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FINANCIERAS
ESCUELA DE CONTABILIDAD
TRABAJO
Integrantes:
En Venezuela actualmente se vive una crisis tanto política, económica y social se puede
apreciar una fuerte hiperinflación, aumento de la pobreza, delincuencia e incremento de
la mortalidad; todo esto ocasionado por Chávez al promulgar leyes severas que
desalientan la inversión desde ya 1999 en su búsqueda de lo que él llamaba el
socialismo del siglo XXI intentando quitar de raíz el capitalismo.
Estas medidas empezaron a reflejarse en el 2013 llevando al país a la peor crisis vivida
desde el siglo XX y sin estar en una guerra, provocando la migración del 10% de la
población a diferentes países como Colombia, Perú Chile siendo estos los más
afectados, se debe tener en cuenta que esto afecta también la economía de estos países
provocando desempleo y gasto.
Todo lo que está viviendo Venezuela nos recuerda a los años 80 donde el Perú se vio en
una situación parecida llegando a una hiperinflación de 7649 % un poco más de la que
vivió Venezuela en 2019 que fue de 7000%.
En la década de 1980 se sufrió una crisis en América Latina, esta década fue un periodo
difícil pero para Perú fue realmente desastroso.
CRISIS EN LA ECONOMÍA PERUANA
En la década de 1980, la economía peruana atravesó por una serie de crisis económicas
profundas y prolongadas que generaron enormes pérdidas en su PBI. Los resultados
sugieren que los choques externos que afectaron la economía en la década de 1980
fueron amplificados por un sistema político débil y fragmentado, una limitada capacidad
empresarial y la falta de una política industrial coherente que podría conducir al
descubrimiento de nuevas actividades productivas.
La profunda crisis económica que afectó a América Latina en la década de 1980 llevó a
la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) a denominar a este periodo
como la “década perdida” de América Latina. Y si bien para América Latina éste no fue
un periodo feliz, para el Perú fue un desastre (...), a partir de 1975, la economía peruana
atravesó por una serie de fuertes crisis económicas y registró una contracción del PBI de
tal magnitud que podemos decir que, si América Latina perdió una década, el Perú
perdió tres décadas.
Con una relación de inversión privada a PBI que durante más de dos décadas se
mantiene casi constante, la tasa de crecimiento del stock de capital disminuye,
erosionando la capacidad de respuesta de la economía a los estímulos de demanda.
Después de cada contracción cíclica, son necesarios mayores déficit públicos y mayores
volúmenes de importación para crecer a tasas similares a la de períodos de recuperación
anteriores.
En condiciones de alta inflación, los costos esperados sustituyen a los costos corrientes
e históricos como punto de referencia en la formación de precios. La razón es de sentido
común. Con tasas de inflación significativas y políticas de ajuste recesivo en curso, la
fijación de precios en base a los costos corrientes o históricos provocarían una caída
sustancial de los correspondientes márgenes de ganancia.
El gobierno aprista adoptó desde sus inicios una política económica que, privilegiando
la reactivación a corto plazo, sentaría las bases para ingresar, posteriormente, en una
etapa de inversión y ampliación de las exportaciones. Se fijó como meta lograr un
crecimiento del PBI del 6.0 % anual en 1985-90. Sin embargo, no se llegó a cristalizar
una coherente estrategia de desarrollo a mediano plazo, capaz de racionalizar el manejo
de la inversión pública y de ofrecer un marco de estabilidad al manejo macro-
económico y la concertación con los principales agentes productivos.
Las medidas básicas implementadas en una primera etapa, que se extendió de agosto de
1985 a diciembre de 1986, incluyeron el incremento de las remuneraciones y del
empleo, la reducción de impuestos y el congelamiento de los precios de las empresas
públicas, la estabilización de la tasa de cambio, el control de precios, la reducción de los
intereses y la limitación de los pagos de la deuda externa.
Es en esa situación que se da una campaña política peculiar: un candidato del APRA
relativamente débil, Vargas Llosa con un enfoque liberal y propugnando un shock
económico, y Fujimori que empieza a surgir asustando a la gente y proponiendo el "no
shock". Cuando Fujimori es electo, se da cuenta de que es imposible manejar el país: no
había caja, no había reservas, no había crédito y no había manera de parar la inflación.
Entonces, básicamente aplica el plan de Vargas Llosa, con una diferencia en el área
macroeconómica. La idea de Vargas Llosa era producir una maxidevaluación, fijar el
tipo de cambio y que todos los precios se alineen a este. La liberalización de precios y la
fijación del tipo de cambio proveerían un impulso a las exportaciones y el país
convergiría rápidamente a poca inflación.
Una de las herencias del primer gobierno de García fue que el Estado peruano no
pagara su deuda pública externa.
En realidad, quien deja de pagar la deuda es Belaunde porque no había recursos, pero la
deja de pagar un poco en desesperación. En cambio, García hace lo mismo que
Belaunde, pero con orgullo. En los 90, no habíamos hecho absolutamente nada con la
deuda, y teníamos cuatro tipos de deuda: con las organizaciones internacionales de
crédito (el FMI, el BM, el BID); con la banca; con los proveedores; y con países: lo que
se conoce como las deudas del Club de París.
Naturalmente, tanto de las empresas como del Estado salieron muchísimos empleados
que no encontraban trabajo en el sector privado. Es cuando empiezan a proliferar los
taxistas y las combis, porque tampoco había suficiente transporte en el Perú. Eso se
convierte en una especie de salvataje. Surge también un sector informal grande en el
comercio. Los tres rubros más importantes de la privatización son minas, empresas de
comercialización y telecomunicaciones. Esas privatizaciones fueron bastante exitosas.
Según economistas entrevistados por The New York Times, la situación es la peor crisis
económica en la historia de Venezuela y la peor desde mediados del siglo XX de un país
que no está experimentando una guerra, más grave que la Gran Depresión en los
Estados Unidos, peor que la crisis económica de 1985-1994 de Brasil o que la crisis
hiperinflacionaria en Zimbabue de 2008-2009.
Desde 2013 existe una crisis económica en Venezuela, como consecuencia de la caída
de los precios del petróleo, las expropiaciones y las restricciones del control de cambio
de la moneda, la corrupción, entre otros. En este periodo, se ha producido una aguda
recesión económica que ha sido una de las más largas en la historia económica del país.
Crisis inmobiliaria
Deuda venezolana
Con la escasez de divisas que ahora entran al país, la deuda venezolana se ha ido
agravando haciendo que la situación económica de Venezuela empeore cada vez
más.
Escasez
Desde mediados de 2014 a raíz de la inflación se creó una crisis del dinero en
efectivo que mantiene retenido el dinero de los venezolanos. En el Banco de
Venezuela, igual de la administración del Estado, son estrictos al entregar como
monto máximo de retiro de 10 mil bolívares diarios a cada persona, hecho que se
ajusta a la instrucción dada desde la Superintendencia de las Instituciones del
Sector Bancario (Sudeban) de abstenerse a entregar más de 100 billetes de la
más alta denominación del cono monetario actual.
Crisis energética
Escasez de combustible
Medios de comunicación
Corrupción
Desempleo
Emigración
Manifestaciones
Por parte del oficialismo, varios de sus líderes han declarado que se está
impulsando un golpe de Estado desde la Asamblea Nacional.
Pobreza
El caos económico reinante era previsible para muchos de los críticos del gobierno que
por años advirtieron que el país se dirigía a un despeñadero debido a una política,
iniciada en 1999 por Chávez, de expropiaciones masivas de granjas e industrias, la
promulgación de leyes severas que desalientan la inversión y vulneran la seguridad
jurídica.
Chávez dijo que buscaría encaminar a Venezuela hacia el “socialismo del siglo XXI”, y
lo más evidente fue el aumento del control del Estado sobre la economía para, según él,
desplazar el capitalismo de raíz.
En los últimos 19 años han cerrado más de dos tercios de las 600.000 empresas que
existían en 1998, afectando el empleo. A la par, la inflación ha pulverizado el salario
real y el poder de compra de los venezolanos.
América Latina
Unos cuatro millones de personas han abandonado Venezuela desde finales de 2015, la
mayor parte de ellas se han trasladado a otros países de América Latina. Colombia
(1.300.000), Perú (768.000), Chile (288.000) y Ecuador (263.000), encabezan la lista de
receptores de estos migrantes, de acuerdo con la ONU. Alberto Ramos, jefe del equipo
de investigación para América Latina de Goldman Sachs, señala que el hecho de que en
tiempos de paz ocurra un fenómeno migratorio tan "masivo" y "dramático" como el
venezolano es algo negativo. "El impacto inmediato sobre estos países (receptores) es
un problema presupuestario", declaró.
Según explica Felipe Muñoz, el área más afectada por la llegada masiva de venezolanos
es la atención sanitaria. Tal es el caso en Colombia donde hubo 2.400.000 atenciones en
los últimos tres años para migrantes venezolanos. Ha habido más de 25.000 niños de
madres venezolanas nacidos en Colombia y atendidos de manera gratuita. Se les han
aplicado más de 1.200.000 vacunas. (Bermúdez, 2019)
BBC NEWS MUNDO. (10 de Enero de 2019). Obtenido de BBC NEWS MUNDO Web
Site: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-46821723
Bermúdez, Á. (29 de Julio de 2019). BBC NEWS MUNDO. Obtenido de BBC NEWS
MUNDO Web Site: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-
49119834
Jiménez, F., & Iguiñiz, J. (2010). La economía peruana del último medio siglo :
ensayos de interpretación. Lima: CISEPA-PUCP.
LLosa, L. G., & Panizza, U. (2015). La gran depresión de la economía peruana: ¿Una
tormenta perfecta? Estudios económicos, 30,91-117. Obtenido de BCR.