplo, en MILLER & CttoMSKY, 1963, se aduce algunas conside-
tructuras ramificadas a la izquierda y a la derecha acaban por no ser natu- raciones sintácticas y perceptuales en apoyo de la sugerencia (que es sin
rales después de un cierto punto, si es esto realmente lo que sucede. 8 duda, altamente especulativa) de una organización un tanto más detalla-
da de un ingenio perceptual. En general, parece que el estudio de modelos
Esto es enteramente contrario al sentido. Nótese, una vez más, que la conjunción puede te-
de la actuación que incorporen gramáticas generativas puede ser fructí-
ner esta estructura (e.g., John, as well, as Mary and her children "Juan, así como María y fero; además, es difícil imaginar otra base sobre la que desarrollar una teo-
su hijo [de ella"]), pero desde luego es falso sostener que debe tener esta estructura. ría de la actuación.
En estos casos todas las consideraciones sintácticas, semánticas, fonéticas y perceptua- Hay bastantes críticas de las investigaciones sobre gramática genera-
les convergen en corroboración de la concepción tradicional de que estas construcciones son
típicamente coordinativas (multirramificadas). Nótese también que este es el supuesto más tiva que parten de la base de que desatiende el estudio de la actuación en
débil. La carga de la prueba corresponde al que sostenga que hay más estructura que ésta. favor del e$tudio de la competencia que la subyace. Sin embargo, la rea-
Hay varios modos de justificar la asignación de estructura constituyente. Así, por ejemplo, lidad parece ser que los únicos estudios de la actuación, dejando aparte la
en una frase como ali (none) of the blue, green, red, and (01) yellow pennants "todos (nin- fonética (pero véase la n. 3), han sido coproducto de las indagaciones sobre
guno) de los gallardetes azules, verdes, rojos y (o) amarillos", si se quisiese argüir que blue,
green, red es un constituyente (i. e., que la estructura es ramificada-a-la-izquierda), o que gramática generativa, en especial el estudio sobre limitaciones de la me-
green, red, and (01) yellow es un constituyente (que la estructura es ramificada-a-la-drecha), moria resumido anteriormente y el estudio de la DESVIACIÓN de las reglas
entonces habría que mostrar que alguna regla gramatical requiere estos análisis, que las como medio estilístico, sobre el que volveremos en los capítulos 2 y 4, han
frases intermedias postuladas tienen que recibir una interpretación semántica, que definen
un contorno fonético, que hay base perceptual para el análisis, o algo por el estilo. Todas es-
sido desarrollados así. Además, parece que estas directrices de la investi-
tas pretensiones son patentemente falsas en este caso y en los otros casos aquí menciona- gación pueden proporcionar álguna luz sobre la actuación. Por consiguien-
dos. Así que no se puede asignar ninguna interpretación semántica a old and middle-aged te, esta crítica es injustificada, y, además, completamente descarriada. Lo
en young, old, and middle-aged voters, o a green, red, or yellow en none of the blue, green, que realmente imposibilita el desarrollo de una teoría de la actuación real
red, or yellow pennatnts, o a Ma,y and their two children en John, Mary, and their two chil-
dren; las reglas fonéticas excluyen de manera explícita tal análisis en constituyentes; no es la limitación-de-principio del descriptivista a la clasificación y organiza-
hay reglas gramaticales que requieran estos análisis; no hay argumentos perceptuales u ción de los datos, a "extraer pautas" ('patterns') de un cuerpo ('corpus') de
otros argumentos que los corroboren. Parece, pues, dificil ver ninguna razón para objetar el
análisis tradicional e insistir en la categorización intermedia adicional en casos como éstos.
8
Yngve (1960 y otros trabajos) ha propuesto una teoría diferente para dar razón de
ciertas observaciones como las de (4). Aparte la condición obvia de finitud de memoria, su respecta a (b), no hay testimonio alguno que corrobore la hipótesis. Los ejemplos aducidos a
teoría supone también que el orden de generación es idéntico al orden de producción, que el Yngve implican todos incrustación y autoincrustación, y, por tanto, no son pertinentes res-
hablante y el oyente producen oraciones "de abajo arriba" (primero deciden las estructuras pecto a la hipótesis, ya que en este caso la inaceptabilidad resulta sólo del supuesto de fini-
primordiales; luego, las subestructuras de éstas, etcétera, dejando para el final del proceso tud sin el supuesto adicional de producción de "arriba abajo" para el hablante y el oyente.
la selección de elementos léxico). Bajo este supuesto adicional altamente restrictivo, ya no es Además, contradice la hipótesis la observación (4III) de que las estructuras coordinadas
construible el ingenio perceptual óptimo mencionado antes, y la ramificación-a-la-derecha y múltiples son las más aceptables (no las menos aceptables, como se predice) y que las es-
la multirramificación, así como la incrustación y la autoincrustación, contribuyen a la "hon- tructuras ramificadas-a-la-izquierda son mucho más aceptables que las estructuras incrus-
dura" en el sentido de Yngve y, por tanto, a la inaceptabilidad. Para corroborar esta hipóte- tadas de igual "hondura", en el sentido de Yngve. Tampoco explica por qué ejemplos del tipo
sis, sería necesario mostrar: (a) que tiene cierta plausibilidad inicial; (b) que la ramificación- (4IV), como (21), aunque muy bajos en "hondura", son, sin embargo, aceptables.
a-la-izquierda y la multirramificación contribuyen de hecho a la inaceptabilidad, exacta- No obstante, Yngve hace en estos trabajos una observación importante, a saber: que
mente lo mismo que la incrustación y autoincrustación. En lo que respecta a (a), no veo cabe usar ciertas transformaciones para disminuir la incrustación y, por tanto, reducir la
plausabilidad alguna en suponer que el hablante tiene que seleccionar uniformemente el carga perceptual. Esto sugiere un argumento interesante respecto a la razón de que las
tipo-de-oración; luego, determinar las subcategorías, etcétera, y finalmente, en el último es- gramáticas deban contener reglas transformacionales. Da un poco de más fuerza a este ar-
tadio, decidir de lo que va a hablar; o que el oyente debe hacer, invariablemente, todas las gumento la decisión de modelos de la actuación que implican gramáticas transformacionales
decisiones de nivel superior antes de hacer cualquier análisis de nivel inferior. En lo que EilMILLER & CHOMSKY, 1963 (parte 2).

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ R.EYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

habla observada ('observed speech'), a describir "hábitos de habla" ('speech El componente fonológico de una gramática determina la forma foné-
habits'), "estructuras habituales" ('habit structures') en cuanto éstas pue- tica de una oración generada por las reglas sintácticas, es decir, relaciona
dan existir.* una estructura generada por el componente sintáético con una señal re-
presentada fonéticamente. El componente semántico determina la inter-
pretación semántica de una oración, es decir, relaciona una "estructura
3. La organización de una gramática generativa
generada por el componente sintáctico con una cierta representación se-
mántica. Así, pues, tanto el componente fonológico como el sintáctico son
Volviendo ahora a la cuestión de la competencia y a las gramáticas gene- puramente interpretativos. Cada uno de ellos utiliza información propor-
rativas que pretenden describirla, subrayaremos de nuevo que el conoci- cionada por el componente sintáctico respecto a los formantes, a sus pro-
miento de una lengua supone la habilidad implícita de entender infinitas piedades inherentes y a su interrelación en una oración dada. Por consi-
oraci9nes. 9 De aquí que una gramática generativa tenga que ser un sis- guiente, el componente sintáctico de una gramática debe especificar, para
tema de reglas capaz de reiteración para generar un número infinito de cada oración, una estructura latente (subyacente), que determina su inter-
estructuras. Este sistema de reglas puede ser dividido en los tres compo- pretación semántica, y una estructura patente (superficial), que determi-
nentes principales de una gramática generativa: los componentes sintác- na su interpretación fonética. La primera es interpretada por el compo-
tico, fonológico y semántico. 10 nente semántico; la segunda, por el componente fonológico. 12
El componente sintáctico especifica un conjunto infinito de objetos for-
males abstractos, cada uno de los cuales incorpora toda la información co-
rrespondiente a una interpretación única de una oración concreta. 11 Como 12 En lugar de los términos "estructura latente" ('deep structure') y "estructura patente"

aquí sólo me ocuparé del componente sintáctico, usaré el término "ora- ('surface structure'), se podría usar las nociones de Humboldt correspondientes: "forma in-
ción" para referirme a las CADENAS DE FORMANTES, no a las cadenas de terior" de una oración y "forma exterior" de una oración. Sin embargo, aunque me parece
que "estructura latente" y "estructura patente", en el sentido en que estos términos serán
fonos. Recuérdese que una cadena de formantes especifica una cadena de aquí usados, corresponden, en efecto, con bastante exactitud, a la "forma interior" y "forma
fonos de manera única (hasta el punto de variación libre), aunque lo exterior" de Humboldt, respectivamente (usadas con respecto a una oración), he adoptado la
opuesto no es exacto. terminología más neutra para evitar, aquí, la cuestión de la interpretación textual. Los
términos "gramática de la profundidad" y "gramática de la superficie" son conocidos en la
* Las expresiones entrecomilladas son frecuentes en los escritos empiricísticos sobre filosofia moderna en un sentido parecido al aquí propuesto (cf. la distinción de Wittgenstein
psicología y lingüística. Cf. CHOMSKY, 1959b. -C. O. entre Tiefengrammtik y Oberflachengrammatik: WITTGENSTEIN, 1953, pág. 168); Hockett
" Es asombroso descubrir que hasta este truismo ha sido puesto en duda recientemen- usa términos parecidos en su discusión de la adecuación de la lingüística taxonómica
te. Véase DIXON, 1963. Sin embargo, parece que cuando Dixon niega que una lengua tiene (HOCKETT, 1958, cap. 29). Postal ha usado los términos "estructura subyacente" (''underly-
infinitas oraciones, usa el término "infinito" en un sentido especial y más bien oscuro. Así, ing structure") y "estructura superficial" ("superficial structure") (POSTAL, 1964b) para las
por ejemplo, en el mismo lugar (pág. 83) en que objeta a la aserción de que "hay un núme- mismas nociones.
ro infinito de oraciones de una lengua", afirma qu.e "evidentemente somos incapaces de de- La distinción entre estructura latente y patente, en el sentido en que estos términos
cir que hay un número definido, N, tal que ninguna oración contiene más que N cláusulas" son usados aquí, aparece con toda claridad en la Gramática de Port-Royal (LANCELOT et.al.,
(es decir, afirma que la lengua es infinita). O ésta es una autocontradicción manifiesta, o, de 1660). Véase CHOMSKY, 1962 (págs. 15-16), 1966, para discusión y referencias. En la discu-
lo contrario, piensa en algún sentido nuev0 de la palabra "infinito". Para más discusión de sión filosófica se la introduce a menudo en un int0nto de mostrar cómo ciertas posiciones
sus observaciones en relación con esto, véase CHOMSKY, 1964a. filosóficas derivan de analogías gramaticales falsas, al considerar, erróneamente, que la es-
10
Aparte la terminología, sigo aquí la exposición de KATZ & POSTAL, 1964. En particu- tructura patente de ciertas expresiones es interpretable semánticamente por medios apro-
lar, en todo lo que sigue supondré que el componente semántico es esencialmente como ellos piados a otras oraciones superficialmente similares. Así, por ejemplo, Thomas Reid (REID,
lo describen, y que el componente fonológico es esencialmente como se describe en CHOMS· 1785) sostiene que es una fuente común de error filosófico el hecho de que "en todas las len-
KY, HALLE, & LUKOFF, 1956; HALLE, 1959a, 1959b, 1962a; HALLE & CHOMSKY, 1960; CHOMSKY, guas hay frases que tienen un significado distinto, mientras que, al mismo tiempo, puede
1960; CHOMSKY & MILLER, 1963; CHOMSKY & HALLE, 1966. haber algo en la estructura de ellas que no va con la analogía de la gramática o con los
11
Doy por supuesto que el componente sintáctico contiene un lexicón, y que cada ele- principios de la filosofia ... Así, hablamos de sentir dolor como si fuera algo distinto del acto
mento léxico es especificado en el lexicón en términos de sus rasgos semánticos intrínsecos, de sentirlo. Hablamos de venir y de irse, y de trasladarse el dolor de un sitio a otro. Los que
cualesquiera que sean. Volveré sobre esto en el capítulo siguiente. usan estas frases les dan un sentido que no es ni oscuro ni falso. Pero el filósofo las mete en

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ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

oración, y debe también interrelacionarlas. Esta idea ha sido sustancial-


Cabría suponer que la estructura patente y la estructura latente serán
mente clarificada en trabajos recientes, de las maneras que luego se dirá.
siempre idénticas. De hecho, se podría caracterizar brevemente las teorías
En el capítulo 3 presentaré una propuesta específica -y, en parte, nue-
sintácticas que han surgido en la lingüística "estructurar' (taxonómica)
va- sobre la manera precisa en que se debe formular. Por el momento
moderna como teorías basadas en el presupuesto de que las estructuras
basta con observar que aunque el análisis en CONSTITUYENI'ES INMEDIA-
latente y patente son, en realidad, una y la misma (cf CHOMSKY, 1962; Pos.
TOS (denominado ENCORCHETAMIENI'O) de una cadena de formantes real
TAL, 1964a). La idea central de la gramática transformacional es que son,
puede ser adecuado para dar razón de la estructura patente, desde luego
en general distintas, y que la estructura patente viene determinada por la
no lo es para dar razón de la estructura latente. En este libro concentraré
repetida aplicación de ciertas operaciones formales, llamadas "trans-
mi atención en la estructura latente y, en especial, en los objetos elemen-
formaciones gramaticales" a objetos de naturaleza más elemental. Si esto
tales que la constituyen.
es verdad (como yo doy por supuesto en adelante), el componente sin-
Para mayor claridad en la exposición, usaré la terminología siguiente
táctico -ªebe generar una estructura latente y otra patente para cada
(sin perjuicio de revisarla ocasionalmente a medida que la discusión
avanza):
La base del componente sintáctico es un sistema de reglas que gene-
su alambique, las reduce a sus primeros principios, les extrae un sentido que nunca se les ran un conjunto de cadenas básicas extraordinariamente restricto (quizá
dio, y de este modo imagina que ha descubierto un error del vulgo" (págs. 167-168). finito), cada una de ellas asociada a una descripción estructural llamada
Con más generalidad, critica la teoría de las ideas por estar basada en una desviación Ahormante básico. Estos Ahormantes básicos son las unidades elementa-
del "significado popular" según el cual "tener una idea de algo no significa más que pensar
en ello" (pág. 105). Pero los filósofos consideran que una idea es "el objeto que la mente con- les que constituyen las estructuras latentes. Daré por supuesto que las re-
templa" (pág. 105); tener una idea, pues, es poseer en la mente una tal imagen, figura o re- glas de la base no introducen ambigüedad alguna. Este supuesto me pa-
presentación como el objeto inmediato del pensamiento. De lo que se sigue que háy dos obje- rece correcto, pero no tiene consecuencias importantes para lo que sigue,
tos del pensamiento: la idea que está en la mente, y la cosa por ella representada. De esta
conclusión resultan los absurdos, pues así los considera Reid, de la teoría de las ideas tra-
aunque simplifica la exposición. En cada una de las oraciones de la lengua
dicional. Una de las fuentes de estos absurdos es que el filósofo no preste atención "a la hay una secuencia de Ahormantes básicos, generado cada uno de ellos por
distinción entre las operaciones de la mente y los objetos de estas operaciones ... aunque es- la base del componente sintáctico. Llamaré a esta secuencia la basis de la
ta distinción sea conocida para el vulgo y se encuentre en la estructura de todas las len- oración a la que subyace.
guas ... " (pág. llO). Nótese que Descartes distingue estos dos sentidos de "tener una idea" en
el prefacio a las Meditations (1641, pág. 138). La observación lingüística de Reid la hace Además de su BASE, el componente sintáctico de una gramática gene-
bastante antes Du Marsais, en una obra publicada póstumamente en 1769, en el pasaje rativa tiene un subcomponente trasformacíona.l, que genera una oración,
siguiente (págs. 179-80): "Ainsi, comme nous avons ditjai un livre, j'ai un diamant, jai une con estructura patente, partiendo de su basis. En adelante se presupone
montre, nous disons, para imitation, j'ai la fievre, j'ai envíe, j'ai peur, j'ai un doute, j'ai pitié,
jai une idée, etcétera. Mais livre, diamant, montre, sont autant de noms d'objets réels qui
cierta familiaridad con las operaciones y efectos de las reglas trasformacio-
existent indépendamment de notre maniere de penser; au lieu que santé, fievre, peur, doute, nales.
envíe, ne sont que des termes métaphysiques qui ne désignent que des manieres d'etres Como la base genera sólo un conjunto restricto de Ahormantes bási-
considérés par des points de vue particuliers de !'esprit. cos, la mayor parte de las oraciones tendrán como base subyacente una
Dans cet exemple, jai une montre, j'ai est une expression qui doit etre prise dans le
sens proper: mais dans j'ai une idée, j'ai n'est dit que par une imitation. C'est une expres- secuencia de tales objetos. Entre las oraciones con un solo Ahormante bá-
siop empruntée. J'ai une idée, c'est-a-dire, je pense, je coni;ois de telle ou telle maniere, Jai sico como basis, podemos delimitar un subconjunto propio de oraciones
enúie, c'est-a-dire, je désire;jai la volonté, c'est-a-dire, je veux, etcétera. llamadas "hormas" u "oraciones-horma" ('kernel sentences'), que son ora-
Ainsi, idée, concept, imagination, ne marquent points d'objets reels, et encare moins des ciones muy simples con un mínimo de mecánica trasformacional en su
etres sensible que l'on puisse unir !'un avec l'autre."
En años más recientes, se ha extendido la concepción según la cual los objetivos de la generación. La noción "oración-horma" tiene, a lo que creo, una impor-
filosofia deben ser estrictamente limitados, de hecho, a "la detectación de las fuentes de fal- tante significación intuitiva; pero como las oraciones-horma no represen-
sas construcciones recurrentes y teorías absurdas en los idiotismos lingüísticos" (RYLE, tan ningún papel distintivo en la generación e interpretación de oraciones,
1931).

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

nada más diré aquí sobre ellas. Hay que poner cuidado en no confundir las
oraciones-horma con las CADENAS BÁSICAS que las subyacen. Las cade-
nas básicas y los Ahormantes básicos sí representan, a lo que parece, un
papel distintivo y crucial en el uso lingüístico.
Como aquí no trataremos de las trasformaciones en detalle, no distin-
guiremos cuidadosamente, en el caso de una oración con un elemento úni- RESEÑA DIDÁCTICA
co en su base, entre la cadena básica que subyace a la oración y la oración
misma. En otras palabras, en muchos puntos de la exposición adoptaré el Hacia el análisis automático del discurso.
Las condiciones de producción del discurso
supuesto simplificativo (y contrario-a-los-hechos) tácito de que la cgdena
básica subyacente es la oración, en ese caso, y de que el Ahormante de la
base es a la vez la estructura patente y la latente. Trataré de seleccionar
los ejemplos de un modo que reduzca al mínimo la confusión posible, pero Michel Pecheux
Filósofo marxista francés (1938-1983.) Dedicó sus estudios a la teoría de la ideología y
hay que tener siempre presente este supuesto simplificativo. al análisis del discurso. Siguió los lineamientos de Althusser y Jacques Lacan y el
intento de éstos de integrar el marxismo con el psicoanálisis. Pecheux analiza el
lenguaje desde una perspectiva materialista. Entre sus principales obras está Hacia
' el análisis automático del discurso.

n la presente Antología resulta pertinente incluir algunos conceptos

E manejados por el lingüista francés Michel Pecheux resumidos en


este parte de una de sus obras más relevantes. Pecheux sentó las
bases, desde la escuela francesa, para hablar del sujeto y del efecto de
sentido en el lenguaje, y por tanto, en el discurso. Es, además, un apartado
en donde el autor expone el papel de las formaciones imaginarias para la
construcción y recepción del discurso y el papel del contexto como condi-
ción de producción.
En este capítulo, Pecheux se aboca a identificar dos familias de esque-
mas que compiten por la descripción del comportamiento lingüístico: el
primer esquema, conocido como reacciona!, derivado de las teorías fisioló-
gicas y psicológicas del comportamiento y fundamentado en la relación es-
tímulo-respuesta; y el segundo, proveniente del esquema informacional,
derivado de las teorías sociológicas y psico-sociológicas de la comunicación.
Es en esta parte de su obra donde el autor elabora un planteamiento
crítico donde se menciona que el primer esquema identificado como E-0-R
omite información teórica acerca del papel de los sujetos, mientras que el
informacional, por el contrario, tiene la ventaja de poner en escena a los
protagonistas del discurso, así como a su referente.

184 185
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Pecheux, con base en Jakobson, propone un modelo de comunicación discurso sería, pues, localizar los vínculos entre las relaciones de fuerza
en el cual se resalta el papel del discurso, lo cual consideramos nodal de (exteriores a la situación del discurso) y las relaciones de sentido que se
este capítulo. manifiestan en éste."2
Una de las múltiples y esenciales afirmaciones que se derivan de este
capítulo es la idea del papel del discurso en su relación con los interlo-
cutores. Dice el autor: "Señalemos que a propósito de "D", la teoría de la
información, subyacente en este esquema, conduce a hablar del mensaje
como transmisión de información: lo que hemos dicho anteriormente nos
hace preferir aquí el término de discurso que implica que no se trata nece-
sariamente de una transmisión de información entre A y B, sino de un
"efecto de sentido" entre los puntos A y B." 1
Así pues, en este capítulo de Hacia el análisis automático del discurso,
el autor, como una de sus aportaciones, explica que A y B no son sujetos,
sino lugares que pueden ser ocupados por un suJe!<:> o gr,~p.9:da~~tos,
mismos que son los encargados de construir el sentido al que se refiere él
autor.
Otro elemento novedoso que propone el autor, dentro de la lógica de
los modelos de la comunicación, es subrayar como elemento central en el
proceso de la interlocución, el,pap~lcle lª ideología ~n-_~.xelªC:ión_~n.la§
condicioneª_de.prodw:;ción del discurso. Pecheux define a lª ideglógíª. como
el conjunto de ideas o. creencias-acerca de otros, lo que llaIIl.a ·formaci;nes
imaginarias y afirma que, con base en ellas, los sujetos construyen y reci-
ben los discursos. Estas formaciones imaginarias pueden ser de sí mismos,
del otro y de lo que se habla, en ambas posiciones.
En este capítulo, el autor aborda también el tema del referente. Se
ocupa, por tanto, a establecer la relación entre éste y el contexto, es decir,
a la situación en la que aparece el discurso, mismas que llama condi-
ciones de producción. Menciona Pecheux que son éstas las que intervienen
en los efectos de sentido, pero también en la interpretación, pues con base
en ellas se pueden hacer anticipaciones de las formaciones imaginarias de
nuestra audiencia y entonces modificar, redireccionar, precisar o conser-
var la línea discursiva de quien ocupa el lugar de A.
En la parte final de este apartado, el autor destaca otro de los elemen-
tos que también están presentes en toda interlocución y, aunque no lo de-
sarrolla aquí, lo deja abierto para la profundización del análisis: las rela-
ciones de poder. Al respecto afirma que "[... ]el objeto de una sociología del

1 Pecheux, Michel, El Análisis A¡¿tomático del Dismrso, p. 48. 2 Ibidem, p. 54.

186 187
HACIA EL ANÁLISIS AUTOMÁTICO
DEL DISCURSO* **
Michel Pecheux

Las condiciones de producción del discurso

l. Los elementos estructurales que pertenecen


a las condiciones de producción

os familias de esquemas compiten a propósito de la descripción ex-

D trínseca del comportamiento lingüístico en general (por oposición


al análisis intrínseco de la cadena hablada):

- Un esquema «reacciona]» que señala teorías psico-fisiológicas del


comportamiento (esquema «estímulo-respuesta>> o «estímulo-organismo-
respuesta>>).
- Un esquema «informacional» que señala teorías sociológicas y psico-
sociológicas de la comunicación (esquema «emisor-mensaje-receptor»).

El primer esquema parece que domina ampliamente todavía el pen-


samiento actual:

.. .las preferencias de la mayoría van hacia una aprehensión del funda-


mento del lenguaje en la organización del sistema nervioso que es su ma-
triz material, de ninguna forma hacia esta comunicación que se dice que
es su función. Por esta razón, decimos que una progresión teórica desde
el punto de vista psico-sociológico no es suficiente, pero, sin embargo, es

* Tomado de Pecheux, Michel, Hacia el análisis automático del discurso, Madrid, Ed.
Gredos, 1978, pp. 44-54.
** Nota aclaratoria: Se ha suprimido del texto original parte de la información porque
no es relevante al propósito didáctico de esta Antología (N. de la coordinadora).

189
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

necesario un cambio de las opciones actuales, el cual, con el fin de com- sí. Por ello, tiende, también, a minimizar la dimensión simbólica que ad-
prender el lenguaje, situaría a la psicología social al lado de otras disci- quiere el lenguaje según su asociación con estas reglas y el papel, no des-
plinas psicológicas. 22 preciable, que juega en su constitución. 23

Aplicación del esquema E - O - R, al comportamiento verbal: Es decir, que el esquema E - O, R implica demasiadas "omisiones" teóricas
en el dominio que nos ocupa para ser conservado bajo esta forma.
El ~13_Q.UElffi3, "informacionaf' presenta, por el contrario, \a, venta,ja de
discurso 1 }
o
{ discurso 2
o
} ª
ponit_e,!!J::iscena los protagonistas del discurso, así como a su "referente".
estímulo --:> SUJETO--:> comportamiento Haciendo el inventario de los "factores constitutivos de todo proceso lin-
{ güístico", Jakobson escribe:
no-discursivo no-discursivo

(E) (0) (R) El remitente envía un mensaje al destinatario. Para ser operante, el
mensaje_.req_ajElre, primeramente, un contexto al.cualremite (es lo que se
Esta representación muestra el inconveniente de anular el lugar del llama'·t~mbién, con terminología ~;-tanto ambigua, el "referente"), con-
productor de (E) y del destinatario de ( R ): texto aprehensible por el destinatario, y que o bien es verbal, o bien sus-
esta anulación es perfectamente legítima cuando el estímulo es físico (por ceptible de ser verbalizado; a continuación el mensaje requiere un código,
común, al menos en parte, al remitente y al destinatario (o en otras pala-
ejemplo una variación de intensidad luminosa) y la respuesta orgánica
bras, al codificador y al descodificador del mensaje); finalmente, el men-
(por ejemplo, una variación de la respuesta E.E.G.); en este caso, efectiva-
saje requiere un contacto, un canal físico o una conexión psicológica entre
mente, el experimentado;.· es tan sólo el constructor, con artefactos experi- el remitente y el destinatario, contacto que permite establecer y mante-
mentalmente próximos, de un montaje que funciona independientemente ner la comunicación. 24
de él. En un experimento sobre el "comportamiento verbaf' sucede al re-
vés, el experimentador es una parte del montaje, cualquiera que sea la mo-
dalidad de su presencia, física o no, en las condiciones de producción del (2')
discurso-respuesta: dicho de otra forma, el estímulo no es estímulo más gr
que haciendo referencia a la situación de "comunicación verbal" donde se A ----~>B
consolida el pacto provisional entre el experimentador y su sujeto. Los R
mismos autores ya citados escriben este propósito:

.. .la actitud skinneriana viene a excluir, en el examen del comporta- 2


ª "... l'attitude skinnerienne revient a exclure, dans l'examen du comportement hu-
miento humano, en general, y del comportamiento lingüístico, en parti- main, en général, et du comportement linguistique en particulier, l'action de regles, de nor-
cular, la acción de reglas, de normas que los individuos establecen entre mes que les individus établissent entre eux. Para la, elle aboutit aussi a minimiser la
dimension symbolique qu'acquiert le langage, de par son association avec ces regles et le
róle, non négligeable, qu'il joue dans leur constitution" (ibid., pág. 718).
21
· "Le destinateur envoie un message au destinataire. Pour etre opérant, le message re-
22 " ... les préférences de la majorité vont vers une saisie du fondement du langage dans quiert d'abord un contexte auquel il renvoie (c'est ce qu'on appelle áussi, dans une termino-
l'organisation du systeme nerveux qui est sa matrice matérielle, non pas dans cette commu- logie quelque peu ambigue, le "référent"), contexte saisissable par le destinataire, et qui est
nication dont on dit qu'elle est sa function. Pour cette raison, disons qu'une progression soit verbal, soit susceptible d'etre verbalisé; ensuite, le message requiert un code commun,
théorique sons l'angle psycho-sociologique n'est pas suffisante, mais qu'un changement des ou tout au moins en partie, au destinateur et au destinataire (ou, en d'autres termes, a l'en-
options actuelles est nécessaire, qui situerait la phychologie sociale a cote des autres disci- codeur et au décodeur du ·message); enfin, le message requiert un contact, un canal psy-
plines psychologiques en vue de comprendre le langage" (S. Moscovici y M. Plon, 1966, p. chique ou une connexion psychologique entre le destinateur et le destinataire, contact qui
720). permet d'établir et de maintenir la communication" (Jakobson, 1963, págs. 213-214).

190 191
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

que se explica así: diferencias de situación pueden corresponder a una misma posición y que
una misma situación puede representarse de acuerdo con muchas posicio-
A: el "remitente", nes, y no por azar, sino según leyes qué sólo la investigación sociológica
B: el "destinatario", podrá demostrar. 25
R: el "ref~rnnte," Lo que podemos decir es solamente que todo proceso discursivo supone
(2'): el código lingüístico común a A y a B. la existencia de estas formaciones imaginarias, que designaremos aquí de
-> el "contacto" establecido entre A y B, la manera siguiente:
'!2l' : la secuencia verbal emitida por A en dirección a B.
Expresión Significación de la Pregunta implícita cuya
que designa las expresión "respuesta" subyace a
Señalaremos que a propósito de "D" la teoría de la información, subya- formaciones la formación imaginaria
cente en este esquema, conduce a hablar de mensaje como transmisión de imaainarias correspondiente
información: lo que hemos dicho anteriormente nos hace preferir aquí el Imagen del lugar "¿Quién soy yo
de A para el sujeto para hablarle así?"
término de discurso que implica que no se trata necesariamente de una A { I,¡(A)
. colocado en A.
transmisió:0:de información entre A y B, sino, de un efecto cl,e sentido entre Imagen del lugar "¿Quién es él para que
los puntos A y 4.. " ··" A••" ·· · - - - - - - · - - - - - - - I./B) de B para el sujeto yo le hable así?"
colocado en A
Se puede, en adelante, enunciar los diferentes elementos estructurales Imagen del lugar "¿Quién soy yo para
de las condiciones de producción del discurso. de B para el sujeto que él me hable así?"
Está bien claro, en primer lugar, que los elementos A y B designan algo B{ IJB) colocado en B.
Imagen del lugar "¿Quién es él para .
distinto de la presencia física de organismos humanos individuales. Si lo I¡/A)
que hemos dicho anteriormente tiene un sentido, resulta que A YE qesjg-
de A para el sujeto 1~c 1,-c 1-.s,, hre
<t<> 1
colocado en B.
nan lugares determiDados en la estructura de una formación -;Ó~i.ªClu,gª:.
res de los que la sociología puede describir el haz de rasgos objetivo~ ca- Acabamos de esbozar la manera en que la posición de los protago-
racterísticos_: así, por ejemplo, en el interior de la esfera de la producción nistas del discurso interviene a título de condiciones de producción del dis-
económica, los lugares del "patrón" (director, jefe de empresa), del mando curso. Conviene añadir ahora que el "refe:r-ente:' i:z ep. el esquema siguiente,
superior, del contramaestre, del obrero, están marcados por propiedades el "contextd', la _situación en la que aparece el discurso pertenece igual-
diferenciales que se pueden observar. menfe·a las condiciones de producción. Subrayamos de nuevo que se trata
Nuestra hipótesis es que _esto8- lll_g_ªr~s están representados~.l!J9.S .pro- de uriobjeto imaginario (el punto de vista de un sujeto) y no de la realidad
cesos discursivos donde están puestos en juegó. De todas formas, sería in- física. Presentaremos, pues:
genuo suponer que el lugar como haz de rasgos objetivos funciona como tal
en el interior del proceso discursivo; está representado en él, es decir, está Expresión Significación de la Pregunta implícita cuya
que designa las expresión "respuesta" subyace a
presente, pero transformado; en otros términos, l,oque funciona-en elprq- formaciones la formación imaginaria
c~~C> discursiyo, es.. una serie de formaciones imaginarias que designan el imaginarias correspondiente
lugar que A y B atribuyen cada uno a sí mismo y al otro, la imagen que "Punto de vista de "¿De qué le
A J./R)
éllos se hacen de su propio lugar y del lugar del otro. Si ello es así, existen AsobreR' hablo así?"
"Punto de vista de "¿De qué me
en los mecanismos de toda formación social reglas de proyección que esta- B I,lR) BsobreR' habla así?''
blecen las relaciones entre las situaciones (objetivamente definibles) y las
posiciones (representaciones de estas situaciones). Añadamos que es muy 25 Consideramos retrospedtivamente que esta perspectiva estaba motivada por una ten-

probable que esta correspondencia no sea biunívoca, de manera que las tación sociologista (Parsons, et~~tera ... ) e incluso psicosociologista. Véase a este respecto Pe-
cheux-Fuchs (1975), aquí mismo, pág. 240.

192 193
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Hemos señalado anteriormente 26 que todo proceso discur§iyo_~uponía, curso', a la cual remiten las presuposiciones, comporta, como parte inte-
por parte del emisor, una anticipación dé1ás representaciones del recep- grante, ciertos conocimientos que el sujeto hablante presenta a su oyente.
tor, sobre la cual se funda la estrategia del discurso. Concierne, pues, a la imagen recíproca que se forman los participantes en
·-Así pues, se formarán las exprésiones: · el diálogo" .29
Además, está claro que, en un estado dado de las condiciones de pro-
ducción de un discurso, los elementos que constituyen este estado no están
simplemente yuxtapuestos, sino que mantienen entre ellos relaciones sus-
ceptibles de variar según la naturaleza de los elementos puestos en jue-
go ...
En efecto, sea por ejemplo una serie de discursos caracterizados por el
que explican la manera en que A se representa las representaciones de B, solo hecho de plantearse como cuestión "la libertad": según que se trate de
y recíprocamente, en un momento dado del discurso. . un profesor de filosofía dirigiéndose a sus alumnos, de un director de pri-
Hay que señalar que, puesto que se trata, por hipótesis, de anticipa- sión comentando el reglamento para uso de los detenidos, o de un tera-
ciones, estos valores preceden a las "respuestas" eventua~es de B, que yj~- peuta que dirige la palabra a su paciente, se asiste a un desplazamiento
nen a sancionar las decisimfos a.nticip~dores de_A: las antic1p.a.CÍa'~es..de A del elemento dominante en las condiciones de producción del discurso: sea
con respecto a B, por ejempló, deben pues pensarse como derivadas de A el emisor y B el receptor; en el discurso terapéutico, tal como es conce-
I/A), I/B) e ~/R) ... bido por la psiquiatría clásica, es la imagen que el paciente se hace de sí
.. .Las diversas formaciones resultan de..p.rQ<::~sos discursivos anterio- mismo lo que se ventila en el discurso, sea ~/B). En la relación pedagó-
de
res (que surgen de otras coñdicióriés producción) que hiñ" dejªºº def!g1- gica, Ío,.qyftdoniina el .cl:is<::11rso es la representación que los alumnos se ha-
cionar, pero que han dado nacimiento a "tomas de posición'' Únplícitas que ce~.kLque leKdesignaJ~lprofoi;;<:>r, sea 111 (I/R)), en su referencia a I/R).
aseguran la posibilidad del proceso discursivo pretentlklo. En oposición. a En el discurso del director de prisión, todo está condicionado por la imagen
la tesis "fenomenológica'' que plantearía la aprehensión perceptiva del re- que los detenidos se formarán del representante del reglamento a través
ferente, del otro y de sí mismo como condición pre-discursiva del discurso, de su discurso, sea I,lA), puesto que se trata, para unos, de saber "hasta
sup9J.1emosquelapercepci,ón está siempre penetrada de lo "ya oído" y lo dónde se podrá ir con éf' y, para el otro, de dárselo a entender.
"ya. dicho", a través de los cuales se constituye la sustancia de las for- En esta perspectiva, el objeto de una sociología del discurso sería loca-
nia~i~~es"im~ginarias enunciadas; los conceptos de presuposición y de im- lizar los vínculos entre las relaciones de fuerza (exteriores a la situación
plicación, presentados y utilizados por O. Ducrot, 28 ponen en juego el mis- del discurso) y las relaciones de sentido que se manifiestan en éste, ponien-
mo género de hipótesis: a propósito de la situación que escribe este autor, do sistemáticamente en evidencia las variaciones de dominio que acaba-
"ya no puede ser concebida de forma simplemente cronológica o geográ- mos de señalar. I" !
fica, como una localización espacio-temporaf', añade: "La 'situación de dis- "J'-<\'e,A! ~\

2
C(, pág. 42.
H
J:;)t 1'.!.iA
28
O. Ducrot, ''Logique et linguistique", en Langages, núm. 2, 1966. Desde entonces, es-
te autor ha desarrollado más completamente sus perspectivas en Di,.e et ne pas dil'e, París,
Hermann, 1972.
Señalamos que el término "preconstructo", introducido por P. Henry para designar un 29 "Ne peut plus etre corn;:ue de fai;:on simplement chronologique ou géographique,

elemento que aparece en la secuencia como "anterior, exterior e independiente", con relación comme une localization spatio-temporelle".... "La 'situation de discours', a laquelle renvoient
a esta secuencia nos parece aquí más fecundo y menos afectado de logicismo. C/. a este res- las presuppositions, comporte, comme partie intégrante, certains connaissances que le sujet
pecto P. Henry, "Constructions relatives et articulations discursives", en Langages, núm. 37, parlant prete a son auditeur. Elle concerne done l'image que se font les uns des autres les
1975, págs. 81-98. participants du dialogue" (ibid., págs. 20-21).

194 195
RESEÑA DIDÁCTICA
Lenguaje e ideología.
El discurso ideológico

Olivier Reboul
Filósofo francés (1925-1992). Especialista en retórica y filosofía de la educación.
Profesor de la Universidad de Ciencias Humanas de Estrasburgo y
autor del libro Lenguaje e ideología.

ara esta Antología, reviste una especial importancia la propuesta de

P Reboul, toda vez que desarrolla los elementos que acompañan la


construcción de los discursos sociales. En el texto seleccionado, Re-
boul se aboca a explicar la relación entre las funciones que se realizan al
usar el lenguaje, conforme a los propósitos comunicativos, y la dimensión
ideológica que acompaña a toda formación discursiva.
El lenguaje, afirma Reboul en este apartado, es el dominio privilegiado
de la ideología, aquél donde ejerce directamente su función específica. A
través del lenguaje, sostiene el autor, la ideología le ahorra al poder el re-
curso de la violencia o la legitima cuando tiene que recurrir a ella.
En el capítulo "El discurso ideológico", Reboul distingue entre lengua,
habla y discurso, y afirma que este último es una realidad intermedia. De-
trás de este apartado está la idea de que el discurso utiliza palabras de
uso común entre los individuos, pero se rige por un subcódigo determinado
por la ideología, mismo que da lugar a un uso particular de la lengua.
Una de las aportaciones plasmadas en este capítulo es cuando el autor
sostiene que el discurso ideológico tiene una función que se determina teó-
ricamente con base en el esquema de la comunicación de Jakobson. Distin-
gues seis funciones en cualquier acto de comunicación: 1) el emisor, esto
es, el que habla o escribe; 2) el receptor u oyente; 3) el referente, que es
aquello de que se habla; 4) el código, sistema de reglas común al emisor Y

197
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

al receptor, sin el cual el mensaje no sería comprendido; 5) el contacto, que la interlocución. En este sentido explica que la ideología retoma de ma-
permite mantener fisica y psíquicamente la comunicación y 6) el mensaje nera específica las seis funciones y se sirve de ellas para justificar su poder
mismo, en tanto realización material de la comunicación. A cada elemento en los discursos sociales.
le corresponderá una función. Por otra parte, y con respecto al estudio del discurso en el proceso de la
Así, la función referencial se centra en el referente y ayuda a hacer co- comunicación, Reboul añade que la función aparente de un mensaje puede
nocer algo. Se caracteriza por el hecho de que el mensaje puede ser puesto no corresponder a su función real. Por tanto, la tesis del autor plasmada
en forma interrogativa y porque es posible preguntar si el mensaje es ver- en este capítulo apunta a que los procesos ideológicos disimulan una fun-
dadero o falso. ción de lenguaje por otra. La ideología no dice jamás la razón verdadera de
La función expresiva da cuenta de un mensaje cuyo eje predominante lo que dice. Cabe mencionar que el estudioso propone casos específicos de
es el emisor. Son comunicaciones que expresan los sentimientos o pensa- mensajes con carga ideológica que dan cuenta de los mecanismos discur-
mientos de quien habla. Ejemplo de ello son las interjecciones o las ento- sivos que permiten su funcionamiento para ilustrar su exposición.
naciones.
La función incitativa o conativa se utiliza para hacer actuar al recep-
tor. A diferencia del mensaje referencial, el incitativo no puede ser verda-
dero, puesto que no puede ser falso. Es el caso de las órdenes, consejos o
ruegos.
La función poética se da cuando la finalidad del mensaje es el mensaje
mismo en tanto realidad material, independientemente de su sentido.
Importa más el cómo y no el qué. No se limita a la poesía pues también se
encuentra en construcciones de la prosa, toda vez que la comunicación se
centra en la construcción del mensaje. En términos lingüísticos, la función
poética vuelve equivalentes el eje de la selección (paradigma) y de la com-
binación (sintagma), a diferencia del habla cotidiana en donde se privile-
gia el eje de la combinación.
La función fática tiene como objetivo establecer, mantener o interrum-
pir el contacto. Se habla, dice Reboul, por hablar, no para decir algo. La
función fática aparece primero en el niño, que comunica algo por el placer
de oír o de oírse, antes aún de poder enunciar algo.
Por último, en la función metalingüística el mensaje se apoya en el
código para hacerlo inteligible. Es el código que se explica a sí mismo. No
se trata de una habla especial, es el habla cotidiana con la que se explica
día a día lo que se quiere decir, es ese instrumento que permite volver so-
bre las palabras para clarificarlas, corregirlas, explicarlas. El aprendizaje
de una lengua recurre masivamente a esta función. Entre todos los siste-
mas de comunicación, afirma lli;lboul, sólo la lengua permite hablar de sí
nnsmo.
La relevancia de la explicación que hace Reboul respecto de las funcio-
nes del lenguaje es que las relaciona con el papel que tiene la ideología en

198 199
LENGUAJE E IDEOLOGÍA
INTRODUCCIÓN 11*
Olivier Reboul

El discurso ideológico

sí definida, una ideología se manifiesta de diferentes maneras. En

A primer lugar, a través de las "cosas": por ejemplo, la estructura de


una escuela, de una prisión, de una ciudad. También mediante ac-
tos y prácticas: la manera de tratar a un subordinado, a un superior, a un
extranjero, a un niño, incluso a la propia mujer. Por instituciones: parla-
mentarias, administrativas, judiciales, policiacas, escolares, etcétera. Por
símbolos: emblemas, ritos, urbanidad, vestimentas, etcétera.
Pero el dominio privilegiado de la ideología, aquel donde ejerce direc-
tamente su función específica, es el lenguaje. Por el lenguaje la ideología le
ahorra al poder el recurso a la violencia, suspende el empleo de ésta, o la
reduce al estado de amenaza lejana, de implícita ultima ratio. Por el len-
guaje, en fin, la ideología legitima la violencia cuando el poder tiene que
recurrir a ella, haciéndola aparecer como derecho, como necesidad, como
razón de Estado, en suma, disimulando su carácter de violencia.

¿Todo lenguaje es ideológico?

Pastel de crema

La naturaleza ideológica del lenguaje es hoy una idea tan trivial que se ha
vuelto sospechosa. Así, para B. H. Lévy, el discurso no es el lugar neutral
de los enfrentamientos ideológicos, ni siquiera un instrumento de poder;

* Tomado de Reboul, Olivier, Lenguaje e ideología, México, Fondo de Cultura Econó-


mica, 1986, pp. 34-52.

201
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

es "la Forma misma del poder'' (1977, p. 49), pues el lenguaje es un código, tema de signos que permite a los individuos comunicarse entre sí; el habla
"una trama de prohibiciones y de obstáculos". Por lo tanto, el que toma la es el libre uso que determinado individuo hace de su propia lengua. Que-
palabra -<!orno lo exigían los estudiantes de mayo de 1968-- no se apo- démonos por hipótesis en esta oposición: ¿es la ideología un hedió de la
dera de ella más que para ponerla a su servicio. La palabra se convierte, lengua o del habla?
en los dos sentidos del término, en un "sujeto". De hecho, la palabra no es Se podría decir que, es un hecho de la lengua, no por la razón de que la
confiscada nunca; los pueblos hablan, "pero jamás han dejado de hablar la lengua sea coercitiva, sino porque algunas de sus coerciones están aJ
lengua de sus dominadores" (pp. 50 y 51). servicio de un poder, sea el de un grupo, casta, clase o nación. Y esto de
Todavía más radical es Roland Barthes en su lección inaugural del dos maneras. . 1

Colegio de Francia Le Monde, 9-10 de enero de 1977). Después de haber J. La lengua consagra implícitamente ciertas superioridades sociales.
mostrado a justo título que el poder es plural ("su número es legión'') y que "Rico" y "pobre" designan a la vez en grado de posesión económica y una
domina toda la existencia, pública y privada, el autor afirma que el poder cualidad: "una naturaleza rica", "un pobre tipo". Lo mismo para "noble" y
"se inscribe" (¡palabra de moda!) en el lenguaje, más exactamente en la "vil", "grande" y "pequeño". La pareja "blanco" y "negro" está todavía más
lengua, cuyo código es represivo, alienante. Hablar no es comunicar, es su- cargada de sentido: por una parte, designa a la vez una oposición de colo-
jetar: "La lengua, como actuación [performance] de todo lenguaje, no es ni res y de razas, pero por otra parte carga con esta oposición de connota-
reaccionaria ni progresista; es simplemente fascista." ciones afectivas: lo ''blanco" es lo limpio, lo claro, lo puro, lo inocente; lo ,.,
Estas fórmulas son más fulgurantes que esclarecedoras. ¿Qué signi- "negro" es lo sucio, lo tenebroso, lo triste, lo funesto, lo malvado. ¡.,
1'
fica, por ejemplo, la palabra performance, acuñada por Chomsky, cuando Barthes, en el mismo texto, declara a la lengua "fascista" porque le ,1·
,¡l
se la aplica a la lengua? Por otra parte, no se ve claro, en ninguno de los impone obligaciones, por ejemplo la de "elegir siempre entre lo masculino
dos autores citados, si hablar es sujetar a los otros a un código o sujetarse y lo femenino". Habría sido más convincente si hubiera precisado que la
uno mismo. En el primer caso, la dominación es recíproca; en el segundo, lengua impone no solamente la elección entre los dos géneros, sino la su- l'i
nadie domina a nadie. Los dos autores muestran acertadamente la rela-
ción de la ideología con el poder; pero ambos cometen el error, tan fre-
premacía del uno sobre el otro. "Hombre, con sus sinónimos "machd', "vi-
ril'' (¡que durante largo tiempo fue sinónimo de adulto!), parece designar a
il
cuente en nuestra época, de ver ideología en todo. Si todo es ideología, la la parte fuerte de la humanidad. En francés,* la palabra "hombre" designa
ideología ya no es nada. Si el lenguaje es "simplemente fascista", no queda al conjunto del género humano, como si la mujer fuese menos represen-
otro camino que callarse, a menos de reconocerse a sí mismo en lo que se tativa de la humanidad que el varón. ¿No es la lengua espontáneamente
denuncia. Este género de crítica, que mete en la misma bolsa un discurso racista, sexista?
de Hitler y la lección de gramática de una maestra, engendra la peor de 2. La lengua es selectiva, como lo han demostrado numerosos estudios
las confusiones. Al acusar a todo el mundo, se acaba por excusar a todo el sobre la educación. La lengua de las capas superiores (o también la lengua
mundo. dominante en una sociedad bilingüe) favorece a los que pueden apropiár-
Es preciso rechazar estas facilidades del confusionismo. Si el término sela y coloca a los demás bajo su tutela. Por su complejidad, por sus rique-
"discurso ideológicd' tiene un sentid~), es por oposición a otros tipos de zas y matices, que la hacen poco accesible a quienes no la tienen, como
discurso. lengua materna, se convierte en un instrumento de dominación y de selec-
ción.
A esto se podría responder que se trata de hechos del habla y no de la
Lengua, habla y discurso lengua; que la lengua es neutral y que sólo el habla es ideológica. Sin em-
bargo, el individuo no es libre de utilizar su lengua para decir lo que quie-
Empleo deliberadamente la palabra "discurso" para designar una realidad
intermedia entre la lengua y el habla. La lengua para Saussure, es un sis- * También en español [T.].

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

re Y como quiere, sino que está condicionado para preferir tal término, tal Cuestiones de método
giro, tal significación, y para eliminar otros. Si no es comunista, no em-
pleará jamás la expresión "los sectores desposeídos" tan frecuente en el ¿Mediante qué método se estudiaría el discurso ideológico? A primera
pa:r:tido. Ahora bien, este condicionante no viene de la lengua misma, que vista, se pueden distinguir dos, el deductivo y el inductivo.
no impone ni prohíbe una expresión como ésa; viene de lo que antes he lla-
mado el subcódigo ideológico. Una misma lengua puede comportar diver-
sos subcódigos: católico, marxista, etcétera, y estos mismos subcódigos El método deductivo
pueden encontrarse en lenguas diferentes.
Entre la lengua y el habla se admite hoy una realidad intermedia que El primero es puramente filosófico. Del principio de que el discurso ideo-
es el discurso (c/. R. Robin, 1973, p. 20 ss. y Greimas, 1976, p. 11). El dis- lógico tiene por función justificar un poder se deduce cómo debe ser un dis-
c~rso es un tipo de palabras común a un gran número de individuos y re- curso para que preste el servicio que se espera de él.
gido por un subcódigo. . El método deductivo no es imposible. Se puede demostrar, en efecto,
, Ahora bien, al lado del discurso de tipo jurídico, administrativo, cien- que el lenguaje del poder recurre necesariamente a clichés, a palabras-
tífico, se puede admitir la existencia de un discurso ideológico. Es cierto obsesiones, a palabras-tabú, a eufemismos, a distorsiones de sentido, a
que este último discurso puede apoyarse sobre los hechos de la lengua se- oposiciones maniqueas, a peticiones de principio, etcétera. Este método ha
ñalados antes. Así, el eslogan de los racistas canadienses en 1975: Keep sido aplicado al menos una vez, y de manera genial, en el libro de Orwell
Cana.da lVhite, juega sobre las connotaciones de ''blanco" e, implícita- 1984 y voy a demostrar que muchas de sus preocupaciones son pertinen-
mente, sobre las de "negro". Pero existe también un discurso ideológico tes y esclarecen nuestra propia situación de hombres del final del siglo XX.
que reinvierte la tendencia sin transgredir por ello el código de la lengua, El inconveniente del método deductivo es que exige genio; al menos sí
como el famoso Black is Beautiful de los negros norteamericanos contesta- se lo quiere llevar hasta sus últimas consecuencias y determinar a priori
tarios. Asimismo, una clase oprimida puede apropiarse de la lengua del el discurso ideológico en su totalidad. Y no todo el mundo es Orwell ... Por
opresor, o incluso hacer valer su propia lengua e imponerla, como lo intens otra parte, en una sociedad moderna, los poderes son tan diversos y tan
taron, no sin éxito, los quebequenses. enredados que resulta imposible aislarlos, aunque sea mentalmente, para
Por lo tanto; no deben confundirse el discurso ideológico y la propa- deducir sus discursos respectivos.
ganda política. Esta, es cierto, puede apoyarse sobre aquél, pedirle presta-
das sus fórmulas consagradas, sus estereotipos, sus mitos. La propagan-
d~ es del orden del habla. Su función es la de justificar tal acción del poder, El método inductivo
rmentras que la del discurso ideológico es legitimar la existencia del poder.
Por eso la propaganda se reduce a un conjunto de mensajes, mientras que El segundo método, por el contrario, parte de los hechos para inducir de
el discurso ideológico constituye de cierta manera; un código. ellos los principios. Consiste en reunir un corpus de textos ideológicos y
No es que la lengua sea ideológica; lo es el uso que se hace de ella. Pero extraer de ellos los rasgos propios, midiendo -si es posible con la ayuda
el "se" que hace un uso ideológico de su propia lengua, no es un individuo de una computadora-la frecuencia de los términos (ocurrencias) y de las
libre y consciente de sus palabras; estas están dominadas y reglamenta- asociaciones de términos (coocurrencias).
das, aun sin saberlo él, por el subcódigo de la ideología. He dicho bien "sin Así, en su estudio de los discursos de Pétain en Vichy, Gérard Milier
saberlo". En efecto, todos los aspectos del discurso ideológico que estudia- (1975) indica que el examen minucioso de este corpus mediante la compu-
remos, así como el empleo de términos ambiguos, de metáforas abusivas tadora del ENS de Saint-Cloud, reveló las palabras que se repiten con más
de peticiones de principio, son siempre inconscientes. No son, o no son so~ frecuencia. Cito las trece primeras, por su orden: "Francia. Franceses. De-
lamente, métodos sino procesos. be. País. Estado. Gobierno. Trabajo. Hoy. Hecho. Juventud. Puede. Nacio-

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

nal. Necesario". Más significativas todavía son las coocurrencias, o dicho yadas por el autor, son por sobre todo reveladoras de su propia ideología.
de otro modo, la aparición simultánea de dos términos en una misma fra- La finalidad del libro de Miller es, en efecto, mostrar que la mentalidad de
se. Así, las palabras que aparecen más frecuentemente ligadas a "país" los franceses actuales es siempre la de Vichy, a la vez moralizante y .cobar-
son: a la izquierda "intereses", a la derecha "espíritu"; a "nación'': "unidad" de, humanista y racista; que el discurso petainista expresa la ideología de
y "clases"; a "patria": "salvación" y "morada"; a "Estado": "autoridad" y "Es- los franceses de hoy que no son lacanianos ... Este brillante panfleto no le
tado". Se obtienen también sintagmas reveladores, como "los intereses del pregunta la computadora sino lo que ya sabe.
país", "la autoridad del Estado", "la unidad de la nación", "la salvación de En suma, el método inductivo, no, nos revelan la naturaleza de la ideo-
la patria". Estudiando las coocurrencias de la palabra "libertad", se sub- logía estudiada. Mucho menos el de la ideología en general. No nos mues-
raya que la más frecuente es la palabra "libertad"; dicho de otro modo, tra en qué medida un discurso es ideológico. No nos explica el poder de las
cuando Pétain emplea este término, es generalmente para oponerlo a una palabras, de los clichés, de las asociaciones que descubre y registra. Reto-
falsa libertad: "La verdadera libertad a la libertad teórica y quimérica" (8 memos la expresión típicamente comunista: "los sectores desposeídos",
de octubre de 1941): "No nos contentaremos con darles la libertad de mo- que es en realidad un calco de la rusa. Dudo que algún análisis estadístico
rirse de hambre, aun cuando esta libertad les de el derecho a depositar el pueda explicar su poder. Sin embargo tiene un poder. Tomemos el cliché
voto cada cuatro años en una urna'' (15 de septiembre de 1940). tan frecuente en el partido: "Los trabajadores y los sectores desposeídos";
El interés de estos análisis estadísticos es el de revelar los clichés y las en apariencia anodina, la expresión es en realidad movilizadora. Agrega a
palabras-obsesiones de una ideología, todo lo que determina las palabras los "trabajadores" toda una franja indeterminada de pobres, que están del
del hablante aun a pesar suyo, todo lo que él dice pero sin él. Anotemos lado de los explotados; pero también de las gentes simples, es decir, hon-
que con frecuencia estos análisis resultan pesados y fastidiosos, y no hacen radas, sensatas y buenas: todos los sectores (por ejemplo amas de casa, ju-
más que acumular cifras sobre lo que ya se sabía. Además, el material que bilados) que, sin ser proletarios en el sentido marxista del término, deben
ellas suministran no explica nada por sí mismo; hay que explicarlo. ¿Por lógicamente incorporarse al partido de los trabajadores que los defiende y
que, por ejemplo, Pétain empleaba la expresión "libertad de morirse de habla en su nombre.
hambre" que, en el discurso de la extrema izquierda ha servido siempre Lo mismo ocurre con el lema nacionalista "Francia para los france-
para estigmatizar al liberalismo? En efecto, si no se sabe de antemano que ses". ¿Por qué el término "para" tiene tal efecto, así como lo tiene la repe-
es la ideología cuyo discurso se estudia, se estudia cualquier cosa. La fre- tición "Francia"-"franceses", que parece tautológica? Dudo que una compu-
cuencia de los términos en los mensajes de Pétain no revela el lazo nece- tadora pueda demostrar que es precisamente la tautología, con el senti-
sario con su efecto ideológico. "Gobierno", por ejemplo, es una palabra nor- miento de evidencia que comunica, la que permite transmitir el sentido
mal en boca de un jefe de Estado; "Francia", "franceses" lo son también. nacionalista y racista del eslogan. Lo importante no es lo que dice, sino lo
¿Era menor su frecuencia en otro líder representativo de otra ideología, que no dice: "Francia para (únicamente) los franceses (de pura cepa)"; jy
por ejemplo, León Blum? "Hecho", "juventud", "puede", son sin duda signi- los demás fuera!
ficativos de la ideología vichista, pero lo son mucho menos que ''jefe", "fa- Se entiende que no sitúo las dos expresiones en el mismo plano. "Los
milias", "honor", "suelo", cuya frec~encia es sin embargo mucho menor. En sectores desposeídos" es una fórmula muy bella que hace honor al partido
fin, la ausencia de un término puede interpretarse de maneras muy dife- que la emplea; la segunda es una consigna tan hipócrita como innoble.
rentes: puede, estar ausente por indiferencia, o por ser un término tabú. Queda claro que una y otra son ideológicas por su poder al servicio de un
En ciertos casos, particularmente elde Gérard Miller, la ideología pro- poder.
pia del analizador se deja ver, amparándose en la autoridad de la compu- Poder de las palabras: poder de adhesión y de rechazo, poder de paz Y
tadora: "Cuando Pétain'', escribe el nombrado, "designa a Francia como el de guerra, poder de vida y muerte. Tal es lo que queda por explicar.
país, es para hablar de pan, más que de grandeza; el País es la Francia del
mal menor: desertora y colaboracwnistd' (p. 91). Estas invectivas, subra-

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

El método mixto tivo que en seguida precisaba que eran "de papef'. Este recurrir a las cien-
cias de la materia y del movimiento no es fortuito, evidentemente, en un
Carente de genio, y carente de computadora, yo me atendré a un método pensamiento que se dice materialista y dialéctico.
mixto, a la vez deductivo e inductivo, un vaivén continúo entre el principio Sin duda no se debe simplificar demasiado. El fascismo, por ejemplo,
que explica y el ejemplo que ilustra y verifica. tomaba sus metáforas tanto de la fisica como de la biología. Pero lo impor-
Para empezar ya, partamos de un caso particular: el papel de la metá- tante a mi parecer es menos lo que distingue a estas metáforas que lo que
fora en el discurso ideológico. La experiencia nos demuestra que la natu- ellas tienen de común, y que puede deducirse de la definición de ideología,
raleza de las metáforas difiere según las ideologías; pero tenemos que ex- o al menos comprenderlo a partir de ella. Sí, todas estas metáforas son to-
plicar esas diferencias. madas de la biología, la fisica, las matemáticas, pero siempre de ciencias,
Las metáforas de la ideología liberal están tomadas de las matemá- lo que les confiere una apariencia de objetividad y verdad. Decir-que "el
ticas y de la cinemática: "derecho", "ley'', "igualdad", "razón'', "progreso in- Estado es una totalidad orgánica", o decir que "las masas son el motor de·
definido", "unidad". Podría mencionar numerosos casos en los que .Rou- la historia" es hablar un lenguaje de científico; el lenguaje no del que con-
sseau comienza un párrafo con una fórmula propia de las matemáticas jetura o del que cree, sino del que sabe. Se lo entiende por los rasgos 3, 4 y
como "pongamos" o "demos por supuesto que" (cf. Contrato social, I, 6). Es 5 de nuestra definición de ideología: un pensamiento que pretende ser
que en este pensamiento el derecho se apodera del hecho, y el hecho no racional y que disimula su verdadera función, que es la de justificar un
tiene valor sino en la medida en que se regula por el derecho. poder.
Las metáforas conservadoras se tornan sobre todo de la biología: "tota-
lidad", "orgánico", "familia", "raza", "ancestraf', "patrimonio", "sucio y san-
gre". Es que la ideología conservadora tiene por función defender el orden Las funciones del lenguaje
existente, que define como "una totalidad orgánica" a la cual no se puede
tocar sin riesgo de matarla. El ideal no es para ella un valor, si.no una El discurso ideológico tiene, pues, una función. Pero en el plano lingüís-
amenaza. Entre los liberales salidos del rousseaunismo, "lo naturaf' es lo tico, ¿esta función aparece como diferente de la de los otros discursos?
universal y lo racional. Así, el "derecho naturaf' se opone al "derecho posi- Pregunta que nos lleva a interrogarnos sobre la función del lenguaje: ¿por
tivo", creación arbitraria de una sociedad dada. Entre los conservadores, qué se habla?
en cambio, "lo naturaf' es lo que existe realmente y se opone a lo artificial; Para responder a esta pregunta, partiré del célebre análisis de Román
por ejemplo, a las constituciones racionales pero inaplicables. Así, para Jakobson (E. 1970, capítulo XI), que distingue seis funciones del lenguaje.
Maurras, el "país reaf' se opone al "país legar'; y se reprocha a los jaco- Comienza por definir los seis factores constitutivos de toda comunicación:
binos haber "dividido" a Francia en "departamentos". Para los conserva- J) el emisor, esto es, el que habla o escribe; 2) el receptor u oyente; 3) el re-
dores, dice K. Mannheim (p. 189), "la col1,figuración histórica existente en ferente, que es aquello de que se habla; 4) el código, sistema de reglas co-
una época determinada no puede ser construida artificialmente, sino que mún al emisor y al receptor, sin el cual el mensaje no sería comprendido;
crece como una planta que sale de su grano". 5) el contacto, que permite mantener fisica y psíquicamente la comuni-
En cuanto al marxismo, toma de preferencia sus metáforas de la diná- cación, y 6) el mensaje mismo, en tanto que realización material de la
mica y de la química: las "masas" como "motor de la historia", las "fuerzas" comunicación o, dicho de otro modo, lo que se pronuncia o escribe.
y las "relaciones" de producción, el "aparato del Estado", "la presión de las A cada uno de estos seis factores corresponde una función diferente, lo
masas", la ideología como "reflejo" y como "sublimado". Para justificar el que hace que la pregunta "¿Para qué' se habla?" pueda ser respondida de
hecho, contrario a Iris previsiones, de que la Revolución de 1917 tuviera seis maneras. Voy a describir estas funciones, cambiando un poco el orden
lugar en Rusia, se definió a ésta como "el eslabón más débil de la cadena de Jakobson, porque mí objetivo es el de definir no la poesía, sino la
de los Estados capitalistas". Cuando Mao hablaba de "tigres", es significa- ideología.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

La función referencial La función incitativa

¿Para qué se habla? Para informar, explicar, precisar, enseñar; en suma, También se puede hablar para hacer actuar. Es el caso de la orden, del
para hacer conocer algo. Es la función en la que se piensa primero. Como consejo, del ruego, del rechazo, de la prohibición, etcétera. El mensaje se
pone el acento en el referente, Jakobson la llama referencial, pero se la centra entonces sobre el receptor y su función es incitativa. Jakobson dice
podría denominar también denotativa o cognoscitiva. "conativa", pero el término no funciona bien en francés ...
Se caracteriza, por un lado, por el hecho de que el mensaje puede s~r A diferencia del mensaje referencial, el incitativo no puede ser verda-
puesto en forma interrogativa: "El ha bebido" puede transformarse en "¿El dero, puesto que no puede ser falso. Cuando yo digo: "¡Bebed!", la cuestión
ha bebido?"; y, por otra parte, por el hecho de que es posible preguntar si no es si esto es falso o verdadero, sino solamente si yo tengo el derecho de
el mensaje es verdadero o falso: "¿Es verdad que el ha bebido?" Este cri- decirlo: sí, si yo cuido a un enfermo o presido un banquete. La pareja ver-
terio es decisivo, pues se aplica únicamente a la función referencial. De dadero/falso deja entonces su lugar a lícito/ilícito.
una frase como: "¡Bebe!", no se puede preguntar si es verdadera o falsa.

La función poética
La función expresiva
Se da el caso también de que la finalidad del mensaje sea el mensaje mis-
Se habla para informar, pero también se habla para "expresar''. El men- mo en tanto que realidad material, independientemente de su sentido. Es-
saje está centrado entonces en el emisor. Es el caso de un grito de cólera, to lo encontramos en la función poética, que no se limita a la poesía en
de sorpresa, de alegría. Se llama a esta función "expresiva'' o "emotiva". Yo sentido estricto, y que se podría llamar también retórica. Aparece cuando
prefiero el primer término debido a que no limita la expresión únicamente el significante importa tanto o más que el significado; cuando la manera
a la emoción. de decir se impone sobre el contenido.
Desde el punto de vista lingüístico, los signos más nítidos de la función "Contenido"/ "forma": he aquí justamente una paronomasia,* una de
expresiva son la interjección ("¡Oh!", "¡Ah!"), las entonaciones y las diferen- esas numerosas figuras que, junto con la rima, el ritmo, la metáfora, la
cias (no fonológicas) entre breves y largas; por ejemplo entre "sí" y "süii..." antítesis, la ironía, etcétera, hace que el mensaje tenga más de connota-
El mensaje tiene, pues, por referente a su propio emisor. Expresa su te- ción que de denotación, que la música o las imágenes de la frase dominen
mor, su cólera, su ironía, su creencia, etcétera. Trasmite, pues, igualmente sobre su transparencia. El discurso poético es, pues, intraducible, puesto
una información, pero de un orden totalmente diferente que en el caso an- que traducirlo equivale a sustituir unos significantes por otros. Es infor-
terior. Jakobson nos pone el hermoso ejemplo del actor ruso Stanislavski, mativo, sin embargo, pero a su manera. Tomemos la figura retórica que se
que pudo decir cuarenta veces "Esta noche", trasmitiendo cuarenta men- denomina oxímoron (cf. J. Cohen, 1970), y que se encuentra en versos céle-
sajes diferentes, que en su mayor parte fueron comprendidos por su audi- bres tales como éstos:
torio.
La función expresiva aparece cada vez que un signo de enunciación Cette obscure clarté qui tombe des étoiles.
está presente en el enunciado, por ejemplo "yo", "ayer'', "en mi opinión", La terre est bleue comme une orange.
puesto que tal signo aporta una información sobre el emisor. Se advierte
que la función expresiva no responde a la pregunta: ¿Verdadero o falso?, [Oscura claridad que cae de las estrellas.
sino más bien ¿sincero o mentiroso? La tierra es azul como una naranja.] 1
~
1
* En español no es paronomasia, pero sí en francés: matiere I maniere [Ed.].
1
.

l
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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Se las comprende; pero es imposible explicarlas, traducir en otros tér- sotros lo practicamos todos los días, cada vez que hablamos de nuestro
minos eso que se ha comprendido. La poesía me dice algo, pero yo no sé propio lenguaje, que ponemos nuestra comunicación en relación con el có-
bien qué. En el extremo, es pura música: digo que la hace posible, un poco como jugadores de ajedrez que se detie-
nen para interrogarse sobre tal regla del juego. En suma, la función meta-
Ó saisons, ó chateaux! lingüística se manifiesta en preguntas como: "¿Que quiere usted decir?",
Quelle ame cst sans défauts? en las definiciones y en las denominaciones. El aprendizaje de una lengua
recurre masivamente a esta función.
[¡Oh estaciones, oh castillos! Señalemos que, entre todos los demás sistemas de comunicación, des-
¿Que alma no tiene defectos?] de las disposiciones del tránsito hasta la música, sólo el lenguaje permite
hablar de sí mismo. Por medio del lenguaje se enseñan esas disposiciones
La función poética no responde a la pregunta: ¿verdadero o falso?, ni del tránsito y se explica tal música; por el lenguaje se habla del lenguaje.
tampoco ¿sincero o mentiroso?, sino a la pregunta ¿bello o feo? (NOTA: Luego surge de nuevo la pregunta: ¿verdadero o falso?, pero en un sentido
-Ya sé que la intelligentsia no admite el término ''bello", pero yo no me totalmente diferente que en la función referencial. ''Verdadero" quiere de-
resigno a sustituirlo por "estéticamente válido".) cir aquí conforme a reglas, al código de la lengua. Y la pregunta pertinente
sería entonces: ¿correcto o incorrecto?

La función /ática
Las seis funciones y el discurso ideológico
También es posible que el mensaje no tenga otra finalidad que establecer
el contacto, o mantenerlo, o cortarlo. Es el caso de fórmulas como: "Hola, Indicaciones preliminares
¿me entiende?", "Hable más fuerte", "¡Cállese!" Jakobson denomina a esta
función fática (del griego phemi, decir), para subrayar que no se habla Recapitulemos las seis funciones de Jakobson:
para decir algo, que, sentido estricto, se habla "por hablar''. La función fá-
tica aparece primero en el niño, que comunica algo por el placer de oír o de Polo dela
oírse, antes aún de poder comunicar algo. La primera finalidad del len- comunicación Funéión Valor
guaje es, como dice Alain, "hacer sociedad", crear la posibilidad de comuni- Referente Referencial Verdad
car. La función fática está codificada en los ritos de la cortesía: How do you Emisor Expresiva Sinceridad
do? "Tengo el honor de ..." No es cuestión de buscar una verdad en estas Receptor Incitativa Licitud
fórmulas, ni siquiera sinceridad. El único significado de la cortesía es que Mensaje Poética Belleza
no se quiere ser mal educado, que se acepta la comunicación, q"Qe "se ha- Contacto Fática Cortesía
bla". Código Metalingüística Corrección

Según Jakobson, es raro que una función aparezca en estado puro; un


La función metalingüística mismo mensaje puede asumir varias de estas funciones. Por ejemplo, la
poesía épica es también referencial; la poesía lírica, expresiva; la elocuen-
Es posible, por último, que el mensaje se apoye en el código que lo hace in- cia, incitativa. Lo que cuenta no es la función única, sino la que predomina
teligible. Se encuentra entonces la función metalingüística. El "metalen- en el mensaje. Así, el eslogan electoral de 1974: "Giscard al timón" [Gis-
guaje" no es necesariamente un lenguaje científico, un álgebra lógica. No- card a. la barre] supone tres funciones jerarquizadas: J) la más superficial

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

es la incitativa: jque Giscard sea presidente!; 2) en un nivel más profundo, Sin embargo, la teoría de Jakobson apunta a la comunicación interin-
la función poética, que se remarca en la rima, en el ritmo:---/ .. -, y la dividual y referida a dos puntos únicos: aquí y ahora, un individuo le co-
metáfora del timonel, tan cara a los franceses como a los chinos, porque es munica algo a otro. Pero el discurso ideológico es un hecho social. Es pre-
tranquilizadora; 3) pero la función decisiva del eslogan es de orden refe- ciso, pues, adaptarle las categorías de Jakobson, a riesgo de modificarlas.
rencial: la imagen del timón sugiere que Giscard es no solamente capaz La función fática, por ejemplo, no puede intervenir de igual manera en un
sino el único capaz de ser presidente. discurso ideológico que en una comunicación telefónica.
Se le ha reprochado a Jakobson haber limitado a seis las funciones del Otra cuestión: ¿todas las funciones están presentes en el discurso ideo-
lenguaje. Yo pienso, sin embargo, que todas las demás que se puedan en- lógico, o solamente algunas? Pues cada tipo de discurso, en la medida en
contrar se remiten a una o a varias de las seis. Por ejemplo, la "función crí- que existe en estado puro, excluye tal o cual de las seis funciones. Así, el
tica" es o bien referencial o bien metalingüística. No es que se trate de una discurso científico no tiene nada que ver con las funciones expresiva, inci-
función distinta, sino de una manera distinta de utilizar las seis funciones: tativa, poética, ni fática. Inversamente, la música pura (la qué no es imita-
tiva o marcial) ignora las funciones referencial, incitativa y metalingüís-
• ¿Que hora es? Función referencial. tica. La poesía lírica excluye a otras, y asimismo el discurso pedagógico, o
• ¿Acaso lo sé? Función expresiva. aun el discurso funcional, el de un manual práctico o de un "modo de em-
• ¿Has visto qué hora es? Función incitativa. pleo". Queda la elocuencia, que parece abarcarlos a todos. Diseñemos pues
• ¿Me entiendes? Función fática. el cuadro siguiente, con las funciones en las abscisas y los tipos de discur-
• ¿Qué quieres decir por 21 horas? Función metalingüística. sos en las ordenadas:
• ¿Es preciso que me lo recuerdes? Función poética.
Re{. Exp. Inc. Poé. Fát. Met.
De aquí una indicación verdaderamente capital: la de que puede exis-
tir una diferencia entre la finalidad implícita del emisor y la forma verbal
Musical + + +
que utiliza, entre la función real y la función aparente del mensaje. Una
Lírico + + + +
orden puede expresarse en el modo indicativo: ''Usted vendrá mañana";
una condición, en el imperativo: "venga y verá". La frase: "son las once ho- Funcional + + + +
ras", según el contexto y la entonación, puede ser referencial, expresiva Científico + +
(tengo sueño), incitativa (jvete a acostar!), fática (me toca hablar) o poé- Pedagógico + + + + +
tica. Así pues, si la función real de un mensaje no es necesariamente re- Oratorio + + + + + +
conocible por su estructura verbal, ¿la teoría de Jakobson compete a la lin-
güística? Poco importa; pero sí es un instrumento indispensable para el Estos tipos de discurso raramente existen en estado puro. Además, las
análisis del discurso ideológico. funciones no tienen la misma importancia en cada uno de ellos. La fática
es más fuerte en el pedagógico que en el funcional, etcétera. Pero la cues-
tión no radica allí. Está en saber qué es lo que hay de ellas en el discurso
Primer postulado ideológico. Puesto que éste tiende a hacer creer, todo hace pensar que es
análogo a la oratoria, y abarca a veces, o al mismo tiempo, las seis funcio-
Si J akobson tiene razón, su te<>ría debe aplicarse a todos los discursos, nes del lenguaje.
también al ideológico. Postulo, pues, que este último no tiene una función
específica, sino una manera específica de cumplir las seis funciones. Se
sirve de ellas para justificar un poder.

214 215
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

Segundo postulado

Por otra parte, la función aparente de un mensaje puede no corresponder


a su función real. En el discurso ideológico, un mensaje expresivo se ocul-
tará tras una forma referencial, borrando todos los signos de la enuncia-
ción: "es" en lugar de "yo creo". Un mensaje referencial en su forma puede RESEÑA DIDÁCTICA
ser en realidad incitativo, y viceversa. Una metáfora, o aun una parono-
El arte de la retórica.
masia como "jCRS SS!",* puede tener función referencial. Definición y géneros de la retórica
En efecto, todos los procesos ideológicos estudiados en este libro cons-
tituyen ante todo una interferencia de funciones. Por eso me permito for-
mular desde ahora un segundo postulado: la disimulación ideológica im-
Aristóteles
plica el camuflaje de una función del lenguaje por otra. La ideología no
Filósofo, lógico y científico estagirita de la Antigua Grecia (384-322 a.C.), discípulo
dice jamás la razón verdadera de lo que dice. de Platón. Sus ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual
de Occidente por más de dos milenios. Se le considera como el padre de la lógica formal,
la economía, la astronomía, y asimismo precursor de la anatomía, biología,
entre muchas otras.

i bien muchos de los estudios del discurso nacen a partir de la refle-

S xión lingüística, éstos tienen una fuerte influencia de los plantea-


mientos aristotélicos, de ahí que el estudio de la retórica sea uno de
los campos a considerar en esta Antología. La selección de algunos capítu-
los de la Retórica se justifica también, pues servirán de introducción a otro
de los autores que se proponen, en este caso, Perelman, quien ha adopta-
do al estagirita como principal fuente.
En el capítulo I de la Retórica, el autor, a modo de introducción, expo-
ne conceptos básicos para comprender a dicha tradición. Se puede desta-
car la exposición que explica la diferencia entre dialéctica y retórica, y en-
tre entimemas y silogismos. Por otra parte, en el capítulo 11, Definición de
la retórica, Aristóteles se aboca a los tipos de pruebas, lo que constituye el
cuerpo del discurso. Dichas pruebas son de dos clases: técnicas y extratéc-
nicas. Es decir, en el primer caso se apela a objetos externos, como -por
ejemplo- a un testigo; y en las técnicas, se interviene en el discurso mis-
mo. Este mismo capítulo es importante para los lectores, pues aquí se ex-
ponen las diferencias entre los tipos de razonamientos.
Los razonamientos son de orden moral o subjetivo, y a su vez se divi-
* En 1968 en Francia, el cuerpo policíaco antimotines (CRS) llegó a ser comparado, por den en las siguientes dimensiones: las de carácter moral (ethos): del que
sus excesos represivos, con la Gestapo (SS) [Ed.). habla -el orador que se transforma en consejero en el género deliberativo;

216 217
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

litigante en el género judicial; y de panegírico en el género epidíctico. La


segunda dimensión, de suma importancia y utilidad en la comprensión del
discurso persuasivo, es la que corresponde a la de las pasiones; es decir, el
(pathos) del oyente, entre otras: la ira, la serenidad, el odio, el temor.
Por su parte, el capítulo III, relativo a los géneros, el autor establece
una serie de relaciones con respecto a cada uno de ellos. En el género deli- EL ARTE DE LA RETÓRICA*
berativo, el auditorio o miembros de la asamblea se pronuncia sobre el fu-
Aristóteles
turo; en el género judicial, el juez se pronuncia sobre el pasado; y en el
epidíptico, el panagérico evoca el presente. Además de pronunciarse por el
talento del orador, cada uno de estos géneros llevan implícitas la finalidad,
las acciones, las premisas y los objetivos del discurso, así como los argu- CAPÍTULO 11
mentos que estarán presentes en las partes que lo componen. DEFINICIÓN DE LA RETÓRICA
Otra de los grandes aportes de la Retórica de Aristóteles la observa-
mos del Capítulo XIII al XIX, en donde se habla de las partes del discurso:
el exordio, cuya función básica es indicar al auditorio o miembros de la Objeto de la Retórica
asamblea la finalidad que persigue el discurso; la acusación, la cual hace
referencia a los diferentes lugares argumentativos; y finalmente, la narra- ntendamos por Retórica la facultad de conocer en cada caso aquello
ción, entendida como las acciones detalladas que forman el tema del dis-
curso. En la prueba y en la narración, hay que emplear máximas, pues
ellas son en sí mismas un elemento moral: las pruebas deben de tener
E que puede persuadir. Este no es el objeto de ningún otro arte; pues
cada uno de los demás enseña y persuade respecto de sus propias
materias, como la medicina, que trata de lo que sirve para sanar y de lo
fuerza demostrativa. En la peroración, se debe hacer un resumen de los que daría a la salud, y la geometría, que versa sobre los cambios que pue-
argumentos que han servido de sostén a la demostración. den experimentar las magnitudes, y la aritmética, que se ocupa de los nú-
Esencialmente y como mensaje fundamental, en la retórica, diría Aris- meros, e igualmente las demás artes y ciencias. Pero la Retórica, por así
tóteles, se trata de que "el orador conozca la verdad, para que pueda decirlo, parece que puede conocer, respecto de un asunto propuesto, aque-
argumentar con los recursos de la semejanza". Así, no estamos ante la re- llo que es apto para persuadir. Por lo cual afirmamos también que la mis-
tórica como la portadora de lo falso, sino, la que irá a la par de la dialéc- ma no posee un conjunto de reglas que se refiera a un género propio y
tica, y tendrá que ver con los asuntos discutibles. determinado. 1

* Tomado de Aristóteles, El arte de la retórica, Buenos Aires, Editorial Eudeba, 2005,


pp. 44-51, 319-337.
1
El campo de la Retórica es, por tanto, vastísimo, pues abarca todos los asuntos imagi-
nables. Esto es lo que los escolásticos llamarán el "objeto material". En cambio, el "objeto
formal", a saber, el aspecto bajo el cual la Retórica considera estos asuntos, es el de conocer,
en cada uno de ellos, lo que puede ser apto para persuadir. El objeto formal, no el material,
es el que especifica a cualquier ciencia o arte, distinguiéndola de las demás. Por eso nos dice
Aristóteles, luego de la definición, que "éste no es el objeto de ningún otro arte"; aunque, no
obstante, se refiere aquí también a la amplitud del objeto material, que en otras ciencias Y
artes está mucho más restringido, como ocurre en la medicina, en la geometría, etc. De la
misma manera comenta Cicerón: "Porque cada una de las otras artes tiene sus propios lími-
tes, pero el arte de la palabra, o sea de perorar con conocimiento de causa, con habilidad Y

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Diversas clases de pruebas Se persuade por medio de la disposición de los oyentes, cuando fueren
conmovidos por el discurso; porque no juzgamos de igual manera cuando
De las pruebas, unas son extratécnicas, y otras, técnicas. Llamo extratéc- estamos tristes que cuando estamos alegres, o cuando amamos que cuan-
nicas a aquellas que no han sido compuestas por nosotros, sino que ya do odiamos. 6 Ya hemos señalado que los que componen los tratados de Re-
existían, como los testigos, las confesiones obtenidas por medio de las tórica en nuestros días, tratan únicamente de dar reglas acerca de esto.
torturas, los documentos y otras semejantes; y técnicas, a todas aquellas Cuando hablemos de las pasiones las trataremos en particular. 7
que se pueden preparar con método y por nuestra propia industria; de Se persuade a los oyentes por medio del discurso cuando demostramos
modo que es menester usar de aquéllas y encontrar éstas. 2 lo verdadero o lo verosímil sobre la base de lo que en cada caso es apto pa-
Las pruebas obtenidas por medio del discurso son de tres clases: las ra persuadir.
primeras están en el carácter moral del orador; las segundas, en disponer
de alguna manera al oyente, y las últimas se refieren al discurso mismo, a
saber, que demuestre, o parezca que demuestra. 3 Retórica, Dialéctica, Ética
Se persuade por medio del carácter moral cuando se pronuncia el
discurso de tal manera, que haga al orador digno de ser creído, porque a Y puesto que las pruebas se obtienen por estos medios, 8 es evidente que
las personas buenas les creemos más y con mayor rapidez, en general, en conseguir estas tres cosas es propio del que puede razonar por medio del
todos los asuntos, pero principalmente en aquello en que no hay evidencia, silogismo, y del que puede conocer las costumbres y las virtudes, y en ter-
sino una opinión dudosa. Pero conviene también que esto suceda por me- cer lugar, las pasiones, a saber, cuál es cada una de ellas y de que natu-
dio del discurso y no porque la opinión haya anticipado este juicio respecto raleza, y cuáles son las causas que las producen y en que forma; de tal
del orador. 4 Pues no ocurre como dicen algunos preceptores de elocuencia,
los cuales en el arte de la Retórica presentan la probidad del orador como
que de nada sirve en orden a la persuasión, sino que el carácter moral, por 11, 43, 182). "Es tanto lo que se logra por medio de esta disposición de ánimo y por la ma-
así decirlo, posee casi la mayor fuerza probatoria. 5 nera de hablar que en cierta forma el discurso reproduce las costumbres del orador. Pues
por medio de las sentencias y de las palabras, y si se añade una acción suave y que indique
afabilidad, se consigue que los oradores parezcan probos, de buenas costumbres y hombres
excelentes" (De Oratore, II, 43, 184). "Hay dos cosas que, si son bien empleadas por el ora-
elegancia, no posee una región definida dentro de cuyos t.érminos esté comprendido. Todo lo dor, hacen a la elocuencia admirable. Una de éstas es lo que los griegos llaman éthikón, que
que puede ser objeto de controversia, debe ser bien expresado por aquel que afirma que es se refiere al carácter, a las costumbres y a todos los hábitos de la vida. La otra es lo que los
capaz de hacer esto, o de lo contrario hay que abandonar el nombre de elocuencia" (De Ora- mismos denominan pathétikón, por medio de lo cual se perturban y excitan los ánimos, y en
tore, II, 2, S). donde el discurso reina como único soberano. Lo primero es suave, agradable y adecuado
2
"Denominó pruebas remotas las que se tienen como ajenas al arte; así, por ejemplo, para ganar la benevolencia; lo segundo es vehemente, inflamado, impetuoso, y con ello se
los testimonios; innatas, las que son inherentes al asunto" (P'artitiones Oratoriae, II, 6). arrebata la victoria; y cuando esto se produce con vehemencia, no puede resistirse de nin-
"Las pruebas extrínsecas generalmente se derivan de la autoridad. Por eso, los griegos cali- guna manera" (Orator, XXXVII, 128).
fican de atékhnous estos argumentos, es decir, ajenos al arte" (Cicerón: Tópicos, N, 24). i; Véase cap. I, nota 18. Cicerón, que con tanta habilidad supo gobernar las pasiones de

:i Recuérdese lo dicho en el capítulo primero sobre el silogismo verdadero y el silogismo sus oyentes, comenta: «Cuando se perora, Catulo, lo más importante es que el que oye esto
aparente, y cómo la Retórica concluye en los dos sentidos opuestos. de parte del orador y que el mismo se encuentre de tal manera conmovido, que sea gober-
1
• Por consiguiente, diá toú éthous no se refiere a la personalidad o carácter moral que nado por cierto arrebato y turbación del espíritu más que por la razón y la deliberación.
posee de antemano el orador, sino al que se manifiesta en su discurso y por medio de él, es Porque los hombres generalmente juzgan por el odio o el amor, por el deseo, la ira, la ale-
decir, la impresión de hombre honesto que produce en sus oyentes. gría, la esperanza, el temor, la ignorancia o cualquier otra perturbación de la mente más
5
"Es, por consiguiente, muy importante en orden a ganar la causa el que se estimen que en función de la verdad, o lo que está establecido, o alguna norma del derecho, o algún
las costumbres, la doctrina, los hechos y la vida de los que defienden los pleitos y de aque- principio deja razón, o las leyes" (De Oratore, II, 42, 178).
llos en favor de los cuales se hace la causa, y asimismo que se desapruebe a los adversarios, 7
Retórica, II, caps. !-XVII.
8 0 sea, el carácter del orador, la disposición de los oyentes y la demostración propia-
y que se gane lo más posible la benevolencia de aquellos ante quienes se actúa, no sólo
respecto del orador, sino también respecto de aquel a quien el orador defiende" (De Oratore, mente dicha.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

manera que la Retórica es como una ramificación de la Dialéctica y del es- (y esto se evidencia en los Analíticos), 13 forzosamente cada uno de estos
tudio de las costumbres, al cual es justo denominar Política. 9 procedimientos será igual a cada uno de aquellos. 14
Por eso también la Retórica toma la forma de la Política, así como los Cual sea la diferencia entre el ejemplo y el entimema se deduce de los
que se la apropian, ya sea por ignorancia, por ostentación, o bien por otros Tópicos, pues allí se trató antes acerca del silogismo y de la inducción, a
motivos humanos. En efecto, es una parte y una imagen de la Dialéctica, saber, que cuando se demuestra que algo es tal, sobre la base de muchos
como lo dijimos también al principio, puesto que ni la una ni la otra son casos semejantes, existe allí una inducción y aquí15 un ejemplo; pero cuan-
ciencias que traten acerca de un asunto determinado, a saber, indicando do, supuestas algunas premisas, se infiere de ellas algo diverso de las mis-
cuál es su naturaleza, sino que son ciertas facultades de preparar los argu- mas, porque estas son verdaderas, o siempre, o la mayor parte de las ve-
mentos.10 ces, allí se denomina silogismo, y aquí entimema. 16
Se acaba, pues, de tratar suficientemente acerca de la naturaleza 11 de Es también evidente que ambas formas de la Retórica poseen su utili-
estas artes, y de cómo se relacionan entre sí. 12 dad, pues lo que se ha dicho en la Metódica 17 se aplica asimismo a esto de
igual manera; pues unos discursos retóricos se basan en los ejemplos, y

El entimema y el ejemplo
13
En los Analíticos se dejó establecido que éstas son las dos únicas formas de razona-
Pero en cuanto a los argumentos derivados de la demostración real o apa- miento que existen. En los Primeros Analíticos (II, 23, 68, b, 13) se dice: "Pues respecto de
rente, son también aquí, como en la Dialéctica, la inducción, el silogismo todas las cosas nos persuadimos o por medio del silogismo o por la inducción". Y en los Se-
verdadero y el silogismo aparente. Pues, por una parte, el ejemplo es una gundos Analíticos (l, 1, 71, a, 5 y ss.) leemos: "Y de la misma manera ocurre también en los
argumentos, así en los que se forman con silogismos, como en los que se hacen por medio de
inducción, y el entimema, por otra, es un silogismo. la inducción. Pues ambos procedimientos enseñan sobre la base de conocimientos anteriores
Llamo entimema al silogismo retórico, y ejemplo, a la inducción retó- (... ) Los argumentos oratorios persuaden cambien de la misma manera, pues o bien persua-
rica. Porque todos prueban por medio de la demostración, aduciendo ejem- den por medio de ejemplos, que son inducciones, o bien por medio de entimemas, que son si-
logismos".
plos o entimemas, y en cierta manera no existe otro, medio fuera de este. 11
· Es decir, que estos dos procedimientos, el silogismo y la inducción por una parte, y el
Por lo cual, si también es enteramente necesario que toda la demostración entimema y el ejemplo por otra, son idéncicos en ambas partes, en la Dialéctica y en la Re-
sobre una cosa o persona se haga por medio del silogismo o de la inducción tórica.
15
Allí, es decir, en la Dialéctica; y aquí, o sea, en la Retórica. Lo mismo más abajo.
w "El silogismo es un razonamiento en el cual, supuestas ciertas premisas, se infiere
necesariamente de ellas algo diverso de lo que se ha supuesto. Es, pues, una demostración
cuando el silogismo consta de proposiciones verdaderas o fundamentales, o bien de aquellas
9 Para las pruebas propiamente tales es necesario razonar por medio del silogismo, y de a cuyo conocimiento se ha llegado partiendo de proposiciones verdaderas o fundamentales.
aquí que la Retórica sea paralela a la Dialéctica. Para las otras dos clases de pruebas se Silogismo dialéctico es el que concluye sobre la base de lo probable. Son verdaderas y fun-
requiere el estudio de las costumbres, o sea, la moral individual (Ética) y la moral social damentales aquellas proposiciones que convencen, no por medio de otras, sino por sí mis-
(Política), que se deriva de la primera, y por ello la Retórica es como una ramificación de la mas. Pues no debe inquirirse el porqué de los principios de las ciencias, sino que cada prin-
Política. .. cipio debe convencer por sí mismo. Proposiciones probables son aquellas que aceptan todos,
to Aunque la Retórica trate de las pasiones, las costumbres y las virtudes, no es la cien- o la mayor parte, o los sabios, y entre éstos, o todos, o la mayor parte, o los más famosos y
cia moral, pues ésta trata estos asuntos sobre la base de sus propios principios y causas, esclarecidos" (Tópicos, I, 1, 100, a, 25 y ss.). "La inducción es un proceso que va de los casos
mientras que la Retórica únicamente se refiere a ellos en cuanto se relacionan con la per- singulares a lo universal, como si el timonel y el auriga, que conocen su arte, son los me-
suasión (cfr. nota 1). · jores, así también en general el que sabe respecto de cualquier otra cosa, es el mejor. Y es la
11 Pero aquí Aristóteles usa la palabra dynamis, indicando la naturaleza como principio inducción el medio más apto, más claro, más adecuado a los sentidos y conocido por la ma-
de acción. yoría; mientras que el silogismo es un medio de más fuerza y más eficaz contra los adver-
12 Inmediatamente el autor se va a referir a la parte principal de la Retórica, o sea, a sarios" (Tópicos, 1, 12, 105, a, 11 y ss.).
17
las pruebas propiamente dichas. Esto fue, como nos lo ha dicho antes, lo que omitieron los Obra perdida. La citan Dionisio de Halicarnaso y también Diógcnes Lacrcio en su
tratadistas que le precedieron. En el libro segundo (l-XVII) se ocupará de las pasiones. Catálogo.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

otros, por el contrario, en los entimemas, y los oradores, del mismo modo: Deliberamos empero acerca de aquellos asuntos que parece que pue-
unos demuestran por medio de ejemplos, y otros lo hacen por medio de den admitir dos soluciones, ya que nadie consulta acerca de aquello que es
entimemas. imposible que haya sucedido no ocurra en el futuro, o sea en el presente de
Los discursos compuestos por medio de ejemplos no son ciertamente diversa manera, pues en este caso no hay nada más que hacer. 19
menos aptos para persuadir, pero impresionan más los que constan de Puédese, empero, concluir por medio del silogismo y deducir algunas
entimemas. Más adelante diremos la causa de estas diferencias y de que proposiciones a base de las inferidas antes por medio de otros silogismos;
manera deben usarse cada una de estas formas. Ahora definiremos las otras, en cambio, a base de premisas no concluidas ciertamente por medio
mismas con mayor precisión. del silogismo, pero que lo requieren porque no son probables. Pero necesa-
riamente lo primero no es fácil de seguir, a causa de su longitud (porque se
supone que el oyente es un hombre sencillo), y lo segundo, no es apto para
Premisas, conclusiones y materia de los entimemas persuadir, comoquiera que no proviene de premisas admitidas ni proba-
y ejemplos retóricos bles.
Por lo tanto, es necesario que el entimema y el ejemplo se refieran a
Comoquiera que lo que es apto para persuadir lo es para alguno, y algunas aquello que muchas veces puede ocurrir de otra manera, 20 y que el ejemplo
cosas son inmediatamente persuasibles y creíbles por sí mismas, y otras, sea una inducción, y el entimema, un silogismo, y que consten de pocas
porque se juzga que son demostradas por medio de aquellas, y como nin- proposiciones, preferentemente en menor número de las que forman el
gún arte considera lo singular -por ejemplo la medicina, que no estudia primer silogismo. 21 Porque si una de las premisas fuere conocida, no hay
lo que es saludable para· Sócrates o Calias, sino para tal o tales clases de ninguna necesidad de decirla, pues el mismo oyente la suple. Así por ejem-
hombres (ya que esto es lo que pertenece al arte, mientras que lo singular plo, para afirmar que Dorieo22 obtuvo la corona como vencedor en el certa-
es infinito y no es objeto de ciencia)-, tampoco la Retórica considerara lo men, es suficiente decir que venció en los juegos olímpicos, y no hay nin-
singular probable -por ejemplo, respecto de Sócrates o de Ripias-, sino guna necesidad de añadir que el premio de los juegos olímpicos consiste en
respecto de una clase determinada de hombres, al igual que la Dialéctica. una corona, pues todos lo saben.
Porque ésta concluye por medio del silogismo, no sobre la base de premi- Además, puesto que son muy pocas las premisas necesarias de las cua-
sas escogidas al azar (pues también algunas cosas son evidentes para los les se componen los silogismos oratorios (porque ocurre que la mayor par-
que deliran), sino por medio de aquello que requiere discusión, y la Retó- te de las proposiciones que se refieren a los juicios y a las deliberaciones
rica, por lo que se acostumbra a deliberar. 18 pueden ser cambien de otra manera, 23 pues se delibera y se reflexiona res-
El oficio de ésta es tratar aquello acerca de lo cual deliberamos y res- pecto de aquello que se realiza, y las acciones son todas de este género, 24 y
pecto de lo cual no poseemos técnicas determinadas, y esto delante de ninguna de ellas, por así decirlo, es necesaria), y como es forzoso que lo
oyentes de tal naturaleza, que no son capaces de entender en conjunto a que acontece y ocurre frecuentemente se deduzca de otras premisas análo-
través de muchas premisas, ni de raciocinar durante mucho tiempo. gas por medio del silogismo, y lo necesario de lo necesario (y esto también
nos es evidente por los Analíticos): 25 está claro que las proposiciones de las

w En una palabra: la Retórica versa sobre lo contingente, no sobre lo necesario.


18
"No conviene proponer como tema de discusión cualquier problema o cualquier tesis,
, 2º Por lo tanto, el orador debe valerse de premisas contingentes y probables.
sino aquellos sobre los cuales alguien podría dudar, puesto que requieren discusión, y no 21
Que consta de dos premisas y la conclusión.
castigo o sentido. Pues los que discuten sobre si conviene o no honrar a los dioses y amar a 22 Celebre atleta, hijo de Diágoras de Rodas, celebrado por Píndaro en la Olímpica VII
los padres, merecen que se los castigue, y los que dudan si la nieve es blanca, necesitan de y mencionado por Tucídides (III, 8).
sentido. Así, pues, tampoco conviene discutir de aquello cuya demostración está a la vista, 23 Dado su carácter de contingentes y probables.
ni de aquello cuya demostración es muy larga, pues lo primero no deja lugar a duda, y lo se· 24
O sea, contingentes y probables.
gundo es más enredado de lo que conviene a la gimnástica" (Tópicos, 1, 10, 105, a, 3 y ss.). 25 Primeros Analíticos, I, 8, 29, b, 29; y 13, 32, a, 15.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

cuales se componen los entimemas, algunas serán necesarias, y la mayor Entre los signos, unos presentan la relación de lo singular a lo univer-
parte, por lo común, verdaderas. Porque se denominan entimemas las de- sal, en esta forma, a saber, como si alguno dijese que es señal de que los
ducciones hechas sobre la base de lo verosímil y de los signos; 26 de tal ma- sabios son justos, el que Sócrates, que fue sabio, era también justo.
nera, que es necesario que cada una de estas dos cosas sea igual a cada Éste, pues, es un signo, pero es refutable, aunque lo dicho fuera verda-
una de las otras dos. 27 dero, ya que no se lo puede concluir por medio del silogismo. Pero si al-
guien dijese, por ejemplo, que es señal de que alguno está enfermo el he-
cho de que tiene fiebre, o que una mujer ha dado a luz, porque tiene leche,
Lo verosímil y el signo entonces tendríamos un signo necesario. Este es el único entre los signos
que se denomina tekmérion, pues es el único que, si es verdadero, es
Porque lo verosímil es lo que suele ocurrir, pero no simplemente, como de- irrefutable.
finen algunos, sino la que, pudiendo ser de otra manera, guarda, respecto Los otros, empero, presentan la relación de lo universal a lo singular,
de aquello por referencia a lo cual es verosímil, la misma relación que lo como si alguien dijese que es señal de que alguno tiene fiebre, el hecho de
universal respecto de lo singular. 28 que respira agitadamente. Pero esto puede ser refutado, aunque fuese
Entre los signos, empero, unos guardan la relación de lo singular a lo verdadero, pues puede asimismo ocurrir que el que no tiene fiebre, respire
universal, y otros, de lo universal a lo singular. De éstos, el signo necesario agitadamente.
denominase tekmérion, y el no necesario no posee un nombre especial pa- Acabamos de decir que es lo verosímil, el signo y el "tekmériori', y en
ra indicar esta diferencia. qué se diferencian; pero en los Analíticos31 hemos tratado más explícita-
Llamo, pues, necesarios a aquellos de los cuales se compone el silogis- mente acerca de ellos, y hemos expuesto por qué unos son impropios para
mo. Por lo cual, entre los signos, el tekmérion29 es de esta naturaleza, pues formar silogismo y otros no.
cuando se cree que no se puede refutar lo dicho, entonces se piensa que se
aduce un tekmérion, el cual se tiene como demostrado y terminante, pues-
to que tékmar y péras (término) tienen el mismo significado según la anti- Empleo del ejemplo
gua lengua.30
Se ha dicho también que el ejemplo es una inducción y a qué se refiere
2
" Primeros Analíticos, II, 27, 70, a, 2 y ss. Cfr. nota 12 del cap. l. ésta. El ejemplo no guarda la relación de la parte con respecto al todo, ni
27
Es decir, que lo verosímil equivaldrá a lo que ocurre frecuentemente; y los signos, a
las proposiciones necesarias.
del todo con la parte, ni del todo con el todo, sino de la parte con la parte, lo
28
En otras palabras: para que algo sea verosímil, no basta que ocurra frec~entemente, semejante respecto de lo semejante, cuando ambos términos pertenecie-
sino que además es necesario que se trate de algo contingente, y que respecto de lo que se ren al mismo género, pero uno de ellos fuere más conocido que el otro. Por
deduce posea la misma relación que lo universal respecto de lo particular. Así, por ejemplo, ejemplo, si porque Dionisio pide una guardia, se afirma que intenta la tira-
es probable que los ancianos sean desconfiados, de lo cual se sigue con probabilidad que
también este anciano es desconfiado, pues suele ocurrir generalmente así y es de las cosas
nía, puesto que anteriormente Pisístrato maquinando lo mismo solicitó
contingentes. Además, la premisa "los anci~nos suelen ser desconfiados" es, respecto de la una guardia y luego que la obtuvo se convirtió en tirano, y lo mismo hizo
otra, «este anciano es desconfiado", como una proposición universal respecto de la singular. Teagenes en Megara, 32 y todos los demás casos que se conocen también re-
No. es tan preciso Cicerón en la definición de lo verosímil: "Para explicarlo, llamemos vero-
símil a lo que generalmente ocurre de una determinada manera, por ejemplo, que la juven-
tud es inclinada a la liviandad, y señal propia a lo que nunca ocurre de otra manera e in- 20): híketo (tékm6r, llegó a la meta; también (Ilíada, VII, 30): eis hó ke tékm61· Ilíou hezí-
dica algo con certeza, como el humo al fuego" (Partitiones Oratoriae, X, 34). rosin, hasta que logren el fin de Ilión, etc. No obstante, también el mismo Homero lo usa
w Conservamos el término griego, ·pues en nuestra lengua el vocablo prueba o argu- con el significado de señal, prenda, garantía: méguiston tékmór (Ilíada, I, 226).
mento es común también a pístis. Tekmérion equivaldría a argumento apodíctico o convin- '11 Se trató de este asunto en los Primeros Analíticos, II, 23 y 24.
cente, a saber, que no admite contradicción o refutación. ª2 En la Política se refiere a Pisístrato, Teágenes y Dionisio (Política V, 5, 1305, _23-26).
'"' Tékmar. (En Homero tékm61· significa fin, meta, límite, término. Así (Ilíada, XIII, Probablemente trata aquí de Dionisio el viejo (430-367), que se constituyó tirano de Siracusa

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

sultan ejemplos acerca de Dionisia, respecto del cual no se sabe todavía si general a lo justo y a lo fisico, a lo civil, y a otras muchas cosas que se dife-
pide la guardia por este motivo. Pero todos estos casos se hallan compren- rencian específicamente, como el lugar de lo mayor y de lo menor. Pues se
didos en la misma proposición universal, a saber, que el que aspira a una podrá formar un silogismo por medio de esto, o componer un entimema
tiranía, solicita una custodia. 33 acerca de lo justo o de lo :fisico, o acerca de cualquier otra materia; y sin
Se han declarado, pues, cuáles son las fuentes de donde se toman las embargo, todo ello se diferencia específicamente.
pruebas que se tienen como demostrativas. Llámanse propios los que se derivan de las premisas que se refieren a
cada una de las especies y de los géneros, así como existen premisas
acerca de lo fisico, con las cuales no puede componerse un entimema ni un
Diferencia entre los entimemas retóricos y silogismo acerca de lo moral, y otras, que se refieren a esto, con las cuales
los que son propios de otras artes no se los podría componer acerca de lo :fisico; lo cual ocurre de la misma
manera respecto de todas las materias.
Pero entre los entimemas existe una gran diferencia, y es la que má& des- Aquéllos 36 ciertamente no harán a nadié entendido en ningún género
conoce la mayoría, la cual se observa también tratándose del método dia- de ciencia, porque no se refieren a ninguna materia determinada. Pero
léctico de los silogismos. Pues algunos de ellos se refieren a la Retórica, así tratándose de éstos, 37 cuanto mejor escogiere alguno las premisas, hará
como también al método dialéctico de los silogismos; otros, empero, a otras sin advertirlo otra ciencia distinta de la Dialéctica y de la Retórica, y si
artes y facultades, algunas de las cuales ya existen, mientras que otras no acaso empleare los primeros principios, no será ya la Dialéctica ni la Re-
han sido aún descubiertas. Por eso también estos entimemas son descono- tórica, sino aquella ciencia cuyos principios tomare.
cidos por los oyentes. Y los que se entregan a ellos con más exactitud, se La mayor parte, empero, de los entimemas se derivan de estas espe-
apartan de la Dialéctica y de la Retórica. 34 Pero será más evidente lo que cies singulares y propias, mientras que son menos los que proceden de los
decimos si lo desarrollamos con mayor amplitud. lugares comunes. Se han de distinguir también aquí, como en los Tópicos,
Afirmo, pues, que silogismos dialécticos y retóricos son aquellos con los las especies y los lugares de los entimemas, de donde se deben derivar los
cuales nos referimos a los lugares. 35 Y éstos son los que se refieren en mismos. Llamo especies a las premisas propias de cada género, y lugares a
las que son igualmente comunes a todos. 38
en el 405. Luego le sucedió Dionisia el joven, que no supo conservar su poder. Pisístrato
ocupó el poder de Atenas en 561 y lo retuvo hasta el 527, con una interrupción de 10 años.
Su tiranía fue suave, bienhechora y fecunda para la industria, el comercio, las letras y el retóricos y los silogismos dialécticos están compuestos por premisas tomadas de los denomi-
embellecimiento de la ciudad. Teágenes fue tirano de Megara durante el siglo VII (Voilquin, nados lugares comunes. No obstante, hace notar Thurot (apéndice 8, p. 268), y lo reproduce
J. y Capelle, J.: op. cit., p. 520, notas 13 y 14). E. Ruelle (op. cit., p. 92, nota 2), que Aristóteles nunca asocia koinós al término tópos, que
"' Sobre el ejemplo trata Aristóteles detalladamente en el libro II, cap. 30 de los Pri- para él designa propiamente un procedimiento de argumentación común, ya sea a las tres
meros Analíticos. clases de problemas dialécticos, o bien, a los tres géneros de discursos. El autor explica in-
'H Silvestre Mauro (op. cit.) desarrolla este pasaje aproximadamente en la forma si- mediatamente lo que entiende por lugares comunes; así, por ejemplo, los lugares de lo má-
guiente: Hay diferencia entre los entimemas propios de la Retórica y los que son propios de yor y lo menor, etc., son comunes porque podemos formar silogismos o entimeas sobre lo
otras artes. De igual manera, en la Dialéctica existe una gran diferencia entre los silogis- justo, lo natural, lo civil, etc., con proposiciones tomadas de esos lugares.
mos. Esto es lo que ignoran casi todos los tratadistas. Los entimemas de la Retórica, lo mis- :m Los silogismos y entimemas retóricos y dialécticos.
mo que los silogismos dialécticos, se forman con premisas comunes y generales que todos '" Los propios.
fácilmente conocen, mientras que los entimemas y silogismos propios de otras artes, como ª8 Existen, pues, como acaba de decirlo, una serie de entimemas que pertenecen al
quiera que están formados de premisas propias, sólo conocidas por los maestros de las artes campo de la Retórica; otros, en cambio, son propios de otras artes. Las premisas con que se
respectivas, no son comprendidos por los oyentes, y aquellos oradores que usan de tales forman los primeros, son las que proceden de los lugares comunes (tópoi); las que ~e
entimemas y silogismos más de lo que conviene, se apartan de la Dialéctica y de la Retórica. emplean para los segundos, son las que derivan de los lugares específicos o especies (eide).
El pasaje "mallon aptómenoi katá trópon" es traducido por Dufour (op. cit.): "plus l'on traite Lo mismo ocurre en la Dialéctica. Asimismo, tanto la Dialéctica como la Retórica poseen sus
son sujet selon la méthode appropriée". lugares comunes de donde derivan las proposiciones que forman los entimemas indistinta-
'" Tópoi, o sea, tópoi koinoí = lugares comunes, o tópicos. Es decir, que los entimemas mente para cualquier género (judicial-demostrativo-deliberativo); y además, los lugares es-

228 229
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

Trataremos, pues, en primer lugar, de las especies, pero antes con.


sideremos los géneros de la Retórica, a fin de que, luego de haberlos clasi-
ficado, podamos tomar por separado los elementos y las premisas39 que a
ellos se refieren.
CAPÍTULO 111
LOS GÉNEROS DE LA RETÓRICA

Distinción de los géneros

Los géneros de la Retórica son tres, pues los que oyen los discursos son
también de tres clases. 1 Porque el discurso consta de tres elementos, asa-
ber, del que habla, de aquello acerca de lo cual habla, y de aquel a quien se
dirige; y el fin2 se refiere a este mismo, es decir, al oyente. Pero es nece-
sario que el oyente sea o espectador o juez, 3 y si es juez, que lo sea acerca
de lo pasado o de lo futuro. El uno es el que juzga sobre lo futuro, por

1 Por consiguiente, los géneros de la Retórica se determinan sobre la base de las diver-

sas clases de oyentes. El oyente, como lo dice luego, es el que especifica la finalidad del dis-
curso (exhortar-disuadir; acusar-defender; elogiar-vituperar), y como los oyentes son de tres
clases (espectadores [theorós], jueces de lo pasado [dikastes] y jueces de lo futuro [krites]), de
aquí que existan tres clases de discursos, a saber, demostrativo, judicial y deliberativo.
"Aristóteles, que proporcionó a este arte tant!)s recursos y tantos adornos, juzgó que la fun-
ción del orador estaba referida a tres géneros oratorios: demostrativo, deliberativo y judicial.
El género demostrativo consiste en alabar o vituperar a una determinada persona; el deli-
berativo, que radica en la discusión de un asunto de orden político, lleva consigo la expre-
sión de una opinión; el género judicial, que versa sobre un juicio, implica acusación y de-
fensa, o bien petición y rechazd' (Cicerón: De Inventione, I, 5, 7). .
pecíficos que nos suministran las proposiciones correspondientes a cada uno de estos gé- 2 El vocablo té/os se halla usado en Aristóteles en cuatro acepciones principales: a) fin,

neros. Ahora bien, ocurre que la mayor parte de los entimemas que se usan en la Retórica, término, como sinónimo de tó éskhaton, es decir, lo último; b) perfección o acabamiento de
se refieren a estos lugares específicos. Por consiguiente, es necesario exponer los lugares una obra.; c) causa final, y entonces equivale a skopós, o bien a la perífrasis tó hoü héneka, Y
comunes y los específicos de donde derivan los entimemas retóricos. Va a tratar, pues, Aris- éste es el caso que nos ocupa; d) con el significado de tri.bttto. Por lo tanto, el texto kaí t.ó
tóteles ~n primer termino de estos lugares específicos, pero ello no es posible si no se dis- télos prós toúton estín equivaldría a la cattsa final, o la finalidad, del diswrso es deter-
tinguen primeramente los géneros de la Retórica, a fin de poder tratar por separado de las minada por el oyente.
premisas con que se forman los entimemas correspondientes a cada uno de estos géneros. '' En este texto el término krites es más amplio que dikastés, vocablo que emplea el
Por lo que se refiere a los "lugares comunes'', escribe Cicerón: "... debemos conocer los luga- autor para designar al juez de un tribunal. Krites, según el Dictionnaire Grec-Fra.nr;ais de
res. Así denominó Aristóteles estas especies de fuentes de donde se derivan los argumentos. M. A. Bailly, es el que decide, y por tanto el juez arbitro, el juez de un concurso o de una
Por consiguiente, el lugar puede definirse la fuente del argumento, y el argumento el lucha; también puede ser el que interpreta o el que explica, ~ero raramente es el j~ez de un
motivo que induce a creer algo dudosd' (Tópicos, II, 6). tribunal, para designar al cual se suele emplear la voz dikastés. El Vocabnlarw .Greco:
0
~ O sea, las premisas que son los elementos (stoikheía) con que se forman los enti-
Italiano de Lorenw Rocci dice: "In Athene i Dikastaí piu che altro corrispondevano ai nostn
memas. iurati». En nuestra lengua krités podría traducirse árbitro, y dikastés, jttez.

231
230
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

ejemplo, el miembro de una asamblea; el otro, el que juzga de lo pasado, Cada uno de estos géneros tiene sus tiempos determinados, a saber, el
como el juez; y el espectador es el que juzga acerca del valor. 4 De modo que futuro ~ara el que aconseja (pues así el que persuade como el que disuade,
necesariamente existirán tres géneros de discursos oratorios, a saber, el aconseJa respecto de lo futuro); el pasado para el que pleitea en juicio
deliberativo, el judicial y el demostrativo. 5 (pues siempre uno acusa y otro defiende los hechos consumados); y el
tiempo principal para el género demostrativo es el presente, pues todos
alaban o critican los hechos actuales. No obstante, muchas veces emplean
Partes y tiempos propios de cada género también lo pasado, trayéndolo a la memoria, y lo futuro, conjeturándolo.

La deliberación o es exhortación o es disuasión, pues así los que aconsejan


privadamente, como los que pronuncian sus discursos delante del pueblo, Fines específicos
hacen siempre una de estas dos cosas. En la acción judicial existe la acu.
sación por una parte, y la defensa por otra, ya que es necesario que los liti- Además, cada uno de estos géneros posee un fin diverso, 6 y como son tres
gantes hagan una de esas dos cosas. Una parte, en fin, del discurso demos- géneros existen tres fines, a saber, lo útil y lo nocivo para el que aconseja,
trativo es el elogio, y la otra, el vituperio. pues el que exhorta, aconseja algo como lo mejor, y el que disuade, trata
de apartar de ello como de lo peor; pero conjuntamente emplean también
•1 Aristóteles dice únicamente pel'Í tés dynáme6s. Generalmente se ha interpretado este para esto otras consideraciones, a saber, lo justo o lo injusto, lo honesto o
pasaje diciendo que ho theorós es el que juzga acerca del valor, talento o facultad del orador. lo inmoral; 7 lo justo y lo injusto para los que pleitean en juicio, pero tam-
En este caso el fin del orador y del discurso no sería otro que persuadirá los oyentes de la bién éstos se valen de otros motivos para este fin; por último, lo honesto y
potencia oratoria del mismo que les habla. No obstante, E. Ruellc (op. cit., p. 93, nota 2),
dice que ho theorós no es el que juzga acerca del valor de un discurso o de un orador, sino lo inmoral, para los que alaban o vituperan, pero también estos usan otras
acerca del valor atribuido a aquello que es objeto de elogio o de crítica. Nosotros pensamos razones con el mismo objeto.
que si se tiene en cuenta lo que dice Aristóteles un poco más abajo, a saber, "el tiempo prin- La señal de que cada uno de estos géneros tiene el fin indicado, con-
cipal para el género demostrativo es el presente, pues todos alaban o critican los hechos ac-
tuales", es evidente que el espectador juzgará o no de acuerdo con lo que dice el orador y,
siste en que algunas veces no se discutirá acerca de las otras cosas. Así,
por tanto, se pronunciará sobre el valor (pues éste es también el sentido de la palabra por ejemplo, el que pleitea en juicio, no discute l,l veces si el hecho fue lle-
djnamis) de la cosa o persona alabada o criticada. No obstante, creemos que esta inter- vado a cabo, o si hizo el daño, pero jamás confesará que obró injustamente,
pretación no contradice ni excluye a la otra, y que en rigor podría aceptarse también que el pues ninguna necesidad habría ya de juicio. 8 De igual manera, también los
simple espectador emite su juicio sobre la potencia oratoria, habilidad y talento del orador
que elogia o que critica hechos o personas. Más aun, habrá casos en que solamente será fac-
tible esta segunda forma de juicio y no la primera, pues si se trata, por ejemplo, del elogio
de una persona sobre la cual todos estén de acuerdo en· que debe ser alabada, no queda en " Cfr. notas 1 y 2. Adviértase que allí aludíamos al que especifica o determina la causa
el auditorio otra clase de juicio que el de la facultad oratoria del que pronuncia el elogio. El final del discurso, es decir, al oyente, mientras que aquí se nos indican cuáles son las diver-
orador de Arpino confirma esta segunda interpretación cuando escribe: "Y como quiera que sas causas finales, o fines, de los tres géneros de discursos. "Pues estimamos que en el géne-
en estas causas casi todo su contenido se refiere al placer y al deleite del espectador ..." ro judicial el fin es la equidad, es decir, una parte de la honradez. Para el género delibe-
(Partitiones Oratoriae, XXI, 72). "Porque los mismos griegos solían escribir los elogios para rativo Aristóteles prefiere la utilidad, nosotros, la honradez y la utilidad; en el demostrativo,
su lectura, para placer y para honrar algún hombre más bien que para sacar provecho en el la honradei' (Cicerón: De lnventione, 11, 51, 156).
foro" (De Oratoriae, II, 84, 341). También Aristóteles en el cap. IX (al final) dice que en el 7
Kalós tiene la doble acepción de hermoso y honesto, o sea, lo bello fisico y lo bello
género demostrativo "se consideran las acciones que todos admiten". moral o intelectual. En este pasaje, en que se halla contrapuesto a aiskhrós, es evidente la
5 Porque el que escucha o bien es simple oyente, o bien es árbitro, es decir el que dirige
segunda acepción. Lo mismo ocurrirá más adelante, en donde traduciremos casi siempre
la causa y la sentencia; de manera que el que escucha, o bien escucha por placer, o bien re- kalós como equivalente a honesto. Téngase en cuenta que el elogio o vituperio se refiere
suelve algo. Ahora bien, resuelve ya sobre lo pasado, como el juez, ya sobre lo futuro, como ante todo a las personas, cuyas costumbres buenas o malas son alabadas o censuradas en el
el senado. Así, pues; tenemos tres géneros: judicial, deliberativo y demostrativo; este último, género demostrativo. No obstante, no negamos por ello que también en algunos casos kalón-
comoquiera que se emplea principalmente para los elogios, posee por eso mismo su nombre aiskhrón sean equivalentes a bello y feo respectivamente.
8 Platón: Eutifrón, IX, 8, C. Dike es aquí la acción judicial, la causa o el proceso.
específico" (Partitiones Oratoriae, III, 10).

232 233
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

que aconsejan omiten frecuentemente lo demás, pero jamás reconoce. Además, como todos, tanto los que alaban y vituperan como los que
rían que aconsejan algo perjudicial o que tratan de disuadirse lo que es exhortan y disuaden, y los que acusan y defienden, tratan de demostrar
ventajoso; y muchas veces no se preocupan de que no es injusto esclavizar no sólo lo que hemos dicho, sino también que lo bueno o lo malo, lo honest~
a los pueblos vecinos, aun a los que no han inferido ninguna injusticia. 9 o lo inmoral, lo justo o lo injusto, es grande o pequeño, ya sea que lo consi-
Asimis-mo, los que alaban y los que vituperan no consideran si se lleva a deren en sí mismo o lo comparen con otras cosas: es evidente que conven-
cabo algo útil o perjudiciaL sino que muchas veces exaltan a alguno por- drá poseer también las premisas acerca de lo grande y de lo pequeño, de lo
que realizó algo honesto, descuidando su propia utilidad; así como glorifica mayor y de lo menor, tanto en general como en particular. Por ejemplo,
Aquiles porque, sabiendo que iba a morir y siéndole posible seguir vi- que bien o que injusticia, o qué acto legal es mayor o menor, e igualmente
viendo, socorrió a su compañero Patroclo; pues semejante muerte era para también respecto de los demás.
él lo más honesto, mientras que la vida era lo útil. 1º Hemos declarado, pues, de qué lugares se deben tomar necesariamen-
te las premisas. 14 Después de ésta se han de distinguir por separado cada
una de ellas, por ejemplo, cuáles pertenecen a la deliberación y cuáles a los
Premisas correspondientes a cada género discursos demostrativos, y en tercer lugar cuales son las que correspon-
den a las acciones judiciales.
De lo dicho, pues, se sigue que es necesario poseer ante todo las premisas
referentes a esto. 11 Ahora bien, los tekmérion, lo verosímil y los signos son
las premisas retóricas. 12 Pues el silogismo deriva absolutamente de premi-
sas, y el entimema es un silogismo compuesto de las premisas antes indi-
cadas.13
Y como quiera que no puede acontecer que haya sido hecho, o que en el
futuro pueda realizarse lo imposible, sino lo posible, y como tampoco es po-
sible que aquello que no se pudo hacer, o no se pueda llevar a cabo, haya
sido realizado, o se realice en el futuro: es necesario que tanto el que acon-
seja como el que pleitea en juicio y el panegirista posean las premisas
acerca de lo posible y de lo imposible, y conozcan si algo fue hecho o no, o si
podrá o no acontecer.

"Es decir, que si se trata de persuadir sobre la guerra para esclavizar a los pueblos co-
marcanos, el orador tratará de demostrar que ello es útil, pero muchas veces prescindirá de
la demostración para probar que ello no es injusto.
"'"Así también yo, si es que me está decretada igual suerte, yaceré cuando muriere,
pero ahora ganaré gloriosa fama" (!liada, XVIII, 120-21).
11
Es decir, las premisas sobre lo útil y lo nocivo, lo justo y lo injusto, lo honesto y lo in-
moral. Estas son las premisas específicas de cada uno de los géneros de la Retórica, que se
han mencionado anteriormente.
12
Cfr. cap. 11.
1
ª Aunque Aristóteles va a tratar inmediatamente de las premisas específicas de cada 11 En el libro segundo tratará de los lugares comunes de lo posible y lo imposible, etc.

género, como lo ha dicho al final del capítulo segundo, no obstante reúne aquí, al final de Ahora se referirá a los lugares específicos que son los que nos suministran las proposicion~s
este capítulo, los lugares (tópoi) de donde se extraen las proposiciones comunes a los tres gé- propias de cada género. Ello se hará en este orden: género deliberativo (caps. IV-VIII), ge-
neros. nero demostrativo (cap. IX), y género judicial (caps. X-XV).

234 235
RESEÑA DIDÁCTICA
Retórica y Lógica.
La Nueva Retórica

Cha1m Perelman
Retórico y filósofo polaco (1912-1984). Creador de la Nueva Retórica, en la cual se
reformula el pensamiento aristotélico y da pie a un nuevo enfoque sobre la teoría de la
argumentación nuevas estrategias de argumentación. Entre sus principales
obras destaca La nueva retórica.

ublicado por primera vez en 1956, este ensayo fue concebido como

P la introducción a lo que sería el Tratado de la Argumentación. Efec-


tivamente, este trabajo resume y hace algunas advertencias, por
así decirlo, a propósito del Tratado de la Argumentación, obra fundamen-
tal del autor, la cual ha proporcionado las bases de lo que hoy se llama la
Nueva Retórica. Con clara influencia de Aristóteles, Perelman y Olbre-
chts-Tyteca exponen en unas cuantas páginas lo que vislumbran como el
objeto de la argumentación, a saber: el proceder de todo ente de razón en
su propósito por adherir sus tesis a ciertos auditorios a partir de determi-
nados procedimientos de prueba.
En la parte introductoria de "La nueva retórica", los autores abordan
el tema del porqué ha entrado la retórica en desuso y la razón de su des-
pertar en algunos momentos de la historia del conocimiento. Asimismo, en
este inicio de su exposición, se destaca el hecho de que Perelman mencione
a pensadores de primer orden, .tales como Newton y Descartes, quienes,
afirma, han sido antecedentes y referencias de los autores para sostener la
discusión con respecto al enfrentamiento entre la deliberación y argumen-
tación en contraposición a la necesidad y la evidencia.
En este orden de ideas, podemos resaltar de los autores, la afirmación
en este apartado acerca de la influencia de Descartes y su Discurso del

237
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

método para la historia de la argumentación. En las ciencias exactas y su para una .discusión en la mesa familiar que en una corte o en una cam _
proceder, se trata de elaborar proposiciones necesarias. Pero, ¿qué pasa pañapoIítica. .
con las humanidades?, se preguntaría Perelman. Los autores subrayan En resumen, Perelman y Olbrechts-Tyteca se ocupan en este ensayo
que precisamente hablar de la argumentación lleva a analizar el ~roceso de revelar la importancia de caracterizar las diversas estructuras argu-
por el que "la fuerza a la cual el espíritu cede y se encuentra obligado a mentativas a partir de la inspiración en los lógicos, quienes deben de
ceder, aquella que, al imponerse a él, conformaría su creencia al hecho" .1 "completar la teoría de la demostración así obtenida, con una teoría de la
Los autores de Retórica y Lógica tuvieron como uno de sus objetivos argumentación. Nosotros trataremos de construirla analizando los medios
en este ensayo hacer explícito cuál sería el cometido de una teoría de la de prueba de los cuales se sirven las ciencias humanas". 4 Y es precisa-
argumentación. Al respecto dicen: "... es el estudio de las técnicas discur- mente esta aseveración lo que justifica la inclusión de este texto en la An-
sivas"2 hacia la adhesión de los espíritus a las tesis del orador, y añaden: lo tología; el estudio del discurso en el proceso de la comunicación exige
que caracteriza a dicha adhesión, es la variabilidad de su intensidad. conocer el tema, pero también el perfil del auditorio para adecuar la com-
Más adelante, Perelman y Olbrechts-Tyteca se ocupan de justificar y posición del discurso al uso de las estrategias argumentativas que garan-
explicar el por qué del retorno a la retórica. De esa forma, mencionan que ticen una óptima interlocución.
si bien el análisis de la argumentación emplea el concepto de dialéctica,
ellos advierten sobre cómo asumirlo, y dicen que actualmente está más
asociado con ideas que provienen principalmente de la filosofia de Hegel.
Por tanto, señalan que es preciso ir a la retórica, pues ha sido ésta, la tra-
dición que centra su esfuerzo en lo opinable, lo verosímil, y por tanto, ha-
cia el auditorio, aspectos que contempla todo proceso argumentativo.
En este ensayo, los autores contribuyen a establecer una di~tancia con
respecto a la retórica clásica y afirman que: "nuestras preocupaciones son
más bien las de un lógico, deseo de comprender el mecanismo del pensa-
miento, que las de un maestro de elocuencia preocupado por formar opera-
dores prácticos".3 Es decir, a ellos le interesa la manera en cómo se procede
hacia la persuasión en términos generales; por tanto, no sólo se refieren a
la argumentación escrita sino a todo acto discursivo que pretenda argu-
mentar.
Los autores aclaran que es preciso estudiar la argumentación filosó-
fica la cual es muy efectiva a todo ente de razón, tal y como Platón lo ex-
pre~a en el Fedro al "soñar' en una retórica "capaz de convencer a los mis-
mos dioses". Pero señalan que no hay que quedarse en este tipo de argu-
mentación y, en consecuencia, proponen el estudio de una teoría de la
argumentación o Nueva Retórica, que seocupe del conjunto de pr~edi-
mientos discursivos hacia la persuasión y el conocimiento, pero lo IIllSmo

1 Perelman, Cha'im y L. Olbrecht-Tyteca, Retórica y lógica, p. 412.


i Ibidem, p. 414.
'l lbidem, p. 416.
·• Ibidem, p. 421.

238 239
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

método para la historia de la argumentación. En las ciencias exactas y su para un~ ~iscusión en la mesa familiar que en una corte o en una cam-
proceder, se trata de elaborar proposiciones necesarias. Pero, ¿qué Pasa paña política.
con las humanidades?, se preguntaría Perelman. Los autores subrayan En resumen, Perelman y Olbrechts-Tyteca se ocupan en este ensayo
que precisamente hablar de la argumentación lleva a analizar el proceso de revelar la importancia de caracterizar las diversas estructuras argu-
por el que "la fuerza a la cual el espíritu cede y se encuentra obligado a mentativas a partir de la inspiración en los lógicos, quienes deben de
ceder, aquella que, al imponerse a él, conformaría su creencia al hecho". 1 "completar la teoría de la demostración así obtenida, con una teoría de la
Los autores de Retórica y Lógica tuvieron como uno de sus objetivos argumentación. Nosotros trataremos de construirla analizando los medios
en este ensayo hacer explícito cuál sería el cometido de una teoría de la de prueba de los cuales se sirven las ciencias humanas". 4 Y es precisa-
argumentación. Al respecto dicen: "... es el estudio de las técnicas discur- mente esta aseveración lo que justifica la inclusión de este texto en la An-
sivas"2 hacia la adhesión de los espíritus a las tesis del orador, y añaden: lo tología; el estudio del discurso en el proceso de la comunicación exige
que caracteriza a dicha adhesión, es la variabilidad de su intensidad. conocer el tema, pero también el perfil del auditorio para adecuar la com-
Más adelante, Perelman y Olbrechts-Tyteca se ocupan de justificar y posición del discurso al uso de las estrategias argumentativas que garan-
explicar el por qué del retorno a la retórica. De esa forma, mencionan que ticen una óptima interlocución.
si bien el análisis de la argumentación emplea el concepto de dialéctica,
ellos advierten sobre cómo asumirlo, y dicen que actualmente está más
asociado con ideas que provienen principalmente de la filosofía de Hegel.
Por tanto, señalan que es preciso ir a la retórica, pues ha sido ésta, la tra-
dición que centra su esfuerzo en lo opinable, lo verosímil, y por tanto, ha-
cia el auditorio, aspectos que contempla todo proceso argumentativo.
En este ensayo, los autores contribuyen a establecer una distancia con
respecto a la retórica clásica y afirman que: "nuestras preocupaciones son
más bien las de un lógico, deseo de comprender el mecanismo del pensa-
miento, que las de un maestro de elocuencia preocupado por formar opera-
dores prácticos". 3 Es decir, a ellos le interesa la manera en cómo se procede
hacia la persuasión en términos generales; por tanto, no sólo se refieren a
la argumentación escrita sino a todo acto discursivo que pretenda argu-
mentar.
Los autores aclaran que es preciso estudiar la argumentación filosó-
fica, la cual es muy efectiva a todo ente de razón, tal y como Platón lo ex-
presa en el Fedro al "soñar' en una retórica "capaz de convencer a los mis-
mos dioses". Pero señalan que no h1;1y que quedarse en este tipo de argu-
mentación y, en consecuencia, proponen el estudio de una teoría de la
ar~mentación o Nueva Retórica, que se ocupe del conjunto de procedi-
mientos discursivos hacia la persuasión y el conocimiento, pero lo mismo

1 Perelman, Cha'im y L. Olbrecht-Tyteca, Retórica y lógica, p. 412.


2
lbidem, p. 414.
3
' Ibídem, p. 416.
"lbidem, p. 421.

238 239
LA NUEVA RETÓRICA***
C. Perelman / L. Olbrechts-Tyteca

a publicación de un tratado consagrado a la argumentación y su en-

L lace con una antigua tradición, la de la retórica y la dialéctica grie-


gas, constituyen una ruptura con la concepción de la razón y del ra-
zonamiento que tuvo su origen en Descartes y que ha puesto su sello en la
filosofía occidental de los tres últimos siglos. 1
En efecto, aun cuando nadie haya pensado en negar que el poder de
deliberar y argumentar sea un rasgo distintivo del ser razonable, el estu-
dio de los procedimientos de prueba utilizados para obtener la adhesión ha
sido completamente descuidado desde hace tres siglos por los lógicos y los
teóricos del conocimiento. Esto se debe a la ausencia de apremio en los ar-
gumentos que apoyan una tesis. La misma naturaleza de 1a deliberación y
de la argumentación se opone a la necesidad y a la evidencia, porque no se
delibera en los casos en los cuales la solución es necesaria y no se argu-
menta contra la evidencia. La argumentación tiene su dominio en lo vero-
símil, lo plausible y lo probable, en cuanto esto último escapa a la certi-
dumbre del cálculo. Ahora bien, la concepción claramente expresada por
Descartes en la Primera Parte del Discurso del Método fue la de tener "ca-
si por falso todo lo que no es más que verosímil''. Él mismo fue quien,

* Tomado de Perelman, Ch. y L. Olbrechts-Tyteca, Retórica. y Lógica., México, UNAM,


1987, pp. 411-421.
** Ch. Perelman y L. Olbrecht.s-Tyteca, "La nouvelle rhétorique", Les études philoso-
phiques, núm. 1, enero-marzo de 1956, págs. 20-29. Este ensayo servirá de introducción a
un Tratado de la Argumentación. Traducción de Marie-Claire Fisher.
1 Véase, Perelman, Raison étemelle, raison historique, "L'homme et l'histoire", Actes du

Vle, Congrés des Sociétes de Philosophie de Langue Franc;:aise, Presses Universitaires de


France, Paris, 1952, págs. 347-354.

241
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

haciendo de la evidencia el signo de la razón, sólo quiso considerar como efecto, el lógico, inspirándose en el ideal cartesiano, solamente se siente a
racionales aquellas demostraciones que, partiendo de ideas claras y distin. sus anchas en el estudio de las pruebas calificadas por Aristóteles de ana-
tas, propagan con ayuda de pruebas apodícticas la evidencia de los axio- líticas, puesto que todos los otros medios no presentan el mismo carácter
mas a todos los teoremas. El razonamiento more geometrico fue el modelo de necesidad. Y esta tendencia se ha acentuado aun más desde hace un
propuesto a los filósofos deseosos de construir un sistema de pensamiento siglo cuando, bajo la influencia de los lógicos matemáticos, la lógica ha
que pudiera alcanzar la dignidad de una ciencia. En efecto, una ciencia quedado limitada a la lógica formal, es decir, al estudio de los procedi-
racional no puede contentarse con opiniones más o menos verosímiles, si- mientos de prueba usados en las ciencias matemáticas. De esto resulta
no que elabora un sistema de proposiciones necesarias que se impone a que los razonamientos extraños al dominio puramente formal escapan a la
todos los seres razonables y sobre las cuales el estar de acuerdo es inevi- lógica y, en consecuencia, también a la razón. Esta razón de la cual Des-
table. De esto resulta que el desacuerdo es signo de error. cartes esperaba que permitiera, por lo menos en principio, resolver todos
los problemas que se plantean a los hombres -y de los cuales el espíritu
Siempre que dos hombres tienen un juicio contrario sobre la misma divino posee ya la solución- ha sido limitada cada vez más en su compe-
cosa, podemós estar ciertos de que uno de los dos se equivoca. Es más,
tencia de tal modo que, aquello que escapa a una reducción formal, pre-
ninguno de los dos posee la verdad, porque si tuviera una idea clara y
distinta de ella, podría exponerla a su adversario de tal modo que aca- senta dificultades insuperables para la razón.
baría por forzar su convicción. 2 Ahora bien, ¿de esta evolución de la lógica y de los progresos incontes-
tables que ha realiz1;1do, debemos concluir que la razón es totalmente in-
Para los partidarios de las ciencias experimentales e inductivas, cuen- competente en los dominios que escapan al cálculo y que allí donde ni la
ta menos la necesidad de las proposiciones que su verdad y su conformi- experiencia ni la deducción lógica pueden suministramos la solución de un
da,d con los hechos. El empírico considera como prueba no "la fuerza a la problema, sólo nos resta abandonarnos a las fuerzas irracionales, a nues-
cual el espíritu cede y se encuentra obligado a ceder, sino aquella a la cual tros instintos, a la sugestión o a la violencia?
debería ceder, aquella que, al imponerse a él, conformaría su creencia al Partiendo de la consideración de que el hombre caído ya no es sola-
hecho". 3 Si la evidencia que reconoce no es la de la intuición racional sino mente un ser de razón, Pascal se esforzó por obviar las insuficiencias del
más bien la de la intuición sensible, si el método que preconiza no es el de método geométrico, oponiendo la voluntad al entendimiento, el espíritu de
las ciencias deductivas, sino el de las ciencias experimentales, no estará finura al espíritu geométrico, el corazón a la razón, y el arte de persuadir
por esto menos convencido de que las únicas pruebas válidas son las prue- al arte de convencer.
bas reconocidas por las ciencias naturales. A fines análogos es que corresponden la oposición kantiana entre la fe
En el sentido amplio de la palabra, es racional aquello que está con- y la ciencia, y la antitesis bergsoniana entre la intuición y la ra~ón. Pe~o,
forme a los métodos científicos, y las obras de -lógica consagradas al estu- ya se trate de los filósofos racionalista o de aquellos q~e, han sido c~-
dio de los procedimientos de prueba -limitadas esencialmente al estudio cados de antirracionalistas, el hecho es que todos contmuan la trad1c10n
de la deducción y habitualmente complementadas con indicaciones sobre cartesiana, por la limitación impuesta a la idea de razón.
el razonamiento inductivo y reducidas, por otro lado, a los medios de com- A nosotros nos parece, por lo contrario, que se trata de una limitación
probar las hipótesis, pero sin establecer cómo se, construyen- rara vez se indebida y perfectamente injustificada del dominio en el cual interviene
aventuran a examinar las pruebas utilizadas en las ciencias humanas. En nuestra faculta,d de razonar y de probar. En efecto, aun cuando ya Aristó-
teles había analizado las pruebas dialécticas al lado de las pruebas analí-
2 ticas, las que conciernen a lo verosímil junto a las que son necesarias, las
Descartes, Régles pour la direction de !'esprit; en Oeuvres, trad. V. Cousin, Paris,
1826, t. XI, págs. 205-206. que sirven en la deliberación y la argumentación junto a las que se usan
3
John Stuart Mill, Sistema de lógica inductiva y deductiva, trad. E. Ovejero y Maury, en la demostración, no obstante, la concepción postcartesiana de la razón
Daniel Jorro, Madrid, 1917, p. 542. nos impone la obligación de hacer intervenir elementos irracionales, cada

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243
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

vez que el objeto del conocimiento no es evidente. Ya sea que estos ele- identificar la evidencia y la verdad .. ~1:!!:1.~~-~ti:?~º el no confu11J;li);, al
mentos consistan en obstáculos que se trate de superar -tales como 1 principio, lo~ ·ªSpElctos del razona~ento relativos a .!a,. verdad y los que 8~
imaginación, la pasión o la sugestión- o en fuentes suprarracionales / reg~rí:ü[fia a~!),~i;;i§~. Lo que d~be hacerse es .estu~iarlos sep~radamente, l..
certidu~bre -com? el corazón, la gracia, la Einfühlung o la intuició: reserva. de preocuparse despues por sus posibles mterferencias o corres-~
bergsomana-, lo cierto es que esta concepción introduce una dicotomía ª ondencias. Solamente con esta condición es posible el desarrollo de una
una. distinción de las facultades humanas completamente artificial y con~ ieoría de la argumentación que tenga un alcance filosófico.
trana a los procesos reales de nuestro pensamiento.
, La idea de evidencia, como rasgo que caracteriza a la razón, es lo que
debe ser nuestro objetivo de ataque, si queremos darle un h{gar a una' teo- 11
ría de ~~ argum~nta~ión que adnuta el uso de la. ra~§n para dirigir n~~-
tra accion para influir sobre la de los demás. La evidencia se concibe al Aun cuando durante estos tres últimos siglos han visto la luz obras ecle-
mismo tiempo, como la fuerza ante la cual todo espíritu normal no pu~de siásticas que se preocupan de los problemas planteados por la predicación,
menos que ceder y como signo de verdad de lo que se impone por ser evi- e incluso el siglo XX ha podido ser calificado de siglo de la publicidad y de
dente.4 La evidencia reúne lo psicológico a lo lógico y permite pasar de uno la propaganda y han sido numerosos, l~s trabajos ?onsagrados a la discu-
de estos planos al otro. Toda prueba es una reducción a la evidencia y lo sión de este tema,7 sin embargo, los logicos Y los filosofas modernos se han
q~e es evidente no necesita de prueba alguna: esto es la aplicación inme- desinteresado totalmente de nuestro asunto. Por esta razón, nuestro tra-
diata, por Pascal, de la teoría cartesiana de la evidencia. 5 tado se aproxima sobre todo a las pre~cupacione~ del Renac~ento y,
Ya Leibniz se sublevaba contra esta limitación que, por lo antes dicho por consiguiente, a las de los autores, g~egos Y latm?s qu~ ,estudiaron .el
se quería imponer a la lógica. En efecto, Leibniz quería "que se demostra~ arte de persuadir y de convencer, la tecmca de la deliberacion y de la dis-
ra o se suministrara el medio de demostrar todos los axiomas que no son cusión. Por esta razón también es por lo que lo presentamos como una
primitivos, sin distinguir la opinión que los hombres tienen de ellos y sin ~ÍJ~J}- . , . ,
preocuparse de saber si los aprueban o no". 6 'f;! · Nuestro análisis se refiere a las pruebas que Aristoteles llama dmlec-
\ t- . Ahora bie.n, ~a teoría lógica de la demostración se ha desarrollado si- ticas mismas que examina en los Tópicos Y cuyo empleo muestra en la Re-
'-\ ) guiendo a Leibmz y no a Pascal, y no se ha admitido que lo evidente no tóric~. Esta evocación de la terminología de Aristóteles justificaría el acer-
tenga necesidad de prueba alguna; asimismo, la teoría de la argymenta- camiento de la teoría de la argumentación con la dialéctica, concebida por
ció:g... nqse puede desarrollar,sitodaprueba se concib¿ ;;~o-:red~cc~ la el mismo Aristóteles como el arte de razonar partiendo de opiniones gene-
t, e"v'Ídenci~. En efecto, el objeto de esta teoría es el est1,1clio delas-técnicas ralmente aceptadas (wAO)'oQ. 8 Pero son varias las razones que nos han
dist~rsivas q~e pe!~!a~róüofor oaé~é~;ntar la ciahesión aé'Tos
espíri- hecho preferir el acercamiento con la retórica.
La primera de ellas es el riesgo de la confusión que podría traer este
tus a lástesis)2resen,tadas a su asentimi,ento. 1Á) que caracforiiá la adhe-
sión de los espíritus es la variabilidad de suintensidad: nada nos obliga a retomo a Aristóteles. Porque, si bien la palabra dialéctica ha servido, du-
limitar nuestro estudio a un grado particular de adhesión, caracterizado rante siglos, para designar la lógica mis~a, n~ ob~tante, desde !l.egel y
por la. evidencia, nada nos permite considerar a priori como proporcio- bajo la influencia de las doc~~as q~,e en .el ~~ msprran, ha adqumdo un
nales k>s grados de adhesión a una tesis con s1;1-probabilidad, ni tampoco a sentido muy alejado de su significacion pnrmtiva, que es el generalmente

4
Perelman, Rhéthorique et philosophie, "De la preuve en philosophie" Presses Uni- ;y' b'bliografía
1
en H. D. Lasswell, R. D. Casey y B. R. Smith, Propaganda and
versitaires de France, París, 1952, págs. 123 y sig. ' . tease/ tivities University ofMinnesota Press, Minneapolis, 1935; B, L. Smith, H, D.
5 p1omo wna ac , . · d bl' · , p · to u ,
Pascal, Oeuvres, "De l'art de persuader, Regles pour les démonstrations" Gallimard Lasswell y R. D. Casey, Pmpaganda, communicatwn an pu ic opinwn, rmce n mver-
París, 1950, p. 380. ' ' sity Press, Princeton, 1946.
n Leibniz, Die philosophischen Schriften, ed. Gerhardt, vol. 5, p. 67. 8 Aristóteles, Tópicos, Lib. l. cap. I, 100 a.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

aceptado en la terminología filosófica contemporánea. No sucede lo mis- pamos sobre todo de la estructura _de la argumentación, no insistirá pues
mo con la palabra retórica, cuyo empleo filosófico ha caído tanto en desuso sobre la manera en la cual se efectúa la comun_icación con el auditorio.
que ni siquiera es mencionada en el vocabulario de la filosofia de A Lalan- Si es verdad que la técnica del discurso publico difiere de la argumen-
de: esperamos que nuestra tentativa resucitara una tradición gloriosa y tación escrita, y siendo nuestra primera preocupación la de analizar la ar-
secular. gumentación, no podemos limitamos al examen de la técnica, del discurso
Pero es otra razón aun más importante para nosotros la que ha deter- hablado. Aún más, dada la importancia y el papel moderno que tiene la
minado nuestra elección: es el mismo espíritu con el cual la antigüedad se imprenta, nuestro análisis se referirá sobre todo a los textos impresos.
"1 ocupó de la d:íiléctica y de la retorlca;<EI razonamiento dialéctico se consi- Por el contrario, nos desinteresaremos de la mnemotécnica y del estu-
dera como pa;aJ.elo-alra~¡;_amÍerito analítico, pero Se trata de lo VerOSÍrn.il dio de los ademanes o la acción oratoria. Como esos problemas incumben a
en lugar de tratarse de las proposiciones necesarias. No se aprovecha la los conservatorios y a las escuelas de arte dramático, nos consideramos
idea de que la dialéctica se ocupa de las opiniones, es decir, de las tesis a dispensados de examinarlos.
las cuales cada persona se adhiere con una intensidad variable. Se dice La importancia dada a los textos escritos tendrá como consecuencia
que el estatuto de lo opinable es impersonal y que las opiniones no guar- -lo' cu,al se presentará en las formas más variadas- el que nuestro estu-
dan relación con los espíritus que se adhieren a ellas. Por el contrario, esta dio se~ concebido en toda su generalidad y no se detenga especialmente en
idea de adhesión y de espíritus a los cuales se dirige un discurso, es esen- discursos tornados como una unidad, de la estructura y la amplitud admi-
cial en todas las teorías antiguas de la retórica. Nuestra aproximación ha- tidas más o menos convencionalmente. Por otra parte, como la discusión
cia ésta última es para destacar el hecho siguiente: toda argumentaci<5n..se.._, con un solo interlocutor, o incluso la deliberación íntima, dependen a nues-
'iff desarrolla en función de un audito,rio. Dentro de esf;iñarco;·el estudio de tro parecer, de una teoría general de la argumentación, se comprenderá
lo opinable, en los Tópicos, podría encontrar su lugar. que el objeto de nuestro estudio sobrepasa con mucho al de la retórica
Es evidente, por lo tanto, que nuestro tratado de la argumentación so- clásica.
brepasará ampliamente, en ciertos aspectos, los límites de la retórica de Lo que conservamos de la retórica tradicional es la idea de auditorio,
los antiguos, dejando a un lado, al mismo tiempo, otros aspectos que ha- que es evocada inmediatamente cuando se piensa en un discurso. Todo
bían llamado la atención de los maestros de retórica. discurso se dirige a un auditorio; y, demasiado frecuentemente, se olvida
El objeto de la retórica de los antiguos era, ante todo, el arte de hablar que esto mismo sucede con cualquier escrito. Mientras que el discurso se
en público de una manera persuasiva; así, tenía por objeto el uso del len- concibe en función del auditorio, ·en cambio, la ausencia material de los
guaje hablado, del discurso, ante una muchedumbre reunida en la plaza lectores puede hacer creer al escritor que está solo en el mundo, aunque,
pública, con el propósito de obtener su adhesión a la tesis que se le presen- de hecho, su texto se encuentre siempre condicionado, conscientemente o
taba. Así se advierte que el objetivo del arte oratorio, la adhesión de los es- no, por aquéllos a los cuales pretende dirigirse.
píritus, es el mismo que tiene toda argumentación. Pero no tenemos razón Así pues, por razones de comodidad técnica, y para no perder jamás de
alguna para limitar nuestro estudio a la presentación de una argumen- vista este papel esencial del auditorio, cuando utilicemos los términos dis-
tación por medio de la palabra, ni ta~poco para limitar el auditorio al que curso, orador y auditorio, entenderemos por ellos la argumentación, inclu-
se dirige la argumentación a una muchedumbre reunida en una plaza. yendo al que la presenta y aquellos a los cuales se dirige, sin que nos de-
El rechazo de la primera limitación, resulta del hecho de que nuestras tengamos a considerar si se trata de una presentación de palabra o por
preócupaciones son más bien las de un lógiéo deseo de comprender el me- escrito, ni tampoco a distinguir entre discurso en forma y expresión frag-
canismo del pensamiento, que las de un maestro de elocuencia preocu- mentaria del pensamiento.
pado por formar operadores prácticos. Nos basta con citar la Retórica de Entre los antiguos, la retórica se presentaba como el estudio de una
Aristóteles, para mostrar que nuestra manera de considerar la retórica técnica para ser utilizada por el vulgo impaciente por llegar rápidamente
puede valerse de ejemplos ilustres. Nuestro estudio, en el cual nos preocu- a conclusiones y formarse una opinión, sin haberse tornado primero el

246 247
...

MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

trabajo de hacer. una investigación seria. 9 Por nuestra parte , no quere mos más sólidas son aquellas que no solamente se admiten sin prueba, sino
limi
. tar el estud10 de la argumentación a lo que se adapta a un público d que, muy a m~nudo, ni siquiera son explicadas. Y cuando ~e t~ata de obte-
ignorantes. Este aspecto de la retórica es justamente el que explica el e ner la adhesion, no hay nada tan segura como la expenencia externa o
haya sido ferozmente interna y el cálculo conforme a las reglas admitidas previamente. Pero, el
·, dcombatida. por Platón, en el Goraias·IO
º , y, tamb~ue 1en tener que recurrir a la argumentación, es algo que no puede ser evitado
fu e e1que f:avorec10 su ecadencia en la opinión filosófica. '
. ~n efec~, para ser eficaz, el orador se ve obligado a adaptarse a su au- cuando estas pruebas son discutidas por una de las partes, o bien, cuando
dito~o;. y .as1 comprende fácilmente que el discurso más eficaz para un no se esta de acuerdo sobre su alcance o su interpretación, o sobre su valor
au,ditono mcompetente, no sea necesariamente el mismo que convence al 0 su relación con los problemas en controversia.
filoso~~- ~ero, ¿por qué no admitir que ciertas argumentaciones pueden Por otra parte, toda acción con vistas a obtener la adhesión, cae fuera
ser dmgidas, a· toda clase del campo de la argumentación, en la medida en que no hay uso alguno
fu de auditorios? Cuando Platón sueña , en el Fed ro, del lenguaje que venga a apoyarla o a interpretarla: tanto el que predica
con una . t onca que ese digna del filósofo , lo que preconiza , en rigor, es
, re
un~ t ecmca. capaz de convencer a los mismos dioses. 11 Al cambiar de a{idi- con el ejemplo sin decir nada, como el que usa la caricia o la bofetada, pue-
tono, cambia de aspecto la argumentación; y, si el objetivo que se trata de de obtener un resultado apreciable. Ya sea que se recurra a promesas o a
alcan~ar es el de actuar siempre eficazmente sobre los espíritus, entonces, amenazas, sólo nos interesaremos por estos procedimientos cuando, gra-
para Juzgar su valor, se. debe tomar en cuenta la cualidad de los espíritus cias al lenguaje, se les ponga en evidencia. Es más, existen casos -tales
que logra convencer. como la bendición o la maldición- en los cuales el lenguaje se utiliza, como
Esto explica la importancia particular que concederemos al análisis de medio de acción directa mágica y no como medio de comunicación. Unica-
las argumentaciones filosóficas, consideradas tradicionalmente como las mente trataremos de esto cuando la acción esté integrada en una argu-
~ás "racionales" que existen, justamente porque se supone que están diri- mentación.
~das, a lectores en los cuales hacen poca mella la sugestión, la presión O el Uno de los factores esenciales de la propaganda, tal como se ha desa-
mteres. Por otra parte, demostraremos que en todos los niveles se vuelven rrollado sobre todo en el siglo XX, pero cuyo uso era bien conocido desde la
ª. ~ncontrar las mismas técnicas de argumentación, lo mismo en la discu- antigüedad y ha sido aprovechado por la Iglesia católica con un arte in-
s1on alrededor de una mesa familiar, como al nivel del debate en un medio comparable, es el acondicionamiento del auditorio recurriendo a nu.mer~-
n_iuy especializado. Si bien la cualidad de los espíritus que se adhieren a sas y variadas técnicas, en las cuales se utiliza todo lo que puede influir
ciertos, argumentos, en dominios altamente especulativos, presenta una sobre el comportamiento. Estas técnicas ejercen un efecto innegable para
garantia de su valor, en cambio, la comunidad de su estructura con la de preparar al auditorio y hacerlo más susceptible a los argumentos que se le
l~s argumentos usados en las discusiones cotidianas, explicará por qué y presentarán. Éste es también un punto de vista que no consideraremos en
como se llega a comprenderlos. nuestro análisis. Únicamente trataremos del acondicionamiento del audi-
Nuestro ~~atado sólo se ocupará de los· medios discursivos para obte- torio por el discurso; y, de esto, resultan las consideraciones acer~a del or-
ner la adhes1on de los espíritus; por consiguiente, únicamente se exami- den en el cual deben ser presentados los argumentos para que eJerzan un
nará la té~ni~a ~~e utiliza el lenguaje para persuadir y para convencer. efecto mayor. 12
Esta limitac1on no implica, en modo alguno que, a nuestro parecer, és- Por último, las pruebas extratécnicas, como las llama Aristóteles
ta sea verdade~amente la manera más efic~z de influir sobre los espíritus. -€ntendiendo por ellas las que no tienen nada que ver con la técnica retó-
Por el contrano, estamos firmemente convencidos de que las creencias rica-, sólo entraran en nuestro estudio cuando haya desacuerdo respecto
a las conclusiones que se puedan extraer. Porque, el desarrollo comp~eto
de un debate nos interesará menos que los esquemas argumentativos
"Aristóteles, Retórica, Lib. I, cap. II, 1357 a.
wPlat~n, Gorgias; véanse especialmente 455, 457 a, 463 y 471 d.
11
Platón, Fedro, 273 e. 12 Retórica, Lib. 1, cap. II, 1355 b.

249
248
\
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

· ·t 1 métodos que les han dado tantos frutos desde


ero para uni ar os
puestos en juego. Debemos señalar que la antigua denominación de "p..,, ~ "-e-
cos, P ,
n siglo mas o menos. . . dd 1 . 1
has extratécnicas" es correcta, porque nos recuerda que nuestra civ-iliz bace u ' "d fecto que en la prrmera nnta e sigo XIX,
1
ción, caracterizada por su extrema ingeniosidad en las técnicas destinad:- N0 debemos ,
o VI
t' . 1 no ni en los medios científicos, m. entre e1
ar, en e ' . .
ª actuar sobre las cosas, ha olvidado casi completamente la teoría de ~ la lógica no tema prels igio .ªb,gu on' razo' n hacia 1828, que si la retórica ya
, bli Whate y escn ia c , ,
acción sobre los espíritus por medio del discurso; mientras que los griegos gran pu co. . . , d 1 , blico la lógica era todavia menos favo-
la consideraban, con el nombre de retórica, como la "tEXVTJ por excelencia. no gozaba de la estrmacion e pu '
14
recida. , • , . . un brillante impulso, durante los últimos cien
La logic~ logro adqumr ue de "ó de repetir las viejas fórmulas Y se
111 años, a partir del momen~ en q ru¡ba efectivamente utilizados por los
propuso analizar ~o~ medios de ~derna se ha constituido en el estudio de
La teoría de la argumentación orientada, gracias al discurso, a tratar de matemáticos. La logica f~:mal ml d los matemáticos. Pero, resulta
conseguir una acción eficaz sobre los espíritus, hubier::i !)"dido ser tratada los medios ~e _demo,st~a~10n em~re:eº:o~~\o que ignoran los matemáticos
como una rama de la psicología. En efecto, si los argumentos no son apre- que su domrmo esta limitado, PLo ql' . deben completar la teoría de la
_ , · a formal. s ogicos .,
miantes, si no deben ser necesariamente convincentes, pero, en cambio es extrano a 1a 1ogic te , de la argumentacion. Nosotros
., , bte ·da con una ona
poseen cierta fuerza que puede variar según los auditorios, entonces ¿aca~ demostracion asi o m , . d d"os de prueba de los cuales se
t . l analizan o 1os me i .
so el efecto producido no es lo que permite juzgarlos? El estudio de la ar- trataremos de cons rurr a 1d h la filosofía. Para esto, examma-
. · h anas e erec o Y ·,
gumentación vendría a ser así uno de los objetos de la psicología experi- sirven las ciencias u~ ' t d or los publicistas en sus peno-
/, mental, en donde las diversas argumentaciones se pondrían a prueba ante remos las argum~ntaciones pd~esen a apso~ los abogados en sus litigios, por
'i" distintos auditorios, suficientemente conocidos como para poder, partien-
. 1
dicos, por os po
líticos en sus IScursos,
. los filósofos en sus tratados.
!
do de esas experiencias, extraer conclusiones de cierta generalidad. Algu- los jueces en sus sentencias ~ por . nso quedó sin ser cultivado du-
nos psicólogos norteamericanos se han dedicado a estudios semejantes, Nuestro campo de estud10, que es mmetro~ primeros resultados incita-
cuyo interés, por lo demás, no es discutible. 13 :::t: :::h:v:~~i~:d!;~::ª::pi~::i~=~ perfeccionarlos.
Nuestra manera de proceder será diferente. Trataremos, por lo pronto
de caracterizar las diversas estructuras argumentativas, cuyo análisis de-
be preceder a cualquier prueba experimental a la cual se quiera someter
su eficacia. Y, por otra parte, no consideramos que el método de laborato-
rio pueda determinar el valor de las argumentaciones utilizadas en las
ciencias humanas, en derecho y en filosofia, porque la misma metodología
del psicólogo constituye un motivo de controversia que queda fuera de
nuestro estudio.
Nuestro camino se diferenciará radicalmente del camino adoptado por
los filósofos que se esfuerzan en reducir los razonamientos sobre proble-
mas sociales; políticos o filosóficos, inspirándo~e en los modelos proporcio-
nados por las ciencias deductivas o experimentales, y que rechazan como
carente de valor a todo aquello que no se conforma a los esquemas previa-
mente impuestos. Nosotros, por lo contrario, nos inspiraremos en los lógi-
. d D D Whately Elements o{ rhetoric, Oxford, 1828; Prefacio.
1'1 Véase especialmente, H. L. Hollingworth, The psychology of audience, 1935. 1'I R1char · · '

251
250
RESEÑA DIDÁCTICA
La argumentación.
Lo que la argumentación debe a los sofistas.
Los estudios de la argumentación.
La argumentación en la lengua.

Christian Plantin
Lingüista francés contemporáneo. Director de investigaciones en el Centro Nacional de la
Investigación Científica en Francia. Se ha especializado en estudiar sobre la teoría de la
argumentación. Destaca la publicación de su obra La argumentación.

no de los aportes de Plantin en el capítulo titulado "Lo que la argu-

U mentación debe a los sofistas", es haber hecho un recuento histó-


rico a propósito de la argumentación. Plantin señala, que en un
principio, ésta se relacionaba con la retórica, pero que a partir del Rena-
cimiento hay un evidente distanciamiento a causa del arribo triunfal de la
ciencia moderna relacionada con la experimentación. El autor propone
distinguir tres tipos de argumenta~) la argumentación en la retórica;
b) la argumentación científica, y c) los estudios contemporáneos.
En el capítulo "Los estudios de la argumentación", dentro del inciso La
argumentación retórica, Plantin se aboca a exponer lo que Patillon reseña
a propósito de la Rethorica ad Herennium (S. I a. de C.), en la cual se des-
cribe el proceso para llegar a un discurso argumentado: Además de men-
cionar los tipos discursivos (deliberativo, judicial y epidíctico), se habla de
las etapas, las cuales son: la argumentación, nombrada como la inventio
por los antiguos; la textual o la dispositio; y la lingüística o la elocutio. Asi-
mismo, cabe resaltar que el autor hace referencia a las partes de un dis-
curso tal y como ha sido ofrecido al público: introducción (exordio), narra-
ción (narratio) y epílogo (conclusión o peroratio). Por su parte, en el inciso
referido a la argumentación científica, sólo menciona brevemente al propio
Aristóteles cuando habla de los tópicos y en los Analíticos, a través de la
teoría de los silogismos científicos.

253
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

Al final de este capítulo, el autor se ocupa de los estudios actuales de 1


argumentación (a partir de 1945) y alude a la importancia del contexto /
los regímenes totalitarios, la posguerra y la urgente necesidad de teorizae
acerca del diálogo y el entendimiento. Plantin se refiere a los refundadore:
en la década de los 50, y en este sentido, menciona la obra de E. R. Cur- .· LA ARGUMENTACIÓN*
tius, Literatura europea y Ednd Media Latina, centrada en el estudio del
lugar común, y el propio Tratado de la argumentación de Pereleman, el Christian Plantin
cual ve la luz a finales de esa misma década. También, como obra rele- \ ..
vante, menciona The uses of argument de Tourin y el Manual de Retórica
Literaria de Lasberg. ·
Finalmente, cabe destacar del capítulo correspondiente a "La argu. CAPÍTULO 2
mentación en la lengua'', la explicación de Plantin acerca de la relevancia LOS ESTUDIOS DE LA ARGUMENTACIÓN
de los actuales estudios sobre la argumentación y la posibilidad de estu-
diarla desde otra perspectiva. Al respecto, el autor señala que la teoría de Jv-
la argumentación de la lengua fue desarrollada por Anscombre y Ducrot, 1 estudio d.e la argumentación puede relacionarse c ~ o
quienes redefinen los conceptos tradicionales de la argumentación. En
su propuesta teórica, dichos lingüistas mencionan que el sentido de una
enunciación, radica en la dirección, en la conclusión o el conjunto de con-
E confá~~cia (§ A). Después del Renacimiento, la retórica ya no ha
estaclosistemáticamente basada sobre la argumentación. Los lazos
entre argumentación y ciencia aristotélica se transformaron profunda-
mente con la aparición de las ciencias experimentales, más o menos du-
clusiones a las que se dirige tal enunciación, la cual, en sus marcas, da
pauta a ciertos discursos posibles en coherencia con algunas comunidades. rante la misma época, cuando la lógica del "sentido común" perdió todo
Para el estudio del discurso en el proceso comunicativo, es importante contacto con la _lógica "a secas" al C(l~~~irse ~ta última_~;;.-1:.1.!1ª disc~lin~
considerar la dimensión retórica, de ahí que la relación que hace Plantin matemática formal, al final del siglo XIX. La ar~_!!l~!1tac1~!1.!a.-! "_e'.l,j~i:tno
entre la lingüística y la retórica, para explicar el papel de la argumenta- una~e~nQE?a, manifiesta en los estudios contemporáneos, de
ción en la construcción de los discursos, sea pertinente dentro de los textos la que proponemos un cuadra en el § B.
que conforman esta Antología.

<.A), Entre ciencia y retóric,


····--~~-·-···-···· -····--.J
a) La argumentación en la retórica

Tradicionalmente se considera la teoría de la argumentación como la par-


te fundamental del sistema retórico. Después de la Retórica de Aristóte-
les la Rethorica ad Herennium (siglo I a. C.) presenta una notable expo-
sición de ese sistema, del que encontramos actualmente una reseña en
Élements de rhétorique classique, de M. Patillon (Nathan, 1989). Sobre
esta cuestión deben distinguirse dos puntos de vista:
13 21
* Tomado de Plantin, Christian, La Argumentación, España, Ariel, 2005, PP· · ;
109-118.

255
254
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

las posi<;i~~J~adve¡.:1;1~~- El discurso se ter~a con _:1na conclusión ("pe-


( ·,·-~.E:~ análi~i~ ..del proceso.ai;gumentativo enumera las diferen oración") que ré'éapitula los puntos esenciales. Senalemos que no existe
)f
·¡
t~:e.:~¡¿¡;;;;,1;;;'3.;f=J~"t:ti;!,,~:;~:,:~me11m!'.
de actos de habla planificados, terminados, que se dirigen a ~n ;~~~Jli.nto
:posición entre narració3:, y argumentación, ya que ~s~~n coorientadas
hacia una misma conclusion, en la que se afirma la posicion del narrador-
Lel s~no de un marco institucional concreto. La retórica antigua dis/º en argumentador.
el discur~o de la deliberación política (género "deliberativd') el d~gue
so del tr1~'!nal (g~nero "judiciaf') y el discurso de la alaban;a y ;~~r-
repro h3:c1~>n ~elogio Ycensura, género "epideíctico o epidíctico"). a b) La argumentación óentífica
El cnstiamsmo añadiría especialmente el discurso de la exhort · ·
r . . l Alta Edad MediaLel
re 1giosa, ª.. . , ac1on
i~11ero epistolar; la épocacontempor'
La teoría antigua de la argumentación no es únicamente retórica. Es im-
portante observar que desde los orígenes se desarro~ó.una ~ió? de la ar-
n~a: ~-ut&~14f<l..Y1ª~º-für~~!Í>n.Jn.ediática. Del mismo modo pe:: gumentación científica dentro del marco de un~ logica. ~~teles pr?-
rmtira la e_volu~io? del discurso de la decisión política hacia el de la porcionó las primeras formulaciones en ese sent~do en l?s ~opico~ Y, ~as
paganda ideologica. Pro-
tarde, en los Analíticos, donde se expone la teona del silogismo científico
La retórica antigua distingue cinco etapas en la producción de un d'18
curso argumentado: •
(véase capítulo 5). . . ,
La argumentación en una lengua natural maneJa conJuntamente la 1
lógica y la retórica. Las teorías modernas de la argumentación se esfuer-
- La etap}argume~tativa ("invención"): a través del pensamiento zan por articular esas dos formas de argumentación sin por ello reducir-
se buscan a~~ento~ pertinentes para el examen de una causa. Los ma-
nuales ,de retónca antigua proponen técnicas que permiten encontrar ("in- las.
ventar' ) tales argumentos. . "· ..
~ _
- La etapa textual ("disposición"): los argumentos que se han encon-
B) Los estudios contemporá11eo~:
tr:1~º se ordenan. Por ejemplo, se empezará por un argumento más bien /de·l945 hasta nuestros días
debil, reservando para el final del discurso el "argumento contundente"
capaz de conseguir la decisión de la parte de la audiencia que más duda. ' Veinticinco siglos más tarde, ¿dónd~ estamos? No es posible reconstruir
- La etapa lingüística ("elocución"), en la que la argumentación que aquí la historia de la argumentación retórica y científica; por otra parte,
se ha pen~ad?,to~a forma con palabras y con frases. Se proporciona mus- tampoco es seguro que una aproximación histórica sea la que nos pro-
culatura linguistica al esqueleto argumentativo. porcione la mejor introducción a los trabajos contemporáneos.
- ~as dos últimas ~tapas son las de la "memorización" del discurso Los estudios y las teorías de la argumentación ofrecen un panorama
necesana p~esto que ~1~ne que transmitirse -ante un público, en el trans~ contrastado. Antes de presentar algunos hitos importantes de esos estu-
la y dec1S1vo momento retórico ' el de la "acción" . E n la me _
curso· del., ultrmo dios es necesario señalar que su diversidad puede hacer dificil esta apro-
monzac10n Y acción, el trabajo del or~dor se asemeja al del actor. ximación y llevarnos a replegarnos hacia posiciones consagradas. En ese
caso, el estudio de la argumentación se concibe como la presentación de los
~nál~si.sdel~rrui1t~!Q._§e-interesa por la estructura del discurso grandes autores, por ejemplo Perelman en el ámbito francófono. Esta ten-
t~ com_o ha sido ofrecído al público. Por ejemplo, el discurso judicial em- dencia es aún más penosa si tenemos en cuenta que las diferentes "escue-
p1ez~ ~m sorpresa por la ~~ducciónJ'exordio"), continua con la na- las" tienden actualmente a internacionalizarse. La existencia de una So-
rrac1_()2 de los hechos, siempre ré'a'1Izacía desde el punto de vista de una ci,edad internacional para el estudio de la argumentación, o de la revista
de las partes ~n litigio. La na~ción con~.!:!.:uye los hechos sobre los que

--·
Argumentation, fundada en 1987, se puede considerar como algo repre-
se desarrollara la -~~~entac1ón, que se completa con la refutación de sentativo de un nuevo diálogo.
··~
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256
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Tomaremos en consideración los estudios de la argumentación de dueño de su discurso. Se oponíaª. la ar~~entación los ~~terminismos
el final de la segunda guerra mundial. La crisis del discurso político cos1e ~-11 nscientes", socioeconómicos o psicoanalíticos, que condic10nan la pala-
ltlC~n profundidad. Por otra parte, las visiones de la época privilegiaban
aparición de los regímenes totalitarios y las formas modernas de pr n a
.
gand a tiene, d es de luego, mucho que ver con su renovación. ºPa- bra fi rmas de las "luchas radicales", completamente opuestas al programa
O
las gociación y de mediación social conducidas de forma racional que
de ne .,
Illp añan a menudo a los estudios de argumentacion.
~
Sin duda, ello explica que Perelman en~ntrar~ p~ero . su pu'blico en
a) Los refundadores de los años cincuenta
de medios que se interesan por el discurso Jundico, donde la argu-
e1 senO ., ,
En Alemania, la obra de E. R. Curtius, Litefatura europea y Edad Med· tación en lengua natural es una preocupacion constante, asi como en
latina (1948) volvió a impulsar la investigación sobre uno de los concept~~ ~=t:dos Unidos, en los departamentos de ciencias del dis~urso (~peech
fundamentales de la argumentación, el de lugar común (o topos, palabr Departments), donde el contacto con la retórica nunca se habia perdido.
griega que significa "lugar''), tanto en la literatura como en las ciencia:
sociales.
b) Los años setenta: crítica de los
• El final de los años cincuenta marca una época crucial para los estu- paralogismos y lógica no formal
dios de argumentación. En el mismo año, 1958, aparecen en efecto el Tra-
tado de la argumentación. La nueva retórica, de C. Perelman y L. 01- • Con la obra esencial de C. L. Hamblin (1970), Fallacies, se inicia una
brechts-Tyteca, y The uses of argument, de S. E. Toulmin (véase el capí- nueva época. Se trata de una obra de referenc~a obligada t~n~. para los
tulo 4, B). Estas dos últimas obras, provenientes de horizontes diversos y historiadores de la disciplina como para ~os _filoso~o~ y los ~guistas. En
escritas en estilos totalmente diferentes, coinciden en una referencia co- ella, Hamblin presenta la primera histona sIStematica y critica de_ la no-
mún a la práctica jurídica. Buscan dentro del pensamiento argumentativo ción de argumento falaz, desde Aristóteles hast~ sus desarrollos rec~~ntes.
un medio para crear una racionalidad específica, práctica para los asuntos Propone claramente volver a plantear el estudio de la argumentac_ion co-
humanos. mo un estudio dialéctico (véase capítulo l, B), que tenga como obJe~ los
Es conveniente añadir a esas obras un libro de concepción muy dife- diálogos conducidos de acuerdo a un sistema de reg~as preestablecida~,
rente, pero, de hecho, perlectamente complementario, que apareció un explícitas, respetadas por los participantes ~ ~usceptibles ,d~ _un 7~tudio
año más tarde, en 1960: Manual de retórica literaria, de H. Lausberg. Es- formal. Esta obra está en el origen del renaclffilento del analisIS cntico de
te manual se presenta como una verdadera enciclopedia sistemática de la las argumentaciones, especialmente en los trabajos de J. Woods Y~- W~l-
retórica antigua y clásica. ton, y, en general, de las corrientes de estudios que se declaran partidanos
• Llegados a este punto, es necesario advertir sobre un riesgo de con- de la "lógica formar'. .
fusión. En los años setenta se desarrolló, bajo el nombre de "retórica gene- • J A. Blair y R. H. Johnson (1989) han recogido en Informal Logic un
rar', una retórica ... restringida, que e?'cluye la argumentación y se sitúa conjun~ de textos que, a través de la idea-eslogan de lógica n~ formal,
en la línea de una retórica de la elocución. Ha renovado el estudio de las marcan una ruptura con una concepción del análisis argumentativo exclu-
figuras de estilo, integrándolo en las problemáticas lingüísticas modernas sivamente adosado a la lógica elemental. Estas investiga~iones se pueden
(Grupo µ, Retórica general, 1970). leer especialmente en la revista canadiense Informal Logic. .
• En Francia, los años sesenta y setenta fueron, sin duda, poco favo- • En los países anglófonos, particularmente en Estados Umdos, ~sos
años representan un "giro argumentativd' en los departamentos de ci~n-
rables para el estudio de la argumentación. Se le opusieron críticas que
recusaban las nociones de "autor'' y de "intencio:ó.alidad". Se veía en las t
cias del discurso y en ciertos departamentos de filosofia, en los que la re
xión crítica sobre las argumentaciones en lengua natural vienen ª comp e-
prácticas argumentativas una tentativa ilusoria del sujeto por convertirse

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258
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

tar una enseñanza hasta entonces preocupada principalmente por la ló- . Pragma't'1ca linm,,i;:tica
º~remontan"integrada" en la lengua - l
, a la mitad de 1os anos setenta, en os
gica matemática elemental. Esta evolución se acompaña de una multip}¡. Con ra1ces que se ., . . 1d l
cación de las obras teóricas y prácticas, en lengua inglesa, consagradas a h nta se desarrolló en Francia una concepc1on ofinin~,na e .ª darlgumen-
oc e ., . de argumentación se rede o a partir e campo
la argumentación. tación : La.. noc1on
, . "drmsma .
" especialmente · de una obra d e J . c .
a partir
1 1
de la linguIStica De a etn(glu9a83) con un título programático: La argumen-
A .-.<>combre Y O. ucro
ru,,_, E t . tigación ocupa un lugar aparte en e1,amb't io
c) Tendencias recientes: las pragmá*as de la argumentación ación en la lengua. s a mves , )
~e los estudios de argumentación (véase capitulo 12.
Mientras la lingüística estudia el sistema de la lengua, la pragmática es , . . l' . a filosofía de la "acción comunicativa" .
una disciplina que estudia el uso de los enunciados, teniendo en cuenta su • Pragmatica socio ~gi~ ~ (
1981) Teoría de la acción comunica-
. Lhaaoinfl~rauf~~ !~~!er;bl:m:::i::n la investigación en argumentación,
contexto. Constituye un ámbito de estudio vasto, que encontramos con
toda su diversidad en su aplicación a la argumentación. tiua .,
Los estudios de argumentación explotan de manera particular la teo: en el sentido de una ética de la argumentac1on.
ría de los actos de habla de Austin (1962), Cómo hacer cosas con las pala-
bras, y en especial en la versión de J. R. Searle (1969) Actos de habla. Esta • "Lógica pra~ática" , . no son extrañas a las investigaciones
investigación generalmente se relaciona con la teoría de la conversación Las preocupaciones pragmat.1~as t tan de construir lógicas natu-
propuesta por H. P. Grice (1975) Lógica y conversación. Estos nuevos enfo- de los lógicos de la argumentac1~n qu~, raen la investigación en ciencias
qüés han hecho posible el estudio de argumentaciones consideradas "coti-
dianas'' o "comunes'', que se producen fuera del marco institucional. Ello
ha permitido medir el alcance de las evoluciones que han experimentado
cognitivas (G. V1gnaux, 1988,
1990, Logique et langage; Y la escue a e
iro;
rales Y que enc~entran una p~o;~ac10: acteur du monde; J. B. Grize,
Neufchatel con D. Miéville y M.
'
los "grandes géneros" retóricos y superar esta noción de género para ir ha- J. Borel).
cia el estudio del debate argumentado en general, sea o no polémico.
Existen cinco direcciones de investig;:i.ción relacionadas con la prag-
mática.
CAPÍT\JLO 12 ,,
• La "pragmadialéctica"
La corriente pragmadialéctica estudia la argumentación como un tipo .
~~----
LA ARGUMENTACIÓN "Er~}:~~~~YA
. . clásicas ven en la argumentac1on una
.,
de diálogos fuertemente sujetos a normas. Propone un sistema de reglas Todas las concepc10nes antigua~: d s dispositivos discursivos. La teo-
explícitas para el debate argumentativo racional (F. H. Van Eemeren y R. , . . t de programac10n e 1o J e
técnica consc1en e ., " ,, (AA,,eTL,) desarrollada por .· ·
Grootendorts, 1992, Argumentation, comunication and Fallacies). , d la gumentac1on en 1a 1engua ~
ria e ar d de mediados de los años setenta, se propone
Anscombre Y O. Ducrot es difi tes Esta teoría se desarrolla en el
• Argumentación y análisis de la conversación unos objetivos comp~etamentefr eretn t . or sus métodos como por sus
.. , t de la ase an o P
Los progresos del análisis de las interacciones verbales han permitido, marco de la linguis ica ' t· los conceptos de argumento Y
tas En esa perspec iva, .
asimismo, el análisis lingüístico preciso de la argµmentación en la conver- problemas Y su~,me . adicalmente redefinidos que se conviert:~'
sación (en francés, J. Moeschler, 1985, Argumeñtation et conversation; es- de argumentac1on son tan r . 1 diferentes de los conceptos clas1-
cuela de Ginebra, en torno a E. Roulet), respecto a ciertos aspe~tos ~senc1a es, en
cos, incluso en contradictonos.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

A) El ''sentido de las palabras" se desaconseja el restaurante:

La teoría de la AeL se ha desarrollado a partir del análisis de las "palabr 6. ¡No vayáis!
,,, d'dl as
vacias , es ecrr, e os conectores, que examinaremos en el§ B. Esta teo-
ría se aplica a las "palabras llena,;" y proporciona un análisis de ellas b _ 7 es un discurso monológico estándar
sado en la orientación que corrfierrni al discurso. ª
7. ¡Ese restaurante es caro, no vayáis!
a) Los topoi
. Co~sideremos la palabra interesante. Podemos considerar que un ob-
J_et_o es rnteresante si posee ciertas propiedades que lo oponeri a los objetos
ininteresantes. Del mismo modo, podemos considerar el enunciado
Los enunciados 3 y 6 se consideran, pues, como las conclusiones hacia las
l. Esta película es interesante que apuntan, respectivamente, 2 y 5. Esas conclusiones pueden, perfecta-
como un argumento que no aspira a una conclusión sino a una gama de mente, permanecer implícitas. Del mismo modo, tienen la particularidad
conclusiones, por ejemplo debe usted ver, comprar, conceder un osear... a de estar por completo relacionadas con el sentido de las palabras bueno y
e~a películc:. De ello se desprende que, desde este punto de vista, el pre- caro (dichas de un restaurante). Digamos de nuevo que, para la teoría de
d_1cado ser interesante no se refiere a una propiedad de la película; contiene la AeL, en su versión radical, las palabras bueno y caro no tienen sentido
srmplemente una alusión a un "lugar común" (un topos) que autoriza cier- referencial; no corresponden a ninguna descripción del restaurante. Todo
tas conclusiones en el seno de una comunidad de habla. Un topos se su sentido está contenido en el conjunto de las conclusiones a las que per-
define, pues, como un instrumento lingüístico que conecta determinadas initen llegar, de las que forman parte, claramente, las conclusiones ¡vaya-
palabras, que organiza los discursos posibles y que define los discursos mos! versus ¡no vayamos!
"aceptables", coherentes en esa comunidad. Por ejemplo, en el mundo ordi- Este análisis se sostiene por una concepción cuasi espacial del
nario, si se discute sobre la elección de un restaurante donde ir a comer y sentido: el sentido de una palabra no se busca en una correspondencia
alguien dice: con una realidad, fisica o mental, sino que debe verse como una dirección:
eso que yo quiero decir es eso hacia donde oriento (la conclusión hacia la
2. Ese restaurante es bueno, que oriento) -una parábola, evidentemente china, dice que cuando el sa-
entonces está aconsejando el restaurante; dicho de otro modo el enun- bio señala las estrellas, el tonto mira el dedo-. Las significaciones no es-
ciado 3 es una conclusión posible hacia la que apunta el enunciado 2: tán "dentro de" las palabras, sino en los marcos discursivos activados
por esas palabras y proyectados sobre la continuación del discurso: en ese
3. ¡Id! sentido, en la teoría de la argumentación en la lengua, significar significa
argumentar.
Un discurso bien formado monológico estándar será:

4. ¡Ese restaurante es bueno, id! Br1 Los...conectores


-------.__.,
Si, por el contrario, se dice: Las relaciones entre los conectores y la argumentación son muy conocidas.
Tradicionalmente, el conector porque se analiza como un introductor de
5. Ese restaurante es caro argumentos, luego, en consecuencw., como introductores de conclusiones.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

El análisis argumentativo de los conectores tradicionales se puede ext Es característico de la construcción gl~bal "p, pero ~" el apuntar hacia
der a nuevos conect ores y pone en eVI'dencia nuevos fenómenos. en. ·sma conclusión que su segundo constituyente Q. Dicho de otra mane-
la ~i construcción tiene el mismo valor argumentativo que Q; luego, se-
a) Definiciones _ ªhacia la conclusión
ra, · ¡No vayais.
,· , E sta t eona, da cuent a de 1a difierencia·
11 1
Un conector es una palabra de relación y de orientación que artic 1 ª
ª "P pero et y "Q, pero p". Observemos que una lógica veritativa asi-
entre ' .
las informaciones y las argumentaciones de un texto. Especialmente u a __ ;1 1 sentido de las dos construcciones: si. "P,, y "Q" son ambos verd a de-
., d 1
~-.e
conect or pone la m1ormac10n e texto al servicio de la intención argum' un n=ª e h d,
ros, 1as do s construcciones son verdaderas , y no ay na a hmas que ecrr.
d'
tativa global del mismo. en- Veamos ahora _el par de enunciados 12 y 13, en los que se an permutado
''p''y"Q":
b) Estudios de caso
• Pero 12. Ese restaurante es bueno, pero caro.
Tomemos un conector típico, la conjunción pero. 13. Ese restaurante es caro, pero bueno.
Consideremos el enunciado siguiente, que ejemplifica la estructura
fundamental "P, pero Q": Constatamos que 12 puede ir seguido del enunciado ¡No vayamos!, Y
no por el enunciado ¡Vayamos!; en consecuencia, sólo 14,. y n_o 1~, es un
11. Ese restaurante es bueno (= P), pero caro (= Q). discurso argumentativo bien formado (en los contextos ordmanos).

Para un lógico, en tanto que conector lógico, pero significa exacta- 14. Ese restaurante es bueno, pero caro, jno vayamot
mente lo mismo que y; el enunciado 11 es verdadero si y sólo si el restau- 15. * Ese restaurante es bueno, pero caro, ¡vayamos.
rante es a la vez caro y bueno. En general, la semántica del enunciado "p
pero Q" está por completo contenida en la equivalencia (A): ' Lo contrario es verdadero de 13; el discurso 16 está bien formado, pero
no 17:
(A) El enunciado ''p, pero Q" es verdadero si y sól,o si "p" es verdadero y
"Q" es verdadero. 16. Ese restaurante es caro, pero bueno, ¡vayamos! ,
17. * Ese restaurante es caro, pero bueno, ¡no vayamos.
Cualquier otra consideración sobre posibles "matices de sentido" aso-
ciados a pero plantea consideraciones psicológicas o, peor aún -si es posi- Subrayemos que aquí "A es un argumento para e" tiene que compren-
ble- para un lógico, consideraciones retóricas. derse como "el discurso A + e es gramaticalmente coh~rent~": Hay
Una intuición clásica sobre la estructura '.'P, pero Q" ve en ella la ex- · · t~ ... en el hecho de que se asimile aquí, de forma sIStematica, la
~~~ 18 'd .
presión de una oposición, y esta intuición es esencialmente correcta. Pero conclusión a la que apunta hacia el enunciado E y el enuncia o que _sigue a
la oposición_ no podría producirse aquí entre las proposiciones "p'' y "Q": E, en un discurso monológico estándar; el co1:1cepto de a~gumento sirve, de
por desgracia no existe contradicción entre "p'' = "ser bueno" y "Q" = "ser este modo, para describir el discurso gramaticalmente bien formado.
caro", cuando se trata de restaurantes. ¿Cuál es, pues, la naturaleza de
esa oposición? Apliquemos a esos enunciados fa teoría de la significación • Justamente
que hemos introducido anteriormente:
El adverbio justamente puede tener diferentes valores. En un enun-
- P apunta hacia la conclusión e (jldl); ciado como
- Q apunta hacia la conclusión opuesta no-C (¡No vayáisl).

264 265
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Los daños han sido justamente apreciados,


C) La argu/Jttª~ión.c.omoi;;emán!~~:1 intencional
t .. ~.....-"""

justamente se puede parafrasear por la locución "de una manera just ,, a) Una semántica del discurso ideal
En otros usos tiene un valor diferente. Consideremos el diálogo, orient ~ ·
por la pregunta: "¿Saldrá el Proponente esta noche?": ª0 El objetivo principal de la teoría de la argumentación "en la lengua" es edi-
ficar un nuevo tipo de semántica. Esta semántica es fundamentalmente
Oponente: -¡No saldrás esta noche! ¡Bien que esperó tu hermana intencional, pero se trata de un concepto de intención lingüística y no
tener dieciséis años! ª psicológica. Es posible decir "le invito a venil' con la_ intención psicológica
Proponente: - ¡Justamente, ya se ha visto el resultado! de atraer al interlocutor hacia una trampa, pero, sm embargo, el enun-
ciado manifiesta intenciones lingüísticamente amistosas. Por ejemplo, en
El Oponente justifica su rechazo con una argumentación que se des- el caso anterior, la significación de bueno estaba por completo contenida
compone de la manera siguiente: .
en mi intención de recomendar el restaurante, es decir en la conclusión
¡vayamos! La teoría de la AeL utiliza únicamente en este sentido lingü~-
- Argumento: Tu hermana ha esperado a tener dieciséis años para tico el vocabulario de la intención. De ello se desprende que, en esta teona,
salir por la noche.
no se pueda dar el análisis semántico de un enunciado aislado; el sentido
- Conclusión: Tú no saldrás esta noche.
no está orientado hacia el pensamiento o hacia la realidad sino hacia la
- Implícito fáctico: El Proponente no tiene dieciséis años. continuación del discurso. Por ese motivo se habla a propósito de ello
- Implícito argumentativo: una ley general, del tipo "los hijos de una de una "semántica del discurso idear'.
misma familia tienen que tratarse del mismo modd'.
El concepto de argumento relaciona de la manera siguiente el postu-
lado intencional con la orientación dada al discurso: el interlocutor "idear'
El proponente la rechaza devolviendo esta argumentación: es el que es capaz de pasar sin dudar al enunciado siguiente. Cada enun-
ciado orienta al interlocutor en una dirección discursiva determinada,
- Está de acuerdo con el hecho avanzado como argumento. hacia un determinado "X"; comprender a un locutor es ver lo que quiere
- Sin embargo, de ese mismo hecho él saca la conclusión implícita decir, captar sus intenciones, prever cómo va a continuar su discurso,
opuesta: Debes dejarme salir esta noche.
prever sus conclusiones; es, en una palabra, captar ese "X" hacia el que
- Implícito fáctico: la triste historia de la hermana cuyo instinto de apunta, y que es la razón por la que el enunciado ha sido emitido. Com-
libertad ha resultado desde hace demasiado tiempo humillado.
prender un enunciado es ser capaz de captar su sentido, es decir, las
- Implícito argumentativo -una forma de argumentación por las intenciones que expresa lingüísticamente, es decir, las conclusiones "X"
consecuencias-: "Una medida cuyas consecuencias son malas tiene que que prefigura. Comprender un enunciado es ser capaz de continuar el dis-
reformarse'.
curso al que pertenece, ser capaz, si no de dar con precisión el enunciado
siguiente, sí al menos de dar su forma semántica (siempre en un discurso
Justamente es un operador ejemplar de la operación de devolución ideal monológico). Es ese "X" el que da la significación de la "conclusión" en
que está en la base de la relación argumentativa. Es, pues, un instru- la teoría argumentativa-intencional de la significación; y si es la conclu-
mento argumentativo peligroso; ante una argumentación a la que no se sión, entonces el enunciado que orienta al locutor hacia ella toma necesa-
sabe ~,emasiad~ cómo replicar, siempre se puede decir ''iustamente, justa- riamente el estatus de "argumentd'.
mente , que deJa entender que los hechos que ha invocado el adversario En resumen: el sentido de un enunciado (de un argumento según las
abogan no por su propia conclusión sino precisamente por la conclusión definiciones precedentes) es dado por el enunciado que le sigue, es decir,
opuesta... ·
su conclusión (siempre en un discurso ideal monológico).

266
267
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

Esta conclusión remite a las intenciones (lingüísticas) del enunciador;


el sentido del enunciado es el retrato de su enunciación. En suma, el
sentido, e~-.<J~.cir, la "intenci9n", se define aquí como la causa final
del enunciado. -..... .... . -- .. /
-·--itñ-·esfü.~ría, la fuerza de la restricción argumentativa es por com-
pleto una cuestión de lenguaje. No es diferente de la de un discurso cohe- TERCERA PARTE
rente. Rechazar un argumento es quebrar el hilo del discurso ideal. La Aplicación.
Teoría y Método.

b) Argumentación;y Clffividad c½_}y;ibla


Presentación
La cuestión de las relaciones entre esta concepción de la argumentación
con las concepciones clásicas no es fácil, y es posible mostrar que no pue- Esta tercera parte está formada por seis artículos en los cuales se aplica la
den asimilarse a priori. Una diferencia fundamental es que, en la concep- metodología del análisis del discurso. Los autores sori investigadores y
ción lingüística de la argumentación, no es posible dar un sentido a la idea profesores que laboran en instituciones de educación superior y que se es-
de evaluación de los argumentos. La actividad-de-argµ,l!lentación e.§ coex- pecializan en los estudios del discurso y su metodología analítica. Con-
tensivJJ.. aJ_ª_¡i_ctividadd~habJa, y tañ pronto como se habla, se argumenta. sideramos que, desde el punto de vista didáctico que guía la conformación
La teoría de la argumentación en la lengua muestra con una fuerza de esta Antología, estos artículos, coadyuvan a la comprensión de la apli-
particular que J;tl..1enguai!LP9,J~s _transparente, y que la argumentación, cación teórica y metodológica del análisis del discurso.
definida como la lógica de encaden~mieñtos· de enunciados, no puede re-
Los artículos se ocupan de temas muy diferentes entre sí y, en igual
ducirse a una lógica del pensamiento o de los objetos.
forma, aplican la metodología del análisis del discurso desde perspectivas
teóricas diversas. El propósito es resaltar el hecho de que no hay un solo
método para realizar este tipo de análisis y que la perspectiva teórica del
estudio del lenguaje aplicada a los procesos de la comunicación es muy
rica y variada.
Otra singularidad de esta parte es que en la perspectiva teórica de ca-
da uno de los artículos se recurre a algunas de las propuestas teóricas
referidas en las dos primeras partes de esta Antología, pero también se
trabaja con otras propuestas teóricas no incluidas en dichas partes. La
intención es acrecentar, en este material didáctico, las propuestas teóricas
del análisis del discurso y, además, dejar una constancia ilustrativa de có-
mo realizar un análisis discursivo.
El título de cada artículo señala el tema y el objeto de estudio y al ini-
cio de cada uno, se explica brevemente el objeto de estudio, el propósito del
análisis y la perspectiva teórica. Posteriormente, se lleva a cabo la aplica-
ción metodológica del análisis y se indican algunas conclusiones generales.
La bibliografia que se indica al final de cada artículo constituye una
referencia que enriquece el propósito didáctico de la Antología.

268 269
DISCURSO PERIODÍSTICO
Y OPINIÓN PÚBLICA.
Cartas de los lectores en el marco de las elecciones
de 2006 en México

Eva Salgado Andrade*

Introducción

a sociedad contemporánea se enfrenta a la creación incesante de

L nuevas y sofisticadas formas de información y comunicación. A los


medios masivos tradicionales se suman, en forma rápida e impre-
decible, otros medios que modifican de una manera drástica los mecanis-
mos en que la información y las opiniones se generan y se difunden. Así, la
Internet, con sus múltiples géneros y variantes, tales como portales elec-
trónicos, páginas institucionales y personales, blogs o correos electrónicos,
y hasta los teléfonos celulares, no sólo ponen a nuestro alcance formas
hasta hace poco impensables de comunicarse y, más aún, convierten al
otrora pasivo consumidor de noticias en un comunicador potencial, que ar-
mado sólo de una computadora personal puede lanzar al mundo entero
todo tipo de materiales, que abarcan una gama inimaginable que va desde
episodios de su vida particular hasta sus opiniones en torno a los más di-
versos acontecimientos.
En este trabajo nos proponemos explorar cómo funcionó, durante un
momento específico, un selecto grupo dentro de este creciente grupo de
opiniones del público consumidor de medios. Nos referimos a las cartas

* Doctora en Lingüística Hispánica por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.


Profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y el Centro de Investigaciones Y
Estudios Superiores en Antropología Social. Autora del libro Qué dicen los periódicos.
Reflexiones y propuestas para el análisis de la prensa escrita y del artículo "La prensa
escrita en México frente al cambio de régimen", en Revista Mexicana de Ciencias Políticas Y
Sociales, núm. 199, México, FCPyS-UNAM, enero-abril, 2007, pp. 35-62.

271
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

de los lectores que fueron publicadas en la prensa escrita en el marco de COJ?-siderado trascendental! incl.Yi_dªJªJorma e11 queJQ_hfü!YªJQrado. En-
las elecciones de 2006, polémico proceso que tuvo entre la población un tre los autores que se han ocupado de trabajos teóricos, metodológicos o
efecto de polarización política que aún subsiste en nuestro país. empíricos que pueden inscribirse en el campo del análisis del discurso de
la prensa escrita destacan Van Dijk (1997), Calsamiglia y Tusón (1999)
Chilton y Schaffner (2002), Wodak et al. (2000), Fairclough (1995), Renke-
Contexto ma (1999) y Gee (2002), por señalar algunos. Asimismo, existen propues-
tas donde se entrecruzan los ámbitos de los discursos de la política y del
Antes de presentar el corpus que sirve de base para este análisis, cabe periodismo, como los de Van Dijk (1996 b), Fairclough (1998), Gauthier
reflexionar sobre la importancia específica que revisten las opiniones que (1998), Graber (1998), Wolton (2000) o Fonte (2002).
se publican en la prensa impresa. Por principio de cuentas, es importante A decir de varios deJos autores a,ntes mep.c::iona,dos,_lajn.fürmación de
preguntarse cómo es que, en un mundo tan comunicado, aún subsisten los la prensá kpresa está revestida de una sensación de legitimida,d, y desde
periódicos impresos, aquéllos que día con día, ya sea por venta directa en luegci de permanencia, superior a la que se difunde por radio, televisión o
quioscos, voceadores, suscripción o consulta en espacios públicos, son leí- Internet. Su preservación y consulta suponen procesos más complejos que
dos, revisados, hojeados y preservados en hemerotecas. las opiniones publicadas en papel.
Una reflexión inicial para esclarecer esta pregunta nos conduce a que Por otra parte, el hecho mismo de que un periódico específico seleccio-
la prensa impr~ pa,rec~. gozar de una relativa supremacía, que radica ne y publique un conjunto de opiniones y no otras, confiere a aquéllas una
principahnenfü en la _sensa,ción. de.finitud.o pgp:p.anencia, de lo esc~:t,? especie de distinción, las vuelve jerárquicamente superiores. Baste ver, a
sobre otros medios de registro (pese a que la tecnología ha aumentado las manera de ejemplo, cómo prácticamente todos los diarios y, de manera
posibilidades de consulta o"almacenamiento de discursos audiovisuales). cada vez creciente, los propios columnistas y articulistas, destinan espa-
Ong hace notar que ezjste mconvicción de que "no hay manera de refutar cios para que los lectores comenten sus notas, a tal extremo que existen en
un texto directamente, Después de una impugnad.ón g~neralizada y de- la prensa columnas enteras que se arman casi fundamentalmente de opi-
vastadora, dice exáctaµientelo mismo que_a11tes". 1 Sobre el mismo punto niones de los lectores. De esta forma, es posible seguir, con todo detalle, la
añade: "LJ ~preso produce una sen~áción de finitud, de que lo que se forma en que la sociedad en general se interesa por opinar, por mostrar su
encuentra en un texto está concluido". 2 adhesión o rechaw frente a ciertos hechos, que en ocasiones logran conci-
Por ello, el_Qis.Gµi:~o periodístico es una herramient11 poderosa para el tar cientos de puntos de vista, donde los lectores se rebaten entre sí, argu-
estudio de los procesos ideológicos que mediatizan las relaciones.clepod~r mentan y polemizan con otros lectores, con los articulistas e incluso con el
y de control cop..base en las cuales funcionan las.sociedades. Los sistemas propio periódico. Sin embargo, no todas estas opiniones pasarán a la in-
conceptuales que dan forma al discurso periodístico se alimentan con los mortalidad que, en cierta forma, les confiere su publicación en el periódico
materiales del mundo social y se rigen por todas las formas en las que impreso.
opera ese mundo, ya sean educativas, éticas, intelectuales o políticas. Por otra parte, una revisión de los principales periódicos que actual-
En el espectro de los medios de comunicación masiva, la prensa es un mente circulan en México arroja una observación interesante: ya en de-
discurso privilegiado que,.si bie.ne~tá.leJ9,~.@sexp~jetivo, desde hace unos suso la práctica, casi consustancial durante décadas a cualquiei:fldft.E~, ~-E!,
cinco siglos (desde que a finales del siglo XV comenzaron a circular las pri- p11olicar un editoriáJ. que da~a cuenta de su posición frente a,J;Lnoticia
meras hojas sueltas) con frecuencia ha perpÚtidó a las sociedades contar principal:· pe hecno,. en tiempos recientes sólo La Jo~nad0:_ y_ELQ'!Ü!e:tJJal
con un registro diario de su devenir o, al menos, de lo que aquéllas han Ji{i'bijc,m eclitoi:fole:S c\i~,tf~m,f~!e· Al carecer de editonalés, los periódicos
ostentan una supuesta postura política neutral frente a los.a,conte,9,imien-
1
Ong, Walter J., Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra, p. 81. tos. Al mismo tiempo, en forma creciente, la voz de los propios lectores,
2
Ibídem, p. 130. po~· iniciativa propia o convocada por nuevos esquemas y posibilidades

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

tecnológicas de la prensa, sobre todo en sus modalidades virtuales, se hace es el que dice: 'Dios está de nuestra parte'. El equivalente de 'Dios está de
cargo de la función de opinar. Sería ingenuo, desde luego, suponer que la nuestra parte' es hoy en día 'la opinión pública está de nuestra parte'". 5 Se
opinión aflora y es tratada de manera espontánea o inocente; al abrir es- desprende de aquí una de las estrategias fundamentales de la política:
pacios a sus lectores y, más aún, al seleccionar algunas de estas opiniones constituir la idea de que existe una opinión pública relativamente uná-
para sus versiones impresas, los periódicos avalan, con frecuencia, una nime, capaz de legitimarla y reforzar las relaciones de fuerza que la hacen
postura política, abierta o subrepticia, frente a episodios políticos, escu- posible. Para Habermas, e~ ocasiones: lo_ que_ se pretende hacer pa~~r por
dada en la opinión de los ciudadanos. opinión pública es "más bien un plebISc1to dISpuesto a ~- ac~amac1on, un
clima de opinión''. 6 En este proceso de búsqueda de legitlIDldades y con-
sensos por parte de la opinión pública, se entiende por qué el Estado y los
Marco teórico partidos buscan "la confianza del individuo: valiéndose más de_ per~onas
que de programas y disposiciones, que pudieran parecer extranos, impe-
Antes de proseguir con el análisis de las cartas de lectores y su función netrables y abstractos al ciudadano". 7
como elementos formadores de opinión, conviene detenerse en este con- Esto explica la importancia creciente de opiniones como las que se
cepto. Young define opinión como "una creencia bastante fuerte o más in- difunden por medio de las cartas de lectores, género que por cierto pare~e
tensa que una mera noción o impresión, pero menos fuerte que un cono- sufrir una metamorfosis. Durante décadas, el espacio de correspondencia
cimiento positivo basado sobre pruebas completas o adecuadas." 3 Así, al servía primordialmente para dar a los lectores espacios para hacer públi-
hablar de opiniones estarnos frente a creencias socialmente compartidas. cas sus denuncias o conflictos frente a las autoridades o prestadores de
Por lo tanto, las opiniones se ubican en la esfera de lo público. Bockel- servicios: quejas por insuficiencia en recolección de basura, alumbrado pú-
mann4 sostiene que público no necesariamente debe entenderse como algo blico, pavimentación, falta de transporte, etcétera. En cambio ahora, sobre
opuesto a lo privado, sino que se refiere a los temas, intenciones, estructu- todo en algunos diarios, esta sección sirve para hacer públicas las posturas
ras y oportunidades que son "generales", es decir, que gozan de omnipre- 0 pronunciamientos de sus lectores frente a los hechos noticiosos Y_ los per-
sencia. La esfera de lo público, continúa el autor, se integra por especialis- sonajes, principalmente políticos, en ellos involucrados. Ello ha s1~0 tam-
tas (que argumentan públicamente) y por consumidores (que asimilan de bién consecuencia de la creciente introducción de nuevas tecnologias a la
lo público). W,)>!,:iyadp p.o n~9~~ariamente excluye lo públi_c(), pues l:lqy~l prensa, que permiten a los periódicos entablar una mayor retroalimen-
,e.,~tá mediat~l:ldQ P.Q!Ja acc.ién1. de los medios de comunicación social. En tación con sus lectores, al ser cada vez más populares los mecanismos p_ara
./ ~s_.!~§~nticl()¡lª ()piiiión pública no se forma ª· sí misma a.p.art.i! el~ ~hver;ai · realizar encuestas o sondeos, además de los foros para correspondencia o
Óp_igjpn~s privadas, sino que éstas son en buena medida consecuencia.de la creación de espacios para conversaciones o chats de lectores. De hecho,
. lo que se dil'unde podos medios masivos. · ·· en las versiones electrónicas de los principales diarios es una práctica
La opinión pública es, desde esta perspectiva, un elemento esencial de creciente la posibilidad de que los lectores hagan públicas sus opiniones en
la política. Bourdieu plantea que el capital específico de un dirigente es tomo a todos los materiales publicados, ya sean notas informativas, co-
tan sólo un valor fiduciario que depende de la representación, de la opi- lumnas artículos o cualquier otro género periodístico.
nión, de la creencia, de la fidelidad; el hombre político, al igual que el hom- En función de lo anterior, parece pertinente ampliar la tipología tra-
bre de honor, es un individuo especialmente vulnerable a las suposiciones, dicional de los géneros de opinión, que ubica como tales sólo al editorial, la
a las calumnias, al escándalo, es vulnerable a todo lo que amenace la
creencia, la confianza. En suma, siguiendo a Bourdieu, "el hombre político
5 Bordieu, Pierre, Cuestiones de sociología, pp. 222-223. _,
G Habermas, Jurgen, Historia y crítica de la opinión pública. La transformacwn es-
3
Young, K et al., La opinión pública y la propaganda, p. 11. tructural de la vida pública, p. 243
'
1
Biickelmann, Franz, Formación y funciones sociales de la opinión pública, p. 52. 7 Bockelmann, F., op. cit., p. 35.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

umna el artículo y la caricatura política. A éstos deben necesariamente de los materiales periodísticos, siempre y cuando estos datos sean consid _
col , ' h
sumarse las encuestas y las cartas de los lectores, genero.s que .ªn au- ra~os como .un material s~sc~ptible de inte1:'Pr~tació~, proceso que bien P~-
mentado considerablemente su presencia en la prensa escnta mexicana y dría denommarse lo cualitativo de lo cuantitativo. Siguiendo este orden de
que se convierten en una estrate.gia para hacer públic~s las op~ones. ideas, puede advertirse que existe una relación directa con la importancia 1
¡,!
A partir de estos planteannentos, en este trabaJo se analiza uno de del diario y el número total de cartas publicadas: La Jornada (44) Re- i,1
tantos episodios donde la opinión pública, materializada en las cartas que forma (36), El Universal (20), Milenio Diario (12), La Crónica de Hoy (6) y
los lectores enviaron a diversos diarios nacionales, se convirtió en una im- Excélsior (5).
portante estrategia política.
Tabla 1
Cartas publicadas
Las cartas de los lectores entre el 1 y el 5 de julio de 2006
entre el 1 y el 5 de julio de 2006 La Jornada 44
Reforma 36
Este análisis se enmarca en la serie de irregularidades presentadas antes,
durante y después de las elecciones de julio de 2006, tales como la cam- El Universal 20
paña de odio y la polarización social que ésta generó, el bombardeo publi- Milenio Diario 12
citario y el cuestionable desempeño del Instituto Federal Electoral al dar a La Crónica de Hoy 6
conocer los resultados preliminares de los comicios del 2 de julio. Cabe co-
Excélsior 5
mentar que la importancia que tuvo la prensa como elemento de comuni-
cación política en modo alguno se entendería si nos atenemos sólo a la evi- Total 123
dencia numérica que representa el ínfimo gasto que los partidos destina-
ron a la prensa; de acuerdo con cifras dadas a conocer por el propio IFE, el Como siguiente paso en el análisis definimos el tema de cada unidad.
71 % de los gastos de campaña se destmaron a la televisión; el 15.3% a la La definición del tema supone una operación bastante más complicada de
radio, en tanto que un ínfimo 0.3% fue dirigido a la prensa, por debajo in- lo que parece a simple vista y, desde luego, es imposible que lleve a resul-
cluso del 3% que se destinó a Internet. Sin embargo, como se señalaba tados similares entre un analistay otro, es decir, que la información pu-
arriba, es~-.a cifra mínima no representa un indicio confiable del impor- diera agruparse en campos temáticos idénticos. Slakta propone que los
tante papel que, en este proceso, desempeñó la prensa escrita. campos se definen por sus relaciones con otras unidades, las cuales se
Para examinar la función de las cartas de los lectores en una parte del establecen a partir de la experiencia, del conocimiento preciso de la reali-
proceso electoral, específicamente durante los cinco primeros días de julio, dad social.
llevamos a cabo el registro y análisis de lo publicado en las secciones de El proceso que implica la reducción de sentido o construcción de ma-
correspondencia publicadas en seis diarios nacionales: "El Correo Ilustra- croestructuras temáticas, sin importar cuán empírica y diversa sea su
dd' en La Jornada, "Voz del lector" en El Universal, "Yo lector" en Excél- naturaleza, puede seguir ciertas reglas que, desde luego, no son invaria-
sior · "Cartas del Lector'' en Reforma, "Lectores" en Milenio Diario, y "El bles, pero conviene mencionarlas puesto que sirven como punto de refe-
Bu¡ón" en La Crónica de Hoy. ·· rencia para entender el proceso de definición de los temas. De acuerdo con
Antes de presentar en detalle los textos de algunas de estas cartas, Van Dijk8 existen tres macrorreglas por medio de las cuales los escuchas o
ofrecemos un panorama global de la muestra. En estos días se registró un lectores de un discurso hacen la correspondiente y necesaria abstracción
total de 123 cartas (ver tabla 1). Es importante valorar el gran potencial
que se ofrece al tomar en cuenta la dimensión cuantitativa de los registros 8 Van Dijk, Teun. A., Estructura y funciones del discnrso, una introducción interdisci-

plinaria a, la lingüística del texto y a los estudios del discurso, pp. 47-52.

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¡¡
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

que les permite comprenderlo, almacenarlo, reproducirlo y -añadimos Tabla 3


nosotros- analizarlo: supresión, generalización y construcción. Función de las cartas no re[eridas a elecciones
De esta forma, una vez aplicado el proceso anterior a las 123 cartas ( 1 al 5 de julio de 2006
pudimos identificar cuáles tenían como tema principal las elecciones y FUNCIÓN La.Jamada Refol'ma. El Universal Excélsiol' Milenio Cl'ónica Total
cuáles se ocuparon de otros asuntos. Como era viable suponer en vista del Denuncia 4 1 1 3 1 o 10
contexto electoral que permeaba el ambiente, poco más del 70% de las car- Pronunciamiento 4 4 1 o o 1 10
tas (87 de un total de 123) publicadas entre el 1 y el 5 de julio tenían como Réplica 2 o 2 o o 2 6
tema las elecciones del 2 de julio (ver tabla 2). Homenaje 1 3 o o o o 4
Sugerencia o 1 1 1 o o 3
Tabla 2 Invitación 2 o o o o o 2
Temas de las cartas publicadas
Condolencia o 1 o o o o 1
entre el 1 y el 5 de julio de 2006
Total 13 10 5 4 1 3 36
Peri.ódico Elecciones Otros Total

La Jornada 31 13 44
Entre las denuncias encontramos protestas por abusos de autoridad
Reforma 26 10 36 contra trabajadores de la Dirección General de Educación Indígena y de la
El Universal 15 5 20 UPN, contra vecinos de Coacalco, agresiones a trabajadores docentes, ano-
Milenio Diario 11 1 12 malías de tránsito, coladeras tapadas y hasta una queja contra el periódico
Excélsior por no publicar notas sobre béisbol. Los pronunciamientos eran
La Crónica de Hoy 3 3 6
cartas de los lectores en torno a acontecimientos en los que no estaban di-
Excélsior 1 4 5 rectamente involucrados, sino que emitían su opinión en torno a hechos
Total 87 36 123 noticiosos; así condenaron la muerte de Alexis Benhumea como consecuen-
cia de la represión en Ateneo, la falta de información sobre actividades de
la Otra Campaña, la violencia en Acapulco y la violencia en Oaxaca, va-
Al analizar las 36 cartas no referidas a las elecciones, se identificaron rias opiniones en torno a la sospechosa aplicación de justicia (en vísperas
las siguientes funciones: denuncias, pronunciamientos, homenajes, invita- de la jornada electoral) al ordenarse el arraigo de Luis Echeverría y una
ciones, réplicas, sugerencias y condolencias, suscitadas por temas que en demanda de alto al fuego en Palestina. Las réplicas consistieron en las
esos días competían con el de las elecciones, que acaparaba prácticamente aclaraciones o desmentidos en torno a información publicada en los dia-
todos los medios impresos y audiovisuales (ver tabla 3). rios. Por cuanto a las invitaciones, se registraron dos, ambas en La Jor-
nada: una en busca de apoyo para la realización de una marcha, un mitin
y una fiesta de la comunidad lésbico-homosexual y otra pidiendo donati-
vos para participar en programas de apoyo a enfermos de sida. Las suge-
rencias fueron en todos los casos para los propios periódicos: pidiendo
evitar derroche en la publicación de esquelas, el anonimato para quienes
escriben en los diarios y la promoción de lugares alternativos para ir de
vacaciones.

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278

¡/.ji
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Resulta por demás interesante la información que arrojan las cartas cías de la construcción de un clima de opinión conveniente para legitima
dedicadas a temas "marginales" en contexto informativo saturado del te- las elecciones. La ciudadanía fue el principal destinatario de estos exho/
ma electoral, en tanto que representa un interesante termómetro para tos: alentar el voto y vencer al abstencionismo fue el tema principal. El
saber qué ocupaba, en esos días, la atención del común de los ciudadanos y siguiente actor social más insistentemente exhortado durante este proceso
cuál era el sentido que se perseguía con su inclusión en la prensa. fue Andrés Manuel López Obrador, sobre todo a partir del 3 de julio, para
que aceptara los resultados que ya desde la noche del 2 de julio, con el
Tabla4 conteo del PREP, daban como candidato triunfador al panista Felipe Cal-
Función de las cartas relacionadas con elecciones derón. El diario Reforma fue el que, en ambos casos, obtuvo los más altos
(1 al 5 de julio de 2006
registros. Es interesante asimismo advertir cómo el tercer lugar en mate-
PERIÓDICO Exlwrtos Denuncias Homenaje Invitaciones Reflexiones Réplicas
ria de exhortos lo ocuparon ambos candidatos punteros (López Obrador y
Reforma 24 o 1 o 1 o Calderón), y cómo, en ningún caso, se exhortó de manera exclusiva al can-
La.Jornada 10 17 o 1 o 3 didato panista para aceptar los resultados (ver tabla 5).
El Universal 10 1 1 o 3 o
Milenio 7 1 1 o o o Tabla5
Excélsior 1 o o o o o Actores sociales exhortados durante las elecciones en
Crónica 1 2 o o 2 o las cartas de lectores ( 1 al 5 de julio de 2006
Ambos Autorws. Autorids. Au.torids.
Total 53 21 3 1 6 3 EXHCJH'IUS Ciuaad.a.nía. AMLO i,candid.atos Políticos electorales federales judiciales Legisladores
Reforma 6 6 5 3 4 o o o
Al identificar las funciones de las cartas referidas a las elecciones se El Universal 2 o 3 1 1 1 o 2

observa que la que obtuvo el más alto registro fue exhortar (ver tabla 4'): Milenio 2 o 2 2 1 o o o
en Reforma, 24 de 26 cartas (92.30%); en Milenio, 7 de un total de 9 La Jornada 1 2 o 1 5 o 1 o
(77.77%); en El Universal, 10 de un total de 15 (66.66%), y por último, la Excélsior o o o 1 o o o o
única carta publicada en Excélsior referida a las elecciones fue precisa- o o o o o o
La Crónica o 1
mente para exhortar. Como se verá más adelante, al observar algunas
Total 11 9 10 8 11 1 1 2
cartas en particular, pareciera que la voz de los lectores desempeñó una
función más que conveniente para la construcción de un clima de opinión
que legitimaba la celebración de un proceso electoral limpio y ejemplar. La firma que identifica a los autores de las cartas, información que es
En cuanto a denuncias, prácticamente el único periódico donde se editada por los periódicos, también ofrece datos interesantes. En la tabla 6
abrió el espacio para hacerlas públicas, principalmente a partir del 3 de se condensan los datos que, en cada diario, acompañan a la firma.
julio, un día después de las elecciones, fue La Jornada, que por sí solo pu-
blicó el 81 % de denuncias (17 de 21 registradas). Éstas se refirieron a irre-
gularidades en la integración de las listas nominales, durante las eleccio-
nes, durante el conteo, durante los primeros datos emitidos por el PREP
(Programa de Resultados Electorales Preliminares), de actuación del IFE,
y de propaganda ilegal del PAN, entre otros temas, sobre los cuales más
bien se guardó silencio en los demás diarios.
Al identificar quiénes fueron los exhortados se obtienen más eviden-

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Tabla6 perteneciente a cierta clase social, lo cual no es un dato desdeñable en el


Información que se publica con respecto :marco de la polarización social que marcó a esta campaña, en la que se
a la autoria de las cartas insistió en colocar en diferentes estratos a quienes simpatizaban con el
Individual Nombre con Nombre, con Sólo candidato del PRD frente a los que se inclinaban por el del PAN.
PERIÓDICO Colectivo identificado colonia y ciudad ciudad nombre Por último, es significativo el hecho de que en dos diarios (Milenio y
Crónica) las cartas publicadas en estos cinco días se liinitaran a ofrecer el
La Jornada 7 5 o 6 13
nombre del firmante. Juan Martínez Valencia, Martha Zepeda, Luis Es-
Reforma o o 8 13 5
quive! Olmos, María Teresa Gómez, Ramona Jiménez, Ariel Santiago Pé-
El Universal o o o 9 6
rez, Antonio Castillo Santillana, entre otros, fueron los sedicentes ciuda-
Excélsior 1 o 1 o o danos cuya voz parece haber sido convocada, para legitimar al unísono la
Milenio Diario o o o o 11
celebración de comicios, que ellos mismos categorizaban como limpios y
La Crónica o o o o 3
transparentes.
La Jornada es prácticamente el único periódico donde los firmantes
ap~recen ~o~o un colec~iv~; este dato es un indicio de la importancia que Un acercanriento a las cartas
ha ido revIStle?do este diana para la_ conformación de la sociedad civil, que
encuentra en el la forma de pronunciarse o denunciar, como grupo, su pos- Como señalábamos arriba, al observar los resultados cuantitativos globa-
tura con_ respecto a algún acontecimiento, en este caso los resultados de les de las cartas, se hace evidente una línea editorial que abrió las puertas
las elecc1o~es. Entre los colectivos registrados, se encuentran el grupo We del periódico a los lectores para exhortar a los electores a participar en los
Cou~t de cmdadanos mexicanos radicados al sur de Miaini, pidiendo a los comicios o a los candidatos para aceptar los resultados. Una mirada en
cand1dat~s_pensar en los paisanos que viven en Estados Unidos; 66 ciuda- detalle a algunas de las cartas confirma esta lectura.
danos ex1gi~ndo al IFE a actuar con responsabilidad; un colectivo confor- Así, el 2 de julio, en la sección "Lectores", de Milenio Diario, una carta
mado por diversas organizaciones y ciudadanos (Diálogo Nacional, FSCISP abarcó por sí misma todo el espacio destinado a la opinión de los lectores.
P?NC, MONAE,_Frente Socialista, ONPP, FPR. Gustavo Ortega Bravo, coor~ El único dato que se ofreció sobre el autor es el nombre, Juan Martínez
dmador operat~v~ del MONAE. Ornar Garibay Guerra, FPR. Arturo Mella- Valencia; el texto no aportó pista alguna sobre la edad, ocupación o lugar
do, ~re~te Socialista) para defender el voto en contra de irregularidades. de residencia desde el cual este ciudadano hacía enfáticos llamados a vo-
Por ult~o'. lla~a. la atención que la única firma colectiva registrada en tar, argumentaba con optimismo que los fraudes eran cosa del pasado y se
otro penod1co_ ~tmto a La Jornada, apareció en El Excélsior, el 5 de julio, pronunciaba en contra del abstencionismo (de hecho, este clamor sirvió
Y correspon~10 ~ representantes de la comunidad judía de México para para titular su escrito). A lo largo del texto llama la atención el manejo de
defender la limpieza de las elecciones. tiempos verbales; necesariamente debió escribirse antes de la hora de cie-
Otro dato que se muestra interesante es que sólo en La Jornada los rre del periódico (una o dos de la mañana), sin embargo, su autor se ubica
firm~ntes aparecen plenamente identificados, en ocasiones por lo que ellos en el tiempo presente de los lectores potenciales del día de las elecciones
escriben de sí mismos ("investigador de la UNAM" , "un m a te ma't'1co egre- ("un día sin precedentes para México es este domingo 2 de julio"), para
sado d~ ~ UNAM c~n 33_ años d~,experienéia docente"). En cambio, los desde allí exhortarlos a votar, recurriendo enfáticamente al imperativo:
otros _dianas no publican informac10n que perinita identificar a los firman- "¡Hagámoslo!" También es significativa la vehemencia con la que, aun sin
tes;. s1 ~caso, como ocurre con Reforma, suele ofrecerse, para el caso de los haberse realizado las elecciones, Martínez Valencia aseveró: "Los fraudes
ca~1talinos, datos sobre la ~olonia donde habitan: Bosques de Las Lomas, electorales han quedado en el pasadd':
~a~oles, Narvart:, Coy?acan. Una reflexión en torno a estos datos parece
md1car que el senalannento de la colonia perinite ubicar al lector como

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Contra el abstencionismo La labor de numerosos observadores imparciales en todo el país es


otra fuente de certidumbre.
Un día sin precedentes para México es este domingo 2 de julio. Mi110- El Instituto Federal Electoral tiene el respeto y la confianza de todos
nes saldremos a votar con la certeza de que nuestro sufragio será con- los mexicanos. Su compromiso con la democracia le ha llevado a trabajar
tado y respetado. El momento decisivo ha llegado, en nuestras manos está con gran profesionalismo, que es garantía de transparencia y de certeza l;
el rumbo político que habrá de seguir el país en los próximos seis años. en la elección. (Vicente Fox, Los Pinos, 2 de julio de 2006, Presidencia de la
Los fraudes electorales han quedado en el pasado, miles de obser- República.)
vadores darán fe de la legalidad de este proceso electoral que
tendrá que ser, por el bien de México, el más limpio de la historia. Palabras más, palabras menos, los argumentos entre ambas fueron
No hay motivos para que el abstencionismo gane la batalla a la democra- muy similares para fundamentar el optimismo ante los comicios; veamos,
cia que tanto ha costado consolidar a miles de hombres a lo largo de la his- por ejemplo, algunos fragmentos:
toria de esta nación.(... ) Estoy seguro que el voto de cada uno de nosotros
vale. La democracia nos ha conferido el gran reto de ser partícipes de ella. Juan Martínez Valencia VicenteFox
jHagámoslo! (Juan Martínez Valencia, Milenio Diario, 2 de julio de 2006).
Millones saldremos a votar con Los ciudadanos podemos tener hoy la
la certeza de que nuestro plena certeza, la confianza, de que
Desde luego, es más que probable que, al dirigirse a la nación este lec- sufragio será contado y cada uno de nuestros
tor hubiese hecho suyas las optimistas declaraciones del Instituto Federal respetado. votos será debidamente contado
Electoral en el sentido de que habría absoluta limpieza en las elecciones y respetado.
(y que la ciudadanía podría esperar un desempeño similar al del propio
organismo en el 2000). Horas después, en la noche del 2 de julio, otro Miles de observadores darán La labor de numerosos observadores
fe de la legalidad de este imparciales en todo el país es otra
ciudadano parecía haber encontrado la misma fuente de inspiración. Nos
proceso electoral fuente de certidumbre
referimos al mensaje que el entonces presidente Vicente Fox dirigió a la
nación en cadena nacional, para refrendar la limpieza de las elecciones,
discurso que por cierto despertó no pocas suspicacias al transmitirse ape- Juan Martínez Valencia no fue el único sedicente ciudadano entusias-
nas una fracción de segundo después de que Luis Carlos U galde, presi- mado ante la limpieza de los comicios, ni el único que llamó a sus conciu-
dente del Instituto Federal Electoral, anunciara que no era posible deter- dadanos a ejercer el voto. Desde el Reforma, el propio 2 de julio, Susana
minar quién era el ganador de las elecciones: Reyes, de Lindavista, declaraba animosa, optimista, sugiriendo votar por
"un líder maduro y sensato, preparado y ecuánime":
Hoy, las y los ciudadanos hemos acudido a las urnas masivamente jBuena suerte, México!
para ejercer el derecho esencial de la democracia: elegir libremente a
nuestros gobernantes y a nuestros representantes. Llegó la hora de la verdad para los mexicanos. Llegó la hora de rati-
Al asistir a las casillas a cumplir con nuestro deber, hemos contribuido ficar en las urnas la madurez de nuestra democracia. Salgamos a votar
a afianzar nuestra democracia. por un proyecto que nos lleve hacia la modernización como sociedad, que
Felicito a todos los ciudadanos qU:e hicieron posible que esta elección nos lleve al progreso social y económico, sin confrontaciones o polarizacio-
fuera una auténtica fiesta cívica. nes. México necesita un líder maduro y sensato, preparado y ecuánime
(... ) Los ciudadanos podemos tener hoy la plena certeza, la confianza, que sepa enfrentar los grandes problemas que nos aquejan. ¡Buena suerte,
de que cada uno de nuestros votos será debidamente contado y respetado. México! (Susana Reyes, Lindavista, Reforma, 2 de julio de 2006).
Apenas al día siguiente de las elecciones, el entusiasmo ciudadano se

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

adueñó de las páginas de Milenio Diario y de Reforma. Así, una lectora, Vicente Fox Martha Zepeda
Martha Zepeda, debió actuar con celeridad en la noche del 2 de julio, y dar
por hecho que su carta sería publicada horas después, al emitir su opinión La ciudadanía ya emitió su decisión en [... ]quiero solicitar, a través de
sobre "la elección de ayer''. No sólo expresó su punto de vista en torno a la las urnas y la sociedad espera que los MILENIO, A LOS PRINCIPALES
celebración de las elecciones, sino que pudo editorializar los acontecimien- candidatos y partidos que participaron CANDIDATOS, Felipe Calderón, del
tos suscitados luego de que a las once de la noche Luis Carlos U galde, pre- en el proceso electoral contribuyan al PAN, y Andrés Manuel López
clima de confianza y tranquilidad que Obrador, del PRD, que respeten los
sidente del IFE, informaba que lo cerrado de la votación impedía anunciar debe prevalecer después de una resultados sean cuales sean. Este país
un ganador, circunstancia que fue impugnada por los dos candidatos pun- jornada cívica como la que acabamos no podrá permitir la pataleta de un
teros. El diario se convirtió en el intermediario para que la ciudadana de vivir hoy. aspirante que, nada más por su
Martha Zepeda hiciera llegar su mensaje a ambos: Es responsabilidad de todos los actores capricho, decide que los números
La elección de ayer dio una gran lección a los políticos mexicanos: la políticos apegarse a la legalidad y oficiales son los que él dice y no los
gente ignoramos los spots, las amenazas, los berrinches, las acusaciones y respetar los tiempos que requiere el que reconocen las autoridades
IFE para anunciar los resultados de electorales.
salimos a votar con entusiasmo y paciencia, porque no cualquiera se fleta
los comicios.
enormes filas de más de media hora para emitir su sufragio. Sin embargo,
los resultados del PREP y los conteos del IFE no podían definir quién era el
ganador. Por eso quiero solicitar, a través de MILENIO, A LOS PRINCIPA- También Reforma contó con una increíblemente veloz reacción de sus
LES CANDIDATOS, Felipe Calderón, del PAN, y Andrés Manuel López lectores. Fernando Díaz Jiménez, por ejemplo, fue otro de los ciudadanos
Obrador, del PRD, que respeten los resultados sean cuales sean. Este país que en el transcurso de la madrugada del 3 de julio debió enviar su carta,
no podrá permitir la pataleta de un aspirante que, nada más por su pues también él hacía referencia a la elección de "ayer, 2 de julio". Al igual
capricho, decide que los números oficiales son los que él dice y no los que que Martha Zepeda, destacó lo concurrido y el fervor de los electores por
reconocen las autoridades electorales. De su prudencia, inteligencia y ci- tachar la boleta:
vismo, depende que México siga siendo un país tranquilo, productivo y pa-
cífico (Martha Zepeda, Milenio, 3 de julio de 2006). Seguí con mucha emoción el proceso electoral desde hace meses [... ] es
El mensaje que, en la noche del 2 de julio, pronunció el presidente del un gusto que la gente no se haya desanimado para ir a votar ayer,
IFE fue atendido puntualmente, no sólo por el presidente, sino por otros 2 de julio. Independientemente del resultado de las elecciones presiden-
ciudadanos: ciales, considero que es un triunfo de la democracia el que miles y miles
hayamos salido a sufragar, pues todo parece indicar que se superó el nú-
Vicente Fox Martha Zepeda mero de votantes de las elecciones del año 2000. En la casilla que me tocó
ir a votar, desde temprano había mucha gente, había enormes filas de ciu-
Hace un momento, el Consejero Sin embargo, los resultados del PREP dadanos entusiasmados por tachar la boleta del candidato de su preferen-
Presidente del Instituto Federal y los conteos del IFE no podían definir cia. [... ] Los mexicanos debemos afianzar la democracia con una actitud
Electoral nos ha hecho saber que aún quién era el ganador. responsable. El sexenio que comienza es una oportunidad para que juntos,
no existen las condiciones para
determinar quién es el candidato que
Gobierno y ciudadanía, construyamos y definamos un país diferente. (Fer-
obtuvo el porcentaje más alto de los nando Díaz Jiménez, Moctezuma, Venustiano Carranza, DF, Reforma, 3
votos en la elección Presidencial. de julio de 2006).

En su carta Fernando Díaz Jiménez hizo eco de las opiniones que ho-
ras antes expresara Vicente Fox:

286 287

L
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Fernando Díaz Jiménez Vicente Fox Eduardo González Pérez Vicente Fox

Los mexicanos debemos Al asistir a las casillas a entendí ayer la importancia que tiene Siento un profundo orgullo ser el
afianzar la democracia con cumplir con nuestro deber, un acto tan sencillo como marcar un Presidente de un país en el que la
una actitud responsable. hemos contribuido a afianzar logotipo en una boleta y me siento madurez política se confirme en los
nuestra democracia. muy orgulloso de la decisión que hechos.
tomé
Como ciudadanos podemos
sentirnos satisfechos de haber
votado y cumplido así nuestro deber
Un joven lector también actuó con asombrosa celeridad para hacer lle-
gar su opinión, tal como se publicó el 3 de julio en Milenio Diario. Aparen- cívico.
Podemos también
temente, su carta también debió ser escrita en la madrugada del lunes 3 enorgullecernos de contar con
de julio ("el domingo participé por primera vez en una elección'', "entendí instituciones electorales
ayer''): imparciales, transparentes, que
seguirán trabajando hasta dar a
Señores, tengo 18 años y el domingo participé por primera vez en conocer el nombre del candidato a
una elección y fue una experiencia fascinante. Jamás me imaginé encon- quien el pueblo de México ha elegido
de manera mayoritaria como el
trarme tanta gente en las casillas, tanto interés por participar y, sobre
próximo Presidente de la República.
todo, tanta pasión por definir al hombre que habrá de guiar al país du-
rante los próximos seis años. Al esperar mi turno en la fila, entendí ayer
la importancia que tiene un acto tan sencillo como marcar un logotipo en No fue el único lector joven que acudió a los diarios para hacer públi-
una boleta y me siento muy orgulloso de la decisión que tomé. Sólo espero cas sus personalísimas reflexiones. En Reforma, una joven de X~l~pa,
que los candidatos a la Presidencia sepan estar a la altura de la voluntad y quien también debió escribir en la madrugada ("la gran responsabilidad
el interés de los millones de mexicanos que salimos a votar (Eduardo Gon- que ayer tuve que atender como joven ciudadana"), compartió sus pensa-
zález Pérez, Milenio, 3 de julio de 2006). mientos:

Hubo, sin duda, una euforia de orgullo ciudadano: Esta es la segunda vez que voto en elecciones presidenciales y la pri-
mera vez que me encuentro reflexiva, callada, esperando los resultados.
Ante la campaña mediática tan abrumadora buscando votos útiles, mis
pensamientos giran en torno a la gran responsabilidad que ayer tuve
que atender como joven ciudadana, como parte de la sociedad, en los va-
lores que defiendo [...] (Elvira Arteaga, Xalapa, Veracruz, Reforma, 3 de
julio de 2006).

Carecemos de elementos suficientes para poner en duda la autenti-


cidad de estas cartas, es decir, que en verdad sean producto de la reflexión
espontánea de lectores reales. Hay, sin embargo, un hecho ind~dable: en
prácticamente todos los diarios, salvo en w Jornada (que a partir del 3 de
julio publicó un número creciente de denuncias en su sección "El Corre?
Ilustrado") el contenido de las mismas era altamente coincidente con el cli-

289
288
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

ma de opinión, en cuya construcción la prensa escrita tuvo un importante de AMLO es su reconocer de AMLO, es una me~~a de presión para
desempeño, en el sentido de dejar patente que los comicios del 2 de julio de congruencia con sus congruente con sus que se le reconozca su
"principios". Fundador de la principios. Fundados de la triunfo".[ ... ) Esperemos que
2006 habían sido limpios y ejemplares. las autoridades del IFE y del
industria de la reclamación, industria de la reclamación,
No obstante, es dificil disipar la duda sobre la autenticidad de algunas empezó con sus acciones de empezó con sus acciones de Tribunal Electoral del Poder
de estas misivas, más aún cuando encontramos, en los primeros días de resistencia desde 1988, resistencia desde 1988, Judicial de la Federación no
julio, tres cartas peculiares, todas ellas en contra de Andrés Manuel López cuando perdió los comicios fecha en que perdió los se dejen intimidar por los
por el gobierno de Tabasco, comicios por el gobierno de simpatizantes de AMLO y se
Obrador y sus reacciones ante los primeros resultados dados a conocer por cumpla la voluntad de
el IFE. La primera de ellas, publicada en La Crónica de Hoy, firmada por con marchas, éxodos, Tabasco con marchas,
plantones y bloqueo de los éxodos, plantones, bloqueo millones de mexicanos[ ... )
Carlos Ballesteros el 4 de julio. Una carta prácticamente idéntica, excep- accesos a pozos petroleros y de los accesos a pozos
tuadas algunas mínimas variaciones sintácticas y léxicas, se publicó, tres carreteras. [... ] Deseamos, petroleros y ca:r:reteras. [... )
días después, en el mismo diario, aunque con firma distinta ('Simón Cor- por el bien de todos, que Deseamos, por el bien de
tés C."). Si acaso esta circunstancia (misma carta, diversos autores) .no AMLO respete la decisión de todos, que AMLO respete la
los electores, que será dada decisión de los electores, que
fuera ya suficientemente extraña, el propio 7 de julio, en Excélsior, apare-
a conocer por el IFE, pues no será dada a conocer por el
ció otra carta suscrita también por "Simón Cortés". Los argumentos que el queremos más IFE, pues no queremos más
firmante exhibía eran prácticamente idénticos a los que había suscrito en campamentos en el Zócalo, campamentos en el Zócalo,
Crónica, si bien la información de esa segunda versión de la carta ya había convertido en un auténtico convertido en un auténtico
sido actualizada y se refería al llamado que López Obrador había hecho a muladar por las muladar por las
administraciones administraciones
sus simpatizantes para concentrarse en el Zócalo el 9 de julio en protesta perredistas. [... ] perredistas. [... ]
por la manipulación de los resultados electorales en el PREP, y en el resul-
tado del conteo del miércoles 6 de julio:
Conclusiones
AMLO y sus huestes Demanda evita!'. que López Obrador tiene
amarillas perredistas tomE\n el Zócalo experiencia Frente a evidencias tan contundentes en su base textual como las aquí
capitalino
presentadas, se co~ma q~e las cart~s de los lec~o~es dese~peñan cre-
Carlos Ballesteros G., Simón Cortés C. Crónica, 7 Simón Cortés C. México, cientemente la función propia de los generas de oprmon, trad1ci?nali_ne?-te
Crónica, 4 de julio de 2006 de julio de 2006 DF, Excélsior, 7 de julio de a cargo de columnistas, articulistas y, cada vez menos, l?,s propi~s ~an~s.
2006 En el caso concreto de las elecciones de 2006, esta funcio~ cuasi edi~o~a-
Señor director: Señor director: Señor director: liz nte de los lectores pareció formar parte de una tendencia de los dianas
Fiel a su costumbre, el Fiel a su costumbre, el Fiel a sí mismo y a su
candidato del segundo lugar, candidato del segundo lugar, costumbre, Andrés Manuel
a ~antener un silencio cómplice frente a las irregularidades flagrantes
Andrés Manuel López AndrésManuelLópez López Obrador, el candidato que, meses después, serían reconocidas incluso po,r el propio Trib~n~l ~lec-
Obrador, convocó a sus Obrador, convocó a sus presidencial del PRD, tora! Federal. Esto último, como se sabe, no paso de un mero eJerc~cio re-
huestes al Zócalo para huestes al Zócalo, para anunció que impugnará el tórico sin consecuencias prácticas, al declararse pese_ a todo la valide_z de
festejar su "victoria'' y festejar su. "victoria"; resultado del conteo de los las elecciones. En este proceso, además de la renuncia de facto a la liber-
amenazó a las autoridades amenazó a las autoridades votos emitidos por 41
electorales a que respeten electorales a respetar'Íos millones de mexicanos. tad de prensa que había parecido crecer en los últimos años, p,u~de verse
los votos emitidos a favor del votos emitidos a favor del Además de descalificar a las cómo los diarios están renunciando a su papel como actores políticos, al no
PRD. Dijo a sus seguidores PRD y dijo, ante sus autoridades electorales, ofrecer editoriales que manifiesten claramente su postura política. Par~-
que defenderá la voluntad seguidores, que defenderá la convocó a sus simpatizantes cen haber optado, en cambio, por una oportuna neutralidad, estrategia
de los pobres. Algo que voluntad de los pobres. Una a concentrarse en el Zócalo
tenemos que reconocer cosa tenemos que el próximo sábado, como que se ha hecho evidente en otros episodios políticos.

291
290
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Asimismo, es notorio cómo en el panorama informativo impreso el per- GAUTHIER, Gilles, André Gosselin y Jean Mouchon (comps.), Com ·_
fil periodístico de La Jornada ha marcado una distancia con buena parte cación y política, Barcelona, Gedisa (colección El Mamífero Parla::;
de los demás diarios, no sólo al mantener un espacio editorial donde inva- 1998. '
riablemente definió una misma posición política, sino que, en la coyuntura GEE, James Paul, An Introduction to Discourse Analysis: Theory and
electoral, abrió sus páginas a los lectores para las numerosas denuncias Method, Gran Bretaña, Routledge, 2002.
que afloraron luego de un proceso electoral que marcó un retroceso en la GRABER, Doris A, The Politics of News: The News of Politics, Washing-
vida democrática del país. Mientras que en otros diarios los lectores se ton, CQ Press, 1998.
convertían en las voces "privadas" que se hacían públicas para tratar de HABERMAS, Jurgen, Historia y crítica de la opinión pública. La trans-
legitimar el proceso electoral, en La Jornada se dio espacio a la acción y el formación estructural de la vida pública, Barcelona, Editorial Gustavo
pronunciamiento colectivo de la sociedad civil. Gili (GG Mass Media), 1981.
Desde luego, es importante que la ciudadanía gane espacios para ser ONG, Walter J., Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra, Mé-
escuchada; sin embargo, existen grandes diferencias en la forma como los xico, Fondo de Cultura Económica, 1997.
medios dan cauce a esta voz. No es lo mismo convocar las opiniones de RENKEMA, Jan, Introducción a los estudios sobre el discurso, Barce-
hombres y mujeres, de forma individual u organizados, para juzgar su cir- lona, Gedisa, 1999.
cunstancia histórica, independientemente de cuál sea su postura política, VAN DIJK, Teun A, Estructura y funciones del discurso, una introduc-
que recurrir a su uso intencionado en aras de la construcción de consensos ción interdisciplinaria a la lingüística del texto y a los estudios del dis-
o climas de opinión favorables. curso, México, Siglo XXI Editores, 1996a.
VAN DIJK, Teun A, La noticia como discurso. Comprensión, estructura
y producción de la información, Barcelona, Paidós Comunicación, 1996b.
Bibliografia general VAN DIJK, Teun A, Racismo y análisis crítico de los medios, Barcelo-
na, Paidós (Paidós Comunicación, núm. 82), 1997.
BÓCKELMANN, Franz, Formación y funciones sociales de la opinión WODAK, Ruth et al., The Discursive Construction of National Identity,
pública, Barcelona, Editorial Gustavo Gili (GG Mass Media), 1983. Edinburgh University Press, 2000.
BOURDIEU, Pierre, Cuestiones de sociología, Madrid, Ediciones Istmo, WOLTON, Dominique, Internet ?.Y después? Una teoría crítica de los
1984. nuevos medios de comunicación, Barcelona, Editorial Gedisa (Colección El
CALSAMIGLIA Blancafort, Helena y Amparo Tusón Valls, Las cosas Mamífero Parlante), 2000.
del decir. Manual de análisis del discurso, Barcelona, Editorial Ariel, 1999. YOUNG, K., et al., La opinión pública y la propaganda, Barcelona,
CHILTON, Paul A, Christina Schaffner (eds.), Politics As Talk and Paidós Studio, 1986.
Text: Analytic Approaches to Political Discourse (Discourse Approaches to
Politics, Society, and Culture, V. 4, Philadelphia, EU, John Benjamins Pu-
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FONTE, Irene, La nación cubana y Estados Unidos; un estudio del dis-
curso periodístico, 1896-1921, México, El Colegio de México, Centro de Es-
tudios Lingüísticos y Literarios/Universidad Autónoma Metropolitana-Iz-
tapalapa, 2002.

292 293
ANÁLISIS DISCURSIVO DE LOS PERIÓDICOS
LA JORNADA Y EL NACIONAL ANTE LA
NOTICIA DEL LEVANTAMIENTO ARMADO DEL
EZLN EN ENERO DE 1994
María Susana González Reyna*

Introducción

1 presente trabajo tiene como propósito ilustrar la metodología para

E realizar un análisis discursivo. Es preciso aclarar que no existe


metotodología, como tampoco una teoría para realizar el análisis. El
análisis del discurso es una disciplina de reciente aparición (mediados del
siglo pasado) que parte de los estudios de las ciencias del lenguaje, que
desde Ferdinand de Saussure a la fecha, se han desarrollado en el campo
de la lingüística y la semiótica, principalmente. Adopta una concepción in-
terdisciplinaria, por ello no es posible basarse en una sola teoría y por lo
mismo aplicar una sola metodología para analizar los discursos.
La elección de la teoría o teorías y, en consecuencia, de la metodología
depende de varios factores, entre los que destacan el objeto de estudio y el
propósito del análisis. En atención a ello, en este trabajo 1 nos situamos en
la interdisciplina que marcan los estudios de la comunicación masiva, ex-
presados en el ejercicio de la prensa escrita y los estudios desarrollados
por la escuela suiza de Neuchatel, representada por el lógico Jean-Blaise

*Doctora en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y


profesora en la misma institución. Autora del libro Periodismo de opinión y discurso y del
artículo "La argumentación en el discurso periodístico", en Adrián Gimate-Welsh (coord.),
La argumentación. Una mimda desde la complejidad y la tmnsdisciplina., México, Juan
Pablos Editores (en prensa).
1 Este artículo está basado en mi trabajo de tesis doctoral: La construcción de la reali-

dad en el discurso periodístico, México, UNAM/FCPyS, 1995.

295
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

2
G:rize, quien a nuestro parecer propone un modelo novedoso para estu- papel público; incluso cuando su poder persuasivo es obstaculizado por
diar el proceso de la comunicación. Grize explica que la construcción dis. patentes resisteiicias durante la fase de recepción, siguen actuado e influ-
cursiva, que él llama esquematización, es un proceso lógico-discursivo de yendo al definir lo que es públicamente interesante, lo que constituye
construcción y reconstrucción de sentidos en una situación de comunica- problema público y de lo que es posible discutir públicamente (incluso,
ción específica. Asimismo, nos parece relevante el que este autor incorpore por supuesto, disintiendo). 5 ····· -

a su propuesta lo planteado por la Escuela Francesa de Análisis del Dis.


curso, representada por Michel Pecheux, 3 para quien el análisis de un dis- Partimos del supuesto de que en el contexto mundial, hoy día, vivimos
curso debe insertarse dentro de las condiciones de producción en el cual en un ambiente que John B. Thompson ha llamado de mediación masiva
éste se realiza. generalizada de la cultura moderna. Se trata de un proceso que implica
que la transmisión de los mensajes culturalmente construidos están, cada
vez más, mediados por "los aparatos técnicos e institucionales de las in-
~arco teórico y metodológico dustrias de los medios" 6 de la comunicación masiva.
El propósito, entonces, es analizar al discurso periodístico como.e§QJ!e~
Hen_ios dicho antes que la determinación de la teoría y la metodo!ogía para matización que se basa en una lógica natural, y señalar, mediante el aná-
realizar un análisis discursivo está en función del objeto de estudio y del lisis lógico-discursivo, la forma en que los periódicos construyen y recons-
propósito. En cuanto al objeto de estudio nos ocuparemos ale~analizar truyen los significados transmitidos en sus discursos. La importancia del
discurso petjodístico, al cual definimos como un discurso culturalmente análisis radica en que el periódico, como medio masivo de comunicación,
construido que informa sobre la realidad social y que lo llamamos, con es una de las principales fuentes de conocimiento sobre el acontecer mun-
Grize, esquematización. Con base en este concepto de esquematización de dial.
Grize, explicamos el proceso de la construcción discursiva periodística. El análisis se realizó en dos periódicos: El Nacional* y La Jornada,
Pero, Y en virtud de que el periódico es un medio de comunicación masiva que por la distinta posició;n ideológica desde la cual construyen sus dis-
consideramos ta.1?~ién que la esquematización de la realidad soc:iª1.Q!!; cursos, necesariamente "esquematizan la realidad" de manera diferente.
construye el penodico asume las características discursivas propias de los Para ello nos referiremos al modelo de comunicación de Jean-Blaise Grize,
medios masivos de comunicación. · quien con base en Piaget, explica a la acción comunicativa desde la lógica
Nosotros aplicamos la propuesta de Grize para explicar las caracterís- natural. En su propuesta enfatiza el papel que tiene la cultura en la cons-
ticas del discurso periodístico y, en este sentido, añadimos que de acuerdo trucción y reconstruccíón discursiva. Grize introduce la noción de lógica
con Franco Rositi, 4 el periódico como medio de comunicación masiva no natural para explicar la construcción de una realidad social verosímil. Es
sólo se caracteriza por la gran cantidad de mensajes que pone en circu- una lógica distinta de la lógica formal y se basa en valores socioculturales
lación, y por la sistematicidad cotidiana con la que repiten determinados compartidos por el grupo social. Las operaciones de esta lógica se expre-
conju~tos estructurales de valores y de modelos de comportamiento, sino san mediante un lenguaje natural válido para la situación de comuni-
también por otorgar a los mensajes un s~gnificado público que resulta de- cación en la cual tiene lugar.
terminante para su recepción. Según Rositi, esto Para explicar nuestro supuesto de qu~ Jª <::onstruc:<::ifü1 el~ la realidad
(
1 en el d.1cürso periodístico obedece a la intención ideológica institucional,
obliga a suponer que la capacidad de influencia de los mass-media se ha- 1 ..
lla incrementada por el hecho de que asumen un patente y monopolista
5
2
Grize, Jean Blaise, Logique et langage, 1990. lbidem, pp. 39-40.
6
:i Pecheux, Michel, Analyse automatique du discours, 1969.
Thompson, J. B., ldeology and modem culture, 1990. . , , . . ,
' Rositi, Franco, Historia y teoría de la cultura de masas, pp. 39-40. * El Nacional, periódico ya desaparecido. En la fecha en que se realizo el anahs1s aun
circulaba.

296 297
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

nos basamos en la teoría de la "agenda-setting", 7 según lacuaLel periódico la forma en cómo lo relatan y, por supuesto, en ~2_WC> lo exI?Mcan editorial-
tematiza la realidad social al excluir unos acontecimientos e incluir otros_y__ ~nte. Los actores sociales son los mismos, pero la valoración di:i"sus··ac~
al jerarquizarlos en la propuesta discursiva de la súperlíde reda.ccional. - ciones, presente en todo el discurso periodísticq, es aistinta y ello ~riva en
Con esta.s actividades;-el pepqru,c::q determina cuál es el tema social de ac- uná esquem~JiZ~GiPn,.au11q:ueyerosim;il en cada caso, también dife;e~t~~- ..
tualidad y. cómo h1:iy que pensarlo.· · ·· ······ . El análisis discursivo también ui.~Íuy~ la.. clÚnensión argumentativa.\
/ Para la tematización, el peñódico recurre a una serie de actividades, Para ello, distinguimos entre la argumentación en sentidoestncto·:·coi:~;;-:_-\
(características del quehacer periodístico y, por tanto, aparentemente igua- _pcmdiente a los razonamientos del discurso periodístico expresados en los \
. les en todo medio masivo impreso,' pero ql,;le devienen en11:~~~?.e_s!~~~ artículo~ editoriales, y la argumentación en sentido amplio, correspon- \
\ discursiva particular, distinta de un periódico a otro. L.3!_~xplicac~ diente a la. dimensión retórica de todo el discurso y que, con base en Grize, )
~bien la realidad es u,na, su refei:~p.cia; por ser ideol.ó~~~.!1!~ in~- 11ifmam.6s "mecanismos de valoración". .,,.
J~ada, deriva en una "interpretación de esa realidad", fo cual implica, nece- El análisis de los razóhaniién.fus nos permite precisar la opinión que
sariamente, el man_ejo de estrategias argumentativas como mecanismos · manifestó cada periódico ante los acontecimientos de Chiapas, durante el
de valoracj.{>nen~..estrai~giasdisctµ"sivas. . periodo analizado (2-8 de enero, 1994). La importancia del análisis radica
En consecuencia, aunque el registro y la selección de los aconteci- .en seiia,~r}g§_F~Z<?E:ªmientos 5L~~-§.~,,esgrimi~;r,.o.t1s, por tanto,_ in~~c1:1!J~.,
mientos sociales no forman parte del proceso de construcción de la esque- forma en cómo cada peñoaíco construy{! Jas esquematizacio11és argumen-
tatiy_:i.i."-...,,.._._,_ ,,-º•""'"""''"'''·"'_.__,,.w•'·º"'"'·"···-·• .. ,
•.L... ·.; . •·· ....• ,.,. •,• ,
matización, son actividades periodísticas previas y básicas para su cons-
trucción, y de suyo, ya comportan una intencionalidad. Sabemos que la Aunque Grize explica varios mecanismos de valoración que operan en
intención del periódico es informar a los lectores de lo que acontece en su las esquematizaciones, nosotros sólo atenderemos como valoración en el
entorno mediato e inmediato. Asimismo, es interés del periódico explicar discurso periodístico, 1-ª" referencia tópica y la estrategia argui;:rnmtativa,
el significado de los acontecimientos y su importancia en el lugar y en el tanto en la p;rimer1:1 pá~a.como ern,!l"Comentarlo-écfífori~l de cada día,
momento en que suceden. Pero al cumplir con su propósito informativo y duran~ elp~_ríodQ~anaJwiao: . . . . . .. . .
orientador, el periódico también influye en el conocimiento y en la opinión De acuerdo con Grize, la esquematización es un proceso y un resul-
de los lectores. La esquematización está expresada en la superficie redac- tado. Como proceso "representa la realidad" y e implica operaciones de
cional de los periódicos y que, con ella, propone a los lectores un discurso pensamiento cuya finalidad es organizar las palabras de modo que "hagan
verosímil de los acontecimientos. sentido" a ambos interlocutores en la situación de comunicación específica.
En este caso, el análisis tópico del discurso se realizó con el propósito La esquematización como resultado, es la propuesta discursiva verosí-
; de señalar que no obstante que ambos periódicos desarrollan rutinas de mil del locutor ante el locutario y se construye con la intención de influir
¡trabajo similares, lo cual implica un mismo procedimiento para construir en él.
J los discursos, en virtud de su distinta posición ideológica, esquematizan la La verosimilitud de la esquematización propuesta maneja los signosj
., _.,¿/)realidad en forma difer~?te. Nuestro. ~~erés no es proba~ estas posiciones j
11
en dos niveles: uno tópico, que corresponde a la dimensión informativa del
-:;t;'t!.r diferentes, pues la elecc1on de los penod1cos se baso, precisamente, en esta discurso, y otro argumentativo que corresponde a la dimensión de los
¡-,t•" _ diferencia. El interés radica en mostrar "cómo esquematiza" cada perió- razonamientos y de los mecanismos de valoración.
d,[;¿UJ; dico el aconte;~;-~to. . ·- ·. ··
.,,,~-(7~;::::··1\.'Tá pregÜÍrta¿qué sucede? cada periódico tiene una respuesta que no
¡¡¡. Wi ..,...difiere significativamente en cuanto al acontecimiento, pero sí en cuanto a
tf.. l4ÍQ 7 McCombs, M., "Elaborating the Agenda-Setting Influence of Mass Comunication",

Bulletin of the lnstitute for Communication Research, Keico University, 1976. Citado en
Wolf, Mauro, La investigación de la comunicación de masas. C,-ítica y perspectivas.

298 299
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

La esquematizacion periodística en La Jornada y El Nacional Tiene corresponsales en varias ciudades de provincia y algunas en el
extranjero y cuenta con la posibilidad de enviar reporteros (enviados espe-
El análisis discursivo comprende varios pasos: ciales) al lugar de los hechos.

l. SITUACION DE ENUNCIACION. ¿Quién habla y a quién le habla?: ---- 2. COYUNTURA. EL ACONTECIMIENTO: LEVANTAMIENTO ARMADO
En la esquematización periodística que nos ocupa habla el periódico y DEL EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL EN CHIAPAS.
se dirige a sus lectores. El periódico es el sujeto de la enunciación; aunque
cabe señalar que recurre en varias ocasiones a informar a través de las ,,,,~ Contextualización: México vive un momento especial caracterizado por
declaraciones de fuentes autorizadas, las recoge y las integra a su propio dos hechos que ocupan la atención de todos los mexicanos:
discurso.
a) En el panorama internacional el país vive, ese lo. de enero de 1994,
la entrada de México al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y
~ Perfil de los periódicos: Canadá, lo que significa la entrada a la "modernidad" y a la competencia
económica con los países desarrollados.
• El Nacional, periódico oficial del Gobierno. b) En el panorama local, 1994 es el año de las elecciones presidencia-
Se fundó en 1929 como órgano oficial del partido en el gobierno (PNR, les. Hacia finales del año de 1993 se sumó al destape de los candidatos de
actualmente PRI) con el nombre de El Nacional Revolucionario. Después los distintos partidos, el del PRI: Luis Donaldo Colosio Murrieta.
cambió a El Nacional y dejó de circular el 30 de septiembre de 1998.
Funcionó como Sociedad Anónima sin forma patrimonial definida y CHIAPAS en un estado de la República con rezago histórico social, eco-
fue financiado con fondos de la Secretaría de Gobernación. nómico y político manifestado en la polarización de la riqueza y la miseria.
El director de El Nacional era nombrado por el presidente de la Repú- Dicha polarización cobra forma específica en los latifundios, talamontes y
blica. caciquismo, por un lado, y en la represión, discriminación racial, explota-
Director en el periodo del análisis: Pablo Hiriart. ción y violación de los derechos humanos de los indios, por el otro.
Contaba con el servicio de las agencias informativas: REUTER, AFP, El EZLN tiene como antecedente el movimiento campesino que se ini-
EFE, ANSA, AP, DPA, UPI, XPS, PL. cia en Chiapas en la década de los '8etenta, a raíz del I Congreso Indígena
Tuvo corresponsales en Madrid, Washington, Nueva York y San Die- realizado en San Cristóbal para celebrar el quinto centenario del natalicio
go, y contaba con la posibilidad de enviar reporteros (enviados especiales) de Fray Bartolomé de las Casas, obispo defensor de los indios en la época
al lugar de los hechos. de la Colonia. U no de los efectos de este Congreso fue la toma de concien-
cia, por parte de los indígenas, de la necesidad de organizar el descontento
• La Jornada, periódico crítico, de tendencia liberal y democrática. Na- de las comunidades. Surgieron así varias organizaciones reivindicativas
ce como sociedad anónima, DEMOS (Desarrollo de Medios S.A. de C.V.) en entre los indígeneas tzotziles, tzeltales, choles y tojolabales.
1984. El EZLN bajó de la Selva Lacandona, una de las mayores reservas eco-
Desde su nacimiento a la fecha tiene una política editorial liberal y lógicas mundiales, y de la región selvática de Las Cañadas, en los Altos de
demotrática. · Chiapas. El grueso de su contingente está formado por indígenas campe-
Director en el periodo del análisis: Carlos Payán Velver. sinos de diferentes etnias mayas que no hablan español: tzoltzil, tzeltal,
Cuenta con el servicio de las siguientes agencias informativas: REU- chol, tojolabal, etcétera. También hay indígeneas "ladinos" (integrados al
TER, AFP, EFE, ANSA, AP, DPA, UPI, XPS, PL, XINHUA, NOVOSTI, KUNA, mundo mestizo) y algunos jóvenes urbanos. De la información periodística
CERIGUA, SALPRESS y NOTIMEX. se desprende que tienen arraigo en las comunidades indígenas bajo su

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

control y que han logrado la simpatía y el reconocimiento de la mayor par- . El presidente


. Carlos Salinas
. de
. Gortari, presionado por 1a oprmon
· ·, pu-,
te de las organizaciones campesinas. blica nacional, la prensa rnternac10nal, por las denuncias de O g · ·
· d di d h r amzacio-
Aunque el levantamiento armado del 1° de enero de 1994 le declara la nes rn epen entes e derec os humanos y, sobretodo, por los efect · _
. la , d 1 , 1 os rn
guerra al Ejército Mexicano y pide deponer al Presidente de la República, me diatos en econonna e paIS: a bolsa de valores cae estrepitosamente
Carlos Salinas de Gortari, en realidad lo que el EZLN demanda, es justicia ~ ~e producen ~ovimientos ~s~eculativos contra el peso, modifica su po-
para las comunidades indígenas, mejores condiciones de vida Y un reparto lítica de repres10n y exterffilillo, por una de pacificación e invitación al
agrario más equitativo, desarrollo económico y democracia. diálogo.
El subcomandante Marcos es, además del estratega del EZLN, el por-
tavoz principal frente a la prensa nacional e internacional. Su formación
universitaria y sus dotes comunicativos le han permitido ganar "la batalla ~:i~~~=~:i:~~ÓGI~~!~LÍ~C~kºs~!~~DI~~.~·~f·e~~~~:·~, •, I C {(J '

El ':'acional, co~o ór~no_o~cial del gobie no, habló desde la posición fpeÓ~ 1
de los medios''. Se ha ganado, así, la simpatía de la opinión pública.
Su discurso, fresco y novedoso, tiene otras peculiaridades: introduce la
7
del gobierno, a traves de susdIStrntas secretarias de Estado (declaraciones
poesía, el drama y el humorismo en política, logrando con ello un impre- y comunicados oficiales). ./~ l'©c;j Qi~s ~ e ,,bo f'I::_',;
sionante "efecto de credibilidad" y autoridad moral: es la palabra de al- Publicó prioritariamente ªormación sobre las diversas actividades
guien que se juega la vida por lo que dice. gubernamentales. Se basó generalmente en fuentes oficiales como los bo-
letines de prensa y en las declaraciones oficiales. Su política editorial fue
de corte conservador y de abierto apoyo a las acciones gubernamentales.
El levantamiento armado: El Nacional, de fonnato tabloide, manejó el titular principal ocupando
Los hechos: en la madrugada del 1° de enero de 1994, varios centena- siempre las columnas de la 2. a la 5. Bajo este titular, por lo general,
res de indígenas procedentes de la Selva Lacandona tomaron por asalto la incluyó una fotografia, a veces al centro, en otras ocasiones a la izquierda
ciudad de San Cristóbal de las Casas (antigua capital de Chiapas) y las de la página. La primera columna llevaba al inicio una fotografia de me-
cabeceras municipales de Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas. Su pri- nor tamaño, acompañada de informaciones breves, a veces incluyó alguna
mera acción fue el saqueo y la destrucción parcial de los palacios muni- otra fotografia, con su respectiva información y, al final, la columna de
cipales. opinión diaria de Juan María Alponte titulada "La nación y el mundo". El
Los insurrectos, que se autodenominaron Ejército Zapatista de Libera- domingo no aparecía esta columna.·
ción Nacional, llegaron uniformados (camisa café, pantalones verdeolivo, La Jornada, como órgano crítico, y vocero representante de los intere-
gorra de beisbol, botas de hule, y paliacate al cuello). Los comandantes cu- ses de una parte de la sociedad civil (principalmente universitarios e inte-
brían su cabeza con pasamontañas negros. Sólo los oficiales y los mandos lectuales) habla en defensa de los intereses sociales en general y cuestiona
medios estaban bien armados (rifles R-15, AK-47, escopetas y radios de in- las acciones gubernamentales que considera adversas a ese interés social.
tercomunicación de alcance medio). Algunos portaban fusiles de madera Publica prioritariamente la información sobre los diversos aconteci-
con una cuchilla amarrada en la punt~. mientos sociales. Se basa fundamentalmente en la información de los en-
El ataque zapatista fue tan sorpresivo que el mismo ejército tardó en viados, los corresponsales y en las agencias de noticias. Su política edito-
reaccionar. Dos días después contra ataca y recupera las cabeceras muni- rial es liberal y con frecuencia cuestiona las acciones gubernamentales.
cipales y obliga a los insurrectos a replegarse en la selva. Esta "operación t La Jornada tiene un formato tabloide, dividido en cuatro columnas. El
arrasamientd' cuya finalidad es aislar geográfica y políticamente el levan- titu~r principal oc~pa si~mpre las columnas de la l. a la 3 antecedida por
tamiento armado, se acompaña de múltiples atrocidades y violaciones a un titular secundano. DeJa la cuarta columna para adelantos de informa-
(
los derechos humanos no sólo de los rebeldes, sino de otros pobladores del ción y de opinión. Bajo los titulares secundarios presenta una fotografia
lugar, ajenos al levantamiento. / que ocupa la misma extensión que el titular principal.

. ··-..'ff",.;¡.,,,~.-6¡~ efJ{/ é~'.·'i{{~~co . / e.s pa e/()


~··· oe?-p~ .~.{:¡;~1,1 303
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Análisis discursivo · Ambos periódicos comparten los mismos objetos discursivos, pero les
atribuyen predicaciones y valoraciones muy diferentes. En consecuencia
¿Qué dicen los periódicos? La esquematización de la cronología del acon- se aprecia una diferencia significativa en ~nto a la _teII1atizgción y ia'.
tecimiento en cada uno de los periódicos es distinta: jerarquización de los acontecimientos.
Para La Jornada, a partir de que informa, el día 2 de enero, sobre una Para La Jornad~, ~[EZLÑ·~; igual a: alzados, sublevados, insurrectos,
sublevación en Chiapas, en los siguientes días informa que el grupo ar- guerrilleros y rebeldes.
mado atacó al 31 campo militar, que se enfrenta al ejército en Ocosingo y Para El Nacional, el EZLN es igual a: grupo armado, agresores, incon-
que sale de Oxchuc y Abasolo. A partir del día 5 de enero, se ocupa en formes, rebeldes, insurgentes y grupo radical.
informar sobre el bombardeo del ejército en la región chiapaneca, bom- En consecuencia, podemos inferir que no es mucha la diferencia en la
bardeo que alcanza a periodistas y que obliga a poblaciones enteras a bus- forma como los dos periódicos nombran al EZLN. Coinciden en llamarlos
car refugio. De manera paralela, informa sobre la posible ejecución de 5 rebeldes y, en cierta medida, también hay coincidencia en llamarlos insur-
rebeldes en Ocosingo y, también, que los pobladores capturaron a 11 su- gentes o insurrectos. Empero, g,iltursi.Jmente, hay una gran diferencia en
blevados en Oxchuc. En otro orden de asuntos, destaca la invitación al diá- llamarlQ§ agresores como lo hace El Nacional a guerrilleros, como lo hace
logo del presidente en el mensaje que dirigió a la nación. La Jornada. Esta diferencia es congruente con la posición ideológica e ins-
Finalmente, el discurso informativo de este periódico se refiere a dos titucional desde la cual habla cada periódico.
acciones del grupo armado, al respecto dice que los rebeldes derribaron La Jornada pone más énfasis en llamar al EZLN como alzados, suble-
dos torres de la CFE y que en el D.F. estalla un coche-bomba. vados, insurrectos y rebeldes; aunque también los llama guerrilleros.
El Nacional informa, el día 2 de enero, que un grupo armado tomó El Nacional maneja el contraste, pues en igual medida los llama grupo
cuatro alcaldías en Chiapas. Los otros días informa sobre las acciones de armado, grupo radical, agresores, que inconformes, rebeldes e insurgentes
este grupo y las del ejército. En cuanto a los nombres que recibe el Ejército Mexicano en los dos pe-
Respecto del grupo armado, dice qµe atacó la 31ª zona militar y lapo- riódicos, no hay una apelación diferente significativa, pues culturalmente
blación de Ocosingo. Posteriormente, informa que el EZLN abandonó las es equivalente a decir Secretaría de la Defensa, Sedena, Fuerza Aérea,
cuatro ciudades ocupadas ante la llegada del ejército. Paralelamente, tam- soldados y militares. Sin embargo, sí la hay respecto de las predicaciones
bién informa que en Oxchuc, la población civil apresó a 11 integrantes del y de las cuales haremos una detallada referencia más adelante.
EZLN.
El día 7 informa que el presidente Carlos Salinas de Gortari, en su
mensaje a la nación, reitera su oferta de diálogo y que perdona a los indí- ~Análisis de la primera plana
genas desesperados y engañados. • TEMATIZACIÓN:
Por lo que se refiere a las acciones del ejército, informa que repelió el La Jornada estableció el TEMA, con base en la información que recibió
ataque del grupo armado a la 31ª zona militar, que libera Las Margaritas de los enviados. La NOTICIA para este periódico fue el acontecimiento: la
y Ocosingo, que obliga al EZLN a retirarse de las poblaciones ocupadas y, sublevación, el combate e'ntre el ejército mexicano y los rebeldes, el bom-
que . realiza ataques aéreos contra los rebelqes. Asimismo, informa que el bardeo del ejército en la región y el estallido del coche-bomba en el D.F.
estallido del coche-bomba es un acto del EZLN y, en cambio, que la destruc- El Nacional, en cambio, estableció el TEMA con base en las declaracio-
ción de las torres de alta tensión no es un acto imputable al EZLN. nes de las autoridades (obispos, gobierno, el presidente Carlos Salinas Yla
Sedena). Para este periódico, la noticia son las declaraciones, principal-
- ~ s Obj~tos Discursivos (De quién hablan): mente las oficiales. En este sentido, lo importante es que los distintos or-
l. EL EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACION NACIONAL (EZLN). ganismos gubernamentales rechazan la violencia, reconocen problemas de
2. EL EJÉRCITO MEXICANO. rezago social en Chiapas y proponen el diálogo para solucionarlos.
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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

---,.... JERARQIBZACIÓN: ofrecimiento de mediación de los obispos apuntan en esa dirección pero
En el caso de los periódicos que nos ocupan, coincide la circunstancia que falta conocer la posición del EZLN (3 de enero).
de que la información de la primera plana, objeto del análisis, está expre- En otro orden de ideas, explica que la caída de la Bolsa no debe verse,
sada toda en titulares principales y secundarios. Esto significa que la es- necesariamente, como una consecuencia de los acontecimientos en Chia-
trategia discursiva en la distribución textual en ambos periódicos es igual, pas (4de enero). .,
lo cual facilita la comparación en el análisis temático y, principalmente en Más adelante, el periódico manifiesta gran preocupac10n ~?r !os alar-
el jerárquico. mantes perfiles que ha cobrado el enfrentamiento_ entre el eJercito y !os
La Jornada destaca en la parte informativa que un grupo de rebeldes sublevados en Chiapas. Al respecto dice que persISte la ~ucha en v~~os
se levantó en armas en Chiapas y le declaró la guerra al gobierno del pre- frentes aislados y censura al ejército por el empleo de aviones y helicop-
sidente Carlos Salinas y al Ejército Mexicano. Privilegia los hechos: el teros para bombardear áreas presuntamente ocupadas por los alzados (6
combate y el bombardeo del ejército mexicano en la región. de enero).
Por lo que se refiere a la jerarquización noticiosa, ésta se expresa e·n El tema principal del editorial del día 7 está ~edicado a algun~s refle-
los titulares principales de cada día y que fueron: "Sublevación en Chia- xiones en torno al mensaje a la nación del presi~ente Carlos Salin~s. de
pas"; "Chocan alzados y militares"; "Combaten a 16 km. de Tuxtla''; "Bom- Gortari. Al respecto el periódico dice que el gobierno rec?noce explícit~-
bardeo al sur de San Cristóbaf'; "Bombardeos, pánico, éxodo"; "Derriban mente el atraso y la pobreza de Chiapas; y añade que nadie desea ~n Me-
rebeldes 2 torres de la CFE'' y "Estalla aquí un coche-bomba". xico en el que la libertad individual se vea coartada para garantizar la
El Nacional privilegia las declaraciones: destaca que al gobierno le seguridad del Estado O de la propia sociedad. Califica de salud~~le ~l _pro-
interesa resolver el conflicto mediante el diálogo, manifiesta su voluntad pósito gubernamental de brindar protección eficaz a la poblacio~, civil no
de perdonar a los indígenas desesperados y engañados y decide instalar involucrada. Asimismo señala que debe garantizarse la declaracion presi-
una mesa de atención especial a los problemas sociales de la región. Ade- dencial en el sentido d~ no ejercer acciones contra las organizaciones plu-
más, le importa señalar que la acción del ejército en la zona es sólo para rales que desarrollan actividades en la zona y respetar los derechos_huma-
ayudar y proteger a la población civil. . nos de toda persona en la entidad. Y, finalmente, señ~la que se rmpone
En cuanto a la jerarquización noticiosa expresada en los titulares prin- realizar una exhaustiva investigación acerca de los posibles abusos come-
cipales, queda como sigue: "Rechazan sociedad, iglesia y gobierno uso de tidos por ambos bandos. . .,
violencia"; "Diálogo político para cesar violencia, insiste gobiernd'; "Sólo El editorial del día 8 se ocupa en sugerir una posible relacio~ entre los
con diálogo tendrá solución todo reclamo: CSG"; "Abandonó el EZLN las 4 acontecimientos de Chiapas y los suscitados en el D.F.: el estallido del au-
ciudades ocupadas"; "Imperativo el diálogo y deponer armas: gobiernd'; to-bomba en Plaza Universidad y la amenaza de bomba en Plaza Inn, Y de
"CSG: perdón a indígenas desesperados y engañados" y "Evita el ejército ser así, advierte que se puede generar un clima de pánico no conveniente
nuevo sabotaje de 400 armados". en la ciudad de México.
El Nacional comenta los sucesos sobre el conflicto chiapaneco parafra-
seando las declaraciones ya indicadas en la sección informativa. En. e~~
~-····- Análisis del comentario editorial sentido, el editorial del día 2 de enero se interesa en destac~r la posicion
"'- TEMATIZACIÓN: gubernamental de rechazar la violencia fren~~ al levantamiento armado
La Jornada comenta los sucesos en tornó al conflicto destacando que en Chiapas. y añade que los obispos de la region se suman a es~e re~~azo.
la violencia rural es condenable, entendible y que la situación es delicadí- Señala que la solución de los problemas de pobr~za Y de margmacion en
sima (2 de enero). Chiapas requieren de unidad, concordia Y paz socia~.
Ante tal situación, el periódico señala que son indispensables la sensa- En el editorial del día 3 el periódico se pronuncia a favor de la paz Y, el
Añad que con carac-
tez y la cahna para solucionar el conflicto. La contención del ejército y el apego a la ley para resolver el co nflicto en Chiapas. e

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J
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ter prioritario y en la medida de sus posibilidades, el gobierno se ha esfor- van los problemas de rezago socioeconómico de la región chiapaneca pid
zado por superar los rezagos en la zona.
En el editorial del día 4 reitera el rechazo gubernamental a la violen-
que se respete la dignidad y los derechos humanos de las personas 'en
zona del conflicto y que en la ciudad de México se conserve la serenidad.
1:
cia y enfatiza esta posición añadiendo que la sociedad mexicana en gene- Ante la caída de la Bolsa Mexicana de Valores, señala que si bien el con-
ral rechaza los actos violentos ocurridos en cuatro de los 110 municipios flicto chiapaneco fue el precipitante para que ésta se desplomara, en rea-
del estado de Chiapas. Este rechazo, dice el periódico, expresa la honda lidad, cualquier conflicto podría haberlo hecho, pues la Bolsa estaba ficti-
convicción nacional de que los rezagos sociales no justifican la violencia ni ciamente inflada. Finalmente, respecto del mensaje presidencial, destaca
pueden resolverse a través de ella. la importancia de buscar la paz.
El periódico dedica el editorial del día 5 a explicar que las carencias y El periódico El Nacional, en cambio, más que interesarse por los he-
los rezagos socioeconómicos son el factor determinante del conflicto chia- chos, al igual que en su comportamiento informativo, se interesa por las
paneco. Añade que no se trata de un conflicto interétnico ni de una rebe- declaraciones, principalmente las presidenciales. En consecuencia, el tema
lión de indígenas contra la sociedad; y que tampoco es resultado de la de los editoriales se refiere a las declaraciones que en estos días hizo el
opresión oficial. presidente Carlos Salinas de Gortari. Cabe destacar que los editoriales
Con base en la información de la primera plana, el periódico editoria- están construidos parafraseando las declaraciones oficiales y la posición
liza el día 6 sobre la posición gubernamental de refrendar su convocatoria editorial está expresada en los juicios que denotan apoyo a tales decla-
al diálogo como vía para la solución del conflicto en Chiapas. Para que este raciones. La posición editorial de este periódico puede resumirse así: el
diálogo sea posible, añade, es preciso cumplir cuatro condiciones: la termi- problema de Chiapas es difícil pues se trata de carencias y rezagos sociales
nación completa de las hostilidades, la deposición y entrega de las armas, de muchos años. Para solucionarlos se requiere de la unidad, la concordia
la devolución de los secuestrados y la identificación de los líderes del grupo y la paz social. El camino, entonces, es el diálogo, el apego a la ley y el
armado. rechazo a la violencia. Buscar la paz es tarea y compromiso de todos los
Al igual que en La Jornada, el editorial del día 7 destaca como prio- mexicanos. Del mensaje presidencial a la nación destaca que un grupo
ritario el mensaje del Presidente Carlos Salinas de Gortari a la nación. Pa- armado está contra México.
rafrasea el mensaje presidencial y dice que un grupo armado lucha contra
México. Añade que se trata de un grupo de profesionales de la violencia ~ JERARQUIZACIÓN:
que actúa en contra de la ley, en contra de los mejores esfuerzos de la so- Por lo que se refiere a la jerarquización en el discurso editorial, éste es
ciedad chiapaneca y en contra del trabajo que realiza la sociedad mexi- igual en el espacio de la página (la 2) en ambos periódicos. Y aunque en
cana en favor del progreso, el respeto y la paz social. sentido estricto la tipografia es distinta en uno y otro periódico, por el tipo
El comentario editorial del día 8 rompe con la secuencia temática y el de letra usado, no podría señalarse esto como una diferencia en la jerar-
estilo del parafraseo de la información, para· dar respuesta al candidato quización, sino, al contrario, establece una semejanza. Igual espacio, igual
presidencial Cuauhtémoc Cárdenas, quien presentó ante la PGR una de- lugar, por ende, igual prioridad de la opinión institucional.
nuncia contra el periódico El Nacional; por difamación. El tema central La diferencia en la jerarquía temática de los dos periódicos está en la
del editorial es que la querella es infundada. posición ideológica y en el asunto que ocupa el comentario editorial en
En suma, la principal diferencia temática ep. el discurso periodístico de cada uno de ellos. Nuevamente, al igual que en el análisis tópico de la in-
los artículos editoriales de los periódicos que nos ocupan, es que La Jor- formación de la primera plana, lo prioritario para La Jornada son los
nada expresa sus juicios respecto de. los acontecimientos a través del aná- hechos y para El Nacional son las declaraciones oficiales. Los juicios, en-
lisis de los hechos presentados en la primera plana. La posición de este tonces, se corresponden con esto: La Jornada se pronuncia por un rechazo
periódico podría resumirse de la siguiente forma: se opone a la violencia a la violencia, porque se atiendan los reclamos sociales de Chiapas, porque
como vía de solución a los conflictos, se pronuncia a favor de que se resuel-

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

se respete la dignidad humana, se busque la paz y porque se conserve la bierno, iglesia, candidatos presidenciales Y algunos intelectuales. La inten-
serenidad en el D.F. ción es apoyar la posición del periódico de repudio a la violencia.
El Nacional se pronuncia porque haya unidad, concordia y paz social Además, aunque el periódico reconoce que han habido actos de violen-
en Chiapas, porque se atiendan las carencias y los rezagos, por el diálogo cia tanto del ejército como del EZLN, proporciona mucho más información
como el camino para resolver el conflicto, y por apoyar la posición guber- sobre las acciones bélicas del ejército a las cuales califica de innecesarias.
namental de perdonar a los indígenas alzados en armas porque fueron Cabe destacar, igualmente, que el discurso de La Jornada insiste en cali-
engañados. ficar negativamente las acciones del ejército. Al respecto, el día 4 de enero,
en lugar preferencial y destacado de la primera plana, publica la fotograña
de un reportero de La Jornada, herido por el ataque aéreo del ejército en
~ Análisis argumentativo la región del conflicto. Igualmente, podría considerarse como estrategia
~ ARGUMENTACIÓN EN SENTIDO ESTRICTO: Los Editoriales. persuasiva el que las informaciones sobre los bombardeos del ejército me-
El análisis se basó en señalar las premisas principales y la conclus.ión xicano provengan de enviados especiales del periódico.
del razonamiento en cada uno de los editoriales. Aquí sólo los resumire- Vale la pena destacar, también, que en el día en que es obligado el
mos para establecer la opinión del periódico. tema del mensaje presidencial por su fuerte vinculación con el momento
político y social del país, el periódico insiste ~n e~atizar las ,accione~ ,b~li-
La Jornada: cas innecesarias del ejército. En la esquematizacion de ese dia el periodico
La opinión de este periódico es condenar la violencia. Reconoce que el escoge del mensaje presidencial el tema sobre la invitació~ al diál??º' pero
levantamiento armado es entendible y califica de grave y muy delicado lo este tópico queda, irónicamente, contrastado con las acciones belicas del
que ocurre. Hace un llamado a la sensatez y la calma para solucionar el ejército.
conflicto. Al respecto, señala que existe consenso nacional en favor de la Finalmente La Jornada, en congruencia con su posición de rechazar
paz y para lograrla es preciso que tanto las autoridades como los rebeldes la violencia, le da especial relevancia a la información sobre el número de
actúen con flexibilidad, transparencia y espíritu negociador. Además, reco- muertos en los enfrentamientos. Diariamente señala el saldo de muertos y
mienda evitar que se genere un clima de pánico en la ciudad de México. enfatiza la información sobre personas muertas ajenas al conflicto ar-
mado. ~~v,aea~~.=;~.~ocentes":, .
El Nacional: La~!,!!te~~~~ de El Nacional en la informacion ~e la prime-
La opinión de este periódico es hacer suya la posición del gobierno. ra plana está basada principalmente en el recurso a la _autoridad. El pe-
Para ello explica que el estado de Chiapas ha enfrentado varios problemas riódico enfatiza las declaraciones oficiales, Y muy especialmente, las pre-
y que por ello no es justo que se añada otro más. El gobierno rechaza la sidenciales y las de la Secretaría de Go~er~ación, para _dejar claro que. el
violencia y exhorta a los mexicanos a enfrentar unidos los problemas. En Gobierno rechaza la violencia y que esta dispuesto a dialogar con los m-
este sentido, hace un llamado al diálogo, a la legalidad y al trabajo concer- conformes. ,
tado de todos los mexicanos como la forma idónea para resolver los pro- Cabe destacar que el discurso informativ(! de El Nacional no, es di-
blemas en la región. recto sino que la información se obtiene vía las declaraciones oficiales Y
que éstas siempre son favorables a las acciones gubernamentales y, por
tanto, a las del ejército, y de censura a ,las accione,s ~el EZLN, al cual desca-
.........., LA ARGUMENTACIÓN EN SENTIDO AMPLIO: lifica diciendo que es un grupo que esta contra Mexico. ,
yl'-i... LOS MECANISMOS DE VALORACIÓN EN LA PRIMERA PLANA: El periódico reconoce, mediante las declaraciones oficial~s, que exiSt en
LJl,.e,~~.r,~~~a w~iv~ d~ La Jornada en la información de la pri- motivos para la inconformidad del grupo armado, pero enfatiza su rechazo
mera plana esta-oasada, prmcipalmente, en el recurso a la autoridad: go-

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a la violencia y al uso de las armas y, cada día, en boca de distintos secre- En virtud de esto, para el análisis en los artículos editoriales sólo nos
tarios de Estado, hace una invitación al diálogo. basaremos en las palabras, resaltaremos la valoración positiva y la nega-
El día 7 de enero, el periódico no sólo en congruencia con el ejercicio tiva. El procedimiento que seguiremos es señalar, primero, la valoración
periodístico de informar sobre los principales acontecimientos del día, sino implicada en el título del editorial y, después, las valoraciones en cada
con la intención de valorar positivamente, por el espacio y los titulares que párrafo. Con base en el conjunto de estas valoraciones, indicaremos cuál
le concede en la primera plana, prioriza el mensaje del presidente CSG a la es la valoración (positiva o negativa) que hace el periódico respecto del
nación y de éste, destaca, con clara intención de impacto emocional, que el asunto que ocupa su atención.
Gobierno "perdona a los indígenas desesperados, que fueron engañados".
Por lo que se refiere al manejo de cifras como estrategia argumenta- La Jornada:
tiva, El Nacional se apoya en este recurso para cumplir con varios propó- Respecto de la valoración de los artículos editoriales podemos señalar
sitos. El primero de ellos es minimizar las dimensiones del conflicto: sólo lo siguiente: El periódico inicialmenete valora positivamente las acciones
se trata de 4 alcaldías entre muchas de la región chiapaneca; otro, es ga- del Gobierno y del Ejército Mexicano; y valora negativamente al grupo de
nar credibilidad en el manejo de la información: el periódico diariamente los alzados, al grado de llamarlos aventureros y profesionales de la muer-
informa, vía el reporte de la Sedena, del número de muertos y heridos en te. Al paso de los días, el periódico modifica la valoración positiva Y pasa a
los enfrentamientos; otro propósito más es resaltar que cinco candidatos censurar las acciones del Ejército; en concreto, censura los bombardeos en
presidenciales apoyan la propuesta de Colosio en relación con el levanta- la región a los cuales califica de innecesarios. También cuestiona las. me-
miento armado; otro, es calificar negativamente al EZLN al precisar que didas gubernamentales como el camino indicado para resolver el conflicto.
tiene 93 rehenes. Finalmente, otra estrategia es calificar favorablemente Respecto de la intermediación que ofrecen los obispos chiapanecos,
la reacción del gobierno ante el levantamiento: manda 18 toneladas de desde el inicio, y en todo momento, el periódico la califica como acertada.
víveres a las poblaciones afectadas por el conflicto. La Jornada, desde el principio del conflicto armado, manifiesta pre?Cu_pa-
ción por los indígenas. Se ocupa, particularmente, de referirse a los md1ge-
nas separadamente de los cabecillas rebeldes, de quienes, dice, usa.n ':1n
-· qLos mecanismos de valoración en los editoriales lenguaje violento e irracional. La posición editorial de La. J?rna_<I;a es 1;11-sIS-
tir en atender los problemas chiap~necos de rezago y margmac1on social
En el caso de los artículos editoriales, el análisis valorativo toma en cuenta
la tematización, aunque sabemos que, de acuerdo con las rutinas del que- El Nacional:
hacer periodístico, la tematización del editorial se corresponde con la te- Desde el inicio del conflicto y durante toda la semana del análisis, va-
matización de la noticia del día. En este sentido, es de señalarse como lora positivamente todas las acciones institucionales del gobierno, a través
significativo cuando sea el caso de que el editorial tenga un tema distinto a del presidente y de los distintos secretarios de Estado involucrados, el
la noticia. ejército mexicano y la iglesia. Respecto del gobierno, s.eñala que és~ ha
Lo mismo cabe señalar para el criterio de la jerarquización como me- respoµdido prudente y rápidamente a las demandas s?ciales de l~s chiapa-
canismo valorativo. Si bien este criterio es fundamental para analizar la necos, enfatiza las varias acciones que ha hecho no solo ahora, smo desde
valoración noticiosa de la sección informativl;}., no lo es en el caso de los antes con el programa nacional de solidaridad para apoyar el desarrollo
artículos editoriales, pues es característica dé éstos el tener un lugar fijo y económico y social de los indígenas de la región.
claramente determinado en una de las páginas interiores del periódico. En Del ejército señala que su intervención ha sido mesurada, de apoy~ Y
el caso de los dos periódicos que nos ocupan, coincide el hecho de que el de defensa a los pobladores de la zona en conflicto. Enfatiza que sus acc10-
artículo editorial está en la parte central de la página dos. Esto homologa nes han sido en respuesta a la solicitud de las autoridades locales Y de la
el criterio de la jerarquización, de ahí que no sea relevante incluirlo como misma población.
mecanismo de valoración.

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fu1gir
Por lo que se refiere a la propuesta de los obispos de como inter-
/
CASASÚS, Jose~ Ma?a, Ideología y análisis de medios de comunica-
mediarios en el diá~ogo, el periódico no sólo se pronuncia fayorablemente a ción, Barcelona, Edit. Mitre, 1985.
dicha propuesta, smo que se ocupa en señalar reiteradartjente la impor- EQUIZA Escudero, Pilar, "Fabulación o información en el Nuevo Perio-
tancia que ello significa en el sentido de resolver el conflidto mediante el dismo", en Cuadernos de Realidades Sociales, vols. 29-30, Madrid, Edit.
diálogo y el apego a la legalidad. RS, 1987, pp. 269-278.
Con respecto al grupo armado, El Nacional lo valora negativamente. FISHMAN, Mark, "The sociology of language", en Language and social
Durante todo el periodo del análisis, sus comentarios son desfavorables context, op. cit., pp. 45-58.
hacia el levantamiento. El periódico es un eco del discurso oficial en cuan- , La fabricación de la noticia, Buenos Aires, Ediciones Tres
----
to su opinión coincide, al grado de la paráfrasis, con las declaraciones ofi- Tiempos, 1983.
ciales. En este sentido, su opinión siempre está dirigida a procurar des- GANS, Herbert J., Deciding what's news, New York, Pantheon Books,
lindar al problema indígena del grupo armado y apoyar en todo momento 1979.
las declaraciones gubernamentales en el sentido de atender las demandas . GIMÉNEZ, Gilberto, Poder, Estado y discurso, México, UNAJ\1, 1983,
de los indígenas, a las que califica como legítimas. segunda edición. . , . . ,
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316 317

j
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

Heme ro grafía

La Jornaaa México 2-8 de enero de 1994, p. 1 y "Editoriaf', p. 2.


El Nac.ionaz'. Méxic~, 2-8 de enero de 1994, p. 1 y "Editoriaf', p. 2.
EL DISCURSO DE LOS SUPLEMENTOS PARA
NIÑOS DEL D.F.: UNA EXPERIENCIA DE
APLICACIÓN METODOLÓGICA
Verónica Ochoa López*

Introducción

n las páginas que conforman esta antología, existen diversas defi-

E niciones del término discurso y distintas propuestas de aplicación


metodológica. Sin embargo, a pesar de que los autores son de paí-
ses diferentes y pertenecen a escuelas distintas, conciben al lenguaje como
un instrumento de comunicación y al discurso como una construcción lin-
güística que sólo adquiere significación y sentido dentro de un contexto
socio-histórico y cultural específico, en el marco de una situación de comu-
nicación determinada.
Este escrito trata de compartir una experiencia de aplicación metodo-
lógica para entender un fenómeno social concreto: el discurso del periodis-
mo para niños que ofreció la prensa industrial del Distrito Federal a tra-
vés de sus suplementos, durante el periodo de 1997 a 2000.

*Maestra en Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UN-


AM y profesora en la misma institución. Coordinadora de las maestrías Comunicación Vi-
sual y Comunicación para la Acción Política y Social en la Universidad Simón Bolívar. Ha
participado en encuentros y congresos, presentando trabajos como: El periodismo para ni-
ños en el D.F. Análisis del discurso de suplementos para niños. La importancia del estudio
del discurso en los estudios de apropiación, entre otros.

319
318

,+
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Abordaje metodológico en los suplementos para niños producidos por la prensa industrial del
Distrito Federal, durante el periodo de 1997 a 2000.
l. Elección del tema, pregunta de investigación • Comprender de qué manera está construido el discurso periodístico
y establecimiento de objetivos de los suplementos para niños producidos por la prensa industrial del
Distrito Federal, durante el periodo de 1997 a 2000.
En primera instancia, el investigador debe precisar el tema de interés y, • Identificar las características más relevantes del lenguaje con las
por supuesto, aquello que quiere saber acerca del mismo. Es muy impor: que se les presenta a las niñas y a los niños los temas en los suplementos
tante tener claro que el análisis del discurso es "[... ]un enfoque teórico- para niños producidos por la prensa industrial del Distrito Federal, du-
metodológico del lenguaje y uso del lenguaje. En este sentido también se rante el periodo de 1997 a 2000.
define por el objeto de análisis específicamente los discursos, los textos, los
mensajes, el habla, el diálogo y la conversación" .1
Por lo tanto, no todas las investigaciones requerirán el empleo de esta Ubicación y contextualización del objeto de estudio
metodología, sino sólo aquéllas en las que la(s) pregunta(s) de investiga-
ción, se encuentre(n) centrada(s) en indagar acerca del mensaje, dentro Una de las principales acciones que el investigador debe realizar es ubicar
del proceso comunicativo. de manera precisa el objeto de estudio que desea abordar y, por lo tanto,
conocer y describir, las características del contexto en el que se encuentra.
E-M-R Esto permitirá varias cosas:

Es decir, mi estudio, aunque de manera general debía considerar a los l. La primera, conocer a profundidad las circunstancias globales y lo-
emisores y receptores de los discursos, en realidad estaba enfocado a res- cales que rodea a aquello que deseo estudiar.
ponder tres preguntas muy específicas: 2. Tener elementos para poder argumentar por qué el tema que elegí
es pertinente y para qué servirá su estudio, es decir, poder construir la
l. ¿Cuáles son los temas de lo que se les habla a las niñas y a los niños justificación.
en estos materiales? 3: Plantear posibles respuestas a las preguntas de investigación (hi-
2. ¿De qué manera se construye el discurso periodístico, es decir, cuá- pótesis), conociendo las circunstancias y condiciones reales del objeto de
les son las formas del discurso predominantes? estudio.
3. ¿Cuáles son las características más relevantes del lenguaje con las 4. Identificar criterios de selección para construir el corpus.
que se le presentan a las niñas y a los niños los temas en los suplementos? 5. Realizar la interpretación de lo que encuentre en el discurso mismo,
con sus circunstancias de producción y difusión.
De lo anterior se derivó el objetivo general: Caracterizar el discurso de
los suplementos para niños y niñas producidos por la prensa industrial del En el caso específico de la experiencia que comparto, realicé una inves-
Distrito Federal, en el periodo de 1997 a 2000. tigación profunda y exhaustiva del contexto y las características del mis-
Y los específicos: mo en el que nacieron y difundieron las publicaciones para niños.
Así encontré que en México, la producción de publicaciones periodís-
• Conocer los temas de los cuales se les habla a las niñas y a los niños ticas de este tipo data del siglo XIX, con la aparición del Diario de los Niños
(1839-1840), dirigido por Wenceslao Sánchez de la Barquera e impreso por
1
Van Dijk, Teun A., La noticia como discurso. Comprensión, estructuras y producción
Vicente García Torres.
de la información, p. 44. A partir del año 1870 proliferaron estas ediciones, que se imprimieron

320 321
rr(¡!!
!¡j
:1:
11
I'.
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

tanto en la capital como en la República. Agrupaciones educativas como la mente a niñas y niños. Algunas se denominaban periódicos, otras revistas
Sociedad Lacansteriana o la Sociedad de Enseñanza Popular patrocinaron pero "todas ellas con propósitos formativos y de esparcimiento."5 Entr~
varios títulos, algunos de los cuales contribuían gratuitamente entre los algunas podemos mencionar a Aladino, 1933, publicación independiente, y
escolares de escasos recursos. a Chapulín, 1943, editado por la Secretaría de Educación Pública.
Éstas iniciaron como un complemento a la enseñanza escolar. "Las re- Hacia 1974 inició un nuevo auge en la aparición de publicaciones para
vistas y los periódicos destinados a la infancia proporcionaban recreación niños, pero esta vez con carácter de suplemento, pues se encartaban en
informativa, con el propósito de imbuir en los menores el amor a la patria, algún diario perteneciente a la prensa industrial. Así surgieron Mi Mundo
el respeto a todas las personas y la dedicación al estudio y al trabajo." 2 Por de El Universal, El Heraldo Infantil de El Heraldo de México, El Sol y los
': lo tanto, siempre estuvieron dirigidas a educadores entre quienes desta- Niños de El Sol de México y Mi Periodiquito de Novedades. En 1975
n
H
caron: José Rosas Moreno, Idelfonso Estrada Zenea, Aurelio R. Oviedo y surgió Amigos de Ovaciones del periódico Ovaciones.
S. Enríquez de Rivera. De los anteriormente mencionados, desaparecieron Mi Mundo y El
lí,.
Entre las publicaciones más destacadas del siglo XIX podemos mencio- Heraldo Infantil, por la crisis del papel y la falta de apoyo publicitario ne-
:;,¡ nar: El Diario de los niños (1839-1840), editado y dirigido por Wenceslao cesario para financiarlos. El Sol y los Niños suspendió su aparición y la
:,¡
:i.,,,11,1,·

',¡ Sánchez de la Barquera, de periodicidad semanal; La Enseñanza (1870- reanudó en 1980, con el nombre de Asteroide y luego en 1992 salió a la luz
'
1876), editado por N. Ch, quincenal; El Correo de los niños (1872-1883), El Sol de México para Niños, desapareciendo en 1996 por falta de apoyo
'¡,
:¡ editado por Miguel Quezada; Biblioteca de los niños (1874-1876), editado económico. En cuanto a Amigos de Ovaciones, también se dejó de publicar
1 por Alfredo Bablot y Román Araujo, redactor en jefe, Santiago Sierra, por las razones antes mencionadas, al igual que Mi Periodiquito.
lit quincenal; El Educador Práctico Ilustrado (1886), dirigido por S. Enríquez En la década de los noventa aparecieron nuevos suplementos, que au-
i/1 de Rivera, quincenal; El Escolar Mexicano (1888-1889), editado y re,dac- nados a los anteriormente mencionados constituyen el universo del perio-
¡¡¡ tado por Alberto Correa, semanal; El Camarada (1888-1890), editado por dismo para niños en el Distrito Federal.
¡; J. Ballescá, semanal, y El Niño Mexicano (1895-1896), editado por Ramón
li ,, Rabasa y dirigido por Victoriano Pimentel.
Aún en el siglo XX subsistió el interés' por elaborar publicaciones perio- Hacia la construcción del corpus
dísticas para niños y niñas. Desde 19163 los diarios capitalinos iniciaron la y la metodología de análisis
producción de los suplementos dominicales para los pequeños o bien desti-
naron páginas para propiciar su participación a través de convocatorias Después de conocer el universo, el analista del discurso tiene que cons-
para concursos de dibujo iluminados o de elaboración de cuentos por los truir el corpus. En el caso de este análisis se partió por delimitar específi-
propios niños y niñas. camente el tipo de materiales que fueron estudiados. Es decir, inicié por
Entre los periódicos diarios capitalinos que se interesaron en producir definir qué entendía por suplementos para niños: .
contenidos para niños y niñas estuvieron: El Nacional, de Gonzalo Parra; Aquellos materiales con periodicidad fija, generalmente semanal (aun-
El Demócrata, de Rafael Martínez; El, Universal, de Félix Palavicini, y que podía variar) elaboradas por adultos y adultas y dirigidos a niños y
años después, Novedades, de Ignacio F. Herrerías. 4 niñas, encartados en la edición normal de un diario capitalino.
Fue aproximadamente en 1925 cuando :reapárecieron las publica- El dificil acceso a los materiales, así como la desaparición y el surgi-
ciones periódicas de carácter independiente ti/oficial dedicadas exclusiva- miento de los suplementos durante el periodo que seleccioné la muestra
de estudio, fueron variables que tomé en cuenta para la construcción del
,:¡ 2
Lombardo, Irma y María Teresa Camarillo, La Pl'ensa Infantil de México (1839-1984), corpus. Así identifiqué:
,¡ p. l.
¡ 11
Ibídem, pp, 5-11.
:1'I
:¡ ,, Ibídem, p. 13. 5
Idem.
1
'\

322 323
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

Suplementos que tuvieron un periodo largo de publicación, pero en ese Registro de identificación
momento desaparecieron.
l. Nombre del periódico.
2. Lugar de residencia de la administración y la redacción.
l. Suplementos que tuvieron un periodo largo de publicación y seguían 3. Indicaciones que pueden acompañar al nombre.
apareciendo. 4. Periodicidad.
2. Suplementos que en el periodo que se estaba realizando el análisis 5. Momento de aparición.
aparecieron. 6. Zona principal de difusión.
7. Tiraje.
8. Fecha del primer número.
Así, después de una exhaustiva revisión del universo, los suplementos
9. Fecha del último número.
que constituyeron la selección final fueron: La Jornada Niños, de La Jor- 10. Precio.
nada; El Sol de México para Niños, de El Sol de México; Mi Periodiquito, . 11. Formato.
de Novedades; Cucurucho, de Difusora de Medios Latinoamericana; Gente 12. Número de páginas.
Chiquita, de Reforma; Reportero Disney, de El Heraldo de México; y Un, 13. Número de columnas por página.
dos, tres por mí y por todos mis compañeros, el nuevo material de La 14. Nombre y dirección de la imprenta.
15. Número de ediciones.
Jornada en ese momento.
16. Zona cubierta por la edición.
La selección de los ejemplares de cada uno de los suplementos con los 17. Lugar de conseivación de la colección.
que se trabajó, respondió a una revisión del universo, para asegurarme de
no excluir en la misma números o fechas que marcaran cambios impor-
tantes en la vida de los mismos y, por tanto, de los contenidos. Los ejem-
Expediente de identidad
plares fueron elegidos al azar, con el objetivo de no dirigir el resultado
final. No omito comentar que la muestra de algunos suplementos es más l. Estructura jurídica y financiera.
grande por el tiempo de publicación anteriormente detallado. 2. Condiciones de distribución.
Ahora bien, para poder identificar las características específicas de 3. Organización en la redacción.
cada uno de los suplementos que integraron la muestra, apliqué la meto- 4. Línea política.
dología propuesta por Jacques Kayser, 6 en la que elabora dos instrumen-
tos: el registro de identificación y el expediente de identidad, los cuales
aportan una radiografia puntual de los periódicos. Los elementos propues- Selección del marco teórico y aplicación del análisis
tos están contenidos en las siguientes tablas:
En este momento, después de conocer, ubicar y caracterizar el objeto de
estudio se debe decidir desde qué perspectiva teórica se abordará. Esto
depend~ por supuesto más de la realidad que de la preferencia .del investi-
gador. En este caso particular, para dar respuesta a las dos pnmeras pre-
guntas de investigación (las relacionadas con los tópicos y las formas del
discurso empleadas), me basé en la propuesta desarrollada por el holan-
dés Teun A. van Dijk. . . .
El considerar al texto como discurso y no sólo como mensaje rm~lica
tener en cuenta a los participantes del acto de comunicaci?n como s~Jetos
6
Para ello me basé en el trabajo de Jacques Kayser, llamado El pel'iódico: Estudios de activos con costumbres, cultura y referentes propios. Implica, ademas, se-
metodología y prensa comparada.

325
324

.
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA

La primera regla permite diferenciar la información central de la com-


ñalar el contexto en el que se produce el discurso, compartir un código, no
plementaria. Las otras, además, ayudan a compartir el conocimiento del
sólo en el nivel sintáctico, sino semántico, pero sobre todo, reconocer los
mundo, es decir, un contexto que le posibilita en el análisis sustituir y
aspectos sociales y culturales de las lenguas.
hacer una construcción a través de la generalización. De aquí la relación
Dice van Dijk que el objetivo del análisis del discurso
del texto con el contexto.
Por lo que se refiere al análisis de la forma que toma el discurso en la
[... ]consiste en producir descripciones explícitas y sistemáticas de unida-
presentación de los temas, retomé el concepto de macrosintaxis que van
des del uso del lenguaje[ ... ] Estas descripciones tienen dos dimensiones .
principales a las que podemos llamar simplemente textual y contextual. Dijk explica de la siguiente manera:
Las dimensiones textuales dan cuenta de las estructuras del discurso en
diferentes niveles de descripción. Las dimensiones contextuales relacio- El significado total (macroestructura) del discurso posee algo más
nan a estas descripciones estructurales con diferentes propiedades del que sus principios organizativos propios. Es necesario también un tipo de
contexto, como los procesos cognitivos y las representaciones o factores sintaxis total, la que define las formas posibles en las que los asuntos y
9
socioculturales. 7 temas pueden insertarse y ordenarse en el texto real.

Como advertimos, ambas dimensiones, es decir, la textual y la contex- Es decir, habla de la forma en que el discurso periodístico puede adop-
tual, van de la mano. Así pues, hice un análisis macroestructural, especí- tar, en este caso, los suplementos para niños del D.F. Así, identifica: la
ficamente tópico para conocer los temas que en estos materiales se les narración, la exposición y la argumentación. Para complementar lo pro-
ofrecen a los niños y las niñas del Distrito Federal y de la República Me- puesto por van Dijk, también retomé los planteamientos de Susana Gon-
xicana, en el caso de los periódicos que llegan a los estados, no sólo para zález Reyna, 1º investigadora mexicana de la Universidad Nacional Autó-
hacer un listado o conocer la frecuencia con la que se habla de estos temas, noma de México, quien agrega una más: la descripción. . .
sino como una estructura global socialmente compartida, en la que los Finalmente, para el est:udio de las funciones que cumple el lenguaJe,
adultos dan prioridad a ciertos tópicos por considerar que son importantes es decir, cómo se les habla a las niñas y a los niños en estos materiales,
para los niños y las niñas en esa etapa de su vida. revisé y apliqué las propuesta que Roman Ossipovich Jakobson, lingüista
Para lo anterior se retomaron las macrorreglas que identifica van Dijk ruso, expuso en su obra Ensayos de Lingüística General, específicamente
11
y a continuación las describo: lo que respecta a su modelo y a las funciones del lenguaje.

· Supresión. Reducir información complementaria, aquella que no es


relevante, como detalles locales. Ejemplo .del instrumento de análisis
• Generalización. Tomar una secuencia de proposiciones y reempla-
Ahora bien, una vez que el analista ha ubicado el marco teórico más apro-
zarlas para la generalización. Por ejemplo, en vez de decir que tenemos un
gato, un perro y un canario, podemos decir más sucintamente, tenemos piado para desarrollar los conceptos, es necesa?o par~ la aplica:i~~ de la
metodología, la creación e instrumentos que sistematicen el analis1s tex-
animales domésticos.
tual. A continuación comparto la tabla de análisis con las categorías que
• Construcción. Reemplazar una secuencia de proposiciones por una
permitieron realizarlo, uniendo los aspectos anteriormente explicados,
macroproposición que denote el acto o suceso,como un todo. 8

9 Ibídem, p. 77.
10 González Reyna, Susana, Manual de Redacción e Investigación Documental, p. 89.
7
Van Dijk, Teun A., op. cit., p. 45. 11 Jakobson, Roman, Ensayos de lingüística general, pp. 347-360.
8
Ibídem, p. 56.

327
326
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

además de contener elementos de identificación del suplemento. Cada ru- Sistematización de la información y relación con el contexto
bro está acompañado de una breve descripción del contenido que lo con-
formó. Cada una de las notas del discurso de los suplementos fue analizada bajo
esta tabla y posteriormente se pasó hacia la sistematización de la infor-
mación de cada uno de los rubros, buscando puntos comunes para poder
Tabla de análisis realizar la propia construcción después de aplicar las macrorreglas y ha-
· Nombre del suplemento: Se incluye con el objetivo de ubicar el material ber suprimido información no relevante, jerarquizando por importancia y
que estaba siendo objeto de análisis. generalizando en los casos que así se permitiera.
· Fecha de publicación: Nos permite ubicarlo en tiempo y espacio. Pero eso no termina allí. Como lo plantea el propio van Dijk, la gra-
· Número de ejemplar: Cumple con el objetivo de identificación. mática del texto no finaliza únicamente identificando en los enunciados
· Parte que se analiza: Debido a que el análisis macroestructural global,
necesita en alguna de sus fases un análisis microestructural, es importante
que lo componen. Deben relacionarse los hallazgos realizados en su inte-
segmentar el discurso para luego volver a construir. Es por eso que señalar rior con los aspectos contextuales de cada uno de los materiales y de las
la parte analizada es importante como sustento para los posibles industrias periodísticas que los producían o encartaban. Una vez realizado
argumentos. esto, se puede hablar de ciertos resultados que explican el fenómeno del
· Colocación en la página: En el periodismo se habla de la importancia periodismo para niños del D.F., objeto de estudio de esta investigación.
que se le da a la información de acuerdo con el espacio en el que se coloca. No
es lo mismo la primera plana que interiores. De aquí la pertinencia de este
rubro.
Resultados de la investigación y su interpretación
· Sección. Ubicar la sección para identificar la relación de la misma, con los
tópicos de los cuales se habla.
· Tipo de discurso. Sabemos que existen distintos tipos de discurso. En En este apartado el analista reporta lo que encontró después de desme-
este rubro debe ubicarse cuál es, por ejemplo si se trata de un texto, gráfico, nuzar el texto. Algunos investigadores prefieren reportar los resultados
ilustración, etcétera. solamente, otros empiezan a relacionar los hallazgos textuales con las con-
· Aplicación de macrorregla. En esta parte de lo que se trata es de diciones contextuales, caso del presente estudio.
aplicar las macrorreglas y con base en ello hacer la construcción que permita
Recordemos los ejes que guiaron la búsqueda en el discurso:
identificar los tópicos generales, específicos y las proposiciones.
· Macroproposición / ¿De qué se trata? y ¿Qué dice?
Tópico general: Se refiere al tema general del cual trata el discurso. • Tópicos
Tópicos específicos: Se identifica como aquellos temas secundarios que • Formas del discurso
componen al discurso. • Funciones del lenguaje
Proposiciones: Todos aquellos constructos de significado que componen al
tópico general y a los específicos. Se encontró que el tópico prioritario en la mayoría de los suplementos
· Superestructura/ Forma del discurso. Es en este punto cuando se
compromete la forma en la que se presenta el contenido del discurso, de
analizados era el entretenimiento manifestado de distintas maneras: acti-
acuerdo en este caso a la clasificación expuesta en el marco teórico de Van vidades, juegos, tiras cómicas, etcétera. Sin embargo, el tratamiento fue
Dijk y González Reyna. distinto. En La Jornada Niños, el entretenimiento siempre fue acompa-
· Función del lenguaje. En este punto se aplica el modelo de Jakobson ñado de información útil para niñas y niños; de esta manera a través de
para comprometer el resultado. alguna actividad o juego se daban datos del contexto político, nacional o
· Ilustraciones: Sólo se ubican como un elemento del discurso que en este mundial, de algún animal o de cosas o situaciones de su vida cotidiana.
análisis no se desarrolló de manera profunda por considerarlo un objeto de
En El Sol de México para Niños; Mi Periodiquito; Un, dos, tres por
estudio independiente, susceptible de otra investigación.
mí y por todos mis compañeros, se siguió la misma línea, pero en menor

328 329

j
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

medida. En cambio, en Gente Chiquita; Cucurucho, y Reportero Disnfy, el A manera de conclusión


entretenimiento estuvo enfocado a vender un producto, una idea, o los
contenidos de los medios de comunicación electrónicos, especialmente la Finalmente, en este apartado el analista debe escribir las consideraciones
televisión. En específico, Gente Chiquita promueve los contenidos de tele- finales de su trabajo. Entre otras cosas mencionar si se han cumplido los
visión por cable, Cucurucho sujeta sus contenidos a los patrocinadores y o~jetiv_os y las hipótesis de trabajo~ cuáles han sido los hallazgos más sig-
Reportero Disney a las necesidades de promoción de Walt Disney. Así, nificativos, de tal manera que constituyan un aporte sustancial para la ex-
pues, los suplementos se caracterizan por ser de dos tipos: aquellos que plicación del fenómeno en cuestión.
desarrollan tópicos de entretenimiento-informativos y los de entreteni- Como podemos observar, el análisis del discurso es una metodo]ogía
miento-comerciales. que aporta elementos para entender construcciones lingüísticas en su con-
Los suplementos para niños y niñas se caracterizan porflo establecer texto que nos permitan comprender, fenómenos sociales, en este caso qué
un vínculo entre el texto y el contexto inmediato político, social, económico es lo que los suplementos para niños aportan a este público como medio de
o cultural del país y del mundo. A excepción de La Jornada Niños y de Un, comunicación y como instrumento de ideología.
dos, tres por mí y por todos mis compañeros, los demás olvidaron este as-
pecto. Además del entretenimiento, otros tópicos fueron ecologías, compu-
tación, ciencia y cultura, principalmente, por lo que el periodismo para Bibliografía
niños es diferente al diarismo porque los temas que se desarrollan tienen
relación con el momento histórico y no con lo que en el periodismo tradi- GONZÁLEZ Reyna, Susana, Técnicas de investigación documental y re-
cional se entiende como noticia, sobre todo, por sus características de opor- dacción, México, Trillas, 2007.
tunidad. JAKOBSON, Roman, Ensayos de lingüística general, Barcelona, Ed.
Otro de los elementos distintos entre el periodismo para niños y el dia- Seix Barral, 1975.
rismo, es la condición de realidad, ya que los tópicos en algunos casos se KAYSER, Jacques, El periódico: Estudios de metodología y prensa com-
basan en hechos fantásticos, pues mmque presente situaciones reales, parada, Quito, Ecuador, CIESPAL, 1964.
se basan en personajes y situaciones fantásticas para llamar la atención LOMBARDO, Irma y María Teresa Camarilla Carbajal, La prensa in-
de sus lectores. fantil de México (1839-1984), México, UNAM!Hemeroteca Nacional, 1984.
El aspecto lúdico fue atendido por todos los suplementos del D.F. de ORIVE, Riva y Concha Fagoaga, La especialización en el periodismo,
esa época como un recurso para hacer más atractivo cada uno de los mate- Madrid, Ed. Dossat, 1974.
riales, así como para propiciar la identificación de los niños y las niñas con VAN DIJK, Teun A, La noticia como discurso: comprensión, estructura
los suplementos. y producción de la información, Barcelona, Paidós, 1996.
En cuanto a las formas del discurso, predominaron la expositiva y la
descriptiva. De aquí se puede deducir que el objetivo del periodismo para
niños es mostrar a este público su mundo inmediato, nombrándoles cosas.
En algunas ocasiones se recurre a las narraciones como recurso para pre-
sentar historias verdaderas o de ficción interesantes para los lectores.
Las funciones del lenguaje que más destacan son la referencial y la
conativa. Es decir, le dan a conocer cosas, hechos, nombres y les ordenan o
invitan a realizar acciones, desde resolver algún juego, leer, descubrir co-
sas ocultas o adquirir cualquier producto.

330 331
¿CAMBIO O MÁS DE LO MISMO? EL
CONCEPTO DE LA MUJER EN EL DISCURSO
DE CAMPAÑA DE VICENTE FOX QUESADA
Evelyn Norma Castro Méndez*

Resumen

ste artículo tiene por objetivo presentar el esquema metodológico

E que se siguió para analizar el discurso de campaña de Vicente Fox


Quesada en las elecciones presidenciales de México en el año 2000,
a fin de conocer el concepto de la mujer que se utilizó y corroborar que pe-
se a que el candidato hizo popular un lenguaje incluyente y genérico, con
frases como "mexicanos y mexicanas", la construcción ideológica del sector
femenino por parte de un partido conservador como el PAN, sigue repro-
duciendo un esquema tradicional, por lo que si bien se defendió la idea del
cambio, en el caso de las mujeres fue un cambio limitado

Introducción

La elección federal del año 2000 fue trascendental para la vida política del
país, en virtud de que después de setenta años de gobiernos presidenciales
priístas, por primera vez ascendió al poder federal un partido distinto al
PRI. El triunfo de la coalición Alianza por el Cambw (AC), integrada por el
PAN y el PVEM, constituyó un gran paso hacia la democracia en México, en

* Maestra en Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UN-


AM y profesora en la misma institución. Autora de El concepto de mujer en el discurso de
campaña de Vicente Fox Quesada: un estudio de las estrategias de persecución electoral del
sector femenino en los comicios federales del 2000 (Tesis de Maestría), y coautora del ar-
tículo "Eslóganes de campaña en México y Estados Unidos: marketing y comunicación", en
la revista arbitrada Sociedad Mexicana de Estudios Electorales, México, 2009.

333
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

virtud de que se respetó la voluntad popular y el cambio de administra- En los comicios federales del 2000, la AC otorgó en su plataforma elec-
ción se efectuó de manera pacífica. toral y en su Plan de Gobierno un espacio específico a la mujer a través de
En la lista nominal estaban inscritos 58. 7 millones de electores, 52% lo una lista de 10 compromisos, en los que se hizo alusión a las madres solte-
representaban las mujeres (30.4 millones), y 48% los hombres (28.3 millo- ras, la violencia intrafamiliar, la propuesta de crear el Instituto de la Mu-
nes), por lo que el voto femenino resultaba estratégico para la obtención jer, entre otros rubros.
del triunfo. Es así como los partidos al darse cuenta de que las mujeres re- Los resultados electorales reflejaron que en el año 2000, la AC obtuvo
presentaban una importante veta de sufragios en un escenario altamente 42.5% de los votos, seguido del PRI con 36.10%. En la elección participó el
competitivo, comenzaron a disputarse su preferencia electoral. 64% de los votantes, contabilizándose un total de 37,603,923 sufragios. 2
Es de nuestro interés presentar en este artículo los resultados que se Un análisis cualitativo de la elección presidencial elaborado por la Divi-
obtuvieron al analizar cuatro discursos de campaña del candidato ganador sión de Economía y Comercio del Servicio de Investigación y Análisis (SIA)
Vicente Fox Quesada, quien emanaba del PAN, un partido de perfil conser- del Sistema Integral de Información y Documentación (SIID), dio a conocer
vador, a fin de conocer las estrategias discursivas que se utilizó para per- que la AC captó 44% de la votación total femenina y 42% de la masculina;
suadir a las mujeres mexicanas en las elecciones federales del 2000. mientras que el PRI logró 40% de los votos de las mujeres y 36% de los
En la construcción del corpus de análisis se consideraron factores tem- hombres, y la AM 18% de los sufragios masculinos y 14% de los femeninos,
porales, así como coyunturales que tenían que ver con la mujer mexicana; por lo que sin lugar a dudas la preferencia electoral de la mujer fue deter-
así como la relevancia del contenido y la disponibilidad del mensaje. Las minante en los resultados de la elección. 3
versiones íntegras de los discursos fueron retomados del sitio WEB de cam-
paña del candidato presidencial Vicente Fox. De esta manera, el material
de análisis fueron: Fundamentos teóricos y metodológicos
del análisis del discurso
• Mensaje pronunciado durante una reunión con la organización "Ami-
gas de Fox" en Naucalpan, Estado de México, el 1 de noviembre de 1999. Sin intentar polemizar respecto a lo que se entiende por texto y lo que es
• Discurso de toma de protesta como candidato del PAN del 13 de no- un discurso, desde una noción restringida definiremos al discurso (ya sea
viembre de 1999. un texto o conversación) como la dimensión verbal (hablada o escrita) de la
• Mensaje pronunciado durante la celebración del "Día internacional interacción comunicativa. 4 Una de las particularidades del fenómeno de
de la mujer", el 8 de marzo de 2000. comunicación que vamos a analizar es que se trata de un discurso de tipo
• Discurso titulado "Por un desarrollo visible para todos" del 20 de político-electoral.
junio de 2000, emitido a 8 días de que concluyeran las campañas y a 15 de En un sentido estricto, Gilberto Giménez define al discurso político co-
la jornada electoral del 6 de julio. mo "el discurso producido dentro de la 'escena política', es decir, dentro de
los aparatos donde se desarrolla explícitamente el juego delpoder''. 5 Desde
Cabe comentar que antes de los comicios federales de 1994, el PAN no
tenía en los documentos básicos de sus principios, estatutos o programas, 2 Boucsein, Wilhelm, "Histórico Cambio Político en México, nueva etapa democrática

ninguna alusión directa ni indirecta a la mujer, y en el punto que tal vez tras 70 años de hegemonía del PRI", www.kas-ciedla.org.ar/archivo/boucsein.pdf
~ http://www.cddhcu.gob.mx/bibliot/publica/inveyana/econycom/reportes/votos-a l: ht~
podría tratarse el tema como el de la familia, se hablaba de los hijos como 4 La noción extendida de discurso, cuando se refiere a todo un evento comunicativo,

responsabilidad de ésta y del Estado, mismo que a su vez era responsable puede también mostrar otras dimensiones (visual, gestual) de la comunicación Y de la inte-
de la mujer. 1 racción, a veces, estrechamente unidas (entrelazadas) con el aspecto verbal, como sucede
con las películas habladas y la publicidad. Van Dijk, Teun A., Ideología, p. 250. . , .
1
Fernández, Ana, ''Mujeres y Política: Balances y perspectivas", IFE, " Giménez, Gilberto, Poder, Estado y discurso, perspectivas sociológicas Y semwlogicas
http://deceyec.ife.org.mx/mujeres__y__politica.htm#l 7 del discurso político-jurídico, p. 127.

334 335
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

una VIBión extensiva, basada en un concepto amplio de "la política", tienen de 1970 que el género y el discurso surgieron como un campo de in t·
cabida aquellos discursos que si bien no son emitidos desde los lugares ins- gac10n · vesd 1·
·, reconoc1'do. 9 Desde fines de 1a d'ecada de 1960 los mvestigadores
1
titucionales donde se da el juego del poder, tienen una intención política;
es decir, su objetivo es incidir en las relaciones de poder existentes, el dis-
curso de la disidencia puede ser también considerado como un discurso
lenguaje y de género reconocieron el lugar central que ocupa el lengua~
en la organización de la acción social. Para ellos las relaciones de poder
articulan mediante el lenguaje, y "para quienes se preocupan por el gé-
~=
político. nero, esto significa encarar la relación de desigualdad de género y las
Ante el incremento de la competitividad electoral en nuestro país, los prácticas del lenguaje de una sociedad''. 10
partidos y candidatos han tenido que renovar sus formas de hacer campa- En la fase del análisis formal o discursivo utilizamos el modelo de aná-
ñas, por lo cual han recurrido a la utilización de la mercadotecnia política. lisis de mensajes propuesto por Daniel Prieto Castillo en La Fiesta del
Desde el punto de VIBta económico, la mercadotecnia puede definirse como Lenguaje, mismo que toma en cuenta varios planos de análisis y catego-
"el proceso completo de estudios de mercado para descubrir las posibilida- rías para el estudio de un discurso. Su esquema se basa en cuatro planos
des de colocar en éste un determinado producto, así como las técnicas su- de análisis (estructuras básicas, narrativo, estilístico e ideológico) y cinco
tiles y elaboradas de promoverlo y de comercializarlo". 6 De ahí que en su categorías del lenguaje (referencial, apelativa, expresiva, poética y lúdica),
acepción más sencilla, podemos entender al marketing político como la las cuales son retomadas de las funciones del lenguaje que Roman Jakob-
aplicación de los conceptos básicos de la mercadotecnia comercial en el son desarrolló; no obstante, para los objetivos de este análisis sólo utiliza-
ámbito político para satisfacer las necesidades y expectativas de la ciuda- remos algunos rubros de su propuesta de análisis denominado de estruc-
danía, lo que lleva a identificar al electorado con el mercado y al candi- turas básicas e ideológico.
dato o su programa con el producto. 7
Las campañas electorales son fenómenos de carácter mediático, donde Planos de Análisis
se complementan, incluso tienden a sustituirse las tradicionales reuniones Estructuras básicas l. Ideas núcleo
públicas, mítines, pintas, pega de cárteles, etcétera, con la difusión de 2. Sintagma
spots, la realización de debates televjgados, la fabricación de artículos uti- 3. Modos de predicación
litarios (camisetas, botones, instrumentos de cocina, etcétera) y una am- 4. Grado de referencialidad
plia cobertura de las actividades proselitistas en los distintos medios de 5. Lo diclio y lo no dicho
6. Complementariedad
comunicación, con los cuales se requiere tener una aceptable relación.
7. Oposición
A diferencia de otras prácticas sociales y códigos semióticos (fotogra- 8. Tipificación
:fias, cuadros, imágenes, pinturas, signos, gestos, danza), el discurso verbal 9. Isotopías
(oral y escrito) tiene un status especial en la reproducción de las ideolo-
Ideológico l. La referencialidad
gías. Diversas propiedades del texto y la conversación permiten a los
2. la predicación
miembros sociales expresar o formular concretamente creencias ideológi- 3. La inferencia inmediata
cas abstractas, o cualquier otra opinión relacionada con esas ideologías. 8 4. La uniacentualidad significativa
El interés por el estudio del lenguaje que utilizan hombres y mujeres a) El "todo expresado"
se remonta a por lo menos cien años atrás, sin embargo, fue en la década b) Las consignas de interpretación
e) La apelación a experiencias decisivas
6
5. La visión polarizada de la realidad
Borja, Rodrigo, Enciclopedia de la política, p. 619.
7
Gómez, Pedro, "El marketing político como producto de la democracia mediática", en
Muñoz, Alejandro y Juan Ignacio Rospir (editores), Democracia mediática y campañas elec- 9
West, Candance; Michelle M. Lazar et al., "El género en el discurso", en van Dijk,
torales, p. 91. Teun A. (comp.), El discurso como interacción social, pp. 179-212.
8 Van Dijk, Teun A., op. cit., p. 244. 10
]bid., p. 181.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

El plano de estructuras básicas se enfoca al conocimiento de los ele- lingüista ruso Román Jakobson, quien en su obra Ensayos de lingüística
mentos primordiales puestos en juego en un discurso, con el que se abre general, publicada en la década de los sesenta 11 distingue en el esquema
un primer camino a la comprensión de la intencionalidad del mismo, como de la comunicación seis puntos de vista: el del destinador, el destinatario,
son: el mensaje, el contexto, el contacto y el código, a los cuales les asigna una
función específica:
· Ideas núcleo. Todo puede ser objeto de discurso. Entendemos por
"ideas núcleo" el o los lemas de un discurso y lo que de él o de ellos se dice. CONTEXTO
· Sintagma. Alude a la coordinación de las partes del discurso tanto
REFERENCIAL
entre los enunciados como entre distintos periodos. El orden del discurso
no es casual.
· Modos de predicación. Si las ideas núcleo se conforman por el o
~MENSAJE~
los temas de un discurso y lo que de ellos se dice. Esto último constituye la
predicación. U na predicación puede acercarnos a un tema o bien alejar-
nos de él, puede ser leal al mismo o distorsionarlo.
EMOTIVA POETICA CONATIVA
· Grado de referencialidad. Hablamos de alta referencialidad cuan-
do el discurso nos acerca lo más posible a las características del sujeto (también conocida como apelativa, implicativa o incitativa)
fuera del discurso. La baja referencialidad nos ofrece apenas algunas de
esas características y la distorsionante nos habla de características que no CODIGO
corresponden al sujeto fuera del discurso. METALINGUISTICA
· Lo dicho y lo no dicho. El asunto aquí es lo dicho y no dicho sobre MEDIO/CANAL
un determinado tema. No hay discurso que no tenga una contraparte,
oculta, silenciada, lo sepa o no su emisor: FATIGA
· Complementariedad. Se llama discurso complementario a aquél
que asume la predicación como si el o los sujetos en cuestión vivieran al • Función emotiva o expresiva. El mensaje se centra en el emisor,
margen de toda contradicción posible. Así es posible describir la niñez co- en la expresión de su estado de ánimo, en ¿quién habla? y lo que dice de sí
mo un mundo de ilusiones y de belleza, o a la patria como el lugar per- nusmo.
fecto. · Función conativa. Se orienta al destinatario (segunda persona),
· Oposición. El esquema más antiguo corresponde a la oposición en- halla su más pura expresión gramatical en el vocativo y el imperativo, así
tre el bien y el mal. como del interrogativo. ¿A quién habla? y ¿cómo se dirige?, ¿qué le manda
· Tipificación. En las relaciones cotidianas existe una tendencia irre- a hacer?, ¿qué espera el emisor del receptor?
ductible a la tipificación: seres, situaciones, objetos son percibidos, valora- · Función referencial. Se enfoca en el contexto, el referente (tercera
dos, pensados, como si consistieran en unas popas notas. persona) es de carácter denotativo, cognoscitivo, es el hilo conductor de
· lsotopía. El término alude a la presentación de ciertos elementos varios mensajes. Por ejemplo: narraciones, descripciones en tercera per-
discursivos que tienden a cerrar el espacio de constitución de un sujeto a sona. ¿De qué habla?*
través de la predicación. Así, si "Bolívar es el libertador de América", todo
lo que se diga de él girará en esta tendencia. 11 Jakobson, Roman, Ensayos de lingüística general, pp. 352-363

*Cabe señalar que esta función puede vincularse con las categorías de predicación, opo-
siciones, tipificación e isotopía, en tanto que toda1? ellas en su conjunto sirven para carac-
Asimismo, aplicaremos las funciones del lenguaje establecidas por el terizar los objetos referenciales.

338 339
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

· Función Fática. Se centra en el canal, para establecer, prolongar o Cuadro 3, se identificarán a los sujetos y los predicados que se les asignan
interrumpir la comunicación, para comprobar que el canal funciona (oye
¿me escuchas?, bueno, bueno, diga).
DISCURSO: XXX MODOS DE PREDICACION J
· Función poética. Se relaciona con el mensaje, con su estructura. SUJETO PREDICADO
Cuando el mensaje se emplea para atraer la atención hacia la forma del
mensaje mismo estamos cumpliendo la función poética, esto es el análisis
mismo del discurso para conocer su estructura.
· Función metalingüística. Cuando el destinador y el destinatario
quieren confirmar que están usando el mismo código. Por ejemplo: ¿en qué Cuadro 4, se establecerán los planteamientos opuestos con base
sentido usa usted esa palabra? Si empleamos el lenguaje para hablar del en la dicotomía positivo-negativo
lenguaje estamos cumpliendo la función metalingüística.
DISCURSO: XXX OPOSICION/VISIÓN
POLARIZADA DE LA REALIDAD
Cabe señalar que ninguna de las funciones aparece en forma aislada,
sin embargo, es posible reconocer tendencias dominantes en determinado PLANTEAMIENTOS OPUESTOS
tipo de mensajes. Así la función referencial y conativa dominará el discur-
so publicitario y propagandístico. Positivo Negativo
Para sistematizar la información contenida en el material de análisis
se elaboraron once cuadros esquemáticos, correspondientes a los planos de
análisis y las funciones del lenguaje, mismos que fueron de gran utilidad
en el manejo de datos, así como en el soporte metodológico y cientificidad
de nuestro trabajo. Cuadro 5, se señalará a qué tipo de sujeto-objeto se refiere, cómo lo caracteriza.

DISCURSO: TIPIFICACION E ISOTOPIA


PLANOS DE ANALISIS Objeto, sujeto
Cuadro 1, permitirá identificar las ideas principales.

DISCURSO: XXX
IDEAS NUCLEO
Cuadro 6, en él se identificarán las expresiones retóricas y las metáforas.

DISCURSO: XXX INFERENCIA INMEDIATA

Cuadro 2, se desglosara la estructura si~tágmática del discurso. EXPRESIONES RETORICASIMETAFORAS


DISCURSO: XXX SINTAGMA
1
ESTRUCTURA DEL DISCURSO

340 341
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Cuadro 7, las ideas más y menos redundantes.


Dado a que la metodología del análisis del discurso parte de la rela-
DISCURSO: XXX IUNIACENTUALIDAD SIGNIFICATIVj ción de indisociabilidad entre lenguaje y contexto, en función de que un
discurso es un reflejo de sus condiciones de producción, e igualmente im-
REDUNDANCIA pacta en la escena social en que tienen lugar, también fue necesario esbo-
zar un diagnóstico de la situación de la mujer mexicana, que en términos
generales puede resumirse en los siguientes datos: 12

· 9.57 millones de habitantes mayores de 15 años enfrentaban proble-


FUNCIONES DEL LENGUAJE mas de analfabetismo, 7.5% hombres y 11.5% mujeres.
Cuadro 8, frases que reflejan lo que el emisor dice de sí mismo. • Más del 63% de analfabetas mayores de 15 años son mujeres.
• De la población mayor de 15 años que concluyó educación superior
DISCURSO: XXX I FUNCIÓN: EMOTIVA O EXPRESIVAJ 13% lo constituyeron los hombres y 9.3% las mujeres.
FRASES · En 1999, la Población Económicamente Activa (PEA) la constituían
39 mil 751 personas, 13 67% hombres (26.1 millones) y 33% mujeres (13.5
millones). 98% de la PEA estaba ocupada.
• La tasa de desempleo abierto promedio en 1999 era de 2.5%, 2.4%
hombres y 2. 7% mujeres.
Cuadro 9, frases que expresan lo que el emisor pide del receptor. • En 1999, 95.4% de las mujeres y 52. 7% de los hombres realizaban
DISCURSO: XXX FUNCIÓN: CONATIVA ] trabajo de carácter doméstico, por el que no percibía ninguna remunera-
ción.
FRASES
• La gran mayoría de las mujeres que trabajaban, se ubicaron en las
ramas económicas con salarios bajos 14 y desempeñaban ocupaciones típi-
camente femeninas tales como: comerciantes, vendedoras y dependientes
(19.1 %), artesanas y obreras (15.1 %), oficinistas (13.3%), trabajadoras do-
Cuadro 10, frases que responden a la interrogante ¿de qué habla? mésticas (11.9%), y agricultoras (9%).
• 60% de los mexicanos que vivía en condiciones de pobreza extrema
DISCURSO: XXX FUNCIÓN: REFERENCIAL eran mujeres, por lo que la marginación es un problema de género.
FRASES · TEMA /OBJETO-REFERENTE • En 1999, 81 % de las familias mexicanas eran biparentales, 97.3%
tenían un jefe varón, sin embargo, existían 3 millones de hogares monopa-
rentales, 16.5% con una jefatura masculina y 83.5% dirigidos por mujeres.

Cuadro 11, frases a través de las cuales el emis.9r aclara o define algunos conceptos.
12
DISCURSO: XXX FUNCIÓN: METALINGUISTICA INEGI, Anuario estadístico edición 2000, p. 680.
13
Representan 55.8% de la población total.
11
FRASES ' En 1999, 25.9% percibía un ingreso menor a un salario mínimo y 15.9% no recibía
ingresos por trabajo, es decir, 41.8% de las mujeres que trabajaban estaban por debajo del
mínimo de ingresos. 28% de los hombres ocupados recibía ingresos inferiores al mínimo o no
recibía ingresos.

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343
J
,1
ji

MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

• En las zonas rurales la situación de las mujeres se agrava, ya que la Marcos encontramos alusiones de tipo genérico como la frase "hermanos y
mortalidad materna en el 2000 fue cinco veces más alta que el promedio hermanas", por lo que quizás el mérito de Fox Quesada fue que hizo más
nacional. popular este léxico, y que quedó como un legado al discurso público y pri-
• La esperanza de vida en el 2000 se estimaba en 73.1 años para los vado de la sociedad mexicana.
hombres, y de 77.6 años las mujeres. • Las temáticas principales se enfocaron en las propuestas de Fox
• Los tumores son la primera causa de muerte entre las mujeres de 25 Quesada para solucionar los problemas del país, su política social y la es-
a 64 años. 15 peranza de un "México Nuevo", sustentándose sus argumentos en ladra-
• En seis de cada diez hogares mexicanos hay violencia contra las matización y la denuncia de las condiciones de marginación y pobreza que
muJeres. enfrentan los mexicanos, principalmente la mujer y la responsabilidad del
PRI en esta situación.
Como puede observarse, la situación de la mujer mexicana no dista de • Los principales conflictos a los que se enfrenta la mujer son la desi-
las condiciones que este sector de la población enfrenta en el ámbito mun° gualdad, la discriminación, el desempleo, el maltrato y la violencia, así
dial. Históricamente la mujer ha sido relegada de los terrenos económico, como la falta de oportunidades, escasa participación en la política y la eco-
político y social dominados éstos en su mayoría por el sexo masculino. nomía, falta de reconocimiento, valoración y apreciación de su trabajo, e
Incluso, la construcción de la ciudadanía femenina se ha definido como un injusticia, por lo cual, sus propuestas giraron en torno a estos problemas.
sujeto de segunda categoría, 16 debido a que no todos los ciudadanos acce- No obstante, varias de éstas fueron de carácter demagógico, pues dificil-
den por igual a los mismos derechos, y en su formulación no han sido mente podría cumplirlas, como incorporar a la mujer que así lo desee a la
consideradas las diferencias. Población Económicamente Activa, contabilizar en las cuentas nacionales
la medición del trabajo en el hogar, y cuantificar el trabajo de la mujer en
el PIB, etcétera.
Aportaciones del análisis el discurso • Los mensajes se sustentaron en ideas sencillas y párrafos cortos que
le dieron agilidad a la lectura, olvidándose de las grandes disertaciones
Una vez que se sistematizó la informaci6n en los cuadros de análisis ante- ideológicas y conceptuales, a las que los políticos mexicanos nos tenían
riormente señalados, se obtuvieron los siguientes resultados: acostumbrados, además de que no incluyó los dichos populares a los que el
candidato constantemente aludía .en entrevistas y actos públicos, por lo
• A pesar de que sólo dos de nuestros textos estaban dirigidos exclusi- que a través de los discursos pudo proyectar una imagen más formal.
vamente a las mujeres, su presencia fue notoria en todos los mensajes • La estructura de los mensajes fue distinta en todos los casos, ya sea
analizados, ya que utilizó un lenguaje que establecía una diferencia de gé- que iniciara con fechas históricas; la frase entusiasta ¡Vamos México!;
nero entre "las mexicanas y los mexicanos", "las chiquillas y los chiquillos", comentarios en tomo de la belleza y recursos naturales del país; los dis-
"las ciudadanas y los ciudadanos", idea que resultó atractiva y novedosa tintos tipos de mujeres que confluyen en el país, o a la expresión "amigas y
en el ámbito de la comunicación política-electoral, pero no en términos de amigos" para transmitir calidez y cercanía, y que concluyera en dos ocasio-
la cultura política, ya que las feministas desde años atrás han pugnado nes con la idea de que era un candidato cercano y sencillo, y empeñaba su
por la utilización de este tipo de lenguaje, por lo que el candidato del PAN palabra de mexicano libre y honesto. Sólo una vez estimuló el hartazgo de
no fue el creador del "los" y "las", incluso, en textos del subcomandante la sociedad, 17 y en otro reforzó su compromiso con las mujeres.

15
En 1999, la tasa de muerte por cáncer cérvico-uterino fue de 19.8 por cada 100 mil 17 Basta de modelos secuenciales, vamos a demostrar que es viable contar, al mismo

mujeres de 25 años y más. Por cáncer de mama, 14.8 muertes por cada 100 mil mujeres. tiempo con una economía competitiva y exitosa, y una sociedad justa y humana, se dijo en
16
Fernández, Anna M., La política, la sociedad y las mujeres, p. 11. el último discurso analizado.

344 345
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

• El hilo conductor fueron las líneas de acción o programas del c d' • Respecto a lo no dicho, encontramos que ninguno de los discursos
da to , as1, como 1as t ematicas
, . y 1os argumentos que sustentaron su pos·an·, l-
. ~¾ aborda temas polémicos como el aborto, la sexualidad y los anticoncep-
mtercalando la oferta y la denuncia. ' tivos; tampoco se mencionó la creación del Instituto para la Mujer, siendo
• La figura de la mujer victimizada que manejó responde de algu que éste era uno de los principales proyectos de gobierno de la AC. De
manera a1 es t ereot 1po. que se tiene
. sob re su abnegacion,
,
entrega, sacrifi na
·
' d d d . igual manera, no hay llamados literales a ejercer el voto, ni a votar por
fr a gili a y esempeño que tiene en el cumplimiento de su rol de madClO'
Fox Quesada, quizá porque generalmente se presenta como presidente,
de famili~: esposa, no obstante, e~ un inten!o por romper con este esqu:~ asumiendo de antemano que ganará la elección. Tampoco aparece la pala-
~a tamb1en _s~ recon~ce su trabaJo, v~lentia, valores, la necesidad que bra cambio. Destaca la ausencia de las figuras del PAN y de la AC, las
tiene de part1c1par en areas como la política y la economía, así como en 1 cuales fueron representadas a través del candidato.
toma de decisiones. Pero notamos el manejo de un doble discurso, ya qua • En el ámbito de las funciones del lenguaje, la estrategia de persua-
también señala que los valores de las mujeres son "apoyar'', "protege/ sión para conseguir el voto de los electores -a excepción del discurso "Por
"educar'' y "cuidar'', los cuales tienen que ver con el esquema que deben se~ un desarrollo visible para todos" en el que imperó la función referencial-,
guir las mujeres en el imaginario social. se sustentó en el manejo de la función emotiva, al ser Vicente Fox Que-
• Si bien propone brindar oportunidades de participación a la mujer sada y su gobierno, las figuras principales del texto. Sólo en dos.ocasiones
como parte de los grupos minorita,rios y vulnerables, sólo en dos ocasiones el candidato mencionó su deseo de ganar el poder, por las implicaciones
habla de que serán incluidas en la toma de decisiones. En este sentido, ha- negativas de este término, al vinculársele con el autoritarismo.
b~a q~e ~uestionar si efectivame~te las mujeres pertenecen a los grupos • La función referencial fue la segunda que sobresalió en los discursos
mmontanos y vulnerables del paIS, ya que representan más de la mitad de campaña de Fox Quesada. Los tópicos a los que hizo alusión el candi-
de la población y de los 3 millones de hogares monoparentales, 83.5% son dato estuvieron determinados por el auditorio al que eran dirigidos, y el
dirigidos por mujeres. contexto sociohistórico en que se encontraba. En éstos, el emisor se pro-
• El candidato puso en entredicho la estructura familiar mexicana puso explicar sus propuestas desde una perspectiva valorativa, diferen-
además de denunciar que "la violencia familiar no es ninguna novedad"' ciando lo positivo de lo negativo de cada uno de los objetos referenciales a
planteamientos que resultan novedosos·, en virtud de que hasta hace algu~ los que aludía.
nos años el PAN realizaba una incondicional exaltación de la figura faini- • La función fática fue la que menos se detectó en el discurso, las fra-
liar.
ses "quiero que se entienda bien" y '·'que no quede duda" sirvieron para re-
• En relación con los responsables de la problemática de la mujer, forzar la comunicación. Además, el recurso de la redundancia sirvió para
notamos una evolución, ya que en su primer discurso18 inculpó al hombre lograr que el mensaje se entendiera en el sentido que interesaba al emisor.
de esta situación, como si tratara de una confrontación de tipo sexista, no
obstante, en los discursos posteriores el emisor encuentra en el sistema y
en consecuencia en el PRI, a un mejor victimario. Conclusiones
• Las ideas que el emisor intentó. fijar 'en el receptor a través de la
unicacentualidad significativa tuvieron como propósito crear conciencia en Al realizar este estudio con base en la metodología del análisis del dis-
los mexicanos y las mujeres sobre la problemática que enfrentaban, dilu- curso, pudimos constatar su utilidad para analizar problemas sociales, con
cidando con la seguridad y el triunfalismo la posibilidad de que era posible el fin de denunciar prácticas de racismo, discriminación y desigualdad,
derrotar al PRI, y vivir en un nuevo México. pues el discurso es una herramienta que tiende a reproducir estos es-
18 quemas.
Respecto al género masculino comentó que "no han sabido", "no han sido capaces" y
"no han podido asegurar", frases cuya autoría son adjudicadas a una mujer que habló en un La principal estrategia de persuasión electoral utilizada por la AC en
foro en Guanajuato, y no al candidato, quien sólo los retoma. los mensajes dirigidos a las mujeres en la elección federal del 2000 fue la

346 347
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

utilización del "los" y "las", que si bien constituyó un gran paso al reco- (comp.), El discurso como interacción social, Barcelona, Gedisa, 2000, pp.
nocimiento de la mujer en los distintos ámbitos de acción del país, la re- 179-212
producción del modelo del "grupo oprimidd' y la mujer-víctima conlleva a www .pan.org.mx
mantener esta concepción en el imaginario social, así como a nutrir un pa- www.pvem.org.mx
radigma que dificulta la modificación de los roles de comportamiento de www .vicentefox.org.mx
las mujeres.
Se requiere de un cambio de posicionamiento, una reconceptualización
menos victimista y prejuiciada que permita revalorizar a la mujer en su
real dimensión, para que a partir de una nueva mirada en el terreno
simbólico se pueda favorecer su desarrollo pleno en las diferentes áreas de
la sociedad en las cuales la mujer desee tener participación.

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348 349
APLICACIONES DE LA TEORÍA DE LA
ARGUMENTACIÓN AL ANÁLISIS DEL
DISCURSO PUBLICITARIO.
EL CASO DE LOS INFOMERCIALES*
lván Islas Flores**

Introducción

entro de las diversas maneras de llevar a cabo un análisis del dis-

D curso se encuentra la vertiente retórico-argumentativa. Dicha vi-


sión proviene de dos fuentes principales: por una parte, de la retó-
rica clásica, a su vez procedente de la tradición greco-latina; y por otra,
desde una visión contemporánea, de los teóricos de la argumentación, den-
tro de los cuales destaca Ch. Perelman, a partir de lo que él ha llamado la
"nueva retórica", sintetizada en su más importante obra: Tratado de la ar-
gumentación. La nueva retórica, publicada por primera vez en 1989.
El análisis de los discursos contemporáneos emanados de los distintos
medios de comunicación ha obligado a muchos analistas a buscar fuentes
teórico-metodológicas que puedan dar luz acerca de tales fenómenos co-
municativos. En los siguientes párrafos se pretende mostrar cómo se ha
empleado metodológicamente la visión retórico-argumentativa del fenó~
meno del discurso y, por tanto, cuáles han sido los procedimientos seguí-

*Maestro en Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y profesor


en la misma institución. Dentro de sus recientes artículos y ponencias, se encuentran: Re-
tórica y argumentación en el discurso publicitario, Estrategias retórico-argumentativas en el
discurso de los infomerciales, El uso del humor como recurso retórico y pragmático en la
publicidad gráfica.
** El presente artículo se desprendió de la investigación realizada para la tesis de
maestría que llevó por título: El discurso publicitario a la luz de la retórica. La verosimi-
litud en los infomerciales, México, UNAM-FCPyS, 2004, p. 104.

351
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

dos para llevar a cabo dicho análisis, en este caso, se estudiarán discursos tas requiere del lenguaje· ordinario para comunicarlo a auditorios no espe-
publicitarios, específicamente los llamados infomerciales, 1 los cuales se cializados, y no les ha quedado más remedio que emplear recursos retó-
presentan como casos emblemáticos, pues ilustrarán muchos de los con- ricos, y consecuentemente, llevar a cabo estrategias argumentativas. La
ceptos que operan en el análisis retórico. ciencia lleva a cabo discusiones con otros científicos o establece comunica-
ción con la sociedad para difundir su saber a través del discurso. Entonces,
si la ciencia, que pugna por la objetividad, procede de esa forma, ¿qué no
Retórica, argumentación y discursos contemporáneos harán otros discursos que como claro cometido tienen la persuasión? Así,
podemos preguntarnos: ¿En qué discurso contemporáneo se observa con
El tema de la retórica ha vuelto a aparecer en la mesa de discusión de las mayor claridad el proceder retórico-argumentativo? Desde nuestra pers-
humanidades a partir del arribo y la consolidación de los medios de comu- pectiva, indudablemente en el publicitario. Éste, por su naturaleza, se re-
nicación en la dinámica social contemporánea. Se vuelve a una etapa si- laciona con el proceder retórico: es un discurso eminentemente pragmá-
milar a la antigua en la que el discurso oral o la palabra hablada era pri- tico,4 persigue la persuasión y suele utilizar, con gran provecho, las técni-
mordial.12 Las nuevas formas de comunicación suponen el regreso a lo fi- cas de la argumentación. El análisis del discurso publicitario, por tanto,
gurativo, a la imagen y a lo sonoro, dejando en segundo plano el discurso resulta pertinente a todas luces para ilustrar la dimensión retórico-argu-
escrito o referido necesariamente a la lengua (aclaro que nos referimos a mentativa del discurso publicitario.
los medios electrónicos, y específicamente a los audiovisuales). La retórica
haría en la actualidad preguntas más o menos como éstas, según López
Eire: "¿Cómo argumentar y replicar en la dialéctica del debate y cómo Premisas conceptuales hacia el análisis retórico-argumentativo
despertar el interés de los receptores de un mensaje en la política, en el
mundo de los negocios (concretamente en el de la publicidad) y en la vida Lo primero que se expondrá son algunos conceptos que sirvieron de ma-
social coti-diana en la que nos vemos necesariamente inmersos?''3 nera operativa y que se emplearon para llevar a cabo el análisis en cues-
tión. A mayor claridad en los siguientes tópicos, podremos comprender de
manera cabal cómo se podría llevar a cabo un análisis de este tipo, a saber:
Discurso publicitario a la luz de la perspectiva
retórico-argumentativa ·
El proceso retórico y la inventio
Lo retórico está presente en mayor o menor grado en todo discurso. ¿Qué
haría la fisica por sí sola? De ninguna manera podría hacer asequible su Los manuales de retórica, a lo largo del tiempo, han hablado de determi-
saber. La producción de conocimiento que llevan a cabo las ciencias exac- nados tópicos de manera constante, asuntos que se podrían calificar como
generales de todo discurso retórico. El discurso que quiere persuadir5 pasa
1
Creados como una nueva posibilidad para, anunciar productos que parten de necesi- por ciertas etapas, según los teórjcos de la retórica: la inventio (el qué del
dades claras y específicas (la celulitis, el vello en· la piel femenina, la atracción sexual, el so- discurso, los argumentos), la dispositio (el orden de lo hallado en la inven-
brepeso, etcétera). Comúnmente tienen que ver con deseos derivados de dichas necesidades,
como el ser sexualmente atractivo o tener éxito en determinados ámbitos de la vida. Solían
tio y su distribución en las partes del discurso) y la elocutio (el plasmar en
transmitirse en horarios nocturnos con duración de por lo menos una hora. Actualmente
han derivado en spots que duran un minuto o treinta segundos.
2
Al respecto, Gadamer hace un profundo comentario en donde explícitamente habla de
4 Entendido como pragmático, pues su sentido se resuelve en la situación enunciativa.
los "modernos medios de comunicación". Asimismo, se pueden encontrar algunos ensayos
5
Persuadir para Perelman se refiere a tratar de que el auditorio particular se adhiera a
acerca de la tradición retórica vista desde su perspectiva hermenéutica. Gadamer, H. G., la tesis propuesta por el orador. Dicho concepto se distingue de convencer, pues este último
Verdad y método, p. 270. va dirigido a todo ente de razón, es decir a un auditorio universal. Perelman, Chaim et al.,
3
López Eire, Antonio, La retórica en la publicidad, p. 11. Tratado de la argumentación, pp. 67-71.

352 353
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

frases gramaticalmente correctas, concisas y elegantes lo encontrado en la a este artículo, la decisión ha sido retomar a Ch. Perelman, autor del
inventio y ordenado en la dispositio). 6 Dicha descripción del proceso sigue Tratado de la argumentación. La nueva retórica. Claramente influenciado
siendo vigente para muchos autores contemporáneos. Las retóricas actua- por la Retórica de Aristóteles, Perelman expone que el objeto de la argu-
les continúan teniendo el consenso de tal división que, por cierto, sucede mentación es el proceder de todo ente de razón en su propósito por adherir
como fenómeno casi simultáneo. sus tesis a ciertos auditorios a partir de determinados procedimientos de
prueba. Dichos procedimientos son los llamados argumentos. El argu-
mento es una especie de caja o estructura de razonamiento que se ha
El enfoque retórico-argumentativo empleado en un discurso; se emplea determinada estructura y se le incor-
pora, por decirlo así, la sustancia o el contenido. En este sentido,· 10 que le
Ahora bien, el hablar de un enfoque retórico-argumentativo lo que nos in- interesa identificar al análisis retórico-argumentativo desde el punto de
dica es que se está dando cuenta de una preocupación específica, de un vista de la Nueva retórica son las técnicas empleadas y las sustancias
énfasis hacia parte del proceso antes mencionado: la inventio. Es en la vertidas. Por ejemplo, se podría hablar de que en los infomerciales se
inventio, que por cierto había sido un tanto olvidada, donde Perelman cen- puede visualizar un argumento rector, el de autoridad, y la sustancia, "la
tra su esfuerzo de reflexión, pues el estudio de la retórica se había aso- ciencia o los científicos'', tal y como nos avisan los datos de la investigación
ciado principalmente a la elocutio, a lo que para muchos significaba úni- que se resume en este artículo.
camente lo ornamental. En resumen, nos interesa dirigir nuestra atención Asimismo, habría que precisar que el proceso argumentativo no es tan
a las decisiones del orador o enunciador con respecto a la sustancia del simple como la aplicación de un listado de argumentos cual si se tratará
discurso, es decir a los temas, pero además y en primera instancia, a las de una receta de cocina. De ninguna manera, argumentar es un asunto
estructuras argumentativas que deberá emplear. En el caso de la publi- complejo. Para llevar a cabo un análisis del proceso argumentativo em-
cidad convencional o referenciaL 7 supongamos que requiere hablar de las pleado, tendremos que desglosar y enunciar los siguientes puntos: tipos de
peculiaridades de un producto, ¿lo haré a partir de una comprobación?, auditorios, los puntos de partida de la argumentación, y algunas técnicas
¿deberé hacer un largo listado de sus características?, ¿utilizaré a una de la argumentación, dichos asuntos nos posibilitarán tener las preguntas
figura pública para que lo anuncie?, tales preguntas se derivarían de dicho guías hacia dicho análisis.
énfasis en la inventio. Aunque vale la siguiente advertencia: nuestro aná-
lisis hace una indagación de esta parte del proceso sólo a partir de las
marcas que ha dejado el discurso pronunciado o el discurso transmitido.

La argumentación en el discurso

Centrarse en e.l fenómeno de la argumentación nos lleva al análisis de la


lógica ra.cional a través de la cual se decide con respecto a un tipo de re-
curso hacia la persuasión. Como lo mencionamos en la parte introductoria

6
Al respecto, ver Vico, Giambattista, Elementos de retórica: El sistema de los estudios
de nuestro tiempo y Pricipios de oratoria, Madrid, Trotta, 2005.
7
La que refiere al producto en comparación con la que lo evoca a partir de elementos
aparentemente ajenos a la mercancía o servicio como tal.

354 355
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Cuadro 1.1. En el tipo de análisis que hemos llevado a cabo supone observar los
Elementos del proceso de comunicación vistos desde la perspectiva mensajes analizados y tomar en cuenta los indicios que nos pueden ofrecer
retórico-argumentativa (generalidades) acerca de las audiencias a las que han sido dirigidos los mensajes. En este
Orador Discurso Auditorio caso, el análisis hecho a los discursos publicitarios de los infomerciales
Lleva a cabo la Corpus en el que se Persona, grupo de supone enfocarse a las estrategias argumentativas como fuente de indicios
estrategia discursiva. concretiza la estrategia personas o instituciones acerca del público. Nuestro análisis está enfocado en el discurso como por-
Indaga acerca del discursiva. a las que se dirigirá el
auditorio y del contexto A partir de éste se discurso. Serán los que tador de marcas que nos posibilita concluir qué técnicas argumentativas
en el que será pueden observar marcas aprueben o no las tesis fueron utilizadas, que sustancias fueron empleadas en cada una de dichas
pronunciado el discurso. o indicios acerca de la presentadas. En algunos técnicas, y sólo a partir de aquello, describir cierto tipo de auditorio.
Construye al auditorio. determinada casos puede ser el juez,
En su caso, pronuncia o construcción del los electores, los
decide quien lleva la auditorio, los elementos consumidores, las
enunciación del discurso. contextuales audiencias de los Los puntos de partida de la argumentación
considerados para la programas, etc.
elaboración del discurso El papel del auditorio es
y las premisas o puntos preponderante porque en Hablar de los puntos de partida de la argumentación es también hacer
de partida detrás de ocasiones apelará y alusión a "lo que se supone admitido por los oyentes". 8 Son las premisas
cada una sus contra argumentará a la
proposiciones y hora de sus que iremos observando detrás de cada una de las afirmaciones o propo-
argumentos. pronunciación. siciones en el discurso analizado. Para efectos de nuestro análisis, se trata
Se observan qué de observar cuáles han sido las decisiones con respecto a las premisas des-
argumentos rectores y
secundarios se han de las que se partió para idear los "qués" del discurso o los argumentos
empleado, así como las empleados, pues éstas tienen ya implicaciones de orden argumentativo. Si
sustancias de éstos. yo quiero persuadir acerca de la despenalización del aborto, se t;ndrán
Se visualizan las marcas
acerca de a qué auditorio que observar cuáles son, por ejemplo, los referentes en cuanto a que repre-
se ha dirigido la senta o cómo se define el embarazo para cierta audiencia, pues para algu-
estrategia. En el caso del nos auditorios tal hecho podría derivarse de una premisa de tipo científica,
discurso retórico, el
auditorio es particular pero para otros de tipo religiosa.
en muchos de los casos; Desde el punto de vista de Perelman, se podrían destacar, por una
sin embargo, también se
podría por momentos parte, algunos puntos de partida de la argumentación; como es el caso de
apelar a auditorios los hechos, las verdades, las presunciones; y por otra, los valores Y los lu-
universales. gares.9 De manera resumida, para el análisis de los infomerciales, hemos
considerado adecuado ilustrar cómo operaron sólo algunos de estos puntos
Los tipos de auditorio de partida. Por citar un caso, tenemos que detrás de la estrategi~ argu-
mentativa general de los infomerciales, se observan algunas prenusas co-
Para Perelman es necesario tener en cuenta que el auditorio al que se di- mo la presencia o no de algunos padecimientos y su definición, lo cual se
rige un discurso retórico, regularmente de tipo· particular, es una cons-
trucción, es la idea que se hace del orador o enunciador. Dicha construc-
8 Perelman, C., op cit., p. 119.
ción tiene que ser lo más aproximada, lo más objetiva. Perelman habla de " La segunda parte del Tratado de la argnmentación versa precisamente ~cerca de los
que se trata de intentar determinar el origen psicológico y sociológico del puntos de partida de la argumentación. Los hechos, las verdades y las presunc10nes preten-
auditorio, pero además, éste deberá de ser descrito a partir de la ocasión, den obtener acuerdos más bien con auditorios universales; los valores y los lugares van defi-
es decir, de los elementos contextuales. nitivamente hacia el acuerdo con los auditorios particulares. ldem.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA


l
.
i ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

presenta como una verdad. En general, las preguntas a responderse para de llevar a cabo este tipo de análisis: ¿cuáles fueron los puntos de partida
indagar acerca de los puntos de partida en el caso antes mencionado se- de una argumentación? ¿Cuáles fueron los recursos retórico-argumenta-
rían las siguientes: En los infomerciales, ¿de qué verdades se parte en es- tivos (t~?nicas) ,em~leados en los info~erciale~ para hacer válida su argu-
tos discursos? ¿Qué verdades se expresan a través de los mensajes al mentac1on en térmmos de su aprobac1on?, ¿cuales fueron las sustancias de
suponen los que haber elaborado la estrategia argumentativa? esos argumentos empleados?

Las técnicas de la argumentación y las sustancias Técnicas documentales en el análisis de los infomerciales

Perelman hace un listado de técnicas de la argumentación, algunas de la La información, en el caso del análisis de los infomerciales, se ha recabado
cuales se han retomado para el análisis de los infomerciales, es decir, han de fuentes primarias y secundarias. El presente análisis se mueve en el
servido para interpretar dichos casos. Como el propio Perelman lo dice, plano teórico y supone un énfasis en investigar fuentes secundarias que
raramente los argumentos aparecen aislados; 10 en el discurso, éstos van ahondaron en la discusión de cómo es que un argumento o un tipo de
concatenados y vinculados a la situación de enunciación. Las técnicas que argumento fue efectivo y qué es lo que nos avisa acerca de los auditorios.
nos ofrece Perelman son en realidad "esquemas de argumentos", los cua- Sin embargo, el ejercicio tiene que ver también con un análisis empírico,
les se manifiestan a través de enlaces y disociaciones. 11 Es decir, se uti- pues como ya lo aclaramos, nos referiremos a discursos específicos. De es-
lizan pretendiendo relacionar o desvincular elementos. Un gran listado ta manera, se recurre a fuentes primarias como documentos videográficos
ofrece el autor, de los cuales sólo habremos de comentar algunos para efec- -las grabaciones de los infomerciales- que fueron expuestos al aire. Se
tos del presente análisis. efectúa una transcripción de lo que se expone verbalmente y se recaban
Por otra parte, también tenemos que referir a lo que hemos llamado la observaciones acerca de los códigos empleados en cuanto a tipos de forma-
sustancia de dichos esquemas de la argumentación. ¿A qué nos referimos tos televisivos y elementos iconográficos predominantes. 12
con esto? La teoría de la argumentaciÓI). nos permite observar de manera
estructural cuáles han sido los esquemas de argumentos empleados inde-
pendientemente de la sustancia que recaiga en ellos. Como lo dije antes, al El caso de los infomerciales y su abordaje retórico argumentativo
construir el discurso se ha elegido determinada técnica, por ejemplo, el ar-
gumento pragmático. Por tanto, lo que seguiría sería identificar en el dis- Lo que se expondrá ha sido una suerte de análisis de caso, en el que se ha
curso analizado la sustancia o tópico del esquema, que en un caso especí- abordado al discurso desde la dimensión retórico-argumentativa antes ex-
fico podría ser una medicina que tendrá un efecto: la crema Cicatricure puesta y bajo las consideraciones metodológicas ya delineadas. Los llama-
que posibilitará quitar arrugas. · dos infomerciales, 13 que en Estados Unidos datan de la década de los 80's,
12
Cuando hablamos de elementos iconográficos, entendemos a éstos como el conjunto
Preguntas clave para el análisis retórico-argumentativo de signos de carácter icónico, es decir, que guardan similitud con los objetos que represen-
tan, por ejemplo, la imagen de una persona en televisión es análoga a la persona misma que
fue captada por la cámara. De esta manera, la acotación es subrayar que se consideran
Así, las preguntas que guiaron la realización del análisis retórico-argu- también los elementos visuales no verbales. Al respecto, ver Peirce, Chales S., La ciencia de
mentativo desde el punto de vista de Perelman, se podrían resumir en la semiótica, Buenos Aires, Nueva Visión, 1974.
tres principalmente, las cuales se tendrán que tener en cuenta a la hora 'ª Sólo por mencionar un dato revelador, diremos que en Estados Unidos de Norteamé-
rica, los infomerciales permitieron ganar a sus clientes ganancias de 350 millones de dólares
a 750 millones de dólares en un lapso de cuatro años (1988-1992), en espera de llegar al si-
10
Idem, p. 295. guiente año al billón de dólares. Evans, Craig R., Marketing channels. Infomercials and the
11
Idem, p. 299. future of televised marketing, New Jersey, Pretince Hall, 1994.

358 359
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

han empleado, por lo menos en México, una estrategia argumentativa que televisivo tiene que ver, en primera instancia, con que fueron mercancías
se puede describir como sigue: Se recurre de manera preponderante al ar- creadas expreso para un auditorio ávido de una solución a un padeci-
gumento de autoridad en casi todos sus mensajes (argumento rector). Tal miento, como ya lo dijimos en líneas previas casi imposible de curar. El
recurso, dentro de muchos otros que también iremos mencionando, se ve trabajo inventivo, el esfuerzo por argumentar está situado desde que se
concretizado en dos temas o sustancias. Por una parte, la alusión a la piensa en ese auditorio particular y la manera en que se pueda aludir a él
"ciencia": se habla de "medicamentos", de "cura", de "conocimiento cientí- cubriendo ese hueco, es decir, prometiendo algunas veces, otras afirmando
fico". Y por otro lado, el empleo de presentadores, personajes populares del tajantemente, la cura de ese padecimiento. En este caso, auditorios que
slww business, o personas en bata blanca simbolizando al experto cientí- encuentran como válido el argumento de autoridad representado por el co-
fico. Asimismo, se acompaña de otros dos esquemas argumentativos prin- nocimiento científico.
cipales: el argumento de comparación y el argumento pragmático.
El hecho del empleo del argumento de autoridad por parte de la publi-
cidad no resulta del todo novedoso, pues podemos continuamente ser tes- Los puntos de partida en los infomerciales
tigos de anuncios que utilizan a personajes famosos y bien aceptados para
Los infomerciales aluden a mercancías concretas, pertenecen, al final, a
poder dar tal imagen. Eso lo vemos, por ejemplo, día a día con los futbo-
una publicidad referencial. Por ejemplo, hace algunos años se anunciaba
listas, quienes se exponen ante las pantallas y son la "imagen" de cantidad
un producto llamado Body Styler, que sirve para mejorar la figur~,, y se
de firmas. Sin embargo, resulta interesante cómo es que se utiliza est.e
presentaba en un programa más de la barra regular de pr?gramacio~ en
recurso de manera integral en toda la estrategia argumentativa de los
un canal de televisión abierta. Hay en ese caso, como en casi todos los info-
llamados infomerciales.
merciales, conductores, entrevistadores y público. Allí se simulaba estar
presentando en vivo a expertos en dietas, a médicos o a personas q~~ han
Aspectos a observar de la estrategia sido curadas o que han cambiado a partir del uso del producto publicitado.
retórica-argumentativa empleada Esta es la estructura general que podríamos encontrar en casi todos los
anuncios denominados como infomerciales.
Los siguientes párrafos serán la interpretación de algunos casos de info-
merciales (aunque debemos decir que nos hemos enfocado al caso Touch
Me). Dicha exposición está dividida en tres apartados y ha sido el resul- Las premisas acerca de los formatos
tado del análisis del discurso de los infomerciales tratando de extraer de
sus marcas: 1) Rasgos generales de los auditorios, 2) Puntos de partida y El presupuesto es claro, no estamos hablando de algo ajeno a nuestros te-
3) Técnicas argumentativas rectoras y secundarias. mas conocidos ni a nuestros hábitos de recepción; estamos, por tanto, ante
la observación de los puntos de partida de la argumentación. Si recorda-
mos lo comentado en líneas anteriores, el discurso ofrece marcas acerca de
Rasgos generales de los auditorios en los informeciales cuáles fueron las premisas a partir de las cuales se partió para la selección
de argumentos. En este caso, se observa una referencia a hechos pe~e~ta-
La siguiente observación aplica a los cuatro infomerciales analizados (Bo- mente conocidos por el auditorio: se hace referencia a formatos televisivos
dy Styler, Touch Me, Li,quid Sense y CicatriCure 14). Estamos ante un caso que le resultan familiares. Una mezcolanza de géneros está presente, pero
típico de auditorio particular y una de las primeras observaciones a este todos ellos conocidos, de fácil acceso para la audiencia en cuestión.. . .
respecto es que la fuerza persuasiva de este tipo de anuncio publicitario En el infomercial de Touch Me (crema depiladora) vemos al nncio ~el
programa o bloque (recordemos que dicha publicidad dura una hora o mas)
14
Transmitidos durante la presente década por la televisión abierta mexicana.

361
360
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

un video musical, jóvenes que bailan mientras un locutor presenta el pro- va al tópico sin ningún recoveco: "no tener vello", "no tener que depilarse
ducto. Luego, aparece a cuadro una joven mujer que funge como presen- más". El asunto está resumido y planteado desde el inicio, tal y como los
tadora del "programa" y será quien irá ligando cada bloque y sección de grandes rétores lo sugerían: el exordio es la oportunidad del discurso para
todo el infomercial. En Touch Me también vemos referencia a programas plantear el qué mostrando por qué es el momento de hablar de aquello. El
de corte documental o de testimonio, los cuales por algunos teóricos han citado infomercial parece no vacilar y ser claro en su pretensión: "Ima-
clasificado como informativos o culturales. gina". Vemos el argumento de comparación desde el inicio, en la descrip-
El infomercial citado alude como tema central a un producto que hará ción: somos testigos de la estimación de dos estados: uno, bastante entu-
"no tener más vello" o la depilación permanente. Según algunos autores, si siasta, el de la "perfecta piel sin vello"; otro, el lado contrario "la piel con
se define un reportaje como "programas de interés sobre cualquier reali- vello". Se acorrala al dilema desde el inicio (otro técnica más de la argu-
dad cultural: naturaleza, arte, civilizaciones, paisajes, ciencia, etcétera'', mentación): Es la piel perfecta o no lo es. El estado ideal (como argumen-
podemos observar cómo los infomerciales echan mano de emplear este to) es descrito. "La lucha con la depilación de la piernas, que eran las más
formato como recurso, como modelo que hará referencia ya de entrada (co- · dificiles, ahora, es más fácil, ya que podrás ver cómo se van adelgazando
mo premisa) a una suerte de programa cultural o documental que está los vellos hasta que desaparecen". El "ahora'' representa el estado perma-
proporcionando información. Los infomerciales hacen referencia a progra- nente, el que llevará a la seguridad, en un argumento de causa-efecto,
mas informativos, tales como los que van a recoger testimonios, que van a pragmático. Y la parte iconográfica del mensaje no es nada desdeñable co-
donde está sucediendo el hecho mismo. En Tocuh Me así sucede. Dos en- mo parte de argumentación. Un mundo paradisíaco está presente en la
trevistadores y un camarógrafo salen a la calle en donde al azar aplican el imagen que observamos, una mujer delgada, de buena figura Y sin vello es
producto y recopilan los testimonios del funcionamiento del producto. Asi- captada en una playa en tomas cerradas y largos travellings.
mismo, los infomerciales hacen referencia a los formatos de telemarketing, Citemos otra parte del infomercial:
pues incluso se venden los productos directamente a través del teléfono o
la Internet. Desde el siglo XIV, el estereotipo de la mujer era ser lampiña, con ce-
En resumen, los infomerciales parten de ese conocimiento previo de la jas delineadas, sin vello en la cara, totalmente lizas de las piernas y los
audiencia acerca de lo que es para ella un tipo de programación televisiva. brazos. El estándar del tipo de piel sin vello, que es el más atractivo, des-
de que se utilizó el concepto de belleza no ha cambiado en nada, lo que sí
ha cambiado es que ahora hay una forma permanente de lograrlo: Touch
Técnicas argumentativas empleadas en los infomerciales Me.

La verosimilitud15 o lo creíble de un discurso que pretende adherir al audi- Esta parte del informecial es particularmente ilustrativa para mostrar
torio a sus tesis también proviene de los tópicos empleados como argu- las técnicas argumentativas expuestas por Perelman. Se sigue aludiendo
mentos en pos de llegar a la persuasión. Veamos qué sucede con el caso de al estado perfecto, que rememora el pasado. Resulta claro hablar de "este-
Touch Me. La promesa básica de Touch Me es la depilación permanente o reotipo", se afirma casi categóricamente, en un razonamiento de conse-
el dejar de tener vello: El infomercial de Touch Me comienza con la frase: cuencia que hoy el modelo a seguir es el de la mujer sin vello. Hay en ~as
"Imagina tu piel sin tener que volverla a depil1;1,r más". El exordio 16 nos lle- frases "el estereotipo de la mujer era ser lampiña'' o "el estándar del tipo
de piel sin bello, que es el más atractivo, desde que se utilizó el concepto de
15
belleza", afirmaciones que evidentemente hacen claras referencias a una
La tesis de la que derivó este artículo ahonda en el tema de lo verosímil y su relación
con la efectividad del discurso de los infomerciales.
16
Desde el punto de vista de la retórica, cuando se habla del exordio se está haciendo
referencia a la primera parte de una estructura que indica cómo ordenar lo hallado en la mamas como introducción. Con respecto a historia de la retórica y conceptos generales, ver
inuentio, o sea, la dispositio. Modernamente el exordio sería el equivalente a lo que hoy Jla- Mortara Garavelli, Bice, Mannal de retórica, Cátedra, 2000.

362 363
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

generalización -la parte por el todo-- y comparan. Lo normal no está en En cierto momento histórico, la ciencia defendía su método (validada a
tener vello, eso no entra en el modelo. Perelman nos dice: "El modelo indi- partir de la comprobación) en contraposición con lo retórico. Los mensajes
ca la conducta que se ha de seguir. También sirve de garantía de una con- que estamos analizando, contemporáneos, atestiguan cómo el discurso
ducta adoptada". 17 científico ha adoptado las armas que la misma ciencia en su tiempo había
desdeñado, los mensajes a través de los mass media parecen legitimarse
retóricamente a través del discurso "cientificista". ¿Cómo demostrar en un
Las referencias a la ciencia, el argumento de autoridad, infomercial en modalidad de spot de 30 segundos la efectividad de un pro-
el pragmático, y los modelos ducto médico? En ello radicaría la magia de las pantallas, pero sólo a par-
tir de los presupuestos de los auditorios, de las estructuras de razona-
Desde la introducción y la presentación del producto, se continúa con una miento interiorizadas y de las estructuras argumentativas empleadas. Y
de las pretensiones explicitas: volcarse a la información documental del . es claro, los argumentos de autoridad representados por los científicos, los
producto. Asl podemos visualizar inmediatamente después del exordio, cuales se muestran a través de la figura y el discurso de los hombres de
una secuencia dedicada a hablar de los efectos. Se utiliza el argumento bata, de los laboratorios, de los gráficos animados que muestran cómo fun-
pragmático, el cual hace alusión al "efecto''. Y es que en los modernos me- ciona el cuerpo humano, denotan el prestigio de tales recursos. No im-
dios de comunicación existe la posibilidad de visualizar al resultado. El porta que el espectador no entienda y resulte ajeno a lo que se está di-
peso iconográfico de tales efectos adquieren, quizá, lucha más carga per- ciendo. El propio hecho de utilizar el lenguaje de la ciencia a través de la
suasiva que simplemente decirlo verbalmente; en este caso, se está cons- televisión, a saber: cadenas de desulfuro, punto de fusión, densidad adel-
tatando a partir de la vista. Y continuamos citando al infomercial: gazada, folículo piloso, vocabulario que nos remite a lo "científico", a los
procesos de experimentación y a la comprobación a través de gráficas que
Al aplicar Touch Me a la piel, suceden dos efectos importantes: en la nos detallan tales procesos. ¿Acaso no desde nuestros primeros años de
primera etapa desintegra la molécula de pelo, por medio del rompimiento estudio nos han enseñado que la verdad proviene de acceder a la ciencia y
de las cadenas de desulfuro, y debido á que el punto de fusión de. Touch su método? Finalmente, se observa la construcción de un discurso retórico
Me es menor en temperatura corporal, la densidad se adelgaza permi-
a todas luces. Desde la estructura podemos observar su intencionalidad,
tiendo la penetración de los activos hasta el folículo piloso. La concentra-
ción de ácido nurdohidroguallaretrico inhibe la síntesis protética en la asistimos al uso del argumento de autoridad como elemento rector. Se di-
cavidad folicular, reduciendo el crecimiento del vello de manera natural y ce: "la ciencia ha permitido, como 'consecuencia', crear un producto nuevo:
saludable. TouchM<!'.

La anterior referencia a uno de los bloques -que se repetirá incesan-


temente (otro recurso argumentativo, la repetitio)- nos habla de varios Resumen
asuntos desde el punto de vista de la argumentación. Como lo menciona-
mos antes, se alude a los efectos (argumento pragmático), pues son ellos Lo que vemos claramente al analizar los infomerciales seleccionados es un
los que darán a nuestro argumento central una gr~n carga de validez. En trabajo detrás resumido en varias técnicas argumentativas: el argumento
segundo lugar, se observa otro tipo de arguménto: el que hace alusión a la de autoridad, a partir de apelar a la "ciencia"; la argumentación mediante
"autoridad", el cual consideramos es el argumento rector o principal de to- el ejemplo, a partir de los testimonios recogidos en lugares públicos que
da la estrategia empleada en los infomerciales. confirmaron el "efecto'' y la "regla'' o la afirmación de la efectividad perma-
nente y real de Touch me, lo cual nos llevó a otro argumento, el pragmá-
tico; y por último, el argumento de comparación, a partir de las constantes
17 Perelman, C., op. cit., p. 554. confrontaciones entre los métodos de depilación en el caso Touch me.

364 365
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Los infomerciales prometen la cura a un problema que ya de entrada científicos". Y en cuanto a los puntos de partida, se observan premisas
se sabe casi irremediable. Apelan a lo más subjetivo de la audiencia, el de- generales como, por citar un caso, acerca de cierto reconocimiento a for-
seo de la respuesta mágica, de la solución automática. Lo que le da la vero- matos televisivos ya familiares para las audiencias. Es entonces, el enfo-
similitud a los infomerciales citados es su argumentación adecuada a los que retórico-argumentativo, desde el punto de vista de la Nueva Retórica
auditorios. En este caso e irónicamente, se observa principalmente la utili- una posibilidad que coadyuvará en la comprensión de fenómenos comu~
zación del "discurso científico" con fines retóricos para llegar a persuadir. nicativos como el discurso publicitario, entre otros muchos, y al mismo
Iconográficamente se elaboran una serie de enunciados que muestran a tiempo, demuestra la vigencia de una tradición milenaria como lo es la
hombres y mujeres esculturalmente perfectos, a hombres de avanzada retórica.
edad con batas blancas simbolizando la opinión experta, escenarios para-
disíacos, laboratorios y mobiliarios científicos, etcétera.
Los infomerciales nos susurran al oído, nos prometen lo que deseamos Bibliografía general
más profundamente y hablan estratégicamente de cosas que creemos y
damos por sentadas casi con los ojos vendados; todo lo anterior y la com- ADAM, Jean Michel, La argumentación publicitaria, Madrid, Cátedra,
binación de muchos otros elementos contextuales han dado como resul- 2000.
tado la aprobación al discurso propuesto y, en el mejor de los casos, la dis- BERISTÁIN, Helena, Diccionario de retórica y poética, México, Porrúa,
posición a comprar la mercancía. 1986.
CRAIG R., Evan, Marketing channels. Infomercials and the future of te-
levised marketing, EUA, Prentince Hall, 1994.
Conclusiones GADAMER, H.G., Verdad y Método. Fundamentos de una hermenéutica
filosófica (tomo I), Salamanca, Sígueme, 1991.
Las preguntas que guiaron la realización del análisis antes expuesto se ÍÑIGUEZ Rueda, Lupicinio et al., Análisis del discurso. Manual para
podrían resumir en tres: ¿Cuáles podrían haber sido los puntos de partida las ciencias sociales, Barcelona, UOC, 2003.
de una argumentación como la que se expone en los infomerciales?, ¿cuá- ISLAS, Iván, El discurso publicitario a la luz de la retórica. La verosi-
les fueron los recursos retórico-argumentativos (técnicas) empleados en militud en los infomerciales (tesis de maestría), México, UNAMIFCPyS,
los infomerciales para hacer válida su argumentación? y ¿cuáles fueron las 2004.
sustancias de esos argumentos empleados? LÓPEZ EIRE, Antonio, La retórica en la publicidad, Madrid, Arco Li-
El argumento es una especie de caja o estructura de razonamiento que bros, 1998.
se ha empleado en un discurso y dentro del cual se vierte una sustancia, es MEDINA LABERON, Mercedes, Valoración publicitaria de los progra-
decir, un contenido que se incorpora a cada una de estas técnicas. Lo an- mas de televisión, Navarra, EUNSA, 1998.
terior da como resultado la serie encadenada de argumentos que estraté- MORTARA GARAVELLI, Bice, Manual de retórica, Cátedra, 2000.
gicamente empleará un orador. El ejercicio argumentativo supone, ade- PERELMAN, Chaim y Olbrechts-Tyteca, L., Tratado de la argumenta-
más, que se parte de premisas directamente relacionadas con el o los au- ción, Madrid, Gredas, 1989.
ditorios en cuestión. De esta forma, se podría decir que lo que le interesa- VICO, Giambattista, Elementos de retórica: El sistema de los estudios
ría identificar a un análisis retórico-argumentativo son las técnicas de la de nuestro tiempo y Principios de oratoria, Madrid, Trotta, 2005.
argumentación empleadas, las sustancias o tópicos vertidos en ellas y los
puntos de partida o premisas de la argumentación. Por ejemplo, se podría
hablar de que en los infomerciales se puede visualizar un argumento
rector, el de autoridad. Luego, su sustancia, en este caso, "la ciencia o los

367
366
EJERCICIO DE ANÁLISIS DE
CONVERSACIONES POR INTERNET:
DETECCIÓN DE ALGUNOS RASGOS DE
IDENTIDAD EN LOS CHATS
Luis Gabriel Arango Pinto*

Introducción

El objetivo de este trabajo es ofrecer un marco para el análisis de

E conversaciones en los protocolos de charlas sincrónicas por Internet


(chats), como una experiencia concreta en la aplicación de análisis
del discurso. A través de una propuesta interdisciplinaria, lo que busca-
mos con este análisis fue determinar algunas manil'estaciones de rasgos
de identidad o de presentación de la persona en estos entornos virtuales
de interacción.

La conversación

De acuerdo con Tusón, la conversación es "la forma primera y primaria en


que se manifiesta, en que existe el lenguaje y hemos de entenderla,
además, como una práctica social a través de la cual se expresan y se ha-
cen posibles otras prácticas" .1 Con la conversación nos comportamos como
seres socialés, nos relacionamos e interactuamos con los demás.

* Doctor en Ciencias Políticas y Sociales por la Facultad de Ciencias Políticas y Socia-


les de la UNAM. Coordinador de Investigación de la Universidad Simón Bolívar y editor de
la revista Investigación Univel'sital'ia Multidisciplinal'ia. Autor de la tesis doctoral Códigos
de comunicación y usos amorosos de los chats.
1 Tusón V., Amparo, Análisis de la convel'sación, p. 11.

369
7

1
..

1

11
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

La conversación se ha convertido en objeto de estudio de múltiples dis- El concepto análisis de la conversación fue introducido por la etnome-
ciplinas. La filosofia, la sociología, la psicología, la antropología o la lin- todología de Harold Garfinkel y por los trabajos de autores como Harvey
11
Jl güística, son ciencias preocupadas por la conversación. Etnografia de la Sacks, Emanuel Schegloff, Gail Jefferson, John Heritage y Don Zimmer-
H comunicación, sociolingüística, etnometodología, lingüística aplicada y man durante la década de los sesenta. La etnometodología puede definirse
11
q
11
pragmática son algunos enfoques que comparten su interés por las inter- como el estudio de los métodos y procedimientos a través de los cuales los
i1: acciones verbales, cada una con su orientación particular, pero no desco- individuos dan sentido a las situaciones en las que se encuentran y actúan
I' nectadas del todo: en consecuencia. Esto significa que la etnometodología se ocupa de cómo
ji las personas producen y mantienen significados a sus situaciones. Las
t
i
;,
Cada una de estas iniciativas generó muchas corrientes de investi- actividades comunes que los miembros de una sociedad realizan en la vida
gación que, con el tiempo, se entrecruzaron unas con otras de modos com- cotidiana es el foco de atención de esta perspectiva teórico-metodológica.
plicados, intercambiando conceptos y métodos a medida que así lo reque-
Por supuesto, la conversación es una actividad común que realizan los
rían sus respectivos intereses y necesidades. Cada vez se hace más dificil·
seres humanos en su vida de todos los días.
delimitarlas con claridad, porque tienen muchos puntos de convergencia. 2

Estos puntos de convergencia son: a) la idea de que mediante el len- Marco metodológico
guaje se pueden poner en práctica acciones, b) la tendencia a analizar ac-
tos comunicativos en interacción y c) la consideración del papel funda- a) La etnometodología
mental del contexto en la producción de sentido. Para el análisis de la
exhibición de algunos rasgos de identidad en las charlas sincrónicas por El análisis de la conversación desde la perspectiva etnometodológica pue-
Internet, lo anterior es muy importante. Justamente gracias al lenguaje de catalogarse como el estudio de los métodos y procedimientos por los
(puesto en interacción en tanto se trata de una conversación) es que en cuales los miembros de una sociedad conducen sus asuntos de interacción.
esos entornos en línea (contexto) se ponen en práctica otras acciones, tales El análisis de la conversacíón se ha dirigido, fundamentalmente, hacia la
como la manifestación de rasgos de identidad y formación de impresiones, organización secuencial de la interacción, los turnos del habla y las fórmu-
lo cual va a ir definiendo el tipo de relación social construida a través de lo las de inicio y cierre en una conversación. De esta forma, Sacks, Schegloff
que se puede hacer con el discurso. y Jefferson han propuesto las características, es decir, la estructura, de
Hablamos de que es por medio del discurso que se llevan a cabo los una conversación espontánea (lo que ocurre en los chats), entendiendo que
actos comunicativos fuera y dentro de Internet. Pero en los protocolos de hay otros tipos de conversaciones como los debates o las entrevistas, sólo
charlas sincrónicas dependemos más del lenguaje verbal en la medida en por mencionar algunos.
que mucha de la información no verbal, presente en las interacciones cara Haciendo una síntesis de lo planteado por los tres auto1·es mencio-
a cara, queda fuera tal como la desarrollamos sin la mediación electrónica. nados arriba, las características de la conversación espontánea son:
En su lugar, los usuarios de los chats se las arreglan para traducir a có-
digos escritos esa información, lo que le da una característica especial en
la producción de sentido a este. tipo de contexto~, sin olvidar que sus usua-
rios siguen siendo hablantes de carne y hueso pertenecientes a sus contex-
tos histórico-sociales y culturales bien definidos.

2 Pomeratz, A. y Fehr, B. J., en van Dijk, Teun A. et al., El discurso como interacción

social, p. 104.

370 371
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Cuadro 1 ejemplos de las técnicas o mecanismos para distribuir los t


Características de la conversación espontánea .
arreglar las transgresiones en la toma de la palabra. urnos y para
(Sacks, Schegloffy Jefferson)
Supongamos que dentro de todas las conversaciones en un l' d
. . . sa on e
l. La conversación es dialogal, o sea 8. Lo que digan los interlocutores no charla hay una que posee tres part1c1pantes. A diferencia de la interac · ,
que el cambio de hablante es
. . , denva
cara a cara. d ond.e una superpos1c1on . en e l encontronazo de vaCIOn
·
se establece previamente. nas
recurrente y necesario. voces a 1 rmsmo tiempo, en el chat los textos forzosamente aparecerán uno
2. En general, no habla más de un 9. La distribución de los turnos no se tras otro, como lo vemos en los ejemplos del apartado 111. Sin embargo, las
individuo a la vez. especifica previamente.
3. Las superposiciones (también
superposiciones existen cuando cada interlocutor escribe al mismo tiempo
10. El número de hablantes varía en
conocidas como solapamientos) son ocasiones. su intervención y la envía. Entonces, aparece un conjunto de frases con
comunes, pero breves. Es importante respecto a la misma cosa, pero desordenadamente. De igual modo, cuando
destacar que dentro de la categoría de uno de ellos tarda en ofrecer una respuesta, ésta se encima o se desfasa
superposición, es decir cuando dos o con respecto de las demás intervenciones que están fluyendo.
más participantes toman la palabra al Pensamos que el tipo de análisis que estamos mostrando funciona
mismo tiempo, no se incluyen las para el estudio de las charlas sincrónicas por Internet, debido a que las
conversaciones simultáneas.
4. Las transiciones más comunes 11. Es posible que el discurso sea
interacciones que se dan ahí no dejan de ser conversaciones porque sean
entre turnos se producen sin continuo o discontinuo. por Internet, por escrito o porque no son directamente cara a cara. En con-
intervalos ni superposiciones. secuencia, para nuestro trabajo consideraremos algunas ideas del análisis
5. El orden de los turnos no es fijo. 12. Existen técnicas para la de la conversación propuesto por la etnometodología.
distribución de turnos.
6. La duración de los turnos no es fijo, 13. Se usan distintas formas para la
aunque ~xiste cierto equilibrio. construcción de los turnos, que b) La pragmática
pueden ser una palabra, una frase,
i.ina pregunta, etcétera.
7. La duración de la conversación no 14. Existen mecanismos para reparar El estudio del lenguaje es interdisciplinario al ser un objeto de investiga-
se especifica. las transgresiones en la toma de la ción competencia de varios enfoques. Ante tal situación, el método de aná-
palabra. lisis concreto para las conversaciones por los chats es de la misma natu-
raleza interdisciplinaria.
Pongamos las cosas más claras: la conversación es discurso. Ésta ha
De acuerdo con estas ideas, la indeterminación es la principal caracte- sido analizada, como veíamos, por la sociología etnometodológica. No obs-
rística de las conversaciones espontáneas, las cuales brotan en las charlas tante, como fenómeno del lenguaje también es objeto de estudio, por ejem-
sincrónicas por Internet. A menos que dos interlocutores se pongan de plo, de la etnogra:fia de la comunicación y de la pragmática. Por ende,
acuerdo previamente en el tema a tratar o cuánto tiempo van a quedarse nuestra propuesta es un análisis del discurso de la conversación a través
chateando, generalmente esto no está planeado. Asimismo, ni el número de los chats, con base en categorías tomadas de distintas perspectivas. Nos
de participantes ni la distribución, orden o duración de los turnos se ha de detendremos un poco en la pragmática.
especificar con antelación. / La pragmática se define como el estudio de la comunicación lingüística
A pesar de su carácter flexible, la conversación espontánea posee cier- en su contexto. El lenguaje es el principal medio de comunicación de los
tas normas para evitar el caos, como cuando hay una superposición o seres humanos, sólo que el mero conocimiento de sus reglas gramaticales
solapamiento: pedir la palabra, quedarse callado, demandar silencio, alzar y su correcta aplicación no lo es todo en la interacción social. Hay que sa-
la voz para imponer su turno ante los demás, son sólo algunos de los ber usar el lenguaje: ''Y usarlo para decir que esto es así, que aquello es

372 373
,...

MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

asá; para invitar, insultar, ordenar, protestar, solicitar, perdonar ... ; es llevando a cabo el hecho, así como tampoco asevera que el bebé se va a
decir, para realizar actos verbales". 3 llamar de tal manera, sino que está haciendo que se llame así. Con base en
La pragmática se origina en la :filosofia del lenguaje. En 1938, Charles esto, consideramos que ordenar no es la descripción de la orden, sino el
Morris distinguió tres campos diferentes en el estudio de los signos: 1) la hecho de dar esa orden, y así con cada uno de los actos ilocucionarios.
sintaxis o relaciones formales entre signos, 2) la semántica o la relación Además de la teoría de los actos de habla, existe otra contribución de
del signo con su referente y 3) la pragmática o relación de los signos con lo que se conoce como pragmática al estudio del lenguaje. Esta contribu-
sus intérpretes. Posteriormente, dos series de conferencias pronunciadas ción es obra de Paul Grice y se denomina Teoría del significado. En ella ,
en Harvard, en 1955 por John Austin, y en 1967 por Paul Grice, se consi- Grice plantea que cuando el hablante desea comunicar una intención con-
derarían como pilares en la conformación de esa rama denominada prag- creta, logra su objetivo cuando esa intención es reconocida por el oyente.
mática. En estas conferencias, Austin introdujo una noción central: la del Como menciona Shoshana Blum-Kulka,
acto de habla. Con ella defendía la función del lenguaje más allá de la
descriptiva, es decir, la de actuación: al usar el lenguaje realizamos actos; la teoría del significado de Grice pone de relieve que lo dicho.por el ha-
que son justamente los actos de habla. blante no necesariamente codifica su intención comunicativa en forma
Austin propuso una clasificación de los actos de habla en actos locuti- explícita. Cuando digo "la puerta está abierta" puedo estar invitándole a
vos o locucionarios, actos ilocutivos o ilocucionarios y actos perlocutivos o entrar o pidiéndole que cierre la puerta. En la práctica, la elección entre
perlocucionarios. Los primeros son los actos de decir (emitimos una ora- éstos y otros significados pragmáticos dependerá de considerar mínima-
ción con un significado determinado), los segundos son los actos realizados mente las palabras en el contexto en que fueron emitidas. 5
al decir (demandar, prometer, ofrecer, etcétera) y los terceros son los actos
realizados por medio del decir (la consecución de nuestra oración en el Por ello, como ya veremos en nuestro análisis, ciertos enunciados o
interlocutor): palabras adquieren especial significado dentro del contexto de los chats. Si
la pragmática estudia el lenguaje en relación con sus usuarios, ante esto
En primer lugar distinguimos un grupo de cosas que hacemos al de- podemos decir que los participantes en los chats utilizan el lenguaje y
cir algo. Las agrupamos expresando que realizamos un acto locucionario, otros códigos de una forma específica y de acuerdo con la plataforma tec-
acto que de forma aproximada equivale a expresar cierta oración con un nológica, que aquí viene a ser el contexto. .~
cierto sentido y referencia, lo que a su vez es aproximadamente equiva- De acuerdo con lo anterior, para la pragmática:
lente al "significado" en el sentido tradicional. En segundo lugar, dijimos
que también realizamos actos ilocucionarios, tales como informar, orde- La comunicación es un proceso de interpretación de intenciones que se
nar, advertir comprometernos, etcétera, esto es, actos que tienen una basa, no tanto en el contenido léxico-semántico de las oraciones emiti-
cierta fuerza (convencional). En tercer lugar, también realizamos actos das, cuanto en el contenido pragmático, es decir, en el sentido que se aso-
perlocucionarios; los que producimos o logramos porque decimos algo, cia al uso local, contextualizado de determinados enunciados y que se
tales como convencer, persuadir, disuadir, e incluso, digamos, sol])render basa en una serie de normas o convenciones que vamos adquiriendo a lo
o confundir. 4 · largo de nuestra experiencia como usuarios y usuarias de la lengua. 6

De esta forma, el acto ilocucionario es q,acer cosas con las palabras, Con este conocimiento acumulado nos es posible tener una inferencia
tales cómo ofrecer, solicitar, ordenar o demandar. Austin dice que cuando conversacional para interpretar lo que se dice en una situación de comu-
un cura bautiza a un niño no está diciendo que lo está bautizando: está nicación concreta. El conocimiento gramatical y léxico son solamente dos
factores que intervienen en todo el proceso.
3
Castaños, F., en Revista Discurso, p. 12. 5 Blum-Kulka, S., en van Dijk, Teun A., op. cit., p. 68.
4
Austin, J., Cómo hacer cosas con palabras, p. 155. 6
Tusón, A., op. cit., p. 35.

374 375

.....
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA
l ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

Después de este recorrido para demostrar que la propuesta metodoló- • Señalamiento del efecto que produce ese elemento. Un element _
gica que adoptaremos para el análisis de las conversaciones por chat con- mo los anteriormente mencionados tiene diversos efectos, es decir
. , fi
t co
, iene
densa a autores de diversos pero cercanos enfoques, es hora de mostrar los un pape1 centra1 en e1dis curso. P or eJemp1o, ¿que e ectos tiene O qué signi-
aspectos concretos de la propuesta en cuestión. La construcción de este fica el hecho de contraer las palabras o el utilizar los famosos emoticons 0
método particular y el establecimiento de sus etapas han sido obra del smilies?
trabajo constante que el investigador Fernando Castaños ha realizado en • Comparación con otro enunciado que no tiene ese elemento. Quizá la
torno al lenguaje. comparación no sea necesariamente entre un fragmento de conversación
Las etapas para el análisis del discurso que propone Castaños son por Internet y otro. Podemos comparar nuestro fragmento con otro hipo-
las siguientes: 7 tético o que no necesariamente está presente en la conversación online.
Por ejemplo, el elemento "ke" se compara con su correcta escritura ("que")
• Selección motivada de uno o varios enunciados. En nuestro caso, la o el elemento "jajaja" se compara con la expresión de la conversación cara
selección será de algunos fragmentos de conversaciones. ¿Cuál es el cri- a cara que se está representando.
terio o la motivación para seleccionar tales fragmentos? Se pueden escoger • Explicación del efecto. Al señalar el elemento del fragmento escogido
aquellos fragmentos que nos sirvan para ejemplificar algo que queremos y su efecto, sigue una explicación. ¿Por qué ese elemento y su efecto es
analizar o también la selección puede ser por método aleatorio. importante?, ¿qué significa?, ¿qué papel juega en el discurso y en la inte-
• Cita de los enunciados seleccionados. Transcribiremos textuales los racción?, ¿qué impacto tiene en el hablante o en el código utilizado por él?,
fragmentos escogidos, tal y como se dieron en la conversación de la cual ¿cuáles son sus consecuencias en el mensaje?, ¿cómo puede configurar la
forman parte, esto con el fin de tenerlos presentes al momento de desme- tematización de la charla? Estas son sólo algunas preguntas que se in-
nuzarlos y hacer el análisis. tentan responder de acuerdo'con los elementos identificados en los frag-
• Descripción del contexto. Aquí entenderemos al contexto en el que se mentos de los discursos, es decir, de las conversaciones.
dieron las conversaciones como el medio virtual, la plataforma tecnológica • Explicitación de juicios de discursividad. Noam Chomsky afirma que
de los chats y sus características de interacción. Asimismo, se hará la los seres humanos poseen una facultad de lenguaje, misma que incluye un
mención del portal de Internet y del canal donde se tomó la conversación, conocimiento de los principios de la gramática universal. Esto quiere decir
así como del día y la hora. En el caso de que la charla sea por mensajero que todo hablante es apto para producir o comprender una amplia gama
instantáneo, de igual forma se hará la mención correspondiente. La des- de oraciones. En este sentido, los usuarios de los chats, apegados a esa fa-
cripción del contexto puede ampliarse, si lo sabemos o nos resulta trascen- cultad de lenguaje, tienen un juicio sobre su propio discurso: saben cuando
dente, a los escenarios fuera de línea en donde viven y se relacionan los un elemento informa sobre algo o cuando es coherente, verdadero o intere-
sujetos. sante. Ahora bien, los juicios de discursividad posibilitan que cualquier
• Paráfrasis. Es fundamental a la hora del· análisis reseñar lo que se persona (como hablante que es) reconozca que esto es así. En la medida en
dice. El análisis se va tejiendo al retom~ de los fragmentos citados tex- que los lectores de los fragmentos analizados de los chats también puedan
tualmente algunos elementos dignos de cohsiderarse. juzgar y reconocer que lo que se dice es informativo, coherente, verdadero
• Señalamiento de algún elemento clave. En los fragmentos se iden- o interesante, el análisis de tales fragmentos adquiere mayor validación;
tifican ciertas marcas que hacen a ese fragmento representativo o impor- es decir, una vez que nosotros hayamos explicado los efectos de un ele-
tante. Tales marcas o elementos pueden ser signos de puntuación, des- mento determinado dentro de los fragmentos de conversación, un tercero
cripciones, pronombres, verbos o tiempos, entre muchos más. aparecerá para validar si eso es correcto: si una frase tiene alteraciones
del lenguaje, si dicha oración informa sobre un aspecto de la identidad, si
7 Esta síntesis la hizo el autor en una sesión de tutoría de doctorado en 2006 a manera un emoticon o smilie se está utilizando por "x" motivo, etcétera.
de entrevista.

376 377
MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

En síntesis, éste es el modelo a seguir para el análisis de las conver-


saciones sincrónicas por Internet. Cabe aclarar que su división en las (11) Tierno: VIANCA COMO ESTAS
etapas antes señaladas se hizo con fines de exposición. Éste es un proceso (12) cochorro: tu edad
que no necesariamente ha de presentarse en esta forma dividida en pasos. (13) libre y loco ha entrado en la sala
En el siguiente apartado veremos algunos ejemplos. (14) Tierno: HOLA VIANCA
(15) PRECIOSA-21 ha salido dela sala

Aplicación y análisis de resultados

_Por cuestiones de extensión, en esta parte sólo manejaremos tres frag-


(16) Tierno: •-.

Básicamente, en este fragmento nos encontramos con tres participan-


mentos de conversaciones en los chats y traeremos a discusión sólo aspec- tes, además de seis personas que entran o salen de la sala de chat (líneas
tos importantes que nos salen al paso con algunas interpretaciones. 2, 6, 8, 10, 13 y 15). A pesar de la ausencia de interacción de estos últimos
usuarios, el elemento que nos llama la atención es que el sistema del chat
anuncia su partida o su llegada.
a) Primer fragmento A este fenómeno el etnógrafo del ciberespacio Joan Mayans le llama la
"Tercera Persona Narrativa". Lo interesante para observar aquí es cómo
El siguiente fragmento forma parte de una conversación que se dio el 9 de la narración (en tercera persona) de una acción se convierte en una marca
abril de 2005 en el canal "Enamorados" de Latinchat alrededor de la una para que quienes estén conversando se enteren de quién se queda o quién
de la mañana. 8 Dicha conversación se trata de una interacción típica de. un se va. Lo anterior puede hacer que se dé una nueva acción: no llamar más
chat abierto -no privado como el Messenger- donde tenemos varios al que se ha ido o dar la bienvenida al que ha ingresado.
participantes interviniendo de manera simultánea. Las palabras generan acciones, diría John Austin. Esto quiere decir
que las palabras pueden preceder a las acciones o inaugurarlas, dándoles
(1) vianca: hola entrada en el terreno del discurso. Así, este fenómeno conocido como los
(2) aef2 ha entrado en la sala actos de habla, vuelve apropiadas o inapropiadas a las acciones: saludar
o seguir platicando con nicoJ9· se vuelve inapropiado después de leer
(3) Tierno:._, PARATY CONVIANCA "nico19 ha salido de la sala''; saludar o empezar una conversación se vuel-
(4) cochorro: vianca hola ve apropiado cuando se lee 'Vianca ha entrado en la sala" o "libre y loco ha
(5) Tierno: HOLA entrado en la sala".
(6) NENITA ha entrado en la sala El hecho de que se informe quién entra y sale de la sala constituye una
(7) vianca: de mexico y tu de las funciones del lenguaje propuestas por el lingüista ruso Roman Ja-
(8) oscar162 ha entrado en la sala kobson: la referencial. Esta función es la orientada al contexto o referente.
(9) cochorro: de eeuu Transmite contenidos como exposiciones de hechos, realidades, relaciones
(10) nico19 ha salido de la sala o fenómenos y está expresada de un modo indicativo, en este caso referida
al tránsito de personas dentro del canal de conversación.
En la línea 1 observamos el inicio de una conversación que se dará
entre Vianca y otros interlocutores. Aquí está presente la estructura de la
conversación de la que habla la etnometodología. Esta charla en el chat
8 Todas las referencias a una hora específica en esta tesis, son en tiempo de México,
D.F.
abre igual que si fuera una conversación por otro medio o presencial. La

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

fórmula es el conocido "hola" que desencadena más acciones, mismas que Por ejemplo, el nickname de Tierno da información sobre una cualidad
constituyen uno de los elementos más característicos de los chats: el uso del hablante que se relaciona directamente con una -parte de su comporta-
de emoticons. 9 miento: el manejo de los emoticons de imagen en las líneas 3, 11 y 16.
Pero la utilización de tales elementos responde a lo que los participan- Apenas entra Vianca, Tierno la recibe con una flor. Al ver que ella ha
tes de la conversación desean presentar de ellos mismos, es decir, ayuda a establecido un diálogo con otro interlocutor (líneas 7 y 9), en la línea 11
construir su identidad virtual, tan cercana o lejana como se quiera a la insiste nuevamente con otro emoticon para llamar la atención de la chica.
identidad de la persona fuera de línea. El apodo o nickname de Tierno con- Al no encontrar respuesta, manda en la línea 16 un corazón roto que de-
densa lo que el usuario que lo utiliza quiere mostramos para que nos for- nota su decepción. Y ello, al mismo tiempo, va delimitando los turnos en la
memos una impresión. En términos de Erving Goffman, sería la fachada charla. De esta manera, el silencio de Vianca es un ejemplo de una fórmu-
de la persona en su actuación en la vida cotidiana: la para la construcción de los turnos, la cual motiva a que Tierno inter-
venga nuevamente en esa línea 16.
He estado usando el término <<actuación>> para referirme a toda· De este modo, los emoticons funcionan, como ya se ha hecho notar en
actividad de un individuo que tiene lugar durante un período señalado innumerables estudios acerca de los chats, como portadores de emociones
por su presencia continua ante un conjunto particular de observadores Y o estados de ánimo; pero también se utilizan para preservar la imagen del
posee cierta influencia sobre ellos. Será conveniente dar el nombr~ de emisor, cuestión que ya había sido destacada por Brown y Levinson en sus
<<fachada>> (front) a la parte de la actuación del individuo que funciona estudios acerca de las reglas de cortesía.
regularmente de un modo general y prefijado, a fin de definir la situación Estos autores señalan que la cortesía es una regla universal que inter-
con respecto a aquellos que observan dicha actuación. 10 viene en la construcción de relaciones interpersonales, aunque cada cul-
tura lo manifiesta de manera peculiar. La cortesía tiene que ver con la
De esta manera, la fachada es una dotación expresiva que el individuo imagen (fachada) de nosotros mismos y de las personas con quienes inte-
usa consciente o inconscientemente y que está compuesta por rasgos étni- ractuamos, así que nos orienta cómo preservar nuestra imagen y cómo no
cos edad sexo, vestimenta, modales, artículos personales, gestos, lengua- amenazar la de los demás.
je, ~cupa~ión, aspecto, estatura, complex1.ón y demás características atri- Los emoticons de flores para dar la bienvenida a algún participante en
buibles a una persona. el chat, como en el caso de Tierno, son ejemplos de manifestación de corte-
En los protocolos de charlas sincrónicas en general, estos aspectos no sía porque preservan su imagen y de ningún modo amenazan la de la par-
existen de la manera como los conocemos fuera de línea o simplemente no ticipante con el nickname de Vianca.
los podemos ver. En estos entornos, la fachada está formada por lo que Existe un elemento más en las intervenciones de Tierno que llama la
podemos mostrar con base en el propio medio. La fachada presente en este atención y que está ausente en otros participantes de la conversación. Se
entorno virtual incluye lo que el participante dice, deja entrever de sí mis- trata del color del texto y su subrayado. El color rojo con que este partici-
mo o hace con las palabras y con otros códigos utilizados en el chat. pante interactuó originalmente ayudó a que sus textos fueran más fáciles
Por lo pronto, lo único que poseem~s es el texto de los participantes de reconocer y de seguir en la lectura dentro del chat, aunque hasta la lí-
condensado en fragmentos. Así, el nickname es un texto y es donde la fa- nea 16 no hubiera encontrado respuesta por parte de Vianca.
chada empieza a delimitarse, comenzando así también la formación de im- Y así como la palabra "hola'' que utiliza esta última participante en la
presio~es acerca del otro. ' línea 1 ejemplifica que la charla en el chat inicia de forma similar a cual-
9 Conocidos también como smilies, los ernoticons (o emoticonos, en español) son defi-
quier otra charla, las intervenciones de Cachorro y Vianca en las líneas 7,
nidos usualmente como "representaciones gráficas" o "textos icónicos", de uso convencional Y 9 y 12 revelan el empleo de fórmulas típicas para iniciar una conversación
cotidiano, que tienen como materia prima los caracteres del teclado y las imágenes fijas o entre dos personas desconocidas (nótese la falta de acentos, mayúsculas y
animadas para transmitir emociones. signos de interrogación). El hecho de preguntar de dónde se es y qué edad
10 Goffman, E., La pmsentación de la persona en la vida cotidiana, pp. 33-34.

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ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

se tiene constituye el primer paso (o al menos es una opción) para estable- afirmar que el cuerpo deja de existir por completo en los ent ·
cer una relación social, algo tan cotidiano, pero de interés para la perspec- 1es. E n e1 caso de este fragmento en concreto la participa ornos VJ.rtua-
t nr h
tiva etnometodológica. Al mismo tiempo, las respuestas a esas preguntas . . , neJ~~ aoo
presente un cuerpo sm tenerlo necesanamente a la vista E d ·
le otorgarán información al interlocutor para comenzar a formarse una . · s ecrr, esta
usuana presenta su cuerpo --o por lo menos lo que dice que
opinión. Saber que se es de México o de Estados Unidos ya será valorado ·'
p 1ex1on- ' de1 discurso (,'es k yo soy delgada"). Dentro del
a traves es h
su tcom-
por quien recibe tales datos. . .
las ~a1a bras 1as matenas prunas para construir un cuerpo hecho de e a , son
len-
guaJe. Al hacer cosas con las palabras, la usuaria Mia está ma's q di
'd, Ue-
Cien
. o como. es su cuerpo;
. está., haciendo que así lo sea, por lo menos para
b) Segundo fragmento qwe?-es reciben esa informac1on en ese contexto, es decir, para sus per-
oopc1ones.
El fragmento que presentamos ahora es de una conversación que se dio el A la par de observar un ejemplo de rasgos de identidad en el chat, ve-
9 de abril de 2005 en el canal "De ligue" de Latinchat alrededor de las dos mos otro de los elementos característicos de la comunicación a través d
de la mañana. Este texto es parte de la charla entre Mia y Deep Blue, este e~torn~ de interacción: nos referimos a las alteraciones del código tex~
quienes conversaban acerca de problemas familiares justo antes de lo que tual, eJemplificadas por ambos interlocutores.
viene a continuación: Mia reemplaza el uso de la Q por la letra K. En numerosos escritos so-
bre la alteración de los códigos textuales en los chats se ha mencionado
(1) MIA: LOKPASA que algunos usuarios su~tituyen la palabra "que" por "ke". Sin embargo,
(2) MIA: ES K YO SOY DELGADA observamos tanto en la línea 1 como en la 2 y en la 5, la ausencia de la
(3) Deep Blue: OHHHH YA VEP letra e. Por lo tanto, esta usuaria está agudizando aún más la tendencia a
(4) Deep Blue: VEO _ contraer las palabras. No sólo no escribe "ke" en lugar de "que". Para ella
(5) MIA: Y M IATE K lVl1 PAREJA SEA SE COMPLEXION MEDIA la Kbasta, así como también basta la Mpara decir "me".
(6) Deep Blue: ENTIENDO De este modo, una letra puede significar por sí misma lo que algunas
(7) MIA: NI FLACO palabras en _s~ totalidad. Desde luego, esto es reflejo de la rapidez con que
(8) MIA: NI GORDO se debe escnbrr en el chat; pero también muestra esa competencia que de-
ben tener los interlocutores para poder entender los mensajes. Gramati-
La intervención de la participante en la línea 2 nos proporciona infor- calmente esas alteraciones del lenguaje son errores, pero pragmática-
mación fundamental acerca de ella: nos dice cómo es su complexión. Asi- mente_ son eficaces si cumplen su objetivo de comunicar, siempre y cuando
mismo, en la línea 5 nos da más datos de sí misma (le gusta que su pareja los códigos sean comprendidos por quien los percibe.
sea de complexión media) y en las líneas 7 y 8 redunda sobre ello. Res- Si bien la usuaria Mia altera el código textual por razones de econo-
pecto al nickname, no hay manera de ~aber si ese es su nombre verdadero, ~~· Deep Blue lo h~ce para dar un énfasis en su intervención. La repe-
si es eii referencia a algún personaje de la televisión o si así le dice su tic1on de la letra H (línea 3) es la consecuencia de una necesidad por hacer
~~ª ' .
A pesar de que en los chats el contacto-físico entre personas no exISte,
más expresiva su reacción ante la información de que su interlocutora es
una persona delgada.
charlamos con seres humanos. Por lo tanto, la posibilidad de reconstruir ¿Será posible identificar las incorrecciones deliberadas de los errores
un cuerpo a partir de los códigos del chat es real. Aquí el cuerpo puede ma- involuntarios? El usuario Deep Blue nos da una pista en las líneas 3 y 4.
nifestarse a través de fotografías y más aún con el uso de una webcam. Sin Cuando dice "OHHHH YA VEP", corrige inmediatamente: "VEO". Si este
embargo, cuando la comunicación es básicamente escrita, la descripción usuario hubiera querido utilizar la expresión "vep" con fines de dar algún
de sí mismo y las emociones vertidas en el chat hacen que no podamos énfasis o para economizar tiempo, no habría hecho falta su corrección en

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la línea 4. Nadie le solicitó que hiciera eso. Simplemente fue consciente de ciones a través de Internet. Si bien la comunicación en los mensajeros ins-
dos cosas: 1) que lo que escribió fue un error gramatical, y 2) que la ex_{)re- tantáneos sigue siendo sincrónica y basada en el texto escrito, la multipli-
sión ''vep" no tenía ninguna función pragmática. cidad de usuarios se reduce considerablemente a la existencia de unos
La rapidez con que se escribe en los chats se ve reflejada de nuevo en cuantos. El participante en los salones de charla abiertos no puede con-
las líneas 1 y 2. Ahí la frase completa sería: "lo k pasa es k yo soy delgada". trolar la cantidad de usuarios; pero sí puede hacerlo en el mensajero ins-
Sin embargo, la tecla Enter se cruza entre la frase y por ello la tenemos tantáneo pues sólo invita a ciertas personas a conversar. Él mismo instala
dividida en dos. Como lo muestran las 8 líneas de que consta este frag- el software, personaliza las opciones del menú según desee y acepta a fa-
mento, en ninguna de ellas hay enunciados largos que pudieran desespe- miliares, compañeros de tra~ajo y amigos ya conocidos, así como a algunos
rar a un interlocutor mientras el otro escribe. Son textos fáciles de leer, por conocer.
más si tomamos en cuenta que ambos participantes utilizaron un color En el fragmento de arriba en particular, son dos los participantes que
distinto para diferenciar sus intervenciones dentro del conjunto del chat. ofrecen su dirección de correo electrónico (líneas 6 y 12) para que puedan
ser agregados al mensajero instantáneo y conversar en otras circuns-
tancias. Justamente, la expresión "agregame" (así, sin acento) de Solito-
e) Tercer fragmento Cam y Gaby (líneas 1 y 17) significa que sus interlocutores tomen nota de
los mails para ponerlos en su lista de contactos en el mensajero instan-
El siguiente fragmento corresponde a la conversación de la madrugada del táneo y puedan conversar en privado.
9 de abril de 2005 en el canal "Enamorados'' de Latinchat: En este trozo de charla encontramos referencias hacia algunos rasgos
fisicos y/o de personalidad de los participantes. Por ejemplo, la edad de So-
(1) SolitoCam: AGREGAME SI KIERES MYRI litoCam (línea 11). La propia solicitud de la participante Myri en la línea 5
(2) Cristina.27 ha salido de la sala (nótese nuevamente el uso de la K y del signo de interrogación al final del
(3) cochorro: TIENES UNO enunciado) hace que SolitoCam diga su edad, lo cual genera a su vez una
(4) Gaby: quieres mi msn reacción en su interlocutora, quien le responde que está muy chico y le da
(5) Myri: DIME KE EDAD TIENES? esa etiqueta (línea 14).
(6) SolitoCam: SOY gerard ca88@hotmail.com De acuerdo con la Teoría del significado de Grice, cuando un ha-
(7) Tierno: HOLA blante quiere comunicar una intención concreta, logra su propósito en el
(8) REMS ha entrado en la sala instante en que esa intención es reconocida por el oyente. ¿Qué significa
(9) cochorro: SI PUEDES eso? Que cuandoMyri le dice a SolitoCam: "ESTAS MUY CHICO", no le está
(10) Gaby: si diciendo explícitamente que no lo va a agregar al Messenger. Él es quien
(11) SolitoCam: 17 tiene que reconocer la intención de ella. Así, más allá del contenido léxico-
(12) Gaby: gabygtang@hotmail.com semántico de las oraciones, existe un contenido pragmático que es inter-
(13) cochorro: EN PRIVADO pretado por el receptor en el contexto del chat. Incluso, saber reconocer el
(14) Myri: ESTAS MUY CHICO JAJAJA sentido detrás de las abreviaturas, contracciones y demás alteraciones del
(15) touser ha salido de la sala lenguaje implica la utilización de la pragmática en las interacciones.
(16) DRACO ha entrado en la sala En esa misma línea 14, se observaron dos cosas. La primera es el uso
(17) Gaby: agregame de un color diferente para resaltar la palabra "chico" del resto de la frase.
Es un elemento que no se encontró en las otras intervenciones en este
Los mensajeros instantáneos (como el Messenger) son una modalidad fragmento, pese a que originalmente utilizaron los colores rojo, en el caso
de chat que cambia cuantitativa y cualitativamente la marcha de las rela-

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

de Tierno, y violeta en el caso de los textos de los usuarios Myri y Solito- Haya Bechar-Israeli, de la universidad de Jerusalén estudió en 1995
Cam. los. ~icknames ,usado~ en ~s sala~ ~e chat_ como forma~ de autopresen-
La otra cosa que observamos es un elemento muy recurrente en los tac1on. Observo la exIStencia de dIStmtos tipos de nicks, entre los cuales
chats, y es la tráducción de la comunicación no verbal a los códigos de encontró los relacionados con personajes literarios, gente famosa de los
estos entornos. En este caso concreto, la risa de la participante Myri se medios de ~municación, animales, fr~tas, profesiones u ocupaciones, lu-
presenta expresada en la conversación de manera textual, como onoma- gares geograficos, grupos de edad, etcetera. En su estudio titulado From
topeya. <Bonehead> to <Clonehead>: nicknames, plays and identity on Internet
Si nos fijamos con más detenimiento, podemos encontrar más infor- Relay Chat, este autor clasifica en 14 categorías los distintos tipos de
mación sobre los rasgos del participante SolitoCam y su identidad virtual. nicknames.
Su nickname sugiere un individuo del sexo masculino que no está en Consideramos que para este escrito no es necesaria una clasificación
compañía de nadie. Sin embargo, al dar su mail (línea 6) podemos ir más de todos los nicknames que encontremos. Sin embargo, este trabajo de Be-
allá y suponer que su nombre es Gerardo y que nació en 1988. No es posi- char-Israeli es muy interesante pues muestra la multiplicidad de formas
ble saberlo, aunque tampoco estaríamos seguros aun si escribiera: ''Mi en que podemos presentarnos en el chat.
nombre es Gerardo y nací en 1988''. Recordemos que la ausencia del con- Básicamente, el fragmento que acabamos de presentar contiene dos
tacto fisico en los chats permite reinventamos a cada momento. conversaciones entrelazadas (SolitoCam-Myri y Cochorro-Gaby) e inte-
Tampoco podemos saber si Cam se refiere a cámara. Si esto fuera cier- rrumpidas por los usuarios que entran y salen del chat. Tales conversa-
to, entonces el nickname significaría "solito con cámard'. Puede ser, aun- ciones son espontáneas, pues dificilmente se estableció con antelación el
que también Cam podría referirse a camarada o Camarena, por decir número de participantes, el tema, el tiempo de intervención o la distribu-
algo. Así, no es posible determinar el significado de este componente del ción de turnos. Asimismo, este fragmento contiene la participación de
nick de SolitoCam, por lo menos en el :fragmento presentado. Tierno Oínea 7), quien busca entablar una conversación con alguien, cues-
Lo que sí llama poderosamente la atención es cuando este personaje tión que ya habíamos revisado en el primer fragmento presentado.
da su dirección de correo electrónico: "SOY gerard ca88@hotmail.com''. Nótese cómo todos los participantes, con excepción de Gaby, utilizan
Pongamos nuestra mirada en la forma como está proporcionando su mail. mayúsculas en la presentación de sus textos. Lo que también es claro es
Lo hace con el verbo ser en primera persona. Jamás dice: "mi mail es taf'; que la finalidad de los interlocutores es pasar del salón de charla al men-
dice: "soy taf'. Cuando se le da el número telefónico a una persona, dificil- sajero instantáneo. La referencia explícita hacia los mensajeros instantá-
mente se dice: "soy 22 44 76 86". Al igual que el nickname, la dirección de neos la encontramos en la línea 4: "Quieres mi msn''.
correo electrónico también se construye, es decir, se personaliza y ambos
forman parte de la identidad virtual.
El nickname es, entonces, un primer paso de identificación. Este alias Apuntes finales

, l¡i se escoge de acuerdo a gustos, atributos, aficiones o intereses que nos
.•! mueven dentro del chat. Puede ser fiel a nuestras características o todo lo Históricamente, el estudio de los fenómenos relacionados con la conversa-
l]
contrario para enmascarar uno que otro rasgo,personal que no queremos ción se ha topado con algunos problemas como el registro; pero, además, el
~
hacer notar: "... Es la tarjeta personal de visita, su presentación, hasta estudio del lenguaje ha sido preferentemente de la lengua escrita. Mien-
que se establece un conocimiento más amplio en un canal o en comunica- tras que lo escrito está ahí, terminado y disponible para el investigador, lo
ción privada. No es igual ver el alias mimosito que trueno. Encontrase a oral es efímero y dificilmente aprehensible y susceptible de ser estudiado.
una Venus o, por el contrario, a alguien que eligió áspid como nick".11 El análisis de la conversación inició poniendo sus ojos en las interaccio-
nes cara a cara y, más tarde, por teléfono. Los recursos técnicos permitie-
11 Búrdalo, B., Amo,· y sexo en internet, p. 163. ron_ la trascripción y ésta la "perennidad" del lenguaje escrito, lo que hace
posible el análisis.

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MARÍA SUSANA GONZÁLEZ REYNA ANTOLOGÍA DE TEORÍAS DEL DISCURSO

No obstante, el análisis de las conversaciones en los chats tiene una BLUM-KULKA, S., "Pragmática del discurso", en van Dijk, Teun A. et
gran ventaja: no se necesita la trascripción. La razón: las conversaciones al., El discurso cómo interacción social, Barcelona, España, Gedisa, 2001.
son por escrito. Basta con guardar la interacción en un archivo dentro de BROWN, P. y Levinson, S., Politeness. Sorne universals of language
la computadora. De este modo, el chat salva la contradicción entre la ora- usage, Cambridge, Cambridge University Press, 1987.
lidad y la escritura porque es una expresión escrita, pero de naturaleza BÚRDALO, B., Amor y sexo en Internet, Madrid, España, Biblioteca
oral. Por ello, se le ha denominado como híbrido o como género confuso, Nueva, 2000.
como es el caso del autor español Joans Mayans. CASTAÑOS, F., ''Las categorías básicas del análisis del discurso y la 'di-
Por lo tanto, aunque el fenómeno de charlar por escrito es nuevo (la sertación'", en Discurso, núm. 5, 1984.
comunicación epistolar no es sincrónica y es un registro que evidente- GARFINKEL, H., Studies in ~thnomethodology, New Jersey, Prentice-
mente respeta los códigos escritos), los métodos y las técnicas para estu- Hall, 1967.
diar el lenguaje ya han recorrido su camino. Con base en lo anterior, nues- GOFFMAN, E., La presentación de la persona en la vida cotidiana, Bue-
tra propuesta metodológica es el resultado de un trabajo interdisciplinario nos Aires, Argentina, Amorrortu, 1984.
en el estudio del discurso, lo que incluye a la conversación. Una conversa- GRICE, P., "Lógica y conversación'', en Valdés, L. M. (ed.), La búsqueda
ción que, en los ejemplos de este trabajo, es una conversación electrónica, del significado, Madrid, Tecnos, 1975.
de nuestros días, a través de la cual se siguen llevando a cabo actividades HAIDAR, J., "Análisis del discursd', en Galindo Cáceres, J. et al., Téc-
humanas anteriores al advenimiento de Internet, tales como la presen- nicas de investigación en sociedad, cultura y comunicación, México, Pear-
tación en la vida cotidiana de nosotros mismos o de lo que queremos que son, 1998.
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